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Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
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MIGUEL L. MULA SOLER [20.002]

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MIGUEL L. MULA SOLER

Miguel L. Mula Soler (Águilas, Murcia, 1969) estudió Filología Hispánica en la Universidad de Murcia y es profesor de Lengua y Literatura desde 1993, actualmente en el Instituto de Educación Secundaria ‘Alfonso VIII’ de Cuenca. También es profesor asociado de la Universidad de Castilla-La Mancha desde 2014. 

Miguel Mula es profesor pero en su currículo esconde otras aficiones como el teatro. Participó en el Teatro Universitario de Murcia como actor en ‘Las ranas’ de Aristófanes y también ha dirigido ‘Pic Nic’ de Fernando Arrabal. Además, mientras estudiaba en la universidad ejerció de calafate, camarero, reponedor de gran almacén o peón de fábrica de conservas. Por lo que podemos decir que es una persona activa y polifacética. Actualmente organiza en el IES ‘Alfonso VIII’ un concurso de relatos policiacos que lleva el nombre del profesor, también de Lengua y Literatura, Ángel Luis Mota, y que este curso alcanza ya la novena edición.

‘Arqueros en mi fiesta’ es el título del libro de poesía que Miguel Mula publicó en 2010, en la editorial conquense Olcades que dirige el escritor y periodista José Luis Muñoz. Antes había publicado algunos poemas en las revistas ‘Luces y sombras’ de Navarra y en ‘Nueva revista’ de La Rioja.




“Contra todo pronóstico,
cuando nada esperabas, ha vuelto a salir el sol.    
Tuyo entero ha de ser este gran día.
cógelo, lucirá por tus huesos su ocaso, hasta el fin.”




ARBOLADURA

                          Para Santiago y Julio    

Contra ti mismo hicimos, contra la propia muerte,
rasgando la nada, hijo, tu arboladura de ángel
incandescente, endemoniado, flecha arrojada
con su propia energía por eterna condena:
y no hallarás más diana que el viento, tu mismo aire.




FRESCURA

                         In memoriam, para Alfonso

En tu viento ya estaba la sombra, todo el mar;
la frescura fue el mal, hijo, que te hizo ser
eternamente puro vacío recordado
en cuerpo de tiniebla. No alcanzaste la luz.
Misteriosa la vida que principia en la muerte,
y poderosa,
                   más que vientos, mares y sombras.




Sobre el caer

Si no caes en el empeño
quizá mañana despiertes y cantes
a coro contigo mismo
como poeta antiguo:
“He sido despojado,
desterrado y olvidado,
nada soy,
y aunque siento nostalgia
callaré para siempre”.
Pero caerás, caerás, vaya si caerás.




Sobre el callar

Un único poema debería bastar
para ser tu cintura, vasija suficiente,
fundida por ti misma de tu carne más mía
en corazón de fuego que la imprima flor,
vacía copa llena de siglos de palabras
rumorosas y exactas, y ya por fín callar.



Él abrazó la herida

En Lisboa,
cuando llueve,
hay una ventana
muy limpia
que da al río que da al mar
y una plaza sin fuente ni estatua.
Tras los cristales,
en penumbra,
dos amantes se abrazan,
en penumbra,
tras los cristales
y una plaza sin fuente ni estatua
que da al río que da al mar.
Muy limpia,
hay una ventana,
cuando llueve,
en Lisboa.

Del libro Arqueros en mi fiesta






ARQUEROS EN MI FIESTA. Autor: Miguel L. Mula Soler. Ilustración de portada: Miguel Ángel Moset. Editorial: Ediciones Olcades. Colección Olcades Poesía. Cuenca 2011


por Angel Luis Luján

La colección “Olcades Poesía” arranca desde Cuenca con un contundente primer libro, que es también la opera prima del autor, Miguel Mula, original de Águilas (Murcia). Arqueros en mi fiesta es un poemario denso y sin concesiones, de una lírica entre vallejiana y simbolista, y con un profundo anclaje arquetípico. La idea de irrupción que se desprende de la incongruencia entre los dos términos del título (¿unos arqueros en una fiesta privada?) da buena cuenta de las tensiones y sorpresas que sostienen al poemario en todos sus niveles, y de su alto grado de imaginación.

El del arquero es un arquetipo que ha tenido diversas y curiosas manifestaciones a lo largo de tiempos y culturas. En su forma más amable es Cupido, y Miguel Mula juega con esa plasmación en los títulos de las dos partes principales: “La flecha en el corazón” y “El corazón en la flecha”; pero también puede interpretarse como el flechador Sagitario, que representa a un Centauro, de carácter más cruel; y no hay que olvidar a Apolo, cuyos atributos son precisamente el arco y la lira.

De esta conjunción de poesía y tensión, nace la reflexión de Octavio Paz sobre la lírica. Explicando la imagen de Heráclito que es germen de su libro, nos dice el poeta mexicano: “la lira, que consagra al hombre y así le da un puesto en el cosmos; el arco, que lo dispara más allá de sí mismo”.

El arco es, pues, aquello que se tensa para alcanzar un fin, un blanco, y esta poesía, como toda buena poesía, nos habla de los límites, y del deseo de lanzarse más allá de toda experiencia, pero mostrando a la vez que toda vivencia encuentra sus límites quizá demasiado cerca, más cerca sin duda de lo que quisiera el sujeto de la experiencia.

Los poemas son, así, flechazos, disparos que van más allá de la herida, hacia la razón de todo ser: “El abrazo la herida” se titula el último poema, sin guiones ni comas, como si fuera una sola palabra. Este título hace eco a otro poema (todo es resonancia en este libro), “El abrazo del loco”, emblemático de la colección. Es un texto en prosa que contiene otro poderoso arquetipo, la mítica figura del loco del tarot o un avatar más de la leyenda del rey pescador, con un guiño a la mística, con elementos surrealistas y el establecimiento de diálogo con un cuadro.

Este poema y el siguiente, “Altamar” (nuevamente una sola palabra) nos sitúan en la misma línea: la del deseo que encuentra su límite en la muerte, o mejor dicho en la amenaza de la desaparición que da su sentido pleno al deseo. El amor es, en este libro, muy parecido a la soledad, y algo cruel, lo que nos recuerda al verso de Mallarmé: “meurtries /  De la languer goûtée a ce mal d’être deux”. Y Mallarmé es precisamente vilipendiado en un poema que se abre con una provocación: “Que le den por culo al azur” (p. 30).

Y es que el libro tiene también mucho de baudelairinao, del Baudelaire de la muerte de los amantes: “Una tarde hecha de rosa y de azul místico, intercambiaremos un destello único como un largo sollozo, cargado todo de adioses”. Pero en Mula el desenlace no es tan espectacular, ni tan optimista. En él encontramos lo sublime junto a lo grotesco: el amor es negro y habla por boca de un viejo desdentado, como un limón exprimido, mostrándonos qué cerca está el todo de la nada.

El poemario, como se ve, es rico en tonos costrastantes. Hay poemas serenos, elegíacos, casi simbolistas como “Pasó el tiempo de las celebraciones” (p. 53), otros en tono de humor, juguetón y lúdico, como el que se cierra con el chocante: “en bucólica autovía hipérbaton nos hizo” (p. 61). Asistimos también al quiebre desmitificador después de una encendida enumeración lírica: “Pero, ¿almorzaremos mañana?” (p. 25).

Sin embargo, el valor principal del libro, a mi modo de ver, es el planteamiento del tema de la identidad, un tema caro a la poesía moderna. La identidad es una leyenda, como planteaba también Diego Jesús Jiménez. Somos la historia que nos contamos a nosotros mismos. Esto se hace evidente en un poema en que Miguel Fernández Parra nos dice de Miguel Mula: “Miguel Mula huyó de Miguel Mula” (p. 45). Esta complejidad enunciativa y el carácter especular de este planteamiento necesita ser transmitido no en una alocución directa sino como resultado de una polifonía de voces. Son varios los migueles que hablan en los poemas y de esos retazos de discurso el lector debe construir un sentido. Si alguien pensó que la poesía no es un género polifónico (como puede ser la novela) aquí tiene un contundente desmentido. Por no hablar, por otra parte, de los múltiples ecos de la tradición: Fray Luis de León, Garcilaso, San Juan de la Cruz en este contexto hablan con una voz sorprendentemente nueva.

Ello nos lleva a otra de las dimensiones del libro, que lo es también de la poesía moderna: el giro metapoético. A la desasosegante constatación que hace el poeta: “ya todo está dicho y ya solo queda / tu silencio y mi silencio mirándose” (p. 24), no cabe otra respuesta que inventarse a otros que nos digan, hacer de ventrilocuos, multiplicar las voces, o simplemente construir un poema palíndromo como el que cierra el libro: la poesía no puede más que repetirse a sí misma, invirtiendo el orden o subvirtiéndolo.






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RAFAEL TALAVERA [20.003]

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RAFAEL TALAVERA

RAFAEL TALAVERA (Iniesta, Cuenca, 1948). Es poeta, fotógrafo y pintor. En 1970 recibió el 2º Premio Puente Cultural de Poesía (Madrid). Un año más tarde obtuvo el Áccesit del Premio Adonais 1971 con Tres poemas y Calcomanías (Ediciones Rialp, Madrid, 1972). Ese mismo año, en colaboración con el pintor Celedonio Perellón, editó sus poemas junto con los grabados de “Mundo”, dentro de las carpetas de grabados “Mundo, Demonio y Carne”. En 1975 editó Llámale como quieras (Editorial Toro de Barro, Cuenca), y en 1983, Molde, traducido al hebreo y publicado en un diario de Tel-Aviv, donde fue leído por la radio de dicha ciudad. En 1994 colaboró en QUO VADIS junto con el pintor Gonzalo Thovar (Ediciones May Moré, Madrid). En 2009, Gran Angular. Poemas 1976-2006 (Excma. Diputación de Cuenca); un compendio de 30 años de producción poética, Pallaksch o la búsqueda del alma, Ediciones Vitruvio, 2013; en 2015 Vitrubio publicó: Miraba las cenizas, galardonada con el XXVIII premio Barcarola. 

Actualmente tiene nuevos proyectos inéditos en los que sigue trabajando: A Nadie (2009) y PALLACHS o la búsqueda del alma (2010). También ha publicado poemas y críticas literarias en varias revistas (Índice, Cultura Hispánica, La Estafeta Literaria, etc.).

Además de poeta ha desarrollado un amplio currículum fotográfico y pictórico. Ha publicado cuatro dossiers y tres portadas en las revistas de fotografía Arte Fotográfico y Poptografía de Madrid. Ha realizado varias exposiciones de fotografía en España y Francia y otras 28 de pintura, tanto en España (Madrid, Oviedo, Bilbao, Santander, Albacete, Alcalá de Henares, Feria de ARCO de Madrid, etc,), como en Lisboa (Portugal) y Estados Unidos (Nueva York y Chicago).



LUNA en
el filo
del pétalo.

Se han solapado
coronación
y decapitación.

Sobre el perfume derramado
se aparece
la flor.

Miraba las cenizas, [2015, Vitrubio]





LA LÍNEA

1

La oscuridad, con su cuchillo, monda el mundo,
corta la piel de luz, lo suelta en mullida tiniebla.
¡Allá va!



2

No sabemos qué oponer al desastre
de ver el mundo deshacerse en fanfarria de sombras.
Haz el gesto más infantil que sepas, traza una línea recta,
déjala flotar en el aire: que brille y sobreviva como pueda.
Después saca tus conclusiones, justifica su necesidad, su infeliz
trayectoria: pues nació de una vulgar ocurrencia
y ya no puede detenerse,
tendrá que inventarse una vida, y alentarla, y vivirla, y aprender a morir.



3

Como dice un amigo mío: lo mejor es ser caballo.





HOTEL DE LUJO

Rubio oropel en el hotel de lujo, comadres de platino,
vía crucis anestésico sobre el amor incruento, celulitis agazapadas
bajo las sombras cenitales de las pamelas, hojas de las palmeras
abanicando, lánguidas, la suave calima en llamas.
En un éxtasis blando que absorbe los sonidos y ahoga
los ruidos del bareto sobrevolando las piscinas,
el mundo, aquí, se recompone en nave de plumón de cisne
bogando en aire fresco hacia el crepúsculo: en el que, acicaladas con los últimos
[ destellos, comparecen,
preseas comestibles, las langostas, mostrando sin pudor al turista su rojo cereza
[ post mórtem
más íntimo, tumbadas desnudas en platos muy blancos
que flotan cual lunas rellenas de leche.





EN MI 56 CUMPLEAÑOS

Has crecido como un pato sin lago
en un lago sin pato.

Ya te has zampado crudos
cincuenta y seis pececillos virtuales.

¿No deberías transformarte en otra cosa
que no tenga que soportar esta humedad?

Del libro Gran angular




ESCENAS EN EL JARDÍN

(IV)

Da miedo dividirse, con un corte tan limpio en la mitad del ser: luz, sombra.
El alba, que es dulzura, soldará las dos partes, las restañará.
No existe herida alguna entre el día y la noche, ni vacío enquistado,
sino un vuelo sonámbulo que goza demorándose, aquí, allá, en las islas
más claras de los árboles, en los vacilantes dibujos de los lirios, en los brocales
de los pozos inciertos que imaginan las sombras en los jardines.
Algo sutil se mezcla, se funde, se difunde. Da miedo otra resurrección,
ser dibujado por claridades que dudan,
ser otra vez cuerpo real, carnal juego de aún dormidas luces.
El alba es un terreno peligroso, desconfianza, un éxtasis sin mente, desolada llanura,
desierto con dunas que ahogan el sentido común.
Dicen que así es la muerte: tierra de nadie entre ni luz ni sombra
y el universo encima, mutando, pivotando, agigantándose, agrietándose.
Uno no sabe qué hace aquí: de pie, lúcido, solo, absorto, ¿vivo?, ¿muerto tal vez?, ¿abandonado?
Da miedo dividirse, ser, volver a ser.
Pero se intuye, al fondo, nada aún, casi un rosa,
o un rosa muy, muy lívido, o un blanco, un casi blanco.
Ya vuelan, aún sin árbol, mariposas blanquecinas, las flores, las del peral.
Ya asciende terso el humo, pan recién hecho, hacia los altos nidos de los pájaros.





COLIBRÍ

1

EL VUELO geométrico del colibrí,
su vibrante helicóptero, sus plumas
de camuflaje y su pico de trompa.
Pero, ante todo: su diminuta brújula imantada.


2

El colibrí, que toma
decisiones rápidas
y a ellas se traslada
como pájaro y máquina.


3

Zumbando inmoviliza
el vórtice que engulle las formas ilusorias
y, aquietando con su ala el vacío girante, y señalándolas,
las vuelve grávidas, reales, rotundas.


4

Me avergüenza llevar
tanto vacío y silencio en mi corazón
viendo volar lleno de colibrí
al colibrí.


5

Un pensamiento rápido
necesitaba alas, las alas
necesitaban pájaro, el pájaro una espada:
así nació el colibrí mosquetero.


6

Hace una reverencia a nadie en el espacio-tiempo
antes de hundir su pico-trompa
en el agua dulce, pulida
y vacía como un espejo.


7

Peluquero del aire, del espacio rapado,
quien lo ve batir la nada vislumbra
la áurea cabellera de lo invisible
descolgándose en rizos.


8

¡Quién supiera volar así en su propia vida,
con voluntad tan firme, tan fértil, tan clara!
¡Quién fuera tu pasión tan diminuta,
capaz de abandonar los hechizos a tiempo!


9

Enrolado en la tropa
de los desheredados,
el colibrí reclama el mundo a su modo
entre romántico y desesperado.


10

¡Quién fuera en este mundo de dudas
colibrí,
el más pequeño y firme
defensor de su fantasía!


11

La remoción acróbata del ala,
el sablecillo del pico en ristre;
pero ante todo la graciosa ubicuidad
en vilo, frágil, ávida, y el ojo: el ojo más furioso.


12

Espadachín de amores de terraza
y de reflejos en cristales de ventana,
siempre vuela con su pareja, con su fidelidad arisca
a modo de esfera conteniéndolo.


13

Todo lo borra la niebla, todo
menos al colibrí.
El colibrí es un pájaro imborrable
dentro de un pájaro que se disuelve.


14

Caballito de aire o de nube
al igual que hay visiones de soles en la niebla
extraviados entre cúpulas, se muestra se oculta se muestra se oculta
y nos mezcla el pensamiento como en un trabalenguas.


15

Colibrí, escala mínima del orbe,
¿cómo es tu desazón, tu alada pena?
Tus miedos, tu estupor, ¿son una bagatela?
Tu alegría, ¿es más liviana que la nuestra? ¿Aún más quebradiza?


16

Barro que se encarama al cielo o ángel emplumado,
o vasija de pájaro, o burbuja con saeta,
horizontal, o vertical, o diagonal,
zigzag a la deriva de repente orientado: ¡colibrí!


17

Si parálisis súbitas lo atan al espacio-tiempo,
la mano que lo anuda lo desanuda.
Inmerso en su impaciencia o en la nuestra, ¿es real el colibrí
o es el dibujo inquieto de nuestra mirada?


18

Las cosas, que no han sido colibríes, defienden su espacio
arduamente de los invasores. No así el colibrí:
él cede el suyo, da hacia atrás un paso de alta esgrima
para reconquistarlo de inmediato, pico-florete en ristre.


19

Yo me imagino el alma de los árboles
como un extrovertido y forzudo colibrí
sosteniendo el vibrante fruto del orbe en sus alas
y regulando el ritmo perezoso de las constelaciones.


20

Si oyes, colibrí, mis palabras cargadas,
como dados trucados, con mis paralíticos sueños,
versos a colibríes u otros ángeles inaccesibles:
¡que no te vea yo más, para creer siempre en ti!


21

Golfillo y camorrista
y a simple vista intrascendente, ¿no serás tú la clave
desangustiada del mundo? ¿La única llave que abre aún
la esclusa de la infancia, para que se derrame fresca entre las tumbas?


22

El tiempo con su sable giratorio
reta cada mañana al colibrí,
se buscan y se burlan ambos bajo las sombras alargadas,
se pone el sol y aún no han cruzado sus espadas.


23

Acróbata y geómetra y también portador
del fuego primigenio convertido en soplete,
enuncia teoremas mientras suelda en el aire,
matemáticamente, su acción a su deseo.


24

Mago que muestra cartas de fortuna,
relámpago en el aire sembrado de trampas,
caleidoscopio que no cesa
de fragmentar la imagen que compone.


25

Nosotros, que imaginamos la muerte
como una nieve invisible bajo el calor,
que nos movemos dentro de caleidoscopios,
¿sabremos entenderte, oh simple pájaro?


26

Si existe, tu lección es ésta:
no sabemos pensar un colibrí.
Pájaro temperamental, subconsciente,
burlador del no y del sí.












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NARLAN MATOS TEIXEIRA [20.004]

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Narlan Matos Teixeira

Narlan Matos Teixeira (1975, Itaquara, Bahía, Brasil). Poeta brasileño-estadounidense considerado uno de los autores emergentes más relevantes de América Latina por los críticos americanos y europeos que señalan la importancia universal de su obra. A sus 21 años debuta con Señoras y señores: ¡el amanecer!, Premio Copene de Literatura (ahora Braskem), publicado por la Fundación Casa de Jorge Amado. Con su segundo libro, En el campamento de las sombras (2000), Premio Nacional XEROX de Literatura Brasileña, inicia su trayectoria internacional representando a Brasil en varios festivales mundiales. En 2002, elegido por el Departamento de Estado de EE.UU, representa a Brasil en el International Writing Program, University of Iowa y su poesía recibe comentarios de poetas legendarios como el ruso Yevgeny Yevtushenko, los estadounidenses Robert Creeley, Lawrence Ferlinghetti y Michael Palmer, del esloveno Tomaz Salamun o del español Juan Carlos Mestre. Su tercer poemario, Elegía al Nuevo Mundo (2012), Editorial 7 Letras, nominado para el Premio Internacional Portugal Telecom, le confirió un lugar de vanguardia dentro de la poesía latinoamericana contemporánea, mereciendo un importante artículo de Dr. Eleutério Santiago Diaz (Universidad de Nuevo México). Se convierte en interlocutor de Noam Chomsky, con el cual se reúne en varias ocasiones en el Massachusetts Institute of Technology y con quien mantiene una intensa correspondencia. Participa regularmente en numerosos programas literarios y festivales internacionales en Europa y EE.UU. Sus poemas han sido publicados en esloveno, italiano, vietnamita, chino, croata, lituano, japonés, inglés, sueco, hindú y español. Su obra ha sido destacada en revistas de Suecia, Lituania, Eslovenia, Japón y China. La prestigiosa revista italiana POESIA (2014) dedicó a su vida y obra un amplio reportaje. Al celebrar sus veinte años de creación literaria le publicaron dos antologías poéticas en Eslovenia y Japón.





wall street

                       Para Howard Pigee

estoy de pie
en una esquina de Wall Street
en New York
esperándola
aunque sepa que ella jamás vendrá
mi cuerpo es una hormiga diminuta
de pie entre millones de gigantes
la ciudad superpoblada
el aire superpoblado
no hay espacio para mi alma
pasando taxis amarillos
como melocotones en mi parcela
pasando taxis amarillos
y gritando al unísono
¡cómo es de bella América
cómo es de bella América

ah, y cómo de afilada!

Narlan Matos, Antología Poética Bilingüe. Trad. José Ángel García Caballero. Ed. Maolí, 2016




wall street

Para Howard Piggee

estou de pé
numa esquina da Wall Street
em New York
esperando por ela
embora saiba que ela jamais virá
meu corpo é uma formiga diminuta
de pé entre milhões de gigantes
a cidade superlotada
o ar superlotado
não há espaço nem para minha alma
táxis amarelos passando
como pêssegos em meu quintal
táxis amarelos passando
e gritando em uníssono
como a América é linda
como a América é linda
ah, e como é afiada!




Elegía al Nuevo Mundo

tú me preguntas amigo mío
dónde he estado durante mi largo silencio

he estado en la azucena de las cañas y en la amargura de los cañaverales

donde temblaban las hojas por miedo a los hombres
los cañaverales me susurraron en gritos horrendos
la sangre amarga que le endulzó la boca
las manos ásperas que le enjugaron las mejillas
el cañaveral que moría de hambre antes de llegar a 27 años de edad
de aquellas voces sin estrella que envolvían extrañas lenguas a lo lejos
oh cañaveral verde, ¿de qué color es mi sangre roja?
mi sangre tiene miedo de la muerte del azote de la noche
mi sangre tiene miedo de mí

tú me preguntas amigo mío
dónde he estado durante mi largo silencio

he estado en los navíos negreros mercantes
que mercadearon mi destino hasta América hasta ahora
bebieron mis leyendas como se bebe un barril de ron agrio

mercadearon cada estrella del cielo y del mar infinito
cada pájaro cada pluma de mi escarapela
y dibujaron mapas con mi sangre
y alzaron tótems sobre mi tribu
y encendieron fuego en los campos sagrados de mi pueblo
y sus lanzas me repartieron las venas por continentes distantes diferentes

tú me preguntas amigo mío
dónde he estado durante mi largo silencio

he estado por las espumas de los mares de nunca antes
por donde vinieron la pólvora la bayoneta el espejo la tuberculosis la sífilis
por donde vinieron la espada y el yelmo
-¡las nubes jamás se olvidarán de eso!

¡oh mar salado, cuántas de tus sales son genocidios de Portugal!

en el atlántico negro
en las cubiertas de los viejos navíos piratas
en los calabozos de la crueldad humana
en las prisiones de Sierra Leona – que todavía duelen en algún pliegue de mi cuerpo
en Angola
en Guinea-Bissau
en Senegal
en Benín

he estado en el reino de Guatemala
y en la provincia de Yucatán
y en la provincia de Cartagena de Indias
y en los grandes reinos y gran provincia de Perú
y en el nuevo reino de Granada
y en las islas de Cuba y Trinidad
y en el reino de los Aztecas
donde espadas de brutalidad hendieron mi cuerpo desnudo
donde los perros de caza de los barones de las Indias se
[alimentaron de los brazos y de las piernas de niños indefensos

tú me preguntas dónde he estado amigo mío
y solamente ahora puedo romper mi silencio:
he estado conmigo

Narlan Matos, Antología Poética Bilingüe. Trad. José Ángel García Caballero. Ed. Maolí, 2016



ELEGIA AO NOVO MUNDO

tu me perguntas meu amigo
onde eu estive durante o meu longo silêncio

estive na açucena das canas e na amargura dos canaviais

onde as folhas tremiam de medo dos homens
os canaviais me sussurraram em gritos horrendos
o sangue amargo que lhe adocicou a boca
as mãos ásperas que lhe enxugaram a face
o canavial que morria de fome antes de completar 27 anos 
de idade
das vozes sem estrela que embalavam ao longe línguas estranhas
ó canavial verde, de que cor é meu sangue vermelho?
meu sangue tem medo da morte do açoite da noite
meu sangue tem medo de mim

tu me perguntas meu amigo
onde eu estive durante o meu longo silêncio

eu estive nos navios negreiros mercantes
que mercaram meu destino até a América até agora
beberam minhas lendas como se bebe um barril de rum podre

mercaram cada estrela do céu e do mar infinito
cada pássaro cada pluma de meu cocar
e desenharam mapas com meu sangue
e ergueram totens sobre minha tribo
e atearam fogo nos campos sagrados do meu povo
e suas lanças me repartiram as veias em continentes
distantes diferentes

tu me perguntas meu amigo
onde eu estive durante o meu longo silêncio

estive pelas escumas dos mares nunca d’antes
por onde vieram a pólvora a baioneta o espelho a
tuberculose a sífilis
por onde vieram a espada e o elmo
- as nuvens jamais se esquecerão disso!

oh mar salgado, quanto de teu sal são genocídios de Portugal!

no atlântico negro
nos tombadilhos de velhos navios piratas
nos calabouços da crueldade humana
nas prisões da Serra Leoa – que ainda doem em alguma dobra do
meu corpo
em Angola
na Guiné-Bissau
no Senegal
no Benin

estive no reino da Guatemala
e na província de Yucatán
e na província de Cartagena de las Indias
e nos grandes reinos e grande província do Peru
e no novo reino de Granada
e nas ilhas de Cuba e Trinidad
e no reino dos Astecas
onde espadas de brutalidade fenderam meu corpo nu
onde os cães de caça dos barões das Índias se alimentavam dos
braços e das pernas de crianças indefesas

tu me perguntas onde eu estive meu amigo
e somente agora posso quebrar meu silêncio:
eu estive comigo



Narlan Matos 
TRADUCIDO AL INGLÉS POR Michael Palmer


Calendar

it’s right to forget about March
so that April can finally arrive
to lie beneath this January shade
so that the abyss of June can disappear

whose face is this behind the ivy?
pale and white the moon’s ether light
lay above the lilies of absence and chimera

still they remain, the grasses of September
 and the azaleas of afternoon
 and the latitudes of silence

it’s not death I search for, amiga,
when the breeze brings your words
when you offer me the scent of your skin
and the Milky Way is suddenly reborn
calmly among the meadow’s wild roses
or when you open the immense petals
of your clear and bright smile (a lily?)
to the night of my being




Czar

vast the waiting for everything
for the sea the west conceals and reveals
for the gentle arms of the pale shore
of the sea foam
for the fragrance of lavender
for the meadows and violets
for the lady of the dream with hands of lilies
and jasmine arms
perfumed by the dark night’s chill

immortal is the czar of time
like a samurai hidden in the invisible
flying over our brittle corpses
vocabularies pour from his mouth
in the shape of mountains and streams
in our spirits
the ache of is and exists throbs
in our spirits
nothing brings silence or sleep
and finally
a strange nothing beckons behind things

meanwhile take in the dawns
and the wind
and the gold summer sows across the fields
and the words of March announcing green leaves
take in the dark water of the forest’s rivers
flowing over white sand
take in, brother, what there is of the eternal

because waiting for mankind is vast





Narlan Matos 
TRADUCIDO AL ITALIANO:
Traduzione dal portoghese di Giorgio Mobili



CONSULTA

- Doutor, não adianta
Não vou tomar esses remédios
Não concordo com seu diagnóstico
- Doutor, não sou eu quem está doente

- Não vim aqui para me conhecer
eu vim para me esquecer

Não, não, eu não vou tomar isso!
Escute, só vim para lhe dizer que
minha cura está em minhas mãos
meu caso ainda é desconhecido

Agora, se o senhor me der licença
vou me retirar
tenho um compromisso inadiável
Passe bem



VISITA MEDICA

- Dottore, è inutile
Non prenderò quelle medicine
Non concordo con la sua diagnosi
- Dottore, non sono io il malato

- Non sono venuto qui per conoscermi
sono venuto per dimenticarmi

No, no, quella roba non la prendo!
Ascolti, sono venuto solo per dirle
che la mia cura è nelle mie mani
il mio caso è ancora sconosciuto

Ora, se vuole scusarmi 
devo andare
ho un impegno improrogabile
Stia bene




ESTÓRIA DO SOBRENATURAL

Falta alguma coisa no quarto
tudo está quieto e paz imensa aninhou feito nuvem no lençol
o que rodopia preso no teto é o ventilador – não o mundo –
calmamente uma brisa se faz de silêncio

Falta alguma coisa no quarto
e não são os impressionismos de Renoir – estão todos aqui
nem os livros empilhados espalhados pelo taco – o chão não falta

Mas falta,
falta alguma coisa no quarto
que faz a paisagem mais azulada de céu
e se eu estivesse aqui certamente saberia o que




STORIA DEL SOPRANNATURALE

Manca qualcosa nella stanza
tutto è tranquillo e pace immensa si annida come nube nel lenzuolo
che gira incastrato nel tetto è il ventilatore – non il mondo – 
con calma si alza una brezza di silenzio

Manca qualcosa nella stanza
e non sono gli impressionismi di Renoir – quelli son tutti qui
né le pile di libri sparsi per il parquet – il pavimento non manca

Eppure manca,
manca qualcosa nella stanza
che rende il panorama più azzurrato di cielo
e se io fossi qui certamente saprei che cosa




CALENDÁRIO

é preciso esquecer de março
para que abril finalmente aconteça
deitar-se sob a sombra de janeiro
para que o abismo de junho desapareça

de quem é esta face por detrás da hera?
ao longe o luar etéreo repousa leve e branco
sobre lírios de absinto e quimera

resta ainda a relva de setembro
e azaleias da tarde
e as latitudes do silêncio

não é a morte que eu busco, amiga
quando chegam tuas palavras na brisa
quando oferece-me o frescor de tua tez
e a Via-Láctea de repente renasce
calma nas rosas silvestres do prado
ou quando abres as imensas pétalas
do teu sorriso lindo e branco (um lírio?)
para a noite da minha existência




CALENDARIO

bisogna dimenticare marzo
perché finalmente arrivi aprile
sdraiarsi all’ombra di gennaio
perché l’abisso di giugno scompaia

di chi è questa faccia dietro l’edera?
lontano il chiar di luna riposa lieve e bianco
sopra gigli di assenzio e chimera

resta ancora l’erba di settembre
e azalee del pomeriggio
e le latitudini del silenzio

non è la morte che cerco, amica
quando giungono le tue parole nella brezza
quando mi offri la frescura della tua pelle
e la Via Lattea all’improvviso rinasce
calma nelle rose silvestri del prato
o quando apri i petali immensi
del tuo sorriso bello e bianco (un giglio?)
per la notte della mia esistenza




COSMOGONIAS

Entre esses dois numerosinhos cardinais
Cabem infinitos números
O sistema solar inteiro ... e mais eu
Os livros enfileirados, um após o outro
Nas prateleiras longas desta biblioteca
Parecem compor um outro livro, num
Outro plano, noutras nuances

Em tudo há uma passagem que vai dar
em outra coisa

coisa dentro de coisa
fundo sem fundo

Meu gato se aproxima de mim, leve
Feito um gato
lambe minhas pernas
Com um olhar felino azul me indaga

Milhões de universos se encaixam
Nos espaços que outros deixam
E formam imagens
E formam miragens

E formam estranhas linguagens
Como a língua dos Búlgaros que aterrorizavam
A Europa há séculos e séculos atrás
Observando estas formiguinhas aqui
Caminhando lentas no galho do Pessegueiro
Indo em direção cega ao pêssego
Que amadureceu
Sem me perguntarem nada

Me pergunto quando é que isso tudo
Vai caber em mim




COSMOGONIE

Tra questi due numeretti cardinali
Stanno infiniti numeri
L’intero sistema solare... più io
I libri allineati, uno dopo l’altro
Sugli scaffali lunghi di questa biblioteca
Sembrano comporre un altro libro, su un 
Altro piano, in altre sfumature

In tutto c’è un passaggio che dà
su qualcos’altro

cosa dentro cosa
fondo senza fondo

Il mio gatto mi si avvicina, leggero
Come un gatto
mi lecca le gambe
Con uno sguardo blu felino mi indaga

Milioni di universi si incastrano
Negli spazi lasciati da altri
E formano immagini
E formano miraggi

E formano strani linguaggi
Come la lingua dei Bulgari che terrorizzavano
L’Europa secoli e secoli fa
Osservando queste formichine qui
Camminare lente sul ramo del pesco
Dirigersi cieche alla pesca
Che è maturata
Senza chiedermi niente

Mi chiedo quando tutto questo
Ci starà dentro di me.




PASTICHE

Tire seu sorriso do caminho
Que eu quero passar com minha tristeza

Quando os carros pararem ao sinal vermelho
Eu atravessarei a rua

E por um instante
O mundo inteiro verá meu rosto

Meu coração não tem segredos
Mas só abre por dentro




PASTICHE

Sposti il suo sorriso dalla strada
Che io voglio passare con la mia tristezza

Quando le auto si fermano al segnale rosso
Io attraverserò la via

E per un istante
Il mondo intero vedrà il mio viso

Il mio cuore non ha segreti
Ma si apre solo all’interno.




PÓS-COLOMBIANOS

por pouco
muito pouco
os índios
das Américas
não conseguiram
cristianizar
os conquistadores
europeus

os europeus
conquistadores
por pouco
muito pouco
os índios
das Américas
não conseguiram
cristianizar
por pouco
muito pouco




POST-COLOMBIANI

per poco
molto poco
gli indiani
delle Americhe
non sono riusciti
a cristianizzare
i conquistatori 
europei

gli europei
conquistatori
per poco
molto poco
gli indiani
delle Americhe
non sono riusciti 
a cristianizzare
per poco 
molto poco




AS CRIANÇAS DA NOITE

eu ouço as crianças da noite
beijando flores murchas como colibris mortos
um demônio em seus olhares pousa porque só há escuridão e nada
mais que se encontre
porque não há verão em seus olhares nem dois mil sóis explodem
em suas mãos

eu vejo as crianças da noite
amamentadas por seios desnutridos, rotos, por seios frágeis de areia
amamentadas por um leite branco mas que não é de nuvens nem de leite

que gosto terá o leite da vida na boca das crianças da noite?

que olhares podem ter crianças nascidas de seios sem verão de
úteros sem mães?

eu vejo as crianças da noite
embaladas em algum balanço que não vejo numa ciranda que não terna
que não adentra até o mais mim de mim
que amanheceres procuram elas pelo céu?
que raios do firmamento descerão às suas faces?
ouço os chacais africanos numa manhã de um mês frio
o dia não passa de uma pérola alva num jardim destroçado

eu vejo as crianças da noite
traficando diamantes e constelações e dentes de marfim
não há serafins em seus semblantes de sabre
não há uma guitarra cigana em suas bocas
e os riachos não escorregam em suas veias
não defendem até a morte a cidade de Andorra onde encurralaram a liberdade

eu vejo as crianças da noite
escavando com as unhas na lama a primavera e a quimera
revirando ruínas de papéis e cinza em busca da palavra que
explique o azul cubista do céu
o que há de errado em seus olhares?
o que há de breu em seus sorrisos?
nas favelas do Rio de Janeiro nas favelas da Jamaica
nas esquinas do Cairo, Manágua e Katmandu
nos bananais do Equador e da Guatemala
nas fazendas de borracha do Brasil
nos solos afiados do Oriente Médio
nas periferias de Saigon San Salvador e Hanói
algo me dói algo me corrói

eu ouço o grito desesperado das crianças da noite




I BAMBINI DELLA NOTTE

sento i bambini della notte
baciare fiori appassiti come colibrì morti
un demonio nei loro occhi si posa perché c’è solo il buio
e non si trova nient’altro
perché non c’è estate nei loro occhi né duemila soli esplodono
nelle loro mani

vedo i bambini della notte
allattati da seni denutriti, rotti, da seni fragili di sabbia
allattati da un latte bianco fatto né di nubi né di latte

che gusto avrà il latte della vita nella bocca dei bambini della notte?
che occhi possono avere bambini nati da seni senza estate da 
uteri senza madri?

vedo i bambini della notte
cullati in qualche altalena che non vedo in un girotondo che non intenerisce
che non arriva al più profondo di me
che albe cercano nel cielo?
che raggi del firmamento discenderanno sui loro volti?
sento gli sciacalli africani nel mattino di un mese freddo
il giorno non è che una perla candida in un giardino devastato

vedo i bambini della notte
trafficare diamanti e costellazioni e denti d’avorio
non ci sono serafini nei loro sembianti di sciabola
non c’è una chitarra gitana nelle loro bocche
e nelle loro vene non scorrono i ruscelli
non difendono fino alla morte la città di Andorra dove recintarono la libertà

vedo i bambini della notte
scavare con le unghie nella melma la primavera la chimera
rovistare tra rovine di carta e cenere in cerca della parola che 
spieghi il blu cubista del cielo
cosa c’è di sbagliato nei loro occhi?
cosa c’è di pece nei loro sorrisi?
nelle favelas di Rio de Janeiro nelle favelas della Giamaica
negli angoli del Cairo, Managua e Katmandù
nei campi di banane dell’Ecuador e del Guatemala
nelle piantagioni di gomma del Brasile
nei suoli affilati del Medio Oriente
nelle periferie di Saigon San Salvador e Hanoi
qualcosa mi fa male qualcosa mi corrode

sento il grido disperato dei bambini della notte





ELEGIA AL NUOVO MONDO

tu mi domandi amico mio dove sono stato durante il mio lungo silenzio

sono stato nella dolcezza della canna da zucchero e nell’amarezza
delle sue piantagioni
dove le foglie tremavano per paura degli uomini
le piantagioni mi sussurravano con grida orrende
il sangue amaro che ne addolcì la bocca
le mani ruvide che ne asciugarono la faccia
la piantagione che moriva di fame prima di compiere 27 anni
delle voci senza stelle che cullavano da lontano lingue strane
o piantagione verde, di che colore è il mio sangue rosso?
il mio sangue ha paura della morte della frusta della notte
il mio sangue ha paura di me

tu mi domandi amico mio
dove sono stato durante il mio lungo silenzio

sono stato sulle navi negriere
che barattarono il mio destino fino all’America fino ad oggi
bevvero le mie leggende come si beve un barile di rum marcito

barattarono ogni stella del cielo e del mare infinito
ogni uccello ogni piuma della mia coccarda
e disegnarono mappe col mio sangue
ed eressero totem sulla mia tribù
e misero il fuoco ai campi sacri del mio popolo
e le loro lance mi spaccarono le vene in continenti 
distanti diversi

tu mi domandi amico mio
dove sono stato durante il mio lungo silenzio
sono stato per le spume di mari mai solcati
per dove vennero la polvere da sparo la baionetta lo specchio la 
tubercolosi la sifilide
per dove vennero la spada e l’elmo – le nubi non lo scorderanno mai!

o mare salato, quanto del tuo sale sono genocidi di Portogallo!

nell’Atlantico nero
nei casseri di poppa delle vecchie navi pirata
nelle carceri della crudeltà umana
nelle prigioni della Sierra Leone – che ancora fanno male in qualche piega del 
mio corpo
in Angola
nella Guinea-Bissau
nel Senegal
nel Benin

sono stato nel regno del Guatemala
e nella provincia di Yucatán
e nella provincia di Cartagena delle Indie
e nei grandi regni e grande provincia del Perù
e nel nuovo regno di Granada
e nelle isole di Cuba e Trinidad
e nel regno degli Aztechi
dove spade di brutalità fendettero il mio corpo nudo
dove i cani da caccia dei baroni delle Indie si nutrivano delle braccia 
e delle gambe di bambini indifesi

tu mi chiedi dove sono stato amico mio
e solo ora posso rompere il mio silenzio
sono stato con me.



TZAR

é colossal a espera por tudo
pelo mar que o poente esconde e desenha
pelos braços mansos do brancor da praia
da espuma
pelo perfume das alfazemas
pelos prados e pelas violetas
pela dama sonhada com suas mãos de lírios
e seus braços de jasmim
perfumados pelo frio da noite escura

é imortal o tzar do tempo
como um samurai escondido no invisível
sobrevoando nossos cadáveres frágeis
vocabulários escorrem de sua boca
em forma de regatos e montanhas
em nossas almas
dói a dor de ser e estar
em nossas almas
nada cala nem acalenta
e depois de tudo
nos acena um estranho nada por detrás das coisas
enquanto isso sente os amanheceres
e o vento
e o ouro que o verão semeia na paisagem

e as palavras de março anunciando folhas verdes
sente a água escura dos rios da floresta
fluindo sobre a areia branca
sente o que há de terno meu irmão

Porque é colossal a espera pelo homem



ZAR

è colossale, l’attesa per tutto
per il mare che il tramonto nasconde e disegna
per le braccia molli del biancore della spiaggia
della spuma
per il profumo della lavanda
per i prati e per le viole
per la dama sognata con le sue mani di giglio
e le braccia di gelsomino
profumate dal freddo della notte scura

è immortale lo zar del tempo
come un samurai nascosto nell’invisibile
che sorvola i nostri cadaveri fragili
vocabolari gli scorrono dalla bocca
in guisa di ruscelli e montagne
nelle nostre anime
fa male il dolore di essere e stare
nelle nostre anime
niente tace o acquieta
e dopotutto
ci fa cenno uno strano niente da dietro le cose
nel frattempo senti questo le albe
e il vento
e l’oro che l’estate semina sul paesaggio

e le parole di marzo annunciare foglie verdi
senti l’acqua scura dei fiumi della foresta
scorrere sulla sabbia bianca
senti la tenerezza che esiste fratello mio

Perché è colossale l’attesa per l’uomo

“Visita medica” e “Pastiche” sono tratti da Signore e signori: l’alba! (1997); “Cosmogonie” e “Storia del soprannaturale” da Nell’accampamento delle ombre (2001). Le restanti liriche provengono da Elegia al Nuovo Mondo (2012).








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PETROS STEFANEAS [20.005]

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Petros Stefaneas

Poeta. Grecia. Ha estudiado Matemáticas, Lógica e Informática en la Universidad de Atenas, de Óxford y en la Universidad Politécnica Nacional de Atenas, donde actualmente trabaja como profesor. Es autor de varios libros, entre ellos: 

Poemarios: 

"Σημείων στιγμιότυπα" (Γαβριηλίδης, 2003) 
"Η παραλία της Καλαμάτας" (Το Ροδακιό, 2009) 
"Το ψυγείο μας" (Το Ροδακιό, 2012) 
"Μηχανισμοί Αντικυθήρων" (Το Ροδακιό, 2015) 

Poemarios traducidos: 

Francés 

"Promeneurs sur le plage de Kalamata" (L'Harmattan, 2010) 

En español 

"Nuestra Nevera" (Ed. Sloper, 2015) 

Ficción: 

"Livewire: Η ευαγής επανόρθωση" (Γαβριηλίδης, 2006) 
ηλεκτρονική συνσυγγραφή με Ρ. Οιχαλιώτη





LÁGRIMA

En el baño
Antes de que se despierte su pestaña derecha

Pequeños suspiros y una lágrima
Al lado del portátil
Una chica desnuda en la pantalla
Con el pelo trenzado

Se preocupa por las actividades
Del Fondo Monetario Internacional
Y la asociación de los Países Orientales
Del Mediterráneo

Alguien tiene que financiar la poesía

La serpiente electrónica y maldita
Está ya en su despacho
Va a seducirla

Salada la lágrima en toda circunstancia





Despedida

De ti que amaste la poesía
Me despido
Palabras duras
En el muelle
Los versos de tiempos pasados
¿(Cuántas veces) los repetiste?
La solución es fácil
El reciclaje
Estoy listo para unirme a la gente
Hacen falta estos viajes






Petros Stefaneas, “Nuestra nevera” (Ed. Sloper, 2015). Trad. Jara Calles

“Un libro muy querido”

Todo ha sido un cúmulo de casualidades, afirma Jara Calles, la traductora del primer libro publicado en España de Petros Stefaneas, poeta y profesor de Matemáticas en la Universidad Politécnica de Atenas. Una amiga en común los puso en contacto y él le envió su libro. A Jara Calles, doctora en Filosofía por la universidad de Salamanca que reside actualmente en Estocolmo, el libro le gustó “por su tono y sensibilidad poética, y por las imágenes que presentaba”. Observa la traductora que “tiene un ritmo muy particular, que casa muy bien con el tipo de realidad que recrea. Un mundo tocable, cotidiano”.

Calles afirma que empezó a traducirlo un poco como un divertimento —no se trató de la traducción de un libro por encargo editorial, por ejemplo—, que además le permitía implementar su conocimiento del griego moderno, una lengua a la que se siente unida de una forma muy personal.

El trabajo de traducción ha contado con la estrecha colaboración del propio Petros Stefaneas.

Por otro lado, que se haya publicado en Sloper es fruto de una nueva coincidencia: el paso por Mallorca de Antígona Katsadima, una joven griega inquieta, políglota, licenciada en Letras, que tropezó en una biblioteca pública de Palma con el libro “La fiera” de Ben Clark, a quien tradujo al griego en su blog, y que se uso en contacto con Sloper. La casualidad de que Román Piña, el editor de Sloper, fuese profesor de griego clásico favoreció su predisposición hacia esta obra.

La traducción de Jara Calles ha supuesto dos años de trabajo que concluyeron, curiosamente, en el lounge de un hotel de Lima, en las navidades de 2014.

En los poemas se captan momentos de la rutina de gente sencilla: unos niños en la calle, el trabajo de unos empaquetadores de cigarrillos, unos viajeros de autobús, unos ancianos en la puerta de una capilla. También los objetos suscitan el vuelo poético: una cama deshecha, una caja de bombones…          

El libro está a la venta en España desde noviembre de 2015. La edición es bilingüe: griego-español.



La poesía como las matemáticas de la vida cotidiana

por ANTÍGONA KATSADIMA 

Nuestra Nevera (Ed.Sloper), edición bilingüe escrita por Petros Stefaneas en traducción de Jara Calles,  trata de crear una posrealidad narrativa con respecto a la poesía, teniendo como función principal reunir la brevedad y la credibilidad a través de un carácter ético y sensible, a veces melancólico.

La doctrina aristotélica de un intelectual agente se aprecia ya en el primer poema titulado “Súplica”, en el cual se exalta la agonía personal del poeta en contraposición al valor del regreso como si fuera una victoria moral. En este punto, la percepción sensible pasa a ser, ontológicamente, un logro intelectual a través de la incorporación de varios sentidos: “cambiaste de bando/ vencedor/te aguardan los inmigrantes”. Desde siempre había vencedores, pero hoy en día, el asunto de los inmigrantes, sobre todo en las ciudades europeas, tiene un valor distinto. Y es que ellos tienen emociones también, necesitan a un “vencedor”, a una persona grata para creer y confiar.

Los poemas sucesivos capturan momentos concretos de la vida como si fueran cortometrajes. Se abandona la métrica tradicional y entra en juego el “efecto sorpresa” a traves de pausas heredadas de la oralidad poética de antaño. De este modo, la temática fluye en cada lector creando una relación personal de sujeto-verso. Dichas pausas no respetan la estructura poética de la estrofa para producir diversos puntos de vista.

A lo largo de la obra, el poeta hace uso de un lenguaje específico para captar la esencia de los contrastes y de las diferentes situaciones así como de las reacciones que se tienen ante ellas. La poesía no le interesa a Stefaneas por sí misma, sino por lo que consigue comunicar. Gracias a esta concepción de la poesía, el autor consigue poetizar a través de imágenes, escenas cotidianas.
Sin embargo, lo más relevante es la mirada del lector como observador de la imagen creada mediante acertijos irónicos. Estos acertijos establecen una cercanía a lo inconcebible. Así pues, vivir consiste en aceptar y entender.
La nevera como lugar de recuerdo

El título da una pista sobre la temática del poemario. Una retroinspección de la intimidad como si de una nevera se tratase, donde se encuentran los recuerdos congelados. Situación que por una parte “mata” por el frío pero que por otra salva del hambre del olvido. Salvación y muerte interconectadas gracias a las emociones que abren un abanico de posibilidades.
Si se analiza el poema Antes de la llegada del remero, se observa que la figura del remero es aquel que toma las decisiones y actúa. En dicho poema se evoca el instante único de cada ser humano ante la espera y el modo de juzgar las situaciones de forma lógica para resolver algoritmos.

En lo referente a la finalidad epigramática de cada poema, estos  se componen como unidades del mismo objeto, cuya función es una participación social a través de mundos literarios. En ciertos aspectos, , entender a fondo este tipo de poesía literaria puede considerarse como un verdadero logro puesto que su comprensión requiere también el interés y el conocimiento adecuado para ver  las frases como conjuntos algorítmicos, llenos de símbolos que hacen referencia a  recuerdos de la vida cotidiana.
Ese estilo que refleja serenidad, se observa en “El último prisionero”. Aquí, el poeta sin olvidar el hoy en el que vive y al lector, el cual espera reflejarse en las palabras. Seguramente, entre las alusiones más relevantes en este poema,  destaca la referente a Auschwitz, lugar de dolor colectivo de la humanidad y de la literatura mundial, viviendo en los corazones de todas las personas. En este aspecto, el criterio personal de cada lector entra en juego.Y aquí es donde hace su aparición el gusto personal.
En definitiva, Petros Stefaneas es como un científico especial, a quien la poesía le ayuda como un cuaderno eterno junto al mar. En los elementos de la naturaleza se busca la fuerza para afrontar el día a día, dónde griego y español son dos orillas de un mismo mar: el Mediterráneo. Y de postre, para el final he guardado dos versos del “Un nuevo poema”: “La palabra poema concierne a cada poema/ Cada pistacho pelado”.


***


O ΑΕΡΟΨΕΚΑΣΜΟΣ

Σήμερα όλο το βράδυ ψεκάζουν για κουνούπια
Οι τοπικές Αρχές του Δήμου Μαραθώνα
Δε  θέλω να τις ειρωνευτώ ή να τις ενθαρρύνω
Θα αφήσουν εκτός ψεκασμού το πεδίο της  Μάχης
Και το φωτεινό σηματοδότη
Ἀπό την εποχή του Δαρείου του Α΄
Επικρατεί εδώ κατάσταση άπνοιας
Κάθε ψυχή
Περιμένει να ξημερώσει
Να δει τα δύο πρωινά φύλλα
Ανέπαφα από τό τελευταίο σύντομο όνειρο
Του Πέρση νυχτοφύλακα
Το πρώτο κουνούπι μάς κλείνει, όμως, το μάτι
Κουκκίδα στο πράσινο φως του σηματοδότη





[La playa de Kalamata, 2009]

Πέτρος Στεφανέας - Petros Stefaneas



ΤΟ ΤΣΙΡΚΟ

Η φωνή στο τσίρκο
Υπόσχεται νέες μοναδικές εμπειρίες

Θα περάσετε στιγμές μεγάλης αγωνίας
Όλες οι γραβάτες να λύνονται στην είσοδο
Θα καλυφθούν οι αντιλογίες και οι αστοχίες σας
Τυχόν ανησυχίες θα αποκρυβούν
Ο τροχός ανατρέπει τα δεδομένα

Θέ μου
σταμάτησέ την αυτή τη φωνή

Κινδυνεύω
να δεχθώ
την πρόσκληση





ΔΙΑΦΑΝΟΣ ΠΑΤΕΡΑΣ

Διάφανα πόδια σημαδεμένα
ανεβαίνουν τη σκάλα
Ακούγονται ήχοι απ’το παγόβουνο
Λιώνει
Τρέχω να προλάβω τις μνήμες σου
Σκοτάδι
Σβήσε τα μάτια σου με χρόνο
Φόρεσε γρήγορα τα παιδικά σου γόνατα
Βλέπεις την αλατισμένη γάμπα σου
Τρέχει
Βλέπεις τις μεγάλες γκρίζες ελιές
που είχες μαζέψει
Διάλειμμα
Σκοτάδι
Βλέπεις τη λάμπα που σε άλλαξε
Βλέπεις το τεντωμένο αδιάβροχο
Μέσα στην έρημο
Τέλος
Φώτα
Πατέρα τρέχεις
Δεν προλαβαίνω το βήμα σου




ΑΠΟΣΥΡΣΗ

Tο αυτοκίνητό μου είχε χρώμα κίτρινο ξεβαμμένο
όπως τα ξερά φύλλα που μαζεύουν με το φτυάρι
Μπήκα να το οδηγήσω για τελευταία φορά
προς το αυτοκίνητο της εταιρείας μεταφορών
(λέγεται και οδική βοήθεια)
Αυτά τα τελευταία δέκα μέτρα της ζωής του
ακολουθεί ακόμα τις διαταγές μου
Οι ρόδες του ανεβαίνουν
σιγά-σιγά προς την πηγή του γερανού
Νέοι κανόνες αρχίζουν να διολισθαίνουν
μέσα από τα καθίσματα
Ξεκινά η ανυπαρξία
Μέσα του βρίσκεται το μαντιλάκι του ιδρώτα
οι ψάθες και το άδειο μπουκάλι
για τις δύσκολες μέρες του καύσωνα
Νιώθω την απορία τους
τα μικρά κλειστά τους μάτια
Λίγα αυτοκίνητα ξεπερνούν τα τριάντα
Σήμερα
όλοι οι σοβαροί πολίτες τα αποσύρουν
σε νεαρές ηλικίες
Δε θέλουν να τα δουν σε γηροκομείο

[Η παραλία της Καλαμάτας, 2009]






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LUIS LÓPEZ NAVARRO [20.006]

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Luis López Navarro

Luis López Navarro (Zaragoza, 1958) es profesor de Física en Secundaria. Perito en lunas, principiante en ocasiones y ciudadano corriente. Equinoccios (Ed. Neopàtria, 2014), es su primer poemario publicado.





Luis López Navarro, Equinoccio (Ed. Neopàtria, 2014)

Equinoccios evoca el tránsito del hemisferio celeste del Sol en su deambular aparente, la sedimentación de lo vivido e imaginado cuando se llega a cierta edad, y el juego con objetos y palabrería propios de la ciencia.





Verás algunas veces
cambiar la posición del Sol
entre los alaridos
de coches que no hablan.

Verás, si quieres verlo,
el lento retozar de dos gaviotas
jóvenes que se adentraron
hasta la hierba fresca.

Verás unas palabras
por una vez distintas
escritas en paredes.


*



Tres latinajos,
muchas órdenes,
dos discursos inspirados,
algunas pruebas,
cuarenta textos,
gritos, desórdenes,
momentos dulces,
imprecación.
Entre bastante sol
y poca monotonía
de cristales
instruir deleitando, se pretende
y un cielo azul muy suave
en dulcísimos
finales de trimestre.










-

JOÃO RUI DE SOUSA [20.007]

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João Rui de Sousa

João Rui de Sousa (Lisboa, 12 de octubre, 1928) es un poeta y ensayista portugués.

Se graduó en Ciencias históricas y filosóficas, en la Facultad de Letras de Lisboa. Desde 1982 y hasta su retiro en 1993, trabajó como  investigador en la Biblioteca Nacional de Lisboa. Fue uno de los fundadores, con António Ramos Rosa, Antonio Carlos (Leal da Silva), José Bento y José de la Tierra, de la revista Cassiopeia, que dirigió en 1955 y donde debutó literariamente con dos poemas y el ensayo "La angustia y Nuestro Tiempo""A Angústia e o Nosso Tempo". 

Ha colaborado en gran número de periódicos y revistas, nacionales y extranjeros, y ha participado en lecturas de poemas en varios puntos del país. Está representado en más de tres docenas de antologías y volúmenes colectivos. 

Algunas Obras:

Poesía

Circulação (1960)
A Hipérbole na Cidade (1960)
A Habitação dos Dias (1962)
O Fogo Repartido (1983)
Enquanto a Noite, a Folhagem (1991)
Respirar pela Água (1998)
Os Percursos, as Estações (2000)

Ensayo

Fernando Pessoa – Empregado de Escritório (1985)
Este Rio de Quatro Afluentes (1988)
António Ramos Rosa ou o Diálogo com o Universo (1998)




LLAMADA A LA MUSA

Dame tu quiñón de septiembre.
Y yo te daré un lugar que hable.

Por ti robaré las tinieblas – ¡cantos!-
a la mordacidad del destino.
Y diré sombras – cuando sea preciso
abrir portales de claridad.

Diré el sí y el no,
como si todo me fuese indiferente
(aunque no lo sea).

Desenterraré muertos (cabellos, osamentas)
para que al menos por las tardes sobrevivan.
Y atizaré – aun patinando sobre hielo-
el crepitar de la llama, el grito irrebatible
de una más auspiciosa vida.

Dame tu quiñón de septiembre.
Y yo cantaré – incluso en las raíces
más sonámbulas- las aves y las flores, los insectos
y lo innumerable de otros seres o cosas
que no hablan.

João Rui de Sousa, Quarteto para as próximas chuvas (Trad. José A. García Caballero)



Traço Escuro

Quando os dias sangram 
e a parede branca é conspurcada 
com o carvão das brumas, 
com o arquejar de quem, frágil, flutua 
entre as vides do sol e o langor 
das luas, 
apago as luzes todas e o caminho 
torna-se um traço escuro que ressoa. 

           in 'Quarteto para as Próximas Chuvas' 





Ascensão

Beijava-te como se sobe uma escadaria: 
pedra a pedra, do luminoso para o obscuro, 
do mais visível para o mais recôndito 
- até que os lábios fossem 
não o ardor da sede, nem sequer a magia 
da subida, 
mas o tremor que é pétala do êxtase, 
o lento desprender do sol do corpo 
com o feliz quebranto dos meus dedos. 

           in 'Obstinação do Corpo' 





Corpo de Ambiguidade

    posso e não posso ir-me noite fora 
    nestes pilares do medo desta dor 
- é quando os dedos ferem (não se tocam) 
    é quando hesito e coro 

é quando vou não vou neste mergulho 
    em seco a imergir em pobre chão 
   de caos e flor e vinho e confusão 

é quando sem chorar me escondo e choro 

            in 'Corpo Terrestre' 




DINOSSAURO

Gélida, a noite transcrevia em vitrais
as suas gargalhadas.

E assim me agitava no furor do escuro.
Mas não desesperava.

E nascia. E crescia
no silêncio dos campos que era arma.

Dinossauro ao vento, eu resistia
para que ninguém esmagasse a minha alma.

                   (Enquanto a noite, a folhagem)




ESTE AZUL QUE ME CONVIDA

Sou este azul que me convida.

E transcrevo a paz, o sol dos dias.

E também parto. E também ardo.

Depois disso desse suposto eu abreviado,
tão transparente e nítido, mas
tão transitivo
apenas gestos rasos que são cardos,
apenas pedras fundas que são sombras,
pequenos meteoritos que são conchas
de deuses antiqüíssimos e cansados.

                        (Palavra azul e quando)




        ROTEIRO

         Meu jeito visionário — meu astrolábio. 
         Meu ser mirabolante — um alcatruz. 
         De variadas coisas fiz a minha esperança
         e sempre em várias coisas vi a minha cruz.

         Aos padrões que em vários pontos encontrei
         na rota íntima de vestes tropicais
         eu dei as mãos, serenas e intactas,
         as minhas dores mais certas e reais.

         Nos vários sítios que — abismos —
         toldaram minha voz por um olhar,
         eu evitei o perigo e os prejuízos
         à voz feita de calma, meu cantar.

         Aos rasgos que, de outrora, evocados
         foram sempre pelo seu valor,
         eu dei a minha tez de dúvida e de espanto,
         o meu silêncio amargo, o meu calor,

         E aos pontos cardeais que em volta, vacilantes,
         desalentavam já meu ser cativo,
         parei o gesto, roubei o pólo sul da esperança
         como lembrança para um dia altivo.




SOMOS (OU SEREMOS?)

Somos o que fomos noutras eras
e o que seremos longe no futuro
— Música do tempo, música das horas,
relógio incerto, intencional, impuro.
Somos (ou seremos) o que em nós
acorda a vida, os sonhos, outros sonhos
e a última canção — a alegria — que vai
e volta, indecisa, no limiar da esperança.
Por quem nos tomamos, nós, que não sabemos?
Quem nos dói por dentro em súbita alegria?
A espera e os olhos é tudo o que sentimos
desta viagem distante, deste dia.

                  (Circulação)



CLICHÊ

Incluo-me entre as vontades dolorosas
aquelas que decidem sobre o lume
aquelas que deslizam hesitantes
na vaga sensação de tanto estrume.
Em volta do seu pulso mole e débil
por dentro do seu óleo morno e roxo
para além deste limite rombo e ferido
debaixo de um telhado falso ou frouxo.
Sem nada. Sem firmeza, sem sentido,
sem gravata, sem vestido,
sem um ponto qualquer de referência.
Incapaz de ser outro mais fremente
como um cavalo opresso ou mastro fino
passeando ao escuro a indigência.


Depois de amanhã a Primavera!

                                             À Isabel e ao António

A dadivosa mãe que em tudo existe
para além do só remédio só palavra
um cobertor de esperanças para o medo
três girassóis lindíssimos desdobráveis

A boca na boca e as lágrimas
mais azuis de brinquedos e de imensos
lençóis de inventar os dias límpidos
A dadivosa mãe as tardes quentes

Florescer a noite de agasalhos
de corações em pé no destemor
alimentar as órbitas fraternas
de iluminar raízes dança pura

Ó música sem tédio dos cabelos
do teu olhar do cheiro dos reflexos
desta razão solar! Em caule e rama
- ó dadivosa mãe – tudo desperta!

Corpo Terrestre (1972)
In Obra Poética 1960-2000
Lisboa, Publicações Dom Quixote, 2002






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PEDRO MEXIA [20.008]

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PEDRO MEXIA
 
Pedro Mexia (Lisboa, Portugal 1972) es un poeta, escritor y crítico literario portugués. Título de abogado en la Universidad Católica. Entre 1998 y 2007 realizó la crítica literaria en el Daily News. Es de suma importancia desde el año 2007 en el diario Público, en la que también escribe una columna semanal. Escribe en la revista mensual de RSI. Participó en programas de comentarios políticos en la televisión ("El eje del mal", SIC-Noticias) y la radio ("gobierno en la sombra", TSF). Ha colaborado regularmente en proyectos de ficción Producciones. Actualmente ejerce de Director interino de la Cinemateca Portuguesa.
 
Ha publicado los libros de poemas:  Duplo Império ( 1999), Em Memória (2000), Avalanche (2001), Eliot e Outras Observações (2003), Vida Oculta (2004), Senhor Fantasma (2007), e duas colectâneas de crónicas, Primeira Pessoa (2006) e Nada de Melancolia (2008) e Menos por Menos – Poemas Escolhidos, Dom Quixote, 2011 e Uma Vez Que Tudo se Perdeu (2015).  
 
 


DENTRO DE LOS LIBROS

Y dentro de los libros
marcas de cuando leemos.
Tickets de autobús, entradas
de cine, anotaciones
con demasiadas
abreviaturas, hojas
que dicen “no olvidar”
y fueron olvidadas.

En esta tarde leí este verso.
La novela en la pág. 89.
Agrupar los eventos
por contigüidad, remisión,
la fecha muy precisa
de estos azares
más importantes
que la biografía.

Pedro Mexia, Menos por menos (Trad. José A. García)




NÚMERO 5

Dei um passo atrás
e vi pela primeira vez
o número da minha porta.
No passeio, olhando
o metal gasto do algarismo
que há vinte e seis anos
sei que existe,
pensei em recuar um pouco mais
para ver todas as coisas que habito
e não compreendo.
Mas três passos depois
do passeio
o trânsito automóvel
impedia a perspectiva
e a sabedoria.




A MINHA ALTURA

Era a minha altura. Um livro
em cima da cabeça marcava
o lugar que um lápis semestralmente
riscava na parede da cozinha.
A única sabedoria dos ossos, crescerem
como a teia sólida de um propósito
e a anatomia mais transparente.
Centímetro a centímetro
espigava o corpo imaginário, essa contabilidade
que era assim, íntima, pictórica,
como uma cena burguesa.
Traço a traço a parede da cozinha
tornou-se rupestre,
a infância uma ternura assustadora.
Esta era a minha altura.
Agora sou tão mais alto e mais pequeno.



PARÁFRASE

Este poema começa por te comparar
com as constelações,
com os seus nomes mágicos
e desenhos precisos,
e depois
um jogo de palavras indica
que sem ti a astronomia
é uma ciência infeliz.
Em seguida, duas metáforas
introduzem o tema da luz
e dos contrastes
petrarquistas que existem
na mulher amada,
no refúgio triste da imaginação.
A segunda estrofe sugere
que a diversidade de seres vivos
prova a existência
de Deus
e a tua, ao mesmo tempo
que toma um por um
os atributos
que participam da tua natureza
e do espaço criador
do teu silêncio.
Uma hipérbole, finalmente,
diz que me fazes muita falta.



FERRO-VELHO

Terraços inúteis, varandas
das traseiras, arrecadações,
escadas de caracol, marquises
desbotadas, antigas estufas,
barracas, vasos partidos,
paredes abertas, telhas,
ferro-velho, andares vazios,
degraus sem uso, o fosso
do elevador, fechaduras
de portões, gatos, cadeiras,
um sol sem préstimo,
ervas daninhas, um triciclo,
humidade, silêncio, azulejos,
sábado à tarde e o meu corpo.




AUTO-RETRATO COM VERSOS DE CAMÕES

Foi-me tão cedo a luz do dia escura
enquanto me enganava a esperança
que naquilo em que pus tamanho amor
errei todo o discurso de meus anos.

[in Menos por Menos – Poemas Escolhidos, Dom Quixote, 2011]





Nas estantes os livros ficam 
(até se dispersarem ou desfazerem) 
enquanto tudo 
passa. O pó acumula-se 
e depois de limpo 
torna a acumular-se 
no cimo das lombadas. 
Quando a cidade está suja 
(obras, carros, poeiras) 
o pó é mais negro e por vezes 
espesso. Os livros ficam, 
valem mais que tudo, 
mas apesar do amor 
(amor das coisas mudas 
que sussurram) 
e do cuidado doméstico 
fica sempre, em baixo, 
do lado oposto à lombada, 
uma pequena marca negra 
do pó nas páginas. 
A marca faz parte dos livros. 
Estão marcados. Nós também. 

         in "Duplo Império" 




Identidade

A identidade, como a pele, 
renova-se, perde-se de sete 
em sete anos, muda no mesmo 
corpo, torna diferente 
a permanência humana. 
A identidade é a soma 
das intenções, uma foto 
instantânea para um propósito 
imediato que não dura. 
A identidade é um equívoco 
para camuflar o coração. 

         in "Duplo Império" 




Não é Preciso

Não é preciso que a realidade exista 
para acreditarmos nela. Na verdade, 
se não existir tudo é mais luminoso. 
Mundo, evidência submissa e soberana. 

         in "Duplo Império" 




Duplo Império

Atravesso as pontes mas 
(o que é incompreensível) 
não atravesso os rios, 
preso como uma seta 
nos efeitos precários da vontade. 
Apenas tenho esta contemplação 
das copas das árvores 
e dos seus prenúncios celestes, 
mas não chego a desfazer 
as flores brancas e amarelas 
que se desprendem. 
As estações não se conhecem, 
como lhes fora ordenado, 
mas tecem o duplo império 
do amor e da obscuridade. 

         in "Duplo Império" 




Os Significados

Não sei como tudo começou: suponho 
que havia uma figura que depois 
se estilhaçou para formar um puzzle. 
Mas se juntarem todas as peças 
talvez não haja nenhuma figura, e então 
de que origem intacta partiu tudo 
o que depois se quebrou? É impossível 
fazer estilhaços de estilhaços sem uma 
coerência primeira, agora ausente. 
Quando todas as peças se juntam 
estaremos reduzidos ainda a uma peça 
de uma figura maior, ou essa figura 
é uma utopia pragmática, instrumental, 
que permite algum sentido ? 
Ó significados, para vós, na infância, 
tinha um caderno. 
      
        in "Duplo Império" 




Vimos todos os filmes
 
Vimos todos os filmes
mas ainda não sabemos o fim de nenhum,
somos como a luz que desconhece
a própria velocidade.
Os relógios são a decoração doméstica
da angústia, damos corda
aos que precisam e não precisam
sem sabermos nada
da corda e da angústia.
Anos e anos amontoam-se
como nuvens ou tumores benignos
entre as nossas pequenas ciências
e o pressentimento de que
Deus escreve direito e nós
somos as linhas tortas.
 


 
Não me contaram
 
Ninguém morreu em nenhuma
guerra (ou não me contaram).
As estadas em África, acidentais.
 
Na política, estadonovismo,
depois e antes
o que antes e depois havia
 
mais parecido. Ninguém
se bateu em duelo. Nenhum
homossexual notório e decadente.
 
À pergunta “alguém se matou
na família?” a avó
respondeu-me uma vez surpresa
 
e quase severa (mas quem?).
Alguém passou uma noite
na prisão? Só se em alguam
 
precaução alcoólica, em época
de Queima das Fitas.
O meu avô livrou-se
 
fraudulentamente da tropa, mas foi
na I República, por isso
achamos bem e a história
 
Tem graça (“faleceu”
nos editais e pronto). Algumas
cartas foram queimadas
 
com as próprias pistas que
deixavam. Eis uma gaveta
imaginária de espantos.
Episódios ancestrais não se conhecem
mas a família
imediata oferece apenas
 
mitologias pequenas, monstruosidades
vulgares: doenças e dinheiros e adultérios
 
e filhos “fora do matrimónio”
e loucuras mais ou menos
inofensivas. Serve
 
Para drama português, não
para tragédia grega,
para referência privada
 
ou que, em público, mostre, espantosa
a família que não tenho, um
exagero, em resumo,
 
como fazem os poemas à falta
de melhor motivo. Ou então,
não me contaram.
 
Poemas extraídos da revista POESIA SEMPRE , Num. 26, Ano 14, 2007. Edição da Biblioteca Nacional, Rio de Janeiro.






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MARIA KONOPNICKA [20.009]

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Maria Konopnicka

Maria Konopnicka (23 de mayo de 1842 - 8 de octubre de 1910) - poeta, narradora, traductora, crítica literaria, ensayista y periodista polaca, activista luchadora por los derechos de la mujer.

Nació en 1842 en Suwałki, Polonia, de donde se trasladó con su familia a la edad de siete años a la ciudad de Kalisz. A los veinte años se casó con Jarosław Konopnicki. El gobierno zarista acusó a su esposo de guardar armas de los rebeldes del Levantamiento de 1863 en su casa, pero felizmente la pareja logró cruzar la frontera e irse a radicar a Dresden y Viena por un tiempo. Maria tuvo ocho hijos en el transcurso de diez años, dos de los cuales murieron recién nacidos. En 1876 se separó de su esposo y en 1877 se mudó a Varsovia con sus hijos. Posteriormente tuvo varias estadías en Austria, Suiza y Alemania y radicó en Cracovia y Żarnowiec.

Obra escrita

Su obra fue muy variada. Escribió libros para niños, algunos cargados con un toque mágico como “Sobre los enanos y la huerfanita Marysia” (“O kransoludakch i sierotce Marysi”) o el poema “Buscando bayas” (“Na jagody”) y otros como “Sobre Juanito, el viajero” (“O Janku wędrowniczku”). Sus hijos fueron los primemos destinatarios de sus poemas para niños. La temática de su poesía fue muy variada; desde poesía lírica como “El extrañar” (“Tęsknota”), poesía patriótica como “Juramento (“Rota”), poesía descriptiva de la naturaleza como “Una mañana de invierno” (“Zimowy poranek”) y poesía de denuncia social como “El arrendatario libre” (“Wolny najmita”). Escribió también varios relatos de corte realista. Entre los más conocidos están “Nuestra yegua” (“Nasza szkapa”), “Dym” (“El humo”), ambos relatos de denuncia social, “Mendel Gdański” (“Mendel de Gdańsk”), relato que denuncia el antisemitismo en Polonia, “Las personas y las cosas”, (“Ludzie i rzeczy”), relato de corte sicológico y muchos otros más. También escribió sobre arte y literatura. Colaboró con diversas revistas denunciando la situación social, de las mujeres y de Polonia, repartida entre tres potencias extranjeras.

Traducciones literarias

Tradujo literatura del alemán, italiano, francés, inglés y checo al polaco.

Lucha en defensa del idioma

Fue una de las gestoras de la protesta internacional contra el castigo que sufrieron los niños de Września por responder en polaco, negándose a contestar en alemán a las preguntas en la clase de religión en el colegio.

Maria Konopnicka continúa en sus cuatro tomos de Poesías (1881, 1883, 1886 y 1896) la tradición patriótica romántica (sobre todo del romántico Juliusz Słowacki), incorporando también acentos de carácter social y humanista propios del positivismo.

Konopnicka se inició en la literatura como autora de novelas cortas -que después escribiría a lo largo de toda su vida-, recopiladas en Mis conocidos (Moi znajomi) (1890), Gente y cosas (Ludzie i rzeczy) (1898) y En la orilla normanda (Na normandzkim brzegu) (1904). También escribió obras infantiles, como Mi pequeño libro (Moja książeczka) (1889), Sobre Janek Wędrownicz (O Janku Wędrowniczu) (1893), A por arándanos (Na jagody) (1905) o la conocida fábula Los enanos y la huérfana Marysia (O krasnoludkach i sierotce Marysi) (1893), pero su principal obra literaria se enmarca en el campo de la poesía. Su producción abarca gran riqueza de temas: desde versos paisajísticos, la exaltación de las labores agrícolas, motivos y temas folclóricos, cantos patrióticos y poemas de protesta social contra la injusticia y la opresión de las potencias de ocupación, hasta poemas épicos como El señor Balcer en el Brasil (Pan Balcer w Brazylii) (1910), ambiciosa epopeya moderna escrita en octavas sobre la emigración campesina en tierras americanas con la que quiso emular a Adam Mickiewicz y quizá rivalizar con su Pan Tadeusz. 



Hay en mi pecho una tumba silenciosa

Hay en mi pecho una tumba silenciosa
que no adorna ninguna flor
y en cuyo mortal refugio
no yace ningún cadáver.

Sobre ella no suena el metal de las campanas,
ni le pesan grandes masas de tierra.
En esta tumba silenciosa
no hay ni losa ni cruz.

En ella cayó el rayo
que doraba mi vida.
Lo único que hay en ella es mi sueño silencioso
y el latido confiado de mi corazón.

Maria Konopnicka, incluido en Antología de la poesía polaca desde sus orígenes hasta la Primera Guerra Mundial (Editorial Gredos, Madrid, 2006, ed. y trad. de Fernando Presa González).



Un invierno muy frío

Ay, ay, ay, ¡qué invierno más frío! 
Pican la nariz y las orejas, 
Se cubren con escarcha las cejas, 
Corren los vientos con brío. 
¡Un invierno muy frío! 

Ay, ay, ay, ¡Qué invierno más frío! 
Viste una larga capa blanca, 
Su aliento las ramas arranca, 
Hiela el agua del río. 

¡Un invierno muy frío! Ay, ay, ay, 
¡qué invierno más frío! 
Mas nada nos preocupamos, 
Bolas de nieve le arrojamos, 
¡Qué no olvide el desafío! 
Este invierno que es tan frío. 



El patinadero 

Se patina habilmente, 
Sin fanfarronear.” 
Algún golpe en la frente, 
No importa nada, 
El chichón desaparece, 
Temprano o tarde. 
Y el chico no merece 
Que digan: ¡cobarde! 
Todos miran y opinan 
Qué dice la gente. 
Los cobardes no patinan, 
¡Yo soy muy valiente!

Poesía para niños - Maria Konopnicka
Traducción de Teresa Papás Gruszecka



A jak poszedł król na wojnę

A jak poszedł król na wojnę,
Grały jemu surmy zbrojne,
Grały jemu surmy złote,
Na zwycięstwo, na ochotę...

A jak poszedł Stach na boje,
Zaszumiały jasne zdroje,
Zaszumiało kłosów pole,
Na tęsknotę, na niedolę...

A na wojnie świszczą kule,
Lud się wali jako snopy,
A najdzielniej biją króle.
A najgęściej giną chłopy.

Szumią orły chorągwiane,
Skrzypi kędyś krzyż wioskowy...
Stach śmiertelną dostał ranę,
Król na zamek wracał zdrowy...

A jak wjeżdżał w jasne wrota,
Wyszła przeciw zorza złota
I zagrały wszystkie dzwony
Na słoneczne świata strony.

A jak chłopu dół kopali,
Zaszumiały drzewa w dali,
Dzwoniły mu przez dąbrowę
Te dzwoneczki, le liliowe...



A choćbym cię, fujareczko

A choćbym cię, fujareczko,
Cisnął w głębinę,
Lecieć będą twoje pieśnie
Przez wody sine...
Lecieć będą twoje pieśni,
Tęskliwe głosy,
Będzie serce tajać z żalu,
A oczy z rosy.
 
A choćbym cię, fujareczko,
Zagubił w boru,
Słyszeć będę twoje granie
W echach wieczoru...
Słyszeć będę twoje granie
W ponocnym szumie,
Będę chodził urzeczony
W smętnej zadumie.
 
A choćbym cię, fujareczko,
Rzucił w rozdroża,
Rozełkają się twym graniem
Te lasy, zboża...
Rozełkają się twym graniem
Te bujne kłosy,
Będą brzozy płakiwały.
Puściwszy włosy.
 
Zastąpiłyż mi twe pieśnie
Sierocą drogę.
Że ni jawą ich, ni we śnie
Minąć nie mogę...
Zastąpiłyż mi o wiośnie,
Rankiem u strugi,
Chodzą za mną, taj śpiewają,
Jak dzionek długi.
 
Chodzą za mną lasem, borem.
Chodzą rozłogiem.
Przestępują moje wrota
Lipowym progiem...
Przestępują moje wrota
Wieczorną ciszą,
Obsiadają niskie lawy,
Do snu kołyszą.
 
Wschodzi miesiąc, taj zachodzi
Na modrym niebie,
Jedna piosnka mnie obudzi,
Druga kolebie.
Jedna leci, jak skowronek,
Nad zagon miły,
Druga płacze, jak zazula,
Gdzieś u mogiły!



Monumento a Maria Konopnicka (Pomnik Marii Konopnickiej)

El monumento fue develado el 22 de mayo del año 1966 en el 124 aniversario del nacimiento de la poeta, autora de, entre otras obras, “Rota”, y el cuento infantil “Sobre los enanos y la huerfanita Marysia”. El monumento fue erigido con fondos reunidos en una colecta organizada por iniciativa del periódico “Płomyczek”, durante la cual los niños de Kalisz reunieron cerca de 600.000 PLN. Fueron también los niños quienes decidieron que el monumento, obra de Stanisław Kulon, debía encontrarse en Varsovia.



A choćbyście

A choćbyście wrośli w ziemi
Siłami wszystkimi,
Choćby wszystkich dżdżów obłoki
Poszły wam na soki,
- Nie wzniesiecie w górę czoła
Gdy wiosna zawoła,
Nie wydacie duchem kwiatu,
Ni sobie, ni światu -
Bez miłości, bez zapału,
Bez czci ideału!
 
A choćbyście przeszli morza
Błękitne przestworza,
Choćby góry całej ziemi
Z skarbami wszystkiemi,
- Powrócicie iak żebracy.
Z waszych dróg i pracy,
Załamiecie próżne ręce
W strasznej głodu męce -
Bez miłości, bez zapału,
Bez czci ideału!
 
I choćbyście wyszli w pole
Z piorunem na czole,
Choćby z stali były męże
A z gromów oręże,
- Pójdą w jeństwo wasze roty
Po pod cudze płoty,
Wasze boje będą klęską,
Wasza śmierć niemęską -
Bez miłości, bez zapału,
Bez czci ideału!
 
I choćby wam trąby grały
Nowych dni hejnały,
Choćby cały świat z mogiły
Wstawał pełen siły,
Wy się z trupich waszych pleśni
Nie dźwigniecie w pieśni,
I w zmartwychwstań wielkiej dobie
Zostaniecie w grobie -
Bez miłości, bez zapału,
Bez miłości, bez zapału,
Bez czci ideału!



A czegóż rżysz po rosie

A czegóż rżysz po rosie,
Koniku ty mój siwy?
Nie będę ja ci w jedwab
Zaplatał długiej grzywy!
Hej, długiej grzywy!
 
Nie będę ja cię wodził
Na uździe z karmazynu;
W parciankach będziesz chodził,
U pługa, chłopski synu!
Hej, chłopski synu!
 
Nie będziesz ty się pysznił,
Pod siodłem, pod czerwonem:
Łeb jeno zwiesisz smutnie
Nad czarnym tym wygonem...
Hej, nad wygonem!
 
Zębatą ciągnąc bronę,
Spotniejesz białą rosą,
Ani cię wiatry one
W kraj świata nie poniosą...
Hej, nie poniosą!
 
Ani ja nie dam ciebie
W złociste kuć podkowy,
Cobyś tak stąpał z góry.
Jakoby nasz karbowy...
Hej. jak karbowy!
 
Nie będą drobną sieczką
Karmiły ciebie panny;
Nie padniesz w krwawym polu,
Świszczącą kulką ranny...
Hej, kulką ranny!
 
Na piasku, na ugorze,
Gospodarz cię ostawi,
A rosa czy wyżre,
A słońce kości strawi...
Hej, kości strawi!
 
Nie będą tobie grały
Muzyki ni trębacze,
Wiatr jeno cię pogrzebie,
A deszczyk cię zapłacze...
Hej, deszcz zapłacze!
 



Modlitwa

Z proroków owych daj mi być pobitych,
Nad których śmiercią klaskają kramarze,
I upominki do rąk swych niesytych
Ślą jedni drugim w radosnym rozgwarze
I w dobrej myśli, iż oto ustało
Słowo, trapiące ich duszę ospałą.

O, nie dlatego, iż tych umęczonych
Po trzech dniach duchy wskrzesiły żywiące,
Iż na jutrzenkach klęczący czerwonych
Zaś oglądali zbawienia to słońce,
O którym - długo przed rannych zórz wschodem
Szli, prorokując pomiędzy narodem...

Ale dlatego, iż ziemia ta cala,
Jak młotem - musi tak słowem być bita.
Iżby skrę ducha ze siebie wydała...
I jak lemieszem, co porze łan żyta,
Słowem być musi krajana do wnętrza,
Iżby w niej warstwa rodziła gorętsza...

Ale dlatego, że wszelkie powietrze.
Którego słowo na wskroś nie przesiecze
W czworo stron świata i tak go nie przetrze
Błyskawicowym ostrzem, jako miecze,
Tęchnie i ludom w pierś jadem się wpija.
I co je żywić miało - to zabija!




Z Szopką

Przed dworskim gankiem stanęło ich czworo,
Główki na mrozie odkrywszy z pokorą.
Zwyczajnie, dzieci, z maleńka już karne,
Wiedzą, że dwór jest rzecz pańska, wielmożna,
Nie to, co chaty ich, nędzne i czarne,
Gdzie ledwo śnieżnej zamieci ujść można!
Nie wiem, czy które z tych biednych usłyszy
Kiedy w swym życiu, co godnym jest części;
Nie wiem, czy przyjdzie kto, by w chaty ciszy
Zasiąść do wielkiej lat dawnych powieści;
Czy im kto powie, jak kochać potrzeba
Zagon ojczysty, co daje kęs chleba,
Jak cudze prawa szanować, jak żywem
Poczuć się w wielkim łańcuchu ogniwem,
Lecz wiem, że z dawna uczono batogiem
Odkrywać głowę przed pańskim tym progiem.
Stanęły zbite w gromadkę; nad niemi
Jaskrawa gwiazda na żerdzi wybłyska,
Ścieląc snop światła krwawego po ziemi...
Kometa drżąca, dziwna, bez nazwiska,
Co raz do roku zjawia się-i świeci
Ponad głowami bosych, chłopskich dzieci...
Drżące od zimna podniosły się glosy
I uderzyły po śnieżnej przestrzeni,
A noc słuchała, smętna, a niebiosy
Pełne się zdały iskier i płomieni,
I ech żałosnych, zmieszanych w rozdźwięki,
I w jakieś ciche westchnienia, i w jęki.
Najmłodszy, dziecko drobne, co z drugimi
Stał wpośród jasnej okien dworskich łuny
Odziany w łachman, z stopami bosymi,
Umilknął nagle jak rwące się struny...
I ponad gwiazdą, klejoną z tektury,
Wielkie i smutne oczy wzniósł do góry
I myślał sobie: „Czemu to, mój Boże,
Choć Chrystus przyszedł, tak źle jest na świecie
I czarnej mąki garść tylko w komorze?
I nie ma ciepłej sukmanki na grzbiecie?
I tatuś, taki pijany z wieczora,
Matulę bije, choć płacze i chora?...
Czemu to ludzie w przednówek tak bledną
I jakby cienie po drogach się włóczą?
A dzieci we wsi z maleńka już kradną?
A jego dotąd na książce nie uczą?
Choć rad by wiedzieć, co jest tam daleko,
Het, het, za lasem, za młynem, za rzeką!...
Widać dla chłopów nie przyszedł Bóg może?
Wszakże, choć co rok do dworu chłopięta
Idą z kolędą i z szopką w tej porze,
On przecie nigdy, jak żyw, nie pamięta,
Żeby kto z dworu do chaty przychodził
I mówił: "Bracia, Chrystus się narodził!"
Czemu?” -
O dziecię! mgła nocy zasłania
Dzień, co odpowie na twoje pytania...
Och! oby tylko nie wzeszedł on sądem
Klęsk ostatecznych nad morzem i lądem!
Och! oby tylko wiekowi przyszłemu
Grom pomsty twego nie powtórzył: "Czemu?!"






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GERASIMOS MARKORAS [20.010]

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Gerasimos Markoras 

1826 - 1911. Poeta de Corfú, Grecia, es el representante más importante de la escuela jónica. Es conocido por sus poemas de la madre, que han estudiado generaciones de niños griegos a través de lecturas de la escuela. Otra obra importante es considerada el poema lírico El juramento, que refiere el holocausto de Arkadi.

Gerasimos Markoras nació en 1826 en Kefalonia, donde su padre George Markoras sirvió como fiscal. Procedía de una vieja familia noble en Corfú, muchos de los cuales se destacaron en ciencia, letras y artes. Su padre era un amigo cercano de Dionysios Solomos y se distinguió como político. Después de la unión de las islas jónicas con Grecia en 1864 fue elegido y se desempeñó como vicepresidente de la Cámara en 1865.

Markoras joven asistió a la Escuela Superior de Corfú. En 1849 comenzó a estudiar leyes junto con su hermano Spyros en Italia (Universidad de Pavía), donde entró en contacto con las obras de Dante, Ariosto y los otros grandes escritores italianos. La muerte de su hermano mayor Stylianou lo obligó a regresar a Corfú en 1852 y obtener su título en derecho de la Academia Jónica, nunca se ocupó de la ciencia.

En 1854 se casó con la noble Dousmani Catalina, con quien tuvo un hijo, Eustace Markora, que no siguió los pasos de su padre, pero trabajó como agricultor en la propiedad familiar. Después de la pérdida prematura de su esposa a causa de la tuberculosis (1870) vivió aislado en Corfú con su viuda hermana, dedicada al arte de la poesía hasta su muerte. En mayo de 1896, por primera y última vez visitó Atenas, donde fue recibido con entusiasmo por el mundo literario de la capital.

La poesía de Markoras gira generalmente sobre el amor, la muerte y la patria.

Los Markoras albergaban una fe inquebrantable en la realización de la nación griega. Sobre todo movidos por la saga de la Revolución de Creta de 1866 y el holocausto de Arkadi, que inspiró el famoso poema El juramento  (1875), el más importante de su producción poética. Se compone de 1.216 versos rimados.

Todos sus poemas están reunidos en dos colecciones, las obras poéticas  (1890) y carreras mínimas  (1899). El trabajo de traducción incluye pasajes de Homero y Dante en la ciudad. Junto con Psychari, Palama, Karkavitsa y Polylas contribuyeron a la aplicación de la municipalidad y la regeneración de las letras griegas modernas.

Gerasimos Markoras murió en Corfú el 28 de de agosto de 1911 en la edad de 85 años.



Dos

¡Quedamos dos! ¡Quién sabe al menos
lo que dice sobre nosotros el libro del Destino!
¿Quién será el primero en marchar a las regiones oscuras?
¿Quién de los dos se quedará solo?

Fue una austera voluntad divina
que, desgraciados, vivamos viejos y sin hijos,
que la mano de uno sostenga la mano del otro,
hasta que la encuentre insensible y fría.

Semejante gracia -no envidiemos ninguna otra-,
en el túnel profundo que nos han excavado,
es, hermana mía, un inmenso consuelo.

¡Ay! El día en que ella descanse,
si el mundo derramara una sola lágrima,
lo haría por el que quede vivo, no por el otro.

Gerasimos Markoras, incluido en  Antología de la poesía griega. Desde el siglo XI hasta nuestros días (Ediciones Clásicas, Madrid, 1997, ed. de José Antonio Moreno Jurado).










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ALEXANDRA OLIVER [20.011]

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Alexandra Oliver

Alexandra Oliver es una poetisa canadiense que ganó el Premio Pat Lowther en 2014 por su colección Meet the Tormentors in Safeway. 

Nació en Vancouver, BC en 1970. Asistió a la Universidad de Toronto y recibió una maestría en Arte Dramático en 1994. Sus poemas han aparecido en numerosas revistas y publicaciones en todo el mundo, incluyendo Orbis Internacional Rhyme, Nexus, la revisión Raintown, Mezzo Cammin , futuro Ciclo de Poesía, The Atlanta Review, The Toronto trimestral y The Vancouver Sun, así como poemas de About.com después del ataque antología, una colección de discutir y reflexionar sobre las consecuencias del 9/11. 

Graduada de la Universidad de Toronto y el Programa Stonecoast MFA en Escritura Creativa, Oliver comenzó como poeta de slam en Vancouver a principios de los 90, y apareció en el documental de 1998 SlamNation. 

Su primera colección publicada de poesía, Where the English Housewife Shines, fue lanzada en 2007. Meeting the Tormentors, la siguió en 2013. 



Plantilla para conversación con amiga soltera

Te marco en breve: el niño no ha comido
(querida Jánet, Isabella, Dido).
Me agarras con las manos en el pavo.
Sé que quieres hablarme de Gustavo,
del picnic del plantel, de lo ocurrido.
Tengo que ver que el niño esté dormido.
Sí, claro, quiero hablar: no te descuido.
Seguro él no lo ve con menoscabo;
te marco en breve.

Claro que él está un poco confundido.
¿Qué esperas, que después de haber cogido
contigo, una colega, no haya clavo?
Ya vas a dar con él. Al rato acabo.
No exageres, no todo está perdido.
Te marco en breve.

Versión al español de Pedro Poitevin




Un día de estos

Es lunes húmedo en el parque. Somos
percebes engrudados contra el muro.
Qué soledad en éste: un par de lomos
doblados escalándolo. El futuro
se teje como siempre: el desayuno,
el hedor del pañal, las contorsiones
de resistencia a las correas. Y uno
no va a amigarse en estas condiciones.
Barajamos chaquetas, escribimos
números en recibos. ¿Qué alma en pena
marca para charlar de fiestas, mimos,
cargadores, suburbios, leche, avena?
Adopto el más materno de los gestos.
¿Cuándo me llamas?

                                   Pronto, un día de estos.

Versión al español de Pedro Poitevin


Nota del traductor: En esta época en que las formas poéticas tradicionales comienzan a recuperar –a pesar del extraño conservadurismo modernista de quienes las vilipendian– un módico de vigencia, la poesía de Alexandra Oliver ilustra cómo se las puede emplear para tratar temas cotidianos. El rondó francés, por ejemplo, con su compleja estructura anclada en la repetición de un tetrasílabo, es el molde perfecto para la Plantilla para conversación con amiga soltera, en la que el estribillo “te marco en breve” enfatiza de manera sucinta lo que también sugiere el devenir distraído, inconexo, entrecortado, del monólogo que lo enmarca: la calma, parece decirnos, por ahora, no llega, pero la convicción de que llegará pronto es necesaria.

Además del refinamiento técnico, la virtud más destacable de Oliver es su agudeza. Sin embargo, decir que Oliver es una poeta aguda es quedarse corto: si bien las líneas de Oliver brillan por su filo, el efecto total de sus poemas es otro: "Pronto, un día de estos”, concluye de manera tajante y sarcástica ese soneto sobre el paseo en el parque, pero las imágenes que preceden sugieren un panorama emocional más complejo. En este poema, como en el otro, conviven la necesidad de comunicación y el fastidio. Y la agudeza de Oliver brilla porque consigue hacer poesía.




ALEXANDRA OLIVER

Alexandra Oliver was born in Vancouver, Canada and currently lives in Toronto. 
She received an MA in Drama from the University of Toronto in 1994 and is  currently an MFA candidate in the Stonecoast Program at the University of  Southern Maine. Her work has appeared in journals including The Raintown Review, Atlanta Review, Nexus and Orbis Rhyme Inernational, as well as in her 2007 debut  Where the English Housewife Shines (Tin Press London.) Her poems have been  performed on both CBC Radio and NPR, as well as in the 1998 Paul Devlin documentary Slam Nation. She was both a finalist in the 2009 CBC Literary Awards  and a Pushcart Prize nominee. She is currently co-editing (with Annie Finch) an anthology of poems in non-iambic meters. 


Sexual History

Under my window, they stood with their hands
Waving tickets to Carmen and keys to the Porsche.
They had cups full of sugar and cables to start
Up the car in the parking lot, matches and pens
And the right time of day, on the path in the park.
They were gentle with animals, children and plants,
And used words like forever and always and now.
When they vanished, their feet walked away with no sound.
In the past, in the dark, under wraps, underground,
Oh, the men before you. They were tow-haired and tall.

Oh, the men before you. They were square and morose.
They had bat wings for souls and racks of gray teeth,
And a family somewhere that I'd never meet.
They had hundreds of poker chips stacked by the bed
And, instead of declaring their love made them weak,
They would hiss their commands into suffering phones,
And they hated their fathers for casting a shade
On the plot of their lives and the eight o'clock game--
Oh, they did me a favor, the men before you,
As they dug themselves deep, in the past, underground. 




The Hand of Scheveningen 

The strangest thing on Scheveningen Beach,
The Netherlands' most popular resort,
Is not the shining mud-sheet of the sand
That never seems to end, the glut of bars,
The walrus girls on loungers, or the roar
Of gray Atlantic waters as they blow
A raspberry toward the English shore, 

But rather, a perplexing ancient sign
Designed to warn the swimmers of the tides:
Pyramidal, its border painted red,
No words at all. No Hey! The sea is rough!
Or Currents may be strong, or Take a boat!
But just and image of a panicked hand
Emerging from the crudely rendered waves.

It proves itself effective, as it draws
A daily crowd of tourists and the like.
They turn away from stalls of souvenirs,
From tapas bars and lurching children's rides.
They wander to the ocean's ragged edge
To gather round the pole and take it in.
It generates in each a certain fear.

There are the ones who shudder at the thought
Of toddlers bumped from rowboats with an oar.
A great percentage travel back in time
To swimming tests in under-heated pools.
And there are those whose minds are etched with scenes
From horror films: the reborn killer's fist
Erupting from the honeymooner's lake.

I know there are, amongst them, even more
(The woman with the waist-encircling brute
She cannot turn her back on, or the man
Who, Saturn-like in appetite devoured
His weight in pizza when his children died,
The gambler on a quest to save the house,
The girl who can't surrender without porn) 

Who tilt their faces up to see the sign,
The comfort of its never-changing sea,
To see themselves in Scheveningen's Hand
And think, Oh God, God, no, the sky, the sky. 




The Test Cape

I've landed on a way to try you out
and gauge your mettle. Please put on this cape.
It's velvet, and it's in terrific shape.
I'd like you now to venture out without 

your other clothes. The cape will have to do.
Go down to Omar's Maxi Milk and buy
a pack of Belmont Milds, and would you try
to see if they have raisin bread? Milk too. 

When you reach across to get the change,
contrive a little conversation. Muse
about the way the Raiders always lose.
Say thank you. Take your time and rearrange 

your stuff inside the bag. And please try not
to lose your cool. Just summon up the force
to pull it off. You are aware, of course,
it's August and it’s criminally hot,

and Omar has that huge electric fan
he borrowed from the film set just last week.
If you are not arrested as a freak, 
I’ll know you are no ordinary man. 




The Ghosts of the Space Dogs

Everyone is their friend in cosmic darkness:
Sweeping under the capsule, miles of oceans,
Dancing trees full of little mottled birds, and
Somewhere there is a meadow, huge and windy. 

Waiting there are the patient, smiling People,
White coats billowing, waving giant sticks and
Shouting, Honeybee! Foxy! Laika! Get it!
That is, maybe, what all those Space Dogs thought of. 

Lying flat under starlight, we know they're up there,
Circling: science's cheerful lost explorers,
Suited, pressurized, bully beef and biscuits
Ready; now, with the booster rockets silent. 

Not the dizzying swell of rising heat and
Not the carbon dioxide building slowly,
Filling dog brains with thoughts of clouds and rabbits,
Words of gentleness, belly-scratching fingers;

Not the creeping parades with jeeps and banners,
Farm girls stirring the air with hoes and rifles,
Nor the rapturous sighs of stamp collectors,
Pausing thoughtfully over Laika's image, 

Placed with tweezers on mats of royal velvet,
Green, unfurled, like the best of all intentions,
Like an arm with a stick cast forth to orbit,
Like a heavenly meadow flush with rabbits. 

Watching. All of those dampish noses pressing
Porthole glass, as the moon emerges perfect,
Hanging there, like the face of someone loving
Passing over the water bowl's calm surface. 





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ALEJANDRO MAGALLANES [20.012]

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ALEJANDRO MAGALLANES

Alejandro Magallanes (1971), nació y vive en la Ciudad de México. Estudió filosofía y artes plásticas. Es pintor, diseñador, ilustrador y poeta. Ha publicado más de 20 títulos. Sus obras se han exhibido en diferentes países de América, Europa y Asia. Alejandro obtuvo la medalla Josef Mroszczak en la XVI Bienal del Cartel en Varsovia, el tercer lugar en la bienal de carteles a favor de la ecología 4th Block en Ucrania y el premio Golden Bee en la categoría de libro en la Bienal del mismo nombre en Rusia, es un tipo singular, perito del sacapuntas, torturador de la tipografía, encargado de una carabela –la de su imaginación– que navega mares de papel y mermelada, olas de grafenberg y litorales de grafito.

Es un creador vertiginoso y desaforado, autor de chispas sádicas, humor irreverente, tedio aguado, alegría sorprendida y potente puerilidad: un ingenio lúdico fresco como un lenguado recién sacado del agua. Proteico y polimorfo, el chorro de su gracia se dispara hacia todos los registros, tal como puede (debe) verse en el desopilante ¿Con qué rima tima? Retrato de un poeta contento (porque ya comió).

El libro acaba de aparecer en la Editorial Almadía, cuyo diseño está, por cierto, en sus manos (los escritores la procuran sobre todo para ver qué portadas les asesta Magallanes a sus escritos). Lo encuentro formidable. Es un ingenio en amasiato con el diseño tipográfico y pictogramático, el dibujo, la fotografía, la escultura...

A veces, se desdobla en una música audible, que rima con la visual, como en su “Himno anglosajón de una Organización No Gubernamental” (ONG), jitanjáfora que recuerda a José Juan Tablada rimando Pekín con Nankín y palankín:


ONG

Ping pong
Hong Kong
                             So long
Ding dong
Hong Kong
Vietcong
                             So wrong
                             Sing a song


O a veces se lanza a ingeniosos juegos tipográficos, como el abundante “Harem” lleno de hetairas carnosas con sus tetas (. )( .), sus nalguitas ( ) ) y sus pubis V.

O tiene hierofanías luminosas: la aes una dimpotente.

O resuelve adivinanzas tan a la vista que nadie las había visto:

BL  NCO


O a veces en la escuela de los carmina figurata o en los caligramas de Apollinaire, y hasta en la poesía concreta brasileña, como en “La muda agoniza”.





La muda agoniza
Alejandro Magallanes


O a veces en greguerías (esas flechas analógicas que siempre dan en el blanco) a la Gómez de la Serna: Una corcholata es una botella circuncidada.

O en poemínimos a la Huerta:


Propietaria

Soy la dueña
triangular
de cuatro centímetros
púbicos.


Celebro el ingenio de Magallanes, explorador de continentes inauditos, e invito a su lectura. Un poeta contento para lectores ídem. 



¿CON QUÉ RIMA TIMA?, DE ALEJANDRO MAGALLANES

Es ilustrador, de los buenos pero no de los convencionales. Se le da jugar con palabras. Hace poemas cuando tiene tiempo. Me lo imagino sonriendo cuando se pone a dibujar/escribir. También cuando come; así se encarga de contarlo en la portada de este libro, con el dibujo que lleva como pie: “Retrato de un poeta contento (porque ya comió)”. Editorial Almadía publicó este experimento lúdico suyo, que recién terminé y del cual hace poco subí a este blog un fragmento sobre la felicidad y los mangos de manila (aquí va el link: http://wp.me/p1POGd-1pX).

Encuentro difícil describirlo, porque tampoco se trata de quitarle al lector el placer de hincarle el diente. Por decir algo, ahí van tres cosas: 1. Es una ricura, un divertimento visual y textual, una nueva vuelta de tuerca a la propuesta inaugurada por Apollinaire y Mallarmé, continuada por la poesía concreta, en la que forma y tipografía son parte del texto; 2. Hay que comprarlo y leerlo para que el autor siga sonriendo (porque tiene algo para comer); 3. Agradecería que en la reimpresión, que seguro Almadía tendrá que hacer, le ponga un papel más grueso.





Adivinanza

Mi cuerpo se compone de sal

Mi cuerpo se descompone en arena

                             Pero no soy mar.




LA VERDADERA FELICIDAD TIENE QUE VER CON LOS MANGOS DE MANILA


“Ser feliz es muy fácil. Cuando es temporada de mangos de manila, te comes por lo menos uno al día (sin limón, sin chile piquín). Los mangos no deben tener en su cáscara manchitas negras, no deben estar verdes ni demasiado maduros. Es mejor si no son transgénicos. De preferencia quítales la cáscara con los dientes y no uses trinches. Es importante que el jugo no escurra entre los dedos más de lo normal. Trata de comerlos hasta que el hueso tenga una coloración blanca. Permanece con las fibras entre los dientes al menos por hora y media. No tires la piel a la basura. Sepárala y sácala al sol. Después tritúrala y cuando esté reducida a polvo, guárdalo en una urna, para que cuando mueras te entierren con ella. Pide a tus seres queridos que si te incineran rellenen tu boca con el polvo de mango de manila antes de quemarte. Es aconsejable que cuando no haya mangos de manila, no pienses demasiado en ello”. -Alejandro Magallanes, ¿Con qué rima tima? (Editorial Almadía)

Suscribo esta definición terminante de felicidad dada por Magallanes, notable ilustrador mexicano que coquetea con la poesía cuando está de vena (tanto él como la poesía), lo cual se ve que ocurre seguido. Está incluida en un genial volumen ilustrado que publica Almadía, editorial oaxaqueña que se atreve a hacer lo que los grandes grupos ven como locura y que los lectores aplaudimos hasta que las manos se nos ponen rojas.

PD Nota para los lectores no-mexicanos de este blog: sé que es prerrogativa de cada país llamar a una fruta como le venga en gana. Aquí decidimos nombrar “de Manila” al mango de la foto, supuestamente llegado de allá hace siglos. Hoy ya no viene de tan lejos, pero no importa: por cariño le conservamos el apellido.




¿Quién les dijo a ustedes que eran poetas?". Alejandro Magallanes

Queridos poetas:
quiero ser poeta como ustedes:
quiero percibir la belleza:
quiero entender las palabras:
quiero sentir lo que sienten los poetas.

Y lo más importante:
quiero que me digan:
                  por favor

¿Quién les dijo a ustedes que eran poetas?



El diseño es de Magallanes

Es una de las presencias más notables en el diseño gráfico contemporáneo. Y también una de las más reconocibles, cuando se está ante un libro que ha pasado por sus manos. “La técnica sin idea es un engañabobos. La idea sin técnica es una lástima”, afirma Alejandro Magallanes. Felizmente, él dispone siempre de ambas cosas

Por GONZALO JÁUREGUI



"Una portada buena tiene que sugerir, de ninguna manera imponer", afirma el diseñador. Foto: Lalis Jiménez

“Es un genio, yo se lo digo medio en broma medio en serio”.

El diseñador Felipe Covarrubias revisa un libro publicado en 1996 que fue parte de una exposición presentada en Checoslovaquia. Las páginas muestran el trabajo de una generación de diseñadores, desde Vicente Rojo hasta Alejandro Magallanes. En la foto, Magallanes aparece con el pelo largo. Con 25 años apenas, es uno de los más jóvenes de la lista.

“Alejandro es del 71. Son de las primeras cosas que hizo, pero ya desenfadado, porque este dibujo, ninguno de nosotros —de la vieja guardia, digamos—, ninguno de nosotros iba a hacer un dibujo tan simplón, tan infantil como éste. Él está haciendo cosas que nadie se había atrevido a hacer, no porque no se nos ocurrieran, sino porque a uno se le hacía como hasta una falta de respeto editorial”.



Alejandro Magallanes

Covarrubias asegura que Alejandro Magallanes es “miembro punta” de una generación posterior a la de Germán Montalvo. A él se lo presentó el diseñador Rafael López Castro en una cantina. Le cayó bien. Tiempo después, Magallanes, Montalvo y Covarrubias viajaron a Chihuahua para dar unas conferencias: el primero representó la genialidad, el segundo el oficio y el tercero la trayectoria.

“Lo considero un parteaguas en este asunto de la comunicación visual. Con algo tan simple como un lápiz y un papel en blanco, Alejandro desarma cualquier concepto. Va mucho al concepto de las cosas”.

Y continúa: “¿A qué hora termina uno un trabajo? Si no le habla uno al cliente, uno sigue. Poniéndole y poniéndole y poniéndole y poniéndole. Y quitándole y poniéndole: un sombrero, una letra más grande, una letra más chica. Alejandro no. Alejandro va al concepto en cuarenta segundos. Ya está. Alejandro es artista y es diseñador. Cuando es la cosa utilitaria, la resuelve, y cuando debe ser una obra de arte, lo hace”.



Los carteles

A finales de abril, Magallanes estuvo en Guadalajara. Durante una entrevista que se llevó a cabo en el Hotel Demetria, en donde estaba para participar en Wit Feria de Diseño 2016, el diseñador nacido en la Ciudad de México recordó que su carrera comenzó cuando era estudiante de Diseño Gráfico en la Escuela Nacional de Artes Plásticas.

Su primera chamba llegó en 1993. Ese año se encargó de diseñar el logotipo de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal. En ese entonces, su preferencia era hacer carteles. El gusto le nació en la biblioteca, en donde revisaba revistas suizas y japonesas que contenían imágenes impactantes y conmovedoras. Él se repetía que quería hacer un trabajo similar a ése.



Una persona que vio los carteles de la comisión lo invitó a realizar diseños para el cine. Magallanes no los firmaba porque pensaba que los carteles eran imágenes públicas y a nadie le interesaba saber quién las hizo. Sin embargo, un día el diseñador gráfico Rafael López Castro le dijo que se hiciera responsable de sus imágenes.

Después de los carteles de cine vinieron los de teatro y danza y los de festivales culturales. Al diseñador le da pena contar que una de esas imágenes, realizada para Voces Interiores, un ciclo de monólogos que se presentaría en la Universidad Autónoma Metropolitana, provocó el enojo de la actriz Susana Alexander. Magallanes había pensado que ese espectáculo se hacía desde las tripas, y por eso puso una panza peluda, grande y asquerosa.

“Siempre me ha parecido muy divertida la idea de que algunas imágenes te puedan chocar. Me parece que se produce un fenómeno de comunicación interesante. Hay muchas más categorías que lo feo y lo bonito. También puede ser estremecedor, o incluso te puede molestar. Cuando ocurre eso, el trabajo funciona como un espejo. Y cuando funciona así y reaccionas ante eso, es una imagen que va a quedar para siempre, para bien y para mal”.

En el libro Historia del diseño gráfico en México 1910-2010 (INBA, 2010), Luz Carmen Vilchis Esquivel destaca que antes que el cartel existió en México el bando. Durante el virreinato se usaba para dar a conocer informes, advertencias o comunicados oficiales y también para promocionar productos, servicios y espectáculos públicos.



En el siglo XX, los carteles se utilizaron para anunciar películas, conciertos, recitales y exposiciones de artes plásticas. Según Vilchis Esquivel, eran incipientes diseños que, en general, se limitaban a plasmar el título, el elenco, la sala de proyección y el costo de entrada. Fue el recurso de peso para la difusión de espectáculos populares o para cumplir con una tarea informativa y hasta lúdica.

Para Magallanes, en la actualidad un cartel debe responder a las preguntas cómo, por qué, cuándo, para quién. Pero también debe tener diferentes capas de contenido, como si fuera un gran sándwich, de modo que cuando una persona lo paladee no pueda descifrar por qué le gusta o por qué le molesta.



Las portadas

Según Elvia Carreño, especialista en libros antiguos, en 1558 Felipe II obligó a los impresores a poner en la primera hoja su nombre además del escritor, así como el título del libro, el lugar y el año de impresión. Estas portadillas se caracterizaron por el uso de orlas con motivos florales o por llevar grabados de xilografía centrados y acompañados por el título y los datos del autor.

Vilchis Esquivel asegura que desde entonces, las portadas de los libros tuvieron influencias del barroco, con una visión arquitectónica, ya que en ellas se incorporaban dibujos de frontispicios. En el siglo XVIII se recurrió a los elementos del periodo Clásico y en ocasiones las portadas sólo contenían un grabado caligráfico que solía presentar el escudo del impresor, del autor o del mecenas. En el XIX se regresó a los motivos góticos y se utilizaron los tipos llamados “de fantasía”, que junto con otras fuentes propiciaron diversos estilos.



Esta autora advierte que, a principios del siglo XX, la situación sociopolítica y económica frenó el trabajo artístico y las innovaciones en el diseño del libro, hasta que pintores, grabadores y dibujantes egresados de la Academia de San Carlos aprendieron el dominio de las páginas impresas. Trabajaron con tipógrafos y lograron proyectos editoriales formal y estilísticamente cuidados. Y durante la segunda mitad del siglo, el diseño gráfico creció hasta formar parte de los programas de estudio de las universidades. Los diseñadores gráficos se profesionalizaron. Uno de los primeros fue Vicente Rojo. Pero a partir de los años ochenta, la magnificación de la tecnología propició la pérdida de espontaneidad, creatividad e innovación que anteriormente permitían la manualidad y sus tiempos de reflexión.

“Es cierto que los diseñadores pueden ser más precisos, libres e independientes; sin embargo, se han contaminado con el trabajo que antes delegaban a otros quienes tradicionalmente realizaban el trabajo mecánico. Los diseñadores se enfocaban más en el concepto, la idea, la forma, en la visualización y la composición”.



Las de Magallanes

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Lectura 2015, 1.5 por ciento de los lectores en México escoge los libros que lee por la portada y las ilustraciones. Quizás esto se deba a que, como escribió Gabriel Zaid (Letras Libres 210), “muchos diseñadores diseñan para el ojo que hojea, no para el ojo que lee. Arman páginas bonitas de ver (como carteles llamativos), pero difíciles de leer más allá de las fotos y los titulares”.

Uno de los que diseñan para el ojo que lee es Vicente Rojo. En 1967, la editorial Sudamericana publicó Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez. La portada de la primera edición de este libro sería concebida por Rojo, pero su trabajo se extravió y la editorial tuvo que improvisar otra en la que aparece un galeón perdido en medio de una selva azul.

En una nota publicada en El Heraldo el 22 de abril de 2014, Rojo afirma que para realizar la carátula se inspiró en los diseños de viñetas mexicanos con motivos escolares y populares del siglo XIX. “A mí no me gusta que las portadas sean impositivas. Yo pienso que una portada buena tiene que sugerir, pero de ninguna manera imponer el criterio del diseñador”, dijo en esa entrevista.



Casi cinco décadas después, a Magallanes le tocó diseñar de nuevo las portadas de los libros de García Márquez. En el sitio de internet Me gusta leer, de Penguin Random House, aparece un árbol negro, deshojado, sobre un fondo azul, que acompaña a la nueva edición de Cien años de soledad. En el portal se menciona que “las portadas de los libros que forman la nueva Biblioteca Gabriel García Márquez en Literatura Random House son obra del reputado diseñador gráfico mejicano Alejandro Magallanes”.

Magallanes dice que lo que más ha hecho en su carrera son páginas. Sus primeros conocimientos del diseño editorial los obtuvo viendo la revista Poliéster. Después pasó por Alfaguara, Tusquets, Clío y el Fondo de Cultura Económica. Ha hecho portadas e interiores, libros lujosos y otros más sencillos que sólo se venden en puestos de revistas.

“Cada portada es una interpretación mía de los textos de ellos y es tan subjetiva que puede partir desde el texto, del título, de un detalle mínimo que yo pienso que, por muy mínimo que sea, tiene potencia, aunque se diluya. Es trabajo de interpretación. Es un poco lo que me provoca o me evoca ese libro o ese título”.

Hace diez años, Martín Solares lo invitó a participar en Almadía. Le dijo que era una editorial oaxaqueña, de gente muy joven y que sería increíble que pudiera proponer unos diseños. El primer libro que diseñó Magallanes fue Los culpables, de Juan Villoro. Siguió El imperio de la neomemoria, de Heriberto Yépez. Uno de los últimos que mostró en su cuenta de Twitter fue Los que hablan (fotorrelatos), de Mauricio Montiel Figueiras.




El escritor Jorge F. Hernández, quien en la pasada edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara presentó su libro Solsticio de infarto, diseñado por Magallanes, dijo a los reporteros que ahora que Magallanes diseña los libros de Almadía, todos los escritores quieren publicar en esta editorial.

Diego Rabasa, consejero editorial de Sexto Piso, escribió en máspormás que, en todos los márgenes, Alejandro Magallanes “ha logrado tejer una obra que en su amplitud y variedad conserva un tono y un sentido que es a la vez estricto en la honestidad de sus intenciones y desparpajado en el despliegue de sus formas”.

En una entrevista que le concedió a la revista Tierra Adentro, Alejandro Magallanes dijo que “hay quienes critican las colecciones por ser constantes. No obstante, se debe estudiar la inteligencia que esconden esas repeticiones. Por ejemplo, en las de Porrúa sólo cambian colores. Que hayan sido constantes y todos sean iguales, me parece maravilloso. Finalmente, al no dar un tratamiento a todos los libros, sino a un solo libro de tal autor, que publica en Almadía, lo diseño con dos características: pensando que es un libro único y, también, que pertenece a una editorial que está usando una imagen”.



“Dibujo todo el tiempo”

“Dibujo. Dibujo todo el tiempo, escribo todo el tiempo. Todo el tiempo estoy pensando cosas. Es divertido. Todo el tiempo estoy imaginando cosas. Y también todo el tiempo se me ocurren cosas que quiero hacer. Me gustaría hacer un mueble, una película, pienso en cómo lo haría, con quién me acercaría, hay cosas que se podrían hacer y otras no y todo el tiempo es como un ejercicio. Quién sabe por qué pase, pero no me agota”.

Cuando era niño, Alejandro Magallanes veía a su papá hacer letras. Le gustaba verlo. Tenía buena letra. En la escuela era el alumno que dibujaba, el que hacía los periódicos murales y las caricaturas de los profesores. El dibujo lo motivó. Luego vio cómo todos sus compañeros crecieron y dejaron de hacerlo sin que nadie se alarmara.



Para él, el dibujo es una gramática que se aprende desde la infancia. Él dibujaba por razones emocionales, pero también para organizar el mundo que lo rodeaba. Durante su etapa como estudiante de la Escuela Nacional de Artes Plásticas, escuchó muchas veces a sus maestros decirle que dejara la carrera, pues consideraban que no tenía talento. No les hizo caso.

Lo único que no le gusta de su trabajo son los plazos de entrega, pues en ocasiones resultan muy estresantes. En el futuro le gustaría hacer las cosas con más tiempo.

Magallanes dice que en su trabajo la técnica no sirve sin la idea: “La técnica sin idea es un engañabobos. La idea sin técnica es una lástima. Se deben tener las dos cosas juntas”.

“Quiero seguir teniendo trabajo. Ojalá que pase eso. Me parece que la vida de un diseñador gráfico es corta. ‘Corta’, porque no dura tanto como otras actividades. El diseñador tiene que estar muy al pendiente de las tendencias que existen y que siempre van imponiendo los más jóvenes. Llega un momento en el que te desfasas. Tienes que entrenarte muy bien”.

Actualmente, Magallanes prepara un libro de ensayos propios para la editorial Taurus y una exposición que llevará a Estados Unidos. Le interesa desarrollarse en el terreno artístico, un espacio en el que considera que no debería estar.



“Yo no me asumía como artista. Siempre da mucho pudor decir ‘soy esto o soy aquello’. Y más con palabras que son muy grandes, como artista, filósofo o poeta. Luego, la verdad, piensas: si son grandes es porque nos volvemos un poco solemnes. Uno puede decirlas sin que pase nada”.

Dice que se le etiqueta como ilustrador, aunque en realidad es más diseñador gráfico.

“Ilustro un montón. Pero también he escrito libros. Tengo dos libros de poesía, pero no soy poeta. Hago exposiciones en museos con temas artísticos, pero no soy artista. Yo creo que de ilustrador no queda duda, ni de diseñador. Todo es parte de una obra. Todo es parte de lo mismo. Somos universos súper limitados. En ese sentido, podemos escarbar un poco y es interesante ver qué nos encontramos”.



La mala memoria

Magallanes dice que, en general, la sociedad mexicana tiene mala memoria. Sin embargo, él recuerda que en los años noventa, su generación fue testigo de la revolución digital, pero también de los fraudes políticos, la corrupción y la violencia. “Fuimos la primera generación que utilizó la computadora para hacer sus diseños. Eso cambió mucho la técnica. Antes era mucho más lento el diseño, porque no se podía hacer de otra forma. Fuimos una generación que formó muchos colectivos, nos tocó el movimiento zapatista y eso nos marcó. Nos tocó cuando ‘fraudearon’ a Cárdenas. Nos dieron mucha esperanza, varios nos decepcionamos”.


Su decepción aumentó durante los gobiernos de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Sin embargo, considera que crear es su mejor forma de quejarse. “Dibujaría a la clase política como algo pesado, maltrecho, deforme, descompuesto, terrible. Ayer puse en Twitter que ojalá los políticos no pusieran sus caras en sus carteles. Ojalá que no pusieran sus carteles en ningún lado. ¿Por qué tenemos que ver a un señor enorme, que se está riendo, a fuerza? Está en la vía pública. Nos deberían pagar por verlo, por padecerlo”. m.












ALFRED NICOL [20.013]

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Alfred Nicol

Alfred Nicol es un poeta de EE.UU. Trabajó en la industria de la impresión durante veinte años después de graduarse de Dartmouth College, donde recibió el Premio de la Academia de Poetas Americanos. Ahora vive en Amesbury, Massachusetts y es miembro de los poetas del río Powow. Editó Powow River Anthology, publicado por Ocean Publishing en 2006, y fue el ganador del Premio Richard Wilbur 2004 por su primer libro de poemas, Winter Light, publicado por The University of Evansville Press. Sus poemas han aparecido en Poetry, The Formalist, Measure, Commonweal, Verse Daily, The New England Review, Atlanta Review y otras revistas. Varios de sus poemas han sido antologizados en la poesía contemporánea de Nueva Inglaterra, sonetos: 150 sonetos contemporáneos, y beso y parte. La última de las nueve entregas de su largo poema "Persnickety Ichabod's Rhyming Diary" aparecerá en Light Quarterly, vol. 52. 

"Nicol es mucho más que poeta, es también poeta de lector, y su obra, aunque deslumbrante, no pretende simplemente deslumbrar sino transmitir con encanto y profundidad las experiencias de nuestra vida común". - Rhina P. Espaillat 

"En todas las páginas Nicol exhibe una genuina grandeza de espíritu y gracia de mente, sus técnicas están perfectamente afiladas, y esto es ciertamente uno de los mejores volúmenes nuevos de poesía que he leído en años". - Jay Parini.


El Naufragio del Abraham Lincoln

"Todos en el naufragio se mueven por su lado."
                               — George Herbert

Aprendiz de un matón más corpulento,
Christie lame la mano del narciso
como todos lo harán en su momento.
Ser un perro faldero es ser sumiso.

Cada quien tiene voz en el tumulto,
aunque hablen todos con el mismo tono.
El timbre de Giuliani es un insulto
al micrófono hundido en abandono.

Melania, quien de punta en blanco es magia
en este carnaval del desenfreno,
recita como quien no quiere y plagia
las obviedades de un discurso ajeno.

Aquí hasta los ladrones hallan nicho,
¿pero un fulano petulante y puro?
Cada cosa en su sitio, dice el dicho.
Cruz, vete al otro lado de este muro.

De puntillas, avanza el acrobático
Ryan, en desafío del abismo,
vendiendo —aún sonriente y diplomático—
lo que no compra ni siquiera él mismo.

Trump dice que esta vaina está precaria,
y cómo no, si sacudiendo el dedo
identifica al diablo en su adversaria.
Mensaje recibido: tengan miedo.

Versión al español de Pedro Poitevin  (Versión original en The Hipster Conservative)



¿Cómo Llamarlo?

¿Y si llamáramos al monstruo Monstruo,
          No sería mejor?
Hasta el momento hemos llamado al monstruo,
          Con timidez, “Señor".

¡Ahí está en paz haciendo cada cosa!
         (Qué triste nuestro fallo).
Hará picnic de la sobrina hermosa
          Tan pronto arranque mayo.

Hemos rezado porque el monstruo encuentre
          En ella un sacrificio.
Nos apretujaría un poco el vientre
          Pensarla desperdicio. 

Y vaya que ha servido –¡cómo brama!–
          Para avivarle el hambre.
"Quiero más, quiero más", el monstruo clama
          Con necedad de enjambre.

En la noche, despiertos todavía,
         No encontramos remanso.
El monstruo acecha en cada qué sería
         Violento y sin descanso.

Y nadie, nadie llama al monstruo Monstruo.
         Tenemos culpa todos.
¿Quién va a poder domesticar a un monstruo
          Con tímidos apodos?

Es hora de que la verdad se entienda
          Sin peros en la mente.
Hay que lanzarle un nombre que le penda
          Como intestino al dente.

Dilo si puedes: Monstruo. Monstruo. Monstruo.
          Se siente más sincero.
¡Qué ingenuidad la de esperar de un monstruo
          Que sea un caballero!

Versión al español de Pedro Poitevin



Pedro Poitevin (PP): Con la victoria electoral de Donald Trump en las elecciones presidenciales del pasado noviembre, “El Naufragio del Abraham Lincoln” ha adquirido un tono más sombrío.

Alfred Nicol (AN): En el mejor análisis de las pasadas elecciones que he leído, Stephen Greenblatt compara el éxito de Donald Trump con el de Ricardo III, el personaje de William Shakespeare, quien asumió el poder asistido por una “nación de cómplices”, unos de ellos “irresistiblemente atraídos a hacer parecer normal lo que no lo es”, y otros “persuadidos de que habrían de beneficiarse” a pesar de cuán destructivo era Ricardo. Esto es lo que yo sentí mientras veía las elecciones primarias del Partido Republicano, y quise registrar mi consternación en un poema “ligero” que pronto, según yo, al igual que Trump, sería olvidado. Pero la pesadilla sigue. Me equivoqué.

Sin embargo, continúa siendo vergonzoso que el partido de Abraham Lincoln, nuestro mejor presidente, y John Greenleaf Whittier, poeta y abolicionista apasionado, haya nominado como su líder a un tipo tan inepto e irrisorio como Donald Trump.

PP: Leí “¿Cómo Llamarlo?” justo después de releer el Cratilo de Platón, así que me hizo mucha gracia la idea de rimar el nombre con la cosa. ¿De dónde vino la idea?

AN: ¡Qué maravillosa coincidencia que estuvieras leyendo un diálogo sobre el tema de los nombres antes de leer ese poema!

No puedo leer el poema sin pensar en el tema de las elecciones pasadas, pero cuando escribí el poema, hace muchos años, no estaba pensando en la política nacional. Es un poema profundamente personal en el que me llamo la atención a mí mismo por mi complicidad en una terrible relación que duró la mayor parte de mi vida. Mi culpa radicaba justamente en estar irresistiblemente atraído a hacer parecer normal lo que no lo era. Yeats dijo: "De las disputas con los demás surge la retórica; de las disputas con nosotros mismos surge la poesía".



The Magician’s Bashful Daughter

The moon looks kindly on this slender reed.
Fair and fairylike, and like the moon
When, thin as air, it braves the afternoon,
Advancing while appearing to recede,
The bashful daughter of Le Grand David
Appears onstage to disappear, for soon
She’ll step inside the coffin-like cocoon
To be sawn through and not be seen to bleed.

Reopening the door, her father beams
With more than showman’s pride to find her sound.
Her slippered feet touch lightly on the ground.
She smiles, with braces on. How real she seems.
Oh but the moon is swift to make its round,
And she is only changefulness and dreams.

From “Winter Light,” 2004, The University of Evansville Press; published in The Formalist



The Difference

Most men—and I am not most men, but still
I have to tip my hat to what in them
Abides in me—most men give up romance
At some point. If they haven’t learned to dance
Before they reach my age they never will.
The rose, such as it is, is off the stem,
But not the thorns. The thorns are what they were,
And love is crowded round with hurtful things.
What’s in the thicket loses its allure.
Most men are sleeping when the night-bird sings.
I’m just the same. What most men know I’d learn,
Except I know a rose whose flame I’m sure
Will never fade, and that is why I burn.

Published in The Edge City Review



Hard Winter

She got a call, she tells me, from the vet,
Saying the cat is not responding well.
Though she speaks calmly, clearly she’s upset,
And clearly there’s much more she wants to tell.
The weather of her life has not been fair;
Her face shows she’s been out in it too long.
The taxi’s late. A raw, indifferent air
Goes brushing past. She’s spent with being strong.
“She sleeps in my bed. I…”—she’s nearing tears—
“Undo my shirt and hold her to my breast.
We’ve lived together now eleven years.”
I wince to hear such loneliness expressed, 
My thoughts—kept to myself—unneighborly:
Turn, and look away. You frighten me.

Published in The Formalist



Guinea Pig

A pet, domesticated overmuch,
Inhabiting interminable lulls,
Most pusillanimous of animals,
Inertia’s own, quiescent as the sands,
And shy to venture even round the hutch,
Her pleasure is a motor in my hands,
An instrument set racing with a touch.

A little thing of breath and heat compact,
Mildest of spirits, in a flask of fur,
Without even a sound as signature,
No bark or whinny, whistle or meow,
No word to instigate or to react,
She gently nods assent to here and now,
An answer well-considered and exact.

I’ll learn from this one how much not to do;
How large a silence to accumulate;
To serve with those who only stand and wait,
To change alfalfa, sawdust, water, salt,
For other needs as moderate and few;
To thrill when lifted; visited, exalt;
Nor ever speak till I be spoken through. 

From “Winter Light,” 2004, The University of Evansville Press; published in Commonweal



Old Haunt

The book that taught to dust shalt thou return
Collected dust, but I was quick to learn.
I thought that if I hastened my descent
I might avert some loss. So down I went

Among the catacombs of libraries,
Where Santayana questioned Socrates
In the hushed tone the newly dead assume
When they address their elders-in-the-tomb.

There I mixed in. Stiff and unathletic,
I fashioned a persona, The Ascetic,
That gained acceptance. All my gang were ghosts.
We raised an empty glass to make our toast.

Appearance didn’t matter where we met.
Observing the unspoken etiquette
Of disembodied voices, I kept still
And in the feast of silence had my fill.

It needed salt. But there was dust for that,
And at the empty table where we sat
Plenty enough, for we were slight of build.
There were no table crumbs, and nothing spilled.

We would indulge a taste for subtleties,
And contemplate in long soliloquies
The ease of being none too full or fond
Of anything or anyone. We’d bond,

These absences and I. Because I sensed
That what I felt they too experienced,
The opposite of a collector’s greed,
Something we shared of needing not to need.

Published in Poetry



Potatoes

            “What happens to a dream deferred?”
                                                —Langston Hughes

I.

French for potatoes is les pommes de terre;
Earth-apples: crisp, but lumps —not red, or spherical.
The soil is never burdened, like the air,
With song or mythic fruit that waxes lyrical.
And earth’s not water. No reflection’s there.
No orchard hangs inverted by some miracle.
Something subversive curls inside a term
That wants to bring the apple to the worm.


II.

Hard to believe my father ever young.
An ill-advised furrow ploughed under revery.
But when he dreamed, he must have dreamed among
The pines beyond the granite-walled periphery
A dream selected like a stone and flung
Back on these rock-strewn fields as what could never be.
One simple stone took root where it was clear:
It’s possible to grow potatoes here.


III.

A penitent in burlap, the brown root
Shrivels with neglect, its blind eyes fingering
The darkness. Prayer without a myth is mute.
My father, off to work without malingering,
Did not look up to see forbidden fruit
Or question the forbidding one with hungering.
His fate excluded any willful plot.
Potatoes kept for seed were left to rot.


IV.

How old he came to be, the patient one,
Happy alone, behind the toolshed puttering
In the least likely soil, out of the sun,
Dry needles raked away. The pale wings fluttering
Among potato leaves —his dreamwork done—
Alight and flicker like a candle guttering.
These are my father’s orchards, empty now.
The stones upon the hill resist the plough.

From “Winter Light,” 2004, The University of Evansville Press; published in Measure



New Year

         “Even such is man”
                      —Henry King, “Sic Vita”

Like an engaging lady’s whim,
Or like a tabby’s morning swim;
Like an accountant’s spending spree,
A starlet’s popularity,
A daughter’s mood, a boy’s regrets,
An open box of chocolates;
Like morning mist; like cradlesong:
My resolution lasts as long.

The cat keeps three paws on the deck;
The clerk, too, keeps himself in check;
The whim passes; the crowd moves on;
The boyfriend calls; the candy’s gone;
A boy forgets; the sun breaks through;
The baby sleeps: I stay with you.

From “Winter Light,” 2004, The University of Evansville Press; published in The Formalist



A Bother

Here’s Rocco now, sprawling across the keys;
whatever I may try to write,
he’s there in black and white,
purring, rolling on his back to bite
my fingers if he disagrees,
minding my q’s and p’s.
Well, I require constant stroking too.
And maybe I get in the way.
I like for you to say
I’m clever, good. And feed me twice a day.
There’s nothing I would rather do
than rub up next to you
and feel that spark of electricity
leap at the touch, connecting you to me.



Ellipse

Restless, off center, again, so often now it seems
a kind of starting point, familiar in its way,
a place I might come back to, on my own, could be
I shouldn’t try to shake this, haven’t lost my focus,
only that another has developed and
there’s no one center now, I’m someone else as well,
this one and that one both, no need to come around



One Day

We walked in light and shade
Along the lichened wall,
No task at hand
And nothing planned.
The poplar branches swayed.
And Finlay chased his ball.
And something made us smile,
And something else, again.
Nothing less
Than happiness,
And good to last awhile.
Enough to last till when…
This simple summer day
Of not too much to do
May be the one
We look back on
When years have swirled away
And days like these are few.



An Innocence

Like Robert Burns, I too turn up a nest
while working, raking last year's leaves in spring.
But not a mouse. Pale rabbits, shivering, 
rustled from their blind and naked rest.
If they showed fright, I'd feel it in my chest,
but only shying from the chill, they cling
together close, alive as anything,
three steps from Route 1A. Unwelcome guest,
I have surprised them in their nursery,
stumbling on the bed and canopy
their diligent though absent mother built,
with muzzle-fashioned, straw-and-lapin quilt,
but I am less disturbance than a flea.
They focus on the task at hand. To be.







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MAGGIE SMITH [20.014]

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Maggie Smith 

Maggie Smith, poeta de EE.UU., es autora de tres libros de poesía:  Weep Up (Tupelo Press, September 2017); The Well Speaks of Its Own Poison (Tupelo Press, 2015); and Lamp of the Body (Red Hen Press, 2005). 

Smith es también autora de tres chapbooks premiados. Sus poemas aparecen en Best American Poetry, The Paris Review, Ploughshares, The Gettysburg Review, Guernica, Plume, Virginia Quarterly Review, and elsewhere.

En 2016 su poema "Good Bones" se volvió viral a nivel internacional y ha sido traducido a casi una docena de idiomas. PRI (Public Radio International) lo llamó "el poema oficial de 2016".

Smith ha recibido becas de la Fundación Nacional para las Artes, el Consejo de Artes de Ohio, y la Fundación de Arte Sostenible, entre otros. Vive en Bexley, Ohio, y es una escritora y redactora independiente.




El poema "Good Bones" de Maggie Smith, recién publicado en el volumen de verano de la revista Waxwing, se difundió de forma viral pocos días después de la matanza en Orlando del 12 de junio. Tras la derrota del partido Demócrata en las elecciones de noviembre, el poema ha dado una segunda vuelta por las redes sociales. No recuerdo exactamente por qué vía di con él, pero como había estado leyendo a Séneca y tenía a “La brevedad de la vida” en mente, el poema me llamó mucho la atención. Una vez traducido, contacté a Maggie, quien no solo me dio permiso de publicar esta versión sino también me concedió una breve entrevista. También traduje otro poema de Maggie titulado, en inglés, "At Your Age, I Wore a Darkness", que apareció en agosto de este año en Nashville Review.

Pedro Poitevin



Buen Esqueleto

La vida es breve, aunque no se lo diga a mis hijos.
La vida es breve, y he ido acortando la mía
de mil deliciosas e insensatas maneras,
mil deliciosamente insensatas maneras
que no le fiaré a mis hijos. El mundo es al menos
cincuenta por ciento terrible, y esa estimación
es conservadora, aunque no se la fíe a mis hijos.
Por cada pájaro que vuela, hay una piedra lanzada a un pájaro.
Por cada niño amado, un niño roto, ensacado,
hundido en un lago. La vida es breve y el mundo
es al menos mitad terrible, y por cada gentil
extraño, hay uno que te rompería,
aunque no se lo diga a mis hijos. Estoy tratando
de venderles el mundo. Cualquier buen agente de bienes raíces,
mientras camina a tu lado por una pocilga, pía 
sobre un buen esqueleto: Este lugar podría ser lindo,
¿no? Tú podrías hacer que este lugar sea lindo.

Versión al español de Pedro Poitevin
(Versión original en Waxwing).


Good Bones

Life is short, though I keep this from my children.
Life is short, and I've shortened mine
in a thousand delicious, ill-advised ways,
a thousand deliciously ill-advised ways
I'll keep from my children. The world is at least
fifty percent terrible, and that's a conservative
estimate, though I keep this from my children.
For every bird there is a stone thrown at a bird.
For every loved child, a child broken, bagged,
sunk in a lake. Life is short and the world
is at least half terrible, and for every kind
stranger, there is one who would break you,
though I keep this from my children. I am trying
to sell them the world. Any decent realtor,
walking you through a real shithole, chirps on
about good bones: This place could be beautiful,
right? You could make this place beautiful.



*



A Tu Edad Yo Vestía una Oscuridad
varias tallas muy grande. Me colgaba
como un vestido de mamá. Y ahora,

mientras hablamos, estoy cosiendo
una oscuridad que tú tendrás que desenredar,

y desenredando otra que tu tendrás
que coser de nuevo. ¿Qué puedo darte

que puedas quedarte? Una vez me preguntaste
¿Tiene fin el cielo? No, no tiene fin,

simplemente deja de ser una cosa
y comienza a ser otra.

A veces nos tomamos de las manos
y echamos la cabeza hacia atrás

para que el azul llene todo nuestro campo
de visión y así sentir

que formamos parte. No tenemos fin,
sólo dejamos de ser lo que somos

y comenzamos a ser ¿qué?
¿Dónde? ¿Qué puedo darte

para llevar ahí? ¿Estas sombras
de hojas, ese suelo del consuelo?

¿Esta suave oscuridad de segunda
mano? ¿Qué puedo darte

que te sea útil en tu segunda vida,
esa que tendrás que vivir sin mí?

Versión al español de Pedro Poitevin
(Versión original en Nashville Review).




Pedro Poitevin (PP): Cuando leí Buen Esqueleto por primera vez, Maggie, me dije: “Este es, en parte, un poema sobre el arte de la persuasión”. Yo también he oído a agentes de bienes raíces repetir frases hechas con el propósito de tranquilizar y persuadir a un comprador en potencia. Pero en este poema las repeticiones revelan una profunda ambivalencia, ¿no?

Maggie Smith (MS): Para mí, el uso de las repeticiones en un poema es una forma de sujetar una idea y darle vuelta en las manos para ver sus distintos aspectos. Cada repetición me revela una nueva faceta, una nueva superficie. En este poema, se podría decir que el principal asunto del personaje es justamente su ambivalencia frente al mundo. El mundo es, en muchos de sus aspectos, cruel, peligroso e injusto. Pero aquí estamos. Este es nuestro hogar. ¿Cómo podemos hacerlo un mundo más benigno, menos peligroso, más justo? ¿Debemos hacerlo? ¿Cuál es la alternativa?

PP:  Creo que una de las razones por las que el poema ha sido tan bien recibido es que uno se siente muy cómodo en su interior: es un hogar. ¿Hay algo que nos puedas decir acerca de la composición de este poema?

MS: Escribí el poema hace un año, y lo hice de una sentada, lo cual no pasa a menudo conmigo. Mis poemas atraviesan distintas fases de construcción, de construcción y reconstrucción que duran meses, e incluso años. Pero este poema, según constato al releer el original, ha sufrido dos mínimas alteraciones desde su primer borrador hasta la versión final. No recuerdo casi nada del proceso de escritura del poema, excepto que estaba sentada en Starbucks con un bloc de notas, y que comencé a escribir “La vida es breve, aunque no se lo diga a mis hijos.” Me sorprende cuán completo resultó el primer borrador.

PP: Cuando traduje Buen Esqueleto estaba leyendo “Sobre la brevedad de la vida”, de Séneca. No sé qué hubieran aconsejado los estoicos decirle o no a los niños, pero una de las razones por las que el poema me encantó es que me pareció una forma delicada y equilibrada de revelarle a tus hijos –quienes algún día crecerán y leerán el poema–  que la brevedad de la vida es importante, que pese a la ambivalencia moral del mundo en el que vivimos, es justamente la brevedad de la vida lo que nos empuja a tener fe en la frase final del poema. Por cierto, reconozco que esta lectura mía está influida por el otro poema tuyo que traduje: A Tu Edad Yo Vestía una Oscuridad.

MS: Te agradezco esa linda lectura. A Tu Edad Yo Vestía una Oscuridad es un poema que le escribí a mi hija –o al menos con mi hija en mente– pensando no en el efecto que el mundo va a tener en ella (como en el caso de Buen Esqueleto) sino el que voy a tener yo. Es algo sobre lo que pienso muy a menudo: ¿cómo y cuánto de nuestra química cerebral, personalidad, inhibiciones, traumas, etcétera, le heredamos –ya sea por vía natural o cultural– a nuestros hijos?

PP: Muchas gracias, Maggie. Para concluir, ¿puedes recomendar algunos poetas contemporáneos?

MS: Leo mucha poesía contemporánea, así que mi lista es muy larga, pero una lista breve iría más o menos así: Brenda Shaughnessy, Jorie Graham, Natalie Diaz, Tracy K. Smith, Charles Simic, Beckian Fritz Goldberg, Carrie Fountain, Ada Limon, Dean Young, Ross Gay, Natalie Shapero.





Lamp of the Body

Button

It's the 50s. You wear your dark Levis 
cuffed up six inches. You have a cowlick.

There is a birthday party you won't attend 
after a bad haircut. Your mother says,

Button, it's not the end of the world. 
But the weathervane says, Button,

the end is near. It says the sky's gone 
yellow with twisters. Small white stars

are invisible all day, but you hear them 
chatter like teeth. Button, they say, why

not play with the others? Look at them, 
having a fine time. But you wish the devil

on the neighbors. You wish them nothing 
to pin the tail on. You wish the children

snatched up in the funnel, paper punch 
cups still in their hands. The devil won't

call you Button. He says if you must 
be haunted, at least be unashamed.

(“Button” originally appeared in The Iowa Review )





Trompe l'Oeil

Once, while a man sped me down 
a back road in a gray pickup, 
I memorized my younger face

in the passenger side mirror, 
burned the opal at my throat 
and the white secondhand blouse—

tiny lilacs, puckered sleeves— 
into the undersides of my eyelids. 
My hair streamed

the color of hay out the window. 
Lettering on the mirror told me 
that despite how close

I appeared, I may have been closer. 
Something lit the opal's pink fires 
nearer the surface than I knew.

Things were not what they seemed. 
There was nothing I could reach 
out and touch. We parked

in a cloud of gravel dust. I hurled rocks 
into the quarry's dark mouth, 
bible black, and lied

about hearing them hit bottom. 
Inside every stillness, I believed 
something moved.

(“Trompe l'Oeil” originally appeared in The Florida Review )





Doubting Thomas

I was tired of the smoke 
and mirrors. The loaves, the fish, 
but not nearly enough time.

What could I say to him, friend 
I buried, when he woke and called to me 
softly from the shadows?

Go now. The business of faith 
bores me. I could take it or leave it. 
Understand, I touched his wounds

because I wanted to feel 
his warmth on my own hands. 
If I doubted anything then,

it was humanity. Disillusionment 
is what happens when men 
dabble in magic. Celebrity is a tree

on fire and of the thousands 
standing near, none is near enough 
to lick the flames from your face.

Once the embers burning 
above us were enough. I believe 
he doubled back from death

to breathe home's balmy air, 
to stand in light among us 
one last time beneath the high

heavens. For this brotherhood 
I lose a brother; I spit upon the lot 
we've drawn. So much for twilight

spent floating on the river, talking 
of women we were not to love, 
and of their skin scrubbed sweet

as tangerines. So much for nights 
we passed in the desert, drunk 
under the young stars whose names

were new. Once my friend 
agreed: No one could recognize 
each luminous body across

this broadening, eternal cleft.

(“Doubting Thomas” originally appeared in Poetry Northwest )





THE MOTHER 

The mother is a weapon you load 
yourself into, little bullet.

The mother is glass through which 
you see, in excruciating detail, yourself.

The mother is landscape. 
See how she thinks of a tree 
and fills a forest with the repeated thought.

Before the invention of cursive 
the mother is manuscript.

The mother is sky. 
See how she wears a shawl of starlings, 
how she pulls the thrumming around her shoulders.

The mother is a prism. 
The mother is a gun.

See how light passes through her. 
See how she fires.




LA MADRE 

La madre è un'arma che metti 
in carica, proiettile minuto.

La madre è un vetro attraverso 
cui vedi te stessa, con straziante precisione.

La madre è paesaggio. 
Guarda come pensa a un albero 
e riempie la foresta con il pensiero replicativo.

La madre è manoscritto 
prima dell'invenzione del corsivo

La madre è cielo. 
Guarda come indossa uno scialle di storni, 
come si copre le spalle col canto monocorde.

La madre è un prisma. 
La madre è una pistola.

Guarda come la luce la attraversa. 
Guarda come fa fuoco.

“The Mother” di Maggie Smith tradotte da Alessandra Bava. 





The New Regime Is Making Itself Right at Home

in the hand-me-down clothes of the old regime, 
which fit perfectly. It's commandeered the record 
collection, strewed them all across the bedroom floor. 
It refuses to slip them back into their paper jackets. 
It turns up the volume and won't answer the phone. 
You know what to do at the beep. The new regime's 
wearing its hair in the old regime's style. It's using 
shampoo and conditioner left in the shower. 
It's driving the car around the city, in dark glasses. 
It dabs the old regime's perfume on its pulse points. 
In bed, the old regime's boyfriend can't even tell 
the difference. The new regime pastes its face 
over the old's in the yearbook. It inherits all 
the same superlatives, laughs at the same jokes. 
The new regime's here to stay. It's eating off 
the family china, watching the TV. It's looking out 
the old regime's window, and the view is the same.






Orientation

Because you're new here, you need someone, 
but I'm too busy trying to keep you 
in the twentieth century a while longer, 
feeding logs into the woodstove's glowing mouth 
while, in a house just down the street, 
someone programs a thermostat. 
Twentieth century? Who am I kidding? 
It was never safe. In this young country, 
you can trace danger farther than you can 
follow it, back to fire licking the walls of caves, 
back to flint skinning the animal to its source. 
Nothing predates danger. A hundred years ago, 
Roosevelt Avenue was not this green 
tunnel of London planes, only rows of saplings 
planted by someone looking toward the future 
where we now live, always looking forward 
or back. The twentieth century didn't 
keep me, but not for lack of trying. 
I made it out alive. What can I say but stay 
alive? You're new, and there's too much to learn.






Future

What is the future?

Everything that hasn't happened yet, the future 
is tomorrow and next year and when you're old 
but also in a minute or two, when I'm through 
answering. The future is nothing I imagined 
as a child: no jet packs, no conveyor-belt sidewalks, 
no bell-jarred cities at the bottom of the sea . 
The trick of the future is that it's empty, 
a cup before you pour the water. The future 
is a waiting cup, and for all it knows, you'll fill it 
with milk instead. You're thirsty. Every minute 
carries you forward, conveys you into a space 
you fill. I mean the future will be full of you. 
It's one step beyond the step you're taking now. 
It's what you'll say next until you say it. 





Size Equals Distance 

I can't walk across the lawn to enlarge a starling 
like a photograph preview: 4x6, 5x7, 8x10. 
If I could, the bird would be the size of a man 
by the time I'm close enough to hold it, 
which makes it hard to explain to my children 
why airplanes look small in the air and big 
at the airport, how people fit inside that toy, 
how they don't shrink as they rise, then grow 
as they near the ground. How can I explain 
proximity sometimes but not always 
transforms? Size and distance can't be set 
on opposite sides of an equation, as if 
when you see something grow, it's growing 
because you're nearing it. Consider the man-bird. 
Consider the baby I can't hold any closer 
to make him grow. Consider all the things 
I couldn't miniaturize by running from them. 





Dear 

you, you two, you who have me 
in common—not-mother, mother 

you weren't to have: Don't you 
know each other, don't you live 

in the air around me, live 
being the perfectly wrong word? 

Dear you, you dears, aren't you 
together swimming the air, 

buoyed by my son's breath 
as he sleeps? You might slip 

his ringlets like rings onto 
your fingers if you'd had fingers. 

I don't think you did. If I'd seen 
inside myself, I'd have seen 

what I could nearly hear: 
a machine whirring, assembling 

eyes, ears, limbs, rung by rung 
of spine, then the grind 

of metal-on-metal. Forgive me 
whatever gear rusted and locked, 

whatever spring sprung too soon. 
It is always the same dream 

but not a dream. Don't I feel you 
treading the air around me 

or what I feel is air rippling 
in your wake, or is it wakes? 

Dear you, you two—not-dears, 
dears I was not to have ― 

if you swim, swim here. 





Clock 

What kind of clockmaker 
builds a clock inside a body. 

What kind of clockmaker 
builds a clock inside a body 
then refuses to wind it. 

What kind of clockmaker 
winds a clock inside a body 
then stops it. 

What kind of body 
holds a clock that refuses 
winding. 

What kind of body 
holds a clock that is wound 
but stops. 

What kind of body 
holds a clock that can't keep 
the time. 

What kind of clock 
can't keep the time. 

What kind of clock. 

What kind of time. 




-

CRISTINA MURESAN [20.015]

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Cristina Muresan

Poeta. Transylvania (Rumanía). Actualmente vive en Londres. En 2015 publicó Angel Dust, libro de poemas y minificciones. Es blogger y tiene un doctorado en Relaciones Internacionales. 

Cristina Muresan is a Romanian writer from Transylvania, based in London. She published Angel Dust, her book of poetry and short stories, in 2015. She is also a blogger and a doctor in international relations.


La traducción corre a cargo de Rubén Márquez Máximo



La búsqueda de la belleza

Oh viajero de interminables caminos
que buscas la belleza en el amor y en la verdad
la belleza de la bondad y de la inspiración
la belleza de las formas y la belleza de los colores
sumérgete en la gracia de una sonrisa
y que el esplendor de una flor te encante
permite que la magia de una mirada te recorra
a través de caminos y revelaciones
y recuerda que la belleza no vive en ti
porque eres tú quien habita en ella.




Search for beauty

Oh, traveler of endless roads
Searching for beauty in love and truth
Beauty of kindness and inspiration
Beauty of shapes and beauty of colors
Get drenched in the loveliness of a smile
Let the splendor of a flower enchant you
Allow the magic of a loving gaze run through you
And through your trials and your revelations
Remember it is not beauty that lives in you
It is you who lives in beauty.




Dulce veneno

Bebo mis lágrimas y mi dolor
el mundo gira a veces solo
y dar no conlleva a ganancia alguna
ojalá pudiera regresar las arenas del tiempo
y al menos un momento lo perdido volvería
pero entonces me siento y contemplo mi interior
abro el corazón y dejo que el mundo torne
recuerdo lo que la vida pudiera y debiera ser
yo puedo beber la pócima y ser libre en el final
lejos todo se derrite
en mi interior estoy hecha de eternidad.



Sweet poison

Drinking my tears, drinking my pain
Sometimes the world turns without me
Sometimes giving brings no gain
I wish I could rewind the sands of time
So what I lost, could for a moment be mine.
But then I sit still and look deep within me
I open my heart, I let the world turn
And remember what life could and should be
I may drink poisons, yet in the end I’ll be free
All melts away, inside I’m made of eternity.




Perder y encontrar

A veces me pierdo en el mundo
hasta que el mundo en mí encuentro.
A veces pierdo toda la libertad
de ser liberada verdaderamente.
A veces tengo que perderlo todo
para reinventar mi jardín secreto.




Lost and found

Sometimes I get lost in the world
Until I find the world in me
Sometimes I lose all freedom
To become truly liberated
Sometimes I have to lose it all
To reinvent my secret garden.




El río de la vida

En este flujo de personas y lugares
me quedo quieta mientras la corriente me lleva lejos
en el movimiento interminable de la vida.
¿Le doy un regalo al mundo
o el mundo es un regalo para mí?




River of life

In this flow of people and places
I stand still, while carried away
In the endless movement of life
Do I give a gift to the world?
Or is the world a gift to me?




Inmortalidad[i]

Estaría por siempre en este momento
y todo el tiempo hablaría
como si éstas fueran mis últimas palabras
miraría el mundo como si fuera la última vez
cumpliría mis promesas
cumpliría mis vaticinios
como si nunca fuera a morir
como si nunca fuera a vivir.




(Im)mortality

I would be in this moment forever
And always speak as if
These were my last words
I would look at the world
As if it was for the last time
I would keep my promises
I would fulfill my prophecies
As if I were never to die
As if I were never to live.




Armadura de oro

Cubierta de la cabeza a los pies
con mi dorada armadura de dicha
no me siento invencible
me siento en casa.




Golden armour

Covered from head to toe
With my golden armour of bliss,
I don’t feel invincible
I feel at home.




El viajero errante

Dices que has estado caminando desde siempre
los caminos polvorientos para buscar tu alma.
¿A dónde te gustaría ir
si supieras que el mundo se encuentra adentro?
Cuando tu inquietud sea paz
y la magia regrese a tu puerta
sus grandezas se convertirán en cuentos épicos
y ya no serás un viajero
sino jardinero del mundo como patio trasero.




The wandering traveler 

You say you have been walking forever
The dusty roads of your soul searching,
Where would you long to go
If you knew you had the world inside?
When your restlessness turns into peace
And magic comes to your door
Your wonderings will become epic tales
And you’ll no longer be a traveler
But a gardener, with the world as a backyard.





Espíritu

Stardust sopló a través de mi ser
la consciencia ilimitada del espacio y el tiempo
una danza cósmica que miran los ojos de adentro
una verdad sólo reflejada en el mágico espejo
quietud eterna
última libertad
yo soy.




Spirit

Stardust blown through my being
Boundless awareness through space and time
A cosmic dance only inner eyes can see
A truth only the magic mirror can reflect
Eternal stillness
Ultimate freedom
I am.




El poder de los elementos

¿Te quemará el fuego
o te hará radiante?
¿La tierra te tragará
o te hará terrestre?
¿Te disolverá el agua
o te hará penetrante?
¿El viento te echará lejos
o te expandirá?




Power of elements

Will the fire burn you
Or will it make you radiant?
Will the earth swallow you
Or will it ground you?
Will the water dissolve you
Or will it make you penetrating?
Will the wind blow you away
Or will it expand you?




Corazón abierto

¿Qué harías si tu corazón te sobrepasara
si fuera tan grande
que ya no cupiera en ti
pero en su lugar tú estuvieras
como una pequeña pieza de un rompecabezas
que empiezas a descifrar?
La gente dice que sólo el imprudente
lleva el corazón en la mano
pero ¿si tu corazón te lleva?
¿Qué sería si una presencia flotara a tu alrededor
suave pero poderosa
abarcando el mundo lentamente?




Open heart

What would you do
If your heart outgrew you?
What if it was so big
That it was no longer in you
But instead you are in it
As a small piece of a puzzle
Only beginning to unravel?
People say only the reckless
Carry their heart in their hand
But what if your heart carried you?
What if it were to float around you
A gentle, yet powerful presence
Slowly encompassing the whole world?

[i] Nota del traductor: En el original hay un juego de oposiciones entre la inmortalidad y la propia mortalidad: (Im)mortality





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ONÉSIMO VÁSQUEZ POSADA [20.016]

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ONÉSIMO VÁSQUEZ POSADA

COLOMBIA. (1964). POETA Y FOTÓGRAFO, LLEVA 35 AÑOS DE LABOR POÉTICA.

OBRAS: 

LABERINTO DE SUEÑOS, AMOR ENTRE LAS SOMBRAS, POEMAS DEL PARAÍSO; 22 POEMAS. SON ALGUNOS TITULOS DE SU TRABAJO POÉTICO, EN MAS DE 500 POEMAS ESCRITOS.    onesimovasquez@hotmail.com    -  lautarointimar@gmail.com  


POEMAS DEL PARAÍSO

2016. Colombia



Tanto sol desperdiciado

Tanto sol desperdiciado, tanta lujuria vital en este día,
el cielo azul y su espléndida caricia,
cumple su promesa, cual caballo en el molino.

El camino a mis pies, sereno; 
acepta su origen de raíces, de hierbas de simiente;
ofrenda como el mar su fuerza hecha de lunas.

Tanta luz que ignoro, 
tanto giro de planetas a mi ser silencioso.

Así como el árbol es un espejismo de galaxias,
yo comulgo en mi latir con este día; 
en su entrega esplendida;
en el don del aire; 
que en sus alas se hace cómplice con el sonido de mi canto.




Los pájaros discuten con el roció del amanecer 

El amor después de la entrega,
el camino; mil veranos que se fueron.
El rio del verano, el sendero de piedras resbaloso en el declive.
Has olvidado la tibieza de mi piel erizada,
podría llegar ardiendo de un techo de metal;
sudoroso.
Los pájaros discuten con el roció del amanecer;
me detengo a oír una sinfonía de cigarras llamando las lluvias…
La verdad nunca soñé que el verano fuese el paraíso;
pero puedo imaginarte llegando de lejos con tu risa hecha de olas;
si estuvieras aquí en este cuarto desnudo, decorado con hojas marchitas;
temblaría mi alma;
un recuerdo que tiembla,
los recuerdos que tiemblan.

Alguna vez les di a mis hijas tres rosas que nunca se marchitaron……




Resbala sobre mis pupilas tu ternura

Resbala sobre mis pupilas tu ternura, 
en la noche que nos cubre vibrante de alas;
en la oscuridad miro los ángeles brillantes 
blandiendo sus ardientes espadas; 
ya en el amanecer tu entrega  lo mejora todo;
serenas los querubines del infamia.

Edifico con ladrillos de agua en las llanuras de tu piel.

Tu sonrisa hecha de espumas siderales
transparenta un mundo nuevo.

El amor a veces deja una extraña herida, hecha de anhelos y besos,
cicatriz parecida a la flor aun no vista en la profundidad del bosque.

Tu palabra lo sosiega todo.
Al final del aquel lapso; 
de aquella noche, tu eres mi bálsamo.

El sentido del verbo entregar,
unido a tu cuerpo alcanza su verdadera significado.




MAS ALLÁ DE LA ROCA

Sé que  mas allá de la roca.
Esta la humilde hierba,
el musgo que mira hacia los acantilados; 
las olas hijas de la luna, que copulan con las playas eternamente. 

Aquí en la cueva, la gota de agua que invade la angustia;
la paloma cruel del desamparo, 
la piedra gastada del ensueño. 

Oh¡ desesperanza, Oh¡ piedra, oh¡ dolor.

Quiero oír tu voz desde las rocas oh¡ serafín,
tú que danzabas entre las cebollas desafiando a los dioses,
Invocando a Diônysos.
Serafín ahora en las raíces,
entre los rincones húmedos,
huérfano entre las charcas podridas del pantano.

Aquellas piedras sencillas del río
tocan las manos de la eternidad.

Desde la sencilla flor hasta el gran roble,
todo tan finito. 
Prisioneros entre las paredes del olvido.





Los jardines de la memoria

Los jardines de la memoria, sus bocas azules, 
querubines que cantan al dolor,
islas que se hunden silenciosas,
Interpretan una lenta canción que viaja eternamente,
Hasta podrirse en los pantanos del odio.

Alguna vez pensé que el trópico era otra forma de ensueño,
con selvas y bandadas de pájaros, 
que escapan de las rocas.

Y Las mariposas que sobrevolaron el delirio,
los arboles de mis ojos infantiles;
donde fueron?;
el oro de mi primera fe,
a donde fue el verbo amoroso que inundaba mi poesía.
Ahora veo de lejos el jardín y el mar en la niebla,
Los castillos en rostros amados que crecen de pronto;
que huyen,
que desaparecen en humaradas de incendios…




Quien puede detenerte?

  A Juan Manuel Freidel

Oh gran caballo, feliz tu que vagas por el humo.
Acaso ignoras las ígneas lavas que llegan del volcán,
o las montañas azules mas altas que las nubes.

Oh gran caballo, el temporal golpea la piel de las aguas,
y mi carne que es solo ceniza escucha el canto de los días,
y es solo esperanza, inocente color dibujado.

La espuma del dolor viene y va, como las olas,
como los ciclos en un océano de desventura;
perotu en medio del humo,
golpeado por el hambre, silencioso entre las balas.
Que puerta puede detenerte?
Que paredes, que techos pueden contenerte.
Oh gran caballo.




UNIDAD

“En los mismos ríos entramos y no entramos, pues somos y no somos los mismos.”  
Heráclito.  

Todo es igual, la rosa o el naufragio.
La noche que se acerca o el sol que nace tibio,
la sangre que cabalga sobre las praderas;
los amantes que se extinguen, besándose los labios.

Todo es agua, todo es tierra, 
todo es tarde.
Los amaneceres, los bosques, el aire.
El éxtasis que nos encumbra hasta los propios dioses; 
el dolor que enlutado traspasa la carne.

El camino cansado de los sueños;
nuestra heredad tan baldía,  tan eterna.

Los alegres maizales que crecen comiendo luz;
las algas que solas en el mar perecen.

Todo termina, todo permanece.
Todo es vida, todo es muerte.




EXILIO

Allá en las purísimas tardes
de blancura dolorosa,
allá donde los delfines juegan a ser
astros,
donde los pájaros vuelan simplemente
o florecen ignorantes de sus rostros,
fluyen, vagan por siempre los ríos
de mí infancia,
ríos de corriente dispar o sombra,
ríos de enigmáticos peces que afloran
en las noches,
agua de lluvias o tristezas olvidadas.

Allá por los días sin nombres,
días o plantas olorosas,
días o frutas, no lo recuerdo.

Espacio azul donde habitan los sueños,
simplemente luz,
simplemente tardes;
exilio de sombras asumido
exilio ya por siempre doloroso.




Hay un eco mas allá de  la muerte

Hay un eco mas allá de  la muerte,
Susurro de moscas lujuriosas que escapan hacia el verano;
beatitud de estaciones, donde mujeres corren hacia la noche;
susurro de aves y de plantas sobre las llanuras del tiempo;
eco de estrellas que agonizan sobre las praderas de cronos.

Mas acá un sequito de susurros en las esquinas,
en las ventanas entreabiertas, en los callejones donde copulan los gatos.

No sé si las campana de la muerte brilla a través de las abejas;
o si las rosas son sangre de antiguos bosques.

Solo sé que hay un amanecer a una distancia de galaxias.
Lluvia lejana que danza sobre nuestros miedos;
que comulga con las sombras, que juega con nuestra pasión.
Con nuestra lucha con la nada.





ODA AL PASADO

Las vidas vividas en el pasado,
son sombras que habitan en nuestra estancia,
acaso no somos revelados de sus sustancias,
productos nuevos de sus sueños,
caminos que desandamos por el mundo,
con pies mohosos.
Nuestra vida es un mosaico interminable
de vidas vividas, de sueños pasados;
el sueño congelado, el gesto infinito
acorde de una misma música perfecta.

Ola antigua hecha de sangre-voz,
pasos tejidos en hilos de gritos de muerte.

Porque nuestra carne es del mar y del fuego
del ayer y del mañana;
nuestra voz es un eco hacia el futuro,
que navega por ese mar extenso de la memoria
del tiempo.

Vidas pasadas, fantasmas internos,
navegantes ciegos de los ríos de las arterias,
corrientes de ese océano mágico del subconsciente.




INVOCACIÓN

Un niño con el verano entre las manos,
se hace la fragancia de las tardes;
la dulzura misma de las frutas,
cuando las frutas sueñan con ser aves;
un niño que juega entre las ramas,
danza en las copas de las altas hojas,
invoca a los ángeles en su gesto simple,
y se hace eterno como los azahares.



CALLES QUE SANGRAN

Quiero contarles que hay calles que sangran,
y antiguos cielos silenciosos como peces,
y mientras navego por una acera desnuda,
una esquina solitaria naufraga entre cipreses.
Y yo naufrago entre las lluvias de las tardes,
y el sonido de los carros;
naufrago entre las brisas de los cerros.

Mientras tanto el prístino planeta,
cabalga en su infinito sobre las estaciones.




Elizabeth, pequeña  Elizabeth

Elizabeth, pequeña Elizabeth;
manos útiles, pies ligeros
la tierra que te pertenece con su fertilidad.
Los años junto a él, lo veías sentado en el andén ocho años después de su partida.
Oh solitaria Elizabeth ¡
El huerto, las gallinas;
Las lejanas montañas de tu infancia.

Elizabeth lavando la ropa, cocinando;
canturreando cancioncillas.

Tus brazos Elizabeth, tu ternura el seno tibio;
mi llanto mitigado por tus palabras.

Adiós, adiós mi amada sonrisa,
saluda a mi padre; dile que lo ame mucho,
aunque se lo dije poco.




PIEL DE LUNAS

Cuando la empezaba a amar,
empezaba la muerte,
empezaba el silencio,
comenzaba la ausencia.

Cuando más cerca la tuve;
más lejos estaba.
Ya era habitante cotidiana del olvido;
era carne de sombras,
piel oculta de lunas.




VISIÓN MÍA

Mirando mi imagen desde lejos,
veo lo cotidiano, lo que habitando
en mí a veces ignoro.

Piel mía, cansadas uñas, el brillo
de unos ojos de metal útil.

Mirándome desde lejos me veo blando, sutil;
hecho de piel amada, de trigo de sol moreno,
de lluvia antigua, de azúcar temprana.




EN LA NOCHE

Los pasos transparentes de la noche, 
las plantas solas,
sus largas ramas,
los árboles cual fantasmas en los bosques;
lo nocturno, lo silencioso,
las huellas en los parques.

Los carros brillan en sus luces espectrales,
el vaho de alguien que espera,
la lluvia, la lluvia castigando las esquinas,
una mujer corre,
sus pasos, tac tac, tac tac en la acera vecina,
el mudo aroma de los pinos,
lo pasajero, lo repentino,
el misterio eterno de las sombras.




DANZA

Danza antigua,
eternidad, cadencia de selva;
Oh danza andina de arcilla y madera,
olor a follaje recién cortado.
Dulzura en sus giros,
vitalidad, exuberancia en sus formas.
Es el fuego que gime,
es la llama que danza.

Ah¡ danza antigua,
brillo de la vida que traspasa las eras;
resplandor cimero de América, 
en sus pies descalzos.




TU CUERPO CARGADO DE SIGNOS

Tu cuerpo cargado de signos,
tu cuerpo gestual, efímero,
desnudo; real, ¡verdadero¡.
Se gestan en tu piel revelaciones,
voces, quejas, silencios.
Tu cuerpo en movimiento, geometría
que desafía los espacios.

Caminante, ligero, fugaz,
lánguido entre los callejones,
luminoso en los parques,
traspasado en las tardes.
Tu cuerpo paz entre las multitudes,
ágil entre las olas de los paseantes.
Tu cuerpo palpitante vaso;
amorosa aparición que me libera.




UN LOBO TRISTE      

Imagina que mi corazón está dulcemente perdido; imagina en mi corazón un gladiador ciego, un solo amor de espesa niebla. Vislumbra una tarde donde nacen los ángeles, con las espadas rotas, ebrios por el abismo y la extrañeza de todo.  Un lobo triste viviendo en mí corazón. Un  silencioso insecto, Atravesando caminos, por donde la noche construye sus camas de musgo, allí donde impenetrables dioses brillan en silencio. Un poco más allá los ángeles cayendo en lo informe, en un amplio dominio, en lo solo.  Ah!  Cascadas de tristeza y abismo habitando en mi corazón, más allá, más allá, en el limbo, en ese espacio verde sin tiempo. Imagina, imagina a mi corazón definitivamente perdido. 




¡OH AGRACIADA!

¡OH agraciada!.
Tu que corresdesnuda entre guijarros,
en los potreros donde las bestias se lamen,
y danzas en la lluvia derribando incrédulos;
proclamando tu amor como cualquier naufrago.

¡Oh agraciada!
Porque tú eres tierra, y eres aire,
con tus pies alados, con tu sonrisavolátil.
Porque eres fuego, en tu desesperada inocencia.

Y elevas tu llama danzando,
y derribas sin embargo algún planeta;
Intensamente sola,
Profundamente inocente.





OBREGÓN

La plenitud azul de una paloma que vuela,
tiene la transparencia del mar entre la espuma;
la limpia claridad de una estrella que nace,
salpicando de alas lo verde en la espesura.

Y allí donde el cóndor inventó la nieve,
creció una flor roja; acuática, olorosa.

Un pez que vuela triste, perdido entre la nada,
al pisar sus dominios florece en arco iris.

Ah, ya eternos palpitantes en la piel
de sus ternuras.




OJOS VERDES DE PASIÓN 

Tus ojos en su brillo,  esconden el secreto de las selvas, en transparentes esmeraldas claras, de dura entrega. 
A veces pulcra tu mirada, como un mar extenso de verdes algas, palpitante de  pronto, traspasada, por relámpagos y centellas.  Río interior tuyo desbordado, 
que invade con su ardiente agua  las palabras.  Agua tuya desatada cuando amas,  agua seca de pasión,  fuego felino de pantera que acecha.  Ah!  Tu mirada acostumbrada al dolor como las quejas, ah!  Tu mirada de tiempos y de tardes, luz de tus ojos que invade las estancias, luz tuya que opaca a los crepúsculos.  Ciégame, ilumíname con ese rayo tuyo, de dulce venganza y ternura.  Claridad tuya, fuego interior tuyo, luz, que es en realidad una selva nueva.




Evocación

Se yergue ante mí el dolor con su última mascara,
ungido por las hierbas, 
sueño con los antiguos bosques;
el aliento del amanecer sobre las praderas,
las grandes manadas pastando.

Prisionero en mi cuerpo; 
anhelo la brisa sobre las rocas.

Exiliado de los días gráciles,
invoco el lejano latir de los cauces.

Postrado, ángel caído; cierro  mis ojos lentamente.




Cortina

Mi ojo esta anclado en el cristal de la ventana.

Un niño juega a lo lejos en la orilla del mar.

Mi cabello implora la brisa de los bosques,
(Prisionero en los barrotes de la tarde).

Manos que buscan florecer en amapolas ardientes.

Aliento que quiere ser la cortina del viento jugando con las olas.

Corazón, pupila, huellas del niño en la arena.




ASÍ LLEGAS

Como las dulces ballenas que danzan a la luna,
o meditan tristes notas;
antiguos sonidos de épocas mejores,
así cantas,
así danzas,
danzas en la luz y en la paz.
Volando hacia e! sol, girando,
en la luz serena de un azul profundo;
girando.
Perla vestida en la noche del universo,
piedrecilla caída de! Cielo,
descalza,
girando,
Así llegas;
meditando antiguos ritos,
soñando ríos y tardes;
como las dulces ballenas que danzan a la luna




COMO LATIGAZOS

Como sombras, como búhos,
como latigazos en la oscuridad;
nos abrazamos en la noche de espanto.

Así, así como los lobos que se aman en la nieve
y mueren.
Así como gotas repentinas de luz entre la nada.

Pasajeros alados del abismo,
hojas ocultas del árbol del destino,
de la rueda que se pierde en el infinito.

Amor de agua,
pasión de vino en los labios;
amor a dentelladas,
desamor ebrio y taciturno.

Desamor difícil como el azar,
como la necesidad creadora.



Placidez

Este verano parece un tranquilo riachuelo,
jardín oloroso; danzantes desnudos llegan;
la tarde no es silenciosa espada del estío;
tampoco camino de la noche,
en las lejanas estrellas;
si cojín del amor.
Cómplice con los amantes, 
que se entregan en las hierbas.
Pero este verano que desemboca en tu carne,
se yergue ante mí con su ardiente brisa,
Desafiando la muerte.




NAVÍO DE PIEL

No solo es piedad el brillo de los cielos;
es refugio de esperanza, vuelo de aves.

Son tormentas las que me reclaman;
rizadas olas, vientos sin fin los que me llaman.

El mar me invita a sus profundidades;
incansables playas acechan,
lejanas tierras me persiguen.

Y en mi navío de piel cruzo los días;
en mi embarcación de amante navego el deseo;
hacia la ruta final de las tempestades.



PRISIONEROS DE PIEDRA

 Altos obeliscos de ensueño,
hombres prisioneros en la piedra,
resecas pieles cubiertas de estrellas,
sombras silentes,
sombras fugitivas, bajo un cielo sin tiempo;
laberintos de espuma a lo lejos;
ojos fijos en las cortinas del agua;

Los espejos del mar crispados por el viento;
ojos en el infinito, lejanos puertos.
El brillo imposible de las nubes que huyen
a otras islas,
los espectros de tierra en el horizonte
reflejos serenos,
fantasmas de otras eras.
Hombres atrapados en la piedra,
tristes navegantes ciegos;
por siempre en las esperas.




NUESTRO PASO FUGAZ

Esta tarde con su sangre,
con su derretido metal que dora las colinas,
anuncia nuestra fragilidad,
nuestro fugaz paso;
nuestro vuelo de aves peregrinas.
El áureo brillo  de ojos, reflejo de los cielos,
nuestra respiración extensión de los aires.
Tarde única eco de los tiempos,
sombra de planetas
suave toque de estrellas.

sobre nuestra frente el  metal se desliza
desde la colina cual mermelada cósmica;
anuncia nuestra breve travesía,
nuestra efímera luz sobre la tierra.




TODA MI INFANCIA

Toda mi infancia con sus días de oro;
cabe en esta brisa.
Corriente fugaz, boca atardecida del tiempo.

Viento que arrastra recuerdos, 
olores antiguos, jardines ocultos;
voces amadas por siempre perdidas.

Mi infancia es un correr descalzo,                 
detrás de una sombra,

son cultivos de soya y espigas de trigo.
Manos callosas guiándome.
El rio que se pierde cual fantasma,
por los meandros del alma

Oh halito repentino; me llevas  de nuevo
al reino de mi infancia.




OCASO

Miro mi propia muerte, 
en el ocaso de algunas personas que amo.

El pájaro del invierno agoniza, 
en medio de tanta belleza;
el verano sangra sin embargo, 
en el deseo de las tardes tórridas.

Mas recreo lo etéreo en la sombra de lo silente,
en las ruinas de lo cotidiano;

Territorio cercano tallado de espectros.
Ah! La ultima luz, siempre la mas dolorosa;
la luz mezquina de los crepúsculos.

Y la carne amada, venturosa.
augurio quizá de otros despertares




VISIÓN

Esta tierra es real, tierra fértil,
por aquí corrieron los amantes,
en estas palmeras a su sombra,
hicieron el amor por primera vez.
Se amaron y lloraron,
se juraron ingenuo amor eterno;
luego se hicieron ceniza, polvo,
átomos en este ancho espacio que lo
cubre todo.

Sus fantasmas vagan por las praderas,
fecundan los estuarios,
se pierden entre cañaduzales,
están, en los caminos que ayer recorrí,
viven en la amante que aún me habita y
se fue.
En la ceniza que ya somos los dos,
vagabundos de esta tierra llana,
hermosa, eterna.




TUVE LA TIERRA ENTRE LAS MANOS

Tuve la tierra entre las manos,
tierra fértil, verdadera;
pisada por mis padres;
cultivada, germinada;
salpicada por sangre de antiguas batallas.
Tierra, testigo de mi primer llanto;
desnudo ensangrentado, hambriento.





EN LOS CIELOS

La misteriosa arquitectura de los cielos,
las nubes giran como sueños,
aparecen de la nada,  ¿a donde irán ?
La insondable creación del aire;
¿algomas que cielos algo mas que sueños?

El orden oculto de la frágil nube.
Creación y destrucción.

El giro eterno de las esferas.

Universo, gota de lluvia de una antigua tormenta.




LLUVIAS DE ENERO

Serenas, repentinas, añoradas,
llegan las lluvias de enero;
raudas hacia el mar,
cantarinas,
anunciando el año apenas nacido.
Cabañuelas de sueños agrícolas,
casas del verano, cauces del invierno.

Mayo de seguro será lluvioso.
agosto seco, noviembre ventoso.

Son las lluvias de Jano, deidades del tiempo,
voces antiguas en cascadas de lo eterno.





RITUALES

La flecha atraviesa el aire húmedo,
desde la noche vemos la oscuridad inundada de dioses;
islas golpeadas por olas, tempestades,
naufragios.

Alegres corales donde Neptuno descansa.
Altas montañas, donde la sangre del toro fluye.

El celo de las hembras en los rebaños.
Las praderas y las estaciones.

El verano, el solsticio, los rituales;
lo que permite que el mundo siga.




PLENITUD

El sol cabalgó sobre sus rocas,
El mar ahoga sus sueños y sus dioses,
Yo invento la luz sobre tus pechos,
Escribo tu nombre con jugo de frutas,
Y las praderas maduran y se marchitan,
Bebo sobre tu regazo el vino fértil,
Me hago más sabio.



PEQUEÑOS VIOLINES

En el viento alguien danza desnudo;
alguien vaga por veredas y colinas,
anunciando incontables lluvias;
en la brisa canta, entre los árboles,
Con dulce voz hecha de pequeños violines.

Susurra tardes, invoca caricias;
con piel de aire, de agua, de sueños




POEMA DE LO INFINITO

Raíces de palabras, cosechas de silencios;
extensas plantaciones de semillas humanas;
lo solo lo extremo, las piedras lejanas;
aun en esta planta material del universo.

La soledad de lo extenso,
amplitud de los caminos,
las hierbas veraniegas;
es la esperanza en el tiempo que fluye.

(Una estrella agoniza en el espacio infinito)...
El romance eterno de la luz y la materia.
Lo que pasa, lo humano lo fugitivo.
Raíces de palabras, cosechas de silencios





ÁRBOL

Que me dice el árbol,
con su eterno silencio,
soberbio, solitario,
con sus ramas al cielo;
abrigo de los pájaros
Y del aire su puerto;
refugio de la luz
espacio de los sueños.

Habladme con tu voz verde;
amigo, hermano, maestro,
tú que fecundas la tierra,
tú que vences al tiempo.




SOLEDAD
(Sobre una ciudad fantasma)

La edad de las sombras mide los templos solitarios,
las calles,
una mujer que espera en la ventana,
entre lágrimas de cristal y telas blancas,
habita en un jardín de amapolas antiguas.

entre las ruinas y las brumas, 
vuelan cuervos de mirada terrible,
persiguen en los techos 
el rojo de las tejas de barro.

Una luna cansada mira desde lo alto, 
el viento arrastra pelotitas de paja,
las hierbas salvajes poseen las tumbas abandonadas.

Y la novia en la ventana, ignorante de su olvido,
acerca hasta los labios una foto marchita.




TÚ, SOLA

¿O será acaso que durmientes tus ojos
abrumarán al olvido?
¿O será acaso que tu amor olvidado
será polvo y ceniza?
Un solo paso sereno por un río de noche,
ya oscura y dormida en lo verde del bosque.

Ah, tu amor hecho ya de rumor en las estepas,
Ah, tú sola entre las magnolias,
Ah, tú, un sólo fluir junto a las brisas ligeras.

Tú ya sólo un dulce amor extraviado,
un sólo éter de aguas transparentes.

Tú mía ahora, prontamente olvidada, prontamente
un exilio en el atardecer de los tiempos,
habitando sola entre los minerales,
tú raíz, tú musgo, cascada de olvido,
sola entre las sombras,
una plantita ya
en mi corazón enterrado.




Tu eres mi refugio amor

Tu eres mi refugio amor, allí en el límite mismo
del paraíso y del olvido,
tu eres mi refugio;
allí en los albores de la esperanza intocable,
en la claridad del silencio, más allá de la carne.

A veces no es posible amar sino perdiendo,
a veces es imposible en el musgo, en lo verde
en el agua que cae del corazón,
amar sino sufriendo.

En la noche de estrelladas latitudes te añoro,
en la noche sin manos sin ojos te adoro;
aún sabiendo la dolorosa permanencia tuya,
aún conociendo la corriente del río extenso
de las lágrimas.

Pero tu eres mi refugio amor,
la distancia que quiero medir,
la latitud en que quiero estar;
el orden de ola que quiero seguir.

En mi navío de amante;
yo persistente buzo de tus límites,
perseguidor antiguo tuyo.





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LOYCE GAYO [20.017]

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LOYCE GAYO   

Loyce Gayo nació en Tanzania y actualmente está cursando estudios en Estudios de la Diáspora Africana en la Universidad de Texas en Austin. 

Loyce Gayo es una prometedora voz del panorama anglófono contemporáneo. Su énfasis emotivo en la diáspora y en el empoderamiento de los marginalizados se hace manifiesto en un discurso plagado de imágenes que recurren a un doloroso pasado que no cesa y a una pugna por transformar el presente. Actualmente reside en Austin, Texas, donde, tanto desde su labor como activista como poeta, intenta, a través de la enseñanza de escritura creativa en diversas instituciones de educación, brindar una nueva perspectiva desde la igualdad. Su trabajo, el cual se vuelca más hacia el performance lírico, ha aparecido en Button Poetry, Write About Now, Badilisha Poetry, y PBS. A continuación el poema titulado “How we forget”, donde existe una interesante referencia a una postal en donde aparecen frutas extrañas y hombres encapuchados; dicha referencia recurre a la brutal imagen de niños negros siendo colgados – cual extrañas frutas – por el Ku Kux Klan. 



La traducción del poema es de Gustavo Osorio.


CÓMO OLVIDAMOS

Olvidamos que estábamos adorando seres
Te olvidamos, Negro Jesús
Olvidamos al rey de reyes
Olvidamos que las coronas hacen nada por los reyes
Salvo poner peso en sus cabezas
Y un blanco en sus espaldas
Olvidamos que ponen precio a nuestras cabezas
Y peso en nuestras espaldas
Olvidamos que Sodoma y Gomorra estaban niveladas
Por el azufre y el juicio divino
Pero el Mississippi todavía está de pie
Olvidamos ciudades ardiendo
Olvidamos que las ciudades aún arden
Olvidamos que los colores son estacionales
Y esta piel se desvanecerá también
Me olvidé de mi piel
O quizás, empezó a valerme un carajo
Olvidamos que las utopías de algunos niños
Son un techo, que no susurra la noche
A los cuerpos dormidos debajo
Olvidamos los cuerpos, duermen debajo
Olvidamos que los cuerpos flotan, que los cuerpos cuelgan
Olvidamos las postales de barbacoa, extrañas frutas y hombres con capucha
Olvidé mi rabia, y el pulso que deprende por debajo de mi lengua
Olvidé mi lengua, y cómo solía caber perfectamente en mi bolso
Junto a mis deberes femeninos
Olvidé mi bolso, y mis zancos del alto tacón
Olvidé que el equilibrio ya no es un acto
Cuando te estás escondiendo detrás del cabello importado, una sonrisa descargada
Y una voz entrenada para saltar a través de aros
Flamas de fuerza ante sus chasquidos y el aplausos
No lo entiendes
Carajo, ya te olvidaste de que despertaste esta mañana
Se te olvidó cerrar el grifo cuando fregabas
Ese bote, ese plato, esa cuchara, o tu nalga izquierda o lo que sea
Pero te acuerdas de cómo va esa canción, ¿verdad?
¿Recuerdas cómo iba?
Recuerdas que querías tu té chai late grande con
Tres cargas, leche descremada, agua ligera, sin espuma y servido a
Cuarenta y ocho grados
¿Recuerdas cuán espiritual fue esa experiencia?
Olvidé por qué escribí esto
Olvidé si es que sólo estaba despotricando
O si  es que me había olvidado de cerrar el grifo cuando estaba fregando
Esa olla, ese plato, esa cuchara, o mi lengua o lo que sea
Pero recuerdo cómo va esto
Recuerdo cuán espiritual es esta experiencia
Olvidé mi corazón, era una ciudad en llamas
Carajo, ya olvidaste que olvidé de mi lengua, ¿recuerdas?
Olvidamos que algunos niños caminan justo al lado de sus utopías cada mañana
Ladrillos suburbanos de pie proclamando aquello que las estadísticas dicen
Nunca van a lograrlo de verdad
Olvidamos que algunos niños intentan fuertemente
Olvidar que el mañana está llegando
Olvidamos que hubieron niños, sonriendo
En las postales de la barbacoa, junto a la fruta extraña y los hombres encapuchados
O tal vez siempre nos importó un carajo, tú sabes
A veces se me olvida lo difícil que es recordar





HOW WE FORGET

We forgot we were worshipping beings,
We forgot you black Jesus
We forgot the king of kings
We forgot crowns do nothing or kings 
but put weight on their heads (and a target not their backs)
We forgot they put tax on our heads (and work on our backs)
We forgot Sodom and Gomorrah were levelled by brimstone and divine judgement,
But Mississippi is still standing,
We forgot burning cities,
We forgot cities are still burning
We forgot colors are seasonal,
And that this skin will fade too
I forgot my skin,
Or perhaps I just ran out of fucks to give.
We forgot some kid's utopia,
Is a roof that won't whisper in the night to the sleeping bodies below,
We forgot bodies sleep bellow,
We forgot bodies float, bodies hang,
We forgot Barbecue Postcards, Strange Fruit and hooded men.
I forgot rage.
And the pulse it leaves underneath my tongue
I forgot my tongue
And how it used to fit so perfectly in my purse next to my womanly duties.
I forgot my purse,
And my high heel stilts,
I forgot balancing is no longer an act,
When I am hiding behind imported hair,
A downloaded smile,
A painted on smile
A painted on face
And a voice trained to jump through hoos of flames to get you snaps and applause,
You don't get it.
Shoot, you already forgot you woke up this morning,
You forgot to close the faucet when you were scrubbing that pot, 
that plate, that spoon or your left but cheek or whatever,
But you remember how that song goes right?
You remember how it went.
You remember you want your Grande Chai Latte with 3 Pump, Skim Milk
Lite Water, No Foam,
And served at 120 degrees.
You remember how spiritual of an experience it was
I forgot where I wrote this,
I forgot if I was just ranting,
Or if I forgot to close the faucet when 
I was scrubbing a pot or a plate ot a spoon or my tongue, or whatever
But I remember how this goes
I remember how spiritual of an experience this is
I forgot my heart is a burning city
Shoot, you already forgot , I forgot my tongue ,
Remember?
We forgot that some kids walk past their utopia every morning,
Suburban brinks stand in proclamation of what statistics say they will never truly attain.
We forgot some kids try so hard to forget tomorrow is coming,
We forgot there were kids in burning cities,
Smiling in barbecue postcards
Next to strange fruit and hooded men
Or perhaps we never had any fucks to give…
You know sometimes we forget how hard it is to remember.











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ALBANE GELLÉ [20.018]

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ALBANE GELLÉ

Albane Gellé nació en 1971 en Guérande, Francia. Ha publicado quince poemarios, algunos de ellos en grandes editoriales como Cheyne y Seuil. Así mismo, ha publicado en numerosas revistas francófonas y ha organizado numerosos eventos en torno a la labor de la escritura poética, por ejemplo entre 1999 y 2012 dirigió Littérature et poétiques  en Saumur, la cual se consolidó en la Maison des littératures. Actualmente sigue trabajando en la promoción y difusión de lecturas, cursos y conferencias relativas a la creación poética en toda Francia. Ella misma describe su producción poética como una suerte de oscilación entre lo íntimo y lo universal; una colección de fragmentos de la realidad que se suspenden en la página en blanco. 

Bibliografía

À partir d’un doute, Nantes, France, Éditions Voie Publique, 1993
Hors du bocal, Cordemais, France, Éditions Le Chat qui tousse, 1997, 20 p. (ISBN 2-912163-01-3)
En toutes Circonstances, ill. de Alain Bahuaud, Chaillé-sous-les-Ormeaux, France, Éditions Le Dé bleu, coll. « Le farfadet bleu », 2001, 47 p. (ISBN 2-84031-146-1) & Trois-Rivières, (Québec), Canada, Éditions Écrits des forges, 2001 (ISBN 2-89046-664-7)
De Père en fille, ill. de Cécile Carcouët, Cordemais, France, Éditions Le Chat qui tousse, 2001, 25 p. (ISBN 2-912163-12-9)
Un Bruit de verre en elle, Paris, Éditions Inventaire/Invention, coll. « Textes », 2002, 27 p. (ISBN 2-914412-16-9)
L'Air libre, Chaillé-sous-les-Ormeaux, France, Éditions Le Dé bleu, 2002, 91 p. (ISBN 2-84031-127-5)
- Prix des Découvreurs 2003
Aucun silence bien sûr, Chaillé-sous-les-Ormeaux, France, Éditions Le Dé bleu, 2002, 76 p. (ISBN 2-84031-158-5)
Quelques, Paris, Éditions Inventaire/Invention, coll. « Textes », 2004, 34 p. (ISBN 2-914412-36-3)
Je te nous aime, Le Chambon-sur-Lignon, France, Cheyne éditeur, 2004, 102 p. (ISBN 2-84116-092-0)
Je, cheval, Remoulins sur Gardon, France, Éditions Jacques Brémond, 2007, 75 p. (ISBN 978-2-915519-19-8)2.
Nightmares never end, Quimper, France, Espace digital sporadique, 2007, 1 CD (notice BnF no FRBNF41440381)
Bougé(e), Paris, Éditions du Seuil, coll. « Déplacements », 2009, 104 p. (ISBN 978-2-02-096780-8)
Si je suis de ce monde, Le Chambon-sur-Lignon, France, Cheyne éditeur, 2012, 64 p. (ISBN 978-2-84116-180-5)
Où que j’aille, ill. d’Anne Leloup, Noville-sur-Mehaigne, Belgique, L’Esperluète Éditions, 2014, 20 p. (ISBN 978-2-35984-050-6)




La traducción de los siguientes poemas es de Gustavo Osorio.


Yo te nos amo (Extracto)

él
había puesto algunos poemas en su
mano, como se atraen las palomas.
Ella era joven, no vio nada,
Se acerca demasiado.

ella
hundiéndose lentamente los dedos en
la arena de la playa, querría
recordar el sabor del azúcar morena,
sobre el estante de la cocina

ella
cuando él duerme, se siente tan sola.
duda en tomar su cuaderno, por
una vez quisiera no escribir

él
duerme al lado de ella, extendida mientras
escribe. ¿Quién de los dos hace
hermosos sueños?




Si soy de este mundo (Extracto)

mantener en sus bibliotecas
las joyas para sus fotos has-
ta el día en que definitivamente todo
se pierda sin drama alguno
ruta para andar una vida
vieja sonriente aún un
poco en pie.



El aire libre (Extracto)

La voces que zumban que arden que
cacarean y luego se sumergen nada a qué
aferrarse es el mar sin tierra alrededor
sin barco sin boya sin roca sin todo
sólo todo desnudo todo ahogado con verdaderamente
nadie nada con las palabras las ondas
que van demasiado el miedo de hundirse de no
respirar más la falta de silencio la rabia
de luchar el intento de hablar aún
pero el agua es fría y las conversaciones
sin recurso alguno.






extraits de livres...






ce ne sont pas les miennes, mais j'avance à quatre jambes, assise j'accélère. le cheval a entendu ce que je n'ai pas dit, j'ai un corps, il galope, et mes mains ne pèsent rien, ne pèsent rien, posées sur un mouvement, un animal. Entre le cheval et moi, rien de se plaint.

(extrait de Je, cheval, éditions Jacques Brémond, 2007, réédition 2015)

                    



il faisait chaud sous la peau de ma mère                                         
et d’ici sous le ciel je continue d’entendre
les bruits vivants du monde c’est le même
mouvement qui tourne et moi je vais posée
croquant des pommes avec mille voix dans
les oreilles que personne n’entend.

                    
(...)


dans la tête en désordre des rectangles
qui bougent il y en a un c’est une photo
de mon père mort en noir et blanc un autre
pour toute la brume restée dans le cercueil
un autre encore pour mes paroles prononcées
à la nuit et mes terreurs devant personne
demain après les arbres il restera comme une
valise immense debout remplie de mes rectangles.

                    
(...)


après les arbres est-ce qu’un chemin continue
de grimper est-ce que les anges un jour nous
apprennent  leurs chants est-ce que leur langue
est transparente  je suis sur la terre dans la
nuit je parle sans voir et mes paroles se cognent.
le silence est dur comme une paroi de craie il est
obèse dans son ventre il y a mon enfance et toutes
mes prières.

              
(...)


béquilles ça et là va tremblante la planète
parmi des morts inoubliables et nous vivants
de nos amours allez debout on emmène tout
dehors il neige le monde vacille le monde vacille

                    
(...)


plus âgés que nos âges tous debout depuis
la terre nous sommes restés longtemps au
chaud dans nos paniques récitant des chagrins
ici et là appris par cœur sous une grande
pluie d’hiver, avant de nous mettre à chercher
le soleil, et ses fraîcheurs, et ses jardins.
Demain, même si la lumière demeure difficile,
nous croirons enfin aux anges.

(extraits de Bougé(e), éd. du Seuil, 2009)

                


Tenir journal de ses jours combats
livrés ou siestes sable de rivière
noter bruissements agitations en
dehors de la maison inventorier les
nuits sans lune tous les étourdissements
debout.

        
(...)


Tenir en respect monstres épines malgré
nos tailles minuscules boiteries pansements
chaque coin de rue les jambes en attendant
debout.

            
(...)


Tenir boutique de nos impacts reçus visage
autour des yeux troupeaux de bouches couvrant
la bouche trous noirs milliers comme une mémoire
levée debout.

          
(...)



Tenir chapelle de nos secrets
nos embarras à tout bout de
champ armoires en bois et poids
massifs à trimballer courbés debout.


(...)


Tenir tête claire obstinément parmi
les trous dans le langage dans les
visages les maisons – tête claire
d'enfant pas disparue - nuages bas
parfaits et blancs une raison peut-être
assez pour demeurer plusieurs debout.


(...)


Tenir le calme contre vulgaires et
basses et assassines forces –
poursuivre histoires et déploiements
vers l'inconnu de toute chose genoux
horizon vertical le corps en tulipe debout.

          
(...)


Tenir bien droit le dos la tête
comme une antidote au désordre
envahissant les plis du corps de
la cuisine et du bureau et maintenant
le jour se lève une rose dépasse
bergeronnette chante debout.


(...)


Tenir bon la plupart du temps après
les chagrins des saisons les fêtes
refrains chantés dansés et notre
manque de légèreté parmi les amis
les tablées les rires allez tout
le monde debout.


(...)


Tenir à plat milieu des mains trois
souvenirs fragiles épais cherchant
à voir par-dessus bord maladroitement
posés debout.


(...)


Tenir hiver dix doigts gelés le rebord
d’un balcon et mon vertige des étages
circule en boule dans les veines jusqu’au
coeur rocher sauté par un grand lièvre
entier debout.

(extraits de Si je suis de ce monde, éd. Cheyne, 2012)


                   



coeur galactique et nos nuages d'après-guerre
nous prononçons bientôt matin
et au galop ce qui résonne
plus d'embarras (enfin)
pour les cadeaux donnés reçus


(...)


au coeur le vaste
pressenti
plus loin que Terre
corps avec jambes tête coeur et mains
ou corps planète années lumière
aller-retour, nous fermons les yeux
et nous dansons dans un vertige
autour d’étoiles (inexpliquées)
est-ce qu’immobile reste possible


(...)


le vent rafales comme si traversant l'atmosphère
(ses bruits d'air cherchent passages)
je tu il nous très trop légers
et s'égratignent nos images de plantations
(quand même les arbres tombent meurent*)
puis
l'étonnement du calme (revenu)
et le retour galop de nos affolements


(...)


petites tables plateaux posés milieu d'un champ
en attendant nos légèretés et tous les fruits
je ne dors pas sur mon matelas
la forêt est traversée
de virgules et de dimanches
orpheline
en équilibre de tabouret
et une écharpe sur mes écailles


(...)


dans nos vaisseaux soleil clignote
je petite soeur d'un cheval
déterre bobines et des capuches
milliers cailloux autour d’une tasse de café
grande fatigue nous assouplit

rocher roulé


(...)


quelqu'un tourne les épouvantes
et nous filons, tapis volants
tandis que sur les routes
gravitent méduses
les accidents se continuent


(...)


camion tombé de mes épaules
en souvenir les mots avancent plantés de clous
à des allures de train de nuit
quelqu'un tourne capitaine un ami vient
joyeux ni triste
à la jumelle je vois des morts
et la dérive des continents

      
(...)


vagues grandissent
dans nos aquariums de baleines
je chante un peu et je te suis, la rue est longue
et l'air épais
poignets sans montre nous marchons

(extraits de Nous valsons, éd. Potentille, 2012)

                   



derrière planètes bien sûr je souffle
égratignée
et des paquets dans les bras :
bébés tigres,
bruits de verre
quand l'été sera posé est-ce que
j'aurai les mêmes questions
mes revenantes.

(extrait de A l'aveugle, éd. Vicent Rougier, Ficelle n°119, 2014)

                   



plutôt filer correspondances,
de toute façon les grandes fêtes
me donnent tournis de balançoire

je préfère écrire des phrases sur une table un peu carrée

pardon, là-bas c'est le déluge

je range, rasssemble nos affaires
ce qu'il faudrait, c'est la photo des fleurs
dans le verre à moutarde


              
(...)


sur un banc j'ai oublié
mon écharpe, et quoi d'autre

j'écoute le bruit-clochettes des catamarans
posés en fond de plage
une femme aux cheveux blancs
marche vite, son chien court
derrière elle comme un fou

tu te rappelles ta question
quel chemin faut-il faire
pour aller jusqu'à toi

je grimpais aux arbres

(extraits de Souffler sur le vent, éd. La Dragonne, 2015)






Tu voyages avec moi. Tu n'es pas encombrant.
Où que j'aille.

(extrait de Où que j'aille, éd. Esperluète, 2014)







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LILIAN SILVA [20.019]

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LILIAN SILVA

Lilian Silva G.  (Bogotá, 1980) ha publicado algunos de sus poemas en revistas universitarias y medios independientes y digitales de Colombia, Argentina, México, Venezuela y Estados Unidos. Ganadora del concurso de crónicas de rock al parque, Idartes en Bogotá Colombia, en el año 2014. Su obra poética se encuentra inédita para publicar en 2017. Directora y fundadora del colectivo cultural Las Desobedientes, con el cual desarrolla distintas actividades artísticas y literarias de manera autogestionada, en lugares no convencionales como hospitales, plazas de mercado, parques y cárceles. Actualmente trabaja  leyendo a otros en el programa Leer para Sanar, lectura en ambiente hospitalario, igualmente como promotora y gestora de literatura y escritura en distintos ámbitos de su ciudad.



Ausente

A la intemperie de los paisajes heridos,
en la niñez que aun mece el columpio,
vive la mirada de una anciana
soportando el juego del despojo

sonríe con la boca seca
escucha el pasar de los niños con la pelota,
acostumbra alcanzar las propias sílabas
adelgazarlas
hasta el mutismo

en su pañolón las motas encuentran
un collage de lluvias.

La posición de su asiento
está esculpida en el aire
y juntando las manos en un salmo
sabe esperar.



Juego

SIENTO que no estoy destinada
al mundo oculto de los retratistas,
he apagado las lámparas
para observar con minucia
como el ratón mueve la cola
al ser alcanzado por la trampa.



El círculo de los ojos tristes

Alguien grita sobre la acera
ocupa la noche en un banco solitario
y entre sollozos sostiene un perro
en el regazo

Unas mujeres abrazan clavos a sus rodillas
reclaman a sus hijos, se arrastran, nadie las ve
nadie las escucha. Existen.

En el tablero los peones mueren
también el rey, la reina
sobrevive la torre
y un caballo al que muerde la madera.

Afuera alguien me llama
pero juntos no cabemos en su viaje
la memoria de la madrugada, los balazos al alba,
un insecto en el relieve del vidrio esmerilado
hace sombra, tiembla mi dedo mientras lo empujo,
todos asustamos a la muerte.


http://circulodepoesia.com/2017/03/poesia-colombiana-lilian-silva/




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LUIS VELÁZQUEZ BUENDÍA [20.020]

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LUIS VELÁZQUEZ BUENDÍA

Luis Velázquez Buendía (Madrid, 1957).
Licenciado en Filología Clásica.
Licenciado en Medicina, especialista en Salud Pública, campo en el que trabaja desde 1982.
Libros de poesía publicados hasta la fecha:

En el extrarradio (Huerga y Fierro, 2002).
Una nueva familiaridad (Pre-Textos, 2006)
Meditación de un entorno ordinario (Pre-Textos, 2009).
Una deriva indeseable (Libros del Aire, 2013)
Una extraña naturalidad (Pre-Textos, 2015. XX Premio de Poesía Villa de Cox 2014)
Material de conciencie (Ediciones Trea, 2017)

Poemas suyos  han aparecido en algunas revistas de poesía, como Paraíso, Revista Anónima de Pre-Textos y Piedra de Molino.
Fue incluido en la antología La musa funámbula. La poesía española entre 1980 y 2005, de Rafael Morales(Huerga y Fierro, 2008).



ESCENA EN LA CALLE

Y ese grupo de piel atezada, reunido
antes de la comida a la puerta de casa –
la camisa blanca estirada, abultada
en la curva del vientre, distingue
la flor de más autoridad–,
que hace suya la calle
bajo un soportal de cemento y las horas del día
que allí sin quedar registradas transcurren,
¿también, ese grupo impecable que rondan
paisanos gorriones, gurriatos aún
débiles que traen alborozo, también
ese grupo de aire familiar, pero no mi familia,
conocido tampoco, llegados de fuera, compacto,
una broma?
Si tuviera color
y fuera un color falso: pero qué color es
atezado a la sombra hacia el este treinta kilómetros,
por donde se alza puntual el día versicolor.
Entonces, un grupo aburrido, un boceto
que arriesga en detalles insípidos su escaso interés de conjunto:
repara en la mano desnuda sin sello de oro macizo
que hubiera apresado su dedo anular en un cálido abrazo
estival, hipertrófico. Entonces,
si es junio de aguas torrenciales, repara
también en el desconcierto
–ése sí que es pescado de doble cabeza–,
un lúbrico sueño, una cueva esculpida,
un hurto que el grupo, aunque nadie sonríe,
porque el tiempo ha borrado el encausto en algunas figuras,
se diría que oculta a una torva evidencia.

(de Meditación de un entorno ordinario)





AUTORRETRATO SOBRE FONDO MALVA


Nada puede decirse acerca de ello,
o no debe decirse. Y sin embargo,
mirarlo es admirar sus cualidades,
admitirlo: -Lo admito, y nos compele a obrar
como extraños.

La luz es imprecisa; el azul
del rojo consanguíneo. Sobre sillones malva,
una pizca de angustia diluida,
Proteo se transforma.

Un pez rojo atrapado en los hielos violetas
era el amanecer; quebró la imagen
y el sol apareció resplandeciente;
porque insistió un extraño, alguien insistió,
la contraída imagen se dilata
y el soñador, muy perspicaz,
cerró los ojos al deslumbramiento.

Las cualidades frente a las prioridades,
la extenuación del blanco que es el blanco,
la asimetría del rostro, la
rebelión callada de las partes.

Incandescencias sin reminiscencias
los días venideros, todavía habitables.
Al pie de la montaña
el ánimo se expande, grandiosa es la montaña;
arriba, hacia la cumbre, el frío quema,
la luz es quemadura, la montaña
no es una montaña.


                                         (de Meditación de un entorno ordinario)







AQUELLOS ÁRBOLES ALTOS que de lejos no distingo,
jamás sabré su nombre. ¿Serán mañana sombras
doradas por un sol vacilante al nacer?
Si dijera su nombre, debieran compartirlo
con otros de su especie, en ese caso un tanto
de precisión sería excesivo: el nítido perfil
inapropiado de las hojas, la flor, tal vez el fruto en la
ilustración botánica. Pero aquí la distancia
sobremanera importa, permite que apreciemos
el noble porte, la frondosa copa, el bello alineamiento;
que ignoremos hace el nombre
al pasar admirando por la carretera.
Jamás recorreré esa distancia que me aparta,
atravesando fincas, del camino al trabajo.
Por siempre serán sombras, belleza,
del nombre cegador.

(de En el extrarradio)





MUEVE LA NADA EL VIENTO de los árboles,
la nada de las retamas, con violencia,
la arena que ensucia el aire, papeles
que atrapan los remolinos de la nada
del viento.

(de En el extrarradio)







QUÉ MÁS sino pintar este sucio anochecer,
este último instante
de lejanías de árboles apenas perfilados,
última luz sin sombra que ya es sombra,
antes que se lo trague todo la noche, última sombra.
Qué más sino pintar este mundo de mil formas,
sino pintar este mundo,
pintarlo y repintarlo
aunque sea a la luz siniestra de una farola,
la última,
aunque ya solo alumbre un círculo desierto.

(de Una nueva familiaridad)




DRAGÓN ÁRIDO

El azufaifo está en la idea del verano
como en lugar propio,
arraigado en la sal de la conciencia,
enredado en su secreción de espinas,
extendido en la impronta de la luz.
Pedro y Juan charlan en el parque, en el gran bulevar,
forman parte de la noche amarilla, sin centro,
sin peso específico,
irritante porque no trasciende, no anula el día, lo renueva,
más bien lo continúa, lo pone en dique seco,
sin embargo hay una gran calma,
una ausencia de dimensión, como en un estuario
del río de la vida, y aunque no puede oírseles
seguramente la conversación es distendida,
fluye sin obstáculos, lentamente.
Es noche de flores venusinas. Hay una comunión de los que duermen
y los que ociosos velan: las bengalas
multicolores se encienden en el cielo, el ojo brillante
las refleja, la retina
una y otra vez se impresiona
y tras la traca final hay un silencio breve; luego 
la conversación vuelve a fluir sin rumbo, sin esfuerzo.
Se habla de lo que no necesita meditarse
o se medita a flor de piel, a la puerta de casa,
porque hace calor dentro. Cuando la brisa corre ligera
parece que avanza la noche, que se hace más noche, se adentra
en su propia oscuridad.
Hay también, en incierta lejanía, una música
residual; como la voz sonora, resonante en la calle vacía,
de algún transeúnte incidental
recuerda que hay un universo, espacio que
recorrer, aunque la noche 
parezca comprimirse en las palabras ágiles
y calientes, sin peso específico, de Alí y Mustafá.
Se habla y también se cuchichea,
es un susurro cósmico
interminable.

Cuando la bella higienista dental
hurgó la confluencia de raíces
un estremecimiento olímpico recorrió el cuerpo tendido del paciente
que hasta ese preciso instante había distraído su atención
con efusiones propias de una mente estival
y situaciones adyacentes al largo periodo de vacaciones que se aproximaba.
El mes de junio había sido excepcionalmente caluroso,
el verano había entrado prematuramente.
Miró a la joven higienista, sus dorados bucles
que destellaban la luz fría e intensa de la lámpara,
igual que la montura también dorada de sus gafas, tras cuyos cristales
un iris azulino e inquieto constreñía las pupilas atentas;
semioculta tras la mascarilla la encontró más atractiva que nunca,
pero la elemental tensión en que se hallaba enseguida abortó cualquier excursión erótica.

Las cicatrices que deja el verano
son las más notorias, las más inolvidables.
Uno se siente ciertamente orgulloso de ellas,
son señales de vida ganada,
no pesa su recuerdo, al contrario, son manifestaciones
de luz
que no envejece,
sin el curso del día, luz
que ciega, ciegos henos aquí
por el verano
para la oscuridad.

(de Una nueva familiaridad)






ESOS CASI RAQUÍTICOS MAGNOLIOS, algo
incluso enfermizos en sus cajas de cemento, esos
magnolios pequeños para siempre han dado
grandes flores blancas como palomas
con las alas abiertas o cerradas, quién
lo diría. Cuando se abren esas
grandes palomas blancas como flores
hasta la extenuación abren las alas como pétalos
recios, mas sedosos, y en el centro
se descubre la espiga dorada de su sexo.
De canela
tíñelas la muerte, olorosas palomas.
Esto ocurre aquí, sabedlo, forman parte
de un estanque pequeño que retiene
las sobras de la fiesta hebdomadaria del consumo,
envoltorios y bolsas al viento arrebatados, unos focos
que irritarían al mismísimo Duchamp tan descarnados
sin disimulo usurpan a flor de agua al agua el espacio 
de su movimiento
que animan gruesos chorros
que van bien con el tráfico
de avenidas cruzadas.

(de Una deriva indeseable)




TODAS LAS BANDERAS PEQUEÑAS 
SALUDAN AL VIENTO

Cuando se alza el viento de poniente
en la ciudad de torres y cúpulas antiguas,
como hojas de un mismo árbol fabuloso
todas las banderas despiertan al unísono
y emprende el vuelo sin moverse aquélla:
así va la alegría 
con su nave con cien gallardetes.
Y en la alta mar remota de la noche sin luna
-balizas del sueño de su joven corazón- 
tiemblan las luces de otro continente.

(de Una deriva indeseable)






BAJO UN CIELO GRIS ECLIPSADO
MIEDO A LA PUERTA DE CASA

Qué seriedad la del niño
pisando en el barro los reflejos
de la luz irreal de las farolas,
el barro brillante saturado
de lluvia que repica y corre
por humildes regueros cosmogónicos.
Qué perfección del portaviones
de plástico flotando en el alcorque inundado:
la plaza solitaria la señal
acuciante de la hora tardía,
la plaza metafísica el reloj
del tiempo deformable.
Qué seriedad la del hombre
mirando sus fotos de niño;
así tuvo que ser, desterrado
de aquel tiempo mítico.
La lluvia continúa cayendo
aquí como entonces;
los paraguas abiertos invidentes
se abordan sin pedir disculpas.

(de Material de conciencia)




SEPTIEMBRE


La naranja aparece en el centro
de gravitación. Alrededor suyo
cae la incertidumbre de los días,
nebulosos planetas, cae la nada
tranquilizadora, las palabras
que se abultan y se desmoronan,
el obstinado signo de interrogación 
desamparado como un leño seco.

La naranja un día sobreviene
en el frutero (mi mujer la compró);
no estaba el mundo preparado para ello;
como si a consecuencia de una herida
aún se retrajera, quiero decir que
la conciencia que teníamos de él
era tal vez menguante; la naranja
se apoderó de ella sin dificultad, 
el mundo
               no parecía.


(de Material de conciencia)





COMO QUIEN LLEVA UN FAROL PARA ALUMBRARSE

En la hora agria del retornar del día,
por el crepúsculo que huye de calles trasnochadas,
vas, voy
con el frágil paquete de pasteles
melindrosamente cogido del cordel.

Es el umbral tal vez de la otra vida
en la que te dispones a entrar con tu viático.
Vas a una cita en las sombras
que despeja la claridad del día.
Es el momento justo
antes de que desaparezcas.

Luego se impone el mundo y el sol quema
hasta la última huella de tus pasos.


(de Una extraña naturalidad)




PARQUE NOCTURNO CON ESTANQUE


La noche llega en la luz de las farolas amarilla en la alameda oscura, recortada en la claridad del cielo aún inextinguida. El misterio baja al estanque que refleja el agitado juego de luces misterioso. Desde lo más profundo de las sombras llega una anécdota cruel: los paseantes pretenden su plácida ignorancia y comentan empero lo que ocurre, bajo la luz equívoca, con gran disimulo. Las últimas barcas se deslizan como roedores de agua. La escena se oscurece y se avivan los reflejos en el agua. El agua negra crece en nuestros susurros mas no puede sofocar aquello que pasó, que está ahí en la oscura alameda palpitando, gritando, revelando su último ser desconocido.



(de Una extraña naturalidad)




CUANDO CALLE sólo
cuando calle volverás
a hacerte presente invadir
mi espacio atravesar traspasar
me aniquilar
me sólo
cuando calle
mas
para que calle para por
fin callar aún
–juro que callaré te
juro que 
callaré– 
aún no es tiempo aún
un árbol sí
me crece un árbol
todavía en la voz: árbol 
palabra pul
món árbol la 
raíz
profunda
en el estómago
la sed
como capullos de voz sed
de decir en
las ramas las hojas espenlaub
un árbol
tenaz
pero lo sé
sé que algún día un día un día de máxima angostura
un día 
de tenebrosa azulidad
el cielo él el azuloso un día
cederá
un día
desdibujado él y todo
se desdibujará
y yo
ya no más yo ni tú
ni tú más tú des
cenderemos des
cenizaremos a
nosotros
a
nos
otros
ligeros
vueltos callados
un día
cómo decir
de reencuentro un día
volverás
a ser la calle la
vociferada la
atestada 
de mundo hambre
saciada de mundo


(inédito)








-

TATIANA LIPKES [20.021]

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Tatiana Lipkes 

Tatiana Lipkes. (Ciudad de México-México, 1976). Licenciada en Literatura latinoamericana por la Universidad Iberoamericana (México). Se desempeñó como editora de literatura del Fondo de Cultura Económica y de Turner. Es uno de miembros fundadores de la editorial MaNgOs de HaChA. Desde el 2005 se dedica a la traducción literaria y de cine, entre las obras traducidas se encuentran: La pluralidad de los mundos de Lewis de Jacques Roubaud (2008), Poemas de Francis Picabia (2011), Mi Vida de Lyn Hejinian (2012) y Descripción de Arkadii Dragomoshchenko (2015). Ha publicado los poemarios Todos los días son días de fiesta (2008), Repulsión (2011) y, próximamente, Rojo de cadmio (inédito).


nostalgia del aeropuerto

todo es lento
o rápido

agua
revistas
ropa cómoda que no se arrugue

sobrecargo-peso extra-
sobrecargo-personal capacitado para controlar el pánico-
sobrecargo-no hay repetición; no hay certeza-

                                                                             el camino hacia

la sala de espera-se mueven en círculos-
la sala de espera-comiéndose las uñas-
la sala de espera-se rascan como si tuvieran urticaria-
la sala de espera-dan vueltas como en la cama-

                                                                             libera

de Todos los días son días de fiesta


TODO PASA muy rápido

                        / fuera de control.
¿Por qué hace tanto frío en la cama?

Quedarme en el mismo lugar.

Podríamos bailar,
            tal vez
y ganar un minuto.




NO DIRÉ absolutamente nada
sobre el shampoo
de los hoteles.

de Boomerang



entrevistas138



Las comas son inútiles
La mariposa de acero dejó 2,200 pares de zapatos en Manila
Caminar lento para tomar el autobús
Un perro que lleva su correa en la boca es un imán
Una señora llora por teléfono porque su cuñado es diabético
Hay que confiar en los mapas
Ellos se fueron a la playa
sus vidas se separan
Las arañas patonas no hacen nada
se alimentan de mosquitos que se alimentan de nosotros
Es un alivio limpiar después de una fiesta aburrida
Todo funciona mejor en infinitivo
Las nubes se organizan para la lluvia
Los cocineros deben ser autodidactas
No todos los horóscopos son ciertos
Las mayúsculas determinan un comienzo
Las cenizas caen inevitablemente al suelo
Los pulpos usan su tinta en defensa propia
también se comen
Manejamos buscando la vuelta en U
El placer de apretarse un moretón con los dedos
Poner acentos es difícil
El miedo es contagioso
Mejor es hablar del clima




295:     01:44:52.12  01:44:52.12
Mira muchacho no entiendes nada. ¿Ves?
¡Estuvo mucho tiempo en el sol!

296:     01:44:52.12  01:44:52.12
Era una broma. ¡No hay porque
ponerse como Cassius Clay!

297:     01:44:52.12  01:44:52.12
¡Una broma amigo, una broma!

298:     01:44:52.12  01:44:52.12
¡Amigos, por favor!

299:     01:44:52.12  01:44:52.12
Si sigues así… vas a envejecer antes
de tiempo. Relájate, disfruta la vida.

300:     01:44:52.12  01:44:52.12
Carol… ¿Carol? ¡Hay alguien ahí!
Puedo ver su sombra.

301:     01:44:52.12  01:44:52.12
¿Qué pasa? ¿Sólo quiero hablar contigo?

302:     01:44:52.12  01:44:52.12
¿Carol si no abres la maldita
puerta, la voy a tirar!

303:     01:44:52.12  01:44:52.12
¡No!

304:     01:44:52.12  01:44:52.12
¿Qué? Lo siento. ¡Lo siento!
Todo es tan sórdido…¿Qué pasa?

305:     01:44:52.12  01:44:52.12
Lo siento… tenía que verte.
Ha sido tan… triste sin ti.

306:     01:44:52.12  01:44:52.12
Llamé y llamé y casi enloquezco…
¿Es algo qué hice?

Fragmento de Repulsión





importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa súbele a la música y no escucharás al mundo derrumbarse si no importa y ya si no importa y ya si no importa y ya y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya


no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa ya no y si importa ya no y si importa ya no y si importa ya no y si importa ya no y si y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa no importa cómo no importa por qué y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa el lenguaje se explica con el lenguaje y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa


y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y si ya no importa y además también y de hecho y sí o más bien lo importante es estar siempre cerca del mar

Fragmentos de La grieta




punzadas

            )claridad
            profética(

                        al margen
entre nosotros
            y hoy

        la memoria


esa plancha de
acero inoxidable y
el piso con
olor a cloro
no más labial
sobre los
vasos de
vidrio
sólo
esta piedra y
la línea

roja

de Rojo de Cadmio (inédito)










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