Quantcast
Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
Viewing all articles
Browse latest Browse all 7276

ROCÍO WITTIB [13.853]

$
0
0

Rocío Wittib 

Nació en Buenos Aires, Argentina  en 1989, estudia Relaciones Públicas. Desde 2009 tiene el blog http://lifevestunderyourseat.wordpress.com.




Del otro lado de este poema

Del otro lado de este poema
es invierno,
llegan las siete de la tarde
como un hombre llega a su casa después del trabajo,
tal vez como llegas vos,
cuando el cielo es ya metal oscuro
y el aire cuerpo de ese frío
que lo atraviesa todo.

Por tus calles se encenderán los faroles,
la luna más arriba
se acomodará entre las estrellas,
será una noche inmóvil
como el telón de una obra
que dio su última función.

Vos, estando solo en la pieza
sintiendo tal vez un poco de cansancio
encenderás un cigarrillo,
te desvestirás
como se desviste julio al llegar agosto,
y al salir el humo por tu boca
te llevará los ojos a nuestra foto,
pensarás en mí
y latirá más fuerte tu corazón.

Yo que solo sé extrañarte,
intento escribir este poema
pero más intento atarme a
para no cruzar a tu lado.



Recuerdos de noviembre

Pero tiene la luz recuerdos que son nuestros
L.G.M

A veces llegan recuerdos a nuestras orillas:
Caminábamos juntos por la ciudad,
el cielo azul imposible había salido de un poema,
y todas las esquinas eran la noche perfecta.

El mar del olvido los hace volver:
El tiempo jugaba a no pasar
las calles a perdernos
a no existir el futuro
y nosotros a brindar entre el tu y el vos.

Dan golpes en todo el cuerpo como olas al romper en escolleras:
Nada era posible
y todo sucedía,

Entran como la sal en la arena:
yo miré tus ojos que saben
detener la realidad en un pestañeo,
y comprendí que poesía
no es algo que se guarda en un libro
sino todo aquello que se olvida
cuando dos personas se miran con el corazón.

Desembocan donde todo comienza, una y otra vez;
en el corazón:
Nunca dejaremos de ser los que fuimos,
mientras tenga la luz de este mundo
recuerdos que son nuestros.



Si fuera esa mujer

A Benjamín

Si fuera esa mujer
que llega una noche a tu casa
y baja por el cuerpo de la melancolía
hasta tu ausencia,
tal vez,

si encontrara un papel
sobre la mesa, sobre la oscuridad
y para mi corazón leyera tu poema
y me diera cuenta que la vida es mentira
que el amor en el fondo es amor cuando todo se rompe
y en la orilla desesperación y pólvora,
quizás,

si algún día de invierno
al llegar la tarde
entrara por la puerta de tu vacío
y sintiera el humo reciente
del fuego que incendió el límite de la soledad,
tal vez, quizás,
si fuera yo esa mujer
esperaría que vuelvas a llenar la noche
y derramar en el amanecer
las cenizas de lo que nunca seremos.





(SIN TÍTULO)

La distancia más grande
son tus ojos.
El brillo, el filo,
la aguja que pincha
a través del aire.
Y mirarlos es mudar el alma
a un instante de armonía.
Entonces pido tiempo,
para contemplar,
para alcanzar el placer inmenso
que brilla tras tus cristales.
Y te veo puro.
El aire no es aire,
el aire no es nada,
y el mundo no es nadie,
y yo soy el aire
y tú eres el mundo.
Te envuelvo con mi mirada.
Y cada vez eres un mundo
un poco más grande,
un poco más suave,
un poco más sencillo
y más hermoso.





     PEQUEÑOS RASTROS DE LLUVIA

         Llueve sobre las palabras,
         lluvia que me ahoga.
         Sobre lo que he escrito
         no veo más que lluvia.
         Gota sobre gota,
         gotas sobre la ciudad
         el paisaje acuarelado
         de los días tristes.



LA NOCHE

Está sonando la noche,
se oye en el aire su brisa húmeda,
sus ojos tibios de luna.
Las horas desenfundan
el filo azul del cielo,
manto oscuro y peligrosamente exacto
que despierta nuestros corazones.
Los faroles amanecen para las calles,
qué agónicas quedan en penumbra,
donde el silencio virgen
se desnuda bajos los árboles. 
Elegante, suave, eterna siempre,
mujer, por su forma de seducir,
animal, porque nos hace la piel salvaje,
como su alma, siempre eterna.
Miles de estrellas como cómplices,
de un crimen o una melodía,
a veces no deja distinguirse,
pero todos sabemos que es perfecta




Precisamente ahora

Precisamente ahora
que se acaba el verano, que amenaza
con lluvias el cielo, que se mancha la ciudad
de gris, de ocre, del color invisible del viento
que levanta polvo, que arremolina basura en la esquina
que se pasea por las calles como un dios absoluto
al otro lado de esta ventana, al otro lado
de mis ojos, justo ahí, afuera
donde los árboles evidencian la llegada del otoño en el paisaje
y la luz abandona poco a poco el cielo
como yo me abandono sobre el respaldo de la silla
precisamente ahora que sin querer
me parece dulce esta contemplación inútil de la vida
de las palomas que huyen de las ramas que tiemblan
del tráfico, de la gente que camina por la avenida
sin detenerse, casi atropellándose unos a otros
de todo lo que sigue sin más su curso al otro lado de este café
mientras en el fondo de mi imaginación
suena una melodía alegre que me recuerda
que otras veces he estado aquí
que todo lo que sucede precisamente ahora
ya ha sucedido, pero también es necesario
que todo vuelva a suceder
que de eso, supongo, se trata un poco la vida
de que todo vuelva a empezar y de pronto
comience a llover la misma lluvia que nunca ha llovido.





Viewing all articles
Browse latest Browse all 7276

Trending Articles


MARÍA OLIMPIA DE OBALDÍA [9233]


JUAN ANTONIO CAVESTANY [14.478]


Un Pombero anti-robos


Goku tamaño real


ALFREDO HERRERA FLORES [17.044] Poeta de Perú



<script src="https://jsc.adskeeper.com/r/s/rssing.com.1596347.js" async> </script>