Luis Cortés Bargalló
Poeta, traductor y editor. Nació en Tijuana, Baja California, México, en 1952. Poeta, traductor y editor. Estudió comunicación (UIA), letras mexicanas (UIA-UNAM) y música (CNM), en la ciudad de México donde actualmente radica. Con otros poetas de su generación, fue fundador de la revista independiente El zaguán. Ha participado en los consejos de las revistas Amerindia, El cuento, Atonal, Revista de Estudios Budistas y Alforja. Ha traducido a William Carlos Williams, Thomas Merton, Francis Ponge, Robert Bly, Gary Snyder, John Haines, Michael McClure, Andrew Schelling, Marianne Moore y poesía indígena norteamericana. Ha publicado: Gary Snyder, Antología, México: UNAM, 1984 (traducción y ensayo); Kora en el infierno de W.C. Williams, Toluca: UAEM, 1986 (traducción); Piedra de serpiente, poesía y prosa de Baja California. s. XVII-s. XX (2 vols.), México: CNCA, 1993 (estudio introductorio, investigación y selección); Connecting Lines: New Poetry from Mexico, Louisville: Sarabande Books, 2006 (prólogo y selección). Es autor de los libros de poesía: Terrario, México: Latitudes, 1979; El circo silencioso, México: FCE, 1985; La soledad del polo, México: Ediciones Toledo, 1990; Al margen indomable, México: CNCA, 1996; Por el ojo de una aguja (antología), México: Biblioteca del ISSSTE, 1999; y Filos de un haz y envés, México: Trilce Ediciones, 2007.
FISURAS DE MEDIODÍA EN XILITLA /
EDWARD JAMES
1
Al sólido naranja y el requinto
silban los pájaros de brisa
mojan los peldaños
con su bronce galopado
contrafuertes musculares
compás en alas de garza
partida uVe por el peralte del sueño:
la selva que hierve y deriva
–cierra lo ojos/ llora lágrimas aladas
empuja hacia la luz/ abre sal verdea–
conciencia original le llaman al llamado
que remonta y alcanza
la grieta que también es peldaño
parpadeo levedad de lo concreto
pisas
El umbral es el umbral
perpetuo
y el espejo de la mente
una fuente
un loto y llama
hierbazal
manojo de
caminos
olas
tejidos concordantes
ojo
portal escalinata
espiga punta flecha
pararrayos
grito
2
Remonta y alcanza, grieta,
navega entre las sienes
con su aguja de marear
sutura punza junta.
Saliva la forma en las mandíbulas del ojo
mas la piel serena y sabia
suda
como la fronda, nimbostratos de clorofila
goteando sus monedas ardientes
alguien se busca: trancos, brazadas, lazos
sobre el cristal arrugado del agua
botareles, loggias
arcadas, vértebras vegetales
florescencia y obelisco
libélula del chorro
caracol, conducto
alguien
va por Jaidhpur, Sanchi,
Ruan, Santiago, Tours,
Bauvais, Micenas, Karnac,
raíces helicoidales
pernoctables al hormigón, al molde y
la varilla,
sombras sepultas
en el líquen, espora, musgo
micelios
bajo sus propios pasos
la sombra unipersonal
que se presiente ya
tumbada en el escombro.
3
Fuste para un penacho de cielo abierto
brazo, mano, palma
con gesto interminable
inconcluso.
Inmerso en el agua fría,
llovizna, vapor
aullidos
entre velámenes y mástiles
despego
¿adonde?, ¿por dónde?
las construcciones quedan
epifitas en la ceiba del mundo
y sólo el hombre navega
por el vacío
destapado y transparente
de su propio laberinto.
Las fachadas se desbocan
alveolo, semillero
celda en el corazón de la granada.
Los pájaros suben
de nuevo
salen y regresan por el pecho
jaula sin rejas
palabras aladas.
Y cómo no, siquiera este momento
detenido
junto al rumor solidario de la cascada,
reflejos, destellos en el estanque
bañándome con mis amigas.
4
Edward James, constructor que quiso morir como poeta:
“porque he visto tanta belleza como rara vez se puede ver”.
Y era la terrible belleza inevitable
la ruinosa casa del arte
inhabitable.
Y este olor a flores podridas
que el arroyo arrastra en su lomo
hasta las fosas más graves.
Y en el último rayo cenital
la bruma infundada
que –a piedra y lodo– sella las grietas.
PARA UNA BAILARINA DE OTRO MUNDO
Mantenerse en el mundo
tiene que ver con
el muslo tenso y vertical
sedente de una danza
y su plano inclinado
levantarse
sobre una piscina de luz
compacta
levantarse de un largo sueño
sin tocar el suelo
Virpi Pakinen desanda la orilla
baila
el silencio del cuerpo
sabe
cuánto depende del plexo aéreo
de su triángulo inverso
la roca la nube
la inscripción que flota en el trapecio
crece y el exfolio sube hasta los pies
que tocan la planta intocada
por el brote más alto
es el silencio del cuerpo y la cesura
la espesura del centro
que baja hasta su fondo ubicuo
irradia
un cuerpo
renacido
a la luz nerviosa
y al músculo del aire
vertical como un reflejo
cuánto depende pues
del trazo que sigue su camino
por la trama luminosa
cuánto del río de lava
que se apaga
fuera de la manga
de los haces
por más que se aferre
con manos de nudoso encino
su punto de apoyo
lo sabe
no saldrá
no brota del piso
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Nota: Virpi Pakinen es una bailarina extraordinaria de origen finlandés. Hace unos años tuvo una participación destacada, con una serie de obras solistas, en el Festival Internacional de Danza de San Luis Potosí.