NIDIA ANDREA MARTÍN
Nidia Andrea Martin Bolaños (Bogotá, Colombia 1989). Egresada del colegio Nuestra señora del Rosario, Actualmente cursa el pregrado de Licenciatura en Humanidades y Lengua Castellana en La Universidad Distrital Francisco José de Caldas donde obtuvo el primer lugar del Il Concurso De Poesía Semana Universitaria en 2013.
Como parte de su búsqueda en el campo de la literatura y diversas formas de expresión, administra el grupo búsqueda poética. Trabajó con la Corporación Cultural Kontrabía dedicada a la divulgación de la cultura musical. Participó en el vigésimo primer Festival Internacional de Poesía de Bogotá 2013. La revista Ulrika en su edición 48º publicó dos de sus poemas finalistas de la convocatoria Nuevas Voces para la poesía Colombiana hecha por el mismo festival. Hizo parte de las V Jornadas Universitarias de poesía Ciudad de Bogotá. En 2014 participó en el encuentro de poesía Voces de Fuego.
INTERMITENCIA
Al día siguiente no murió nadie
José Saramago
El viento eleva las aves
para leer su destino.
Insoportable reflejo
Que la muerte abandona.
RUTINA
Cruzo el umbral
Donde se unen dos mundos.
Me sumerjo en el aire.
El que conoce mis pasos, juega,
los desvía.
Soy fibra oscilante
En busca del centro.
PRESENCIA
Quien conoce mis pasos, juega, los desvía,
los vacíos piden desaparecer,
sumergirse en el aire, cardumen de mares silentes,
pero regresan punzantes en la voz de la ausencia.
El sol se hace tierra,
es hora de colgar las sobras del cansancio,
y entrar en el sonido de las presencias que me habitan
y esgrimen sus espacios llevando ofrendas en velos de carne.
MANGLAR
Hay seres que sólo en aguas de ocaso y alba hallan su forma,
descubriendo la piel del silencio,
testigo del antes y el después del latido.
Es en lo profundo donde la vida teje su aliento.
PRESENTIMIENTO
El silencio es el muro donde las palabras se buscan unas a las otras,
son hormigas celebrando el alimento.
HOGAR
El temblor de la sombra en la voz de las piedras,
la cicatriz del fuego en los labios de la tierra,
el parpadear del tiempo.
Techos húmedos cubren paredes movedizas,
suelos flotantes.
Vivo en el día hurtado a la eternidad.
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