Mirta Castaño
Mirta Castaño nació en Buenos Aires el 9 de diciembre de 1964. Es docente. Publicó en una antología: “Las horas secretas”, y en Sello Editorial el ojo de mármol, 2015, ha publicado Abraxas.
De ABRAXAS Sello Editorial el ojo de mármol, 2015
“Amar a otro es algo como una plegaria y no puede planearse, te dejás caer” ANNE SEXTON
ABRAXAS: tipo de oración a los dioses paganos.
Orar es tener fe, sostener la esperanza más allá de cada decepción.
Tal vez hoy algo “pagano” es la poesía que trasunta ternura que permite superar el dolor o canalizarlo, si se quiere; en ese sentido lo pagano hoy es el apego, lo solidario, el abrazo con el otro. Es necesario alabar lo pagano, orar, tener fe en la poesía poderosa que genera el encuentro, que crea lazos solidarios, que nos deja menos solos.
me resisto a quedarme sola y me niego a dejar solo al que tengo al lado.
hay otros efectos que, creo, la poesía puede provocar.
por nosotros, por nosotros, por nosotros.
hagamos cosas con los otros, juntos en solidaridad. Oremos, que la poesía nos ayude.
Hoy
no he perdonado
Nada.
no he sido
hostil
No procuré
nada.
no asesiné
Nada.
ni siquiera
las ganas
nítidas
de doler hoy
no he cometido
errores
no soborné
la blasfemia
de urgir.
SERIE: DE PERSONAJES Y FANTASMAS
ecos
muertos
qué deshidratados
quedamos
vos y yo
en el breve
espacio
del dulzor
de tus labios
donde
se fragua
el cristal
de la kriptonita
querido
superman
Viajo en tren
la soledad
siempre
es contundente
de noche
aparecen los fantasmas
y recorren el vagón
y no queda claro
si esos reflejos
en la oscuridad
son ellos
o nosotros.
FANTASMAS EN LA ESTACIÓN
Es de noche en la estación Témperley
varios personajes que el día
ha extraviado se desdibujan
como fantasmas
en el estrecho andén
seres sin morada que luces amargas
apenas contrastan
Hay un cansancio de brazos
ojos y garganta
que no descansa
sólo los niños tardíos
caminan o corren
pisando firme el suelo
Despunta el vicio
en las sombras del andén:
La mujer que trabaja.
El fumador desocupado.
El alcohol. Toda una
intimidad revelada
La vigilancia controla insensible
las fronteras
del terraplén
6
Un árbol, una virgen
un chino.
un polirrubro,
me diste referencias para llegar a tu corazón,
pero entendí:
una prostituta, un loco acelerando,
un chico llorón, una vecina chismorreando en la vereda
me distingo por mi falta de orientación
siempre confundo el norte con el sur.
" El verano de la infancia
no huele sólo a hierba"
INGER EDELFELDT
Llegaste a mi barrio con una manera ruda
de llevar el cigarrillo en la boca
y el gesto obligado
de la cabeza inclinada
para encenderlo
cuando el sol
se encontró con tu pelo en mi vereda.
Que alegre coincidencia que
aquellos reflejos provocaran la atención de los pájaros
Otra casualidad fue tu camisa clara
y mi vestido azul cielo
que justo empezaba a quedarme
corto
a los once años cuando todavía
el sol era suave y fresco en enero
En papel tornasol, una prueba química aplicada
sobre la realidad para revelar su dulzura y acidez.”
F. Iriarte
LA EXPERIENCIA
I
la naturaleza verde
fresca y amplia
no lo es siempre
árida y amarilla
a veces
colosal
saco la foto?
o
dejo que mis
sentidos
se impregnen
de la experiencia
II
imágenes
de una realidad
que se pierde
para los ojos
y el tacto también
persuaden
que existimos
y venden
a retasos
encarnada
la experiencia
VASO RECICLADO CON TAPITA
facultad, apuntes, tu voz
tu saber mirar a los ojos
el café, ese código de a dos
que suavemente
te llevaba al aula
Cada lunes /recorría
atravesando el frío
de mayo /el pasillo
desde el bar
con gran afán
intentaba retener
el calor en el vaso
reciclado con tapita
no comprendías
entonces
la ternura que guardaba
en el hueco
de mis manos
ESCUELA
I
todavía usábamos lapicera de pluma
escribiendo respuestas
y
sospechando preguntas
sobre la vida y el amor
el banco de madera/pupitre marrón
guardaba
un rincón oscuro
para jugar a las escondidas
y prometernos /sin saber
de mañana
II
el aula de cortinas azules
testigo del temblor
en los labios/infantiles
que copian el beso que en blanco y negro
rolando rivas/ anoche
le robó a Mónica en su habitación
ANOCHECE
Juan Pedro tiene que cruzar las vías
Lo distrae la música del vendedor de cd´s
hoy, particularmente, ya que canta y baila junto a su puesto
Las barreras están bajas
mira para ambos lados
la luz redonda de la trochita
abruma su mirada
Respira.
Hace un esfuerzo por darse cuenta
si avanza o está detenida.
Su mirar se extiende un poco más allá
que la luz
el auto rojo tiene las ruedas traseras sobre los rieles
toca bocina y el que está adelante también
El camino metálico de los trenes
atrae luces insolentes
dispuestas a acostarse allí.
Sus ojos turbios no distinguen
cuánto ha avanzando el tren.
La humedad de la noche
lo atraviesa
y pega el overol al cuerpo.
El aire que respira lo ensordece de bocinas
el ruido pesado sobre los rieles
la música del puesto,
el tipo que canta.
Juan Pedro
cruza.
.
facultad, apuntes, tu voz
tu saber mirar a los ojos
el café, ese código de a dos
que suavemente
te llevaba al aula
Cada lunes /recorría
atravesando el frío
de mayo /el pasillo
desde el bar
con gran afán
intentaba retener
el calor en el vaso
reciclado con tapita
no comprendías
entonces
la ternura que guardaba
en el hueco
de mis manos
ESCUELA
I
todavía usábamos lapicera de pluma
escribiendo respuestas
y
sospechando preguntas
sobre la vida y el amor
el banco de madera/pupitre marrón
guardaba
un rincón oscuro
para jugar a las escondidas
y prometernos /sin saber
de mañana
II
el aula de cortinas azules
testigo del temblor
en los labios/infantiles
que copian el beso que en blanco y negro
rolando rivas/ anoche
le robó a Mónica en su habitación
ANOCHECE
Juan Pedro tiene que cruzar las vías
Lo distrae la música del vendedor de cd´s
hoy, particularmente, ya que canta y baila junto a su puesto
Las barreras están bajas
mira para ambos lados
la luz redonda de la trochita
abruma su mirada
Respira.
Hace un esfuerzo por darse cuenta
si avanza o está detenida.
Su mirar se extiende un poco más allá
que la luz
el auto rojo tiene las ruedas traseras sobre los rieles
toca bocina y el que está adelante también
El camino metálico de los trenes
atrae luces insolentes
dispuestas a acostarse allí.
Sus ojos turbios no distinguen
cuánto ha avanzando el tren.
La humedad de la noche
lo atraviesa
y pega el overol al cuerpo.
El aire que respira lo ensordece de bocinas
el ruido pesado sobre los rieles
la música del puesto,
el tipo que canta.
Juan Pedro
cruza.
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