Blanca Morel
(Madrid, 1970).
Es licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid. Ha trabajado en diferentes medios de comunicación, sobre todo en televisión, realizando labores de redacción, coordinación, locución y presentación en diferentes programas emitidos por TVE en Canarias, así como en otras cadenas y productoras. Ha coordinado talleres de poesía y colaborado en revistas literarias como “Fábula”, entre otras. Ha realizado numerosos recitales poéticos en Las Palmas de Gran Canaria junto con sus compañeros de grupo literario con los que ha escrito un poemario titulado “Taxidermia”, prologado por Leopoldo María Panero. Ha publicado el poemario “Bóveda” (Madrid, 2008, Editorial Amargord). Figura en el libro de relatos breves “Fricciones” (Tenerife, 2007, Asociación Beecham) y en la antología “Bukowski Club 06-08, Jam session de poesía” (Madrid, 2008, Ediciones Escalera).
No hay nada sólido
al final de mi brazo
mis manos de agua
escapan de tus dedos
mis manos de río
pasan sin mirar
un río que fluye
o un mar que se bifurca
llevamos una piedra
y mis manos se han hundido
llevamos una piedra
y no hay nada a lo que asirme
me hundo
clavada en esta fuente que me lleva
me hundo
y me alegro de morir
morir es respirar dentro del agua
Estaba a punto de tumbarme en el sofá
cuando de pronto inexplicablemente y con contundencia
se solaparon dos tiempos
y así me vi yo misma tumbada en el sofá
y en el instante en que esto sucedía
tendida estaba en mi ataúd y no era incómodo
tras la ventana
las cuerdas de tender la ropa fustigaron el aire de la tarde
caballos invisibles de dulcísimos corazones
agitaron sus ijares hacia el muere
me quedé dormida
la televisión bajita susurraba algo de selvas y leonas
mi reino se va desgajando en bigbanes sucesivos de universos indemostrables
me atraganta la vida y vomito con elegancia o crueldad o mezquinamente instantes de mí
meteoros de mí que se desprenden y viajan no sé a dónde
soy una niña sin principio ni final
es por mi madre y su beso cósmico antes de dormir
un sueño de átomos mecidos dulcemente
me arropa ella mi madre con el perfecto embozo
con las sabanas tensas
limpias
bien planchadas
y las incógnitas
todas ellas
son un lazo que en mi pelo infantil se desatan
en el centro de lo que arde
hay un lugar tranquilo y cotidiano
donde universos que serán esperan su turno