LEIGH STEIN
Leigh Stein (Chicago, 1984)
Leigh Stein es la autora de la novela The Fallback Plan y del poemario Dispatch from the Future (Melville House, 2012). Es profesora de poesía en las escuelas públicas de la Ciudad de Nueva York y vive en Brooklyn.
ADVERTENCIA
Hay formas mejores de romper un corazón que Facebook
como abandonar a tu novia embarazada en Walmart
como ese chico le hizo a Natalie Portman. Si llegas a leer este libro
de forma secuencial, malas cosas podrían sucederte, pero sólo tan malas
como las cosas que te hubieran sucedido de cualquier forma.
Si, aun así, no lees este libro de forma secuencial podrías encontrarte
a bordo de una de una hundida embarcación pirata,
mirando al abismo profundo, y deseando haber elegido,
no cazar al manatí en tu submarino después de todo. No,
no entres en pánico. Si acabas en la aventura equivocada simplemente
regresa tres casillas y escoge otra carta. O vuelve a la cama.
O lee sobre los efectos secundarios de la medicación que toman
tus seres queridos. El gran R. A. Montgomery alguna vez escribió,
“De pronto te vez rodeado por once Nopuertas,” y yo
creo que lo que trato de hacer aquí es arruinar cualquier esperanza
de que logres salir a salvo de esto.
BASADO EN UN LIBRO DEL MISMO TÍTULO
Gracias a la viciada definición del eterno retorno
No me agrada hablar de materias filosóficas.
Han encontrado la verdad y la verdad es que
no hay verdad alguna, así que en sábado ellos
usan sus abrigos y se quedan sumidos en sus reflexiones
y tratan de averiguar cuál infancia fue peor,
pero al final ellos caen en cuenta que comparten
el mismo sueño de tener una razón
para unirse al programa de protección a testigos
para decepcionar al menos a una persona, quien
pensó su sueño era tan único como él.
La otra noche una galleta de la fortuna me decía
Que no congeniaría con nadie,
y a cambio aprendí la palaba china
para decir uva: putao, esto me hizo imaginar como cada
uno informa al otro. Para averiguarlo, ve a la página 117.
Me imagino cuanto tiempo podré vivir aquí
antes de hacer algo irresponsable como
conocer algún adolescente en una rueda de la fortuna en 1941
o quedarme en la calle y ver a los semáforos
cambiar de verde a amarrillo o sentarme en un porch
columpiándome al atardecer y escuchar Leaves of Grass
leído por alguien que no ha hecho otra cosa que trabajar todo el día
con sus manos. Ya en la página 56 te amo
tanto que sólo quiero robar tu ropa
cuando te has dormido y lavarla. Quiero
comunicarme telepáticamente contigo hasta envejecer
y sufrir de demencia y no importarme que no pueda
recordar que sé como tocar el piano hasta
que la enfermera me diga que lo sé y aun así negarme a tocar
hasta que ella ponga mis manos en las teclas y entonces
ahí tendremos a Chopin tan rápido, como la luz
que se derrama en las ventanas inclinándose
a las lilas. Gracias a la viciada definición del eterno
retorno estoy delante de un espejo
sosteniendo una copia de la película basada en el libro
que escribiste basada en las partes de nuestra vida
juntos que ya no logro recordar y
mirando hacia mí veo a una mujer sosteniendo
la película basada en un libro basado en su vida
y ella se pregunta si la mujer que ve
desea morir tanto como ella. Sigo
mirando este moretón en mi pierna y dibujo
un espacio en blanco. Anoche que llamaste te conté
que era feliz, lo que era cierto, pero pensando a futuro
podría ser tremendamente infeliz, también, si es que eso es
lo que deseas escuchar. Podría ser un montón de cosas más:
una muñeca, un fantasma, una bahía, una soga. Pude
ser la persona que no conocía el lenguaje.
Yo podría ser la razón por la que te llevaron.
Yo podría ser la última persona que te vio con vida.
HOW TO MEND A BROKEN HEART WITH VENGEANCE
Estiramos una escalera entre las ventanas
del segundo piso y tratamos de hacer cruzar al perro
a través, esperando a que lo logrará pero no fue así.
Mi ambivalencia debió haber hecho al perro caer, traté
de evitarlo hablándole, levantó su latita
y dijo, No puedo escucharte a menos que hables
a través de las latitas, ¿recuerdas? ¿Qué fue lo
que habías dicho? Sono spiacente, dije. Olvídalo. Slicha.
Probablemente te preguntes si el perro está bien,
pero ¿crees haber podido quedarte, de todos modos,
aun si nunca te di la respuesta? Esto ya hace tanto
más antes que ayer incluso,
cuando hablamos por última vez. Habías dicho
¿Por qué te vas tan temprano? Te dije que no
podía dormir y me preguntaste por qué no te había dicho
a tiempo; podrías golpearme en la cabeza
con algo pesado. Permíteme preguntarte, ¿podrías
imaginar un cielo sin nubes en una llanura de Nebraska?
¿Puedes dibujarlo? ¿Puedes imaginar aves amarillas?
Puedes visualizar el sonido suave de una puerta
que se cierra y atora y pensé que
tuve problemas, pero en serio, mírate.
Mira. Tuve este increíble sueño la otra noche
y no pienso siquiera en contarte acerca de él.
En Rusia, las chicas jóvenes que mueren de forma violenta
terminan ya sea como aves en Pushkin o peces
en el fondo de los lagos, donde se peinan unas a otras
durante toda la noche, mientras aprenden
las letras de cada canción de los Talking Heads
así es como pueden atraer a los marineros a sus sombrías grutas
y los ahogan. Dicen de una rusalka
que deseaba tanto ser humana que sacrifico
su voz para estar con su amado y desde luego
él la amaba porque quién no amaría a una chica
que no puede hablar, pero entonces una noche
en un baile de máscaras él se distrae por una princesa extranjera
de elegante cuello y la rusalka estaba tan deprimida
que fue a consultar a una bruja y de alguna manera logro comunicarle:
nunca he sido tan feliz en mi vida. ¿Qué debería hacer?
Y desde luego la bruja le dijo que lo apuñalara con una navaja,
Y desde luego la rusalka lo consideró. Como, ¿en serio?
¿En serio apuñalarlo a él con una navaja? Pero ultimadamente ella
decide que prefiere perder su vida como humana y
volver a ser un demonio de la muerte viviendo bajo el agua.
Al menos en la versión de opera el príncipe cae en cuenta
de su terrible error y va a la caza de un venado
sólo para encontrar a la rusalka en sus últimos momentos y
la besa aun conociendo que esto significa muerte y
eterna damnación. Heme aquí, observando la luz de la luna
danzar a través del agua en el estanque, mirando
este escalpelo y tratando de olvidar tu dirección.
blog de raziel lupercio. traducciones, reseñas y demás.
http://rstandsfor.tumblr.com/post/108365690683/3-poemas-de-leigh-stein
WARNING
There are better ways to break a heart than Facebook,
such as abandoning your pregnant girlfriend at Walmart
like that guy did to Natalie Portman. If you read this book
sequentially, bad things may happen to you, but only as bad
as the things that would have happened to you anyway.
If, however, you do not read this book sequentially you may
find that you are suddenly aboard a sunken pirate ship,
staring into the deep abyss, and wishing you had chosen
not to chase the manatee in your submarine after all. Do not
panic. If you end up in the wrong adventure just go back
three spaces and draw another card. Or go back to bed.
Or read up on the side effects of the medication taken
by your loved ones. The great R. A. Montgomery once wrote,
"Suddenly you're surrounded by eleven Nodoors," and I
guess what I'm trying to do here is ruin any hope
you may have had of coming out of this alive.
BASED ON A BOOK OF THE SAME TITLE
By definition of vicious infinite regression
I don't like to talk to philosophy majors.
They have found the truth and the truth is
that there isn't one, so on Saturdays they
wear overalls and stare at their reflections
and try to guess whose childhood was worse,
but in the end they realize they all share
the same dream of having a reason
to join the Witness Protection Program,
which disappoints at least one person, who
thought his dream was so uniquely his.
Last night I got a fortune cookie that said
I don't get along with basically anyone,
and from the back I learned the Chinese word
for grape: putao, and it made me wonder how each
informs the other. To find out, turn to page 117.
I wonder how much longer I can live here
before I do something irresponsible like
meet a teenage boy on a Ferris wheel in 1941
or lay in the street and watch the stoplights
change from green to yellow or sit on a porch
swing at dusk and listen to Leaves of Grass
read by someone who has just worked all day
with his hands. Already on page 56 I love you
so much I just want to steal your clothes
when you're asleep and wash them. I want
us to communicate telepathically until I am old
and suffering from dementia and can't even
remember I know how to play piano until
a nurse tells me I do and still I'll deny it
until she puts my hands on the keys and then
there'll be Chopin so quickly, as the light
spills in the leaded windows and the lilies
lean in closer. By definition of vicious
infinite regression I am in front of a mirror
holding a copy of the movie based on the book
you wrote based on the parts of our life
together that I no longer remember and
looking back at me is a woman holding
a movie based on a book based on her life
and she wonders if the woman she sees
wants to die as much as she does. I keep
staring at this bruise on my leg and drawing
a blank. Last night when you called I told you
I was happy, which was true, but thinking ahead
I could be unhappy, too, if that's what you
wanted. I could be any of a lot of things:
a wrist, a ghost, a harbor, a rope. I could
be the one who doesn't know the language.
I could be the reason they take you first.
I could be the last person to see you alive.
HOW TO MEND A BROKEN HEART WITH VENGEANCE
We stretched a ladder between our second-story
windows and tried to get the dog to go
across to see if it would hold but it didn't.
My ambivalence must have made the dog fall, I
called across to him. He picked up his tin can
and said, I can't hear you unless you speak
into the tin cans, remember? What did you just
say? Sono spiacente, I said. Nevermind. Slicha.
You are probably wondering now if the dog's okay,
but do you think you could stay with me, anyway,
even if I never gave you the answer? This was
so long ago, farther back than yesterday,
when you and I spoke for the last time. You said,
Why did you leave so early? And I said I couldn't
sleep and you asked me why I didn't tell you
at the time; you would have hit me on the head
with something hard. Let me ask you, could you
imagine a cloudless sky above a Nebraska plain?
Could you draw it? Could you imagine yellow birds?
Could you visualize the soft sound a door
makes when it closes and sticks and I thought I
had problems, but seriously, look at yourself.
Look. I had this incredible dream last night
and I'm not even going to tell you about it.
In Russia, the young girls who die violent deaths
either end up like birds in Pushkin or like fish
at the bottom of lakes, where they comb each other's
hair all night long, where they teach each other
the lyrics to every Talking Heads song
so they can lure sailors into their shadowy grottoes
and drown them. They say there once was a rusalka
who wished to be human so badly she gave up
her voice to be with her beloved and of course
he loved her because who wouldn't love a girl
who can't talk back, but then one night
at a masked ball he got distracted by a foreign princess
with an elegant neck and the rusalka was so despondent
she went to a witch and somehow communicated, I've
never been so unhappy in my whole life. What should I do?
And of course the witch told her to stab him with a dagger,
and of course the rusalka considered it. Like, seriously?
Seriously stab him with a dagger? But ultimately she
decided she would rather lose her human life and
go back to being an underwater death demon.
At least in the opera version the prince realizes
his terrible mistake and goes hunting for a doe
only to find the rusalka in her last moments and
kisses her knowing it means death and eternal
damnation. Here I am now, watching the moonlight
dance across the water in the retention pond, staring
at this scalpel and trying to forget your address.
__
These poems were informed by the film adaptations of Where the Heart Is and The Notebook, Madonna's Confessions on a Dance Floor, R. A. Montgomery's Return to Atlantis, and the Wikipedia entry on Rusalki. I listened to "Psycho Killer" by the Talking Heads and the acoustic "Hey Ya" cover by Obadiah Parker while writing them. If you are heartbroken the best thing to do is write poems and email them to the person who broke your heart because maybe he will break up with his new girlfriend and move across the country with you, which is what actually happened with these
El sueño de un idioma común
después de Adrienne Rich
Los miércoles tomo el tren pasado el Yankee Stadium,
hacia un lugar donde nunca es un regalo que pueda hablar el idioma,
hacia un lugar donde el graffiti cubre el mural que pintaron para ocultar
el graffiti, hacia un lugar donde los niños me llaman señorita señorita
señorita señorita señorita y me encuentro en uno de sus poemas, un autorretrato,
el verso me gustaría ser rico. El sueño de un lenguaje común
es el lenguaje de un millón de dólares, de baloncesto, de bananas.
¿Son negros los niños? Mi novio quiere saberlo. Dominicanos.
Es diferente. Cuando les pedí que escribieran una pregunta
que les gustaría preguntar a su mamá o papá, un niño escribe,
¿Papel o plástico? Una muchacha a l fondo de la clase quiere saber
¿Por qué no tengo lycene, traduciendo el sonido del color
de mi piel en su propio idioma. La mejor poeta
de sexto curso es la chica que es este año repite
sexto curso. Cuando le hablo a la maestra de su talento
ella dice, por lo menos ahora sabemos que es buena
en algo. Para hablar su idioma, estudio
la lista de asistencia, practico la cadencia de sus nombres.
Ayer presenté un retrato en blanco y negro de un hombre negro,
su calva se alejó de nosotros, una polillas moteada descansa
en un hombro. Les dije que es un hombre que cumple cadena
perpetua en Louisiana. ¿Es esto arte? Sin dudarlo,
una niña dijo que no, porque nadie
desea fotografiar
eso
*Traducción de Ana Gorría.
http://traducciones.lagallaciencia.com/
The Dream of a Common Language
after Adrienne Rich
On Wednesdays I take the train past Yankee Stadium,
to a place where it is never a given that I speak the language,
to a place where graffiti covers the mural they painted to hide
the graffiti, to a place where the children call me Miss Miss
Miss Miss Miss and I find in one of their poems, a self-portrait,
the line I wish I was rish. The dream of a common language
is the language of one million dollars, of basketball, of plátanos.
Are the kids black? my boyfriend wants to know. Dominican.
It’s different. When asked to write down a question
they wish they could ask their mom or dad, one boy writes,
Paper or plastic? A girl in the back of the class wants to know
Why don’t I have lycene, translating the sound of the color
of my skin into her own language. The best poet
in sixth grade is the girl who is this year repeating
sixth grade. When I tell her teacher of her talent
she says, At least now we know she’s good
at something. To speak their language, I study
the attendance list, practice the cadence of their names.
Yesterday I presented a black and white portrait of a black man,
his bald head turned away from us, a spotted moth resting
on one shoulder. I told them this is a man serving a life
sentence in Louisiana. Is this art? Without hesitation,
one girl said no, why would anybody
want to take a picture
of that.