Francisco Serrano Anguita
Francisco Serrano Anguita (Tartarín) o Paco, como era conocido entre sus amistades y familiares (Sevilla, 10 de septiembre de 1887 - Madrid, 12 de febrero de 1968), fue periodista y autor dramático español.
Nació en Sevilla en la calle Marqués de Paradas. Pero desde muy joven residió en Madrid. Está enterrado en un panteón familiar, en el Panteón de los hombres ilustres del madrileño cementerio de la Almudena. Era hijo del periodista Francisco Serrano Palacios. Al igual que su padre, desde muy temprana edad sintió una gran inclinación por todo lo referente al periodismo y la literatura.
En Madrid, vivió primero (ya casado) en la calle Santa Engracia y después y hasta su muerte en la calle Sagasta nº 15, 5º, donde tenía su despacho. Tiene una calle dedicada justo en el cruce de la calle Sagasta (próxima a su vivienda) debido a que fue él quien indagó lo erróneo del nombre original de dicha calle. A las afueras de Madrid, en El Escorial, alquilaban una casita donde pasaban algunos fines de semana de primavera y otoño. Y en los veranos la familia se trasladaba a San Sebastián. Hábitos estos dos muy de moda entre la burguesía de la época.
Se casó con Julia Modroño Gómez en la iglesia madrileña de San Ginés. No tuvieron hijos pero criaron a dos de sus sobrinos más pequeños, Angelita Sánchez-Albornoz Modroño (que trabajará como secretaria en el madrileño diario Ya) y Félix Sánchez-Albornoz Modroño como sus propios hijos. Estos a su vez, estaban emparentados con el ilustre historiador medievalista y republicano, Claudio Sánchez-Albornoz y Menduiña (que tuvo que exiliarse debido a la dictadura franquista, primero a Portugal, como presidente de la República en el exilio y después definitivamente en Buenos Aires).
SU TRAYECTORIA LITERARIA
Su vida periodística estuvo emparejada con el teatro, escribió más de sesenta comedias. Fue redactor jefe de La Tribuna, Heraldo de Madrid e Informaciones. En los últimos años de su vida trabajó en el diario Madrid. Durante algún tiempo firmó diferentes artículos y publicaciones con el pseudónimo de '“Tartarín”. Pero si su obra como comediógrafo fue pródiga no lo fue menos su obra periodística. En 1960 le fue concedida la Medalla de plata al Mérito en el Trabajo. También era poseedor de la Cruz de la Orden al Mérito Civil. En 1954 fue nombrado Periodista de Honor. Su pluma, limpia, clara, excelente le dio como redactor de sucesos un gran éxito con motivo del asesinato del Capitán Sánchez. Era un habitual de las tertulias del café Chicote en la madrileña calle de la Gran Vía, y amigo personal de Perico Chicote.
Fue uno de los impulsores con Eduardo Marquina, de la Sociedad General de Autores, de cuya biblioteca fue director entre otros cargos. En la SGAE se conserva uno -de los 3 retratos- que se hizo en vida, en concreto el realizado por el pintor andaluz Cruz Herrera. Otro de los retratos fue realizado por el pintor valenciano, Santiago de Les, para el cual sólo posaba 10 minutos diarios en el salón de su propia casa en Madrid. Compartió intereses literarios en dos ámbitos, el periodismo y el teatro, como autor lírico y dramaturgo, con una fructífera producción en ambos. Estrechamente vinculado a la Sociedad General de Autores y Editores donó al Archivo de la SGAE una importante colección fotográfica en la que destacan un nutrido grupo de reportajes de sus estrenos teatrales. Este fondo está inventariado y digitalizado y se puede consultar en la propia sede de la SGAE en Madrid, a pocos pasados de donde vivía en Madrid y de donde tiene una calle dedicada.
Fue nombrado Cronista Oficial de la Villa de Madrid el 31 de diciembre de 1954.1 El Cuerpo de Cronistas Oficiales de la Villa de Madrid está conformado por personas físicas, por designación municipal, siempre a título personal y no por representación, con carácter honorífico, vitalicio y no remunerado. El título lo otorga el pleno del Ayuntamiento de Madrid a personas que se hayan distinguido en su actividad profesional en cualquier tipo de estudios, investigaciones, publicaciones o trabajos, o divulgación sobre temas relacionados con Madrid. El despacho del Cuerpo de Cronistas de la Villa de Madrid ha estado situado históricamente en la Casa de la Panadería. Actualmente se ubica en el Palacio de Cañete (calle Mayor, 69), compartiendo espacio con la biblioteca del Instituto de Estudios Madrileños. Desde 1923 hasta 2014, el pleno del Ayuntamiento de Madrid ha realizado veintiocho nombramientos y entre ellos, el de Francisco Serrano Anguita, en diciembre de 1954 y hasta su fallecimiento en febrero de 1968, que desde su columna periodística diaria “Aquí Madrid” era una de las voces acreditadas en su época del acontecer diario en el Madrid de la posguerra.
También escribió el texto del Libreto de la opereta/zarzuela grande (en 3 actos): Black el Payaso. Esta incursión en el mundo musical, fue debida a la gran amistad que unía a Francisco Serrano Anguita con el compositor donostiarra Pablo Sorozábal y que en la época franquista no lo estaba pasando especialmente bien, por lo cual Paco, decidió apoyarlo escribiendo el libreto. La zarzuela, fue estrenada en Barcelona para eludir mejor el cerco franquista, el 21 de abril de 1942 en el Teatro Coliseum (Gran Vía)y la obra fue un gran éxito. Marcó sin embargo, una separación artística entre Sorozábal y el barítono Marcos Redondo, que había estrenado una década antes Katiuska, la mujer rusa, por motivos que no quedan claros. Fue una de las últimas y más ambiciosas obras que entró en el repertorio zarzuelístico. Como es propio de las operetas, se ambienta en un ficticio principado europeo, con confusiones de identidad, nobles derrocados y amoríos. La estructura es propia de la zarzuela grande, tres actos. Hay sorprendentes alusiones a la época del estreno, como los recuerdos de Sofía sobre la guerra civil orosoviana ("Destrozó mi país / la tragedia cruel"). El verdadero rey prefiere trabajar como pianista en el exilio y Black, el payaso, resulta un buen gobernante. Resulta chocante que en plena guerra mundial y tan sólo tres años después de finalizar la guerra civil española, se pudiera cantar tal obra, pero queda enmascarado con la ambientación centroeuropea. No hay ritmos de baile españoles, y sí un fuerte elemento zíngaro, las czardas. Recientemente ha sido interpretada y grabada en CD por el tenor lírico Alfredo Kraus, fallecido en 1999.
Otra de las novedades que introdujo Francisco Serrano Anguita, en esta zarzuela, fue en la representación, al aparecer una de la intérpretes (la princesa Sofía) sentada en un palco del público, algo común hoy en el teatro contemporáneo. También llamativo para la época fueron los nombres en inglés de los payasos protagonistas: Black & White, en una época autárquica en la que todo extranjerismo era mal visto.
Obras
No seas embustera 1931
Siete puñales 1933
Tu vida no me importa 1934
El famoso Carballeira 1935
Tierra en los ojos.Estrenada en el Teatro Lara, 12/02/31
El alma del negocio. Estrenada en el Teatro Eslava, 04/11/26
El aire de Madrid. Estrenada en el Teatro Infanta Isabel. 01/12/24
Juan de las Viñas. Estrenada en el Teatro Fígaro. 16/11/31
Manos de Plata. Estrenada en el Teatro Lara, 17/11/31; Premiada por la Real Academia Española.
Entre todas las mujeres. Estrenada en el Teatro Lara. 20/11/31
Hombre de presa. Estrenada en el Teatro Lara. 18/02/32
Tres líneas de El Liberal. Estrenada en el Teatro Fontalba. 07/04/32
De escaleras arriba. Estrenada en el Teatro Cómico. 15/09/1933
Las hijas de Lot. Estrenada en el Teatro Eslava. 01/09/39
Cartel de feria. Estrenada en el Teatro Cómico. 20/10/39
Nuestros blasones. Estrenada en el Teatro Lara. 16/09/43.
Black el Payaso. Libreto de la zarzuela grande/opereta en 3 actos con música de Pablo Sorozábal. Estrenada en el Teatro Coliseum, Barcelona. 21/04/1942.
Todo Madrid. Estrenada en el Teatro de la Zarzuela. 28/09/44
Nuestra familia. Estrenada en el Teatro de la Zarzuela. 16/10/45
La prueba del ángel. Estrenada en el Teatro Alcázar. 07/09/46
Quince diamantes. Estrenada en el Teatro Rialto. 05/09/47
Luna de hiel. Estrenada en el Teatro Reina Victoria. 04/01/50
Poesía de carácter autobiográfico de Francisco Serrano Anguita con dedicatoria manuscrita a Guillermo Fernández-Shaw.
ACCIÓN DE GRACIAS
Yo soy aquel que, con sus doce abriles,
decidió convertirse en periodista,
y alternaba sus goces infantiles
con su grave labor en la revista
de simpática traza,
ligera prosa y límpidas ideas,
que fundó García Plaza
por darles diversión a los chaveas.
Yo empecé con el siglo la aventura
de trabajar de balde en los papeles,
y puse en el quehacer la calentura
y la inquietud de todos los noveles.
Yo mezclaba al azar ripio y cascote,
componiendo inocentes madrigales,
sonetos de fantástico estrambote,
endechas pastorales,
epigramas sin chispa,
rondeles, romancillos y consejos,
para inundar las planas de "La Avispa"
y de "Flores y Abejas".
Y... a "El Globo" fuí, que ya era un buen ascenso,
llevado por mi padre de la mano,
y supe allí del batallar intenso
y el afán cotidiano.
Francos me dió consejos y lecciones;
conocí a Manuel Bueno, tan vehemente
en aquellas fogosas discusiones
con Navarro Ledesma y con Argente;
soñé seguir la escuela
de "Azorín", y Baroja,
y Répide, y Pininos, y Bargiela,
que daban luz a tan liviana hoja;
hacer literatura
de claro estilo y pensamientos hondos,
o mostrar mi destreza y mi bravura
escribiendo los "fondos"...
y obtuve, al fin, un triunfo extraordinario:
cortar de la "Gaceta"
el prolijo y monótono sumario,
"hinchar" los telegramas de Mencheta,
entrar en el reparto de los "vales"
para aplaudir los éxitos teatrales,
y, a primeros de mes, salvo que en Caja,
por quién sabe qué apuros,
acordasen hacer una rebaja,
cobrar un sueldecito de seis duros.
Después, a "El Nacional", con diez durazos...
que abonaban a plazos.
Adolfo Figueroa,
en lucha con escollos y cantiles,
gobernaba la nave, cuya proa
se enfilaba hacia el "fondo de reptiles",
puerto de salvación de cada día,
mientras José Cuartero,
en sus breves artículos, ponía
frases galanas e intención de acero;
Lo que hasta entonces fue broma risueña,
juego feliz, ensayo peregrino
e ilusión de un muchacho que se empeña
en buscar su camino,
se convirtió en impulso y acicate,
firme el tesón, y el ánimo despierto.
Cesó la chanza y empezó el combate...
!La única herencia de mi padre muerto!
Y, así, media centuria,
practicando mi oficio,
conociendo el dolor y la penuria,
el sueldo escaso y el tenaz servicio.
Sostuve mil querellas
e intervine en mil lances indiscretos;
he dormido, a la luz de las estrellas,
en los bancos del Prado y Recoletos;
uniendo la gazuza al buen talante,
la Tienda-Asilo fue mi restaurante;
sentí el recio crujir de las pistolas
en los Cuatro Caminos;
devorando mis pánicos a solas,
perseguí estafadores y asesinos;
ví en Bélgica a las tropas alemanas
en fiero avance, por caminos francos;
presencié en las maniguas antillanas
una guerra de negros y de blancos;
anduve entre golillas y alguaciles...
y no logro borrar del pensamiento
las intrigas sutiles
del viejo Parlamento.
Es el zumo agridulce de mi vida,
que exprimí gota a gota
y, al evocar la juventud perdida,
se me hace llanto, y de mis ojos brota.
Es mi pan, y es mi casa.
Son los muebles modestos, adquiridos
con fatigas sin tasa,
y a algún recuerdo de la lucha unidos.
Es la cama, pagada en veinte meses
a fuerza de recargos e intereses;
es el sencillo armario
comprado con un sueldo extraordinario;
y el comedor, que, al cabo, nos vendieron,
gracias al anticipo que me hicieron.'..
!Es más de medio siglo de tarea
que vengo a recordar entre vosotros,
y que ahora se encabrita y galopea
con la pujanza de cincuenta potros!
Perdonadme si hablé de cosas mías
y os amargué los postres con la historia
de esos lejanos días,
dormidos para siempre en mi memoria.
Aquel oficio que empezó por juego
un pobre chavalito,
le trajo este sosiego
y este gozo infinito
de encontrarse, por gracia lisonjera
antes que por derecho de conquista,
periodista de honor, cual si no fuera
honor fundamental ser periodista.
Vuestro noble agasajo
nuevo aliento me da para el trabajo,
y torno a las antiguas primaveras
de las dulces quimeras
y los versos fragantes,
y se cubre de rosas el camino
porque volvemos todos, como antes,
a compartir el pan, la sal y el vino.
Pague el Señor el bien que me habéis hecho.
Al terminar la fiesta acogedora,
se funden en mi pecho
los afectos de ayer, y los de ahora;
las viejas y las nuevas amistades,
tan firmes ya, que nadie las separa.
bendiciendo a Dios, por sus bondades,
y a la peña sin par que nos ampara
y que nos brinda siempre su regazo,
os doy gracias a todos, y os abrazo.
Madrid, 8 de Octubre de 1.955.