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Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
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RAY BREMSER [20.102]

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RAY BREMSER

Ray Bremser (22 de febrero de 1934 - 3 de noviembre de 1998) fue un poeta estadounidense de la BEAT GENERATION.

Bremser nació en Jersey City, Nueva Jersey. Cuando tenía 17 años fue brevemente encarcelado. Al año siguiente lo enviaron a Bordenstown Reformatory por 6 años por robo a mano armada. Comenzó a escribir poesía allí y envió copias a Allen Ginsberg, Gregory Corso y LeRoi Jones (Imamu Amiri Baraka), quien publicó sus poemas en "Yugen" y le organizó una gran fiesta cuando salió de la cárcel en 1958.

En 1959, Ray se casó con Brenda Frazer, cambiando su nombre a Bonnie Bremser. En 1969 Troia fue publicada con sus cartas de la prisión a Ray, detallando su vida de los años 60 en la carretera como prostituta en México. El poeta Ray Bremser obligaba a su esposa Bonnie (Brenda Frazer) a prostituirse cuando vivían en la ciudad de México, y no contento con esto la mandó a Texas para que fuera a “vender” a una hijita de ambos recién nacida. Esto lo cuenta la misma Bonnie en su libro Troia: Mexican Memories. Las vidas de Ray y Bonnie estaban entrelazadas y fuertes para toda la vida.

Ray Bremser leyó poesía en The Gaslight Cafe en el barrio de Greenwich Village. Tenía cinco libros de su poesía publicados y fue protagonista en la película 1987 la generación del golpe: Un sueño americano. 

Murió en 1998 de cáncer de pulmón.



POESÍA BEAT 

Por PIPA PASSES

POESÍA BEAT: COLGADO DE UN ÁRBOL COMO UN BABUINO, DE RAY BREMSER


DE LAS OVEJAS NEGRAS BEAT, RAY BREMSER (1934-1998) ES LA QUE FUE SIEMPRE UN POCO MÁS ALLÁ. NACIDO EN JERSEY CITY, ENFRENTE DE MANHATTAN DEL OTRO LADO DEL RÍO HUDSON, ENTRÓ EN CONTACTO POR CORREO CON ALLEN GINSBERG Y GREGORY CORSO MIENTRAS CUMPLÍA SEIS AÑOS DE PRISIÓN ENTRE 1952 Y 1958 POR ROBO ARMADO. FUE ALLÍ QUE COMPUSO HANGING LIKE A BABOON FROM A TREE, QUE PRESENTAMOS AQUÍ, Y LOS OTROS VERSOS DE POEMS OF MADNESS, SU PRIMER POEMARIO. “LA VERDAD AQUÍ ES LA EXPRESIÓN CONCRETA DE LA CONCIENCIA EMOCIONAL”, DICE GINSBERG EN UN CORTO PREFACIO DEL LIBRO PUBLICADO AÑOS MÁS TARDE, EN 1965.

PARA ESE ENTONCES, BREMSER YA ERA UNA FIGURA MÍTICA DENTRO DEL MOVIMIENTO BEAT. POR UN LADO LEROI JONES HABÍA PUBLICADO EL POEMA “CITY MADNESS” EN SU REVISTA YUGEN 3 Y DONALD ALLEN LO INCLUYÓ EN SU INFLUYENTE ANTOLOGÍA THE NEW AMERICAN POETRY 1945-1960. POR OTRO, NUEVOS PROBLEMAS CON LA LEY LO LLEVARON A HUIR A MÉXICO CON SU ESPOSA BRENDA (BONNIE) FRAZER, CON LA QUE SE HABÍA CASADO RECIENTEMENTE, Y SU PEQUEÑA HIJA RACHEL. ALLÍ BONNIE DEBIÓ PROSTITUIRSE PARA MANTENER A LA FAMILIA, UNA EXPERIENCIA QUE CONTARÍA MÁS TARDE EN UNAS ACLAMADAS MEMORIAS, TROIA.

RAY BREMSER AFIRMA QUE SU POESÍA BUSCABA IMITAR LOS RITMOS DEL JAZZ, CON UN LENGUAJE CRUDO Y LEJANO A CUALQUIER DELICADEZA, TOMANDO ELEMENTOS DE SU VIDA CARCELARIA Y CALLEJERA. CON UNA EDUCACIÓN RUDIMENTARIA Y SIN CONEXIONES ACADÉMICAS DE NINGÚN TIPO, SU CASO ES EL DEL BEAT EN ESTADO SALVAJE, LO QUE LE VALIÓ LA ADMIRACIÓN DE LOS AUTORES MÁS RENOMBRADOS DEL MOVIMIENTO.



COLGADO DE UN ÁRBOL COMO UN BABUINO

…pienso / la sangre
diluida se dispara / hacia la
cabeza defectuosa, / colgado
del borde de mi cama, / rojo
y abajo / para que, / veas, / veas
————todo lo malo; /
ya que boca arriba está / en realidad, /
de cabeza / y por ende todo trastornado /
o / en el lado incorrecto, interiorex,
es / el lado a elegir / y pienso /
adentro y afuera, / en perspectiva… / corredores
benditos / también ven miran: / así, /
la sangre invade el cerebro; /
tráfico arterial / de esta manera, /
la misma; / sea la verdad consecuencia; /
¡el juego! / y yo acá pendo /
mis excitantes / recortes de fotos
de chicas, / y más o menos
y wuf… / ligeras de ropa, /
y ardientes haciendo pucheros /
que drenan la sangre, aturden
y enredan mi cabeza, / con carne de vulva /
asidua del lado correcto, / ombligo adentro / y
afuera / y arriba: si tienes que; / y entonces, / lo haces —/
de cabeza / la única forma
de masturbarse / soy yo, no necesariamente
tú, / si quién —/ todo tiene
el deber de, / apagado y encendido / pronto o desnudo / apretar
rápido el puño / 0, perjuicio / azote
descarnado y sensual-/ ¡atardécete! / ¡clamo
por una cola y un árbol!



HANGING LIKE A BABOON FROM A TREE

——…thinking / the diluted
blood rush foreward/ into the
short-come head,/ hanging
over the top of my bed’s edge,/ red
& down / so that,/you see,/see
————everything wrong;/
as right-side-up is/ verily,/
upside-down/& everything turned thus/
otherwise,/wrong-side-out, interiorex,
is /right side in/& thinking/
dilutes the up or down side,/
in & out,/ perspective…/anterior hallowed
corridors/also looks see:/ so,/
the blood gush to the brain;/
the arterial traffic/ likewise,/
the same;/ truth be consequence;/
the game!/ & i hung here/
my stimulant/picture-clippings
of girls,/& more or less
& wif… /in scanty-clads,/
& hot-drawn pouting lips/
which drain the blood down,/dizzily
whirl my head,/with meat of pussy/
right-side regular,/bellybutton in/&
hopped/& up:if you must;/ & so,/you do -/
upside-down/the only way
to masturbate/it’s me, not necessarilly
you,/for who -/everything most
must,/off & on/soon or naked/ snatch
quick the fist/O, down-side/whack it
fleshed & sensual-/later up!/i scream
for a tail & a tree!

RAY BREMSER, “HANGING LIKE A BABOON FROM A TREE”, FROM POEMS OF MADNESS, PAPER BOOK GALLERY EDITION, NUEVA YORK, 1965.
TRADUCCIÓN © CARLOS LLAZA. PRESENTACIÓN DE © MARIANO ROLANDO ANDRADE.














JACK MICHELINE [20.103]

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JACK MICHELINE

Fecha de nacimiento: 6 de noviembre de 1929, El Bronx, Nueva York, Estados Unidos
Fallecimiento: 27 de febrero de 1998, Orinda, California, Estados Unidos

Poeta y pintor que rechazó ser incluido en cualquier corriente artística, Jack Micheline está íntimamente ligado a la GENERATION BEAT y su primer libro, River of Red Wine, publicado en 1958, incluyó una introducción de Jack Kerouac, quien vivía en su mismo edificio en Nueva York.

Es uno de los doce poetas que Neelie Cherkovski presentó en su colección de ensayos Whitman’s Wild Children (Los niños salvajes de Whitman, 1989), junto con Charles Bukowski, Allen Ginsberg, Lawrence Ferlinghetti, Harold Norse y William Everson, entre otros.
Nacido en Bronx, de origen ruso-rumano, Micheline se mudó a principios de la década de 1960 a la bahía de San Francisco y allí vivió y escribió, a menudo en la pobreza, hasta su muerte, de un ataque cardíaco a bordo de un tren.
El conmovedor y crudo Chasing Kerouac’s Shadow recorre muchos de los tópicos del poeta vagabundo y en guerra contra el sistema y es un llamamiento a los marginados del sueño americano en la búsqueda de una nueva religiosidad frente al devastador modernismo.



Persiguiendo la sombra de Kerouac, de Jack Micheline

POESÍA BEAT Por PIPA PASSES





Persiguiendo la sombra de Kerouac

La ciudad de alabastro resplandece bajo la luz del sol
Estoy en un autobús yendo a Santa Rosa
Lejos del apestoso hotel
Me dicen que soy famoso, como las Jerome cookies
Calles, poemas, manicomios, cárceles, pinturas, estafadores y tiempo
Mis veinte años de poemas y pinturas
Guardados lejos en casas y sótanos
Implacables de ira y amor
Reflexiono sobre la vida y el mundo a mi alrededor
El autobús acelera a sesenta en la autopista
Tengo cincuenta y dos, vivo solo, considerado un genio loco y excéntrico
En realidad soy un poeta fracasado
Que nunca aceptará el mundo
No importa cuán hermosas crezcan las flores
No importan cuánto sonrían los niños
No importa cuán azul sea el cielo más azul
Las duras realidades de la vida, que la vida es mayormente un engaño
El genio de la lluvia nos evita
El alma solitaria que realiza su hermosa danza para que
…todos la vean
Busco a la hoja genuina volando en el viento
La persona auténtica tamborileando una canción cuya melodía
Fluye a través de ríos y tiempo
La imagen que baila con estrellas
El sol que funde ira y acoso
Años pasados mendigando y vendiéndome
Llevando pinturas en autobuses
Llevando colchones a través de las calles
Desalojos, amores perdidos, resacas, reumatismo, hemorroides
Por una musa que raramente satisface
Debo estar loco, embrujado como un apostador perdido
Librado a su última apuesta sin pasaje ni dulce
No soy hábil ni encantador
No puedo mentir por dinero o contar cuentos
Soy el zorro canoso algo idiota
El viejo experto persiguiendo el sueño loco
El mismísimo judío chiflado
Que no sabe cuándo retirarse
Que no puede decir morir salvo que muera
Es todo un loco sueño
La pista de carreras llena de maníacos
Apostadores perdidos viviendo de esperanzas y sueños
Mañana nunca es mejor
Los mismos autobuses llenos de rostros cansados y golpeados
Solo sé cuándo el gallo se levanta y el cuervo aúlla
Para comer, beber, mear
Y el pollo es bueno para comer cuando uno tiene hambre
El dinero compra a todos, es por eso que el mundo está jodido
Es por eso que los políticos tienen diecisiete rostros y
…redactores de discursos
Y las camareras usan lápiz labial
Es por eso que la mediocridad gobierna
Es por eso que los poetas andan en grupos para protegerse
Y los músicos desaparecen más rápido que las moscas
Y los artistas se tragan a los ricos más rápido que la sandía veraniega
y los niños burgueses
Es por eso que comunistas y capitalistas
Usan los mismos trucos
Para ocultar lo milagroso
La magia de la vida
La maravilla de niños y salamandras y pájaros
Maravilla es el trueno
Maravilla es la lluvia primaveral en sí
Maravilla es la joven enamorada
El concierto
El colibrí
Las nubes moviéndose a través del cielo nocturno
Está lloviendo nuevamente
Luz contra oscuridad
Sombras persiguiendo al sol
El sol persiguiendo a las sombras
Hombre contra la noche
Hombre y mujer juntos con la noche
El día despierta
Cantemos una canción
Para aquellos que persiguen a la noche
Para aquellos que bailan con luz
Una gota de luz
No importa quién es luz
Enciende lo desconocido
Lo desconocido, es todo lo que tenemos
Todo es posible
Como colores recién nacidos parpadeando a lo largo del Universo
El camino
El vagabundo
Los soñadores
Los bailarines
Lo olvidado
¡A la mierda con los fanáticos!
Byron Hunt está haciendo un collage en el Goodman Buiding
Ed Balchowsky está haciendo otra pintura
Elevando su único brazo al cielo
Rosalie Sorrells está cantando una canción en Kansas
Sam Shepard está sonriendo
Aves raras están apareciendo con nuevos abrigos de color
Rainy Cass está vivo y sano en Nueva Orleans
Valentine Chuzioff está boceteando alguna rubia en Jackson Square
Bodenheim trapicheando otro poema por vino
Franz Kline cantando una canción triste en el Cedar
Kerouac hablando otra vez a la luna
James T. Farrell persiguiendo a una camarera en el Yankee Stadium
Charlie Mingus bailoteando, acariciando, comiendo un filete
Tocando el bajo con ángeles
Wilbur Ware
Gil Gaulkins
Bill Bosio
Al Delauro
Bob Bolles
Charlie Stark
Sue McGraw
Linda
Charlotte
Banana Boat
Steamboat Jones
Jeremías
Jerusalén
La luz está apareciendo
Entregaré al sol
Pertenece a todos
No es mío para que lo dé
Aquellos con el sol
Aquellos buscando al sol
Aquellos escapando en la noche de Chicago
Aquellos en la cárcel
Aquellos en las torres
Aquellos persiguiendo un fantasma en tierras salvajes
Aquellos en el camino
Aquellos con sueños
Aquellos que nunca se darán por vencidos
Aquellos que están aprendiendo a bailar
Aquellos perplejos
……….agonizantes
……….hechos polvo
……….desgraciados
……….marcados
……….confundidos
Todos somos el sol
Ustedes son el sol
Este mundo es uno
Aquellos con asombro, ustedes son el sol
Sacudan al sol
Somos uno
¡La luna y el sol son hermanos!

15 de marzo de 1982

Escrito en un bus de
San Francisco a Santa Rosa






Chasing Kerouac’s Shadow

The alabaster city gleams in the sunlight
I am on a bus going to Santa Rosa
Away from the stinking hotel
They tell me I am famous, like the Jerome cookies
Streets, poems, nuthouses, jails, paintings, con men and time
My twenty years of poems and paintings
stored away in houses and cellars
relentless with anger and love
I ponder at life and the world around me
The bus speeds on the highway going sixty
I am fifty-two, live alone, considered some mad freak genius
In reality I am a fucked up poet
who will never come to terms with the world
No matter how beautiful the flowers grow
No matter how children smile
No matter how blue is the bluest sky
The harsh realities of life, that life is mostly a put up job
The genius rain avoids us
The lone solitary soul that does her beautiful dance for
…all to see
I seek the genuine leaf blowing in the wind
The real person tapping a song whose melody
flows through rivers and time
The image that dances with stars
The sun that melts anger and harassment
Years spent begging and hustling
Carrying paintings on buses
Carrying mattresses through streets
Evictions, lost loves, hangovers, rheumatism, hemorrhoids
For a muse that rarely pays off
I must be mad, bewitched like a lost gambler
Down to my last bet with no carfare or candy
I am not subtle or charming
I cannot lie for money or tell stories
I’m the gray fox some schmuck
The old pro chasing the mad dream
The crazy Jew himself
Who don’t know when to quit
Who can’t say die unless I die
It is all a mad dream
The race track full of maniacs
Lost gamblers living on hope and dreams
Tomorrow is never better
The same buses full of beaten and tired faces
I only know when the cock rises and the crow howls
To eat, to drink, to take a leak
And chicken is good to eat when one is hungry
Money buys everybody, that is why the world is fucked up
That is why politicians have seventeen faces and
…speechwriters
And waitresses wear lipstick
Why mediocrity rules
Why poets hang out  in groups for protection
And musicians disappear faster than flies
And artists suck the rich quicker than summer watermelon
and bourgeois children
Why the communists and capitalists
Use the same deck of tricks
To hide the miraculous
The magic of life
The wonder of children and salamanders and birds
Wonder is the thunder
Wonder is the Spring rain itself
Wonder is the young girl in love
Wonder is love
The concerto
The hummingbird
The clouds moving across the night sky
It is raining again
Light against darkness
Shadows chasing the sun
The sun chasing the shadows
Man against the night
Man and woman together with the night
The day awakens
Let’s sing a song
For those who chase the night
For those that dance with light
One speck of light
No matter who is light
Light the unknown
The unknown, it is all we have
Anything is possible
Like new born colors flashing across the Universe
The road
The vagabond
The dreamers
The dancers
The unsung
Fuck the Gung Ho!
Byron Hunt is doing a collage at the Goodman Building
Ed Balchowsky is doing another painting
Raising his one arm to the sky
Rosalie Sorrells is singing a song in Kansas
Sam Shepard is smiling
Rare birds are coming out with new coats of color
Rainy Cass is alive and well in New Orleans
Valentine Chuzioff is sketching some blonde in Jackson Square
Bodenheim hustling another poem for wine
Franz Kline singing a sad song at the Cedar
Kerouac talking to the moon again
James T. Farrell chasing a waitress at Yankee Stadium
Charlie Mingus bopping, chucking, eating a steak
Playing bass with angels
Wilbur Ware
Gil Gaulkins
Bill Bosio
Al Delauro
Bob Bolles
Charlie Stark
Sue McGraw
Linda
Charlotte
Banana Boat
Steamboat Jones
Jeremiah
Jerusalem
The light is coming out
I’ll give the sun away
It belongs to everybody
It’s not mine to give away
Those with the sun
Those seeking the sun
Those on the run in the Chicago night
Those in jail
Those in the towers
Those chasing a ghost in the wilderness
Those on the road
Those with dreams
Those who will never give up
Those who are learning to dance
Those perplexed
……….agonized
……….whacked
……….wretched
……….tattooed
……….confused
We are all the sun
You are the sun
This world is one
Those with wonder, you are the sun
Shake the sun
We are one
The moon and the sun are brothers!

March 15, 1982

Written on a bus from
San Francisco to Santa Rosa

The Outlaw Bible of American Poetry, Alan Kaufman editor, pages 110-113, Thunder’s Mouth Press, 1999.
Traducción Mariano Rolando Andrade




heavy mama

One of those heavy mama’s
Done fuck with my head

She didn’t get no lovin
So she fucked with my head

Those No Lovin’ mama’s
They smother their sons

Lay out pain and sorrow
On their Lovin’ sons head

So I ran wild
Like a mad dog

Through towns and the cities
Joined all the causes to clear out the pain

sought out the answers
for guilt, pain and shame
he had a heavy mama
who had all the pain

all the tender kindness
put on your brain
through desperation and luck
through fire and rain
he found his real sound

his heart beat like a hammer a poet claimed

but deep inside him
remains still the pain
of a Heavy Mama and Fire and Rain





god bless the unknown

Born in a daze
I wandered across the cities
Ablaze with lights
Hospital, tower, prisons and all hells habitation
Tap in cry and die and keep going
What did I know or anyone know
We knew nothing
Not a god dam thing
A blind man searching in the night
A child poet
Bug eyed from the real racing
The need for what others seem to have
Appearance certainly a sham
This worlds a sham
So what has it been any different
The devil turns the wheels of the world
The devil with his fucking big hat
His ritual of deceit and murder
Slave, politician, banker, stockbroker, pimp entrepreneur
The need for money
Learn to make honey baby
That is the switcheroo
The birds are singing in the trees
The flowers are blooming
I got my eyes
We are all the light





thank you, bob kaufmann

Thank You, Bob Kaufman

That day in the Marina we threw your ashes in the Bay
You made the rainbows come
Not even the Pope could do that
From Coit Tower to Angel Island to Sausalito
You sent us a signal
A love call in the sky
Thank you, Bob Kaufman





hiding places | november 19, 1976 san francisco

There are hiding places in my room
where beautiful poems are hidden
Poems hidden away in boxes
on sheets of brown paper
Poems of spirit and magic
workers hands hidden in boxes
beautiful thighs
there are blue skies hidden in my room
dolphins and seagulls
the heaving of breasts and oceans
there are skies in my room
there are flies in my room
there are streets in my room
there are a thousand nights hidden in boxes
there are drunks in my poems
there are a million stars on the roof of my room
all hidden away in boxes
there are steps down side streets
there is a crazed eye of a poet in my room
there are old Arabs exploring the desert near Escalon
there are sparrows and bluebirds and wildcats in my room
there are elephants and tigers
there are skinny Italian girls in my room
there are letters from Peru and England
and Germany and Russia in my room
There are the steps of Odessa in my room
the Volga river in my room
there are dreams in the night of my room
there are flowers
there is the dance of affirmation in my room
the steps of young poets carrying knapsacks full of poems
there are the Pictures of an Exhibition in my room
Moussorgsky and Shostakovich
and Charlie Mingus in my room
Composers and painters all singing in my room
all hidden away in boxes
one night when the moon is full
they will come out and do a dance





poet of the streets

I walk east of Bleecker
the sky is blue
on this Sunday evening

there is something deeper than the earth
there is something deeper than the stone cities
there is something deeper than our existence
than all the robes of power

power and the night bleeding gutters with crutches
power and the night and the neon vibrating
the night and thirty moons and sharpies
the night and the railroad yards gleaming
the night and the sky
the night and billboards and darkness

across a nation skeletons and machinery
jaundice, joints and lips of connivers
burnt Christmass trees
jazz horns and drummers

above concrete
above whimpering voices
above calculators
riders with tokens in their hands
riders to the sea

a nation of cowards
cowards wrapped in academic cloth

over all in darkness
over all who live in deserts
over all shells covering
over all that are wasted

burying all in nothingness
burying all that is soul
burying all with layers of armour
burying herds with still voices
burying all in the nowhere of silence

herring and fish in cans
turkey and chicken in cans
humans in cells of unknowing
there is more to life than the lights of savage civilizations
there is more to life than all the words spoken
there is more to life than the eye can see

I see the sun of angels
hemp and sugar and wheat
blood and sinew within the flesh
ticker tapes, grey hair, jowls on faces
dollars and gods and people sold and traded

people dying for nothing
people selling their minds and bodies
people without courage
people with no teeth in drug stores

death loaded with goods
givers of death and more death
cranes and deep hookers
cutting shears for the young
newspapers stunting the mind
dollars the spoiler of ships of bananas

I see your faces as I stroll through the cities
the wind touching the faces of whores
the vision of poets encompassing all
song of children outside the brick houses

there is nothing deeper than life and the livers of life
mankind raped in the bank vaults of steel
dead soldiers, battlefields surrounded by iron and ironies

a million lost sunsets
a poet unconquered with the legacy of Whitman and Lorca
a poet unconquered by stone, by glass, by greed, by madness

the lights blaze on in the night
lights and the cold wind
visions above all death
cows milked dry, golden crosses
the sky blazing with miracles

a poet walks in the cold wind
his head raised humble and unafraid
death around him filled with waste and banners
death all around him
walking alone with birds above the canoe shaped moons
sounds are heard and the sky glows in darkness.

January 31, 1960, East Bleecker. This poem turned the tide of my death, written on First Avenue off the Bowery. In an alley of great souls.





rock song

‘O the dead stalk the corridors of airports
It’s the dead
It’s the dead
It’s the God damn dead
It’s the dead that rule the world

It’s the guys writing poems in the streets of the world
It’s the guys writing poems for us all
It’s the sound that comes from deep in the heart
It’s the sounds jumping out from the air

It’s the dead
It’s the dead
It’s the God damn dead
It’s the dead that rule the world

Don’t let it get you down
Don’t let the fear bring you down
The hard rock sound
All men are born to be free

‘O the dead stalk the corridors of airports
It’s the dead that rule the world
It’s the dead
It’s the dead
It’s the God damn dead
It’s the dead that rule the world

It’s the face of a child that I see
It’s the rays of the sun in the sky
It’s the dogs chasing birds in the grass of the world
It’s the lovers that make the world free

‘O the dead stalk the corridors of airports
It’s the dead that rule this world
It’s the dead
It’s the dead
It’s the God damn dead
It’s the dead that rule the world





reflections on saints

200 girls march up the stairs to mass
red robed, desiring
to praise the Lord Amen!

outside the rummys feel their pain
old jews weep in the park of Pitt St.
the lone Negro plays the blues
the sun begins to shine down on the old east side
playing a Puerto Rican rumble

200 girls march up the stairs to mass
red robed, desiring
to praise the Lord Amen!





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LUCI COLLIN [20.104]

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Luci Collin

(Curitiba-Brasil, 1964). Poeta, narradora y traductora. Es catedrática de Literaturas de lengua inglesa en la Universidade Federal do Paraná (Brasil) y, actualmente, desarrolla una investigación posdoctoral en la Universidad de São Paulo (Brasil). Ha traducido a autores como Gertrude Stein, E. E. Cummings, Gary Snyder, Eilean Ní Chuilleanáin, entre otros. Ha publicado 17 libros, 8 de estos de poesía como Querer hablar (2014) o La palabra algo (2016), entre otros.

(Curitiba-Brasil, 1964). Poeta, ficcionista e tradutora. Leciona Literaturas de Língua Inglesa na Universidade Federal do Paraná (Brasil) e cumpre estágio pós-doutoral na Universidad de São Paulo (Brasil). Também já traduziu Gertrude Stein, E. E. Cummings, Gary Snyder, Eiléan Ní Chuilleanáin, entre outros. Tem dezessete livros publicados entre os quais Nossa Senhora D’Aqui (romance, 2015), A árvore todas (contos, 2015), Querer Falar (poesia, 2014) e A palavra algo (poesia, 2016), entre otros.



Curador de la muestra Fabrício Marques

Traducción por Eleonora Frenkel

Poemas de Luci Collin



De veras

el poeta finge
y mientras tanto
chicharras estallan
puentes caen
azaleas claudican
edipos resuenan
vacunas vencen
la bolsa quiebra y
el poeta finge
y mientras tanto
olas inmensas explotan
el pan adolece
astros se desvían
manadas enteras se pierden
la noche rechina
el viento derriba nidos y
el poeta finge
y mientras tanto
voces rajan
venas obstruyen
galeones hunden
medeas abaten crias
chorreras se enturbian
el zapato aprieta y
el poeta finge
que las manos llenas de súbitos
no son las suyas



Ontivo

Nos encontraremos y yo estaré ajetreada
y tú estarás inmerecible
y yo estaré cansada para el café
y tu estarás exhausto para el cine
y yo estaré amorfa
y tú palimpsesto
y yo estaré rendida a las evidencias más ocultas
y tú descomedido a las vivencias absolutas
y yo estaré apurada
y tú en aquella hora imprevisible
y yo estaré en aquella hora portentosa
y tú estarás en aquel momento increíble
y yo estaré en aquella mañana lluviosa
y tú estarás en aquella noche audible
y yo retrocederé hasta el alba
y tú avanzarás a occidentes
y yo comprenderé infinitudes
y tú desvestirás los contratiempos
y yo deslizo por la superficie y me voy
y tú zambulles mar adentro y refloreces



Álbum

como son enormes
las osamentas de animales en el museo nacional
(“No se dice ‘huesos’, advirtió la tía solterona
egresada de filosofía pura)

cuando descubrí el inmenso libro de anatomía
de crustáceos y moluscos
bajo impulso científico enclaustré
insectos en los vidriecitos de remedio
de la bisabuela

la bisabuela lloraba a tontas y a locas, además
y vagaba por la casa riñendo (en véneto)
con fantasmas que la habían
abandonado
justo allí

como son enormes
los recuerdos
cuando mi padre me perdió en el mar
cuando mi madre me perdió en la salida del cine
debe haber durado treinta segundos
y hasta hoy

cuando el carillón marca cinco
(que era la hora de los buñuelos de viento)
me siento para el té solitario
y hojeo un atlas de imágenes transcurridas
que se debaten como insectos
y el trago tiene un gusto deshabitado y yermo
porque perdí el código
con el que se argumenta
con los fantasmas





Estética de la escena

lo que mi ojo imagina
entre migaja y galaxia
es el deslumbramiento de aquello que
inaugura adornos
y que ocupa la boca florecida en una
sonrisa

lo que mi ojo cogita
entre esquirla y elipse
es el reconocimiento de la voz
siempre pincel
una dobladura y sus compases
un refresco
y dos voces son muchas
la partitura esculpida
entre la saliva y el soplido
aquel sin esfuerzo de la mano
que toca la fruta

es mi mirada que arma la escena
y el gusto
es mi mirada que usa la piel
para leer el espacio
y resultar el espacio
y convertir el día en pulso

es mi mirada que descubre la cáscara
y el gesto
y los nombres escurren
molusco e infinito
el texto un palafito

y el ojo engendra
una manumisión que se funda
en leerse en si el borrador

de la propia mirada




Schriftsteller

(el libro de fotos)

asustador un hombre que inventa
otros hombres

lo que ven sus ojos
abiertos o cerrados
noche o día

asustador un nombre que al ser pronunciado
hace existir las frases que esperan en la estante

Nabokov caza mariposas
con una red adecuada y pisará sobre flores
                                                ¿Estaremos en una primavera?

Beckett mira cualquier botón de la camisa
en el cuarto de negra totalidad
                                                ¿Estaremos roncos?

Char sostiene un bastón
o una espada
                                                ¿Estaremos muertos?

Kerouac ve sillas, techo, alfombra,
cortina y un despertador automático
                                                ¿Estaremos prontos?

Borges, si sales de esa enorme ventana
no logra la eternidad
                                                ¿Estaremos riendo?

Genet sentado en el piso desconsidera
la última moda en pañuelos de cuero
                                                ¿Estaremos a mano?


Y tú, escritorcito sin fotografía,
necesitas de un blazer a cuadros
con mangas raídas
un alquiler vencido
un pelo sin corte
una mirada indescifrable
un perro ladrando
un dolor agudo en la espalda
o en el brazo
o en el diente
un vaso vacío
otro vaso
buses ruidosos pasando
toda la mañana
toda la tarde
toda la noche
pasando
una soledad que semeja a brasa
comiendo el cigarrillo
(a falta de imagen más noble)

necesitas abrazar una enorme estatua
y pensar en una palabra no inventada

                    ¿Estaremos salvos?




Días

Era mentira que el dolor envejece
Yo quiero oír las historias antiguas
Y recomponer las tramas que ya conozco
(Mi abuelo subiendo la calle silbando:
es domingo)

No quiero historias que cambian
Yo quiero los personajes de siempre
Las escenas antiguas
Las puertas antiguas
Las noches antiguas
Las antiguas manos
(“Abu, ¿la vida es mala?
Risas)

Y aquella certeza de que el mundo mañana
Sigue igual al mundo aquí adentro
Y yo pertenezco al día
en que veo a esta figura que también
me ve
y puedo decir:
mucho gusto
en volver a verte.



Extravagante

este perro que me sigue
en la noche insignificada
desconoce mi desaliño
este estar parado en esquinas
los tragos de café ruinados
la doctrina de los ácidos
este encarar sauces retóricos
de gestos calcificados
que vuelcan exilios e hidalguías
y los soles de madera
de esta ciudad inmediata
que me habita

este perro que me sigue
ignora mi desenganche
mi breviario de errabundo
la huida de las emergencias
el rosario de los inválidos
el desalme de las piedras mal asentadas
la aflicción de lo que es virgen
el escenario flácido donde flotan
lunas y escapularios
donde tiemblan ineludibles escalinatas
y ramas desnudas que disputan
en barroquismo
con los brazos de la iluminación pública

inexperto y cojo
ejemplar de inhabilidad
este perro me sigue
como yo sigo a los dioses
inventados por la oscuridad





Una tarde que cae

Cuando lo vemos está sentado en el banco de la plaza
Ella está en casa presa a la trama silenciosa

En la plaza pájaros y flores son sinceros
En la ventana pájaros son fantasmagóricos

Con el pañuelo del bolsillo él se seca el sudor de la frente
Ella enjuga los ojos con la manga

Él gruñe pero solo por adentro
Ella supura pero nunca los domingos

Él lamenta porque el pan es azul
Ella suspira y la tarde muda envejece

Él pregunta si las ventanas son sinceras
Ella piensa en arrojarse a algún lecho

Son fantasmagóricos los azules que salen de los ojos
La gangrena y la borra son absolutos

Cuando lo vemos está en frente a la tele inmaterial
Ella está de espaldas boca abajo de bruces

Él se está escarbando los dientes a la espera
Ella vacía

Él atardece y arde
Ella flota sobre el agua azulísima

Él tose escupe rezonga alancea gime
Ella se hizo las uñas y la torta simples

La previsión del tiempo anuncia lluvia
Ella toca la piedra friísima

Él se ofende
Ella se ofelia



Haberes

I.

el caballo único
que reaparece en este aquí
es aquel que se inauguró lo lejano
y aquello que patea sobre una hierba de sigilos
que cuando examinados de cerca
son puntos de exclamación

el caballo más que inmediato
que vibra en el destino de las lejanías
trama una dispersa coreografía
que es su discurso de casco
e informa todo lo que se dice
de ojos cerrados
amplitud          redención
y revés
de la geografía menor
y de la espera

el caballo que alimenta la luna
en mí                                en ti
y que destempla las mareas y los bermejos
de las chicas          de las venas       de las cortinas
es un lirio apenas y un silbido
es ventrílocuo de las sonrisas
y espantos tanto de las montañas
como de las murallas
y de las millas

el mejor pintor de la aldea
carcajeará para siempre porque
intentó captar la gracia de lo visto
pero confundió la inmensidad de los escampados
con el sonido de las patas
sobre todo lo que es cristal

y la locura es el mínimo precio
de querer conjugar
lo invisible


II.

el pájaro que se tiene como exageración
conocido de los reyes y de los insomnes
ya hace mucho se enajenó de alas
y de rumbos
y ahora se divierte con la rectitud de las hipérboles
y lleva en el pico el por qué primero

pájaro absuelto y soberano
practica la descostumbre de la monta y de las cifras
asperje vuelos y deseo de vuelos
por entre los ojos que esperan la buenaventura

y la señorita se persigna
y los narcisos se avergüenzan
y los bálsamos y los sándalos
al sonido de las risueñas maracas
se volatilizan
el pájaro reza en un curso intransitivo
y desimportan huecos
en las tejas    en las estatuas     en las bocas
porque construyó un alfabeto inédito
de pajas     de colorantes    de arenas
y nunca entenderán que él es siempre
el mismo pájaro
de mostacillas
cuya luz calla la intención
de las heridas


III.

porque no hay sinónimo para él
este pez de aquí no participa de los enunciados

no tiene anhelos ni dedos
y su respiración jamás perturbó cartapacios

no tiene miradas ni mandíbula
y son parábolas sus alas de fiebre y de noche

con el ateísmo de los papeles en blanco
él se esconde entre las pestañas

los hombres con el capricho de conocerlo
forjan extravagantes registros sobre lo que
no saben
sobre el pez y el cansancio del pez
anónimo

las palabras de esas bocas fastidiosas
quieren conformar el efímero
pez-nube    – farol     – unicornio    – hielo

son teatrales adjetivos
para el misterio que reaparece
en ese aquí

sin ni siquiera serlo




Ceremonia de composición

el hombre de letras
desestima alfabetos creídos
porque todos los días estrena uno
suyo

es un niño que practica
arrojos y sintaxis
tiene la experiencia de las estrellas

no sabe historias de amores
por eso pasa sin rimas
pero urde las profundas de pozo
y acero

habla de los movimientos
y da siempre en el clavo
solo por mirar

mira colorido
y dice colorido

pormenorizando rocha y cáscara
solemniza liquens

crea la más singular exposición
de brisas      blanduras e     inclasificables

y entiende que dios se escribe
con mayúscula
y debe estar
en los detalles




Escena-muda

yo que era único
e indivisible
ahora creé tentáculos
ávidos
que no controlo

roban rojos vivos
que ni sé para qué sirven
desean tanto, usurpan
violan cantos sagrados
esparcen cenizas
ríen
manotean

cínicamente desmenuzan
pedazos lícitos de pan
distribuyen las fichas
barajan cartas
trapacean noches adentro
ajenos a mi disgusto
traen oro profano a casa
colman mesas

y yo, mudo y polifacético,
miro la insana riqueza
que mis propios brazos acumulan

e intentando escuchar mi vano discurso
no consigo
porque las frenéticas manos que no controlo
                                                aplauden ruidosamente





Cover

si yo pudiese querría ser de verdad
lo que sé pasado en limpio
como me sentí      como me siento
cuando quepo
cuando no invierno

dígame por favor lo que vibra lo que ve
dígame qué es lo próximo
ya que ahora es todo en vivo
de noche gatos hambrientos y el hambre mismo
era la verdad este griterío y este dolor
sí, es aguardiente la mirada emancipada
que atisba las flores mendaces

en la boca herrumbre – es boca sin hambre
frases llenas de alfileres
los instrumentos van abandonando la escena
y el sol adentro de nadie es solo jamás su puesta

un hombre dicta las hablas todas
y en el palco es como en un acuario
vamos a apagar estos compases
de voz agresiva y mohosa
vamos a saltar esta página
que es solo jadeo

yo estaba buscando por algún tú
por algún pedazo apócrifo de mi
y piel y sudor tienen sus súbitos precios
tú que ríes sesgado que te atragantas
no hay vacantes
no hay más ventanas disponibles
y es equívoco esperar que nazcan manos

voy a fingir que estoy aquí
con la integridad de este vodka de esta lamparilla
y feliz como desvestir

tú vas a despertar cantando vivir es fácil
sí, yo tengo un último acorde para gastar
(los caballos por adentro tantas patas)
lo que la sonrisa de la taza nos niega
cuadro en donde la nieve no vence
no es más el infinito aquí estar

en este momento terminan todas las intenciones:
las ratas entraron al poema
con sus voces indescifrables

y la avidez de sus mandíbulas
dañará esta página





Tanteado

e entre nós e as palavras, o nosso querer falar
Cesariny

no había palabra que cupiera
en la caricia que los dedos hacen en las cuerdas
palabra que fructificara al hablar
del desierto

un instrumento desafinado
que rasca la plenitud del lago
que casi inexiste
trae un dolor desconcebible y húmedo
de día frío de voz rajada
de precauciones

no había palabra que se aproximara
de la caricia hecha a las cuerdas de este instrumento inhabitado
y la voz descoyuntada se esforzaba por traer
la mañana de vuelta

yo permeable pudiera en esta giga saber
que una aridez ternaria jamás no duele
no esboza seguridad ni pareja
es arrítmica esta inquietud de perfumes abandonados

voz subsistida en el sonido de las caricias
en las horas erizadas             en la suspensión

y yo aquí deseando que la palabra que habla
no sea apenas
el propio desierto




(poemas en su lengua original, português)




La poeta Luci Collin. Crédito de la foto: César Lavalle





Deveras

o poeta finge
e enquanto isso
cigarras estouram
pontes caem
azaleias claudicam
édipos ressonam
vacinas vencem
a bolsa quebra e
o poeta finge
e enquanto isso
vagalhões explodem
o pão adoece
astros desviam-se
manadas inteiras se perdem
a noite range
o vento derruba ninhos e
o poeta finge
e enquanto isso
vozes racham
veias entopem
galeões afundam
medeias abatem crias
turvam-se as corredeiras
o sapato aperta e
o poeta finge
que as mãos cheias de súbitos
não são as suas





Ontivo

Nos encontraremos e eu estarei atarefada
e você estará imerecível
e eu estarei cansada para o cafezinho
e você estará exausto para um cinema
e eu estarei amorfa
e você palimpsesto
e eu estarei rendida às evidências mais ocultas
e você descompassado às vivências absolutas
e eu estarei com pressa
e você naquela hora imprevisível
e eu estarei naquela hora portentosa
e você estará naquele momento incrível
e eu estarei naquela manhã chuvosa
e você estará naquela noite audível
e eu retrocederei até auroras
e você avançará aos ocidentes
e eu compreenderei infinitudes
e você desvestirá os contratempos
e eu deslizo pela superfície e vou embora
e você mergulha mar adentro e refloresce





Álbum

como são enormes
as ossadas de animais no museu nacional
(“Não se diz ‘ossos’”, advertiu a tia solteirona
formada em filosofia pura)

quando descobri o imenso livro de anatomia
de crustáceos e moluscos
sob impulso científico enclausurei
insetos nos vidrinhos de remédio
da bisavó

a bisavó chorava à toa, aliás,
e zanzava pela casa ralhando (em vêneto)
com fantasmas que a haviam
abandonado
bem ali

como são enormes
as lembranças
quando meu pai me perdeu no mar
quando minha mãe me perdeu na saída do cinema
deve ter durado trinta segundos
e até hoje

quando o carrilhão dá cinco
(que era a hora do bolinho de polvilho)
sento-me pro chá solitário
e folheio um atlas de imagens decorridas
que se debatem como insetos
e o gole tem um gosto desabitado e ermo
porque perdi o código
com que se argumenta
com os fantasmas





Estética da cena

o que meu olho imagina
entre migalha e galáxia
é o deslumbramento daquilo que
inaugura adornos
e que ocupa a boca florescida um
sorriso

o que meu olho cogita
entre estilhaço e elipse
é o reconhecimento da voz
sempre pincel
uma dobradura e seus compassos
um refresco
e duas vozes são muitas
a partitura esculpida
entre a saliva e o sopro
aquele sem esforço da mão
que toca a fruta

é meu olhar que monta a cena
e o gosto
é meu olhar que usa a pele
para ler o espaço
e resultar o espaço
e converter o dia em pulso

é meu olhar que descobre a casca
e o aceno
e os nomes escorrem
molusco e infinito
o texto uma palafita

e o olho engendra
uma alforria que se funda
em ler-se em si o rascunho
do próprio olhar




Schriftsteller

(o livro de fotos)

assustador um homem que inventa
outros homens

o que veem seus olhos
abertos ou fechados
noite ou dia

assustador um nome que ao ser pronunciado
faz existir as frases que aguardam na estante

Nabokov caça borboletas
com uma rede adequada e pisará sobre flores
                                                Estaremos numa primavera?

Beckett mira qualquer botão da camisa
no quarto de negra totalidade
                                                Estaremos roucos?

Char segura uma bengala
ou uma espada
                                                Estaremos mortos?


Kerouac vê cadeiras, teto, tapete,
cortina e um despertador automático
                                                Estaremos prontos?

Borges, se você sair desta enorme janela
não vinga a eternidade
                                                Estaremos rindo?

Genet sentado no chão desconsidera
a última moda em lenços de couro
                                                Estaremos quites?


E você, escritorzinho sem fotografia,
precisa de um blazer axadrezado
com mangas puídas
um aluguel vencido
um cabelo sem corte
um olhar indecifrável
um cachorro latindo
uma dor aguda nas costas
ou no braço
ou de dente
um copo vazio
outro copo
ônibus barulhentos passando
a manhã inteira
a tarde inteira
a noite inteira
passando
uma solidão que semelha a brasa
comendo o cigarro
(por falta de imagem mais nobre)

precisa abraçar uma enorme estátua
e pensar numa palavra não inventada

                 Estaremos salvos?



Dias

Era mentira que a dor envelhece
Eu quero ouvir as histórias antigas
E recompor os enredos que já conheço
(Meu avô subindo a rua assobiando:
é domingo)

Não quero histórias que mudam
Eu quero os personagens de sempre
As cenas antigas
As portas antigas
As noites antigas
As antigas mãos
(“Vô, a vida é ruim?”
Risada)

E aquela certeza de que o mundo amanhã
Continua igual ao mundo aqui dentro
E eu pertenço ao dia
em que olho pra esta figura que também
me olha
e posso dizer:
prazer
em revê-la.





Extravagante

este cão que me segue
na noite insignificada
desconhece meu desalinho
este estar parado em esquinas
os goles de café ruinados
a doutrina dos ácidos
este encarar salgueiros retóricos
de gestos calcificados
que vazam exílios e fidalguices
e os sóis de madeira
desta cidade imediata
que me habita

este cão que me segue
ignora meu desalistamento
meu breviário de orbívago
a fuga das emergências
o rosário dos inválidos
o desalme das pedras mal assentadas
a aflição do que é virgem
o cenário flácido onde boiam
luas e escapulários
onde fremem iniludíveis escadarias
e galhos nus que competem
em barroquismo
com os braços da iluminação pública

inexperto e manco
exemplar de desabilidade
este cão me segue
como eu sigo os deuses
inventados pela escuridão




Uma tarde que cai

Quando o vemos está sentado no banco da praça
Ela está em casa presa à trama silenciosa

Na praça pássaros e flores são sinceros
Na janela pássaros são fantasmagóricos

Com o lenço do bolso ele seca o suor da testa
Ela enxuga os olhos com a manga

Ele rosna mas só por dentro
Ela supura mas nunca aos domingos

Ele lastima porque o pão é azul
Ela suspira e a tarde muda se avelhanta

Ele pergunta se as janelas são sinceras
Ela pensa em se atirar nalguma água

São fantasmagóricos os azuis que saem dos olhos
A gangrena e a borra são absolutos

Quando o vemos está em frente à TV imaterial
Ela está de costas de bruços de borco

Ele está palitando os dentes à espera
Ela vazia

Ele está entardecente e flama
Ela boia sobre a água azulíssima

Ele tosse cospe resmunga lanceia vage
Ela fez as unhas e o bolo simples

A previsão do tempo anuncia chuva
Ela toca a pedra friíssima

Ele se ofende
Ela se ofélia




Haveres

I.

o cavalo único
que reaparece nesse aqui
é aquele que inaugurou-se o longínquo
e aquilo que pateia sobre uma relva de sigilos
que quando examinados de perto
são pontos de exclamação

o cavalo mais do que imediato
que vibra no destino das lonjuras
trama uma esparsa coreografia
que é seu discurso de casco
e informa tudo o que se diz
de olhos fechados
amplitude               redenção
e avesso
da geografia menor
e da espera

o cavalo que alimenta a lua
em mim                       em ti
e que destempera as marés e os vermelhos
das moças         das veias         das cortinas
é um lírio apenas e um assobio
é ventríloquo dos sorrisos
e espantos tanto das montanhas
quanto das muralhas
e das milhas

o melhor pintor da aldeia
gargalhará para sempre porque
tentou flagrar a graça do visto
mas confundiu a imensidão dos escampados
com o som das patas
sobre tudo que é cristal

e a loucura é o mínimo preço
de se querer conjugar
o invisível


II.

o pássaro tido como exageros
conhecido dos reis e dos insones
de há muito alheou-se de asas
e de rumor
e ora diverte-se com a retidão das hipérboles
e leva no bico o porquê primeiro

pássaro absolvido e soberano
pratica o desábito da monta e das cifras
asperge voos e desejo de voos
por entre os olhos que expectam a bem-aventura

e a senhorinha persigna-se
e os narcisos se encabulam
e os bálsamos e os sândalos
ao som de risonhos chocalhos
se volatizam

o pássaro reza num curso intransitivo
e desimportam vãos
nas telhas    nas estátuas       nas bocas
porque construiu um alfabeto inédito
de palhas      de corantes       de areias
e nunca entenderão que ele é sempre
o mesmo pássaro
de miçangas
cuja luz cala a intenção
das feridas


III.

porque não há sinônimo para ele
este peixe daqui não participa dos enunciados

não tem ânsias nem dedos
e sua respiração jamais perturbou alfarrábios

não tem olhares nem mandíbula
e são parábolas suas asas de febre e de noite

com o ateísmo dos papéis em branco
ele se esconde por entre os cílios

os homens na cisma de conhecê-lo
forjam extravagantes registros sobre o que
não sabem
sobre o peixe e o cansaço do peixe
anônimo

as palavras dessas bocas aborrecidas
querem conformar o efêmero
peixe-nuvem     -farol     -unicórnio    – gelo

são teatrais adjetivos
para o mistério que reaparece
nesse aqui

sem nem sê-lo




Cerimônia da composição

o homem das letras
desnecessita de alfabetos cridos
porque todo dia estreia um
seu

é um menino que treina
arremessos e sintaxes
tem a experiência das estrelas

não sabe histórias de amores
por isso passa sem rimas
mas urde as profundas de poço
e aço

conta dos movimentos
e acerta sempre na mosca
só por olhar

olha colorido
e diz colorido

minuciando rocha e casca
soleniza liquens

cria a mais rara exposição
de brisas        branduras e
inclassificáveis

e entende que deus se escreve
com maiúscula
e deve estar
nos detalhes





Cena-muda

eu que era único
e indivisível
agora criei tentáculos
ávidos
que não controlo

roubam vermelhos vivos
que nem sei para que servem
desejam tanto, usurpam
violam cantos sagrados
espalham cinzas
riem
esbofeteiam


cinicamente esfarelam
pedaços lícitos de pão
distribuem as fichas
embaralham cartas
trapaceiam noites adentro
alheios ao meu desconforto
trazem ouro profano para casa
abarrotam mesas

e eu, mudo e multifacetado,
olho a insana riqueza
que meus próprios braços acumulam

e tentando escutar meu vão discurso
não consigo
porque as frenéticas mãos que não controlo
                                                aplaudem ruidosamente



Cover

se eu pudesse eu queria ser de verdade
o que eu sei passado a limpo
como me senti       como me sinto
quando caibo
quando não inverno

diga-me por favor o que vibra o que vê
diga-me o que é o próximo
já que agora é tudo ao vivo
à noite gatos famintos e a fome mesmo
era a verdade esta gritaria e esta dor
sim, é aguardente o olhar emancipado
que divisa as flores mendazes

na boca a ferrugem – é boca sem fome
frases cheias de alfinetes
os instrumentos vão abandonando a cena
e o sol dentro de ninguém é só jamais se pôr

um homem dita as falas todas
e no palco é como num aquário
vamos apagar estes compassos
de voz agressiva e mofada
vamos pular esta página
que é só arfagem

eu estava procurando por algum você
por algum pedaço apócrifo de mim
e pele e suor têm seus súbitos preços
você que ri enviesado que engasga
não há vagas
não há mais janelas disponíveis
e é equívoco aguardar que nasçam mãos

vou fingir que estou aqui
com a integridade desta vodca desta lamparina
e feliz como desvestir

você vai acordar cantando viver é fácil
sim, eu tenho um último acorde pra gastar
(os cavalos por dentro tantas patas)
o que o sorriso da xícara nos nega
quadro onde a neve não vence
não é mais o infinito aqui estar

neste momento encerram-se todas as intenções:
os ratos entraram no poema
com suas vozes indecifráveis

e a avidez de suas mandíbulas
machucará esta página




Tentame

e entre nós e as palavras, o nosso querer falar
Cesariny

não havia palavra que coubesse
na carícia que os dedos fazem nas cordas
palavra que frutificasse ao falar
do deserto

um instrumento desafinado
que arranha a plenitude do lago
que quase inexiste
traz uma dor desconcebível e úmida
de dia frio                 de voz rachada
de sobreavisos

não havia palavra que se aproximasse
da carícia feita nas cordas deste instrumento inabitado
e a voz desconjuntada se esforçava para trazer
a manhã de volta

eu permeável pudesse nesta giga saber
que uma aridez ternária jamais não dói
não esboça certeza nem parelha
é arrítmica esta inquietação de perfumes abandonados

voz subsistida no som das carícias
nas horas eriçadas                na suspensão


e eu aqui querendo que a palavra que fala
não seja só
o próprio deserto



http://www.vallejoandcompany.com/12-1-poemas-de-luci-collin/



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SONIA RABINOVICH [20.105]

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SONIA RABINOVICH

Sonia Rabinovich nació el 5 de marzo de 1955 en Córdoba, donde reside —Barrio Villa Belgrano—, capital de la provincia homónima, la Argentina. Es Profesora y Licenciada en Letras Modernas (1975) por la Universidad Nacional de Córdoba. Desde 1984 coordina talleres de creación literaria. Dictó seminarios sobre Julio Cortázar, Clarice Lispector, Roberto Juarroz, Alejandra Pizarnik, Jorge Luis Borges. Participó en Congresos, Festivales, Simposios efectuados en su país, así como en España y Estados Unidos. En diarios y revistas nacionales —“La Voz del Interior”, “Alguien Llama”…— y extranjeros —“Movimiento Actual” de México, “El Alambique” de España, “Orizont Literar Contemporan” de Rumania—, y en antologías y volúmenes compartidos, fueron difundidos sus poemas y ensayos. Fue traducida parcialmente al rumano. Ha sido jurado en concursos de cuento y poesía. Entre 1989 y 2013 aparecieron sus poemarios “Palabra de mujer”, “Poemas para conjurar el miedo”, “Late Jerusalem” (con pinturas de Carlos Alonso), “Versión libre del paraíso” (2º Premio “Fundación Argentina para la Poesía” 1999), “Los nombres de la herida” (2º Premio Concurso Nacional “Luis de Tejeda” 2002), “Escrito en la espalda”, “La barca de las especias” y “Mujeres rotas” (Mención Concurso Nacional “Luis de Tejeda” 2011). 


ZONA LITERARIA - EL TEXTO SEMANAL

“Carlos Alonso se ocupó de la diagramación de la tapa de mi libro”

Entrevista a Sonia Rabinovich por Rolando Revagliatti

1 — Apuntando a nuestros lectores más remotos, Sonia, ¿nos hablarías de tu ciudad (y de vos en ella), de aquella capital de los sesentas y de los setentas? Además de residencial, ¿cómo es Villa Belgrano?

SR — Córdoba es mi lugar en el mundo, más allá de haber nacido acá; experimenté al volver de algunos viajes que no me gustaría vivir en otro lado; lo digo puntualmente en un poema que fue escrito en una de esas ocasiones: “Camino mapas y vuelvo desalmada/ a buscar entre tus brazos/ calicanto y neón para el amparo // envuelvo mi nostalgia en el infierno de árbol/ que es Saldán a esta hora de las ganas/ cuando las arrugas del agua/ trepan el muslo templado de la piedra/ y seducen su mítico cansancio // Me dejo llevar impresionista hasta Van Gogh/ pintando la hojarasca en jarrones de sueños/ por las siestas junto a Villa Belgrano/… Cómo saber por qué todo me llama/ si es una plaza un cielo una cañada/ con un hilo de voz como la mía/…” 
Dentro de la misma capital de la provincia me mudé de casa varias veces, sin embargo me siento perteneciente a Villa Cabrera, barrio donde transcurrió mi infancia y adolescencia, y al que llegué cuando era casi campo y donde ni siquiera el ómnibus del jardín de infantes entraba. De aquella primera vida, dentro de todas las que viví, recuerdo el río cerca y las incursiones por las siestas con mis amigos, botella en mano buscando mojarritas, mientras los adultos dormían. La felicidad de sentarme en el asiento secreto que se abría en la parte del baúl de la voituré de mi abuelo.
De los setentas te puedo contar de la Córdoba universitaria y rebelde, sobre todo en Filosofía y Humanidades, donde cursé desde el ‘71 al ‘75, universidad por la que ganó el nombre de “la docta”, con profesores de alto valor académico.
En Villa Belgrano estoy viviendo hace poco; es residencial, pero a su vez está cerca de centros comerciales y una avenida muy concurrida; un poco más alejada está la zona que nombro en el poema de los arboles otoñales.

2 — En una oportunidad, participando en el Encuentro Regional de Literatura organizado en 1983 por la Secretaría de Cultura de tu provincia, presentaste una ponencia: “Miguel Iriarte, el teatro cordobés en el contexto nacional”. 

SR — En ese entonces era asidua concurrente al teatro que se realizaba en la ciudad, y fui a ver todas las obras de Miguel Iriarte porque me parecían por demás representativas de lo regional. Una de ellas se llamaba “San Vicente Superstar”, aludiendo a un barrio típico y popular de la capital, al que se lo denomina también la “república” de San Vicente, y a la hora de decidir una ponencia —era la primera vez que me presentaba en un Congreso— se me ocurrió entrevistarlo a Miguel Iriarte y hablar de nuestro teatro.


3 — Sobre la poética de Roberto Juarroz (1925-1995) te has ocupado, acaso, principalmente. En el Tomo I de “El hispanismo al final del milenio”, aparecido en 1999, se incluye un trabajo tuyo sobre él.

SR — A Juarroz tuve el privilegio de escucharlo por primera vez en un Congreso en Buenos Aires, me lo había presentado el poeta Héctor Yánover [1929-2003]; después de su lectura quedé atrapada, su poesía tiene que ver con la filosofía, y sobre todo con la filosofía oriental de la que abrevé durante muchos años y puse en práctica cuando cursé el profesorado de yoga y tuve contactos con maestros de diversos lugares. Desde allí había tomado conocimiento de la existencia de la cábala o kabalá, y me enamoré (al igual que Borges) de pensar el valor que se le daba a la palabra, la potencia de sus signos. Tomé contacto con la poeta y ensayista Laura Cerrato —su mujer—, confirmó mi apreciación hablándome de las lecturas que ambos habían realizado, me envió un material inédito sobre Juarroz y un cassette que él grabó —el poeta Antonio Requeni también me había aportado un material riquísimo—. Fue una experiencia maravillosa dictar un seminario en su honor y presentarlo como ponencia en dos Congresos, aquí y en España.


4 — Tendrías treinta y un años cuando integraste la comisión coordinadora de la primera Feria del Libro del Autor Cordobés. ¿En qué aspectos considerás que ha ido evolucionando la Feria?

SR — Cuando me convocaron para integrar esa primera comisión, lo hicieron desde un lugar de representación de los talleres literarios, como coordinadora de uno de los pocos que en ese entonces funcionaban. Fue una iniciativa de la Municipalidad de la Ciudad de Córdoba. Nos reunimos desde distintas áreas de la cultura. Invitamos a las editoriales cordobesas. Fue totalmente a pulmón; nos habían cedido un espacio céntrico y nosotros mismos armamos las estanterías para ubicar los libros y algunos de los carteles alusivos.
Si debo compararla con la Feria del Libro actual, ya después de tantos años se amplió no sólo en espacios alternativos, en temáticas diversas, sino que se transformó en una Feria de librerías que contempla todo tipo de volúmenes, y de actividades que incluyen autores del país y del exterior, en algunos casos abarcando todos los géneros literarios, además de espectáculos poético-musicales, narrativa oral, teatro para niños...
Es una alegría haber participado en lo que fue el primer intento de un proyecto que pudo proseguir y ampliarse en las sucesivas ediciones.


5 — “La Palabra Secreta” se llamaba el programa que produjiste y condujiste en 1994 en LV2. ¿Cómo lo armabas? ¿A qué autores entrevistaste? 

SR — “La Palabra Secreta “ significó para mí mucho más que un programa radial.
Sucedió que con motivo de la presentación de un libro me llamaron para entrevistarme en un programa de la entonces LV2, y en el transcurso de la charla se acercó el director de la emisora, se quedó hasta que concluyó y me ofreció realizar un programa semanal con autores de Córdoba. El armado del programa me demandaba toda la semana, porque leía la obra de cada autor (tanto poetas como narradores) y los invitaba el domingo a la tarde a conversar sobre la misma. La música que seleccionaba tenía que ver con el o los temas que se iban a tocar. Recorría las editoriales requiriendo ejemplares para regalar, al final de cada programa, a quienes llamaban por teléfono con preguntas para el autor. Hasta que la radio cerró, cambió de espacio físico y yo comencé a dedicarme más a la coordinación de talleres y el dictado de seminarios. Por allí pasaron poetas como Susana Cabuchi, Aldo Parfeniuk, ensayistas y narradores, María Paulinelli, Juan Coletti, Andrea Guiu, escritores de literatura infantil como María Rosa Finchelman; también recuerdo haber dedicado programas enteros para hacer homenajes a escritores como Julio Cortázar, con textos leídos por el propio autor, música de jazz y escritos de otros autores acerca él. Lo mismo sucedió con Borges, con Olga Orozco, con Alejandra Pizarnik...


6 — “AMIA in memorian” se tituló la muestra de plástica y poesía en la que participaste en 1995. 

SR — En ese año, dos artistas plásticos reconocidos en nuestro medio, Edith Strahman y Gonzalo Vivián, habían pintado cuadros de gran formato con motivo del atentado terrorista en la Asociación Mutual Israelita Argentina. Convocaron a varios poetas para la muestra: Arnaldo Bordón y Susana Romano Sued, entre otros. Los poemas fueron impresos en un tamaño considerable al lado de cada obra. Luego se abocaron, a través del poeta Julio Castellanos y su Editorial Argos, a la publicación de un volumen testimonial.


7 — ¿Seguís coordinando junto a Leonor Mauvecín un ciclo de lectura de poesía y narrativa llamado “De Puño y Letra”?

R — Ya no. Esos encuentros fueron consecuencia de un ofrecimiento de una ex–integrante de mi taller que tenía la concesión del bar de un hotel céntrico. Fue un ciclo que combinaba, además de lecturas de poesía o cuentos breves: música y café. Estuvo fantástico, y con gran afluencia de público.


Sonia Rabinovich con Julio Castellanos, Lila Perrén, Esther Ramondelli, Aldo Parfeniuk y Glauce Baldovin en los '90


8 — A través del Grupo Editor Shalom, en 1997 aparece tu poemario “Late Jerusalem” con pinturas del gran Carlos Alonso (1929). ¿No hay edición electrónica? 

SR — A poco de volver de un viaje a Israel, comencé a garabatear aquello que distaba de ser la experiencia mística que yo había tenido, como nos sucede cuando la palabra no alcanza (casi siempre) a decir lo que queremos trasmitir. En una conversación telefónica le comenté esto a un poeta amigo que me contó que Carlos Alonso recién volvía de un viaje a Israel y que estaba pintando .
Al tiempo lo llamé a Alonso para decirle que necesitaba ver cómo había pintado aquello que yo había experimentado y escrito. Con una generosidad extraordinaria me invitó a su atelier y me mostró cuadro por cuadro, enormes paisajes de arena que desbordaban la tela, caminos y pasadizos de intenso colorido que provocaron a la poesía apenas regresé a casa, de modo que ya tenía no sólo los poemas escritos a Jerusalem, sino también los concernientes a Carlos Alonso y sus cuadros. A partir de su lectura de mis textos surgió la idea del libro conjunto. En el interín presenté en Córdoba un libro de la escritora Manuela Fingueret. Ella leyó mis poemas y me puso en contacto con la Editorial Shalom en Capital Federal. Y fue allí donde Alonso se ocupó personalmente de la diagramación de la tapa junto a la editora. Lamentablemente no hay edición electrónica del libro y sólo quedan algunos ejemplares dando vuelta.


9 — Puesto que, según advierto, has sido incluida en, al menos, una antología de cuentos —“Bajo llave” (1994)—, incursionaste en la narrativa. ¿Tenés algún volumen inédito de cuentos o relatos? ¿Y poemarios a la espera de edición?

SR — “Bajo llave” se tituló así porque incluía cuentos de un grupo de poetas, el grupo Aiquén, compuesto por Esther Ramondelli, Susana Lobo, Arnaldo Bordón y Angélica Garay, cuentos que nunca habíamos publicado y los teníamos guardados. Además de los allí incorporados, hay otros, inéditos, de distintas épocas. Ahora justamente estoy con un proyecto en narrativa, sin tiempo ni obligación de escritura, una idea que ya veremos cómo se plasma.
En este momento está en edición un volumen con mi obra reunida, proyecto que surgió de la Sub-Secretaría de Cultura de la Provincia de Córdoba. Fue algo inesperado para mí, un honor inmenso, porque ediciones anteriores, a modo de reconocimiento a la trayectoria, les fueron otorgados a Alejandro Nicotra, Rodolfo Godino y Julio Castellanos. En mi caso se incluirán los poemarios editados entre 1989 y 2014 y dos libros inéditos. Cada uno de los diez que contiene la obra reunida lleva un prólogo, los que fueron solicitados por el grupo de cultura de la provincia a Silvia Barei, Raquel Garzón, Fernando Toledo, Alfredo Lemon, Leonor Mauvecín, Leandro Calle, César Vargas, Marcela Rosales, Hugo Rivella y Antonio Requeni, de altísima calidad literaria y profundidad crítica todos ellos.


10 — ¿Damos a conocer ese grupo literario, “Heptagonal”, al que pertenecés? ¿Quiénes lo integran o integraron, qué han ido produciendo y socializando?

SR — “Heptagonal”, siete agónicos poetas (como nos caracterizó al presentarnos una vez la Dra. Lila Perrén de Velasco) que nos juntamos desde una admiración hacia la poesía del otro, Leonor Mauvecín, Julio Castellanos, Alfredo Lemon, César Vargas, Liliana Levín, Leandro Calle y yo (en su momento perteneció al grupo Rafael Velasco, que ahora vive en Buenos Aires). De mucho café, lectura, vino y asado, surgió un libro que incluye un CD con poemas leídos por cada uno de nosotros (el libro lleva como título el mismo nombre que el grupo), y una carpeta de poesía, “Tema Libre”, ilustrado bellamente en tapa con un árbol de la vida, de la plástica cordobesa Hilda Zagaglia. El grupo participó en numerosas mesas de lectura en la Feria del Libro de Córdoba.


11 — De una introducción de Jorge Dubatti a la obra del dramaturgo Mauricio Kartun, transcribo: “Primero hay que fluir —sostuvo Kartun—, bajo la hipótesis narcisista y omnipotente de lo bien que lo hago. Después, hay que corregir en estado de humillación. Trabajo siempre en ese estado dialéctico entre el pavo real y la cucaracha.” ¿Algo que añadir a esta contundente manifestación?

SR — Tal vez escriba y corrija en ambos estados a la vez en la mayoría de los casos. En realidad, prefiero pensar como cucaracha, por la posibilidad de que algún verso o párrafo sobreviva a los cataclismos, y no como pavo real porque entiendo que si miro mi vida tomando distancia y llego a vislumbrar la ondulatoria geometría que me traslada de la vida a la muerte, sé que lo que hago solo me ayuda a mí a fluir desde una fina grieta desde mi interior, en éxtasis, y en éntasis cuando encuentro lugares internos, desconocidos hasta entonces, y los puedo iluminar desde la palabra como autoconocimiento y reflexión de nuestro ser en el mundo. La omnipotencia no me permitiría hacer mía, como lo hago, una idea de Octavio Paz: “Para que pueda ser he de ser otro, salir de mí, buscarme entre los otros, los otros que no son si yo no existo, los otros que me dan plena existencia”. Lo contrario sería la soberbia, propia de la inseguridad, que mira a los demás desde arriba para sentir una importancia ficticia.


12 — ¿De qué universo surge “Mujeres rotas” y cuáles fueron las imágenes generadoras?

SR — Surge desde mi propio universo femenino, captando el dolor, la vida dolorosa de algunas artistas (el libro comienza con un poema dedicado a Frida Khalo, Edith Piaf y Clarice Lispector), para luego extenderse en forma más íntima a mujeres dentro de mi universo personal, incursionando también en el árbol genealógico. 


13 — ¿A dónde te llevan “retractación”, “estipendio”, “ínfulas”, “inanición”, “aunados”, “desidia”?

SR — Solamente “aunados” no necesitaremos utilizar ninguna de las otras palabras. (Lo que no estaría demás sería un estipendio adecuado para aquellos que ejercemos la docencia o participamos en la cultura, algunos de los cuales, a futuro, podrían llegar hasta la inanición, física por supuesto, ya que la espiritual se encuentra, en la mayoría de los casos, por demás nutrida.)


14 — En un artículo que hace ya unos años escribió el poeta peruano Julio Ortega, declara: “Amo la luz de Garcilaso, la vehemencia de John Donne, el fuego apagado de Baudelaire, el silabeo de Emily Dickinson”, y dos párrafos después menciona “la visión de Wallace Stevens, el arabesco de Zanzotto, el fulgor de Celan, el ardor de René Char, el paladeo de Lezama”. ¿Cómo caracterizarías las poéticas de otros autores?

SR — La magia oracular de Olga Orozco, la inanición transgresora de Pizarnik, la sumergida oriental de Roberto Juarroz, la búsqueda mítica de Horacio Castillo, la honda soledad intelectual de Borges, la dolorosa rebeldía de Glauce Baldovín, el humano estallido de Whitman, la alucinada mordacidad de Allan Ginsberg, la poesía y el poema en la savia del árbol de la vida de Octavio Paz, la desoladora heteronomía de Pessoa, entre otros maestros del camino.


15 — ¿Por qué no preguntarle a alguien que hasta donde yo sé no ha incursionado en la poesía experimental (visual, electrónica, fonética), primero si efectivamente no lo ha intentado, y segundo, qué opina?... 

SR — No incursioné en ella. Leí algo, como las iniciativas del llamado “Slam” en Estados Unidos o bien algo de poesía minimalista, por no hablar de la vanguardia, que en su momento fue experimental y de la que solo sobrevivieron como elementos creativos los famosos manifiestos (puedo quedarme también con un poema de André Bretón para ser justa conmigo misma).
En realidad, pienso que la poesía de por sí es experimental (nunca acabamos de decir lo que queremos decir y buscamos la forma más original de hacerlo para que diga más, y a su vez es plurisignificativa en la mayoría de los casos, porque cada quién la lee desde su propia captación del mundo).





16 — ¿Qué te indigna? ¿Qué, además de indignarte, te enfurece?

SR — Me indigna todo lo que es indigno del ser, la violencia en todas sus formas, la desigualdad, la injusticia; la estupidez también me indigna, igual o más que todo lo anterior. Cosas terribles suceden en este mundo por la estupidez, cosas irreparables por la falta de conciencia y de crecimiento espiritual. Todo esto me enfurece muchas veces, pero mayormente me produce impotencia. “Y qué hago yo aquí, soñando como Lennon sin bala …”, me pregunto en el poema “Pero esto no era”:


Pero esto no era

“afuera está lloviendo en otro idioma”
Jorge Boccanera

Este poema fue soñado.
Un jazmín extendía sus pétalos
y absorbía el olor a piel chamuscada.
Era Londres. Era Madrid. Era Irak. 
Era Tel Aviv. Era Buenos Aires.
El humo cubría las órbitas vendadas.
Por las avenidas, falanges sueltas
tocaban las vidrieras de Tiffany y Cartier.
El planeta azul con su conciencia gris, ennegrecida.

No hay sonidos.
Celulares pegados a caras 
con bocas que se mueven.
¿Quién puede mirar tu ojo
que tiene una sola lágrima
donde se refleja el horror?
¿Cuándo fue mejor?
Había otros trenes 
que desembocaban en alambres y chimeneas,
aviones que terminaban en lago al fondo.
Perdón Mallarmé, ¿Volver a las palabras de qué tribu?
Huí, dobro, todo adjetivo mata.

La idea es el invisible
donde ajustar al hombre, su cama de Procusto,
y los hombres son azules o verdes o violetas,
tienen ramas y raíces 
y pájaros que les nacen
cuando quieren ver más lejos y volver.
Y qué hago yo aquí
soñando como Lennon sin bala
desde este margen, con un poder
que no le sirve a nadie,
desde esta palabra que nunca será esclava,
en este mundo que desde hace cincuenta años 
me perfora el cerebro.

¿Seremos lamidos por las fieras
en el bosque de la ambición?

La Gran Sacerdotisa
no atina a leer el oráculo.
No se disipan los fuegos. 
Las cenizas entraron en los ojos de los vivos.
El jazmín del sueño crece al margen
y sabe que nunca llegará al lugar del deicidio.

Pero esto no era.

Si digo, Gianuzzi, solo lo que veo,
muy cerca, en un plasma a color,
una lata roja de dos pisos
con el techo abierto al cielo de la muerte
y micrófonos que buscan
seres humanos inexistentes.
Lejos, imagino y no veo.
Dicen cincuenta y cinco, dicen heridos.
Digo Primavera Otoño Invierno
otra vez primamuerte.
Una sola digo y es suficiente.
Veo, veo, Gianuzzi
pero eso no es el poema.

Soluciones individuales:
Gauguin en la playa con las morenas
y su edén personal.
Picasso transformando amores 
en vaginas dentadas.
Una caja con una oreja en un prostíbulo
y un girasol en la tela.
Rimbaud en África con melena de león.
Pessoa plurificcional, heteroinfeliz,
multisolitario, uninónimo y final.
Neruda abrazándose a los mascarones de proa del living
cuando Matilde se escondía detrás de la pared.

Los cuerpos se mueven adentro de cánticos de alabanza.
Otros cuerpos se mueven en canchas 
donde un nuevo hoyo es una nueva frontera.

Pero esto no era.

Era otra cosa, siempre es otra cosa.
Siempre es lo que no se ve
y es todo tan flor de cactus y arañita
que desde este margen 
te aprieto la mano
sabiendo que Bradbury, Wells y Orwell 
lo veían sin pantalla
en el margen de su imaginación.

Este poema nunca fue soñado
porque no es este.
El dolor te llama en cada idioma,
te llama por nombres que otros les pusieron.
Silencio, silencio
este margen llama a silencio. 



17 — ¿Qué corrientes poéticas del siglo XX te han parecido más interesantes? ¿En cuál de ellas consideras que se inscribe tu tendencia?

SR — No creo en las corrientes poéticas, no me interesan los “ismos”, solo me interesan los poetas y propuestas poéticas que me movieron y me mueven el piso, las que me con-mocionan, me emocionan con los temas, las palabras, el estilo, las imágenes que sustentan esos poemas, en las ideas que les dan cuerpo y nos hacen tambalear los esquemas, nos hacen temblar y desistir muchas veces de la propia escritura. Por lo tanto me encantaría inscribirme en esas tendencias .


18 — ¿Cómo te parece que afrontás lo que sea que te produzca suponerte o advertirte, en algunos aspectos o metas, estar lejos de lo que para vos constituya el ideal?

SR — No tengo metas o ideales a nivel profesional; estoy por demás agradecida por el solo hecho de haberme sido permitida la palabra como un modo de recorrer el camino, como una forma de religión posible, una mirada personal hacia el mundo al que llegué causalmente y en el que fui golpeada por el dolor y reconfortada por el goce. Eros y Tánatos de los que está compuesta la vida y traté de traducir en la escritura.



19 — ¿Tu mundo onírico alimenta a veces de manera directa tu forma de escribir?

SR — Creo, siento, que mi poesía surge de experiencias concretas con el entorno, con otros seres. Si, tal vez imaginando qué pueden haber sentido o experimentado otros personajes, otras personas, en esos casos más que a la emoción apelo a la creatividad. No, definitivamente no considero que lo onírico haya influido en mi escritura.

*

Sonia Rabinovich selecciona poemas de su autoría para acompañar esta entrevista:




Quién tocó tus labios entre los hilvanes de la niebla
y los untó con aceite de ciervo apuñalado en medio de la noche.
Quién dice no importa más que esta palabra
que te mece de frío a trópico de pasión a muerte.
Quién dijo asomarse a la orilla del mundo, descubrir
quién dijo descubrir la piel caída de costado
la piel y carne viva al margen de todas las fronteras.
Quién dijo eso es el hombre, solo eso es el hombre.
Quién te tocó la boca y los dientes
para que aprietes la palabra y la rompas sobre la hoja.
Quién te sopló en el pecho y en los ojos
para que con eso te sea suficiente.

(De “Los nombres de la herida”, 2002)


*

Comíamos ciruelas y damascos,
comíamos semillas de zapallo tostadas,
de girasol. Al sol, comíamos.
Eso era todo y tanto,
el gusto, el tacto y el olfato.
Sacralidad olvidada.
Paraíso en los labios.

(De “La barca de las especias”, 2011)

*

La taza contenía el líquido
oscuro y espeso
que prometía un mundo.
Apenas café turco, molido fino
con una cucharada de azúcar negro
y semillas de cardamomo en el hervor.
Apenas un aroma que se esparce,
los labios que se bañan en lo oscuro
y nadie que sepa leer la borra.
La borra, lo que se borra, nadie.

(De “La barca de las especias”, 2011)

*

Frida y Frida


Frida te llamabas también
y no era el patio de la casa azul
y no pintabas tu retrato,
pero Frida en el quiebre,
en la silla de ruedas,
en lo judío del padre.
No te arrasó un tranvía 
sino un tren de seres hacinados.
No era México,
era el gueto excluyente de Varsovia.
Encorsetadas Fridas
una con hijos
deshilándose en el vientre,
otra enterrando nombres en el humo.

Frida te llamabas.
No hablaste más polaco,
no alumbraste en shabat,
no fuiste libre en pesaj
ni perdonaste en kipur.

No perdonaste.

Te atravesó una vara
de víscera a víscera como a ella,
la otra Frida.
Te fuiste con tu nombre
al humo de otros nombres.
Te fuiste de tu nombre.

Y yo Kahlo en tus huesos
la parte de mi sangre.

(De “Mujeres rotas”, 2013)

*

Entrevista realizada a través del correo electrónico: en las ciudades de Córdoba y Buenos Aires, distantes entre sí unos 700 kilómetros, Sonia Rabinovich y Rolando Revagliatti.

*

www.revagliatti.com
Cuadernos de Literatura




Escrito en la Espalda
(rituales para otra respiracion)

Un sudario que cubra los hilvanes ,
que se adhiera al palimpsesto de la piel,
que sea encontrado
cuando ya no quede mas que piel.
Cuando seque la tinta de su mano.


I

Que no terminen estas letras
de escribir sobre la piel
en un idioma incomprensible y necesario.
Suben y bajan las espirales
que lo hicieron único
hasta retener el aliento
para que nada interrumpa
esta ceremonia silenciosa y entregada.

¿Qué hace que esos segundos valgan
sin ninguna palabra
más o por todos los que se persiguen en el ruido,
que ese silencio potencie sólo en gesto?

Mano que dice de un Dios mudo que lo vive,
que mueve sus dedos sobre la espalda en blanco.



II

Hace días que no sale al mundo,
se acomoda entre paredes y telarañas
entreabre los párpados
y verifica el orden cerrado,
inclina un pie dentro de la posición de oruga
y espera el cuerpo
para encontrar entre la piel del hombre
la rosa mística.
Demorarse allí el tiempo del vacío,
no pensar, respirar el aliento,
olfatear la humedad de la boca.

No quiere terminar nada
porque nada empezó.
Detiene, solo detiene .



III

Camina por el relieve,
por el borde,
por la lengua muda camina,
por el tembladeral,
por los signos suspensivos de la piel erizada,
camina, se detiene, se hunde
no hay límites, por segundos no hay límites.
No hay nada por que temer.



IV

Ella no mira su cara,
sabe que él escribe un mundo
porque un haz luminoso se deslíe
sobre la piel del hombro, la nuca
y descorre lo inoportuno de un cabello.

Ella está quieta
respira lento
teme disipar el mantra
que él repite ,vértebra por vértebra,
hasta llegar a la cintura.

Nadie sabe leer.
Analfabetos en el paraíso.



V

Ella se vuelve ,
la mano dibuja en su boca
el final del poema.
Ella muerde la última letra.



VI

No puede moverse ,
teme que las letras caigan,
que las palabras se destiñan
con la humedad,
que resbalen y formen otro texto.
No quiere moverse,
pero escucha el reloj
y escucha el viento
y el sonido del agua de algún río
y Heráclito y los mismos y no somos
y no quiere moverse.



VII

El escribió sobre el desierto de su espalda
los signos del éxtasis, el criptograma,
el deletreo del suspiro,
el silabeo de la respiración entrecortada..

El conoce un alfabeto
que la guarda de la muerte.
Ella no puede leerlo
lo adivina en cada círculo que el hombre traza
como elipsis del dolor y lo dice por opuesto.

Ella no puede leerlo y no quiere
solo quiere que él escriba.
Manuscrito que la vive entre sábanas
como única hembra,
temblando .



VIII

Suelta la cara sobre la almohada,
se suelta,
los muslos se pegan al vientre del escriba,
cierra los ojos
y todo deviene página en blanco,
arena blanca
donde él se sumerge tantas veces
hasta recordarle el nombre de un dios
que se oculta entre los días.
El nombre sagrado que ella olvidará muy pronto:
después de los suspiros.



IX

En la espalda
¿y por qué no en los brazos,
en el vientre, en las manos,
en una geografía donde pueda mirarlo?
Leer no adivinar,
ver no intuír.
Escritura sagrada a resguardo
en la caverna de la memoria.



X

Lo mira
mientras devoran los días
sobre pequeños platos.
Lo mira desfigurado por las trampas del vidrio
que miente la transparencia del agua en la semana
Lo mira dejarse asfixiar
para recién allí convertir el agua en vino.
Lo mira y se pregunta
¿y todo lo demás para qué ídolos
que no resistirán el primer fuego?


XI

Tocó la espalda.
Sopló para que las arenas del pasado
no quebraran la letra.
Dibujó con la geometría de los días
lo que nunca fue dicho,
y esperó hasta que ella pudiera leer
con mucho más que ojos.



XII

Hay un texto.
El texto es infinito
y gira sobre una serpiente de huesos,
los trazos muerden la piel y el aire.
Son tatuajes que van engrosando
la superficie de lo dicho
con las correcciones del silencio.
El cuadro termina después en blanco y negro
con toque de carmín en una esquina
superpuesto, casi al final.



XIII

No podría leerlo
pero los otros sentidos se abrían
alertas en la selva
en la que se había convertido el mundo,
olor a selva húmeda,
tacto resbaladizo de orillas inasibles
y un tambor que latía desde lo más tribal de los instintos.

No podría leerlo
pero la piel era la extensión
que tornaba posible la vida.
Comprendió después de los rituales
que sobre su espalda caminaron
infinitos insectos, bestias, tormentas
Comprendió que cada respiración
levantaba la arena jamás pisada
del desierto único.

Allí cada vez
cumplían el rito que los mudaba en símbolos
Eran en el rectángulo de lienzos, por instantes,
dioses, sabios, libres.



XIV

Se abrieron las ventanas.
El viento armó las cortinas como velas.
El estiró su cuerpo.
Ella quedó fetal sobre las sábanas.

La pequeña muerte, dijo
o no lo dijo.
Los signos le pesaban sobre la mente en blanco.
Los cuerpos fueron cuerpos
y el vacío ocupó lugar
en la garganta..





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MARCELA ARMENGOD [20.106]

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MARCELA ARMENGOD    

Marcela Armengod nació el 8 de octubre de 1955 en Rosario, ciudad en la que reside, provincia de Santa Fe, la Argentina. Es Profesora en Castellano, Literatura y Latín, egresada del Instituto Nacional Superior del Profesorado de su ciudad, en 1979. Entre otros, obtuvo el Primer Premio de Poesía “José Cibils”, del que devino la plaqueta “Poemas de Agosto” (Ediciones Colmegna, 1980). Colaboró con artículos de índole docente o pedagógica y también literaria, además de críticas bibliográficas. Sus poemas han sido difundidos en las revistas “Juglaría”, “Poesía de Rosario”, “La Guacha”, “Signos”, “Amaru”, “El Centón” de la Argentina, “K’oeyu Latinoamericano” de Venezuela, “La Urpila” de Uruguay, “Marginalia” de Ecuador, en los periódicos “Rosario 12”, “La Capital”, “El Litoral”, “La Tribuna”, “La Opinión” de su provincia, etc. Fue incluida, entre otras antologías, en “Las 40. Antología de poetas santafesinas 1911-1981”, compilada por Concepción Bertone (co-edición del Ministerio de Innovación y Cultura de Santa Fe y la Universidad Nacional del Litoral, 2008). Publicó los poemarios “A la intemperie” (1983), “Agramaticalmente” (1991), “La ira del colibrí” (2000) y “Encaje”(2007). Permanecen inéditos “Poemas de cabaret”,
“Incrustaciones de obsidiana” y “Malade”. 


ZONA LITERARIA - EL TEXTO SEMANAL

“Salimos de París, en mayo del 68, en una ambulancia de la Cruz Roja”

Entrevista a Marcela Armengod por Rolando Revagliatti


1 — Leí que tu padre (a quien dedicaste tu “Agramaticalmente”) era médico y tu madre, instrumentadora de cirugía.

MA — Mi padre era médico, al modo del médico rural de John Berger, y mi madre, instrumentadora de cirugía. El consultorio de mi padre estaba en mi casa. Para entrar y salir de mi casa yo tenía que atravesar la sala de espera. Todos los días saludaba cuando salía y volvía a saludar cuando entraba. Había pacientes de todo tipo: recién operados que iban a la curación, otros, en consulta ordinaria, hablando en voz baja o en silencio, simplemente inmersos en la superficie lisa de la espera.
Con mi hermana solíamos jugar en el sanatorio cuando mi padre visitaba enfermos, a veces corríamos por los pasillos hasta que alguien nos hacía callar. En una mirada de barrido recupero las puertas entornadas, la media luz, el medio tono de las conversaciones.
En casa, durante las comidas se hablaba, principalmente, de “la salud de los enfermos”. Y más allá de los tecnicismos, el lenguaje médico está plagado de metáforas. El relato del dolor se hace sobre la precariedad de la palabra. Yo llego a la literatura por la medicina.
Como contrapunto sonoro, el habla de mis abuelas: mi abuela paterna le hablaba en catalán a mi padre. Mi abuela materna, Anita Lehman, suiza alemana, que vivió gran parte de su vida con nosotros, solía cantar en alemán. Ella y una hermana se casaron con dos hermanos italianos, de apellido Vaccarezza (familiares del dramaturgo), y otras dos, con dos hermanos ingleses (de apellido Robins). Mi abuela y mi madre habían vivido algunos años en Italia, así que hablaban con fluidez el idioma. Todos y cada uno trazaron sus signos sonoros, la música de la infancia. Esta pluralidad, sumada a diferencias socio-económicas y culturales, desde herreros de caballos a capitanes de barco, me emplaza con absoluta naturalidad en una variedad de registros que siguen enriqueciendo mi vida de manera orgánica.


2 — Docente en diversas instituciones y con diferentes responsabilidades desde fines de los ’70. ¿Qué modificaciones introducirías en tus materias si pudieras reformular los contenidos y los objetivos? ¿Cuáles son los aspectos que más te complacen de tu rol en la enseñanza?

MA — En una entrevista para la revista “La Guacha”, me preguntaron si en algún momento había sentido una disociación entre el ejercicio docente y la práctica literaria. Y yo dije que no. Porque cuando uno es poeta lo es siempre. Y tanto dentro de la realidad áulica como de mis cargos en áreas de coordinación de literatura y extensión cultural, el eje es el mismo, necesito instalarme desde mi propia mirada poética. Tuve la posibilidad de elegir contenidos y textos. Y lo hice, sin olvidar que no se da clase para el ahora de los chicos sino para el después. Abrir una clase con la lectura de un poema o escribir una frase en el pizarrón sin marcas de obligatoriedad: una apuesta a la impregnación azarosa de ese texto, de esa frase, la posibilidad de escuchar la resonancia en los alumnos. Los poetas siempre pensamos en términos de condensación.
Lo que nunca pude lograr: la propuesta de que Literatura estuviese por fuera de la currícula. Entiendo que la obligación obtura el deseo del texto.


3 — Participaste en dos singulares emprendimientos: en 1992, ¡poemas en sobres de azúcar! Y en 1999 la antología “Retratos de Poetas”: fotos, textos y bibliográficas. ¿Ampliarías…?

MA — La publicación de poemas en sobres de azúcar fue una idea del poeta Guillermo Ibáñez, quien dirige desde hace muchos años la Revista Internacional y Ediciones Poesía de Rosario. Se lo propuso a Domingo Bráttoli y convocó a los poetas amigos. Además de nosotros, estaban Vicky Lovell, Reynaldo Sietecase, Celia Fontán y Reynaldo Uribe. Tuvimos que firmar un contrato para renunciar a los derechos de autor. Se hizo una tirada de 1.000.000 de sobrecitos que circularon por todo el país y también por limítrofes. Aún hay gente que los conserva o que recuerda algún poema. La poesía en la calle, anónima en un punto, la belleza de la gratuidad, de lo imprevisto, un dado azucarado.
Siete años más tarde, Guillermo propone a veintidós poetas participar de
“Retratos de poetas”: un libro con fotos, poemas y una breve bibliográfica por autor. Como él mismo aclara en el prólogo, la intención era dejar testimonio fotográfico de autores convocados por una militancia visible desde una presencia en el mapa cultural y su producción constante. El volumen, luego, se complementó con la grabación de un CD, “Voces de poetas”; los poetas éramos más o menos los mismos y fue el primer registro sonoro de las voces de poetas locales. Antecedente válido del “Salón de Lectura”, espacio virtual, que integra un cuerpo mayor, “Sonidos de Rosario”, precioso y necesario emprendimiento de Diego Colomba y Adolfo Corts.


4 — Releí “Agramaticalmente”. Contemos que la edición carece de índice y no carece de su peculiaridad: en algunas páginas van apareciendo, destacadas con negritas y mayor tamaño de letra, de a uno, versos que “deberán” ser leídos “de corrido” cuando se concluye la lectura del volumen: y en efecto, hay allí un poema: “la sirena de un barco suena / el olmo se agita en la sirena / de ese barco a Río de Janeiro / sus pequeñas hojas amorosean el aire / y la sirena del barco rumbo a Praga / tal vez ese escarabajo / en vilo sobre la rama / sueñe el corazón de la sirena / de ese barco hacia Estambul / que hincado en el viento / sonando pasa / la sirena de un barco suena / la sirena de un barco cruza / el charco leve del silencio en el jardín”. Me encantó hallar en página par “la sirena de un barco” y en la siguiente la palabra “cruza”: poesía visual por la que fui sorprendido.

MA — Fue escrito a partir de la obtención de la Beca Nacional de Creación de Poesía bienio 1988-1989, otorgada por el Fondo Nacional de las Artes. Había que presentar un proyecto de libro; en un punto esto es un poco ridículo, al menos en el caso de un poemario. No recuerdo exactamente mi planteo de libro, pero sí que ponía la exploración del lenguaje poético en el centro de la escena (supongo que es una preocupación compartida con la mayoría de los poetas) y fue lo más honesto que podía esbozar de manera anticipada a una escritura.
El “poema visual” al que hacés referencia es, en verdad, un poema transversal. Es un poema-barco que atraviesa el libro y se repone la lectura al final. Algunos poemas con títulos como “Poema rumbo a Praga”, “Poema a Río de Janeiro”, “Poema hacia Estambul”, funcionan como señalizadores, marcadores de una carta de navegación. En todo caso, hay un efecto que tiene que ver con un recorrido y el acento puesto más en el modo que en el destino, que, de última, es siempre Ítaca. Las otras implicancias me son completamente ajenas. No así la voluntad de forzar, en el buen sentido, un marco de representación.
En el siguiente libro, “La ira del colibrí”, y con la misma intención, escribí un poema en la contratapa. Reconozco una insistencia en cuanto al acto de rebasar. Rebasar “la poética del espacio”, el trabajo con el lenguaje como un caballo desbocado pelado a latigazos. De este libro me interesa particularmente, y sería la contracara de ese poema-travesía, un poema sin título que comienza diciendo: “alengua lengua la muerte/ padre mío/ tambor negro/ hilito rojo”. Lo escribí unas horas antes de que muriese mi padre, quien estaba muy grave. Tiene algo de canto ritual, de conjuro, como sea, sigue siendo misterioso para mí.


5 — Releí “Encaje”. Y también incita a compartir características de la edición: sólo textos —no en versos— en páginas pares, y en dos secciones: la primera, extensa, nombra al poemario, y la segunda, en dos páginas, se titula “Tabla del orbe”. La ilustración de tapa es una escultura de Dante Taparelli —fotografiada por Hugo Goñi—: “Sara Bernhardt”.

MA — Está dedicado a los actores. Cada libro tiene su propio ritmo respiratorio que imprime una determinada velocidad en la escritura. Fue escrito en prosa, una forma impuesta por el brío. Es un extenso y único poema donde la escritura aparece como partitura, pero también como palabra que derrapa hacia un extravío donde la palabra finalmente se agota. Pero no solamente se trata de agotar; también hay una suerte de desvarío, de desorientación, de llevar la palabra hasta el límite de su significación, interrogarla en su propio arco de articulación sonora.
Cierra el volumen un poema breve, “Tabla del orbe”, que da cuenta del guión teatral, donde todo comienza, que es preverbal: el acontecimiento escénico parte del cuerpo de la palabra hablada por el cuerpo del actor. Me resulta interesante el comentario de la poeta y crítica Ana María Russo acerca de “Tabla del orbe” como la “aceptación del juego para poetas o para actores con sus mortales resultados que escapan a toda clasificación del bien y el mal”. 
El rasgo escritural vuelve a aparecer en “Malade” (en francés significa enfermo), el que se halla en proceso de publicación y saldrá por el sello Papeles de Boulevard. Está dividido en dos partes: “Malade”, que tiene una cita propia: “Recostar la escritura como una enfermedad/ Respirar entre sangrías: hacer un humo”, y una segunda parte, “Taquigráfico”, que se abre con una cita de Siri Husvedt: “las palabras son fraudes (…) sonidos que reemplazan algo”. “Malade” retoma la subjetividad del enfermo y la enfrenta al discurso horizontal médico, pero también es “el enfermo ante la extrañeza, la alteridad de eso que en su cuerpo pone en vilo su vida (que) lo encierra en su mismidad, ese desesperado aferrarse al cuerpo ahora alterado”, según registra Sellie.
Tanto en “Encaje” como en “Malade”, el lenguaje enloquecido y una mirada que se reconcentra en mundos cerrados.


6 — Una de las personas a las que agradecés (“por creer en mí”) en “Agramaticalmente”, es el narrador y talentoso humorista gráfico rosarino Roberto Fontanarrosa (1944-2007).

MA — En ese libro agradezco a Roberto Fontanarrosa y a la narradora y ensayista Angélica Gorodischer. A los dos, en los mismos términos. Para postularse a la Beca del Fondo se necesitaba ser presentada por dos escritores. Yo tenía con cada uno un vínculo diferente. Además de compartir la circulación en los mismos ámbitos ciudadanos, tenía relación con Angélica porque era muy amiga de mi madre, quienes formaban parte de un “famoso” grupo, el de “las brujas”, por lo que con ella era un vínculo más intermediado. Con “el Negro” Fontanarrosa fue distinto. Además de cruzarnos en eventos literarios y de vernos en el bar “El Cairo”, éramos vecinos, mandábamos a nuestros hijos a la misma escuela, en fin, se amplificaban las posibilidades de contacto e intercambio. No fuimos amigos más que en la apropiación amistosa que todos los que vivimos en Rosario y lo cruzábamos con frecuencia, sobre todo la gente de la cultura, hacíamos de él. Yo tuve más posibilidades de encuentro, eso es todo. Así que tanto su intervención como la de Angélica corresponden a la más absoluta generosidad.


7 — ¿Qué podemos saber respecto de “Poemas de cabaret” e “Incrustaciones de obsidiana”?

MA — Fueron dos proyectos de libros que nunca se publicaron porque ninguno de los dos, después de la corrección, superó los diez poemas. Hubiese podido hacerlo si hubiera reunido todos los poemas en un volumen. Pero un libro no es una sumatoria de poemas.


8 — Participaste en Encuentros y Coloquios fuera de nuestro país entre 1995 y 2002. 

MA — Me invitaron a algunos y fui a muy pocos por diversas razones, fundamentalmente por cuestiones económicas. Sabemos que las invitaciones se cursan por diferentes motivos, en general amistosos y casi ninguna implica reconocimiento monetario. Figuran en mi curriculum por cuestiones marketineras relacionadas con mi trabajo y porque también representan un motivo de orgullo personal cercano a la vanidad. 
De esas invitaciones recuerdo particularmente dos: una a Hungría —íbamos a viajar con Vicky Lovell— y sobrevino el corralito económico; es redundante decir que nunca llegamos. Y la otra, a un Congreso en Venezuela, organizado por la Universidad del Zulia, en Maracaibo. Llegué en el contexto de la reelección de Chávez —un hito—, había intelectuales muy importantes, como el —en ese momento— Presidente de Casa de las Américas, Luis Suardíaz, y otros, como Carlos Montemayor o Francois Delpratt, y la entrañable figura de Salvador Garmendia. Era la única invitada de Argentina y posiblemente la única sorprendida de estar allí. Todos los escritores sabemos cómo es la circulación en los congresos, los festivales. Yo no conocía a nadie y no tenía la más remota idea de cuál podía ser la conexión. Fue la primera pregunta que formulé al llegar y Javier Meneses, quien me recibió tan amablemente, me dijo que iba a averiguar. Y vuelve con la noticia de un poema, ilustrado con un dibujo de Ricardo Carpani, que me habían publicado en la contratapa de la revista “K’oeyu”, dirigida por Joel Cazal a quien nunca había visto. A veces, las cosas son como deberían ser.



9 — En una respuesta a un reportaje mencionaste que habías estado en París (“la exaltación de las consignas del Mayo Francés”) en 1968.

MA — Fue un viaje de familia. Viajamos tres meses a Europa. Recorrimos mucho. Yo tenía 12 años, edad de umbral, en todos los sentidos, sostengo que es la edad de Alicia en el País de las Maravillas. Llegados a París, estalla la huelga general. Sabíamos que era un enfrentamiento al poder de turno fogoneado por obreros y estudiantes pero lejos estábamos de poder formular su proyección ni su dimensión histórica. También estaba la barrera del idioma; mi padre manejaba un olvidado francés aprendido en la escuela secundaria. Parábamos en un hotel en el Boulevard Saint Michel, a dos cuadras de la Sorbona. Imaginate. Estuvimos una semana en medio de marchas, barricadas y gases lacrimógenos. Antes de salir a la mañana, mi padre nos daba coñac en el desayuno para que no sintiésemos tanto frío. Recorríamos París a pie hasta las cinco de la tarde, en que todo cerraba. Al irme tiré un par de zapatos azules que se gastaron en cientos de cuadras. Tampoco podíamos irnos: las fronteras, el aeropuerto, estaban cerrados, no había ningún tipo de transporte. Salimos de París en una ambulancia que nos facilitó la Cruz Roja —mis padres acudieron allí, los dos eran docentes de la filial Rosario—, y nos llevó hasta Lille, donde nos subimos a un bus clandestino lleno de japoneses rumbo a Bélgica (destino que no estaba previsto). En París dejé más que un par de zapatos. Allí me ocurrió algo que yo misma no sé, aún hoy, de qué se trata. Como una sensación de frontera, física y emocional. Algo que todavía no puedo traducir. 

10 — En la novela “El vuelo de la reina” de Tomás Eloy Martínez, esta frase: “Sabe narrar con la destreza de Victoria Ocampo y es tan insidiosa como Patricia Highsmith.” ¿A qué otras narradoras diestras y/o insidiosas nos recomendarías?

MA — No son parámetros a tener en cuenta a la hora de recomendar.


11 — ¿Tus pasiones te pertenecen o sos de tus pasiones?

MA — Uno es su pasión y la pasión es un animal ciego y redundante. 


12 — Es de la Introducción de Sigmund Freud al libro “El presidente Thomas Woodrow Wilson – Un estudio psicológico”, cuyos autores son Freud y el novelista norteamericano William C. Bullitt (Ediciones Letra Viva, Buenos Aires, 1973), que transcribo: “Tan frecuentemente está la gran realización en compañía de la anormalidad psíquica que uno siente la tentación de creer que son inseparables. Sin embargo, contradice esta suposición el hecho de que en todos los campos de la actividad humana se pueden encontrar grandes hombres que cumplen los requisitos de la normalidad.” ¿Querrías “urdir” alguna reflexión para nosotros?

MA — Estoy de acuerdo con la interdicción. A veces el traje de la locura pareciera que sienta bien, sobre todo en el campo artístico. Hay que tener cuidado. La locura sólo produce locura.


13 — ¿Das a leer tus poemas a alguien en particular cuando te parecen que están “a punto”?

MA — No.

14 — ¿Podrías destacar algunos autores con los que tu poesía se hallase más intensamente relacionada?

MA — Es una pregunta para un crítico y como dice Cortázar: “Yo no he nacido para lo teórico”. Sí podría acercarte en todo caso la idea de que mi poesía dialoga más con los narradores que con los poetas.




15 — ¿Te interesan las biografías o autobiografías o memorias, digamos, como género literario? 

MA — En general no y de ninguna manera por desestimación del género.


16 — ¿Hay algún escritor que admires al que evitarías conocer?

MA — Es una pregunta que arrastra un desgaste a priori porque la admiración empuja, al menos, a la curiosidad. Pero puedo mencionar el caso del enorme y temerario poeta Mario Trejo a quien conocí y traté.


17 — ¿Cómo es un día de tu vida? ¿Dista extraordinariamente tu transcurrir del que te imaginabas cuando eras una veinteañera?

MA — Hable con ella.

18 — ¿Hay escritores que han sido alabados desmesuradamente?

MA — El problema de la desmesura no es en sí mismo importante, sólo en la medida que produce una obliteración para con otros autores. Un caso ejemplar es Pablo Neruda, poeta faro de su generación. Una omisión ejemplar es el caso de mujeres narradoras en el boom y de hecho, del mismísimo género poético como lenguaje fenomenal.


19 — ¿Una obra pertenece enteramente a su autor?

MA — Sí y no. No y sí.


20 — ¿De qué atributo, que tengas o hubieras podido tener, jamás te jactarías? 

MA — Soy abismalmente intuitiva. En este grado ya no sé si es un valor o un disvalor. La percepción es una intuición más refinada, una categoría del saber que me resulta constitutiva. Consolida una fuerza que te empuja hacia adelante, una “inteligencia salvaje”, como diría Katherine Mansfield. Tiene la virtud de la velocidad y de la profundidad que permite esa velocidad. En la escritura se juega en la tensión entre el vacío y cierta idea de completud. Así también es una dificultad al momento de detenerse en un campo teórico. 




Marcela Armengod selecciona poemas de su autoría para acompañar esta entrevista:

A veces todo esplende. Sin retorno al pozo de lo oscuro. La luz la luz de la sonrisa, de la belleza enmascarada ahora para sonreír. Campana que tañe contra la cornisa de los dientes, ahora abiertos. La risa pavoneando su tul de estalactita.

Suena como brindis en la cuenca de los oídos, en la agitación de la glotis.

(El espasmo que nos habilita a sentirnos mejores de cuerpo y alma.) Esa veleta que nos redime de tanto dolor de tanto dolor.

(fragmento de “Encaje”)


*

No hay noche de San Juan
esta noche de santo débil escurridizo.
Todo se precipita como un alcohol volcado
en una receta como en un santoral.
Demasiado atronador el coro el corolario
de la prescripción.

Aun así la muda insiste insiste
en su taquigrafía se enterca
no llegando a calcar la sílaba sobre papel de arroz.

Qué importa si acaso la palabra
la muertita de pocas luces. 
Todo volverá a domesticarse. Como la primera vez.

Estirar estirar la mano la voluntad el hado
esa designación de un follaje de una espesura.
Aprender de lo que no se da cita.

(fragmento de “Malade”)


*

Cómo aprovechar la costra como posibilidad
de una pequeña música antojadiza
un traspié lo que surge de pronto: 
una interrogación en la cura.

Entonces la malade como malattia: otro estar: 
una prosperidad desprevenida del azar.
Menos como languidez más diapasón.

Olvidar el sonido roto de la castañuela
boca abajo en la arena
la arena volcada en un reloj de sol
la plica en la garganta.
Como en la figura trágica del juego del florete
que apunta al ojo del corazón
sin afluencia de sangre:
solamente dibujo de un levísimo cardenal.

(fragmento de “Malade”)


*

Taquigráfico 

Acompañar el parpadeo al retintín de lo que se sabe suyo
por apropiación de sonido/
Una duermevela de palabra como algo voraz/
La cicatriz no se confunda con una herida de lenguaje
con un armisticio de paz vocal/
A mil demonios les tocará arrojar vinagre/
Convertir el silencio en lenguarada que compita.

(de “Malade”) 


*

En mitad de la noche 

1

Mis hijas buscan muertos
en mitad de la noche
me paro en ese filo
como un guardafaro

preguntan 
pregunto

yo les cubro los pies
mientras ellas avanzan
les tapo los huesitos

afuera un aguanieve
que el viento no dispersa

cuando regresen 
—si es que vuelven—
la aguja azul del frío
costurando los párpados

les abriré las bocas cerradas
de nonatos
les besaré su nombre
en medio del aliento
y que recuerden
recuerden

(Inédito)


*

FONTANA

En velocísimo modo como una prisa
un gesto parecido al arrojar la moneda de la fortuna
en una fuente
los párpados cosidos al asombro el corazón en paro
hasta que el tintineo haga tres huecos en el agua
tres gargantas para tres deseos.

Adelantarse al reflejo de la suerte y huir en un golpe de tambor.

Salirse rápidamente del horóscopo
a tontas y a locas pedir con los nudillos un vasito para la sed.

Escuchar con los ojos hacia adentro ese correrse de tres lágrimas
en la caverna del pecho derramarse
come una stella che non c'è.

(Inédito) 


*

Entrevista realizada a través del correo electrónico: en las ciudades de Rosario y Buenos Aires, distantes entre sí unos 300 kilómetros, Marcela Armengod y Rolando Revagliatti.

http://www.revagliatti.com.ar/051006a.html
http://www.revagliatti.com.ar/act0611/cicloDeAquiEnMas.html



Con su valijita

con su valijita
de irse
o su valijita
de quedarse
en el Puente de Avignon
con las flores del mal robadas
con la paloma equivocada

De: La ira del colibrí



Medición de Venus
                Florencia, siglo XV

Un compás
un goniómetro
una regla de cobre

 sobre la bella
 que osó gemir
 entre esos dedos
 blandiendo
 las asperezas
  del mármol

Inédito








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DAINIUS GINTALAS [20.107]

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DAINIUS GINTALAS

Dainius Gintalas (1973, Slabadėlė, Alytus, Lituania) es poeta, autor de libretos y traductor. Actualmente reside en Vilnius. Estudió Filología Lituana en la Universidad de Vilnius e Historia del Arte en la Academia de Bellas Artes de Lituania. Ha publicado tres poemarios: Angis (´Víbora´, 2007), Boa (2007) y Adatos (´Agujas´, 2016). Por su poemario Boa se le otorgó el premio de Jaunasis jotvingis. El poemario Adatos recibió el premio al mejor libro del año. Entre otros, escribió libretos para la óperarock Žuviaganys (2004). El monoespectáculo-ópera Izadora (2008) recibió el premio Auksinis scenos kryžius, premio más importante en el ámbito teatral lituano. Junto con el artista ucraniano Yuriy Kruchak creó el poema audiovisual Vitrina, que fue reconocida como mejor película de los Países Bálticos en el festival Next Festival 007. Es traductor de obras francesas, entre los autores que ha traducido destacan Guy Debord, Lautremont, H.Michaux, Bl.Cendrarsʼo, R.Charo, A. Rimbaud. Desde el año 2000 organiza en su casa en el campo el encuentro de artistas Maskoliškių meno frontas, durante el que las obras se exponen en la única Galería del establo. Su poesía se ha traducido al inglés, francés, alemán, ruso, ucraniano, búlgaro, eslovaco, polaco y letón.


En el marco del dossier de poesía de Lituana preparado y traducido por Dovilé Kuzminskaité presentamos una muestra de Dainius Gintalas           
http://circulodepoesia.com/2017/04/poesia-lituana-dainius-gintalas/




la mantra de la entrega

florecieron las caléndulas acuáticas – yo soy tu bestia
el corazón se sumerge en el ventisquero – yo soy tu bestia
demasiado duros son los muslos de los quehaceres – yo soy tu bestia
estoy apretado entre los cajones – yo soy tu bestia
la familia es una acogedora clínica psiquiátrica – yo soy tu bestia
acaricias y te apartas de nuevo – yo soy tu bestia
entre nosotros hay un bulto azul – yo soy tu bestia
supuro por  tus reproches – yo soy tu bestia
cuando con éstos oscureces el deseo – yo soy tu bestia
en una oración silenciosa sobre el banco de la iglesia – yo soy tu bestia
cuando en la cartera hay depresión – yo soy tu bestia
ni borracho ni ángel – yo soy tu bestia
si fuese eunuco – yo soy tu bestia
oliendo a impotencia – yo soy tu bestia
hasta si me entregaras a una casa de empeños – yo soy tu bestia
hasta lloriqueando como un niño – yo soy tu bestia 
en el suelo con un trapo mojado – yo soy tu bestia 
cuando me hundes en la desesperación – yo soy tu bestia 
EN TI hundido – yo soy tu bestia
EN TI disuelto como azúcar – yo soy tu bestia                  
sientes – que dulce es tu sangre





el confesor

soy imparable  ululante
chillante huyendo hacia los lados
vagabundeando con los miedos los temores
el acurrucarse

siempre viendo tus plumas
negras brillantes
corvus corax

estoy volando  junto con los ataúdes
miles de ataúdes
puedo montar en ellos como en caballos escitas
en las estepas del Ponto
solitario en miles de caballos fuertes

puedo navegar en ellos como en barcas
por los lagos de Dzūkija
una silueta oscura y solitaria
sobre los lagos profundos

acostarme como en camas
en las salas del castillo de Beynac
susurrar con las sublimes
duquesas de pulmones fragantes

no serás tú quién las cacarees
corvus corax

soy un nómada imparable
con los ojos color naranja
fuera de las órbitas
besando la oscuridad
golpeándose de nuevo contra la luz
que con sus puños huesudos
llama a mis extrañas
por decirlo de alguna manera  visiones
estas tienen hipo se retuercen gimen

mejor la oscuridad
corvus corax

la oscuridad aterradora
que se me está tragando
y al tragárseme me está consolando
yo para nada soy el peor

soy el guardián de la ambulante ciudad de ataúdes
con la ropa rota
con los pensamientos rotos
de los que en mi
sin parar crecen los basureros

y tu rebuscas en ellos
corvus corax

y tú vas rebuscando en ellos
deseando que imparablemente
gritara
todas mis malicias
todos mis malquereres
el daño a los más débiles
todas las traiciones
que me cubriera el sudor de la vergüenza
como si fuese una disolución de azufre

aunque tú mismo sabes muy bien – no tendrás suerte
corvus corax

al confesarlo me haría sedentario
como un Cristo pensativo en el pórtico de la iglesia
como un piojo vagabundeando por el pelo del mismo perro
como la calma que huele a un perfume dulce

no confesarlo me quema
se convierte en el combustible
con el que me lleno y puedo vagabundear con mi colonia
por las interminables amplitudes de la noche

quizás no lo sabrás todavía solo la muerte
regalará la confesión
corvus corax

aquella noche toda mi flotilla de ataúdes
bajará sobre un lago de Dzūkija
-sobre el Didžiulis-
con los guardianes de las costas
los avetoros comunes
y reinará tal silencio

que cuando los últimos latidos
de mi corazón hagan eco
retendrás la respiración
respetuosamente

entonces tu pico
pastoreará mi cuerpo

montando un nido con mis huesos
no te podrás creer
que están huecos

igual que los tuyos
corvus corax

el viento
silbará a través de ellos
con las voces de todos los pájaros
verterá secretos interminables
directamente en tu oído

podrás asentir con la cabeza felizmente
desmembrarme
hasta el último huesecillo
y santiguar con tu pico poderoso

eres el único
del que me fío
corvus corax

es que se desea tanto
un alivio
aún después de todo
mi negro sacerdote

*corvus corax (latín): cuervo





la primavera

tan potente es el deshielo
tan profundos los dientes de las aguas
que mordieron un hueco hasta en el cementerio
tan fuertes las manos
que levantaron de la tierra los ataúdes
los desmigaron
y soltaron a la ciudad unos ríos
con los recién enterrados:
unos cuantos cadáveres majestuosos  y calmos
se pusieron a navegar por las calles
como góndolas
se metieron bajo los arcos
visitaron los patios
con los ojos cerrados
iban a las tiendas
no compraron nada
a veces apenas
se tocaban con los hombros
las caderas las coronillas
sin ningún murmullo pelea
intrigas caricias;
calmos y orgullosos
como  barcas rellenas de huesos
cada uno navegaba por sus senderos
sin hacer caso
a las señales de tráfico
a los semáforos que todavía brillaban
calmos y orgullosos
liberados por el agua
de sus estrechas y oscuras habitaciones
navegaban y navegaban
como si fuesen camas
que se escaparon de casa
vestidos con  oscuros
trajes de sueño
con estos extraños pijamas
encima de a los que ya se estaban subiendo
los ratones y las ratas
movidas por el agua
con su pelo erizado
bastante enfadadas
todavía no era la hora
de huir de los sótanos a los campos
pero al pasar algún que otro instante
ya están sentados tranquilos
levantan las cabezas orgullosos
como si se hubieran dado cuenta:
probablemente habrá llegado la hora
de ver otro mundo más amplio
¨es que ya desde hace mucho nos hemos hartado
de los mismos agujeros y orificios
la misma comida
todos estos gritones y roncadores detrás de las paredes
y sus pedos que apestan
la verdad es que es muy divertido
que haya subido este agua
porque de otra manera no nos hubiéramos movido ni de coña¨







Dainius Gintalas

Apie: 

Poetas, vertėjas, literatūros ir meno kritikas, vienas įdomiausių šiuolaikinės lietuvių literatūros kūrėjų, tikras gyvulys, draskantis lietuvių poezijos vėdarus. 

Gimė 1973m. vasario 7 d. Slabadėlės kaime, Alytaus rajone. 1995 m. baigė Vilniaus universitetą, Filologijos fakultetą, kur studijavo lietuvių kalbą ir literatūrą. Įgytas bakalauro diplomas. 1998- 2000 m. pagal meno istorijos magistrų rengimo programą studijavo Vilniaus Dailės akademijoje. 

1998 m. dalyvavo skaitymuose Rorbache ir Lembache (Austrija); 2005 m. – Krokuvoje ir Oboruose (Lenkija); bei kaip festivalio dalyvis Banska Štiavnicoje (Slovakija). 

2000 m. sumanė ir iki šiol organizuoja dailininkų neprofesionalų sambūrius, vadinamus "Maskoliškių meno frontu". Natūralioje buvusio tvarto erdvėje įkūrė "Tvarto galeriją". Fotografuoja lauko išvietes, šunų būdas bei kopėčias. Surengė 4 konceptualiosios fotografijos parodas "Filosofinės būdelės – išvietės". 

Vedęs, turi dukrą. Gyvena Vilniuje. 

“... Naujasis barbaras, kurio venose kunkuliuoja juoda pirmykščio žmogaus limfa. Brutalus žvėriažmogis, į seilėtą skiemenį atsakantis tūžmingu urzgesiu. Laukinis vandalas, besišvaistantis kuoka ir falu, švytintis išvamų fosforu. Taip, iš visų kultūržmogių renkuosi gyvybės artileristą D. Gintalą...” (Castor & Pollux/ Šiaurės Atėnai) 

Bibliografija: 

Angis: eilėraščiai. - Kaunas: Nemunas, 1997. 
Libretas roko operai "Žuviaganys" (premjera įvyko 2004 m. Alytuje). 
Libretas muzikiniam spektakliui pagal G. Orwello satyrą "Gyvulių ūkis" (premjera numatyta 2007 m. Vilniaus Jaunimo teatre). 
Boa: eilėraščiai. - Kaunas: Kitos knygos, 2007. 

Sudarė: 

Poezijos pavasaris, 2003: poezijos almanachas. - Vilnius: Vaga, 2003. 
Žiema ir mirtis: poezijos almanachas / kartu su Žilvinu Andriušiu. - Vilnius: Žuvėdra, 2005. 

Vertimai iš prancūzų kalbos: 

Marco Fontanos, Jean-Michel Maulpoix, Henri Michaux poezija. 
Amélie Nothomb. Alkio biografija: romanas. - Vilnius: Alma littera, 2005. 
Amélie Nothomb. Baimė ir drebėjimas: romanas. - Vilnius: Alma littera, 2005. 
Guy Debord. Spektaklio visuomenė: socialinė psichologija. - Kaunas: Kitos knygos, 2006. 
Paruošė spaudai prancūzų poeto Blaise Cendrars poemos "Pasakojimas apie Sibiro ekspresą ir mažąją Žaną Prancūzietę" vertimą. 

Nuorodos: 

www.tekstai.lt/tekstai/gintalas/index.htm



Dainius Gintalas
Eilėraščiai


nepateisinamo išrišimas : dvi aukos
kolibriai
įsiūtis : mirtis pasiima ne tuos todėl pasaulis alkanas
holofernas : matyti pasaulį 
drakula : naktys ir dienos 
procesas
savasties saugojimas: gražiausias žaidimas yra žaidimas su savimi 
apie gero poeto knygą





plutonas

"plumbum, ferrum, et omnia nigra e fetida"*
kolboj rašau aš ant medžio ausies
kurioj nebeliko jau kaulo pėdsako jokio
darbuojuosi dalgiais baltais kirminais
jie landžioja tuneliuos balsių jie raitos
ir kalbą iš jos vidurių pamažėlei čiaumoja

giedojimų pusbalsiuos slepiasi mylimos
laižosi kojas pėdų pirščiukus
ant sužeisto gyvulio kloja
ir pieno liūtis - jos pasiutusios varlės -
prieigas vyrams šernams ir šunims
kvatodama naktį užstoja

ką pieno lašeliuos girdžiu tai pėdsakais
lyja šiltos būtybės labinas glaustos
šnekina gundo tačiau nesižioja
ir "camelos nigros, porcos, simias, ursos,
canes et gatos"** supa mane
ir ratu susigūžusį visą apstoja

ir kliurksinčios akys išminkytos irklais
vaginos plečiasi sėlina lūpomis karvių
neva atsargiai paliečia koją
dabar tai nueisiu toli jau sultys paduotos
pėda jau sūri tiktai ar paims
gumbais apsikrovus kanoja

el pájaro kvykia tamsos raumenims
gauruotos jos rankos į gerklę nusvyra
ir skiemenio kilpa pamoja
dar spardytis bando dugnuos gemaliukai liesi
bet juokias ir ryja išalkęs drakonas
francesco de goya

* lot. - "švinas, geležis ir visa, kas juoda ir dvokia"
** lot. - "juodieji kupranugariai, kiaulės, beždžionės, lokiai, šunys ir katės"





deganti žemė: laukiamas pašnekesys

dešine ar kaire
kaip kam patogiau
visi gi darom tą patį
ir nereikia kviesti
jokio tomo de torkvemados
kad jo bendrai imtų
traiškyt pirštus
kvosdami prisipažinimų
sudarius sąjungą su sukubais

juk viskas čia yra vienatvė
ypač geiduliai
slepiantys savąjį vardą
tykus purvo bučiavimas
ir klausymasis paukščių
atlošus dangun
praskaidrėjusią galvą

įdomu kada gi pirmasis
infarktas ims draskyt
kranklio nagais
širdies skilvelius

ar tada reiks būt
tykiam ir šaltam
kaip akmeniui
minkštoj žemėj
o sulaukus dainos
vėl imt švilpaut
ir lėkt ten kur liepsnos

o dabar po kojom
muilas ne sniegas
sprangiai ryjamos seilės -
žiūrėk gal kokią rupūžę išrysiu -
vis gyvybė pasauliui
nors didžiojo inkvizitoriaus šmėkla
pavirtus juoduoju gandru
tykos ją mirtinai
užkapoti

bet turiu ir aš snapų
o vienas švelnus stebuklingas
jo žirniai - sidabro
- vaizduotei sparnus!-
ir jie žudo
arba imas kūrybos

kryžiai tuomet čia leipsta
lyg vaškas
man pačiam kaip laužui įkaitus

ateisi gal pasišildysi
tomai didysis iš galingos dangaus karalijos
ir priglaudęs rankas prie liepsnos
apsakysi

kaipgi pavyko tau
nors iš vieno pasmerktojo
išraut jo paties laužus






nepateisinamo išrišimas : dvi aukos

budelis su aukso sparniuku
šypsosis tau ir tu šypsosies
prasitarei žaidei su berniuku
tampei jam už čiuplutės nosies

jo džiaugsmo ašarą žolėj aukštoj
liežuviuku sakei nušluostei
ir kaip gibonas apvijai jį tuoj
dusindamas plaukuotų rankų klostėj

kaip staugė jis tik vienas tu žinai
kaip ištempė lyg debiliukas savo veidą
tik jo akių juodumas amžinai
ant tavo sielos kapo nusileido

dabar kol gyvas čia esi visai ramus
išmetęs pagaliau ant pievų sunkų velnią
gali dabar ir melstis net už mus
kinkuodamas ties veidu siaubo ranką švelnią

dabar tave paglostys ir mintis švelni
ne gimusį bet pagimdytą smarvėj vaiką
kaip tostą savo šypseną keli
ir budelis tau šypso : šitaip mirti sveika







kolibriai

jie iš tikrųjų nieko nepasako
glostydami paeiliui
savo ilgauodegėm
išvirtusias kaip žarnos
moters lūpas
kuri sėdėdama
ant sofos
kojom apkabindavo
iš gatvės atvilioto
berniuko kaklą
ir įsakydavo
liežuvėliu suteikti
jai didžiausią
malonumą

nes kojos tai smaugliai
berniuk
todėl pateliuškenki
sparniuku balutę

ir teliuškenimai
tos čiulbančios bangelės
pro geležinį
skardų juoką jos
išnešdavo į sutemas
gerklinį riksmą
atimdamos jai nuovoką
ir atsargumą

tai tapo pražūtim
kartu ir laime jai

todėl ji vieną kartą
nepajuto nei ginkluoto
vyro įspėjančių šauksmų
nei kulkų druskos
įsiėdusios
per standžią odą
į jos kraują
nei skausmo
drebančiom lavono rankom
apčiupinėjančio
jos juodą širdį
prieš paskutinį dūrį
nykščio nusmailintu nagu

tiktai susmukus veidu jai
ant žemės
kolibriai teieškojo savo džiaugsmo
o berniukas lyg niekur nieko
tylomis stebėjo
paukštelius

kurių netyčia vienas
perbraukė jam uodega
per lūputes

vėliau jis niekam nieko nepasakė







įsiūtis : mirtis pasiima ne tuos
todėl pasaulis alkanas

smuikas prigėręs neapykantos hurluberlu*
juodas prakaituotas smuikas
drūtas šėtoniukas
plėšiantis nuo namų stogus
skalpų miesčioniukų skalpų geidžiantis

nesutramdys jo nė išganingasis vivaldi
nė mano romusis gorila
nuplikusią mergaitę
mano kraujo pelkėj
nuo siauraminčių apkabinęs

smuikas prigėręs neapykantos hurluberlu
juodos aštrios stygos
vėjo siūlai cypiantys
kirčiai kad vaitoja ąžuolai
per gulbių kaklus šienauja
ir krisdami jie raitosi gyvatėmis
mano kraujo ežere

juodas prakaituotas smuikas hurluberlu
dumbluose gimęs vėjavaiki
nu ir drūtai pašiauši bangas
mano kraujo jūroje
kurioje įsiutusios moterys
murkdo kaprizingus savo vaikus
kuo daugiau jų sumurkdo
tuo jaučiuosi sotesnis

pasaulis visuomet laukė protingos aukos
o dabar jis be galo alkanas

* hurluberlu - pranc. vėjavaikis







holofernas : matyti pasaulį

tik neregėdamas
būčiau viską suuodęs
- - - - - - - - - - - - - - - - -
o tada pasielgęs su tavim
kaip su kokia
liucija ar agota -
nupjovęs tas prakeiktas
kraują paralyžiuojančias
vynuogių kekes
ir tik po pergalės
šventai pasigėręs
nuo jau spėjusio prinokti
saldžiausiojo vyno
- JUDITA -
- - - - - - - - - - - - - - - -
tik neregys galėjo
nuvest visus į šlovę
nes akys pasmerkė mane
didžiausiai gėdai
kurią išsinešė maiše pas žydus
taip iš prabangaus šilko
ir neišplukdyta
gražuolė pabaisa
prarijusi mano sielą
su ja ir budrumą

dabar suprantu
budrumas
tik neregiui skirtas

betulijos aikštėj
nuo spyrių spjūvių
visas susiplakiau į košę
išskydo ir manoji armija
pamačius palapinėj
mane begalvį
ir ne jahvės išsigandę
pasileido paskui savo riksmą

o mirtingosios žydės
kuri dviem kardo kirčiais
išvaikė dešimtis tūkstančių
asirų

ir šitaip prajuokino istoriją
kad jinai
taip ir nesugrąžino
mūsų valstybės






drakula : naktys ir dienos

ir keliauju pas moteris
kurių krūtys kraujuotos
ir burnos kraujuotos
ir mano kietas laukų
kukurūzas
virpa tarp dviejų akmenų
ir taikosi šauti
į virš jo pakibusį
baltąjį veidą

ir šnypšdamas šiepiasi jis
ir spindinčios iltys
kukurūzą palietusios
iškart sušvelnėja
ir jas be vargo
pralenkia lūpos

aš seilių upėm keliauju
girdėdamas gomurio būgnus
pas gerklėj įstrigusią nuodėmę
ir lyg ašaka ja perveriu venas
nešventintas mūsų saldume

bet prašvinta laukai
ir šuoliuoju namo
iš savęs ištaškęs žaibus
lyg peilius juos susmaigstęs
į raumeningus moterų kūnus
kurios šnypščia dejuoja
o išsilaižiusios moja
vėlei atlėkti

ką sugrįžęs ištarsiu
įtūžusiai vėlei rutinos
mano karsto tyla
galanda jos ašmenis

aš regiu kaip žegnojasi
mano likimas
bet prie kryžiaus
priprasti nemoku -

geriau jau paspringt
česnaku






procesas

                                               Gintarui Palemonui J.

rupūž kaip širdį knaisioja ugnies šerniukas
ir drebanti ranka užtaško kraujo dažą
ir kūkčioti pradėjęs drobės veidas sukas
į tamsą bet vis rėkia maža maža maža

ir troškuliui ranka paleidžia naują smūgį
jei reikia še akies šviesos ir še tau juoko mėlio
per visą mano širdį ir per visą mano ūgį
prikritę per akis audros ir karšto smėlio

ir jį bandau išbert per savo juodą kraują
kratydamas rankas mojuodamas kaip vėjo dalgiais
per upės dugną braukdamas per dumblą sraują
kad pasibelstų jie tarsi marguolių alkis

ir šliaužtų tie paveikslai šnypšdami per mano pievas
ir sėlintų lėtai prie dūkstančio ugnies kiauliuko
ištryškus nuodui vėl kvepėti imtų ievos
ir džiaugsmo prilašėtų bent perpus stikliuko





savasties saugojimas:

gražiausias žaidimas
yra žaidimas su savimi

                                        Valgyk savo šokoladą, mergaite,
                                        Valgyk savo šokoladą!
                                        Paklausyk, tame šokolado gabalėlyje nėra jokios metafizikos.
                                            Fernando Pessoa

gink savo šokoladą mergaite
kurio spalva nusidažys
tavieji speneliai
o gimdoje
įšvirkštos velnio seilės
privers tave viaukčioti
vidury baltos gatvės
po balionais apkarstytais
medžiais

tasai oras kuriame
plaikstos jų spalvos
kaip kirminai šiurena
ūsai virš nervingai
sučiauptų lūpų
tau yra juodas ir slogus
kaip kalėjimo vienutė
ar bulvių priverstos
žeminės

gink savo šokoladą mergaite
įsikabink savo biriais
dantimis į jo tamsią plytą
ir eidama šaltom akmens
gatvėm glausdamasi
prie ledinių mūro sienų
dar nekalenk
kaip automatas
kol nieks neartėja
grėsmingai

bet šokolado niekam neatiduok
ir neskubėk jo nuleisti
savo kloakom į skrandį
tai jis yra daina ir duona
kurie kažkada labai pravers
tavo paskutinėj vakarienėj

o pasiekusi brandą
turėsi pati žinoti
ką reikia su juo daryti
tau bus bloga nuo visų
įmintų paslapčių
jos atrodys tokios
nuobodžios
kaip papuvę rudens
vaisiai

todėl didysis saldumas
bus pastovus
ir neišsenkantis
tik žaidimuose su savimi pačia

su sąlyga
jeigu nepardavei niekam
savo šokolado






apie gero poeto knygą

net ir baisiai susukus
vidurius
jos nepaleidau iš rankų 



___


POEMS DAINIUS GINTALAS


Spring

such an intense thaw
waters with such deep teeth
they even gnawed through graves
and having palms so strong
they lifted coffins out of the earth 
and crushed them 
releasing the recently buried 
into the city’s rivers
dozens of calm, majestic corpses
began to swim through the streams
like gondolas
turning into side-streets
diving through doorways
calling on courtyards
with their eyes closed
they swam into stores
and bought nothing
sometimes just barely
rubbing shoulders
hips heads
without fuss or fighting
gossip or caress
calm and proud
like boats stuffed with bones
they sailed their own way
through unheeded traffic signs
or still blinking lights
calm and proud
liberated by the waters
from dark narrow rooms
they swam and they swam
like beds escaped from home
dressed in the dark suits of sleep
their strange pyjamas
on which mice and rats
roused by waters
had already clambered
angry and ruffled
for it hadn’t been time 
to run from basements yet
into the great outdoors
but given a minute’s rest
they sat calmly
lifting their haughty heads
as if struck with the thought:
it’s time to see the world after all
time to see the wider world –
“we are sick of
those same old holes and burrows 
the same food
those same old snores and screams 
from the other sides of ceilings and walls
those nose-numbing farts
so now, how splendid it is 
that this flood is upon us
or fuck-all we wouldn’t 
have gone out at all”






Huffin’ Rag Blues

Cornelia blows up supermarkets, exterminates
parasites, refuses lunch with Maria Callas...
shivers with boredom, wraps a bra
on her ankle...             

William Levy


a schooner white as clouds
slides across the smooth surface
sliding so silently so dully
that you want to stamp and scream

go Stapleton go
lick the hides of all those philistines
up to their ears in poo
but smiling like rainbows

go Steven go
chew up all their pearls
hone your teeth with files
pound them into green porridge
and feed it to those rainbows

am i still a wandering man?
or just a poodle smothered by family matters
with a well-combed groin?

give me your Scythia
the dust of the wind sifted in sun
all the Bulgars Khazars Huns
Pechenegs Nogais Sarmatians
give me your Bessarabia
your mad mermaids of the Prut
riding on the whacked-out hippopotamuses
of the Dniester

go Stapleton go
drive from me the piss-soaked fool
let the cage-swallowing parrot sing
Diana Rogerson
feed her the whip i want her feather
to poke myself and write letters with blood
to all the coolest people
to European Union psychoanalysts
so that they would peel out of my chest
the sprouting mandrill tooth 
for which i can never find pliers
writhing like a worm
even though everyone says O how good you look

go Steven go
drive from me the lover of soft sofas
cowering hiding 
behind a curtain of thick smoke

once in the very heart of the action
life turned down my flame
darkening my mind and strength
weighing me down with horrible invisible dumbbells
but one night i dreamt a three-headed angel
and ran outside and began to bark at the cross:
domines canes, domines canes...
ceaselessly: domines canes, domines canes...

the police and an ambulance came
the police cut me into pieces
and the ambulance sewed me up

i lost a little weight after that
it seems they left out some parts
unnecessary ones but i felt something
was lacking in my brains as well

go Stapleton go
fire me up in a shameless rage of blood
i want to dance with Cybele’s eunuchs
with Gadafi’s female jihadist bodyguards
with pornolilies and provincial shop girls
beating out the rhythm:
bunga bunga Silvio, bunga bunga Gadafi
bunga bunga Silvio, bunga bunga Gadafi
bunga bunga ay bunga, bunga bunga
AY!

let zen marry the border guards, i say,
maybe contraband will cross more smoothly
let tired uncle Bribery finally take a rest
O world, O giant counter, dance and laugh
and you too, Lithuania, bowing
in the dirt

bowing in Danish pigpens
in the stalls of fattened shopping malls
where preservatives oink and flavorings squeal
and then a billion cancer cells smack their lips

they even penetrate innocent bodies
and never repent
so let’s fish out all those sluts with nanopriests
and nanodogs: bunga bunga – domines canes...
bunga bunga – domines canes...
BOW WOW!

i want to become a shaman monster
whose tongue will crumble into a billion little tongues
that will lick up all the sluts like pollen
and drink the mead of satisfaction
AH!

go shaman go
drive the angry spirits from the innocent
with psychedelic waves
wash your laughter from the innocent HIV
ZHIVITE S MIROM: pronounce with a terrible accent
and make a Baikal seal laugh
as it readies itself to dive into the clearest
waters of the world

O world, clearest crystal, you are raped
everyday by beasts of prey
splashing their black sperm
anointing their fat with palm oil
and sticking their kilometer-long drills everywhere

drilling and drilling, drilling and drilling
until one day with no anesthetic
they will drill through the teeth 
of the sleeping apocalypse 
covered with earth’s mantle

and then there will be a bunga bunga

but let’s not worry for now
just admire the rainbows and schooners
let the beer bottle and lotus shepherd us
so that the whole body is pierced 
by a great OM

so what if it is spoken by 
A HEAVY SIGH






confessor

insuppressible i hoot
squawk steal off to marginal lands
wandering with fears apprehensions
cowering

and i always meet your black
glossy feathers 
corvus corax

i soar along with coffins
thousands of coffins
riding their ends like Scythian steeds
over the Pontic steppe
solitary on a thousand powerful steeds

or i sail them like ships
over the lakes of Dzūkija
a solitary dark silhouette
over the deep lakes

or lie in them like beds 
in the halls of Beynac castle
whispering to haughty duchesses
with perfumed lungs

it’s you who will croak them up
corvus corax

an insuppressible wanderer
with bulging orange eyes
i kiss the darkness
and smack into the light
whose bony fists
knock on my strange –
to put it mildly – visions
which hiccup and twitch and moan

better – the darkness 
corvus corax

the frightful darkness
that swallows me
and swallowing consoles
saying i’m not the damndest

i’m a watchman of the city of travelling coffins
with raggedy clothes
and shabby thoughts
from which garbage dumps grow
inside me

through which you rummage 
corvus corax

through which you constantly rummage 
wanting me to insuppressibly 
scream out
all my schadenfreude
my lack of love
my injustices to the weak
and my betrayals 
so that i would spill the sweat of shame
like some kind of sulphuric acid bath

but you know quite well – it’s all in vain
corvus corax

if i admit everything i become sedentary
like the man of sorrows hanging in the churchyard
like a wandering flea under the fur of one dog
like the doldrums smelling of sweet perfume

i am burned by what i don’t confess
and it becomes a fuel that fills me
for my wanderings with the colony
through the endless reaches of night

don’t you know – only death
will give the gift of confession
corvus corax

one night my entire armada of coffins
will settle on a lake in Dzūkija
– on Big Lake –
with big bitterns
as sentries –
and there will reign such silence

that with the echo of my last
heartbeats
you will hold
your breath out of respect

and then your beak
will save my body

building a nest from my bones
you won’t be able to believe
how hollow they are –
like yours
corvus corax

the wind 
will whistle through them 
with the voices of all the birds
pouring ceaseless secrets
into your ear

you’ll nod your head along
stripping me to the last little bone
and then make the sign of the cross 
with your powerful beak

you are the only one
i trust
corvus corax

i want relief
so badly –
even if it comes afterwards
my black priest





devotional mantra

the marsh marigolds have bloomed – i am your animal
the heart dives into the snow – i am your animal
the thighs of everyday life grip so tight – i am your animal
and it’s tight between the drawers too – i am your animal
the family is a comfy mental clinic – i am your animal
you caress me and jump away – i am your animal
a blue bump rises between us – i am your animal
festering from your reproofs – i am your animal
a damper on our desire – i am your animal
in quiet prayer on the pew – i am your animal
when my wallet is under the weather – i am your animal
neither drunk nor an angel – i am your animal
even as a eunuch – i am your animal
smelling of weakness – i am your animal
even if you turned me in to the pawnshop – i am your animal
blubbering like a babe – i am your animal
on the floor with a wet rag – i am your animal
when you sink me into hopelessness – i am your animal
bubbling up IN YOU – i am your animal
dissolving like sugar IN YOU – i am your animal
when you cut yourself and lick – i am your animal
you feel – the sweetness of your blood






not like vegetarians

i need to somehow yap it all out,
stutter, regurgitate, speak about

how i don’t fit into my family
how i’m flogged with whips of fire
by my amazon
and I don’t always know what for
how i squirm
like an idiot worm
slobbering over the furniture

how i go from pain to pain
how i slither from love to love
wanting to kiss everyone
like some hopelessly kind samurai
a drunken dog in a way

better to be a bad poet
and a good father, my son
better to be a rough poet
and a gentle father, my daughter

forgive me that sometimes
i can’t find room in our cage of bones
raving like an allergic man
whose skin is a sick insuppressible cynic
dancing with chairs unto madness
embracing sofas
speaking to the undersides of tables

i sneak into shadows as you ride home
like a bat out of hell, my amazon
I hide in my imagination
à la deviantART de Bernard Cornelis

weakened unto horror
deranged to the roots
i try to walk through walls
so that no one hears
so that no one sees

then Fratres bangs into my ears –
give me hope
and calm strength, Arvo Pärt –
in front of my eyes – Egon Schiele’s ghosts –
the world tears, and needles don’t sew
but poke and poke and poke

i want to be a hard cliff face, my son
i want to be a clear well, my daughter
i want to be your beloved, my amazon
less whipped
less prone to tear

i don’t know what to be in this meat grinder of love:
the tenderness of ground meat for burgers
that you will push away
or scraps of meat for beef stroganoff
for which you will go wild

forgive me that i am almost all yours
understand that i am truly
more than all yours

every cell in your body turns me on
my amazon
your every blow kills me
my love

are you not sorry for the death of love?
is love’s death sweet to you?

thank god i’ve got the gift of resurrection
something i picked out at the shrine
thank god i am immortal
because i’m crazy weak

better to be a weak poet
and a strong father, my son
better to be a screaming poet
and a listening father, my daughter

i want to be screaming, ground up
with you profaned, my amazon

anointed by your saliva
blessed by your kisses
buried in your fury
renewed in your smile

because you and i are one
because you and i are in this meat grinder of love
that snarls like the wolf’s insides

it is worth being happy after all
that we don’t look at each other
like vegetarians



Author's notes on "Huffin’ Rag Blues":

Steven Stapleton: founder and leader of the experimental music group Nurse with Wound
Huffin’ Rag Blues: an album of the aforementioned group, the gift of which I am grateful to Salias Noizas
Diana Rogerson: vocalist and wife of Steven Stapleton, also working with Nurse with Wound
Bunga bunga: a term invented in the Italian and Western European press to describe the parties and orgies of Silvio Berlusconi and Muammar Gaddafi

Author's notes on "Confessor":
Corvus Corax: the common raven
Big Lake: another name for Daugų lake, which really is big

Translated by Rimas Užgiris

http://vilniusreview.com/poetry/122-dainius-gintalas








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DIANA MARCELA GONZÁLEZ [20.108]

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DIANA MARCELA GONZÁLEZ

Diana Marcela González (Bogotá, Colombia). Es Ilustradora, ensayista y poeta. Insobornable fanática de la saga Star Wars ha tomado talleres de poesía en la Casa de Poesía Silva. Estudios en Ciencias Sociales, Trabajo Social, investigaciones sobre patrimonio cultural Inmaterial. En Mayo 2016 Primer puesto en el concurso de ensayo crítico en el marco del II Encuentro Internacional y VII Institucional Ciencias Sociales con el ensayo titulado: Qué significa construir pensamiento crítico en América Latina hoy, en septiembre de 2016 participa en el 7MO Salón de Ilustración Imagenpalabra con la pieza Le Pequines Fantôme en la Universidad Jorge Tadeo Lozano.

http://circulodepoesia.com/2017/04/poesia-colombiana-diana-marcela-gonzalez/




La poesía de John Coltrane

Por las calles de Harlem y de Haight-Ashbury se extiende el espíritu
de tan hermosa libertad que es ofrenda y entrega
lo más semejante a la muerte.




Acknowledgement

Se sirvió del jazz para hablarnos de la destemplanza del  tiempo
del camino hacia el milagro.
sus acordes se elevaron para alcanzar el amor supremo
su izquierda, la sangre que corre por un saxofón místico, frenético
que florece en luz, en fuego, en amor,
que a los mares impone el mantra de su voz, evitando el hundimiento
adentrándose en la máxima perfección de lo divino.




Resolution

Como el profeta iluminado que desciende de la montaña
recibe por revelación toda la música
su propósito
mantener encendida la tea de la vida
Impone un ritmo cósmico: Improvisaciones eternas,
Rompe la línea de la temporalidad de las alas del pájaro en el vuelo que es su sonido.
Con la esperanza de subir al cielo,
hizo del jazz
acordes estridentes
hojas de sonido  que rasgan el universo
vibraciones inexorables
que  sacuden al firmamento conmovido.




Pursuance

Errante, horadando el fulgor del mundo en los montes arcanos
Derribó estructuras para adentrarse en las laderas infatigables
de improvisaciones que son semejantes
a la espiral de fuego.
freejazz
Para ampliar el horizonte de la vida
De tal forma que el vuelo sea mayor
de alas de águila
de rayo infatigable que es rosa del sonido.




Psalm

Bajo su saxofón, todo
Plegarias que suben, sonidos hondos, fundidos
Furias insospechadas
de astros, de cielo.
Su saxo se alza y observa al creador del alma
Crece
de luz, vuela.
Ha encontrado la unidad que es poema
Poema que es jazz.





En Nombre de la Miseria

Fue hombre con la facultad y la potestad del arte,
Poderoso Charlie Bird Parker
La locura siniestra y agazapada en un oscuro pozo le encontró,
Será porque era un maestro con un saxo de plástico y  solo con el caos de la  improvisación.
En todo caso hablo en nombre de la miseria,
de la pequeña miseria que al final trituro los huesos de su vida,
Y aunque en Nueva York encontró el esplendor de su carrera,
la locura diestra como los ejércitos del implacable corso
hasta allí lo siguió y colgó en la horca de los días solitarios.
Bebop
Las  poderosas notas agudas de sus acordes,
Serán porque quiso corregir con intensas progresiones armónicas
La durísima opacidad del mundo.
será porque sus obras existieron solo para el futuro.
Será porque hizo una larga fila en las puertas de la muerte,
Será porque quiso ser vencido que invoco a la heroína que lo acompaño toda su vida.
Un quemado Prometeo visitado por negros cuervos que le susurraron antes de obligarlo a
suicidarse:
-No tiene caso, la miseria nunca terminará  –
y se lo hicieron creer, y lo forzaron a repetírselo,
más no lo consiguieron.
Esta frase maldita quedo como símbolo
del soberbio pájaro que venció a Dizzy  Gillespie
De la personalidad hundida y frágil,
del perseguidor de Cortázar.
será porque era divino,
Que con la habilidad de sus obras nos dejó como obsequio a la posteridad
las melodías más hermosas que el entendimiento del jazz haya llorado.
Será porque era sublime,
Que en nombre de la miseria hizo de la sordidez de las esquinas del ghetto
y las habitaciones paupérrimas una obra purísima y honda de belleza.





Cartografía

Si mi vida fuera un mapa donde estuvieran trazados los ríos y las llanuras con los poemas de Federico García Lorca no me aterraría levantarme cada mañana,
La sombra de la vida se alimentaria del susurro de los gitanos que cantan en las noches
– el poeta no ha muerto-,
Si  mi vida fuera un mapa de la poesía de Lorca,
tendría una casa grande habitada por cinco hermanas, una luna de sangre que iluminaría el patio,
Calles cargadas por los recuerdos de la guerra que un poeta quería olvidar en Nueva York.
Si los días de mi vida estuvieran hechos de flamenco y duende,
laberintos de poesía habitarían el poema en las noches
Si los poemas de la noche habitaran las horas con cartografías de flamencos eternos y no con fusiles oxidados…
-La Poesía  tendría el poema-,
-La poesía tendría al poeta-.










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MARK WUNDERLICH [20.109]

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Mark Wunderlich

Mark Wunderlich nació en Winona, Minnesota y creció en la ciudad rural de Fountain, Wisconsin. Asistió al Institut für Deutsche Studien del Concordia College y más tarde a la Universidad de Wisconsin, de donde recibió un BA en Literatura Alemana e Inglés. Wunderlich obtuvo una Maestría en Bellas Artes de la Escuela de Artes de la Universidad de Columbia, donde estudió con JD McClatchy, William Matthews y Lucie Brock-Broido, entre otros. 

El primer libro de Wunderlich, The Anchorage, fue publicado en 1999 por la University of Massachusetts Press y recibió el Lambda Literary Award. Su segundo libro, Voluntary Servitude, fue publicado por Graywolf Press en 2004. Un tercer volumen de poemas titulado The Earth Avails, fue publicado en 2014 y recibió el Premio Rilke 2015 de la Universidad del Norte de Texas. El libro es actualmente finalista para el Premio Kingsley Tufts. Ha publicado poemas individuales en The Paris Review, Yale Review, Slate, Tin House, Poetry, Ploughshares, Boston Review y otros. Su trabajo ha sido incluido en más de treinta antologías y ha aparecido en NPR's All Things Considered. Su trabajo ha sido traducido al italiano, al búlgaro y al sueco. 

Como profesor, Wunderlich ha enseñado en los programas de escritura de posgrado en la Universidad de Columbia, el Sarah Lawrence College, la Universidad de Ohio y la Universidad Estatal de San Francisco. Ha impartido cursos de escritura y literatura en la Universidad de Stanford, Barnard College y Stonehill College. Desde 2003 ha sido miembro de la Facultad de Literatura en el Bennington College en Vermont, donde también sirve como miembro de la facultad central en los Seminarios de Graduación. En 2012 fue nombrado Director de Poesía en Bennington, una serie de lecturas en el campus, conferencias y residencias cortas de prominentes poetas estadounidenses e internacionales. Es miembro de la facultad e invitado regular del programa de escritura de posgrado en la Escuela de la Universidad de Columbia de las Artes, División de Escritura. 

Wunderlich es receptor de una beca de Wallace Stegner de la universidad de Stanford donde también sirvió como conferenciante de Jones. Recibió dos becas del Centro de Trabajo de Bellas Artes en Provincetown, así como becas del National Endowment for the Arts, del Massachusetts Cultural Council y del Amy Lowell Trust. También es el ganador del Premio de escritores en el trabajo, el Premio Jack Kerouac y becas de la Conferencia de Escritores de Pan de Pan y la Colonia de MacDowell. En 2012 recibió un Premio Editor de la Missouri Review y también fue seleccionado para una residencia en el Arteles Creativity Center en Hämeenkyrö, Finlandia. En 2014 fue miembro de la Fundación Civitella Ranieri. 

Como Administrador de Artes, ha trabajado para la Academia de Poetas Americanos, la Sociedad de Poesía de América, Poetas y Escritores, el Centro de Poesía de la Universidad de Arizona, donde fue Director Interino y la Conferencia de Escritores de Napa Valley. Actualmente preside el Consejo Asesor Artístico de la Colonia Millay para las Artes en Austerlitz, Nueva York. También es miembro de la Junta Asesora de Noemi Press. 

Wunderlich vive en el valle de Hudson de Nueva York cerca de la aldea de Catskill. 


El Dios de la Nada

Mi padre se cayó del bote.
Su equilibrio había estado fallando por un tiempo.
Había ido en el bote con su perro
cazador de patos a un pantano, cerca de Trempealau, Wisconsin.
No había nadie cerca,
excepto por el nervioso granjero que limpiaba el desagüe en el establo
–sordo de un oído por culpa de años junto a las máquinas–,
y que estaba casi a un kilómetro de distancia.
Mi padre se cayó del bote
y el agua se arremolinó a su alrededor, llenó
sus vadeadores y lo arrastró hasta el fondo.
Descendió en un agua rala como un mal café.
El perro se lanzó al agua,
creyendo quizás que era un juego.
Debo corregirme –los perros no piensan como nosotros–,
ellos reaccionan, y la reacción del perro
fue nadar alrededor de la cabeza de mi padre.
Esta no es una historia tranquilizadora
sobre un perro que ladra para pedir ayuda,
o que chupetea la cara de mi padre para animarlo
a mantenerse a flote. El perro finalmente se cansó y nadó a la orilla
para olfatear entre la hierba, disfrutar su nueva libertad
de los cuidados de su amo,
indiferente a la situación de mi padre.
El agua estaba fría, eso lo sé,
y mi padre siempre había sido friolento.
Que él estaba muy frío es una certeza, aunque
nunca le he preguntado sobre este suceso.
No sé cómo logró salir del agua.
Creo que el granjero salió a buscarlo
después de que mi madre lo llamara apurada y condujera
hasta la granja después de que mi padre no regresara a casa.
Mi madre me contó de este suceso en voz baja,
tapando con su mano el teléfono e intercalando
divertidos non sequiturs para no ser escuchada.
Admitir la enfermedad de mi padre
habría provocado la ira del Dios de la Nada,
que llega corriendo cuando escucha una voz temblorosa
para barrer al débil con su aliento sin amor, helado.
Pero ese dios había sido llamado antes,
durante una época en la cual plantó una semilla en el cerebro de mi padre,
que creció, congeló su lengua,
le robó su equilibrio.
El dios estaba ahí cuando mi padre cayó del bote,
susurrando desde una madriguera en su cerebro,
y fue ahí cuando mi madre, percatándose del momento,
supo que algo estaba mal. Este dios es un dios frío,
un dios hambriento, egoísta y con mala vista.
Este dios tiene la cabeza de un perro.


Presentamos el poema “El Dios de la Nada”, del autor estadounidense Mark Wunderlich (Minnesota, 1968), en versión del escritor costarricense Gustavo Solórzano-Alfaro. 

http://circulodepoesia.com/2017/04/poesia-norteamericana-mark-wunder/


The God of Nothingness

My father fell from the boat.
His balance had been poor for some time.
He had gone out in the boat with his dog
hunting ducks in a marsh near Trempealeau, Wisconsin.
No one else was near
save the wiry farmer scraping the gutters in the cow barn
who was deaf in one ear from years of machines—
and he was half a mile away.
My father fell from the boat
and the water pulled up around him, filled
his waders and this drew him down.
He descended into water the color of weak coffee.
The dog went into the water too,
thinking perhaps this was a game.
I must correct myself—dogs do not think as we do—
they react, and the dog reacted by swimming
around my father’s head. This is not a reassuring story
about a dog signaling for help by barking,
or, how by licking my father’s face, encouraged him
to hold on. The dog eventually tired and went ashore
to sniff through the grass, enjoy his new freedom
from the attentions of his master,
indifferent to my father’s plight.
The water was cold, I know that,
and my father has always chilled easily.
That he was cold is a certainty, though
I have never asked him about this event.
I do not know how he got out of the water.
I believe the farmer went looking for him
after my mother called in distress, and then drove
to the farm after my father did not return home.
My mother told me of this event in a hushed voice,
cupping her hand over the phone and interjecting
cheerful non sequiturs so as not to be overheard.
To admit my father’s infirmity
would bring down the wrath of the God of Nothingness
who listens for a tremulous voice and comes rushing in
to sweep away the weak with icy, unloving breath.
But that god was called years before
during which time he planted a kernel in my father’s brain
which grew, freezing his tongue,
robbing him of his equilibrium.
The god was there when he fell from the boat,
whispering from the warren of my father’s brain,
and it was there when my mother, noting the time,
knew that something was amiss. This god is a cold god,
a hungry god, selfish and with poor sight.
This god has the head of a dog.




Mark Wunderlich

Mark Wunderlich was born in Winona, Minnesota and grew up in rural Fountain City, Wisconsin. He attended Concordia College's Institut für Deutsche Studien, and later the University of Wisconsin from which he received a BA in German Literature and English. Wunderlich earned a Master of Fine Arts from Columbia University's School of the Arts Writing Division where he studied with JD McClatchy, William Matthews and Lucie Brock-Broido, among others. 

Wunderlich's first book, The Anchorage , was published in 1999 by the University of Massachusetts Press, and received the Lambda Literary Award. His second book, V oluntary Servitude , was published by Graywolf Press in 2004. A third volume of poems titled The Earth Avails , was published in 2014 and received the 2015 Rilke Prize from the University of North Texas. The book is currently a finalist for the Kingsley Tufts Award. He has published individual poems in The Paris Review , Yale Review , Slate , Tin House , Poetry , Ploughshares , Boston Review and elsewhere. His work has been included in over thirty anthologies and has been featured on NPR's All Things Considered . His work has been translated into Italian, Bulgarian and Swedish. 

As a teacher, Wunderlich has taught in the graduate writing programs at Columbia University, Sarah Lawrence College, Ohio University and San Francisco State University. He has taught undergraduate writing and literature courses at Stanford University, Barnard College and Stonehill College. Since 2003 he has been a member of the Literature Faculty at Bennington College in Vermont where he also serves as a member of the core faculty in the Graduate Writing Seminars. In 2012 he was named the Director of Poetry at Bennington —a series of on-campus readings, lectures and short residencies by prominent American and international poets. He is a regular guest faculty member of the graduate writing program at Columbia University School of the Arts, Writing Division. 

Wunderlich is the recipient of a Wallace Stegner Fellowship from Stanford University where he also served as a Jones Lecturer. He received two fellowships from the Fine Arts Work Center in Provincetown, as well as fellowships from the National Endowment for the Arts, the Massachusetts Cultural Council and the Amy Lowell Trust. He is also the recipient of Writers at Work Award, the Jack Kerouac Prize, and a fellowships from the Bread Loaf Writers Conference and the MacDowell Colony. In 2012 he received an Editor's Prize from the Missouri Review and was also selected for a residency at the Arteles Creativity Center in Hämeenkyrö, Finland. In 2014 he was a fellow at the Civitella Ranieri Foundation. 

As an Arts Administrator, he has worked for the Academy of American Poets, Poetry Society of America, Poets & Writers, the University of Arizona Poetry Center where he was Acting Director, and the Napa Valley Writers Conference. He currently chairs the Artistic Advisory Board at the Millay Colony for the Arts in Austerlitz, New York. He also serves on the Advisory Board of Noemi Press. 

Wunderlich lives in New York's Hudson Valley near the village of Catskill. 



Coyote, with Mange 

Oh, Unreadable One, why 
have you done this to your dumb creature? 
Why have you chosen to punish the coyote 

rummaging for chicken bones in the dung heap, 
shucked the fur from his tail 
and fashioned it into a scabby cane? 

Why have you denuded his face, 
tufted it, so that when he turns he looks 
like a slow child unhinging his face in a smile? 

The coyote shambles, crow-hops, keeps his head low, 
and without fur, his now visible pizzle 
is a sad red protuberance, 

his hind legs the backward image 
of a bandy-legged grandfather, stripped. 
Why have you unhoused this wretch 

from his one aesthetic virtue, 
taken from him that which kept him 
from burning in the sun like a man? 

Why have you pushed him from his world into mine, 
stopped him there and turned his ear 
toward my warning shout? 






Amaryllis

after Rilke


But of all that will fade; on the table is the amaryllis, 
pushing its monstrous body in the air, 
requiring no soil to do so, having wound 
two seasons' rot into a white and papered bulb, 
exacting nutrition from the winter light, 
culling from complex chemistry the tints 
and fragments that tissue and pause and build 
again the pigment and filament. 
The flower crescendos, toward the light, 
though better to say despite it, 
gores through gorse and pebble 
to form a throat, so breakable, open 
with its tender pistils, damp with rosin, 
simple in its simple sex, to burn and siphon 
itself in air. Tongue of fire, tongue 
of earth, the amaryllis is the rudiment 
of form itself, forming its meretricious petals 
to trumpet and exclaim.

How you admire it. How you see it vibrate 
in the draft, a song it is, a complex wheel 
bitten with cogs, swelling and sexual, 
though nothing will touch it. You have forced it 
to spread itself, to cleave and grasp, 
remorseless, open to your assignments— 
this is availability, this is tenderness, 
this red plane is given to the world. 
Sometimes the heart breaks. Sometimes 
it is not held hostage. The red world 
where cells prepare for the unexpected 
splays open at the window's ledge. 
Be not human you inhuman thing. 
No anxious, no foible, no hesitating hand. 
Pry with fiber your course through sand, 
point your whole body toward the unknown, 
away from the dead. 
Be water and light and land, 
no contrivance, no gasp, no dream 
where there is no head.





The Corn Baby 

They brought it. It was brought 
from the field, the last sheaf, the last bundle 

the latest and most final armful. Up up 
over the head, hold it, hold it high it held 

the gazer's gaze, it held hope, did hold it. 
Through the stubble of September, on shoulders 

aloft, hardly anything, it weighed, like a sparrow, 
it was said, something winged, hollow, though 

pulsing, freed from the field 
where it flailed in wind, where it waited, wanted 

to be found and bound with cord. It had 
limbs, it had legs. And hands. It had fingers. 

Fingers and a face peering from the stalks, 
shuttered in the grain, closed, though just a kernel 

a shut corm. They brought him and autumn 
rushed in, tossed its cape of starlings, 

tattered the frost-spackled field. 




Gebet eines Ehemannes (A Husband's Prayer)

You, author of all wonders, 
shown to us by your many prophets

and instruments—our own shoemaker's daughter, 
illiterate and bent, who proclaims from her special chair

in the meetinghouse, who reminds us to be humble, 
and not aspire above our station,

to find beauty in utility, and to beware idolatry— 
you who chose to provide me with a spouse,

and a house, a barn and sheds, gardens, 
a small orchard, a field rich with clover,

hives humid and speckled with pollen, 
and who finds the greatest satisfaction

when we attend to three responsibilities: 
to be a brother to another, to be a good

and kindly neighbor, to move through the world 
with a mate; give me strength.

From the coolest and boggiest portion 
of my heart, my worries multiply as spores

canker the apple leaf. My mate, 
though weak, is there to help me

set aside my burdens, if only I could 
describe them into the space between our pillows

at night. When thistles spring up in the field 
of our marriage, when the noxious vine

twines onto the maple, let us pull it up 
by its roots. When I gaze upon the gothic script

tattooed on the young gardener's brown stomach, 
strain to read it as it moves, remind me

my own name is written in the mind of another 
however faint.

Let that be enough. Let me not dwell 
on our weaknesses, on our smells, our shedding

skin and hair. There is a small chalet 
somewhere on the cool green pasture

of an alp where we shelter, our heads 
on the striped ticking, our hands

barely touching as we sleep.





A Servant's Prayer

Oh Tenderhearted, O Kindhearted,
you who have spared us from eternal servitude,
by torturing and killing your only child,
we know what you can do.
Only you can spare us
from a world in which the Creature
presses his stinking hoof to our neck,
the tyrant who supervises a petty bureaucracy
rich with oil and other filth, covers his sow-bride's
fat Bahama-tanned paw with a crust of diamonds.
You have chosen to keep me in a state
of service, beholden to a mustachioed czarina
isolated and confused and grandiose,
which is, I confess, a trial.
I beg you, assuage my bitterness.
Help me to know that this is your will,
and help keep me from resenting
those, who despite their meager talents,
their pettiness and appetite for derision,
wield power over me. My service here
though of this world, is not meant for this world
bent of uglification and strife.
Part the curtain and let me glimpse
your gleaming hem.
Remind me that behind this knotted tapestry
of tasks and humiliations
is a shining world that must remain hidden
so it may remain unspoiled. When Misti
severed her thumb and wrapped it
is a swaddle of cloth, afraid to tell management
lest she lose her job, I glimpsed you,
there at the pearly bone flush with crimson,
beautiful and fragile and lit with the pain
of our kind. At the hospital, she was made whole
again, though I'm certain she bears the scar to this day,
though you were secreted, once again,
beneath the surgeon's arrogant work.
I am grateful for the power in my body;
help guard it from poisons, keep my sleeve
far from the spinning shaft, my skin free from
tick bites, stray dogs, the mule's twisting
ivory teeth. Help me keep my strength,
and practice diligence and mercy,
like your son, sawing and swinging his hammer,
walking home on dusty feet
to a meal someone worked all morning
to prepare.




The Earth Avails

"Taken as a whole, The Earth Avails reads as a remarkably cohesive narrative that can be taken as a kind of spiritual biography of a specific time on earth. Making becomes vital to the poems and their meanings, in other words. And the making involves the poet moving out of the way and surrendering to the subject matter, which makes the poem bigger. The “I” is consciousness, or perhaps greater good, more than it is autobiographical impulse." 

Michael Klein, The Boston Review
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Voluntary Servitude

"If we seek poems that stun us out of our own miseries, Mark Wunderlich's Voluntary Servitude is a book we should turn to. In his first collection The Anchorage , Wunderlich established himself as a champion of the homoerotic, and the certainly homoerotic servitude and domination are at the core of this second volume as well; however, this book reveals Wunderlich as a poet in command of archetypal themes that are much more widely inclusive, archetypes that slither with sensual innuendo but that struke at the core of any dream-haunted reader." 

RG Evans, The Literary Review
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The Anchorage

"Mark Wunderlich's first book, The Anchorage , is a vigorous, necessary attempt to make our words catch up with your changing world: "This is America--beetles clustered with the harvest, dust roads trundling off at perfect angles, and signs proclaiming unbearable roadside attractions." The poems are extravagantly--perhaps I would say fiercely--autobiographical. The self-consciousness with which the poet starts touts the exuberant joys of the promiscuous, almost universal, body and its uncountably possible connections, sometimes violent--"the heaving back, the beard, the teeth at the throat"--and sometimes distanced by being placed in a minority social context, itself set in the geography of the prevailing society..."

FD Reeve, Poetry








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LI CHENG'EN [20.110]

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LI CHENG'EN

Li Cheng’en, poeta china, escritora, directora de documentales, proviene de la provincia de Anhui, actualmente vive en Beijing y es miembro de la Asociación de Escritores de China.

La poeta tiene publicadas antologías poéticas tituladas Bianhe, Bianhe (2008), Conciencia en la brisa primaveral (2009), Pueblo Pabellón Alto (2010), el Estanque (2012), el Zorro roba la imaginación (2014), Lámpara de manteca (2014), Cuidar las ideas(2016)y colecciones de ensayos como Niños de la civilización (2008), Escribir es el estudio fotográfica de mi alma (2012) y la Antología de Li Cheng´en (2015, formato en multimedia) y entre otras obras. 

Ha sido premiada como una de “los diez poetas jóvenes sobresalientes de la China contemporánea” (2011) y ganadora de la medalla de oro ´´la generación posterior´´ de la Poesía para los Jóvenes en la Festival de Poesía de la Orilla Dorada del Río Amarillo de la provincia de Ningxia (2011). La poeta ha lograda además el Premio de Poesía de la China Contemporánea (2012), el Premio Anual de la Poesía Pionera de la Selección de poesías (2014), el Premio de la Poesía Li Bai (2014) y la Mejor Poeta del Premio de Poesía de Anhui, etc.

Li Cheng’en fue seleccionada en 2015 como poeta para el primero Banco de talentos artistas y culturales de juventud y de edad mediana de la capital del país. Algunas obras suyas se han traducido al inglés, francés y alemán. En los años 2013 y 2014, la poeta fue invitada a países como Alemania, Francia, Cuba para participar en Lectura de Poesía y otras actividades literarias.

https://festivaldepoesiademedellin.org/es/Festival/27/News/Li.html



El Río Bianhe, el pez

El Río Bianhe, lava toda alegría de la adolescencia
Así que estoy cristalina y clara, nunca traigo la tristeza en el pueblo forastero
Me quedo adaptada a cualquiera que me toque

El Río Bianhe, en el que la jovencita pesca
Son delgados y pequeños los peces, delicados como la poesía antigua
Solo los sostengo en la mano

El Río Bianhe, los peces tuyos
son demasiado pequeños, pero muy vivos y animados, igual a mi adolescencia
Estuve muy pequeña, delicada, sin hueso

El Río Bianhe, cuya agua no se alteró nada durante los 18 años
Pero cambié de tono hace mucho tiempo, sin darme cuenta
¿En el habla del río Bianhe los peces siguen vivos y animados como los jovencitos?

El Río Bianhe, en donde los peces pequeños saltaron de la superficie del agua
Los que dan vueltas en el sueño después de quince años, son todos delgados que se han alejado de la tierra natal
Así que las poetas en los ojos de ustedes, todas resplandecen como agua con luz.

Traducción de Yang Hong 




Encender la luz en la oscuridad

Cuanta oscuridad hay en el mundo
tanta luz la quiero encender 

Cuantos templos hay en el altiplanicie
tantas veces me voy a arrodillarse y tocar el suelo con la frente *

El hombre
aprenderá
a arrodillarse hacia el altiplanicie
y aprenderá
a sacar el corazón
empapado de aceite 
para encender la luz

Homenaje chino, de origen budismo, para brindar la admiración.

Traducción de Li Ni











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KARINA MEDINA [20.111]

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KARINA MEDINA

Karina Medina (Lima 1986) He venido desarrollándome como artista desde muy niña. En la primaria solía hacer imitaciones y pequeñas muestras teatrales que solían dar risa. En la secundaria me di cuenta que realmente debía contraer matrimonio con la actuación.

En el 2003 ingresé a la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas e intente estudiar publicidad por intereses económicos a largo plazo.

Desistiendo luego de esa idea, en el 2006 postulé a la Escuela Nacional Superior de Arte Dramático a la carrera de Pedagogía Teatral. Ese mismo año pasé a ser parte del colectivo multidisciplinario “Cultural Moiras” y formé parte por unos meses de “Mimesis”, un grupo teatral que hace obras infantiles.

Mientras todas estas cosas se daban, la poesía se volvió mi amante consiente.

En el 2008 decidí estudiar Teología en la Academia Internacional ELOHIM y luego de cinco años decidí retomar la Pedagogía Teatral.
En la actualidad me desempeño como profesora de teatro y promotora cultural en mi distrito de Los Olivos. Tengo un hijo de 2 años y un bondadoso esposo.




POEMAS:

Cómo nos gusta

El boom de sus corazones adolescentes
Ha mostrado su máximo apogeo
y las redes sociales sienten las cosquillas
que les permiten seguir vivas
bajo los versos joviales
que buscan trascender.
Más likes no nos vuelven poetas
Porque los comentarios son contra protesta
Y el ahínco se ve en trabajo
Del lenguaje que está guardado
Entre los dedos del climax de la expresión.
El romántico activista
Escribió un libro hace unas lunas
Y el izquierdista realista
Nuestro pellejo quiere esconder
¡Pero si! todo vía web
Porque así lo manda la orden del día.
Así nos quieren vender
Pero ¡cómo nos gusta el panfleto!
¡Cómo nos gusta el cliché!
¡Cómo nos gusta perder el tiempo!
Sintiéndonos escritores
De lápiz, lapicero y papel.
Y los editores
¡Pobres! ¡Pobres!
Abren revistas
Sintiéndose fieras,
Sintiéndose fuertes.





Invisible

Has colgado en el viejo perchero
tus años mozos en el malecón
en los que coqueteabas al abuelo
y te ganabas su atención.
Hermosura exótica
caminabas cual desnudez
y el aroma de tus cabellos
se han quedado inmersos
en la parsimonia de tus años,
perdiéndose cual leyenda,
volviéndose tan invisible,
desapareció tu corazón.
El olor a cigarrillo
de morena canela
que arrastraba tus vestidos
y el suave brillo de tu piel
que lucía cual arena
del muelle "San Gael",
se han quedado cual imagen
impregnada en el cristal
de tu sucia ventana
de tu arrimada habitación
en la que tus hijos
te han echado
porque la carga de tu cuerpo
se ha vuelto anciana
y ya no eres la hermosura y esplendor
que en antaño
el pueblo admiraba.
¿Dónde estás abuela?
¿Por qué ellos te desprecian?
Sacrificio olvidado,
inconsciencia a flor de piel,
absurdo desprecio
y desencajado desamor.
¿Qué has criado?
A ¿qué engendros tu útero
despidió al parir?
Te han dejado sola en medio del malecón
que es tu sala de espera
en la casa del teatrón,
dónde tus nietos juegan
pero no te miran,
donde tus hijos cantan,
pero no te hablan,
donde tus gatos maúllan
y los perros te husmean,
como a la so-sobra de tu aliento exprimido.
Ya estas muerta, anciana
aunque aún no compraron ataúd.
No eres musa
ni sirena
en el muelle
ni en el callejón.
Tratando de andar contigo en sus espaldas
avanza la vida de los tuyos,
llevándote con ellos cual carga,
vil y despreciable,
olvidando el dolor
de tu viejo corazón.





Cliché P.O.E.T.I.C.O

El kril de mi interno tiburón
es el panfleto sistematizado
de mi poesía diaria
que ha estado oculta por nueve años.
He sido prófuga de mi misma
y mi palabra de mi ensimismado proceder
por las gracias de Dios
y por mi complejo aceta.
Unos cuantos días escribí en un papel
calca
(así se decía en los ochentas)
Pero luego morí.
Cuando solía suicidarme
los versos me miraban aburridos
y el color azul de sus h's parlanchinas
guardaban su silencio.
En un trance del renacimiento
mis poesías hablantinas
se abrazaron como cursis melodías
pero esto no es más que un cliché.





Locura o libertad

Los pequeños trances de los hombres,
en distintas dimensiones
en las que sus miembros se encuentren,
los transforma en seres libres.
Yo sé Enrique,
que la locura
nunca tuvo maestro,
pero ese doctorado en desborde,
ha destronado mi ahorro de alegría.
La calle
Se vuelve un mar orates
y caída doña tarde,
los cuerpos sienten agonía
y la razón llega al destierro.





Remembranza de Marzo

-A mi hermana Pamela-

Bajo un rojo algarrobo de Piura
nuestra casa cobra figura
y los dulces recuerdos de nuestra niñez
han tomado asiento con suma rapidez.

Pequeña hermana mía,
te cargaba en mis brazos y llorabas...¡llorabas!.
... Con en el reflejo del sol, tu piel brillaba
y cuidábamos de ti, todos nos cuidábamos.

Las antiguas y gigantes risas de verano en la piscina
han resonado después de tantos años.
Y el viejo patio con escalera a la derecha
despide a nuestra amiga que por el muro se endecha.

Aun parece que te veo
por tu habitación al lado del baño,
en la cocina, en la escalera bailando
o para una foto posando.

Hemos caminado tres cándidas niñas
- "¡Porque es la más chiquitita de la casa!" papá decía.
Y nuestro infante blanquiñoso nacía
siendo cuatro hijos, la familia crecía.

Tu cara de sorpresa me acuerdo Pamela
el día que nacer de nuevo todos decidimos,
- "¡Ya pues hijas...!" mamá decía
cuidando el alma a priori.

Y papá ¡cuánta ternura!
pagar la ceremonia gratuita quería,
tu ingenuo rostro reía y reía,
y tu alma tan solo llegar a Sion quería.

Los marzos han hecho su desfile colosal
y mi corazón cuando escribe estos versos
no concibe que el tiempo
sea tan perverso!!!

¿Cómo podría hacer? ¿Cómo?
detrás del sol han quedado mis oportunidades,
regresar el tiempo quisiera
para que tu hermana mía entiendas
que te amo más, cada día más...cada día.

He invocado a los Dioses en este día 
para que hoy 29 acontescan las alegrias
con la familia, con tus amigos
y por supuesto con la humilde Camila.

Démonos un abrazo a la distancia,
beilemos juntos los seis de nuevo,
como los años pasados.

¿Pamela? ¿estás ahí? 
te hablo desde lejos
¡No os preocupéis!
Pronto volveré y nos diremos como en el cielo
¡Cuánto y cuánto nos queremos!










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JOHN BROOKS WHEELWRIGHT [20.112]

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John Brooks Wheelwright

John Brooks Wheelwright (a veces Wheelright) (9 septiembre 1897 a 13 septiembre 1940) fue un poeta estadounidense. Pertenecía a la poética de vanguardia de la década de 1930 y fue marxista, miembro fundador del trotskista Partido de los Trabajadores Socialistas en los Estados Unidos. Era bisexual. Murió después de ser golpeado por un automóvil en la intersección de Beacon St. y la Avenida Massachusetts en las primeras horas de la mañana del 13 de septiembre 1940.

Wheelwright era descendiente del clérigo del siglo XVII John Wheelwright por parte de su padre y del gobernador de Massachusetts del siglo XVIII John Brooks por parte de su madre. Estudió en la Universidad de Harvard y en el Instituto Tecnológico de Massachusetts antes de practicar como arquitecto en Boston. Fue editor de la revista Poetry for a Dime.

Obras 

(ed.) A History of the New England Poetry Club, 1932.
Rock and Shell: Poems 1923-1933, 1933.
Mirrors of Venus: A Novel in Sonnets, 1914-1938, 1938.
Political Self-Portrait, 1940
Selected Poems, 1941.
Collected Poems, ed. Alvin H. Rosenfeld, 1972.





John WHEELWRIGHT, «Why must you know?», Collected Poems. 



Estos dos poemas de John Wheelwright fueron tomados de sus Collected Poems, publicados por New Directions en 1971.


¿POR QUÉ TIENES QUE SABERLO?

para Ethel Ripley Thayer

–¿Qué fue eso que escuchamos
caer sobre la nieve?
–“Era un pájaro congelado.
¿Por qué tienes que saberlo?”
Toda la aburrida tierra sabe lo bueno
que es el aire, con garras y alas,
lágrimas por las preguntas dispersas
que arden en el fuego de nuestra sangre.”
–Deja que las garras y el pico del aire
se lleven mis acciones lejos, 
donde ninguna primavera deshiela
la escarcha para sus semillas”.
–“Uno podría descifrar cada sonido
que la sangre circulante podría decir
que escuchó la sílaba diurna
al yacer muy pegado al suelo”.
–“Mi carne, mis huesos y tendones
Podrían ahora discernir
las aguas ocultas en ti
Tierras y aguas que arden”.
–“Aquel que regresa a la tierra
halla consuelo en su peso, y hondo
escucha la sangre siempre sostener
el silencio entre las gotas de lluvia”.





FAMILIAR

para James Laughlin IV

Oh, dorado palacio estatal de Boston; ¡oh, reluciente cabello irlandés!
Vi a Lady Bountiful dando un paseo bajo la clara luz del sol.
Una chica atractiva, si no tuviera labios en lugar de párpados.
Pensé haber visto a dos personas distintas, y me confundí.
Verás, esto fue lo que pasó... Lady Bountiful iba modesta, incluso elegantemente
vestida en dos dimensiones, pero la sombra de Lady Bountiful
tenía tres dimensiones, y se arrastraba detrás de ella como
el hedor de los eructos de un carterista de sirvientas galesas.





WHY MUST YOU KNOW?

For Ethel Ripley Thayer

–“What was that sound we heard
fall on the snow?”
–“It was a frozen bird. 
Why must you know?
All the dull earth knows the good 
that the air, with claws and wings 
tears to the scattered questionings 
which burn in fires of our blood.”
–“Let the air’s beak and claws
carry my deeds 
far, where no springtime thaws 
the frost for their seeds.”
–“One could fathom every sound 
that the circling blood can tell 
who heard the diurnal syllable, 
while lying close against the ground.”
–“My flesh, bone and sinew 
now would discern 
hidden waters in you 
Earth, waters that burn.”
–“One who turns to earth again
finds solace in its weight; and deep 
hears the blood forever keep 
the silence between drops of rain.”






FAMILIAR

For James Laughlin IV

O, gilded Boston State House; O, gleaming Irish hair!
I saw Lady Bountiful taking a walk in clean sunlight.
A goodlooking girl, if only she hadn’t lips for eyelids.
I thought I saw two persons, and I got all mixed up.
You see, it was this way…Lady Bountiful was modestly, even stylishly
dressed in two dimensions. But Lady Bountiful’s shadow
had three dimensions, and crept behind like
pickpocket stenches of belches of Welch wenches.

Traducción: RODRIGO OLAVARRÍA
http://sunrecords.blogspot.com.es/





Fish Food

you drank deep as Thor, did you think of milk or wine?
Did you drink blood, while you drank the salt deep?
Or see through the film of light, that sharpened your rage with
its stare,
a shark, dolphin, turtle ? Did you not see the Cat
who, when Thor lifted her, unbased the cubic ground?
You would drain fathomless flagons to be slaked with vacuum
The sea's teats have suckled you, and you are sunk far
in bubble-dreams, under swaying translucent vines
of thundering interior wonder. Eagles can never now
carry parts of your body, over cupped mountains
as emblems of their anger, embers to fire self-hate
to other wonders, unfolding white flaming vistas.
Fishes now look upon you, with eyes which do not gossip.
Fishes are never shocked. Fishes will kiss you, each
fish tweak you; every kiss takes bits of you away,
till your bones alone will roll, with the Gulf Stream's swell.
So has it been already, so have the carpers and puffers
nibbled your carcass of fame, each to his liking. Now
in tides of noon, the bones of your thought-suspended structures
gleam as you intended. Noon pulled your eyes with small
magnetic headaches; the will seeped from your blood. Seeds
of meaning popped from the pods of thought. And you fall. And
the unseen
churn of Time changes the pearl-hued ocean;
like a pearl-shaped drop, in a huge water-clock
falling; from came to go, from come to went. And you fell.
Waters received you. Waters of our Birth in Death dissolve you.
Now you have willed it, may the Great Wash take you.
As the Mother-Lover takes your woe away, and cleansing
grief and you away, you sleep, you do not snore.
Lie still. Your rage is gone on a bright flood
away; as, when a bad friend held out his hand
you said, "Do not talk any more. I know you meant no harm."
What was the soil whence your anger sprang, who are deaf.





Train Ride

For Horace Gregory

After rain, through afterglow, the unfolding fan
of railway landscape sidled on the pivot
of a larger arc into the green of evening;
I remembered that noon I saw a gradual bud
still white; though dead in its warm bloom;
always the enemy is the foe at home.
And I wondered what surgery could recover
our lost, long stride of indolence and leisure
which is labor in reverse; what physic recall the smile
not of lips, but of eyes as of the sea bemused.
We, when we disperse from common sleep to several
tasks, we gather to despair; we, who assembled
once for hopes from common toil to dreams
or sickish and hurting or triumphal rapture;
always our enemy is our foe at home.
We, deafened with far scattered city rattles
to the hubbub of forest birds (never having
"had time" to grieve or to hear through vivid sleep
the sea knock on its cracked and hollow stones)
so that the stars, almost, and birds comply,
and the garden-wet; the trees retire; We are
a scared patrol, fearing the guns behind;
always the enemy is the foe at home.
What wonder that we fear our own eyes' look
and fidget to be at home alone, and pitifully
put of age by some change in brushing the hair
and stumble to our ends like smothered runners at their tape;
We follow our shreds of fame into an ambush.
Then (as while the stars herd to the great trough
the blind, in the always-only-outward of their dismantled
archways, awake at the smell of warmed stone
or the sound of reeds, lifting from the dim
into the segment of green dawn) always.




Seed Pods 

Where the small heads of violets
are shrunk to smaller skulls, 
in meadows where the mind forgets
its bull fights and its bulls; 
the dust of violet or rose
relinquishes its scent
and carries with it where it blows
a lessening remnant
of heresies in equipoise
and balanced argument
with which the mind would have refleshed
the flower's skeleton, 
but that it found itself enmeshed
in the web of oblivion.
Therefore, when Gabriel sound the horn
and dust rise through the ground, 
our flesh shall turn, on our last morn
fleshless as the horn's sound. 




Paul And Virginia

Nephews and Nieces, -love your leaden statues.
Call them by name; call him 'Paul.' She is 'Virginia.'
He leans on his spade. Virginia fondles a leaden
fledgling in its nest. Paul fondles with his Eyes.
You need no cast in words. You know the Statues, 
but not their Lawns; nor words to plant again
the shade trees, felled; ponds, filled, and built over.
Your Garden is destroyed, but there are other Gardens
yet to spare from the destroying Spoor
unseen, save in destructful Acts. Unseen
a hungered Octopus crawls under ground
as Fungus; eats the air as Orchids on all trees; 
and on all waters spreads translucent Slime.
Nephews and Nieces, who would breathe sweet Air
and till rich Ground, spy out against its suction; 
wither these spreading tentacles, these roots
and radicles of cancerous Greed.

Let us put Paul and Virginia back in the Garden's
warmth of wet Box and Arbor Vitae. The Bell-Tree
a silver shrub from Japan, is grown up Big
like a willow whose Branches nose the Ground. They root
and eat the Earth. They drink deep water springs
while finger twigs fill neighboring winds with silent
tinkles of Petals, blowing on Lilies-of-the-Valley
on Larches, on copper Beeches, urn-like Elms
on Lilies, Iris, Roses walled with Hedges
mirrored on dark waters and, light with fruit trees, 
on Peonies abiding in quiet pomp with leaden
Statues in a Garden, alive with Bugs and Toads.
This Garden, sad as a ripe joy is sad (dead Garden) 
sheds no perfume of Soil, over a soil-less land.
This dead Garden's seeds take root in children
like the Cherry a young girl swallowed, -Stem, 
Meat, and Stone; to bud, to bloom, to fruit
and to house twittering Birds.

In your Mother and Father, much you love is memory; 
and much they love in you is memory transplanted
from Gardens of Love, which speak to Love from a dead
world to another, and from Death, which speaks to life
through love remembered. Nephews and Nieces, -love
your Statues, love their names. 




Come Over And Help Us (A Rhapsody)

I.

Our masks are gauze / and screen our faces for those unlike us only, 
Who are easily deceived. / Pierce through these masks to our unhidden tongues
And watch us scold, / scold with intellectual lust; / scold
Ourselves, our foes, our friends; / Europe, America, Boston; and all that is not
Boston; / till we reach a purity, fierce as the love of God; - / Hate.
Hate, still fed by the shadowed source; / but fallen, stagnant fallen; 
Sunk low between thin channels; rises, rises; / swells to burst
Its walls; and rolls out deep and wide. / Hate rules our drowning Race.
Any freed from our Tyrant; / abandon their farms, forsake their Country, become American.

We, the least subtle of Peoples, / lead each only one life at a time, -
Being never, never anything but sincere; / yet we trust our honesty
So little that we dare not depart from it, - / knowing it to need habitual stimulation.
And living amid a world of Spooks, / we summon another to us
Who is (in some sort) our Clown, - / as he affords us amusement.
O! sweet tormentor, Doubt! longed-for and human, / leave us some plausible
Evil motive, however incredible. / The Hate in the World outside our World
(Envious, malicious, vindictive) / makes our Hate gleam in the splendor
Of a Castrate / who with tongue plucked out; / arms, legs sawed off; 
Eyes and ears, pierced through; / still thinks / thinks
By means of all his nutriment, / with intense, exacting Energy, terrible, consuming.
Madness, we so politely placate / as an every-day inconvenience
We shun in secret. / Madness is sumptuous; Hate, ascetic.
Those only who remain sane, / taste the flavor of Hate.
Strong Joy, we forbid ourselves / and deny large pleasurable objects, 
But, too shrewd to forego amusement, / we enjoy all joys which, dying, leave us teased.
So spare us, sweet Doubt, our tormentor, / the Arts, our concerts, and novels; 
The theater, sports, the exotic past; / to use to stave off Madness, 
To use as breathing spells, / that our drug's tang may not die.
If with less conviction, / with some result, some end, -
So pure ourselves; so clear our passion; / pure, clear, alone.


II.

The New Englander leaves New England / to flaunt his drab person
Before Latin decors / and Asiatic back-drops.
Wearies. / Returns to life, -life tried for a little while.
A poor sort of thing / (filling the stomach; emptying the bowels; 
Bothering to speak to friends on the street; / filling the stomach again; 
Dancing, drinking, whoring) / forms the tissue of this fabric.-
(Marriage; society; business; charity; - / Life, and life refused.) 

The New Englander appraises sins, / and finds them beyond his means, and hoards
Likewise, he seldom spends his goodness / on someone ignoble as he, 
But, to make an occasion, he proves himself / that he is equally ignoble.
Then he breaks his fast! / Then he ends his thirsting! 
He censors the Judge. / He passes judgment on the Censor. / No language is left.
His lone faculty, Condemnation, -condemned. / Nothing is left to say.
Proclaim an Armistice. / Through Existence, livid, void, / let silence flood.

Ask the Silent One your question. / (He is stupid in misery
No more than the talkative man, who talks through his hat.) / Ask the question.
If he replied at all, / it would be to remark that he never could despise
Anyone so much as himself / should he once give way to Self-pity.
A different act of faith is his, - / the white gesture of Humility.
He knows his weakness. / He is well-schooled / and he never forgets the shortest
Title of his Knowledge. / The jailer of his Soul sees Pride. / He sees
Tears, never. / The Silent One is so eaten away
He cannot make that little effort / which surrender to external Fact
Requires, / but looks out always with one wish, - / to realize he exists.

Lo! a Desire! / A Faint motive! / A motive (however faint) beyond disinterestedness.
Faint. / It is faint. / But the boundary is clear. / Desire, oh desire further! 
Past that boundary lies Annihilation / where the Soul
Breaks the monotonous-familiar / and man wakes to the shocking
Unastounded company of other men. / But the Silent One would not pass
Where the Redmen have gone. / He would live without end. That, - / the ultimate nature of Hell. 




Winter 

Rocks cleft and turned to dust reveal
cleft shells to be as stone; and cricket skulls
in powdered light give your quick, analytic mandate:
Un-think these things. Gun-roused at dusk
a cock'll bugle 'Kyrie.' Get the geometry of event.
When your lungs failed at war
my mother pulse of dividends revived.
Other theorems of Truth; of Beauty, other corollary!

As over water when a mill-sluice shuts
film ice twitches between inverted
tendril and frond, frond and tendril;
your rushing brain lay still.
Our bold-voluted immortality, fallen
is only rock
-though proud in ruin, piteous in pride-
Ned. Ned.
Snow on a dome, blown by night wind. 









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NICOLAS KURTOVITCH [20.113]

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Nicolas Kurtovitch

Nicolas Kurtovitch, nacido el 20 de diciembre de 1955 en Noumea, es un escritor  y poeta de Nueva Caledonia.

Obras 

Poesía 

Sloboda , chez l'auteur, Nouméa, 1973
Vision d'Insulaire , Paris, Éditions St-Germain-des-Prés, 1983 ( ISBN 2-243-02025-4 ) .
Souffle de la nuit , Nouméa, Éditions St-Germain-des-Prés, 1985 ( ISBN 2-243-02573-6 ) .
L'arme qui me fera vaincre , Nouméa, Éditions Vent du Sud, 1988 .
Homme Montagne , Paris, Éditions Guy Chambelland, 1993 ( ISBN 2-905618-62-0 ) .
Assis dans la barque , Nouméa, Éditions Grain de Sable, 1994 ( ISBN 2-84170-008-9 ) .
Avec le masque , Paris, Éditions Guy Chambelland, 1997 ( ISBN 978-2-905618-77-1 ) .
Dire le vrai / To Tell the Truth , édition bilingue de 18 poèmes avec Déwé Gorodé, Nouméa, Éditions Grain de Sable, 1999 ( ISBN 2-84170-046-1 ) .
On marchera le long du mur , Paris, Librairie-Galerie Racine, 2000 ( ISBN 2-243-03982-6 ) .
Poème de la solitude et de l'exil , Association Kalachakra, Nouméa 2001 ( ISBN 2-9517369-8-3 ) .
Autour Uluru , phot. de Nicole Kurtovitch, Paris, Éditions Galerie-Racine, 2002 ( ISBN 2-243-03839-0 ) .
Ode aux pauvres , Nouméa, Association Kalachakra, 2002 ( ISBN 2-9517369-0-8 ) .
Haïbun de Ouessant , Nouméa, Éditions Les Océaniles et Kalachakra, 2003
Le Piéton du Dharma , Nouméa, Éditions Grain de Sable, 2003 ( ISBN 2-84170-100-X ) . - Lauréat 2003 du Salon du livre insulaire d'Ouessant.
Le Dit du cafard taoïste , ill. de Mathieu Venon, Nouméa, Éditions Kalachakra, 2005 ( ISBN 2-9517369-1-6 ) .
Cette poignée de main , avec Annie Rosès, Nouméa, Éditions Les Océaniles et Kalachakra, 2009 (notice BnF n o FRBNF42405749 )
Les arbres et les rochers se partagent la montagne , Paris, Ed Vent d'ailleurs, 2010 ( ISBN 978-2-911412-68-4 ) Lauréat du Prix Vi Nimö des lycéens en Nouvelle-Calédonie 2011
Ombre que protège l'ombre , Paris, Éditions vents d'ailleurs, 2014 ( ISBN 978-2-36413-054-8 )
Où irons nous ces jours prochains , Rochefort, Éditions les petites allées, 2016. ( ISBN 979-10-92910-20-9 )

Nouvelles 

Forêt, terre et tabac , Nouméa, Éditions du Niaouli, 1993 (notice BnF n o FRBNF35710879 ) .
Lieux , Nouméa, Éditions Grain de Sable, 1994 ( ISBN 2-84170-004-6 ) .
Totem , Nouméa, Éditions Grain de Sable, 1997 ( ISBN 2-84170-036-4 ) .
Lieux II , Nouméa, Éditions Grain de Sable, 2007

Récit

Seulement des mots, Aix-en-Provence, chez l'auteur, 1977

Théâtre 

Le Sentier Kaawenya , suivi de L'autre et Qui sommes-nous ? , Nouméa, Éditions Grain de Sable, 1998 ( ISBN 2-84170-037-2 ) .
Les dieux sont borgnes , avec Pierre Gope, Nouméa, Éditions Grain de Sable, 2002 ( ISBN 2-84170-096-8 ) .
« Couture à la maison Hagen », dans Ô saisons, ô châteaux ! , Ouvrage collectif, Nouméa, 1999 ( ISBN 2-913320-13-9 ) .
La Commande , Nouméa, Éditions Traversées, 2004 ( ISBN 2-9521847-2-0 ) .
La Balançoire , Nouméa, Éditions Écrire en Océanie, 2016

Roman

Good night friend , Tahiti, Papeete, Éditions Au vent des îles, 2006 ( ISBN 978-2-915654-00-4 ) .
Les Heures italiques , Tahiti, Papeete, Éditions Au vent des îles, 2010 ( ISBN 978-2-915654-57-8 ) . - Lauréat du Prix Popaï de la littérature Calédonienne en 2011.
"Dans le ciel splendide", Tahiti, Papeete, Éditions Au vent des îles, 2015 en littérature , ( ISBN 978-2-36734-080-7 ) .

Jeunesse 

Iamelé et Willidone , illustré par Julie de Waligorski, Comps, Les Éditions du Bonhomme vert, 2007 ( ISBN 978-2-916196-09-1 ) .



Poemas de Nicolas Kurtovitch


Poemas de la Costa Este

El viento entreabre el portal
un rayo de luz atraviesa los bambús
desde la veranda el torrente levanta el vuelo
los pescadores están en el cielo.

El agua en mi piel
pega mi piel a los huesos
los techos de lámina al sol son rojos
ropa de más me agobia

El sueño del agua del cielo todo contra el fuego en lo alto
dormito bajo el techo
todas las veces que vi al sol levantarse sobre el océano
pensé en secreto en aquellos que lo esperaban en vano

El portal se ha cerrado
el viento de lo superficial lo ha golpeado
demasiadas palabras ensordecedoras
disimulan el corazón del país Paici

Lo que se agita al pie de Montaña Fría
los pensamientos sombríos a los pies de la Montaña Fría
entre árboles y rocas lejanas
un humo sutil cruza el portal

Por qué partir y dejar solo
en la casa abierta el rostro tan amado
arriba de la cumbre la casa mancha el cielo
al final del río el humo sube en línea recta

Es difícil ver la montaña
y aún más dificil sentir su presencia
entre las construcciones un único pájaro
intenta seguir el torrente invisible
(he ahí la verdadera vía que se torna imposible)

Agitación bajo el cielo de marzo
un cuadro evoca la casa perdida
qué arroyo me acogerá hoy
la vía es fundirse en la masa

El agua sin interrupción
corre de Montaña Fría
a kilómetros de todo
estoy en el corazón de las cosas nobles

Tres bambús sobre el agua
todo lo que cabe recordar
de la barca puesta allá
en la desembocadura de Ponérihouen

Bajo los árboles del río
a unos pasos de la franja de arena
se halla esta barca de metal gris
indolente como recostada bajo la sombra

siento en mi espalda un residuo de aire
que la empuja mar adentro como una ramita
que ignora las olas del agua durmiente

allá si existe otra realidad que comprender
sea lo que sea todo se disuelve
en la velocidad de esta barca
la promesa de una vida pasando por Poindimié

Son ya dos días de este sol
montañas y valles maravillosos
esta mañana un amigo sin más
me cuenta la muerte repentina de su mujer
había acaso tristeza en sus palabras
imposible decirlo cuando los dos
él con herramientas en cada mano
nos bañábamos en esta luz
la grava rechina bajo los pasos
las ramas rozan los rostros
brazos piernas y torsos se abalanzan
alegría exaltación están en el corazón

Nubes sobre la bahía los hombres son invisibles
El que es feliz el que es triste cuando se instala la noche
si el vino tomado a solas si el frío padecido en silencio
me conducen a ti este día no habrá sido en vano

Es el día es la hora
de inventar un mundo que ama
ahí bajo la mirada inocente
de los niños pobres

Cierro los ojos
el viento azota mi rostro
todas esas lagunas en el suelo
en donde se ahoga la tristeza
invaden mi memoria
quién vendrá ese día conocido
el de las alegrías de la infancia
a secar mis lágrimas por la derrota de los hombres

Traducción de Marcela González Durán
Revisión del autor, de Laura González Durán y de Bernard Pozier





A partir des modelages en terre de Maryline Tidjepache exposés à ARTE
Bello en juillet 2002

I

Nací de la tierra por voluntad del agua
de las piedras de las montañas del viento del soplo
del cielo
transformada en esferas
mojadas luego echadas al aire
cuerpo kanak

Se necesita silencio
dejar que la tristeza se marche
se necesita silencio
la amargura encuentra su camino
del vientre a la boca
se ncesita silencio
y dormirse al fin
dejando a las manos moverse
lentamente poco a poco
y solas

La vida es soledad
para qué esperar encontrar
en algún lugar al amado

Pero también se necesita estar desnuda
en la tierra
aquélla que voy a amasar
con mis talones con mis rodillas
con las palmas de mis manos
aquéllas sobre las que esculpo
y lloro
antes de tomarla aún mojada
para dar formas humanas
a los espíritus


II

Después de todo quizás solo se trata
de sacar a los testigos
del fondo de los años
de moldearles
sobre los vientres los rostros y las nucas
de esperar
la tierra seca
humedecerla de nuevo

Conservar cerca de sí mismo
el amor de los suyos
perderse ahí


III

Y cómo no bailar
Al surgir de ninguna parte
como surgen del suelo
las piedras y los troncos

Cómo no doblar las rodillas
pararse sobre la planta de los pies
levantar la cabeza la mirada el corazón
armar el brazo para un lanzamiento

Por qué no ver con los ojos cerrados
lo que no se ve
lo que se siente en el movimiento
y en el desequilibrio de un instante

Bailar siempre bailar
colgarse del cielo
liberarse del lodo
eso es lo que hago


IV

Finalmente llegará el día cuando
empujado por las raíces
y sacado con mis manos
a la luz y al viento
a la mirada de mis hermanos
se alzará un cuerpo
de tierra de agua y de amor
que clamará en la superficie del mundo

Estoy
de pie al fin
tal vez aun encorvada e insegura
pero estoy aquí
con mis pies aun fundidos en el suelo
con mi respiración inseparable
de la respiración de la selva
en donde reside mi clan

 Estoy aquí
A la vez ser de rabia
y de amistad
miren
deténganse
lean sobre mi piel todavía frágil
Soy de esta isla
lean
en el fondo de mis grietas
el dolor de la muda
que hoy se escapa de su envoltura
toca el corazón


V

Y ahora
sólo me queda olvidar
el agua y la tierra
olvidar también lo que pienso y mi voluntad
olvidar el deseo de dar a luz
conformarme con mis manos
abandonadas
libres
independientes y reposadas
dejarlas
a ellas
solas
actuar

Olvidando al mismo tiempo
dedos y pulgares
lodo y lianas
solo deseo
estar aquí
en cuclillas o de pie
ligera o vencida por la carga
derecha apoyada en mi vientre
recostada sobre pedazos de tierra seca
y mirar mis palmas
alisar los cuerpos
liberar mi corazón de sus angustias


VI

(Así)
acaso crucé una puerta
un pasaje una etapa
un paso en el arrecife
que rodea mi vida

(Así)
las manos llenas de barro
van al encuentro de mis Viejos
sacándolos del pasado
sé lo inmediato
abro los ojos
me reconozco

No es todo
invito a recorrer con la mirada
a través del velo
a hundirse en mí
descubrir la fuerza de amar
de conocer
la fuerza de nombrar el deseo
y de no viajar más solo

Traducción de Marcela González Durán




Nicolas Kurtovitch

Nicolas Kurtovitch naît à Nouméa le 20 décembre 1955. Sa famille maternelle est installée en Nouvelle-Calédonie depuis 1843.

Elle compte parmi les siens l’un des premiers français ayant posé le pied sur ce qui n’était encore, aux yeux de l’Occident, qu’une « terra incognita » : Jean Taragnat. Par son père, qui a quitté Sarajevo en 1945, ses racines sont également yougoslaves.

Après une scolarité calédonienne, il voyage en Nouvelle-Zélande et en Australie, s’imprègne de ce Pacifique dont il souhaite habiter pleinement la diversité. Puis son cursus universitaire le conduit à Aix-en-Provence de 1977 à 1980. Licencié en géographie, il rentre alors au pays où il enseigne dans un collège de Lifou, l’une des îles de l’archipel calédonien, puis au lycée Do Kamo de Nouméa,

établissement protestant qui a beaucoup œuvré pour la promotion des jeunes Mélanésiens et dont il est aujourd’hui le directeur.

Son premier recueil de poèmes, Sloboda, paraît en 1973. Il ne cesse ensuite de publier, essentiellement de la poésie et des recueils de nouvelles.

En 1999 notamment, lui le Calédonien d’origine européenne cosigne Dire le vrai avec l’auteure kanak Déwé Gorodé. Tous deux inscrivent ainsi dans l’histoire littéraire calédonienne un dialogue entre des voix qui, affirmant leur diversité, manifestent dans le même temps la possibilité d’une parole partagée.

L’écriture théâtrale s’impose plus tardivement dans son parcours, avec notamment Le Sentier Kaawenya (spectacle d’ouverture en 1998 de la première saison du Centre culturel Tjibaou) et Kalachakra (créée pour le Festival Equinoxe de Nouméa en 1999). Puis c’est l’aventure de Les dieux sont borgnes, pièce qu’il cosigne avec, cette fois, le dramaturge kanak, Pierre Gope. Elle est jouée en Avignon
en 2003 dans une mise en scène d’Yves Borrini, de la compagnie Le Bruit des hommes. Nicolas Kurtovitch publie en 2004 une pièce intitulée La Commande, inédite à ce jour à la scène.

Toute son œuvre en témoigne, Nicolas Kurtovitch est homme de lieux : des lieux qui bruissent de la parole des hommes, mais aussi, surtout peut-être, de leurs silences, partagés ou non, des questions que renvoie à chacun la présence de l’autre. Elle est aussi parole « de solitude et d’exil », pour reprendre le titre d’un de ses poèmes paru dans L’Arme qui me fera vaincre (17-29).

Dans une langue attelée à se dépouiller des oripeaux du paraître, son écriture est donc tout à la fois acte d’existence et de résistance, traversée par les thématiques croisées de l’enracinement et de l’exil : un enracinement vécu, un exil pleinement accepté.

S’il pratique depuis de nombreuses années l’aïkido et est un lecteur assidu des poètes japonais, c’est avec la conviction que l’art est de l’ordre du geste, lancé par un homme qui marche et s’applique à être là, simplement, debout dans la conscience de sa marche, de sa solitude et de son exil, mais également de sa totale liberté.

Voici ce qu’il écrit dans Être caldoche aujourd’hui (1994) : un poème d’abord, qui dit moins son île natale que la manière qui est la sienne d’en être habité ; un bref texte de réflexion ensuite, qui a son tour dit moins l’identité que ce qu’elle ne saurait nier ou enfermer :


Île mon île

Je suis quelque part au milieu des montagnes
en train de bâtir un abri de nomade
Venu de nulle part depuis si longtemps
je suis chevauchant un nuage blanc
Île mon île
Une marche où se pose
mon âme
Et atteindre le ciel
Île mon île
Des deux mains de toute ma volonté
tendre l’arc maintenant
Poser ma tête sur le fêt de l’arbre
quelque part au milieu
la ville
Respirer avec le Monde
[…]

« Oui, si on veut, à l’affirmation d’une identité calédonienne, mais à condition de n’oublier ni que l’homme libre reste indéfinissable, ni le fait incontournable qu’ici est une terre kanake ».

Membre de l’Association des Écrivains de la Nouvelle-Calédonie et sociétaire de la Société des gens de lettres, Nicolas Kurtovitch est aujourd’hui lu et étudié dans différentes universités du Pacifique sud. Il a participé en août 2000, à Wellington en Nouvelle-Zélande, à la « Waka Conférence » sur les identités du Pacifique. En 2005, il crée avec Catherine Laurent le Centre géopoétique de la Nouvelle-Calédonie.




POEME DE FRONTIERE

Les poèmes de frontière
Sont une suite éternelle
A flanc de montagne le précipice
L'homme à la frontière franchit le pas

Tôt le matin alors que tous dorment encore
Dans la maison je lis le livre des poètes
Assis sur le tapis les deux chiens sont dehors
Alors je renonce à la boisson du matin

Quand il pleut longtemps
Le vent l'eau sur les feuilles
La nature entière au repos
Au portail assis les animaux familiers

La musique claire et limpide
Me rappelle cet ami valeureux
L'eau avec constance bien loin
Du ciel jusqu'à la mer

Mes amis des frontières
Boivent chantent et dansent
Mieux que quiconque
Le temps est tellement incertain ici
Une fois la frontière atteinte

Montagne Froide les multiples chemins
Frontières les lieux où on est
Une étoile le soleil pas encore couché
De l'une à l'autre depuis le seuil de ma maison

Au pays des frontières
Ceux qui écrivent de longs vers
Sont très rarement lus avec attention
Ici on préfère le chant des illettrés

Qui cherche l'équilibre à tout prix
Trouve la chute cent fois répétée
Il suffit de chanter à tue-tête
Quitter les pages tristes du sermon 

Ne pas écrire bien sûr
Se satisfaire de la nature
Soit ! Le ciel l'eau et le reste
Construisent ma maison

Le jour tout entier
Dans la lumière trop crue
J’arpente la maison de bas en haut
La nuit dans le calme par la fenêtre mille contemplations 

Il y a ceux qui brûlent l’encens
Assis sur des bambous
Presque trop près de la falaise
Qu’une tornade vienne avec la fumée confondue !

A peine visible des montagnes
La rivière calme somnole encore
Au loin s’annonce la pluie
Deux pêcheurs cherchent à lui échapper
(Pu AN : Fumée sur la rivière
Sur le point de pleuvoir)

Bien assis au milieu de la nuit
A peine le chant d’un enfant monte
L’esprit suit paisible les quarante-neuf chemins
Montagnes froides et nuages blancs

Nuit insondable et noire
Trop tôt ni vent ni oiseau
Dormir est impossible
Ces moments les sentiers les plus difficiles

Mille pensées sans rien à boire
S’incrustent
Je maudis mon inconscience
De n’avoir rien gardé

Par ici beaucoup de chemins sableux
Entre rochers arbres maisons et champs
Sous le ciel bleu nuages blancs
Révèlent les portes à franchir 

Le matin de bonne heure
L'odeur de pluie bien présente
Les animaux familiers vont et viennent
Cette heure le Monde se manifeste

Un trait horizontal
De la fumée au-dessus du toit
Wang Wei ici écrit son poème
Quelque part entre les ruisseaux

Quel besoin d'amis en ces jours sombres
Boire du vin la nuit tombée sous le porche
Est la chose la plus adéquate à faire
Sentir l'odeur de quelques fleurs ou la présence de l'animal familier

A quoi puis-je encore croire
L'amour l'amitié ne se différencient pas
Dans l'abîme de tristesse
Qu'engendre leur disparition

Si près l'aspiration est irrésistible
Que faire
Sauter mourir en bas
Tenir ses pieds au sol recouverts de terre
Mourir également

Après quelques divagations de poètes en philosophes
De montagne froide à l'être de diamant
Du monde à simplement moi
Je reprends le travail

L'année du départ des amis
La pluie et le vent sans discontinu
Trois semaines du matin au matin
De l'eau partout

La montagne est mon refuge
La montagne est mon refuge
La montagne est mon refuge
Chaque fois j'y retourne
Sur le chemin de Montagne Froide
Ni père ni femme ni personne
Nuages blancs mêlés cimes perdues
Petites rivières jusqu'aux sources 

Etre à flanc de montagne
Assis sous l'arbre et rochers gris
Le monde est si proche
Pourquoi hésiter à le saisir

Mars 1992








Tu vas en un endroit
je vais en un autre
ainsi
est notre vie


Ma main se referme
doigts ou paume je ne sais plus
ce qu’elle contenait
une peur infondée d’un monde déjà moins le nôtre
car toujours tu es avec moi
Ce temps inconnu habité chaque jour
de nouveautés impossibles à connaître
nous surprends réunis
----------
Découvrir
est la constante lueur
aimer encore
-------------
L’étendue du monde est si grande
pour que nous parcourions à deux
de multiples façons le même chemin
et pourtant jamais elles ne se ressemblent
ces montagnes
jamais ils ne nous troublent ces silences
et pas davantage nos propres cris
La douleur de constater la vie tout autour
être tristesse impuissance douleur elle-même
abandon du bien
cette douleur sans égale confrontée au sang réel
à l’enfant abandonné
confrontée à ses pleurs que nos mains
à peine saisissent
la douleur ne consolent qu’un temps
--------------
Ils sont si longs nos temps d’errance
cependant avec quelle précision
ils nous révèlent de la vie les grandes valeurs
avec attention nous allons continuer
d’habiller ces temps de nos espoirs
--------------
Ce silence là
attendu espéré
nos mains l’ont si souvent dessiné
ma bouche se tait rien n’en sortira plus
je me dis m’entends-tu ?
ton silence le mien retrouvent en l’instant
le monde du dehors qui trop se tait
aime et attend
Je dis
ma main s’est refermée sur une eau
prise à la rivière sous ces arbres
cette eau se faisait entendre
la nuit l’inquiétude revient
le bruit de l’eau sur le métal
je serai au final apaisé de tant savoir
l’eau la boue les enfants au loin s’en amusent
----------------------
Lorsque dans l’inquiétude d’être un être perdu
abandon inconnu ignorance
ma voix se transforme
laissant filtrer la peau de la défaite
qui vient porter le réconfort
qui de la multitude est convoqué
Une seule heure sépare
découpe modèle crée une autre réalité
nous étreindre dans cette ville devenu ton univers
tu me montreras les rires de ton parcours
brouillards ou arbres asséchés sont merveilles
le Monde est beau quand l’enfant est heureux
-----------------
Je ferai tout pour rouvrir cette main
mes doigts l’un à la suite de l’autre
et l’écoute aux bruits de la vie au matin
Nous sommes des êtres de lieux
nous devenons humains
Devant ce visage
ceux-là passent d’autres sont invisibles
ce qui importe leur joie intérieure
----------------
De toute part pourra survenir l’étonnement
à cause d’un regard
la dureté du moment d’après me laissera sans force
où trouver la plénitude d’un chemin de flanc
quand redécouvrir la beauté des racines basses
De mes deux pieds pris dans une boue venue de nulle part
peut surgir la paix
------------------
Nous avons évoqué
l’infini du désir
ni le silence
ou la crainte du mot
débordant la joie d’être
côte à côte
ni la fatigue obstruant le regard
et nous serions
passés ailleurs
non
rien de cela
-----------------------
Ces indifférences me heurtent
pourquoi le torrent n’évite-t-il plus aucun rocher
Ces jours-ci souvenirs et merveilles affluent
corps esprit comme pris dans un étau
un océan de bornes insaisissables
sépare l’enfant de la mère
l’imagination alors comble la distance
là cet oiseau piaille très haut son bonheur
Là sur la dalle glissante mes pas légers
te souviens-tu des autres heures ainsi
merveilleux souvenirs nature oiseau sol
marcher avancer vers la maison
---------------
sol sec
cœur sec yeux secs peaux sèches
cheveux cassés membres brisés ventres morts
vie brisée espoir inexistant
ainsi s’épuise l’âme une litanie d’abandons
langue morte errance au Monde
abandonné du ciel
brin de paille sèche au fil du torrent
nuage épuisé décroché de la montagne
Rien ne résiste ni ne demeure
si
rien ne survit de notre amour
lorsque portant le regard vers moi misérable
sursitaire
vous ne voyiez de mon corps que l’esquif de bois
ballotté du haut au bas de la vague
maudit sort qui me conduit droit à la mort
où je suis espéré sans avoir transgressé
interdits ou règles jamais énoncés par mes
semblables
En quoi la différence de corps
les vêtements qui flottent mes odeurs
l’angle de mes articulations
l’infini tristesse de mon regard
le silence que dit mon sourire à peine possible
ces derniers jours en quoi suis-je éloigné de vous
connu contraint et plié
Contact du sec contact du faible du mou
de racines cendres et pourtant.
----------------
Chaque pavé où appuyer le corps
et ces couleurs rouges bleues
fleurs inconnues elles ont reçu jadis
ce regard perdu inquiet plutôt
quand je longeais un fleuve en pleine ville
aimant méandres et lourds chalands
remplis de sable et d’inconnu
où irez-vous tantôt foulant ces pavés
quand la lumière puis l’ombre
s’entendent à créer l’image inattendue
A peine une forme sans forme
ces trajets sont alors beaux
comme torrents et rochers
mon être est léger je suis souriant
-----------------
Je vois cet oiseau
humble endormi que rien ne couvre
protection du froid protection des eaux
non rien et pas davantage
de protection du regard de l’autre
Qui suis-je doit-il se dire
un amas de glaise un tas de boue
un amas de béton un tas de ferraille
pas davantage
et pourtant j’ai un corps vrai une âme
Ma pensée vous décrit et vous aborde
comment dire à l’oiseau qu’il est un homme
------------
Un torrent nous sépare
conduit
aux solitudes insoutenables
ces enfants des rues
le soir
alors qu’ailleurs
sont les bras
et les corps chaleureux
aimants jusqu’au matin
le pas au hasard
sera
leur parcours de la montagne
je voudrais
les saisir
d’un mot leur dire l’étendue
du monde
s’ils s’efforcent d’oublier
leur solitude
rancœur et colère
ces étendues heureuses
devenues
pierrailles poubelles
sont pour cette nuit
abandon
entends-tu
chants et tambours
nous sommes ensemble
auprès d’eux
--------------
La montagne est mur de roches
contre lequel s’écrase la houle
l’écume monte à l’assaut des versants
en redescendent torrents ou rochers
montagnes sont murs écume histoire
corps et cris épousent les rochers
baignés aux torrents cris d’enfants
silence d’adultes au soir venu
cette fois encore avançons vers la maison
----------
Là réside un souffle obscur
s’allonger
que vienne une autre respiration
une voix intérieure
me projettent au monde
je déloge
ce souffle obscur
et de nouveau je suis vivant
--------
Nous nous sommes jetés hardis
à l’eau du fleuve et la pluie aussi
se mêlait à nous
la rive n’existait pas avait-elle jamais été là
une seule fois pour nous deux réunis
On ne le sait plus notre dos
était en ce jour offert au silence des bombes
au regards absents aux yeux délavés
Mais nous avons nagé et ramé couru et marché
lavant notre visage à la nuit
pour qu’au matin disparus fleuves et pluies
nous retournions unis parfois seuls
De nouveaux cœurs échos après échos
se sont fait entendre
----------
Il me revient à l’esprit
tout ce que nous espérions accomplir
de nous
atteindre l’unité au sommet des monts Koghis
parcourir l’océan Pacifique depuis à la Havanah
connaître les peuples et s’installer au Séjour Paisible
être au tumulte de la ville-usine
et tout et tout à chaque pas du chemin
tout
du ciel aurait été contenu dans notre vie
Il est à mon esprit que peut-être à notre insu
nous vivons cette heure les rêves d’avant
comme si accomplir et désirer
s’épousent sans cesse
----------
Nous avons ce matin
croisé un homme au visage inquiet
cet homme se tenait la tête levée
son regard portait au loin
l’instant qui a suivi il s’est abaissé ce regard
dans notre direction sans nous voir
Je me suis dit
et toi je le sais
tu ressentais cette inquiétude
je me suis dit rarement
j’ai par le passé croisé un regard si inquiet
de quoi était-il inquiet je ne peux le dire
il a pris mon cœur mon esprit mes pensées
----------
Un jour tout est terminé
revivre ce qui est passé est au-delà de nos possibilités
et pourtant nous consultons
le lever du soleil la course des nuages
le rythme des marées
l’appel des jeunes enfants
la joie insaisissable
-----------
Ce qui nous est proposé
c’est un cœur dépouillé
tant de fatigue aura eu raison de l’innocence
gouffres et précipices nos mains saignaient déjà
il en est terminé
L’aisance ce soir d’une déambulation
extension de la proximité
une déambulation nous deux apaisés
---------
Il faut bien que se termine
les moments heureux si fréquents
vivre en cette certitude est facile
tant que tout demeure
lorsque la dernière heure marque le départ
alors plus rien n’est facile
Il y aura eu ces remparts
par lesquels nous allions comme marchant
par-dessus les flots connaître d’autres cieux




LA NUIT S'ECOULE

Ne pas penser laisser le temps passer
Laisser l'air filtrer du ciel jusqu'à moi
Ne pas penser laisser le temps passer
La terre respire mes pieds le sentent

Laisser l'air filtrer du ciel jusqu'à moi
Ecouter les paroles qui sourdent du plancher
La cabane ouverte laisse pénétrer le sens
Ne pas penser laisser le temps passer

Laisser l'air filtrer du ciel jusqu'à moi
Ni homme ni femme ni ms seulement l'air
Trouver une forme dans l'esprit reposé
La terre respire mes pieds le sentent

Ne pas penser laisser le temps passer
Des longs cheveux s'écoulent les pensées
Remontent du sol l'humeur des sources
La terre respire mes pieds le sentent

Ma peau la voie royale du souffle
Laisser passer l'air du ciel jusqu'à moi

L'arbre semble ne jamais se déplacer
Sa cime pourtant parcourt le vaste monde
En un immense cercle poussé par le vent
Pareil à l'arbre immobile en apparence

Ne rien faire laisser le temps passer
L'écoute de la terre à travers le plancher
Etre au centre et être partout à la fois
Le chemin de l'air du ciel à moi

Ne rien faire laisser le temps passer
Rapide comme la lumière les pensées éteintes
La nuit s'écoule ainsi sans inquiétude
La terre respire mes pieds le sentent.

Ne pas penser laisser le temps passer
La nuit s'écoule sans inquiétude

Décembre 1990 







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ALAIN BORNE [20.114]

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ALAIN BORNE

Alain BORNE (1915-1962), poeta francés, nacido en la región del Allier. Ha legado una ingente obra a la literatura contemporánea, a pesar de que la influencia que tuvo en vida se vio mermada por su alejamiento de los círculos literarios parisinos.

Durante los años de ocupación alemana, Alain Borne desarrolló una intensa labor literaria, colaborando en las famosas revistas Confluences y Poésie 40. De este modo, consiguió afirmarse como uno de los mejores poetas de su generación. Tras la Liberación, a pesar del reconocimiento que tuvo por parte de sus contemporáneos, decidió instalarse en Montélimar, a las puertas de la Provenza, donde ejerció de abogado. El 21 de diciembre de 1962, falleció en un accidente de coche, en la ruta hacia Aviñón, durante un viaje de trabajo. Hasta sus últimos días, émulo de Gérard de Nerval, se consideró el tenebroso, el viudo, el desconsolado, el príncipe de Aquitania en su torre abolida. Sus contemporáneos vieron ya en él a uno de los más insignes poetas del amor del siglo XX. El escritor Henri Rode (1917-2004), íntimo amigo suyo, nos ha dado esta sublime descripción del poeta: « Todo de terciopelo pardo, con un destello de emoción en un recodo de la mirada ».

Obras poéticas de Alain Borne :

Cicatrices de songes (Ediciones Jean Digot, coll. Les feuillets de l’îlot, 1939).
Neige et 20 poèmes (Ediciones Seghers, 1941).
Contre-feu (Ediciones de la Bacconnière, 1942.
Seuils (Ediciones Les Cahiers de l’école de Rochefort, 1943).
Brefs (Ediciones Confluences, 1944).
Terre de l’Été (Ediciones Robert Laffont, 1945/ Éditions  Éditinter, 2001).
Regardez mes mains vides (Ediciones les Bibliophiles alésiens, 1945/ Le Cerf Volant n°186, 2002).
Poèmes à Lislei (Ediciones Pierre Seghers, 1946/ Éditions Éditinter, 2001).
L’eau fine (Ediciones Gallimard, 1947/ Éditions  Éditinter, 2002).
Opus 10 (Ediciones Pierre-Albert Benoît, 1950/ Encres Vagabondes n°24, 2001).
Orties (Ediciones Armand Henneuse, 1953).
En une seule injure (Ediciones Rougerie, 1953/ Éditions Éditinter, 2002).
Demain la nuit sera parfaite (Ediciones Rougerie, 1954).
Treize (Ediciones Pierre-Albert Benoît, 1956/ Fondencre, 2008).
Adresses au vent, Bilingüe italiano-francés, (Ediciones Capitoli, 1957).
Encore (Ediciones Rougerie, 1959/ Atelier du Hanneton, 2002).
Encres (Ediciones le Club du poème, 1960/1969).
L’amour brûle le circuit (Ediciones le Club du poème, 1962/ Le Cri d’os n°37/38, 2002).
La dernière ligne (Ediciones le Club du poème, 1963/ Le Cri d’os n°37/38, 2002).
La Nuit me parle de toi (Ediciones Rougerie, 1964/ Trident neuf, 2006).
Les Fêtes sont fanées seguido de La dernière ligne (Ediciones Club du  poème, 1965).
Vive la mort (Ediciones Chambelland, 1969/ Le Pont de  l’Epée, 1982).
Indociles (Ediciones le Club du poème, 1971/ Fondencre, 2008).
Le plus doux poignard (Ediciones Chambelland, 1971/Le Pont de l’Epée, 1982. L’arachnoïde, 2012).
Complaintes (Ediciones Saint-Germain-des-Prés, 1974).
Œuvres poétiques complètes, 2 vols., (Ediciones Curandera,  1980 et 1981).
Seul avec la beauté, antología de poemas inéditos (Ediciones Voix  d’encre, 1992).
L’amour, la vie, la mort, antología de poemas inéditos (Ediciones Voix d’encre, 1994).
Un brasier de mots, poemas inéditos (Ediciones Voix d’encre, 2001).
Poèmes d’amour, antología, (Ediciones Le cherche midi, 2003).



Los poemas que hemos traducido a continuación, inéditos en castellano, fueron publicados en la revista Les Hommes sans Épaules, en marzo de 2015.        http://www.ocultalit.com/poesia/alain-borne/

 por Águeda García-Garrido






Voy a tratar de dormir
de olvidar al mismo tiempo
mi cuerpo y el tuyo.

Seré sin amarte
sólo las pocas horas
donde yo ya no esté.

Luego, en el alba de mi amor
se alzará el sol de tu cuerpo.

Hallaré la aventura
allí donde la haya dejado
y mi deseo se hará camino sobre tu cima.



*



No podrás acallar
ni mi alma, ni mi sangre, ni mi voz.

Mis labios ya sólo pueden abrirse
para decir tu nombre
besar tu boca
convertirse en ti mientras te busca.

Y aun si hablo de rosa
se trata de ti
o de pan o de miel
o de arena o de mí.

Estás al borde de cada una de mis palabras
tú las llenas, las quemas, las vacías.

En ellas estás
eres mi saliva y mi boca
y hasta mi silencio está erizado de ti.



*



Desnudarte,
ir de nuevo hacia más luz y más quemadura
mientras me ciegas ya
y todo en mí se calcina.

Y no obstante,
es necesario que tras cien cabalgadas
las nubes de mi rayo
desciendan a la tierra.

Es necesario que me eche
a adorar tus rodillas
y a tocar la escandalosa tibieza
de ese nido de soles.



*



Si tuviera que contar nuestra historia
diría que de amor en amor
he llegado a ti como se cruza un vado
hacia la orilla capital.

Todas mis aventuras
fueron esas tenues piedras bajo mis pies
en mi marcha hacia ti.

Para arrugarlos, has prendido en tu mano
todos los rostros de mi vida.

Antes que a todos ellos, prefiero ya
tus increíbles dedos
esa estrella colmada de una carne magistral
en el firmamento de mi mirada.

¡Oh tu mano,
primera isla del archipiélago de tu cuerpo !

¡Oh tu cuerpo,
que abraza mi cabeza
antes de arder todo entero!

Después de tantos vínculos de cenizas
al fin, el fuego.



*



No me digas
que sólo eres un racimo de la vid
y que otra también
me quitará la sed.

Cierto es que tengo sed y hambre
pero sólo de ti
soy una especie de ti
ahuecado por tu ausencia
adonde has de venir.

Por eso, al fin yo seré y tú serás
seremos.
Seremos dos o uno, qué sé yo
seremos como es el rayo.





Je vais tenter de dormir
d’oublier en même temps
mon corps et le tien.

Je serai sans t’aimer
seulement les quelques heures
où je ne serai plus.

Puis dans l’aube de mon amour
se lèvera le soleil de ton corps.

Je retrouverai l’aventure
au point où je l’aurai laissée
et mon désir en marche vers ta cime.



*



Tu ne feras taire
ni mon âme, ni mon sang, ni ma voix.

Mes lèvres ne peuvent plus s’ouvrir
que pour dire ton nom
baiser ta bouche
te devenir en te cherchant.

Et même si je parle de rose
il s’agit de toi
ou de pain ou de miel
ou de sable ou de moi.

Tu es au bout de chacun de mes mots
tu les emplis, les brûles, les vides.

Te voici en eux
tu es ma salive et ma bouche
et mon silence même est crispé de toi.



*



Te dévêtir
aller vers encore plus de lumière et de brûlure
alors que tu m’aveugles déjà
et que tout de moi se calcine.

Et pourtant
il faut bien après cent chevauchées
que les nues de ma foudre
descendent vers la terre.

Il faut bien que je tombe
adorer tes genoux
et toucher la tiédeur scandaleuse
de ce nid de soleils.



*



S’il fallait que je raconte notre histoire
je dirais que d’amour en amour
je suis venu à toi comme on traverse un gué
vers la rive capitale.

Toutes mes aventures
étaient ces faibles pierres sous mes pieds
pour ma marche vers toi.

Tu as pris dans ta main pour les froisser
tous les visages de ma vie.

À eux tous je préfère déjà
tes incroyables doigts
cette étoile plénière d’une chair magistrale
au firmament de mon regard.

Ô ta main
première île de l’archipel de ton corps.

Ô ton corps
qui m’embrase la tête
avant que tout entier j’en brûle.

Après tant de liens de cendres
enfin le feu.



*



Ne me dis pas
que tu n’es de la vigne qu’une grappe
et qu’une autre aussi bien
m’ôtera la soif.

Certes j’ai soif et faim
mais seulement de toi
je suis une sorte de toi
creusé par ton absence
où il faut que tu viennes.

Ainsi enfin je serai et tu seras
nous serons.

Nous serons deux ou un je ne sais
nous serons comme est la foudre.




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HORIA GÂRBEA [20.115]

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HORIA GÂRBEA 

Horia Gârbea (Bucarest, 1962) es un guionista, poeta, ensayista, dramaturgo, novelista y crítico rumano, además de profesor universitario, ingeniero y periodista. Reconocido traductor de Shakespeare al rumano y famoso por su trabajo en teatro experimental y por sus contribuciones postmodernistas a la literatura rumana, es presidente de la Unión de Escritores de Rumanía (USR). Ha sido galardonado con varios premios nacionales de literatura y ha recibido el reconocimiento de la crítica por sus obras, en las que se funde la intertextualidad y la parodia con elementos neorrealistas.  Escrito por Martha Asunción Alonso. http://www.ocultalit.com/poesia/horia-garbea-seis-poemas/





(Traducción del rumano de Tudora Sandru Mehedinti)


al comienzo

a los 17 años la poesía te espanta
a los 20 la amas como un adolescente
a los 25 quisieras sólo poseerla
a los 30 te da asco – qué amante vulgar
a los 33 la comprendes y la perdonas
a los 40 puedes darle golpecitos en la espalda como si fuera un caballo viejo
a los 45 la olvidaste
a los 48 la sacas a la ciudad

y cuántos rostros
y cuántas otras edades
otras historias
si aún hay tiempo
si lo hay





la película que ya he visto

lástima que no puedas morir
más que una sola vez
cuando aun los peores
espectáculos se benefician
de ensayos

qué habrá pensado
Dios cuando
nos regaló
una sola muerte
cómo la ensayarías
cómo perfeccionarías
cada detalle
gritando aquí no estuvo bien
o al contrario así
bien así es
cómo cambiarías
los procedimientos de suicidio
como si fueran unos lugares
de vacaciones como si fueran unas mujeres

si mi muerte tuviera
siempre otros espectadores
yo la interpretaría con tanto
fervor y leería
las crónicas de cada una
cientos de veces





la pregunta

tengo dos gatas
una es blanca de rayas negras
la otra es negra de rayas grises
no hay manera de confundirlas
una es tierna por la tarde
la otra me acaricia sólo por la mañana
y las dos me acechan
las dos saben
que son jóvenes y que
van a vivir más que yo

las dos se contonean
giran sus colas
agredeciéndome
la comida diaria y
mirándome
las dos me preguntan
cuándo
cuándo






la casa de Basho

la casa de Basho estaba
sobre una colina

todo importa






el poema de los camellos

tómate unos camellos
me dijo el beduino no
tienen que ser muchos
para que te arruines con su sustento
bastan cuatro o cinco
pero saber que son tuyos
que cualquier mañana
puedes cargarlos de mercancía
y partir hacia el norte

tómate unas naves
me dijo el valiente
no muchas para que te hagan gastar
a decir verdad bastan dos o tres
pero tenerlas y verlas en el puerto
por la mañana y cuando te apetece
cargarlas de mercancía
y partir hacia el sur

tómate unas carretas
me dijo el carretero
un rebaño de ovejas dijo el serrano
un camión o dos me exhortó otro
que al menos un helicóptero
sea tuyo
para poder volar cuando quieras
hacia el oeste
una cobra tranquila o dos
me aconsejó el faquir

tómate una vela
dijo el monje no más
basta con una
saber que la tienes y que puedes
encenderla siempre
a su luz
leer los salmos
y saber que si se consume y
se apaga ya no necesitas nada más
porque has aprendido
los salmos de memoria





la otra orilla

cuando lleguemos
a los límites del mar
y Dios nos mire
como a unos alumnos atrasados
y le mande al ángel
preguntarnos
dónde tardaron
por qué estas heridas
en sus palmas
ya que
no caminaron de manos

responderemos que
nos convertimos
en arañas que ocho
pies nos crecieron
por la fe
para llegar
cuatro veces más rápido
a la orilla ardiente
donde nos esperaba
su misericordia igual que mar
sin pliegue alguno

diremos que
nos herimos en conchas
en añicos y en hojalatas
nos quemamos en
colillas
y fuegos olvidados
sabiendo que el agua del mar
nos va a sanar como quiera que sea

mas llegaron demasiado tarde
meneará la cabeza el ángel
ni siquiera nuestra paciencia
es sin fin aunque lo parezca
ni siquiera el mar no es
sin fin aunque lo parezca
y no le ves la otra orilla
qué más quieren ahora de nosotros

un velero responderemos
un velero para flotar
sobre el mar de su misericordia
y ver
si tiene o no tiene fin.

(Traducción del rumano de Tudora Sandru Mehedinti)






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KWADWO OPOKU-AGYEMANG [20.116]

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KWADWO OPOKU-AGYEMANG

Kwadwo Opoku Agyemang. Poeta. Vive y trabaja en Cape Coast, Ghana. Es el patrón fundador del Club de los escritores creativos de la Universidad de Cape Coast. Ha publicado tres libros de poemas y está tratando de publicar su primera novela. 

La traducción corre a cargo de Gustavo Osorio.
http://circulodepoesia.com/2017/04/poesia-ghanesa-contemporanea/



Cape Coast Town

Puedes notar
Por la forma en que se inclina
Agotado
Las altas ambiciones
Que ha resistido

Mi vida fluye hacia el mar
Un lento sueño diurno disolviéndose
Con las irracionales calles
El encanto del dorso de la mano
Las casas lodosas y nocturnas
Sus ojos a medio cerrar

Una ciudad envejecida
Se erige sobre su único pie sano
Temblando y atestada de olvido

Lo que importa
No son solo las ruinas
Ni los años devorándose unos a otros
Sino las venas
Que aún escapan con la sangre



Cape Coast Town

You can tell
By the way it leans
Exhausted
The erect ambitions
It has weathered

My life flows seaward
A slow day-dream dissolving
With the irrational streets
The back-handed charm
The night-mud houses
Their eyes half-shut

An aged town
It stands on the one good foot
Shaking and forgetful

What matters
Is not just the ruins
Or the years devouring one another
But the veins
That still escape with the blood






Kwadwo Opoku-Agyemang lives and works in Cape Coast, Ghana.  He is the founding patron of the Creative Writers’ Club at the University of Cape Coast. He has published three volumes of poetry and is looking to publish his first novel soon. He is also working with a colleague from Michigan on a new collection of unpublished poetry by the highly respected Ghanaian poet, Kwesi Brew.


Interlude 1: What the Sea Does

For Valika

Love of my lean years
My sword scatters your stars
The abyss looks back at me 
Full with goodbyes:
What was if now is

On a cloudy day 
The sky squeezes the cheer out of her hair
Her pain is pompous 
Pilate washing the wrong hands
And after the harmattan
The sweating sleep comes
The rain washing its hands
Soiling the drought, afraid to commit

I will do with you
What the sea does with the shore
The harmattan with the dry skin
I will bend lean and course warm
I will be still and happy
The way you pause
Wise in the ways of love
I will rest with you, love of my lean years 
The way dust settles in corners when tired

The night has fallen on my argument
Trumpet gone sour, arms fallen as in war
And the birds haven flown
Here I am spreading songs over the sunset
While strange hungers walk barefooted
Over bellies and judgement, counting the dead

I shall remember you as you are
Love of my lean years



Interlude II:  Memories of Ganvie

For Maame

There in salt-haunted Ganvie
They have soaked memory in water
And history walks on stilts
Above all wars

Do not feed the sea, no
Not if you wish to go home again
Not the skulls that fatten the bottom of our sea
Flood flee to Dahomey, Dahomey
Absurd ambition, when will I ever learn?

This is wine to witness my war
My sword has scattered the stars
Restless burden, earth and lore
Bare bones be the blight beneath my scars

We who stand under the waterfall to kill death
When did Anokye plant the sword of war?
Maiduguri, Abossey Okai, Abomey and Akuse
Adande, Adande! Ooh, Adande!
Do not feed hatred to the sea
Do not behead the deity for its brass
Do not sell the people for wine
Not for sale not for profit not for ever more
Blood is never vain, nor faint enough
The orphans came and went empty
And so did the past, his and hers
While blood flows in the ashes under our feast

We captured Timbuktu in wars without echo
Without print or pinch, neither warm nor woo
Addo left us, and so did the words to say goodbye
He went to Chicago, took the castle with him
There to meet his geography with the globes off
In the end it came to this
A palm tree climbed in sandals
A casket walking away to the grave
On the legs of six weeping men

And the prophet in us did not wonder
Whether we died or we cried
Are you safe, kind heart
Is some ghost chasing you, should we hide you?

The stool is superior to the king
Under the eyes of Dahomey
Do not cross Kpasse
Do not look to Xwegbaja
Do not go south to Ganvie
They have soaked memory in water
And history walks on stilts 
Above all wars
Above all wars






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ISHMAEL FIIFI ANNOBIL [20.117]

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ISHMAEL FIIFI ANNOBIL

Ishmael Fiifi Annobil, poeta de Ghana, periodista, fotógrafo y cineasta. Nacido en Accra, Ghana en 1958, comenzó a escribir poesía a la edad de once años, en 1969, inspirado en los poetas de Ghana de la época, principalmente Atukwei Okai, que posteriormente se convirtió en su mentor. Ishmael se convirtió en un miembro de la Asociación Nacional de Ghana de escritores a los diecinueve años, y después de una corta estadía en "Ghana" periódico diario gráfico, como corrector de pruebas y reportero independiente, emigró a África oriental, viviendo en el sur de Sudán y Kenia, donde escribió para los refugiados y las personas sin hogar. Posteriormente trabajó en Kenia negocios en temas relacionados con política, economía, artes y como reportero. 

Ishmael se trasladó a Inglaterra en 1983, y trabajó brevemente en una revista de Londres diáspora como editor adjunto, antes de pasar once años en Gales, donde fundó el festival internacional de poesía,  Iolo’s Children y el periódico Circa21. Es el fundador del colectivo internacional de cine, Stonedog Producciones (Camden, Londres). Ishymael estudió Antropología Social extramuros en el Colegio de Goldsmith, y tomó un PgDip en Comunicación Visual en West Herts Colegio. 


La traducción corre a cargo de Gustavo Osorio.

http://circulodepoesia.com/2017/04/poesia-ghanesa-contemporanea/





Ruanda

Setas crecen
En sus fosas nasales —
Envenenados, los soldados —

Murciélagos,
Presionados contra
El rojo destello de
Cuchillas de un
Apocalipsis.

El sol diurno
Cayó en
El río — el arco iris es incoloro —
La penumbra lloró
Lágrimas rojas

Y aulló.

(Grangetown, Cardiff: 20 de mayo de 1994)




Rwanda

Toadstools grow
In their nostrils —
Poisoned, the soldiers —

Bats,
Pressed to
The red glint of
Blades of an
Apocalypse.

The day sun
Fell into
The river — the rainbow is off colour —
The penumbra wept
Red tears

And howled.

(Grangetown, Cardiff: 20 May 1994)





Ishmael Fiifi Annobil, the Ghanaian poet, journalist, photographer and filmmaker. Born in Accra, Ghana, he started writing poetry at the age of eleven, in 1969, inspired by Ghana’s Avant Garde poets of the time, chiefly Atukwei Okai, who subsequently became his mentor. Ishmael become a member of the Ghana National Association of Writers at nineteen, and after a short stint on Ghana’s Daily Graphic Newspaper  as a proof-reader and freelance reporter, he emigrated to East Africa, living in Southern Sudan and Kenya, where he wrote, co-produced and performed the acclaimed multi-media show, Criers on the Thresholds of Reality, for refugees and the homeless. He subsequently worked on the Kenya Business Spotlight as a politics, economics, and arts reporter. 

Ishmael relocated to England in 1983, and worked briefly on a London Diaspora magazine as deputy editor, before spending eleven years in Wales, where he founded the international poetry festival, Iolo’s Children and Wales’ first serious arts newspaper, Circa21. He is the founder of the international film collective, Stonedog Productions (Camden, London). An ardent screenwriter, producer and director, his films for Stonedog include In The Presence of Awe - The Transvangarde (art documentary), Kenji Yoshida - Artist of the Soul (art documentary), Salamander Walks, the surrealistic fictional narrative feature, and Hornsleth: Product of Love, a definitive documentary about controversial Danish artist Kristian Von Hornsleth. He has published two collections of poetry: Seven Horn Elegy and Ethiop, and an important monograph of his original GaDangme emblems, Abëtëi.  His forthcoming books include Portrait of a Man in Pain (novel) Inklings of Clay (novella) and Utopia of the Worms (poetry). Ishmael studied Social Anthropology extramurally at Goldsmith’s College, and took a PgDip in Visual Communications at West Herts College.









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ABENA BUSIA [20.118]

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ABENA BUSIA

Abena Busia (nacida en 1953) es una escritora, poeta, feminista y conferencista ghanesa. Es hija del ex jefe de Estado de Ghana, Kofi Abrefa Busia, y hermana de la actriz Akosua Busia. Abena Busia es profesora asociada de Literatura en inglés, y de estudios sobre la mujer y género en la Universidad Rutgers. 

Abena Busia nació en Accra, en la familia real de Yenfri en Wenchi, en la región de Brong-Ahafo, en Ghana, hija de Kofi Abrefa Busia, antiguo jefe de Estado de Ghana, y Naa Morkor Busia. Pasó su infancia en Ghana, así como en los Países Bajos y México antes de trasladarse a Oxford, donde finalmente se estableció su familia.

Bibliografía seleccionada 

Poesía

Testimonies of Exile — poetry, illustrated by Akosua Busia (Africa World Press, 1990; ISBN 978-0865431614)
Traces of a Life: A Collection of Elegies and Praise Poems (Ayebia Clarke Publishing, 2008; ISBN 978-0955507977)

Como editora 

Theorizing Black Feminisms: The Visionary Pragmatism of Black Women , co-editor with Stanlie M. James (Routledge, 1993; ISBN 978-0415073370 )
Beyond Survival: African Literature and the Search for New Life , co-editor with Kofi Anyidoho and Anne Adams (Africa World Press, 1999; ISBN 978-0865437098 )
Women Writing Africa: West Africa and Sahel (2005)

Premios y reconocimientos

Abena es co fundadora y presidenta de Busia Foundation International, organización no gubernamental creada en honor del ex primer ministro de Ghana , Kofi Abrefa Busia . 




La traducción corre a cargo de Gustavo Osorio.
http://circulodepoesia.com/2017/04/poesia-ghanesa-contemporanea/




Calibán

Esta lengua que he dominado
me ha dominado a mí;

me han enseñado maldiciones
en el idioma del dominador

me han enseñado del sometimiento
en el idioma del dominador

y soy una mujer despreocupada y desnuda
cantando las palabras de una pequeña niña perdida
hollando el borde de las olas

tratando de volver a capturar…

el sueño de una virgen arropada con la luz de la luna
un gesto de extenderse a través de las aguas
cantando una canción de casa

soy la hija de un hombre negro, aún
varada en las costas de mares sajones




Caliban

This tongue that I have mastered
has mastered me;

has taught me curses
in the language of the master

has taught me bondage
in the language of the master

and I am a woman ravished and naked
chanting the words of a little girl lost
treading the edge of the waves

trying to recapture…

the dream of a virgin robed in the moonlight
reaching gesture across the waters
singing a song of home

I´m a black man´s child, still
stranded on the shores of saxon seas





TESTAMENT FOR THE FIRST ACCUSED: 
NELSON MANDELA FOR THE TWENTY-SEVEN YEARS

BY ABENA BUSIA

Abena Busia, Ghanaian writer and activist currently teaching at Rutgers University in the United States, wrote this poem in 1990 in the immediate wake of Nelson Mandela's release from prison but it has never been published previously. She read it movingly at a public gathering in Johannesburg in July of this year and at that time graciously agreed to SAR's presenting it in our pages.

I know Patrice Lumumba had been sometime dead, 
and Sylvanus Olympio only just, 
though I'm not sure why, 
As I try to re-connect myself with my child's mind, 
and the memories of events that jumble there- 
A knowledge of our distant world, pieced together, 
through overheard conversations 
and voices on the radio.

In 1962 the world was a very different place:

I didn't know where Montgomery was, 
but I'd learnt the meaning of boycott. 
Didn't understand Mau Mau, 
except it taught the impact of lies, 
and what all freedoms cost. 
I remember your name, and vague talk of a trial, 
and treason being a serious thing; 
Sisulu and Mbeki, Goldberg and Mahlaba, 
Kathrada, Motsoaledi and Mlangeni, at Rivonia. 
These names I have learnt through the years, 
but at the time, what I recall for sure, 
Is Abebe Bikila's second Olympic Gold, 
And Cassius Clay proving he was the greatest, 
By the time you made your statement, 
And disappeared.

We have not seen you since.

I didn't mark your fiftieth birthday, 
but in Ghana J.B. Danquah was already dead, 
and we had lived through coups 
and countercoups already, 
at the start of a second republic. 
While Baldwin warned of The Fire Next Time, 
the White Rhodesians declared UDI, 
and the Zimbabweans braced for war. 
But we were killing our brothers already in Biafra, 
while the whole world watched, 
and a young Christopher Okigbo reminded us 
that even the poets were dying. 
And you were still alive, 
And you were still not free.

Though James Brown danced us off the streets, 
And "Soul came to Soul" in Ghana, 
No one remembered Paul Robeson, and 
Mahalia Jackson sung her last. 
Singing "We Shall Overcome", 
Through frustrated Freedom summers we left 
Mississippi, Watts, and Newark burning- 
And Medgar, Malcolm and Martin dead. All dead. 
And you were still alive, 
And you were still not free.

In an angry and lonely world, 
we marked the passage of your tenth year 
reading Letters to Martha, and Soledad Brother. 
All "Souls were on Ice" 
As Arthur Nortje killed himself in an Oxford room, 
and an exiled Kabaka died. 
We freed Angela Davis, but, on your desolate island, 
You were still alive, 
And you were still not free.

Your sixtieth birthday reminded us 
"This struggle was your life". 
But by then, your life had become our struggle 
as we buried Hector Petersen, 
and a hundred slaughtered children 
on the scorched streets of Soweto. 
With a jailed Thandi Modisi 
We "Cried Freedom" for a murdered Steven Biko, 
People young enough to be your children, 
And children younger than your children, dead, 
So many of them dead. 
Yet you at least were still alive, 
But you were still not free.

We shouted Frelimo and another empire fell, 
Antonio Jacinto "Survived Tarrafal", 
But Augustinho Neto was dead. 
Eduardo Mondlane had been many years murdered, 
And we have since mourned the wreckage 
of Samora Machel 
On the South African side of Mozambique's mountains, 
And you were still alive, 
And you were still not free.

By your twentieth year, 
Anwar Sadat had sued for peace in the Knesset, 
And had been later killed for his pains. 
And Haille Sellassie the Lion of Judah, had disappeared 
Leaving no memorial, except a three thousand year 
Imperial kingdom, now decades at war. 
And in Eritrea, Tigre, the Sudan, the Spanish Sahara, 
The "Harvest of our Dreams""Reaped a Whirlwind" 
of nightmares 
And we searched for Jannani Luwum 
amongst Kampla's martyred. 
Marley, who sang for Manley and Mugabe, 
was so young dead 
But you were still alive, 
And you were still not free.

The decades bring the deaths of leaders, 
the power and the myth that was Nkrumah 
lie broken, like his shattered statue 
On the Accra streets. 
And in the same week that Jomo Kenyatta 
"Faced his sacred Mount Kenya" for the final time, 
Kofi Busia's "Challenge to Africa" 
in Search of Democracy 
Ended. All your peers dead. 
But you were still alive, 
And you were still not free.

Yet, on a continent being "liberated""redeemed", 
"revolutionised", 
Proclaiming "Uhuru", the people were marching. 
Twenty-five years after Sharpeville, we march- 
Ten years after Soweto, we march. 
And when they killed mothers and babies 
On their march through Mamelodi, 
Still, with them, we march, 
For you were still alive, 
And you were still not free.

By the time we reached your seventieth birthday, 
Another generation of children 
Had learned to call your name. 
We carry old images of your face, in our hearts, 
And on the T-shirts on our backs, 
As an icon of a new morning. 
The Tembu warrior prince, the lawyer-activist, 
The prisoner. 
Around the world we marched in our millions, 
Demanding your return into this troubled world, 
So sadly bereft of heroes, 
For you were still alive, 
And you were still not free.

You disappeared from our view, 
in a world which had taken no small step on the moon 
for man; 
no Apollos, no Challengers, no Salyuts. 
No photographs of the furthest planets, 
no walks in space. 
The small steps taken on earth for mankind 
had included 
No Flower Power Love concerts in Woodstock, 
No One Love Peace concerts in Kingston, Jamaica 
No Art Against Apartheid freedom concerts in Sun City, 
No Bands in Aid proclaiming "We are the World". 
That world had known no "Cultural Revolution" in China, 
No drafted U.S. troops in Vietnam, 
No "Killing Fields" in Cambodia. 
No vanished Prisoner Without a Name 
in a Cell Without a Number, mourned by the 
Mothers of the Plaza de Mayo- And through this all 
You were still alive, 
And you were still not free.

And now it is the Lord's Day, 
the eleventh of February 1990, 
And it is five a.m. in Los Angeles, California, 
It is eight a.m. in New York and Kingston Jamaica, 
It is one p.m. in Stockholm, London, and Accra Ghana, 
And half the marching world has paused- 
To keep vigil, 
For it is three p.m. in Cape Town, South Africa, 
And we wait to see your face. 
After twenty-seven years of fighting, marching 
and singing 
We keep a ninety-minute watch; 
To see you take these next few steps 
On this, your No Easy Walk 
To our uncertain Freedom; 
To witness your release into this changing world, 
Unceasingly, the same. 
For you are still alive, 
But we are still not free. 
Amandla Mandela, 
A Luta Continua.





COUNTER-COUP

Harshly aware of the brightness of electric light
against the chill January sky,
in the ominous silence of the Harmattan night
we kept vigil for the final shots.
From guns to guns again: full circle.





LIBERATION

We are all mothers,
and we have that fire within us,
of powerful women
whose spirits are so angry
we can laugh beauty into life
and still make you taste
the salt tears of our knowledge —
For we are not tortured
anymore;
we have seen beyond your lies and disguises,
and we have mastered the language of words,
we have mastered speech.
And know
we have also seen ourselves.
We have stripped ourselves raw
and naked piece by piece until our flesh lies flayed
with blood on our own hands.
What terrible thing can you do us
which we have not done to ourselves?
What can you tell us
which we didn't deceive ourselves with
a long time ago?
You cannot know how long we cried
until we laughed
over the broken pieces of our dreams.
Ignorance
shattered us into such fragments
we had to unearth ourselves piece by piece,
to recover with our own hands such unexpected relics
even we wondered
how we could hold such treasure.
Yes, we have conceived
to forge our mutilated hopes
into the substance of visions
beyond your imaginings
to declare the pain of our deliverance:
So do not even ask,
do not ask what it is we are labouring with this time;
Dreamers remember their dreams
when they are disturbed —
And you shall not escape
what we will make
of the broken pieces of our lives. 










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BRÍGIDO ALMENDÁREZ [20.119]

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BRÍGIDO ALMENDÁREZ

Brígido Almendárez (México, 1984), Maestro en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). En el ámbito literario tiene un diplomado en “Introducción a la teoría y crítica literaria” (2009) y uno en “Actualización en narrativa contemporánea” (2015); ambos por el Centro de las Artes de San Luis Potosí. Ha sido becario del Programa de Apoyo a la Creación y el Desarrollo Artístico, en la categoría ‘Jóvenes creadores’ (2010). A finales de 2012 obtuvo el Premio Estatal de Literatura “Manuel José Othón” por el libro “Bitácora del mar en tierra”.



Los poemas aquí publicados pertenecen a “Bitácora del mar en tierra”, publicado en 2015.




FARO

En su cuerpo cabe la memoria de la luz,
el salado corazón del mar,
la ola y su inminente hastío;
caben los rostros
de los que en tierra se ahogan   
y van diciendo con los ojos:
«hasta pronto, pez-olvido»,
secan sus ropas,
se arrastran ahí como gusanos,
y sueñan con morirse
en la roca sin tímpano de las orillas,
en el vuelo sin edad de una gaviota.





A  Lili

Nada en la cúspide del fuego,
nada sino la pírrica victoria,
el olor a musgo de la noche,
esa música de balatas
y cláxones a medio tono.

Nada como el cuerpo
invertebrado de una nube,
la nave sin fin de los viajantes,
de los que ponen a su nombre
la caída de una estrella 
y marcan con un 7 el calendario
y en su bitácora de adioses
celebran en silencio ese suceso.

Nada en la cúspide del fuego,
nada ahí,
          sino esa ola,
criba del tiempo y su memoria.



*



Música del tiempo esta llovizna,
amanecer en ese humo
(ese viaje de los ojos tan adentro).

Tararear de memoria aquel danzón,
el aullido del lobo en una alfombra,
afiebrado ritmo el de la sangre
(esa herida vuelta ola).

Convalecer del tiempo en un compás,
en la milimétrica
respiración de una mujer,
y luego romper
con violines un silencio,
devolver al agua aquella piedra,
         pactar sin ganas retirarse. 



*



No se toca aquí un violín,
no se escucha aquí la música.
¿Quién practica a medio espasmo
el hábito de la certeza?,
¿quién toca con los pies helados un muñón? 
No se pone a prueba aquel oído,
no se sabe a ciencia cierta
la edad de la conífera.
Se sabe –sí– de negación
y de la negación que engendra a otra,
se sabe del amo,
pero no de su festín.
Sabe del insano proletario
–o lo que nos dijeron era su doctrina–
se sabe –sí– del histórico fracaso,
se lee de cabeza la historieta,
el tabloide de los héroes.
Pero nada se habla del naufragio,
nadie ha visto aquí un relámpago.


*


Después del sol,
esa tímida neblina,
un corazón con maletas en la puerta,
un pájaro que ladra a medio tono
devoto (al fin) de su perro corazón.
Una voz que nada tras la puerta,
un sonido multiplicado en algoritmos,
un decir: «aquí pasó la primavera»;
una hormiga que maldice al caminante,
un caminante que nada sabe de la hormiga.


*



Tras el rayo la furia,
la melopea de una gota que golpea,
el rastro sin huella de un diluvio
acaecido entre las 2 y las 4 de la tarde.

Tras el rayo,
el televisor no anuncia
la caída de una estrella,
la reivindicación del régimen alimenticio:
Beba coca cola,
la vida está allá afuera
(la vida estalla afuera).

Tras el humo la conciencia
de algo que se quema.
Detrás de lo que arde
                         no hay ninguna vela.



*



Aquí quemamos todo:
el tafetán morado de los años,
la mancha incendiaria del espejo,
el caballito de madera tras la puerta.

Aquí sólo conservamos
la foto de María en el hipódromo,
sus ojos en el azulejo
y esa radio que tocaba
el bolero favorito del abuelo.

Aquí queda medio galón de gasolina,
un boleto de tren
(el diploma aquel de caminante)                    
y  si acaso,
la tozuda nostalgia de un gusano.






          A  Zaira

No.
–No de huir–.

Hablo de la húmeda
filia del demente,
de los que sembraron
en su cuerpo un árbol

y  salen
             a encontrar la lluvia.


http://www.crearensalamanca.com/poemas-del-mexicano-brigido-almendares-pinturas-de-miguel-elias/








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AUDE COURTIEL [20.120]

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AUDE COURTIEL

Aude Courtiel nació en Nîmes (Francia) en 1987.

Titulada del conservatorio de danza y de arte dramático de Nîmes, titulada también como profesora de danza contemporánea, sigue en paralelo estudios de literatura y de filosofía en las universidades de Montpellier y de Málaga. Hoy se dedica enteramente a la escritura y a la coreografía. La casa editorial Sansouire le publica dos libros de poemas, La loca amaranta en 2012 y Mujer al agua en 2016. Sus textos se encontran también en revistas y en espectàculos vivos de teatro-poesía o poesía musical.  


Aude Courtiel est née à Nîmes (France) en 1987.

Diplômée du conservatoire de danse et d'art dramatique de Nîmes, diplômée d'État en tant que professeur de danse contemporaine, elle poursuit en parallèle des études en littérature et philosophie aux universités de Montpellier et de Málaga. Aujourd'hui, elle se consacre entièrement à l'écriture et à la chorégraphie. Elle publie avec les éditions Sansouire deux recueils de poèmes, La folle amarante en 2012 puis Femme à la mer en 2016. Elle est publiée également dans des revues et ses textes sont représentés dans des spectacles vivants de théâtre-poésie ou poésie musicale.



Aude Courtiel. Francia. Poemas bilingües

El poeta y artista plástico Enán Burgos, radicado en Montpellier, Francia, ha traducido los poemas de la poeta y actriz Aude Courtiel desde la labor de su proyecto La CartoneraED.


Versiones al español de Enán Burgos       
                                                    
             Poète. Diplômée du conservatoire d'art dramatique et de danse contemporaine. 





¿Cuánto tiempo vive un hombre?

Je prends du soleil dans le ventre.
Ça pince fort le nombril de ma raison.
Ça pousse ma foi à la confession.
Et si je relâchais la peur entre les dents,
Suspendais la fuite quand je sens que je suis pleine.
Je pourrais exhausser cette place où l’avenir n’attend pas,
Saisir la femme sur le pont, accoucher du baiser latent
Muré de muscles qui me manquent,
Elans de vie des impudents.




Tomo el sol en el vientre
Lo que tanto pellizca el ombligo de mi razón
Lo que incita mi fe a la confesión.
Y si aflojaba el miedo entre los dientes,
Suspendía la fuga cuando siento que estoy plena.
Podría enaltecer aquel lugar en donde el futuro no espera,
Asir a la mujer sobre el puente, parir de un beso latente
Amurallado por músculos que me faltan,
Impulsos de vida de los impudentes.

__


Dans ta grotte
Couver ta peau

Creuser
Fumer
Ça sort par les trous
Avec l’idée du jour
Sous l’étoile




En tu cueva
Incubar tu piel

Cavar
Fumar
Eso sale por los hoyos
Con la imagen del día
Bajo la estrella




--


Une seule vie pour tenter. Arpenter. Creuser. Témoigner.
Tirer les fils. Les bons. Les borgnes. Discrets. Dans la rigole.
Déplier les yeux. Laisser couler.
Se laisser prendre. Pendre et tomber.
Résonner. Eclater la joie. Echos par tous les sens.
Pair. Impair. Chance pirate.
Sons à l’aventure, virent. Déverrouiller ?
Tourner, rouler. Jubiler. Instants volés. Garder l’émail un peu.
La vie rêvée.
Combien de temps vit un homme ?
Combien de temps est-il mort ?




Una sola vida para tantear. Apear. Cavar. Atestiguar.
Tirar los hilos, los buenos, los tuertos. Discretos. En la cuneta.
Desplegar los ojos. Dejar fluir.
Dejarse agarrar. Colgar y caer.
Resonar. Saltar de alegría, ecos por todos los sentidos.
Par, impar. Suerte pirata.
Sonidos en la aventura, viran. ¿Desbloquear?
Girar, rodar, gozar. Instantes robados. Conservar poco el esmalte.
Vida idealizada.
¿Cuánto tiempo vive un hombre?
¿Cuánto tiempo ha estado muerto?


--




J’ai guetté les plis sur ta peau. Des jours des semaines entre un sourire et l’esquive. Des centimètres de nuages à boire. Et la peur d’échouer.

Parce que rien ne remplace l’absent. Que tout pourrait s’arrêter au silence. Que tu pourrais contourner le vent. Fermer les fenêtres. Tapisser l’être.

Pourquoi ne pas enfiler la tombe.

La mort n’est pas le silence. Tu pourrais aussi passer par les trous dans la porte. Remettre à plat les plis. Nommer l’espace. Du dehors du dedans. Tamiser le temps. Avant, maintenant.

J’ai plongé un papier entre tes doutes.

Qui sait si tu l’enveloppes comme un rêve.





Hurgué los pliegues bajo tu piel. Días semanas entre una sonrisa y la esquiva. Centímetros de nubes para beber. Y el miedo de fracasar.

Ya que nada remplaza al ausente. Que todo podría estancarse en el silencio. Que podrías contornar el viento. Cerrar ventanas. Tapizar el ser.

Por qué no arroparse con la tumba.

La muerte no es el silencio. Podrías también pasar por los agujeros de la puerta. Alisar los pliegues. Designar el espacio. Desde afuera desde adentro. Tamizar el tiempo. Antes, ahora.

Hundí un papel entre tus dudas.

¿Quién sabe si lo ciñes como un sueño?



--



Femme à la mer
Combien de temps elle flotte ?
Combien de peaux ?
Des couches
Des plus ou moins vraies
Des plus ou moins fausses
Des promesses
Des effluves
De fauve
Des chiens des chiennes et du velours

À un poil près pointait le bruit du vent
Silence
Encore du temps
À la surface de la lune
Pour soutenir le foutre
Pour dilater la blessure
Prendre le large
À l’horizon qui sait, le chant des sirènes
Combien de temps flotte avant les sirènes ?

Femme marine à deux queues
En vie d’être en soi
En vie d’un toi





Mujer al agua
¿Cuánto tiempo flota?
¿Cuántas pieles?
Capas
Más o menos ciertas
Más o menos falsas
Promesas
Efluvios
De fiera
De Perros, perras y de terciopelo

Apenas si percibía el ruido del viento
Silencio
Todavía queda tiempo
En la superficie de la luna
Para sustentar el semen
Para dilatar la herida
Irse
Sobre el horizonte tal vez, el canto de las sirenas
¿Cuánto tiempo flotando antecedía las sirenas?

Náutica mujer con dos colas
En vida ser en sí 
En vida ser en ti  



--




Bruit de peaux entre les flammes
Pas de larmes consumées
De cris à l’aveugle

Mais le murmure d’un ruisseau qui fume
Jusque dans la bouche
Jusque dans l’iris

Chance
Incandescence

Le désir dilatait le rêve
Est-il encore chaud ?





Ruido de pieles entre las llamas
Ninguna lágrima dilapidada
Gritos a ciegas

Pero el murmullo de un arroyo que humea
Hasta la boca  
Hasta el iris

Suerte
Incandescencia

El deseo dilataba el sueño
¿Aún está fogoso?




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Heureuse à contre-courant
Rire et se taire
Maintenir les dents blanches
Silencieuses

Aimer sans volonté




Feliz a contracorriente
Reír y callarse
Mantener los dientes blancos
Taciturnos

Amar sin brío



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Carcasse d’amour croquée à l’encre bleue
Nage ou crève
Cœur imbécile

Esqueleto de amor esbozado con tinta azul
Nada o muere
Corazón imbécil




--



Je dessine un trèfle dans le creux de ta hanche
J’impose ma vérité à trois mots
Et te laisse le coup libre
Pour planter mon paysage



Dibujo un trébol en el hueco de tu cadera
Impongo mi verdad de tres palabras
Y te dejo el palo libre
Para plantar mi paisaje



--




J’ai ouvert la porte. Lit vide. Le chien qui hurle. Odeur de vin, vile. La télé vit en sourdine.
Bain rouge. Tête noire. Tes poils dans la mare.
Touchée, coulée chair insolite, solitaire. Ça quitte les os.
Je peux sucer ton fantôme entre mes doigts. Le frapper tellement c’est dur sous ton jean.
Souvenir de tes dents. Sourire qui perfore le ciel. Trace tes lignes blanches au paradis.
Même averti du paysage. Les mouches tournent encore dans ma tête.


        
Abrí la puerta. Catre vacío. El perro que aúlla. Olor a vino, vil. La televisión puesta en sordina.
Baño rojo. Cabeza negra. Tus pelos en el charco.
Tocada, hundida carne inaudita, solitaria. Deja los huesos.
Tu fantasma puedo chupar entre mis dedos. Golpearlo tanto, rudo es bajo tu bluyín.
Recuerdo de tus dientes. Sonrisa que abre el cielo. Traza tus líneas blancas en el paraíso.
Aunque al corriente del paisaje. Las moscas giran aún en mi cabeza.



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Amour               Abstraction
Aucune parcelle ne survivra

Parce que rien n’existe dans les veines
Que du sang, pauvre, riche

Pas un poumon pour gonfler des joues
Pas de traits dans le cœur pour lever des sourcils

Des artères de la graisse des muscles et des sillons
Pas une place pour personne
Ta face pilée au porte-voix

La poésie est dans la tête
Et la trachée est pleine de paroles




Amor                Abstracción
Ninguna parcela sobrevivirá

Porque nada existe en las venas
Sólo sangre, pobre, rica

Ningún pulmón para inflar mejillas
Ningunos trazos en el corazón para alzar cejas

Arterias de la grasa de músculos y surcos
Ningún sitio para nadie
Tu cara apachurrada contra el portavoz

La poesía en la cabeza
Y la tráquea llena de voces







http://www.laotrarevista.com/2017/04/aude-courtiel-poemas-bilingues/



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NICO HELMINGER [20.121]

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Nico Helminger

Nico Helminger nació en Differdange, Luxemburgo en 1953 y es hermano del también escritor Guy Helminger. Estudió alemán, lingüística y drama en Luxemburgo, Saarbrücken, Viena y Berlín. Entre 1980 y 1984 vivió en París como profesor de alemán e historia. Ha trabajado como escritor independiente en Múnich, Heidelberg, Luxemburgo y Esch-sur-Alzette. Su obra incluye poesía, novelas, teatro y libretos para ópera en los que aborda desde los problemas psicológicos y sociales de la zona suroeste industrial de Luxemburgo, hasta cuestiones del poder de la iglesia y los medios. En 2008 le fue otorgado el premio Batty Weber y recientemente incluye cada vez con mayor frecuencia elementos intertextuales y multilingüísticos en su escritura.


Traducción de Emma Julieta Barreiro y Jean Portante



Vor Ort

Achtung, Sie stehn jetzt im Wald 
und wenden sich
der hingeschriebenen Buche zu,
die sich durch Aug und Atem 
wächst und büschelweise Licht streut 
in Ihre Empfindlichkeit.
Vielleicht fühlen Sie sich jetzt 
vom Laub überrascht, vielleicht 
fragen Sie nach dem Ursprung 
dieser wunderbaren Dichte
im Innern des Wachsens.  
Fassen Sie Holz an, entknoten Sie 
den Troll Ihrer Kindheit, 
binden Sie Ihre Vergnügtheit
an die blitzenden Blätter, lieben Sie! 
Die Lichtung ist ein Apfel jetzt, 
der sich Ihrem Denken öffnet. 
Die Wandlung hat Biss, 
die Landschaft heisst Wissen, 
und Liebe klebt an den Zähnen 
wie auch das rauchgeschwärzte Knistern 
undeutbarer Vergangenheiten. 

Sie denken sich weit zurück
ins Apfelholz, in den Steinwuchs, 
in die erste Berührung zweier Menschen. 
Wandel, Wunsch und Wald entwachsen
dem gleichen namenlosen Wagnis, 
welches uns einnimmt 
und ausspricht: Wir sind Wandler im Wald. 
Um uns ist Halmen und Bäumen. 
Die Blätter duzen uns. Zugvogelzart.

gleitet der Himmel. 
In den Farnen ist Glück. 
Dieser Augenblick ist jetzt Teil 
Ihrer Erinnerung und blüht. In Ihnen
ist Staunen und die Schönheit des Tages. 



In situ 

Cuidado, ahora está usted en el bosque
y se dirige
hacia la haya escrita 
que crece por los ojos y la respiración
y esparce manojos de luz 
en su sensibilidad.
Tal vez ahora se sienta usted
sorprendido por el follaje, tal vez
se pregunte sobre el origen
de tan maravillosa densidad
al interior del crecimiento.
Toque usted madera, desate el
troll de su niñez,
ate su alegría
en las hojas fulgentes, ¡ame!
El claro es una manzana ahora,
que se abre a su pensar.
La conversión tiene agallas,
el paisaje se llama conocimiento,
y el amor está pegado en los dientes
así como también el crepitar ahumado
de pasados no interpretables. 

Imagínese muy lejos atrás
en la madera de manzano, en el crecimiento de piedra
en el primer roce de dos seres humanos.
Cambio, deseo y bosque nacen
del mismo riesgo sin nombre
que nos invade 
y nos pronuncia: somos  caminantes en el bosque.
A nuestro alrededor hay paja y árbol. 
las hojas nos tutean. Con la ternura de pájaros migratorios.  

el cielo se desliza 
en los helechos hay felicidad. 
Este momento forma parte ahora
de su memoria y florece. Dentro de usted 
hay asombro y la belleza del día. 



embuscade 

embuscade am busch 
diese spitze dieser schreibende
dorn süsskleine haiflosse 
aus dem grün heraus 
und passend dazu schlägt das laub
wellen um deine vergesslichen 
hände denkst du um 
deine welke haut
aus der sich jetzt 
dieser kleine schmerz löst 
dies heilende 
dieser tropfen 
auf dem weg zur rose 



embuscade  

emboscada en el arbusto
esta punta esta espina
escribiente dulce pequeña aleta de tiburón
surgiendo del verde
y a juego con esto el follaje causa
sensación alrededor de tus manos
olvidadizas piensas alrededor 
tu piel marchita
desde donde ahora 
se desprende este pequeño dolor 
esta curación 
esta gota
en camino hacia la rosa  



unterwegs 

als unterwegs das weg-
geworfene blatt sich auftut
raschelndes erblühn der schrift 
als teerose im kopf
du musst ihr wasser sein ihr licht ihr wachen 
auf diesen zerknüllten pfaden
der behutsame wuchs 
des schattens die behütende stille 
ums knospende wort 



en camino 

cuando en camino la hoja
  desechada se abre
crujiente florecer de la escritura
  como flor de té en la cabeza
tú debes ser su agua
  su luz su velar
sobre estos senderos arrugados
  el cuidadoso crecimiento
de la sombra el silencio protector
 alrededor de la palabra que brota


http://www.periodicodepoesia.unam.mx/index.php/4576





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