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Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
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HARALD GRILL [19.465]

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HARALD GRILL

Harald Grill nació el 20 de julio de 1951 en Hengersberg. Entre vivió en 1956 bis 1978 in Regensburg. Licenciado en Pedagogía, trabajó como pedagogo de 1973 a 1988. En 1988 se dedica por completo a la literatura. Entre 1989 y 1990 trabaja como guionista en la escuela Superior de cine y televisión de Munich.Desde 1991 es realizador de programas en la Radiotelevisión de Baviera.Es miembro de la Sociedad de Literatura de Erlangen, de la Sociedad alemana de escritores y del Centro alemán de Poetas, Ensayistas y Novelistas ( PEN- Zentrum ).Ha recibido numerosos premios entre los que destacan: el premio de Literatura de la ciudad de Würzburg (1988), el premio Friedrich-Baur de la Academia de Bellas Artes de Baviera (1992) o el premio cultural de Alto Palatinado ( 2006 ). Es autor prolífico de poesía, novela, prosa y teatro.


geschichte

in meinen geschichtsbüchern
steht viel von denen
die schuld sind

dass mein vater
nur ein halbes leben
hat leben können

in meinen geschichsbüchern
steht nichts

von meinem vater


historia

en mis libros de historia
están muchos de los que
tienen la culpa

de que mi padre
solo media vida
haya podido vivir

en mis libros de historia
nada se dice

sobre mi padre.


*

sorge

meine wörter sollen durchsichtig sein
wie fensterglas

du musst durchschauen können
was ich sage

nimmt mich beim wort
doch lass es nicht fallen

du könntest zu mir nicht mehr
barfuss kommen


desvelo

mis palabras deben ser transparentes
como el cristal de una ventana

debes poder ver a través
lo que digo

tómame la palabra
pero no la dejes caer

ya no podrías venir a mí
con los pies desnudos.


*

wenn du fort bist

wenn du fort bist
rücken die wände
so weit auseinander
dass mir die Füsse wehtun
vom gehen
in unserem haus

jeden schritt mach ich zweimal
einmal für dich
einmal für mich

wenn du fort bist
verlauf ich mich in unserem haus
und find nicht mehr hinaus.


cuando te vas

cuando te vas
se alejan la paredes
tanto una de otra
que me duelen los pies
de caminar
por nuestra casa

cada paso lo hago dos veces
una para ti
otra para mí

cuando te vas
me pierdo en nuestra casa
y ya no me encuentro.

*Traducción de Gema Estudillo.
http://traducciones.lagallaciencia.com/2016/09/harald-grill.html



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EMILIO QUINTANA [19.466]

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Emilio Quintana

Emilio Quintana (Loja, Granada, 16 de agosto de 1964) es un escritor y poeta español.

Poesía

Sus primeros escritos aparecieron a finales de los años ochenta en el suplemento cultural "Citas" (Diario de Jerez), dirigido por José Mateos. De 1992 a 1994 dirigió la revista de literatura Nada Nuevo, junto con Julio Martínez Mesanza, Miguel d'Ors, José Carlos Llop y Juan Manuel Bonet. Ha colaborado en revistas como Contemporáneos, Escrito en el agua, Clarín, Rosa cúbica, Nadie parecía o la revista hispano-lusa Canal. Actualmente publica en la revista cultural Ambos Mundos.

En 1992 ganó el Premio Villa de Benasque de poesía con El mal poeta, libro publicado al año siguiente (Ed. Comares, Granada, 1993). Su obra poética ha sido recogida en diversas antologías de poesía española contemporánea, como Selección nacional, última poesía española de José Luis García Martín (1995; 2ª ed. 1998), Los cuarenta principales. Antología general de la poesía andaluza de Enrique Baltanás (Ed. Renacimiento, Sevilla, 2002), o Sombra hecha de luz. Antología de poesía andaluza actual (1950-1978) de Abel Feu (México, 2006).

En 2012 ha publicado Poemas escritos a lápiz (Sevilla, Los Papeles del Sitio, 2012)

Traducciones

Ha traducido a diversos autores, entre ellos al francés Pierre Albert-Birot (Ediciones Ulises, Sevilla, 2014), al inglés Logan Pearsall Smith, al norteamericano James Thurber, al sueco-finlandés Henry Parland (Ed. El genio Maligno, Granada, 2014), o al polaco Stanislaw Jerzy Lec (Ed. Península, Barcelona, 1996).

Estudios filológicos

Buen conocedor de la literatura de vanguardia, ha participado en numerosos encuentros internacionales. En su tesis doctoral se ocupa de la revista "Cervantes (1916-1920). Entre el modernismo y la vanguardia". Ha editado la comedia El clavo de Jael, de Antonio Mira de Amescua, así como Doña Gramática (1942), sainete para estudiantes de español, obra de Pedro Salinas, Enrique Díez-Canedo y Joaquín Casalduero entre otros (Ed. Difusión, Barcelona, edición no venal).

Dirige actualmente Hallali.Revista de estudios culturales sobre la Gran Guerra y el mundo hispánico.



EL MAL POETA

Tantas tardes leyendo a Baudelaire.
Tanto esfuerzo para ir de maldito.
Las peleas con mi padre,
que nunca comprendió
por qué yo le llamaba
Aupick y no Quintana.
Aquella temporada en que me puse
a buscar una mulata
por amante.
Y en Loja.
Fue cuando me di cuenta
de que la castidad no era lo mío.
Aquella novia belga que perdí.

Pero soy un Quintana,
un poeta burgués y provinciano.
Un tipo que se aburre
–como todos ustedes–
y en vez de hacer turismo
escribe versos. Alguien
que poco a poco va aceptando
que a nadie le hace falta,
afortunadamente:
y menos
a la historia de la literatura.

En fin, ya lo están viendo,
una vergüenza.

Las leyes de la herencia, 1992.




DE Poemas escritos a lápiz


Un
poema es un espejo roto, del que apenas nos
quedan unos cuantos pedazos.

Escribo sin parar, normalmente mientras camino
o en los transportes públicos. Mi mente
es un palimpsesto. Pero casi nunca pongo los
versos en papel, no por miedo a la página en
blanco sino por el pudor de mancharla.

Que el amor –que mueve el mundo– no sea un
tema poético, pone de manifiesto los límites de
la poesía. 




Esta niebla
que llega de otras nieblas
a veces nos arroja unas monedas

En un tren desolado
              cada día
              atravieso 

la niebla esmerilada de Cracovia
la de las tierras góticas de Escania
los jirones de niebla de Poitiers

Es curioso
dedicarse a pensar en estas cosas
sabiendo de su esencia
indescifrable
sabiendo
que la gris monotonía las envuelve



ŁÓDŹ

Mi alma
se perdió en los arrabales
que delimitan los tranvías del sueño

Mi alma
como bronce oxidado
                        expuesto en la vitrina de un museo
Mi alma
entre la nieve
                        escribiendo con trazos inseguros
                        una verdad escondida
A veces
hay un sol de la infancia
como un neón
                        que anémico
me habla en un idioma que no entiendo


MUNICH

Al fondo del vagón
suena una flauta tracia

Este vagón de metro
que me lleva
lejos de lo que soy

a la estación lluviosa del recuerdo

La gente con bufandas
y esas notas
                        como piezas de un puzle inacabado

Al fondo de esta tumba
se esconde una verdad
más viva
                        que yo mismo



LUND

En el parque
las ramas de los olmos conversan
                    en dialecto

Aparcamos las bicis
y hay un golpe de nieve
que levanta periódicos y grajos

en la sala de cine como a un refugio entramos
con aire de seguirnos la secreta

pasamos la tarde viendo películas
subtituladas
                        en sueco



DOS APUNTES HOLANDESES

I

UTRECHT

Afuera
la lluvia escribe a lápiz confusos telegramas
metáforas oblicuas
que las esquinas sucias quizá entienden

Afuera
la niebla bergsoniana que siempre he perseguido
y ese frío del alma
que es cuenta y es razón de lo que es mío

Afuera
la luz de una farola emborrona el visillo


II

BERGEN-OP-ZOOM

Los puentes amarillos
a través del pictograma de la lluvia
en los cristales del tren

Todo se desvanece
bajo el arco convexo de mis gafas
se emborrona

como si un ángel
borrara con sus alas
algo que estuviera mal escrito



BERNA

Yo ya no era yo, era otro, y precisamente
por eso era otra vez yo.
Robert Walser


Aquí la nieve es rosa

Al caminar pisamos
como hileras de versos
                      nunca escritos
el gastado misterio
de una vida extraviada entre los bosques

El frío del viaje
nos caló hasta los huesos

toscamente nos salvan
                      unas líneas de Walser



BRESCIA

Modernos argonautas
después del laberinto de callejas

en esta ciudad de trenes de suburbio

                      amarillos
                      como perros de posguerra

Hay coches que meditan
junto a las chimeneas enigmáticas

y nos dicen
                      que estar equivocados
                      ya no basta 



ESTOCOLMO

Es la vileza

Es la tela de saco de la niña
que escuchaba una voz
                       sin comprenderla

Es la que siempre vuelve

la que aplasta las flores de azafrán
como un tanque sonámbulo
que avanza

                       por los arcenes turbios
                       del invierno 




FLASHBACK




1974

Destruir al hombre es difícil, casi tanto como
crearlo; no ha sido fácil, no ha sido breve,
pero lo habéis conseguido, alemanes.
Primo Levi

Aquel año pusimos papel pintado en casa
y mi padre compró un Simca 1200
y una nevera portátil
                      para salir al campo

En verano
fuimos de vacaciones a Torremolinos

Fue el año del Mundial

Mi padre y yo lo vimos por la tele
acérrimos fanáticos de la Holanda de Cruyff

Fue el año en que perdimos el Mundial

el año en que Alemania
le metió un par de goles a todos nuestros sueños

                      en blanco y negro
                      y por la escuadra


Poemas escritos a lápiz

Emilio Quintana
Los Papeles del Sitio, Sevilla, 2012


Por JOSÉ CEREIJO

Alejado de España desde hace años (actualmente trabaja en el Instituto Cervantes de Estocolmo), Emilio Quintana no lo está sin embargo de la poesía, aunque aquí apenas hayan llegado muestras de su labor reciente. La más importante es, con mucho, este breve libro, Poemas escritos a lápiz, aparecido en 2012 en las muy meritorias ediciones de “Los Papeles del Sitio”, cuidadísimo y casi (o sin casi) artesanal empeño que no tiene otro defecto, si éste lo es, que lo corto de sus tiradas, verdaderos libros de coleccionista. 

Con todo, el hecho es que el último libro exento aparecido como tal entre nosotros, con anterioridad a éste, había sido El mal poeta, publicado en 1995. Son muchos años, como se ve. Y es una verdadera lástima, porque su poesía merece ciertamente una difusión mucho mayor, y una presencia entre nosotros que hace demasiado tiempo que no tiene. El resultado es que la imagen que el lector atento pueda tener de su poesía es fundamentalmente la de aquel libro de la colección granadina “La Veleta”.

Y el problema es que no se trata sólo de una imagen ya lejana en el tiempo, sino también, a estas alturas, un tanto distorsionada. Emilio Quintana ha seguido desde entonces, como decíamos, escribiendo versos, y su escritura madurando, acendrándose. Los poemas (relativamente) largos y narrativos de entonces son aquí breves apuntes aparentemente impresionistas, escritos por alguien que, en sus propias palabras, siempre es “el que está del otro lado de la ventana”. Pero también dice (en la misma corta pero sustanciosa nota que abre el volumen) que “los temas de la poesía son la identidad, la esencia fantasmal de lo real y los mecanismos que rigen el destino. El resto es literatura”. Una afirmación que, como se ve, subraya no la fugacidad de la impresión y lo que en ella pueda haber de individual y contingente, sino su sentido hondo, su alcance (como podríamos llamarle) metafísico.

Es, por ejemplo, significativo que, teniendo casi todos los poemas un título que hace referencia a un lugar concreto (todos ellos, nombres de ciudades europeas), no haya de hecho en su texto nada que no pudiera haber ocurrido, o no ocurrido, en otro sitio. No son, en ningún sentido reconocible de la expresión, “apuntes de viaje”, sino meditaciones destiladas, esenciales, sobre la naturaleza del vivir, expresadas en un lenguaje escueto y poderosamente sugestivo.

No se nos transmite pues un relato de lo que en tales lugares pudo suceder, sino la anotación de un hecho íntimo que los tiene solamente como marco ocasional. Aquí cabría recordar que, según los conocidos versos de Archibald MacLeish, “un poema no debe significar, / sino ser”. Es la vivencia interior del suceso, y su posible alcance general dentro de la experiencia del vivir, lo que estos breves poemas aspiran en general a transmitirnos. No se entienda, sin embargo, que encontraremos en ellos afirmaciones de naturaleza más o menos filosófica: encierran, como decíamos, un destilado de las vivencias a que aluden, no una abstracción más o menos significativa.

De acuerdo con la “esencia fantasmal” a que antes aludíamos, la materia de que están hechos es neblinosa: “todo se desvanece… se emborrona”, leemos; se repiten términos como “indescifrable”, “inseguro”, “confuso” o “enigmático”. Las dos únicas veces, por ejemplo, que aparece en el libro la palabra “verdad”, es una verdad “escondida”: “al fondo de esta tumba / se esconde una verdad / más viva que yo mismo”. El vivir, la entera realidad, son entendidos pues como enigma, un enigma del que acaso sólo la muerte tenga la clave.

En resumen, quien hace quince o veinte años decía al escribir versos hacer “anotaciones al margen de ese álbum de fotos que es la vida”, no ha cambiado aquí sustancialmente esa postura frente a ella; pero ahora, en posesión de un saber y una madurez vital que entonces no tenía, no la ve ya como un “álbum de fotos”; lo que entonces hubiera de anecdótico ha perdido significación, al ser dueño el autor de una perspectiva que le permite ver, por detrás o más allá de cada “foto” aislada, su posible sentido general, o más bien la ausencia o la problematicidad actual de ese sentido. Y es desde esta perspectiva, y desde la mirada abarcadora que conlleva, desde donde están escritos estos poemas breves y esenciales, que abren al misterio y a la significación plural unos hechos antes mucho más centrados en su sentido y alcance inmediatos.

La ausencia de respuestas precisas procede por tanto de un conocimiento al tiempo más íntimo y más abarcador de aquello que se cuestiona. Y la humildad de lo escrito “a lápiz” (y, por tanto, susceptible de ser fácilmente borrado, o rectificado), de una comprensión más honda de la naturaleza compleja y móvil de una realidad a la que es ya difícil, acaso imposible, reducir a impresiones o detalles concretos. De una realidad a la que, por haberse hecho evidente su naturaleza viva y cambiante, no cabe ya apresar en “fotografías” (con lo que éstas tienen de fijo, de definido y constatable), sino únicamente seguir a través de una escritura que, como ella, ha de volverse tentativa y fluida, limitarse a proponer indicaciones que, sin embargo, tienen un alcance y una hondura claramente mayores que las constataciones inmediatas de antes.

Quizá pudiera entenderse en este sentido la idea del autor de ir reuniendo todo su trabajo poético bajo el título general de “Las leyes de la herencia”. Pues se trata ahora de apuntar no tanto, como decíamos, a la vivencia concreta, sino a lo que ésta tiene de generalizable, de significativo de unas constantes (“leyes”) humanas que a su vez se integran en el proceso mayor de la sucesión de las generaciones (“herencia”), ya que lo que la mirada poética puede abarcar ahora desde aquella “ventana” de la que hablábamos es ya una variada y amplia colección de experiencias que le permiten dirigirse a lo que de sustancial hay en ellas, a lo que posiblemente puedan tener de revelador de la entera condición humana. Desde una actitud, en efecto, tentativa y humilde, estos “Poemas escritos a lápiz” lo están porque el campo abarcado por ellos es mucho mayor que el que recogían las “fotografías” de hace años. Y porque incluyen esa condición dinámica y fluida que es propia del humano vivir, incluso si lo miramos ya no desde la perspectiva puramente individual, sino desde la general del hombre, sucediéndose en el tiempo y a la búsqueda de un sentido último que, como decíamos, quizá sólo la muerte pueda entregar completo.






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TANYA DAVIS [19.467]

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TANYA DAVIS

Tanya Davis es una escritora, poeta y cantante canadiense que vive en Halifax, NS. Actualmente está aprendiendo a hacer nuevos sonidos mientras escribe nuevas canciones, poemas y programas teatrales. 

Desde que irrumpió en la escena de la música y las artes de Halifax en 2006, Tanya ha cosechado elogios de la industria, el público y compañeros por igual, a la vez que ha construido un curriculum vitae impresionante de su trabajo artístico y logros. Con 3 álbumes, dos libros, numerosas colaboraciones, y un sinfín de actuaciones, se ha forjado nuevos caminos en el campo de las posibilidades creativas. Su libro-video de poemas HOW TO BE ALONE Publication Date: Oct. 11 2013 by Harper Collins - una colaboración con el cineasta Andrea Dorfman - ha tenido más de 6 millones de visitas en youtube, atrayendo la atención de medios internacionales y bloggers, un contrato de edición con Harper Collins, y nuevos fans en todo el mundo. Ella viaja regularmente como poeta, músico y oradora público y fue en 2011/12 poeta laureada de Halifax.

Conocida por su voz suave, su cadencia musical, y convincente con las palabras, Tanya ha sabido llevar la poesía a lugares insospechados, la fusión de la lengua poderosa y sencilla con un deseo de explorar y articular, la experiencia humana. 

Con una creciente colección de obras, una pasión por la expresión, y la voluntad de abrir y cambiar, Tania continúa desarrollándose como artista y creadora. 




Cómo estar solo: HOW TO BE ALONE, (2010)

Tanya Davis


Si es la primera vez que estás solo, ten paciencia. Si no estás acostumbrado o ya has estado solo antes pero no te sentías bien, tendrás que esperar un poco. Al final verás que la soledad no es mala, si la aceptas y te fundes con ella.

Se puede empezar por los lugares más aptos, el cuarto de baño, el café, la biblioteca. Lugares en que es posible sentarse y leer el periódico, en que es posible obtener la dosis necesaria de cafeína, y sentarse y quedarse allí. Lugares en que es posible perderse en el laberinto de las estanterías y sentir el olor de los libros. Allí se está a salvo, pues nadie espera que hables.

También está el gimnasio. Si eres tímido puedes concentrarte en los espejos, y ponerte los auriculares.

Y luego está el transporte público, porque todo el mundo tiene que ir a alguna parte.

Y la oración y la meditación. A nadie le va a extrañar que te apartes contigo mismo buscando un poco de paz y redención.

Empieza por las cosas simples. Cosas que ya tenías de antes, cuando tu vida consistía en intentar no estar solo.

La barra de la cafetería. Allí estarás rodeado de “chow-downers”. Gente que trabaja y solo dispone de una hora para comer, con sus mujeres que trabajan en la ciudad; gente que, por tanto, está tan sola como tú. Resiste la tentación de estar pegado al móvil mientras tanto. 

Cuando le hayas pillado el gusto a tomar el almuerzo y luego irte, invítate a ti mismo a cenar fuera. En un restaurante con manteles de hilo y vajilla de plata. A la gente le intriga ver a una persona sola tomándose el postre y rebañando la nata del plato con el dedo. De hecho, algunas de las personas sentadas en las mesas repletas estarían encantadas de estar en tu lugar.

Ve al cine. Allí se está tranquilo y en la oscuridad. Solo en tu butaca, en medio de un montón de gente que después se irá marchando.

Y luego, vete a bailar a un club donde nadie te conozca. Quédate fuera de la pista hasta que las luces te vayan convenciendo para entrar, y la música se te revele. Baila cuando nadie te vea… porque lo más probable es que nadie te esté mirando. Y si lo hacen, piensa que es con la mejor de las intenciones. Después de todo, la forma en que los cuerpos se mueven con el ritmo es algo hermoso y conmovedor. Baila hasta que estés sudando, hasta que las gotas de sudor te hagan pensar que la vida es bella, baila hasta que el sudor se deslice por tu espalda como un arroyo de bendiciones.

Ve solo al bosque; los árboles y las ardillas estarán muy atentos a tus pasos. Visita ciudades que no conoces, deambula por sus calles, allí siempre hay estatuas con las que hablar y bancos para sentarse y conocer a otra gente con la que compartir un poco de existencia, aunque sea un minuto. Esos momentos pueden ser reveladores, esas conversaciones en bancos solitarios que nunca habrían existido si tú no hubieras estado allí.

La sociedad tiene miedo de la soledad. Ya se sabe, los corazones solitarios se consumen en los sótanos, vas a tener problemas si, después de un tiempo, nadie quiere salir contigo. Pero estar solo es ser libre, respirar más ligero y ampliamente; la soledad solo se cura estando solo.

Podrías levantarte, dejarte envolver por la masa o dejarte llevar por la mano de una pareja, veros a ambos cada vez más lejos en la busca sin fin de compañía. Pero no hay nadie en tu mente y por ahora es el momento de traducir tus pensamientos, para que no se pierda su esencia o tal vez tan solo para seguir adelante.

Puede que el interés esté en amarse a uno mismo, puede que todas esas frases cursis que nos acompañaron de preescolar a secundaria no fueran más que formas de mantener a raya la soledad. Porque si eres feliz contigo mismo, eso significa que la soledad es tu bendición y que estar solo está bien.

Está bien si nadie piensa como tú. Toda experiencia es única, nadie tiene la misma sinapsis, nadie puede pensar como tú, no te preocupes por eso, mantén a tu alcance todas las cosas mágicas e interesantes de la vida.

Y eso no significa que no estés conectado, no quiere decir que la comunidad no esté presente, significa tan solo que tu punto de vista es el de una persona que está consigo misma, con lo que eso conlleva.

Calla y respeta el silencio. Si ejercitas un arte que requiere de práctica, no lo descuides. Si tu familia no te entiende, o no te van las sectas religiosas, que eso no te quite el sueño.

Puedes estar en un momento rodeado si hace falta.

Si tienes el corazón roto, sácale el mejor partido.

Hay calor en el hielo, da de ello testimonio.

[Traducción de Emilio Quintana]


Moon gives homily

You make impression upon me
I am soft ground
you tread firm, lightly
I am fern, you are heavy drop rain
stay on me

while moon gives homily
translates nature in one long silence
explains beyond language the teachings of godliness
words are for humans
moon sheds light on all of this
and us.

You are riveting dream I try not to interpret
except I am searcher
and you are pharos throwing light to gesture
come over, come closer
(that’s what I gather
’cause it’s what I hope for).

You gleam like moonbeams over the city
not for me only, of course
I drift, unsure but on course
your prints are on my inside body,
shining discourse I am beholden to.

I am bowing, boldly
you roll over me, softly
making impression upon me
while simply shining from your perch up in the sky.


Ravish your lover while you still love her

(this poem is for my lovers who were once the suns in my skies: i am sorry that i never ravished you enough and that there is nothing to be done about the passing of time)

Remember your lovers
but, especially, don’t forget them, while they are in your bedroom
with their hair disheveled and their clothes strewn.
notice them as they stand before you
as there they lie,
tell them that you’re touched a thousand times
of every inch take a picture with your unabashed eye
because this will change, as pictures fade, so does love die

Smell your lovers, their wide open skin
like bare shoulders, before toast, in the morning
pheromones will be what you don’t know you miss
when you’re standing beside ex’s
feeling suddenly nostalgic.
Could be soap, could be freshly-washed clothes
most likely it’s the mix of hidden chemicals,
the silent scent
that perfumers will never get
but you will remember it
long after love goes

so hold your lovers close
as you are drifting off, sharing oxygen and oxytocin both
memorize the napes of their necks, the crooks of their wrists, the way their breathing
rises and falls
knees get cuddled only in one kind of spot
and they will miss this once the spoon is gone
like you will miss the puzzle when you don’t get to be a part.
And, so, while you are
with your limbs entangled in ways that warm your heart
remember to notice it
so that the last night doesn’t go by without you noticing
and only in the sunshine do you know these things
while you pine for one more chance to lay with your loved one when night is falling

This is a plea, mostly for me, so I may remember next time I am to be a puzzle piece
also, it is for the lovers I have held and known
who have been my comforts
as well as my abrasions
I remember the days our skin was first waking
and the love we made then
like we were scorched earth
and it was raining.





Subtlety

Subtlety was never my specialty
and so…
without much thought to consequence i showed my heart and soul to many
i left little guessing
i was that book lying open, in full view, unprotected
some people told me i should close it up
at least, choose more carefully which pages to show
maybe don’t expose so much
apparently
there is an appropriate amount of sharing and I over do it
people are only comfortable up to a certain point and yet
i go right through it

well, maybe i missed the training
that day they went over closed book and open book and how much was too much information
or else, i was there, but the lesson must have lost me
’cause i thought its elements were slightly off and how could they possibly
be the same for us all

these days i am trying to find a fine balance with this
give people a view of my sincere self while keeping some things concealed within

’cause i was told that i should
and i’m curious to see what it might get me and i’m hoping it could be something good
like improved defences
or a heart less tormented
’cause if i didn’t let as many people in it to begin with
i would be less likely to be injured when they left it

if i could be more subtle no one would know when i was broken
as it stands right now though, i tend to break right open
spill out over coffee shop tables
try not to be noticed by the other patrons
’cause people don’t like to see random strangers crying, it makes them anxious
if i could be more subtle i wouldn’t make anybody anxious

i wouldn’t make them order their coffees to take away ’cause they were afraid if they got them to stay i would ask to borrow their hankies
no, i would be normal – meaning discreet – and this would be sort of amazing

but, subtlety wasn’t ever my specialty and maybe it’s gonna be hard to suddenly start changing
holding people away
knowing when to keep ’em out and when to bring ’em close and how to differentiate
anyway,
i want people to know me
this means the whole me, the true soul and all the many parts of me
the fragile and the tortured and the happy human heart in me
and so, subtlety… is just never gonna be… my specialty.




Kingdom of Reasons

I will drink red wine
like blood
with the poets
twinkling upon pianos
and tinkling on snow
it’s going to be ravenous and bold
smut is made up of all sorts of moments

the staff are going home
it’s the weekend jesus died
supposedly
churches are full
priests banking on a reprise
hopefully
preachers holding breath
nuns diverting eyes
people in the pews daydreaming about sex and death
like any other night

and outside
we light small fires
hope for wildlife
to saunter by

on nature’s kneeler I pray for dignity when I die
like a fight with an animal stronger, more gracious than I

Tonight, the full moon will shine
there’s been courtesies to hide behind
but my grip weakens
so then, heathens
here are my desires:

take me outside
chain me, hard, but kind
make me drunk on lust and wine
on plants, on love, on squandered time

I pine, just like these trees
reach my limbs to touch the seas
put me down upon my knees
where jesus can scold me with a swath of palm leaves

turn me new
then turn me over
the older I grow my urges get bolder
and I get closer to small things I hoped for
so, when I told her I would hold her
with my actual strength
I meant it
and I am no small woman

her defences are up
but her chin is quivering
and when she erupts
it’s my tongue swimming
her musk delivers me
and I must make her see
nothing but this for a minute
and I can
and I do

and my chest is broad enough
to pin her while I move
upon her thighs I find my groove
I find my groove a place to ride
so that I, too,
can come from the inside and howl to the moon

tonight, in the mountains I’m howling for you
you wild cat creeping powerful and smooth
just out of my view
you blood wine and poets
you trees and mythic jesus
come closer
come over
I’m down on my knees
there’s a kingdom of reasons.















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LOGAN PEARSALL SMITH [19.468]

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Logan Pearsall Smith

Logan Pearsall Smith (18 octubre de 1865 – 2 marzo de 1946) fue un poeta, ensayista y crítico estadounidense.

Smith nació en Millville, Nueva Jersey, en una familia cuáquera. Era hijo de Robert Pearsall Smith y Hannah Whitall Smith. La familia paterna había amasado una considerable fortuna en el negocio del cristal. Pasó algunos años de su infancia en Inglaterra y, ya de vuelta en los Estados Unidos, estudió en Haverford College y en Harvard College; en su autobiografía de 1938 habla de su relación con Walt Whitman al final de la vida del poeta. Más tarde, Smith estudió en el Balliol College de la Universidad de Oxford, graduándose en 1891. Terminó por establecerse en Inglaterra y adquirió la nacionalidad británica en 1913.

Smith es conocido por sus aforismos y epigramas, que fue recogiendo en las sucesivas ediciones de Trivia. Autor también de Words and Idioms, que lo convirtió en una autoridad en el uso correcto de la lengua inglesa. En 1938 publicó su autobiografía con el título de Unforgotten Years. Acusa la influencia de Walter Pater. Mantuvo amistad con Desmond MacCarthy, John Russell, R. C. Trevelyan, y Hugh Trevor-Roper. Smith es el principal modelo para el personaje de Nick Greene / Sir Nicholas Greene en la novela Orlando de Virginia Woolf.

Su hermana Alys fue la primera esposa del filósofo Bertrand Russell, y su hermana Mary se casó con el historiador del arte Bernard Berenson.

Hay una edición completa en español de toda su obra aforística y poética: Todas las trivialidades (Trabe, 2010). Traducción de Héctor Blanco Uría. Introducción de Emilio Quintana.

Obras

1895. The Youth of Parnassus, and other stories
1902. Trivia
1907. The Life and Letters of Sir Henry Wotton. Biography
1909. Songs and Sonnets
1912. The English Language
1919. A Treasury of English Prose
1920. Little Essays Drawn From The Writings Of George Santayana
1920 (ed.). Donne's Sermons: Selected Passages with an Essay
1920. Stories from the Old Testament retold. Hogarth Press
1921. More Trivia
1923. English Idioms
1925. Words and Idioms
1927. The Prospects of Literature. Hogarth Press
1930 (ed.) The Golden Grove: Selected Passages From The Sermons and Writings of Jeremy Taylor
1931. Afterthoughts
1933. All Trivia. Collection
1933. Last Words
1933. On Reading Shakespeare
1936. Fine Writing
1937. Reperusals & Recollections
1938. Unforgotten Years
1940. Milton and His Modern Critics
1943. A Treasury Of English Aphorisms
1949 (ed.). A Religious Rebel: The Letters of "H.W.S." (Mrs. Pearsall Smith). Published in the USA as Philadelphia Quaker, The Letters of Hannah Whitall Smith
1949 (ed.). The Golden Shakespeare
1972. Four Words. Romantic, Originality, Creative, Genius
1982. Saved from the Salvage. With a Memoir of the Author by Cyril Connolly
1989 (Edward Burman, ed.) Logan Pearsall Smith. Anthology.

Traducciones al español

2010. Todas las trivialidades (Trabe, 2010). Traducción de Héctor Blanco Uría. Introducción de Emilio Quintana.




POEMA

El otro día, agobiado en el metro, busqué animarme con el pensamiento de las alegrías reservadas a la vida humana. Pero no hubo ninguna que me pareciera digna del menor interés; ni el Vino, ni la Gloria; ni la Amistad ni la Comida; ni el Amor ni la Conciencia de la Virtud. ¿Valía la pena entonces quedarse hasta el final en este ascensor, y subir a un mundo que no tenía nada menos usado que ofrecerme?

Pero, de pronto, pensé en la Lectura, en la fina y sutil felicidad de la Lectura. Era bastante esa alegría que los años no pueden debilitar, ese vicio refinado e impune, esa egoísta, serena y duradera embriaguez.




TODAS LAS TRIVIALIDADES, de Logan Pearsall Smith


La gente dice que lo importante es vivir, pero yo prefiero leer

*

Cuidado si pierdes tu tiempo libre. Estás perdiendo el alma.

*
Un best-seller es el sepulcro dorado de un talento mediocre.

*

Lo que me gusta de un buen escritor no es lo que dice, sino lo que susurra.

*

La infatigable búsqueda de una perfección inalcanzable (incluso aunque no sea más que aporrear las teclas de un viejo piano) es lo único que le da sentido a nuestra vida en este planeta.

*

La prueba por una vocación es el amor por la rutina que comporta.

*

Las musas son vírgenes vengativas, que se vengan, inexorablemente, de aquellos que se cansan de sus encantos.

*

El gran arte de la escritura consiste en hacer a las personas reales ante sí mismas mediante las palabras.

*

El estilo es una varita mágica: todo lo que toca lo convierte en oro.

*

Las palabras de los poetas tienen alas: ellos suben flotando sobre ellas las escaleras de los palacios.

*

Los buenos escritores deberían buscarle los cinco pies al gato juntos y, sentados los unos al lado de los otros, como amistosos simios, despiojar mutuamente su prosa.

*

La idea de ganar dinero con un libro de gran éxito popular y luego retirarse con los beneficios a escribir literatura seria, ésa es una de las trampas más habituales que el diablo tiende a los escritores.

*

Gracias a Dios, el sol se ha metido, y yo no tengo que salir y disfrutarlo.

*

En la vida, hay que emprender dos tareas esenciales: conseguir lo que uno quiere y disfrutar con ello. Sin embargo, solo los más sabios logran lo segundo.

Todas las trivialidades, trad. de Héctor Blanco, Oviedo, Trabe, 2010.



En el jardín de sir Logan Pearsall Smith

¡Qué aburrido levantarse por la mañana siendo siempre la misma persona!

... Entonces pensé en la lectura, la hermosa y discreta felicidad de leer. Eso fue bastante: esa alegría no empañada por la edad, ese refinado vicio impune, esa egoísta y serena embriaguez de por vida.

Hay dos objetivos en esta vida: primero, conseguir lo que se desea; y una vez conseguido, disfrutar de ello. Solo los más sabios logran lo segundo.

¡Qué lleno está el mundo de ángeles caídos!

Cuidado si pierdes el tiempo libre. Estás perdiendo el alma.

Lo que me gusta de un buen escritor no es lo que dice, sino lo que susurra.

¡Qué farsantes, que afirmamos vivr por la belleza y no vemos nunca el amanecer.

La gente dice que lo importante es vivir, pero yo prefiero leer.

No pido demasiado; mis esperanzas para mis últimos años no son desmesuradas. En enero (como un viejo ateo francés al que he leído) comienzo a pensar en la temporada de las fresas, y cuando esta se acaba, espero con ilusión los melocotones maduros de agosto.




Apariencia y realidad

Es agradable salir por la mañana a pasear por las calles bajo el sol del verano.

 ¿Pero está bien?

No me preocupan demasiado estas cuestiones, las viejas adivinanzas de la ética y la filosofía, que merodean por las esquinas de Londres para asaltarme. Me he acostumbrado a ellas, y la más imponente de todas, la mayor obsesión de la metafísica, el problema que desconcierta a las mentes más sabias de este planeta, se ha convertido en mi frecuente compañera. ¿Qué es la realidad? Casi a diario me pregunto: ¿cómo existe el mundo, materializado en el aire, independientemente del hecho de que yo lo esté viendo? ¿Este espectáculo de calles y cielos, de paseantes y duras aceras, no es nada más que una mera hipótesis, un producto de la mente, o sigue allí, permanente y majestuoso, cuando dejo de mirarlo?
   
A menudo, mientras camino por Piccadilly o Bond Street, me deleito con la noción berkeleyana de que la materia no tiene existencia, que este mundo aparentemente tan sólido es todo idea, todo apariencia. Que viajo suavemente por el espacio en el interior de una inmensa burbuja de pensamiento, un flotante y diáfano sueño de color del ópalo.

Todas las trivialidades. Oviedo: Trabe, 2010, pág. 51



Éxito social

   
El criado me dio el abrigo y el sombrero y, borracho de satisfacción, salí a la calle, donde ya se había hecho de noche. "Una tarde deliciosa", pensé, "con una gente de lo más simpática. Les impresionaron mis comentarios sobre finanzas y filosofía, y cómo se rieron cuando imité el chillido de un cerdo",
   
Pero poco después musitaba "Dios, es horrible, me quiero morir".

(De Todas las trivialidades).



Las trivialidades de Logan Pearsall Smith
Por Emilio Quintana

Logan Pearsall Smith (Millville, New Jersey, 18 octubre 1865 – Londres, 2 marzo 1946) nació en una familia cuáquera de la zona de Filadelfia en la que abundaban los escritores y los predicadores. A pesar del peso de la figura del padre, la casa era una especie de matriarcado religioso en el que Logan era el único hijo varón y se hacía llamar, volterianamente, Ye Cynic ("El Cínico").

En cierto modo misógino, no se casó jamás, al contrario que sus dos hermanas: Alys, con el filósofo Bertrand Russell, y Mary, con el historiador del arte Bernard Berenson. O quizá sí se casó: con Europa, su cultura y su forma civilizada de vida.

Todavía en los Estados Unidos, estudió en Haverford College y durante un año en Harvard College, se hizo amigo de Whitman poco antes de que muriera (lo cuenta en algunas cartas y en su autobiografía: Unforgotten Years, 1938) y, cuando la familia se trasladó a Inglaterra, acabó graduándose en el Balliol College de Oxford. A partir de entonces no salió de Europa: adquirió la nacionalidad británica en 1913 y llevó una vida bastante rutinaria entre su imponente casa del barrio londinense de Chelsea y Big Chilling, una mansión estilo Tudor en plena campiña, provista de una impresionante biblioteca. Entre sus autores favoritos estaban Bossuet, Catulo, Carlyle, Pascal, Ovidio...

Es conocida su afirmación borgiana: "People say that life is the thing, but I prefer reading".

Logan Pearsall Smith nunca tuvo la pretensión de considerarse un escritor importante, pero trabajó de forma continua y minuciosa en los temas que más le interesaban: unas anotaciones inesperadamente inteligentes y hermosas que llamó "trivialidades" y su devoción por la lengua inglesa. Fue un outsider, un espectador, un flâneur, siempre al margen de la corriente de la vida, sin otra guía que la elegancia, el sentido común y la buena fe.

Era alto, encorvado como una caña y con un rostro agudo, miope y aguileño. Hasta cumplidos los cincuenta no tuvo una posición económica desahogada (vivía con 300 libras al año), pero entonces ejerció el mecenazgo al tomar como secretarios a jóvenes de talento, como Cyril Connolly, que siempre le estuvo agradecido por ello y sobre el que ejerció gran influencia. La crítica ha señalado la huella de Logan en el Orlando de Virginia Woolf, que al parecer lo retrató como Nick Greene/Sir Nicholas Greene (Whitworth, Review of English Studies, 2004), algo que no extraña, ya que Orlando (traducido por Borges al castellano) es un roman à clef por el que pululan muchos de los literatos ingleses de la época.   

Este libro impecablemente traducido por Héctor Blanco Uría recoge la totalidad de sus prosas poéticas, epigramas y aforismos, es decir, All Trivia, una obra que descubrí en los años 80 en alguna página de Valéry Larbaud y que siempre me ha acompañado desde entonces. Recuerdo vagamente haber traducido en aquella época algunas trivialidades que se publicaron en un par de revistas de provincia y en la antología Poesía inglesa del siglo XX editada por García Martín en Llibros del Pexe (1993).

Los textos de Trivia empieza a redactarlos muy pronto, pero la primera vez que los publica –300 ejemplares a su costa– es en 1902. Tiene 37 años y el libro cosecha un rotundo fracaso. La decepción le dura varios años, hasta que decide sacar una nueva edición corregida y aumentada en la editorial Doubleday (1918). Más tarde publicará More Trivia (1922), se dedicará al aforismo con Afterthoughts (1931) y acabará recogiendo todo ese material en 1933 en dos libros: All Trivia y Last Words. Esta obra, que fue paciente y lentamente elaborada durante años, es hoy una obra de culto y sus ensayos en miniatura, frágiles, impecablemente cortados y extravagantes, tienen un puñado de incondicionales que los consideran, que los consideramos, parte de sus, de nuestras vidas. Los devotos de Logan estamos dispuestos a pagar 1,59 euros por bajarnos una aplicación al iPhone llamada Logan Pearsall Smith Quotes, o nos agrupamos en torno a cierta hermandad secreta de aire stevensoniano de la que tan sólo diré el nombre: Suicide Club.

El gran amor de Logan Pearsall Smith fue la lengua inglesa, de la que fue "árbitro de elegancia"–estiloso pero no amanerado, sin pedantería–. Estos libros –así como los ensayos de crítica literaria– tienen menos interés para el lector común, pero hay uno que sigue conservando toda su esplendorosa y excéntrica poesía: Four Words. Romantic, Originality, Creative, Genius (1924). Como diría Juan Bonilla, ese lo tengo en mi biblioteca, y recuerdo haber comprado también la primera edición de Unforgotten Years (Clarendon, 1938), que es una obra seguramente llena de falsedades pero muy entretenida.

Logan Pearsall Smith fue un hombre rutinario y un escritor aficionado, una especie de Larbaud anglosajón, un hombre de letras solitario y maniático que afirmaba que el sexo y la religión eran dos placeres absurdos pero deliciosos. Fue escéptico y romántico hasta el final, y nunca se libró de ser un maniaco-depresivo que pasaba de la euforia al fatalismo en un instante, algo que apenas se trasluce en su literatura pero que está presente en su correspondencia, inusualmente histérica en algunos momentos. Tanto en sus maneras como en su obra combinó ironía y discreción, y tuvo la rara habilidad de verter mercurio en copas de champán con un estilo impecable. Vivió la vida como le dio la gana, los inviernos en Venecia, marzo y abril en Settignano, un par de semanas encerrado en la biblioteca del Museo Británico, el resto del tiempo entre la casa de Chelsea y la mansión de Sussex, a tiempo para ver florecer las buddleias. Fue un tipo políticamente incorrecto que para su fortuna murió cuando el mundo empezaba a castigar la libertad de vivir a su modo.

Por primera vez el lector español tiene la obra literaria completa de Logan Pearsall Smith entre las manos (dejando aparte la autobiografía). Esta fuente de placer inagotable viene además de la mano de Héctor Blanco Uría, que ha hecho una traducción imposible de mejorar, llena de aciertos y matices afortunados. Este libro es desde ya a joy forever.


LOGAN PEARSALL SMITH: TODAS LAS TRIVIALIDADES. Trabe (Oviedo), 2010, 197 páginas. Traducción de Héctor Blanco Uría.



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JOSEP ESTEVE RICO SOGORB [19.469]

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JOSEP ESTEVE RICO SOGORB

(Elche, 30-1-1965). Escritor bilingüe, poeta, historiador, periodista, crítico literario y blogger. Académico del Institut d’Estudis Valencians. Caballero del Insigne Capítulo de la Almoina de San Jorge (“Orde de Ballesters del Centenar de la Ploma”, Valencia). Presidente del Grup Cultural Ilicità 'Tonico Sansano'. Miembro de la Tertulia del Casino de Elche. Colaborador de la Secció de LLengua de la RACV. Ponente en varios congresos de filología y lingüística. Miembro de los grupos poéticos “Abril 2005”, “El Picudo Blanco” (del que es co-editor de su revista) y “Poetas del Mundo” (del que es Cónsul Comarcal). 

Ha publicado en valenciano los ensayos de investigación sobre historia de Elche “El Fondo i el Rec”, “Barraques, havaneres i nugolets”, “Resurrecció i Díes de Mona” (Colección “Nuestras Tradiciones” del Phace), galardonados con primeros y segundos premios. 

Redactor, corresponsal y columnista en varios periódicos impresos y digitales. Ha publicado poemas en numerosas revistas y antologías colectivas de España y del extranjero. Obtuvo el 2º premio nacional de poesía de Ediciones Atlantis y el accesit del certamen del centro de estudios poéticos.

Tiene editados los poemarios “Estas son nuestras ruinas” (Cuadernos para los amigos, Frutos del Tiempo, Elche), “Retalls per a un collage inacabat” (en valenciano, EVP 2000 Valencia), “Mieles al atardecer” (Editorial Seleer, Granada, 2014) y “Essencies” (en valenciano, Edicions Gom, Valencia). 

Participó en las colecciones poéticas “89 poemas para los 90” (Solara, Ediciones Inauditas) y “Primer Paso” (Abril 2005), ambos editados en Elche. Tras este poemario, ahora está trabajando en el próximo, pasando de la poesía amorosa a la de compromiso social, ya que será un libro de poemas cívicos de rebeldía, incorformismo e indignación contra las injusticias del sistema. 

Tiene pendiente de publicación un trabajo de investigación sobre la historia de los medios de comunicación en Elche con el que ganó el primer premio del concurso 'Café Marfil' en 2012.


APOCALIPSIS

Sueño que viajo por las estrellas a través de las épocas del Tiempo.
Sueño que visito planetas para testimoniar vidas recreando utopías inalcanzables
e inventando  ilusorias  fantasías.

Sueño cual Ulyses heroico que traspaso el umbral de la Física
para transmutar cuando arribe la Muerte.

Sueño que renacerán la Bondad y la Esperanza.

Sueño utopías, sueño Apocalipsis...
Sueño que sus Jinetes ya cabalgan en mi Memoria...



MÁRTIR

Soy un nómada del sentimiento que irascible golpea en las puertas
Soy un apátrida del amor que busca en las papeleras

Soy un huérfano del querer, maldito por siempre.
Soy un fugitivo que se oculta en la noche. ¡Pobre esclavo del sufrimiento!

Soy mártir errante atormentado atravesando los arenales de la Memoria.



NOCHE DE PURPURINA

Noche de purpurina estrellada, sudor, baile y piercing.
La purpurina pegada a tu bronceada piel y las carnes fundidas entre poros.

Un ritmo latino de acompasados pasos, un, dos, un dos.
Las manos estrechadas por el calor de nuestros cuerpos.

Tu purpurina no se rendía en la noche de música.
Se prodigaron los bailes de ropas sudorosas.
Noche de purpurina, piercing y pasión.
Más el frenético ritmo que nos poseyó alocadamente.

Tu purpurina destelleaba mil fulgores en tu rostro cálido e insinuante
Tu y yo entre el deseo o la utopía de una noche purpurinada.

Murieron los encuentros de baile y música con purpurina...



REGRESO AL INFIERNO

He buscado el cobijo de mis lágrimas
regresando a mi particular infierno,
ese que todos alguna vez llevamos dentro.

Anteayer me despedí de las caricias
que te daba al rozar tu cintura.

Y el amor se alejó de mí
vistiéndome de negro.

Me gusta el color negro
aún hoy, cuando sigo errante…



CONMIGO

Alguna vez soy yo mismo aquel que está conmigo.
Me reconozco sobre todo en las noches, cuando quedo solo.
Sé que en algún sitio estoy, que habito en alguna casa.
Sé que de algún lugar he llegado, que vine de cierto paraje perdido.

Soy uno, y sigo vivo. Tengo nombre y un número de teléfono que quizá sirva para algo
Para cada persona del mundo llega el inesperado frescor del frío invierno;
y esta helor que me aletarga es mi íntima, como muerte mental,
como licor y droga adormidera que me invade sin sombras.

Yo…, soy yo. Y alguna vez… ¿lo soy?
Otros muchos que llevo dentro, otros tantos que se incuban; en mí se adormecen.

Cuando miré fuera el corto día, y buscaba compañera en los polvorientos espejos;
te llamaba a ti, lejana consorte; signo mío, barro apretado, escarcha….

Soy solo yo, aquel que me domina,
“ese” que camina errante cansado de sí mismo y se reconoce pues, ajeno.
Aquel, que desconociéndole, le extraño a veces sin saber qué decirle.

Y soy yo, aquel que tan suyo, eternamente se queda conmigo para siempre…



LLORABAN TUS OJOS EN MI CONCIENCIA

He podido contemplar con asombro, al fin,
tus expresivos ojos de muchacho,
dándome cuenta de que tu mirada
me hablaba a gritos de los éxodos del alma
y de las hazañas de un héroe valeroso.

Y te pedí respuesta atisbándote
en la solitaria llanura del asolado sufrimiento.

Porque recorrías con tus pies doloridos de tanto andar,
los desérticos arenales del caluroso silencio;
aquellas dunas movedizas tan airadas por el viento de la guerra,
las que fueron en el pasado, campos de carnes sangrientas 
descuartizadas por las garras de los buitres
y basureros de olvidados restos metálicos esparcidos y oxidados
junto a los cadáveres de los ejércitos vencidos por la Muerte.



TUGURIO

En el tugurio de rameras, la soledad me atrapó lentamente,
tras recorrer callejones inmundos poblados de jovenzuelas impúdicas 
moviendo su lascivia al son de acordes desenfrenados.

Las putas, cubiertas de rimel y pinturas lujuriosas
se acercaron a libar mi cartera como sanguijuelas 
envolviéndome con sus brazos pecaminosos.

Con mi ira atrincheré a las furcias 
tras la barra prostituida de alcoholes y mercachifles monedas

Y me quedé solo con mi hombría...



LICOR, FRAMBUESA Y PIPERMINT

Tus labios mojados color frambuesa
en las tardes de licor y música.

Las horas incordiándonos y ese reloj 
que nos interrumpía, lamentablemente.

Tardes de menta y canciones de amor
Añoro morder tus labios de fresa.
Entre licor, frambuesa y pipermint.



DESEARÍA

Desearía fundirme en tu ser como un todo
para llenarte de mi esencia.

Desearía hacer de nuestros cuerpos
el más bello poema jamás escrito.

Desearía vivir intensamente
tu acto de amor,
tu entrega.

Que cada gesto, cada suspiro,
cada mirada,
sean el cielo.

Alcanzar el placer con ojos cerrados
y sentir tus húmedos besos.

Ser tuyo entero para hacernos trajes
de sudor y latidos.

Desearía que me vistieras de caricias,
de tactos, de lamidas
y vestirnos de pasión.

Hagamos de nuestros cuerpos
el más bello poema jamás escrito.



ESCULTURA

Llegaste sinuosamente  como se acercan los ríos al mar,
arrastrándote hacia mi cuerpo de adolescente imberbe.

Aquella noche te entregaste asustada, casi inexperta,
estremeciéndote entre lágrimas,
temblando llorabas y te dolías.

Yo te esculpí esa vez como el barro,
moldeándote de relámpagos y de orgasmos encadenados,
pintando tu sedosa piel con gamas y fulgores de arco iris.

Pude hacerte toda de nuevo.
Una y otra vez hasta cansarme.

Recrearte como una Venus de coral y fósiles
sumergida en el abismo de la pasión.

Sucedieron más noches serenas y limpias
esculpiéndonos mutuamente...



POEMÁNDOTE

Ansío escribir versos sobre tu piel
con la pluma del sudor de mis dedos
y la tinta de la saliva de mi lengua

Deseo poemar todo tu cuerpo
rimando tus suaves caderas
creando rimas en tus prietos senos
soneteando tu vientre con liricas apasionadas

Anhelo enversarte entera a besos
jugueteando con la métrica de tu pubis

Quiero consumar nuestro poema carnal
con la fuerza de mi rúbrica erecta.




DESPEDIDA (Y yo te lloré)

Yo te derramé mares de lágrimas en tu larga ausencia.
Te lloré tristezas infinitas en las noches desoladas.
Lamenté tu pérdida con angustia llorándote ríos y lagos sin cansancio.

Aullé desquiciado tu abandono vociferando tu nombre con rabia, 
pero jamás volviste.

Yo te lloré lágrimas de ríos, de mares y lagos inmerecidos
en tu larga ausencia...

        sé que no volverás.  




TUS MANOS

Tus manos,
ya no son aquellas manos jóvenes y carnosas
de suave piel aterciopelada.

Tus manos, 
ya no son aquellas manos mullidas y regordetas
de alargados dedos y carnes blandas.

Tus manos,
ya no poseen el tacto sutil de antaño
ni ofrecen aquel aspecto tierno de juventud.

Tus manos,
son ahora manos rugosas, manos nervudas,
son manos venosas y arrugadas.

Tus manos,
hoy son, manos marcadas con hondos surcos
por avatares de las desventuras e infortunios.

Tus manos,
ahora son, ásperas y agrietadas con escamas
desprendidas de tu piel laboriosa y sufrida.

Tus manos,
hoy, a cada tacto, me enseñan las sangrientas cicatrices
del doloroso trabajo acumulado.

Tus manos,
ahora y hoy, ya no lucen bellas y bonitas como antes
y el tacto de tus dedos dejó de ser meloso.

Tus manos, 
a pesar de todo, aún hoy y ahora, 
siguen siendo TUS MANOS.

Tus manos, 
aunque se les rasgue la piel a tiras o se abran en carne viva,
seguirán siendo tus manos.

Tus manos, 
aunque perduren los años y los sinsabores,
continuarán siendo tus manos.

Tus manos, 
son también mías y aunque estén rotas,
las seguiré acariciando.

Tus manos, 
me pertenecen, y aunque se muestren desgarradas
las continuaré besando.

Tus manos, 
las siento mías, y aunque las escondas
las seguiré estrechando.

Tus manos, 
que aún hoy siguen siendo tus manos,
continuaré por siempre amándolas.

Tus manos...



PERO SIGUEN SIENDO TUS MANOS…

Abismos, collados, fosas.
Barrancos, hondonadas, surcos.

Hoyos, agujeros, pozos.
Grietas, montañas, colinas.

Arrugas, despeñaderos, fallas.
Simas, cerros, cordilleras.

Precipicios, cataratas, cavernas.
Lomas, picos, cimas

Ásperas, amargas, rudas.
Toscas, agrietadas, sufridas.

Sangrantes, heridas, rotas.
Mutiladas, cortadas, agrestes.

Áridas, secas, rasposas.
Ensangrentadas, callosas, escamadas.

Endurecidas, doloridas, trabajadas.
Maltrechas, machacadas, laboriosas….

       pero siguen siendo tus manos…



11-M

Temo a los trenes que puedan portar 
mortíferas mochilas y fanáticos suicidas de largas barbas. 
Temo a las vías y a los raíles. 
Temo que las estaciones se inunden de sangre, sesos y metralla. 
Prefiero caminar por las avenidas. 
Quiero aferrarme a la Vida con los pies aunque las distancias 
y los destinos se alarguen           porque...        tengo el temor de aquel 11 de marzo...






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BLAISE PASCAL [19.470]

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Blaise Pascal

Blaise o Blas Pascal; Clermont-Ferrand, Francia, 1623 - París, 1662. Filósofo, físico y matemático francés. Genio precoz y de clara inteligencia, su entusiasmo juvenil por la ciencia se materializó en importantes y precursoras aportaciones a la física y a las matemáticas. En su madurez, sin embargo, se aproximó al jansenismo, y, frente al racionalismo imperante, emprendió la formulación de una filosofía de signo cristiano (truncada por su prematuro fallecimiento), en la que sobresalen especialmente sus reflexiones sobre la condición humana, de la que supo apreciar tanto su grandiosa dignidad como su mísera insignificancia.

Su madre falleció cuando él contaba tres años, a raíz de lo cual su padre se trasladó a París con su familia (1630). Fue un genio precoz a quien su padre inició muy pronto en la geometría e introdujo en el círculo de Mersenne, la Academia, a la que su progenitor pertenecía. Allí Pascal se familiarizó con las ideas de Girard Desargues y en 1640 redactó su Ensayo sobre las cónicas (Essai pour les coniques), que contenía lo que hoy se conoce como teorema del hexágono de Pascal.

La designación de su padre como comisario del impuesto real supuso el traslado a Ruán, donde Pascal desarrolló un nuevo interés por el diseño y la construcción de una máquina aritmética para facilitarle el trabajo a su padre. La máquina, que sería llamada Pascaline, era capaz de efectuar sumas y restas con simples movimientos de unas ruedecitas metálicas situadas en la parte delantera; las soluciones aparecían en unas ventanas situadas en la parte superior. Se conservan todavía varios ejemplares del modelo que ideó, algunos de cuyos principios se utilizaron luego en las modernas calculadoras mecánicas.

En Ruán comenzó Pascal a interesarse también por la física, en especial por la hidrostática, y emprendió sus primeras experiencias sobre el vacío; intervino en la polémica en torno a la existencia del horror vacui en la naturaleza y realizó importantes experimentos (en especial el de Puy de Dôme en 1647) en apoyo de la explicación dada por Torricelli al funcionamiento del barómetro.

Entretanto, en 1645 había abrazado el jansenismo, un movimiento reformista católico que, basándose en la doctrina de San Agustín sobre la gracia y el pecado original, propugnaba un mayor rigorismo moral. Una enfermedad indujo a Pascal a regresar a París en el verano de 1647. Los médicos le aconsejaron distracción e inició un período mundano que terminó con su experiencia mística del 23 de noviembre de 1654, su segunda conversión; convencido de que el camino hacia Dios estaba en el cristianismo y no en la filosofía, Blaise Pascal suspendió su trabajo científico casi por completo.

Pocos meses antes, como testimonia su correspondencia con Fermat, se había ocupado de las propiedades del triángulo aritmético hoy llamado de Pascal y que da los coeficientes de los desarrollos de las sucesivas potencias de un binomio; su tratamiento de dicho triángulo en términos de una «geometría del azar» convirtió a Pascal en uno de los fundadores del cálculo matemático de probabilidades.

En 1658, al parecer con el objeto de olvidarse de un dolor de muelas, Pascal elaboró su estudio de la cicloide, que resultó un importante estímulo en el desarrollo del cálculo diferencial. Desde 1655 frecuentó el más importante centro jansenista, la abadía de Port-Royal, en la que se había retirado su hermana Jacqueline en 1652. Tomó partido en favor de Antoine Arnauld, el general de los jansenistas, y publicó anónimamente sus Provinciales (1656-1657), conjunto de dieciocho cartas en las que defendió el jansenismo de los ataques de los jesuitas.

El éxito de las cartas lo llevó a proyectar una apología de la religión cristiana; el deterioro de su salud a partir de 1658 frustró, sin embargo, el proyecto, y las notas dispersas relativas a él quedaron más tarde recogidas en sus famosos Pensamientos (Pensées sur la religion et sur quelques autres sujets, 1669). Aunque Pascal rechazó siempre la posibilidad de establecer pruebas racionales de la existencia de Dios, cuya infinitud consideró inabarcable para la razón, admitió no obstante que esta última podía preparar el camino de la fe para combatir el escepticismo.

Así, el sentido común nos indica que lo más lógico es obrar como si Dios existiese, pues el beneficio que podemos obtener es infinitamente superior a toda posible pérdida. La famosa apuesta de Pascal analiza la creencia en Dios en términos de apuesta sobre su existencia: creyendo en Dios y observando una conducta virtuosa, podemos ganar la vida eterna; si el hombre cree y finalmente Dios no existe, nada se pierde en realidad. Pero, por más que razonemos, sólo se llega a la fe través del corazón, del sentimiento, en una iluminación súbita que escapa a cualquier intento de elucidación lógica: «El corazón tiene razones que la razón desconoce» es sin duda la más conocida frase de Blaise Pascal.

De este modo, la tensión de su pensamiento entre la ciencia y la religión quedó reflejada en su admisión de dos principios del conocimiento: la razón (esprit géométrique), orientada hacia las verdades científicas y que procede sistemáticamente a partir de definiciones e hipótesis para avanzar demostrativamente hacia nuevas proposiciones, y el corazón (esprit de finesse), que no se sirve de procedimientos sistemáticos porque posee un poder de comprensión inmediata, repentina y total, en términos de intuición. En esta última se halla la fuente del discernimiento necesario para elegir los valores en que la razón debe cimentar su labor.

Pero es acaso en la captación de la naturaleza humana donde reside el aspecto que sentimos como más moderno y perdurable de la obra de Pascal. El filósofo acepta tanto la grandeza como la miseria del ser humano, y de hecho lo define por esta doble condición. El hombre es incapaz de comprender tanto la inmensidad del universo como los diminutos mundos de cada partícula de materia; no puede concebir ni el todo ni la nada; no es un ángel, pero tampoco un animal; tiene nobles aspiraciones que no puede realizar. No obstante, pese a su insignificancia, posee la razón, y con ella conoce el universo, y puede, al conocer sus propias limitaciones, tender a Dios; el hombre no es más que un junco, una caña, pero es una «caña pensante».

Raramente, sin embargo, se enfrenta el ser humano a su propia naturaleza. Ante las cuestiones críticas de la existencia, ante la infelicidad inherente a su propia condición y ante el avance inexorable de la muerte, el hombre se evade de sí mismo y busca el olvido en la febril actividad de la vida cotidiana, ahuyentando así lo que más teme: el aburrimiento. Nada es más insoportable para el hombre que carecer de proyectos, de compromisos o de distracciones; porque entonces, detenido en medio del tedio, no puede sino tomar conciencia de la vacuidad de su vida y sumirse en la angustia o la melancolía. La conciencia de sí mismo, cualidad que lo distingue y enaltece, es también en el hombre fuente de desdicha, al recordarle su pobre condición.

Pero tampoco la actividad resuelve nada, pues no tiene otro objetivo que acallar la conciencia de la finitud y llegar inadvertidamente a la muerte: «Quienes juzgan muy poco razonable que la gente se pase el día entero corriendo detrás de una liebre que se podría haber comprado en el mercado, no entienden nada de la naturaleza humana. La liebre no nos impide la visión de la muerte y de otras miserias, pero la caza sí puede hacerlo, porque nos distrae». Por ese camino llega Pascal a inesperadas afirmaciones que sin embargo, a la luz de su examen sobre la naturaleza humana, cobran un profundo sentido: «toda la infelicidad de los hombres viene de una sola cosa: su incapacidad de permanecer tranquilamente a solas en una habitación». Una capacidad que sí posee (y que a veces envidiamos), por ejemplo, un gato, es decir, un ser no consciente.


Los imprescindibles: Pascal
(Los pensamientos de un alma en vivo)

Selección, traducción y nota de Luis Valdesueiro


Blas Pascal nació en Clermont (hoy Clermont-Ferrand) en 1623 y murió en París en 1662. A pesar de su temprana muerte, dejó un importante legado como matemático, físico, inventor, apologista, teólogo y filósofo.
Espoleado por el desasosiego religioso, Pascal abrazó el jansenismo y se mantuvo próximo del círculo de la abadía de Port-Royal. “Apóstol del jansenismo”, le motejaría más tarde un descreído Voltaire. Entre 1656 y 1657, Pascal publicó, primero anónimamente, y después con el seudónimo de Louis de Montalte, las 18 “cartas escritas a un provincial por uno de sus amigos a propósito de las disputas actuales de la Sorbona”, conocidas como Provinciales, con las que interviene en el debate teológico sobre la gracia y arremete ferozmente contra los jesuitas.

Publicada póstumamente por los señores de Port-Royal, los Pensamientos (1670) es la obra más conocida de Pascal. Se agavillan en ella los apuntes que fue tomando, durante los últimos años de su vida, con vistas a escribir una “apología de la religión cristiana” que persuadiera a los incrédulos de su necesidad de Dios. La obra se publicó con el título de Pensamientos de Sr. Pascal sobre la religión, y sobre algunos otros temas, que se encontraron después de su muerte entre sus papeles. Imposible es saber en qué habría desembocado ese aluvión de notas y fragmentos si Pascal hubiera concluido la obra proyectada. La intención de Pascal al concebir su apología era doble: por una parte, dejar constancia de la miseria del hombre sin Dios y, por otra, afirmar la grandeza del hombre con Dios y defender razonadamente la religión cristiana. El énfasis puesto en la “miseria del hombre” sublevará, décadas después, a Voltaire. En sus Cartas filosóficas (1734) escribe con su acerada pluma: “Me parece que, en general, el espíritu con el que el Sr. Pascal escribió esos Pensamientos era el de mostrar al hombre desde una perspectiva odiosa. Se encarniza en pintarnos a todos malvados y desdichados. Escribe contra la naturaleza humana poco más o menos como escribía contra los jesuitas. Imputa a la esencia de nuestra naturaleza lo que no pertenece más que a ciertos hombres. Dice elocuentemente injurias contra el género humano. Yo me atrevo a tomar el partido de la humanidad contra este misántropo sublime; me atrevo a asegurar que no somos ni tan malos ni tan desdichados como él dice...”.

A diferencia de las máximas de La Rochefoucauld, Vauvenargues, Chamfort... los apuntes y fragmentos de Pascal no tenían un fin en sí mismo. Algunos, incluso, están a medio terminar. Los pensamientos de Pascal se mueven entre la filosofía y la teología, aunque son los temas filosóficos –la angustia, el yo, el corazón, la razón, la duda, el tedio...– los que sin duda resultan más cercanos al lector actual.

Quizás no sea posible leer estos Pensamientos sin traicionar el pensamiento de su autor, ya que si para Pascal eran el hilo que acabaría llevándole a otros desarrollos, para el lector se convierten en algo acabado y con sentido propio. Xavier Zubiri, que tradujo una selección de los Pensamientos, dejó entrever esa sospecha cuando, tras señalar el carácter no sólo fragmentario sino indeterminado de estos pensamientos, añade con agudeza: “En rigor, pues, lo opuesto a un aforismo”.

Pascal representa al hombre como náufrago en el mar de la existencia, como un ser acosado por la incertidumbre. Para Pascal el hombre es un ser finito y limitado, que vive encerrado y perdido en una “pequeña celda”, sin posibilidades de escapar de su propia condición, tan contradictoria. Si el pensamiento, que empuja al hombre a buscar la verdad, constituye toda su grandeza, no alcanzar nunca esa verdad labra su miseria. Para escapar de su triste estado, el hombre se refugia en la diversión. De esa manera huye de lo esencial, se evade. Al leer los Pensamientos de Pascal se hacen plenamente evidentes las razones del filósofo y las dudas del hombre. Unamuno lo advirtió con claridad: “La lectura de los escritos que nos ha dejado Pascal, y sobre todo la de sus Pensamientos, no nos invita a estudiar una filosofía, sino a conocer a un hombre, a penetrar en el santuario de universal dolor de un alma, de un alma enteramente desnuda, o mejor acaso de un alma en vivo, de un alma que llevaba cilicio”.

Pensamientos

Contrariedades.— El hombre es naturalmente crédulo, incrédulo, tímido, temerario.

Descripción del hombre: dependencia, deseo de independencia, necesidad.

Condición del hombre: inconstancia, tedio, inquietud.

Tedio.— Nada le resulta tan insoportable al hombre como permanecer en absoluto reposo, sin pasiones, sin tareas, sin diversión, sin ocuparse en nada. Siente entonces su nada, su abandono, su insuficiencia, su dependencia, su impotencia, su vacío. Del fondo de su alma surgirá, irrefrenable, el tedio, la maldad, la tristeza, la pena, el despecho, la desesperación.

Somos tan presuntuosos que quisiéramos ser conocidos en toda la tierra, e incluso por quienes vendrán cuando ya no estemos. Y somos tan vanos, que el aprecio de cinco o seis personas de nuestro entorno, nos divierte y nos agrada.

Diversión.— Es más soportable la muerte sin pensar en ella que el pensamiento de la muerte sin peligro.

Miseria.— Lo único que nos consuela de nuestras miserias es la diversión, y sin embargo es la mayor de nuestras miserias. Pues es la que, principalmente, nos impide pensar en nosotros, y la que hace que nos perdamos sin sentirlo. Sin la diversión, seríamos presa del tedio, y ese tedio nos empujaría a buscar un medio más auténtico para salir de él. Pero la diversión nos entretiene, y nos lleva a la muerte sin darnos cuenta.

Corremos sin preocuparnos hacia el precipicio, después de haber colocado delante de nosotros algo que nos impida verlo.

El silencio eterno de esos espacios infinitos me espanta.

Dos excesos: excluir la razón, no admitir más que la razón.

Si se somete todo a la razón, nuestra religión no tendrá nada de misterioso y de sobrenatural. Si choca contra los principios de la razón, nuestra religión será absurda y ridícula.

El corazón tiene razones que la razón no conoce; se sabe por mil cosas. Yo digo que el corazón ama al ser universal naturalmente, y a sí mismo naturalmente, según se entregue a ello, y se endurece contra el uno o el otro a su gusto. Habéis rechazado a uno y conservado al otro: ¿es que os amáis por razón?

Es el corazón el que siente a Dios y no la razón. La fe es eso: Dios sensible al corazón, no a la razón.

La razón nos manda mucho más imperiosamente que un amo, pues desobedeciendo a éste se es desdichado, y desobedeciendo a aquélla se es un necio.

El pensamiento hace la grandeza del hombre.

El hombre no es más que una caña, la más frágil de la naturaleza, pero es una caña que piensa. No hace falta que el universo entero se arme para aplastarla: un vapor, una gota de agua basta para matarle. Pero, aunque el universo le aplastase, el hombre seguiría siendo más noble que lo que le mata, porque sabe que muere y conoce la ventaja que el universo tiene sobre él, mientras que el universo no sabe nada. Toda nuestra dignidad consiste, pues, en el pensamiento. De ahí es de donde tenemos que elevarnos y no del espacio y del tiempo, que no sabríamos llenar. Esforcémonos en pensar bien: éste es el principio de la moral.

El hombre no es ni ángel ni bestia, y la desgracia quiere que quien pretende hacer el ángel haga la bestia.

El poder de las moscas: ganan batallas, impiden actuar a nuestra alma, comen nuestro cuerpo.

La grandeza del hombre es grande cuando se sabe miserable. Un árbol no se sabe miserable.
Es, pues, ser miserable saberse miserable, pero es ser grande saber que se es miserable.

Los hombres son tan necesariamente locos que sería estar loco, con otra clase de locura, el no estar loco.

Anhelamos la verdad y no encontramos en nosotros más que incertidumbre.

Buscamos la felicidad y no encontramos más que miseria y muerte.

Somos incapaces de no desear la verdad y la felicidad, y somos incapaces  tanto de certidumbre como de felicidad. Se nos ha legado este anhelo tanto para castigarnos como para recordarnos de dónde hemos caído.

Blas Pascal
(Traducción de Luis Valdesueiro)




"A fuerza de hablar de amor, uno llega a enamorarse. Nada tan fácil. Esta es la pasión más natural del hombre."

"A la verdad se llega no sólo por la razón, sino también por el corazón."

"Al no poder conseguir que sea forzoso obedecer a la justicia, se ha hecho que sea justo obedecer a la fuerza."

"Aquel que duda y no investiga, se torna no sólo infeliz, sino también injusto."

"Burlarse de la filosofía es ya filosofar".

"Conocemos la verdad no solo por la razón, sino por el corazón."

"Cuando leemos demasiado deprisa o demasiado despacio, no entendemos nada."

"Cuando no se ama demasiado no se ama lo suficiente."

"Cuando uno se queje de su trabajo, que lo pongan a no hacer nada."

"Cuanto más talento tiene el hombre, más se inclina a creer en el ajeno".

"¿Después de todo qué es el hombre en la naturaleza?, nada en relación con la infinidad, todo en relación a la nada. Un punto central entre la nada y el todo e infinitamente lejos de entender la diferencia entre estas dos posturas."

"Decidor de frases ingeniosas: mal carácter."

"Descripción del hombre: dependencia, deseo de independencia, necesidad."

"Debemos creer, no por las pruebas, sino por convencimiento."

"Dicen que el hábito es una segunda naturaleza. Quién sabe, empero, si la naturaleza no es primero un hábito."

"Dos extremos: excluir la razón y no admitir más que la razón."

"El amor no tiene edad; siempre está naciendo."

"El corazón tiene razones que la razón no entiende".

"El arte de persuadir consiste tanto en el de agradar como en el de convencer; ya que los hombres se gobiernan más por el capricho que por la razón."

"El corazón tiene razones que la razón desconoce."

"El demonio está sobre la lengua del que murmura."

"El egoísta odia la soledad."

"El hombre está dispuesto siempre a negar todo aquello que no comprende."

"El hombre es una caña, la más débil de todas, pero una caña que piensa."

"El hombre está visiblemente hecho para pensar. En ello radica su fin y su esencia (...). Pero ¿en qué piensan las gentes? Jamás en esto, sino en bailar, cantar, hacer versos, correr sortijas, construir seres, hacerse reyes sin saber lo que es ser rey y ser hombre."

"El hombre, por naturaleza, es crédulo, incrédulo, tímido y temerario."

"El hombre se supera a sí mismo infinitamente porque siempre está en camino hacia la plenitud infinita."

"El hombre tiene ilusiones como el pájaro alas. Eso es lo que lo sostiene."

"El mundo está lleno de buenas máximas y vacío de gente que las aplique."

"El orgullo contrapesa todas las miserias. O bien las oculta o, si las descubre, se glorifica a sí mismo por haberlas conocido."

"El pasado y el presente solamente son medio para nosotros: el futuro es siempre nuestro fin. Por eso nunca vivimos realmente, sino que esperamos vivir. Alucinados siempre por esta esperanza de ser felices algún día, es inevitable que no lo seamos nunca."

"El placer de amar sin osar confesarlo tiene sus penas, pero también sus dulzuras."

"El rey esta rodeado de gente que no piensan sino en divertirlo y en impedir que piense en sí mismo. Porque, por muy rey que sea, es desgraciado si piensa en ello."

"El tiempo amortigua las pesadumbres y las desavenencias, porque en él cambiamos y nos convertimos en cierto modo en otras personas."

"El universo es una esfera infinita cuyo centro está en todas partes y la circunferencia en ninguna."

"En el corazón de todo hombre existe un vacío que tiene la forma de Dios. Este vacío no puede ser llenado por ninguna cosa creada. Él puede ser llenado únicamente por Dios, hecho conocido mediante Cristo Jesús."

"En las religiones es preciso ser sinceros; verdaderos paganos, verdaderos judíos, verdaderos cristianos."

"Entre nosotros y el cielo o el infierno no hay más que la vida, que es la cosa más frágil de todas".

"¿Es la prisa la pasión de los necios?"

"Es más fácil soportar la muerte sin pensar en ella, que soportar su pensamiento sin morir."

"Es más hermoso saber algo de todo que saber todo de una cosa; esta universalidad es más bella. Si se pudiera tener las dos, mucho mejor; pero es preciso elegir."

"Es miserable saberse miserable, pero es ser grande reconocer que se es miserable."

"Es mucho mejor conocer algo acerca de todo, que acerca de una sola cosa. Lo universal es siempre mejor."

"Es sin duda un mal, estar lleno de defectos; pero es todavía un mal mayor estar lleno de ellos y no quererlo reconocer, porque es añadir todavía el de una ilusión voluntaria."

"Esforcémonos en obrar bien: he aquí el principio de la moral."

"Esforzarse en pensar bien; he aquí el principio de la moral."

"Estando siempre dispuestos a ser felices, es inevitable no serlo alguna vez."

"Existen tres medios de crecer: la razón, la costumbre y la inspiración."

"He redactado esta carta más extensa de lo usual porque carezco de tiempo para escribirla más breve."

"La conciencia es el mejor libro moral que tenemos."

"La contradicción no es una señal de falsedad, ni la carencia de contradicción una señal de verdad."

"La curiosidad no es más que vanidad. En la mayoría de los casos, sólo queremos saber algo para hablar de ello."

"La desgracia del hombre se debe a que no quiere permanecer tranquilo en su habitación, que es su lugar."

"La desgracia descubre al alma luces que la prosperidad no llega a percibir."

"La elocuencia es la pintura del pensamiento."

"La falsa humildad equivale a orgullo."

"La fantasía es parecida y contraria al sentimiento."

"La fe es esto: Dios que habla al corazón, no a la razón".

"La Fe dice lo que no dicen los sentidos, pero no lo contrario de lo que ven. Está por encima de ellos pero no contra ellos."

"La felicidad es un artículo maravilloso: cuanto más se da, más le queda a uno."

"La felicidad total del hombre consiste en disfrutar de la estimación de los demás."

"La filosofía consiste en reírse de la filosofía."

"La grandeza de un hombre consiste en saber reconocer su propia pequeñez."

"La imaginación dispone de todo; crea belleza, justicia, y felicidad, que es el todo del mundo."

"La justicia sin la fuerza es irrisoria; la fuerza sin justicia es tiranía."

"La mayoría de los males les vienen a los hombres por no quedarse en casa."

"La mayor parte de los errores de los médicos proviene no de malos raciocinios basados en hechos bien estudiados, sino de raciocinios bien establecidos basados en hechos mal observados."

"La moral es la ciencia por excelencia; es el arte de vivir bien y de ser dichoso."

"La naturaleza es una esfera infinita cuyo centro está en todas partes y su circunferencia en ninguno."

"La naturaleza tiene perfecciones para demostrar que es imagen de Dios e imperfecciones para probar que sólo es una imagen."

"La razón obra con lentitud, y con tantas miras, sobre tantos principios, que a cada momento se adormece o extravía. La pasión obra en un instante."

"La reina del mundo es la fuerza y no la opinión; pero es la opinión quien usa de la fuerza."

"La verdad de la religión estriba en su misma oscuridad, en la escasa luz que tenemos sobre ella y en nuestra indiferencia por esa luz."

" La verdad es útil a quien la escucha, pero desventajosa a quien la dice, porque lo hace odioso."

"La virtud de un hombre no debe medirse por su esfuerza, sino por sus obras cotidianas."

"Lo que se ve con frecuencia no maravilla... Lo que nunca se vio, cuando ocurre, se tiene por prodigio."

"Lo último que uno sabe es por donde empezar."

"Los extremos se tocan."

"Los hábitos son una segunda naturaleza que destruye a la primera.

"Los hombres no aman naturalmente sino aquello que puede serles útil."

"Los hombres son tan necesariamente locos que sería estar loco, con otro género de locura, no estar loco."

"Los mejores libros son aquellos que quienes los leen creen que también ellos pudieron haberlos escrito."

"La escencia deontologica de la forma se manifiesta a traves de la sensacion de la angustia existencial"

"Más fácil es aguantar la muerte sin pensar en ella, que el sufrimiento de morir con ella."

"Miseria del hombre sin Dios implica felicidad del hombre con Dios."

"Muy débil es la razón si no llega a comprender que hay muchas cosas que la sobrepasan."

"Nadie habla en nuestra presencia del mismo modo que en nuestra ausencia. La sociedad humana está fundada en este mutuo engaño."

"Ni la contradicción es indicio de falsedad, ni la falta de contradicción es indicio de verdad."

"No conocemos a Dios sino por Jesucristo. De ahí que yo rehúse todas las demás religiones...Todo hombre puede hacer lo que ha hecho Mahoma; porque no ha hecho milagros; no ha sido predicho. Nadie puede hacer lo que ha hecho Jesucristo."

"No creo en las revoluciones que cambian el orden de las cosas y no cambian el corazón del hombre."

"No debo buscar mi dignidad en el espacio, sino en el gobierno de mi pensamiento. No tendré más aunque posea mundos. Si fuera por el espacio, el universo me rodearía y se me tragaría como un átomo; pero por el pensamiento yo abrazo al mundo."

"No es bueno ser demasiado libre. No es bueno tener todo lo que uno quiere."

"No es cierto que todo sea incierto."

"No hay más que dos clases de hombres: unos, los justos, que se creen pecadores; otros, los pecadores, que se creen justos."

"No lo buscarías si no lo hubieras ya encontrado"

"No poseemos la verdad ni el bien nada más que en parte y mezclados con la falsedad y con el mal."

"No vivimos nunca sino que esperamos a vivir; y disponiéndonos siempre a ser felices, es inevitable que no lo seamos nunca."

"Nos consolamos con pequeñeces porque son menudencias las que nos afligen."

"Nos gusta más la caza que la presa."

"Nuestra imaginación nos agranda tanto el tiempo presente, que hacemos de la eternidad una nada, y de la nada una eternidad."

"Nuestra naturaleza está en movimiento. El reposo absoluto es la muerte."

"Ordinariamente, uno se convence mejor por las razones que encuentra por sí mismo que por aquellas que proceden del espíritu de los demás."

"Para quienes no ansían sino ver, hay luz bastante; más para quienes tienen opuesta disposición, siempre hay bastante oscuridad."

"Para ser dichoso y ser o con toda seguridad es necesario procurar que los demás lo sean también. Tus bienes y tus males dependen en gran medida de aquellos con quienes te hayas juntado. La confidencia corrompe la amistad; el mucho contacto la consume, el respeto la conserva."

"Pintar el amor ciego es una sinrazón de los poetas; es preciso quitarle la venda y devolverle para siempre la alegría de sus ojos."

"Pocas amistades quedarían en este mundo si uno supiera lo que su amigo dice de él en ausencia suya, aún cuando sus palabras fueran sinceras y desapasionadas."

"Por lo común, nos persuaden mejor las razones que uno ha encontrado por sí mismo que las encontradas por los demás."

"Por muchas riquezas que un hombre posea y por grandes que sean la salud y las comodidades de las que disfrute, no se siente satisfecho si no cuenta con la estimación de los demás."

"Prefiero equivocarme creyendo en un dios que no existe, que equivocarme no creyendo en un dios que existe. Porque si después no hay nada nunca lo sabré, cuando me hunda en la nada eterna; pero si hay algo, si hay alguien, tendré que dar cuenta de mi actitud de rechazo."

"¿Puede haber algo más ridículo que la pretensión de que un hombre tenga derecho a matarme porque habita al otro lado del agua y su príncipe tiene una querella con el mío aunque yo no la tenga con él?"

"Que cada uno en su ley busque en paz su luz."

"Quien dice agudezas, tiene mal carácter."

"¿Quién se siente desgraciado por no ser rey, sino un rey destronado?"

"Sabed que el hombre supera infinitamente al hombre."

"Saber más que los otros es fácil... Lo difícil es saber algo mejor que los otros."

"Si el artesano estuviese seguro de soñar por espacio de doce horas que es rey, creo que sería tan feliz como un rey que soñase doce horas que es artesano."

"Si los hombres supieran lo que unos dicen de otros no existirían en el mundo cuatro amigos de verdad."

"Sólo conozco dos tipos de personas razonables: las que aman a Dios de todo corazón porque le conocen, y las que le buscan de todo corazón porque no le conocen."

"Sólo hay dos clases de personas coherentes: los que gozan de Dios porque creen en él y los que sufren porque no le poseen."

"Sólo se es verdaderamente feliz cuando se sueña con la felicidad."

"Somos tan desdichados que no podemos encontrar placer en algo sino con la condición de enfadarnos si no tiene éxito."

"Todas las buenas máximas están en el mundo; sólo hace falta aplicarlas."

"Todas las cosas ocultan algún misterio; todas las cosas son velos que ocultan a dios."

"Todo nuestro razonamiento se reduce a ceder al sentimiento."

"Todos los hombres consideran la felicidad como su objetivo: no hay ninguna excepción. Por diferentes que sean los medios que empleen, todos tienden al mismo fin."

"Todos los infortunios de los hombres derivan una sola cosa: no saber quedarse tranquilos en una habitación." Pensamientos, fragmento 136.

"Una de las principales enfermedades del hombre es su inquieta curiosidad por conocer lo que no puede llegar a saber."

"Vale más saber alguna cosa de todo, que saberlo todo de una sola cosa."

"Ya se han escrito todas las buenas máximas. Sólo falta ponerlas en práctica".

"Y si he escrito esta carta tan larga, ha sido porque no he tenido tiempo de hacerla más corta."




BLAS PASCAL, TRES DISCURSOS SOBRE LA CONDICIÓN DE LOS GRANDES

Author: Antonio Gomez Robledo

Blas Pascal nació el 19 de junio de 1623 en Clermont, hoy Clermont Ferrand, en el seno de una familia acomodada, no precisamente de la nobleza, pero sí de la alta burguesía, con acceso directo a las más altas esferas sociales y políticas, como podrá verse en el discurso de su vida, la cual no llegó ni a los cuarenta años, pues murió en 1662.

Su padre Esteban Pascal, un padre amorosísimo pero sin la menor idea pedagógica, se empeñó, y no por tacañería, sino por creer que era lo mejor, enseñar a su único hijo varón por sí mismo, por lo que el niño y luego el joven Blas no concurrió jamás a ninguna escuela. De ahí que, en términos generales, y sobre todo tal vez en historia y filosofía, su formación haya sido de lo más deficiente. En lo único en que fue excelente, fue en matemáticas, en geometría -sobre todo, y esto porque el adolescente genial pudo completar por sí mismo los rudimentos recibidos del padre. El que por sí mismo haya llegado, según va la leyenda, a la trigésimo segunda proposición de Euclides, ofrece perfiles cuestionables, pero hasta hoy parece verdadera en lo sustancial. Lo que en todo caso no puede cuestionarse es que Pascal, sin ninguna o escasa relevancia en filosofía, conquistó desde el principio renombre de gran matemático.

La pésima escolaridad de Pascal, por otra parte, no dejó de contribuir, bajo otro aspecto, a su formación más íntima y a su ejemplarismo en la historia de las ideas. Si Pascal no aprendió nada de nadie, lo encontró todo, en cambio, en sí mismo, con lo que no hizo sino refrendar la mayéutica socrática, según la cual el conocimiento verdadero no es ninguna verdad prefabricada, sino el parto vital del espíritu. "Saber de memoria no es saber" (savoir par coeur n´est pas savoir) dijo Montaigne, a quien tanto leyó Pascal. En confirmación de lo cual, copiaré esta página de Fortunato Strowski:

"Muchas lagunas tuvo la educación de Pascal. El pasado no se reconstruye sino que se aprende, y Pascal no lo aprendió nunca. La educación solitaria acostumbra al espíritu a considerar cada idea adquirida como una obra personal y como un descubrimiento. En cualquiera de sus escritos, Pascal tiene siempre en sus labios el grito de Cristobal Colón al descubrir América... De otra parte, sin embargo, al inquirir por la razón de todos los efectos, el autodidacto hácese sutil y penetrante, y se habitúa a llevar su propio pensamiento hasta el fondo. No acepta ideas prefabricadas ni hábitos intelectuales impuestos, y está libre de las constricciones tradicionales y sociales que rigen por igual en el mundo de los cuerpos y en el de los espíritus. He ahí a Pascal todo entero. El lector de los Pensamientos ha de estar reconocido al digno magistrado que educó tan bien a su hijo al educarlo tan mal."[Nota 1]

Pascal prosigue así, por sí solo, su brillante carrera científica.

A los dieciséis años compone en latín el Tratado de las secciones cónicas que asombró a Descartes, y a los dieciocho inventa la máquina aritmética, precursora, al parecer, de las computadoras actuales. Cuando la tuvo lista, después de un trabajo ímprobo que lo dejó agotado y que repercutió gravemente en su salud, procedió a enviarla a la reina Cristina de Suecia, a la cual, como es bien sabido, le agradaba verse rodeada, cerca o lejos, de los mejores ingenios de Europa. A Descartes, por cierto, le costó la vida el favor real.

En la carta que Pascal dirigió a la soberana al mandarle su máquina, tropezamos con el párrafo que transcribimos por creerlo de interés:

"Lo que me ha llevado a haceros este envío es la unión que hay en Vuestra Majestad de dos cosas que me llenan igualmente de admiración y respeto, y que son la autoridad soberana y la sólida ciencia. Tengo, en efecto, una veneración muy particular por aquellos que han sido elevados al rango supremo, o de potencia o de ciencia. Los últimos pueden, si no me engaño y no menos que los primeros, pasar por soberanos... El poder de los reyes sobre los súbditos no es, a lo que me parece, sino una imagen del poder de los espíritus sobre los espíritus que les son inferiores. Y este segundo imperio paréceme tanto más elevado cuanto que los espíritus son de un orden más elevado que los cuerpos, y tanto más justo cuanto que no puede compartirse o conservarse sino por el mérito, mientras, que el otro puede serlo por el nacimiento o por la fortuna."

Dudo mucho que a la reina le haya gustado el párrafo anterior, porque lo que viene a decirle Pascal, en fin de cuentas, es que él es el sol, y ella apenas la luna, y por todo lo que sabemos, nunca fue invitado a la corte de Estocolmo. Y ni falta que le hizo, porque Pascal fue siempre un espíritu soberanamente libre. Después de Dios, lo que más amó fue la inteligencia, conforme al verso de nuestro vate jarocho:

Dios sobre todo, y sobre todo lo demás, la idea.

No estará por demás recordar, en esta hora sombría de postración de la inteligencia, la apoteosis del espíritu y del pensamiento en las páginas pascalianas. Espiguemos al azar y ponderémoslo.

"El pensamiento constituye la grandeza del hombre". Pensée fait la grandeur de l'homme.

"Toda nuestra dignidad consiste, pues, en el pensamiento."

Toute notre dignité consiste donc en la pensée.

"El hombre no es sino una caña, la más endeble de la naturaleza, pero es una caña que piensa." L´homme n`est qu´un roseau, le plus faible de la nature, mais c´est un roseau pensant.

"Todos los cuerpos, el firmamento, las estrellas, la tierra y sus reinos, no valen lo que el menor de los espíritus, porque éste conoce todo aquello y a sí mismo, y los cuerpos, nada."

Son pensamientos maravillosos, y sin embargo nos falta aún lo mejor, que es la subsunción de todos ellos en el triple orden de los cuerpos, los espíritus y la caridad, descrito al final de los Pensamientos, y del que, por su belleza y profundidad, trasladamos los párrafos esenciales:

"La distancia infinita entre los cuerpos y los espíritus figura la distancia infinitamente más infinita entre los espíritus y la caridad, por ser ésta sobrenatural.

"Todo el esplendor de las grandezas no tiene lustre para las gentes que se hallan en las investigaciones del espíritu.

"La grandeza de las gentes de espíritu es invisible para los reyes, para los ricos, para los capitanes, para todos los grandes de la carne.

"La grandeza de la sabiduría, que es nula si no es de Dios, es invisible para los carnales y para las gentes de espíritu. Son tres órdenes de diferente género.

"Los grandes genios tienen su imperio, su esplendor, su grandeza, su victoria, su lustre, y no tienen ninguna necesidad de las grandezas carnales, con las que no tienen ninguna relación. Son vistos no de los ojos, sino de los espíritus, y basta.

"Los santos tienen su imperio, su esplendor, su victoria, su lustre. Y no tienen ninguna necesidad de las grandezas carnales o espirituales, con las que no tienen ninguna relación, porque ni quitan ni ponen. Son vistos de Dios y sus ángeles, y no de los cuerpos ni de los espíritus curiosos. Dios les basta."

En máximas como éstas o en otras semejantes que pululan en la obra pascaliana, se inspiró Max Scheler para fundamentar la escala axiológica que va en este orden ascendente: valores vitales, valores espirituales y valores religiosos, y que corresponden fielmente a los tres órdenes que se nos han dado con tal carácter en la cita anterior.

Los fragmentos transcritos son, además, aun si prescindimos del fondo, un prodigio de forma. Ahora bien, y según se reconoce generalmente, por tirios y troyanos, el estilo de los Pensamientos no hace sino prolongar el estilo de las Provinciales, que hoy no se leen más con ánimo filosófico o teológico, pero sí como obra de arte.

Bastará con citar a este respecto el testimonio de Voltaire:

"El primer libro de genio que apareció en prosa fueron las Cartas provinciales. Todos los géneros de elocuencia están allí encerrados. No hay una sola palabra que, desde hace un siglo, se haya resentido del cambio que tan a menudo altera las lenguas vivas. A esta obra hay que atribuir la fijación de la lengua." (Siécle de Louis XIV.)

Este juicio, comenta por su parte Sainte-Beuve, tiene fuerza de ley.

Desde la primera provincial se nos cuenta que su efecto fue tan fulgurante, que al canciller de Francia le sobrevino una apoplejía en acabándola de leer, y que fue preciso sangrarlo hasta siete veces para salvarle la vida. Y este trastorno le venía simplemente de que el drama de la salvación personal, que hasta entonces lo había leído en libros escolásticos que se caían de aburridos, lo veía ahora de manera inmediata que le representaba al hombre concreto encarándose con Dios en la dialéctica trágica de la gracia y la libertad.

Pues otro tanto pasa con los Pensamientos, meros fragmentos escritos al azar y de prisa, pero de los que sin embargo estamos hasta hoy colgados, como de los fragmentos de Heráclito, bebiéndoles su secreto y su transporte. Y sobre todo tal vez en los fragmentos más elaborados, como en El misterio de Jesús, para mí lo mejor que nos dejó Pascal, y que no es sino la noche de Getsemaní, la hora más trágica de Cristo, más aún que las tres horas de la cruz, cuando ya estaba abandonado a lo irremediable.

¿De dónde, una vez más, esta prosa incomparable? Del genio simplemente, se dirá. Está bien, por supuesto, pero aun del genio pueden indagarse las fuentes, aunque reconociéndole a él en exclusiva la síntesis final. De otro modo, en efecto, no habría líteratura crítica de los genios mayores de la cultura occidental: Homero, Virgilio, Dante, Cervantes, Shakespeare y Goethe.

En lo que concierne a Pascal, Fortunato Strowski apunta a tres fuentes de su estilo, que serían la geometría, los salones y Montaigne.

La geometría se comprende, o más bien, si se quiere, las matemáticas en general, que Pascal englobaba, quién sabe porqué, bajo el nombre de geometría, por los hábitos que desarrolla de rigor y claridad, y que con el tiempo pasan del matemático al escritor, por más que haya olvidado las matemáticas, todo lo cual persevera hasta el día de hoy. En Pascal, además, la pasión por la geometría no le abandona nunca, no obstante su tránsito, como en Sócrates, al estudio del hombre.

Lo de los salones, en cambio, hay que ponderarlo más despacio en este país en que vivimos, de donde ha desaparecido por completo el arte de la conversación. Mis últimos recuerdos de su ejercicio remontan a los Contemporáneos: Café Tacuba, cafés de Gante y barandal de Prendes, donde Genaro Estrada tomaba el fresco de la noche con sus amigos, antes de entrar a degustar una colación cualquiera.

En Francia, por el contrario, el salón, presidido de ordinario por una gran dama, ha sido desde tiempos inmemoriales el hogar del buen gusto, de la galantería y de la eclosión del espíritu. No sé de ningún escritor francés que en algún momento de su vida no lo haya frecuentado, y si lo dejaron habrá sido por motivos patológicos, como Proust por su astma.

Pascal, por su parte, nacido no en la nobleza, pero sí en la alta burguesía, tuvo acceso natural, sin la menor necesidad de implorarlo, a los más altos medios, a la corte de Versalles en primer lugar, a la presencia, por tanto, de Luis XIII y Luis XIV. Frecuentó, siendo apenas un adolescente, la academia de ciencias, de hecho y aun antes de asumir el nombre, presidida por el padre Mersenne, y donde se reunían los mejores ingenios, ente ellos Descartes. Y en lo que hace a los salones propiamente dichos, Pascal frecuentó sobre todo los de Mme de Sablé y Mme de Longueville. Fue, como lo reconocen todos, su época mundana, y no porque se hubiera enredado en aventuras galantes (por lo menos nada nos consta a este respecto) sino por haber aspirado a pleno pulmón aquel ambiente de refinamiento en el pensar y en el decir. "El espíritu y el sentimiento, dirá más tarde el propio Pascal, se forman por las conversaciones. El espíritu y el sentimiento se estragan por las conversaciones. Así, las buenas o las malas lo forman o lo estragan. Lo que más importa es, pues, saber escoger, para formarlo y no estragarlo."[Nota 2]

Las buenas conversaciones del tiempo de Pascal formaron su espíritu y su sentimiento, y adiestraron su estilo, y las malas, en cambio, las que hoy por hoy tenemos nosotros, las de cantina y discoteca, las únicas que nos quedan, pervierten entre nosotros el espíritu y el sentimiento.

La época mundana de Pascal conjeturo que habrá terminado con la noche extática y mística del Memorial (1654) cuando Pascal se vuelve totalmente a Dios y no se cura más de las cosas terrenas.

La experiencia anterior, sin embargo, continúa impregnando su estilo, en su brío, en su ímpetu, en su desenvoltura, elementos que son tan visibles en los Pensamientos como en las Provinciales.

De las tres influencias antes enumeradas, la última que pesó definitivamente en el espíritu y el estilo de Pascal, fue Montaigne, a quien leyó y releyó incontables veces, y de quien aprendió la técnica de la observación de sí mismo, con el corolario, además, de que en el yo propio está la forma universal de la humana condición, según decía el propio Montaigne.

Como quiera que sea, y si bien hay todavía quienes le discuten más o menos a Pascal el título de filósofo (entre ellos Maritain, nadie menos) pero nadie le regatea, y a la cabeza de todos Voltaire, su prosa incomparable. Una prosa poética, además, en la cual es patente a menudo el encanto, la gracia y la música de su amigo y contemporáneo Jean Racine, como, para no ir más lejos, en el pasaje antes transcrito de los tres órdenes. Más aún, los críticos han detectado en los Pensamientos no sé cuántos alejandrinos o endecasílabos involuntarios, como en este verso asombroso de El misterio de Jesús:

Il ne prie qu´une fois que le calice passe...

Versión, como salta a la vista, de las palabras de Jesús en la oración del huerto: "Padre, si es posible aparta de mí este cáliz", pero dichas por una sola vez.

De poeta a poeta, por lo demás, han de justificarse estas apreciaciones, y por esto cerramos estas reflexiones con las palabras de Paul Claudel, quien en repetidas ocasiones habló de Pascal como ejemplo de poesía en prosa, como en este pasaje:

"Pascal nos hace oír esta prosa maravillosa impregnada por entero y hasta en sus fibras más secretas, como la madera pastosa y seca de un Stradivarius, del son inteligible... Todos los recursos de la incidencia, todo el concierto de las terminaciones, el más rico y sutil que pueda darse en lengua alguna del mundo, han sido al fin plenamente utilizados. El principio de la rima interior y del tono dominante se desarrolla con una riqueza incomparable de modulaciones."[Nota 3]

De todos los pascalistas que conozco no hay sino Romano Guardini (Christliches Bewusstsein, Versuche über Pascal) que se haya atrevido a decir que a Pascal le es por completo extraño el arte, y sobre todo la música. Y lo que pasa es que Guardini, alemán al fin, enfoca a Pascal con lente kafkiano o kierkegardiano, sin darse cuenta, además, de que los Pensamientos no son un diario íntimo, y que su autor, por ende, no tenía por qué hablarnos de su gusto por la música o por la danza, de todo lo cual habrá quedado bien imbuido a su paso por los salones. Por último, y a quien tenga la noción mínima del ritmo y la armonía, habrá de serie patente el alma musical de Pascal en composiciones como Le mystére de Jesús y el discurso sobre los tres órdenes, el primero un himno al dolor, y el segundo un himno triunfal del espíritu y de lo que está más allá del espíritu.

Con el deseo de comunicar algo de Pascal al público en general, lo que quiere decir al público iletrado o semiletrado, lo mejor me pareció, y sobre todo en este momento del cambio político, trasladar aquí mi humilde versión de los Tres discursos sobre la condición de los grandes. Los grandes de este mundo, ya se entiende, y muchos de los cuales realmente no lo son, como aquel Grande de España que a Sancho se le antojaba tan pequeño.

Trátase, en primer lugar, de un discurso laico (cosa rara en Pascal) donde el nombre de Dios no aparece sino contadas veces, para designar la última fuente del poder político, como en todos los escritores de la época. Toda la fuerza del discurso, todo su vigor argumentativo, está cifrado en la distinción clásica, que nos viene de la sofística, ente la fisis y el nomos, entre la naturaleza y la convención, con todas las consecuencias que de ello resultan en el titular del poder político.

Sin ánimo de disputarle ninguna originalidad a Pascal, el tema estaba en el orden del día, y sobre todo en el declinio del Rey sol, cuando todos se preguntaban cómo podría educarse al Delfín, para que no reinara como un monarca absoluto sobre un reino de la importancia y potencia de Francia. A la muerte de Pascal, Nicole publicó un Tratado sobre la educación de un príncipe, y en general proliferaba esta literatura, como en España la de obras que ostentaban títulos semejantes, como los de Reloj de príncipes, Norte de príncipes o Regimiento de príncipes, y seguramente nos quedamos cortos en esta o semejante nomenclatura.

A este género, pues, pertenecen los tres discursos que parece haber pronunciado Pascal en presencia del joven duque de Chevreuse, a quien su padre, el duque de Luynes, había confiado a la comunidad de Port Royal. La redacción final se cree que fue hecha por Nicole, que se hallaba presente, y como haya sido nadie duda hoy en tenerlos, como de la autoría de Pascal, al contrario de otros que se tienen por apócrifos, como el Discurso sobre las pasiones del amor.

Aparte de su -perfección formal, los discursos representan un documento notable en la evolución del pensamiento democrático y los derechos del hombre. En el primer discurso, pulveriza Pascal la idea de un derecho natural al mando, o como se dirá después, el derecho divino de los reyes. Lo que bajo este nombre pretende cohonestarse no es sino fruto del azar, de encuentros fortuitos, de enlaces afortunados y de la fantasía de las leyes humanas. "Vuestra alma y vuestro cuerpo, dice Pascal al joven príncipe, son de suyo indiferentes al estado de batelero o al de duque. No tenéis nada por vos mismo que os encumbre sobre los demás." La verdad fundamental es la de la "perfecta igualdad entre todos los hombres."

En el segundo discurso vuelve Pascal sobre la distinción, ya expresada en su carta a Cristina de Suecia, entre las grandezas convencionales (d'établissement) y las grandezas naturales, la distinción, una vez más, entre fisis y nomos. Las primeras grandezas son todas ficticias, y sólo las segundas reposan sobre una superioridad real: ciencia, inteligencia, virtud o fuerza. Cuando el príncipe carece de cualquiera superioridad natural, habrá que despreciarlo interiormente por la bajeza de su espíritu (le mépris intérieur pour la bassese de votre esprit) aunque rindiéndole exteriormente el homenaje debido a su superioridad convencional.

En el tercer discurso, en fin, hay al final una súbita irrupción del orden sobrenatural, el de la caridad (recuérdese el discurso de los tres órdenes) de lo que resulta la aparente contradicción o incongruencia de que no dejará de condenarse (sic) quien se atenga a los consejos enunciados en los dos discursos anteriores. No me siento capaz de disolver la contradicción, y me limito a sugerir que la explicación podría estar en el jansenismo de Pascal, conforme al cual las virtudes naturales no tienen valor alguno en la economía de la salvación. Lo digo como lo siento, sin haber visto confirmada esta exégesis en parte alguna. Sería una expresión más del sobrenaturalismo exagerado de los solitarios de PortRoyal.

En conexión con los tres discursos estaría el fragmento de los Pensamientos (Br. 331) que nos limitamos a trasladar:

"Si Platón y Aristóteles escribieron de política, fue como para arreglar un hospital de locos, y si aparentaron hablar de ello como de una gran cosa, es que sabían que los locos a quienes hablaban, pensaban ser reyes y emperadores."

De los Discursos resulta, por último el retrato de Pascal, un retrato moral, se entiende, de su personalidad. Podemos concurrir con Mauriac en destacar en él su desmedido orgullo (nul n´a possedé plus fortement que Pascal la certitude de son excellence) sólo que en este orgullo entra, tanto como la conciencia de su supremacía intelectual, la ufanía de su libertad. Pascal fue un hombre supremamente libre, como lo hace ver, para no ir más lejos, el lenguaje que usa con los grandes de este mundo. De acrisolada religiosidad, Pascal no, quiso, sin embargo, abrazar el estado eclesiástico; y en lo que toca a otras conexiones, está hoy perfectamente claro que nunca fue miembro de la comunidad de PortRoyal. Convivía con ellos, es verdad, pero salía cuando le venía en gana; iba y venía de París sin dar a nadie ninguna razón de sus pasos. Por último, y en la suprema confrontación con Roma en la querella jansenista, Pascal apeló a Jesucristo por encima de su vicario, según lo dejó escrito:

"Si Roma condena mis cartas (las Provinciales) lo que yo condeno lo condena el cielo. Ad tuum, Domine Iesu, tribunal appello."

En las circunstancias actuales es seguro que Pascal habría estado con Marcel Lefebvre, y que habría refrendado el verso de su amigo Pierre Corneille, que con el tiempo hará suyo Gabriel Marcel:

Rome n´est plus dans Rome, elle est toute oje suis.

Pascal murió el 19 de agosto de 1662, a la edad de 39 años. La obra que dejó inédita, los Pensamientos, es, no obstante su carácter inacabado y fragmentario, una de las obras mayores de la literatura universal.




Primer Discurso*

*La traducción de los Tres discursos es obra de Antonio Gómez Robledo.

Para entrar en el verdadero conocimiento de vuestra condición, consideradla en esta imagen.

Un hombre fue arrojado por la tempestad a una isla desconocida, cuyos habitantes afanábanse por encontrar su rey, que se había perdido; y como el náufrago tuviera gran semejanza en su cuerpo y en su rostro con el rey, tomáronlo por él, y en esta calidad fue reconocido por todo el pueblo. En cuanto a él, no sabiendo qué partido tomar, resolvióse al fin por prestarse a su buena fortuna. Recibió todos los respetos que quisieron rendirle y dejóse tratar de rey.

Mas como no podía olvidar su condición natural, pensaba, al par que aceptaba aquellos respetos, que no era el rey que el pueblo buscaba, y que no le pertenecía el reino. Tenía así un doble pensamiento: uno por el que actuaba como rey, y el otro por el que reconocía su verdadero estado, y que no era sino el azar el que le había puesto en el lugar en que estaba. Este último pensamiento lo encubría, y descubría el otro. Por el primero trataba con el pueblo, y por el último trataba consigo mismo.

Por un azar no menor que el del hombre que de repente se encontró ser rey, poseéis las riquezas de que sois dueño. De vos mismo y por vuestra naturaleza, no tenéis sobre aquello ningún derecho, no más que aquél; y no solamente no os encontráis primeramente como hijo de un duque, sino que no habéis venido al mundo sino por una infinidad de azares. De un matrimonio dependió vuestro nacimiento, o por mejor decir, de todos los matrimonios de aquellos de quien descendéis. Y estos matrimonios ¿de quién a su vez dependen? De un encuentro fortuito, de un discurso al viento, de mil ocasiones imprevistas.

Vuestras riquezas, a lo que decís, os vienen de vuestros ancestros, pero no es sino por mil azares como vuestros ancestros las han adquirido y conservado. ¿Podéis imaginaros que por alguna ley natural hayan pasado estos bienes de vuestros antepasados a vos mismo? No hay verdad en esta apreciación. Este orden no reposa sino en la voluntad de los legisladores, los cuales habrán podido tener buenas razones, pero ninguna tomada de un derecho natural que tuvierais sobre estas cosas. Si les hubiera venido en gana ordenar que estos bienes, después de haber sido poseídos por vuestros padres durante su vida, a su muerte volvieran a la república, no hubierais podido tener el menor motivo de queja.

De suerte, pues, que todo el título por el que poseéis vuestro bien, no es un título de naturaleza, sino de una constitución humana. Un giro distinto de imaginación en quienes hacen las leyes, os hubiera dejado pobre; y no es sino esta inclinación del azar la que os ha hecho nacer al amparo fortuito de las leyes que os han sido favorables, y que os han puesto en posesión de todos estos bienes.

No quiero decir que no os pertenezcan legítimamente, o que esté permitido a otro arrebatároslos, ya que Dios, señor de todos ellos, ha permitido a las sociedades hacer leyes para su repartición, y una vez que estas leyes han sido establecidas, es injusto violarlas. Es esto lo que os distingue en algo del náufrago que no habría poseído su reino sino por el error del pueblo, ya que Dios, no habiendo autorizado aquella posesión, le habría obligado a renunciar a ella, al paso que autoriza la vuestra. Mas lo que os es en todo común con él, es que el derecho que tenéis sobre aquello, no tiene mayor fundamento del que tiene aquél, por no consistir en ninguna calidad o mérito de vuestra persona, y tal que os haga digno de aquella posesión. Vuestra alma y vuestro cuerpo son de suyo indiferentes al estado de batelero o al de duque, y no hay ningún vínculo natural que les adscriba a una condición más bien que a otra.

Pues de todo esto ¿qué se sigue? Que debéis tener, como el hombre del que hablamos, un pensamiento doble: que si actuáis al exterior con los hombres según vuestro rango, debéis reconocer, por un pensamiento más oculto pero más verdadero, que por naturaleza no tenéis nada por encima de ellos. Si el dictamen público os eleva por encima del común de los hombres, que el otro, el que lleváis escondido, os abaje y os tenga en una perfecta igualdad con todos los hombres, por ser vuestro estado natural.

El pueblo que os admira no conoce quizás este secreto. El pueblo cree que la nobleza es uña grandeza real y considera a casi todos los grandes como siendo de una naturaleza distinta de los demás. No le descubráis este error, si así os place, mas no abuséis insolentemente de esta elevación, y sobre todo no queráis desconoceros a vos mismo pensando que vuestro ser tiene algo más elevado que el de los demás.

¿Qué diríais del hombre aquel que hubiera sido hecho rey por error del pueblo, si viniera a olvidarse a tal punto de su condición natural que se imaginara que s e le debía el reino, que lo merecía y le pertenecía de derecho?'¿No quedaríais pasmado de su necedad y locura? Pero entre las personas de categoría, ¿no hay también las que viven en este extraño olvido de su estado natural?

¡Ojo a tan importante aviso! Pues todos los arrebatos, toda la violencia y toda la vanidad de los grandes vienen de que no conocen en absoluto lo que son. Difícil cosa es, en efecto, que quienes se miran en su interior como iguales a todos los hombres, y que estén bien persuadidos que en sí mismos no tienen nada que merezca las menudas ventajas que les ha dado Dios por encima de los demás, puedan tratarlos con insolencia. Para actuar de este modo tendrá uno que olvidarse de sí mismo y creer que se tiene alguna excelencia real por encima de aquéllos, en lo cual consiste la ilusión que trato de describiros.


Segundo Discurso

Es bueno, Señor, que sepáis lo que se os debe, a fin de que no pretendáis exigir de los hombres lo que no os es debido. Sería esto, en efecto, una evidente injusticia, y es, sin embargo, muy común a los de vuestra condición, porque ignoran la naturaleza de la misma.

Hay en el mundo dos especies dé grandezas, y que son las grandezas de constitución y las grandezas naturales. Las grandezas de constitución dependen de la voluntad de los hombres, que han creído con razón deber honrar ciertos estados y rodearlos de ciertos respetos, y de este género son las dignidades y la nobleza. En un país se honra a los nobles y en otro a los villanos; en éste a los mayores y en aquél a los menores, ¿Por qué así? Pues porque así lo han decidido los hombres. La situación era indiferente antes de la constitución, y después de la constitución deviene justa, porque es injusta su alteración.

Las grandezas naturales son aquellas que son independientes de la fantasía de los hombres, porque consisten en las cualidades reales y efectivas del alma o del cuerpo, y tales que toman la una o el otro más estimable, como las ciencias, la luz del espíritu, la virtud, la salud, la fuerza.

Algo debemos a la una y a la otra de estas grandezas; pero como son de una naturaleza diferente, debémosles también respetos diferentes.

A las grandezas de constitución debémosles respetos de constitución, es decir ciertas ceremonias exteriores que deben ser, sin embargo acompañadas, según la razón, de un reconocimiento interior de la justicia de este orden, sin que por ello nos hagan concebir alguna cualidad real en aquellos que de este modo honramos. A los reyes hay que hablarles de rodillas, y estar de pie en la sala de los príncipes, y sería una necedad y una bajeza de espíritu el rehusarles estos deberes.

Mas en lo que ve a los respetos naturales que consisten en la estimación, no los debemos sino a las grandezas naturales, y debemos al contrario desprecio y aversión a las cualidades contrarias a aquellas grandezas naturales. No hace falta que, por ser vos duque, os tenga en estima; lo único que hace falta es que os salude. Si sois duque y hombre de bien, cumpliré con lo que debo a una y otra cualidad. No os escatimaré las ceremonias que merece vuestra calidad de duque, ni la estima que merece la de hombre de bien. Mas si fuereis duque sin ser hombre de bien, os haré aún justicia, porque al par que me descargo de los deberes exteriores que la institución humana ha vinculado a vuestra cuna, no dejaré de tener por vos el desprecio interior que merece la bajeza de vuestro espíritu.

He ahí en qué consiste la justicia de estos deberes. Y la injusticia consiste en rendir los respetos naturales a las grandezas convencionales, o en exigir los respetos convencionales para las grandezas naturales. Si el señor X quiere pasar antes que yo, por ser un geómetra mayor que yo, le diré que de todo esto no entiende nada. La geometría es una grandeza natural que demanda por ello una preferencia estimativa, pero los hombres no le han atribuido ninguna preferencia exterior. Pasaré, pues, antes de él, y lo estimaré más que a mí mismo en su condición de geómetra. Pues de modo semejante, si siendo duque y par no os contentarais con que me tenga descubierto en vuestra presencia, sino que quisierais aún que os estimara, os rogaría yo que me mostrarais las cualidades acreedoras a mi estima. Si lo hiciereis, tendréis la luego, ya que en justicia no podría rehusárosla. Mas si no lo hiciereis, no podréis demandármelo en justicia, y ciertamente no lo obtendréis, así fueseis el mayor príncipe del mundo.


Tercer Discurso

Quiero haceros conocer, Señor, vuestra verdadera condición, por ser en este mundo la cosa que más ignoran las gentes de vuestro rango. ¿Qué es, a vuestro parecer, el ser gran señor? ¿Es el ser dueño de diversos objetos de la concupiscencia de los hombres, a fin de poder satisfacer a las necesidades y deseos de la mayoría? Pues son estas necesidades y deseos los que los arrastran a vuestro alrededor, y que hacen que se os sometan. Si por esto no fuera, ni siquiera os mirarían, y lo que esperan, por los servicios y deferencias que os rinden, es obtener de vos alguna parte de los bienes que desean, y de los que, por lo que ven, disponéis vos mismo.

Dios está rodeado de gentes llenas de caridad queje demandan los bienes de la caridad que están en su poder, por lo que es él propiamente el rey de la caridad.

Vos estáis igualmente rodeado de un pequeño número de personas sobre las que reináis a vuestro modo. Estas gentes están llenas de concupiscencia y os demandan los bienes de la concupiscencia, porque es la concupiscencia la que los vincula a vos. Sois así propiamente un rey de concupiscencia. Vuestro reino es de poca extensión, pero sois en esto igual a los grandes reyes de la tierra, al igual que vos mismo reyes de concupiscencia. La concupiscencia es el factor de su fuerza, es decir la posesión de las cosas que desea la avidez de los hombres.

Conociendo empero vuestra condición natural, usad de los medios que os da y no pretendáis reinar por otra vía que por la que os ha hecho rey. No ha sido vuestra fuerza ni vuestra potencia natural la que ha hecho de estas personas vuestros súbditos. No pretendáis, pues, dominarlos por la fuerza ni tratarlos con dureza. Satisfaced sus justos deseos, aliviadles en sus necesidades, poned vuestro contento en ser su bienhechor, promovedlos en lo que podáis, y seréis así verdadero rey de concupiscencia.

Lo que os digo no va muy lejos, y si a ello os atenéis, no dejaréis de perderos, pero al menos os perderéis como hombre de bien. ¡Hay gentes que se condenan tan estúpidamente por la avaricia, por la brutalidad, por el libertinaje, por la violencia, por los arrebatos, por las blasfemias! El medio que os sugiero es sin duda más honesto, mas en verdad que es una gran locura condenarse, y por esto no hay que contentarse con aquello. Hay que despreciar la concupiscencia y su reino, y aspirar al reino de la caridad, donde todos sus súbditos no respiran sino caridad y no desean sino los bienes de la caridad. Otros, y no yo, os dirán el camino, y a mí básteme el haberos apartado de aquellas vías brutales por las que, a lo que veo, se dejan llevar muchas personas de vuestra condición, por no conocer bien el estado verdadero de esta condición.

ESTUDIOS. filosofía-historia-letras
Primavera 1989
ITAM
http://biblioteca.itam.mx/estudios/estudio/letras16/dossier/sec_1.html








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RAMÓN MAYRATA [19.471]

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RAMÓN MAYRATA 

Ramón Mayrata nace en Madrid en 1952. Poeta y novelista, ha ejercido también el periodismo escrito y ha trabajado como guionista de radio y de televisión. 

A los diecinueve años publicó su primer libro de poemas: Estética de la serpiente (1972).. Un año antes aparecieron sus poemas iniciales en la antología Espejo del amor y de la muerte, prologada por Vicente Aleixandre (1971).

Trabajó como antropólogo en el antiguo Sahara español en pleno proceso de descolonización. Su estancia en el Sahara Occidentcal significó el descubrimiento de una cultura singular que ha hecho posible la supervivencia en condiciones extremas. 

Estas experiencias fueron la materia de su primera novela: El imperio desierto (Mondadori, 1992) donde narró los últimos momentos de la descolonización fallida del Sahara Occidental y los comienzos de una larga guerra.

Posteriormente ejerció el periodismo y trabajó como traductor en París. Desde entonces  ha compaginado la dedicación a la escritura con el trabajo en medios de comunicación, como articulista y guionista de radio y televisión, y la labor docente.

Su  relación con los medios de comunicación le sugiere un libro de relatos, Si me escuchas esta noche (Mondadori,1991) y su segunda novela El sillón malva (Planeta,1994), que es una vertiginosa panorámica de la España del fin del milenio.

Completan su obra narrativa: Alí Bey, el Abasí (Planeta 1995), traducida al árabe (War, Damasco, inspirada en la vida del ilustrado español Domingo Badía, quien adoptando la personalidad de un musulmán atravesó Marruecos, Libia, Egipto, Palestina, Siria y Turquía y logró penetrar en La Meca cincuenta años antes que el coronel Burton.

Y Miracielos (Muchnik, 2000), emocionante visión de la libertad y la desdicha, que relata las relaciones de una orquesta de refugiados judíos y un guitarrista flamenco, casi un niño, en Cádiz, durante la segunda guerra mundial, donde esperan un barco que no llega. Esta novela ha sido adaptada al teatro por el dramaturgo Carlos Rod y publicada por el Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz (2002). 
 
Junto a Juan Tamariz fundó y dirigió la editorial Frackson especializada en libros técnicos de magia. Fruto de su relación con la magia y el ilusionismo son Por arte de magia. Una historia del ilusionismo. (1982) y La sangre del turco (1990), sobre el mundo de los autómatas y los avatares de la creación del hombre artificial.

Y dos incursiones en el teatro mágico. La Vía Lácteainspirada en las comedias de magia del siglo de oro y estrenada en Santiago de Compostela, (1993) por la compañía del Mago Antón. Y El viaje de los autómatas (Revista El Europeo, con escenografía y figurines de Sigfrido Martín Begué, Madrid)

En la última década del siglo pasado y en los primeros años de este  prosiguió la publicación de su obra poética: Una duda de Alicia (1990), Sin puertas, (1996), Confín de la Ciudad (1998), su continuación Nuevos poemas del Confín (2002), Poemas del Café Estigia (2004), Iluminar la noche (2005) y El amor tuvo que ver con los gorilas (2007).

Ha escrito numerosos textos sobre arte, entre ellos La perplejidad del arte moderno, incluido en el libro colectivo Los espectáculos del arte (Tusquets, 1.993); El esplendor de la Tierra Pura en Viajes por Egipto y Asia Menor (Album, 1996) y en catálogos dedicados a los pintores Eduardo Arroyo, Ramón Gaya, Carlos Franco y José Luis Tirado y a los fotógrafos Isabel Muñoz, Ricardo Vinós y Ciucco Gutiérrez.

Secciones fijas en El País semanal, La Luna, Cinema 2002, Crónica, el programa En días como estos de RNE/Radio 1, etc. 

La agencia Metropolitan distribuyó sus artículos de opinión sobre la actualidad cultural en una veintena de periódicos locales. Ha colaborado en las revistas Camp de l´arpa, Fablas, Sábado Gráfico, Revista de Occidente, Poesía española, Ozono, Nueva Lente, Arte Contemporáneo/Arco, Boletín de la Fundación Juan March, Reseña, La Luna, Fin de siglo, El Urogallo, El Europeo, La Fábrica, La Balsa de La Medusa, Revista Atlántica de Poesía, El rapto de Europa, etc.. 

Ha ejercido la crítica literaria en El Sol, el País y ABC y dirigió un programa semanal sobre literatura en Radio 3. En la actualidad colabora en El Norte de Castilla donde se ocupa de crítica de libros de narrativa.

Desde 1982 y a lo largo de más de veinte años ha sido guionista de varias series de televisión (TVE y ANTENA 3) y programas de radio (RNE). Fue director del programa semanal, dedicado a la literatura, Las Tardes de Armagedón / Secretos para imaginar en Radio Nacional de España /Radio 3.
 

Bendiciones de la mañana


I

Salgo a correr hacia la luz.
Los charcos reflejan las nubes.
Desde hace días cada mañana
corro por ese cielo en el suelo
del parque. Es otoño y, a través
de los vanos de los campanarios,
de los arcos del acueducto,
las ramas de los pinos escurren
su brillo de plata sobre la ciudad
lejana y transparente.


II

Paz en abundancia, en esta primavera, pues corro,
y corro y no veo al perro negro, obstinado perro negro,
y mi cabeza repleta de la enormidad de su noche
no puede imaginar las matas de lilas entre las que corro
sin ese perro negro inflamado tras ellas, que me mira
y es el  mismo perro negro que no me deja nunca y me acecha
y yo corro, incluso cuando duermo, y siempre el perro negro
de dientes blancos gruñe en su morada de obscuridad.


III

Paz para quien corre mortalmente cansado de la vida
sin esperar de ella otra cosa que parar.
Tras la carrera compro pan en la plaza
en la que el asfalto es como estaño,
un plato de estaño para su ternura blanca.
Cuando algo me molesta como pan.
La rebanada del tamaño de mi boca
es silencio que devora los sabores airados.


IV

Vayamos en paz efímeras imágenes, yo mismo.
Paso veloz por la plaza con idéntica celeridad
con que pasa la vida. El kiosco está abierto.
En el rectángulo iluminado, una cabeza solitaria
parece levitar, limpiamente, sobre imágenes
de aquí y allá. Es difícil a esta velocidad
y a esta distancia correr por un mundo real.
Las efímeras imágenes, yo mismo,
pasamos por la plaza con la incertidumbre
con que vuela una bolsa de celofán
que se lleva el viento. Vayamos en paz.


V

Corres hacia la luz por la ladera oscura
y al alcanzar la cima viene a tu encuentro
el cielo silencioso. Prosiguen tus zancadas,
sin orillas ni abismo, bienvenido instante transparente,
un poco de lumbre que en el azul se ciega.


VI

Cae la luz sin alas como hermética ceniza.
Corro por un eclipse y busco el sol
cuando los bordes grises del universo
sorben el resplandor verde de las briznas de hierba.


VII

Piso presión casi en carne viva, hendiduras,
rugosidad de caverna de un pedazo de tierra,
único testimonio de la verdad de la muerte
sin abajo ni encima. Pues es raíz pero fue cortada,
flotante víscera que se adueña blandamente
de su cuerpo con dureza. Corro sobre lo que me acosa.


La copa en la alacena

Como pie descalzo
se apoya en la alacena
esa copa vacía
que siente la madera
sobre la que reposa,
su peso y su firmeza
a través del cristal.

Transparencia tan cierta
que troca lo espeso en claro,
en aire la firmeza,
el peso en levedad,
casi en cielo la tierra.

Un vacío esencial
que la mirada llena.
Despojada y desnuda,
en el aire aprecia,
sin rasguño o desgaste,
sólo un fulgor apenas.

La realidad salvada
es sólo transparencia,
donde la madera es aire
y el aire es madera.

En su hondura el cristal
muestra el hueco que encierra
y también es trasluz
de cuanto le rodea.

La copa en la alacena fue publicado por vez primera en el catálogo de la exposición de Ramón Gaya en el Palacio Almudí de Murcia en marzo de 1995. En 1996 fue publicado en Sin puertas de la editorial Pre-Textos.



República

Para Ramón Gaya

En tus manos
las bridas deshechas.
Entre tus piernas
negro hueco el caballo.
Espuelas sin ijares
se topan y rechinan.

Y aún cabalgas
como sobre la noche
galopa el alba.

República fue publicado en la revista Arrecife, Murcia, 1995. Un año más tarde se recoge en Sin puertas de la editorial Pre-Textos.



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JOSÉ MANUEL CAPÊLO [19.472]

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JOSÉ MANUEL CAPÊLO

El poeta portugués José Manuel Capêlo (también narrador, editor, dibujante, investigador literario e historiador de los templarios en Portugal) nació en Castelo Branco, 1946, y falleció en Campo Maior el 25 de febrero de 2010.

Desde la aparición en España de su antología bilingüe E se tu não existisses? / ¿Y si no existieses?, traducida por Ángel Guinda y editada en 2003 por Trinidad Ruiz Marcellán (Olifante), Capêlo viajaba a Madrid, ya solo, ya acompañado por Branquiña u otros allegados, para reunirse –algunas veces en El Alambique– con amigos como René Letona, los pintores Juan Antonio Díaz y Manuel Calvo, Mila Bermejo, Agustín Porras, José Luis de la Vega, José Cereijo, Inmaculada Muro Subías, Raquel Arroyo y el propio Guinda con quien viajó al Moncayo para pasar unos días en Litago y en La Casa del Poeta (Trasmoz).

Siempre le recordamos entusiasta, activo, emprendedor, vitalista, vehemente en la expresión, en la comunicación; generoso, hospitalario, gran comedor y buen bebedor.  Este homenaje (justo reconocimiento al buen amigo y al mejor poeta que fue) desea ser una presencia de su obra que nos ayude a sobrellevar la ausencia de su persona.

Por falta de espacio las colaboraciones de algunos de sus amigos, poetas y escritores portugueses –traducidas por David Francisco González– se ofrecen únicamente en castellano: a ellos damos las gracias y les pedimos disculpas. [El Alambique]


(Selección y traducción de Ángel Guinda)

Quem me dera poder voar

Que falem de mim os gestos, amor,
que falem de mim os gestos deste entardecer e da noite
longo silencio, estranha penumbra a mascarar-se
com a manhã que nasce só.
Mais belo é misturar-me com o sorriso
dessa tua alma cheia de alma
flor única que beijo e transporto nos dedos
que me fizeram à tua imagen
como um pequeno deus transformado em homem.

E nada se compara ao teu sorriso
a esse teu sorriso como linha de horizonte
fumo duma nave elíptica a passar
pelo arredondado da terra, a surcar o veio do mar
abrindo as fontes das serras e os eixos das plantas
os olhares dos homens e o geométrico dos telhados
as grandes quilhas suspensas e o mar a não ter fim
nesse fim a não ter mar ou o teu sorriso ou o teu destino.
Quem dera ser pena ou asa ou algo muito parecido
como um grande manto de nuvens ou a plena claridade
duma madrugada a despontar nos meus olhos.
Ah! Quem me dera poder voar no meio dos teus olhos
queimar-me nas chamas que irrompem do seio dos teus lábios
fustigar-me com o suor que sai em cascatas de vida
em flores de lilás de entre os teus dedos
e adormecer no sonho infinito no meio dos teus abraços.
Não pretendia mais. Tudo o resto poderia nascer igual
com salpicos de todas as formas e olhares
nos gestos idênticos de quem estende as mãos
oferece o corpo. De quem dá a boca.
As manhãs, que viessem floridas, estivais, outonais
primaveris, frígidas. Não me importava. Nada me importava.
Mas que viesses tu, unicamente tu
com o sorriso nas mãos e a alma nos olhos.
Depois, que aparecesse a Natureza e o seu manto.


Quién pudiera volar

Que hablen de mí los gestos, amor,
que hablen de mí los gestos de este atardecer y de la noche:
largo silencio, extraña penumbra enmascarándose
con la mañana que nace a solas.
Es más bello mezclarme con la sonrisa
de esa alma tuya llena de alma,
flor única que beso y transporto en los dedos
que me hicieron a tu imagen
como un pequeño dios transformado en hombre.

Y nada es comparable a tu sonrisa,
a esa sonrisa tuya como línea del horizonte,
humo de una nave elíptica pasando
por la redondez de la tierra, cruzando la franja del mar,
abriendo las fuentes de las sierras y los tallos de las plantas,
las miradas de los hombres y lo geométrico de los tejados,
las grandes quillas suspendidas y el mar que no tiene fin,
con ese fin que no tiene mar o tu sonrisa o tu destino.
Quién pudiera ser pluma o ala o algo muy parecido,
como un gran manto de nubes o la plena claridad
de un amanecer despuntando en mis ojos.
Ah, si pudiera volar en medio de tus ojos,
quemarme en las llamas que irrumpen del seno de tus labios,
azotarme con el sudor que sale en cataratas de vida
en flores lilas entre tus dedos
y adormecerme en el sueño infinito en medio de tus abrazos.
No pretendía más. El resto podía surgir igual,
con salpicaduras de todas las formas y miradas,
con los mismos gestos de quien extiende las manos,
ofrece el cuerpo. De quien da la boca.
Que las mañanas viniesen floridas, estivales, otoñales,
primaverales, heladas. No me importaba. Nada me importaba.
Sino que tú vinieses, únicamente tú,
con la sonrisa en las manos y el alma en los ojos.
Después, que apareciera la Naturaleza y su manto.



A razão do meu sentir de hoje!

Eu quero ser louco.
Deixem-me ser louco.
Loucura não é usar boné
coçar na cabeza, roer um dedo, olhar uma grade
andar num só pé.
Loucura não é olharem-me nos olhos
fumar dum só lado
entre flores de cemitério
uma perna que passa, uma saudade de fado.

Eu quero ser louco.
Deixem-me ser louco.
A loucura é uma casa em que me abrigo
uma luz que me ilumina, uma mão que me segue
e que riu porque a sigo.

Loucura é fazer versos
é mostrar-me, é dizer quem sou
–um dedo, um olhar, um boné–
dos lugares que sinto… dispersos.

Eu quero ser louco.
Deixem-me ser louco
ao menos
Hoje!



¡El motivo de mi sentir de hoy!

Quiero estar loco.
Déjenme estar loco.
Locura no es llevar gorra,
rascarse la cabeza, morderse un dedo, mirar una reja,
andar a la pata coja.
Locura no es que me miren a los ojos,
fumar con dejadez
entre flores de cementerio,
una pierna que avanza, una melancolía de fado.

Quiero estar loco.
Déjenme estar loco.
La locura es una casa en la que me refugio,
una luz que me ilumina, una mano que me sigue
y río porque me sigue.

Locura es escribir versos,
confesarme, decir quién soy
-un dedo, una mirada, una gorra-
en aquellos lugares que siento… dispersos.

Quiero estar loco.
¡Déjenme estar loco
al menos
Hoy!



Se… en realidade

Se eu tivesse tempo de ser tempo
se o tempo tivesse tempo de ser eu
talvez que o tempo fosse mais tempo
e eu tivesse tempo de ser mais eu.

E se tu não existisses?

E se tu não existisses? Se apenas fosses
um secreto lugar onde se escondem as montanhas?
Se ninguém fosse teu, como da terra os oceanos
e os lugares, os dons da luz e da cor?
Poderias ser como o oco das máscaras e dos falsos ocasos
a vulgar penumbra dos locais e dos rostos indescritíveis
um sorriso pleno aos lugares dos corpos
rio paralelo de uma ponte sem margens, sem dor
sem força. E se tu não existisses? Poderias ser
apenas sorriso que se fizesse em lugar reservado
um olhar por entre os corpos que se movimentam
num recinto de dança, entre abraços de ocasião.
Se apenas fosses esse lugar, talvez que os teus olhos
se tornassem azuis de tanto serem verdes. Sorrir-me-ias
com o mesmo encanto con que teus lábios suavíssimos
se me sorriam, pois longe está o corpo do homem próximo
como perto, está o meu de beleza indómita e salvagem.
Lembrei-te, porque se existisses, eras meu corpo
nesta terra de alegria. E como é triste esta terra
de alegria-assim, réstia de um lugar donde se vêem
os olhos, que, de tão sedentos, cegos são.



Si… en realidad

Si yo tuviese tiempo de ser tiempo
si el tiempo tuviese tiempo de ser yo
tal vez el tiempo sería más tiempo
y yo tendría tiempo de ser más yo.

¿Y si no existieses?

¿Y si no existieses? ¿Si apenas fueras
un secreto lugar donde se esconden las montañas?
¿Si nadie fuese tuyo, como de la tierra los océanos
y los sitios, los dones de la luz y del color?
Podrías ser como el hueco de las máscaras y de los falsos ocasos,
la penumbra vulgar de los locales y de los rostros indescriptibles,
una plena sonrisa en los espacios de los cuerpos,
río paralelo a un puente sin orillas, sin dolor,
sin fuerza. ¿Y si no existieses? Podrías ser
apenas una sonrisa hecha en lugar reservado,
una mirada entre los cuerpos que se mueven
en un recinto de danza, entre abrazos ocasionales.
Si apenas fueses ese lugar, tal vez tus ojos
se volverían azules de tan verdes. Me sonreirías
con el mismo encanto con que tus labios suavísimos
me sonreían, pues lejos está el cuerpo del hombre cercano
como cerca está el mío de belleza indómita y salvaje.
Te recuerdo, porque si existieses, serías mi cuerpo
en esta tierra de alegría. Y qué triste es esta tierra
de alegría así, huella de un lugar en el que se ven
los ojos que, de tan sedientos, son ciegos.


As longas horas de encontro

Longamente… a noite
a fácil luz de todos os delírios
de todos estes medos que guardo desde a infancia
essa, que só me soube a trevas e a embuste
a memórias fáceis e desarticuladas
a longas horas de encontro comigo, a sós comigo
com os meus vultos e os meus delírios
a minha imaginação fácil e desempoeirada
acontecida em longas horas de sono vivo e feliz.

Quem me soube ver quando me procurava
nas imensas manhãs de um qualquer dia sem sia?
Quem me soube entender quando me preguntaba
de onde –ou de que lado– vinha a luz
quando se distinguia a sombra incontrolable das trevas?
Quem me soube responder a esse passado
que, de tão recente, tinha a visão da minha orfandade
vista por tantos
e pouco, ou nada, entendida pelos demais?

Foi brevemente longo o meu desespero
a minha ânsia descontrolada
o lado outro, que não era meu, porque o não tinha
e não sabia a quem pedir!?...

Quem fez de-mim o que sou hoje?
Quem se lembrou de me lembrar?



Las largas horas de encuentro

Por mucho tiempo… la noche,
la clara luz de todos los delirios,
de todos estos miedos que guardo desde la infancia,
esa infancia que sólo me supo a tinieblas y engaño,
a recuerdos sencillos y desarticulados,
a largas horas de encuentro conmigo mismo, a solas conmigo,
con mis rostros y mis delirios,
a mi imaginación fácil y desempolvada,
sobrevenida en largas horas de sueño vivo y feliz.

¿Quién supo verme cuando me buscaba
en las inmensas mañanas de un día cualquiera?
¿Quién me supo entender cuando me preguntaba
de dónde –o de qué lado– venía la luz
cuando la sombra incontrolable se distinguía de las tinieblas?
¿Quién supo responderme a ese pasado
que, de tan reciente, tenía la visión de mi orfandad
vista por tantos
y poco, o nada, comprendida por muchos más?

¿¡Fue brevemente larga mi desesperación,
mi angustia descontrolada,
el otro lado, que no era mío, porque no lo tenía
y no sabía a quién pedírselo!?...

¿Quién hizo de mí lo que ahora soy?
¿Quién se acordó de recordarme?



[JOSÉ MANUEL CAPÊLO]  EXISTÊNCIA: A ETERNA LEMBRANÇA FEITA  - JOSÉ MANUEL CAPÊLO - IN MEMORIAN. Coordenação e organização: Pedro Miguel Salvado.  Castelo Branco, Portugal: SIRGO, 2013.  44 p. ilus. Inclui textos do poeta, textos sobre ele e poemas em sua homagem, além de fotos. Capa e design: HUGO Landeiro Dominguez. ISBN 978-989-97695-9-5    Col. A.M.

NO CUME DA GUARDUNHA
                                            para o Peado Loução
Viver é criar. Subir é ver.
Eu que não criei montanhas, nem aves, nem espaços
vejo-me criá-los ao erguer os braços no ponto mais alto da serra
na Senhora da Penha, em pleno maciço da Guardunha
como Godofredo, o conquistador do Templo, o fez
— quando a cidade sagrada lhe foi entregue
depois de acometida, tomada e saqueada—
brandidas as audácias e a loucura da posse.
Deixando o caminho mais largo, com os meus amigos, começo 
                                                                                   a  subida
do morro firme e vário, como que escondido pela serra maior,
por entre caminhos antigos e pedras de leitura
que nos descobrem os vestígios dos passos, do arquitecto lúcido
que por ali andara há alguns séculos e escolhera aquela região .
para deixar nome em rio, terras, ameias e memórias.
Sinto-me na terra, que é bela e estranha
— gerida por uma força que não se vê, mas sente —
a cada palmo de rocha trepada. Subo para ver
a íngreme escadaria de pedra, própria de deuses
com sinais deles, até ao cume.
Recuperado o fôlego perdido, preso à grande pedra em que me firmo
ergo os braços de punhos cerrados e grito como o vento:
— Sou o senhor do mundo!... O senhor do mundo!...
SUPREMA INTENÇÃO
                                                          a António Salvado
Nada sem forma. A rua larga, albicastra, a forma esguia
duma face em perfil, um sorriso num copo cheio de mim.
Meu pai ... Quando sou eu? Talvez, um dia, quando o mar
se chegar mais próximo. Quando a terra deixar de vacilar,
ou quando a natureza se mostrar na sua grandeza, sem os
desvarios dos homens. Quando Deus e o Diabo quiserem,
sem que me modifique ou esqueça, sem deixar de pensar
que por aqui passei, menir antepassado, narrativa em pedra,
silhueta apontada à imensidão árida.
Quando me procurarem e encontrarem na porção de tudo
e nada!...

Dibujo de José Manuel Capêlo, de Juan Díaz



Con 17 años, y traje de estudiante del colegio Nuno Álvares



En 1967, en la boda de su hermana Maria Helena, Palacio Nacional de Queluz. 




Abril de 1979, en la redacción del semanario El Templario, fotografía de José Marques



Con los poetas António Ramos y Joao Rui de Sousa, en 1987



De izquierda a derecha: Tomás Ribas, Maria do Sameiro Barroso, António Salvado, Capêlo,  Antonio Réis (director de la galería Barata) y los actores Fátima Murta y Joao d’Ávila, en la presentación del libro de Maria O Rubro das Papoilas (diciembre de 1987).


Con el poeta brasileiro Ângelo Monteiro (Castelo de S. Jorge, Lisboa, noviembre de 2000)Con el poeta brasileiro Ângelo Monteiro (Castelo de S. Jorge, Lisboa, noviembre de 2000)



Con Ángel Guinda, febrero de 2001, Hotel Mercator, Madrid



Una de sus ultimas fotos, 2009, en Casa do Temple, Campo Maio


Con Ángel Guinda y el pintor Manuel Calvo



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ÁNGEL LUIS VIGARAY [19.473]

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Ángel Luis Vigaray 

(1951-2009) fue poeta, director de la excepcional colección Signos de Huerga y Fierro Editores (donde aparecieron o se rescataron libros básicos para la poesía moderna en lengua española, de uno y otro lado del océano), promotor y alma de diversas actividades culturales, “solitario radical y pesimista de nación” (como dice Ángel Luis Prieto de Paula), y “ermitaño de la poesía”, de la que hizo su vida, en palabras de Javier Lostalé. La de nuestra lengua tiene con él una de esas deudas que no pueden pagarse; este dossier de El Alambique no pretende de ningún modo saldarla (lo que sería, repetimos, imposible), sino únicamente rendirles, a él y a su trabajo, un merecido homenaje de admiración y reconocimiento.


Antología poética

(Selección de José Cereijo)


A Francisco Algaba

En las tardes lluviosas lo recuerdas,
Azul escapulario de la muerte,
Límpido cristal de miel reposa en tu memoria.

Vamos bajando, amor,
Vamos trizando tristísimos naufragios.

Pues dónde fueron los tibios cuerpos del amor,
Sin nombre, despreciado,
Dónde hallaremos infancia sin sollozo
Desprovista de miedo, azul igual que un niño
Tendido, dormido junto al mar.
Dónde la claridad
En la que anegar tan tristes ojos,
Bajo qué lienzo, atentas y dispuestas,
Tinieblas pertinaces,
Agotador el sueño, cama de la lujuria,
Bronce y sólo bronce sobre el pecho.
Aún las cenizas tiemblan anunciando el crepúsculo,
Mar de espuma incierta donde reposarían mis antepasados,
Horrible vencedor de oscuro juego.

Vamos bajando, amor,
Vamos trizando tristísimos naufragios.

Qué de horizonte, en fin,
Azul
Habéis dejado.
Cristalino vapor, devorado camposanto.
Y tanto amor enorme,
Tanta muerte vanidosamente amarga,
Cadáveres de nieve, acuchilladores del otoño.
Tanto sollozo ciego
En campos de espuma
Donde me tiendo y amo.

Pues cuando llegue la noche
Recordadme al olvido,
Inmenso mar dorado ensimismado.
Y ebrio de lágrimas
Diré que esto es un truco,
Y olvídense de flores y epitafios.
Raza crepuscular,
Caído caminante.
Audaz arrecife iluminado.


El soldado lloró hasta el alba
Por enésima vez,
Y ya no vuelve.



*

A Rafael Pérez Estrada

Materia gratuita, refugio iluminado,
Hondo sur, dice,
Mira, límite del ojo zodiacal,
Rosal poniente, cristalino.
Y una vez y otra he de llamarte por tu nombre,
Cómo pudo hacerlo, pútrido estanque;
Aléjate de la casa que en ruinas
O el turbio azar acabará por la mañana.
Durante la noche
La brisa nos condujo a Trieste,
Cálido mar, imagen y semejanza.
El esperma infectará la herida
Y el viento amaina
Al roce con tus ropas.

Por qué camino, tú me dirás,
Se sale de este pantanoso, desolado
Cementerio.





A Mario Míguez

Lo efímero del día y del cielo
Gris. Sin conmemoración
Algunas nubes pasan lentas
Bajo el cielo gris.
Pero no siempre es así.
Otras veces,
Algunas nubes permanecen quietas,
Absortas, podría decirse casi mudas
Bajo un sol de agosto,

Sin sombra, absortas,

Podría decirse casi mudas, algunas
Nubes permanecen quietas, podría decirse
Que contemplando lo efímero
Del día y del cielo gris.



*



Espesura claveteada de jadeos
Y viento turbio
Para la ausencia de vacío,
Esos son los atributos del poema.

Sordo grito, sol quebrado,
Lento fruto
Bajo la hora reseca,
Plomiza,
En la tarde vacía

Que desciende lentísima,
Sol a sol,
Hacia el crepúsculo.




A Leopoldo Alas

Mas este dolor de aniversario
Cesará con la música desnuda,
O para el próximo invierno
Todos mudos, ciegos de maldad.

Se quebrarán las alas del alcotán
Y siete sonrisas a lo lejos,
Nietas del sauce y del caballo,
Antes de expirar o quizá no,
Durante y luego, hace tanto
Tiempo. Y nada has visto de Roma.

Estación Termini y qué,
El silencio estruendoso de la nada
Hasta más allá del alba.





Con el alarido de la lluvia
El soldado ha caído a tierra.
Ahora, más que nunca, se precisa
La presencia del enviado,
Espejo del bosque de abedules,
Náufrago desarraigado que pregunta
Por el origen del fuego que lo abrasa,
Ignorando que bruñida y mortal
Es su condena, cárdena condena.
Y por más que tañáis, campanas altas,
Las galeras surcan ya aguas ajenas;
En lontananza, gaviotas delicadas aletean,
La extraña muerte cotidiana
Sonríe a estribor.

Y a babor resopla,
Por allí resopla, capitán, por allí,
Monstruo blanco infernal,
Destino cierto.

Sólo la muerte cesa,
Sólo la muerte cesa
Con estridente lenguaje que evapora.





Y esperamos que después de la luz
Se hizo la nada,
Y aún más lejos esperamos
Punzadas,
Y todavía esperamos canciones,
Elegías.

Tumba inmaculada, humeantes crisantemos
Al ciego sol ardiendo.

Jirones de lluvia espesa
Después de la partida,
Y todo amor no pudo nada.

Ventana estrecha al alba cristalina,

Cañaveral herido,
Última vida,
Al fin ganamos la partida.


En qué abismo de palidez,
En qué piedra materna
Inhalas el vacío,
Clarividente axioma.

En qué gélida raíz de tronco hueco
Llameaste un invierno.

En qué áspera sombra
Aletea
La mano mortal
Con la que habrás de desgarrarme,

Ribera de luz,
Crepuscular guijarro rojo.





Huías. Hacia dónde.
Por tu boca de miedo,
Con silencio entre los brazos,
Hacia la playa
En que nos encontramos.

Playa de escombros,
Yo distribuí las mañanas
Húmedas sobre tu corazón,
Sobre tus ojos azulados.

Cañaverales bajo el cieno
Atravesamos en las horas cruentas.

Pleamar de claridad,
Gaviota errante, volabas,
Huías. Hacia dónde.


 *



A Francisco Brines

Ni una gota de sombra
Has derramado,
Y sin embargo
Permaneces herido.
Ni una palabra de luz
Has cercenado,
Y sin embargo
El crepúsculo se posará en tus ojos.
Entre párpado y párpado
Y en la mano
Que abrías y cerrabas,

Cerrabas y abrías,
Con punto y punto de sutura,
Ante el desolador vacío que creabas
En el centro exacto de esta nada.



(De Grama, 1995)











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MAKSIM AMELIN [19.474]

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MAKSIM AMELIN    

Maksim Amelin Nació en 1970 en Kursk, Rusia, es autor de  tres libros de poesía  Kholodnye ody, Dubia y Kon’ Gorgony  y de dos libros de traducciones  Katull. Lirika (Moscú, 2005) y Priapova kniga (Moscú; San Petersburgo, 2003). Ganador del premio Anti-Booker en 1998, del premio de la revista Noviy Mir, también en 1998; del gran premio Moskovskiy schyot y del premio Antología en 2004. Actualmente trabaja en editorial y vive en Moscú.


Presentamos, en versión de la traductora Indira Díaz, y por primera vez en español, una muestra de Maksim Amelin. Se trata, prácticamente, de la primera generación de poetas que se formó y comenzó a escribir después de la caída del muro de Berlín.
http://circulodepoesia.com/2013/11/nueva-poesia-de-rusia/




El triste y pesado camino de la casa al trabajo
Salir corriendo a casa después de la jornada
Atravesar  la agitada tempestad
Otoño, primavera, verano e invierno

Simplemente caminar por los bulevares, habiendo aprendido que
La luz no alcanza, habiendo aprendido a no esperar al creador
Habiendo aprendido que no se pueden cambiar los desgastados fundamentos por unos nuevos
Que no se pueden  revivir los corazones, ni las mentes

Codiciosos hasta los pies
Lo  hagas- o no lo hagas- yo sólo soy
la indefinida forma
De la existencia y el ser



Из дому грустно брести на работу,
мчаться вприпрыжку с работы домой,
плыть по течению к водовороту,
осенью, летом, весной и зимой

просто гулять по бульварам, усвоив:
свет не догнать, не дождаться творца
новых — взамен обветшалых — устоев,
не оживить ни умы, ни сердца,

жадные лишь до подножного корма,
что бы ни делать — не сделать, и я —
только неопределенная форма
существования и бытия.




El mito de que París es más grandioso que París por sí mismo
Más colorido, más sonoro,  más rico, más aromático, más suave
Más profundo que los cementerios subterráneos y más alto que los tejados, –
Irremediablemente condenado – a la venta

Exhibido y ofertado  a la competencia
Convencido él mismo de ser el peor en la lista
Pequeño, casi invisible, apocado, pobre,-
Ni cercanamente parecido al original,

No importa como se mire, desde la altura de un águila
O de la del hombre, desde cualquier perspectiva
tú no verás , la cautivadora luz Vieja y Nueva ,
– ni vida, ni sueño, ni milagro:

Las musas son ciegas, sordo y mudo es Apolo,
Pegaso está atrapado en las redes de la araña-
Acabado en las cuadras,
Atestado en la encrucijada de disonantes armonías.



Миф о Париже больше, чем сам Париж,
красочней, звонче, вкусней, ароматней, глаже,
глубже кладббищ подземных и выше крыш, —
безвозвратно утраченный — для продажи

выставленного, сравнительных степеней,
сам убедился, подлинник хуже списка,
мельче, невзрачней, выхолощенней, бедней, —
нет ничего похожего, даже близко,

как ни гляди, с орлиной ли высоты,
с плоскости ль человечьей, еще ль откуда,
чем свет Старый и Новый пленялись, ты
не увидишь, — ни жизни, ни сна, ни чуда:

Музы слепы, глух и нем Аполлон,
проволокой Пегас оплетен паучьей, —
хватит с него четверок, со всех сторон
вкопанных на перекрестке нищих созвучий





Maksim Amelin (1970) és un poeta que va irrompre en el món poètic durant la seva joventut. “Va entrar-hi enèrgicament i d’una manera tempestívola, amb ímpetu”, apunta Iermakova. “No és semblant a ningú. Va unir a la seva poesia el criticisme rus del segle XVIII i, també, va barrejar-hi la parla més contemporània i més fluïda. El pòsit dels seus poemes té a veure amb el món erudit, amb els savis i els poetes; tradueix molt de les llengües clàssiques -del llatí i del grec antic- i això ha influït indiscutiblement la seva obra. La seva poètica, per aquest motiu, creix en moltes direccions”, exposa Irina Iermakova.


Cada dia del món

Cada dia del món, tret dels festius i els caps de setmana,
quan no té sentit sortir de casa per anar al centre
sense cap motiu especial,
amb el xerric, el grinyol, el ronc, el xiulet
i l’escarritx insuportables que esgarrapen i perforen

tots dos timpans, a una velocitat esbojarrada
el tren subterrani em transporta com sempre
passant pel mateix lloc, entre Avtozavódskaia
i Pavelétskaia, on un amic meu, no gaire íntim,
un home tranquil i familiar com n’hi ha pocs,

un gran company de got i lletraferit apassionat,
que ni fent feines honrades no s’havia guanyat ni un cèntim,
en Bória Geliebter (tingue’l present a les pregàries, tu que ets viu!)
va quedar destrossat en l’explosió del dia sis
de febrer de l’any dos mil quatre després

de Crist, un divendres, a les vuit i trenta-dos minuts,
quan anava a la feina al matí a l’hora punta,
sense sospitar que li tocaria, pobre home,
a cinquanta-quatre dies de fer els quaranta-tres anys,
d’anar a parar a l’epicentre (oh casualitat absurda!),

i em vénen al cap malediccions plenes de ràbia:
«Que aquells que, sense immutar-se, van donar l’ordre terrible
i aquells que, conscients del que feien, la van complir,
no trobin la pau ni en aquest món ni a l’altre,
que ni a les tombes fredes ni als llits calents els seus cossos

no tinguin descans, i que les seves ànimes rebin un càstig doblement sever!»,
i penso resignat com són d’inescrutables
per la raó de l’home els designis ocults del cel
i com és d’inútil voler-los apamar amb mesura humana,
que el naixement dels mortals, la vida i la fi són en mans

del Creador, que reclama el retorn de tots els benaurats:
«Beneït sia el meu estimat!»,
i tinc pressentiments confusos, com ara que el filòsof
de la causa comuna pugui tenir raó i que calgui fer uns quants números
amb les dades més precises per a la resurrecció futura,

que les puguem treure d’aquí i, per contradir
les paraules amargues d’un altre pensador, demostrar
que la poesia després d’Auschwitz i el GULAG, de les sagnants
revolucions i guerres, d’Hiroshima, de Bagdad i Nova York
és possible; però de quina mena? Qui ho sap, potser d’aquesta.

(Maksim Amelin)



Каждый божий день, кроме выходных и праздничных,
когда без надобности особой смысла нет
из дому выдвигаться в сторону центра,
выносимым скрежетом, скрипом, сипом,
визгом и лязгом, царапающим и дерущим насквозь

барабанные перепонки, на сумасшедшей скорости
поезд подземный привычно проносит меня
мимо того самого места, между Автозаводской
и Павелецкой, где моего приятеля, не из близких,
тихого человека и семьянина, каких еще поискать,

собутыльника мирового и страстного книжника,
ни гроша не стяжавшего честным себе трудом,
Борю Гелибтера (помяни в молитвах имя его, живущий!)
разорвало в куски во время взрыва шестого
февраля две тыщи четвертого года от Рождества

Христова, в пятницу, в тридцать две минуты девятого,
едущего на работу в утренний час пик,
не подозревая, что ему, бедолаге, за пятьдесят четыре
дня до сорокатрехлетия в самое средоточье
угодить (о случайность бессмысленная!) суждено,

и приходят мне в голову то проклятия гневные:
«Тем, кто отдал не дрогнув страшный приказ, и тем,
кто, сознавая и ведая, что творит, исполнил,
пусть не будет покоя ни на том, ни на этом свете,
ни в холодных могилах, ни в жарких постелях телам

их не спится, а душам готовится кара сугубая!» —
то смиренные мысли о том, что непостижим
человеческому разумению небесный промысел тайный
и к нему подступаться с мерой земной бесполезно,
что рождение смертных, жизнь и кончина в руках

у Творца, всех блаженных Своих обратно зовущего:
«Да пребудет благословен возлюбленный Мной!» —
то предчувствия смутные, мол, если общего дела
философ окажется прав и точнейших данных
для грядущего воскрешения понадобится цифирь, 

можно будет ее почерпнуть отсюда, и в опровержение
горьких слов иного мыслителя доказать,
что поэзия после Освенцима и ГУЛАГа, кровавых
революций и войн, Хиросимы, Багдада, Нью-Йорка
может быть, но какой? — кто знает, — возможно, такой.


“En las artes han dejado de valorarse la habilidad y el trabajo reflexivo”

1 de marzo de 2013 MAYA KUCHERSKAIA, PARA RUSIA HOY

Este año el premio Alexander Solzhenitsyn ha recaído en el poeta, editor y ensayista Maksim Amelin. Según el jurado, el premio le ha sido otorgado por “sus experimentos innovadores que ensanchan los límites y las posibilidades de las poesía lírica, por el desarrollo de diversas tradiciones poéticas rusas y por sus múltiples actividades educativas”. La ceremonia de entrega se celebrará el 15 de mayo en Moscú.

Poeta de la generación de la década de 1970, Maksim Amelin, traductor de Catulo y Píndaro, ha recibido este prestigioso galardón de las letras por su diálogo con la Antigüedad aunque atendiendo a la renovación del verso, pero también por sus actividades educativas. Dirige la editorial OGI, que enriquece el mercado editorial ruso con productos poco estandarizados. Maya Kucherskaia conversa sobre el valor de la educación y de la poesía con el galardonado. 

De entre toda la obra literaria de Alexander Solzhenitsyn, ¿qué le parece más valioso?

Solzhenitsyn es un artista polifacético, en cuyas obras casi todo el mundo puede encontrar afinidades.

El Premio Alexander Solzhenitsyn fue concebido por el autor de Archipiélago Gulag en 1978 y se entrega desde 1998. Optan a este galardón los autores que viven en Rusia y escriben en ruso “cuya obra se distinga por su alto mérito artístico, contribuya a ahondar en el conocimiento de Rusia y constituya una aportación significativa a la conservación y al desarrollo respetuoso de las tradiciones de la literatura nacional”, y a investigadores por sus trabajos sobre historia rusa, sobre el sistema estatal y el pensamiento filosófico y social rusos.
Personalmente, me resultan próximos sus trabajos en prosa escritos antes de la emigración, sus piezas periodísticas, sus experimentos poéticos y también sus ensayos sobre escritores publicados en Novi Mir. Por ejemplo, me acuerdo de un texto curioso sobre Brodsky, ambiguo, pero muy profundo.

A juzgar por el número de sus publicaciones, en los últimos años escribe usted menos…

Nunca he escrito mucho. Casi toda mi obra poética está incluida en Gnutaia rech (Discurso doblado).

Al pie de algunos poemas figuran dos fechas, ¿qué significa?

Las dos fechas reflejan el proceso de creación. Compongo las poesías muy despacio, a menudo durante varios años. No concibo mis poemas como metales que se funden en una fábrica, hacer piezas idénticas no me interesa.

Maksim Amelin nació en 1970, en Kursk. Graduado en la Escuela de Comercio, estudió en el Instituto de Literatura Gorki. Es poeta y traductor del griego antiguo y del latín, entre otras lenguas, así como redactor jefe de la editorial OGI. Vive en Moscú.
En realidad, no hay nada más sencillo que escribir un poema según los patrones ya conocidos y trabajados por mí; por eso, no lo hago. Cada poema individual es una aleación específica y un coágulo de discurso poético. La reproducción infinita de incluso los mejores hallazgos conduce a la mecanización del arte y, por último, al agotamiento.

¿En qué formas trabaja actualmente?

Ahora me interesa la posibilidad de una gran expresión poética que aúne el poema y el drama, pero no tal como estamos acostumbrados.

Son pocos los que pueden discernir con claridad las alusiones literarias que rebosan sus poesías. ¿Eso no le preocupa?

No, en absoluto. En general, considero que la poesía contemporánea seria debe ser compleja y sustanciosa, con guiños a los poetas anteriores, juegos de significados poéticos, experimentos lingüísticos. Creo que los tiempos de la sencillez quedaron atrás.

A veces la poesía es ingenua, pero eso es otro tema. Hacer ver que eres el primero que habla y que antes de ti no existía la poesía es irresponsable y estúpido. Especialmente en una época en que se ha devaluado casi por completo la palabra poética, cuando las masas han aprendido no sólo a leer sino también a escribir. Por eso, estoy más preocupado por la calidad de la lectura que por la cantidad.

Le han premiado también por su trabajo como divulgador. Uno de sus últimos poemas reza así: “… las generaciones venideras… que ya no podrán diferenciar a un burro de Píndaro”. ¿Quiere decir que la actividad educativa está condenada a desaparecer gradualmente? Si es así, ¿por qué continúa dedicándose a ello?

No me gustaría que las nuevas generaciones llegaran a encontrarse en una nueva Edad Media, aunque a veces parece que todo apunta en esa dirección.

En todas las artes han dejado de valorarse la habilidad, la práctica, la experiencia y el trabajo reflexivo. Por eso, también surge la sensación de que entre lo que se crea venciendo dificultades y lo que se crea sin esfuerzo no hay diferencia alguna.

¿Cuál es la situación de la poesía rusa contemporánea?

Parece un caldo que se prepara a toda prisa. Sin embargo, comprender qué se está cociendo en ese caldo y qué se recocerá es casi imposible. Me refiero a los poetas que ahora tienen entre 20 y 35 años.

La pérdida total de referentes no sólo en el arte, sino también en la vida, es manifiesta. La urgencia por crear productos superventas (en un sentido amplio) en lugar de obras maestras también ha penetrado en el campo de la poesía. Son pocos, aunque los hay, los poetas de talento.

Sospecho que el tiempo de maduración y el proceso de formación del poeta se ha alargado en el mundo contemporáneo hasta, aproximadamente, los cuarenta años. Por lo demás, para emitir juicios de valor se necesita una gran distancia que yo no tengo, pues soy parte implicada y, probablemente, esté valorando desde una postura rigurosa algo que no comprendo del todo.


Five Poems

by Maxim Amelin, translated from the Russian by Derek Mong and Anne O. Fisher


Aesop’s Language

The language of Aesop eludes me,
and it’s too late to be taught a new tongue;
whether they’re villains, reprobates, or robbers,
I’m used to calling the powers
that be—with no provisos, no thought
for rank or title—by their actual names.
I won’t thin complicity among the many,
or inflate an individual shame.

Passer-by, be advised: give me a wide berth!
Only your feet now can save you.
For it is not the earth’s verdict
I’m calling down here—it is God’s.
When the defense and D.A. conspire
together, one witness gathers Himself
to judge: see His face flame with righteous ire,
see His robes effulgent with truth.

From the tree of earthly fear I eat no seeds,
from the waters of fright I’ve not drunk,
for this is Caesar’s portion I spurn.
I’ve filled my belly with other things.
So you, little whimperer, flee now!
Hightail it out of here, make haste,
lest animals swathed in sermon silk attack.
Your heels will feel the hot breath of beasts.



Every Day

Each and every day, save weekends and holidays,
when there’s no reason or special occasion
to leave my apartment and head downtown,
the same underground train—racing at insane speeds, its
unbearable rattling and grinding, screeching

and shrieking, clanging and clawing that’s fit
to flay my eardrums to the bone—carries us past
the exact spot between two stations, Avtozavodskaya
and Pavelstskaya, where a friend, not my nearest
or dearest, but a quiet man and loving father,

the kind that’s daily more endangered, always willing
to go drinking and a book-lover to boot,
the kind whose hard work never won him a penny,
Borya Geliebter (speak his name in your prayers, ye who live!),
was blown to bits in that explosion on the sixth

of February, in the two thousand and fourth year
of our Lord, on a Friday, at thirty-two minutes
past eight, as he was commuting in the morning
rush hour, without the slightest notion that he—
the poor guy, just fifty-four days shy

of his forty-third birthday—was slated to land
(oh senseless fate!) in tragedy’s messy center; and then
a host of thoughts comes into my head, from furious
curses—“Let those who gave this sordid order,
and those who (aware of their actions) still acted,

find no peace in this life or the next;
whether they rest in cold graves or hot beds may they
get no response, for a special retribution awaits their souls!”—
to humble thoughts of heaven’s hidden works,
which reason can’t fathom nor human dimensions measure,

since our births as men, our lives and ends,
reside in the Creator’s hands, who always calls
his blessed back with “Blessed be those beloved to me!”—
to vague ruminations on things foreboding:
how, if the philosopher of the common task is correct

and the resurrection requires numerical data, here’s where
you’ll find it, thus proving (despite a certain thinker’s bitter claim)
that after Auschwitz and the Gulag, after bloody wars
and revolutions, after Hiroshima, Baghdad and New York, there can be poetry…
but what kind? Who’s to say, maybe this kind right here.



In Memory of East Prussia

I.

Everything here’s alien: storks in their nests—
habit led each one here—
the everyday earth, the air’s everyday breath,
the everyday water.

Formed by some separate kind of god
there’s this heaven, the fields sliced just
right, and a sun to scorch these winding roads
and kick up their dust.

Here the roosters sing off key, crickets
chirr improperly, and strange is the screech
of foliage, growing thickest
on oak, lime, or birch branch.

Built by bellicose Teutons,
an antique castle’s a cast-wax skull.
However much its emptiness saddens
you, it’ll never again be full.

Of everything around me, seen and unseen, the one
deep law cannot be known—
so too did barbarians, astride Rome’s ruins,
think everything alien.

II.

The ruin’s tongue is unintelligible:
the Livonian’s no longer around—
these countless lacunae stand out,
bright against the black background.

Both first sketch and final signature
emerge from under the paint—
sad denouement that hunts
you out, no matter what you want.

On the orphaned pedestal
falls a lone shadow;
There are finer points and details
we’re too lazy to dig through.

Cobwebs now cover
the pond’s dusty mirror;
as a mother mourns her sons,
so the sons their father.

III.

“As for the truth that one day we’ll die,
the trees here wept clear amber,
back when nothing yet could portend
that those called out—i.e. you and I—
from the dark ether on God’s orders
would suit up for living…” The elegy’s begin-

ning is severed—but to prolong it, ah!
my head’s inspiration-less,
and I’ve not endeavored to drag line after line
for some time now. Gently a wave—
the Golden Fleece’s curly heiress—
floats the fossilized tears to the coastline.

IV.

For how many years has this clock-
face’s 5:30 been rusted fast—
time’s left the station.
Chronicler! Take up your coal and chalk
to mark the day more attentively. Dab your brow sweat.
All other options

elude you. So quickly now, note this
little testament—just take it down, don’t
try to fathom it.
For the seagull’s shrill voice
greets everything that’s in the earth, or
by the earth begot.

V.

The sandy hills of the Curonian Spit,
seeded with dragon’s teeth, cleave
the sea’s elastic lap in two turbulent
halves; the Spit’s been seeded.

As usual the men arose bristling.
They awoke to discord, then strained
to straighten, like gnarled pines striving
against the frenzied elements; now they remain,

a thin strip of woods, overcast and sullen.
So it was, and so it shall be.
My blood freezes; I realize we’re kin.
I too was sown senselessly.

VI.

A bridge, nowhere-bound,
spans a loathsome stream;
the waters ceased their babble,
feigning lethargy.

Not a single trail remains
since there’s nothing to decide.
This spreading meadow’s still green,
uncut by time’s sure scythe.

The shades take their leisure
with picnics in that vale;
wherever they gambol
they trample spring petals.

Memory and oblivion—two
shores—make one.
I’ve not crossed the bridge,
but linger in-between.

VII.

An old photographer wanders, aluminum
tripod in tow, raking the beach vainly for one
who’d wish herself pictured against a horizon
of belted pines or crags of sand, but—as if to spite him—

no one’s to be found; nobody needs anything—
not the countless tourists, each equipped
with Polaroids and Kodaks—and it’s no staggering
aggravation, though regret, nonetheless, seeps

in. Shoeless, taciturn, he passes the trash-heaps
of people, dividing his feet between sand and surf.
He’s filled with sorrow, which is my sorrow,
leaving no tracks as he goes forth.

Of all gilded Apollo’s adopted sons
surely you’re the last and most beloved!
Abandon that tripod and photograph heaven—
the sea, the sun, radiating from its altitude!



“You Take Root in Earth”

You take root in earth; I trot blithely by,
humming some happy tune
(all by my lonesome) about how,
as your gold leaves fall, you grow
more irresistible, though you’re neither
dead nor living.

You seek help, little misery’s daughter,
but what help, poor dear, might I provide?
The death pangs attending
your final hour are just like high art, though
they refuse to be captured in sculpture,
speech, pigment, or song.

You dwindle down to nothing,
while those buds, which bring no good
to fruition, sit fallow—
Are you the fig our Savior damned,
or the walnut that, well before Christ’s birth,
Ovid cursed in a split verse?



“A Many-Throated, Many-Mawed, Many-Tongued Rumble”

A many-throated, many-mawed, many-tongued rumble
resounds, coming nigh, soaring high, casting wide,
to infuse each soul with horror, wrap it in fear like a shroud,
setting all, from the dead to the unborn, atremble:
What’s happening? What’s coming? What’s gone?

And the cosmos’ uncountable creatures now feel
a light on their transparent skin, transmitted
from an immutable mote, so tiny even a keen eye
can’t pinpoint it in the maelstrom of faces and events—
but it holds our questions’ answers, and our hope.

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Языком эзоповым не владея

Языком эзоповым не владея,
потому что поздно учить язык,
нечестивца, вора или злодея
власть имущих – собственными привык
называть именами без оговорок,
невзирая на звания и чины,
сопричастности не деля на сорок,
не преувеличивая вины.

Обходи меня стороной, прохожий!
ибо только ноги тебя спасут, –
нет, не человечий на них, но Божий
постоянно я призываю суд,
где защитник и обвинитель слиты
воедино, свидетель – и тот один,
пламенеют гневом Его ланиты,
свет сияет истины от седин.

Я со древа страха земного зерен
не вкушал и не пил боязни вод
кесарю назло, как бы ни был черен
или бел, – иным наполнял живот,
посему, дрожащий, как можно прытче
от меня беги, не жалея пят,
а не то, напялив личины притчи,
за спиною хищники засопят.



Каждый божий день, кроме выходных и праздничных

Каждый божий день, кроме выходных и праздничных,
когда без надобности особой смысла нет
из дому выдвигаться в сторону центра,
с невыносимым скрежетом, скрипом, сипом,
визгом и лязгом, царапающим и дерущим насквозь

барабанные перепонки, на сумасшедшей скорости
поезд подземный привычно проносит меня
мимо того самого места, между “Автозаводской”
и “Павелецкой”, где моего приятеля, не из близких,
тихого человека и семьянина, каких ещё поискать,

собутыльника мирового и страстного книжника,
ни гроша не стяжавшего честным себе трудом,
Борю Гелибтера (помяни в молитвах имя его, живущий!)
разорвало в куски во время взрыва шестого
февраля две тыщи четвёртого года от Рождества

Христова, в пятницу, в тридцать две минуты девятого,
едущего на работу в утренний час пик,
не подозревая, что ему, бедолаге, за пятьдесят четыре
дня до сорокатрёхлетия в самое средоточье
угодить (о случайность бессмысленная!) суждено,

и приходят мне в голову то проклятия гневные:
“Тем, кто отдал, не дрогнув, страшный приказ, и тем,
кто, сознавая и ведая, что творит, исполнил,
пусть не будет покоя ни на том, ни на этом свете,
ни в холодных могилах, ни в жарких постелях телам

их не спится, а душам готовится кара сугубая!” —
то смиренные мысли о том, что непостижим
человеческому разумению небесный промысел тайный
и к нему подступаться с мерой земной бесполезно,
что рождение смертных, жизнь и кончина в руках

у Творца, всех блаженных Своих обратно зовущего:
“Да пребудет благословен возлюбленный мной!” —
то предчувствия смутные, мол, если общего дела
философ окажется прав и точнейших данных
для грядущего воскрешения понадобится цифирь,

можно будет её почерпнуть отсюда, и в опровержение
горьких слов иного мыслителя доказать,
что поэзия после Освенцима и ГУЛАГа, кровавых
революций и войн, Хиросимы, Багдада, Нью-Йорка
может быть, но какой? — кто знает, — возможно, такой.



ПАМЯТИ ВОСТОЧНОЙ ПРУССИИ

I

Здесь все чужое: аисты на гнездах,
привычкой занесенные сюда,
обычная земля, обычный воздух,
обычная вода.

Сотворены другим каким-то богом
и небеса, и дольние поля,
и солнце, по извилистым дорогам
пылящее, паля.

Здесь петухи поют не так, не этак
кузнечики стрекочут, странен скрип
густой листвой отягощенных веток
дубов, берез и лип.

Основанный воинственным тевтоном
старинный замок – череп восковой.
как ни тоскуй о безвременьи оном,
не сганет головой.

Всего, что зримо мне и что незримо,
таинственный закон непостижим, –
так варвару среди развалин Рима
казалось все чужим.

II

Язык руин не внятен:
ливон не вышел вон, –
немало белых пятен
легло на черный фон.

Проступят из-под краски
и надпись и чертеж, –
трагической развязки
дождешься – ждешь не ждешь.

Стоит на пьедестале
осиротелом тень;
в подробности, в детали
вникать, вдаваться лень.

Затянет паутина
зерцало озерца,
но матери без сына,
что сыну без отца.

III

“О том, что мы когда-нибудь умрем,
деревья здесь рыдали янтарем,
когда еще ничто не предвещало,
что вызванные из небытия
велением Господним – ты и я –
сберемся жить…” – Элегии начало

оборвано, – ее продлить, увы!
нет вдохновения, из головы
не тщусь тянуть по строчке и подавно,
пока выносит на берег волна,
курчавая наследница руна
златого, плач окаменелый плавно.

IV

Полшестого на проржавелом
циферблате который год, –
время выбыло.
Летописец! углем и мелом
дни, со лба утирая пот,
ибо выбора

нет, прилежнее отмечай-ка,
не пытаясь понять, внемли
завещаньице, –
то приветствует криком чайка
все, что в землю иль из земли
возвращается.

V

Усеяны густо зубами дракона
песчаные горы на Куршской косе,
делящей бурливое надвое лоно
упругого моря, – усеяны все.

В урочное время по всем косогорам,
разбужены распрей, они прорастут,
согбенными соснами встав под напором
стихии безумной, – останутся тут

полоскою леса, угрюмой и хмурой.
Так было, так будет, – из жара да в дрожь
при мысли: на них несуразной фигурой,
на прошлых и будущих, сам я похож.

VI

Мост, ведущий в никуда
чрез ручей смердящий:
говорливая вода
притворилась спящей.

Ни тропинки никакой,
ибо жребий брошен, –
луг, уверенной рукой
времени не кошен.

В праздник там, на том лугу,
веселятся тени,
разбивая на бегу
чашечки растений.

Память и забвенье – два
берега – едины:
мост не перейден едва
мной до середины.

VII

Старый фотограф с треножником из дюрали
бродит по пляжу тщетно в поисках тех,
кто пожелал бы снимок на фоне дали
Бельта ли, гор ли песчаных, но – как на грех –

никого: никому ничего не надо, –
отдыхающих тыщи снабжены
кодаками, поляроидами – не досада
неимоверной, но сожаление – глубины.

Бос, молчалив, минуя свалку людскую,
он по песку одной, по волне другой,
полон тоской, которой и я тоскую,
не оставляя следов, ступает ногой.

Из сыновей приемных златого Феба
самый последний – самый любимый ты!
брось свой треножник, фотографируй небо,
море и солнце, блещущее с высоты.



Ты в землю врастаешь, – я мимо иду

Ты в землю врастаешь, – я мимо иду,
веселую песенку на ходу
себе под нос напевая
про то, как – теряя златые листы –
мне кажешься неотразимою ты,
ни мертвая, ни живая.
Ты помощи просишь, страдания дочь, –
мне нечем тебе, бедняжка, помочь:
твои предсмертные муки
искусству возвышенному сродни,
хоть невпечатлимы ни в красках они,
ни в камне, ни в слове, ни в звуке.
Сойдешь на нет, истаешь вот-вот, –
благой не приносящие плод
пускай не расклеятся почки,
поскольку ты – смоковница та,
которую проклял еще до Христа
Овидий в раздвоенной строчке.



Гул многоустый, многоязычный, многогортанный

Гул многоустый, многоязычный, многогортанный,
вширь раздаваясь, вглубь проникая, ввысь устремляясь,
души живущих ужасом полнит, страхом объемлет,
в трепет приводит всех от умерших до нерождённых:
что происходит? что исчезает? что возникает?

Вся во Вселенной тварь ощущает плотью сквозною
проникновенный свет, исходящий из ниоткуда,
из неподвижной точки ничтожной, зоркому глазу
неразличимой в круговороте лиц и событий,
но и ответы в нём на вопросы есть и надежда.







.

ANDREI RODIONOV [19.475]

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ANDREI RODIONOV     

Andrei Rodionov nació en 1971 en la ciudad de Mytishchi en la región de Moskovskiy, Rusia. Es autor de cuatro libros de poesía que incluyen:  

Dobro Pozhalovat’ v Moskvu, 2003; y el más reciente Morro Kasl. Es vocalista del grupo Okraina y ganador del torneo de slam ruso en 2002. Él trabaja en las academias de teatro K. S. Stanislavskiy y V.I. Nemirovich-Dachenko y ograniza slams de poesía en Moscú.

 
Presentamos, en versión de la traductora Indira Díaz, y por primera vez en español, una muestra de Andrei Rodionov. Se trata, prácticamente, de la primera generación de poetas que se formó y comenzó a escribir después de la caída del muro de Berlín.
 
http://circulodepoesia.com/2013/11/nueva-poesia-de-rusia/
 


Pasando por los basureros

Pasando por los basureros
A veces encontramos. Tirados,
en el lodo, refrigeradores o estufas,
pintados de colores fantásticos
el impulso creativo del pueblo
la arquitectura primitiva,
aún movida  y agitada
continúa
ennobleciendo el basurero.
 
Tu refrigerador no es como el de lo demás
Sobre tu aparador-  hay tarjetas de papel,
En la pared-  un cuadro de un artista desconocido
Que murió a los catorce años
Mientras se masturbaba.

Eres como el resorte saliendo por uno de los extremos del sofá,
Fuiste muy original.
Tu refrigerador, extrañamente pintado.
Yo lo recordé, pasando por el basurero.
 
Vacío,  y  oscuro
Lleno de  cercas y garajes
Continúas poniendo el  alma en los objetos
Que carecen de ella.

 

Проезжая мимо помойки

Иногда увидишь: в грязи
Лежат холодильник или плита,
Расписанные фантастическими цветами.
Эта тяга народа к творчеству
Умиляет и настораживает,
Но примитивное зодчество
Помойку облагораживает.

Твой холодильник не такой, как у всех,
На твоем серванте – бумажная аппликация.
На стене – картина неизвестного художника,
Который умер в четырнадцать лет
Во время мастурбации.
Ты как вылезший наружу конец пружины диванной,
Ты была большая оригиналка.
Твой холодильник, раскрашенный странно
Я вспомнил, проезжая мимо свалки.
И пусть уже пусто, и нет просвета:
Потянулись заборы и гаражи,
Ты продолжаешь вкладывать душу в предметы,
В предметы, у которых нет своей души.

 

El camino que anduvo papá

El camino que anduvo papá
Su botella de vodka
La puerta a la que llamaba,
Con la tapa de la botella apretada en el puño.
 
Los ideales de mi padre
Hoy me parecen ridículos
¿Para qué necesita ideales
Alguien que inventó un nombre  tan estúpido como el mío?
 
Mujeres o niñas
Creadas por el genio de mi padre
¿Por qué  necesitamos mujeres o niñas
Si  cada día es un milenio?
 
Papá cumplirá  el deseo de
Un pequeño niño ruso
Yo no quiero que de nuevo el mundo
Regrese al periodo de parque jurásico.
 
La mirada estrellada de papá en la ventana
No cerraré la puerta de la entrada
Cerca de la casa, mi cerveza favorita
Cuesta sólo diez rublos.


 
Дорога, по которой шел папа

папина бутылка водки
дверь, в которую стучался папа
в кулаке сжимая пробку

идеалы, к которым стремился папа
мне кажутся сегодня смешными
зачем идеалы тому, кто придумал
мне это дурацкое имя

женщины или девушки
созданные папиным гением
зачем эти женщины и девушки нужны
если каждый день миллениум

папа, ты исполнишь желание
маленького мальчика русского
я не хочу, чтобы стала земля
вновь парком периода юрского

папины звезды смотрят в окно
я не закрываю входную дверь
около дома любимое пиво мое
стоит всего 10 рублей

 



Andrei Rodionov

Andrey Rodionov (b. 1971, Moscow) is one of Moscow’s most conspicuous poets. He dominated the Russian slam poetry scene in the early 2000’s, and now curates many of Moscow’s slams. He has four books of poetry, including Toys for the Outskirts (2007).



Tr. Matvei Yankelevich


Five poems:

[“Теперь, когда нежность над городом так ощутима...”]
[“Люди безнадёжно устаревших профессий...”]
[“Ты слышишь молчание...”]
[“Я шел по мосту через огромную Волгу...”]
[“как ведущий литературных шоу, конкурсов...”] 



[“Теперь, когда нежность над городом так ощутима...”]

Now, when the tenderness is palpable above the city,
when kindness sings in your ear, barely audible,
now, when the blast of that tenderness booms, 
like Hiroshima, my trusting city absorbs it all.

How tender the asphalt, like a napkin, how this home,
most tender, paneled, pastel and cold, touches the heart, 
just a little warmer than the previous house, the gray one,
and this one is a little pink, tenderness behind each window. 

In slightly worn heels, spectacular tenderness enters,
and softly, barely touching your head, caresses
you and you with a dose of its snowy medicine,
we’d never known Moscow to be so kind and so tender.

Now the kindest of birds fly softly among us,
waving to us like dead soft hands, forgiving us
for every little thing, and these dim lights — the capital’s
upper-most tenderness — shine blandly for us.

And suddenly this mumbled word — “degenerates.”
You hear it and tenderly think: “What was that?”
Some nasties aren’t happy to see us in the city,
but how can they dislike us, and, really, for what?

It’s likely that machine that counts out your rides
sees a zero on your crumpled card. Likely, that quiet man 
doesn’t care for us — his fingers shine from the barrel,
his badgered gaze glazes over with the vodka he’s drunk.

Oh, all this hatred from vodka, from drinking vodka!
From the vodka and the drunks and the girls greedy for cash!
Oh, the bubbling of tenderness in these silhouettes
in the darkness, of birds or amputated hands.

We are the soldiers of this nighttime Moscow tenderness,
we breath the exalted smoke and mint fire.
And sometimes he also calls us “degenerates” — 
still we remember him with tenderness — the sad passerby.



[“Люди безнадёжно устаревших профессий...”] 

People of hopelessly antiquated professions
joyfully raise their eyes, so recently full of tears.
Down Tverskoy goes the procession to end all processions,
the poets who are taken seriously.

The poets walk into bars and banks,
into the shoe store and bookstore, and everywhere
in exchange for their sonnets, free verse and tankas
they are offered drinks, grub, clothing, and footwear.

All the people are happy — only the gays feel wronged:
why are they allowed a parade, and we’re not?
They’re allowed, because they are saying farewell,
today they’ll be going and never coming back.

The people gather gaily at our Golgotha:
here the most serious wordsmith will intone,
and the ventri-loin-quist, one of the locals,
will sing back-up for him with her loins:

“We filled all the cracks, all the lacunae,
we smoothed out all the corners and glitches,
we destroyed everything that can be strung
and everywhere you can score a goal.”

Every year we bid them farewell, you won’t hear a word
before autumn, then little by little they fill up Moscow,
but this time we’ll place surveillance towers along the belt road — 
the mayor promises every time, but it’s empty talk.

While spiritually rich parents still have their children,
while the rich aren’t forbidden to multiply,
these dickheads will have their audience,
and that means the dark day is nigh.

Some dance, others sing, others play the fool,
“That’s no effin’ poetry at all,” still others huff,
yet down Tverskoy they walk, selling their poems
for various useless and useful stuff. 



[“Ты слышишь молчание...”]

Do you hear the silence?
That’s the provincial fish
swimming in the waters below
flapping their fins
Good thing you can’t 
hear their banter
and from above it’s quaint — 
they swim and keep silent

A lot like the way this immense country whispers
swimming by on the TV screen
you speak to me in the voice of an anchorman
to the rhythm of an underwater dream
Auntie Manya’s homeland

in a voice that’s slightly sarcastic,
warning me: there, deep down
is our real Homeland
the ear bends with the weight of the grain
and they sing songs, but you can’t hear it,
it’s too far away

Soundless provincial fish
open their mouths that resemble zeroes
and we might be able to hear it
but so far we can’t for some reason

and we don’t have a clue what they’re saying
down there, only sometimes our hooks
snatch up some little goby
or a marginal prickly bullhead

even when he’s flopping around on the line 
and opens his mouth
you still can’t hear what he’s singing
as you take the hook out

so that’s the way the water world works
it’ll be like that till we die, maybe forever
and now, when there’s air between us,
all the same, it’s still water, water 



[“Я шел по мосту через огромную Волгу...”]

I was walking the bridge over the huge Volga,
where the fisherman was already fishing,
the river was cooling down and the steam was
rising — as if wolves were breathing.

I wasn’t sure — is it ice under me,
clear and thin like a razor. I couldn’t 
check to see — were the shaggy whirls 
carried under the ice by the river’s current?

The bridge shuddered, with the movement of trams
the railings quaked, and I quaked with them,
but why was I quaking — it was not gods 
that drove these pylons into the depths, but men

Reddish and grayish, the water passed 
under that bridge, a bit black, a little white 
Oh, Volga, why do you seem like a chasm,
a leaden nightmare, a dream of death

Where the island lay shackled, half-flooded,
where bare branches stuck out of the ice,
where the wordless wind, sharp as a blade,
cleaved me in two, it was then that I 

saw the yellow church on the break water 
as I turned, and the kremlin’s turrets, the damp
whitewashed firmament of the sky
with the glow of a low-wattage lamp.

Like the panes of a hospital, the whitish waves
gathered and swirled. I felt the tempting call 
of that bleak element, the terrible Volga
rolling heavily underneath like a icy ball.

I strode the bridge quietly, without purpose
and suddenly I smiled and saw a two-story quarter 
of ham-colored brick in the distance
and ships frozen solid into the pier,

snowdrifts, birches and pine trees, too,
the color-dots of people... Just a minute,
ham-colored, brick houses, wait a little,
here i will learn how to love you.



[как ведущий литературных шоу, конкурсов,]

when the host of several literary shows and competitions
and curator of various literary programs
woke up in the middle of the night — so ended
the pound of his peace and happiness

it appeared to him in his dream, the best of all shows,
the one he must prepare and conduct
in order to shake up the whole literary scene:
“The Best Poet of Russia!”

that’s what it must be called
we’ll go on air live and seek out 
the best poet through a chain of flats 
even if he’s fallen into a drinking bout

of course it’s a drunks calling to find the one
that’s the best poet in all the Russian lands
in the kitchens, where the lamps burn mono
like the light of a complex taxi-cab

in the first they thought Lev Losev was #1
and the flat owner pulled a few 
tender strands from his (not Losev’s) chin
for asking the innocent question “Why?”

he hung out where they moaned “Voznesensky...”
while a plastic chair squeaked beneath,
he swayed and bent like a Viennese chair
in another apartment, with Catullus and Poe on the shelf

when, after Kushner was mentioned with wringing of hands
by a cheapskate in a kitchen the size of a school’s gymnasium,
in a dirty hole he heard the last name of Vitukhnovskaya
he knew that he’d soon be reaching the final stage

then the names rained down as if from the horn of plenty
he stopped writing them down, stopped estimating their chances — 
Akhmadulina, Stepanova, Nikolaeva with her bible — 
he barely chuckled when someone mentioned Elena Shvarts

he drank whole nights with the bums, outcasts,
they suggested he read Evtushenko
but there was nothing left of that man, the host
of “Best Poet of Russia”, he was himself no longer

between the thirteenth and the fourteenth night of alcoholization,
at night, when all were asleep, quivering, he awoke
and saw before him — the best poet of the Russian nation
and he started waving away the poet as though he were a ghost

you wanted to see me? you called for me, fool?
so here I am, what, don’t you like it?
brainless curator of wretched literature,
I have appeared, and will never depart!

In the rain, with the final segment of cultural news on TV,
the rare drenched passerby may meet
a gloomy, quivering, hunchbacked figure
of a man whose face bears the stamp of insanity

who is it? maybe it’s the very best poet of Russia?
no, too wretched and unfortunate is his visage.
heed my advice, passerby, keep walking
the way you were going, you can’t change a thing.

Trans. Matvei Yankelevich

Translation(s) originally commissioned by CEC Artslink on the occasion of the author’s visit to the US as a participant in their Open World program.






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GLEB SHULPYAKOV [19.476]

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Gleb Shulpyakov   

Nació en Moscú en 1971.  Se graduó como periodista de la Universidad Estatal de Moscú. Es poeta, traductor, dramaturgo, editor y crítico; ha publicado en muchas revistas, incluyendo Znamya, Novy Mir y Arion. Ha traducido una colección de poesía y ensayos de W.H. Auden. También ha contribuido como editor en Novaya Unost. Obtuvo el Triumph prize en el año 2000 y  el premio Deistvuyushchie litsa en 2005. Es autor de dos libros de poesía, Shlekok (2001)  y Zhyolud (2007). También es autor de dos novelas   Kniga Sinania y Tsunami .  y de la puesta  Pushkin v Amerike con la que obtuvo el premio Drmatis Personae.

GLEB SHULPYAKOV

Gleb Shulpyakov is a Russian poet, essayist, novelist, and translator of the poetry of Ted Hughes, Robert Hass, and W. H. Auden. His first book to appear in English translation, A Fireproof Box (translated by Christopher Mattison), was published in 2011 by Canarium Books, which also published his second, Letters to Yakub, in 2014 (with the generous support of the Institute for Literary Translation in Russia). He is also the author of several novels, including Tsunami (2008) and Dante Museum (2013), as well as numerous essays, travelogues, and criticism  


Presentamos, en versión de la traductora Indira Díaz, y por primera vez en español, una muestra de Gleb Shulpyakov. Se trata, prácticamente, de la primera generación de poetas que se formó y comenzó a escribir después de la caída del muro de Berlín.

http://circulodepoesia.com/2013/11/nueva-poesia-de-rusia/



Algunas palabras acerca del discurso de la lengua,
Demasiado difíciles de descifrar,
Como las raíces de un árbol en las tinieblas,
Enigmáticas para la mente humana
Miles de claves invisibles
Enredadas en las raíces de la oscuridad
Depositadas en un nuevo alfabeto, –
Un arroyo serpenteando, un árbol en llamas.





…немногих слов на лентах языка,
но слишком неразборчива рука,
и древо опускается во тьму,
затем что непостижная уму
из тысячи невидимых ключей
сплетается во тьме среди корней
и новый намывает алфавит, –
ручей петляет, дерево горит.





Un hombre pequeño con lentes y barba
Se me presenta en una lengua extranjera
Revelando como el pez, mudas palabras
No estoy durmiendo, tú no duermes, y la cabeza me zumba-
Entonces eso significa que algo me ha pasado.
Un pájaro que cantaba en una rama se ha convertido en lechuza,
Y en su lenguaje murmura algo y vuela en la oscuridad
A través de su espeso alfabeto.




невысокий мужчина в очках с бородой
на чужом языке у меня под луной
раскрывает, как рыба, немые слова,
я не сплю, ты не спишь, и гудит голова —
значит, что-то и вправду случилось со мной,
пела птичка на ветке, да стала совой,
на своем языке что-то тихо бубнит,
и летит в темноте сквозь густой алфавит







STANISLAV LVOVSKY [19.477]

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STANISLAV LVOVSKY

Stanislav Lvovsky Nació en Moscú en 1972. Es autor de tres libros de poesía  Beliy Shum (1996) Tri mesyatsa vtorogo goda (2002) y Stixi o Rodinye (2004) y de dos libros de prosa. Fue laureado en el Cuarto festival de verso libre en Moscú (1993) y en la competencia literaria Teneta-98. En 2003 ganó el Mayakovskiy schyot por su obra Tri mesyatsa vtorogo goda.


Presentamos, en versión de la traductora Indira Díaz, y por primera vez en español, una muestra de Stanislav Lvovsky. Se trata, prácticamente, de la primera generación de poetas que se formó y comenzó a escribir después de la caída del muro de Berlín.

http://circulodepoesia.com/2013/11/nueva-poesia-de-rusia/


El agua dice: bebe de mí hasta la última gota
Bajo la tierra lo anhelaba
Tantos años  no he sido nieve húmeda
Bébeme y expírame junto al humo

Cada día dice: no soy tuya
Libérame, despide  un convoy
De puerta en puerta hasta que viva
Aunque no me haya vertido en lluvia o germinado en hierba.

La oscuridad dice: mira aquí
Yo te reservaré el silencio
El ruido del vacío, el grito del pez
La lengua cortada de la manzana rota de Adán

Mi hermana me dice: bueno y qué
Que yo no  nací,  mala suerte
Y si esto es un impedimento para el amor
Entonces, yo voy a amarte a pesar de todo

Esto me parece digno de un hablador desgraciado
De un  niño de casa que no sabe mentir
Ahora, después de cinco años, demasiado aburrido para hablar

Medio despierto sin saber qué estás diciendo




вода говорит: выпей меня до дна
я под землёй тосковала одна
столько лет не была мокрым снегом
выпей меня выдохни вместе с дымом

каждый день говорит: я не твой
освободи меня отпусти конвой
по домам пока сам живой
не прошёл дождём не пророс травой

темнота говорит: посмотри сюда
я тебе в себе припасла немоты
шум пустых частот рыбий крик
язык отрезанный перебитый кадык

родная сестра говорит: ну и что
что не родилась ну не повезло
если это препятствие для любви
я тебя тогда буду любить назло

это я смотри незадачливый говорун
неумелый врун домашний ребёнок
поскучневший за пять лет собеседник

ни во что не врубающийся спросонок



Contarlo con los dedos de una mano
Para mi es más que suficiente
Uno es el que no responde
Uno el  acaba de llegar
Uno el  que está muerto de miedo
Uno es el  que siempre
Se queda en el camino

Y uno más
El que no tiene nombre



перечисли меня по пальцам одной руки
меня более чем хватает
один не справившийся
один опоздавший
один очень испуганный
один постоянно
засыпающий на ходу

и ещё один
безымянный




Stanislav Lvovsky

Stanislav Lvovsky was born in 1972 and graduated from the Chemistry Department of Moscow State University. After obtaining his degree, he moved into advertising, journalism. Now he works in culture events management. Stanislav Lvovsky is an editor-in-chief for the "Literature" section of OPENSPACE.RU, the only  Internet media in Russia focused entirely on culture.

Lvovsky published a poetry collection, White Noise (Beliy shum), in 1996, a collection of short stories, A Word on Flowers and Dogs (Slovo o tsvetakh i sobakakh), in 2003, a mixed collection of poetry, translations and prose poetry, Three Months of the Year 2 (Tri mesyatsa vtorovo goda), in 2003, a poetry collection, Poems about the Motherland (Stikhi o Rodinye), in 2004, a poetry collection "Camera Rostrum" in 2008 and a novel, Half of the Sky (Polovina neba) (in co-authorship with Linor Goralik in 2004). He is also the author of a number of translations from English (Vytautas Pliura, Charles Bukowsky, Leonard Cohen, Diane Thiel and others), both published and unpublished. His play "Sixplays" written together with Linor Goralik was staged in Moscow-based "Theatre.doc".

Lvovsky is well known through regular appearances in periodicals and Internet publications. He has received numerous literary honors, including the awards of Moscow Free Verse Festival (1993), Teneta Internet Literary Contest (1998, in three nominations) and the award for best new poetry of the year at the 2003 Moskovskii Schyot. He was shortlisted twice for Andrey Bely prize (2005 and 2009). His poetry has been translated into and published in English, French, Chinese, Italian, Georgian and other languages. Lvovsky has participated in several poetry festivals including Moscow Poetry Biennale, "Poeteka" festival in Albania and "Živa književnost" in Slovenia. Stanislav Lvovsky participated in the Open World - CECArtlink program (2006). Stanislav Lvovsky is a program director of "SlovoNova" poetry Festival in Perm, Russia and a representative  for Joseph Brodsky Memorial Fellowship Fund. 

TRADUCCIONES al Inglés:


just think          she said
no one has       ever
said these words to me
i want   to screw you
i smiled stroked her hair
and said i want
to screw you she smiled
gratefully in reply

life it is             small
and done somehow      not the way people do it
some Russian way
you can't say you knowi want to fall in love with you
in any other      language either

we go to bed
we screw         and fall asleep
if one doesn't take
a shower in the morning           for half a day more
one can smell of another

this much at least

Translated by Nika Scandiaka


NOISY

a woman at the table
diagonally across
from mine
is visibly nervous
drinking red wine
whispering something
with lips alone
the waiter
bends down to her

just ahead of me:
imagine
forgot my keys
picture them all standing outside
in the morning
locked out of the office

a pop song is playing
on Russian Radio
how do i live
a boy asks
how do i live

i know what's up    with time
we will all change
become something else
chow-chow      dolphins
rabbits    baby seals

still warm-blooded
already wordless

then
we'll keep silent a while




Wireless technologies

                        and carried a blue envelope to the North
                                                          N. Tikhonov

*

when two cellulars
lie side by side
it's so much like
pillow talk
seems
they whisper
something
to each other
using
IrDA

*


they used to say
it's in the air
and
i just felt you needed me
that's why i'm here
now they say
got your e-mail
we have wi-fi
all around here

*
his palm pilot
against yours
calm down
everything's gonna be okay
it's getting dark early
because it's fall
look you recognize
my handwriting
and i recognize yours
that’s already saying something
for people like us
bluetooth is gasping its way
through the thin air
with a blue envelope
but you already
know all about it

*

its so good we have
SMS
right in the middle
of a crowded
honking Smolenka
(the whole city
has been stuck
for three hours now)
you can ask
how’s it going?
can answer
i love you too
ten years ago it took
your whole life


*


sometimes you think
maybe it's really worth
asking Him
for you know
something or other
and then
you understand oh no
what a crowd
there’s no chance
with this sickly
GPRS of ours

*
reading the news
via WAP
it still seems
war is
at the door

*

call me
when you can,
okay? the third
ring road
is barely
moving


oh fuck
traffic jam at Sushchevka
we’re stuck dead

they say there was an explosion
call me
if we're both alive
let's tell each other something
really important

like
it does drive me crazy
when you can't
choose a yogurt
for breakfast
at the grocery
because i'm afraid
to choose the one
you don't really like

Translated by Stanislav Lvovsky and Stiven Boikevich




TRADUCCIONES AL Italiano:


Bugigattoli illuminati di uccelli 
per tutta la notte del remoto inverno 
(per l'isterismo del clima) 
con chi stai oggi
per tutto il paesaggio di vuote finestre
siamo soli       trasale un bambino (nel sonno)
il vento sibila su spogli rami bagnati
fumiga il vento nei piani superiori a lungo gli anni
si odono lontani
passi ora lontani
ai confini della notte


*
poichè
il passato è svanito
e non ci sarà più
cosi simile all’infanzia dissolta
la cocente luce mortale
quando con le mani prenderai la fiamma diurna 
non accadra mai phi niente alle parole 
ora siamo noi il tempo

*
 tutta la nostra speranza è       in voi 
 che voi
 be', insomma, lo capite da soli
 quando annunceremo ufficialmente l'inizio dell'Armageddon voi stessi
 chiuderete l'acqua il gas, chiuderete accuratamente l'appartamento
 metterete la chiave sotto il tappetino       e poi
 NON DIMENTICATE DI SPEGNERE LA TELEVISIONE!


*


faceva eternamente freddo con il cappottino autunnale scuro
nel gennaio scorso, almeno
una volta all'anno tutti i non amati
sono accompagnati al cinema allo spettacolo serale
con un cioccolatino al buffet - "fortuna",
come dice una ragazza sconosciuta
accostandosi alla finestra       nevica, è inverno

*
eeco fuggirò da voi verso il cielo dice il ragazzino
sarò una rondine       mi nasconderò in un mondo vicino mai
nessuno mi troverà        incontrerò una fanciulla rondine
dopo qualche anno         bambini
giovani cieli infiammati        cosi

*


con un crepitio lieve e secco 
si spezza la ragnatela di febbraio

qualcuno piccolo
si è inventato l'Europa
per viverci
ma non ci è vissuto
perché la morte non dorme
osserva la tua casa
e miagola come un gatto

*
li circondano
diecimila oggetti
ignoti a entrambi
per loro la notte è acqua
e il giorno - latte
ballano e si muovono là, nel buio
non sanno ancora nulla

*
u n ragazzo pensieroso con gli occhiali
si china su una carta tagliuzzata
da qualcuno, congiunge
con pazienza i lembi di paesi lontani
non fa niente dice non fa niente
presto il mondo ridiventerà integro

*
qui è possibile essere un ragazzino piccolo molto piccolo 
e tutto il giorno attendere l'arrivo della mamma
sognare           la mamma
che lentamente si spoglia davanti allo specchio 
una donna di nome Annemarie
la sua solitudine alle finestre dei giorni il baccano dei treni merci 
nelle periferie di krasnojarsk* 
e molto altro
è possibile scrivere versi su piccoli militari
preservarli dalla morte e da molto         altro
mettere ai voti tutta l'effimera estate ricoperta da lamine di mica
sulle ferrovie e molto
quando tutto
tutte le cose del mondo
al crepuscolo sono disposte con amore
e molto spesso appare in sogno la mamma

* (Città della Siberia orientale)



dall'inizio del mese 
prosegue l'inchiesta       anch'io la conduco 
ho quattro cuori tutto ciò che so per sempre: 
mamma e papà sono più anziani di me 
moriranno prima       ho quattro cuori sono uno di quelli 
che ancora si chiamano deportati 
quello che tra loro morirà prima sono io

Traduzione Paolo Galvani




TRADUCCIONES AL FRANCÉS.


compte-moi sur les doigts de la main
j’y suffit amplement
le qui n’a pas répondu aux attentes
le qui est arrivé trop tard
le qui a la grande frousse
le qui à tout coup
s’endort en marchant
et encore le petit
l’anonyme

*   *   *

maman raconte        dans le métro
elle voit le gosse         un garçon dans les huit ans
il regardait elle dit devant lui
désespérément comme un petit adulte
très las           sur la banquette en face

comme elle descend à Kropotkine           elle prend dans son cabas
une orange                les mains présentées
les doigts croisés        les paumes offertes
il dit       oh merci      il sourit comme ça
une orange          douce dorée

les portes se ferment           la rame
prend graduellement        de la vitesse l’enfant
le garçon regarde devant lui           l’orange
illumine           du ciel sur tout cela
tombe la neige          je sors du métro
dit maman       je vais être en retard au boulot 

lourde la pelisse      le trottoir glisse dur-dur
encore sept mois       ferais bien de changer de travail
trop fastidieux        remplir ces fiches à la main

orange métro maman
je n’aurais rien pu pour lui
dans ma sacoche un paquet de CD
les poèmes d’Eisenberg le semainier de l’herbe

les portes claquent               des flocons d’avoine humides
dévalent le ciel février          maman et encore lui
il te sourit         en pressant l’orange dans ses mains
prochaine station Sportive

*   *   *

tu te rends compte              elle me dit
jamais personne ne m’a parlé comme ça
je veux           te baiser
j’ai souri           caressé 
ses cheveux et j’ai dit je veux 
te baiser elle m’a renvoyé 
un sourire de gratitude

la vie         elle n’est pas grande
outre que je dirais pas
qu’elle soit tellement adaptée
qui dira 
en russe tu sais
je veux m’enamourer de toi
ni d’ailleurs en aucune         autre langue



nous nous couchons dans le lit
nous baisons et        dormir
si au lever on ne se 
douche pas on peut encore toute une grande matinée 
sentir nos odeurs respectives

toujours ça


Traduit du russe par Alexandre Karvovski

* * *

                                                 à T.   
s'il y a quelque chose à dire     il faut se taire,
alentour octobre    nébuleux comme un tampon,
comme cette marque violette     au bas de la feuille,
zéro, encerclant    les lieux qu'on quitte. 

branchies saisissant l'automne   derniers jours de la saison. 
débordant d'ozone noir veineux. 
la vie )acasse et se masse    juste au bord.

flottement     de l'intonation changement de ton. 
qî à sept chiffres d'un numéro presque oublié, téléphone 
de la lille au deux pièces     illusionnée de paradis.

s'il y a quelque chose à dire     tais-toi, pas un mot.
les planches se disloquent     les objets s'effritent,
dans les coins, emmitouflés   dans des couvertures ouatées
gèlent en gris souns des mendiants   des bonhommes, des soldats. 

la poussière tourbillonne, on dirait de la neige.           et ça souffle par les fentes.

à la commande «demi-tour»       nous nous sommes dévêtus, divisés par zéro. 
s'il y a quelque chose à dire, tais-toi.     ne t'avise pas
de dire ton nom     inventé par d'autres, de crier,
de grimacer d'un air pitoyable     et comique, comme moumine le troll.

nous ne serons pas des chiffres a additionner, nous resterons une somme. 

s'il y a quelque chose à dire     pas la peine de mentir, 
si tes veux se ferment, il faut aller dormir. 
ne pas dormir trop longtemps est fatigant et dangereux.


tout ce qui ne peut pas être dit
ne doit pas être dit clairement. 

Traduits par Christine Zeytounian-Beloüs   

* * *   

du fait que
l'avant est passé
et ne sera plus 
lui si semblable au métal fondu de l'enfance 
jaillira soudain
lumière d'avant mort brûlante 
quand de tes deux mains tu prendras la flamme du jour
avec ces mots plus rien jamais n'arrivera
maintenant nous-mêmes sommes devenus temps 

* * * 
Sur ma gauche là faut il perdre la distance s'approcher
c'est sur la gauche un garçon qui court sur la rive de la nuit
à l'appel de la peur le feu d'une cigarette la peur laissant du temps 
la moitié derrière il crachine et puis la pluie 
le jour est fini sur ma gauche encore tellement de silence 
que la musique entend le feuillage la langue allemande a la vitre 
à peine ce que nous disons c'est sur ma gauche le matin
blessures sang séché des jardins enfantins nuages brouillés arôme 
violent des gouttes et puis maintenant tu es mon cœur simplement 

* * * 

décembre reviendra mêlant le sang à la lymphe 
aux larmes à mozart     les lignes du cahier 
disciplinent le conte     rapprochent la fin 
heureuse avant-hier (un visage de femme 
posé sur l'oreiller comme un papillon) 
sur l'écran neige et bruit, et le matin la vita 
nova on n'aura pas aussi mal qu'après dans le conte 
l'anesthésie directe sans arrêt 
les enfants sont fatigués, ils dorment, la noctule 
gémit dans son coin, oui dit papa nous sommes de l'étoffe 
dont les songes sont faits. 

Traduits par Hélène Henry-Safier





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DIANA MASHKOVA [19.478]

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Diana Mashkova  

(Kazán, República de Tartaristán  1977). Poeta y escritora rusa. Las novelas de Diana Mashkova se publican en una de las editoriales más grandes de Rusia,  “EKSMO”.


Presentamos, en traducción de Elmira Khamatova, los poemas de la poeta y narradora rusa Diana Mashkova  
http://circulodepoesia.com/2011/11/diana-mashkova-y-la-poesia-joven-de-rusia/


Красное. Черное.

Красное. Черное.
Пятна размытые.
Лаю я, спорю я.
Злая, сердитая.
Черное. Красное.
Все – наваждение.
Море ненастное –
Вот избавление.
Жизнь — красно-черная.
Я – черно-красная.
Обе несносные.
Обе опасные. 

07.11.05


Rojo. Negro.

Rojo. Negro.
Las manchas derrubiadas
Ladro y discuto,
Enojada y furiosa.
Negro. Rojo.
Todo es una alucinación.
El mar lluvioso es la liberación.
La vida es rojinegra,
Yo estoy alborazada,
Ambos- insoportables,
Ambos- peligrosos.

07.11.05



Слезы

Жизнь меня опутала
Прутьями железными,
Смерть пугает, глупая,
Вечностью своей.
Я такая грустная
И совсем беспутная:
С лапками паучьими 
Мертвый соловей.

2001 г.


Lágrimas

La vida me enredó
Con las barras de hierro,
La muerte asusta, tonta,
Con su eternidad.
Estoy tan triste,
Completamente libertina:
Con las patitas de araña
El ruiseñor muerto.


Я люблю

Я люблю под твоими ресницами
Видеть синюю грусть и печаль:
В них мучительно нежность приснится мне
Или силы раскроется даль.
Я люблю под твоими ладонями
Ощущать и желанье, и страх,
Быть в тиски твоей грубости пойманной
Или в нежности плыть облаках.
Ты ласкаешь как ветер невидимый,
Ты пьянишь как дурманящий мак.
Я люблю, моя Радость, любить тебя
И не важно, наверное, как.

2001 г.



Yo amo

Amo ver debajo de tus pestañas
La tristeza azul y la melancolía:
En ellas dolorosamente soñaré con la dulzura
O se van a abrir las fuerzas de lejanía.
Yo amo sentir debajo de tus palmas
El deseo y el miedo,
Estar atrapada en las tenazas de tu aspereza,
O navegar por las nubes con dulzura.
Tú acaricias como el viento invisible,
Emborrachas como amapola aturdida,
Yo amo, mi Alegría, amarte,
Y tal vez no importe de que forma.


Я полюбила бы тебя

Я полюбила бы тебя,
Да жаль – не время.
Ну не сложилось. И судьба 
В меня не верит.
Она плевала на мое
Стремленье в небо.
Не существуют для нее
Мечты и Небыль.
Все здесь давно предрешено,
Все – жертва быту.
А чувства – чувствам все равно.
Они забыты. 

17.09.05 


Te amaría

Te amaría
Pero, lamentablemente, no es el tiempo.
Ya no se pudo. Y el destino no cree en mí.
Él escupió en mi ambición al cielo.
Para él no existen los sueños y las fábulas
Todo aqui ya está predestinado.
Todo es víctima de la vida.
Y a los sentimientos- ya no les importa nada,
Ellos están olvidados.


Письма

Тихий шепот усталых клавиш,
Монитора неясный свет.
Ты меня словно в сердце жалишь:
«Непрочитанных писем нет».
Что бывает больнее боли,
Что быть может темнее тьмы?
Одиночество, жизнь в неволе,
Вместо яви – цветные сны.
Засыпает и шепот клавиш,
Гаснет свет, след тоски тая.
Ничего уже не исправишь –
Ты же знаешь, Радость моя.

2001 г.



Mensajes

El susurro silensioso de teclas cansadas,
La luz poco clara del monitor.
Tú – como si me hirieras el corazón.
“No hay mensajes no leídos”.
Qué puede ser más doloroso que el dolor!
Qué puede ser más oscuro que la oscuridad!
La soledad, la vida encerrada.
En lugar de realidad- los sueños de color.
Ya se duerme el susurro del teclado,
La luz se apaga, derritiendo la huella de la melancolía.
Ya no se puede corregir nada.
Tú lo sabes, mi Alegría.






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JORGE ORTIZ ROBLA [19.479]

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JORGE ORTIZ ROBLA 

Jorge Ortiz Robla, nace en las Palmas de Gran Canaria en 1980. Restaurador de Bienes Culturales, reside en Catarroja.  Sus poemas han sido recogidos en las antologías Aldea poética VI, Anónimos 2.1, Versos en el Aire II, En legítima Defensa. Poetas en tiempos de crisis y en las revistas La cigarra, Cuaderno Ático, La Bolsa de Pipas, Obituario magazine, La Plaquette y Revista Eclipse, entre otras. Ha publicado el poemario Mitocontorias. Ha participado en las exposiciones colectivas “Proyecto Sirena” y “Comunicación o incomunicación”. En el año 2012 publicó el cuento Los cabellos de Lunach, en La Fragua del Trovador. Ha ganado el concurso de microrrelatos “Propósitos para el nuevo año” de Página2. Ha recibido el segundo premio del “microtaller” realizado por La Bella Varsovia en Radio Córdoba (2012). Ha sido finalista de la III edición del Concurso Internacional de Microrrelatos Fundación César Egido Serrano, en el Certamen Internacional de Relato de Editorial.es, en el concurso “Realismo Sucio, homenaje a Bukowski” (Ed. ArtGerus) y ha sido finalista del concurso de relatos “La vida es un bar”. Mantiene el blog “Si fuera la lluvia”: http://jorgeortizrobla.blogspot.com.es/ . En Lastura publicó en el 2014 el poemario La simetría de los insectos, libro que fue reeditado en marzo de 2015 y que, tras agotarse, ve la luz con nuevos poemas y con un epílogo de Víktor Gómez Valentinos en febrero de 2016.


El corazón de la manzana

A Agustín Robla

Recuerdo a mi abuelo,
El sillón de mi abuelo.
Jugábamos juntos a las damas y a la escoba
sobre una mesa de mármol.
Buscábamos en sus vetas las figuras
que otros buscan en las nubes.
A veces nos escapábamos a comprar bolas de anís.
[Toda infancia es una excusa,
Que ancla la madurez al sueño]

Nunca me habló de la guerra.
Demasiado chico decía.
Quiso ser aviador pero le faltó la talla.
Tenía la letra en la sangre,
era maestro
cuando la palabra maestro aún significaba.
Comía media manzana,
le arrancaba el corazón
y el resto
se lo ponía al canario.
Hay que da de comer a la belleza
-decía-
El corazón de la manzana guarda dentro una estrella.
Luego la cortaba en transversal.
Nunca me habló de la guerra.
Le pegaron un tiro en la cabeza,
raspó su carne
con un silbido de muerte.
Vivió para conocernos,
supo ocultar lo innecesario,
supo decir
–La vida es vuestra–



A Javier Temprado y Chema Arake
por la ilustración y la palabra

SOLEDAD EN DESCRIPTIVA

La mano que un día fue nerviosa
hoy se plasma sobre la mesa
como un plato mas en el almuerzo.
El rostro escondido tras la prensa,
su mirada fija en deterioro
ante el grito de la vida.
Los huesos de la oliva como metáforas ,
las pieles del cacao
sobre el mantel desperdigadas.

 El rastro del amor
           es el silencio.


GAZA

Has visto el campo cubierto de amapolas.
Has visto los olivos y su verde fruto.
Has visto las abejas danzar sobre los higos.
Has visto caer las bombas
como un granizo que rompe.
¿Has visto?
En la misma tierra en que nacen las flores
los niños se entierran.


NOVIEMBRE VINO CARGADO DE SOLES, 
FEBRERO DIOS DIRÁ

No te juzgues cuando saques todo hacia fuera.
No te tiemble el pulso,
no te acobarde el tiempo.

Noviembre vino cargado de soles,
pero el invierno es duro
como una coraza de fiebre
como un arrecife de sal.

No te juzgues y aprende a escuchar el silencio,
no claudiques antes de empezar,
no te apoltrones,
respira,
siente.

No te juzgues,
recuerda:

Cuando la hormiga saca hacia afuera la tierra
está construyendo su hogar.


BIRD IN A CAGE

El pájaro que nace enjaulado no aprende a volar.
Abrirle las puertas es como venderle al abismo,
enseñarle que el tacto es un hogar deshabitado



RECIBO UN OBJETO DISTINTO CADA DÍA
EN EL BUZÓN DE MI CASA

Recibo un objeto distinto cada día en al buzón de mi casa.
Entre angustiado y sorprendido lo observo
delimito con mi vista su forma,
la línea que separa su silueta del vacío.
[la luz me ayuda en mi tarea]
Lo cojo y me dirijo al cuarto oscuro de la segunda planta,
abro la puerta y lo arrojo dentro.
No espero oírlo caer,
para mí, 
en la ausencia de la luz,
ya no existe,
ya ha desaparecido.
Luego me acerco a mi habitación
subo de un golpe la persiana
y veo tu cuerpo desnudo sobre la cama.
Existes, 
estás,
eres.


NORIA DE VERANO

Pienso en el movimiento,
[yo estático] 
y mi mente 
y mis ojos,
no pueden quedarse quietos.

Pienso en ti,
[yo estático]
y todo da vueltas.
Soy el tornillo
de una noria de verano
que no para de girar.



POESÍA DEL SILENCIO

Pasas la mano despacio sobre tu vientre 
sin llegar a tocar la carne, 
y la abres ávida y ligera. 
La sombra apenas tiene espacio donde existir, 
todo es luz, 
y creas un línea discontinua sobre la cicatriz de la cesárea, 
un recorrido de aceite de argán y rosa de mosqueta. 
Es entonces cuando el poema se escribe sobre la piel, 
entre el silencio que crean 
los huecos de tus dedos.



VIRGINIA WOOLF QUE ESTÁS EN LOS CIELOS

Qué hiciste 28 días bajo el agua
con los bolsillos pesados y el cuello adormecido.
¿Cuál fue tu porción de oxígeno y de rabia?,
¿Cuál el olor de tus rodillas?
Quizá el musgo húmedo,
la piedra,
el ancla.
Quizá la placenta removida.

Un hombre barre hojas en el parque de Bloomsbury
como quien barre el tiempo.
El ayer se desvanece cada mañana
y nace un mundo.
Pero dime,
¿Qué hiciste 28 días bajo el agua?
Con la boca seca y el pelo limpio.
¿Acaso nos querías enseñar a morir?
Qué voz te convenció de todo.

Tal vez hoy no encontremos la respuesta,
pero no importa,
ya es de noche, el sueño campa
y el cielo se parte en dos,
como tu corazón compuesto
por desasosiego y melancolía.




PRESBICIA
Jorge Ortiz Robla
Baile del Sol, 2016

Los versos de Presbicia exfolian la piel de los días. A su contacto, se hace carne lo circular, aquello que transita y vuelve, aquello que siempre está, como el ojo que mira y regresa adentro, cargado con el rojo rastro de las fronteras que abren heridas y cierran mañanas.

Un regresar, con el cansancio atesorado por los años. Un regresar, con lo visto al otro lado, lo roto. Un regresar desde la ceguera [¿Has visto?] para volver a prender la mirada y aprehender la escucha, incluso contra ese paso que pesa en nuestras agujas cargadas de horas. Incluso, contra la propia turbidez del cristalino, empeñado en su tejer puntos de vista agotados.

A este lado, sus versos nos llevan más allá de lo textual, hasta detenerse en lo diminuto, lo corriente, lo persistente en su exacta sincronía de acontecer diario, alimentado por ese ruido del grifo abierto en la cocina (cuando) era una cascada de nervios.

Al otro lado de lo visto, de nuevo el mundo, dejando atrás lo que somos: una circularidad que no se detiene, que nos envuelve y, que de tan cerca que nos contiene, ni la vemos. ¿Será porque vivimos desenfocados de lo más próximo?
Jorge nos regala con Presbicia, una lectura que devela lo velado por la rutina, un foco que irrumpe clarividente en el sigiloso poso del fondo de los días.

Deja a sus palabras, deja que entren en tus ojos, / que limpien las impurezas, / que se adhieren como polvo a la retina.

B. Ramón Campos Barreda



1

Debías haber venido antes,
el mar ya está distinto.
¿Has visto?
Las matrículas de los coches han cambiado
pero sigue siendo la misma ciudad.
Fronteras,
las nuevas fronteras,
pintadas con escuadra con un mapa.
Como una radiación que destruye
un organismo celular.
Como un bisturí que corta
sin importar hacia qué lado de la herida
vamos a sangrar.



PRESBICIA

Hay una gaviota sobre rl alfeizar de la ventana,
abierta.
Ella picotea el silencio,
a  mi me hace pensar.
Algunas noches la electricidad suena como una chicharra
en el enchufe de la mesilla,
cuando cargo mi teléfono móvil.
Es el roce de los electrones y el metal al entrar,
como una tubería vieja.
El corazón de la ballena late lento
como el bostezo de un oso antes de invernar.
En cambio el tuyo se acelera por segundos
mientras te ciñes la ropa interior y me dices,
-Aléjate, de cerca no puedo.
Aléjate, de cerca no puedo,
Ver el dolor-




POESÍA

"Resiliencia"

Por Gregorio Muelas Bermúdez

La Herradura Oxidada, el sello editorial fundado por Julio Donoso en Zaragoza y conocido por editar el Magazine literario homónimo, publica en su colección “Náufragos del Potemkin”, dirigida por José Gabarre y Pablo Delgado, el nuevo trabajo del poeta canario Jorge Ortiz Robla, "Resiliencia".

Un significativo título donde el poeta afincado en Catarroja, Valencia, ratifica un estilo propio, marcado por un especial interés en las cosas del mundo, se trata, pues, de una poesía enfocada a reflexionar con actitud crítica sobre la realidad cotidiana y los males que la acucian, por sus versos desfilan seres abstraídos en situaciones aparentemente mundanas que gracias a la agudeza y arte de ingenio del poeta se convierten en únicas y extraordinarias.

Editado en forma de plaquette, cuenta con un excelente prólogo del poeta albaceteño Andrés García Cerdán, que titula “El Hambre”, donde éste señala que la poesía es esa herida por donde el poeta sangra con su deseo de andar y profundizar en ella. Resiliencia se compone de dieciocho poemas de variada forma, desde poemas breves de apenas tres versos (“Mensaje en una botella”) a extensas composiciones divididas en tres apartados (“Entreguerras”), donde Jorge Ortiz Robla trasciende la epidermis de las seres y las cosas con su peculiar estilo, un estilo libre, pero marcado por un notable sentido del ritmo que invita al lector a detenerse para meditar sobre esas cosas que de tan cerca apenas se aprecian, ahí es donde el verso de Jorge Ortiz se afana, en ofrecer otra visión que permita desentrañar la realidad, para ello apela a la sentimentalidad como eficaz recurso para remover la conciencia del lector activo.

Tras el éxito de su opera prima La simetría de los insectos, que ya va por su tercera edición, revisada y ampliada, en Lastura, esta plaquette viene a confirmar el valor en alza de su autor en el panorama poético actual, plagado de propuestas sociales de la más diversa índole donde, sin embargo, Jorge Ortiz Robla brilla con luz propia por su lirismo, que consigue trascender el tono panfletario en el que suelen incurrir algunas de estas propuestas para calar hondo en las inquietudes del lector sensible, al que pone alerta.

Los conceptos de amor y paz se encuentran íntimamente ligados, Jorge Ortiz no concibe el uno sin el otro, pues de esa feliz conjunción se puede erradicar el hambre, uno de los temas centrales que el poeta canario aborda en los primeros poemas: “en una casa junto al mar morimos de hambre”. (“Civitas”). El valor forja al individuo en situaciones extremas y de hecho son las circunstancias las que forjan las civilizaciones, de nuestras decisiones y acciones presentes dependerá el futuro: “los hombres de hoy somos la tierra/ que nutrirá vuestras semillas.”.

La poesía de Jorge Ortiz Robla denuncia la inacción y el “confortmismo”, veamos un ejemplo:

“El cuerpo contra la pared se ciega.
Dejar sin vista,
ése es el castigo.
Detrás la vida sigue y tú inerte
frente al muro de piedra o ladrillo.”(“Comunes”)

Pero también se muestra sensual en “Casa museo” (“la piel de mármol/ la sonrisa arcaica”) y “Una esdrújula para Linda” (“Escribo, témelo, en un versículo orgiástico/ y tú ojiplática en tu tácito castigo,/ como Tántalo, acérrima bajo la roca,/ famélica ante la fístula de alma”), donde emplea con maestría el paralelismo y la homofonía.

El mensaje de Jorge Ortiz desencripta los mecanismos del poder, que avanzan en tropel como manadas hambrientas, de nuestra hambre se nutre su ansia y sobre nuestro silencio braman, así el poeta advierte de las posibles consecuencias, su poesía es combativa porque impele al lector a hacerse preguntas de incómodas respuestas: “¿seremos la flor de la tumba, la infección de la garganta sin grito?/ ¿Seremos entregados a los bárbaros fieros?”.

Sorprende la capacidad analítica del poeta, que a partir de un hecho o una anécdota es capaz de hilvanar un discurso paralelo de un lirismo realmente sobrecogedor, así en “Poesía del silencio” es la mano del poeta la que escribe versos sobre el vientre de la amada; en “Polonio 210” nos recuerda que la vida nos va matando si no tomamos parte; en “Estío” cómo un leve gesto, cerrar una maleta y una casa, puede esconder algo mucho mayor, como un desahucio; mientras que en “Los filósofos” traza “un punto de fuga en perspectiva aérea” para señalar la dicotomía entre el cielo de los soñadores y “la realidad del suelo”.

Sobre la escoria de los días debemos edificar “nuestro futuro/ más inmediato”, tender un puente frágil donde “la madera puede contener el vacío”.

La plaquette culmina con el poema en dos tiempos “Entreguerras”, donde las noticias de los conflictos armados en Bagdad, Siria y el Líbano se entrelazan con una historia de amor, y donde la historia y la intrahistoria conviven en la sensibilidad del poeta que siente el presente de forma polifónica, viviendo una paz de entreguerras donde “hay motivos para soñar” aunque los periódicos y el telediario nos bombardeen con mentiras todos los días.





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MANUEL GONZÁLEZ MAGARIÑO [19.480]

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Manuel González Magariño   

Manuel González Magariño nace en San Sebastián, en febrero de 1971, ciudad en la que residió hasta los dieciséis años, a cuya edad se traslada a Valladolid donde fija su residencia. Ya desde muy joven siente inclinación por la literatura, siendo alumno durante dos años de Miguel Casado, poeta y crítico literario, quien le aconseja cursar estudios de filología hispánica.

Ha publicado en diversas revistas literarias de Valladolid, obteniendo el premio nacional de poesía de la revista “Poetas a corazón abierto”, de la cátedra de tertulia poética José Zorrilla, en mayo de 2010.

Sus libros:

-Eslabón roto (2011)
-Diario de una tristeza (2014)
-Interiores, (2015), ganador del III premio nacional de poesía Treciembre, con prólogo del premio Cervantes del 2002,  José Gómez Lozano, y epílogo del escritor placentino Iván Sánchez.
-Cicatrices en los tobillos, (Ed. Amargord, 2015),
-Etapas, (Renacimiento, 2016)


Cuando…

Cuando olvidemos nuestras canciones
bailaremos a su compás.

Cuando el viento llore ceniza
será demasiado tarde.

Cuando la razón no se tenga en pie
nos doblarán la otra rodilla.

Cuando levantemos los brazos
colgarán sus paraguas.

Cuando el hambre llame a la puerta
señalarán su camino con migas de pan.

Cuando vuelvan las golondrinas
harán de su metáfora propiedad privada.

Cuando nos quitemos el mono
veremos al esclavo.

Cuando hablen en nombre de la libertad
el eco agachará la cabeza.

Pero cuando abramos las manos
florecerá la revolución en ellas.


Generación

Fuimos una generación del siglo pasado
que defendió verdades
con el entusiasmo de los poetas jóvenes.

Una generación de barrio, objetores de conciencia,
amores a primera vista.

Vestida siempre dentro de la misma chaqueta
y barbas a remojo
desengañada de la novena sinfonía de Beethoven.
Una generación que escribía cartas
y soñaba viajar a Londres.
De cuenta conmigo, mochila al hombro,
de calimocho
y toallas con olor a madre
si pintaban bastos.
Una generación de sabores a fresa ácida
que volvía a celebrar su cumpleaños
cada veintitrés de febrero.


Tu nombre

Tu nombre es una trinchera donde se celebra la vida.
Es un muchacho abierto
a toda clase de locuras
que faltan por cometer
con el corazón virgen de los veinte años.
Es el gemido
de aquel túnel mientras atravesábamos Madrid
sin mirarle a los ojos.
La primera lluvia de primavera.
Un acierto en la verdad más profunda.
Tu nombre es una nueva oportunidad
al final de una larga fila
de no importas.
La ocasión que ambos merecemos.
El traductor simultáneo
convirtiendo cualquier bandera en causa justa.
Un futuro con vocación de amante.
Ese acto revolucionario de tirar la toalla
y volver a ser un niño.


*

A pesar de todo,
los poetas nunca nos cansamos de vivir.

Esta bendita locura
de disculparnos una y otra vez
sabiendo que mentíamos sin ningún pudor
porque todos los excesos merecían la pena
para alcanzar el poema perfecto.

Hubo incluso un tiempo
en el que creímos en nosotros mismos.
Protegíamos la mano de las espinas del mundo
y rechazábamos manzanas porque no quedaban paraísos.
Pero fue tarde.
Nos convertimos en los hijos malditos de Víctor Hugo.
Y así fue como nos exiliamos de espejos sin espalda
a las puertas del abismo,
y maldecimos nuestras almohadas
porque sabían demasiado.


*


Mi abuelo creía en el mar
– a pesar de sus traiciones -.
En sus amigos de la cuadrilla
y los vinos compartidos en la parte vieja.
Callaba el golpe de las olas
rompiendo bajo sus párpados.
Era un cero a la derecha
con conciencia de clase.

De vez en cuando
hablaba de golpes y arañazos
en el interior de algunas puertas.
Su juventud había envejecido
en las trincheras de una revolución
a la que seguía esperando.

Siempre acompañó mi infancia
con cualquiera de sus manos.
Los domingos por la mañana
me daba veinticinco pesetas
para que terminara con la paciencia
del dueño del quiosco,
y siempre decía que la muerte es de izquierdas
porque a todos nos llega por igual.


*

Nosotros
no dejamos ningún viaje pendiente.
No necesitamos equipaje
porque siempre hacemos todo por primera vez.
Somos la suma perfecta
de todos los pecados
que siempre quisimos cometer.


Necesidad

Necesito sucederme.
Esculpirme.
Crearme de nuevo
y volverme absoluto.


Gafas

A los once años
me llevaron al oftalmólogo.
El diagnóstico, sencillo.
Vista cansada.
No me extraña.
A esa edad
había visto demasiado.



Invierno

El invierno no dio para más.
Ahora puedo decirlo.
Ahora puedo gritarlo.
Hay infancias con el cielo siempre cubierto
a las que no se asoma nadie.
Hechas de madera.
Sin bicicleta.

Pero algún día,
la mía,
tendrá nombre de mujer.



Miedo

Me asustaban los uniformes
cuando pasaban por delante.
Sus botas decididas, implacables,
siempre iban con prisa.
Dejaban heridas las plazas,
la hierba, las palabras en voz baja.

Una vez pasadas, sin hacer prisioneros,
tras el polvo,
los antiguos idiomas salían del mar,
volvía a coser las flores,
y llamar infancia al cuarto del fondo
donde se guardaban las pistolas.



DE: ‘Cicatrices en los tobillos’ (Ed. Amargord, 2015)


No te engañes

No te engañes amigo
la felicidad reside en lo cotidiano,
justo antes de esos momentos
cuando se estiran luces y desengaños
y la ciudad enseña su cara
por debajo de la puerta.
Reconciliarme con mis derrotas,
perderme en Buenos Aires,
hablar tu idioma,
llevar los bolsillos llenos de estrellas.
Que alguien me regale una camiseta
de los Rolling Stones,
su cremallera abierta las veinticuatro horas,
gritar la verdad con el puño en alto
y que entren en razón los antidisturbios.
Ver a obreros comiendo en restaurantes de moda,
arreglar mis paredes
y acostarme contigo.
Poner tu nombre a mi cuaderno,
adornar habitaciones con objetos perdidos,
tomar café con la Señora de la limpieza
a la que nadie saluda,
y parecerme de lejos
al protagonista de tus películas favoritas.



Creo

Creo en la verdad desbordada en tu pecho.
Los cristales empañados del coche
cualquier noche entre semana.
En la luna de Panero
y el banco del parque
que no traiciona mis cuentas.
En las jornadas de puertas abiertas.
La biblioteca que compartimos.
Los ceros a la izquierda
y el resultado final
donde perdemos los mismos de siempre.

Creo en los bares de buena muerte
llenos de gente con la verdad esposada.
En las cartas sin postdata
porque ya está todo escrito.
En perder varias cabezas por tu misma causa
y el denominador común de nuestras bocas.
En no salir vivo de este poema.
Los pequeños sonidos de la casa.
Las películas que vemos a medias
bajo la manta verde
y la novena compañía
peleando por la libertad de otros
a cambio de llamarles exiliados.

Creo en los necios
porque mi silla no necesita su respaldo.
En vaciarme hasta volver a mi punto de encuentro.
En el ejemplo de los poetas malditos
y esas cosas tuyas
que todavía me sorprenden.



Recuerdo

Recuerdo aquel sábado.
Recuerdo quedarme sin aire en medio del bar
a pesar de las corrientes provocadas
por tu pelo demasiado suelto.
Acercarme a ti sin cartas de presentación
como quien cruza la calle sin cedas el paso
porque al otro lado, de repente,
todas las canciones cobran sentido.
Sonreírnos sin guardar distancias de seguridad.
Hablar entre juegos de palabras
dejando al lado tratados y cláusulas
que no pensábamos cumplir.
Olvidarnos de todo,
también del resto.
Desprendernos de etiquetas,
de salidas sin puertas de emergencia
y pedirte que te abras de piernas
para celebrar mi lugar en el mundo.



Diario de una tristeza, de Manuel González

Presentado por Yolanda Izard, ayer jueves por la tarde compartimos la presentación de Diario de una tristeza, último libro de poemas de Manuel González. La presentadora nos ha pasado amablemente el texto que leyó para dar a conocer el poemario de González.

Yolanda Izard

Buenas tardes, queridos amigos, bienvenidos a este espacio de encuentro con la poesía y muchas gracias por acompañarnos. Voy a intentar ser breve pero al mismo tiempo no dejarme nada en el tintero sobre este libro de poemas, “Diario de una tristeza”, que contiene una buena cantidad de sustancia, y por tanto seguiré la máxima de Juan Ramón Jiménez: la suprema moralidad de la brevedad. Manuel González ya recibió su bautismo de poeta impreso con su poemario “Eslabón roto”, que presentó el año pasado en la Casa Zorrilla, pero no se agota el poeta en una sola visión, que diría Aníbal Núñez, y tenía mucho todavía que decir, como lo demuestra con este segundo poemario, publicado por la editorial Origami. Manuel González, aclararé a quienes no lo conozcáis, aunque procede de San Sebastián, lleva viviendo entre nosotros desde los dieciséis años y es licenciado en Filología Hispánica, pero sobre todo es poeta en el sentido más amplio del término. Yo al menos, aunque no lo conozca demasiado, lo veo así: un poeta entregado a su oficio con una pasión y una incondicionalidad solo dignas de aquellos que llevan la escritura en su sangre y en su corazón.

¿Por qué diario de una tristeza? Todos sabemos lo que es un diario, qué nos arranca del silencio para hacernos palabra, y todos sabemos lo que es la tristeza, qué condiciones tiene que soportar el hombre para adquirir la conciencia de que no es posible separarnos de la melancolía o la pesadumbre, qué sueños se nos habrán de romper por el camino de la vida, y cuánto daño hemos de soportar. A veces la tristeza no es sino una sencilla protesta contra el desamparo. A veces la tristeza no es sino una modesta toma de posición contra la injusticia del mundo. Contra la falta de cordura, de amor, de comprensión, de compasión. Pero a veces también, como veremos en este poemario, la tristeza es el punto de partida del ser que no se conforma con los desatinos terrestres y que busca en sí mismo y en lo otro, en el gran Ello del mundo, la liquidación del transitorio estar y su sustitución por el ser verdadero. Decir todo esto con palabras es todo cuanto puede hacer un poeta, pero qué importante es su labor. Los sentimientos, las emociones, una vez vividas, pasan y se desvanecen, pero las palabras, si son el reflejo verdadero de esas emociones, abren la conciencia y, como en un espejo, multiplican la sensación de verdad, no solo en el poeta, sino en el propio lector. Y además perduran.



La conciencia de ser hombre sobre esta tierra no sería la misma sin los poetas. NI siquiera los científicos son capaces de ofrecernos tanta información sobre lo que habita y late en nuestro interior, lo que en nuestras entrañas se gesta. Cuando un poeta como Manuel dice: “El amor, cuando llega, / lo hace a través de lágrimas de ceniza, / luego deja máscaras en la almohada” no está hablando solo del amor, ni de la ceniza en que se convierte su ausencia, ni de cuántas caras puede mostrarnos, además está hablando de cada uno de nosotros, de nuestros sueños perseguidos y malogrados, de nuestra incapacidad para sostenerlos. Está hablando de una tristeza esencial que tiene que ver con el simple hecho de estar vivo, de algo cuya explicación se nos escapará siempre pero cuyo reflejo, aunque huidizo, podremos leer en versos como estos de Manuel. El poema abre el duro caparazón de la realidad y muestra lo oculto, lo invisible, lo inasible.

Escribir un diario también puede ser un desahogo. El  diario además puede tener una función descubridora ya que es el depositario de esas emergencias del subconsciente que solo brotan cuando somos capaces de suspender parte de nuestra lógica. Por tanto, no puede haber mejor forma de acercarse al diario en cuanto vehículo de conocimiento  de uno mismo que la poesía, que es la gran aliada del subconsciente, pues funciona más que con lo racional, con la intuición, que es la que da sabiduría a nuestro corazón.

Manuel González y su Diario pactan con las estaciones la entrega de su vida íntima presidida por una tristeza que tiene mucho que ver con un preguntarse sobre la propia identidad y sobre el desencuentro amoroso. La división del poemario en cuatro partes correspondientes a cada una de las estaciones, comienza en este libro con el invierno, que, paradójicamente, en el mundo de los topoi literarios representa el final, el punto de llegada sin más posibilidad de regreso. Pero aquí Manuel invierte los esquemas y nos muestra el invierno, la desolación del desamor, como un punto de inflexión necesario para construir sobre las cenizas, sobre sus escombros, sobre el naufragio afectivo, los paramentos de una regeneración. Porque, no sé si lo he dicho, este es un libro de desamor que se va convirtiendo progresivamente en un libro de amor. Es más, este es un libro de desamor y de amor que se va convirtiendo paulatinamente en un libro de búsqueda espiritual que se resuelve en el hallazgo del otro, a través de la comunión con el mundo.





Nadie dice el amor de la misma manera. Manuel lo dice en voz baja, como su ángel de la guarda, lo dice con humildad, sin grandilocuencia ni aspavientos. Tiene una emoción y trata de expresarla con una escritura cercana y sencilla, quizá por eso mismo cuando llegan sus metáforas, sus prosopopeyas, estas brillan y casi resplandecen. Y todas ellas se sustentan de tres elementos temáticos:  el amor o el desamor, la tristeza y la meditación sobre lo que sea ser hombre; y de un correlato poético: lo inanimado como trasunto de su sentir. Desde el primer poema de la primera parte, Invierno, se nos muestra este deseo del amor en toda su plenitud:

“Como el tacto de gotas de lluvia / dormidas sobre una flor / tuve el sueño de ser parte de ti.”

El invierno de Manuel tiene sed de un amor que parece escapársele siempre. Hay fechas explícitas, 11 de febrero, que es como se titula uno de sus poemas, y temas diversos que siempre remiten y desembocan en el cuerpo de la amada, visto como un paisaje de heridas que el poeta prefiere olvidar: p. 8: “Prefiero cerrar el mapa / y no tropezarme con tu recuerdo.” El otoño es aún la estación del amor triste, de un amor que no acaba de vivirse en los pronombres, como diría Salinas, porque su sentir nace ya lleno de pesadumbre y por eso sus poemas se ciernen en metáforas y personificaciones, caen llenando los versos de objetos y realidades que son el trasunto poético de su desolación, como esas manos, por ejemplo, que caen con la misma tristeza de las hojas de otoño.

Es el invierno, es el otoño que habitan entre el deseo y la inquietud vital, la frustración y el vacío desesperanzado y que tiene su indiscutible alianza con la tristeza que preside estas dos primeras partes del libro. ¿Qué hay detrás de esa tristeza que se proclama inseparable de la existencia? Hay una “llama exhausta”. Un “jardín de rosas negras”, “Una casa en ruinas”. Hay “un hombre que duerme rodeado de escombros”, un hombre que “no se reconoce en el espejo, que es la imagen del hombre partido”. Hay “el espacio feroz de la noche y su lenguaje cruel ante el espejo”. Y hay sobre todo una soledad que lo envuelve con un helado manto de emociones que tienen que ver con el desarraigo: La sensación de ser un extraño en la propia tierra. La de vivir una vida a la que le han robado su misterio. La de ser el último fantasma cosido al viento.

Es una soledad tan vívida, tan intensa, que ni siquiera puede matizarla la comunicación amorosa; es más, del propio cuerpo, ensamblado a la palabra, nace esta soledad, como tan bien lo expresa Manuel en estos versos: “Llegada la noche, /  bebí de tus pecados / con el ansia del hombre moribundo, / y vi la soledad cómo brotaba / de tu palabra desnuda.” ¿No hay remedio contra la soledad? No en estas dos partes, que tientan el nihilismo, que desconfían incluso de la capacidad del amor para someterla: “Amarla fue abrazar la soledad. / Las palabras se desprendían amarillas, / escondieron los caminos de vuelta”. P. 26

Pero el poeta sabe que de la sombra puede nacer la luz, que de los escombros alzarse una nueva vida y regenerarse, como el ave Fénix de su poema: “Fue necesario decirte adiós / para quemarme. / Mi verbo necesitó luz, / pronombres personales, / beber de hortensias azules.” Y aunque estemos escindidos, aunque, como él tan bien expresa, “La mano derecha escribe versos de acero” y “la izquierda concluye con violetas.” (p. 19) Manuel sabe también que desde nuestra identidad contradictoria, desde nuestra doble y a veces irreconciliable naturaleza, puede emerger aquel que se alce sobre el desamor, sobre el desarraigo, sobre la soledad, sobre la falta de comunicación con el mundo y con la amada, y ello gracias al amor. Sí, Manuel nos dibuja una verdadera resucitación sobre el nihilismo, la que permite que el desencanto anterior se traduzca ahora en una cita prometedora de Mihai Beniuc, que es la que abre la tercera parte, Verano: Igual que en el mes de agosto, / lloraré estrellas a montones.

“Déjame entrar”, dice Manuel. “Lo haré a través de tus ojos”. Y efectivamente, Manuel comienza a mirar aquí de otro forma el mundo. Mira y define la felicidad. Mira y define los tópicos culturales. Mira y vuela con los pájaros, los hijos del aire, ángeles de gesto rápido / que sacian su sed / con lágrimas del viento. Se mira, sobre todo, a sí mismo, desde ópticas distintas y quiere dejar de ser alguien lejano, alguien que aprenda a vivir sin temor a la belleza. Es ya ese otro que se plantea preguntas relativas a su naufragio, pues sabe que las preguntas son el inicio, que de las preguntas bebe el conocimiento. De esta forma surge el hombre nuevo, el que madura y tantea las infinitas posibilidades de la redención.

¿Y quién puede ser ese alguien nuevo sino el que se ama a sí mismo y es por tanto capaz de amar? La primavera, última parte del recorrido vital del poeta,  viene presidida por estos versos de Benedetti: “Qué buen insomnio / si me desvelo sobre tu cuerpo”. El camino espiritual de la búsqueda de uno mismo en el otro está llegando a su fin. Desamor, soledad, desarraigo han girado inexorables sobre versos sostenidos por una atmósfera de vacío, que ahora se abre a otro mundo de plenitud y significación. Se reconstruye la identidad desbaratada desde la hoguera, las llamas y la ceniza para amanecer convertido en un hombre nuevo. “Quiero ser árbol, sendero”, dice en un poema. Todas las personificaciones en que sostuvo su identidad en las partes anteriores se convierten ahora en parte de un recorrido de plenitud, en el que la comunión con la naturaleza es esencial. Ahora sabemos que este libro trata también de un recorrido espiritual que, como en los ascetas, parte de la destrucción para hallar la luz. Por eso el poeta dice: Búscame en el lenguaje secreto de los pájaros o “en el mercado comprando algo de aliento”. Porque, “si unimos manos en un mismo pálpito”, llegará el tiempo de poner nombres a las cosas.

Sí, la primera y última función del poeta es la de nominar, la de poner nombre a nuestros sentimientos de vacío o de deseo, la de ir fijando con las palabras las claves de nuestra andadura por la tierra, la de preservarnos en ellas, porque ellas son lo que somos, porque somos  lo que ellas nos dicen. Hablar del desamor y entenderlo ha sido posible con las palabras de Manuel, y asimismo hablar del encuentro con el amor y entenderlo. Entenderlo  a través de versos como estos de Manuel: “A tu vientre llegan golondrinas, / y se quedan, / y anidan metáforas alrededor de tu cintura, / y la luz se hace humana / y el sueño un hecho posible / detrás del silencio.

O de estos otros, de absoluta comunión con ese mundo que, como dijo Jorge Guillén, a pesar de todo está bien hecho, y con los que acabo:

"Termina mi búsqueda.
Respiro el mar,
doy gracias,
el universo me ha prestado sus ojos.
Contigo acaba y empieza todo.
Es propicio el tiempo.
Vamos a vivirnos."





ETAPAS de Manuel González (por Gema Estudillo)

ETAPAS
Manuel González
Ed. Renacimiento
Sevilla, 2016

Bucear en la memoria y aceptar los fragmentos que inevitablemente habrán de alojarse en nuestras  entrañas para siempre, requiere cierto tiempo y cierto ejercicio de distanciamiento. Etapas (Renacimiento, 2016) es el último libro del poeta Manuel González (San Sebastián, 1971) y es precisamente el intento de atrapar, o de hacer inventario, de esos últimos recuerdos que marcan el rumbo de toda una vida.

Plagado de referencias autobiográficas, el libro se divide en tres etapas: la infancia, marcada por la ciudad lluviosa, la presencia de armas, uniformes y pistolas en aquellos “años de plomo” que fueron los años ochenta en el País Vasco. El poema que abre el libro, "Gafas", es todo un adelanto de lo que vamos a encontrar:

A los once años
me llevaron al oftalmólogo. 
El diagnóstico, sencillo.
Vista cansada.
No me extraña.
A esa edad/ había visto demasiado. 

El niño comienza pronto a hacerse preguntas, a intuir que el mundo de los mayores guarda un oscuro secreto (“La infancia conjugó el verbo buscar/ y el mar trajo respuestas”) y su carácter sensible se rebela pronto (“Cerraba mucho los ojos./ Lo hacía muy a menudo,/ siempre que podía/... Ante los uniformes escondidos/ detrás del humo de los cigarros. En las banderas de guerra/ que ondeaban en casa” o “Me asustaban los uniformes/ cuando pasaban por delante”). 

El niño crece, adquiere conciencia, comienza su viaje hacia el amor y así la segunda etapa, el reconocimiento del yo y del otro en “Solo tú y yo", la juventud sin dinero, la búsqueda de la identidad en “Autorretrato", el primer amor en “Ella", las ilusiones en  “Sueños", la incertidumbre en “Mañana será distinto", la emancipación en “Busco casa", el amor nuevo, el amor roto, el amor usado, el amor consolidado, el amor eje vital. Unos versos de Luis García Montero a modo de dintel nos dan la clave de la tercera etapa, la madurez: 

Porque sé que los sueños se corrompen
abandoné los sueños. 

La realidad se impone. Llega el “Insomnio”, la "Mentira", el "Ego". La voz poética se condensa en formas más breves, a veces apenas unos versos que recogen lo esencial de un momento o una reflexión (“De las palabras frente al mar/ nadie puede defenderse”). Y la poesía se consolida como parte esencial de una vida:

Por encima de los años
la madera conserva su olor a bosque.
Ahí aguarda el último poema.
Ahí reposa el cuerpo del delito.

            
Es la voz de Manuel González una voz limpia, sin artificios, de dardo certero, “armada de palabras cotidianas” como dice Raquel Lanseros en el prólogo. El poema se concibe como un fragmento de cristal en el que se refleja la emoción o la experiencia de un momento. La unión de todos ellos conforma el prisma poliédrico que constituye una vida. Una vida para vivirla. Una vida para contarla. Fiel a la estela poética de los poetas del norte, accesible y cercana, la voz de Manuel González no defrauda.

Gema Estudillo






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ISABEL FRESCO OTERO [19.481]

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ISABEL FRESCO OTERO
      
Nací en As Pontes de García Rodríguez (A Coruña) en 1958. Crecí en la aldea. Estudié el Bachillerato en Viveiro (Lugo), y Filología Hispánica en la Autónoma de Madrid, entre 1979 y 1984. Desde entonces soy profesora de Lengua y Literatura en Secundaria. Llevo varios años en el instituto Rey Fernando en San Fernando de Henares, pero enseñé en otros centros más en Madrid.

Algunos poemas míos aparecieron en varias revistas (Renacimiento, Caja Baja y otras), y también participé en recitales en varias ocasiones.
    
Publiqué dos libros de poesía: Coloquio de sirenas (Editorial Renacimiento, Sevilla, 2006), y Gardádeme a esperanza (Editorial Espiral Maior, A Coruña, 2009).
    
Escribí un breve ensayo junto con una selección personal de poemas, sobre la obra de Luisa Castro: “Verdad y poesía en la obra de Luisa Castro”, publicado en Dí yo. Dí tiempo. Poetas españolas contemporáneas. Ensayos y antología (Editorial Devenir, Madrid, 2005). 
Fui coeditora de la obra La audacia de la libertad. Homenaje a Agustín Andreu (Universidad Politécnica de Valencia, 2007). 
Últimamente participé en la antología poética Dez anos de poesía nas Pontes, (X Aniversario do Grupo poético Alalá), Galebook, 2013, donde publiqué seis poemas inéditos. 





Isabel Fresco Otero: Gardádeme a esperanza  (Ed. Espiral Maior, A Coruña, 2009)


Subíamos á pila da maraña
por verlle a Madalena as tetas enfiadas
no sujetador Plaitex,
e ademais por oírlle
uns berros aguzados que viñan doutro tempo
pola ventá del rei de tantos séculos
¡cativas: ídevos daí!
dende o 1729, ben se ve.

As manciñas miúdas apegaron
sen carraxe papeis azuis de VOTA A FRANCO;
a xeada da noite entesabaos diario
e pasaron o inverno coma nunha campaña.

Madalena ten noivo. Baila moi agarrado,
pero chora de noite cos dedos esfolados.

As miñas bragas anoadas aínda teñen que ver, galana;
anoadas baixándoseme polas pernas coma unha solta.
aínda a máis de un lle imporían. Dígoo agora que tamén a min
me impón a fermosura que eslubía coma unha troita.
Coma se fose doutro, coma se vise a outra e non tivese sido miña
esta beleza universal na que tamén eu son.



Nos subíamos al montón de broza
por verle a Magdalena las tetas enhebradas
en el sujetador Plaitex,
y además por oírle
unos gritos afilados que venían de otro tiempo
por la ventana del rey, de tantos siglos
¡chicas: fuera de ahí!
desde el 1729, bien se ve.

Las manecitas menudas habían pegado
sin rencor papeles azules de VOTA A FRANCO;
la helada de la noche los tensaba a diario
y pasaron el invierno como en una campaña.

Magdalena tiene novio. Baila muy apretado,
pero llora de noche con los dedos deshollados.

Mis bragas anudadas aún dan que ver, galana;
anudadas bajándoseme por las piernas como un lazo.
Aún a más de uno le impresionarían. Lo digo ahora que también a mí
me impresiona la hermosura que resbala como una trucha.
Como si fuese de otro, como si estuviese viendo a otra y no hubiese sido mía
esta belleza universal en la que también yo soy.



COLOQUIO DE SIRENAS (poemario de Isabel Fresco Otero)


SALVACIÓN POR EL SUEÑO

Cade vez que te duermo mi amor se te renueva, nace
otra vez de tí,
mecido por los rostros benevolentes de aquellos amigos 
[que me honraron
con su devoción.
Tu mano y tu mejilla se me ofrecen y entonces, de madrugada
es más suave el dolor de mi costado.
Y ese perro negruzco que me bebe la sangre
comienza a dormitar cuando yo me despierto.



PROMESA

Aunque ya para entonces tengamos
unos diez años más y lamentemos,
esperaré.
Ese día
abriré los balcones y bajaré a la calle,
te besaré en los labios y en la acera
haremos el amor.
Aunque ya para entonces tengamos
arrugas en la piel. ¿Qué te parece?


El poemario Coloquio de sirenas (que reúne los libros La mujer pez y Lachrimae) es una colección de versos de una imaginería potente que nos conecta con un mundo sensorial rico y profundo, con una imaginación misteriosa.

El tono general de la poesía de Isabel Fresco es meditativo y frecuentemente nostálgico; contempla la naturaleza de manera reflexiva y ésta le sirve de marco para rescatar una memoria sumergida, un recuerdo profundamente sugerente. La naturaleza, los objetos, los monumentos, las ruinas, todos ellos cargados de memoria, establecen una relación profunda con los recuerdos y la emoción. No es extraño pues que algunos de sus poemas tengan un tono marcadamente elegíaco:


No existe aquel lugar, de hecho ya no existe,
sin el coro  ensayando una misa en el porche;
es domingo y la lluvia cae mansa ahí fuera,
y en la pétrea nave se pegan las palabras.

(“Locus Amoenus”, Lachrimae).


Esta tendencia aparece también expresada poéticamente en La mujer pez:


              
Delimitar el pasado se me hace de pronto tan urgente como la res-
                                               piración en la agonía
donde el verso cortado abruptamente nos trae a la memoria el estertor agónico. Así pues, para ella el recuerdo es vida que nutre.



Su poesía, además de alimentarse de la memoria y la contemplación, brota del umbral del sueño y, de esta forma, aunque no abundan en su obra las metáforas de corte surrealista, encontramos mares hirvientes en los “que se oyen por todas partes pulmones derretidos” y cielos surcados por “serpientes águila” que “expanden el dolor”; o ángeles que



¿Vagarían por el éter iconos fugitivos estirando las alas, pegándolas
al cuerpo para pasar inadvertidos? 
¿No se resbalarían entre tanta saliva de plegarias?
¿No distribuirían los dones con monotonía de amantes abusados?
Armoniosos claustros colgados en la nada,
torres proporcionadas y el silencio más hondo…;
la tormenta terrible es ligera entre sueños…

(“Dies Irae”)



Isabel Fresco tiene cierta retórica clásica en formas e imágenes, así como en el ritmo de sus poemas, impecablemente construidos. En sus dos poemarios aparecen frecuentemente referencias culturales que no funcionan como pretexto para hacer una decadentista “poesía de la cultura” – tan en boga en nuestro país desde los años 70 – sino como ejes temáticos a partir de los cuales se articula el poema. Así aparecen Penélope y Clitemnestra, Fernando Sor, Dowland, Mouton, laudistas de Toscana, la diosa Mnemosine, la Celestina – “la leal desdentada”, “esta puta perpleja” – instrumentos musicales antiguos…

Sin asomo de pedantería, la música se convierte en Lacrimae, no en un mero pretexto para justificar un concepto de arte ya prefijado, sino en una evocación,  una forma artística que, como se plasma en toda la obra de Isabel, es la conexión necesaria entre el presente y el pasado.



Aborrezco el acto instintivo de la hembra ofendida
que antepone arteramente su dignidad vulnerada a la palabra verdadera,
y el gesto servil incluso en el amor,
y el as trucado que escondes en el pie para la última hora.
Sin embargo me he expuesto ante ti como vaso de fino cristal
                           que un soplo hace vibrar,
o el viejo Stradivarius que espera guardado la mano maestra,
así que ambos asistimos a una pobre partida.
No sé qué extraño pacto femenino y arcaico
me impide hablar con voz propia:
Todo lo que detesto como agua entre las manos se me escurre;
todos los movimientos confluyen hacia lo indeseado.
¡Qué vanidad la imagen personal forjada tan trabajosamente,
qué desperdicio ver de pronto hecha añicos la metáfora personal!
Pero cuando una tarde la perseguida contradicción se ofrece
oro y miseria por igual, ¿cómo acercarse?
¿Quién no ha sido tan leve como una mariposa
o tan indeseable como una culebra muerta?

(“Epístola en tres tiempos, 2”)

(Mª Soledad Sánchez Gómez. Presentación del poemario Coloquio de sirenas, previo a su publicación, que tuvo lugar en la librería CRISOL de Madrid en enero de 2004)






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CISKOX [19.482]

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CISKOX 

(Calasparra, Murcia España, 1976). Vio borrosos seres en el hospital improvisado de un taxi camino del teatro universitario donde sus padres pensaban ver 2666 un sábado cualquiera. Se enamoró de la mirada impotente del taxista, del humo y de la colonia barata. Si hoy ve manchas son las luces del teatro, un día lluvioso. Y la ruda cara de un ángel.

Barajas, cortometrajes, comics, vídeo-poemas, cuadernos gráficos, infografías, breviarios, composiciones líricas y un largo etcétera de placeres solitarios hacen de ciskox un modelo contemporáneo de artista mutante.


MI CIUDAD  

Sé que me miras con recelo  
mientras embelesan tus luces  
y tu electricidad.  
Sé que no duermes  
mientras yo me presto  
en tus esquinas,  
y que mi paso se hace lento  
porque tropiezo en tus escamas. 
Sé que componen tu cuerpo, 
estéril y tóxico, las cloacas 
-tu aliento me hiela la sangre-. 
Que eres la costra que me absorbe:  
asfalto, ladrillo, hormigón.  
Que tu sol y tu neón 
queman las almas, y la carne  
-¡condenada seas!-  
y que te gusta poco hecha...  
Que me tambaleo cuando te mueves 
y tus campanadas me hacen temblar. 
Que mis pies blandos jamás 
te dejan atrás 
porque creces, creces, creces... 
haciendo el aire irrespirable 
y extendiendo tu sombra de mujer 
sobre mi cuerpo
-en ti me pierdo borracho y necio-. 
Que no tienes poesía, 
como no tienes sangre,  
y los gatos y los perros te arañan...  
Y mi canción te molesta, 
estoy seguro, 
como el canto de un torpe gorrión. 

Sí, ríete de tus inquilinos  
pues eres escenario de su tragedia,  
y el telón. 

Lo conseguí, ya te veo la cara. 
Sin duda, tu beso me ha aniquilado. 



HIEDRA 

Por tanto, me acarician 
tus raíces, hiedra.  
Me taladras con tus besos.  

Reverdecen los latidos succionados:  
fragmento, fricción, horadado, derruido...  
Cubres mi cerebro con tu prole,  
poesía ametralladora e infinita.  
No cesa de trepar tu red espesa 
a mis sobacos y mi sexo. 
Erecto, me aprisionas 
y me invades, sombra,  
y tu pensamiento fluye ahora por la savia  
que hay en mí. 

Ya es mi tronco 
tu tallo retorcido, hiedra.  
Y tu ramaje, mi estremecimiento. 



PRIMAVERA 

Un patio.  
Una primavera.  
Un gorrión. 

Una fuente. 
Un columpio. 
Un almendro en flor. 

Una nube. 
Una merienda. 
Un rayo de sol. 

Una canica. 
Un beso. 
Una pompa de jabón. 



FRACASO DE SAMOTRACIA 

Avanzo sin cabeza 
como tantos otros infelices, 
grávida y pesarosa 
por ir arrastrando  
dos alas de piedra.  
Unas alas deberían ser algo ligero 
y permitir la huida en situación de alerta.  
Pero como no tengo cabeza...



JUEGOS REUNIDOS  

La tirita cubría tu sonrisa.  
Parches de nicotina en los ojos.  
Branquias hablan sin oxígeno de Roberto Altman,  
Marrón Sugar y Shelley Duvall.  
No viene a cuento agradar siendo punk.  
Tengo su cabeza envuelta en papel periódico.  
Entre el cómic dominical y los deportes.



EL PELICULÓN DE ANTENA 3 

No contestará: César ha muerto.  
Parece cansada, ha trabajado demasiado.  
No lo hice por razones... 
Tenemos un millón de doláres, tú y yo.  
Bésame, Tony. 

Bang Bang Bang... 

No escaparás. Morirás conmigo.  
Ya nos volveremos a encontrar algún día tal vez.  
Suerte.  
Le aconsejo que se olvide de todo.  
Oficialmente no ha ocurrido nada.  
Volamos de noche y casi sin combustible.  
Esto nos ocurre a todos tarde o temprano.



EL DÍA 

El sol se ríe en mi cara.  
Tan sólo voy a por esto y aquello.  
Lo veo declinando verbos en lenguas muertas,  
bailando con destreza cuatro por cuatro.  
Desayuna agua con gusanos. 
¿Viste Corazón Salvaje? 
Es la madre.



PIEL 

¿Qué piel es esta vaina de plástico blanco?  
No hay verrugas en la superficie. 
Hoyuelos ni bronceado Cary. 
¿A qué edad se arruga el rostro? 
La sorpresa se procesa en microcircuitos. 

Suena la alarma. 

La piel reluce. Nada expresa esta máscara. 
Ante el espejo brilla como un maniquí.




El viaje I, ilustración de ciscock




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ADRIANO SPATOLA [19.483]

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Adriano Spatola

Adriano Spatola (Sappiane, 4 de mayo de 1941 - Sant'Ilario d'Enza, 23 de de noviembre de de 1988) fue un poeta italiano, una de las estrellas de la poesía del siglo XX.

Adriano Spatola nació en Sappiane (Sapjane en croata), una fracción del entonces municipio de Elsane en la provincia de Rijeka, donde su padre prestó servicio militar: el pueblo es ahora parte de Mattuglie (Matulji), en Croacia.

Con su proyecto poético se inserta plenamente en el marco de los acontecimientos de vanguardia a nivel internacional. Experimentó de la manera más completa la palabra en su naturaleza efímera y en su totalidad. Su interés, además por la poesía visual, pasa por una experiencia que favorece el carácter indefinible del sonido.

En 1961 publicó su primera colección de poemas Le pietre e gli dei (Tamari, Bologna). Al año siguiente se creó la revista BAB ILU, que llegó con sólo dos números. Inicialmente comprometido en Bolonia en la redacción de la revista "Il Mulino", más tarde trabajó en "Il Verri" y "New actual."

Participó muy joven para Grupo 63. 

Después de una primera experiencia de la ficción por su novela "L'oblò" (Feltrinelli, 1964), se dedicó por completo a la poesía en todas sus formas, practicando también la poesía concreta y la poesía sonora . Sus experiencias "concretas" están ligadas a determinadas composiciones abstractas, llamadas "zeroglifici", que realiza con el collage de fragmentos de las letras del alfabeto.

En 1968 fundó en Turín, con su hermano Maurizio, las ediciones Geiger. Se trasladó a Roma y se hizo cargo por un corto tiempo como editor de la revista "Quindici".

En 1969 publicó el ensayo "Hacia el total de la poesía" (Ed. Rumma, Salerno), que inmediatamente llamó la atención de los críticos. Reeditado en 1979 (Ed. Paravia), es aún hoy uno de los textos teóricos más interesantes del ámbito de la experimentación poética del siglo XX.

Decepcionado de "Quindici", se trasladó a Val d'Enza, en el Molino de Bazzano, donde, con la poetisa Julia Niccolai, a continuación, su pareja, fundó la revista "Tam Tam" ( 1972 ), que pronto se convirtió en un punto de referencia internacional para jóvenes artistas y escritores. En paralelo a la revista, inició otras iniciativas editoriales ágil dedicados exclusivamente a la poesía.

En 1979 con el editor Ivano Burani fundada "Baobab", una revista de sonido, publicado en cinta de audio, que fue subtitulada información fonética de la poesía. 

En esos años, la vieja amistad con el poeta francés Julien Blaine le llevó a formar parte del equipo de redacción de las revistas "s Doc (k)", de la que Blaine fue fundador y animador. En 1981 se convirtió en director de "Cervo Volante". 

Durante el transcurso de su vida, llevó a cabo actuaciones en festivales internacionales de poesía sonora y ha participado en exposiciones de poesía visual en el mundo, participando también en la Bienal de Venecia (1972) y la Cuadrienal de Roma (1986).


Obras 

Adriano Spatola, Le pietre e gli dei , Bologna, Tamari, 1961.
Adriano Spatola, L'oblò , Milano, Feltrinelli, 1964.
Adriano Spatola, Poesia da montare , Bologna, Sampietro, 1966.
Adriano Spatola, Zeroglifico , Bologna, Sampietro, 1966.
Adriano Spatola, L'ebreo negro , Milano, Sheiwiller, 1966.
Adriano Spatola, Verso la poesia totale , Salerno, Rumma, 1969.
Adriano Spatola (a cura di), Qualcosa di metafisico (Le sculture di Valerio Miroglio ) , Torino, Geiger, 1970.
Adriano Spatola, Verso la poesia totale , Torino, Paravia, 1978.
Adriano Spatola, Majakovskij , Torino, Geiger, 1971.
Adriano Spatola, Algoritmo , Torino, Geiger, 1973.
Adriano Spatola, Diversi accorgimenti , Torino, Geiger, 1975.
Adriano Spatola, Zerogliphycs , Los Angeles e Fairfax, Red Hill Press, 1978.
Adriano Spatola, La composizione del testo , Roma, Cooperativa Scrittori, 1978.
Adriano Spatola, Giuliano Della Casa, Cacciatore di mosche , Modena, Telai del Bernini, 1980.
Adriano Spatola, Paul Vangelisti, Italian Poetry from Neo to Post-Avantgarde , San Francisco, Red Hill Press, 1982.
Adriano Spatola, La piegatura del foglio , Napoli, Guida, 1983.
Adriano Spatola, Impaginazioni , San Polo d'Enza, Tam Tam, 1984.
Adriano Spatola, La definizione del prezzo , Vicenza, Ed. Martello, 1992.
Adriano Spatola, Nicola Storch (a cura di), Le poesie , sl, Edizioni delle poesie di Adriano Spatola, 2012.

Audio

Arrigo Lora Totino (a cura di), Futura. Antologia storico-critica della poesia sonora , Cramps Records, Milano, 1978 [Box con 7LP33 + fascicolo; ristampa con 5CD + fascicolo]
Paul Vangelisti (a cura di), Breathing Space 79 , Washington, 1979 [2 audiocassette]
AA.VV., Antologia internazionale , "Baobab" 1, Ed. Pubbliart, Reggio Emilia, 1979 [audiocassetta]
AA.VV., Antologia internazionale , "Baobab" 2, Ed. Pubbliart, Reggio Emilia, 1979 [audiocassetta]
AA.VV., Oggi poesia domani , "Baobab" 3, Ed. Pubbliart, Reggio Emilia, 1979 [audiocassetta]
AA.VV., Il dolce stil suono , "Baobab" 4, Ed. Pubbliart Bazar, Reggio Emilia, 1980 [audiocassetta]
AA.VV., Antologia internazionale , "Baobab" 14, Ed. Pubbliart Bazar, Reggio Emilia, sd [audiocassetta]
AA.VV., Antologia internazionale , "Baobab" 15, Edizioni Elytra, Reggio Emilia, sd [audiocassetta]
Adriano Spatola, Adriano Spatola , "Baobab" 20, Edizioni Elytra, Reggio Emilia, sd [audiocassetta]
Giovanni Fontana e Luca Salvadori (a cura di), L'incanto del verso , "Baobab" 23, Edizioni Elytra, 1994 [box con 4 audiocassette]
Giovanni Fontana , La voce in movimento , Ed. Harta Performing & Momo, Monza e Frosinone, 2003 [volume con allegato CD]
Giovanni Fontana (a cura di), Verbivocovisual. Antologia di poesia sonora 1964-2004 , Ed. Monogramma, Milano, 2004 [CD allegato al n° 25 della rivista “Il Verri”]
AA.VV., Il Gruppo 63 quarant'anni dopo . Atti del convegno tenuto a Bologna dall'8 all'11 maggio 2003, Ed. Pendragon, Bologna, 2005 [contenente un CD]
Endre Szkàrosi (a cura di), Il mondo è stato riconsiderato. Poesie italiane del secondo Novecento , Bëlesész Konzorcium HEFOP Iroda, Budapest, 2006 [CD]

Exposiciones personales

Alfa Gallery, Módena, 1967
Galleria Civica, Módena, 1976
Estudio Santandrea, Milán, 1978
Galería Multimedia, Brescia, 1981
Pantha galería de arte, Como, 1981
Galleria Il Punto, Velletri, 1985 [14]
Estudio Anunciata, Milano, 1986
Biblioteca Municipal, Sant'Ilario d'Enza de 1988



El cuaderno blanco

1

Despertarse anunciarse mostrarse en la inquietud
de un lugar que es la presencia de la presencia
el inadvertible desafío la sospecha la imputación
un resultado de la alusión una defectuosa respuesta.


2

Entretanto el pensamiento diurno ensancha la hendidura
desmiente el exceso de los jugos la agitación del cuerpo
en el gesto que corresponde a los decretos al enredo
al traje de cartón piedra del otro protagonista.


3

Una infusión que desbloquea y redobla las exfoliaciones
las insinuaciones las insidias las raras ocultas emociones
de un arte en concordancia con los objetos absolutos
en la máscara blanda que articula sílabas hostiles.


4

Un sonido que corresponde a la trama de la distancia
a la remota demanda de la cómplice maquinación
o al canon algebraico al choque de los nuevos fragmentos
una tarea de la sustancia en el orden de la maniobra.

Diversi accorgimenti, Geiger, Turín, 1975
Versión de Carlos Vitale



IL QUADERNO BIANCO

1

Destarsi annunciarsi mostrarsi nell'inquietudine
di un luogo che è la presenza della presenza
l'inavvertibile sfida il sospetto l'imputazione
un risultado dell'allusione una tarata risposta.


2

Intanto il pensiero diurno divarica la spaccatura
smentisce l'eccesso dei succhi la smania del corpo
nel gesto che corrisponde ai decreti all'intreccio
all'abito di cartapesta dell'altro protagonista.


3

Un'infusione che sblocca e raddoppia le sfaldature
le insinuazioni le insidie le rare occulte emozioni
di un'arte di concordanza con gli oggetti assoluti
nella maschera molle che articola sillabe ostili.


4

Un suono che corrisponde alla trama della distanza
alla remota richiesta della complice macchinazione
o al canone algebraico all'urto dei nuovi frammenti
un compito della sostanza nell'ordine della manovra.




ADRIANO SPATOLA: POESIE (DA RISCOPRIRE) 
(POST DI NATÀLIA CASTALDI)

Similitudine è il suo viaggio inaspettato
provocato da irruente debolezza
per la teoria della valvola di sfogo
dentro vagoni luridi e impestati
da viaggiatori colpiti da incertezza
un modo come un altro di lasciarsi andare
di cadere e cadere senza precipitare



Cacciatore di mosche

Immonde sarebbero le concezioni del mondo
le macchie arrugginite sulla pelle maculata
le stasi della mano posata sul vecchio pacco
abbandonato da tempo sull'angolo del quadrato
in prospettiva aristotelica non molto distante
dal concetto perfetto di geometria o impertinenza
dell'occhio delle mosche in volo nella stanza
fosforescente intorno alla pista d'atterraggio
immondo è ucciderle senza averne il coraggio



Meditazioni, alba

Quanto di sopportabile un po' quasi tutto
pozzi ginestre inferriate soli lumache
gomme per cancellare bottiglie matite
macchina da scrivere leggermente avariata
disegni di una mente vagamente incantata
sogni balbuzie linguaggio da osteria
altro materiale che abbiamo accatastato
per evitare di non essere salvato



Senza finestra

L'odore dell'odore è denso e sopportabile
vivace con tono alto e isterico dolce
negli angoli spesso acuto e penetrante
però difficile da riconoscere intatto
imbarazzante nervoso pronto per l'olfatto
per la possibile sua visualizzazione
chiuso l'inferno gli rimane la visione
il disinfettante il fermaglio per le stampe
limoni gialli cipolle carta consumata
la pioggia inesistente e affogata
compressa per ora in questi fogli piagati



Tecniche di creazione

Similmente si comincia anche dall'alto
nel punto in cui la sedia si curva oltre
dove si nota bene la morbidezza infantile
della brezza e dei vecchi venti di mare
il loro solito modo è un modo di gridare
urlare piangere piuttosto perseguitare
altri strumenti tutti sono da suonare
come la goccia l'acqua la placida coscienza
la spalliera intagliata con le flaccide vele
l'etichetta da birra con le solite tre mele
birra rabbia anche un po' di esaltazione
cose venute dal miele con qualcosa di fiele

*

Notturno in versi sulla poesia
La nuit est de plus en plus noire et de
plus en plus froide, ce qui est le droit
absolu d'une nuit d'hiver.

Sanantonio
Per ogni parola la divisione è unica
ma dissimile da sé e quasi frazionata
scivola via perché unta di grasso
perché immemore e solitaria o deserta
accanto alle unghie curate del sommelier

O nei pressi della piegatura del foglio
che esercita la funzione del tovagliolo
del bavaglio incastonato fra le mandibole

E il silenzioso incertamente silenzioso
nelle sue componenti mal distribuite
incerchiate a lenti colpi di tronchese
benché la media sia aritmetica e d'oro
nelle forme di sogno incontemplabili

Sotto penetrazioni acute sibilanti
insopportabili per la saliva e per i quanti
o per le altrepresenze rivelate dal testo
nell'homo sapiens e nel suo equipaggiamento
non sempre funzionale o equidistante

In mezzo alla rotazione all'altra sessualità
dimostrata dal corpo chiuso del libro
nella sua leggenda afferrata dal raffio
in un primo piano inquieto e semovente
Ah ma la poesia non ha bisogno di niente



Majakovskiiiiiiij

(esordium)

questa estrema dissoluzione sistematicamente portata
ai limiti della violenza e fino alle terre del fuoco
fino all’eccitazione stagnante nel rendimento del ritmo
alle catastrofi degli organismi in circolazione casuali
nelle città fagocitate nei corpi incrostati di sale
sotto la luna ecchimotica che rotola sopra il biliardo

(narratio)

con un po’ di fervore ma ancora variabile per confermare
il tutto per confermare lei che ama con insistenza
che vegeta ramificata nel vuoto pneumatico del suo racconto
la prognosi tattile l’eccezionale stupefacente chiarezza
la domestica peste la febbre in espansione nell’universo
con un po’ di fervore ma sempre variabile per confermare
il tutto per confermare lei che ama con insistenza

(partitio)

ogni singola parola è adesso una tempesta di gesti
un riflesso delle sue ribellioni o la piacevole ombra
dell’albero che messo in moto si libera dai coleotteri
il palmipede ossuto lo stimolo ligneo che s’agita negli strumenti
per l’apertura per l’enfasi in certi momenti della giornata
alle spalle degli animali braccati nello spettacolo esploso
degli animali braccati che scivolano nella materia

(probatio)

un riflesso delle sue ribellioni la piacevole ombra
che vegeta ramificata nel vuoto pneumatico del suo racconto
l’eccitazione stagnante nel rendimento del ritmo
che vegeta ramificato nel vuoto pneumatico del suo racconto
con un po’ di fervore ma sempre variabile per confermare
al palmipede ossuto lo stimolo ligneo che l’agita negli strumenti

(repetitio)

mancano ancora nella composizione le digitali memorie
i presupposti marini i parziali giardini i liquidi impulsi
le catastrofi degli organismi in sospensione nell’universo
i cavalli castrati che perdono tempo nelle profonde caverne
sotto la luna ecchimotica che rotola sopra il biliardo
alle spalle degli animali braccati nello spettacolo esploso
degli animali braccati che scivolano cauti nella materia

(peroratio)

ogni singola parola è stata una tempesta di gesti
l’albero che messo in moto si è strappato di dosso le foglie
la foglia che messa in moto si è strappata di dosso le dita
il dito che messo in moto si è strappato di dosso i cavalli
il cavallo che messo in moto si è strappato di dosso le unghie
ah la prognosi tattile ah la domestica peste
con un po’ di fervore ma il tutto invariabile per confermare
il tutto per confermare lei che ama con insistenza















.

DORIANNE LAUX [19.484]

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Dorianne Laux

Dorianne Laux. Nació el 10 de enero de 1952 en Augusta, Maine, es una poeta americana.

Laux trabajó como cocinera en un sanatorio, gerente de estación de gas y criada antes de recibir una licenciatura en Inglés de la Universidad Mills en 1988. 

Laux enseñó en la Universidad de Oregon. Es profesora en Carolina del Norte Universidad del Estado en el programa de escritura creativa y AMF en Programa de Escritura en la Universidad del Pacífico. También es editora colaboradora de La Alaska Quarterly Review.

Su trabajo apareció en American Poetry Review, Five Points, Kenyon Review, Ms., Orion, Ploughshares, Prairie Schooner, Southern Review, TriQuarterly, Zyzzyva. También ha aparecido en revistas en línea, tales como Web Del Sol.

Laux vive en Raleigh, Carolina del Norte con su marido, el poeta José Millar. Tienen una hija. 

Premios 

The Paterson Prize for The Book of Men
The Roanoke-Chowan Award for The Book of Men
Pushcart Prize
Two fellowships from the National Endowment for the Arts [6]
The Best American Poetry 1999
The Best American Poetry 2006
The Best American Poetry 2013
List of Guggenheim Fellowships awarded in 2001
Oregon Book Award for Facts about the Moon , selected by Ai [1]
2006 Lenore Marshall Poetry Prize shortlisted for Facts about the Moon
National Book Critics Circle Award finalist for What We Carry

Obras 

Awake. introduced by Philip Levine . BOA Editions. 1990. ISBN 978-0-918526-76-2 . re-issued by Eastern Washington University Press
What We Carry . BOA Editions. 1994. ISBN 978-1-880238-07-3 .
Smoke. BOA Editions. 2000. ISBN 978-1-880238-86-8 .
Facts about the Moon . WW Norton & Company . 2005. ISBN 978-0-393-32962-9 .
Superman: The Chapbook Red Dragonfly Press January 2008 [1]
Dark Charms Red Dragonfly Press 2010
The Book of Men: Poems. WW Norton. 28 February 2011. ISBN 978-0-393-07955-5 .
The Book of Women, Red Dragonfly Press 2012 ISBN 9781937693046

Antologías

Best of The American Poetry Review
The Norton Anthology of Modern and Contemporary Poetry
thrice in Best American Poetry .

Como editora 

Kim Addonizio, Dorianne Laux (1997). The Poet's Companion: A Guide to the Pleasures of Writing Poetry. WW Norton. 



"Pensamos en la política como si fuera lo que ocurre, por ejemplo, en el Irak de hoy en día, o lo que pasa con el Gobierno, o algún tema como el feminismo, algo que podemos meter en una cajita y decir: aquí está el tema, y aquí la persona que habla de ese tema. Sin embargo, cuando pides a los lectores que consideren sus vidas, cualquier aspecto de ellas, que consideren su relación con sus hijos, o con sus amantes, sus maridos o mujeres, sus trabajos, el dinero, el poder, lo que sea, les estás pidiendo que se paren y piensen. Eso es un acto político, especialmente ahora en América. Nos está costando mucho parar y pensar. Tenemos dificultades para reconocer lo que nos hace seres humanos. Reconocer que estamos en la Tierra durante un tiempo muy breve. Que la vida es preciosa. Que la muerte está a la vuelta de la esquina; eso es algo enorme. Tú pides a la gente que deje de estar pendiente de sus gadgets uno o dos minutos y considere qué rol están interpretando, no sólo en sus vidas sino en general. Cualquier arte que sea político detiene a la gente en seco durante un momento para pensar". 

Extracto de una entrevista a Dorianne Laux publicada en la revista Willow Springs. 




HISTORIAS DE FAMILIAS

Tuve un novio que me contaba historias sobre su familia,
cómo una vez una discusión terminó con su padre 
alzando una tarta de cumpleaños encendida con ambas manos
y tirándola por la ventana de un segundo piso. Así,
pensé, es como son las familias normales: rabia
enviada a través del alfeizar, aterrizando como un regalo
para decorar las aceras allá abajo. En la mía,
eran puños y golpes directos al plexo solar. Pero yo creía
que la gente en sus historias se amaba de verdad,
incluso cuando chillaban y reventaban a patadas
la puerta del armario, o empuñaban una silla como una botella
de champán barato, bautizando la pared,
peldaños explotando en pedazos.
Le dije que me sonaba inofensivo, la pompa y la furia
de los apasionados. Él dijo que era una maldición 
haber nacido en Italia y Católico, y que cuando él
miró por esa ventana, lo que él vio fue el momento
bruscamente destrozado. Pero todo lo que yo podía ver era una despampanante tarta de tres pisos, balanceándose  como un barco maltratado por el temporal encallando en la calzada, las velas humeantes rotas, naufragando
en las profundidades del azúcar glasé, unas pocas aún ardiendo.




FAMILY STORIES

I had a boyfriend who told me stories about his family,
how an argument once ended when his father
seized a lit birthday cake in both hands
and hurled it out a second-story window. That,
I thought, was what a normal family was like: anger
sent out across the sill, landing like a gift
to decorate the sidewalk below. In mine
it was fists and direct hits to the solar plexus,
and nobody ever forgave anyone. But I believed
the people in his stories really loved one another,
even when they yelled and shoved their feet
through cabinet doors, or held a chair like a bottle
of cheap champagne, christening the wall,
rungs exploding from their holes.
I said it sounded harmless, the pomp and fury
of the passionate. He said it was a curse
being born Italian and Catholic and when he
looked from that window what he saw was the moment
rudely crushed. But all I could see was a gorgeous
three-layer cake gliding like a battered ship
down the sidewalk, the smoking candles broken, sunk
deep in the icing, a few still burning.

de Smoke, BOA Editions, Ltd., 2000
Traducción de Carmen Callejo



EL JARDÍN

Hablábamos de poesía. 
Hablábamos de la guerra nuclear. 
Ella dijo que no sabría escribir 
de algo que no puede imaginarse.
Le dije que era sencillo. Imagina 
que el pomo de esa puerta es lo último 
que verás en el mundo. 
Imagínate de pie junto a la puerta 
y mirando hacia abajo, a punto 
de agarrar el pomo, tus dedos 
curvados hacia él, el pomo viejo 
y ennegrecido por tu mano a fuerza 
de girarlo tantas veces, deteriorado 
por el óxido y la mugre de cocina. 
Imagina que pasa así de rápido, antes 
de que tengas tiempo de pensar en nada más; 
tus niños, tu propia vida, lo que significará. 
Alargas la mano al pomo y la ventana 
brilla de blancura, aunque apenas
lo ves con el rabillo del ojo
porque estás mirando el pomo, resuelta 
a abrir la puerta de atrás hacia la zona 
de luz de sol en el porche, hacia ese jardín 
que se despliega al final de los peldaños 
y hacia el tomate con el que harás la ensalada. 
Pero cuando llega el fogonazo todavía
no has pensado en todo eso. Es tan sólo 
el sencillo deseo de salir al sol 
lo que te posee. El pensamiento 
del jardín, el del tomate, habrían llegado 
después de que apretaras el pomo 
con la mano, justo al empezar a girarlo, 
y cuando la ventana se hace blanca 
estás únicamente a punto de tocarlo,
preparándote para abrir la puerta. 



THE GARDEN

We were talking about poetry. 
We were talking about nuclear war. 
She said she couldn't write about it 
Because she couldn't imagine it. 
I said it was simple. Imagine 
this doorknob is the last thing 
you will see in the world. 
Imagine you happen to be standing 
at the door when you look down, about 
to grasp the knob, your fingers 
curled toward it, the doorknob old 
and black with oil from being turned 
so often in your hand, cranky 
with rust and grease from the kitchen. 
Imagine it happens this quickly, before 
you have time to think of anything else; 
your kids, your own life, what it will mean. 
You reach for the knob and the window 
flares white, though you see it only 
from the corner of your eye because 
you're looking at the knob, intent 
on opening the back door to the patch 
of sunlight on the porch, that garden 
spread below the stairs and the single 
tomato you might pick for the salad. 
But when the flash comes you haven't 
thought that far ahead. It is only 
the simple desire to move into the sun 
that possesses you. The thought 
of the garden, that tomato, would have 
come after you had taken the knob 
in your hand, just beginning to twist it, 
and when the window turns white 
you are only about to touch it, 
preparing to open the door.




BREVE HISTORIA DE LA MANZANA 

La cosa es el crujido, un cierto goce en rasgar 
tejido vivo, un recuerdo de los días del neandertal. 
Edward Bunyard (The Anatomy of Dessert, 1929) 

Dientes en la piel. Anticipación. 
Luego la pulpa. Fibra en la lengua. 
Las rodillas de Eva hincadas en la tierra 
del paraíso. Newton mirando cómo ocurre 
la gravedad. La historia de las manzanas 
en cada corazón con forma de estrella, 
en cada amarga y brillante semilla 
en su cámara como de papel. Un árbol joven 
con su tallo leñoso. Guillermo Tell 
y su flecha de la suerte. Huertos 
del Creciente Fértil. Fanegas. 
Fuego bacteriano. Oídio y sarna. 
La roya del cedro. La manzana resiste. 
Hija del escaramujo y la manzana silvestre. 
La primera semilla se crió en Kazajistán. 
Blancanieves con veneno en los labios. 
Cuchillas ocultas en las manzanas de Halloween. 
Brotes e injertos. John Chapman 
y su sombrero de lata. Oh la expansión 
hacia el oeste. Ser más americano (que 
la tarta de manzana). Sidra. Las winter banana. 
Las que se deshacen en la boca, endulzadas 
por colmenas de abejas de Inglaterra: 
las moscas del hombre blanco. Comed, oh comed. 



A SHORT HISTORY OF THE APPLE

The crunch is the thing, a certain joy in crashing through 
living tissue, a memory of Neanderthal days. 
   —Edward Bunyard, The Anatomy of Dessert, 1929 

Teeth at the skin. Anticipation. 
Then flesh. Grain on the tongue. 
Eve's knees ground in the dirt 
of paradise. Newton watching 
gravity happen. The history 
of apples in each starry core, 
every papery chamber's bright 
bitter seed. Woody stem 
an infant tree. William Tell 
and his lucky arrow. Orchards 
of the Fertile Crescent. Bushels. 
Fire blight. Scab and powdery mildew. 
Cedar apple rust. The apple endures. 
Born of the wild rose, of crab ancestors. 
The first pip raised in Kazakhstan. 
Snow White with poison on her lips. 
The buried blades of Halloween. 
Budding and grafting. John Chapman 
in his tin pot hat. Oh Westward 
Expansion. Apple pie. American 
as. Hard cider. Winter banana. 
Melt-in-the-mouth made sweet 
by hives of Britain's honeybees: 
white man's flies. O eat. O eat. 

Bestiario:  José Morella
http://www.espacioluke.com/2012/Noviembre2012/bestiario.html





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