Nicolás García Sáez
(Buenos Aires, 1970)
Escribió obras de teatro, letras y canciones para bandas de rock. Periodista y fotógrafo, se dedica también a las artes plásticas y a la música.
Publicó los poemarios “Neptuno y las Faunas” (2014, Buenos Aires Poetry) y “Los Sueños Ajenos” (2015, Zindo & Gafuri)
ORIGEN
Dos monos se deslizan sobre sábanas de seda
Gentiles arrogantes
Se reproducen, cruzan charcos
Trotan, saltan por los continentes
Cambian las máscaras, la piel herida
Saben y anticipan:
-Que África cabe en la palma de sus manos
-Que la neblina trémula es el tiempo
(Neptuno y las Faunas)
HORIZONTE
El parto
de un caballito de mar
es asombroso
padre, mujer
deja ir a la deriva
el fruto de su esfuerzo
musgo tierra baldía de agua sucia
tiniebla de miel embravecida por la marea
¿que pensará
un caballito de mar?
y en ese ir
devenir
de volver de la deriva
es padre, mujer
y así…
(Neptuno y las Faunas)
SOLAR
Bajo el frío
oscuro y lento
una flor
entre el mar
y el sol ardiente
del invierno
(Neptuno y las Faunas)
OTOÑO
Veo, siento
a veces me conmuevo
con tus colores de muerte
y resurrección
que atraviesan los días
las tardes, las noches
y apagan la marea del verano
que cayó
como el cálido copo de nieve
o un meteorito leve
(Neptuno y las Faunas)
UN DELFÍN
Del Tirreno, del Atlántico
manchado tropical
vagabundo en el Adriático
o acróbata, el de hocico retacón
Nariz de botella, indo pacífico
cabeza de melón
calderón de aleta corta
o rosado de Hong Kong
Amigo de sus amigos
un gran comunicador
y mucho, pero mucho más inteligente
que toda esa basura de arponero nipón
(Neptuno y las Faunas)
MAR
Crono y Rea, devorador y salvadora
dama redentora, creador profano
el infortunio de Neptuno y la venganza
bajo el cielo que al alba despierta su reinado
Campo inquieto y vasto, minado de aguas
que besan islas, puertos, golfos
atolones, barcos y bahías
bajo el cielo añil que abandona al mediodía
Tumulto de olas náufragas
rebelión de espuma, de sal embravecida
rumor infinito que explota
bajo el cielo de la tarde ensangrentada
Reliquia eterna del tiempo
cuna de tesoros insondables
abismo consumado de bestias que duermen
y el mar
inmortal
bajo el cielo arropado de pálidas estrellas
(Neptuno y las Faunas)
POEMA QUE PUDO HABER
SOÑADO ARTEMIDORO LUEGO DE PENSAR
EN HERÁCLITO
Mientras Éfeso nos une
colega de escenario inmóvil
y tú contemplas el eterno devenir del río
yo me anticipo al tiempo
(el que provoca a mi futuro)
para señalar que una sola gota
del agua que salpica tu reflejo
la que lame tus sienes plateadas
ilumina, consistencia efímera
a la luna, estrellas, los soles
los ríos, tantos lagos, los mares
a todas aquellas geografías vastas
devotas, lentas o raudas
que no alardean en tus sueños
(Los Sueños Ajenos)
POEMA QUE PUDO HABER
SOÑADO PEDRO LINARES ANTES DE FABRICAR
SU PRIMER ALEBRIJE
Amanece y dos tortugas
cargan un mundo multicolor
de paisajes lunares en su lomo
víboras azules
con antenas de caracol
cubiertas de flores, azúcar y copos de nieve
cargan rinocerontes con bigotes carmesí
cabezas verdes, zapatos rosas
la risa breve en sus jorobas prominentes
y burros, con alas de mariposa
¿cartón o copal?
leones con cabezas de águilas sonrientes
Turquesas, como los mares del golfo, de fuego rojo, como los atardeceres en La Merced. Tantos gallos mansos, con sus ojazos de toro, me indican el camino sabio hacia
la ventana y lo único que oigo es una palabra, que se repite, y se repite, y que dice:
¡Alebrijes!
¡Alebrijes!
¡Alebrijes!
(Los Sueños Ajenos)
POEMA QUE PUDO HABER
COMENZADO A SOÑAR UN NIÑO
(CUYO NOMBRE ES ERNESTITO) LUEGO DE HABER CENADO OPÍPARAMENTE EN SU CASONA DE ALTA GRACIA
Un arquero con asma
come trufas francesas
y cabalga las estrellas
mientras sueña
con la Revolución…
(Los Sueños Ajenos)
POEMA QUE PUDO HABER SOÑADO UN SORDO
Afortunado al nadar mientras veo
a la aurora que abanica
el abalorio disperso
de las estrellas
afortunado mientras toco
el agua casi helada
revuelta (pura y bruta)
que ciñe turbulenta a mi piel
afortunado mientras huelo
la explosión uniforme
despejada y celeste
del cielo
afortunado mientras pruebo
el néctar que se diluye
líquido
entre la sed inmensa de mi boca
afortunado
mientras nado
y siento que vuelo
( Los Sueños Ajenos)
POEMA QUE PUDO HABER SOÑADO UN CIEGO
Afortunado al nadar mientras oigo
al río que ríe manso
y besa a las burbujas
bajando dulce desde las sierras
afortunado mientras toco
el agua casi helada
revuelta (pura y bruta)
que ciñe turbulenta a mi piel
afortunado mientras huelo
la explosión uniforme
despejada y celeste
del cielo
afortunado mientras pruebo
el néctar que se diluye
líquido
entre la sed inmensa de mi boca
afortunado
mientras nado
y siento que vuelo
(Los Sueños Ajenos)
POEMA QUE PUDO HABER SOÑADO ALGUIEN QUE SE DURMIÓ PENSANDO EN UNA ESTRELLA FUGAZ
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(Los Sueños Ajenos)
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(Los Sueños Ajenos)