Juana M. Ramos
Nació en Santa Ana, El Salvador y reside en la ciudad de Nueva York donde es profesora de español y literatura en York College, CUNY (La universidad pública de la Ciudad de Nueva York). Ha colaborado en la organización de diferentes eventos literarios y ha participado en festivales internacionales en México, Colombia, República Dominicana, Honduras, Cuba, Puerto Rico, El Salvador y España, entre otros.
La primera edición de su poemario Multiplicada en mí se publicó en la ciudad de NY en junio de 2010 y en febrero de 2014 la segunda edición revisada y ampliada.
Además, sus poemas y relatos han aparecido publicados en varias antologías, Antología XIII, Encuentro Internacional de Poetas. Michoacán, 2009; Antología XIV, Encuentro Internacional de Poetas, Michoacán, 2010; Antología de Poesía sin fronteras: poetas latinos en N.Y. México, 2011. Es profesora en York College, CUNY.
Actualmente trabaja en su tesis doctoral sobre el poeta salvadoreño Roque Dalton.
METRO
En la estación,
el tren de las nueve menos diez
aparece a tiempo
como todo en la ciudad,
imponente en la distancia,
cotidiano ya de cerca,
contrito al momento de abordarlo.
Se desplaza frío, calculador,
una voz monótona sin cara y sin nombre
predice las próximas paradas.
Cabezas inclinadas sumergidas
en las medias noticias que
ostentan los periódicos, voces
que tropiezan, criaturas inconformes
en coches que bloquean
las entradas , las salidas.
Cual río, un café derramado en el piso
se abre paso entre la gente.
Arboles, techos, cables de luz,
cúpulas, una tienda de disfraces
que se ofrece rebajada en un letrero,
un cementerio a lo lejos amanece
y se estira entre los vivos;
todos se conjugan atónitos
ante un tren que hiere el paisaje,
que parte y penetra la ciudad.
La colonia
Yo
colonizada por dos lenguas
aplastantes, demonios que residen y poseen,
que hace tanto conquistaron mi aliento.
Hoy me vuelvo eructando bocanadas de océano,
cruces, carabelas, de dios multiplicándose en sí mismo,
de babiecas, rocinantes que cabalgan como en casa,
de tizonas y coladas saqueadoras
a su paso ensangrentando nuestra historia,
de una malinche cortésmente atravesada,
de alfonsos, de fernandos y de carlos,
de próceres en sanguinaria independencia,
de guerras civiles, de deudas externas,
de guerras ajenas tomadas muy a pecho,
de presidentes de naciones soberanas,
soberanas en su propio servilismo.
Un reino mágico en Centro América
Según Flores,
el menos iluminado
pero gracioso, risueño
y con piel de manzanita
de todos los presidentes,
el pueblo salvadoreño
es un apéndice de disneylandia:
un pueblo de enanitos emprendedores
que viven en cajitas de fósforos,
se alimentan de aire y algodón,
nunca mudan de ropa
y son los felices ciudadanos
de 'El Pulgarcito de América'.
Después de todo
Flores tenía razón.
New York City
Aquí, en este lugar
que duele, asfixia y penetra,
que absorbe y fragmenta
la desdentada gana de conquista.
Aquí, en este lugar
desde donde veo desfilar la vida
que ya no me cabe:
cabizbaja, insegura y miedosa me mira.
Aquí, desde este lugar
que me tragó entera,
que me eructa, me vomita.
Aquí en esta ciudad
preñada de temores, paridora de alertas
y pocas esperanzas, de concreto y hierro
dando gritos irremediablemente.
Halloween
Veo gente pasar caótica, babélica
sometiendo sombras a su paso,
un bullicio disfrazando las aceras,
un motín abortando las tristezas
tras la felicidad de una máscara.
Selección de poemas de Multiplicada en mí. Artepoetica Press, 2010.