Laura Gilpin
(Alabama, EE.UU., 1950-2007). Ganadora del Walt Whitman Award en 1976 por su libro The Hocus Pocus of the Universe (Doubleday, 1977). Después de ganar el prestigioso premio Whitman, Laura Gilpin se convirtió en enfermera de tiempo completo y trabajo en el servicio médico hasta su muerte ocurrida en 2007.
Las versiones al español son de Roberto Amézquita.
http://circulodepoesia.com/2016/04/american-poetry-laura-gilpin/
The Two-Headed Calf
Tomorrow when the farm boys find this
freak of nature, they will wrap his body
in newspaper and carry him to the museum.
But tonight he is alive and in the north
field with his mother. It is a perfect
summer evening: the moon rising over
the orchard, the wind in the grass. And
as he stares into the sky, there are
twice as many stars as usual.
Becerro de dos cabezas
Mañana cuando los chicos
de la granja encuentren este fenómeno
de la naturaleza envolverán su cuerpo
en papel periódico lo llevarán al museo.
Pero esta noche está vivo y en el campo
norte con su madre es una perfecta
tarde de verano se alza la luna sobre
la huerta el viento en la hierba y
mientras contempla el cielo hay
el doble de estrellas
que de costumbre
The Bath
I stand here bathing her
while she sleeps
in a far place beyond my reaching.
I bathe her
as I have been taught to do:
first the eyes, then the forehead,
the face, the neck.
And as I work
I talk to her–in case she hears me
(believing that hearing is the last to go).
I tell her–I don’t know why
but I tell her the time, the day,
the season, what the weather is doing,
lifting each arm to wash and dry it,
laying it down again at her side,
then the chest, the abdomen, each leg.
She offers no resistance,
except that of gravity,
the earth pulling her
down while I lift,
as though something between us
is being weighed.
Then I turn her to wash her back
talking to her about what seems to matter
in this life–though I make no promises.
Only this morning
the promise of spring was in the air
and I tell her that.
El baño
Estoy aquí bañándola
mientras ella duerme
en un lugar más allá de mi alcance.
Yo la baño
como me han enseñado a hacerlo
primero los ojos después la frente;
la cara, el cuello.
Y mientras trabajo
hablo con ella —en caso que me escuche
(la creencia de que el oído es lo último en irse).
Yo le digo —No sé por qué
pero le digo la hora, el día,
la estación, la temporada, el clima.
Levantando cada brazo para lavar, para secar,
la pongo de nuevo sobre su costado,
luego el pecho el abdomen cada pierna
Ella no ofrece resistencia
salvo la gravedad
la tierra jalándola
hacia abajo mientras yo elevo
como si algo entre nosotras
estuviera siendo pesado.
Entonces la volteo para lavar su espalda
hablando de lo que parece importar
en este vida —aunque yo no hago promesas.
Sólo esta mañana
la promesa de la primavera estuvo en el aire:
y eso le dije a ella.
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