Susan Kiguli nació en Uganda. Escribe poesía desde la secundaria. Estudió Literatura en la Universidad de Makerere en su país natal. Su libro African Saga, que contiene 74 poemas, recibió un importante premio en 1999 y le ha dado renombre en su país y en el exterior. Sus poemas han sido considerados una respuesta lírica y positiva a la situación. Poesía como el milagro de la cotidianidad. Ha sido jurado del Commonwealth Writer's Prize. Ha leído sus poemas ante auditorios en Uganda, Ghana, Zimbabwe, Sudáfrica, Kenia, Gran Bretaña y Alemania.
Susan Kiguli (Uganda, 1969)
Tus ojos
En cuanto tocamos el Aeropuerto de Harare
Tu voz llega nítida
Yo te recuerdo entregando todo lo tuyo
Diciendo después
"Tú serás mis ojos".
Me aferro calladamente a tus palabras
Inquiriéndome si mis ojos
Aunque llenos de colegio
pueden alguna vez ser como los tuyos madre!
¿Puede un pequeño diccionario
Reemplazar una enciclopedia?
Recuerdo tu risa
Ante las historias
Sobre ciudades Británicas
Y el pequeño pobre
Agitando un magazín ante mi
Un extranjero
Gritando " 'yude al sin 'ogar"
Tu observación sobre cuan grandes se hacen
los ojos en los viajes.
Tú que posees un discurso profundo
Sobre cada experiencia
¿Cómo puedo ser yo tus ojos?
Me preguntaste
Si acaso aterrizar
Es la misma experiencia
Que despertar a una viuda?
¿"Produce la viudez
Presión en los oídos
Hace subir los intestinos
Del abdomen a la boca"?
La risa te sacudía
Y dijiste
"Bueno, la viudez es teatral"
¿Cómo puedo conocer el teatro?
Yo que nunca he alimentado
Catorce Hambrientos ojos
Con dos peces y cinco panes.
Nunca he peleado con un líder de clan
Por voluntad de un hombre muerto!
Apenas estoy aprendiendo
A fragmentar las cortinas
Y a perforar el silencio.
¿Cómo puedo ser tus ojos?
Manos embrujadoras
Para Kelwin Sole
Las manos que no pueden ser estrechadas a través de los océanos
Desaparecen en gris agua que a veces es
Compartida entre un blanco alegre por engranajes móviles.
El agua encuentra besos y parte esparciendo
Distantes cielos.
Las manos flotan sobre la superficie deslizándose
Una sobre la otra para mantener distancia y cercanía
Prodigiosas.
Palmas húmedas de agua de entrecruzadas líneas sufrientes
Que en su intensidad han escondido tragedias.
Las partículas de agua revelan únicamente sus propios espejos
Escondidas en capas amotinadas que guardan oscuras llaves
Del vapor que envolvía el cielo entre la intriga
Del misterio. Espejos que han conocido la depravación
Y visto individuos partir el pan, humedecerlo en vino
Y tragar grandes trozos con los ojos muy abiertos.
Espejos que han visto zuecos
Forzar a Lázaro a doblarse
Por temor de que barra migajas
Con su lengua seca.
Conmoción
Me conmocionan las barricadas
Erigidas para que el mundo pueda continuar
Sin ti!
Los escritos están de nuevo
Sobre nuestros muros
Babilonia se viene abajo
Pero en su lugar Asiria construye
Una nueva llaga
Un dolor diferente desciende sobre nosotros
Un fresco latido comienza en nuestros cuerpos
Continuo como una sirena
Pero no podemos descifrar
Su causa o su curación.
La nueva cría
Esta nueva cría de pitón
No es sagrada
Aferra el nervio de nuestro ser
Engullendo con gula
Disfruta el espectáculo de nuestro trastorno.
Esta nueva cría no se enrosca
Una larga siesta de un mes
Cuidando su satisfacción
Dejando que las hojas del pasto
Crezcan a través de su cuerpo
Hasta que las enzimas absorban
Su presa.
No, ésta hiere persistentemente
Millares de víctimas
Haciendo que los poblados se envuelvan
Ellos mismos en vacío.
Ahora, miramos entre
La boca de un nuevo pitón
Con distintos hábitos de acecho
Este no es un juego de risa
No podemos tolerar
En el placer de la especulación
O teorías inflexibles del abrazo.
No, este es el tiempo
Para vigilar las puertas
Para hacer que ruja el tambor
Para recordarnos
Que los enemigos deben ser nombrados
Este es el tiempo de ver
La cara del enemigo
Y saber cómo cuidarse.
Traducciones de Rafael Patiño
http://www.festivaldepoesiademedellin.org/
EL CURSO
Derribamos los pinos
Para que las flores crezcan
Derribamos los pinos
Y cuando las sierras tocaron
La savia de
Los encumbrados árboles
Derramamos lágrimas
Pero sabíamos que las flores
Tenían que vivir
Y que los árboles tenían que moverse.
Los maderos flotan ahora sobre el río
Y la falda de la montaña está desnuda
El denso verde se fue
En su lugar hay una luz frágil.
Traducción de Rafael Patiño Góez
Poema de Uganda
Because I love this Land
I hold a thousand tears
in the cup of my skinny hand
I carry ten thousand wails
in the deep hollows of my ears
I host a million bloated babies
in the deep brown of my eyes
I house ten million graves
in the curls of my thinning hair
I have stored pouches upon pouches of pus
in the blisters of my heart
So we do not talk about them; we do not sing about them
How can we sing of things we do not know?
How will we sing about old men’s guts eaten out by hunger, old men’s eyes closed for fear of watching axes tear the heads off their grandchildren?
How can we explain missing ears, lips, noses,
lone limbs traversing the land without their owners?
How can we ever talk about these things without tumours of bitterness teeming in our hearts?
No wonder we are silent.
I will not talk about them
I will talk of other things
Of the man who hung naked on a tree and sweated sorrow for us.
I will only sing of water and blood flowing out of a side and a voice that whispered
‘It is finished’.
I can speak about a glory
wrapping darkness in a shroud
and storing it in an eternal grave.
I will dwell on love of a heavenly prince
clothed in earthly tatters
fighting swindlers in the temple of God.
I will tell of a little child talking to bearded men about His Father’s Love.
I will sing about a risen Son and transcending peace.
I will dance of the victory of love embracing love
This is the only way I can ever walk upright.
The only way I can ever walk upright.
The only story I can bear to tell.
The story God calls us to live – a story in which violence does not have the final word.