Maximiliano Andrade
Nació en 1990 en Santiago de Chile, es Licenciado en Comunicación Publicitaria mención creativa de la Universidad de Santiago de Chile. Ha participado de diversos talleres literarios, lecturas y recitales poéticos. En 2013 coordinó el Laboratorio de escrituras de las Américas (LEA) en la Universidad de Santiago. El 2014 publica Sangre de Pájaro I, [viaje al centro de las cosas]. (89plus, Zurich) También forma parte de la Antología Halo, 19 poetas nacidos en los noventa de Héctor Hernández (aquí un fragmento del prólogo), que será publicada durante lo que queda del presente año.
BONZO
I
El fósforo es una anécdota del incendio
Quizás si mi carne ardiera sería flor mi pecho de hielo azul Quizás si mi pecho fuera flor de concreto caería como las aves abatidas por el viento Estoy ardiendo como un fósforo mientras el fuego quiebra mi voluntad
Me es imposible tener la imparcialidad de un monje budista frente a la muerte
como el impávido estado de la bencina al escurrir por los bordes de la piel
Quemarse a lo bonzo
sólo reencarna el cuero vivo
La calma es una utopía geográfica en el mapa de la carne
El verdadero incendio siempre quema por dentro
II
No hay tiempo para el implacable paso del tiempo
Calciné mi cuello mis piernas mis manos Incineré cada minuto de mi cuerpo frente al sol Hice brasas con mi frío pecho de témpano azul y no fue suficiente Mis cenizas serán un arcoiris de grises recuerdos en el cemento
En cada segundo hay una especulación de la vida:
observar las cosas mientras se carbonizan los ojos
Durante el ritual
la muerte nunca aparece
Nadie apuesta por la carne amarga
nadie pone las manos al fuego
Hay un abandono en cada pensamiento
El cuerpo se derrumba en ceniza ciega
Infringir heridas donde ya no hay cuerpo
III
Explotan los poros de la piel mientras suena el olor a tierra mojada con bencina
Arden las llagas de mi piel como una quema de pastizales Estallan como espigas entre los músculos extendidos Entre los huesos de mi cráneo troquelado Entre el dolor punzante de perder Se inflama mi pecho de orgullo y carbón
Gritan las grietas de la carne
cuando el fuego cocina lentamente mi determinación marcial
Esperar el pálido silencio entre gotas de sudor chirriando en un caldo
de recuerdos que no valen nada
En las yemas de los dedos puede arder un sol
Morir es una posibilidad del lenguaje
IV
Guardar espacio para un espectacular final de artificio chino
Arrasar con todo manifiesto de la carne mientras los instantes chamuscados esperan reventar Esperan ser combustible y detonarse entre las chispas de mi torso achicharrado por la fricción Esperan que llegue el final explosivo de la muerte en silencio
Ser uno con el fuego
y el magma en las arterias queriendo reventar
Ser uno con la precisión oriental
y levantar templos crematorios
Ver el fuego en la piel cruda:
entender el desesperado vuelo de palomas como un escape del hambre
Todos miran la fogata
tarareando historias acerca de sufrir
pero sufrir es sólo una palabra
nada tiene que ver el lenguaje con la poesía
ni la poesía con la muerte
ni la muerte conmigo
V
Dios es un calor que no se siente en todas partes
Incendiaré mi cuerpo mientras muero entre las señales aerostáticas del humo Acuñaré en piedra mi nombre con sangre evaporada por el sol Seré el sol y seguiré estando solo en una danza de llamas rotas en este espacio vacío
Un monje es capaz de abandonar su cuerpo
ser lengua iracunda de amor
ser las llamas en una fotografía eterna
Arder implica el abandono de todo sonido:
trinan las arterias en desborde
Un sol se extingue en el ocaso del alma
El infierno es este frío solitario que se desvanece
mientras el fuego entra comiendome el pecho
Cartas a la Princesa del reino Callampa
I
Allí entre la zarza y el recuerdo de una calle que fue tierra
Allí entre los postes ~entre los fierros y las marcas de neumático
Allí entre viviendas de emergencia y orégano y su cuerpo
Allí vive la niña princesa del reino callampa
II
Uno de sus ojos me ve
Estalla en mí su pupila carnosa
III
Miro desde mi ventana
Níspero ~ cartón y Cortina
Miro desde la verguenza ~desde mi pared celulosa
Miro del cholguán ~miro desde lejos
En una calle ~en un pasaje ~ entre tanta y tanta casita que es pareada
Vi parirse una niña a si misma
Ser jardín y jengíbre y lechuga
Ser laurel y nogal y pimiento
IIII
Niña princesa del reino callampa
Desde esta reja ~pistilo de cobre
Te escribí tres cartas y ninguna fue para ti
Carta número uno:
La fábula del ciervo, el oso y la carne
“Todo poema es un acto político,
la poesía es un gesto animal.”
X CIERVO
hay un ciervo perdido en los pasajes de mi población
sus cachitos se esconden de vergüenza
no quiere salir
ya no pasan micros a esta hora
el ciervo tiene frío
se acurruca con ramitas y cajas de leche semidescremada
tiene miedo y yo no sé de qué
hay un bosque en la casa del vecino
hay un bosque y una tele de 52 pulgadas
la tele es más grande que los cachitos del ciervo
el ciervo tiene frío
me mira
pero ya no pasan micros a esta hora
XX OSO
le pusimos protecciones a las ventanas
rejas ~ fierros ~ alambre púa
no hay nada que a un oso detenga
a los osos les gusta el programa del morandé con compañía
les gusta tomarse una cerveza en el sillón
les gusta rascarse las motas de pelo
a los osos no les gusta sacar la basura
los osos mean las orillas de la taza
y cagan con la puerta abierta
no hay puntas que paren un oso
no hay osos que no tomen cocacola
XXX CARNE
el ciervo desgarra la carne
del oso
lo tritura ~ lo degüella
y con su sangre
pinta los postes de luz
y los árboles de su pasaje
Carta número dos:
Un sueño pintado en la pared de internit
2
Cuando se pintan los glaciares en las paredes de una pieza
se piensa que la pintura deja de ser egoísmo
los dedos se hielan
se congelan
se mueren
se abren
y caen
cuando la mancha del piso chorrea los bordes de la cama
se naufraga en el océano pacifico
las piernas se anclan a mamíferos que nadan en carne de mar
las manos son joyas ~ metal y veneno de peces
la cara es un hielo que a veces se arranca del trozo animal
el cuello un cristal que gotea pinturas azules
alfombra abisal
lo que comienza como un glaciar
se derrite en el internit
del tabique
de una pieza
y el agua del deshielo
se escurre bajo la cama que flota sobre un río o un mar
1
el hijo de mi vecina tiene asperger
pinta las paredes de su pieza y recita cuentos de memoria
tiene un perro
todos los días le pone un nombre diferente
todos los días nace un perro nuevo que recoge sus pinceles
y le chupa las patitas
Jonathan pinta poemas con acuarelas que le compra su mamá en la feria
había un poema que decía así:
la pared está azul ~ azul y blanca
el niñito está en el medio de un glaciar
pero no está solo
el perro alfredo lo acompaña
el perro Jason
el perro Freddy
el perro triste
el perro azul lo tapa del frío
la tele está prendida en el discovery kids
el niñito nunca está solo
el poema es una pintura que nunca se acaba
Jonathan se queda dormido con el perro entre las piernas
su mamá escribe un cuento mientras el niño sueña
su mamá sonríe y lo pinta en la cama
su mamá llora porque su papá no vuelve
Carta número tres:
Carta abierta a un niño palestino a punto de morir
nunca fuiste de colocolo / nunca escuchaste las gotas de agua saliendo de la manguera / y cayendo a la tierra y cayendo a la tierra y cayendo a la tierra/
nunca el barro será enredadera en tu cuerpo / nunca un cóndor te dijo te amo de frente / ni pediste un matrimonio homosexual / nunca el vientre de tu madre te besó / como los besos que se dan en Chile / y nunca comiste la comida que hizo mi mamá / en junio o en agosto o el día de tu muerte / y nunca tu padre te vio desnudo en calzoncillos / y nunca fuiste mi amor o un detenido desaparecido / y nunca tu cuerpo fue tundra o desierto /y nunca tu casa fue tu propio cuerpo /
y nunca y nunca y nunca y todo eso
nunca mis ojos serán niños palestinos a punto de morir
Carta número 4 y ninguna fue para ti:
Mi amor
es una niña que vive entre las plantas
se esconde entre la ropa
en los alambres
en las paredes
nunca dijo
Por mí y por todos mis compañeros
su piel cree ser un vegetal aromático
y se funde despacito al ruderal
su pecho carcomido es un arbusto
las flores se entrelazan entre plástico y cemento
Mi amor
es una niña que vive entre las plantas
se tapa con sus huesos cuando tiene frío
come las uñas que le sobran
arma mediaguas con pelos que encuentra en su piel
duerme
siempre que encuentra su pecho
duerme
siempre que encuentra sus piernas
los filamentos de su cuero necesitan los rayos del sol
se queman y nacen y se queman y nacen
como una calle nueva
como nuevos órganos maltrechos
como un nuevo corazón
que el rostro de una niña se haga selva de su pueblo
que manos se hagan pétalos y hebras cuando crezcan
cuelgan las falanges de cornizas
caen de los dedos podridos
y luego
crecen desde el suelo entre los huesos
se alzan cultivados desde el compost
Mi amor
es una niña que vive entre las plantas
nunca tendrá más amigos que la tundra o el desierto
no será más que caderas aderidas al concreto
espera que el sentido eléctrico aniquile sus ganas de caminar
espera que un poste le caiga en la cabeza
nunca tendrá más amigos que su carne entre las ramas
que los restos de pan en las bolsas de basura
que el polvo mojado que circula entre los árboles
Mi amor
es una niña pegada entre las casas
orgánicas cadenas adheridas a sus pies
fibras carcomidas entrelazan sus caderas
y costillas que se abren como puertas de un hogar de material ligero
y clavículas de madera recubiertas con migas de pan
y poca cosa queda de una niña si ladrillos princesa construyen un país
Se levanta
las carnes se descuecen de la tierra
las hojas de desparraman por su frente de damero
erguido el cuello como un tronco que se quema
firme se alza de los tallos y el concreto
la niña mira a los ojos su reino botánico
las plantas se hincan se abrazan
la ciudad se hace pueblo y los pueblos son tierra
las rejas son de tierra
las paredes son de tierra
se caen los techos salvajes
caen porque es lo único que saben hacer
La niña mira a los ojos su tierra
no dice palabras
pero ama
como aman las plantas