
FAKHRY RATROUT
Poeta palestino-jordano y nicaragüense (Al-Zarqā, Jordania, 1972)
Licenciado en Filología Árabe por la Universidad de Yarmuk (Jordania). Trabajó como maestro por seis años en la ciudad palestina de Jericó. En 2000 se trasladó a Nicaragua, donde trabaja actualmente como mercader de tejidos. Estos tres poemas pertenecen a su libro El paraíso de los sicarios (Universidad de Costa rica, 2010).
EN el instante de la caída del hacha
y el temblor de los árboles nacen los poemas más largos.
¿TODO este horizonte para un pajarillo
y para mí todos estos muros? Sólo lloran las preguntas.
¿De dónde se alzan todas estas olas
y qué deseos salvajes habitan en ellas?
¿Acaso saben dónde se van? Sólo gimen las preguntas.
EN el bosque. La hormiga, el pájaro, el pez de agua dulce
me dictan su testamento: el polvo, el aire, el agua.
Ya tengo inspiración y tablas.
Un rayo perdido en la noche del bosque me susurró al oído:
«Eres el camino
y también una nube perdida».
Cuando creas en las lejanas nubes
más que en el azul del cielo, habrá lluvia, me dijo.
Traducción: Amr Mohamed Said
http://elcoloquiodelosperros.weebly.com/traducciones.html
El paraíso de los sicarios
Que me ponga alguien la mano en el hombro y me susurre:
que la vida es aún posible
que no soy una ofrenda de dolor,
y que existen dos fuentes nubosas más allá de mi desierto
y que la muerte no duele,
mas es la mentira de los vivos,
que Dios no se enfada de un niño que quiso destruir el mundo
como un juguete del que se aburría.
Que me ponga alguien la mano en el hombro y me susurre:
que el cielo no me caerá encima,
y que el mundo no se acabará tras unos instantes. (sería preciso)
Por mucho tiempo se quedó desnudo bajo:
el sol
la noche
la lluvia
el viento
los excrementos de las aves
Tendrás la dureza del yeso antiguo (y olores únicos)
Dejó los zapatos en los umbrales del mundo,
el viento libertino robó su ropa
Dejó la oreja al ruido de las olas que en ella silban,
y vació sus poemas en los escondrijos de la noche
Sus aguas viajaron al mar grande,
se secó el pequeño río,
y se quedó solo con dos riberas y un cauce (ya estás ligero bajo una nube pesada)
En tus ojos bandadas de aves prisioneras
fija en las lámparas colgadas de los dioses
la mirada
quítate tu zapato desecho
rasca esta nube un poco
Quién dijo que las aves no dejan rastros (mira mis ojos)
Las tiendas beduinas están vacías
las llanuras desiertas
en tu puerta una cola de hambrientos
sabe que escondes trigo inmortal (Dios)
Deja el abrigo de la muerte colgado detrás de la puerta
sal y ríndete a brotes verdes
que empezaron a moverse las postrimerías del invierno
El abismo riega flores lozanas,
los gitanos a punto de marcharse,
y el desierto desea la coquetería de una flor (esparce tu ramo
a la derecha de la aridez)
En el cielo sonidos de truenos
añoro tu silencio,
en qué nubes te escondes (a cántaros)
La Catedral es el silencio de los pecados,
el sacerdote es un despertar aburrido
que da de beber el vino de su silencio a las antiguas campanas
y reza al primer santo que las colgó
en las torres de las catedrales neutrales (las campanas borrachas suenan).
Tienes el asombro de los niños y los profetas,
y el mundo es un crimen (el culpable desconocido)
¿Todo este horizonte para un pajarillo
Y para mí todos estos muros? (Sólo lloran las preguntas)
2008-[Mi trigo] Managua
(Una mano mutilada, un ojo apagado, un corazón perforado, una cabeza destrozada, un pie desgastado,
Ahora estás preparado para tu primera lección de existencia)
(Lodo y agua del sueño y dedos del dios, oh tú, creado con lo insoportable, ¿cómo se puede derrotarte?)
(La nariz, el ojo, las orejas, ay de estos malditos orificios, de ellos se desliza el mundo, ¿Quién los taparía?)
(En las paredes de tu alma, negra humedad, algas oscuras
¿A dónde vas, viejo eterno?)
(En tu cara la topografía de un cementerio, en tu espalda un tumulto de cadáveres
La extensión del camino es tu realidad)
(Los ojos sorben el mundo, que baja poco a poco a la vejiga)
(Los ojos abiertos al vacío, los finales no vienen
El vacío abierto a un llanto que no empieza)
(Los ojos que vieron demasiada belleza, un insoportable pánico,
se convertirían en harapos,
la imagen inmóvil, crece y crece
Será inútil erradicarla)
(Olor de carne asada, olor de sangre, olor de mar, olor de bosques,
olor de vulva, olor de axilas, olor de barro
¡Oh fatigada nariz!)
(Si tuviera unas tijeras, no cortaría una flor. Cortaría mi nariz)
(Este mundo tiene un catarro endémico
y limpia mi nariz con pañuelos de suicidas)
(En la primera oreja llanto, gemido, en la segunda aullido,
en tu boca florece el lirio)
(¿Qué pasa por tu cabeza?)
(Un inmenso seno alado, seguido por una jauría de bocas abiertas que no lo alcanzan
La leche gotea en el vacío…en el vacío)
(El corazón es un óxido que se acumula, el cuerpo del aire, duro
Necesitas terror y un martillo más grande)
(Un pie con cinco dedos pasó por todas estas escarchas,
el polvo que se quedó en el zapato es la leyenda
Los desgastados zapatos colgados en los cables de electricidad
Dejados por soñadores al volar)
(A la puerta del hospital declaro: quiero un lavado de memoria
Vomitaré mis poemas de una vez)