Jhon Francis
Jhon Francis Peña Arévalo (Chulucanas – Perú, 1984, reside en el puerto de Chimbote)
Egresado de UNPI-EE.UU, y de Oxford University - Inglaterra. Actualmente asesora algunas universidades en investigación científica experimental. Dicta talleres y seminarios psicoterapéuticos y entre otros temas. Psicólogo, especialista en Psicopatología en Neuroelectrobioquímica, y Musicoterapia. Ex seminarista del Opus Dei. Reconocido como científico por sus aportes en la psicoterapia para la depresión por la IPE – Francia.
En la literatura ha publicado los poemarios “Dos Lunas” (2007, Editorial O), “Psicoanálisis de un poema” (2008, Editorial O), en narrativa ha publicado un libro de cuentos “Hablando con la soledad” (2011, Editorial J&M). Muchos de sus trabajos literarios han sido incluidos en diversas antologías y en revistas literarias, también en algunos sitios de la web, como Tinta de Poetas, Revista Ombligo, de literatura y algo más, entre otros, el poemario “Dos Lunas” ha sido traducido al turco y al latín, editado por Pamukkale, editores – Turquía, 2013.
-Ganador en el I Concurso de Poemas Temáticos en la Red Social de Poesía: "El mar"– España, 2013.
-Segundo lugar - Sexto concurso internacional de poesía “Renascentis” – Chile, 2013.
-Segundo lugar - Octavo concurso internacional de poesía “Innocent Poem” – Chile, 2013.
-Mención honrosa - Primer certamen internacional de literatura infantil “escrita por adultos”. Argentina, 2014.
CONSTRUCCIÓN DE UNA NOSTALGIA
Perdiéndome en la profundidad
de tus ojos astrales,
imaginando que tu corazón
palpita junto al mío
en estas noches
infernales de soledad,
sentirte tan distante
como los olvidos del hipocampo,
tan perdida en la memoria
de una carretera sin destino.
Extrañando el perfume de tus palabras,
escritas en el muro de mi poesía triste
que solo canta tu nombre,
esperándote sobre cada piedra
de este desierto de incertidumbres,
muriéndome en cada letra homicida
y dejando que el viento escriba
sobre la arena de tu piel,
que a cada paso avanza hacia mi
para golpearme la memoria
de tu presencia en mi corazón.
¿Qué color tiene el amor
cuando no se ve, solo se siente?
MAR MUERTO
Necrópolis de almas perdidas
en el lienzo de profundidades azules,
desierto de corrientes
que arrastran la memoria de corsarios y piratas,
que yacen entre montañas de oro y vasijas de ron,
viajan con las olas
para invadir la tierra de los pescadores.
Los gritos se ahogan
como una piedra desplomada al vacío,
y las palabras sin voz anclan en cualquier puerto
para vomitar todos los dolores,
y entonces recita un poema triste.
El náufrago ha llegado a casa
para cambiarse de ropa
y seguir perdiéndose en muchos caminos sin destino,
sin compañía,
tan solo la presencia de una brújula sin norte y sin sur.
Hablo con un caracol
porque me gusta escuchar el silencio,
dejo que esa música de olas sinfónicas
ahoguen las lágrimas del mar de mis ojos,
entonces comprendo que pertenezco al océano,
soy un fantasma de tiempos antiguos y olvidados.
Estoy hecho de agua y sal
como el mar de mi boca de pez,
solo espero que suba la marea
para zarpar a bordo de un recuerdo olvidado
y volver a ser otra vez mar.
MEDIANOCHE DE UN SEGUNDO
Es medianoche
y las agujas del tiempo
se han detenido en un solo número,
las luces del semáforo se han congelado
y el calendario no ha cambiado de fecha,
las páginas del libro que leí
han retrocedido como las olas del mar.
No hay segundos cardiacos que rompan
el silencio estoico del anacronismo,
los famosos Rolex
han perdido su valor
porque el tiempo se ha cansado de correr
en la inmortalidad de Dios,
se ha encarnado en las edades de los hombres
para comprender el desempleo de la vida.
Es medianoche
y todo parece detenido
como esperando impacientemente
que el semáforo pinte el color verde,
el polo norte a congelado
las piernas de Cronos
y todo el mundo está quieto como una roca,
la Tierra por fin se siente feliz
y a salvo por un momento,
ya puede respirar el oxígeno del universo
sin que el hombre se lo manche
con sus vómitos de dióxido de carbono.
El gallo de Pedro
ya no canta tres veces,
ni siquiera ha cantado,
se ha olvidado de las matemáticas y de Jesús,
es medianoche
y yo sigo inmortalizado
en este autorretrato de carne y hueso,
esperando que los segundos retomen
la marcha de la historia por escribirse.
CUM HOMO RENASCITUR
Entre las cenizas
donde existió el holocausto de lágrimas,
renace el fuego de mi ave fénix
y entonces soy como lo era antes
de ser un anatema.
Camino por carreteras sin destino
y me dejo guiar
por los ecos de voces sin palabras,
me levanto y me desplomo
en las cenizas de recuerdos infantiles
y abrazo una ilusión dormida
para renovar la identidad de mi yo,
por lo menos lo que queda aún de mí.
Renace mi corazón como flor de loto
y la iluminación alumbra
como luciérnaga la oscuridad de mis sombras,
y otra vez vuelvo hacer la luz
para los otros como yo,
que buscan renacer del polvo
levantado entre guerras consigo mismo.
PROVERBIO DEL ZAHORÍ
Nunca quiebres las alas de los niños,
nunca se puede perdonar un tajo de hacha
sobre un brote de semilla,
deja crecer las nubes de los veranos
porque las primaveras
necesitaran agua para sus flores,
entonces cosecharás colores
para pintar las canas del tiempo inexorable.