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Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
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MUNIS FAIK OZANSOY [9869]

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Munis Faik Ozansoy
(nacido el 22 de marzo 1911 Lesbos Grecia ) - (murió en 1975 ), fue un turco, poeta y escritor.

Munis Faik Ozansoy. Nació en 1911 en una isla de Mitilena, donde su padre era gobernador, en el seno de una familia de poetas, entre los que se contaba uno de los más importantes de finales del siglo XIX, su tío Süleyman Nazif. Estudió en el Colegio Mayor de Galatasaray y se licenció luego en Derecho. Trabajó para la radio y la prensa y figuró entre los fundadores de la revista Hisari. Fue de los primeros de su generación en  valorar nuevamente las formas clásicas. La mezcla de clasicismo y modernidad resulta en sus poemas altamente sugerente, creando contrastes como el destello de una gema o el enigma vislumbrado a través de una puerta entreabierta.




Traducción: Clara Janés



ALGO FALTA

Algo falta aquí donde me encuentro.
Algo falta, pero ¿qué es? No lo sé.
Tal vez naciera el mundo que presiento
si, al morir un día, se abriera una cortina.
Sobre  la redonda superficie de la tierra
todo está más o menos nervioso, limitado.
¿Qué ocurriría si la mano de algún hechicero
se detuviera un instante sobre todas las cosas?
¿Si los colores se conciliaran, si se afinaran las líneas,
si naciera un mundo sin materia, infinito?
¡No cabe, no cabe nuestra imaginación
en tres lados, cuatro puntos y cinco sentidos!








LOS JARDINES ENCANTADOS

Jardines encantados se reflejan sobre espejos escondidos.
Se convirtió en realidad el recuerdo de aquella época de leyenda.
Ruiseñores cantaron sobre los ramos en flor,
surtidores de oro llovieron sobre fuentes de plata.
En las comarcas del sueño no existen el horizonte,
el espacio ni las fronteras.
Ni invierno, ni verano, ni primavera. Un clima distinto para cada cosa.
La Vida, con alas azules, es un sueño continuo.










YAMILY YUNIS [9870]

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Yamily Yunis Poeta, periodista y traductora literaria peruana.  Actualmente docente en la Facultad de Lenguas Modernas de la Universidad Ricardo Palma.

Poemarios:

-Levita la palabra ,  Poemario. Jaime Campodónico/editor, 1990.  
-Infraganti.  Poemario. Jaime Campodónico/editor, 1998,  Colección del Sol Blanco.
-Estoy otra vez en el desierto…Poemario. Santo Oficio/editores, 2007.
-Palabras sin fronteras fronteras sin palabras. Antología poética. Libun, 2011

Traducciones: 

-19 poetas franceses hoy, una antología.  Traducción de poesía francesa contemporánea. Jaime Campodónico/editor, 1995, Colección del Sol Blanco.  
-Poesía Francesa Hoy, Una antología.  Edición corregida y aumentada de la traducción de poesía francesa contemporánea. Jaime Campodónico/editor, 2002, Colección del Sol Blanco.
-Lo de afuera y lo de adentro. Traducción de “Le dehors et le dedans”, obra poética del escritor suizo Nicolas Bouvier.






De: Levita la palabra



A veces
Segundos antes y
Minutos después
Sin darme cuenta acaricio lo malo
Y sacrifico la verdad.

Es entonces
En el instante mismo
Que doblo el brazo
Y escondo la tristeza
Entre los pliegues
Acomodo los temores
Traicionando la verdad.








Mirar el cielo con los ojos nuevos
sentir la vida con el alma limpia
oír las voces con el corazón abierto
conducir los pasos con los pies ligeros
Morir un poco con la vida llena








De: Infraganti


Poema 1

Debo dejar claro que me gustan los hombres
y me gustan las mujeres

Que me gustan los hombres buenos
y las mujeres malas
esas de ojos grandes
párpados de mariposa
arco iris de día lluvioso y soleado

Esas que no poseen cuerpo
que lo van dejando en el camino
tan transitado
con su piel recia piel de ángel
deseadas
tan calladas
con esa risa bermellón

Me gustan los hombres buenos
esos que besan los pechos
y los dientes de una mujer de colores
o de negro

Esos que bajan la mirada
o que miran de abajo arriba
con ese olor de noche
con esa mirada de día claro
y esas manos que no tocan

Se hunden se funden
al vientre compartido
al vientre profano
alegre
ese que gesta
que crece
se habita 
se vive 
se abandona


Me gustan las mujeres malas
maquilladas y frescas
levantando sus rezos a Istar
o blasfemando

¡qué importa!

Fuertes como flores silvestres
y eternas







poema 9

Si tú pudieras ser mis ojos
Verías cómo se vacía el mar en mi boca
Verías cómo se acomoda la tierra en mi vientre
Verías cómo el cielo desaparece en mi pecho

Si pudieras ser mis labios
Te deslizarías sobre mis palabras
Resbalarías en mis acentos
Apagarías esos puntos y los otros
Húmedo beberías mis límites

Si tú fueras mi aliento
Sabrías cómo quema el sol de bien cerca
Yo sería como un dios desterrado
Inventaría vidas y universos
O tal vez apagaría la vida en un respiro







De: estoy otra vez en el desierto/creo que me quedaré allí por siempre a cubierto de la vida bajo un sol que me quiebre la piel o azotada por alguna tormenta 


Vuelvo a las andadas 
dentro de tu cuerpo
con tu sexo
revoltoso
tomo la palabra
te tomo
cálida tu boca
tibios tus brazos
es un viento tu voz
en mi oído
quiero todo de arriba y de abajo
el color de lo oscuro
pasea por mi cuerpo






Bailo sobre los dorados rayos del sol
Cabalgo a los vientos cuando se va la noche
Beso la luna al caer el día
Habito el oasis más transitado
Hombres y mujeres tocan mis velos
Besan mis cabellos
Se contorsionan frente a mí
Soy el cuerpo de todos
La piel del tiempo
Aire que busca aire
Mujer abierta deseosa de risa
De llanto de manos de besos
Estrella de mar tatuada en el vientre de dios
Soy la ramera del desierto
Que redime el cuerpo
Agua de lluvia
Bajo dunas y médanos
Y me entrego a mi ángel
Ese que pisa mis talones desde hace años
Busco el placer en cada grano de arena
Pierdo el tiempo todo el tiempo
Ente nómadas deseosos
Enciendo una palabra en mi boca
Ilumino mi morada
Oasis lleno  oasis bajo una tormenta
Simún me cabalga
Siroco espera
Soy la que duerme con los vientos
Tendida sobre la arena
Bajo un cielo que se enciende






Soy arena en tus manos
arena en tu cuerpo
un viento suave me dispersa
es la respiración del tiempo
me libero entre tus dedos
caigo dispersa como la idea
que no sobrevive
soy arena del desierto
ese que me libera y me contiene
soy la arena de tu orilla
esa que permanece húmeda 
y espera
soy el espacio recorrido
el todo desintegrado
partícula errante
médano sombrío
duna encendida
soy la arena que te conforma
el viento sopla
o suspira
es el tiempo siempre
jugando con la arena






De: Bajo la carpa azul (Inédito)



Ser 

Todos los amaneceres acampan en mis ojos
y los crepúsculos se atrincheran en mi vientre
Todas las lunas se acomodan en mi lomo
y los soles en mi pubis
Soy el Atlas castigado a recoger los días en fuga
Mujer-hombre apostado en las esquinas del dolor
contenedor de los desperdicios vitales
Todas las noches anidan en mis cavidades
incuban la mortalidad
y los sueños gestados en el delirio
del no saber 
Amaneceres, crepúsculos, soles y lunas
noches sueños y días 
entran y salen de este cuerpo 
que se pierde en la caprichosa eternidad






ENCUENTRO

...nos vemos en el horizonte
ahí donde existo, el horizonte,
vago e infinito
ahí me encuentra la mirada perdida
la mirada que sueña
ahí hago el amor, en el borde mismo de tus ojos
en el extremo siempre expuesto y entregado
con el aire viajero
hago el amor, también la guerra, cuerpo a cuerpo,
con las aguas volubles
a veces con los dioses rufianes y benévolos
el horizonte firme y mi deseo versátil
se besan todo el viaje
llevan el abrazo impaciente
perverso y sublime
del instante prolongado
...nos vemos en el horizonte
ahí donde abro los brazos, las piernas,
los ojos, la boca
y me devoro en ti.








FAZIL HÜSNÜ DAĞLARCA [9871]

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Fazil Hüsnü Daglarca
       (Turquía, 1914-2008)
Poeta turco nacido en Estambul. Uno de los poetas turcos más prolíficos de la Turquía republicana con más de 60 colecciones de poemas publicados. Su uso purista de la lengua turca trajo una nueva dimensión a la literatura contemporánea de éste país. Sus poemas tratan temas globales, como la prehistoria de la humanidad, el cosmos, el antimilitarismo y la Guerra de la Independencia Turca.
, considerado junto a Ilhan Berk, como el mayor de los poetas vivos. Terminados sus estudios  generales en la Academia de Guerra, en 1935, se especializó en la Escuela de Tiro. Como oficial de infantería recorrió diversas regiones del país. Fue coronel del Ejército hasta que en 1950 dimitió de su cargo y  fijó su residencia en Estambul. Ajeno a la influencia extrajera, pero con una visión de interdependencia entre todas las culturas, utiliza las singularidades de su idioma, que conoce a fondo, de forma creadora, empleando a la vez un vocabulario sobrio y sembrado de imágenes del paisaje de Anatolia. Dağlarca es uno de esos poetas intraducibles por su modo de emplear la lengua. Sin embargo, el poema se salva porque algo queda siempre debido a sus imágenes y conceptos. No en vano, en el primer simposio de poesía de Estambul, sin duda oponiéndose al conocido aserto de Mallarmé (“la poesía está hecha con palabras”), dijo: “la poesía es lo que queda cuando desaparecen las palabras”




Aguas turcas (fragmento)

Las aguas son más sabedoras
que nosotros.
Como las alas más altas de nuestro afán
ven la luz de la noche
más pronto
y reconocen el pulso del dolor de cabeza
en las sienes,
el suave aleteo del pájaro ajado del desamor
picando todavía en los surcos de la frente
la espuma y las claraboyas de la soledad,
aguas obscuras del espejo último,
aguas que transportan el eco de la voz
desnuda del poeta hasta el silencio.
Como flores silvestres abandonan su hechizo azul
antes de romper el alba.
Más saberdoras que nosotros,
toquen nuestro albedrío con las manos sagradas
del arroyo del verso más oculto al deseo
del poeta que sueña: Dios es
un hombre sencillo que aguarda la virtud del poema,
el perfume del pinzón que alza el vuelo. 






Traducciones de Clara Janés:



EL QUE HEMOS MATADO

Tenía unos ojos que chispeaban con la noche.
Era valiente, demasiado valiente.
Nos hemos parado ante la puerta de la cueva oscura.
De paso, dejamos la lápida.
Con un inmenso chillido, se ha callado
el confidente de las noches y de los montes.
Ya no es como nosotros:
ya no bebe, ni se mueve:
jamás despierta,
duerme poco.
Serán tan extraños y tan sencillos
los adornos que hagamos con sus adornos.
Claros como sus plumas,
ciegos como él.
Preparado está, en la enemistad de los que le rodean,
el festín inagotable de la victoria.
El festín de que se alimentarán, al mismo tiempo
nuestra mente, nuestro miedo, nuestras manos.








MAR MEDITERRÁNEO

Dices que
las estrellas
van a rozar tus manos.
Dices que,
dentro de la penumbra silenciosa,
existe un lago
para los enamorados.
Dices que
estamos solos,
dentro de la noche azul,
y no puedes dormir.









HASRET 

Sevgimi unutmak için seyrederim bir tabloyu, bir mermeri,
Ki ne kadar dalsa ruhum yeniden döner geriye:
Okurum düşüne düşüne okuduğun şiirleri,
Senin düşüncen geçerken üzerlerinde bir sıcaklık kalmıştır
diye






DÖRT YAPRAKLI YONCA 

Çıkamaz çocukluğundan dışarı
Kimse.
Oynamamız bundandır.
Kara toprakla binlerce yıl.

Çıkamaz çocukluğundan dışarı
Kimse.
Bundandır sevmemiz
kiraz ağaçlarını.

Çıkamaz çocukluğundan dışarı
Kimse.
Kardeşliğimiz bundandır
Mavi sularla binlerce yıl.

Çıkamaz çocukluğundan dışarı
Kimse
Bundandır inanmamamız
Kocaman bombalara.








SULAR BİZDEN AKILLIDIR 

Sular bizden akıllıdır, daha evvel görür akşamı,
İner havadan önce, karanlığa,
Büyük bir balık gibi ortadan silinir,
Kaçışırken hayvanlar dağa.

Sular bizden akıllıdır, memnun olur,
Sadece ağaçlardan.
Başka insanlardan değil,
Bizi yalniz bırakan.

Sular bizden akıllıdır, uyumaz,
Açar maviliğe, iri gözlerini.
Ve bekler bir ölüm sırrı içinde,
Kendi hayatının yerini.







GÖRE 

Bana göre dağ
Yalnızdır
Uykusuzumdur
Dağa göre ben

Ben
Dağa
Göre
Deliyim

Dağ
Bana
Göre

Dağa göre ben
Uzanamam
Ulaşamaz
Dağ bana göre








AKDENİZ ACILIYDI XIX 

De bana nasıl öldürebilir kişi kendini
Sevgiyçin.
Sonra nasıl düşünebilir deniz deniz
Sonra nasıl sever?

Güzellikle çirkinlikle ilgin yok
Büyüksün
Ve varsın her oluda
Buğdaydan yalıma dek.

Duy gecenin üstünden
Seni düşündükçe
Öyle yaslıyım ki
Yeryüzünün bütün sevgilerine gülüyorum.

EDIP CANSEVER [9872]

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Edip Cansever'in bir fotoğrafı


Edip Cansever (Estambul, TURQUÍA  8 de agosto de 1928 - 28 de mayo de 1986) fue miembro del grupo de poetas conocidos como İkinci Yeni o "Second Nueva", la segunda ola de poetas turcos que abrazaron la modernidad. 
Cansever es un poeta existencial, no un poeta histórico.



OBRAS:

Poesía Libros 

İkindi Üstü (1947)
Dirlik Düzenlik (1954)
Yerçekimli Karanfil (1957)
Umutsuzlar Parkı (1958)
Petrol (1959)
Nerde Antigone (1961)
Tragedyalar (1964)
Çağrılmayan Yakup (1966)
Kirli Ağustos (1970)
Sonrası Kalır (1974)
Ben Ruhi Bey Nasılım (1976)
Sevda ile Sevgi (1977)
Şairin Seyir Defteri (1980)
Yeniden (1981)
Bezik Oynayan Kadınlar (1982)
İlkyaz Şikayetçileri (1984)
Oteller Kenti (1985)

Historia, Novela 

Gül Dönüyor Avucumda (Ölümünden sonra, 1987)
Şiiri Şiirle Ölçmek: Şiir Üzerine Yazılar, Söyleşiler, Soruşturmalar. Hazırlayan: Devrim Dirlikyapan. Yapı Kredi Yayınları, 2009.







Traducido por Clara Janés


MIENTRAS SE ESCRIBE UN POEMA

I

La fucsia necesita sol
De agosto es el camino
(El primer verso lo dijo un jardinero
el segundo, yo)
Junio es un vaso para el sediento
(Lo escribió alguien cuando estaba bebido
Al pie de las notas de arriba)
Con las rosas blancas en su mano
La mujer que sube las escaleras
Es un marco en algún sentido
Una declaración
(Lo cogí de un cuento de JOHN CHEEVER
Enseguida convertí la frase en cuatro versos)
Aquel verano no se dijo una sola palabra
Y se acabó todo lo no dicho
(El primer verso es del cuento TREINTA AÑOS de BACHMANN
Lo subrayó mi amiga con el lápiz de labios
Era un evento sin evento el segundo verso
Vi a la mujer a la que amé una vez
Sentada junto a la ventana
En el bar de un hotel al anochecer
En una servilleta de papel había escrito esto)
De junio es el camino
De mayo es el camino
(Quizá pronto escriba versos así.)







MIENTRAS SE ESCRIBE UN POEMA

III

No están helados, sino arrancados de un río
Estos versos, dijo sin motivo
Me acerco y empujo la prosa
La detengo esté donde esté (la poesía)
Igual que un cristal, sobre las llamas trémulas
Transparente, densa, equilibrada.
Pescó un pez mientras tanto (justo había terminado las palabras)
Se alegró como si encontrara braceando
El resbaladizo dios de la soledad.







Bu Gemi Ne Zamandır Burada

Bu gemi ne zamandır burada
Çoktan boşaltmış yükünü
Gece de olmuş, rıhtım da bomboş
Mavi bir suyun düşünü uyutur bir tayfa
Arkada, güvertede
Ah, neresinden baksam sessizlik gene.

Yürürüm usuldan, girerim bir meyhaneye
İçerde üç beş kişi
Yalnızlık üç beş kişi
Bir kadeh rakı söylerim kendime
Bir kadeh rakı daha söylerim kendime
–Söyle be! ne zamandır burda bu gemi
–Denizin değil hüznün üstünde.

Belki yarın gidecek
Bir anı gelecek bir başka anının yerine.
İnsan bazen ağlamaz mı bakıp bakıp kendine?


HALIL BÁRCENA [9873]

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Halil Bárcena


Halil Bárcena 
Halil Bárcena (Renedo, Cantabria, 1962) es islamólogo y especialista en mística sufí. Es licenciado en ciencias de la información, diplomado en lengua árabe, máster en estudios árabes y diploma de estudios avanzados en humanidades. Ha cursado estudios islámicos y de filología árabe y persa en Marruecos, Jordania, Líbano y Siria. Formado en musicología oriental, es intérprete de ney, la flauta derviche de caña. Colabora con las universidades de Barcelona y Deusto. En 1998 funda el Instituto de Estudios Sufíes de Barcelona, ​​que dirige desde entonces. Dirige también el grupo de música y danza sufí 'Ushâq. Es autor de la monografía El sufismo (Fragmenta, 2008), la versión de la que en castellano-ampliada-, Sufismo , se publicó en 2012 también por Fragmenta. También es autor de la traducción de Diwan , de Hal · Lag (Fragmenta, 2010), una edición bilingüe árabe-catalana caligrafiadas a mano por él mismo. Es coautor, con Mariano Corbí, de Jesus de Nazareth, el mito y el sabio. Una lectura del Evangelio de Juan desde una espitritualidad laica y desde el sufismo (2010). Es asesor de la colección Sagrados y Clásicos de Fragmenta.





Adiós a las afueras de Rímini

A M. N., flor encontrada en el camino


Diré adiós definitivamente
a este sol nupcial de mis tardes extranjeras.
Adiós a los mirlos, a las yeguas ensogadas;
adiós a las carretas que cruzan junto al mar
y salpican con su tránsito solemne
el desdén de las horas baldías.

Diré adiós definitivamente
al zaguán ateo donde vertí estrofas y flores.
Adiós a los cuerpos jóvenes, barbitúricos,
migratorios y borrachos,
que sajaron mi soledad en noches tabernarias
de música exacta, vino y cartas.

Diré adiós definitivamente,
adiós a las uvas, a los pétalos malditos;
adiós a las callejas que trepan 
como serpientes de piedra,
hasta el mirador desvencijado 
donde gime la luna inexistente.

Diré adiós definitivamente,
hundiré mi memoria atormentada
en este rincón escueto.
Adiós cigarras de plata, copas nubladas,
branquias de damasco, gargantas temibles.
Definitivamente, adiós.

(Tercer premio Ángel González de Poesía 1989, Ayuntamiento de Oviedo, p. 31)





Díptico

Diálogo

"Hemos caminado más allá del sueño,
hemos amado más allá del corazón"

(Alí Ahmad Saíd Adonis)


Con el rostro macilento,
dolorido,
colmado de una tristeza de siglos
y con su calma tradicional,
me pidió que nos sentáramos 
en el zagüán de la casa,
junto al venero,
y me preguntó:
-¿Qué haríamos si no tuviésemos tiempo?-
Un pájaro de alas muertas
y luz trémula
saltaba entre las piedras.
Mi corazón latía
en fulgor solitario
como una palabra 
en un verso de Adonis.







Ausencia

La noche de tu ausencia 
es larga
y pedura más allá
del amanecer
oscureciendo los días.
Tu vacío agrieta
las paredes de la habitación
y me obliga
a vivirte en sueños.
Pero jamás mi imaginación 
te abarca.
Y huyo avanzando 
como un cadáver
por el sarro de las calles.
Miro... busco...
como quien todo ha perdido,
mas nada hay en ellas 
que supla tu falta.
La noche de tu ausencia 
es larga, muy larga,
y afilada.

(Publicado en La Ortiga, nº 8-10, diciembre 1997-marzo 1998, pp. 97-98)








Homenatge a Beirut

Setembre, 1993




I

Capvespre brom a la ciutat inhabitada.
Al lluny,
un parell de gavines assagen 
el seu vol morent.
Plaça dels Màrtirs:
rufagada d'ira,
desert fumejant obert a tots els vents,
filla ilegítima del Monsieur Violència,
palimpsest d'alfabets ferotges
que perduren fins a la darrera foscor.
Lloc d'estrall i esgotament.
Absència d'horitzó.
Cendra.
Residus.
Canons de pumicita
que amaguen els seus pits sanguinolents 
i ploren pel brunzit de les bales.
Silueta sutza d'engunals
que excreten la lava de tots els morts,
de tots els que transitaren pel fang
quan no tenien ni l'edat del rossinyol.
Plaça dels Màrtirs:
l'alè és efímer
i fugisseres les pregàries
que hom escup al vent de la nit,
quan la lluna és un seguici fúnebre
surant damunt les formes exactes dels absents.






II


Burot de llum.
Ègida de cant.
Ocell courenc de la nit.
... Beirut.
Mapa del cor.
Dèdal d'escuma i sal.
Grilló encès.
... Beirut.
Mot d'aigua.
Salze blanc.
Ventre adolescent.
... Beirut.
... Beirut.






III

Al matí, l'home de capell gris i corbata de seda cull petxines i pedres llises a la platja. Quan cau el sol, passaja entre perfums de baladres. Pren arak al vespre, mentre refà un grapat de versos guerxats. Hi ha mots, mentrestant, que pereixen en el carmesí retràctil de la llengua. Ja de nit, sent al lluny el xiuxiueig enjogassat del mar de Beirut. Abans d'enllitar-se, l'home de capell gris i corbata de seda esguarda la llum debolida dels estels d'Orient (Josep Carner a Beirut).


(Publicat a Palimpsestos, nº 9/10, hivern 1996, p. 34)





GUSTAVO ADOLFO BECERRA [9874]

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Gustavo Adolfo Becerra

Consultor Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO.

Director de Comunicaciones y Contenidos del Instituto de Investigaciones Agropecuarias. Editor de la Revista científica-divulgativa “Tierra Adentro”, hasta mayo del 2012.

Diseño, producción, administración y realización de la Plataforma INIA dedicada a la Transferencia, Extensión y Difusión sitio web INIA Informa, soporte digital al servicio de estos propósitos. Este instrumento es una extensión del Sitio Web Institucional del INIA, dedicado –casi con exclusividad- a los contenidos audiovisuales (con altos componentes pedagógicos), cuya ventana principal desplegará un informativo nuevo por día hábil y un conjunto de Bancos de Videos organizados temáticamente en torno a la zonificación INIA del territorio (2012). 

Encargado de Cultura de la Fundación de Comunicaciones del Agro, 2006-2010, Ministerio de Agricultura. Creador de Red Nacional de Radios. 

Jurado del X Festival Internacional de Cine de Costa Rica (2003). Jurado de Honor del Festival de Cine de República Dominicana (2004). 

Agregado Cultural de Chile para Centroamérica (Ministerio de Relaciones Exteriores) entre el 2000-2005. 

Asesor de Comunicaciones del Instituto de Desarrollo Agropecuario de Chile y responsable de la Red de radios a nivel nacional, 1994-1998. 

Asesor del Ministerio de Agricultura y Director de la Casa de la Cultural "Anáhuac" 1990-1994; 

Coordinador Ejecutivo de la Vicaría Esperanza Joven (Arzobispado de Santiago) (1980-1996). 

Director del Programa de Tv “Tierra Ciencia” (2008-2010), emitido por una Red Nacional de noventa Canales Regionales de Tv. 

Ha trabajado como director, director de arte y guionista en las películas y videos Dance of Hope (dirigido por la Premio Oscar de la Academia, Deborah Shaffer), Mis amados Valles, Concierto en Montegrande (con el pianista Roberto Bravo), y los documentales grabados en Costa Rica: Lo que queda del Paraíso (con el Cuarteto Latinoamericanos de Saxofones), dirigido por el cineasta mexicano, Gabriel Retes),” Música ríos y calles” y “Con Neruda en el corazón”. 

Productor Ejecutivo y Animador de programas radiales (220 emisoras en línea), vinculados al mundo de los pequeños productores, a través de Radio “Chilena”. Esta Red radial ha sido uno de los más potentes instrumentos comunicacionales al servicio de la agricultura, porque ha permitido por diversos medios técnicos, aproximar a los propios productores a la realización del programa radial.

Escritor y realizador chileno. Miembro de la Sociedad de Escritores de Chile, Número de Inscripción 1.992.

OBRA:

-“Pactos. Hombre sentado junto a una montaña”, Ed. Costa Rica, 2003, San josé. 
-“El Libro de las Dispersiones”, marzo del 2006, Santiago de Chile, Ed. Cuatro Puntos.
- "Tolo Nei"






SISTEMA DE TARJETAS PERFORADAS

“Miles de años antes de que la invasión norteamericana llevara la civilización a Irak, en esa tierra bárbara había nacido el primer poema de amor de la historia universal.  En lengua sumeria, escrito en el barro, el poema narró el encuentro de una diosa y un pastor. Inanna, la diosa, amó esa noche como si fuera mortal. Dumuzi, el pastor, fue inmortal mientras duró esa noche”. Eduardo Galeano


Dios de los ápteros / como nosotros. Dios del Filo 
de la Espada /del Lápiz-Cuello de Miel. Rabindranath Tagore: 
“Pequeñas nacen las grandes cosas, su poder está en su crecimiento” 
Dios de la Nube-Cirro, autotrófos y Piedras Taladradas 
a uña, a Boquerones, a Retiro de Escuadras. 
Dios de las especies en LRcd (Lower Risk: conservation dependent). 
Dios de los Encierros, Corrales y Cercos. 
Dios de la purificación tiwanacota. Dios de los Ocelos, 
Suris, Huacayas y Bofedales, animoso del Águila culebrera 
y la Mazorca antociánica. Dios de Armadillos y Ungulados, 
de las Paradas Barba Azul y Frente Roja, camélidos y Transportadores. 
Dios de Seres Vidriados y Acumuladores de Tristezas. 
Un día volaremos a Madrid/ o a Coroico, cabrón. 
Así como si tuviéramos Alas volaremos. Llenas nuestras Alforjas 
de quinua, mucílagos[1] y sajama[2]. Llenos nuestros Corazones de Oro. 
Sin querer (se) nos sale la Risa por los Poros. 
Auge gomero y estannífero. Lejos de la Guerra del Acre[3] . 
Lejos de la Guerra del Pacífico. Alturas entre los Cerros. 
Cerros entre Alturas. Subiremos --puros y gigantes-- respirando 
Nieves / hasta las Nuevas Cumbres Humanas. 
Cuando sobre estas Colinas / dejemos de Ascender 
otros Rostros, Olejaes y Estaciones / nos esperarán. 
¿Verdad que lo sabes? Altiplano de Hojas Secas, 
Luna / y Receptores. Muerde Hoja de Coca y bebe Té. 
Apacigua Turbulencias. Refresca el Alma. ¡Ahí está la Fuerza! 
Luna llena de Ciruelos y Naranjillos. De este Naranjillo 
crecerá la Música del Triunfo. Receptores 
Instalados en la Memoria. La Memoria como un Todo Mágico, 
atrapada en sí. En sí misma / Mordida. Mordidos también 
nosotros en sus Maternidades. Quena-tres y charango / dos veces 
para todo Murmullo de Abejas y Valles. Arado de Palo removiendo 
suelo de la Vía Láctea: animal ácido / que pace 
en la Pradera Rocosa, sudor de Duna en la Manzana. 
Instalados en el Jichhapi Jichhaja [4] / retornamos al Útero terrestre. 
Nunca hubo mayor Expectación / incluso posible de Tocar. 
Tambores y Bronces en el Umbral. Espacio Mítico al cual 
accedemos, camba o colla [5] , una sola Vez por Vida. 
Exultante la Historia / removiéndose, inhumada. 
Igual que los Cóndores que cantaron /a nuestro 
ingreso al EM (Espacio Mítico) / por una sola vez. 
Challados con chicha, cerveza y singani [6] bailamos 
takirari [7] a la Virgen de Urkupiña [8] y escuchamos a Luzmila Carpio. 
Dejo que brillen / los Planetas sobre el Pique Macho, 
masaco [9] y silpancho [10]. ¡Tanto frío en una sola Noche! 
Una Jarra de Leche / y los Niños ya no morirán de Hambre. 
Tiene razón el Centinela de los Hoyos Negros. Tiene razón 
cuando mira con desconfianza. Pierde de Vista / Sensatez y Cobardía: 
otras Montañas-Amarillas en el Horizonte 
comienzan su Marcha definitiva, dibujadas casi a Mano 
contra el Negro-Infinito. El Negro más negro / que se tiene razón. 
Nunca otra Marcha de Montañas como ésta. Prepárate 
para ser Feliz–-dijo. Enséñale a tu corazón a Cantar en Coro. Y comer mijo. 
Así comienza la Profecía : abajo del Abismo 
nuevos Abismos. Nadie dice que crecerán porque sí 
Hospitales, Escuelas y Librerías --dice el poeta Uru / Campero. 
"Traen por arado-thajlla un palo"[11] . Desde mi Posición 
de Observador  privilegiado / realizo un Plano General 
de la Historia y primeros planos sobre los Rostros 
qhishwa-aymaras (muchos de ellos perdieron la forma de ser Visibles). 
Eran miles de indios / muertos / podía ver sus Huesos Rotos 
bajo Montañas de Desperdicios y Colmenas. 
Músculos flojos y Risas / bajo la Maraña 
comienzan a reconstruirse. Algunos en Brigada. 
Otros tocando Tarkas y Pinquillos de Tres Agujeros. 
Sostenidos en Awuayu-pallay [12] y Chalecos / niños 
disfrazados de Pepinos, Pocholos y Kusillos / recogen  la Vida 
de los Árboles Sagrados. También los Amantes-Polvorientos 
cuyos cuerpos fueron cubiertos de Lunas 
caminan hacia el Árbol inmemorial. Ahí, en su Metro 
Cuadrado de Anónimo, cruzado de brazos / molido a Golpes 
el Indígena hace correr su Voz-arroyuelo de Bosque. 
Cada cual con su Río en el Bolso-axsu 
para el Largo Camino / por recorrer. Las Nubes-Virgas [13] 
tienen Sentido / en ese ajuar. Más allá otros Cuerpos Expuestos 
trabajando aún la Hondura de la Piedra : el cuadrilátero 
del Despegue y la Quedada , cosidos de Labios / sepultados Vivos. 
La Canalización-larka de Muerte y Vida en el mismo Pozo 
de charque y urucú[14] . Indios muertos / bajo Hojas de Plátanos. 
Indios muertos en la Cuerda de Tripa, / deben Ponerse 
ahora de Pie / y gritar / contra todo Pañuelo / contra toda Estrella 
contra todo Pronóstico Médico y Científico: Enfrentados al Gran Vacío 
de las Dudas / nuevos Canastos recibirán Frutos y Melodías. 
Se Ponen de Pie y hablan jhaqi-aru[15] . Veo caer Mortajas. 
Otros hablan chiquitano, ayoreode, guaraní y guarayo. 
Sin estruendo de Ramajes y Cadenas / caen al mismo 
lado de los Cuerpos Liberados. Existe el Camino 
establecido / Predicable. No hay Burro atado al Pie. Cruza la Frontera 
del Entendimiento y se pierde / en las Colinas / allá lejos 
dentro del Corazón. Así es. Y así será por siempre. 
Escrito  a fuego en la Memoria del Tiempo, 
este Pacto con el Día que Viene / a sangre-país, 
a ayllu. Cree en esta Plataforma Múltiple- dije- dispuesta 
para momentos de altas Exigencias. Seamos claros: 
otro Silabario re-inventa la Antropología Botánica 
para inexplicar el Reto. En la Rampla de Lanzamiento 
instalados / los Dados del Destino y el Sentido de la Vida. 
Sobre la Superficie / explotan Guayabas. Miles de Guayabas. 
Su Aroma habla del Tiempo que Espero. / Arreboles 
de Selva / emanan de los cantos / de Guacamayos 
y se me pegan al Poncho. 
Crece la Idea del Río Interminable / sobre el Territorio 
que recorrimos a Palmos. Sin que nadie pueda advertirlo 
instalan redes /en la Medianoche / fabricadas para atrapar Pájaros. 
Ahora sí que ingresan al Poema los elementos múltiples: 
formato de Moléculas Plásticas y Humo en Bolsas 
en las Maquinaciones del Tormento. Al parecer: 
será con Golpes-Puño de Acero / el desenlace. 
Niños que nacerás, adquiere el Hábito de la Justicia. 
Tengo miedo de escribir / el miedo que siento. 
Radiaciones en Capas / que se ajustan a la Piel 
y al sentimiento de Culpa / como otra Piel. Miento 
sobre la Rendición /de Rebeldías / que ahora llueven en los Campos. 
Nunca el Trapo Blanco / describió la deshonra. 
Las wiphalas[16] flamean en el Cielo / Amauta, Inca, Kallcu, Humani. 
Ninguna Libertad tiene ese Cóndor tan cóndor. La Red 
extendida cubre la Totalidad. Ni Dios queda fuera de esa Totalidad 
avasalladora. Aparición Fantástica sobre el Fondo Negro: 
millones de Pájaros en su Ultimo Vuelo, pero ninguno sabe 
que es su Ultimo Vuelo. Cuando no pueden regresar al Nido 
toman conciencia de su Pérdida. Y es tarde. Para los pobres 
mañana siempre será tarde. En este momento aún persiste el Cielo: 
ojos y Alas Atrapados en la Visión Indígena. 
Se acentúan los Conflictos / y el Color Gris se genera 
de las manos / sin mediar acción de la Voluntad. 
Mi wiphala desata los Elementos del Agua Negra / y vacía 
nuevamente los Cauces de los Bienes, la Respiración atómica 
de los Metales / se hace nítida aunque vivan en las antípodas / y algo 
parecido a un Buey hace sonar / sus cornamentas como fatal despedida. 
Huellas de sangre quedan en el Pan / y en la comida 
refrigerada que no llegará a boca de los abuelos. 
Ahora es cuando el Humo-feto del llamo / vuelve a construir 
sus Intercesiones. Dios de Reptiles y Lagartos, 
Dios de la Selva-turpial y del Pájaro-Venado, Dios de la Profecía 
y del Hambre Universal, Dios del Vientre con Paludismo 
y del Cuello poblado de Moscas, Dios de los Batracios y las Lenguas 
Muertas, escucha. Pon tu Oído en la Palabra / y siente el movimiento 
amniótico de sus Impulsos. Abajo la fatalidad propia de la desazón 
que corroe el Mapamundi de la Esperanza. El Viento 
General sobre las Piedras que hablan / rasguña ese Otro 
Imposible. Los indígenas --que logran ponerse de pie-- 
miran el Illimani con Nostalgia. La wiphala crece. 
Inmortales mientras dure esta Noche.





NOTAS:

[1] En sentido botánico-farmacológico se entiende por mucílagos sustancias que contienen hidratos de carbono, que se hinchan fuertemente con el agua y que proporcionan un líquido viscoso.
[2] Quinua dulce. 
[3] Entre 1880 y 1886 se duplica la exportación de la goma y se incrementa las rivalidades entre los principales explotadores de ésta, Nicolás Suárez, Antonio Vaca Diez y el peruano Carlos Fermín Fiscarrald. Suárez y Fiscarrald establecen un acuerdo que reconoce control de este último sobre el río Manu y a Suárez expandirse más allá del Acre. Entre 1895 y 1900, el precio de la goma se duplicó y las tensiones entre Bolivia, Perú y Brasil se incrementaron hasta desembocar en la guerra del Acre (1899 - 1902) entre Bolivia y Brasil y las campañas del Manuripi y Tahuamanu (1910) entre Bolivia y Perú. 
Referencia en http://www.upc.gov.bo/cdcpando/antecedentes.html
[4] Ahora es cuando.
[5] Puede hablarse de dos Bolivia: la de occidente y la de oriente, la de collas y cambas. Indígenas los primeros, blancos los segundos. Mayoría y minoría. El habla camba, se debe a la mezcla del español iberico, rioplatense y las lenguas nativas del oriente boliviano. Como ser: isoseño guarani, mataco guarani, besiro, guarayo, pauserna, siriono, yuracare, ignaciano y trinitario mojeño, moseten, chiman, tacana, araona, cavineño, esse ejja, toromona, cayubaba, movima, itene, more.
[6] Aguardiente local.
[7] Se cree que su nombre proviene de la palabra moxeña takiríkire que significa flecha.
[8] Cuenta la leyenda que una pastora, cuya familia era muy pobre, llevaba unas pocas viejas a ramonear entre los arbustos del pedregoso cerro Orkopiña; un día se presentó ante ella la virgen que le dijo: "Levanta unas piedras y trasládalas a tu casa". La niña, obediente, puso unos quijarros en su "llijlla" y, con su carga a cuestas, regresó a su hogar. Allí ante sus asombrados ojos, se presentó un milagro: las piedras se habían convertido en plata.
[9] Yuca molida, queso y plátano que se cocina al horno.
[10] Corte de pedazos de carne, condimentados con con sal y pimienta. En un batán o mortero, estire la carne cubierta con pan molido, golpeándola hasta que quede grande y casi transparente. En una olla haga cocer las papas peladas con agua y sal, hasta que estén blandas pero no desechas; escurra y parta cada papa en 4 rodajas más o menos. Caliente la mitad del aceite en una sartén grande y retueste las papas ligeramente, escúrralas en una fuente cubierta con servilletas de papel.
[11] Garcilazo.
[12] Formas y dibujos de los diseños.
[13] En árabe para desear suerte, se dice, “que tu cielo esté cubierto de nubes”.
[14] Achiote. El Achiote (Del náhuatl achíotl), Axiote, o Achiotl, Urucú, Bija, bijol, roncon, onoto (Bixa orellana) es una planta arborescente de las regiones intertropicales de América.
[15] Idioma del ser humano.
[16] Cada color tiene su significado. La Wiphala no solo es una bandera, es también la representación del calendario luni-solar de las Naciones Originarias Andinas. La Wiphala , presente en cada evento comunitario y en ceremonias, identifica el sistema comunitario de los Andes basado en la equidad, igualdad, armonía, solidaridad  y reciprocidad. Es además un símbolo de resistencia de las Naciones Originarias, su uso fue considerado ilegal por las Repúblicas, pero hoy en día flamea como nunca en las Naciones Originarias. Es, una más de las numerosas manifestaciones de la llegada de la era del Pachakuti, el retorno a la tierra sin mal. Probablemente la palabra WIPHALA viene del antiguo idioma (Jhaqi-aru / idioma del ser humano) posteriormente denominado por el cronista Polo de Ondegardo en 1554 como AYMARA, que se deriva de las palabras jaya-mara (años lejanos ó tiempo inmemorial). Entonces desciframos de la siguiente manera, primero (Wiphay) es voz de triunfo, usada hasta hoy en las fiestas solemnes y en actos ceremoniales. Segundo, el (lapx-lapx) producido por el efecto del viento, lo que origina la palabra (laphaqi) que se entiende, fluir de un objeto flexible. Juntando los dos sonidos (WIPHAY-LAPX) tenemos la WIPHALA , y la (px) se perdió por un pronunciamiento fácil de la palabra. (Fuente: http://katari.org/wiphala/sagrada.htm).




My name is Rachel Corrie

En la última carta a su madre, Rachel Corrie le había escrito: “Esto tiene que terminar. Tenemos que abandonar todo lo otro y dedicar nuestras vidas a conseguir que esto se termine. No creo que haya nada más urgente. Yo quiero poder bailar, tener amigos y enamorados, y dibujar historietas para mis compañeros. Pero, antes, quiero que esto se termine. Lo que siento se llama incredulidad y horror. Decepción. Me deprime pensar que esta es la realidad básica de nuestro mundo y que, de hecho, todos participamos en lo que ocurre. No fue esto lo que yo quería cuando me trajeron a esta vida. No es esto lo que esperaba la gente de aquí cuando vinieron al mundo. Este no es el mundo en que tú y mi papi querían que yo viviera cuando decidieron tenerme”.

Pequeña mía, estas son Ausencias. El mismo Vértigo del Miedo / cubierto
de Soledad. Ocho Clavos. Ingresa al Poema, ahora en el Cerrojo.
Manojos de Soledad en la Cumbre. Entran y se Instalan.
Y quedan, algunas para Siempre. Bailo Tango y sólo
existe la Noche / dentro de esa Música. La Noche remolino.
La Noche enluta Cuarteles. La Noche y el Humo de Cigarro/ en cajas.
Y Vasijas / llenas de silencio. Cúbreme de Naranjales —pido.
El Bandoneón es un Río no Reconocido, de Padre ilegítimo.
Otros Rituales en esta Ceremonia de Adivinación.
Avieso y en Duda / admito razón y Lógica, y no estar en las mejores
condiciones para abordar este Ritmo. Otros Componentes
se adhieren a este Mar. Quizás Amaste / hasta los Cerros de Nahuelbuta.
Nadie supo que la Energía / de los que Aman, florece.
Los Verdaderos Márgenes de la Existencia no Existen.
Rachel Corrie soñaba ser Poeta. Y lo fue. Arte y Vida existen en esa Unidad
inquebrantable. Música Corpórea que Moja la Camisa. Y entibia.
Salgo de Ti y entro a ese Saber contemporáneo. “EE.UU. es algo
así como un portal virtual al lujo” —escribe. Rachel era una Muchacha
de jeans. Polera ceñida y cabello suelto. Te quise en todas mis Alas.
Alojados en una Pensión de Mala Muerte desconfiamos del Futuro
y la Lengua. Amor Humano de Zeus. Amor humano.
En Minetta Lane Theatre, en Nueva York, my name is Rachel.
Déjate ser Libre / y aguanta. “Es un momento difícil para mí.
Me duele que me mimen con tanta dulzura cuando la muerte los acecha”.
Fuimos una vez y quizás nunca más Seremos. Las Torres
del Ejército de Ocupación / vigilan. Respira Caudales.
Ilumina ghettos. Options. He visto llover sangre sobre Rafah.
Impulsos Básicos. Y caía sobre mí Mismo. Abjurado. Converso.
Tímido en los Trajes de la Ignorancia y Desidia. La Historia
de la Destrucción del Mundo metiéndose en mi Ventana.
Los que Caminan conocen el chasquido de sus pasos en la Niebla.
Reconocen el Jadeo / del Tiempo que se Marcha. Del Espacio Despejado.
Incluso sin Bosques. El Peligro siempre estuvo dormido en la Miel.
Fuimos Advertidos de esas Granjas de Estudio.
Análisis de Puertas que un día Cederán llegaron a nuestras
Bibliotecas de Poeta. Movimientos Rectilíneos en la Propia Curvatura.
Todo es Verde / en el Desierto. Narrativa palestina. También
es Verde el No-Desierto y la Espuma. El Ojo del Camello
y la Aguja del Saco. Junto mis Manos. Vamos al encuentro
del Otro. Honesto y Real. Lagartijas comen en el Gusto.
Lo habitan y un día terminarán / destruyéndolo. También Molares
de Desplazamientos y Almenas. Recuerdo Escenas de Cubetas
y Alambres. Otros Rasgos esenciales de Cuidado y Suero.
Gota a gota el suero sobre la Muchacha dormida.
Los que van a Morir celebran su Última Victoria. Origen
de las Ideas, de las Poblaciones y Ritos. Saben que son Blancos Vivientes
y en Movimiento. Planos de Secuencias en Busca de Agua.
Nadie hace Milagros con estos Roqueríos Fantásticos.
Ni las Rocas Vivas pueden Modificar su Estructura.
Olfatean en el Gusto y la Memoria. Come guisantes.
“Abaten las casas aunque haya gente adentro,
no tienen respeto por nada y por nadie”. Desfilamos entre el Miedo
y las Rejas. Actor de Reparto. Lectura del Desciframiento. Huertos,
invernaderos y árboles frutales / destruidos. Tengo que Amanecer
en estos Episodios. Hay soldados con Lanzallamas.
Nunca escuchamos el estallido de un Lanzacohetes. Una Mitad
de su Rostro nos pertenece. Lanzan al Viento banderas rojas y verdes.
Instalación de un Nuevo Discurso. Wole Soyinka, “Ejercer la crítica
de la nación es una forma de optimismo, sólo el silencio es pesimista”.
Atravieso la Barrera del Sonido. Tengo Urgencias
no-correspondidas. Decreto en mi ámbito de acción / Días de Duelo.
Dieciséis de marzo del 2003 y Rachel Corrie, de 23 años, muere
instantáneamente por fracturas en el cráneo, en el pecho y el abdomen.
Colonizo este Amor. Su cuerpo quedó completamente triturado.
Nos Vivimos. Fuimos Hijos de esa Luna / por varios Minutos.
El silencio de los Medios. El silencio aberrante de los Medios.
El Feriado de la Voz. El silencio Oficial / absoluto / denigrante.
Cruda Realidad de Moldes y Esquemas. Crisis del star system.
Rachel se paró frente a un bulldozer modelo cat D9 del ejército
israelí / que iba a demoler la vivienda de un médico palestino. La Excavadora
era fabricada en Estados Unidos. Duerme junto a los pozos
de Agua dulce, ahora. Escolta a los Niños palestinos al Colegio.
Holocaust. Llevaba puesto un chaleco reflectante: emocionalidad compleja.
Te lloramos a gritos en Evergreen State. Veo crecer árboles
de tus manos. Sin música de Tambores. Cruzamos Umbrales.
Advertimos que los Cuerpos tienen Manchas Rojas.
Que florecerán Mañana. Así está escrito y así será.
Rachel Corrie lleva una Cruz / aunque es agnóstica.
Nadie hablará de los Siete Estados de Ánimo. Jugaba básquet
en Olimpia / Washington D.C. ¡Stop, Caterpillar!
(Sólo te queda un segundo para detenerte).
Recojo Palomas que nunca fueron Mías. ¿Qué hago en esta
Esquina que será Bombardeada? Hablo del Pan
que un día comeremos. Visito este Memorial. Resistencia y Manos
que vuelan como Gramófonos y Megáfonos anunciando
que aún estamos aquí, que no nos hemos ido. Que la muerte
no tiene señorío. Mañana será Otro Día y llegará el Viento. Otro día
llegará y arrastrará papeles. Igual una Hierba habla con otra.
Disciplinada la Lluvia comienza a caer sobre Los Andes.
Nunca he visto llover de esa manera. Las montañas son lluvia,
también los árboles, las piedras y los recuerdos. Por Dios, un diluvio baja
de los Cerros. Tengo la Impresión de que nunca / dejaremos de Viajar.







El Mendigo Literario

(Poema perteneciente al Libro Tolo Nei : Meditaciones en el Bosque de la Hoja Seca)


EL MENDIGO LITERARIO
“Así como los muertos nos hablan de la muerte y ningún muerto ni todos los muertos son la muerte, y menos aún la eternidad, así también la pobreza”, Vicente Zito Lema

Por Gustavo Adolfo Becerra

1. Evidente es la presencia de un Violín
amarilleando las callejuelas sin luz.
Sólo pienso en esas Treinta Mariposas
que en este instante sobrevuelan la Historia,
multiplicadas a veces, diezmadas, mojando el cielo,
amando planetas que luego abandonan.
Quedaste con pérdida parcial de movimientos
producto de un accidente de tránsito.
Cabellos grises. Edad indeterminada.
Recogido, sin nada que beber
morimos a Orillas del Mundo.
Otra vez la misma Silueta: una Casa
flota en la Niebla. Los árboles se desplazan
de un lugar a otro. El viento
lo llevas debajo del abrigo.

2. Eres una palabra que puedo escuchar.
Aunque no conozco su significado
huele a noche mal parida, a vino agrio.
Alguien te dibujó bajo la Línea de Pobreza.
Envejeciste, sin mediación y se trizaron
los cristales de tus lentes. Viejo,
¿verdad que viste Brillar sus Aluminios?
Sus azules, mi Dios, y la hambruna de sus blancos,
como si fueran dientes. Abrígame en su frío.
A ella la escribieron como Paloma de Plaza.
Las palabras que contenía ese Poema
eran tan hermosas que cuando se bañaba
desnuda, todo el Río se transformaba
en Liturgia. Cada mañana me cercioraba
que estuviera dentro del Texto,
usando con seriedad la libertad entregada.

3. Los zapatos del mendigo que hacen reír,
traen dentro de sí los pies del mendigo.
Curiosa constatación de la chaqueta
Raída: has bajado mucho de Peso y tienes
los dientes amarillos. —Viejo —le dije— ¿qué haces
aquí? Si bien es cierto no requieres
autorización para entrar a mi poema tampoco
es bien visto que duermas en su suelo.
Padeces del mal de Diógenes
y llenas de basura este espacio cósmico.
Otros personajes Literarios corrieron
peor suerte. Admite que has bebido
demasiado y que te cuesta sostenerte en pie.
Esta noche seguirás juntando palos secos
para hacer fuego amenazando
con quemar la Casa del poema.

4. Tengo cierto dominio sobre el Texto
y puedo generar cambios atmosféricos.
Estoy en condiciones ventajosas
de aplacar cualquier intento de rebeldía
en virtud de las leyes del acto creativo
que hasta los más humildes/respetan.
(Los tiranos también sienten miedo
de ese único poder que exhiben los poetas).

5. Seamos proactivos. Podrías quedarte a dormir
en este portal de Iglesia que acabo de escribir,
pero los policías municipales te sacarán a golpes.
Sé que no te asustan esas cosas: has sufrido
mucho, por eso un nuevo sufrimiento,
no te hará mejor ni peor. En muchas ocasiones
has tenido una actitud similar: venir
sin que te llamen. Y como no encuentras
qué comer/empiezas a comerte mis versos.
En alguna oportunidad —recuerdo— dijiste
que no reincidirías en esa conducta.
Pero poco vale tu palabra. Puedes ir a otros
lugares pero te obsesionas/con esta página
en blanco, que uso para mirarme
como en un Gran Espejo.

6. Eres más de mar que de tierra,
por eso poca es la eternidad que reúnes.
A orillas de las Playas dejas tus huellas,
junto a huesos de pollo/que quizás
tú mismo comiste. Creo que esa vez
te respiraste todo el viento, incluso
pensé que toda la escritura misma
—que te contiene— se había regenerado
como las colas de las lagartijas o los brazos
de las Estrellas de Mar. Y no ha sido así.
Ahora te quitas un zapato y muestras
los calcetines llenos de hoyos. Dices
que es posible vuelvas a delinquir:
finalmente la cárcel no es el Paraíso
pero tampoco es el Infierno —arguyes.
Esta mañana no te lavarás en la pileta.

7. La mujer literaria que amaste/ya no está.
La borré definitivamente. Se ha ido
con otro poeta buscando mejor vida
en otra escritura. Intenté, pero no pude
retenerla por más tiempo. Tomó
sus cuatro estrofas y se fue. No alcancé
a escribir para ella una elegía como deseaba.
Eran sus Bosques Nidos —me confesaste.
Zumbaba en ti como tú zumbabas en ella,
llenando de Flores/Páramos y Piedras.

8. Claro que no estoy en tu pellejo. Si planteas
exigencias de ese tipo/no tendré
otro camino que cerrar este archivo.
Los niños de la calle comen fruta podrida.
Viejos como tú hay muchos. Espera
un minuto. Suena mi móvil. Ya regreso.
Detrás del Muro/ladran los Perros de la Miseria.
Sus Ladridos construyen otros Perros.
Uno de esos perros te perseguirá para siempre.



El Poeta Ulloa

“Cuando por fin regresas a tu tierra, descubres que no era tu vieja casa lo que extrañabas, sino tu niñez”.1

a: Osvaldo Ulloa Sánchez, in memoriam

Se Ama o no se Ama.
Ese para siempre de toda Exigencia Mística.
“No solamente los pobres gritan ahora, gritan también la tierra,
los animales, las plantas, ya que, también son oprimidos”.2
¿De qué tienes prisa, poeta? Hace / Escarcha. Tal vez hace Frío.
Hacen Cuarenta grados / en León Viejo. Y hace Lluvia.
Duermen los Custodios de Rubén Darío. Y Fray Antonio
Valdivieso. Tiemblo de Ti, Monseñor Leonidas Proaño
cuando me acerco a estos Umbrales / Abismos y Rostros
gastados por la Violencia y el Desprecio.
Monseñor Romero, Profeta y Mártir, Obispo Alvear,
entro al Corazón de Osvaldo / con Humildad litúrgica.
En esta Patrística busco Refugio / en estos Bosques Iluminadores,
en estos Ríos de Aguas nacionales y cristalinas.
Memento homo, quia pulvis es, et in pulverem Reverteris.3
Ninguna Eternidad podría contenerte.
Ni el Tiempo de Dios / puede ser Exacto.
Ni la Relojería Electrónica del Aire.
Cada uno de Nosotros es una Célula. Alma y Divinidad.
Cuando Adquieren Movimiento / el Universo abre los Ojos, Gira,
se Mueve en la Dirección de los Relojes.
Nosotros sentimos, en ese instante,
que ese Momento es irrepetible. Y lo guardamos.
Progresión Temática: Manchas Amarillas,
Rojas y Cilindros. Cátedra de Redención.
Embriones que Giran, Palabras a las cuales le crecen raíces.
Palabras que en las palabras / tiemblan.
Caballos que galopan / dentro de sus propias cegueras.
La Montaña es el Cuerpo / Místico. Visible a tus Ojos
como a los Ojos de los Campesinos del Cuá.
Jesucristo no-Teoría, ni Conocimiento Abstracto...
Párpado a Párpado / deletreamos el Camino.
Fotografía de una Cena inconclusa / y una Copa de Vino.
Atrás ese Otro que no Era / y estaba. Sabía
llevar su piel, ¿sabes? Inmutable y Simple. Adoración Eucarística.
Debilita pasiones, Amortigua las llamas de la Concupiscencia.
Besa Relámpagos, destruye Debilidades e Impurezas.
La Otra teología. Martirologio latinoamericano / Conciencia,
Evangelización, Política. Ahora sí: Jesús Sacramentado
paseando descalzo en tus Arenas. Adoramus te, sanctissime
Domine Jesuchriste. Jesús yendo de las Montañas
de la Segovia a Palacagüina. Bebiendo una Cerveza “Toñita”
y comiendo chicharrones. Formas sonoras
en Movimiento / como Música santificante.
La Camisa afuera del Pantalón y los Ojos en el Horizonte.
Remake de Melodías y Fotogramas Vivas. Y rostros de muchachas
que alguna vez amaste. Y te amaron, quién sabe.
Militia est vita hominis super terram.4
El Cielo recomendable para Días de Lluvia / en todos sus Capítulos.
Expuesto ante el Señor en la Capilla de sus Propios Poemas
disciernes acerca del Destino Humano:
El actual problema lo vemos en dos dimensiones:
1) Reducir en el plano cultural rural los efectos nocivos de la globalización manteniendo las tradiciones y potenciando la identidad propia. 2) Fortalecer el capital humano de modo de que el aporte de la agricultura al desarrollo del país sea el adecuado para poder intervenir en el competitivo mercado internacional.
Protegido por esta Red Misteriosa de Buenas Intenciones
mira el Mundo y entiende el Sentido Comunitario de Olas y Alas.
Te mantuviste en la Tradición de los Apóstoles.
Por eso, hablas de la Necesidad de Re-Alfabetizar al Hombre…
Inventa Palabras / para decir lo que Callamos (desde siempre).
A veces por temor / a veces por vergüenza. Los mayas tenían
una medida de tiempo que equivalía a 63.081.429 años
y se llamaba alautún. Hay Universos inexplicables.
Lugares a los cuales sólo entraremos de Noche / si es que alguna
vez entramos. Ahí dormimos. Pensábamos Ingresar
en esos Flujos Digitales. Justicia Social, brother.
Vivimos la Liturgia de los Actos. Escribo contra la Muerte.
Doctrina de Cosas Últimas, la Escatología, como Sistema de Medición
de todos los Orígenes, partos y Nacimientos.
Páginas Finales de Esencias Definitivas y Hermosas.
Hoy Domingo me he entretenido dedicándole tiempo / a una propuesta
concreta que te envío en archivo adjunto. El tiempo pasa, brother,
como dice la canción, y nos vamos poniendo viejos, pero es bueno
enfrentar el paso del tiempo haciendo / cosas productivas que beneficien a los demás.
Rastreamos tus Huellas en la Escritura, en las Páginas Web,
en los Sitios Virtuales que parecen haber sido Bloqueados.
Leo tus Cartas amorosas a destinatarios
desconocidos / que enviaste por Internet.
Aún sobre sus Imágenes / hay una Lluvia de Pétalos.
Hechos como éste / pueden pasar Inadvertidos.
Actúan bajo otra Lógica. Quería hablarte de Haroldo Conti.
Te llamé al Teléfono Celular. / Era el día 10.
Otro día de Océano. Estabas en una Plaza —dijiste.
Esperabas a Alguien / cuya sola presencia lograba conmoverte.
Aequam memento rebus in arduis servare mentem.5
Reclamaste mi silencio y pediste Explicaciones acerca de esa Actitud.
Dijiste que tenías algunos Registros míos.
Espacios de Meditación en la Estridencia Mundial y rokhiana.
Reflexiones que deben Cumplir
su Rito / en Forma y Deseo. Escribimos contra las Cosas/ que Arañan,
contra el Imperialismo de Águilas y Puños de Acero.
Este Hermano de América deshojó Días, vetus latina,
caminó descalzo por Ochomogo y Analizó
Mariposas con la misma quietud de quien enciende una Vela.
Presencia, Sacrificio y Comunión. Asistimos
a la Floración de los Cerezos. Y todo es Primavera.
Cuerpo a Cuerpo los Materiales de la Vida
(en Solentiname o donde sea), albergan corredores
de una sola Luna. Y Pasiones sanguíneas.
Las Manos sobreviven al Tacto / la Vida sobrevive al afecto
profundo (pathos) / como Biblioteca / admirable Florecimiento:
Palomas, Bosques, pero sobre todo cerezos.6
Después el Incendio Material: la destrucción
de Bienes y Refugios. Al fin de cuentas toda Revolución
es Ensayo y Error —dices. En el Lago de Managua dejé huellas de sueños / y amores que ahora con el paso de los años deben ser / pequeñas olitas que me buscan en la playa.
El Teatro Darío y el Correo donde esperaba / cartas de mi patria en cautiverio.
Vos andás con la verdad al suave, chaval. ¡Qué nostalgia!
Todo Prendimiento Remite al Volcán Masaya,
iniciándose en el Oficio de Fumador Empedernido.
Osvaldo, te Escribo / para que te quedes Ahí.
En ese Ahí que no tuvo Representación pero que, sin embargo,
fue el momento sagrado de la Comunión profunda.
Tocan y cantan los hombres que Vuelan
machete en la Selva / Siglos de in-Cultura Tocan y cantan.
En esa Aureola de Volcán y en esas Marimbas / tocan y cantan.
El Amor es una Extensión (que toca y canta)
por donde pasaste / dejando Huellas y Marcas.
Acerca de esa Identidad / escribiremos nuestros Perfiles.
Veo que como dices seguimos anclados a un pasado.
El viento tibio de Centroamérica nos da
en el rostro / como si hubieran abierto la puerta del averno.
Pude ver, sólo en una oportunidad el Camino Sin-Nube del Cosmos.
Cuatro Hectáreas de Estrellas sin Aguacero ni Lesiones.
Sólo golondrinas en las Cercas de Madera, de la ética cristiana.
Sólo Alas en los Despeñaderos de las Aves mansas.
Y cabellos sueltos. Y vestidos arremolinados.
Y muchachas que algunas vez dijeron que Sí.
Una misma Multitud (gime) / en el Mismo Oficio.
Todo el Tiempo en La Quedada. Y en la Pasión Infinita.
No hay Otro “Sin Embargo” en el Mantel de la Mesa.
Ni en la Mirada morena y Turbia de los Castigados.
Ernst Bloch: principio-esperanza.7 Libero Cristales
de Agua en el Pozo Seco. No es justa esta Muerte, hermano.
Levantamos Piedras del Tamaño de una Catedral:
recibimos a Cambio Lirios destrozados.
La vida es más veloz —dices— que la velocidad de la luz.
ya se sabe: nadie puede viajar / a esa velocidad sin desintegrarse.
Nadie dura mucho viajando / a la velocidad de la vida
que es más rápida que la de la luz: todos nos desintegramos.
“La hierba no creció / sobre la sepultura de Jesús”.8 Toda esa Tarde
Dios Padre estuvo en la Plaza, viendo crecer comunidades
de enamorados a la salida de la Escuela.
Inabarcable como el Espíritu Humano, brother.

Nota del autor: Las cursivas pertenecen a cartas personales que me enviara el poeta Ulloa Sánchez, en diferentes momentos y por diversas razones.



Notas

Cayo Salustio Crispo, más conocido como Salustio (86 aC - 34 aC). Historiador romano.
Teólogo Leonardo Boff.
Acuérdate, hombre, de que eres polvo y en polvo te convertirás.
Job VII: 1. La vida del hombre sobre la tierra es lucha.
“Acuérdate de conservar la mente serena en los momentos difíciles”. Horacio (65 aC - 9 aC). Libro “Odas”.
El físico alemán W.O. Schumann constató en 1952 que la Tierra esta rodeada de un campo electromagnético poderoso que se forma entre el suelo y la parte inferior de la ionosfera situada a unos 100 Km por encima de nosotros. Ese campo posee una resonancia (de ahí el nombre de resonancia Schumann) más o menos constante del orden de 7,83 pulsaciones por segundo. Funciona como si fuera un marcapasos, responsable del equilibrio de la biosfera, condición común de todas las formas de vida. También se ha comprobado que todos los vertebrados y nuestro cerebro están dotados de esa misma frecuencia de 7,83 hercios. Empíricamente se ha constatado que no podemos ser saludables fuera de esta frecuencia biológica natural. Siempre que los astronautas, en razón de los viajes espaciales, quedaban fuera de la resonancia Schumann, se enfermaban. Pero sometidos a la acción de un “simulador Schumann” recuperaban el equilibrio y la salud.
De: González García J C. Diccionario de Filosofía. Madrid: Editorial EDAF; 2000. Es lo que Ernest Bloch (1885-1977) denominaba principio esperanza, definiéndolo como aquel impulso que ha existido a lo largo de la historia para la creación de la utopía en una sociedad nueva.
Teólogo Leonardo Boff (n. 14 de diciembre de 1938) es un teólogo, filósofo y escritor nacido en Concórdia, Estado de Santa Catarina, Brasil, conocido por su apoyo activo a los derechos de los pobres y marginados, y además al movimiento ecologista.





 


 Este Vídeo es un fragmento del Poema Meditaciones en el Bosque de la Hoja Seca, contenido en el Libro “Tolo Nei” de Gustavo Adolfo Becerra recién publicado en Santiago de Chile (2012). El actor protagónico es José Secall. La edición final fue realizada por Raúl Lucero Morgan. El Libro se llama “Tolo Nei: Meditaciones en el Bosque de la Hoja Seca”. Es un proyecto autogestionado. A los poemas, lo antecede prólogo del Premio Nacional de Literatura, José Miguel Varas e ilustraciones de Osvaldo Torres, antropólogo chileno (aymara) radicado en Francia. El diseño gráfico fue una propuesta de Carola Esquivel y la corrección de textos del escritor e historiador, Oscar Aedo. Lanzamiento en Santiago, patrocinado por la Universidad de Las Américas, fue presentado por el ex Pdte. de la Sociedad de Escritores de Chile, Reynaldo Lacámara; Carmen Berenguer, Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda y actual Presidenta de la Sociedad de Escritores de Chile.; el P. Rodrigo Tupper, Vicario General y Moderador de la Curia del Arzobispado de Santiago; y el biólogo Humberto Maturana, Premio Nacional de Ciencias. Contó con la participación de la cantautora Rebeca Godoy, Video-Poema Meditaciones en el Bosque de la Hoja Seca con el actor José Secall y la lectura del poema “El Mendigo Literario” de la actriz Yael Nahmías. En Temuco, patrocinados por la Universidad de la Frontera, fue presentado por el Vicerrector Académico de la Universidad de la Frontera, Juan Manuel Fierro; Guido Eytel …

ESTEBAN FEUNE DE COLOMBI [9875]

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Esteban Feune de Colombi
Esteban Feune de Colombi (Buenos Aires, 1980) es poeta, actor y fotógrafo. Estudió Ciencias Políticas y Letras, se formó como actor en el taller de Agustín Alezzo y obtuvo el título de periodista en TEA. Fue intérprete de francés e inglés en la sede de la ONU, en Ginebra, y redactor del diario Le Figaro, en París. Trabajó como jefe de redacción de la revista G7 durante cuatro años y desde 2008 dirige Galera Intelectual & Frívola, una publicación mensual que escribe, corrige y edita. Publicó Pasante (poesía, edición de autor, 2000), Lugares que no (poesía, Huesos de Jibia, 2010) y No recuerdo (prosa, Pánico el Pánico, 2011). Protagonizó las películas Por el camino (2010), dirigida por el brasileño Charly Braun y premiada en distintos festivales internacionales, y Buenos Aires Conversations (2013), dirigida por el belga Pierre-Paul Puljiz. Presentó dos muestras individuales de fotos: Americanizado (galería do Bispo, San Pablo, 2011) y F*** Me I’m Famous! (galería Holz, Buenos Aires, 2012). En 2011 integró el elenco de Entrevistas breves con escritores repulsivos, una propuesta escénica basada en un libro de David Foster Wallace y dirigida por Marc Caellas, con quien llevó a escena El paseo, de Robert Walser, que fue representada, en 2012 y 2013, en Buenos Aires, Bogotá y Montevideo.



Temporada de frutillas
Forma parte de un librín llamado “Literatura”

NOV 2009

¿y de la chica española
con padre argentino?
a ella hubiera querido decirle
que en casa
no hay mosquitos
o
es temporada de frutillas
y yo también pienso que
cuando hablamos
somos hablados
o
basta, para que veas mi basta
desde el principio
me corto la cabeza
la llevo agarrada de los pelos
y la hago balancearse
de un lado        para                 otro
como               un                    farol
o
me paseo dividido
por el inframundo
de las matemáticas
o
vivo con los ojos
¿ves?
tu padre fuma
deja caer los cigarrillos
a medio fumar
en las grietas de las baldosas
adonde encastran perfecta-
mente
sé que necesitás plata
“tengo cinco pesos, papi”
decís con tu acento catalán
y tu cara de falsa niña
del inframundo
cada vez que miro
el reloj
son las 11:11
quizá tengas
veintiún dedos
quizá jamás nos acostemos
pero sé muchas cosas de vos
tu fanatismo por la pimienta
y por tu sobrino eneas
tu deseo de sacar fotos
sin cámara
el desprecio
por la higiene de tu padre
quien dice
“juli: me corté el pelo-las uñas-los bigotes”
cuando lo mirás
con cierta piedad
sé de tus miradas piadosas
más que de tus miradas cortantes
sé que mi amor
es verdadero
¿verdadero o verosímil?
sé que mi amor
duró media hora
tiempo suficiente
para casarnos
tener hijos
divorciarnos
no me mires ahora
como acechada
ya te tuve
ya te quise






El campo
Largo poema pastoril

MAR 2005
El campo

Ginebra: 3, 4, 5 y 6 de marzo de 2005

La herida voluptuosa me guarda
como a una lagrimita de sangre
coagulada.
Que me guarde, en su plegaria.
Las grietas del asfalto –ciudades–
que el calor ablanda.
Formas tristes de la infancia. Formas
vueltas tristes: huellas, la marca
de una rueda con barro, coronas
de chapa, multicolores sombreros
de vicios antiguos.
Roderas.
Y esa virtud de alinear autos;
adiestrarlos como a un regimiento
de soldaditos de plomo.
Mi colección de palabras.
Al galope de un caballo; al galope
firmes ancas, sueltas de una sombra
con crines largas: piel
de libélula, enredos tiernos.
El guiño de tu amigo, el caballo
cuyo olor, a veces obsesivamente.
Un olor que no encontrás –obsesiones–
en ninguna sílaba.
Nada calma la ausencia.
Para remedar: una sonrisa y un
beso: hubo una chica, muy alta,
de ojos de intratable verde.
Te dijo en secreto, una vez, que,
en la punta de los dedos, eran
iguales el olor del tabaco y el olor
del pochoclo.
Una imagen, una sensación, el olfato
que reemplaza a otro, mejor
que un sinónimo, su tratado de códigos
y equivalencias.
Las palabras tuvieron su destino,
otro amor. Tu silencio de palabras:
hormigueo, como el erizo erótico
en la piel de los duraznos.
Dora el sol. Enriquece un cantar
de pájaros, ahuecado: cosquillas,
sus piquitos pobres donando.
¿Y esas palabras? ¿Quién pregunta
por ellas?
Una distancia.
El circuito de señas trazado
en el mantel, con las migas
como insectos suspensivos.
Junto a ellas, reptando,
artistas después de una
función, nómadas vueltos de viaje.
Un retorno.
Paisaje
desde un barco.
El negativo.
Entre rieles y pasadizos, prensadas,
las piernas en sepia. El contorno
de la boca en amarillo y el contorno
del contorno, en fino rojo.
Desconsoladas.
Al árbol su corteza y sus escudos
arrugados. La rima proyectada
en venas, venas de venas; un mapa.
El mapa del dorso de un árbol. Suena
el interior, hueco sonido. Del nido:
gotera de sangre tibia.
Y afuera espera –mi reino
por no decir “aguarda”– el territorio.
Ciudad bombardeada.
La tristeza imperante, de puñal
desafilado.
De atardecer, acechando.
Una. Otra pequeña fuga.
Como la estela de una
fábula: por el áspero canto de la
montaña, medio volteado va entonando,
el ocaso, tan árido de sí,
arisco y solo.
Ronco.
¿Quién obra en el silencio?
Vení, dulcemente; no, ahora no,
que nos van viendo. Ha muerto alguien
en el pueblo. Con las luces de las velas
cesan; las luces; el cortejo anémico.
Los muertos. No se dice lo que se ve
por respeto. Araña
un frío de escopeta: su caricia
de hierro despide la máscara.
Duerme, oscura, se hace temprano
noche.
Los presagios de las lechuzas.
En cada poste erguido, sus anteojos
grandes detrás de las noticias
grises.
Vení, dulcemente, ahora. No disimules.
Nos arrulla el agua, que se va,
apagando el camarote. Dejá
que tu cuerpo.
Vamos a ver si el invierno
la hizo hielo. Sigue, empujando
la cola, otros vagones limpios,
despoblados.
La tetera de bronce con su
vestuario de noche ocre. Antes
de acostarse.
Otra despedida, en campanas
alientan. Prometido: me salí
en puntillas de mis versos. Vení,
en la nieve no hay tus pasos.
Taller: tiembla una vacante;
el cementerio de autos y en cada ojo
los postigos apostados. Nubes
rompedizas, a trasluz, trenzándose
una pluma encendida: luciérnaga.
Zurzo mi trampa: aquí vengo
desde chico a espiar. Mi piedra
iluminada, este año con menos
escamas. Desnudándome –un dado
sin números– a todos ojos.
Un comodín incómodo, sin
sus espuelas. Del bigote un ciempiés
inagotablemente tallado.
Rompiendo el hechizo: los he visto
amaestrar los soles que prendidos
al duraznero. Hasta que la lluvia.
Todo estaba florecido. En el
cajón las palabras, al abrigo,
maquilladas con su polvo.
El cazador buscando combinar
en su minúsculo cielo dos destinos.
Uno siempre anda escapando.
Con puntería.
Te contiene lo que queda
del cartucho: un repiqueteo, teclas,
el humito con polleras en trastienda;
nada.
Cubre la noche, en tierra,
el autor de sus bestiales chillidos.
(No develarás el misterio.)
Empuñar una historia sólo
con un fragmento. De niño con pies
indios. Y flechando el claro,
bosque palpita, en la roca,
sombreada, gime la virgen.
El pedestal profanado.
Con la niebla que acuesta el río,
ha soñado.
La rompiente.
Por donde se acuesta el río;
cuesta arriba se fueron yendo…
…un pianista, un pianito
y un girasol revuelven la tierra:
el pie de la letra.
¿Por qué lado la noche nos irá evacuando?
Sueñan con verte venir
desde la tranquera, arrastrando
el pasto seco en tus dobladillos.
La alerta: el chasquido con eco
del metal herrumbrado, vestido
de encaje, con pompones de cardo
violeta.
Sueñan con verte. Porque no
pueden escribir hachan un camión
de leña. Los troncos más chicos
al Rastrojero, que todavía anda…
Y por todo lo que anduvo, en su
volante de nácar el jinete y su
barba mullida.
Bajo la oruga del sauce.
Asesinan a las loras. Gritonas
y melancólicas, cayendo; sus nidos
pinchudos. También caen,
en tirabuzón, plumas como hélices
demasiado livianas y pierden
su calor. Su calor de hogar
entre nosotros y lo alto.
Todo se parece al verde,
que reúne, agolpa mil y un
colores en el suyo, en su
máscara, en el rayo.
¿Quién se esconde?
¿A quién le aúllan?
Vendrá una brigada de loras
socorristas, brillando en sus trajes.
Las manos reverdecen, las
manos con tierra y con espiga.
En el recorrer por el campo
la flor del espinillo, perfumada,
espía por el desorden de una
melena. Y al lado otra, de pierna
cruzada. Conversan, como dos
damas de peluquería.
Espejuelos en la fábrica
abandonada. Los tornillos
descansan, reposan quietos. El
cristal laminado en capas, fijando
el reflejo de cosas muertas.
¿Y con esos objetos?
Ya nadie los objeta. La
custodia del candado, como un
mordisco, los músculos inflados.
Ese rito de mirar desde lejos. De
estar, ausente. Descubrirás las raíces
solo. Irás hurgando, los dedos
–cardumen de lombrices– con
lupas y antenas.
Para ir diciendo.
Sólo irás diciendo.
Ahí está tu tarea.
Trasplantar las raíces, alisar
las letras, sostenerlas con estacas.
Irás tutelando. Estacando.
La urdimbre de la historia,
toda otra historia, recién enterada.
Desenterrada.
Estirándose al sol. Y a modo
de acompañante, discreto, un balde
cargado con engrudo.
Las trufas secándose.
También la malaquita y
la mica, absorbiendo la luz,
dos reptiles entibiándose.
No todo es maleable. Algunas
tiranteces terminan por quebrarse:
por eso, no vayas enyesándolo
todo. Dejá los quiebres.
Andá desplegando.
Los malheridos con la lluvia
van cicatrizando. Con el olor
fresco que deja la lluvia.
Y los otros, desapercibidos,
con el rocío.
Y los menos, inéditos y,
por lo general, taciturnos, con magia.
Con un toque.
Con las preposiciones bien
predispuestas del diccionario, en
su lomo, cruzando el río, y
dejándose, como piedras,
para los próximos.
Un sendero de piedras trazado
con sus lomos.
En la oscuridad se ve
un cordón de lunas maleando
el cauce del río.
En la oscuridad te ven y
al verte no murmuran, ni
entretenidas, para darte su espalda.
Podés cruzar con los ojos
vendados.
Irás tanteando.
Dijo alguien, cuando pisabas
descalzo, que la colonia de piedras
era tu planta, una extensión
de tus pasos.
Un solo lugar para pisar
seguro.
El mejor entrenamiento, la
infancia, y volvés a ese lugar.
Volver no es perderlo. Tus pies
de piedra.
El recibimiento de los álamos
torcidos, entre parras trepadoras.
¿Quién orquesta?
…un concierto croando…
Y en batería, borrachos perdidos,
los coros de ranas rascando.
La caravana sufrida de
hormigas surca el mismo camino.
Un camino que les pesa doble
o triplemente.
Y tejen, ellas también, con
su afán ritmado, el otro mapa,
su reverso, a contraluz.
Castillos de tierra negra,
conos de niebla en la frontera
del sueño.
Los tripulantes del infierno
reman por el camino de venas.
No vengas ahora, te lo ruego.
Me fui callando, me comí las
palabras, tan hambriento, tan roedor.
Señalaron las cosas con el dedo,
un señor lo hizo con el Panamá
y luego dijeron: pato, tortuga,
puma.
El gato montés, atigrado y
feroz, era un animal compuesto,
que bautizaron con sermones.
Encandilaron liebres
y buscaron perdices.
Perdieron: volvieron enfriados,
con el saco vacío.
Cuando construyeron el dique,
nombraron: piedras, truchas y
cascadas.
Nadie descubrió a la
vaca muerta, que algunos, después
de dos rondas de votos, decretaron:
se ahogó, se ahogó. Es decir,
vaca ahogada.
En invierno, a orillas
del río seco, los huesos formaban
un altar. Y entremedio, ofrenda,
un matorral florido.
Los huesos despellejados
por los caranchos.
Que monitorean, en círculos
negros, desde el cielo, como un
desgarrar presagioso de más arriba,
las nubes.
Una avalancha.
Aterrizajes amortiguados, carne
putrefacta. Y otros vuelos
famélicos: las moscas.
Mosqueando.
La presa enorme, ya sin forma.
Del todo deforme y deglutido,
salvo los dientes.
Desviamos el curso del río
que nadie nombró. Por eso, quedó
el río, llano y sin compromisos.
No existen otros ríos, tal vez
por esa razón.
Hay quienes miran como en un
autocine, los cuerpos tostados,
tatuados con ronchas.
Roca con roca, el choque
saca chispas y el ruido no se
puede pronunciar.
Un repertorio de dibujos
redondeados. Oasis.
Se atrevieron a unir: dientes,
ronchas y rocas.
La contratapa del día o el
prólogo, recién.
Una olla en medio del río-río:
inauguración con chapuzones
diáfanos.
Dejarse flotar, irse con la
corriente, hundirse: un circuito
de nuevas expresiones, el diálogo
del agua, sin duda.
Un mundo nuevo.
Otros códigos.
Mojar, nadar, salpicar y
aletear.
Prender un fuego y rodearlo
con festejos.
Abrir la compuerta del dique
y dejar salir el agua, que se
arremolina y se impacienta.
En un cuadrito del castillo
posaban dos tigres iguales.
¿Y el agua, pareciéndose?
Irreconocible.
Demasiado fácil de reconocer.
¿Y para nombrar?
No quedaron alternativas:
el agua del río.
El agua-agua del río-río.
Y palpitando, como algo todavía
joven, estos hallazgos: ágapes,
tertulias, tentempiés.
Lo indomable. El rigor
de aguijones.
¿Infecciones?
Campanazos de rigor.
El herrero limando los
cascos perfectos de los caballos.
El oculto manicuro.
Ahora el galope mecánico,
casi militar. Muy civilizado.
Había que lustrar las botas.
Y los frenos. Y monturas.
Había que soltar los bozales.
Otro barco que se fue.
La consistencia inverosímil
del aceite de pata.
El olor fortísimo de las
uñas de los caballos, limadas,
esparcidas en el corral.
El complejo sistema de signos:
dientes, ronchas, rocas. Y limadura de
uñas de caballo.
¿Cómo juntar los pedazos?
¿Qué hacer con ellos?
Cosas nobles en frascos, potes,
recipientes.
Una dinastía inquietante de
objetos desperdigados y de apariencia
insignificante.
Un batallón impermeable.
Sensación de convertirse en
algo impermeable…
…el pelaje impenetrable
de un mamífero.
Ir detrás del cortejo, alzando
la cola, el fulgor de las coronas
de novia, su ir espolvoreando
motas de piel blanca.
Notas intocables, de un
oído superior. De una música
irreproducible.
Sentir los límites que
establecen lo posible, como un
prefijo que deberíamos profanar.
La suma de signos anónimos,
como la lluvia entre los dedos.
Partes de partes prófugas.
¿Quién se anima a buscarlas?
Había que dar la vida
por esa búsqueda. Agotarse buscando,
trepándose a cualquier árbol.
Láminas cortantes, hojas
peligrosas. Reunir las astillas
y contar otro cuento.
Antes de la herida…
Los parentescos incestuosos.
El ensamblaje.
Y la facultad curativa
de crecer confabulando. Torcer.
Torcer el curso. Hacerlo
desembocar en otro lado
sin solución de continuidad.
Con desazón. Porque el
cuento no es la historia.
Hasta que la historia
por sí sola –una cuestión
de tiempo– deviene cuento y calma.
Sale de los sueños, de un
ser dormido que abre los ojos
en países nuevos que parecen
conocidos.
Y del dejarse estar en el
sueño: la osadía. El temerario.
Más aun, el temerario decide
meterse en el sueño y habitarlo.
Ser el sueño, realizarlo;
jugar a fondo y mentir con ese
mazo de cartas que semejan
el azar.
Disponer las cartas en la
mesa, defender su destino marcado.
Fatalmente. Un pie del lado
del abismo.
¿Y el otro?
El otro se dedica a armar
y clasificar –entomólogo–
la fortaleza de los fragmentos.
Deconstruye cada célula
de luz disparatada.
Un afortunado embalsamador.
Le va otorgando el gesto vivo
a la cosa muerta.
Reconstituye y redefine.
Inyecta, volviendo vida
y respiro lo lánguido.
Y mortecino.
Hace aparecer el dibujo
que no existía uniendo los
números del cero al cien.
Despunta la silueta.
Y luego el contenido atrae
los tonos de un crepúsculo,
prestados.
Donaciones.
El efecto de donaciones
causales o de falsos préstamos
tiene por fin el esclarecimiento.
Las pistas de un crimen
absurdo: sin víctima y sin
asesino.
Un juego sin
muchas precisiones.
Como testigos están el dolor
lancinante –¿crónico?– y las
marcas de sangre carmín:
guantes de vidrio.
Retumban latidos.
Latidos fantasmales.
Latidos trayendo su
inmensa fragilidad, invisibles
sobre las teclas de un órgano.
Con teclas reales, el marfil
reluciente.
Sonidos lapidarios que
puntúan las pausas de una larga
despedida.
Pautas de una prosa
centenaria.
En su origen, el ojo
de agua.
Un manantial despreciado
y pasado por alto injustamente.
Resuena otra vez la obra
del silencio. Rasguños. Epitafios.
También, latente, el pavor
a las sobras, a lo que quede de
inservible después del uso.
¿Del uso de qué, si son
palabras?
Inofensivas.
La mano secreta suelda
fragmentos, fragmentos con
categoría de ignorados.
Como si hiciese falta un
supuesto asesino para explicar la
historia.
Una coartada.
Irrefutable.
La urdimbre, su textura
impalpable, pero hecha materia.
La prosodia que dictan
los muertos, bajo tierra.
Que manipulan tumbados,
boca abajo.
Algodón en las mandíbulas,
hay que impedir esas revelaciones.
¿Imagen de qué?
Suplican una prórroga,
un último soplo, salvador.
El auxilio coronado
de laureles.
Tanto exotismo harta…
Nombrar: cáncer, leucemia,
infarto.
Nombro para ahuyentar,
diseño un método de brujería
conspirativa.
Mi conjura.
La redacción de un
prospecto milagroso.
Toda la lógica
inestable de insistir en los
precoces nombramientos.
Precipitarse.
Uno con uno; esto es, sin
amontonamientos, prolijamente.
El tiempo va ordenando
mientras el espacio separa los
hechos, sin fijarse en la intención
que los ha movido.
Destripar.
El objeto caprichoso de la
creación.
El mandato.
Disuelve y condensa, como
las branquias de un pez fuera
del agua.
Un reloj que cuenta para
atrás.
La sombra retrospectiva.
¿Quién activó el envión?
Estoy puesto en marcha.
Vení, acercate, no digas nada.
Que tu comprensión –cabal– no está
en el habla.
Dejate, en silencio.
No te publiques, preservate.
A vos no te pongo nombre.
No ponértelo no constituye
un acto deliberado: es también decirte.
Una omisión candoros
puede colmar la inmensidad.
Devuelvo el pez al agua,
tus manos se pasean como
candelabros en un castillo.
Y eso basta para que existas.
Otro imposible real.
¿Cuántos? ¿Y el deseo?
¿Y la carne que se robaron
los caranchos?
¿Qué arrancaron entonces?
Una formación de chimangos
revolotea sobre el nogal. Los
frutos recolectados, inmaduros,
su siesta en las bateas.
Algunos enfocan las raíces.
Otros los frutos.
Una ligera variedad en
las perspectivas: una cuestión
de altura.
De alcance.
De pudor, tema olvidado.
¿Se trata de casar los
opuestos?
El exceso. Del exceso y del
pudor.
Desde el techo a dos aguas
nos fue dada la vista general.
Un paisaje caligráfico, absoluto.
La respiración de la escultura,
mutilada, en la fuente.
La textura erótica de los
lirios.
El furor de las caricias
amansado a lo lejos.
Los relinchos y rebuznos.
La cordialidad innata y
desprolija de las formas así
dispuestas. Curadas.
Los latigazos de las hojas.
Tenues. Encaramándose.
Otra clave, despiadada: el
rebenque.
Esa cualidad, medida
con la que cosas se sostienen:
avenencia de notas afinadas.
Como el lago le pide
a los bordes que lo contengan.
Una panorámica privilegiada
desde los camarines.
El miedo a una recaída.
Al desborde.
¿Cómo se fue acomodando?
¿Por obra de qué?
Las columnas de las torres,
sólidas alrededor.
Tanta mansedumbre
rebobinada.
La foto en blanco y negro,
en sepia. Otros modos
de recordar, de narrar.
¿Qué dice? –preguntan–.
Nada –contestan–.
Contestan nada porque no
hay nada que decir.
Incontestable…
Las palabras. Los sonidos de
las palabras rebotan; buscan
su lugar como locos escapados
de un manicomio, aullándole
a la luna llana.
Hallándose huérfanas.
Ellas.
Desde el techo, sin binoculares:
el laberinto, los corrales de piedra,
la pileta con forma de huevo.
Cada forma delimita su
forma.
La encierra.
Entrás en el laberinto
ataviado de arbustos panzones y
encontrás la salida.
El ganador se lleva como
trofeo el pozo vacante.
La suma de dinero, el
total que encierra la suma y
que el vencedor ahogará
entre sus puños.
Un premio de bolsillo.
Un régimen de pistas
falsas.
El desafío: no escuchar a
nadie. Y al llegar: ssshhh,
no digas nada.
Guardarás aquello que sepas
en el bolsillo.
Una cadena de realces
naturales: la imperfección
que sosiega.
Guardarás el sortilegio…
…como en una historia de hadas:
hasta que no llegue la princesa
vagabunda, no lo saques…
Aunque sea en secreto,
el mirar se volvió activo.
El último actor del reparto…
…memorizó sus líneas: hay
una sospecha.
Y se ata a ellas como el naufragado
a un salvavidas de madera.
De puro ensayar
se ha creído lo que dice
y empieza a dudar de todo.
Hay una sospecha.
Cobra el aspecto sereno
de un detective atareado.
Por lo pronto, ahora mira
de reojo. Espía.
Sin dejarse frustrar
por la brevedad de su parlamento,
investiga. Desconfía.
Lee a través.
Participa de soslayo.
Inspecciona cada madriguera.
Sortea las trampas y anda
con cuidado.
Se mueve sigilosamente,
como un cazador.
Desde el techo a dos aguas,
se perciben los torbellinos
del viento.
Los zarpazos que hieren
las zarzamoras.
En cada sacudida
se distingue un estremecimiento,
los racimos convulsos y los
tañidos encrespados.
El borboteo intrépido
de la tierra.
Sus quejidos, que oscurece.
Y el actor husmea
en cuatro patas.
Cada esfuerzo se parece a
un buque parpadeando solo en
el océano.
Avanza sobre la profundidad
imposible de otros mundos.
Dosifica el aire de sus pulmones.
Cavidades verdes, azules,
púrpuras. Como si las formas
y los colores subsistieran a
cualquier guerra.
Cadáveres verdes, azules
y púrpuras.
Un arco iris desciende al
cementerio y las flores.
Las flores como enviadas
del cielo durante un bombardeo.
Una fiesta de vestidos
largos en el cementerio.
Un vals.
Los señores con zapatos
de charol.
Descorazonador…
Brindan con agua del deshielo:
el hocicarse mudo de las copas.
Licor de zarzamoras.
En el cementerio montaron
un banquete colosal.
Los que viven
no están invitados.
Un banquete irreal
con mozos decorosamente fallecidos
y serviciales.
Y la orquesta: infartada.
Tocados por una noche
bruja. La noche de todos
los muertos.
El periodista, orgulloso
con su bala en el ojal.
Todo muy educado. Nadie
le hace el vacío a la jineta
descabezada que, con originalidad,
ha remplazado el hueco con una
enorme calabaza.
Parece que se movieran
sobre una pista de hielo
compases simétricos y concordados.
¿O tienen resortes?
Los trillizos atropellados
por el tren…
…han adoptado formas
extrañas, pero presentables.
Nada de maquillajes pálidos.
Aromas frescos rejuvenecen
la piel: peperina, tomillo,
menta silvestre. Una sangría
de rosa mosqueta.
Lujos excéntricos, pero
moderados.
Cabelleras adornadas con
plantas exóticas. Helechos como
carteras. Cinturones con lianas.
Los más borrachos vuelven
domesticados a sus tumbas.
Hay un crepitar imprevisto
de cenizas.
Una rebelión de tormentas
grises. Los cremados insurrectos.
Por la madrugada
los fueron domando
y todo retoma el contexto
de apacible desmadre.
Sus disfraces de muerte
disimulados.
Perfiles un poco rígidos.
Los adioses reproducen
el crujir agudo de las puertas
de las bóvedas.
¿Un barco fantasma?
¿Un artificio?
El sentido de las proporciones.
El tratado de las proporciones.
Vení, te estoy llamando,
ahora que decidimos ser chiquitos.
Nos llevamos en la palma
de la mano, como langostas
del color que elijas.
Acurrucados.
Corpúsculos frágiles, de
seda.
Arrancados de la noche
con un grito escalofriante.
Mandrágoras.
En la glorieta descascarada:
el alquimista rodeado
de hongos con capelina.
Trama.
No desespera en su voluntad
de alcanzar lo que sucede
y lo que no sucede.
Da vueltas sobre sí mismo
como un trompo y lo que toca es.
Una tropa de indígenas
en sus atuendos de águilas.
Abren las alas, en forma
de saludo o hasta luego.
Agitados, venían corriendo
y resoplaban.
En sus penachos las pajas
bravas, como sanguijuelas, aspiraban
la sangre de los pies.
Lacerados.
Llegaron al peñasco.
Perseguidos, miraron al
cielo y se miraron entre ellos.
Y se dejaron volar, los
brazos abiertos.
El último cielo.
Daba un tono restregando
el espesor de las sangres.
Refunfuñó la montaña
y se los tragó, adoptándonos.
Los perseguidores creyeron
que lidiaban con espectros, con
dioses.
Se asomaron colgados
del peñasco.
De la garganta del valle
rocoso, un ala negra y tupida
emergió y les peinó las cabezas.
Fue cuando
se sentaron a rezar.
El ala negra, con un aleteo
les rozó los omóplatos.
Ahí mismo no dijeron
más nada.
La ola misteriosa
les quitó la voz.
Y tendió su manto
de nieve oscura.
El alquimista habló de un
sacrificio. Dos insectos naranjas
remontaban los nudillos
de su mano izquierda.
Los mejores espectáculos
están hechos para no verse.
Para el relato, dijo.
Y cerró el suyo mostrando
un diente de oro y un grabado:
el ala negra.
El pasaje epifánico
de lo claro a lo oscuro.
El bosque de sombras.
Los cautivos.
Sus párpados fríos, rotos
como pétalos puestos a secar
en las ramas desnudas.
Los pálidos, los tristes.
Los huraños.
Sombrean el bosque.
¿Lo mueren?
Difuntos temblorosos dan
a la noche sus ojos.
Enciende la noche con ellos
un resplandor ciego.
Trepidante.
Las llamas de un abrazo
lívido cuando, del otro lado
celebran su fiesta, en el
vacío, los muertos correctos.
La síntesis, las dos puntas
del cordón.
Una nube de pájaros
salvajes, entre dos países.
Cortado en dos, un pájaro
ha repartido su plumaje.
Los otros detienen
la urgencia del rocío.
Estrechas alas.
Un pájaro muerto en el campo
de batalla: brilla el pico aún
como un diamante.
¿Súplicas?
Nos llegan de ambas regiones
los rumores de los muertos,
estancados.
Desde el techo a dos aguas
de la casa grande.
La visión es total y épica.
Casi un castigo. Mirar. Los que
subieron voltearon la escalera.
Una forma de refugio.
De elevación.
Los del techo pronuncian
en todos los idiomas la misma
palabra.
También lloran, desde
siempre, los abortados.
Un llanto.
Un martillazo denso,
inyectado.
Llegan las mujeres, sanas,
las panzas inflamadas.
Desde aquí arriba se ve
quebrarse el espejo del lago,
los patos engullidos, como patos
en un cuadro, inmóviles.
Tiesos.
El correr del río-río.
Petrificado.
Por él patinan, apurados,
los caballos. Algunos dan sus
pasos en falso.
Acordes de un bajo, cascotazos.
Los sapos aplastados.
El ocaso.
Y sus formas agónicas,
desproporcionadas; el camino
al olvido.
A lo que hayan sido.
Enmudecidas. Brotes
desnutridos. Huérfanos.
La circunferencia que
abarca el grito. Que aprieta.
Cabalgamos en un túnel
tenebroso, a metros del suelo,
en formas derritiéndose.
Hacia el espejo del lago.
Una estructura hecha
de imágenes. Como pilotes.
La memoria, una línea
fina, un teleférico del sueño.
¿Extirpaciones?
Los ruidos vueltos a
guardar en las bocas, enrollados.
Como monedas en una alcancía.
Sonidos encerrados.
Un trasbordador.
Labios tapiados.
Se pliegan las montañas.
Se callan.
Como páginas de un libro.
Y los árboles, succionados
por la tierra. Replegados.
Una galería de personajes
se seca las lágrimas.
Despintarse.
Desvestirse.
Cayó el telón del fondo. (Cae.)
Sobre el espejo fundido
del lago.
Vení.
Como en la foto.
Entra el sol.
El campo.




NOLBERTO ÁNGEL MALACALZA [9876]

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NOLBERTO ÁNGEL MALACALZA, Poeta, Narrador y Escritor nicoleño, nacido el 30 de marzo de 1933, en Estación Acevedo, Partido de Pergamino, provincia de Buenos Aires. Reside en San Nicolás. Es farmacéutico de profesión. Formó parte de los talleres literarios Nuevas voces, Todos los fuegos, Horacio Rega Molina, Tierra de trampas y Taller de Corte & Corrección. En los últimos once años obtuvo más de 123 premios municipales, regionales, provinciales, nacionales e internacionales en poesía, cuento y microficción, incluyendo el premio Platero de poesía 2008, certamen realizado en Naciones Unidas, Ginebra, Suiza, con intervención de  escritores de 17 países. Es jurado de selección en el certamen internacional JUNINPAÍS, género cuento, desde 2009 hasta el presente. Obtuvo el Premio Aguiar a la Cultura  2007, otorgado por la Feria del Libro de San Nicolás, en la disciplina literatura. El  Club de Leones de San Nicolás le otorgó el PREMIO EL LEÓN 2012, por trayectoria literaria.Fue jurado por San Nicolás en el certamen literario organizado por el distrito O5 del Club de Leones, bajo el lema “Si el árbol hablara…” y es coordinador y jurado en el certamen internacional “Hermanados en el servicio y la literatura” que organiza el Club de Leones de San Nicolás, Argentina. Ha participado en 16 antologías y en diversos libros compartidos con tres o más  autores.Ha publicado Poesía:  Otra Sangre (2006), Primer Premio en el Certamen Junínpaís 2006; Cuentos: Rompecabezas (2006); Tiene dos libros en preparación: Poesía: Consejos para un aprendiz de poeta; Cuentos: Los perros Salvajes. 


    
GLOBALEO

Está hermosa la flor de mayo que nadie mira...
Juan Gelman

nos echamos las culpas
pero jamás paramos en este pedaleo global

nadie ha mirado la flor que nace
no hay un par de ojos capaz de desflorarla

el planeta
es una vaca inmune a los zarpazos
ubre que intenta llenarnos la boca de fuego

huyamos
hombres de abajo

cada fugitivo a su pedal
a qué morir todos juntos, quién
lloraría a quién
para qué muerto la gloria
de ver pasar algún cadáver

mejor desperdigarse
pedalear a mansalva
se nos contagian las chispas
por estas colas de escorpión

algunos
salvamos los ojos

quién se acuerda de la flor







CONTRALUCES

“Sacás una idea de ahí, un sentimiento del otro estante,
los atás con ayuda de palabras, perras negras...”
Julio Cortázar, RAYUELA


I

los ciervos de la noche maduran
de luna y monte

duermen las lenguas de los pájaros
como verdugos abolidos por el frío

canje de pedregal por sombra

metáfora obstinada en crecer
y crecer en esta
burbuja preñada de símbolos
hasta que el poema
triza en esquirlas de agonía

entonces
las perras negras yacen y fecundan
para negar los oficios de la muerte


II

la vida quiere escabullirse en las palabras
como argonauta seducido por el oro

hay una delación sobre la fuga
mancha de oscuridad pegada al cuerpo nadie
es capaz de romper
los grilletes de su propia sombra

en algunos poemas el canje es
oscuridad por palabras

entonces
somos sílabas que viajan
por cauces de verbo iluminado

cómo encontrarte
en esos laberintos de la luz
sin un paño de sombra
donde enjugar mi lágrima de ocaso





PRIMERA VID

mujer que crece vertical desde el talón de la montaña
que se alimenta con saliva espesa de volcanes
y aparta las piedras
para mostrarle al sol sus senos verdes

mujer que se aparea con la luz
y gime
en los espasmos de la tierra
hasta cuajar los hijos crecidos de la savia
los hijos madurados
sobre el agreste regazo mineral

mujer erguida desde la comisura de la era

quieto flamenco sarmentoso
abrigo de pichones con morados reflejos

sabrán de ti
cuando derrames tu placenta
en los primeros cálices de barro

no pedirá dios el llanto de corderos
ni ascenderán por él

los humos inocentes de la carne
cuando lo toque la luz de tu rocío trasegado en vino

desde el oriente a roma
desde la grecia por nacer hasta el humilde canaán
desde los centuriones a los césares
sabrán de ti

y hasta maría de magdala y el joven nazareno
en su lecho de amor
sabrán de ti





OTRA SANGRE

“La vieja zarza arde en la llanura de mi recordación...”
Juan Gelman, LA PIEDRA

íbamos con el sol en los bolsillos
pateando catedrales de escarcha

nuestra sangre
menos cobarde que ahora
solía navegarnos a contracorriente

nos subía a las cabreadas
para enamorar palomas con sombras chinescas

brillaba como el barrilete rojo sobre
el cielo de parís
sabía intuir el vello de las semanas
sin arrancarle vestidos al calendario

nuestra sangre de ahora
requiere alguna mano de piedad

no sabe ser extranjera
ni borbotear hacia qué o cuánto

se arropa junto al fogón mira
las bandadas por la ventana busca
amaneceres extraviados entre los nardos
y hace reserva de hipogeos

cómo salirnos cómo
volver de qué modo
fugarno
hacia la sangre otra







ESTABA PENSANDO EN RAÚL

“Allí, en aquel paraíso acanalado, los árboles
y los gorriones se podían tocar...”
Raúl Gustavo Aguirre, LA CASA GRANDE


sentirse minotauro desolado
a tan corta edad
obstinado hacedor de versos
mientras los otros muchachos tomaban la merienda

la entrada de tu casa no tenía puerta

todos te traían
su moneda de fuego
y su guitarra
con alguna cuerda para cambiar, poesíabuenosaires

te veo en las aduanas
dejando todo mientras los demás
todo se lo llevan

raíz codiciosa sin embargo
buscando el costillar de la tierra
para chupar los jugos del poema

yo
que tengo el reloj envenenado
(ese llegar cuando todos se fueron)

que encuentro piedras
cuando clavo la pala para construir mi guarida

yo
heráldica de suburbio
vengo a ayudarte en lo que pueda

como vos
estoy haciendo lo posible
para que salga el sol









CONVERSACION CON JOAQUÍN

“...el tiempo no pega un ojo en toda la noche...”
( Joaquín Gianuzzi )

recordarás
aquella saga de dragones justicieros
arrojando fuego sobre tontos alemanes en blanco y negro

en el fondo de la sala
el friso viviente
con dioses que moraban de este lado de los lobos
que nos recuperaban
de las garras de tanto caín

conservará tu memoria
la imagen de un niño
aprendiendo a manejar los cubiertos

a deglutir celuloide

a escuchar
las moralinas de his master voice
sentado como el perro frente a la victrola

cuando terminaste de quebrarle los huesos a la poesía
me preguntabas
en qué andarán ahora los dragones
y te contesto que en lo mismo

limpian la tierra de tanto líquido negro

combaten plagas que frecuentan otros dioses

castigan a niños oscuros que se comen los dátiles
y fabrican licores fabulosos
incautando frutos de cualquier cepa y latitud

mirando esas hormigas
me preguntabas si anduvo por aquí la historia
y te contesto
que las de abajo se están ahogando
para que las otras puedan vadear el hilo de agua

es evidente joaquín
que la historia no puede estar en todas partes






ROSA MARÍA WALKYRIA CELENTANO [9877]

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ROSA MARÍA WALKYRIA CELENTANO, Poeta y Escritora Argentina, nacida en Paraná, provincia de Entre Ríos. Actualmente reside en Rosario, provincia de Santa Fe. Ha publicado en revistas: Poesía de Rosario, Ciudad Gótica, Maldoror. Ha escrito los siguientes libros de poemas: El Pudor de mis alas; Trabajo de Flor; Memorias del Fuego; Los Adioses y las muertes; Las corolas de enebro. Ha publicado en  Antologías por premio publicación: Tierras Planas, Universidad Nacional del Litoral y Después del silencio (2001). Editorial Serapis ha publicado la Antología Electuarium (2008) que reúne todos sus poemas. En 1998 participó en el Festival internacional de poesía.



 

Réquiem para un poeta

ya no fingen las auroras la vida
para nutrir tu muerte
resurgido de un bajo balcón
rodeado de lilas jazmines
fugada la mirada en la organza de la tarde
que mueve tus pasos
hacia un ritual profano
de vanas libaciones
-ahogabas tal vez
tu dolor de rosa cárdena-?
aún escucho tu voz arrastrada de sepia
susurro escurridizo de tierna ronquera
a veces tu palabra no entendible-no audible
era un tono intenso de tu alma
un canto derramado en el esplendor
de los azahares del alba, que ya no miente
aroma de imposibles
el amor tirita
en la dehiscencia de la rosa
una hora asciende luminosa
los jazmines se abren en tu carne
ah! despojos en el fuego
ya no te ensombrece
el mustio apego a la partida
se incendian las cenizas




Tres brevedades para la extensión de la rosa


égida de terciopelo rosa           
defiende su leve rastro
boceto perfumado
donde pisa descalza
el invisible vuelo


  
torbellino infinito
donde no puede descansar
la caprichosa forma
trastocada pétalo por pétalo
  
  

rosa-carne de seda
aun ceniza tu vestidura
perfuma el ámbito de luz
donde se esparce sensual
un sudario de pétalos







De: Donde respiran las sombras  (fragmento)
 
la noche se inquietó de zozobras
un movimiento extraño
como una música ondulante
cambió de lugar los astros
me retenían sin causa alguna
-amenazaban con exprimirme
toda la sangre, hasta secarme;
las celadoras parecían amables
pero había una crueldad oculta
detrás de su mirada
anunciaban un recreo
que nunca llegaba...





a Sylvia Plath
  

-qué ave de rapiña
horadó tu corazón
sin piedad para tus niños
y tu leche tibia
amamantó a los lobo
  
 
Medea que abandona a sus hijos
a la intemperie de la muerte
Sylvia que los abandona
a la intemperie de la vida
  
 
ella cosechaba duraznos
sus atareadas manos
ahuyentaban la muerte
inútiles mieses
los frutos obscurecen y caen
su alma se marchita

  





Una mirada por las flores del mal

si por exceso de belleza
pecaron las flores
de tu enlutado jardín
alquimista de fétidos humores
redimiste en aromas extraviados
las corolas del tenebro
extrema paradoja
salvar del espectro
la rosa ...





A Ana M. L
  
  In Memoriam 
  
 
Delante de su puerta
se ve subir el tiempo
por las estradas sombrías
                            del olvido

 

ella había modelado su rostro
                       en la niebla
no se la podía rescatar
había urdido una trama
                       muy dura
con su nombre



Existía algo irreparable
en su mirada perdida
detrás de su párpado inmóvil
- qué secreto sueño
se moverá en su sombra?



alineado y terso
su cuerpo inerme
                yacía
como si descansara
               de la vida



qué oscuros jardines arrastraron tus alas
que el ángel que olvidó guardarte
bajó la celosía de tu luz
y te aquietaste para no desarmar tu sueño


 


JEAN-MARC LOVAY [9878]

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Jean-Marc Lovay
Jean-Marc Lovay ( Sion (Valais), el 14 de enero de 1948) es un escritor suizo de lengua francesa.

A los 16 años, Jean-Marc Lovay abandonó su instituto, y se inició en la fotografía. Era ya un lector voraz.
Un año después, en 1967, organizó una pequeña expedición al monte Ararat, en Turquía, con material de montaña y coches de alquiler. Al regresar, trabajó como periodista en las páginas de noticias del Valais, que se convertirá en Le Nouvelliste.
Esa experiencia viajera será fundamental en su vida. Entre 1968 y 1970 fue a Asia, y recorrió Afganistán, y Nepal; luego estará un año en Nepal entre 1970 y 1971. De esos periplos, saldrá su correspondencia con su amigo, el escritor suizo Maurice Chappaz, con un prefacio del gran escritor y viajero suizo Nicolas Bouvier. En 1972, trabajará como periodista para la radio de Berna. Entre los dos viajes, vivió en Friburgo (Suiza), Saint-Jean (Valais) y Ayent, y se dedicó a escribir intensamente.
Para vivir, además de colaborar en la prensa y en la "Radio suisse romande", trabajó en madera como artesano. Sus viajes prosiguen, de todos modos: seis meses en Madagascar (1988), una estación en Escocia, en Suecia y luego en Australia, donde dio conferencias como embajador de las letras en romance. Aparecerán como Conférences aux antipodes.

Obra

Les régions céréalières, Gallimard, 1976; Prix Rambert, 1977
Le baluchon maudit, Gallimard, 1979
Polenta, Gallimard, 1980
La tentation de l'Orient, Gallant y 1984, Correspondencia con Maurice Chappaz
La cervelle omnibus, Ginebra, Luigi Luccheni, 1979
Le convoi du colonel Fürst, Zoé, 1985; Prix Michel Dentan
Conférences aux antipodes, Zoé, 1987
Un soir au bord de la rivière, Zoé, 1990 ISBN: 2-88182-071-9
Le Valais en mouvement, Sion, Schmid Imprimeur, 1994
La négresse et le chef des avalanches et autres récits, Zoé, 1996
Aucun de mes os ne sera troué pour servir de flûte enchantée, Zoé, 1998
Asile d'azur, Zoé, 2002
Midi solaire, Zoé, 2004
Epître aux martiens, Zoé, 2004, escritos a los 19 años
Réverbération, Zoé, 2008
Tout là-bas avec Capolino, Zoé, 2009, ISBN: 978-2-88182-653-5







La editorial Zoé, de Ginebra, acaba de publicar La cervelle omnibus, una nueva edición aumentada y revisada de la poesía de Jean-Marc Lovay. El libro lleva un epílogo de Charles Méla titulado: "Jean-Marc Lovay ou la création hallucinée". En una entrada anterior de este blog presenté brevemente a Lovay y traduje un fragmento de una de sus novelas. Traduzco ahora la primera sección de La cervelle omnibus, compuesta por nueve poemas. Textos "alucinados", como diría Méla, o alucinógenos, fulguraciones de un mundo extraño, muescas en las paredes de desvanes destartalados en los que tuvieron lugar suicidios, vigilias, agrios intercambios, agonías, abandonos, furias. Lovay es una especie de tierno salvaje capaz de hablar de la sangre como si hablara del más dulce amor.
Rafael-José Díaz


Nuestra muerte,
Pues yo no desaparezco,
Dormito en algún sitio:
En mi lugar, sin lugar,
En ningún lado, sin la enfermedad.
Ternero que la vaca ha abortado en la tormenta de mayo,
Imperfecto,
Entre los insectos cantantes,
Entre los animales que han jurado mi perdición.

Notre mort,
Car je ne disparais pas,
Dans un endroit je sommeille :
À ma place, sans place,
Nulle part, sans la maladie.
Veau que la vache a avorté dans l’orage de mai,
Imparfait,
Chez les insectes chanteurs,
Parmi les animaux qui ont juré ma perte.




*

Cuando estemos cansados de echar leña en
los hornos,
Cuando una bella enfermedad se aloje bajo la piel,
Con la dinamita ¿qué haremos?,
¿Qué haremos?

Y he mirado mis brazos cortados,
Y mis piernas arrancadas,
Y, como un recuerdo de después,
el espejismo de mi vida
por encima del claro.

Quand on sera fatigués de jeter du bois dans
les fourneaux,
Quand une belle maladie logera sous la peau,
Avec la dynamite que ferons-nous,
Que ferons-nous?

Et j’ai regardé mes bras coupés,
Et mes jambes arrachées,
Et comme un souvenir d’après,
mon mirage de la vie
au-dessus de la clairière.


*



Mi hija, la pelirroja de una sola pierna, la primera
de mis tres hijas, se ha colgado.
En el desván.
Los herrerillos no vendrán ya a solazarse en la viga
a la que ató la cuerda,
Y el llanto se ha marchado con las golondrinas.

Ma fille, la rousse d’une seule jambe, la première
de mes trois filles s’est pendue.
Au galetas.
Les mésanges ne viendront plus jouir sur la poutre
où elle noua la corde,
Et le pleur s’en est allé avec les hirondelles.

*

El invierno ha descendido
Y la mariposa amarilla me ha extraviado el camino,
Me ha abandonado en el tiempo,
Ella que es ya inmortal,
Y yo detrás de la ventana
Con un gato que se ha vuelto loco.

L’hiver est descendu
Et le papillon jaune a égaré mon chemin,
Dans le temps il m’a abandonné,
Lui déjà éternel,
Et moi derrière la fenêtre
Avec un chat devenu fou.

*

El día de la muerte, si estoy vivo,
Habrá que vivir un bello instante más.
Delante de mi cadáver me diré, si sigo viendo:
¡Aún quedaba por vivir, era una bella muerte!
Y bien que me he contenido,
¡Peligro!

Au jour de la mort si je suis vivant,
Ça sera encore à vivre un bel instant.
Devant mon cadavre je me dirai, si je vois encore :
Ç’était encore à vivre, c’était une belle mort!
Et je me suis bien possédé,
Danger!

*

Hermana, habrá tanta sangre que nos cegará.
Serán ciegos
los cánticos de guerra y los cantos de piedad.
Ahogados en la pobreza de nuestros vestidos.
Nuestro único ser: la sangre.
El cielo salido del fruto, como el padre que vomita
sangre.
¡Nosotros, hermana, vírgenes en la viva caverna!

Sœur, il y aura tant de sang qu’on en sera éblouis.
Les chants de guerre et les chants de pitié, ils seront
aveugles.
Noyés dans la pauvreté de nos costumes.
Notre seul être : le sang.
Le ciel issu du fruit, comme le père vomisseur
du sang.
Nous, sœur, vierges dans la vivante caverne!

*

Cuando las puertas de no sé qué infierno
se abran, no será demasiado tarde.
El presente no habrá acabado, ni la locura de cambiar
de desesperación como de ropa.
Una voz dirá: «¿Por qué estuviste tan triste?»
Romperé todos los vasos en el cuchitril.
La carcelera: «¡Carroña! La felicidad te enrabietaba
el alma!»
Y gritaré:
               ¡Mentirosa! ¡Búrlate en medio de la tierra!
¡Háblame de lo que haremos mañana!

Quand les portes de je ne sais quel enfer
s’ouvriront, il ne sera pas trop tard.
Le présent n’aura pas fini, ni la folie de changer
de désespoir comme d’habit.
Une voix dira : «Pourquoi as-tu été si triste?»
Je renverserai tous les verres dans la cambuse.
La geôlière: «Charogne! le bonheur rendait
ton âme furieuse! »
Et je crierai:
                    Menteuse! Rigole parmi la terre!
Parle-moi de ce qu’on fera demain!

*

En la otra vida, ella será descreída, dura.
Será, seremos totalmente víctimas
del mundo.
Mudas.
Al tocarnos, con solo vernos, dios y los
líderes innatos se envenenarán.
Arderán, y las grandes imitadoras serán
desgarradas por enfermedades, ¡y los seguidores,
y las obedientes, destruidos por las perfecciones!

Dans l’autre vie, elle sera incroyante, dure.
Elle sera, nous serons absolument victimes
du monde.
Muettes.
À notre toucher, à la vue seule, dieu et les
meneurs d’hommes s’empoisonneront.
Ils brûleront, et les grandes imitatrices seront
fendues par des maladies, et les suiveurs,
et les obéisseuses, détruits par des perfections!

*

Por esa montaña circula mi catafalco
Con un nombre encima como la intensidad de la nieve
Cuando quema el sol
Y no existe
ya el cielo.

Dans cette montagne circule mon catafalque
Avec dessus un nom comme l’intensité de la neige
Quand brûle le soleil
Et n’existe 
plus le ciel. 

© Del texto original: Éditions Zoé
© De la traducción: Rafael-José Díaz

http://rafaeljosediaz.blogspot.com.es/search/label/Traducciones


ANNE PERRIER [9879]

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Anne Perrier
Anne Perrier, nacida en Lausana el 16 de junio 1922, es una escritora y poeta suiza.
Después de obtener su bachillerato, comenzó a estudiar literatura. Anne Perrier obtuvo en 1947 el precio Folloppe, a continuación, se casó el mismo año con John Hutter.
Apasionada por la música, dudó por un momento entre la vocación de compositor y poeta. Es autora de varios libros de poemas.

Selon la nuit ( 1952 )
Pour un vitrail ( 1955 )
Le voyage ( 1958 )
Le petit pré ( 1960 )
Le temps est mort ( 1967 )
Lettres perdues , Payot, ( 1971 )
Conte d'été (conte), 1975
Le livre d'Ophélie ( 1986 )
La voie nomade ( 1986 )
Le joueur de flûte , éd. Empreintes, 1994

Su poesía se ha reunido en varias ocasiones:

Poésie 1960-1979 , Éditions l'Âge d'Homme , 1982
Poésie 1960-1986 , Collection Poche Suisse, n o 71, 1988
Oeuvre poétique 1952-1994 , préface de Gérard Bocholier , Editions de L'Escampette, 1996

Premios 

Suite à la parution de Lettres perdues (1971), l'ensemble de son œuvre est couronné par le Prix Rambert .
En décembre 1996 , la poète reçoit le Prix vaudois des écrivains .
En 2003 , elle figure parmi les lauréats de la Fondation Leenaards.
Reçoit le 7 mars 2012 le Grand Prix national de la poésie , remis par Frédéric Mitterrand au ministère de la Culture à Paris.





EL PEQUEÑO PRADO

Hay que ser muy pequeño para entrar en mi reino
Solo una cabeza de niño
Podrá encontrar lugar entre mis palmas
No quiero a nadie grande
Ni que pese demasiado
En mis rodillas de luz
¿Qué buscáis más allá? Yo soy la madre
Del puro amor

*

Este es mi lugar
Para la eternidad
Una pequeña silla de paja
El silencio y el verano
Un muro que el cielo ha agrietado
Como una calle
Y mi alma que se acostumbra
A decir tú

*

En el agua de tus ojos
Soy el berro salvaje
No me pidas que florezca
No sé cómo hacen
Las rosas para madurar
Estoy verde en el fondo
De un agua lenta que me cubre

*

Pobreza mi casa
Ninguna otra me espera sino tú
Te amo y me das miedo
Por qué
Ya no hay huellas
¿Quién puede mostrarme el camino?
Ando y el tiempo pasa
Una voz dice nada nada nada

Traducido por Rafael-José Díaz 
http://rafaeljosediaz.blogspot.com.es/





Suspendida al hilo
Del luminoso verano
La libélula
En su gloria parece atestiguar
que vivir es un reinado
Frágil.





Suspendue au fil 
Du Lumineux été 
La libellule 
En gloire semble attester 
que vivre est une royauté
Fragile

Le Livre d'Ophélie (1977/1979)




SALAH STÉTIÉ [9880]

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Foto por Stéphane Barbery





Salah Stétié (en árabe صلاح ستيتية) es un libanés escritor y poeta que escribe en lengua francesa . Durante el tiempo de su nacimiento, en 1929, el Líbano era un protectorado francés. También se ha desempeñado en diversos cargos diplomáticos para el Líbano, en países como Marruecos y Francia. Aunque su lengua materna es el árabe, elige Stétié  escribir en francés porque en la lengua árabe no está al día.

OBRAS EN INGLÉS:

Michael Bishop, ed. (2000). Cold water shielded: selected poems . Bloodaxe. ISBN 9781852244873 .
A Key to the Lebanon . Garnet Publishing, Limited. 1999. ISBN 9781859641378.

POESÍA EN FRANCÉS:

1964 : “La nymphe des rats”
1972 : “La Mort Abeille”
1973 : “L'eau Froid Gardée”
1973 : “Fragments: Poèmes”
1978 : “André Piyere de Mandiargues”
1979 : “Obscure Lampe De Cela”
1980 : “La Unième Nuit”
1980 : “Ur En Poèsie”
1980 : “Inversion de L'arbe et du Silence”
1983 : “L'Etre Poupée”
1983 : “Colombe D'Aquiline”
1984 : “Nuage Avec des Voix”
1984 : "Firdaws, essai sur les jardins et les contre-jardins de l'Islam"
1988 : "Incises"
1991 : "Le Voyage D'Alep"
1991 : "Les sept Dormants au péril de la poésie"
1992 : " L'épée des larmes"
1996 : "Archer Aveugle"
1996 : "Lecture D'Une Femme"





Mi yugular es hija de la nieve

Mi yugular es hija de la nieve
que al latir me golpea el cuello
la espera de la nieve es pura espera
pura en el umbral de la nieve y sus hijas alzadas
el lugar de sus vientres que ha invadido la nieve
mientras la palma de mis manos acaricia el oscuro trigo
y el lagarto de la muerte en mi cuello.
Me he sentado, con los pies
brillando por el fuego de las uñas
a nuestro alrededor la palabra es morada
el aire es necesario para alumbrar el cuarto
y si hablo tan sólo hablo con imagen a la dormida
la que arderá en el pensamiento
y volverá después a la casa de toda lágrima.
Enigma es la faz nacida del niño
como una ortiga que la luna también está quemando
en una niebla de rasguños, el corazón: este
corazón
de cara a los fusiles que se desnudarán
para volver a la sustancia de árbol
por el enigma dulce de la luna
paloma airada bruscamente débil
desplegando sus alas de espejismo
y sus remeras como alusión
a la ilusión del corazón.

Traducido del francés por Evelio Miñano





NUBE CON VOCES / SALAH STÉTIÉ


Cerca de las hormigas de estas montañas
Bajo la belleza del espíritu bajo la desdicha
Del espíritu y bajo el árbol

Establecido en la viudez del vacío
: Más silencioso que el silencio el cuervo
Ya no tiene nombre en la nulidad
Nulo
Dios de hormigas en el rojo
De un campo Dios de cordero bello
En las puertas estrelladas







Dios de hierba y de hierba
(: y la ribera de hierba)
(Sierva del sexo de hierba)

Para el hijo de la nube
Sobre el bosque de silencio
Antes del espíritu

: Signo fresco y fiel de negra estrella
En la separación de la idea hija
Somnolienta, y sus rodillas, en el grito



versión de carlos estela








CINQ POÈMES POUR UNE MÉDITERRANÉE CRIÉE

1 - Les œufs des morts

Il y avait ce rectangle avec les œufs des morts
Le jardin d'une eau sourde envahi par la mer
Et les coquelicots allumés par l'azur
– Sa tête jeune alourdie d'un poids de marbre

II y avait ce grand peuple enchaîné dans les vagues
Et qui grondait vers une vie ô suppliantes
Et la caverne du monarque ancien
Arrachée sous les murmures de la pierre

II y avait la majesté d'un Ange
Descendu sur les antiquités vaincues
Et marchant à larges pieds sur les dalles
Jusqu'à la mer encombrée de jasmins




2 – Mesures, démesure

Agir avec le feu du souffle sur
Cela si clair et dénoué avec ses vœux
Noircis ligués en pièces transparentes
Sur les serrées dont on ne sait plus rien

D'ailleurs et gravement calmée sirène
Parmi le sel démesuré jusqu'au plaisir
Du vent infatigablement fourni d'azur
Et dévoré par des fourmis très pures

Ô tout cela qui vient comme batailles
Vite emportées dans le désordre heureux
Des routes mélangées par l'air habile
Qui les donne à la vaste écume et les retire




3 – Raucité

Au sommet de la vague il y a la frange
Du soleil et les équilibres du sel
Mille épées dans le nid brûlé à vif
Les oiseaux ont disparu du ciel

Uccelli ! Autour de vous l'éclat
Du lieu sans clé avec ses chambres de verdure

Puis soudain comme un peu de sang dans le jour
Les rochers, les cris durcis, la raucité





4 – Feuilles tombées dans la mer

Jusqu'à des extrémités où les mains tombent
Avec les feuilles des arbres dans la mer
Avec les épaules brisées et le cœur
Noué dans les poitrines fusillées

Aller jusqu'à cela – tournant le dos
Au trouble de la lune sur le destin
Troué et repris fortement dans les tambours
De la mer, oui ! jusqu'à l'œil sensible au sel

Mais ici, point de mer. Ici 1'extrémité
Avec les palmes reconduites jusqu’à l'arbre
L'épaule organisée et la poitrine
Refermée sur le cœur fermé, et la main






 5 – Serment pour l’eau

Par le lieu qui a prêté son nom au livre
Par l’amande limpide
Volée aux dieux

L'égarement brûle les cils de la mer
Et quel instant de nul instant se brise
Contre des genoux morts ?

Oh quel genou ce cœur
Dans la violence déployée frangée de plumes
Le tout, avec le cœur





Alfredo Silva Estrada: 
Saláh Stétié y las ambigüedades del sentido...

Salah Stétié- poeta, ensayista, filósofo crítico de las artes y de las letras, nacido en Beirut en 1929- ilumina con palabras de fuego y esperanza las tinieblas de nuestro mundo trágico, esforzándose, desde el misterio de un origen unificador, en sorprender y profundizar las confluencias del pensamiento oriental y del occidental. Así, en sus ensayos, escritos con la misma sustancia de su poesía o como una emanación radiante de ésta, no debe asombrarnos encontrar hermanados, por ejemplo, a Novalis y al poeta persa Djelal Eddine el-Roumi, elevando sus himnos con el mismo fervor de una noche esencial. Porque la noche -fondo, subsuelo, raíz del sentido- guarda en su seno el relámpago fundador de la palabra poética, a la vez luminosa y oscura.

Hölderlin es otra de las imprescindibles referencias occidentales de Stétié. Recordando el habitar poético del hombre sobre esta tierra de que nos habla el poeta del Azul adorable (“por la poesía/ hace el hombre de esta tierra su morada”), Stétié nos informa que en la lengua árabe verso se dice bayt (casa). Cada verso en el poema árabe está asimilado a una casa: es morada de las palabras que conforman el sentido. Pero – tal es el deseo del poeta- la palabra no debe hacernos olvidar que proviene de una ola de las profundidades, no hay que sentirla abrigada por el bayt ni protegida por los muros de ninguna morada. Para el poeta de la Inversión del árbol y del silencio que ha visto en la poesía nuestra salvación, la palabra “debe permanecer libre de todo muro y de toda piedra, guardar imperativamente su fluidez, conservar su naturaleza primera y primitiva de elemento: gracias a lo cual nos es respiración y aliento”.

Un hombre como Salah Stétié, que ha fundido su existencia con su escritura (respiración y aliento) sin que una sea sucedánea de la otra, al hallarse en una situación límite (algunos días antes de someterse a una grave intervención quirúrgica que pondría en peligro su vida) se plantea, tal vez nunca antes tan explícitamente, ciertas preguntas esenciales acerca de lo que ha constituido y, no obstante las penosas circunstancias, sigue constituyendo su elección vital, y su razón de ser: ¿Por qué la poesía? ¿Qué representa el poema ante el universo: “ese nido de maravillas, ese nido de víboras”? ¿Qué peso tiene cada poema ante la búsqueda de un sentido compartido, frente a la lengua plural y nuestra, frente a la muerte que es ya mía, la intransferible y, sin embargo, la de todos?

La poesía que ha entrañado para este poeta sabio indagación rigurosa, apasionada e incesante, situado alguna vez “En el umbral de la belleza de los muertos”... “En el umbral del origen”, afirma ahora con dolor: “Reconocer la poesía es, extrañamente, comenzar por desconfiar de ella, abstenerse de conocerla, al menos hasta no haberla experimentado en las balanzas interiores por lo que ella misma es.” Curiosa experiencia, praxis tanteante que precede a todo conocimiento teórico. La poesía se le torna entonces “una totalidad opaca con posible vocación de transparencia”...

Y las interrogaciones subyacen: ¿podrá la poesía legitimar la muerte, así como ha justificado una vida? Las palabras ¿son portadoras de realidad o, más allá de la realidad y por encima del juego semántico, son portadoras de verdad? ¿En qué coyuntura poética coinciden realidad y verdad? ¿Dónde está la autenticidad de la poesía? ¿Cuál es su verdad esquiva que sentimos adentro, encarnándose, y que nos seduce y atormenta?

Ante la amenaza de la muerte, muy cercana, aquella que a lo lejos se emparentó con “la perfectibilidad de los astros”, el poeta osa interrogarse e interrogar a su lector bajo asertos conflictivos: ¿La poesía no será acaso, en el juego de espejos que las palabras traman, más que ilusión, perspectiva tan deslumbrante como falsa, abriéndose al final sobre el vacío?

Salah Stétié nos pone a girar vertiginosamente alrededor de estas interrogantes en su libro Lo Prohibido, publicado en marzo de 1993, con esta afirmación casi al comienzo de sus inquietantes reflexiones: “La poesía, la humilde poesía, vacila en el umbral de todas las respuestas posibles.” Contradictoriamente, más adelante nos dice: “En cierta forma, la poesía es respuesta a una pregunta que no fue planteada o, lo que sería más exacto, a una pregunta que lleva consigo su respuesta y que ella deposita, como el mar a un testigo de leño sobre la playa de lo ya resuelto.” Las contradicciones que podemos encontrar en estas líneas reflejan, sin duda, las contradicciones mismas de la existencia en su relación con la complejidad del acto poético: complejidad que no contradice, en forma alguna, la simplicidad de la revelación fulgurante e instantánea.


A todo lo largo de estas líneas de Lo prohibido que bordean continuamente límites misteriosos, se entrelazan las deslizadas paradojas: “el poema es un habitual / inhabitual, un habitáculo desertado pero no vacío, más bien estaría colmado de no sabemos cuál plenitud. Plenitud que parece no estar justificada por nada objetivo. Plenitud injustificada y, no obstante, soberbiamente justa.”

En la gestación poética y en sus mutaciones, en ese dominio improbable donde el primer contacto del poeta con su poema es de orden corporal, táctil, “ciegos dedos contra ciego cuerpo”, donde hay que avanzar a tientas, con los dedos abiertos y tensos, con precauciones y prudencias para no romper los frágiles hilos de las relaciones aún nacientes, donde es preciso “tener un ojo en la punta de cada dedo para tantear la sombra”, tropezamos con todo un cúmulo de paradojas. Por ejemplo: “¿Podríamos esperar apresar desde el afuera alguna apariencia del adentro?”. La pregunta encierra su respuesta, porque sabemos por nuestra experiencia que, poéticamente hablando, no hay afuera ni adentro, “siendo el uno la expresión invertida del otro en una proyección simbólica.”

En el agolpamiento de sus espejos – insiste Stétié – “la poesía acumula paradoja sobre paradoja.” Suele mostrársenos como privada de sentido, fiel a su impulso original, a su ola de fondo oscuro, a su fuerza a la vez densa y ligera que precede al sentido. Lo que es la figura novaliana se sitúa en ese lugar intermedio entre lo nocturno que precede al sentido con vocación solar y el otro sentido que continuará esquivándose.

Esa mostración primigenia y a la vez velada de la poesía es lo que Stétié llama “ternura de la palabra poética”, llena de irisaciones y reflejos: “confusión clara... como el desorden de un jardín.” El autor de un admirable texto acerca de los jardines del Islam (Firdaws, 1984), no podía dejar de evocar a su venerado Georges Schéhadé:

Hay jardines que ya no tienen ninguna región
Y que están solos con el agua
Unas palomas los atraviesan azules y sin nidos

Pero la luna es un cristal de dicha
Y el niño se acuerda de una gran desorden claro

Bellas palabras de un poeta amado al que recurre Stétié, como en una oración, cuando, aun afrontando lo terrible, se atreve a acercarnos a una ternura de la palabra en claroscuro:

“Ese desorden, he aquí que poco a poco, por la claridad que asombrosamente emana de él, cede el lugar al orden, no sabemos a ciencia cierta a cuál orden tembloroso, progresiva condensación de la luz difusa, baño original del sentido... Primavera del sentido, pequeñita primavera del sentido, todavía enturbiada de lluvia y de bruma, a la manera de la madrugada.”


Un año después de la publicación de Lo prohibido, Salah Stétié publica, en junio de 1994, el poemario La tierra con el olvido. Al ofrecerme un ejemplar, con cierta timidez, me dijo: “Estos son los poemas de una vida”. Una vida, se entiende, que comienza a encarar la vejez con un excepcional coraje corporal incorporado al poema y una lucidez inusitada. Aquí, lo que podría ser sólo dolor y nostalgia se torna hallazgo de lenguaje y revelación constelada, revelación de cuerpo humano y cosmos: “Oh cuerpo nunca perdido bajo tantas noches / portador en ti de un incendio de estrella.” Y la ausencia misma, la quemadura de la ausencia tiene al final la frescura de una renunciación:

Hay un rocío que cae
Nada hay: la tierra con el olvido


En mi versión de estos poemas, como en mis anteriores de este poeta difícil y espléndido, no he perdido de vista lo que nos comenta acerca de su escritura ese otro gran visionario, el poeta sirio–libanés Adonis. Nos dice Adonis que el arte de nuestro amigo está hondamente enraizado en la caligrafía islámica, renovándola: poesía de arabescos que es, a la vez, música y geometría. “Rítmica liberada que no persigue ningún objeto externo, sino su propio desarrollo, su propia dinámica espacial y lineal. El ritmo puede ser tan pronto esta curva, esta ruptura, este cruce; tan pronto helo aquí analogía, intercambio, similitud. Es así como el cosmos, aprisionando la materia, libera de ésta solamente lo que es energía y significación. Así, con Salah Stétié, el mundo deviene, en su totalidad, admirable barandal de la palabra.”

Confieso que cuando vierto un poema de Stétié a nuestro idioma – placentera tarea emprendida hace ya más de un decenio– me asusta tener presente lo que nos señala Adonis: “Stétié escribe en francés con un lenguaje árabe”...

En los poemas de La tierra con el olvido, me parece que los arabescos, contradicciones y preciosas extensiones de la producción anterior del poeta, han cedido el paso al íntimo desgarramiento existencial del sentido. A veces, sereno desgarramiento. Lleno, en todo caso, de esa “claridad maravillosamente entenebrada” por todo aquello que fatalmente se esconde en la palabra. Porque el sentido, para que lo dicho se mantenga en la palpitación de su origen, nos es retirado por el ofrecimiento mismo del poema.

Alfredo Silva Estrada


I


He aquí, rosa de fuego en la quemadura,
Aquello que al fuego da su frutecer
Cuando el agua está allí, hija de la casa,
Y cuando esta en vigilia con el fuego de la quemadura
Sobre el techo y la larga palma de las nubes
Encendida por la sangre
Por encima del afluente del olvido









RAFAEL MÉRIDA CRUZ-LASCANO [9881]

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Alberto Rafael Mérida
-Rafael Mérida Cruz-Lascano-
Escritor, Periodista y Poeta guatemalteco, nacido en la Ciudad de Guatemala, el 15 de mayo de 1938.

Poeta de todos los géneros, formó parte del Grupo “ARCÓN DE POESÍA” 1966.
Su literatura, logrado relevantes reconocimientos, ha recorrido el mundo en castellano, como por ejemplo: 

“Turpial de Oro” Asociación venezolana de las letras y las Artes, diciembre .2008; Reconocimiento a la trayectoria, en vida, con el galardón “Hombre de Maíz” 2009, por la Red del Centro Histórico de Guatemala; 
Primer Lugar “POETA IBEROAMERICANO”  otorgado por Los poetas de Iberoamérica, San Fráncico California USA, 2010;  
2º. Lugar género cuento, 2011, Sociedad venezolana de las Artes y las letras; Con intervención de 133 países, GUATEMALA rinde homenaje a PABLO NERUDA. Red del Centro Histórico de Guatemala,  Dramaturgo “Augusto César” 2011: 
La Unión Hispanomundial de Escritores, PERÚ, le concedió (8 de marzo 2011) “Laurel de Mirra” Un Reconocimiento Internacional, a su obra Narrativa poética “Amor de Otoño”;  
2011, Junio. La Red de Escritores de Coquimbo,, Chile. Ganador del PRIMER LUGAR en el "CONCURSO LANZAMIENTO REVISTA EXCELENCIA LITERARIA” Internacional;  
2011, En “ESTAMPA DE TUS SUEÑOS” México,   ganador del  3er. Lugar  y mención de honor, en el homenaje a Roberto Cantoral;  2011 septiembre 26.  Ganador del premio mundial, único,  
“PREMIO MUNDIAL A LA TRAYECTORIA 2011”  Galardón otorgado por la Sociedad  de Escritores Latinoamericanos y europeos SELAE. ITALIA.-



MUSA: EL ABRAZO DE LAS MUSAS

Quiero entonar un himno convincente
a la Troya, la del poder hipnótico,
con trompetas y Aulo sonoro, olímpico,
arrullando a los astros vanamente.

Que mi rapsoda sea un canto Homérico
a las novias de Dioses inmortales,
con Calíope, Clío, suenan los timbales
para iniciar el ouroboro histórico.

Con Epullión de Euterpe sobresales
papiro en mano nos ofreces Gloria,
enarbolando flauta de victoria;
con Terpsícore y Melpómene… sales
a Erato ceñir con rosas sensuales;
El grande canto de Polimnia es mímica;
la de Talía es la cómica y biofílica,
Urania y Lesbos cantan a la luna
pues las musas traen en su pluma…
"La poesía arcaica, lírica y épica".
Rafael Mérida Cruz-Lascano







SONETO: TRÍPTICO A LAS ROSAS

I

Rosa Silvia, campirana
bailas cuando duerme el río
toda cubierta en rocío
sabia, alegras la mañana

Intuí la primavera
donde tu imperio reposa
en sinfonía recelosa
a tu antojo y tu manera,

dibujé ese color tuyo,
tus tallos llené de besos
con los reflejos de armiño

grabé de ti, en el cocuyo,
en amusos y embelesos.
La rosa es amor... cariño.


II

Te entrego una rosa roja
para decirte que te amo,
para agradecerte, un ramo
con miel, brote de tu hoja.

Inocente blanca rosa
mi embriagante blanca amiga
tu vegetal trova obliga
cantar tu color en prosa.

Amarilla es, felicidad.
Rosada, de gratitud.
Crema, pureza, virtud.

expreso con sinceridad
Botón blanco es, juventud.
Siempre Azul es de salud.


III

Rosas son multicolores
iluminadas de son
de las rosas el blasón
para sorber los amores

Los rozados resplandores
en cada uno, una razón,
adornan con oración
a los glaucos ruiseñores.

Ven conmigo diosa azul
y tu tallo sobre caterva
vestirá aroma de tul.

brote de verdor conserva
en rondas por el Pirúl
de la mano de Minerva.






Poesía Epistolar

CARTA A MARGARITA

A: Margarita Franco Poetisa peruana

Perdón Margarita, hace tiempo que no te escribo
y no sé siquiera si ésta pueda ser respuesta,
recordé de repente mientras hacía la siesta
—van ya muchos años— que no platico contigo.

Ya muchos años de mi voluntario destierro
buscando que mi soledad me lleve a mí mismo,
y caminando solo, al salir del paroxismo
haladas mariposas me den paz en mi encierro.

Qué te diré ahora?
Que aún me ciega el brillo de tu carta,
En que me confías futuras dicciones,
Que añoras paz, sueño de millones
Y deseas que todo el mundo la comparta.

Te agradezco también sinceramente
tu regalo de excelentes instrucciones,
de sorber de otros poetas la luz de sus canciones
y esa raíz sea reflejada en mi propia frente.

Yo sé que mi prosa nunca ha sido florida
y que inmerecidamente yo me digo poeta,
mi vida loca ha sido siempre de ruleta
pero allí verás tú la historia de mi vida.

Hoy al encontrar tu poesía visual ¡OH suerte!
que había quedado dentro de un montón de historia
en un volcán de tiempo que saqué de mi memoria,
de años pasados —un parpadeo—… cuando la muerte.

Veo cómo tu honesta curiosidad se desata:
¿que pasó? Me preguntas no con indiferencia.
te responderé con justicia y conciencia
pero solamente, como lo hace un poeta.

Enlazando verbos y una a una cada sílaba
abriendo los ojos a la vida obsidiana,
enhebrando cada emoción temprana
y plasmar la agonía que de la pluma brotaba.






VIDA… DESPUÉS DE LA MUERTE

I "Muerte

Un día tranquilo y tras la faena,
camino solitario y satisfecho,
voy rumbo al hogar con el honor hecho
a mi himno... fuera de mística pena.

Entrada ya la noche y de la sombra,
un rayo de luz veo, y con el batallo,
a su trueno duermo en mortal desmayo
y al rodar —la banqueta— fue mi alfombra.

Me sumerjo en desgarrador instante
oyendo liras entre efluvia brisa
y una transparencia veo delante.

Se fue borrando, apagando mi riza,
ya sin plegarias, me abrazó la muerte,
aspiró profundo... y se fue indecisa.



II Vida

¡Un disparo en el corazón! — ya es mío—
dice la muerte... y vio que le cubrían
velaron, sollozaron, no dormían.
y no dejaron solo al cuerpo frío.

Los cuatro cirios no ardieron su luz
cuando el rígido cuerpo recibieron;
"ya falleció" dicen quienes le vieron,
que fijamente, veía la cruz.

Diecisiete días !capilla ardiente!
¡vi de nuevo! la risa de los míos,
¿Si creo en los milagros?, no pregunte.

Con la calma imprecisa de los ríos,
ligera, leve, voluble, se siente
cómo vuelvo vivo, de mis desvíos.

¡Pero ya está bien! Siento, en esta noche galana
algo que aún no he dicho y que quiero decir,
en mis manos descansa el libro que acabo de abrir
y me permite conocer el alma peruana.

Quien dijo, que el alma del poeta no se comprende:
¡mintió! Yo a otros poetas un saludo envío,
no te rías, Margarita, esto no es desvarío
que a Ruiz de Castilla y Dania Blanes se extiende.

No oculto mi deseo de conocer sus versos
Y que de alegría llenen mi reposado existir,
Les escribo para que me puedan sentir
Y en este intercambio conozcan mis pasos.

No nace el ave —con plumas— para poder volar?
Será acaso justicia y razón negar la libertad?
¡ahora es común que muera el que dice verdad!
No es necesario para el sacrificio un altar?





"POETAS PERUANOS"

José Santos Chocano, nació En la Aldea
con Oro de Indias y Sangre Americana
con café y tabaco y caña peruana,
y su Nostalgia canta al sol en donde sea.

Felipe Sassone, recuerda y canta
su pena en La Aventura que no fue,
la vida —dice— combatiendo pasé
y el morir batallando, ya no le espanta.

Cesar Vallejo, no sucumbe. Lo niego;
iluminó Paris un jueves de otoño
con Los heraldos negros, dijo Diego.

José María Eguren, Mágico Sueño
va con La niña de la lámpara azul,
Simbólicas, sombras, garúa de armiño.






OCTAVAS: MI EXISTENCIA

De mi alma con su tonada,
es la vida siempre un reto,
para cantar un soneto...
por el que fue y no fue nada.
Quisiera darte mi canto
con la cítara viajera,
amada flor, flor primera,
de venatus ornamento.

Espejo del alma mustia,
¿te pregunto, será cierto
que la noche bebe mi ostia
y sólo me trae angustia?
Esperaré por diciembre
para desgranar su frío,
escapando su albedrío
en el ensueño del hombre.

Su rostro desnudo y triste,
presencia de cementerio,
su mente en sutil delirio
y su risa, ya no existe,
le digo adiós; —luego espero—
con vago rezo votivo:
Soy el hombre que no vivo
y de cierto. ¡Aún no muero!






REDONDILLAS: LA MARIMBA

Gime tu nota, mi lira
tiene aroma de madera,
en tu son mi sangre delira
como eterna primavera,
¡de la tierra platanera!

Une tu fuerza a mi duelo
con tu ritmo misterioso,
en sonoro eco de cielo
peregrino y melodioso,
¡Y su tañido es precioso!

Alma indígena y fecunda
cuna—Quetzal: El Laúd
lleva alegría o profunda
melancolía de ataúd,
¡por la marimba, salud!

Tú, la de luz golondrina
iluminas los güisquiles
y toda casta chapina
alfombra de güipiles,
¡de los Mayas y Pipiles!

Eres el pan de justicia
sonar de hormigo, el origen
marimbero y la delicia
de tu registro aborigen,
¡que por tu trino te eligen!

Más allá de ser humana
sinfonía, en sus abrazos
que la música emana…
al esa alma hace pedazos,
¡o ilumina sus ojazos!

Amo bañarme en tu arroyo;
soñar tu épico teclado
monorrimo grito yoyo,
del sonido derramado,
¡al oírla…yo he llorado!

Le he mirado en sus ojos
alegría de chirimía
vibrar, y con sus antojos
hacer, la marimba, mía,
¡mágica melancolía!

Amas duerma entre tu arrullo
de música y violineta
y me duermo en tu murmullo
que inunda todo el planeta
¡quizás, porque soy poeta!






SONATINA: SERENATA CON CHIRIMÍA

¡Salud! "Quinceañera"
no valga ni presencia ni palabra,
si no que el verso con
la ternura, creación para esta obra.
Celebras de octubre, quince brisas
¡Preludio de miel y áureas sonrisas!

¡Felices Serenatas!
Te traen, las morenas golondrinas,
con musical gorjeo…
Al compás de una coplas muy chapinas,
de chirimía, tum, flauta y marimba,
que con altas notas, mágicas, cimbra.


"CONCHITA" princesa en,
garbo de Monja—blanca, Sonatina,
con alma soñadora
llevas orgullosa, casta latina,
madrigal que cual bruñida campana
hace tañer tu sangre castellana.

SONIA de cristalinos
pensamientos, que juegan, en la fuente,
de dulce alejandrina
con sólo resplandor, de adolescente,
hechizas a los días del colegio
derrochando risas, con sortilegio.


Sola inspiras al mar,
el sentir alegría del hermano,
eres dueña de ensueños,
—Castalia— eres envidia del bravo océano,
suben y bajan felices las horas
en borrachas olas patinadoras.


¡MINERVA SALUDA!
con mejor sinfonía de Pandora,
prisión de pensamientos,
del lisonjero insomnio que enamora…
cual gaviota que se levanta en vuelo
en busca de abiertas flores de cielo.


Saludos y alegría,
fusiones de aromas, un solo ser,
chiquilla de faz, pura,
con el embrujo de un amanecer;
elevando tu fuerza soberana,
hasta, el alegre sol de la mañana.


Tiene: Heráldica frente,
ceñida, con nardo, aviso de gloria.
De: Púdica mejilla,
huele a manzano… ojos de historia,
cutis de fresa, linfa recelosa,
y de ondulada cabellera hermosa.


Con su figura erguida,
presume, frente al espejo de cielo,
su reflejo sereno
enciende su primaveral anhelo;
en su cristal, se ve, por cuatro lados,
y con la diestra, alisa sus rizados.


"Bello" adornado traje
sus vuelos llevan la luz de una estrella,
dignas de su ternura,
por ser de entre las rosas, la más bella,
Por damas lleva cien mil tulipanes,
—soberbios— al par van los chambelanes.


Nacisteis con embrujo
de eterna primavera, que bañando,
tu preciosa escultura,
despierta a todos los astros cantando,
con la madreselva, que sube a gatas,
y a tu ventana, lleva serenatas.


Presencia transparente
—nacimiento— capullo de verano,
de caminar tranquilo,
con la dicha que llevas en la mano,
pasas a ser historia de una fecha…
al iniciar el diario de muchacha.






CANTIGA: “CANTIGA A LIVIER”

A Helga Livier Salina Mérida

Despierta que hoy es tu día
alegre el cielo engalana,
encendida de alegría
tierra norteamericana.
Tú eres toda la poesía
igual que eres mexicana,
Llevas la raza chapina
eres rosa alejandrina.

Eres un sueño, un suspiro,
para el suspiro un ensueño,
del edén eres respiro
respiro, leve, halagüeño.
Por donde quiera yo miro.
En tu rostro veo risueño
que llevas raza chapina,
que eres la rosa divina.

Flores, aroma e ilusión
adornan tus ojos bellos
con ritmo melodía y gracia
llevas dentro la canción
y opacas esos destellos,
todo tu ser acaricia
aroma de flor chapina
Eres norteamericana.

Traigo para ti un ramo
y una flecha primorosa
con la dicha muy celosa
Por agosto y su abundante flora
es que baña tu belleza la aurora,
con flechas de amor contento,
Hoy el día de tu nacimiento
plácida, clara, sonora.

Comenzó ya la alborada,
la fiesta que hoy te devora
por ser la más bailadora…
Llevas un exordio honesto
en tus pupilas y gesto,
transparente, definido
de un pasado ya dormido
de un presente muy despierto.

Límpida perla marina
polio de sol tú presumes
dones en ti muy comunes
en lírica sonatina,
sonatas alabastrina
lleva la alondra en su canto
por ser el día de tu santo
con coro de estudiantina.

Que seas feliz hoy y siempre,
siempre sea como hoy día,
alzando a Dios tu inquietud
con permanente alegría,
Helga Livier, nombre ilustre…
Como Dios quiere a sus hijos
Desea puedas con plenitud
realizar tu fantasía.

17 Agosto del 2005






ACRÓSTICO: "COLOQUIO"

A la escritora:
Dra. Mª Virginia Salvadó Cardoza

Mi divino misterio va primero
Allende mi lira, en boreal canto
Regala cantos, olivos, somero...
Inspirándose por no sé que santo,
A saludar al vate compañero.

Vemos en esta singular señora
Inspirar intelecto a poetisa.
Reviviendo su sueño de escritora
Gentilmente como una profetiza.
"Instinto gentil" !Así es la doctora!
Nunca su faz te niega una sonrisa.
Infanta que la realeza añora
A las flores, sonriendo mimetiza.

Sabréis mucho de esta mujer tan bella
!Ay!... y de suspiros y de embelezo
Lirio sensitivo. de GRANDE ALMA "ella"
Virginal encuentro de un solo beso
Ardiente, busca un amor peregrino
Donde pudiera encontrar su destino
O, el secreto de un amor en exceso.

Casi queda enmudecido el poeta
Al querer su nombre, hacer un poema,
Resistiose al mirarla tan discreta.
Dame !OH musa! a nuestra pluma una gema
O con ingenio, tomar del paraíso
Zumo de alborozos, y sin aviso
Acercarme a la estrella que me quema.





OVILLEJO: A LUIS CARDOZA ARAGÓN

¿Quien el vate que la poesía abraza?
Cardoza
¿Bajo qué —dice— todo es tornasol?
El Sol
¿De quién es la belleza del cuarzo?
De Marzo

Caminando como niño descalzo
lejos de cielo que añora volcanes
bordado vive en el alma y pañuelo.
Cardoza: El sol de Marzo.









OVILLEJO: A MIGUEL ÁNGEL ASTURIAS

¿Será, “Jeremías, el hombre aquel?
Miguel
¿O de un chirimoya ladino del bajel?
Ángel
Vendrá de hidalgas tierras, sin penurias?
Asturias

Mensajero luminoso
con manos de cien alondras.
Es el hombre de leyenda
Miguel Ángel Asturias.





Ovillejo A: Domingo Estrada

Quién por la literatura resucita?
El poeta
¿Cuál alborada visita el Flamingo?
Domingo
¿Cuál magna figura, glorió su entrada?
Estrada

Bañado de visos arrobadores
en trono de arcadia consagrativa.
Alta pluma, juicios universales
Poeta, Domingo Estrada.








ODA: FLOR DE SOLEDAD

Es la hoja, rama y espina
en tu intima ruta insomnio
el pensamiento en vigilia
embriagada de su pena
en el crepúsculo errante.

Flor de tiempo que devora
y tú sabes, y yo sé
que con hiedra sube errática
en torbellino de ensueños
cortejando sola la huella
cono maromas de horror.

Eres verdad, pensamiento,
desconsuelo de una pena
fúnebre abismo salobre,
miedo suspiro, eco etéreo
sueño de párvulo arcángel.

Trino acre vaho, de tierra
desnuda, rizo de fuego
ráfaga viento ambulante.

Tu fruto ácido es amargo,
di en un adiós de muerte
que tenéis la uva negra
del ramillete mas falso.

La erguida rama es estatua
Esa espiga tu alma espina
Como cuando la flor se abre,
con voz de estambre y sirena
tallas espíritu aurora.

rama, espina, hoja, semilla
tu raíz es de desaire
en mi pálida mejilla
¡Soledad, vienes del aire!






ÉPICO LÍRICO: "RETRATO"

Mi nacimiento y primeros años fue tormento
que sólo el amor de madre sabe mitigar.
Recuerdos vagos que tengo de mi amado hogar…
la amplia casa, tres patios, la higuera y el pimiento.

Entre jardines pasa mi niñez —¡ rememoro!—
nostálgica alegría, el calor de la familia,
el café de las cuatro y sombra de buganvilia;
fuente serena, en lustroso corredor, un loro.

“Oh, juventud divina” los escolares días
de bulliciosos descansos del recreo alegre;
cuando en navidades hacíamos el pesebre
hincados, entre regocijantes melodías.

Fui tocado por la piedad del mismo Dios vivo
y esa vocación me llevó años al seminario,
comprender, de cristo su agonía, su calvario,
pero no fui escogido, el mundo me hizo cautivo.

Ya el Señor me tenía dispuesto gran presente,
morenito, delgado y lejos de ser hermoso,
dispuso en mi camino al ser más cariñoso…
la mujer que cambiaría el mundo, mi horizonte.

Mi madre aun sufría ¡Mi padre había partido!
Con humildad la nueva hija se ganó el cariño
con dificultad, tropiezos pero como un niño.
Se comprendió que el hijo no se había perdido.

Nació el primer nieto, cambió todo el panorama
capilla iluminada de espirituales velas
de regocijo y contento llenó a las abuelas
que presumen heredada raza, nueva rama.

¡La familia crece! pasa el tiempo ufano, inerte,
verdugo tirano, himnodas gregoriano coro,
¡Juro! por haber escuchado el tropel sonoro,
puedo hablar de “La vida después de la muerte”


llevé en mano un estandarte, símbolo de viajes,
Después de pasar Centro América llegué a México
fueron muchos años toda una vida y es lógico,
llegamos a USA y se cerraron los equipajes.

Deberá agradecer de por vida al Soberano,
debo pregonar, de la manera más sincera,
cuidando mucho de la palabra lisonjera
que todo es de Dios, quién me transportó de la mano.

He visto que el tiempo terreno, he despilfarrado
solo quiero dejar “sueño de mi poseía”
oigo canción profana, comprendo en mi agonía,
que lo que he perdido, se, lo tengo bien ganado.

”Hombre de Maíz” 200
Guatemala C.A. 




Redondillas: Paz y Libertad

La metralla está cantando
sobre el azul del cielo…
está sangrando mi suelo
la fosa está preparando.

El muerto levantó el vuelo
cadáveres esparciendo;
porqué seguirlo fingiendo
la juventud está en duelo.

Nuestro himno perdió su acento
es tiempo de nueva ruta,
no es, Patria, prostituta…
para un pueblo sin sustento

no más sangre en la banqueta
no escupas a tu bandera
buscamos paz verdadera
sin la mirada alcahueta

la bala que el cielo surca
¡libertad! ha despertado,
horizonte iluminado
rompe el baile de mazurca

Obreros sin ilusión
Por fábricas incendiadas
Y por escuelas destruidas
los niños sin instrucción

Paz, nuestra única salida,
nos hemos vuelto cobardes,
busquemos PAZ sin alardes,
luchemos por nuestra vida.

Tienen tinta-libertad
Y en mis versos no se miente
queremos PAZ solamente
en el mundo con piedad.

Hoy la Historia que yo escribo
sin que me tiemble la mano
exijo a todo el hermano
con dolor, y lo suscribo.






Endecha: RENACER

¿Qué es ese ruido que escucho a lo lejos?
la noche me asusta, me invade el miedo.

Temo por el mar, por las olas muertas
y por que se pierda el azul del cielo,

Pero me espanta mucho más tu ausencia,
si tú no estás conmigo, yo no vivo,

Me siento vagabundo por la calle,
te agravio si me pones por el suelo,

Soportare la noche sin estrellas
pero jamás, si soy, abandonando.

Me atemoriza el lloro de las calles,
los ratones, el elefante blanco,

Que los ebrios salden el alcohol
o que de frutas no se invente vino,

Tiemblo cuando me veo ya cadáver
pero si te serenas ¡que sosiego!

Ya toda la pradera amarillea
desdibujo la tristeza en mi pecho

Mis antes alucinadas pupilas
me vuelven del aletargado mundo,

Si tu imagen, a mí, vuelves sonriente
abriré las puertas con gran estruendo,
Entonces nuestro lloro será agrado
“si me respetas” ¡viviré de nuevo!







Parrandilla: A don Agustín Sánchez

Conocí a ün VATE alegre,
habiente de buena pluma
arrojo y garbo del puma,
de Murcia viene ojialegre.
Su prosa solaz evoca,
en su honor alzo mi copa
y llena esta a plenitud,
¡Digo salud!

Iniciando en esta charla
de tertulia poética
hablaremos de la hética,
de la que hoy se parla
de rima y prosa a beber,
mientras queremos saber
la botella se vacía
todavía.



La creación de este nuevo estilo de estilo de estrofa, se la debemos al poeta Agustín Sánchez, Filólogo, oriundo de Murcia y celoso de la poesía culta.- Se trata de una redondilla de rima abrazada y dos dísticos, el segundo tiene de finida un verso quebrado. Esta estrofa al igual que la “guirnaldilla” es si un poema completo, pero puede tomarse como la estructura estrófica para un poema mayor.



-Sorsonete- “LA LIBERTAD DE CRISEIDA”

Pélida Aquiles viene de cólera cantando
el áureo cetro ignora, quiere volver de Príamo,
lo impide su Dios del arco en las cóncavas naves,
Crises esta llorando
sin presentar reclamo.

Agamenón no transa altivo como las aves,
también Calcante teme la cólera de Apolo,
es debido al ultraje, dijo: el eximio vate,
su fe es como las aves
marcha al combate solo.

Criséida, causa mortal, del egregio enclave
que incomunica al bardo,
tiene en su alma la llave.

Quiere viajar a Ftia la guerra es sangrante dardo,
pierde a Cris; esta grave;
¡Sin su amor, es un fardo!

Tetis hizo el funesto vaticinio en conclave
Y pelean contra el amo
Troya es la contraclave.


SORSONETE: Poema neo-clásico, formado por cuatro estrofas de rima consonante, Creado por la poetisa venezolana, Milagros Hernández Chiliberti:
La primera estrofa integrada por cinco versos: Tres versos endecasílabos, alejandrinos (u otra estructura de arte mayor) de rima ABC y dos versos heptasílabos de rima ab.
La segunda estrofa de estructura similar, debe comenzar por C. Sea ABCab CDEcd
La tercera y cuarta estrofas son tercetos de rima consonante variada o intercalada a gusto del poeta, formadas –cada una- de un verso alejandrino, endecasílabo (u otra estructura de arte mayor) y dos heptasílabos.
El primer terceto ha de comenzar con la rima del octavo verso.
Estrambote, discrecional u opcional.




Fe adviento: Esperamos la Venida

Hay expectativa, una nueva estrella
Para el nuevo mundo, en Jerusalén.
Y la trae, María, la más bella.

Con oraciones, decimos amén,
Abrimos el corazón a tu Gracia
Con fe esperamos al hijo también.

Unirte con nosotros es adviento

Del árbol de Dios en reparación
Nos cobijaremos bajo las sombras
Loando fiesta en anticipación.

Es la reflexión que Tu siempre nombras
Como el dulce canturreo de pájaros
Nunca en tinieblas si Tu nos alumbras.

Tu gracia para con nos, es Adviento.

En un círculo vestido de verde,
Signos cardinales, son cuatro velas,
Si mi alma esta contigo, no se pierde.

Con el culto litúrgico consuelas,
Cristo, con tu venida de mortal,
Te consagramos nuestras almas, ¡Sálvalas!

Tu paz y vuestro amor es el Adviento

Somos tu pueblo, en este Adviento Histórico
A partir de Adán, a la encarnación
En tiempo para evangelización
Espero al Mesías sostén, eufórico,
Prepararnos a su llegada, es lógico
Es preparación del adviento místico
Según las obras, signo cabalístico,
Salvación del Adviento Escatológico.





Poema homérico
AMOR IDÍLICO.
MACARIA Y YO

OH. Bendecidme señor de los amplios montes, pues me siento un rey persa o quizás un dios Espartaco, un Epónimo que recién vuelvo de feroz batalla, y que me esperan, para entregarme de premio, un vellocino de oro, aunque a decir verdad nunca fui a una guerra real, y mucho menos en Cólquida, sino que era solamente mi sueño. Pero me siento muy confundido y hace que mi mente se ponga a vagar por diversas partes de la tierra.
Allá detrás de las montanas, en donde se divisan altas llanuras he encontrado a la diosa de mis reinados, la que aprisiona mis sentidos y con la que quiero –Señor, si me lo permites— llegar a una feliz vejez.
Después de encontrarla bañándose desnuda no es posible sacarla de mis pensamientos y confundido como que si fuera la revolución que dirigió Anicetes y que al tiempo provocó desaparecieran las guarniciones romanas. Me disfrazaré de pastor e iré a escudriñar esos lares para declararle lo que siento: así:
¡Oh! Mujer hermosa nutricia pura de la tierra verde,
vestido corto y botas de cazadora,
más bella que el sol, la luna y la aurora
hermosa arrebatadoramente, sin enlerde
de anchos y rosados pechos…
mi dulce joya, de inocencia están hechos.

Eres una diosa de las cavernas, las montañas, murallas y mi fortaleza;
Eres mis flores, plantas, árboles, pájaros y animales;
Mi norte, mi sur, mi oriente y poniente… mis puntos cardinales;
Eres mi luz, mi resplandor, mi relámpago y llama, diosa de la naturaleza;
Origen del cosmos y del linaje de los dioses de la homérica tradición,
diosa de la Tierra, manifestación espiritual de toda la creación.

Ella me trastorna con su mirada
majestuosa y solemne realidad,
la profecía, augurio y la verdad
diosa del rebano y la manada;
Representación de la casa, el patio, la matriz, la cueva.
arboleda sagrada y longeva.

Traviesos espíritus de los bosques, mi camino
tú eres mi manantial curativo
dulce unión de mi amor cautivo,
a menudo me hacen experimentar el éxtasis divino.
Bajo de su grandioso templo yo la vi, ella me vio,
los dos nos miramos y ¡Cupido cumplió!

Ya no me siento de confundido pero invoco a Hera para que presida, los correctos preparativos de nuestro planificado matrimonio y sentirme como Heracles en el palacio del rey Tespio, que tuvo muchísimos hijos durante el tiempo que duró la cacería del “león de Citerón” .
Por la que llenaron de cuidados en su infancia y niñez, y la que yo ubico entre las estrellas, solo puedo decir…
Yo amó intensamente a mi hermosísima Macaria.-




¡Ay Valentina, como te quiero!
Poesía Clásica: Sonatina


Estructura estrófica: Sixtinas
Versificación: Alejandrinos
Hemistiquios: de simetría bilateral
Intervienen: Hepanadiplisis.
Tema: AMOR .


Valentina preciosa, mi Valentina bella
reina del firmamento sois mujer una estrella,
por ti afirmo me muero, siento morir por ti
te quiero consecuente, no se porque te quiero
jardinera celeste seré tu jardinero,
todo tu cuerpo es seda, sonrojo carmesí.


Tus ojos me iluminan, cuando miro a tus ojos
me arrodilla tu afecto, me llenan tus hinojos,
sonríes coqueteando yo también sonreí,
cruzaste mi camino con poderoso hechizo
derramando belleza como el salvador te hizo
yo zaherí tu boca, tu boca de alhelí.


En mi profundo sueño, de constante delirio,
Arrebata el sentido, Bálsamo del martirio
entre sábanas blancas enciendes la pasión
solo es mi pensamiento me agrada cortejarte
daría todo o nada no podre negarte…
de brisa mañanera que llena mi ilusión.


Caminare en tus huellas el camino ya andado
te daré todo mi amor como a nadie lo he dado
solo es mi atrevimiento llegar al corazón,
para todo el Olimpo la nube de alegría
sendero apasionado que cualquiera andaría
tengo de tanto amarte, perdida la razón

Tus ojos son estrellas perlas tu dentadura
es blanca tu epidermis en ti todo es albura
brillante sonrisa que mi mundo iluminó
la amante, amada flor, amor de mis amores
pareces azucena jugando entre las flores,
tú jamás negarías tu cariño, a mi, no.


La luna no ilumina, la luna esta celosa,
ofuscada la rosa porque tú eres hermosa
el candor tu suspiro solo tu eres mi amor,
amapola descalza pétalo solitario,
capilla gregoriana tonada del santuario
donde te canta el alma, donde canto el dolor.

Mi cuerpo se estremece si te siento en mi lecho,
al poner excitadas mis manos en tu pecho
es siempre recordarte dulce provocación,
si tu amor es sincero “cómo no seducirte”
no tienes transparencias no quiero dejar irte
solo aspiro escribir para ti una canción.


Poema galardonado con el “Turpial de Bronce” Tercer lugar en el concurso, Andrés Eloy Blanco, promovido por la Sociedad Venezolana de las Artes. Venezuela.- Fundada por la Filóloga y Escritora, venezolana, Milagros Hernández Chiliberti.





“EL ALTO” Y… MARIA.

I.-

Amor, belleza espiritual sublime,
compensación del círculo amoroso
que con tiempo cristianiza en glorioso
e imagina que ¡Te eternice y mime!

Amistad el primer paso dichoso,
la cordialidad que nos reanime
honestidad hace que a ti me arrime
y todo eso que me sienta dichoso.

Sin ti no habrá sol, solo luna oscura,
nacemos, creación enamorada
que nos enerva a hasta la locura.

No cansa la espera en tierna mirada
y no pide nada, el que amar procura
y sin ti todo es simplemente nada.


II.-

Dos estrellas en orbitas elípticas
mi inclinación profundamente humana
con hábito de una mirada hermana
será en nuestras vidas glorias acústicas

Los astros que iluminan la mañana
caluroso pacto de noches árticas
de azahares y de nupcias risicas
que permita llegar a vida anciana

Forjaremos un ser, un corazón
que feliz llenara nuestro sentidos,
elevando en una misma canción;

Daremos sentimientos compartidos
“Entregados a Dios con devoción
prometemos dejar en sus latidos”


EXALTACIÓN.
Para las homenajeadas, hoy es un día que no olvidaran, pues si bien es cierto que en su vida han recibido muchos galardones, este no es uno como todos. Ellas acostumbradas a luchar en pos de la verdad, la cultura, la literatura y el buen escribir… son conscientes que en este nemoroso jardín poético que esta florido, son flores que están en plena floración.
Este maravilloso homenaje es un premio a su misión, a sus sueños, a lo que prometieron y están cumpliendo con amor. Es la realidad y las constancias de que por sus letras “SON IMORTALES”

Desde Los mas profundo de mi corazón y con toda mi admiración… les rindo un homenaje con
Un poema de mi autoría… “Mujeres de Maíz”

“Mujeres de Maíz”

Gran corazón de cielo presume su almaizal,
les rendimos honores en altar carolino.

Mujeres ancestrales himnonan al Quetzal;
es la mujer, ensueño, izando pabellón,
la mujer que descansa en su alma de canción
y se torna a si misma en miel de Carrizal.

Deflagración de luz la vega del camino,
huyendo a la carrera, desnuda margaritas
en su clásico carmen, matute alejandrino,
mujeres de “Delos” las fábulas escritas;
cobijo en este acápite, carácter femenino
que marcan esta historia de musas afroditas
el vocablo perfecto… Mujer, obra, raíz:
¡Las Siempre laureadas “Mujeres de Maíz”!



Corazón de cielo: DIOS//
Almaizal: Tocado, Corona, Adorno//
Carolino. De San Carlos (universidad, instructivo)/ /
Ancestrales: De nuestra familia chapina//
Himnodan: Le cantan Himnos//
Carrizal: Siembra de Maíz//
Deflagración: Rayo luminoso del amanecer//
Carmen: Jardín//
Matute: poema engañoso //
De “Delos”: Delios, Delias.//
Acápite: Párrafo, Parágrafo, Capitulo.-

Dentro de la estructura, de la octava real, van sutilmente los nombres de las poetas aludidas: Luz Méndez de la Vega; Margarita Carrera; Carmen Matutes y Delia Quiñones. A quienes se les titula o figuran galardonas con el premio "Mujer de maíz"
Éste es el contexto en el cual este poema se escribe, o los elementos prácticos del poema que forman la base estructural desde que los elementos temáticos se pueden desarrollar a partir del dístico.
El “meridiano” --por mi apellido-- es un estilo creado, (marzo 2008), con un dístico o pareado (como, cabeza, estribillo o preludio), y rimado AB, endecasílabos aconsonantados:
El primer verso agudo, marca el tema o fondo de una cuarteta aguda ACCA.
El Segundo verso, obliga (al tema o fondo) a la octava real, aconsonantada
BCBCBC EE

El poema se compone de una serie de 14 versos que fluyen elegantemente para lograr una armonía espectacular. La unidad poética del “meridiano” es definida por Rafael Mérida como tres estrofas “un dístico, una redondilla y la octava, endecasílabos, con el siguiente esquema de rima consonante: AB ACCA CDCDCDEE. Y es aquí en donde realmente un nuevo arte de organización rítmica; inclina los poetas que no habían tenido nunca antes a su disposición medios o ejemplos para la creación, sigan tal libertad de expresión rítmica, y de esa manera no tardaron mucho en ejercer esa libertad, presentado estilos propios.






MUSA: “ELLA ME ESTÁ MIRANDO”

Noto que alguien ingresa en mis sentidos;
¡Volteo! y es una mujer preciosa,
deja ver su contorno caprichosa
y el caminar que altera mis latidos.

Muestra su risa de mujer dichosa
y me percaté que entraba la tarde;
le reluce... el brillo en sus ojos arde,
viste en negro, evocadora y hermosa.

Le abrí mi corazón sin más alarde
pues yo sé que amar no es ningún delito,
me miró, la miré muy despacito,
le dije: "¡Te amo!" Pues no soy cobarde,
—El sol ya no tiene quien lo guarde—
Que de ahí son ellas, nadie se engaña…
las mujeres más bellas. Son de España.
¿Por qué? Si viéndola como una estrella
inquiero impertinente: "¿Quién es ella?"
“Es la muerte, alzando la guadaña”.




REDONDILLAS: CON FLORES A MARÍA

Álbum, de mi siempre, lleno de armonía
donde guardo la gracia redentora,
flores miles que llenan vuestra aurora
y coronan el cristal de María…

prístino eco de inmortal fantasía
de donde emana verba trovadora,
Allí este bardo canta su dolora
Hija del “único Padre”. ¡María!

¡Dime! temo, mi fe sea burlada,
Como fue... de escabroso tu camino;
sirvió para que de unos el destino
cambie con las flores, vuestra alborada.

Única reina “Madre Dolorosa”
Te entrego mi ofrenda con armonía
Y no es sortilegio Virgen María
¡Cada lágrima tuya es una rosa!

En este canto a la niña de “El”
Con selectos arpegios, no se empaña,
Símbolo son las guitarras de España
O los versos que deja Rafael





A mi musa y maestra
CONSTELACIÓN DE LAS HORAS

-Una Octava real y ocho sonetos.--
Amparito, enciendes presuntuosa
Mi llama del amor, hasta escondido
Parece, la estrella, caprichosa,
Alzando al sol en su propio nido;
Riendo, beso tus labios de diosa,
Ingenua caricia de un sentido,
Toco suave la cintura leve...
Oigo así, el amor ¡que siempre tuve!





I DULCE ILUSIÓN

Amparito, enciendes presuntuosa,
la ilusión dulce de juventud,
divino hechizo, que en plenitud,
dentro de mi corazón, reposa

En el abrazo de un sentimiento,
que arrulla la dicha anticipada,
un suspiro tierno, en la escapada,
quiere eclipsar, mi albo pensamiento.

Eras mi resumen de universo
donde mi personalidad oía,
cantar a Orfeo, con un solo verso.

secretos míos ¡yo lo sabía!
Hesiodo imaginaba en reverso.
pues se que desde antes te quería.






II “Tú, ya eras mi destino”

Mi llama del amor, que escondido
en el pabilo de mis suspiros,
que junta a seres predestinados,
hasta que nacemos , de un latido.

Grande fue mi dicha al conocerte,
mi pecho feliz acobijaba
al Cupido loco que esperaba,
flechar sagaz al sol , solo al verte.

Con dulce amor, enzarcé un rosario,
Amparito, eres tú, melodía
que con tu nombre forma un santuario.

Feliz realidad o fantasía:
Cómo esa mujer es mi sagrario…
¡antes de mirarla... la quería!






III "Soñando despierto"

Parece la estrella caprichosa
que a paso breve —quedo— se acerca,
y con su mano, el sendero marca
puntos cardinales sigilosa.

Dije despierto que la soñaba,
ausculté su estatua, sus sentidos,
el cielo desborda sus latidos,
mientras castamente se insinuaba.

Invisible, el amor nos retrata
en la iglesia de Santa Lucía,
Testigo ciego, ella, yo profeta.

¡la besé con fe! —nada decía—
al mirar sus ojos... se delata.
antes de responder ...¡Me quería!






IV "Eres una estrella"

Alzando al sol, en su propio nido
el sol, ríe, juega, con estrellas.
corro, audaz tomo, cada una de ellas...
las otras en el mar se han perdido.

Tu púber rostro inspira al soneto,
cual cuerpo que inspira la pasión,
tu nombre, música de canción,
tu caminar, para el río un reto.

Verte reír es como oír la misa;
la transparencia de mediodía;
misterio que tu mirada oficia.

El reloj su corazón oía,
la pensativa joya que avisa
cariñosa, que ya me quería.






V Divina Petición

Riendo, beso tus labios de Diosa,
con néctar a Dios pido tu mano,
linfa cristalina, en galo trono,
castidad visible, olor de rosa.

En ti la primavera nació,
se llenó de luz la noche oscura,
de doncellas la más casta y pura,
cielo y mar, al rey estremeció.

Dos en uno la amada me arrastra,
y así nació, lo que ya existía
filosofía ella, mi maestra.

Hambre de encarnación padecía
desnudo el pensamiento demuestra,
que con amor ciego la quería.






VI Nuestra Ilusión

Ingenua caricia de un sentido
fruto, de compartida ilusión,
cielo que se baña de canción,
pues viene vestida de cupido.

Nuestro amor, llenó la seguidilla,
y cada hijo es uno de sus versos,
esencia bendita con sus besos,
penetrando la noche sombrilla.

Fiel amante, amiga, casta esposa:
tu vientre preciosa trilogía;
sin egoísmo, sin celo, virtuosa.

Aldeanita hecha reina en un día,
cantando, me dijiste, "te quiero"
—yo no expresé nada— ¡Te quería!






VII "Yo te amo"

Toco suave, la cintura leve,
me conforta presionar tu talle,
el claro río que cruza el valle,
o un chopo que de su arroyo bebe.

Te amo, por sencilla, por sensible,
amo tu sonrisa franca errante,
amo tu constancia, tu horizonte,
tu gentil mano casta, invencible.

Te amo, porque tú nunca desmayas,
aunque sientas que nada varía,
¡porque induces fe por donde vallas!

Infinito amor, que nos unía,
cubierto en cónclaves amarillas,
realidad: "Desde antes te quería"



VIII "Realidad"

Oigo así, el amor, ¡qué siempre tuve"
cual pájaro audaz en raudo vuelo,
que osa llegar, sin alas al cielo
y siente, tu amor, en una nube.

Tú eres linfa que apaga mi sed,
mi lira de silbos amorosos,
aroma los campos nemorosos,
verde hoja que vuela a su merced.

Hoy te adoro más, más que una hermana,
adoro hoyuelos en tu mejilla,
hipsípila, el crepé te engalana.

La vida su amor nunca varía,
sin ostentar, vanidad humana;
"Ella me quiere”... ¡Yo la quería!.





Terceto dantesco. PRIMERA MISA

Ábrese el templo, y en su primera misa,
Sus campanas, lloran un Padrenuestro,
¡sus quejas, se cubren de suave brisa!

Es Martita, "La de cristiano ancestro",
una buena esposa, una madre pía
A quien él Señor, dio, sino siniestro.

De juvenil belleza y lozanía
el andar, fue caminar hacia el cielo,
Al pronunciar su nombre: digo, MARIA.

Su salud fue su mayor desconsuelo;
A la Virgen, su corazón ha dado,
Esperando saltar, al largo duelo.

La llenaron de cariño y cuidado,
Insuficiente fue la medicina
Para con el enfermo desahuciado.

¿Por qué, Dios mío, Si es ella tan divina,
la ciencia no tiene razón, y cura,
su vivir de zarzas en que camina.?

—Yo se cuál es— causa de su locura,
el llanto, de Ricardo, triste esposo,
que suplica consuelo a su tortura.

¡Lo vi. llorar! Con eco lastimoso,
rezaba el, con voz que reclamaba,
el no atenuar, el dolor penoso.

Ante el lecho donde, ella, agonizaba,
¡Haré tu voluntad, Señor!, —decía—
su esposo, al mismo tiempo que lloraba.

En cada lágrima un avemaría
puso, cuando al volar su alma, que siente,
Retornar al suelo, en donde nacía

¡Hay ! cierra tus dos ojos, inocente,
no veremos lágrima en su mejilla
ni sonrisa, de su rostro, doliente.

Misa de ánimas hay en la capilla,
En hombros lo traslada para el templo,
Entre cuatro cirios, "el cuerpo" brilla.

Rodeada de deudos, yo la contemplo
Descansar en brazos del Nazareno,
Que por la pasión, siguió con su ejemplo.

En el camposanto mora, en su seno
Y frío nicho, que mudo, la acapara,
Y las quejas, lloroso, desordeno.

¿Por qué? ¡Oh! Dura muerte, me inspirara,
caprichosa elegía triste, de dolor,
para el esposo que tanto la amara.

Lleno de mística expresión, con clamor
Y con versos entrega, sus pesares,
En ofrenda, a Don Ricardo Solares…
"La nombra con todo honor"










Cantiga: Canción medieval; Redondillas/ quintillas, con versos de enlace y vuelta; poema en que se ejercita libremente la iniciativa e ingenio del poeta.

“Cantiga a Maura Ilse”

A Maura Ilse Salinas Mérida
Cantiga polirrítmica
Arte menor. Octavillas:


1ª. estrofa ABABABCC, Real
2ª. estrofa ABABABCC, Real
3ª. estrofa ABCABCDD, Estancia enlazada
4ª. estrofa ABBC CDDC, Bimétrico
5ª. estrofa ABBC CDDC, Cantata aguda
6ª. estrofa ABBAACCA, abrazada
7ª. estrofa ABCB ADáB, Finida compuesta, aguda.

Hoy es el solemne día
de tus quince primaveras
por ti, cantos de alegría
como antes jamás oyeras,
serenata y algarabía
ouroboro quinceañeras
y al son de la violineta
la clara luz que arrebata.

El Edén ¡deslumbrante destello!
con liras agradece al Creador,
La niña abraza una estrella
en su vena hay savia de amor.
“Te dio la madre más bella
y por padre un gran señor,
gallardos como violeta
con claridad que arrebata.

Hoy no es mi voz, es mi pluma
la que jugando en la arena
escribe que eres amada
como música en la bruma.
Lirio del valle y serena
tienes frente coronada
es tu raza castellana
Eres norteamericana.

Soy el juglar que le canta
a la niña más hermosa
con sus poemas y su prosa…
para la ninfa de un edén, ”divina”
que en el cielo los prados pergamínea
los griegos quieren himnodar,
en el orbe tuyo, tu hogar…
toda la tierra latina.


Admiro el eterno brillo
de tu corazón sincero:
de tu natural salero;
tu casta estructura, altiva.
Podrías vivir cautiva
pero sin el poema, no,
por ti alzo mi copa, yo,
¡Oh, salud! la siempre viva.

Fulgido fuego y ceniza
fraguan tu recto cariño
y con joyeles de armiño
la alondra lleva en su risa,
risa que a ti diviniza
con sonoros madrigales,
eclipsando los trigales
con la piedad de una misa.

Con el trino de las aves
y tu abierto el corazón
muchos alegrijos traen
serenatas a tu balcón.
Embárcate en esas naves,
con arrullo de un querube,
Gózate con su vaivén.
¡Tú eres una bendición!

Agosto del 2006






TERCETOS ENCADENADOS: ¿CÓMO LLORA UN POETA?

Es hora de mi ocaso, dice fiel
La hechicera, ya merezco esa pena,
de la vida extraje toda la miel.

Una tarde clara , quieta y serena
Cuando el sol cae, la siesta, está tomando,
Oigo el pipiar en los nidos… sin pena.

Y sí la brisa me arrulla dormido,
y me acaricia tu amor, que es mi hechizo,
No quiero despertar, si no en tu nido.

Te veo en mi sueño como Dios te hizo,
aldeana, cariñosa y discreta
Que trocó mi choza en oro macizo.

Al despertar no vea, en la faceta
Ninguna vez recuerdo que me humilla,
O llorar como llora un poeta…

Y ¿cómo llora un poeta? —dice ella—
¡el papel queda blanco de repente,
y se vuelve imperfecta la plumilla;

la primavera pasa indiferente,
los polos cubren la esfinge de nieve,
el trino del ave, no oye la gente!

¡las campanas no alegran cuando llueve,
las notas musicales enmudecen
y con el aire, la hoja, no se mueve!






"OH PATRIA CAMPESINA"

¿En dónde están mis aldeas
en dónde estará mi gente,
dónde soldado valiente
pa’defender las estrellas?

Abandonó su terruño
Es su querencia y su todo
Sus lágrimas hacen lodo,
Odia la sangre en su puño.

Se fue para la montaña
Arrastrando a su mujer,
No tiene donde escoger
O le cae la guadaña.

¡Es grave su encrucijada!
Su mujer siempre primero:
Si no es por el guerrillero
Es por soldado, violada.

No tiene suerte mejor
Y nadie que lo resguarde,
¡Si huye es un grande cobarde!
"Si ayuda es un gran traidor".






REDONDILLA: DESOLACIÓN

Yo si se, que es ser esclavo
De un puro amor respetuoso,
Fui el novio, amante, hoy esposo
y siento, en mi sien un clavo.

Preguntas? Si alguna vez recibí amor
O voluntariamente una caricia,
Fui abofeteado en mi loca avaricia,
Que me hizo limosnero en el dolor.

Quiero llenar de ese licor mi fuente
Para mitigar el duro destino,
Debe ser que estoy extraviado en vino,
Debo ahogar mi pena en aguardiente.

Maldigo al que se burla de mi vicio
Pues no sabe que mi dolor mitigo,
Pues soy ebrio y solamente eso mendigo
Para necio olvidarme del desprecio.

No permito un solo dedo en la herida,
Si te ofendo no me digas ¡villano!
Pues solo me ofende la que más amo
Solo lo permito, a mi más querida.

Con mis sentimientos en catapulta
Cuando mis sentidos están nublados
Creo ver vuestro rostro por todos lados
Pues bebo loco, solo por tu culpa.

Se envejece mi faz, mi pelo está gris
La boca medio abierta está que babea,
Los anteojos caídos sobre la nariz
Y mi lengua no habla, solo sesea.

Porque nací pintor y poeta loco
Y también mi necedad que ya es mucha
Hablo y hablo, pero así , nadie escucha,
No tengo nada, de lo último un poco.

De mi mano dormida el pincel cae
Pues he perdido todo el universo,
En mi mente ya no se inspira un verso
No da figura, la pintura que trae


Y si algún día me supuse engañado,
Dejad descansar "féretro sombrío"
No quiero que llores cuando esté frío
¡es locura! Pues solo he soñado.





REDONDILLAS: MI JARDÍN

Allá, a lo lejos se escucha
del tren su claro silbido,
las aves dejan el nido
para formar en el cielo una marcha.

Ya las estrellas se esconden.
El niño desde su lecho
siente alegría en su pecho
deja que los pajaritos lo nombren.

Los campos en primavera
hacen bailar en sus tallo
todas las flores de mayo,
de belleza como nunca antes viera.

Donde el sol derrame vida
allí nacerá una flor
que convertida en amor
a que dancemos juntos nos convida.

Las plantas mecen las hojas
brillo de puro verdor
quiere con flores , amor,
darte colores, los que escojas...

Primero está la rosita
que vestidos tiene mil,
arbusto de vaina añil
al saludar extiende su manita.

El clavel enamorado
de la Hortensia bicolor
resguarda con el calor
a la sombra que viste de morado.

El girasol mira al cielo
de reojo al caminante,
ya quiere que se levante
y juntos agradecer el consuelo.

Bajo cielos de hojalata
la comadre margarita,
dice, saberse bonita
porque sus flores tienen oro y plata.

El presumido alcatraz
presenta sus flores blancas
y con las flores que arrancas
un ramo a la virgen llevas y, rezas.

Desde uno a otro confín
tornase vuelto canción,
convierte de corazón,
festivas, las flores de mi Jardín.—





RELIGIOSO: TRIDUO PASCUAL

Se abre este Triduo Pascual,
el pórtico misterioso,
Comunión y sacrificio,
festejo, venida anual.

Tu, maestro de servicio.
Tu ejemplo de caridad.
“El que Sirve” de verdad,
“Edicto nuevo”, mi vicio.

Eres mi cuerpo, mi sangre,
eres mi huerto, Los Olivos,
sangre y cuerpo, mis suspiros,
mi pasión, amor en grande.

Sirvo a tu cruz Padre mío,
la oración universal
Místicamente real,
victoria al pecado mío.

Tu amor siento, toco y miro,
la salvación así avanza,
amor, entrega, esperanza,
tus lecciones… mi suspiro.

Al pié de la cruz, María,
OH, Jesús crucificado
una llaga en tu costado
sigue sangrando aun hoy día.

Se ha apagado la música,
he quitado los adornos,
hay silencio en los contornos
hora de liturgia mística.

Como Luz es su palabra,
un cirio blanco se enciende,
es el agua que se entiende
nuestro baptisterio hoy abra.

¡Qué dolor el de la Madre!
“Su hijo en el sepulcro frío”
—tres días y está vacío—
“Regresa, nuestro Padre”




SONETO ELEGIACO: PATRIA MÍA

Soberbio, con un grito enfurecido
mi voz levanta un reto enajenado
viendo a mi país, pobre, arrodillado
temeroso del paria embrutecido.

¡Y tú!, hijo desmayado y rendido
mira la insignia patria derribada
por tiranos sin respeto... violada.
Convierte su santo en "himno-alarido",

Dejándote, yerta, débil, rugiente,
feroces hijos crueles han tumbado.
No puedo sentirme sino furioso.

Los blasones, tu escudo, indiferente
con impío furor quedo quebrantado
Sin que de allí saltara un valeroso.




WINGSTON GONZÁLEZ [9882]

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WINGSTON GONZÁLEZ

Poeta. Nació en Livingston, Guatemala en 1986, pero vivió 10 años (2002-2012) en San Marcos. Hoy en día vive y trabaja en ciudad de Guatemala.

Su obra aparece en varias e importantes antologías de poesía, narrativa y ensayo publicadas en Argentina, España, Estados Unidos, Francia, Guatemala, México, Nicaragua y Venezuela. Ha sido invitado a encuentros literarios en Argentina, El Salvador, Francia, Guatemala, México, Nicaragua y Puerto Rico.

LIBROS PUBLICADOS

Los magos del crepúsculo [y blues otra vez]. Guatemala: Editorial Cultura, 2005.
CafeínaMC, segunda parte, la fiesta y sus habitantes. Guatemala: Catafixia editorial, 2010.
CafeínaMC, primera parte, la anunciación de la fiesta. Buenos Aires: Folía Editores, 2011.
Miss Muñecas Vudu. San José, CR: Editorial Germinal, 2013 [¡eh!, espera, ¡próxima aparición!].
san juan – la esperanza. México DF: Literal, 2013 [¡y a ser con literal! espéralo].





Parece caer por las escaleras Beatriz, caerse y llamarnos
Mas en verdad baja
Con la cara iluminada de una señorita, baja
Oh, cómo se ilumina, cómo
La luz serena de los trigales, mamá, profecía
De las putas a la luz de la Luna, en cada roca en vela Beatriz
Que no habla de otra cosa que el fuego, no
Desdichada yo que soy como un muerto que regresa al dolor
Ajá, Beatriz, es usted un muerto que regresa al dolor
Pero esta discoteca
Esta fiesta de año nuevo
Parece caer por las escaleras de unas gotitas
De carne iluminada de burbujas de silencios
De ropa de marca y dinero, cómo no
De lunes a septiembre
De todos los que brindan y suelen decirnos
A cada hora en la esquina Beatriz
El arma sacude de la alegría
Que desdichada es
Como un muerto
Que traspasa la ficción






Hay olas de luz que en la roca buscan reconocerse 

Hay olas de luz que en la roca buscan reconocerse 

¿pero qué? si sepultadas las almas de los muertos 
caemos 
somos un puente/ dientes de palabra subterráneas ¿y? 
y pasa que como estos trigales la tarde se sienta 
en una silla al horizonte sobre un tanque de guerra 
el anillo del cielo se coloca entre el dedo anular y oigo 
oh fortuna nuestra los ojos del invierno que son 
una fugaz memoria de luz/ somos trampas 
asperezas que esperan trigales de guerra nueva luminaria 

¿y si a nuestros muertos le crecen alas y hojas? 
como empezar a creer la primavera, amor 
habrá que buscarnos un nuevo cielo 
otra vez 
hay olas de luz que buscan soñarnos y en sus ramas la tierra 
¿y la tierra qué? si es un oscuro ruido de árboles 
podría decirse: igual que tu pie es la tierra que no me toca 
pero qué/ podría decirse que es un alimento que se esfuma 
que se quema cual idea/ imagen nítida 
tras el televisor más antiguo del universo 

un juguete de la historia 

eso es esa mordedura/ una tóxica abstracción de asfalto 







ESCRIBE A LA IGLESIA DE TIATIRA 

El hijo de Dios/ Me grita el mendigo Rita desde las palabras, hey tú hijo de mierda, y mis 
monedas titilan, no yo, el dinero/ Apocalipsisnuncaoahora/ en el parque miran la luz
opaca de un farol/ así es nuestra historia; deseamos de ser Bolivia, París o Israel. Qué otra 
cosa no pudo ser papá que a Rasta for Jah, Una piedra gótica en el zapato del hijo de Dios y 
el exceso en todo, en las manchas Nicaragua en la Gestal, en los niños con pesas en las manos 
(y la vida pasa) y la ansiada conciencia de la muerte/ una moneda para El Arca de la Alianza y 
seguir a verga/ llorar deberías y no reír ¿de qué reír? Cómo puedes montar en cólera sobre 
una tragedia como ver al Padre andar descalzo entre la ceniza/ los cadáveres no están ahí, 
hijo de Dios/ a tiempo sigue la muerte el café los martes, viernes y miércoles de cuaresma. 
Bien podrían ser los bolivianos siervos de la CIA y celebrar sus bodas en el mar, hijo de Dios/
el mar es un ataúd enfermo abierto por los pies del espíritu de nuestros padres.









esto 
es 
para 
ustedes 

pa’que se lo gocen… 


si sonreír quisiera parar el tráfico deberían Míster Romano 
secar el mundo, asearlo o botar torres 
así 
tener estadios para tanta sangre señor 
el vino en la mano de los pájaros me llama 
platico al alba con el mago del crepúsculo 
y alba me grita el pueblo que duerme 
ese ridículo sueño de los santos 
claro 
Señor Romano mío 
de Jahvé benditos sean los días con cadáveres y 
espanto del hambre 
y vino de nubes 
y sueños sagrados 
y esperas sin alas decimos a voz muerta: 
cómo puede usted admirar que de Lázaro 
orgulloso el sepulcro se desprenda 
pues yo pues yo pues yo 
vengo de luz contraria al calvario 
Ellos son muchos nudillos, soy un sólo nudo, hermano ¿lo oye?
Búscate todos los alicates que sean necesarios, lo dicen las bocinas 
Ellos tienen un idioma y yo tengo varios, ¡bum! ¡bum! 
Se siente mi flow por donde paso, ajá, 
yo que nací en un caribe iluminado con linternas 
puedo conmover a cualquiera 
me dicen las bocinas que los tallos se siembran en los huesos quebrados de los viejos 

se me quebraba la voz señor Romano 
cuando después de su fiesta 
volvía mamá a su templo más hambrienta que nunca 
hay gozo en el campamento del justo 
 ellacuría 
mi puerto es humano y no 
 no necesitamos su dosis de enfermedad 
 ni su discurso en todos los idiomas 
 ni sentirnos príncipes más sagrados que los cielos







Ahora soy más de la otra orilla martita. 
Un niño sensible al ruido del Parque Central 
a los charas.

Cuando los veo aún lloro. 
Cada vez que puedo pienso 
que cada vez son más piedras lanzadas contra el sol 
que son hombres postreros enfermos de piedad. 

Dios es una enfermedad Señor 
me llamabas martita 
mi primer beso aún se parece 
a la única mañana que estuve en la doctrina. 

A eso. 

|qué es dios, niños. es nuestro padre sor. el cristo el cuate. el que de fe se nos fue 
introduciendo en el cuerpo al cenar en su fiesta. qué es la cena, niños, es la fiesta que nos une. 
la fiesta del pederasta. del cristo cuate y blanco| 

Ajá. 

El primer beso morena 
es como comerse por primera vez la lengua. 








OVERTURA 
FATAL: 

Iniciación en brujería y versión latina del milagro 

(bienvenidos al show aplaudan más fuerte) 

/mi quimera Fabiola negra la pauta gaita 
melódica serpiente de fuego a secas 
en su cuerpo entrada/ 
:se fue al varón y no floreció 

mi quimera quiera Fabiola mar de cantos de paganos 
y ojos a porro y ventana a puertas 
a las jaulas que aprisionan su sangre 

de la sombra el hombro fiera libertad el sacrilegio 
pero no tornó 

que comienza el amor en el mar juraba 
que la lluvia lesbia no es más lánguida 
que el agua 
es la lejanía 
 entre la tiniebla y su sombra

a los alientos de tu noche en vela a los baladros 

Tan civilizados estos tipos 
 me dijiste 
de la ciénaga del mundo duros hermanos 
de Asia furiosos lobos incendiarios 
contra Corinto el verbo confirma trémulo por Cristo 
que de la traición Eva sola se salva 

y soñar con piernas que se quiebran en los dientes 












RAMÓN ACEÑA DURÁN [9883]

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Ramón Aceña Durán
(Antigua Guatemala, 16 de enero de 1895 - 11 de junio de 1945) fue un farmacéutico, poeta, dramaturgo y periodista guatemalteco. Perteneció a la Generación de 1920 y escribía bajo el seudónimo El Príncipe Feliz. Publicó diversos libros y obras (Asociación de Amigos del País, 2004).
Ramón Aceña Durán fue un periodista y escritor guatemalteco, miembro de la Generación de 1920. Fue director del Diario de Guatemala.

Obras

Blasones: El ensueño del surtidor. Tres sonetos. Guatemala: Talleres Gutenberg, 1917.
Herejías. Guatemala: Tipografía "El Progreso", 1920.
Tierras floridas; ensayo de novela. Guatemala: Editorial "El Sol", 1921.
Tiruliro, y otras historias sin motivo. Guatemala: Tipografía "El Progreso", 1926.
Parque galante. Guatemala: Tipografía "El Progreso", 1927.
Itinerario: Tierras floridas, 1917-1937-1943. Guatemala: Imprenta Universitaria, 1964.




Un fragmento de la obra póstuma Itinerario, (Tierras floridas) 1917- 1937 – 1943, con el prólogo de César Brañas. Editorial Universitaria. 1964. Págs. 531 y 532

Décimas de verde y viejo 

(1) Helena estatua en saudades
forjada de mármol tibio,
navegando en un anfibio
de goma y de veleidades;
ondulantes suavidades
abandonas con incuria
al agua que, en dulce furia
vuelta piscina de mieles,
gritando está a Praxiteles
para tallarte en lujuria.


(2) Casta Susana, en tus dejos
inspiras palabras tiernas
por la gracia de tus piernas
a los niños y a los viejos.
¿Quién tuviera catalejos
o pudiera hacer acopio
del tele, hasta el microscopio,
para cazar la esperanza
de un sueño que no se alcanza
ni con veinte kilos de opio?

(3) No conturbes a Neptuno
ni a los tritones, ni el fino
pie agites en submarino
maremoto inoportuno,
que, puede haber más alguno
de la síntesis amante
que calmando la anhelante
expectativa de las turbas,
te vuelque en total de curvas
redonda luna radiante.

(4)Tal eclipse retuviera
en trance los corazones
y a tu vista tiburones
voraces de amor hubiera.
Ya que por mirarte entera
cual bañista de vitrinas
donde exhiben mallas finas,
viejos de barbas talmúdicas
adivinanzas impúdicas
tienen, por lo que adivinas.

(5) Sigue brava estatua loca
de humedecidos caireles
sobre tu monstruo, en las mieles
de esta piscina que evoca
un agua-dulce en tu boca
y un agua-fuerte al sediento…
Y bogando con buen viento
no más pruebes ser Helena,
mostrando la Y griega plena
tumbada de sotavento. (1939)









ROMELIA ALARCÓN FOLGAR [9884]

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Romelia Alarcón Folgar
Poetisa de original expresión en la lirica femenina guatemalteca. Nació en Cobán, Guatemala, en 1900. Su obra fue saludada con efusión en varios países de América, como Argentina, donde fue publicado su libro Día vegetal. Su obra está compuesta de los títulos siguientes: Clima verde, Vigilia blanca, Pasos sobre la yerba, Día vegetal, Poemas de la vida simple, Claridad, Plataforma de cristal, Casa de pájaros, Viento de colores, Cauce, Llamaradas, Tránsito terrestre, Tiempo inmóvil, Más allá de la voz. En prosa público: El gusano de la luz, Cuentos de abuelita, Sin brújula, El vendedor de trinos. Falleció en 1970.






Guatemala

Nadie te hiera amor, nadie te toque
ni el dardo envenenado ni la espina
ni la espada furtiva se aproxime
a lastimar la luz de tu epidermis,
nadie con ojos fieros se te acerque
nadie te toque amor, nadie te toque
si no es para besarte,
y que estallen en tus predios,
con la ternura de sus flores nuevas
y en el silencio de tu faz nocturna
y de tu faz silvestre
con el viento de aurora conmovidas
tu tráfico de alondras sorprendidas.

Nadie te hiera amor, nadie te nombre
con los labios blasfemos porque eres
el sabio acontecer de tus mayores;
el resumen traslúcido de ayeres
que ha dejado plasmada la armonía
en todos los contornos y parajes
que relucen al sol tu geografía
única en el planeta y amorosa
desde la más humilde florecilla.
Dioses mayas regresen y te amen,
fecunden tus entrañas maternales
y una raza de héroes te salve.

Nadie te toque amor, nadie te mire
si no es para volcarse en alabanzas
con júbilo de luces y con frutos
maduros de tu tierra y ramilletes
de las flores del alba.
Hincarse reverente y cuidadoso
poniéndote un dosel de hojas y pájaros
para que tu camines conmovida.

Nadie te toque amor, nadie te nombre
si no es para adorarte.
Voceríos aclamen tu hermosura
y el tacto de tu suelo ennoblecido;
tu cesto de jardines olorosos
en el verde espiral de tu cintura.







Epístola irreverente a jesucristo (I)
               
Cristo,
bájate ya de tu cruz y lávate las manos,
lava tus rodillas y tu costado,
peina tus cabellos,
calza tus sandalias
y confunde tus pasos
con todos los pasos que te buscan
por la cordilleras y el mar;
por las comarcas;
por el aire,
por las alambradas de los caminos.

Tú solucionas cualquier cosa,
para ti todo es fácil
y entonces
¿qué esperas?
¿Por qué no bajas de tu cruz ahora mismo?
Sin parábolas, con balas
y sueltos arrecifes vengativos
en las manos...

Y se llenen los pueblos de hombres liberados
y sol de mediodía,
huertos, palomas y rosas
de corolas intactas
y clarines anuncien
pacíficas mañanas.

Cristo,
baja ya de tu cruz
donde millares de hombres contigo
están crucificaos:
lava tus manos y sus manos,
tus rodillas y sus rodillas,
tu costado y el costado de ellos;
lava tu frente y la frente de ellos
coronada de espinas.

Que no prosiga tu martirio inmóvil:
muestra tu ira,
baja ya de cruz,
mézclate con los hombres que te aman.







IV epístola irreverente a Jesucristo 

Jesucristo:
Hoy no te quiero niño
dormido en un pesebre entre la paja.
Hoy no te quiero necesitado
del calor de la mula y el buey
aunque te ame infante,
y ponga mis caudales de joyas en tu cuna.

Hoy te quiero tribuno,
hoy pido tu palabra de relámpagos,
hoy te quiero humanista
con tu vestido cívico
hoy te quiero abogado en las salas de audiencia
en los juzgados, en las cárceles,
hoy te quiero en las cátedras,
hoy te preciso médico
en las aldeas y en los valles,
hoy te quiero poeta,
escribiendo poemas de ternura
para los niños desvalidos.

Hoy no te quiero Dios,
no te quiero invisible
y que te oren con los ojos en lo alto;
hoy te quiero oloroso con las yerbas del campo,
auscultando con el oído atento
sobre el surco
el proceso de todas las semillas.

Hoy te quiero que te hablen de hombre a hombre,
caminando en las calles
como cualquier obrero, como cualquier vecino
con tu portafolio bajo el brazo.

Hoy te quiero accesible para todos,
para el que ama  su ídolo de piedra
o su becerro de oro.

Hoy te quiero artesano
fabricando zapatos para niños
y que te abunden
como el pan y los peces.
Y quiero que repitas cada día
ese milagro, si no puedes hacerlo de otro modo
en este tiempo de astronautas
que pretenden husmear en tus dominios.

Hoy quiero tu Sermón de la Montaña
como rocío azul en todos los oídos.

Y para terminar, Jesucristo,
te suplico
que pongas diariamente sin faltar,
algunas monedas en todos los bolsillos proletarios
-sin olvidar los míos por supuesto-
y verás qué alegría en los mercados.










RAÚL LEIVA [9885]

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Raúl Leiva
Poeta y ensayista guatemalteco, nacido en la Ciudad de Guatemala en 1916 y fallecido en la Ciudad de México en 1974. Autor de una espléndida producción poética que parte de una profunda mirada interior para acabar abarcando las inquietudes populares del hombre de su tiempo, fue uno de los miembros destacados de la denominada "Generación del 40" y formó parte de los dos colectivos de escritores que la integraron: el "Grupo Acento" -del que fue fundador, en compañía de otros jóvenes poetas como Otto Raúl González- y el "Grupo Saker-Tí", constituido por los componentes de una primigenia Asociación de Escritores Jóvenes (creada en 1941) y algunos autores procedentes del colectivo anterior.

En colaboración con el susodicho Otto Raúl González y con otras jóvenes promesas que pronto habrían de convertirse en nombres cimeros de las Letras centroamericanas (como Carlos Illescas y Augusto Monterroso), Raúl Leiva fundó a comienzos de los años cuarenta el "Grupo Acento" y asumió la dirección de esa revista homónima que de inmediato se convirtió en el principal órgano de difusión de los postulados estéticos de su generación. Posteriormente, ingresó en el Consejo Directivo de la Revista de Guatemala y se convirtió en una de las voces más representativas del "Grupo Saker-Tí", en el que las propuestas de renovación vanguardista hallaron su correlato ideológico en la asunción de los postulados marxistas, dentro del marco de libertad y tolerancia propiciado por la denominada Revolución Guatemalteca (1944-1954). Durante este período de singular esplendor para la cultura de la república centroamericana, Raúl Leiva se convirtió en uno de los máximos promotores de esta revitalización creativa e intelectual (hasta entonces, adormecida bajo la férrea censura del régimen anterior de Jorge Ubico Castañeda), a la que contribuyó no sólo con sus aportaciones teóricas vertidas entre las páginas de Acento y Revista de Guatemala, sino también con una relevante producción poética en la que sobresalen algunos títulos tan celebrados por la crítica y los lectores de la época como Angustia (México: Letras de México, 1942), En el pecado (Guatemala: Acento, 1943) y Sonetos de Amor y muerte (Id. Id., 1944).

Tras publicar el ensayo titulado Batres Montúfar y la poesía (Id. Id., 1944), que le reveló también como uno de los grandes conocedores de la mejor tradición literaria guatemalteca, dio a la imprenta nuevos poemarios que vinieron a confirmar su importancia dentro de la creación poética de su tiempo, como Nora o el ángel (Id. Id., 1946), El deseo (México: Letras de México, 1947), Mundo indígena (Guatemala: Saker-Tí, 1949), Los sentidos y el mundo (Guatemala: Ministerio de Instrucción Pública, 1952) y Oda a Guatemala y otros poemas (Guatemala: Tipografía Nacional, 1953).

En 1954, tras la caída de Jacobo Arbenz Guzmán, Raúl Leiva tomó el camino del exilio rumbo a México, donde pronto alcanzó un notable protagonismo -en el seno de la importante comunidad de creadores guatemaltecos exiliados en la capital azteca- como colaborador habitual en medios de comunicación tan prestigiosos y difundidos como la revista Cuadernos Americanos y los rotativos Excelsior y Novedades. Durante muchos años compaginó su dedicación a la creación poética y la reflexión ensayística con su trabajo en la Dirección General de Publicaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México, desde donde promocionó y difundió las trayectorias literarias de muchos compatriotas forzados, como él, al exilio. Al mismo tiempo, se interesó vivamente por la creación literaria (y, de forma muy señalada, la actividad poética) que bullía en su entorno, y reflejó en algunos ensayos -como el titulado Imagen de la poesía mexicana contemporánea (1959)- los frutos de sus investigaciones sobre la literatura que se estaba escribiendo entonces en México.

En dicho país vieron la luz el resto de sus publicaciones, entre las que resulta obligado destacar otros poemarios tan dignos de atención como Cuatro danzas para Cuauhtémoc (México; Los Presentes, 1955), Águila oscura (México: Ecuador 0º0'0'', 1959), Eternidad tu nombre (Id. Id., 1962) y La serpiente emplumada (Id. Id., 1965). Entre los numerosos galardones y reconocimientos que jalonan su quehacer poético desde los albores de su trayectoria literaria, cabe recordar el primer premio de Poesía Centroamericana (1941), el primer premio del Certamen Literario de Noviembre (otorgado a su poema "Temperatura y diagnóstico del mundo") y el primer premio en el Concurso Internacional de Crítica Literaria del Fondo de Cultura Económica.






No estás vencida, no: de pronto naces
como una rama verde, altiva y pura
en la arboleda de los pueblos: haces
retroceder a la canalla oscura.

No estás vencida, no: dormida yaces
mientras la acción del pueblo nuestro jura
despertarte del sueño: ya en sus bases
la torrentada popular lo augura.

No estás vencida, no: tu voz se escucha
y los tambores soñarán rugientes,
se elevará tu nombre de ala en ala.

No estás vencida, no: creciente lucha
iniciará la marcha: libres fuentes
rescatarán tu tierra, Guatemala.






SOLO LA POESÍA EN ESE RÍO

Toda la realidad es apariencia
Cuando no estás, Amor: la Vida huye
Como una ola veloz que restituye
A la nada su breve permanencia.

¿Qué me da el mundo, Amor, si estás lejana?
Y cuando estabas, ay, tu florescencia
Dilataba en sus aguas lo que fluye,
Lo que se enciende, Amor, y no concluye

Sino en éxtasis, ritmo: tu presencia.
No quiere mi alma sino tu manzana,
Tu vino generoso, tu figura.

¿Que me da el tacto, sino tu vacío?
Sólo la poesía en ese río
Que, al formarte en mi sueño, te inaugura.








JOSÉ BATRES MONTÚFAR [9886]

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José Batres Montúfar
(Guatemala)

Nació el 18 de marzo de 1809, en la entonces provincia de San Salvador y Murió el 9 de julio de 1844 en la ciudad de Guatemala. Se le puede considerar como nuestro poeta más importante del siglo XIX.

Se inició en literatura, matemáticas, música y francés gracias a su padre, que fue su mentor, desde niño fue muy aficionado a la lectura, y llegó a dominar el idioma inglés, francés y latín.

Ingresó a la Escuela de Cadetes en 1825, obteniendo el grado de Subteniente de Artillería, y en 1938 fue ascendido a Capitán Comandante. Además, el 14 de diciembre de 1835 se graduó de Ingeniero Topógrafo.

Siendo militar participó en varias batallas, como La batalla de Milingo, en la localidad de Mejicanos, en donde fue hecho prisionero por los salvadoreños junto con Miguel García Granados (Presidente de Guatemala, 1871-1873) y en 1840 peleó con la tropas conservadoras que se opusieron a Francisco Morazán.

Desempeñó cargos importantes, entre ellos: Jefe Político del departamento de San Juan Amatitlán y Diputado a la Asamblea Legislativa por el departamento de San Marcos.

Como poeta destacó enormemente, al punto de ser considerado el mejor representante del Romanticismo en la literatura guatemalteca. Entre su obra podemos mencionar: “Tradiciones de Guatemala”, “Tres cuentos alegres y picantes escritos en verso” “Yo Pienso en tí”, “San Juan”, “María”, “Al Volcán de Agua”.

Íntimo amigo de la hermana de Miguel García Granados, la poeta María Josefa García Granados, también conocida como Pepita, junto con ella escribió el texto más atrevido de la época, “Sermón para José María Castilla”, el que escandalizó la moral provinciana de la época y fue calificado de pornográfico por sus detractores.

Según el crítico guatemalteco Francisco Albizúrez Palma, José Batres Montúfar puede ser calificado como poeta “lírico, romántico, irónico, costumbrista y crítico”. Lamentablemente, una grandísima parte de su obra fue destruida por su familia.

Su poema más conocido es, sin duda, el famoso “Yo Pienso en Ti”, que debío haber sido escrito hacia el año 1938 o 1839, poco tiempo después que regresara del viaje que hizo a Nicargua, cuando trabajaba como ingeniero auxiliar en el proyecto del canal, que tiempo después se realizaría en Panamá. En este trágico viaje murió su hermano menor, que había insistido en acompañarlo y que era tan querido por el.

Regresó a Guatemala lleno de dolor, que terminó de acentuarse cuando se enteró de que su amada, Luisa Meany, por presión de su madre, se había casado con don Francisco Pineda.

Murió el 9 de julio de 1844 en la ciudad de Guatemala.

El poeta cubano José Martí, quien conoció de cerca su obra, aunque no al poeta, dice: “Lo que religiosas preocupaciones destruyeron fue bueno y mucho”. No en balde Luis Cardoza y Aragón dice que José Batres Montúfar “Fue un ruiseñor entre pingüinos”.





Yo pienso en ti

Yo pienso en ti, tú vives en mi mente 
sola, fija, sin tregua, a toda hora, 
aunque tal vez el rostro indiferente 
no deje reflejar sobre mi frente 
la llama que en silencio me devora.
En mi lobrega y yerta fantasía 
brilla tu imagen apacible y pura, 
como el rayo de luz que el sol envía 
a traves de una boveda sombria 
al roto mármol de una sepultura.
Callado, inerte, en estupor profundo, 
mi corazón se embarga y se enajena 
y allá en su centro vibra moribundo 
cuando entre el vano estrépito del mundo 
la melodía de tu nombre suena.
Sin lucha, sin afán y sin lamento, 
sin agitarme en ciego frenesí, 
sin proferir un solo, un leve acento, 
las largas horas de la noche cuento 
¡y pienso en ti! 





Suicidio 

Llegó en fin a este presido
inserta en El Semanario
(periódico literario)
la contienda del suicidio.
Para matar el fastidio,
por no decir otra cosa,
saco mi Musa quejosa
de vivir arrinconada,
cómo quién saca su espada
para ver si está roñosa.

A todos hablar prometo
sin ofender a ninguno,
que a todos, uno por uno,
los estimo y los respeto.

A decidir no me meto
quién es quién tiene razón;
sólo diré mi opinión
con modestia o sin modestia
que suele causar molestia
afectar moderación.

Muchos siglos van corridos
desde que hay suicidados
amantes menospreciados
y jugadores perdidos.

Tantos sabios distinguidos
han tratado del esplín
y del suicidio, que al fin
disputar está demás.
sobre si es nefas o fas
(que yo también sé Latín)

Tengo por mal argumento
para quitar la vida
el citar algún suicida
de valor o de talento.
Por uno se encuentra ciento
de la más ilustre fama
que terminaron su drama
enfermos, asesinados,
borrachos, apaleados
en la horca y en la cama.

Lector, si fuera a exponerte
tantos ejemplos diversos
llegaría haciendo versos
a la hora de mi muerte.
Citaré algunos y advierte
que no quiero fastidiarte;
va leyendo hasta cansarte,
y así que estés muy cansado
descansa, lector amado,
no vayas a suicidarte.






MARÍA

Esa que veis, gentil como la aurora,
ninfa graciosa del rosado velo,
tierno destello del azul del cielo,
exalación del Céfiro y de Flora;
esa deidad que entre los hombres mora
como flor transplantada de otro suelo
como avecilla que cortó su vuelo
y en nido extraño por su nido llora;
más serena que el iris de la alianza,
más plácida que el rayo de la luna,
más fresca que la gota del rocío,
más suave que el placer de la esperanza,
más dulce que el reir de la fortuna,
es la beldad que adora el pecho mío.







Romance 

Es un joven desgraciado
cómo una rosa marchita,
frescura y color le quita
el sol que la ha marchitado.

Apenas la sombra queda
de la forma que perdió:
Ya el olor se disipó,
no hay quién volverselo pueda.

Huye de todo consuelo,
que el infeliz no le tiene:
Ni esperanza le mantiene,
  éste grato don del cielo.

En su profundo estupor
y desesperada calma,
ya no lisonjea su alma
ni la gloria ni el honor.

Cómo un volcán abrazado
su adolescencia pasará,
¡cuán violento palpitará
su corazón arrojado!

Hoy para él todo está muerto
que el corazón arrogante
cayó frío en un instante
y de tristeza cubierto.

Otro hombre jamás ha habido
  que algún bien no haya gozado;
más él siempre desgraciado
y nunca dichoso ha sido.

La esperanza ni una vez
vino a alimentarle un rato;
no tendrá un recuerdo grato
con qué aliviar su vejez.

Mírale, tierna doncella,
mira aquella alma postrada;
que enciende una tu mirada
la vida que aún resta en ella.

Para la piedad naciste,
tu misión es la ternura;
no seas con él tan dura;
velo: casi ya no existe.

Más ¿rehúsas doncella hermosa,
dar fin a tan cruel tormento?
¿No te mueve ni un momento
su desdicha lastimosa?

Ya su mal está calmado
¡Oh muerte! ¡Oh nada desierta!
abre, eternidad, tu puerta
para que entre un desgraciado









CÉSAR BRAÑAS [9887]

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César Brañas
       (Guatemala, 1899-1976)
Novelista, poeta, periodista y crítico literario guatemalteco nacido en la Antigua Guatemala. Su labor periodística en el diario El Imparcial fue de gran importancia para la literatura de su país. Es autor de los libros de poesía, Viento negro (1938), Figuras en la arena (1941), El lecho de procusto: sonetos baladíes (1943), Zarzamoras (1957), Jardín murado (1957), El carro de fuego (1959), Palabras iluminadas (1961), El niño ciego (1962), La sed innumerable (1964) y Cancionerillo de octubre (1966); y de las novelas, Alba emérita (1920), Sor Candelaria (1924), La divina patoja (1926), La tapia florida (1927) y Paulita (1939). César Brañas legó su biblioteca a la Universidad de San Carlos de Guatemala, y su obra fue una de las más consistentes y valiosas de las letras guatemaltecas.





Este día cualquiera

Hoy, veinte de marzo del año tal, 
yo estoy vivo, en mi país, en mi ciudad, 
o en qué ciudad no importa. ¡Mañana no! 
Sé que lejos laten ríos violentos, 
sé que cerca se alzan montes huraños 
con un azul de ojos de niño exótico, 
que en alguna parte no terminan de tenderse 
sin término llanuras, praderas, marismas, 
¡ah, el mar, que también existe, más allá! 

Es decir, la tierra con su variedad, 
con su fortaleza, por soles, nieves ultrajada, 
por huracanes, cataclismos, hombres, 
y en la noche, naufragada y palpitante, 
entre negras sábanas a fornidos dioses entregada, 
exhausta. 

Y yo vivo en medio de esta procelosa maravilla 
y tengo un nombre, un oficio, un deber 
y tempestades de deseos, aquí, secretamente, 
en la voz ahogada, prisionera. 

Y yo respiro, y ando, y caigo, y giro 
y vuelvo a ver los árboles sedientos 
y los pájaros disparados 
en la embriaguez de la música del viento 
y estoy inmóvil y absorto y maravillado 
de un día más en el pecho ardiendo. 

Hoy veinte de marzo 
junto a mujeres primaveras indiferentes, 
frente a hombres en su quehacer ensañados, 
desprovistos de miradas para la tierra 
que bajo sus pies pasa y fulgura, 
astro menor sin importancia 
donde los labios a los labios se juntan, 
yo vivo una sola vez, un día innumerable, 
ya ido de mis manos, 
nunca a mi pecho resarcido, 
pero qué más da, si vivo 
y la tierra es bella y la vida fluye, 
sed en mis arterias locas, 
por mí, a través de mí, misteriosa, vagabunda, 
en este minuto que acaparo y me traspasa, 
hoy, veinte de marzo, 
hoy, veinte de marzo, ¡tan lejos de la esperanza!, 
en que me doy cuenta, antes de morir. 

de La Sed Innumerable




Aprendizajes

Si tuve en los caminos insensato
afán de regresar, y si del viaje
no me quedó sino el amable dato
de algún humilde ocasional paraje;

si el mar me dio tan sólo el inmediato
goce de la canción de su oleaje,
montaña, cielo y mar en su arrebato
me enseñaron su pítico lenguaje.

Mi aprendizaje fue harto sencillo,
de ciego que no urgió de lazarillo;
cuanto buscaba en mí mismo escondía;

para cumbres y mar mi desencanto,
para caminos mi melancolía,
¡que todo regresaba, en mí, a mi llanto!







Aquel Viejo Caballero

Yo quisiera ser el viejo caballero
amante de las esquinas solitarias,
bañado por una suave lumbre de alelíes,
que en la noche repasa, con los dedos,
cuentas de amor y melancolía
a través de desvaídos almanaques.
Yo quisiera ser el viejo caballero.

Lo he visto en los grabados antiguos
de las calles silenciosas.
Su paso deshace plumajes de agua en los plenilunios.
Su paso abismado reanda los años en la luz.
Su paso escala montañas de flor de algodón.
Yo lo he visto perdido bajo cielos de arroz,
con una mano en el pecho
y una mano ya ajena en otro siglo. Su bastón
caminaba solo y yerto como caminaría
una insurrección de nardos. Iba delante de él.
La perla de su corbata,
sus guantes de horizonte, de niebla,
la cadena de su reloj,
su pañuelo florido,
sus cabellos pintados,
su sombrero vesperal,
la luz de sus zapatos de charol,
todo lo anunciaba ?y su tos?,
todo gritaba su sonrisa, su amarga
luna de soledad.

Yo quisiera ser el viejo caballero
que da golosinas a los niños
y palmadas delicadamente amorosas a las adolescentes.
Yo quisiera ser ese caballero, ese río inerte,
esa luz antigua.
Yo quisiera ser ese caballero,
lleno de árboles desgarrados,
de pájaros enmudecidos,
de estrellas turbias. ¡Caballero gris,
retrato mío de un tiempo escamoteado!
Pero no lo cuente, por favor, caballero.






Blancura de la Esposa

Límite de jazmín y nieve intacta,
aurora boreal, país de nardo,
témpano de azucenas, rosa exacta,
vellón de azúcar, cristalino dardo...

Velamen de la nube fugitiva
y fuga de relámpago y de espuma,
en el aire de luna pensativa,
muerta de plata en ataúd de bruma.

¿Muerta? No. Viva y en perenne llama
de cisne, en puro arranque de gaviota,
en impecable estrella de diamante.

Magnolia tu cintura que se inflama
y diamela tus senos de que brota
en vía láctea el don santificante.






Donde Estoy

Si quieres encontrarme no me sigas
en mi desamparado movimiento,
guárdate de la flor de mis fatigas
y del dictamen de mi desaliento.

Mis pájaros de sueño no persigas,
huye el que es en mí vencido intento,
mi destrozado símbolo de espigas,
mi desolado sollozar de viento.

Me encontrarás en el ciprés dormido,
en la porosa tierra desgajada,
en el agua, en la nube y en el humo.

¿Pero por qué me buscas sin sentido
fuera de ti, si en tu extensión amada
río de fuego y llanto me consumo?







Entonces

Ese día que esperas temeroso,
vendrá. Te irás pausado, y otros seres
ocuparán tu espacio. En tu reposo
escucharás las risas de mujeres

nuevas, el renovarse silencioso
de cuanto vive, y sentirás que mueres
de nuevo en todo día victorioso,
que otra vez dejas sueños y placeres.
Crepitará la dicha en torno tuyo,
ignorarán los hombres lo que fuiste
y no podrán, desde su vida, verte.

Tú los verás, en el delirio suyo,
aproximarse ciegos a la muerte,
y en tus cenizas estarás más triste.






Pensamiento Después del Cine

Con violetas de los cinematógrafos en las ojeras
y nostalgia de estanque en los ojos,
de estanque con lotos,
definitivamente en el amor naufragas,
isla flotante de pluma y nardo
en un mar de cabezas desoladas
y de huraños deseos.

Haces pensar nómade y frágil en mis manos y tan remota
en los caballos de las películas
que corren, que corren, que corren
miles de miles de millas de celuloide
para salvarte,
para salvarte del rapto de los bandoleros
que te llevan en el pavés de sus deseos,
y entregarte al fin incólume
como el sueño de una niña de cristal y malva
al héroe impecable de las películas.

Haces pensar en los peligros erizados de montañas,
de montañas de cartón que en las películas
sorprenden con minas de secretos y bandidos galantes,
aptos para el aplauso en flor de la galería.
Haces pensar en los incendios de bosques,
que se apagan en un beso de salvamento,
y en los raudales en que se precipita
la fuga de una barca perseguida
que a los pies del milagro se detiene,
y en las carreras de aeroplanos
que hincan certeras flechas de aluminio
en el corazón espeluznante del vacío,
y en las locomotoras que pasan
sobre las cabezas encogidas de los espectadores
laminando un grito de ficticias muertes.

Te desvaneces en un suspiro
y en un relámpago te amplías,
te amplías desmesuradamente como la muerte.
El brazo, para ceñirte, circunvala el mundo.
La luz, para recrearte,
se tortura en los obturadores burlando vigilancias
de directores siniestramente irreales.
?Marchas a mi lado y no te siento,
marchas a mi lado y no te siento,
urdida mentira de los cinematógrafos,
viviente sólo a clareadas de luz y azogue:
en el deseo florecido,
Y en la instantánea retina del recuerdo.






JUAN FELIPE ROBLEDO [9888]

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Juan Felipe Robledo
Juan Felipe Robledo. Es un poeta y ensayista colombiano nacido en Medellín en 1968. Se graduó en la Universidad Javeriana de Bogotá, donde más tarde, se desempeñó como profesor de pregrado en Literatura del Siglo de Oro Español. Pertenece a la generación de poetas en transición del siglo XX al XXI que, sin romper sistemáticamente con la tradición, renuevan sin embargo, una visión, un lenguaje, un tono poético abiertos a las exigencias más rigurosas de la modernidad literaria. En tal sentido ha hecho publicaciones y estudios críticos en torno a Francisco de Quevedo, Luis de Góngora, San Juan de la Cruz, el Romancero Español , Rubén Darío como también de poetas vivos y escritores del mundo contemporáneo.

Obras 

De mañana (2000)
La música de las horas (2002)
Luz en lo alto (Antología, 2007)
Dibujando un mapa en la noche (2009)

Premios 

Premio Internacional de poesía Jaime Sabines (México, 1999)
Premio Nacional de poesía Ministerio de Cultura (Bogotá, 2001)
Sus textos han sido difundidos en diferentes periódicos y revistas de Hispanoamérica y de Colombia, así como traducidos parcialmente al inglés, portugués e italiano.






Nubes

Formaron cabezas de caballos,
fueron ijares y escudos,
una piedra que nos mira desde el fondo de un pozo.

Siguieron un camino trazado mucho antes,
en una época en la que todo se decidía en un billar.

La iglesia gris que vio pasar estudiantes confusos sigue vacía,
nunca sonó la campana en ella.

El atento salmodiar de los vendedores de pizza
no ha molestado el lejano rumbo de las nubes.

Pero nuestro corazón no cede.

El curso de la eternidad se dirimió en esta oscura barraca,
y así como arriba, abajo el día es de los navegantes que el cielo respetan,
y, de vez en cuando, miran otra cosa, una lejana. 








Nuevo tiempo

                    Para Catalina González Restrepo


Nace el amor cuando menos lo piensas,
se acaba el tiempo reseco de las nomeolvides, del deseo marchito 
               y agobiante,
los corazones laten de una manera misteriosa, callada,
y nuestras fotografías son láminas de un álbum que nadie más llenó.

Los zapatos hacen cantar al pavimento su romanza de antaño,
y sin que podamos evitarlo nos sorprendemos saltando un poco,
nos hacemos estampa de esta dicha que ha nacido después de la lluvia,
bajo un sol de enero.

Las mañanas son calladas cuando pienso en ti, tienen un rumor venturoso, 
son mejores que el salmón y la champaña de hace tiempos.
No has nacido del fondo de una mente turbulenta,
tu rostro tiene el don de los ídolos pequeños, 
no hace falta llamarlo para que acuda a la cita.

Nuestro afán es distinto, y podemos asegurar que es pasto, es agua  clara,
volvemos a repetir el nombre amado, y los días se van sin amargura.
Algo hay en esta risa tuya que ha encontrado el sendero, no vacila,
y me ofrece un amor que es bueno, bueno como ron sin disparates.






De
DE MAÑANA
Bogotá: Planeta, 2003
Premio Internacional de Poesía Jaime Sabines, 1999


ESCENA PARA CONVOCAR A PETRARCA

Un hombre cree haber olvidado las rutas de la sangre
y amnésico, pesa y algo culpable, atreve sus pasos por
distante concierto.

El sonido de las ajenas palabras,
la extraña voluntad com que los otros se arrojan a la Liza,
lo dejan más cansado que a un pastor en plena esquila,
y maldita la gracia que le hace el recuerdo de las nomeolvides.
Acostumbrado a tratar con el tédio responde y se calla y también ríe.

Hay, entonces, una picazón, golpe tierno de deos que
         semejan ejercito de diestras abejas
y el rostro de la Donna vuelve a surgir indemne.






VINDICACIÓN DE LA ALEGRÍA

Y mi dicha es la del aguacero que regará los campos, la del leproso que contempla su piel en el piso, mi alegria es la del corsário, la del ladronzuelo, se alimenta de pequeñeces cuando el sol declina, estoy alegre y triste como las ratas en los charcos, dormito en la explanada cerca de los radiadores de Studebakers, sin prisa.




EL HABLA

Luchamos por hacer brotar del oscuro silencio
un momento distinto
en el que los árboles nos recuerden el hogar
y en paz estemos con los hombres.
Nos atrevemos a este himno,
Sabiendo que en el alado mañana
hay una sonrisa que nos espera
y una confesión que brilla entre los nombres
y también en los verbos.
Aguardamos concluir el canto que jamás termina
para no tener que cruzar el Leteo
y saber que, en albo tiempo,
luego de las tardes,
habrá sosegada dicha y abrazos y amor comentado.






NOS DEBEMOS AL ALBA

Traicionar las palabras,
canjear su peso, su color,
en el sucio mercado de los días
es acto que nos llena de muerte
y ceniza y vago afán.
Ha de ser castigado
con el hierro, la soledad,
el tedio y la miseria.
Nos debemos al alba,
plateros, a la dicha,
y al canto y al remo
y al ensueño trazado en la garganta
y a mañanas sin prisa
en las orillas de un mar que ya no es.
Porque al final todo es olvido
para el que al tráfago su sangre dona,
a la parla chi suona
y a conversaciones con tontos
y mercachifles,
y comete delitos en descampado
con las pequeñas,
las terribles y mansas
y arteras palabras.






LA MANO QUE TE SALVA

Sentir el agua golpeando la espalda,
advertir que la vida se nos va en este suave golpeteo,
que es mucho mejor sentir el chasquido de la manzana en la boca,
su increíble cercanía, su tardo acercarse,
pues ni la biblioteca de Alejandría
o los papiros del viejo Aristarco
serán mejor medicina que la presión de una mano,
el vislumbre de la alegría en esos ojos,
la morosa delectación con que una frase se extiende hasta el infinito.
No hay dicha más definitiva en este gastado mundo sublunar
que el mágico arpegio de unos dedos,
esa compartida manera de evadirse.
Decir con Lezama:
“Ah, que tú escapes en el instante
en el que ya habías alcanzado tu definición mejor”,
no nos librará del temblor que nos sube por la garganta
cuando recordamos su dichosa manera de estar allí
como lo están la música o el sabor de una fruta
o el juguete que en celebrado día nos dieron
y no habíamos visto en manos de niño alguno.
Ahora, soñar con la lejana, invencible, sagrada Moscú,
no nos hará olvidar el sitio en el cual deseamos
aquello que da fuego a la existencia.





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