Dobrina Nikolova-Ortega
Dobrina Nikolova, nacida el 8 de Octubre de 1949 en Cherven Brjaj (Bulgaria) es tan extenso y plurilingüe, como interesante. Vive desde 1967 en la ciudad de Ruse hasta el 2002, en este tiempo ella empezó a trabajar y vivir como poetisa.
Desde el 2004 hasta ahora actúa en Valladolid donde es bien conocida.
En búlgaro ha publicado los siguientes poemarios: “Futuro Herido” (1992), “Palabras Desencerradas” (1994), “Pasos en el Tiempo” (1995), “Momentos Brillantes (1996), “Los Recuerdos del Viento” (1999), segunda edición de “Pasos en el Tiempo” (2000), “El XIII Piso del Riesgo” (2002).
“Caminos Perdidos” ha sido escrito en búlgaro y español y “Antología” libro uno (2003) junto con “Antología” libro dos, sólo en español. “La Risa de la Golondrina Me Despierta” (2006), escrita en búlgaro y español y “La Lágrima de la Rosa” (2009) son dos de sus últimas publicaciones. También podemos encontrar su poesía acompañando a la de otros autores, en “VIII Encuentro de poetas en la Red. Antología poética IV” (2013).
Si a esto añadimos, que parte de su producción literaria ha sido traducido al rumano y al moldavo, comprenderemos por qué Dobrina es una poetisa que goza de una bien ganada fama internacional. Aunque, desde hace quince años reside en Valladolid, se considera ciudadana del mundo, cosmopolita y viajera como las golondrinas que dan título a uno de sus poemarios.
Nadie como ella sabe plasmar en letra impresa, sueños que son anhelos, imágenes que son recuerdos, vivencias que encierran en muy pocas palabras una reflexión existencias sobre la atrayente y, en ocasiones, dura realidad vivida.
En sus versos de sinceridad desgarrada, aflora un deseo subyacente de vivir en un mundo más justo, donde el sol alumbre por igual a cada uno de los humanos. Para ello recurre a metáforas encriptadas, envueltas en ilusiones oníricas, utópicas como la mayoría de las ilusiones, pero que encierran una auténtica filosofía de vida, de alto contenido moral, no exento de la belleza que encierra el verso concebido como la más bella cima que puede alcanzar el pensamiento escrito. La poesía de Dobrina fluye espontánea a impulsos de un corazón noble que late acompasado, deteniéndose en los objetos más sencillos que nos rodean y a los que su impulso creador da nueva vida, elevándoles a la categoría de iconos, cuyo auténtico significado bulle en la mente privilegiada de esta poetisa excepcional.
En este nuevo Poemario: “Las Aves Emigradas” los hechos recientes que sacuden a buena parte de nuestro planeta, quedan reflejados como dolorida queja, mientras la perfección estilística aflora en cada verso como contraste para los que asistimos emocionados al encuentro entre realidad y deseo.
Continúa así, querida Dobrina, iluminando con tu poesía, los atardeceres de quienes suspiramos por el ansiado amanecer.
Carlos Malillos Rodríguez.
Dobrina Nikolova-Ortega
Las Aves Emigradas
A Ralitsa
“… ¿Quién necesitará antorchas allí arriba?”
J. Leopardi
Arriba es el esplendor del fuego extinto y abajo – la oscuridad de los vivos.
Si no veis el sendero, os regalo mi lucierna. Aunque poco alumbra
y de las antorchas no alcanza el brillo, ni del fuego extinto –
sino el alma humana.
Delfinios en mi jardín yo quiero,
¡Y una lucierna que los alumbre!
***
Me despido de mí misma con todo el alrededor
me separo de minutos y segundos. Siempre estoy agonizando
de estas, a menudo, despedidas mi alma se queda vacía
nuestra vida parece una máquina que nos separa de la humanidad.
***
Un verano ventoso, ruido de caballos,
se ríe el sol en el trigo dormido. Detrás de la nube.
Un clavel de oro, hasta que no te aprese
¡No lo voy a dejar tranquilo!
***
Los poetas se beben las lágrimas
para poder seguir en este mundo revuelto lloran con palabras, llevan la carga ajena. Vendidos y traicionados por la gente
por treinta monedas de plata como el Dios acosados diciendo injurias y trampas.
La gente en su profesión son degradados
que ve en toda la gente su doble personalidad. Soy todo un poeta, que donde estén
los poetas se quiten los agresores.
A los gusanos les gustan las manzanas jugosas.
Las Aves Emigradas
Me despierto bajo cielos lejanos oyendo la canción de aves emigradas. Lloran mis sentidos
y mi alma está cada vez más triste. En la tierra todo tiene precio:
el aroma de lavanda, y la flor
del árbol de las mandarinas.
La golondrina con sonrisa triste y los olivos donde descansan
los olivares, debajo de su sombra.
También tiene su precio la fuerza
de Sísifo que en una mañana se convierte, la piedrecita nacida de la noche
vale una preciosidad
y se convierte en un puente
por el que yo avanzo día y noche
para alcanzaros y no perder sus huellas.
***
Cuantas veces he pasado por senderos oscuros desconocidos, escuchando como
cantan las piedras.
He sentido su pena y dolor.
¿Quién me va a decir que la piedra es dura y no tiene corazón?
Con los ojos he abierto las nieblas para llegar
pronto a las estrellas y más allá. Tengo un trozo de tierra y un cielo pero lo quiero libre sin guerras, más grande no me hace falta.
En mis pensamientos
cuantas veces he nadado en mares y océanos.
Pero nunca he visto la otra orilla.
***
En camisa blanca de Dios, mi madre vive en ella. Nunca me ha dicho
dónde está su casa.
¡En las nubes blancas yo veo la sonrisa de mi madre.
El gato se ha quedado dormido,
mi madre se despierta del sueño. Miro y remiro el cielo
donde vive mi madre.
Una vez se fue por
una estrella y no volvió más.
Las Aves Confundidas
¿A dónde van los días
cuando se van de nosotros?
¿A dónde van los instantes
cuando somos felices?
¿A dónde van las noches
las aves negras confundidas? Han volado con nuestras almas heladas de frío.
Temo de todo lo que se marcha
y vuelve de un destinatario desconocido. Algo se va a repetir,
pero nosotros no vamos a ser los mismos. Personajes de la escena de la vida, espectadores de información,
que le sirve la vida
mentiras, violencia, atentados y guerra. Nuestra alma se queda como
un vaso sucio sin lavar.
Con nuestros silencios como cómplices.
***
Aprende a seguir adelante, cuando te engañan- Cuando te traicionan.
Tú aprende a seguir adelante.
Cuando tus ojos están llenos de lágrimas. Y te quedas sin aliento.
Tú sigues adelante por caminos abruptos.
Aprende a seguir adelante acompañado de la luna blanca luchando con malos vientos. Tú aprende a seguir adelante, cuando todos te abandonan
y te quedas sin techo ni esperanza. Tú aprende a seguir adelante cuando te caes.
Levántate y sigue adelante.
Trayectoria de las aves
A veces se apodera de mí irrazón pajarera y entonces
con frenesí paso de un verso a otro
para poder a mis hermanas reunir como si fueran unas aves dispersas. Subo por una escalera en el cielo,
y a mis pensamientos nacen alas, del viento despidiéndome luego, parezco una trayectoria de aves. Pero la incomparable libertad suya coincide con la meta de mi vida.
Heridas en mi alma
¡Soledad, soledad, soledad!
Tan silenciosa con el alma helada. Cada noche me asusta en sueños un saliere.
Silencio, soledad, despedida;
lo recojo como un montón de cristales.
¡Casi no se ven,
no siempre me hacen heridas en el alma!
Autorretrato
Después de tantos años, hoy no me reconozco. Después de tantos pesares, me duermo amargada.
Después de pasar por tantas penas, hoy sufro con penas ajenas. Después de abrigar tanto amor,
hoy me alejo con desamor.
Dejaré el cielo azul para todos, quedaré tal como siempre he sido. Abriré de par en par
la puerta hacia mis ojos
para poder contemplar el mundo allá en mi futuro herido.
***
Una piedra ahogada tirada en el río
se ha quedado con
los pensamientos, malos y la culpa ajena.
La piedra no se ha movido ha acumulado la tristeza
y el peso de la gente.
***
Soy alegre y canto,
la maldad que se vaya,
en una casa quisiera vivir,
para mi pasado, con recuerdo bonito.
Los pájaros han llegado tan pronto.
ahora les doy de comer…
Un amor como el grano y una sonrisa del sol.
EL AGUA ES TAN LIMPIA
Es agua es tan limpia
que lleva nuestros sueños
en cacharros rotos siempre sin forma. Las ramas, en mí, vuelven
con flores de cerezo.
Treinta y cinco años yo soy. Treinta y cinco caballos yo monto. Corro detrás del viento
para secar su camisa. Anda desabrochado como un loco.
Déjalo que corra,
él tiene un montón de hojas. Es su juego y su riqueza. Treinta y cinco años soy.
Treinta y cinco caballos yo monto. Alguien ha cortado la rama.
Las ramas se han quedado secas
antes de dar flores.
Sin pájaros se ha quedado el cielo. Nadie se moleste cuando
es de noche o de día. Treinta y cinco años soy.
Treinta y cinco caballos yo monto.
El agua es tan limpia
que lleva nuestros sueños
en cacharros rotos siempre sin forma. Siempre volveremos con ellos,
en nuestros sueños tan cortos. La rama en mí está rota,
Sin pájaros se ha quedado el cielo.
Corre el caballo perdido, la luna se fija en él.
Los dos bajan al río para beber agua
que lleva nuestros sueños. Treinta y cinco años yo soy.
Treinta y cinco caballos yo monto. El agua es una canción con
cuerpo de oro y plata
¡Tan joven, nadie puede pararla! Espero la bandada que vuelve, todavía me lavo en el río
¿Quién mi barco ha robado?
¿Quién me ha cambiado la dirección del viento? Treinta y cinco años soy.
Treinta y cinco caballos yo monto.
Mis ojos son manantiales secos, los corazones son
como riberas tristes.
El agua es tan limpia, la parra bebe de ella, oigo la canción del vino donde empieza la vida. Un cordero blanco la da,
un cordero negro la quita. Ahora escribo mi carta,
en mis ojos tengo lluvia. Me ha encontrado con
la muchedumbre.
Por el día, mando la carta con el perfume de la rosa. El agua es tan limpia,
es nuestra vida,
que lleva nuestros sueños y recuerdos.
En cacharros rotos, siempre sin forma.
Treinta y cinco años yo soy. Treinta y cinco caballos yo monto.
Escribo mi carta,
sin final y sin respuesta.
(Primer premio de poesía
a corazón abierto - 2009)
La mujer que no espera
Yo soy aquella pecadora salvaje, que en tu sueño va y viene,
como bandadas de aves en verano, en este verano, por primera vez, me besó en la boca.
Yo soy, aquel molino blanco
que con el río, mareo a mis abuelos, que tan pronto se han dormido. Escondido, entre el ruido del río bajo la piedra, soy la bruja,
en la sombra gris.
Mira en tu pasado, mis pies,
que mano del fuego, estoy corriendo lejos, ya me he marchado de tu vida. yo soy mujer que no espera,
una vez he pasado cerca de ti, como tormenta en la noche. No sé si fui una vez tuya.
Al lado del molino blanco. Corren los hijos.
***
Las flores son toda ternura del universo
¡A mucha gente le gustan las flores! Mucha gente llora
solo el poeta entiende las lágrimas
las flores tienen los días contados y son malvadas.
¡Son tan cercanas a la muerte y la alegría! Pero cuando el viento malo las dobla
entre alma de ternura de las flores pasa la vida del poeta.
Piedras submarinas
Entre tiburones y medusas en mis pensamientos.
El mar lo paso a nado,
desconozco su profundidad
y el fondo me absorbe hacia abajo.
Piedras submarinas me acechan y donde pise, podré resbalarme.
Las lágrimas de la rosa
Si algún día me despierto y veo que no estás –
te buscaré yo
en los ojos del mar.
Con los recuerdos acaricié sus rizos azules.
El mar me dirá el lugar lejano
donde puedo encontrarte. Te buscaré
entre las lágrimas de la rosa,
que empapan mi rostro en el sueño. Se quedó desolada la orilla
sólo con pis pasos cuenta. las olas se ondean
por la morriña que siento.
Un hombre solo, estoy caminando…
¿Dónde habré de buscarte? En el azul de la niebla
que habita mi alma.
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