Clara G. Pariente
(Madrid, 1982)
Periodista y escritora, ha publicado en medios digitales, trabajando como guionista teatral y redactora freelance. Como escritora estuvo inicialmente centrada en el ámbito de la poesía, aunque en la actualidad reparte su tiempo entre la literatura (novela, cuento, poesía y relato corto), el periodismo y diversos proyectos socioeducativos vinculados al mundo de la información y de los libros.
Sin título
Hay un eco que persigue
A cada cual -el mío no entiende
La alegría del campo abierto
Mas sobrevive gustoso al aliento salvaje
Del bosque despreocupado
Que entierra -gusanos vivos junto
A cuerpos que no dicen nada-
Tierra que el fuego arrasó
Junto a brotes que aún no
Han sufrido.
Poema incluido en el poemario La campana
Sin título
Comencé a quererte
Un día sin importancia
En el que sólo importaba eso,
Quererte y el día.
Después corregí mi meta,
Ajusté la luz,
Saqué de aquí lo que dejaste
Y apagué la vida.
Poema II incluido en el poemario Día 2
Sin título
No lo niego.
He salido hoy al día, confiado.
Pero el viento parco y las noticias
Me devuelven como un grito
A mi agujero.
He salido, no lo niego,
Como el tonto
Que camina sin estímulo,
Como el ave torpe que derrapa
En su vuelo.
Pero el blanco del día y
El sol indeciso
Me han traído de vuelta
A mis umbrales.
Me sorprenden los que salen
Sin vergüenza,
Los que salen y les son suyas las calles.
Yo aún estoy saliendo dentro,
Aprendiendo este rincón,
Conquistando lo pequeño.
No lo niego.
Los actores del ruido me entristecen
Como si del mundo desapareciera
El silencio.
Poema XIV incluido en el poemario Día 2
La campana
Como péndulo que conoce el camino de vuelta,
Tu palabra es de campana y resuena y
Se inclina,
Y vive de los golpes de otros hombres que empujan,
A fuerza de que la estiren y
Embistan
Tu palabra de campana oxidada con los años,
Tu palabra de preludio de lo que llega
O se marcha,
Un zumbido de aviso,
Un temblor de presencia,
Como el gozo de una nota que
Aún a veces me tumba, que
Aún a veces te exalta, que
Aún a veces sentencia, y que
Siempre dice sí
A un silencio de ruinas
Como un llanto por llegar
Sin expectación ni deseo,
Como el pulso de un latido que
No conoce música.
Poema homónimo incluido
en el poemario La campana
Ojos despiertos
Eso son ellos,
-ojos despiertos-
Lagunas –sin barcas-
Platos de reflejos
Que deciden –vacíos- en el agua
El tributo a la otra orilla
Maremotos sin olas
-Se cuentan a cientos-
Estanques salados
De fondos turbios
(a pocos metros de la superficie)
De huesos de otros
Barcos náufragos.
Poema incluido en Sujeto Omitido,
colaboración con Proyecto Maxma
.