Rodrigo Vera
(Lima, Perú 1987). Es licenciado en Filosofía, artista visual y miembro del colectivo de poesía Ánima Lisa. Se desempeña como docente de Filosofía, Filosofía del arte y Ética-Política en la Universidad Cayetano Heredia, en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y en el Centro de la Imagen, respectivamente.
Ha publicado artículos de crítica de arte y literaria en revistas locales e internacionales. Actualmente cursa la Maestría de Historia del Arte de la PUCP.
Su primer poemario “Acajo Mundo”, bajo el sello de la editorial La Crema, 2015.
Pizco manal en la pudriera del boste
El atromado fundol le acaricia el tuno en voz de toco
¡Acajo mundo! en el vorde
¡Acajo mundo!
La pudriera amagó siempre los trajes
Aun cuando la vusca allatado el busto hedido
¡abajazo en la musta con vídal!
¡abajazo en la cifrán hediodora de la posta!
¡Acajo mundo! dis pero
¡Acajo mundo!
Apicolodo trasquila la ñusta facuntal de los aleros
Me lo he tonado el poste hasta el trufero muñal
En la quel pusto divoloto fracasó
¡Pistolero!
¡Acajo mundo! de tajas
¡Acajo mundo!
Murcado estampoó en el fundal del puto
¿Añimarado el pito?
¡Punto lo coidelo!
Ni la quita estraga los botonales en yules
Ni el podoro otruzco apoladera el celo
¡Acajo mundo! espantera
¡Acajo mundo!
Atrillalarán mis codes finelazo en la zarza
baja derdo
Músculo ijgano habrá que hacer yas ahora
la putulela en la pitera con pula
empitorado el tupelo
papo la puntela apripolladamente
¡pasco pontelo en la puta!
¡pasco pontelo en la parca!
Yas tin por la custa uñada
Todole tenal su finalete con pitonilas y ñambas
Es la tristola con gula
Y es también la amarañada ton dela
en la ques justo atoladrar de venamente
la hablazna
con tilos de verda
¡Acajo mundo en el mundo!
¡Acajo mundo en la ñarda!
I
Naturaleza in vortex
La yema izada solo formula su independencia líquida
En una especie de videncia espumeante
En donde el grumo ha escuchado ya su talán de fiesta
Y el ocaso ha tenido a bien quebrar su cáscara
Y chorrear
Sin que la bruma lo sepa
II
Música desdentada
El Ruido germinal de los afueras
Plañido quieto en los intersticios
Del monte oculto,
¿Es el engranaje oxidado
De lo que en la noche se ensambla?
¿La niebla muerta entre los chorros fluviales?
¿El roble que cae y desafina
Lo que ondea en la hojarasca?
¿El eco de lo que en otro monte calla?
¿Qué es lo que suena, sino el piano oscuro
De lo que casi suena?
Aquí hay un mundo con flecos de inaudible trama
Pero yo he llegado al monte
Pero he llegado para hablar
***
Observa a los perros del océano
Cómo es que bajo el agua
Sus ladridos no enmudecen
Otro silencio
V
Embudo exacto
Del flanco luz a la cabeza gacha
Qué poco el cuerpo
Qué el cuerpo toco
Qué el sexo arrojo
Qué el muslo aquejo
Qué pelo amanto
Qué carne floto
Qué mudo beso
Qué pena engraso
De qué me enduro
En qué me escarbo
A qué me agacho
En qué me limpio y a qué me enclavo
De qué me tozo
A qué es mi trozo
A qué estoy hecho
A quién me vivo
Por qué me caigo
De qué mi lado va de frente
Por qué mi frente está debajo
De
Es decir te pierdo
Del flanco luz a la cabeza gacha
Yo te di todo
Yo te doy casi
Yo te di lo suficiente
Embudo exacto
***
En la vertiente de Esta boca
Saliva el arbusto de tu sien
Tenso esparadrapo que me esconde
Lo que quiero decir
Mientras te lamo
Lo que quiero lamer
Mientras te digo
Puta
Y pienso en la comida que trasluce
Entre
Los dientes que no toco cuando hablo
En la llaga en que me educo los domingos
Para poder decir lo mismo en la semana
Para poder decir lo otro también
Eso que hace agua cuando callo
Y entre las ropas del abismo
Se desliza
Y entre el arbusto
¡Puta!
No saliva
Solo te ama
Reseña sobre Acajo Mundo de Rodrigo Vera
acajo mundo
La tradición poética peruana ha sido en buena medida una sucesión de oleadas enfocadas en ciertos aspectos en común, ya sea por la moda, el espíritu de una ideología o la devoción por ciertos autores, estas oleadas-movimientos se han sucedido con relativo éxito. Testimonio de eso son las Generaciones de poetas peruanos de los 50s, 60s y 70s, aunque bien podríamos agregar a la movida postmodernista y la vanguardia-Colónida aquí.
Mientras algunos han decidido moverse en masas, han existido propuestas a contracorriente de su época, autores que han acabado siendo conocidos como “insulares”. En ese lote podemos encontrar autores de gran talla como Montalbetti, Morales Saravia o el Verástegui pos- Extramuros. Rodrigo Vera, salvando las distancias, forma parte de esos poetas.
Acajo Mundo es una propuesta distinta a lo que se viene haciendo en la poesía peruana joven. Si los movimientos de los nuevos se deciden entre seguir el conversacionalismo, hablar desde un yo virtual o perder el género literario; Acajo Mundo no se ajusta entre estas propuestas: Es un poemario, resumido mezquinamente, fónico. Acajo Mundo está dictado para el oído más que para otro sentido, rememorando el sentido tribal-canción de la poesía más ancestral que conoce la humanidad. Significa la radicalización de la Fonopoeia de Pound. Solo podemos rastrear un similar peruano, el Roger Santivañez pos- Symbol, aunque Santivañez acaba desarrollando una propuesta fónica adaptando/renovando los antiguos tercetos y sonetos, en cambio la poesía de Vera entra desde un formato más amplio y menos interesado por el habla es vida. Hay varios momentos logrados en el poemario de Vera como por ejemplo el poema Embudo exacto y los que forman parte de esa sección.
El poemario, dividido en 6 partes + un poema introductorio homónimo del conjunto, tiene al mismo tiempo algunos puntos bajos. El segmento “Graso” el más alejado de la propuesta fónica padece poemas que dejan insatisfecho o inclusive con una sensación de fallida voluptuosidad “Como un Mosco Muerto Untado/ Sobre la gama luminosa de la vida/ Palpita quedo el desastre/ El ano del miedo/ reteniendo el color que sobrevive/ Negro.” Esta propuesta, debido a la rareza de su propuesta puede hacer rebotar a un lector amateur y poco más que confundir a uno experto. No me refiero con esto a que la posibilidad de una propuesta pop cercana al lector deba ser la predilecta por los poetas jóvenes, pero sí a algo que todos los poetas y escritores en general aspiran, que su libro pueda expandir en grado mínimo al menos el rango de la población interesada en los libros. Aparte del concepto de propuesta fónica, los poemas no están hilados por un concepto-libro que probablemente hubiese convertido a Acajo Mundo en un libro de más ágil lectura.
Es bueno encontrar a un poeta que en su primer libro se anima a escoger un camino bastante propio y difícilmente interesado en inscribirse a alguna corriente de las que conformas las interminables revisitas de los poetas nuevos. Es algo valiente. Y ese valor significa en Acajo Mundo en sus momentos cumbres, frescura. A esperar el segundo libro y un concepto hilando las cosas con firmeza.
Reseña por Roberto Valdivia.
.