POESÍA POPULAR ANDINA - PERÚ
El fuego en la montaña
1.
QUIEN indague con ánimo de conocer el mundo andino encontrará dos excepcionales muestras de la persistencia de una cultura viva: las artes populares (plásticas) y la tradición oral. Naturalmente, estas expresiones se besan en una densidad histórica sobresaliente que ha permitido, a pesar del proceso de colonización y dominación cultural producido en los últimos cuatrocientos arios, que se mantengan, refuercen y solidifiquen los rasgos de su identidad.
Sin embargo, estas expresiones han sido tocadas y examinadas muy ligeramente. A la curiosidad inicial de los conquistadores —incentivados por el apetito del oro y por la necesidad de afirmarse en el nuevo territorio—, prosiguió una campana destinada a desestructurar la sociedad andina En ese proceso apareció la denominada extirpación de Idolatría que implicaba, en los primeros tiempos de la conquista, el descastamiento del pueblo sometido, la inhibición de sus (peligrosas) prácticas religiosas y la propuesta de modelos culturales europeos.
No obstante, y debido a algunos de los primeros cronistas que no pudieron esconder su interés -esfreomo a la obra de Garcilaso de la Vega y Guarnan Poma de Ayala—, el peruano de hoy puede reconocer los antecedentes de la «adición oral que hoy fluye en los Andes como un río torrencial.
Garcilaso y Guarnan Poma inquirieron a sus contemporáneos y registraron textos que constituyen útiles referencias para el estudio del siglo XX. En su afán de explicar la importancia y nivel de sus antecedentes, Garcilaso utilizó su memoria para recrear (reconstruir) el ámbito de la heredad perdida. Pero Guarnan Poma transitó por el territorio en que se enseñoreaba el horror de la guerra y la desolación, y documentó con crudeza la agonía y la resistencia.
Anclando el tiempo, habiéndose configurado en el espacio andino una nueva estructura social, todo indica que esa cultura no ha sido destruida y ha logrado sobrevivir.
LOS textos que integran esta selección se dieron a conocer en nuestro siglo. En el primer grupo es posible advertir rasgos (y denominaciones) antiguos. Sin embargo, un común denominador los identifica: definen una cultura en pugna, que resistió.
Tanto en los más antiguos —los harawis, descendientes directos de las primitivas requisitorias amorosas del Perú prehispánico— como en las canciones y huaynos recientes, se entremezclan el sentimiento liberado y el fuego de la justicia, el asombro ante el descubrimiento del amor, así como la presencia de la presión social y la exacción, la alegría de las muchachas trillando a medianoche y el solemne conjuro del wamanero.
Tanto en los más antiguos —los harawis, descendientes directos de las primitivas requisitorias amorosas del Perú prehispánico— como en las canciones y huaynos recientes, se entremezclan el sentimiento liberado y el fuego de la justicia, el asombro ante el descubrimiento del amor, así como la presencia de la presión social y la exacción, la alegría de las muchachas trillando a medianoche y el solemne conjuro del wamanero.
Pero, como podrá advertir el lector, no sólo se ha incorporado los textos anónimos que se entretejen en el ritual de la muerte ó la agricultura, de la fiesta o de la ganadería, sino, así mismo, los poemas de autores que, a pesar de la fuerte impronta del castellano, intentan proseguir, en la escritura, el curso de una sólida tradición.
Los mayores (Arguedas, Alencastre, Kiko Waraka) abrieron una vertiente y ensayaron sus voces con fuerza y candor.
Los más recientes —Salvador Palomino, Eduardo Ninamango— prosiguen alimentando (y bebiendo) el fuego en la montaña, están testimoniando la sangre que agita a la cultura andina.
Mario Razzeto
A esta princesa que no sabe amar
A esta moza que no sabe amar
ta arrojaremos en el agua dulce del lago
para que aprenda ahí,
bebiendo el agua dulce,
que debo ser amado,
que debo ser querido.
A esta mujer que no sabe amar
la arrojaremos al campo estéril-de nieve
para que aprenda ahí,
tiritando en la blanca nieve,
que debo ser amado,
que debo ser querido.
A esta moza que no sabe amar
la arrastraremos al puente,
la botaremos al río turbio
para que aprenda ahí,
bebiendo el agua turbia,
que debo ser amado,
que debo ser querida
Mi profunda maldición
No nací espontánea de los suelos
para ser sin madre, para no tener padre.
El tierno cóndor llora en la elevada cumbre,
al no sentir a su madre, al no ver a su padre.
En el alto pico de la montaña sólo las nieves lo vieron
alejarse con muchas palomas en la bandada.
En buena hora se haya ¡do, se esté alejando ese enemigo
y en su vuelo ríndanse cansadas sus alas por ahora.
Conviértanse los granos que come en menuda piedra
y en sus ojos el llanto ni lágrimas tenga.
También el verde árbol que le daba sombra
de sus raíces arránquese, caiga para siempre.
No quieras hija mía
No quieras hija mía a hombres de peso,
a esos viajeros que llegan de pueblos extraños.
Cuando tu corazón esté lleno de ternura,
cuando en tu pecho haya crecido el amor,
esos hombres extraños darán media vuelta y te dejarán.
Más bien ama al árbol del camino,
a la piedra que estira su sombra sobre la tierra.
Cuando el sol arda sobre tu cabeza
cuando la lluvia bafle tu espalda,
el árbol te ha de dar su sombra dulce,
la piedra un lugar saco para tu cuerpo.
Que no encuentre ni el rocío
Vicuña de loe cerros, venado de los montes:
decidme si pasó por aquí la ingrata paloma,
la paloma que dejó su nido,
que olvidó a su amado.
Vicuña de los cerros, taruka (1) de los montes,
venid a ver como lloran mis ojos;
así me dejó, con los ojos llorando,
así me dejó, con el corazón herido.
(Oh, que tanga sed en el camino!
y que no encuentre ni la escarcha en los pajonales,
que no encuentre ni el rocío en la hierba
(Qué tanga sed en todos los caminos,
la paloma que olvidó a su amado!.
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1. Venado andino.
Despedida
Hoy es el día de mi partida.
Hoy no me iré, me iré mañané
Me veréis salir tocando una flauta de hueso de mosca,
llevando por bandera una tela de araña;
será mi tambor un huevo de hormiga
¡y mi montera! ¡Mi montera será un nido de picaflor!.
Río Paraisancos
Río Paraisancos,
caudaloso río,
no has de bifurcarte
hasta que yo regrese,
hasta que yo vuelva.
Porque si te bifurcas,
si te extiendes-en ramas,
en los pececillos que yo he criado
alguien se cebaría
y desperdiciados, morirían en las playas.
Cuando sea el viajero que vuelva a ti
te bifurcarás, te extenderás en ramas.
Entonces yo mismo, a los pececillos,
los criaré, los cuidaré.
Y si les faltara el agua que tú les das,
si les faltara arena,
yo los criaré
con mis lágrimas puras,
con las niñas de mis ojos.
En la pampa de Utari
En la pampa de Utari,
mariposa manchada,
no llores todavía,,
aún estoy vivo,
he de volver a ti,
he de volver.
Cuando yo me muera
cuando yo desaparezca
te vestirás de luto,
aprenderás a llorar.
Aún estoy vivo.
El halcón te hablará de mí,
la estrella de los cielos te hablará de mí,
he de regresar todavía,
todavía he de volver.
No es tiempo de llorar,
mariposa manchada:
la taywa (1) que elevé en lá cumbre
no se ha derrumbado, *
pregúntale por mí.
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1. Montículo de piedra que los viajeros levantan en las abras.
Convertido en mariposa
Convertido en mariposa
pude entrar en tu morada,
llegué hasta tu sombra.
Fingiendo no conocerme
mi pequeña ala con tus pies aplastaste,
una parte de mi pecho rompiste.
Y he aquí cómo ahora ya no puedo volver
sin ala ni pacho que volar.
Tendré que dar vueltas eternamente bajo tu sombra,
eternamente, los ojos lágrimas, el corazón tristeza.
Qué es esto
Qué es esto, qué es esto, mamey,
ya no sé ni cómo estoy.
Qué cosa está trayendo el diablo
para sufrir de esta manera
Dice que viene la Cooperativa
llevándose nuestras pobres tierras.
En el mes de diciembre, unidos,
sin tener temor a sus bales
vamos a arrancarle el cuero el diablo.
Mucho tiempo hemos estado perdidos
pero no será para toda ta vida, hermano campesino.
En el pueblo de Manchaybamba,
ricos y pobres allí nos veremos tas caras
y entre todos los pobres
ahí sí te acorralaremos,
como si fueras el zorro ladrón.
Espera, no más, espera,
hambreador de mi pueblo.
Cuando me vuelva como el zorro
te daré muerte.
Cuando sea grande como el zorro
te haré desaparecer.
Olivo verde
Voltearemos, voltearemos,
con tu pintada horqueta,
es verdad lo que dices.
De tu mamá su palo atizado
sacudiendo soltaremos,
lo juntaremos con la prosa del toro.
Guapeando, guapeando, con tu boca de rosas.
Eso es verdad: decir rosas
con tu boca de hueco.
Guapee, guapea, con tu garganta de caña dulce:
Eso es verdad: decir que es caña ronca tu garganta
Voltearemos, sacudiremos,
con la prosa de una niña soltera.
Cerbaschay
Andaremos a Tarrrta, corriendo, corriendo, cerbaschay,
andaremos a Tarma, corriendo, corriendo, cerbaschay,
agárrame, agárrame, cerbaschay,
al lado de la ere, cerbaschay,
trojando, trojando, cerbaschay.
Como el cernícalo aletearemos, aletearemos, cerbaschay,
como el cernfcalo balancearemos, balancearemos, cerbaschay,
al lado de la era daremos la vuelta, cerbaschay.
De le orilla de la cinta, cerbaschay,
agárrame, agárrame, cerbaschay,
de la orilla del sombrero, cerbaschay,
agárrame, agárrame, cerbaschay,
agárrame de la mano, agárrame, cerbaschay.
Soltero
Manantial del pie del quishaar, (1) tejedor de fajas, (2) soltero.
Manantial del pie'del qüshuar, tejedor de fajas, soltero.
Escoge, si dices escogerá, soltero.
Teje, si dices tejeré, soltero.
Al lado de esta era, soltero.
Al lado de esta era, soltero.
Como el mate (3) pintado, pintaremos soltero.
Como el mate no pintado, no pintaremos, soltero.
Manta de colores llevaremos, soltero.
Plata blanca llevaremos en el bolsillo, soltero.
Medio suelto pondremos a la cintura, soltero.
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1. Arbusto andino empleado como tafia.
2. Prenda de colores, tejida a mano.
3. Calabaza seca que decora el artista popular.
Flor de Lima Lima
Ay, flor de lima lima,
habla con él, me has dicho,
en qué abra hemos hablado,
en qué hoyo hemos hablado.
A esta hora apareciera para golpearlo como a charla, (1)
a esta hora apareciera, como el chuffu (2) lo pisáramos,
a esta hora apareciera, como el ají remolido lo dejáramos.
Ay, rosa de lima lima,
habla con él me has dicho,
conmigo no has hablado,
conmigo no has conversado.
¿Acaso me has puesto cuchillo? ¿Acaso me has puesto navaja?
Conmigo no has hablado.
De Lima ha llegado carta,
¿quién puede contestar?
Cuando se entere mi madre
me dirá que es de tu enamorado,
cuando se entere mi padre,
anda al convento, me dirá.
¿Quién puede contestar?
De contestar, contestaría,
de responder, respondería, -
cuando hubiese papel, el que escribe no habría,
cuando hubiese el que escribe, tinta me faltaría,
cuando hubiese tinta, lapicero me faltaría,
cuando hubiese lapicero, pluma no habría,
cuando hubiese pluma, sobre no habría,-
cuando hubiese sobre, estampilla me faltaría,
cuando hubiese estampilla, el correo no habría,
cuando hubiese correo, tren no habría,
cuando hubiese tren, lo entregarían.
Ay, flor de lima lima,
habla con él, me has dicho.
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1. Carne seca
2. Papa seca y deshidratada.
Siga la ronda
Siga la ronda, siga la ronda, siga la ronda,
siga la ronda, siga la ronda, siga la ronda.
Como la rueda rodaremos,
como la rueda rodaremos,
a la orilla de la era, nos están diciendo,
a la orilla de la era, nos están diciendo,
como la rueda rodaremos,
al lado de la era, rodaremos,
zapatea, soltero,
golpea, soltero.
Como el polvo, como el polvo haremos,
como la máchica (1), como la máchica dejaremos.
¿Por qué tienes susto, soltero?
¿Por qué tienes miedo, soltero?
Siendo libre haces perder,
siendo uno haces perder.
Donde está, yo no hago perder.
Donde está, yo no hago perder.
Formaremos, formaremos, como la fila filaremos.
¡Qué feo eres, muchacho! ¡Qué feo eres, jovencito!
¿Por qué lloras, por qué tienes pena?
¡Ay, pobre muchacho! ¡Ay, pobre soltero!
¿Qué dice tu corazón? ¿Qué me dice tu corazón?
De mí, mi corazón está palpitando.
De mí, mi corazón está palpitando.
Ay, picaflor, picaflor, cantaremos, picaflor,
ay, picaflor, picaflor, silbaremos, picaflor,
qué bonito, qué bonito, ponchito celeste,
qué bonito, que bonito, ponchito aurora,
ay, picaflor, picaflor, hijo de un picaflor,
ay, picaflor, picaflor, hija de un picaflor.
Mas arriba del cementerio, la corneta llora,
más arriba de le casa de Samaniego, la corneta gime.
¿Qué dice tu corazón, qué dice tu corazón?
No palpita tu corazón, no palpita tu corazón.
¡Ay, pobre muchacho! ¡Ay, pobre soltero!
Para ti, para mí también será nuestra estrella,
para ti y para mí esa será la suerte.
¡Ay, pobre muchacho! ¡Ay, pobre soltero!
Estas gentes han sido la causa,
de estas gentes sus hijos han sido la causa
para encontrarnos en esta era.
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1. Del quechua máchica, harina de cereal tostado.
Carnaval de Tambobamba
Un río de sanare
ha arrastrado al joven tambo bambino.
El ha muerto.
Sólo su quena (1) está flotando sobre le corriente,
sólo su poncho esta flotando sobre la corriente,
sólo su charango (2) está flotando, está flotando.
¡HuífaUtay, huífala! (3)
¡Huffalalalay huífala!
Y la joven que ál amaba
llora en las orillas. -
Su idolatrada amante, su adorada,
está llorando, está llorando en las orillas.
Sólo el charango flota sobre la corriente,
sólo la quena flota sobre la corriente,
sólo el poncho flota sobre la correinte;
ál ya no existe.
¡HuífaUtay, huífala!
¡Hutfala, huífala, huífala!
Un cóndor mira desde los cielos, dando vueltas.
Busca al joven tambo bambino.
No lo encontrará jamas.
Un río de sangre lo arrastró.
El río sangriento lo envolvió.
¡HuífaUtay, huífala!
¡Huífalalay huífala!
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1. Flauta Indígena.
2. Instrumento de cuerdas, parecido a la guitarra, muy pequeño, cuya caja de resonancia se hace de madera o con la caparazón de un kirkinchu (armadillo).
3. Del quechua wifala: comparsa de carnaval. ¡Alegría!
Santiago
¿Quién nos manda llamar?
¿Quién nos manda llevar?
El señor patrón nos manda llamar,
el señor patrón nos manda llevar.
¿A dónde nos manda llamar?
¿A dónde nos manda llevar?
A su corral de perlas nos manda llamar,
a su corral de perlas nos manda llevar,
¿Para qué nos mandaré llamar?
¿Para qué nos mandaré llevar?
Tal vez con el carnicero contraten,
tal vez con el camalero convino.
Con el carnicero, dice que habló,
con el camalero, dice que contrató,
a su carnicero el toro negro
embistió.
¡Qué vergüenza! ¡qué vergüenza!, patroncito.
¡Qué vergüenza! ¡qué vergüenza!, patroncito.
¿Dónde esté tu sal de Wawra?
¿Dónde está tu vaso de crestal?
Te preparaste, seguramente, como para una fiesta,
te preparaste, seguramente, como para una fiesta.
Para el día de nuestro toro negro
te habrás preparado.
Preséntate el día de hoy,
preséntate hoy viernes,
día viernes, día
de nuestro toro negro.
El día de nuestra vaca colorada
no digas que es un día cualquiera,
no digas que es
un día cualquiera.
En la pampa del carnicero
dicen que hay una cinta tirada,
en el abra de Contadera
dicen que hay un cinchón viejo.
Dicen que esa cinta no es una cinta,
dicen que ese cinchón no es un cinchón.
Es el lazo del ladrón,
es el cuchillo del ladrón.
En el abra de Contadera
dicen que hay un vellón tirado;
mas no es un vellón,
sino un abrigo del ladrón.
¿De donde es el señor marcador?
¿De dónde es el señor laceador?
Es antawarino el señor marcador,
es chakapalpino el señor laceador.
¡Qué vergüenza! ¡qué vergüenza!, patroncito
¡Qué vergüenza!, patroncito.
¿Sólo eso sabes?
¿Sólo eso sabes?.
¡Qué vergüenza, qué vergüenza!
Hagamos el wayari como quien llama al peón.
Grita con tu boca rosada
y tu garganta de caña dulce.
Cuando llegues a ser deudor,
cuando llegues a ser deudor,
aquí estoy firme y constante
te diré, patroncito.
Cuando llegues a ser deudor,
cuando llegues a ser deudor
aquí estoy tu jornalero,
hombre que trabaja de seis a seis.
A la nariz del toro no se le dice nariz,
la nariz del toro es un porongo siamés
A los ojos del toro no se les dice ojos.
los ojos del toro son soles blancos.
A la lengua del toro no se le dice lengua,
t la lengua del toro es une escofina.
A los dientes del toro no se les dice dientes,
los dientes del toro son confites blancos.
A las orejas del toro no se íes dice orejas,
las orejas del toro son jarros para chicha.
A las astas del toro no se les dice astas,
las astas del toro son cornetas de oro.
Al lomo del toro no se le dice lomo,
el lomo del toro es un majadero.
Al brazo del toro no se le dice brazo,
el brazo del toro es un violín.
A las costillas del toro no se les dice costillas,
las costillas del toro son arcos del violín.
A la barriga del toro no se le dice barriga,
la barriga del toro es un bombo.
A la pierna del toro no se le dice pierna,
la pierna del toro es un arpa.
Al rabo del toro no se le dice rabo,
el rabo del toro es una bandera de oro.
A las pezuñas del toro no se les dice pezuñas,
las pezuñas del toro son zapatos de charol.
A la leche de la vaca no se le dice leche
la leche de la vaca es un vino blanco.
Hasta las mosquitas lloran
Hasta las mosquitas lloran
en la ribera del río,
allí llega la penumbra
con sus lágrimas negras,
con su grito
por las pampas, por las punas.
Hoy mi sombra ya no está por esos lugares
hoy no veo a mi padre, a mi madre;
tampoco veo
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1. También llamado waqra pulen: trompeta hecha con cuernos de tora
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