ELISA BERNA
Zaragoza en 1978.
Licenciada en Derecho por la Universidad de Zaragoza. Ha coordinado el certamen Poetry Slam Zaragoza durante varios años y ha formado parte de diferentes proyectos poéticos como Hermanas del Hambre y el Clan de las Bosnias. Es autora de la plaquette El poema que te dije (Los Libros del(a) Imperdible, 2011) y el poemario Casi mil mujeres (coedición Amordemisamores & Los Libros del(a) Imperdible, 2016). Sus poemas han sido incluidos en diversas antologías como AntiaéreA (Pregunta Ediciones, 2015), la plaquette Mujeres (Yaugurú, Uruguay) o Menaje-a truá y Cualquiercosario (proyectos conjuntos de las editoriales Yaugurú (Uruguay), Los Libros del(a) Imperdible (España) y Julieta Cartonera (Francia).
LÁSTIMA
Manejabas bien el recurso de la lástima.
Lástima
que no dominases también otros talentos,
por ejemplo,
el arte de escribir cartas en noviembre.
Por esas fechas,
cuando más invierno queda por delante,
iniciaba yo mi ayuno involuntario,
y después ya,
con la paciencia en los huesos,
recibía el consuelo de tu pomada charlatana.
Lástima,
yo también tengo ungüentos quita-penas
con efectos secundarios peligrosos
para los cuadros agudos de cuento
y demás fingimientos.
Domingo silente
A los pies de mi cama
llora la calle de rodillas su rezo extraño.
Y no está lloviendo.
Pero parecen deslucidos los colores,
y más quedo el quejido de los gitanos,
y bajan autobuses como siempre,
con la furia de siempre,
con los mismos de siempre dentro
pero más tristes.
Así es este domingo silente
que encubre el último deseo de los borrachos
de vuelta a casa igual de grises.
Igual de solos.
Amanezco en mi cama del mismo lado
y postrado, cada personaje de la película
entona diferente su plegaria.
Con su dolor diferente rezumando.
Con sus diferentes sueños fracasados.
Todos encogidos, en el mismo barrio
en este domingo de abrazo silente.
Constitución
Yo soy breve hija de un libro
que no supo del antes y adolece
crónica ignorancia.
Olvido agudo.
Yo soy una frontera desde entonces,
un borde peligroso con dos filos.
A un lado acudían las quimeras.
Al otro, aglutinados,
rancios episodios vergonzantes
negaban por tres veces el pasado.
*
Meta, línea de vuelta del viajero.
Salen los ojos de mi cuerpo
para verme mejor.
Y ¿quién cargó con las migas de pan?
Y si hay que volver
¿tendré que arrancar la lluvia?
Tierno, bajo mis pies, el futuro
cruje y cierro su maleta.
La línea de vuelta no se define.
Salen los ojos de mi cuerpo
como punto de partida o como punto
sobre el que apretar las manos
y evitar la meta.
Inédito, 2016
*
A pocas palabras de estos pasos
la luz se abraza a las piedras
y abre un poema como fruta
fuera de los labios.
A unas palabras de aquí
- camino puente para la voz -
nada se escucha entre mis pasos
y el alma de las piedras
en sílaba zancada se ilumina.
A pocos pasos de matar una palabra
que invoque el fin o la distancia
brillan las piedras y mis piedras
exhiben la sombra de este lado.
Amo el verso oscuro de mi cuerpo
todavía dispuesto a nombrar la luz.
Casi mil mujeres,
Amordemisamores & Los Libros del(a) Imperdible, 2016
FRAGMENTO 1
Cuánto daría
para que olieses el peso de un invierno
después de aquel invierno.
Para que lamieras un único
atardecer del sol entre mis piernas.
El poema que te dije,
Los Libros del(a) Imperdible, 2011
Después del desierto dejas de conocer el mundo.
Haces tuya la sed de los camellos
y te recorres por dentro confundiendo
los círculos que el tiempo tatuó en las vísceras.
Masticas un dátil inmaduro
y alcanzas la copa de las palmeras
para observar desde arriba
la grandeza terrible del silencio.
En definitiva te asombran
las normas que rigen ahora la encrucijada.
El absurdo corazón desvencijado
que asegura ser tú
atravesando el espejismo.
Tipos de fronteras,
poemario inédito 2015
*
Un niño dentro de una burbuja
y bajo el techo raso
dios arrastrando torpemente la cometa.
Para llegar lejos
hay que invertir el volcán y hacer de humo
un avión,
un ancla
y que el niño se coma una burbuja.
Para llegar lejos
hay que planear la tierra,
aventurarse,
quitarle al plomo lo pesado,
o danzar contra la bóveda.
Yo me lanzo cada día como herida
que abierta cae sobre una aguja
y si duele,
duelo,
y si llego,
seguro llego más lejos
que esas cometas cojas de dios.
Inédito, 2016
*
De aquí no voy a salir con vida
o la vida me saldrá
como filamento del pecho moribundo.
De aquí no escapa ileso
el hueso medular al que se aferran
los tendones de mis cosas,
la vara dorsal por la que pasan
con distinta intensidad los sufrimientos.
Una mujer se tambalea en el filo del rasero.
Asidero de nada para caer con todo
sobre mí misma en la distancia.
¿Por cuál de los agujeros muere el día?
Inédito, 2016
*
Abonar la brújula.
Horadar la fruta
menstrual que gime
como lo hace el metal en la veleta.
Con cada giro al sur de mi estancia muelle
se arriba a un cuerpo que quizá despide
ahora mismo a otra orilla de mi cuerpo.
Medicarme el rumbo de granada
que arroja
sangre en todas direcciones.
Estallarme el espacio, lentamente
apuntalarme
al vértice seguro de la tierra.
Cada hora atraviesa un exilio diferente
para irse ardiendo con urgencia
sin amar el viaje.
Inédito, 2016
*
El poema comienza ayer cuando la puerta se cierra.
Cerrando la puerta apago
las lenguas del mundo
y doy paso a la palabra
que infecta esta casa con sus luces.
Malditas luces.
Malditas voces del día anterior
y del otro.
Maldita cerradura
en el medio de mi frente.
Aquel poema que deja caer su llave en el pozo.
La palabra que se adentra por esta boca de lobo.
No sé qué desastre hay después de la puerta
ni quién se queda en el rellano
ni hacia dónde piensa morir
el verso que sostiene
en la mano el hueco de la escalera,
que te lo da,
que te lo quita.
La palabra entra ayer y yo
¿cómo me salgo?
Inédito, 2016
http://parnaso2punto0.aragon.es/?p=311
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