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Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
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MAR RAYÓ [18.664]

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MAR RAYÓ

Mar Rayó González nació en Palma de Mallorca (Islas Baleares, España) en 1977. Es gestora cultural especializada en el fomento y la dinamización de la lectura, el libro y las bibliotecas. Ha expuesto su poesía en Blackout Poetry (Galeria Fran Reus, Palma de Mallorca, 2014) y ha acompañado, con sus textos, las fotografías del proyecto Mostrador: tapetes y diretes (PalmaPhoto, 2015) y los diseños de Angie Vallori para Gubbons (Xicoia, 2015).



Les vi

prender fuego
al bosque.
Hubo un dios

pero no para nosotros.

Y ahora
somos ceniza
suspendida

en el aullido del lobo.



=



Me inyectaron burbujas
en el vientre
para que no pueda apropiarme
del sentido de la vida.
Ahora sé
que los sueños sólo son
sueños,
que saber demasiado
hace imposible la revelación
divina.

Es inútil retroceder
sobre mis propias huellas
para trazar
     después
un nuevo camino.



=



Le hablé al Viejo de los árboles
con los que estaba hecha
su balsa. De las manos
que tejieron
su ropa.
Jamás
volvió a cruzar
a nadie

al otro lado del río.



=



Dejé secar
mis semillas
sobre el papel. Todas

menos una.

¿Le hablas
de mi aliento
de mi anhelo
de mi sexo?

Dime

en qué tarro de cristal
en qué armario rojo
la guardaste.

(La consumación del amor
sólo se da

una vez.)




=




Quemar la mezquindad
bajo el sol.
Tocar el esternón
o más adentro.
Volver al único lugar
en el que es posible
el hombre firme.
Entonces

y sólo entonces

hallar el lugar
en el que todo permanece
en calma.



=



Sin raíces

la condena será
la de apoyarse en árbol
hueco eternamente.
Ser piel
que no es piel
sino musgo

siempre
buscando el norte.




Versos de Blackout Poetry - Mar Rayó González


Condenada 
loca 
libre y salvaje 
estoy tratando 
de cazar 
la vida.



Regreso salvaje
loba hermosa
hembra verdadera. 







Los muertos testificamos mirando la esperanza. 
Pero cada uno a su tiempo.












Impressió Gràfiques Rubines 2014
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KAISA IJÄS [18.665]

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Kaisa Ijäs

(Helsinki, Finlandia 1977) 
Estudió cine en la Academia de Artes de Turku; literatura, idioma ruso y literatura finlandesa en la Universidad de Helsinki. Sus poemas han sido publicados en diversas revistas.

OBRA:

Siskot, veljet . Helsinki: Teos, 2009. ISBN 978-951-851-173-4 .
Pakopiste . Helsinki: Teos, 2013. ISBN 978-951-851-462-9 .


La selección y traducción de textos es de Johanna Suhonen, traductora y activista cultural; y Roxana Crisólogo, escritora.




Piloto automático

Imagínate un espacio aéreo sin paralelos, inviolado, de intervalos místicos. 
Imagínate a la juventud como el piloto automático, que mancha la cabina de biología. 
Imagínate la pérdida de coordenadas, donde mujer y hombre corren 
en cámara lenta desde el cuarto trasero del lenguaje hacia la utopía:
            los esqueletos bailan riendo infernalmente
            y las carnes como las palabras se derrumban
                             paso a paso moldeando letras
                                   y sombras mórficas.

En el cuarto sobre el lado trasero del lenguaje pendía el glaciar permanente, 
que ellos besaron mientras se derritió, vodka de vidrio
sus brazos fueron anudándose en forma de ocho
y en un rincón un antiguo bardo lanzó 
versos desafinados:
quién sabe si a aquella guitarra le jodió que ellos estuvieran enamorados.




Farallón de percas

En el bote nos envanecemos en la ausencia de la tierra como en la felicidad
rondamos la piedra de los siete marineros cantando:
                                                                                                         
“¡Sus ojos son perlas ahora!”
“¡Sus ojos son perlas ahora!”

En la isla la ventana negra se hace blanca en un destello, sustituye
a los reflejos: muestra el mar en el regazo de las rocas.

Qué haría del negro más profundo un abismo blanco
cuando el relámpago le quita el sombrero al cielo, cuando el trueno
retumba por debajo de las rocas, cuando el pecho 
susurra como una víbora entre los enebros.

Cómo, cuando el amor se ha conducido al mar, quedan
en la orilla los ojos tristes del farallón ventoso
como dos viejos serbales, que el viento ha despojado de sus bayas.

Como sierra entre los abetos sonoros un pedazo del horizonte, 
como si todavía alguien te estuviera mirando desde muy lejos.

Y el mar no deja de seducir, el agua salada lava
el bote como se lava el último deseo, o el oro.





Tekstinäyte


Vuodessa hyvää oli se kun talossa vaihtui valta./
Me odotimme seinien takana kuoleman korinoita/
ja saimmekin kuulla hissin ulvahtavan öljyttynä.//

Päivien välissä piti katsella, miten köyhyyttä/vedettiin narupainolla rajan yli. Piti istua/ikkunalaudalla kohtu ojossa, käsi ohimolla, ja/
kysellä, miten elää tässä koneistossa ihmisen/
muodon ottaneena, nähdäkö kauneusunia/
puolesta vai vastaan?//

Kaupassakin käytiin, päivissä oli sopiva hajonta./
Asukkaat ja pohjapiirrustus: mikään ei kaatunut./
Kaikki tuotettiin vain selostamalla ulkomaailma/
uuteen uskoon.//


(Teoksesta Siskot, veljet, Teos 2009)
Videot






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CARMEN ALIAGA [18.666]

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CARMEN ALIAGA

Nació en Zaragoza, donde reside en la actualidad.

Fue Primer Premio del Certamen Literario Actur (2004 y 2005) y Premio ex -aequo con otros poetas en la Muestra Poética Picarral (X y XI Edición). Colaboró en el documental Zaragoza Poética, Zaragoza 2008 y participó en el Recital Poético-Musical organizado por el Instituto Francés en Munich (Alemania 2007).

Ha realizado talleres literarios en diversos colegios zaragozanos, ejerciendo de jurado en certámenes de cuentos y poesía infantil.

Perteneció a la Tertulia Literaria Van Gogh, cofundó la Asociación Literaria Rey Fernando de Aragón y actualmente pertenece a la Asociación Aragonesa de Escritores, participando en los distintos ciclos que ésta realiza, entre ellos “Poesía para perdidos”, “Con versando con…” o “Un cuento, una sonrisa”.

Ha publicado Los peldaños impares de la ausencia, dentro del libro colectivo Café Van Gogh (Zaragoza, Editorial La Fragua del Trovador, 2006) y la plaquette “Highlights” (Zaragoza, Editorial La Herradura Oxidada, 20015). Está incluída el Poemario Universos para Somalia (Zaragoza, Editorial Quiadrivium), en la antología Poesía en la Margen (Zaragoza, Editorial Certeza, 2009) y en la Antología de poetas aragonesas Yin (Zaragoza, Editorial Olifante, 2010).

Según sus propias palabras “Escribir es perder el equilibrio, caer sobre el papel”.


Como halcón anillado
que consigue el escape
he llegado a la almena.

Delante de la sombra
de una guerra continua,
detrás del porvenir
y su ropaje en llamas.

La nuca despejada de los niños,
la falda de los pétalos abiertos,
el frío que retira
sus labios de mi puerta,
el dibujo rosado de los pómulos firmes.

El cielo como sábana 
ya tibia de algún cuerpo,
los soles replegados
en el hombro más joven,
la sandalia trenzando
empeines y vitrinas,
el mundo a mis espaldas
vencedor y soberbio.

Todo,
todo lo he ido guardando
en la cesta del ojo,
el amirez antiguo,
la mezcla que rebosa,
el carbón y la nieve
de los sucesos.

La antorcha de la voz
que recuerda los golpes,
el hombre que camina
tras enterrar al hombre,
las cenizas abajo
mientras emprendo el vuelo.


*


Transitar
el más ingrato túnel
con la venda en los ojos
igual que si jugases
a la gallina ciega.

Arrancar
de la propia baldosa
la sílaba oportuna
soltando de paredes
palabras que se agarran como lapas.

Hacer y deshacer
este puzzle complejo
y una vez acabado
anotar sus medidas,
la altura exacta, el peso,
como a un recién nacido
aún amoratado.

Arriesgarse a mostrarlo
mientras ves como empieza
a cobrar movimiento
y se dirige a ellos.

Hacia el primero,
el que lo arrojará a su vertedero
como un simple desecho,
hacia el segundo,
que pasará junto a él
con la más absoluta indeferencia
y hacia el tercero
que quizá lo amará
hasta darle su nombre.


*


O let me be awake, my God!
Or let me sleep alway.
(S.T.Coleridge)

A menudo despierto al borde del espanto.
Tú duermes a mi lado
y sueñas con los peces que se escapan de mí.

Abro la boca como el lobo y el hambre
pero sólo me trago mi propio grito,
tu ropa en la caboa,
mi piel en el perchero,
este dolor que llevo de pijama.

El sueño y sus verdugos me taparán los ojos
mientras el mar se pudra debajo de mi lengua.

Agua.
Agua para el ahogado.

Las olas, al final, me romperán el cuello.



*

                                                         Todos vosotros conocéis
                                                          la profunda melancolía que nos sobrecoge
                                                          al recordar los tiempos felices.
                                                                    (Erns Jünger)

En aquel largo tiempo
de promesas y dudas
aprendí a recostar mi cabeza
sobre los acantilados de mármol.

El libro fue la almohada,
lamparilla encendida,
la extensa prolongación
de mi mejilla.

La obra, como un pájaro,
desplegaba sus alas
y anidaba en mi frente,
antesala del sueño.

El reflejo del sol
sobre la flor de fuego,
el silencio en la ermita y el herbario,
el bárbaro menguando
ante el niño creciente.
La gran sabiduría
dominando el veneno.

Y el mármol recubría mis manos extranjeras,
acantilados que se alzaban
ante los pies descalzos de la palabra.


*


En las horas más negras
voy pariendo las letras de mis hijos,
los hijos de mis letras.

Es mi voz ese llanto de madre abandonada,
ese grito primero que asoma la cabeza.
La miseria de fuera
tirará de los hombros
para sacar el resto.

Pero decidme ahora,
mientras que me desangro,
quién coserá mi herida,
quién cerrará mi ombligo,
quién dará la palmada
para que el niño llore,
ya huérfano de mí.



*


¿En qué momento fui
expulsado del árbol de la mirra?
¿Por qué no me deshice 
bajo el espeso limo del diluvio?

El desierto ha abrasado
mi argolla y sus tobillos.
¿En qué momento el éxodo?
Los cien ojos de Argos
me vigilan de cerca.

¿Por qué no veo el mar
si está llena mi boca
de sal y de cristales
de botella?

No ha de llegar a oído de los dioses
ni el clamor ni la súplica.
La cruel metamorfosis
no admite retroceso.

Me alejaré del templo sin voces y sin flautas
repitiendo, cual Eco,el último sonido.
Cúmplase la palabra de la pitia.
No volveré a mi forma primitiva.



*


La bestia ha regresado
con su carcaj abierto.

Mi pequeño animal anunció su llegada
y el día fue un aullido
de perros en la muerte.

La bestia ha regresado.

El testamento cuelga
de su hocico imponente.
Los pájaros de Ares
excavan persistentes
la mina descubierta.

La bestia ha regresado.

Mi casa arrastra un río
de frutas que se pudren
mientras se quema
la tierra de mi padre.

La bestia ha regresado.

Sobre mi vientre yace
un niño de ceniza,
los huesos de manzana
que lo atragantan.



*



Hoy amanece lento
sobre el tejido limpio
y los astros confunden
las aguas con la tela.
Mar del este,
mar sujeto a una barra de hierro,
estandarte de estrellas de diez puntas.
Mar del este y del norte
sobre flores de hilo,
donde el destello muestra
el esmerado paso de la aguja.

Hoy amanece lento
y el hermoso animal de la luz
se abalanza
sobre la cara y cruz de aquello cuanto nombra,
sobre el faldón del niño que bautiza.
Nada escapa a sus ojos enormes
a su larga pupila hambrienta de matices,
el acero, el cristal,
la madera,
la nívea porcelana
de la pequeña marioneta durmiente.

Hijo de Adán
despierta de tu noche, 
de esa mano engañosa que bate palmas
y oculta la canción de la muerta primavera.
Hijo de Adán,
anciano de los días,
afila la tijera de tus dedos pintados
y rasga tu atavío,
ese paño de sombras,
la tela de fantasma 
que te recubre.



*


... y todo en movimiento

las aspas del molino,
la cinta del tocado,
la cámara de aire
sobre la extensa
báscula de pesaje,

la luz parpadeante
del viejo fluorescente,
el velo de la novia
como una catarata
de tiempo venidero

...y todo en movimiento

la flor sobre la urna,
la muerte repitiéndose,
los piececitos limpios
de aquel niño minúsculo
que volvía a la vida

la ceniza en la frente,
la tierra prometida,
la imagen de dos rostros
oscilando en el tiempo
como un único péndulo.



*


                                 A mi padre, el mejor soldado

No hay mieles suficientes
para la boca amarga,
para la boca barco
y el mar como un zumbido
deshaciendo los cuerpos
de los ahogados,
para la boca hinchada
de peces y venenos,
el aguijón anclado de la reina.

No hay mieles suficientes
para la boca amarga, 
para la boca tierra
indigesta de trenes,
de un sol que abre en canal
el vientre de los pájaros.

- Un hombre descarrila en medio de la noche-

y el fruto de la vida estalla en los manteles,
una granada roja
como una bomba.

La guerra ha terminado.

Retrocedan soldados a sus celdas
y arrojen de sus mesas
esa pila perfecta
de jugosas manzanas,

pues siempre hay un momento
en que se acaba el hambre.



LOS AMANTES DEL CÍRCULO POLAR

No podremos tocar
las cien manos del álamo
vertiendo lentamente
el oro de sus hojas,
esa joya que labran
para esculpir su nombre.

No podremos sentarnos
frente a la nueva pérgola
esa que reclamamos
y apuntó a nuestro rostro
con sus armas de fuego.

No podremos medir
la distancia en milímetros
entre los dos amantes
que hayemos suplantándonos,
ni la estatura nueva
del ciprés vigilante.

Pero te juro, amor,
que ellos podrán oír 
nuestra voz al unísono,
el contrapunto
resonando sublime
sobre los setos recortados,
sobre la catarata helada
de diciembre,

sobre el grito estruendoso
de esas aves exóticas
aquéllas que exhibían
el multiforme,
el infinito
Cántico de la Vida.

http://antoncastro.blogia.com/2014/080103-carmen-aliaga-algunos-poemas.php




Ese preciso instante
en que irrumpe la Luz
de tu cabello en rama.
Ese preciso instante
en que todo lo mudas
y esta casa de huéspedes
cabe en tu rostro.
Ese preciso instante
en que todo lo inviertes
las tazas, la panera,
los granos de café…
-la bisagra del sueño
que nos enlaza-


*



Bendice, Señor, los alimentos
que no van a tomar,
sus juegos de café,
sus cubiertos de plata
y el filo de cuchillo
con el que se lastiman.
Bendice, Señor,
a las Hijas del Hambre
y ese plato vacío
donde se arrojan.
Bendícelas, Señor,
mientras que, como Tú,
siguen multiplicando
los panes y los peces.


*



Nosotras,
las Mujeres de Seda
también lanzamos dardos,
-PIEDRA PAPEL TIJERA-
Nosotras,
las Mujeres de Seda
nos cosemos la lengua
y clavamos después el alfiler
en las alas abiertas
de las mariposas.
Nosotras,
las semejantes,
las lanzadoras de cuchillos,
las acuchilladas,
las mujeres gusano,
las agusanadas por dentro…
Nosotras,
las mujeres sedosas,
las mujeres sedadas,
para no lanzarnos
al Vacío.
El Sueño es una trenza,
un cuello de mujer hecho de pan de oro.
El Sueño es una tranza,
un cuello de mujer hecho de pan de oro.
Sé bienvenido Tú que vienes a nombrarme
“Floral, liviana Ophelia, perfumada Georgette…”
(Arándanos y Lirios en el pecho)
Sé bienvenido Tú mientras cubre mi rostro
el nocturno turbante
-la Duermevela-.
Bajo este sol de vidrio
me anclo al mundo.
Pasajeros idénticos
con la boca de pez
y la respiración entrecortada.
¿Quién puede ver el agua?
¿Hacia dónde este barco en multitud?
Sueño junto al metal
que lo sólido estalla.
-Hídrica al fin-
Algún día seré
solo ese flujo,
el coral,
la burbuja,
la semitransparencia.



ARCO

El iris de tus ojos
guarda el blanco y el negro,
el círculo de ocres
y el resto de matices
aprendidos.
Contempla pues ahora
las rosadas almendras de mi espalda,
la cereza escarlata
que brota de mi pecho,
la manzana del labio
azucarada y roja,
todo el arco del cuerpo
maleable y cromático
cian como las alas
del pájaro azulejo
con ese tinte único del caracol marino
que atraviesa sedoso
el exquisito púrpura.


LA DOLCE VITA

Mis piernas transparentes
cual relucientes copas en vuestros paladares,
la seductora cinta rodeando el tobillo,
el cabello pintado de champán.
Ustedes contemplaban la desnudez del vaso.
-Pequeños infelices
brindando alegremente por la vida-
Yo exprimía en sus ropas
mi corazón jugoso,
la divina costumbre de levantar al aire
la bella cristalería de Bohemia.



EL SILENCIO DE LOS CORDEROS

Ni aun despellejándome
como a un animal muerto,
podrías distinguir
mi corazón oblicuo,
mi pupila incolora,
el abyecto esqueleto
que me sostiene.
-Inútil Taxidermia-
Solo mi piel clavada
sobre el árbol,
mi cuerpo desollado
junto al muro trasero
de nuestra casa.

http://parnaso2punto0.aragon.es/?p=892








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ELISA BERNA [18.667]

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ELISA BERNA 

Zaragoza en 1978.
Licenciada en Derecho por la Universidad de Zaragoza. Ha coordinado el certamen Poetry Slam Zaragoza durante varios años y ha formado parte de diferentes proyectos poéticos como Hermanas del Hambre y el Clan de las Bosnias. Es autora de la plaquette El poema que te dije (Los Libros del(a) Imperdible, 2011) y el poemario Casi mil mujeres (coedición Amordemisamores & Los Libros del(a) Imperdible, 2016). Sus poemas han sido incluidos en diversas antologías como AntiaéreA (Pregunta Ediciones, 2015), la plaquette Mujeres (Yaugurú, Uruguay) o Menaje-a truá y Cualquiercosario (proyectos conjuntos de las editoriales Yaugurú (Uruguay), Los Libros del(a) Imperdible (España) y Julieta Cartonera (Francia).


LÁSTIMA

Manejabas bien el recurso de la lástima.
Lástima
que no dominases también otros talentos,
por ejemplo,
el arte de escribir cartas en noviembre.
Por esas fechas,
cuando más invierno queda por delante,
iniciaba yo mi ayuno involuntario,
y después ya,
con la paciencia en los huesos,
recibía el consuelo de tu pomada charlatana.
Lástima,
yo también tengo ungüentos quita-penas
con efectos secundarios peligrosos
para los cuadros agudos de cuento
y demás fingimientos.



Domingo silente

A los pies de mi cama
llora la calle de rodillas su rezo extraño.
Y no está lloviendo.
Pero parecen deslucidos los colores,
y más quedo el quejido de los gitanos,
y bajan autobuses como siempre,
con la furia de siempre,
con los mismos de siempre dentro
pero más tristes.
Así es este domingo silente
que encubre el último deseo de los borrachos
de vuelta a casa igual de grises.
Igual de solos.

Amanezco en mi cama del mismo lado
y postrado, cada personaje de la película
entona diferente su plegaria.
Con su dolor diferente rezumando.
Con sus diferentes sueños fracasados.
Todos encogidos, en el mismo barrio
en este domingo de abrazo silente.


Constitución

Yo soy breve hija de un libro
que no supo del antes y adolece
crónica ignorancia.
Olvido agudo.

Yo soy una frontera desde entonces,
un borde peligroso con dos filos.
A un lado acudían las quimeras.
Al otro, aglutinados,
rancios episodios vergonzantes
negaban por tres veces el pasado.



*



Meta, línea de vuelta del viajero. 
Salen los ojos de mi cuerpo 
para verme mejor. 
Y ¿quién cargó con las migas de pan? 
Y si hay que volver 
¿tendré que arrancar la lluvia? 
Tierno, bajo mis pies, el futuro 
cruje y cierro su maleta. 
La línea de vuelta no se define. 
Salen los ojos de mi cuerpo 
como punto de partida o como punto 
sobre el que apretar las manos 
y evitar la meta. 

Inédito, 2016




*



A pocas palabras de estos pasos
la luz se abraza a las piedras
y abre un poema como fruta
fuera de los labios.
A unas palabras de aquí
- camino puente para la voz -
nada se escucha entre mis pasos
y el alma de las piedras
en sílaba zancada se ilumina.
A pocos pasos de matar una palabra
que invoque el fin o la distancia
brillan las piedras y mis piedras
exhiben la sombra de este lado.
Amo el verso oscuro de mi cuerpo
todavía dispuesto a nombrar la luz.

Casi mil mujeres,
Amordemisamores & Los Libros del(a) Imperdible, 2016




FRAGMENTO 1
Cuánto daría
para que olieses el peso de un invierno
después de aquel invierno.
Para que lamieras un único
atardecer del sol entre mis piernas.

El poema que te dije,
Los Libros del(a) Imperdible, 2011
Después del desierto dejas de conocer el mundo.
Haces tuya la sed de los camellos
y te recorres por dentro confundiendo
los círculos que el tiempo tatuó en las vísceras.
Masticas un dátil inmaduro
y alcanzas la copa de las palmeras
para observar desde arriba
la grandeza terrible del silencio.
En definitiva te asombran
las normas que rigen ahora la encrucijada.
El absurdo corazón desvencijado
que asegura ser tú
atravesando el espejismo.

Tipos de fronteras,
poemario inédito 2015


*



Un niño dentro de una burbuja 
y bajo el techo raso 
dios arrastrando torpemente la cometa. 
Para llegar lejos 
hay que invertir el volcán y hacer de humo 
un avión, 
un ancla 
y que el niño se coma una burbuja. 
Para llegar lejos 
hay que planear la tierra, 
aventurarse, 
quitarle al plomo lo pesado, 
o danzar contra la bóveda. 
Yo me lanzo cada día como herida 
que abierta cae sobre una aguja 
y si duele, 
duelo, 
y si llego, 
seguro llego más lejos 
que esas cometas cojas de dios.

Inédito, 2016



*



De aquí no voy a salir con vida 
o la vida me saldrá 
como filamento del pecho moribundo. 
De aquí no escapa ileso 
el hueso medular al que se aferran 
los tendones de mis cosas, 
la vara dorsal por la que pasan 
con distinta intensidad los sufrimientos. 
Una mujer se tambalea en el filo del rasero. 
Asidero de nada para caer con todo 
sobre mí misma en la distancia. 
¿Por cuál de los agujeros muere el día?

Inédito, 2016



*



Abonar la brújula. 
Horadar la fruta 
menstrual que gime 
como lo hace el metal en la veleta. 
Con cada giro al sur de mi estancia muelle 
se arriba a un cuerpo que quizá despide 
ahora mismo a otra orilla de mi cuerpo. 
Medicarme el rumbo de granada 
que arroja 
sangre en todas direcciones. 
Estallarme el espacio, lentamente 
apuntalarme 
al vértice seguro de la tierra. 
Cada hora atraviesa un exilio diferente 
para irse ardiendo con urgencia 
sin amar el viaje.

Inédito, 2016



*



El poema comienza ayer cuando la puerta se cierra. 
Cerrando la puerta apago 
las lenguas del mundo 
y doy paso a la palabra 
que infecta esta casa con sus luces. 
Malditas luces. 
Malditas voces del día anterior 
y del otro. 
Maldita cerradura 
en el medio de mi frente. 
Aquel poema que deja caer su llave en el pozo. 
La palabra que se adentra por esta boca de lobo. 
No sé qué desastre hay después de la puerta 
ni quién se queda en el rellano 
ni hacia dónde piensa morir 
el verso que sostiene 
en la mano el hueco de la escalera, 
que te lo da, 
que te lo quita. 
La palabra entra ayer y yo 
¿cómo me salgo?

Inédito, 2016

http://parnaso2punto0.aragon.es/?p=311 




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MARY CARMEN ALEJALDRE [18.668]

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MARY CARMEN ALEJALDRE

Nace en Zaragoza, ciudad en la que reside.

Obras:

–  Desde mi arena. En el silencio profundo 1999, Prólogo Guillermo Gudell. Edita la autora.
– Legado del Pensamiento 2005, prólogo José Mª Hernández de la Torre. Edita Huerga y Fierro.
– Jotas Aragonesas y un poema en solitario 2011. Edita La Fragua del Trovador.
Con otros autores: Sendas Talladas, prólogo Rosendo Tello. Poemas a Viva Voz 1991, Institución Fernando el Católico.

Incluída en el XIII Premio Peliart. Rincón de Coplas de Miguel A. Yusta. Poesía 100, Egido Editorial. El Libro de los 5OO, Egido Editorial. Varios libros con otros autores.
Inéditos: Dualidad. Frases. El Rey del buen corazón y otros cuentos. La Creación del Mundo en versión poética.


Primer Soneto

El rayo matinal con su bonanza
aviva en el recuerdo los vergeles,
ilumina la estancia de claveles,
- banderas de aflicción y añoranza -.
No cierres el camino a la esperanza
y a la ambición regala tus laureles,
adornen tu cabello los caireles
y cíñete el mantón de la templanza.
Avienta con el grano los pesares
y cubre el delantal con amapolas,
recorran los caminos tus cantares,
el eco del dolor lleven las olas
al rincón más oculto de los mares
donde sea festín de caracolas.

                         (De Desde mi arena )



Poema imposible a Federico García Lorca

    Como homenaje al poeta en el centenario de su nacimiento.

No emerge, no abre sus alas.
El poema está ya escrito:
grabado en bronces y sueños,
en yunques y pergaminos.
Está escrito en las barandas,
escrito está en el Camborio,
vuelve a decirse en Preciosa,
dicho está en cuatro puñales
y en noche de Capricornio.
           ¡La pandereta escoltando
           poemas del cante jondo!.
Y lo vemos abrazando,
asombrado y atrevido,
pájaros con el metal
y ojos con el amarillo.
¿Qué poema va a crearse
si danzando al viento, solos,
abarrotan el espacio,
se apoderan del entorno?
Premonizando el poeta,
la muerte tiñó de rojo
camisas blancas de luna,
cuchillos de fuego y odio.
¿Qué verso se resistiera
al torrente de su logro?
¿Qué poema va a crearse
si él los dejó escritos TODOS?

(De Desde mi arena )

PRIMER PREMIO "Club Bohemio" de la TERTULIA TEATRAL de 
ZARAGOZA (8-11-98)




El balcón del silencio

No he vuelto a ver la noche vestida de silencio,
adornada de estrellas velando su hermosura,
alfombrada de aromas de humedecida tierra,
vestida por las hojas que el árbol le ofrendó.
Yo quisiera de nuevo volver a contemplarla,
alejarme no quiero sin presenciar su faz,
soñaré que regreso al balcón de mi canto
sin sombras y sin ruido que alejen la canción.
Sin embargo…
tal vez esta mañana
al contemplar el día –mar azul y palmeras-
me olvide de la noche
en ingrata actitud.

             (De Legado del Pensamiento.)



El reencuentro con la tertulia,
suspendida por el estío,
aporta un renovado viento

Y se quedó la estancia solitaria, distante.
Los sillones vacíos soportando la espera.
Llovieron alboradas, atardeceres, noches,
donde sólo el silencio acompañó a las horas.
Palabras compartidas en cultural recinto,
dueñas de la mañana - protagonista el Arte -
convertidas en ecos que en sus paredes vibran
están solas,
sin embargo nacieron para comunicarse.
Pero en otra mañana de claridades plena,
la palabra retoma su lugar y su estrado
y de nuevo la estancia recupera la vida;
y el silencio se instala en lugar preferente
para escuchar las voces en su nuevo decir.

                                    Agosto 2004



No lloraron sus ojos

No lloraron sus ojos, lloró el poeta.
Sollozaron los versos en sus poemas
- sombras de atardeceres o de quimeras,
del alba y sus primicias,
la noche negra -.
Bajó del pedestal de la alegría;
la puerta abierta,
- grieta de luz de luna sobre la cueva -.
Y a ras de suelo,
más todavía, bajo la tierra,
sin que lo viera nadie, la tarde aquella,
no lloraron sus ojos, lloró el poeta.

(De Desde mi arena )



Era todo la Nada,
ni siquiera tinieblas imaginando auroras.
... y llamamos Big Bang
al comienzo del Mundo

Explosionó el silencio
dando paso a sus voces tras la Nada.
El tiempo tomaría las riendas de la vida
aferrado al timón de su mandato.
Y vinieron los cantos musicando el espacio.
Sin huella en el semblante. Un camino sinfín.
Y los ayes llegaron
avasallando siglos como soplos de viento.
Ya no volvió la paz a dominar la noche,
ni el halo de los astros a iluminar la luz.
Sólo luce lo opaco y sus rayos maltratan
hasta quejarse el suelo y dar gritos el aire.
¿Augurio de la Nada en su nueva versión?
El mundo fue creado para solaz del Hombre
-varón y mujer- lo más perfecto.
No se enteraron.
Y cayeron los montes, se inundaron los valles,
desenvainando espadas, la pólvora en las carnes.
Como el río dibuja su cauce inexorable,
seguimos emitiendo el primigenio grito
que a guerrear precede.
Se suceden los hechos destructivos,
prestos, amontonados, imparables.
¿Acaso la razón y la cordura
se diluyeron en la espuma
de algún insólito, desaparecido mar?

              (De Legado del Pensamiento)




El silencio, mecenas espiritual del arte, 
facilita la creación poética.
El aislamiento es imprescindible.
En el claustro de la conjunción de ambos, 
germina el poema

Vagaba el silencio un día por una senda desierta,
sentía miedo y trataba de imaginar alguien cerca:
aves, duendecillos, fuentes, árboles, viento, sonrisas
y por más que lo anhelase no encontraba compañía.
De pronto el miedo perdió y al aceptarse aislado,
el arte le visitó.
Debo al silencio mis versos y al aislamiento, mi voz.




El diablo no tiene cuernos ni rabo 
pero sin duda posee cabezas, manos y pies

Una horrible figura inundó las conciencias
dando lugar al arte a perpetuar su efigie.
Perenne morador del falso Averno,
el Mal es una fuente de negros manantiales
que germina en las cuevas del humano sentir.


http://parnaso2punto0.aragon.es/?p=887






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FERNANDO ANDÚ [18.669]

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FERNANDO ANDÚ

Zaragoza, 1965
Imparte clases de Literatura Española e Hispanoamericana en la Universidad de la Manouba (Túnez) y colabora como profesor de ELE en el Instituto Cervantes de Túnez.

Asimismo, desde 1992 desarrolla labores de corrección estilística y ortotipográfica en Mira Editores.

Durante quince años (1989-2004), ejerció como crítico teatral y literario en el diario Heraldo de Aragón. Al lado de Carlos Laita y José Antonio Sáez, entre 1989 y 1991, codirigió la colección de plaquettes de poesía Cave Canem.

Como poeta, en solitario, ha publicado: Diferencias (Eclipsados, 2013); Invenciones de las cárceles (PUZ, 2002); En otros términos (Lola Editorial, 1992); La sangre y los alerces y otros poemas (Cave Canem, 1989).

Además, ha aparecido en varias antologías, entre otras: Millenium. Ultimísima poesía española (Sial, 2000); Antología consultada de la poesía aragonesa (Mira Editores, 1996).

En calidad de arabista ha escrito un ensayo: Esplendor de la poesía en la taifa de Zaragoza (Mira Editores, 2007).




CIMA

queda
la roca roja
y la herrumbre del día

y un desierto de lava
bajo el sol
descarnado

el sopor
en el vértigo

la cárcava del aire

un óxido
que horada
cuajos de sangre
y sueños

lo que se agosta
dentro de mí

(donde mi vida
minada




FURIOSO

en la otra región
sirgan
las venas urces
y en lodo
los centauros
calendarios de nieve
donde se agitan
aúllan
allí

(De En otros términos)




ESTE

murada
en cifra de siete
siete ojivas
sin este
la planicie y los alces
(alces alces)
morada

(De En otros términos)




ABRASIVO

como viento que viene
de sur
pirámides geodas:
opio
la cigarra
que canta
el muchacho
al que mordió un lagarto

(De Invenciones de las cárceles)




PENA

al yunque
y remachar
este postigo
descerrajado
y negro
como la quemazón

(De Invenciones de las cárceles)


ADUAR

del país
del si Dios quiere
os traigo nuevas
la del odre picado
se planta
y llora
en sus manos
adobe
que insuave amasa
con recuerdo de río
y tamarices
donde nadie responde
moré
entre adives
prendí mis torres
fui
pródigo en cenizas
en esta hora
sobre una rambla
abrazo
nubes
masco tuera
y aguardo
un fuego amigo

(De Invenciones de las cárceles)



TOPO

el método
y su sombra
cerco
a que obliga
el ojo al arma
en ceguedad

(De Invenciones de las cárceles)




III


El azar traza su huella en él. A cada paso lo inventa.
Avanza por sus resquicios, en sus márgenes indaga.
Rompe la cáscara de lo real.
Brota.
Germina.

(De Tsimtsum)




JORNADA

amaina
la calima
y calcinadas albas
alcanza
cenizas
dando al día
estancias
son de arena
los alares
que deserta
calcárea
a la mañana
tanta calma
el aire
en llama
encalla
en altas playas
y fronteras asola
tierras grises
que ardo
por ti
amaina
y otro desierto en alba

(De Diferencias)







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YVON LE MEN [18.670]

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Yvon Le Men

Yvon Le Men, nacido en 1953 en Tréguier, es un poeta y escritor francés. Actualmente vive en Lannion. Su poesía abarca más de treinta libros.

Por otra parte, durante muchos años trabajó en escuelas con niños para quienes escribió:  Ouvrez la porte aux loups (Gallimard, 1994), Le loup et la lune (Rougerie, 2001) et Douze mois et toi (Milan, 2005).

Premio de Poesía 2010, de la Academia Literaria de Bretaña y Pays de la Loire por toda su obra.

Ganó en 2012 el Premio Théophile Gautier de la Academia francesa por À louer chambre vide pour personne seule .

Poesía

En Espoir de cause, éd. Pierre Jean Oswald , 1975
Dis, c'est comment la Terre ? , éd. L'Harmattan , 1976
Vie , éd. L'Harmattan , 1977
Le Pays derrière le chagrin , Gallimard , 1979
La Nuit bleu marine , illustrations de Tanguy Dohollau, éd. Chant Manuel, 1984
À l'entrée du jour , Flammarion , 1984
Marna , éd. Artus, 1987
Quand la rivière se souvient de la source , éd. Picollec, 1988
Le Chemin de halage , éd. Ubacs, 1991
L'Échappée blanche , éd. Rougerie , 1991
Un Livre d'heures , photographies de Georges Dussaud, éd. Filigranes, 1992
À l'entrée du jour , éd. Flammarion , 1994
Ouvrez la porte au loup , Gallimard , 1994
La Patience des pierres suivie de L'échappée blanche éd. Rougerie , 1995
Fragments du royaume , conversation avec Michel Le Bris , éd. Paroles d'Aube, 1995
Le Vitrail , photographies de Chantal Connan, éd. Filigranes, 1996
Il fait un temps de poème , anthologies, éd. Filigranes, 1996
Une Rose des vents , entretien avec Christian Bobin , Paroles d'Aube, 1997
L'Écho de la lumière , éd. Rougerie , 1997
L'Étoile polaire , éd. Paroles d'Aube, 1998
Jean Malrieu , la parole donnée , avec Pierre Dhainaut, éd. Paroles d'Aube, 1998
Le Trégor , éd. Apogée, 1999
Nous sommes des enfants de vouloir des enfants , éd. La Part Commune , 1999
Le Loup et la Lune , éd. Rougerie , 2001
Le Jardin des tempêtes , (choix de poèmes), éd. Flammarion , 1971-1996 - 2000
Chiens de vie , photographies de Georges Dussaud, Terre de brume, 2002
Presqu'une île, sentiers douaniers en Bretagne , photographies de Georges Dussaud, éd. Ouest-France, 2004
Un Carré d'Aube , éd. Rougerie , 2004
Douze mois et toi , éd. Milan, 2005
Lannion , éditions Apogée , 2005
Toute vie finit dans la nuit , avec Claude Vigée , Parole et Silence, 2007
Chambres d'écho , Rougerie , 2008
Vingt ans , éd. La Passe du Vent, 2009
Le Tour du monde en 80 poèmes , Flammarion, 2009
Sous le signe d'Hélène Cadou , collectif. éditions du Traict, 2010
Le Point J (illustrations Jeanne Frère), coédition Chant Manuel et Aedam Musicae, 2011
À louer chambre vide pour personne seule , Rougerie , 2011
Il fait un temps de poème, volume 2 , Textes rassemblés et présentés par Yvon Le Men, Photographies de Francis Goeller, éd. Filigranes, 2013
En fin de droits , dessins de Pef , éditions Bruno Doucey, 2014


Presentamos, en versión de Javier Morales y Daniela Nieto, algunos poemas de Yvon Le Men.



Chambres d’écho

A veces el ave
sólo es un ave

a pesar de la transparencia de sus alas

la joven de la perla
sólo es una imagen

a pesar del rostro de la joven

la noche estrellada
está separada de sus estrellas

a pesar del pintor y su genio

A veces el alma
habita en el fondo de los ojos
prisionera en el fondo de su celda.




Parfois l’oiseau
n’est qu’un oiseau

malgré la transparence de ses ailes

la jeune fille à la perle
n’est qu’une image

malgré le visage de la jeune fille

la nuit étoilée
est séparée de ses étoiles

malgré le peintre et son génie.

Parfois l’âme
réside au fond des yeux

prisonnière au fond de son cachot.




ELLAS

Ella está entre la vida
y la muerte

yo estoy entre lo que dice
y lo que veo

en ese instante de mi vida
donde permanezco entre mi noche y tu noche.

La noche nos separó tantas veces
tantas veces juntos
juntos.

Hicimos el amor
y no volvimos a hacer el amor
después de haberlo hecho

después…

no había nada más desde entonces.



ELLES

Elle est entre la vie
et la mort

je suis entre ce qu’il dit
et ce que je vis

en cet instant de ma vie
où je suis entre ma nuit et ta nuit.

La nuit nous a souvent séparés
souvent réunis
réunis.

Nous avons fait l’amour
nous n’avons plus fait l’amour
puis fait l’amour

puis…

il n’y a plus eu depuis.


*


No supe vivir mi vida
algunas veces fui el asesino

pero hubo una vez
nosotros hicimos luz
de nuestros ojos

de tus ojos
que sonreían cuando agonizabas.





Je n’ai pas su vivre dans ma vie
j’en fus parfois l’assassin

mais il était une fois
nous avons fait lumière
de nos yeux

de tes yeux
qui sourient quand tu souffres.


*


Está muerta en mis brazos
dijo mi viejo amigo
pero ante sus ojos
y ante su cuerpo

por donde todo ha pasado
en su cuerpo
por donde todo se ha ido

por sus pulmones
su garganta
su cabeza

por el átomo
más allá del interior del átomo
y por lo que todavía se divide
más allá de lo que resiste a la división
la presencia de lo que ya no es más

y que se llama ausencia
y que se llama Evy





Elle est morte dans mes bras
dit mon vieil ami
mais avant dans ses yeux
et avant dans son corps

par où tout s’est passé
dans son corps
par où tout est parti

par ses poumons
sa gorge
sa tête

par l’atome
puis l’intérieur de l’atome
et par ce qui encore se divise
puis ce qui résiste à la division
la présence de celle qui n’est plus

et qu’on appelle l’absence
et qui s’appelle Evy




MAGDALENA

Es necesario que eso termine
yo lo recordaré
pero es necesario

que eso termine

Hace tiempo
reímos
y sonreímos de haber reído

juntos.

Su casa
era la casa del dios bondadoso
aquel cuya voz

sentí que no ella no creía.


MADELEINE

Il faut bien que cela finisse
je me souviendrai
mais il faut bien

que cela finisse.

Il y a longtemps
nous avons ri
et souri d’avoir ri

ensemble.

Sa maison
était la maison du bon Dieu
auquel dans sa voix

j’ai senti qu’elle ne croyait pas.


*


Era domingo incluso lunes
y todos los días que no son
domingo

era como una madre
y como una hermana
y como
era como un paraíso
en el infierno, a veces
de nuestra vida

era como
eso

como decían antes
los indios en un poema antiquísimo.

A ella le gustaban las historias
que existen en los poemas
cuando se ocultan

como los regalos
bajo el color de las cintas.



C’était dimanche même le lundi
et les jours où ce n’est pas tous les jours
dimanche

c’était comme une mère
et comme une sœur
et comme
c’était comme un paradis
dans l’enfer, parfois
de notre vie

c’était comme
ça

comme disaient autrefois
les indiens dans un poème très ancien.

Elle aimait les histoires
qu’il y a dans les poèmes
quand ils se cachent

comme des cadeaux
sous la couleur des rubans.


LO QUE YO TE DI

el paisaje en la ventana
el ave en el paisaje

que canta el paisaje
que atraviesa la ventana


CE QUE JE T’AI DONNE

le paysage à la fenêtre
l’oiseau dans le paysage

qui chante le paysage
qui passe par la fenêtre.



 *



La ventana
franqueaba los linderos del mundo
a la velocidad de la luz

contaba en sus cristales
–como el invierno, dibujos en la nieve–
los paisajes que habíamos soñado

la blancura de un abedul
cosido con la blancura de un abedul
que ilumina los bosques

allá en el norte
donde viven los poemas
que leíamos

el plateado de los álamos
a la orilla de los ríos de Castilla
donde se deslizan los ojos del pintor

cuyos colores iluminaban la cocina
y hoy tu ausencia.



La fenêtre
franchissait les lisières du monde
à la vitesse de la lumière

rapportait dans ses vitres
comme l’hiver, des dessins sur le givre
les paysages dont nous avions rêvé

la blancheur d’un bouleau
cousue à la blancheur d’un bouleau
qui éclaire les forêts

là-bas dans le nord
où vivent des poèmes
que nous lisions

l’argent des peupliers
au bord des rivières de Castille
où rodent les yeux du peintre

dont les couleurs éclairaient la cuisine
et aujourd’hui ton absence.


*


A veces atravesaba la página
donde tu cuerpo
mi deseo y mi amor se reunían

como en el poema
los muertos y las palabras
se reencuentran



Parfois je passais à travers la feuille
pour que dans ton corps
mon désir et mon amour se rejoignent

comme dans le poème
les morts et les mots
se retrouvent.




HOY

Hoy

cerca de las ocho
de la tarde

veinte horas
como se dice
la hora en el telediario

compré
en una gran tienda
la voz de Albert Camus grabada
leyendo El extranjero

y
pensé en ti.


AUJOURD’HUI

Aujourd’hui
vers huit heures
du soir

vingt heures
comme on dit
à l’heure du journal télévisé

j’ai acheté
dans un grand magasin
la voix d’Albert Camus gravée
et lisant l’Étranger

et
j’ai pensé à toi.



LA VOZ DE TU MADRE

Tu voz
falta hoy
en la cocina, en la habitación
con sábanas
que atraviesan la noche
en blanco

en la melancolía que atraviesa tu voz
ausente


LA VOIX DE TA MÈRE

Ta voix
manque aujourd’hui
à la cuisine, à la chambre
aux draps
qui traversent la nuit
en blanc

à la mélancolie qui traverse ta voix
en creux


EN EL MISMO DÍA

En el mismo día
el deseo
el dolor
la noche

el deseo del mar
de escalar sobre las olas
hasta el cielo

y el de las olas
de envolverse de luz

el deseo de la niña
de tocar el alma del joven
recorriendo sus labios

el deseo del anciano
de volver lento el paso del tiempo
que el joven precipita

el dolor del hombre
de no ser más el joven
de no ser el anciano.


DANS LA MÊME JOURNÉE

Dans la même journée
le désir
le chagrin
la nuit

le désir de la mer
par vagues
de grimper jusqu’au ciel

et des vagues
de s’envelopper de lumière

le désir de la jeune fille
de toucher l’âme du jeune homme
en passant par ses lèvres

le désir du vieil homme
de ralentir la marche du temps
que le jeune homme bouscule

le chagrin de l’homme
de n’être plus le jeune homme
de n’être pas le vieil homme.



*



Él camina en su ausencia
como se camina sobre el agua
pero sin el milagro

él se apoya sobre su nombre
pero sin su eco

contra su sombra
pero sin su luz

que se cubría de noche.



Il marche dans son absence
comme on marche sur l’eau
mais sans le miracle

il bute contre son nom
mais sans son écho

contre son ombre
mais sans sa lumière

qu’elle enveloppait de nuit.




TENÍA UNA VIDA

Tenía la vida
cerca de ti

en mis libros
y los poemas que escribía

a tu lado.


J’AVAIS UNE VIE

J’avais la vie
près de toi

dans mes livres
et les poèmes que j’écrivais

à côté de toi


http://circulodepoesia.com/2016/05/poesia-francesa-yvon-le-men/








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LIZETH SEVILLA [18.671]

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Lizeth Sevilla

(Zapotlán el Grande, México  1986)
Ha publicado Crónicas Pasajeras (2006) Monólogo de una mujer desnuda (2010) Lamentos de Altamar (2015). En 2012 ganó los Juegos Florales de Zapotlán el Grande y ha dirigido suplementos de culturas populares, revistas independientes de difusión de las culturas populares y coordinado proyectos de educación popular.



Cuarenta y tres cenzontle
Nombrar las aves

                                  En el canto hay silencios que no callan
                                                                     Luis Armenta Malpica


Ce/Ome/Yei

Venimos a esta tierra de mujeres de barro
nos hicieron de luz y poesía
pero a ellos les incomodaron las flores
rasgaron nuestras ropas
cercenaron nuestros cuerpos

Nahui/Macuilli/Chicuace

Éramos el amanecer en este territorio de esperanzas
de sueños peregrinos
de mares azules y cenzontles

Chicuame/Chicuei/Chicnahui

Pero a ellos les incomodó nuestra lucha
las grietas de nuestros pasos
el eco de nuestra libertad

Mahtlactli/Mahtlactli ihuan ce/Mahtlactli ihuan ome

Derrumbaron la paz de nuestras noches
violaron a nuestras mujeres
se llevaron a nuestros niños
vinieron a llevarse las semillas
y pusieron cruces en nuestra memoria

Mahtlactli ihuan yei/ Mahtlactli ihuan nahui/ Caxtolli

A dónde se llevaron a nuestros hijos
a dónde sus ropas
a dónde su lengua milenaria
A dónde sus juegos de la infancia
A dónde nuestro llanto

Caxtolli ihuan ce/ Caxtolli ihuan ome/ Caxtolli ihuan yei

Ruega por nosotros y por ellos
y por esta puta realidad
ruega por nosotros,
ruega por nosotros
por esta tierra de podredumbre,
burocracia y silencio
de sangre

Caxtolli ihuan nahui/Cempoalli/ Cempoalli ihuan ce

Quisieron callarnos y brotamos de la tierra
y germinamos en la cabeza de un pueblo
en las calles
en los ojos del niño que pide una moneda para un taco
en las pies agrietados del migrante
que hace propias las calles que transita
de esta tierra de miedo

Cempoalli ihuan ome/ Cempoalli ihuan yei/ Cempoalli ihuan nahui

Antes se sembraba maíz criollo, amaranto
se araba la tierra con la planta de los pies
ahora nos sembraron ausencia, rabia
envenenaron nuestras raíces

Cempoalli ihuan macuilli/ Cempoalli ihuan chicuace/ Cempoalli ihuan chicome

De la tierra brota el miedo
anda por los portales de esta ciudad y de todas
se cae la carne y los ladrillos a pedazos

Cempoalli ihuan chicuei /Cempoalli ihuan chicnahui /Cempoalli ihuan mahtlactli

Nos duelen en los ojos
nos duelen en el vientre
en el fruto mancillado de nuestro vientre
el de las madres que somos
y en la garganta que se desgarra
en el corazón que busca y no encuentra

Cempoalli ihuan mahtlactli ihuan ce/ cempoalli ihuan mahtlactli ihuan ome/
Cempoalli ihuan mahtlactli ihuan yei

Ay mis hijos
ay mi gente que mira y calla
ay mis desaparecidos hay tanta
y tanta indiferencia

Cempoalli ihuan mahtlactli ihuan nahui/Cempoalli ihuan caxtolli/ Cempoalli ihuan caxtolli ce/

Nosotros hablábamos el dialecto de las flores
nuestra piel tenía grabada a cincel lucha
lucha en nuestras universidades
lucha en las comunidades rurales
contra el olvido

Cempoalli ihuan caxtolli ome/Cempoalli ihuan caxtolli yei/Cempoalli ihuan caxtolli nahui

Íbamos por la vida dignificando a nuestro pueblo
alzando en nuestras aulas la voz de ellos
el canto de ellos
de vez en cuando olvidábamos el sabor amargo
de esta muerte paulatina que nos propinan a diario a los que venimos
de siglos
de otras latitudes

Ompoalli

Somos los desaparecidos
somos los hijos que no nacieron
porque colapsó el universo
somos los colibríes de cada mujer
que nos extendió sus brazos
el hijo que estaba anunciado y nos arrebataron

Ompoalli ihuan ce

Somos los hijos de la malinche
somos un pueblo rural en un lugar del mapa que quisieron borrar
somos los hijos de nuestros padres
que van en caravana levantando la piel de la tierra
para tener la esperanza de no encontrarnos ahí
donde han sembrado los desaparecidos

Ompoalli ihuan ome

Somos los desaparecidos
somos las bocas que quisieron callar
somos los poetas que nos nombran
los músicos que nos nombran
las mujeres que nos nombran
los hombres que nos nombran

Ompoalli ihuan yei

Somos 43

Fue el estado



Nahui

                         Espero que cuando yo esté muerto comprendas
                                                           que conseguí tanto como pude.
                                                                                      Charles Bukowski



I

Debió ser doloroso Nahui
abrir los ojos en una cama
sin tu mujer al lado
dejar pasar la eternidad
-que te pertenece-
bebiéndote las olas
de un mar dulcísimo
recorrer las plazas comerciales
con ese ejército de ángeles asexuados
que no podrás poseer/
porque en tu nuevo mundo
no está el cuerpo mío
amándote
teniéndote cerca de la piel
que ahora arde y envejece
en esta tierra de misterio y tumbas.
Debió ser extraño mirarte en las aguas
cristalinas
con tu ropaje blanco.
Escuchar mientras caminabas
los murmullos de terceros que te cuestionaron
y desde entonces te condenaron al olvido.
Debiste añorar esos conciertos coreanos
-que sólo tú entendías-
en aquel mundo sin lengua/
los atardeceres en los que Lhasa de Sela
se incrustaba en tus oídos
mientras leías a Platón o a Wittgenstein
y yo tomaba café o agua.
Cómo debió dolerte
no tener en tu mochila el viejo libro
Nietszcheriano
que cargabas en tus viajes,
la colección de Alighieri
que te ponía de malas cuando llegabas al infierno
y salían ese momento tus fantasmas
al filo del atardecer
reclamando tu presencia.
No pude seguirte Nahui
porque me quedé llorando tu ausencia

en esa tarde de julio en que te reventó la vida
y ya no quedaron fuerzas para reclamarle al destino.

Cómo me entume el tiempo Nahui,
el ruido de los carros, el vacío de las noches en vela
esperando que vengas y me expliques
que me digas del neoliberalismo,
del misterio de los cuerpos despojados.


II

Qué le vamos a hacer a la vida
Nahui
si así nos la construyeron
muda
inerte por antonomasia
sin asombro
sin renunciamientos
con el caos agrietándonos los labios para no hablar jamás.
Cómo te explico Nahui el abandono
cómo te curo las heridas
de esa alma tuya
que se ha ido a adolecer
a otros paraísos

cómo te digo a ti
del libre albedrío
si elegiste bien al desafiar las reglas de los mundanos
de los que vamos por la vida creyéndolo todo
el currículo
la lengua
el sexo
los divorcios


III

Nos has dejado para siempre
dolorosos
con el miedo entrando por las uñas
con las lagrimas quemando los rostros
de esos entes que nos miran y callan
con la moral rasgándonos el pecho
y la ciencia atolondrándonos
la vida…

Cómo me harás saber de ese momento
-católico y apostólico que tanto odiaste-
en que vengas y tumbes la puerta
tires los libros
asustes al gato
y me digas con la fuerza del que regresa
que no ha pasado nada…

Hay que volver a dormir…





Un soliloquio

Y como en otras épocas
cuando me viene el amor de golpe
y quiero mirarte a los ojos
morderte los labios
abrir las compuertas de mi entrepierna
para que descifres mis andanzas
me detengo y escribo… 

Es probable que un día 
no solo te inunden mis palabras…
y entonces vengas a recorrer mi isla
[sin el miedo que eres ahora]


“Monólogos de una mujer desnuda”



En el presente que no te incluye, trazo líneas de tu cara
con el humo del cigarro, te salvo de la abstinencia,
de no imaginarte… del olvido.

Lizeth Sevilla




Nuestro amor era un simulacro, 
un antifaz del tiempo sobre nuestra memoria, 
el amor que hacíamos todos los días 
con las ausencias y presencias, 
el amor que gastábamos luego en besos 
arrancando resuellos pasionales 
al raciocinio, 
cuando empezábamos a extrañarnos 
con un dolor lúdico 
en el vientre, 
en las manos, 
en la boca, 
en el silencio 
donde hacemos falta, 
en la oscuridad: 
bendita dualidad del deseo no consumado, 
cuando nos enseñamos 
la tierra, 
el agua, 
el viento, 
y lo indecible 
se descifraba en tus manos 
[y en tu boca], 
cuando tu lengua resolvía 
cálidamente 
los misterios de mi cuerpo enardecido 
de ti, 
de todo. 


II 

Todas las noches eran de tango, 
de violines necios 
que han susurrado por los siglos de los siglos 
besos graves, 
miradas graves, 
ausencias graves, 
cuerpos sin memoria que siguen creando 
en el tiempo, en su espacio, 
que se encuentran 
y desencuentran. 


III 

En el presente que no te incluye, 
trazo líneas de tu cara 
con el humo del cigarro, 
te salvo de la abstinencia, 
de no imaginarte… del olvido. 
Y vivo en un exilio de tu cuerpo, 
de tus manos, 
tus silencios, 
en un exilio imperecedero 
sin retorno, sin luz, sin ti, 
entre los escombros y las cenizas, 
el humo y la noche, 
y construyo andamios y colmenas 
en mi regazo 
donde no duermes… 


IV 

Te desprendo del celofán que te asfixia 
[lentamente] 
te sacudo, 
existes, 
te acaricio con la boca húmeda 
imprudente, 
muda. 
Cruzo las piernas, los dedos, 
el alma 
y converso contigo, 
me fumo tu aliento, 
soberanamente me fumo tu aliento, 
el aire pesado que respiras confundido. 
Y mancillo tu boca 
[que no es mía], 
muerdo tu boca 
y el dolor es dulce. 
Hundo mis dedos 
en la selva inmortal de tu cuerpo 
donde los peces 
y el musgo 
se adhieren a mi historia. 
Te fumo 
y de vez en cuando me ahogo, 
me asfixio con el murmullo de tu aliento, 
y en esa muerte diminuta 
donde tu ausencia es utopía 
te vuelvo a enseñar 
el agua, 
los tangos, 
la tierra por donde no transitas



.

ANTONIO ANSÓN [18.672]

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Ambrotipo por Martí Llorens y Atelieretaguardia. Barcelona, 2010



ANTONIO ANSÓN

Villanueva de Huerva, Zaragoza, 1960.

Autor de las obras de narrativa Como si fuera esta noche la última vez (Los Libros del Lince, 2016), Llamando a las puertas del cielo (Artemisa 2007, premio Cálamo 2008), El limpiabotas de Daguerre (Puertas de Castilla, 2007) y El arte de la fuga (Eclipsados 2009).

Y en poesía señalar Pantys mortels (Le Grand Os, 2007), Don‘t disturb (Filigranes, 2001) y Nada más que piedra, ortigas y alacranes (El Gato Gris, 2003), en colaboración con el fotógrafo Rafael Navarro, Este mensaje es para ti que tienes mucha soledad como yo (Huerga & Fierro, 2000), La misiva (Moreno-Avila, 1990), Memoria del limo (P.U.Z, 1989).
Ha publicado igualmente, entre otros ensayos, El ruido y la lira (Eclipsados, 2012), Novelas como álbumes (Mestizo, 2000, finalista del premio Anagrama de ensayo), y El istmo de las luces (Cátedra, 1994).

Colabora habitualmente en las revistas Fronterad y Clarín con ensayos/entrevistas sobre fotógrafos contemporáneos, y Quimera publicó algunos de sus microrrelatos. Como traductor, destacar la versión de Islas flotantes de Joyce Mansour (Periférica, 2012).



Poemas de Pantys mortels (Toulouse, Le Grand Os, 2007,  con dibujos de Pepe Cerdá y versión francesa de Aurelio  Díaz-Ronda) y Este mensaje es para ti que tienes mucha  soledad como yo (Madrid, Huerga & Fierro, 2000).




El atracaniños o cuento del Coco

Quietito y las pesetas, y el reloj
de los abuelos para tu primera comunión
con que medir el tiempo, y la muerte.
Sin rechistar y gracias vacía
los bolsillos, vacía el alma, pequeño, o te lleno de agujeritos con esta luz
afilada la barriga dulce de cabello
de ángel y los libros con sangre a la hora
que cierran las escuelas y los ojos
sin papás ni cuento ni noches
buenas ni beso ni música ni nada.


Le dévaliseur d'enfants ou le conte 
du croque-mitaine

Bouge pas : les pesetas et la montre
de papy pour ta première communion
celle qui mesure le temps, et la mort.
Pas d'histoire et merci vide 
tes poches, vide ton âme, petit,
ou je te remplis de petits trous avec cette lueur
aiguisée ta bedaine sucrée de cheveux
d'ange et les livres de sang à l'heure
où ferment les écoles et les yeux
sans papa-maman ni histoire ni bonne
nuit ni bisou ni musique ni rien.



Dios Padre despachando a las 9.30 A.M.

A ti por bajito y tú,
tú por llevar corbata.
Y también el rubiales 
que asoma sonriente y duda
antes de echarse a la calle ;
por rubiales y por simpático.
Tampoco tengo la culpa de que seas calvo,
ni de que hoy eligieras el jersey 
rojo en lugar del marino (detesto el rojo),
aunque en azul marino te hubiese dado lo mismo.
La señora del abrigo de pieles también,
y la que cruza el portal a toda prisa
en zapatillas y tejanos, y al niño
con cara de bobo, también, y al estudiante
que amarra su bicicleta
a la señal de stop, también, y a ese viejo también, se repetía
Anthony Palacios entre dientes apretando 
los disparos, casi sin tiempo para oírse los pensamientos, 
en su Kalachnikov turbado y decidido.



Dieu le Père réglant ses comptes à 9.30 A.M.

Toi parce que tu es petit et toi,
toi parce que tu portes une cravate.
Et aussi le blondinet
qui se penche en souriant et hésite
avant de se lancer sur le trottoir ;
parce que blondinet et parce que sympathique.
Ce n'est quand même pas de ma faute si tu es chauve,
ni que tu aies choisi aujourd'hui le pull
rouge au lieu du pull marine (je déteste le rouge),
quoiqu'en bleu marine pour toi ça n'aurait rien changé.
La femme au manteau de fourrure aussi,
et celle qui traverse l'entrée à toute allure
en baskets et en jean, et aussi l'enfant
avec sa tête d'imbécile, et l'étudiant
qui attache sa bicyclette
au panneau stop aussi, et le vieux aussi, répétait 
Anthony Palacios entre ses dents tout en appuyant
sur la gâchette, le temps à peine de s'écouter penser,
troublé mais décidé, de sa Kalachnikov.


Tonadilla dominical II

Porque yo fútbol y tú concurso,
porque estoy hasta las pelotas
de que acapares el mando a distancia y cocines
los huevos duros rellenos
demasiado duros, porque estoy cocido ya
de oirte sermonear por el pasillo, a puñaladas jamoneras 
te despido al barrio calladito de los muertos, aquí 
en el bajo vientre y el corazón cupido de lado a lado,
como las banderillas de olivas y salmuera,
como los pinchos morunos que nunca más
comeré domingos y fiestas de guardar con champiñones
fritos y tomate en ensalada. Y dame el jodido mando,
añadió Ernesto Rosales, con las manos ensangrentadas
y lágrimas en los ojos aturdidos.


Chansonnette dominicale II

Parce que moi c'est le foot et toi les jeux télévisés,
parce que j'en ai plein les couilles
que tu monopolises la télécommande et que tu fasses
les œufs durs farcis
trop durs, parce que je suis farci moi-même
d'écouter tes sermons dans le couloir à coups de couteau
je te renvoie dans le quartier silencieux des morts, ici
dans le bas-ventre et dans ton cœur cupide de part en part,
comme les banderilles d'olives et cornichons, 
comme les brochettes de viande que jamais plus
je ne mangerai le dimanche et les jours fériés avec champignons
frits et tomates en salade. Et donne-moi cette putain de télécommande,
ajouta Ernesto Rosales, les mains ensanglantées
et des larmes dans ses yeux ahuris.


Ballade du boucher de Rostov

Je vais te manger la langue,
et les tétons,
et le con.
Et il les mangea.


Balada del carnicero de Rostov

Te voy a comer la lengua,
y los pezones,
y el coño.
Y se los comió.
Isla desierta



Bolsas basura

Aspirinas
Fruta
Lejía
Verdura
Costillas
Yogures
Ajos
Cerveza
Jamón
Cuchillas
Macarrones
Olivas rellenas
Île déserte



Sacs poubelle

Aspirine
Fruits
Javel
Légumes
Côtelettes
Yaourts
Ail
Bières
Jambon
Lames de rasoir
Macaronis
Olives farcies




Adela López Cantín no quiso
salpimentar con matarratas las cebollas
de su tortilla aquel domingo de merienda hogareña y ensalada 
con tomate. Tampoco se propuso rematarlo
de rencor y asfixia con el cojín de punto y flores
amarillas, verdes y encarnadas.
Negó haber deseado su muerte con toda el alma y seguir
lavando sus calcetines y sus camisas como si nada y colgar
del tendedor un murmullo ronco de carrucha vieja
que parecía decir "que te jodan
cara mierda". Nunca hubo
intención de cortarlo en pedacitos 
y embalarlo y certificarlo y esparcirlo por los cuatro continentes, 
repetía ante el juez sin derramar una lágrima, a pesar del mal olor 
de su podrida memoria a pan con boquerones
en la oficina postal de Guadalajara.



Adela López Cantín n'avait pas voulu
assaisonner de mort aux rats les oignons
de sa tortilla ce dimanche de goûter familial et
salade de tomates. Pas plus qu'elle n'avait eu l'intention de l'achever
par asphyxie et rancune avec le coussin brodé de fleurs
jaunes, vertes et rouges.
Elle nia avoir désiré sa mort de toute son âme avant de se remettre
à laver ses chemises et ses chaussettes comme si de rien n'était puis d'accrocher
au fil à linge un murmure rauque de vieille poulie
qui semblait dire « va te faire foutre
tête de merde ». Elle n'avait jamais eu 
l'intention de le couper en petits morceaux
ni de l'emballer et le recommander avant de le disperser aux quatre continents,
répétait-elle au juge sans verser la moindre larme, en dépit de la mauvaise odeur
de pain aux anchois de sa mémoire pourrie
dans le bureau de poste de Guadalajara.






Pum-pum, muerto, con cara de malo 
y la pistola echando humo se derrumba 
sangrando por un costado y diciéndose que al fin 
llegó ese día tan esperado 
en mitad de curiosos que aguardan impasibles 
el último suspiro para romper 
en aplausos y olés y vivas 
a la madre que lo parió. Circulen, 
increpa el municipal, por allí,  
señalan los dedos de la culpa calle arriba,  
por la cuesta de guijo y farolillos, 
que me estoy muriendo, piensa, 
pienso, se está muriendo, y se apagó, 
dijeron los periódicos, como un pajarito 
en mitad de un charco de sangre, flash, 
de repente, mamica mía, fueron 
sus últimas palabras de reo libérrimo, 
de muerto triste, sin cartón ni trampa 
ni tercer día embalsamado en los afeites negruzcos 
de la última página,  
más allá del tiempo y los deportes y la bolsa  
de la vida.



Tonadilla dominical I

Dónde está el mando 
a distancia, joder, que te quedaste
viendo la tele hasta las tantas y nunca
recuerdas dónde lo metes,
con esa puta manía tuya de recogerlo todo.
Me importan una leche los bocadillos 
de salchichón, que vengas a buscar el mando, coño.
No, no está en el aparador de arriba,
ni en la cesta de los periódicos; tampoco,
ya he mirado debajo de los cojines. Vale. Ya vendrás
la próxima vez que se atasque la batidora diciendo
que no se qué que no se cuántas, le irás a preguntar 
a tu padre, que lo sabe todo. Y ni se te ocurra
insinuar de comprar una nueva, ¿me oyes?, 
que se atasca, que se atasca, el brazo se te va atascar 
de batir los huevos en esta casa,
¿me estás oyendo?, pues contesta,
me cago en dios, contesta, ¿dónde joder
has metido el mando a distancia?



Te voy a rajar, cabrón, a rajar,
repetía mientras le pateaba la cara
bajo aquellas botazas. Y tumbado
en el suelo, a cada puntapié rebotaban 
sus occipitales secamente en el zócalo 
del portal: chonk, chonk.



Cafetería Las Palmeras, domingo, 
tomando unas cañitas y salmuera a las dos menos cuarto



A mi Adriana, explicaba
Josemari el Tarjetas, la gusta
que la follen, que la follen
de muchas maneras y, por encima de todo, 
que la follen mucho rato.



Deja libre al animal que llevas dentro.
HOMBRE ATRACTIVO. Sumiso. Transformismo.
Para humillar y ser humillado.
Discreción. Relax. Tarjetas de crédito. 358970G






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CHUAN CHUSÉ BIELSA [18.673]

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Chuan Chusé Bielsa

Andorra (Teruel), 1961.
Poeta. Escribe en aragonés, castellano-aragonés (su lengua materna) y castellano. Durante muchos años ejerció profesionalmente la actividad pictórica. Es un defensor de las lenguas minorizadas, de los seres sufrientes y de los bellos paisajes. Es también un apasionado de los libros y la lectura. Y por encima de todo, concibe y vive la poesía como una actividad espiritual, como una meditación constante.

Antoloxía. La Almunia de Doña Godina, Asociación Cultural L’Albada, 1990.

En publicaciones colectivas:

–  O Manantial de Sietemo I. Uesca, Consello d’a Fabla Aragonesa, 1991.
–  O Manantial de Sietemo II. Uesca, Consello d’a Fabla Aragonesa, 1993.
–  Zaguera poesía en aragonés. Teruel, Colla de Fablans d’o Sur, 1990.
–  Libro que recoge las obras premiadas en el Sexto concurso de Poesía en catalán Miquel Martí i Pol. Barcelona, USCOB, 1995.
–   Tras la puerta. Andorra, La Masadica Roya, 2014.


LIBRO DE POEMAS MULLANDO-SE

 Paseyo a la tardada por os camins aimatos.
 Os roídos d'o mundo no tarten.
 Almendreras con flors rosas e blancas
 e berdes de trigos que naxen.
 E casetas espaldatas
 que ta yo son armitas.
 O día nublo e un poquet d'aire
 en o que biachean chisletas d'augua.
 E un libro de poemas en aragonés
 en as manos, mullando-se.
 Leigo un poema abonico,
 cada tres bersos aturo e güello lo paisache.
 Dexo que o libro agafe
 perfumos de boiras de disiertos.
 Chiquetas tacas de gotetas
 en as pachinas blancas mueren, naxen.
 O paradiso ye un libro en una grisa tarde
 d'un poeta que apunta enta lo eterno.
 Leigo un zielo e dimpués un altro zielo,
 o libro ubierto ta que a plebida lo aime.
 Ta que as parolas aragonesas perén canten
 como espigas e aires e paxaros sobre o yermo.
 Zarro lo libro e l'amago en o corazón
 ta que l'amor me fable.



ORAZIONS            

 Qué bibas as torres
     de Teruel
 Qué bibas en a carne seca
     de Teruel
 Qué elegans os collars
 En o cuello aspro de a tierra
     de Teruel
 Qué bibos os ombres zaguers
 Debantando as colors de milenta
 Lunas y cruzes en l'aire fredo
     de Teruel
 Qué suenios agonicos d'aljezes y recholas
 Qué orazions espullatas enta o dios
 De todas as edaz, qué dios berdadero
 Entre a soledá funda y roya
     de Teruel
 Teruel, as tuyas torres bibas
 Son l'anima de o tuyo cuerpo de carne
 Teruel, aima dica o fundo de o misterio
 A inmensa luminaria de zeramicas en o zielo
 A tuya orazión perfeuta
 Teruel, Teruel
 ¡En l'orizón sólo se retallan as tuyas torres!



LENGUA MÁS AIMATA

porque l'aire de os garmos estió
a suya reyal cambra
(a suya corona alta)
porque a suya canta la cantón
y la besón tronadas
(la sintión as flors perditas)
porque a suya casa sólo estió 
a pobra espelunga de as fadas
(a suya luz candeletas de suenios)
por ixo
         a mía lengua
                      lengua más aimata
porque as suyas bozes dixón d'estar
tan sólo bozes
y en l'ausenzia y l'aunión con tot
en sieglos y sieglos de silenzio
se barrechoron con a boira y con o sol
con as olors de as plebidas en a tierra
con as obellas en as flamas
y en a sete de o camín
con o riso d'un nino con pilotas de trapos
(as suyas bozes crexioron
como a flor de nieu
en os zinglos oblidatos)

porque a suya boz estió 
boz d'agora y de presén y d'infinito
y no de mugas ni de fuerza
ni de foscos pensamientos

porque como un sabio bibió siempre
en a suya armita sin deseyos
(cosa no querió saper en o mundo
d'aizions locas
cosa de os que matan u os que odian)

porque por no querer fer mal
prefirió cuasi morir
y no ferindo fuyir de tot imperio
(soniaba solamén
con naxer un día de as zenisas)

porque a suya gran literatura
se siente y está escrita
en pobres mases espaldatos
en alpartatos sasos
en as remors de o zierzo y de l'ausín
en a canta fresqueta de l'alto río birchen
en a cleta querata d'una borda albandonata
en o sarrio salbache y en o paxaro libre
y en as crebazas de as planas biblicas d'Aragón

porque estioron pastors y altarias
y selbas abitatas por a machia
o suyo naxedero de parolas

porque a mía lengua estando alta
se tornó umilde como bal
a más baxa y a más funda de as bals
(as suyas parolas son parolas d'augua biba
puyando dende a radiz de a nuei)

porque a mía lengua
s'abaxó dica lo escarnio
de tantas y tantas lenguas bien bestitas
y as suyas parolas estando as más politas
endurón dignas o fuet y tanto fiero riso

porque cuasi a mía lengua
s'abaxó dica l'oblido
por ixo
          por ixo
a mía lengua
                    lengua más aimata
sí 
    aragonés
             d'a mía alma
lengua más aimata



CON ELLA

Si bel diya morise a mía
Lengua enferma
Dixaz-me ya con ella. L'anima
Con ella.
Si bel diya morise a mía
Lengua enferma
Ise o mío destino entre silabas.
Si no bi ese un inte nuebo
Ta parabras...
Tampó no ta sons eternas.
Y biacharba con ella enta imposibles
Naximientos, ausén enta impotenzias.
Si no bi ese un inte nuebo
Ta rispuestas, remana muto ya
Con ella.
Si bel diya caye en o camín a mía
Lengua enferma,
Como un biello que camina solitario
Y sin de fuerzas besa o suenio,
Sisquiera sienta o polbo en os míos labios
Escribindo parabras de consuelo.
Que as zertifique l'aire y las se lebe
Enta orizons esconoxitos. O mío aliento
Con ella.
Sabez, a mía lengua estió lo mio amor
Seguro, sostenió a mía bida entre preguntas,
Cambeó en tierra amata las tristuras
Y me dixó l'aniello do brila lo ricuerdo
De a istoria de os mios güelos.
Sabez, sisquiera bi aiga un puesto chiquet
En a fuesa de galacsias,
Sisquiera la posibilidá d'un dios perdito
Que faiga posible a prenunzia d'una perdita
Parabra suya.



TARDADA

Daré mi libertá,
àhura que no soy que
sombra de tronada,
vagamundo
mascarando el disierto
que tanto amé,
àhura que no soy que
llovida en el camino fondo,
olores de lana chupida,
tremoncillos humèdos,
la frescor del polvo foradau,
gotillones
de misteriosas mares,
àhura que no soy que
rodera barrosa u canta de boira,
cierzo libre en las planas,
esprito que lo ha dejau todo
y bebe amorrau
a los caños de los cielos,
u en las canales
d'aguas con sabor a tierra de ganaus,
àhura que ya no me cal
la pelleta que vestiba,
ni las palabras
arreplegadas en la escuela,
ni hasta los amaus
y viejismos libros que alzaba en l'arca,
ni los tesoros
que s'arrejuntaban en las falsas
y qu'eran _iciban_
trastes u estapencias,
àhura que ya no son precisas
esperanzas
pa' ir empentando por la vida,
iciban que calían,
no,
no era asinas,
àhura que no soy que
esprito-yerba de los ribazos,
el cierzo dondiando,
bandiando los faraboles a la tardada,
dance de corazoncicos coloraus,
(el cierzo ya viste el cuerpo que logué).
Venderé l'ajena luminaria que me llenó los ojos,
ofrezco àhura
un sospiro celeste a cada sargantana
endormisquiada
en los carasoles de los mases
escachaus,
vanto palacios habitaus por los sueños
con las piedras espaldadas.
Doy àhura
todos los afalagos que guardaba
a la rabosa que un día amedrenté
desde lo alto d'un cabezo,
a los gaticos que afogaban en los pozos,
a sus dispreciaus cuerpecicos,
u a la paz de los güesos de la caballería,
como adormida
en la faja yerma d'un varello,
bonico camposanto al canto'l cielo,
al emparo de la lapìda de los montes,
aparando
las rayadas d'un amoroso sol de primavera;
s'escampaban allá
olorías a rumero
arrodiando la coscarana,
medraba allá la eternidá,
y unos cielos se vantaban
más que azules allá en lo alto
a la tardada,
y una calma grande y un silencio,
oraciones-cantas de pajàros.



DORONDÓN

La frior humèda del dorondón
cominchea a bonico los sasos.

¡Ay, las oliveras duramente amorosiadas
por la blancor del misterio!

En un inte, van revifando
desde un arca rebutida de recuerdos
rostros, manicas replegando
olivas negras y royiscas, entre los fríos.
¡Ay, recuerdos d'aquellos que marcharon
y que perén vivirán en nusotros
mientras nusotros vivamos!

Pajàros tacaus de boira, 
a bonico, a bonico, 
s'han amagau al emparo
del calivo de mi alma, han buscau
la calentor del cariño d'otros tiempos.

En que replegabàmos la oliva 
radía el frío: helaus teniàmos
los cocollicos de los dedos
de las manos; en las clochas l'agua
àura era yelo; àun quedaba nieve
d'un nevasco en los ubagos
_diciembre iba rematando
y ya anunciaba el cabo d'año.
Nos rosigaba el cierzo,
y el yayo, en dos garradas, s'adentró
en el pinar pa' replegar ramizos
y encendallo, y aparemos dispués las manos
sobre el fuego vantau entre cascallos,
y a bonico se fueron regalando
(gotiando, gotiando) 
canchelones en los corazones;
como un maldau blanco
se fue marchando el dorondón 
cara la val, cara los planos.

Cantaron los pajàros en columbrar
las sayetas espurniando de los soles. 
Desde l'alta luminaria de sus vuelos, 
desde l'alta atalaya de los varellos
vieron los sasos todos despejaus
allá a lo lejos; sus canciones
en los cielos azulencos alegraron las colores
de la cara de l'ivierno.

¡Qué bonicas las figuras, las olores
de las santas oliveras entre bosques
de pinos y carrascas! ¡Qué bonica
esta alta tierra, silenciosa armita de los montes!

¡Qué bonicas las olivas, ya calientes, 
en las sacas! En la casetica, a la tardada, 
en el fogaril zafumau y pobre,
fitos los ojos en las purnas y las llamas,
ya cansaus y cuasi sondormidos,
culebriaban mitìcos fardachos corredores
u fantastìcos pajàros en royas selvas
volando bailotiaban. 
Y las caras de seres amaus, entre fulgores, 
¡qué bonicas eran, entre calor d'amores!
Eran como alba profunda, perfumada, 
d'un querer de joventú, 
todo lleno a carambul
d'ilusiones y frescores, 
eterna banasta de flores.

Y nos fuimos dispués, entre negrores, 
a nuestro pueblo, a nuestra Andorra amada, 
a escoscar d'hojicas las olivas
en l'aventador. En rematar, tacaus d'azaite
y de cansera, paiciàmos unos pobres.

Hasta mañana, pajàros voladores
en los cielos de los sasos y varellos y pinares, 
pajàros de cantas y colores.
Hasta mañana, escuras olivicas. 
Hasta mañana a todos los que amamos:
hasta mañana, amores. 
Hasta mañana, infancia que marchés.
Hasta mañana, blanquinoso dorondón, marcha, 
marcha a dormir tú tamién;
buenas noches.



LA POESÍA DANZA

La poesía danza y danza
y busca lo internamente bello,
centros celestes.

La poesía danza y danza
y ora,
se interna en el corazón de toda cosa
y liba su miel de eternidad,
hace provisión de todo aquello que no muere,
para cuando sea tiempo de viajar
y olvidar esta Tierra para siempre,
cuando ya aquí jamás contemplemos una rosa,
ni un alba ni colores amigos.
La poesía danza victoriosa
sobre el hielo que se funde,
sobre el viento que huye,
sobre todas las horas
que se hicieron añicos.

La poesía danza
y eleva sus ojos
en amor,
y danzando pronuncia
una palabra libre y honda,
como semilla de luz
más allá del tiempo y el espacio,
que nace y crece y crea
un universo, una casa para el alma,
un alba en el Silencio, rosas sin tristeza,
tiempo no ajado.




UNIVERSOS PARALELOS

Lo que pudo haber sido...
dónde andará.

Por qué calles desconocidas
caminará lo que perdí.

Dónde estará la vida
que soñé, quién la soñará.

En qué casas de luz vivirá
aquel que fui.

Yo no sé bajo qué cielos
caminaré sin yo saberlo.

El amor primero que acogí
en qué universos amará,

dónde dirá "te quiero" 
llegando el día a su fin.

Yo no sé dónde estará
mi juventud, ¿será feliz

en planetas lejanísimos,
pintará con colores que perdí?

Amores que sentí,
¿qué labios de luna contempláis,

qué amor besáis?
Desde esta Tierra yo os saludo.

Seguid, seguid
viviendo aquello que yo nunca viví,

mi vida rota aquí
hacia vosotros irá viajando entre los mundos.



http://parnaso2punto0.aragon.es/?p=502





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MARCOS CALLAU [18.674]

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Marcos Callau Vicente

Zaragoza, 1981.
Socio fundador del Ateneo Jaqués, asociación de la que ocupa cargo en su junta directiva como vicepresidente. Colabora actualmente en el semanario El Pirineo Aragonés, la revista Jacetania y en revistas digitales especializadas en cine como Cineuá o La caja de Pandora. Dirige la revista del Ateneo Jaqués El eco de los libres. 

Es autor de los poemarios Concierzo de viento (12 poemas + 1 vendaval) (Chiado 2013) , La ciudad desnuda (Cordelería ilustrada 2013) y de la colección de relatos Jazzmen (Cartonerita niña bonita 2012) Incluido en diversas antologías literarias. Es administrador del blog especializado en Frank Sinatra con dirección                                         http://francescoalbertosinatra.blogspot.com.es y de su propio blog “El tiempo detenido”: http://altiempodetenido.blogspot.com.es




FOTOGRAFÍA

                     A una fotografía de Nilufer Demir


Cotidianamente, el eterno movimiento del mar
expulsa a tierra firme
cuerpos sin vida,
despojos de sal.

Si todavía pudiera hallar su pupila
bajo el duro parpado
vería reflejada la habitual crueldad,
tatuada la lágrima,
la horrible algazara del ser humano.

Opacos, sus ojos de alambrada,
ya libres, no verán jamás fronteras.
Pero, ¿qué libertad es a muerte?

Tan solo veo una cría de humano
varada en el líquido amniótico
de una injusticia propia,
la perpetua huella de sangre inocente
en la desconocida playa, 
la memoria en un caparazón vacío
de nuestra historia.
Veo solo a un niño,
arrasado por la especie dominante,
la mueca vergonzante,
el parpadeo en el obturador fotográfico,
el titular,
en los periódicos de la mañana.

Papeles mojados.

Habitualmente, el eterno movimiento del mar
expulsa a tierra firme
los sueños sin vida.




LLAMA INCESANTE

                             A AF Molina


En el perfil improvisado de la llama,
quizá aumentado con lente de espacio,
vierten despacio sus escritos
las arañas que divierten, hurañas,
a los artistas
desde sus telas infinitas de facturas
y relojes.

Dentro del marco,
en su retrato,
la rueda lunar
tiene cara de muerta
pero es un espejo
que ya no rueda.
Inmutable.

Yo la enfrento desde el abismo,
la calle.
Soy pequeño.
Dispuesto alimento
que ya advierten desde oscuros callejones
mis arañas poetas
que no escriben
y van tejiendo
la muerte.




NECROLÓGICA

He enfrentado monstruos multidisciplinares.
Estancias nocturnas de doce horas
en campos repletos de huevos,
moluscos insondables que ambicionan desertar,
facturas cíclope que desean escapar
de mi caparazón
y melopeas de panorámica visión
que, con su solo ojo, continúan su visaje,
no logran ubicar el centro.

Pero, irremediable, este último minuto
acabará conmigo. Lo sé.
Moriré entre las babas que acunan mi insomnio,
sin la cálida lengua
de mi animal complaciente.
Y será mudo mi final
por todos estos cadáveres palabra
que he abandonado, asesinados,
en la cuneta de mis cuadernos.

Por todo ello, solicito, mi compañera poeta:

                    “No escribas un epitafio
                        sobre mi tumba”




RUINOTECA

Cómo ruge desde la bahía
el limpio crujido del hambre,
cómo surge el estertor salino
penetrando la avenida.
Tormenta de interior
nacida del mar,
ya avanza el tsunami constructor
devastando congresos, políticos,
entidades bancarias, hospitales de pago
y pantallas.
Es hermosa la ruina,
la oportunidad de regresar.

Cómo sangra la corona de espinas
si arde el tiempo del colchón,
cómo aburre la sala del cine
al espectador de ojos vencidos.

Mi biblioteca, agazapada,
es un bestiario 
devorando la señal de tu cruz.




DESPERTAR DE UNA ESCALERA MECÁNICA

La ciudad, animal imposible,
ya se despereza 
en su arrullo habitual
de tiernos tranvías estridentes,
eterna lactancia,
relojes alarmados, 
desbocados automóviles operarios
de farmacia,
en las fábricas de bruma artificial.

La boira que acarrean
los transeúntes sobre sus hombros
no es el aliento del mar.
Aves oceánicas
fallan su vuelo
al perder las rutas ancestrales
en la ausencia de aire.

La ciudad borradora
ha consumido las huellas reconocibles.
Se despereza ya el animal imposible
en su despiadado ritual
de atasco en la avenida
y mortaja en los zapatos.
En cada esquina
irreparable suena la protesta.
El grito palpable.
La muda ausencia.




LA CADIERA

Si de esta cadiera hablara
su mudo recuerdo frente a los pirineos,
narraría un beso secreto,
oculto de las tibias luces
que cubren Jaca,           
a la última campanada.

Si de esta cadiera hablara
su antigua madera junto al bosque,
revelaría cuán largo el olvido
del árbol que fue.
Qué habitado es el silencio
de la savia recorriendo estática
los surcos de su historia,
qué profundas llegaron a ser
las raíces desheredadas
y qué dolorosa la pradera estrellada
del verso secreto
bajo las luces huídas.

Si esta cadiera hablara,
lo haría de una infancia emborronada,
ancestral.
Confesaría bombas
y un torrente de dolor
gritando sangre
por sus calles.
La metralla alcanzando el costado
de aquella buena mujer
o el tejado sepultando
las familias perdidas
en el árbol de la salud.

Si lo hiciera,
enmudecería ante el triste y sucio mundo
que lava su rostro
a sus ojos.
Si lo hiciera,
si esta cadiera hablara,
volvería a ser un árbol.




LLUVIA ÁCIDA

                             A Eduardo Laborda

¿Alguna vez has hablado
a una estatua sin oídos?
¿has atravesado en globo aerostático
atmósferas de roca?

Quizá sea cierto
y este atardecer contaminado
no pertenezca a otoño
y otoño ya no exista,
cuando tampoco guarda identidad
ninguna otra estación.

Las nubes sucias acompañan
poemas industriales.

Con la yema de tus pupilas
recorres la línea de la esfera
y observas, esperando respuesta,
una bandada de máquinas fósiles
surcando los cielos.
Pareces ahora una esfinge de Tebas,
de rostro pétreo y ceño fruncido,
que desea interpretar algo bello
en el fin de los días.

¿Alguna vez has encontrado 
pétalos frescos en mitad del desierto?
Quizá se cierto el suspiro de Gea
y el estremecimiento de los árboles.

Harapos de nube y lluvia ácida
precipitan manufacturados poemas.
Escribientes del amor y la utopía,
resignados,
invocan al cierzo
para escombrar
las grietas del mundo.




POEMA I

Ruinoso.
Abandonado, polvoriento, denostado Café
de mesita carcomida y desconchada antología 
etílica.
Cascarón de proa en el insigne buque Oroel,
altozano inapelable, buitrera, roquedal,
malnacido alcázar abandonado, 
jaula de pasado, memorial
de fantasmas y fusilados, ejido;
maltrecha y oxidada carcasa
de automóvil sin piel, vencido
por el paso de las lluvias,
y el ciclo de las tormentas,
fósiles mecánicos
arrojados al desesperante erial camposanto
con alma de metal,
vieja antena receptora
de telégrafos ancianos,
rodeada por la mala yedra, inmovilizada;
olivo envirado, horca en la sombra,
hueco de escalera, soga artesana,
morgue ahogada de esqueletos,
adorada viga inquebrantable, 
lecho del río.

Minucioso estudio de incomparables oquedades
dispuestas para el suicidio
o la escritura.

Igualmente,
cuando tu cuerpo demanda 
su habitual dosis de sexo
para seguir latiendo,
desprende un inconfundible aroma a petricor,
manía compartida
con el reciente cadáver expuesto
bajo la lluvia profunda.

Al fin, estas contradicciones insanas
son las que debe solucionar
la poesía.







.


MIGUEL CARCASONA [18.675]

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MIGUEL CARCASONA   

Sangarrén, Huesca, 1965.
Es autor de los poemarios En el arcén de la costumbre (I.F.C. Zaragoza. 1998) y Nuble (Náufragos del Potemkin, Zaragoza, 2015), y en prosa, de Esquirlas del espejo (Col. Baltasar Gracián, DPZ, Zaragoza, 2006), Todos los perros aúllan (I.E.A. Huesca, 2012) y Un ojo siempre parpadea (Tropo Editores, Zaragoza, 2015).

El resto de su obra se halla dispersa en opúsculos y volúmenes colectivos, así como en varias revistas (Turia, Imán, Laberintos, Rolde, etc). Una amplia muestra, que incluye entrevistas y opiniones – propias y ajenas – sobre su quehacer literario puede rastrearse en internet. También ha colaborado, esporádicamente, con reseñas de libros y textos de creación, en periódicos como Heraldo de Aragón, El Periódico de Aragón, Diario del Altoaragón y Heraldo de Huesca  
Ha recibido numerosos premios, entre los que destacan el Ciudad de Cádiz (relato), el Isabel de Portugal en sus dos modalidades  -poesía y narrativa-, un accésit del Ciudad de Zaragoza (poesía) o el Luis del Val (microrrelatos).


EN EL ARCÉN DE LA COSTUMBRE

En el arcén de la costumbre.
En el paraje angosto donde yace el herido
y el ave posa su candor de presa.
En la lengua interminable
por la que el romero huye sin volver la vista,
terco,
pertrechado en la excusa de su rumbo.
Allí resido.
Allí resisto sin queja al cuervo de la duda
en su afán por hendirme un pico en el hígado
– a mí, que sólo he visto el fuego en los anuncios
y ni siquiera creo en dioses -.
Sin ternos ni harapos,
vestido con ropa de calle,
asisto impasible al desfile de las modas
que, al estallar, cubren el aire de humo
y pavesas.
En el arcén de la costumbre.
Entre amapolas y alquitrán,
fronteras del asombro y afluentes del canto
– las dos arterias del espacio fértil -.
Al este del ciclón y al oeste del olvido.



JIM MORRISON

Tras años de lecturas
y excursiones al ombligo,
con el paladar fresco de poetas
– Rimbaud como sabor último -,
y esparcidas en acordes
sus entrañas sobrantes,
vino el hombre al hotel
y cavó en su mano con la aguja.
Luego, al mirar las venas descarnadas,
no resistió,
y el fracaso le hizo arrojarse a la corriente:
sólo su sangre, intacta,
fluía por el cauce.



ENFOQUE

Es una cuestión de enfoque:
tú observas la poesía desde afuera,
la analizas como a un ente extraño
cuya fisonomía te gusta pincelar
y cuya sinergia aspiras a definir.
En ella, perla abstraída, fijas tu mirada
y, como un satélite, orbitas a su alrededor
mientras te alumbran los reflejos de su luz.
Yo vivo en la poesía.
En el coágulo de su sangre comprimo el mundo.
Con la luz de sus ojos te ilumino,
e ilumino el yermo que agoniza entre ambos,
y revelo el espacio que florece a tu espalda.



FADO

Haja o que houver, canta Teresa Salgueiro
en la noche de marzo.
Sobre la colcha se estira mi gata. La acaricio
mientras evoco a Lisboa, su Tejo,
su aire húmedo, sus cuestas coronadas juntos.
Amor, ¿seguirá el mismo camarero
repartiendo platos y gentileza en aquel rincón
de la calçada do Sacramento, bajo la bóveda
de ladrillo mudéjar y calma silente?
Y Pessoa, hierático en la terraza de A Brasileira,
¿seguirá sentado con la mirada ausente,
ajeno a la lluvia y al desasosiego,
y a quien ocupe la silla de al lado
en vana búsqueda de un retrato que capture su alma
ya de bronce?
Haja o que houver eu estou aquí, amor,
sobre la colcha que emboza el páramo,
evocando los días de Lisboa
junto a una gata ajena a la soledad
y los remordimientos, pedigüeña de las caricias
que te hurté como una hiena
y luego repartí en ofrendas miserables.
Lejos de Lisboa y de tu memoria, amor,
Haja o que houver espero por ti.



FRASES FRESADAS

Frases fresadas por un torno
sutil las que a menudo esculpen los poetas
del tercer milenio.
Frágil arquitectura
sus versos macerados en la umbría
del espejismo, junto a su lindero,
allí donde la luz, sin deslumbrar,
aún dibuja sombras en los pliegues
de la trampa.
Territorios vedados se extienden por lo oscuro,
más allá de la hierba pisada
por mansas suelas que han formado senda
y dejan a la luz la tierra estéril.
Pocos se atreven a hollarlos.
Pocos se atreven a saltar la linde
y alumbrar con los ojos paisajes ajenos a su ombligo.
Sátrapas de la conformidad son la mayoría.
Olvidan que el espejismo se desvanecerá con la noche
y que el ojo del ombligo siempre es un ojo ciego.



PARA TODOS

Para los que huyen de la guerra y son buena gente. O gente normal. O mala gente.
Para los que, en su huída, el mar traga y luego escupe en las playas ante el objetivo de una cámara. Para los que, en su búsqueda de una vida digna, el mar ofrece como banquete a los peces, en secreto, y nadie recuerda.
Para los que reaccionan con rapidez ante el horror de una imagen y la replican, y se indignan, y aúllan como las matronas romanas después de una batalla perdida, y luego cierran aprisa el ordenador porque en el bar de abajo se diluyen los cubitos en el gin tónic. Para los que hacen lo mismo pero aquella noche el gin tónic les sabe a hiel.
Para los que luego ponen manos a la obra, en lo que pueden, y para los que permanecemos en el sofá.
Para los que sienten miedo ante el aluvión de quienes son distintos, aunque ese concepto dependa de la altura del tronco donde se establezca el corte. Para los que sienten ese miedo y, con todo, son buena gente. O gente normal. O hienas que huelen el negocio.
Para los imbéciles que identifican distinto con inferior, y así pretenden realzar sus vidas miserables.
Para los que no hablan, ni ven, ni oyen. Para los que sí oyen, ven y hablan mientras se reúnen, y reúnen, y reúnen, girando como los bueyes de la noria. Para los que, cuando el agua alcanza el brocal, la arrojan de nuevo al pozo y mañana será otro día.
Para los que se suben a hombros de otro y así la mierda sólo les llega a las rodillas. Para los que el peso del otro los hunde hasta las cejas en la mierda e intentan sacudirse ese lastre para respirar. Para los primeros, otra vez, que cuando sienten la sacudida se aferran a los cuellos con argumentos sutiles o con burda metralla.
Para todos nosotros, en resumen.



ANIVERSARIO

                A Rosa, por supuesto.


Tras lo pasajero,
sumido en el cansancio del nómada,
deambulaba por sendas y hospitales,
por retratos y agostos sin lluvia,
con el pasado sojuzgando mi sangre
y la destrucción haciendo nido en mi deseo.
Era el hombre del ruido y la indolencia,
el hombre que al pasar parece repetido,
prófugo de su sombra y sin sombra en los espejos,
con los rasgos por el cincel desdibujados
como un esbozo consumido en el aprendizaje.
Así sucedía el éxodo.
Así hasta tu encuentro.
No diré que descubrí la luz,
ni hablaré de noches y tempestades,
como relatan las mentiras románticas.
Tampoco nombraré sinónimos de saetas,
fulgores
o biologías abrasadas por la pasión,
porque no existen el vértigo ni la desmesura:
el amor es lento como la curación
de los errores:
las raíces del consuelo, los términos de la lujuria
van naciendo sin dentelladas,
sobre un prolijo material de costumbre,
macerando el aire y sus alrededores
hasta volverlo aliento transparente.
Aún habitamos la época del ascenso
y en ella todo se permite,
incluso un toque de humor en los signos,
por ello, antes de la cúspide
y el freno, antes de la caída
en el letargo de la vejez,
en los arcanos de la muerte o el desaliento,
escojamos una hora en el azar del día
y celebremos nuestro aniversario.



TARDE DE ABRIL

Sopla el cierzo de abril.
Acerca nubarrones de agua
y memoria.
Sopla el cierzo y un tordo aletea frente a él,
lo esquiva.
De la guitarra caen los arpegios;
me acercan lo que viene con el agua,
lo que vendrá;
horada la memoria.
Un tordo aletea
y me mira en la cúspide del giro.
El arpegio me acerca a la memoria,
me introduce en ella.
La piel de la memoria cicatriza
y vuelve ayer al mañana,
signo al dolor.
Un tordo gira, se estrella contra el cristal
– son largas las alas del tordo –
y me mira antes de que el cristal lo resbale,
ayer lo vuelva.



EL POETA ACTUALIZA CIERTOS VERSOS

"El tiempo futuro hinca sus raíces
en el tiempo pasado,
y el tiempo pasado alza su horma estéril
sobre el tiempo futuro.
Si pasado y futuro
son los bordes simétricos de una espera que ultima,
apuremos sin tregua el destiempo presente".
Así dijo Lázaro
frente a las aguas, a orillas del río,
allí donde vierten su esperma
las ratas y los albañales.
Incorporose luego el hombre
de su asiento,
arrojó tras de sí el reloj y el anillo,
las dudas y los lazos cultivados,
sobre la grava dispuso sus datos personales,
tiró la primera piedra,
echóse a andar....




TERCETOS DESENCADENADOS

A las ocho de la tarde cruzamos el puente
cogidos de la costumbre, con uñas, tambores
y una soga común, que a la vez nos une y segrega.

El río desciende con rumor de ahorcados 
y sirenas, con palabras ya sometidas,
exudando un tedio, un cansancio familiar que no repele.

No en vano el agua es la perdición del hombre
y sus estructuras: su persistencia en destruir,
su cautela de sumisa desconciertan al profano

y le inducen al desdeño, al error del olvido:
no en vano el agua es el reflejo del hombre
y su travesía.

Sin voluntad, ni exceso, ni reposo, con pasos deformes
como idolatrías cruzamos el puente,
sesgamos los tendones del aliento, y la industria

del cieno desgasta piedras y corazones,
y la distancia se encharca sin cesar
como un banquero herido por la escritura.

Porque no es preciso el día para ver
la sequedad de unos ojos, ni cantos en los amaneceres
que desvíen la tristeza
de un automóvil. Basta
con acudir a la cita, desarbolando banderas,
a las ocho de la tarde,

a las ocho en punto de la tarde.




AGRIACULTURA

Voltea lo escondido
con el afán puro de la vertedera
y exponlo a la luz, 
ya obrarán su trabajo de minucia 
el cierzo y las erosiones.
Esparce por su piel un abono de sombra
que funda en el tempero la marca de tus pasos
y siéntate a descansar.
No es necesaria la lluvia:
podrida, más que húmeda, es la tierra
que alimenta nuestro orgullo.
En tus cuarteles de invierno
deja pasar el tiempo y sus desplantes,
y cuando el sol abrase la mies del engaño, siega,
siega tu cupo de muerte.



CAVE CANEM

Cuidado con el perro 
que vela la ortodoxia.
Suele beber en la sangre
del hereje.




SÁBADO POR LA TARDE

Anejo a los cristales,
como un centauro uncido al desorden,
esbozo pinceladas 
de este sábado que se esfuma,
igual que un verso en la intemperie,
por las lentas bocanadas
de la muchedumbre.

Gritos en la calle; convocatorias
del olvido;
paseantes que fecundan la tierra
lluvia en las memorias ,
con la atávica lancería 
de los paraguas;
todo lo que a menudo se despeña
por el lado de la costumbre,
sin ruido,
como un bostezo obediente;
todo lo a menudo prescindible
y que hoy se detiene.

Circular por el filo
de lo conquistado,
por la débil frontera de la piel;
aceptar lo evidente
como un amparo que no humille
y guarezca lo personal
de la muerte emboscada en los ropajes,
es la única vía
para el errante que, a oscuras, vaga
solo por los arcenes de su tiempo.

Por ello, a menudo, los ojos del hastío
en los cristales
- sólo quien ha pisado algún infierno 
refleja sin error la mirada del hombre -,
la noche que sucede a la luz
como un retrato a su antecesor
sobre el encerado,
sin gestos o palabras que anuden las rodillas.
Por ello, esta tarde, el zumbar de clarines
para el toro aburrido en el disturbio,
el penúltimo deslumbre
para la sombra que se teje en las orillas
del escape.




CUATRO HAIKUS

VERANO

El grillo domina
en la noche del grano,
lejana la estación del frío.

*

OTOÑO

El viento enardece
la quiebra del árbol:
humo altivo.

*

INVIERNO

Cruje la senda
bajo la nieve
de un invierno sin luz.

*

PRIMAVERA

Los pájaros deslían
la luz del enramado,
lo épico cautivo.



DIÓGENES

En qué verso cobijar
un amor en minúsculas,
de los que transitan sin ruido,
hilado con retales de lascivia,
celos enceldados 
en la penumbra del ático
y espasmos fugaces de cólera
o desdén.



PEQUEÑA CANCION DE TROVADOR

" Can vei la lauzeta mover..."
Bernart de Ventadorn.

El metal que consume la cantera,
y el sol que las tinieblas envilece,
y el afable murmullo de las aguas
desgastando la piedra tomada por la mugre.

Aquello que me forma y deteriora,
aquello siempre indócil, se interrumpe
con el paso furtivo de la alondra,
sorprendida en tus ojos que no envejecen.



NOCTURNO

No hay nadie por la calle. Sopla el cierzo
con la rabia vesánica del cierzo de noviembre.
Sopla en el campo
donde él orinó jirones de vejiga,
y de nuevo se muestra impotente
para descuajar el coágulo del cáncer.
Barre la angosta acera del callizo, 
a estas horas desierta de los viajeros que vuelven
y la asaltan en desbandada,
y el ruido, tan audible, de los vasos de plástico
remolinando hacia la avenida es el réquiem
por los días de cerveza y abandono.
Como yo lo oigo, se oirá en la buhardilla
de los cien peldaños subidos a pie
- quién sabe por qué gentes habitada -,
y su silbido dará un lustre
especial a las manchas del incendio
imborrables de techos y paredes,
invocando a las ánimas calcinadas
de la madre y la hija,
y también a las nuestras, todavía presentes
en los rincones húmedos, gimiendo como aquellas
aunque por otros motivos.

Pero ahora no hay nadie por la calle, 
sopla el cierzo
y un perro ladra en el jardín vecino.
¿ Aullará todavía el perro confinado
en la vieja casona convertida en cuadra, 
en el palacio adusto donde los condes ardieron
de pasión con menos furia
que unos siglos más tarde, en la plaza,
cuando la hoguera los redujo a cenizas
barridas con la escoba?.
Su lamento ocupaba las noches del invierno;
durante horas sin límite
se esparcía en punzadas regulares
traspasando los muros de adobe,
perforando el cemento reciente de la plaza
y mis tímpanos que temblaban bajo las mantas, 
incapaces de ahuyentar el miedo
y el insomnio.
Incluso ahora me estremece un aullido
si cae sobre mí de súbito, 
como una muerte repentina,
en las noches de helada.

No hay nadie por la calle y sopla el cierzo.
El perro del que hablaba aulló hace veinte años,
cuando un año era casi media vida.
Él ha muerto. Tú has muerto.
Yo también he muerto, aunque haya resucitado
con el mismo nombre.




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MARÍA CODURAS [18.676]

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María Coduras

Zaragoza, 1985.
Es Doctora en Filología Española. Actualmente trabaja como profesora de Lengua castellana y Literatura en el IES Corona de Aragón. Experta en libros de caballerías, ha publicado su tesis “Por el nombre se conoce al hombre”. Estudios de antroponimia caballeresca (PUZ, 2015), así como diversos artículos y trabajos relacionados con esta materia.

Combina esta faceta investigadora y docente con la poesía; aunque su obra todavía es escasa, cuenta con la plaquette Corazón de tiza (Lulú, 2011) y ha publicado varios poemas en revistas como Turia o Eclipse (de la que durante unos años fue coordinadora). Ha participado y participa en distintos recitales y eventos literarios celebrados en la capital aragonesa, como los Altercados Poéticos organizados por Adrián Flor.


REFLEJO

La imagen
que devuelve mi espejo
dicen que soy yo,
y yo no lo creo.
Extiendo el brazo,
mi enemigo se contrae
en acto reflejo,
me dice que soy yo,
y yo no lo creo.
Le pregunto de nuevo,
me responde el silencio.
El hombre del espejo, 
ese,
está llorando,
y yo no lo creo.
Siento mi mano jugando 
en el bolsillo
y la descubro
sacando un pañuelo.
Una lágrima 
cae a mi mano.
El hombre del espejo
está llorando,
y yo me lo creo.
            
               Corazón de tiza (2011)



A TI, QUE SOY YO 

Te escribo a ti,
que soy yo,
aunque tú no lo sepas.
Me escribo a mí,
que soy tú,
aunque a veces 
ni lo sospecho.
Que sepas que
al otro lado
tu doble
tu otro
se acuerda de ti.
Te recuerdo
y tú me recordarás
a veces…
También te olvido
y me asusto porque
no te reconozco.
Y tú tiemblas
porque no sabes
quién soy
y a veces…
yo tampoco.
Por eso te escribo
para decirte
que yo
(que tú)
donde esté
en este momento
nuevo a cada intento
te recuerdo en el olvido.
                
                   Corazón de tiza (2011)



PARA TI

Por mucho que con los años
haya perdido hasta mi sombra
y tema los espejos,
para ti
que grabaste tu imagen
a fuego como antaño
a través de mis ojos
en mi corazón,
para ti
que aún me sonríes
cuando te olvido y me pierdo,
siempre tendré un beso.

                    Corazón de tiza (2011)


SURCOS

Sentí desteñirse el corazón
por tu rostro.
Vi brotar surcos de tus ojos
azul mar.
Se agotó el cartucho,
la última pluma de mi ala
había volado,
y ahora,
sólo quedaba espacio
a lo difuso.
                  Corazón de tiza (2011)


RETORNO

Mi muerte es un punto
inadvertible
grabado bajo mi último paso
convaleciente.
Tu muerte es la recta
infranqueable
que une ambas pecas caprichosas.
Imagen de aquellas
que acariciabas en trazos curvilíneos
buscando aferrarnos
entre estremecimientos
al círculo del eterno retorno
cuando solo había vida
y vivíamos de paseos
y deambulares sin rumbo.
Sus muertes
las de ambos
las de aquellos
-conocidos-
son las motas de polvo
que empañaron
intersectaron
marcaron y crecieron
hasta crear cicatrices
aquí y allá
imponiéndose la recta
que comienza y termina
en nuestros nombres desnudos
y abrazados
en sendos puntos equidistantes
que se saben vencedores.
La muerte es
-a pesar de lo mundano-
una constelación de recuerdos.
                  
                            Eclipse nº 15 (2011)


SIMETRÍAS

Despertar.
Abrir los ojos
y sentir mi legaña en ojo ajeno.
Desperezarme.
Estirar el brazo
y no poder abarcar la cotidiana simetría.
Caminar.
Posar un pie en el suelo
y advertir la bipolaridad del paso.
Desear.
Llamarte a gritos
y obtener el eco por respuesta.
Mirar. 
Reflejar tu imagen
y recibir la bofetada en primera singular.
Copiar.
Plagiarte sin bocetos
y sentir salpicar el agua del lavabo al
pronunciar
susurrar tu nombre
y sentirme perdido:
                “Narciso”.
                          
                              Turia nº 103 (2012)



FANTOCHE

Me cansé de tus besos de autómata
de tus rutinas mecánicas
y tus danzas bajo la lluvia
sin cafés reconfortantes
ni paraguas mensajeros de caricias,
solo huesos calados hasta las entrañas
y agua filtrada entre mis vacíos.
Me cansé de tus idas y venidas
del reloj de cuco averiado
agorero de tu ausencia
mientras payasos de otro mundo
me regalan su sonrisa más macabra
pintada de un carmín tan rojo
que nunca pudo estamparse en tu cuerpo.
Me cansé de tu silencio
de buscar palabras impronunciadas
por impronunciables entre sábanas gastadas
que nunca se estrenaron.
Me cansé de ser títere consorte
de madera carcomida
que carece de argumentos no ficticios.
Me cansé de no cortar los hilos
y dejar desteñirse el corazón.
“Fantoche, no nací para el blanco y negro
y tú solo has sabido darme
días grises”.
  
                                             (Inédito)


SALMODIA                             

                                      (A mi abuela)

Con la carga de los años
y las ojeras que me impuso tu partida,
volví a ti,
profané aquel recinto
luchando por evitar aquel salmo recurrente
grabado a fuego en la tierna infancia.
Fue en vano.
El soniquete es más fuerte que la voluntad.
       … No soy digno de que entres en mi casa.
Hoy
con la certeza de que marchaste tranquila,
con la esperanza de llegar al paraíso imaginado,
quedo huérfana de todo vínculo religioso
       …pero una palabra tuya bastará para sanarme.
Mañana 
pisaré de nuevo las aulas,
admirando aquellas lumbres inquietas
que pueblan los pupitres,
páginas en blanco de mochilas cargadas,
en el deseo de una libertad profunda.
Juventud esta menos esclava,
pero víctima de ciertos embates
de un pasado cada vez más caduco,
       …por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Que comprendan que la memoria es frágil,
que tienen que elevar su espíritu
hacia los fines más puros,
libres de toda atadura
       …lo tenemos levantado hacia el Señor.
Solo entonces 
soñaré con un mañana laico,
ajeno a pensamientos automáticos
que responden a rituales ancestrales.
Así,
contemplaré aquello que nunca
pude,
puedo
ni podré evitar.
Acordándome de ti,
       …y con tu Espíritu,
juntas y evaporadas
en una estela que progresa hacia la libertad.
       … Amén.
                                             (Inédito)






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RICARDO DÍEZ PELLEJERO [18.677]

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Ricardo Díez Pellejero

Bilbao,1971.
Desde 1985 está afincado en Zaragoza y, aunque ha residido en Navarra, Barcelona o Madrid, quedó arraigado en esta tierra. Escribe desde la pubertad y se enfrenta al público desde que su profesora de Lengua y Literatura, Carmen Sender Garcés, le encontrara escribiendo poemas a escondidas en su clase. Aquellos textos fueron confiscados temporalmente y recibió a modo de “castigo” dosis de cariño y ánimo suficientes para alentar su lectura pública durante la semana cultural del IB Goya, donde cursaba Bachillerato. De aquellas lecturas surgirían los primeros contactos literarios con vates en ciernes, lo que le llevaría a ser invitado por Túa Blesa a publicar sus primeros poemas en el libro de jóvenes poetas “Archipiélago de voces” (1991.Universidad de Zaragoza), donde coincidiría con Katia Aznar, Sergio Algora o Jesús Jiménez Rodríguez, entre otros.

Posteriormente, ha publicado tres libros: “Stromboli” (Enero de 1999. Editorial Braulio Casares: nº18 de la Colección Drume-Negrita. Zaragoza), “El viajero en la Tormenta” (Lola Editorial-Colección Libros de Berna. Nº 10. Diciembre de 2001. Zaragoza) y “El cielo del sol mecido” (Junio de 2007. Olifante ediciones de poesía. Zaragoza).

Académicamente se ha formado como ingeniero electrónico y ha desarrollado su carrera en el mundo de las telecomunicaciones, en primera instancia, y en el de éstas aplicadas al transporte ferroviario de alta velocidad desde principios de siglo.

Su formación como poeta es en parte autodidacta, aunque en su mayor medida se adeuda a la paciencia de muchas personas. Esta “paciencia”, desde luego, comenzó en casa de la mano de su hermano mayor, Óskar Díez Pellejero (músico, historiador y filósofo,) quien desde la cuna fuera fundamental en su desarrollo en todos los sentidos posibles: desde los primeros libros que aquel le leyera cuando Ricardo aún no sabía, hasta la lectura de sus últimos artículos sobre arte o pensamiento.

De igual modo se debe a Felix Romeo, Chusé Izuel, Javier Ruiz Urpegui, José Luis Rodríguez García, Alfredo Saldaña, Túa Blesa, Manuel García Maya, Cristina Járboles, Rafael Yuste, Mariano Castro…, a quienes tuvo el placer de escuchar y de quienes pudo aprender no solo a través de sus anotaciones sino, y sobre todo, de la experiencia apasionante de contemplarles exponiendo sus ideas.

Durante la EXPO Zaragoza 2008, participó en el programa Poesía en los Barrios del Pabellón de la ciudad de Zaragoza, como representante del barrio Torrero-La Paz, junto con Carlos González Sanz (Carlos Bozalongo), de donde surgiría amistad y colaboración.

Ha participado en muchas iniciativas colaborativas: desde textos para la bailarina Eva Recacha o la pintora Carol Lain a talleres para la Fundación DFA.

Ha tenido diversas publicaciones en revistas culturales/literarias, así como apareció en el video documental ZARAGOZA-POÉTICA.

Fue impulsor del “Colectivo Espoleta” cuyo objeto fuera la difusión cultural en espacios periféricos.

Como miembro de la Asociación Aragonesa de Escritores ha promovido el primer concurso de poesía “UP” para poetas con discapacidad intelectual, síndrome de Down o del espectro del autismo del que se editó el libro “Al volar las mariposas”, uno de los escasísimos textos de creación poética de personas pertenecientes a estos colectivos.


26

Anda ligero, 
Decía mi abuela
Anda ligero por las cornisas
Olor a pan entre nosotros
Y rostros de harina recién horneada
Chopos que cedieron bajo días de tormenta
Veredas del pasado, rastro en el camino
Y beso en los ojos del niño
Que regresa cantando desde otros barrios. 




31 

Son las diez y media en la tumba de mi abuelo
Quién sabe si me indulten
Salvaje y sin hierro: no humilles más que su arte
Decía.  




36

Retorno. La misma nube de mi infancia
Se viste de ciervo o dragón
Olivos siempre. Vides mis manos
La espera es un pacto entre miradas. 




40 

Mi abuelo en la guerra
Mi abuelo en la cama, inerme
Miro por la ventana
Al romperse la luna en luciérnagas tristes
Su mano tiembla hacia mí
Sus ojos preñados de vidrio y la duda
Tal vez ya certeza
La tomo.    

*El cielo del sol mecido. Ricardo Díaz Pellejero. Olifante, ediciones de Poesía. Solapa de Manuel Martínez Forega. Tarazona, 2007. 


DARTMOOR NATIONAL PARK

(Ocultos en los helechos)


Estamos hechos de dios
y dios está hecho de todas las cosas.
Cada día salimos a depredarlo.

Tú te has tendido entre los helechos
y me has dejado romper tu blusa:
en tus ojos las nubes,
la tierra entre mis dedos.

Si pudieras ver ahora tu sonrisa
cómo se acompasa
con la brisa que peina las colinas.
Todo parece anunciar algo hermoso
e irremediable,
bajo la rítmica avidez de nuestros labios abiertos.
Seamos, pues, profetas del porvenir
mirándonos con los ojos cerrados
y con toda la extensión de estas caricias.



EL NIÑO QUE SOY

Que el amor sería una locura,
me dijeron,
que la vida es otra cosa.
Que el futuro es sólo pasajero
y el presente no quiere a la aventura.

Que lo mío es todo,
me dijeron,
que esperar más: una tortura.
Que los ojos te miran con recelo
si no buscas denodado tu fortuna.

Que los vinos te hacen ligero,
me dijeron,
que los bosques son sólo su espesura.
Que el color no es arte
y los libros no son sino lectura.

Que querer es empezar a olvidarte,
me dijeron,
que el hablar: una impostura.
Que los dioses mueren por desgaste
y la suerte es siempre inoportuna.

Que la vida vendría a macerarme,
que el tiempo sería mi atadura…
No recuerdo quién
pero dijeron,
¿te imaginas?
Que el amor sería una locura.








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CESARE ZAVATTINI [18.678]

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Cesare Zavattini

Cesare Zavattini (Luzzara, 20 de septiembre de 1902- Roma, 13 de octubre de 1989) fue un guionista cinematográfico italiano, uno de los principales teóricos y defensores del movimiento neorrealista.

Aunque su fama se debe sobre todo a su trabajo en el cine fue también poeta, periodista y pintor. Se inició como escritor en Parma y posteriormente en Milán. En 1934 comenzó su incursión en el cine. Fue muy importante su colaboración, a partir de 1939, con el director Vittorio De Sica. Juntos realizarían películas tan importantes como Ladri di biciclette (o Ladrón de bicicletas en otros países) (1948), Milagro en Milán (1951, basada en la novela de Zavattini Totò il buono), Umberto D. (1952) o El oro de Nápoles (1954).

Se rodaron más de ochenta películas con guion de Zavattini, dirigidas por los más importantes directores italianos y europeos, como Michelangelo Antonioni, Alessandro Blasetti, Mauro Bolognini, Mario Camerini, René Clément, Giuseppe De Santis, Federico Fellini, Pietro Germi, Alberto Lattuada, Mario Monicelli, Elio Petri, Dino Risi, Roberto Rossellini, Mario Soldati, Luchino Visconti o Damiano Damiani.

La única película española en la que Zavattini participó fue Piruetas juveniles (1943) de Giancarlo Capelli.



Selección de poemas de Cesare Zavattini/Cobijarme en una palabra (Bartleby, 2016. Traducción de Juan Vicente Piqueras)



MEI TASÉR

Véta véta, cus’èla? Mei tasér.
An vrés mia disturbà chi du là
chi è dré a gusars’ in mès a l’erba.



MEGLIO TACERE

Vita vita, cos’è? Meglio tacere.
Non vorrei disturbare quei due là
che si stanno chiavando in mezzo all’erba.



MEJOR CALLAR

Ay, la vida, ¿qué es? Mejor callar.
No quisiera molestar a aquellos dos
que están gozando en la hierba.



DIU

Diu al ghé.
S’a ghé la figa al ghé.
Sul lö al pudeva invantà
na roba acsé
cla pias a töti a töti
in ogni luogo,
ag pansom anca s’an s’ag pensa mia,
apena ca t’la tochi a cambióm facia.
Che mument! long o curt al saióm gnanca.
La fa anc di miracui,
par ciamala
an möt
a ghé turnà la vus.
Ah s’a pudés spiegaram ma
l’è dificil
cme parlà dal nasar e dal murir.



DIO.

Dio c’è.
Se c’è la fica c’è.
Solo lui poteva inventare una cosa così,
che piace a tutti a tutti
in ogni luogo,
ci pensiamo anche se non ci pensi,
appena tu la tocchi cambi faccia.
Che momento, lungo o corto non si sa.
Fa anche dei miracoli,
un muto
per chiamarla
gli è tornata la voce.
Ah se potessi spiegarmi ma
è difficile
come parlare del nascere e del morire.



DIOS

Dios existe.
Si existe el coño, existe.
Sólo él podía inventar una cosa así,
que les gusta a todos, a todos
en todas partes,
que piensas en él hasta cuando no piensas
y si lo tocas te cambia la cara.
¡Qué momento! Largo, corto, no se sabe.
Hace incluso milagros:
sé de un mudo
que recobró la voz
para nombrarlo.
Ay, si pudiera explicarme,
pero es difícil
como hablar del nacer y del morir.



LA BASA

O vést an funeral acsé puvrét
c’an ghéra gnanc’al mort
dentr’in dla casa.
La gent adré i sigava.
A sigava anca mé
senza savé al parché
in mes a la fümana.



LA BASSA

Ho visto un funerale
così povero
che non c’era neanche
il morto nella cassa.
La gente dietro piangeva,
piangevo anch’io
senza sapere il perché
in mezzo alla nebbia.



LA BASSA

Una vez vi un funeral tan pobre
que no había ni muerto en el ataúd.
La gente iba detrás llorando.
Iba llorando yo también
sin saber por qué
a través de la niebla.



CHI PASA DAL ME PAES AD NOT

Chi pasa dal me paes ad not al pensa
costi i é fora ad töt, in dn’atar mond.
Nisön inguinarés in stu silensi
che dés chi stava propria in sti ca ché,
tant zuvan ch’i é ancor viv li madr’e i padar,
i ià impicà
pochi dé pröma della pace.



CHI PASSA DI NOTTE DAL MIO PAESE

Chi passa di notte dal mio paese pensa
questi sono fuori di tutto, in un altro mondo.
Nessun indovinerebbe
in tanto silenzio
che dieci che stavano proprio in queste case qui,
tanto giovani che sono ancora vivi madri e padri,
li hanno impiccati
pochi giorni prima della pace.



SI ALGUIEN PASA DE NOCHE POR MI PUEBLO

Si alguien pasa de noche por mi pueblo
puede pensar éstos viven lejos de todo, en otro mundo.
Nadie imaginaría en medio de este silencio
que a diez de los que habitaban estas casas,
tan jóvenes que aún viven
sus padres y sus madres,
los colgaron
pocos días antes de que llegara la paz.





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PILAR DE VICENTE-GELLA [18.679]

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Pilar de Vicente-Gella 

Pilar de Vicente-Gella Capo nace en Zaragoza (España) en el año 1948, aunque posteriormente se traslada a vivir a Madrid,falleciendo en el año 2016.

Desde muy pequeña tiene una fuerte inclinación por las artes, concretamente su vocación se encuentre dividida entre la danza y la poesía.

Con veinte años, formó parte de la compañía de teatro de la Ópera de Montecarlo.

Recibió el primer Premio de Poesía "Nicolás del Hierro".

Se mueren, de estío, los alcores...

Se me mueren, de estío, los alcores
que cuando me encontraba con tus manos
la garza alzaba el vuelo
y gemían las aguas, ya tan puras,
de tus dedos al roce.
Apriétame el calor de este verano
como inútil promesa.
Fue fugaz tu destino
encallando en mi vida adormecida.
No conozco el color de las plegarias.
Pero ruego a los cielos, si aún existen,
que no olvides por siempre
aquel único gramo de locura.


ADIÓS A LA POETA Y EX BAILARINA

PILAR DE VICENTE-GELLA

Pilar de Vicente-Gella acaba de fallecer en Madrid, sentada en un sofá de su casa, de un infarto al corazón. Poeta y narradora, había publicado una larga docena de libros, diez poemarios y tres volúmenes en prosa, el primero de ellos, de narraciones, apareció en Heraldo de Aragón: ‘El trasplante y otras narraciones para casi adultos’ (1981). Esta mujer de mundo, viajera y sensible, que adoraba la música, la poesía y las bellas artes en general, había nacido en Zaragoza en 1942, un día de San Jorge. Pronto despuntó como bailarina de ballet clásico. Estudió en su ciudad, en París, en Cannes y Montecarlo, y en la temporada 1967-1968 integró la compañía del Ballet de la Ópera de Montecarlo. Se casó con el diplomático Fausto Navarro y eso la llevó a vivir en distintos lugares del mundo: París, Liverpool, la India, etc., hasta que se instaló en Madrid.

Si el ballet fue la pasión de su juventud, la literatura iba a ser su auténtica vocación, y en particular la poesía, llena de emoción, de tersura, centrada en los grandes temas: el amor (“Amar es el verbo. El resto, incidencias del paisaje”), el paisaje, la palabra (“La palabra es un arma casi silenciosa”), el recuerdo de la infancia, los sueños, el universo familiar, la pulsión de la belleza, la serenidad de los recuerdos, etc., el paso del tiempo. Por ejemplo, en su libro ‘A contratiempo’, de poesía y aforismos, escribió: “No matéis nunca el tiempo. Ya se toma él la molestia de matarnos”. Algunos de sus colecciones líricas son: ‘La eterna prometida’ (Andrómeda, 1987), ‘Cuarto creciente’ (Andrómeda, 1990), que es su particular homenaje a la poesía árabe y que se presentó en la Biblioteca Nacional, ‘En el frágil costado de la infancia’ (Diputación de Zaragoza, 2000), ‘Réquiem de julio’ (Torremozas, 2006), un libro dedicado casi por completo a su amigo el poeta de los 50  Claudio Rodríguez, que moría demasiado pronto en un hospital de Madrid. “Hoy, catorce de julio. / Y Claudio se nos muere, poco a poco, / entre sábanas tersas”.

       No podemos olvidarnos de su novela ‘Por amor a Wolfgang Amadeus’ (Grupo Libro 88, 1998), centrada en Mozart. En el pasado 2015 publicó dos nuevos libros: ‘Tornaviaje’ y ‘A contratiempo’, este dedicado a sus nietos, ambos en Torremozas. Pilar de Vicente-Gella había participado en numerosas revistas, en diarios como HERALDO (recuerda su gran amigo Alfredo Castellón que mandaba crónicas y reportajes cuando vivía en la India), fue seleccionada por Ángel Guinda para su antología de poetas aragonesas, ‘Yin’, en Olifante y había sido traducida al francés, al portugués y al inglés, entre otras lenguas. Ha sido incinerada y fue despedida en una capilla de San Antonio de la Florida, territorio de su amado Goya. Sirvan sus propios versos de adiós: “No conozco el color de las plegarias. / Pero ruego a los cielos, si aún existen, / que no olvides por siempre / aquel único gramo de locura”. 




De
LA CASA ABANDONADA
Madrid: Ediciones Torremozas, 1995.

6

Tú casa, cautério de otras horas, hoy caudal
de vacío y de llanto
¿donde irás este dia?
¿Dónde tus blancos muros se asentarán indemines,
ajenos a nosotros?
¿Qué manos, qué quejidos te rozarán la piel?
Eras como el castillo que me conto en mi infância
el verbo de mi madre,
en las anochecidas tan privadas de luna,
cuando el piano en la sala,
rezaba con Beethoven
y una algarabía de pan y chocolate
me manchaba las manos.
Eras urna que, dócil, intentaba el refugio.
Eras almud que, suave, aceptaba mi siembra.
Y hoy han muerto casi todos tus habitantes.
Sólo yo permanezco
si es salvarse de muerte este vivir cegado.
Resta mi voz tan solo.
Esa voz que atenaza
la blancura tan gris
de tus cuatro paredes.
Y te ruega, te grita, te impone: no olvides.
Casa, recuerda siempre a quienes te habitamos.
En ti seremos sombras
que abriguen tus pasillos.
De nuevo otorga voz
a aquello que em ti mueren.
Y yo que vivo aún
— si vivir se pudiera con tanta muerte atrás
atándome los pulsos —
habré de bendecir
para siempre la puerta que fue mía.


10

¡Qué lejanas horas
en que pudiera amar a padre y madre!
Habiada de sombra está la casa.
En cada leve quicio
un crisantemo llora su letargo.
¿Y por qué tan altivos corredores
aún protegen mi melancolia?
Tal vez perdura el milagro del verbo
arropado por las blancas paredes.
Tal vez, em mi renuncia,
creo oir el bramido de la casa
protegiendo mis manos de tantas flores muertas.


19

Aún me veo perdida entre grandes alturas
que tus techos urgían>
Menina torpe y ciega, como una muñeca
a quien todos quisieran.
Bajo aquella gran mesa que el comedor centraba
yo tenia refugio. 
Todo allí fue posible.
Peter, Alicia, el Gato fueron mis compañeros.
Mis únicos amigos
con los que compartir
el chocolate oscuro
o la manzana tersa. Ahora tu soledad
es igual a la mia.
Y tu te deshabitas
sin que yo haya aprendido con la vida a habitarme.


26

No partas, corazón, en esta noche
en que el tibio refugio, por poco, nos deserta.
Ni en furtivos amores halles cauce
que no redima aún
sus techos ni mis labios.
Sola habrás de seguir, estrella mía,
limitándome el paso y el sendero.
Ni un amor fugitivo,
ni sombra de hogar,
que fuera cual cobijo de tus horas
te arroparán la senda.
¿Qué suenãs, todavia, corazón
si la vida es un campo en que las densas ramas
rehuyen de su fruto?



-De ‘Réquiem de julio’ (Torremozas, 2006)


Hoy, catorce de julio

Hoy, catorce de julio. Clínica del Rosario.
Y Claudio se nos muere, poco a poco,
entre sábanas tersas.
Tan blancas, tan lavadas,
más blancas que sus sienes
teñidas de azabache.
Su rostro ya ha adquirido ese gris macilento
que nos aguarda a todos, pues la muerte es cercana.
Me ha reconocido.
Ha dicho algo.
Tal vez fuera importan, o así creo.
Tal vez su despedida.
Mas no logro raptar todo su verbo.
Me quedo sin el último mensaje.
Cojo el cincuenta y uno. Príncipe de Vergara.
Llego a Alcalá. Gran Vía.
Y ni siquiera llueve en esta hora.
Espero mi transporte.
Enciendo mi suicidio en un cigarro.
Y ahora me doy cuenta de que tanta tristeza
humedece mis ojos
como un río pequeño que no tuviera orillas.



DESPEDIDA DE CRISTINA VIZCAÍNO: 

Pilar de Vicente-Gella, Piluca para los amigos, fue una mujer extraordinaria, de un  gran corazón inteligente. Valiente para ser siempre ella misma respetando y amando a los demás. Fue rebelde y amable, independiente y generosa. Sabía dar y recibir. Amaba el arte y lo creaba. Nos ha dejado mucho y por eso siempre estará con todos nosotros. Dejó escrito: "Moriré realmente el dia en el que, aquellos que me aman borren mi palabra".


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BLANCA VICTORIA DE LECEA [18.680]

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Blanca Victoria de Lecea

Madrid, España, 1991

Ha aparecido en diversos fanzines digitales (Por Qué Tiemblan, Absurdo, Tea Herética o Descotazar), páginas web (como Errr-magazine, New Spleen, VOCES The idealist, TPA o Digo.Palabra.txt) y en los libros de antología poética El país de los poetas, Anónimos 2.3 y Versos en el aire. Es Periodista Cultural en Drugstore Magazine, escribe para la revista Contrapunto de la Universidad de Alcalá y en uvedelecea.


Sitios que al mismo tiempo hablan de recuerdos 
diferentes

Él me hablaba de quién realmente había ganado la segunda guerra mundial.
Y yo le miraba a base de susurros de antiguas complicidades.

Incapaz de aguantar la concentración,
imaginaba cómo sería discutir con él
la sutil diferencia
entre la angustia y la melancolía,
o si prefería tener perros o hijos
o si quería abrazarme el tiempo que nos quedaba
por compartir.

Ésta última se la escribí con una caricia
pero él prefirió seguir con la guerra.


Avería de escombros

Marcando el linde:

Filos blancos en el albornoz
Figura varada y muda
Desamparada

Furgoneta apostatada
o perro abatido

Mísera tristeza
sumida en el abandono
de unos chistes sin gracia

Fluido de grana
Olor de orines

Vagabunda repulsión,
rugir de trueno delirante
en la madrugada

cucaracha kafkiana
que arma errabundas miradas

zumbido de mosca
que cierra cualquier puerta
y separa estancias.

:Limitando el vínculo


El motor se para

Alcanza el umbral y resbalan los cuerpos de las bicicletas. Se sumergen y despeñan al suelo.
No se puede seguir eligiendo libros en las bibliotecas. Se ahogan los lactantes arriados.
No se puede seguir tirando de piedras. Se quiebran y derraman los afectos.
No se pueden dar más pasos. Fundieron las fuerzas.


Amasijo devorado por el ciego latido

¿Quién te anida? Consulto al retrato
Ningún temblor en el resplandor deshabitado del sur
La imagen que soy ignora mi presencia
Y no sé quién responde:

Ecos caídos de lejanos transitares.

Han entrado las termitas derramando denso oleaje,
por las costuras, se ve lo negro.

El felpudo se convirtió en envoltorio y no hay madre.

Quedaron las dunas, los huérfanos huecos en el lecho deshojado.

Eres
esta Caverna lanzada al velo del vacío, al olvido del delirio



Recalcitrar. Resistir con tenacidad a quien se debe obedecer

El absoluto
control
estúpido
de su madre

sobre cualquier movimiento
que emita su hija.

Y si la madre está fuera
es su fantasma el que está dentro.

La hija sabe
que hasta que la hija no muera
y no muera la hija de la hija
no morirá su madre

o que nunca morirá
si seguimos bajo esta
atávica
lluvia.

Pero los fantasmas de las madres
siguen salvando el vacío
entre suelo y puerta,
latigando al aire, hendiendo
la celosía.

Logran
pasar.

Hedionda existencia, lustrada con jabón,
pero hediondo lo caminado
al acostarse,
hedionda la herida
al abrir las piernas,
hedionda la boca
escuchándose a sí misma.

Hedionda
existencia.

Y se repite para sí;

Romper

la Soga

Ancestral


Abandono

Dejarse mecer
por la brisa de la ola y, dar suaves vueltas de campana
una tras otra. Aterrizar,
dulcemente y
a cuatro ruedas, en
una
nube
negra.




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INÉS PARRA [18.681]

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Inés Parra

México, D.F., 1976
Licenciada en Comunicación por la UNAM. Algunos de sus textos han aparecido en revistas literarias como Curia, Deriva y La Siega de Madrid, España; en el Periódico de poesía de la UNAM, así como en la Antología Hasta agotar la existencia II de la editorial Resistencia en 2004. Tiene publicado el libro Pequeña Sonámbula, editorial Fridaura 2006, y ese mismo año obtuvo la beca Artes Por Todas Partes por su espectáculo de danza y poesía Pequeña Sonámbula. En el 2010 obtuvo la beca Red para el Desarrollo Cultural Comunitario del Gobierno del Distrito Federal por su espectáculo de poesía y danza: “Luz, luz enemiga”. En el 2011 publico su segundo libro de poesía Música de violín para suicidas en la Editorial Verso Destierro.


                             Para A. P.

Soy demasiado femenina para
alcanzar la estatura de tus huesos,
La mueca de esa fotografía en blanco
Donde la muerte está a punto
de seducirte.
Mi madre no me llamó Alejandra,
Me nombró niebla,
Y llenó mis rojos cabellos
de soles agonizando;
Aprendí a pisar con mis zapatillas
de lluvia lo más negro de la noche,
Todo, mientras veía a tu sombra
hurgar el cráneo del silencio,
Y descubrí que para hablar de luz
Hay que sacarte de entre los muertos.

  


De Pequeña sonámbula



Traía en la mirada el cansancio de los muertos,
La sed de los condenados.
Se vio sin lengua,
No volvería a gemir en las ventanas del abismo...

No comerás de mi lengua la palabra tumba,
No pasarás entre el nudo del suicida.
El silencio será la jaula exacta de tu bestia.
Señora tragedia,
Señora lamento,
Esconde las flores lloronas que escurren de tus piernas,
Esconde esa carta firmada por mi polvo.

No me verás hueso herido entre las astillas de tu corazón,
No me verás lluvia en el desolado paisaje de los que penan.
Señora miedo,
reza de lejos la letanía del infierno,
Llama a tus fieles perras,
Es hora de que abandonen las paredes,
Es hora de que dejen libre al espejo.

No me verás llorando entre amapolas,
No me verás tumbada entre claveles.
Ruega, para que me abandonen las hienas,
Ruega, para que no le prenda fuego a tu sombra,
Señora tragedia,
Escapa hacia las ruinas del olvido,
Ahí la tumba,
Ahí el manzano que alimentará a tus bestias.



*


Una de ellas, una de ellas, una de mis cartas,
Te llevará la noticia: he muerto.
Sólo así reanudaremos nuestra correspondencia.

Perder la razón en las ojeras
De un hospital moribundo,
Perder el vientre entre mujeres
Que dan a luz a estrellas ciegas,
Perder la cabeza en la habitación
Donde Dios habla secretamente con la muerte.

¿Te has olvidado de mí, señor?
Si fuiste tú quien sembró esta flor
Que no se atrevió a nombrarte.

Que paren de llorar las paredes,
Que los árboles ya no canten la canción de lluvia.
Me duele la sangre,
El espinado esqueleto de mi amor.
Que venga la enfermera
Y pinte mis labios de locura.

En estos pasillos se habla de cicatrices,
En esta blancura sólo vive la mancha de la ausencia.
Ángeles púrpura detienen mis piernas,
Quiero irme,
Quiero ver de nuevo el triste rostro de sol.

¿A qué hora comenzaron a llorar los árboles?
¿Quién los ha dejado entrar por la ventana?

Perder la razón delirando entre fantasmas,
Llamando a mi madre,
Blasfemando diminutos cadáveres,
Llenando el hueco de mi vientre
Con amarillas amapolas
Para que me dejen salir,
Para que me dejen de nuevo jugar
Al amor,
A la dama triste del hospital
Atada en una cama.



*


Ella es un espejo que al llegar la noche
Corre en busca de un rostro.
Ella sueña que en su vientre juegan muñecas,
Mueve con sus lágrimas la cuna del hijo que nunca estuvo.

Ella lleva bestias en su herida,
Les incendia la boca a los fantasmas,
Destroza las lunas con lo bruma de su diente.

Ella en su desesperación deshuesa flores,
Dibuja ángeles en los labios de las sombras.

Ella ama a los manzanos que crecen de sus ojos,
Abre la luz,
                         Ahoga al miedo.
                                    Ella es un espejo,
El astillado rostro en que se mira la muerte.



*


Ya no soy ni seré la calavera azul de tu tristeza,
No seré ese puñado de llorones huesos
Que locos arden por las calles de la rabia.

Seré, compañero, aquella que hilvana la sombra
A cuanto ángel pasa y blasfema por tus ojos,
Esa que en la tormenta junta nubes
Para mover las barcas del olvido.

No seré la sonámbula,
La que asesina espejos,
La que carga en sus labios los blanquísimos
Suspiros de una necia muerte.

Ya no soy ni seré el esqueleto roto,
La mordida justa de un corazón ladrante.

(En algún lugar, no lejano al abismo,
Suenan las notas de odio
Que me enseñaste para ahuyentar la sombra).



*


Aquí estoy con mi calavera de siempre
Y mis dudas rutinarias peinadas por la herrumbre.
Con mis huesos ya lejanos
Y las espinas apunto de volar.

Estoy con mi gemela manera
De no entender la noche,
Con mi profunda garra atada
                                                A nubes y peldaños,
Y la memoria tuerta por las mariposas.

No dejo de estar aunque tu hueco deje suelta a la fiera,
Y mi sombra duerma
En el florido cadáver de tus cartas.

Nunca olvido que mi lluvia es muy bestia
Y que anda
Entre el sueño y la garra,
Haciendo eco en tu niebla.



*


Dime, amado, ¿por qué las fotografías callan?,
¿Por qué el viento del norte en sus labios?.
Dime, amado, ¿por qué el retrato del espejo canta?

Clamo y lloro para que sean las fotografías las que se enfermen,
Y sufran esta angustia de niebla que llevo en el rostro.

Alguien le robó la voz a tus besos,
Acuchilló mi sombra mientras dormía.
Dime amado, ¿por qué no despierto?.



*


A los que no duermen se les llenan
Los ojos de sonámbulos girasoles,
Tulipanes enloquecidos les devoran los sueños,
La sombra.
Soles extraños les queman el esqueleto,
                                                El miedo.

Lo terrible de la luz
                        Crece bajo sus párpados.




Del libro inédito: Sonata para invierno

          
V

Tú que sólo sabes de oscuridad,
dame la mano,
y que la música detenga la tarde.
Las cuerdas del violín se tensarán sobre mi vientre,
el mar agitará lo azul de sus cabellos.
Todo será tormenta
para que tu primer rayo caiga,
como el llanto de tu ojo aún sumido
en el vientre de la noche.

          
VI

A las palabras tristísimas ni la lluvia se las lleva.
Es tu llanto el que baña los ojos de las flores.
La amargura de los días ni con el pan
y el agua se borra.
Eres dueño de la borrasca que me ata las manos a la noche,
a esa madrugada en donde el cielo perdió la razón
y hubo una loca para cada estrella.

          
XVII

Ni época,
ni tiempo.
Sólo te bastó el amor lleno de golondrinas tras la ventana
y domingos azules de frío.
Hubo una vez una mujer que amo a un hombre
que no recordaba el nacimiento de su sombra;
que sólo recordaba la neblina en los ojos de su madre
y esa flor que sembró en sus manos para no temerle a la muerte.



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DIANA GALVÁN [18.682]

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Diana Galván

México, D.F., 1996
Cursó sus estudios de bachillerato en la Escuela Moderna Americana. Actualmente estudia Biología en la Facultad de Ciencias. Empezó a escribir sus primeros cuentos a los ocho años, e incursionó en la poesía durante la adolescencia. Escribir es un elemento vital, de purga, de creación y de vida misma para ella: no hay mundo sin poesía.


Nacimiento

Abro el contorno de mis labios
y encuentro un camino.

En la penumbra del relámpago,
escondo mi grito:

¿Pero qué me importa?

Me siento yo, pero soy mujer
cuando me ven, cuando me sienten. Soy mujer
cuando me vuelvo mujer; pero yo
sólo soy.

Y soy efímera, y soy ausente y soy lo
que me vuelvo y lo que
la penumbra de un relámpago
me alumbre.

                                   ¡Nitrógeno!

Con el murmullo del restriego
de la yunta universal,
me surcan el ombligo:
el centro de un mundo, mi mundo.
Planto mis pies
sobre la tierra
virgen de luz y de lluvia. Pero yo, que
sangro con el diluvio de los días, que
sangro la fértil semilla sobre mi vientre
gordo, desbordante,
[yo, la Venus desnuda,
voluptuosa mujer de arcilla]
me hundo en la tierra y semillo
la vida;
de luz y de lluvia universal.
Me corro húmeda y huelo las raíces
de un frijol negro, verde,
luminoso.
Y mis dedos sepultan, y mi
cuerpo desparramado
desborda sobre éste,
                      el peor de los mundos posibles.



Momento

Hoy me pintaré los labios de rojo púrpura
para besarme los párpados dormidos
en el crepúsculo.

Llevaré la sombra de mi cuerpo
caminando con la espina
torcida del ánimo
y del ánimo me la
llevaré lejos, hasta que me canse.

Caminaremos las dos
arrastrando los contornos
sin transparencia; seremos
aquella sucesión infinita de puntos
y nos conformaremos
en la finita limitación de los cuerpos.

Iré pintada de los labios
y escurriré con palabras
para pronunciar el silencio.
Aquella sombra mía esculpirá
mis pasos y se volverá la huella
de un sonido continuo, sin pausa.
Se volverán surcos en tonos y
tonos en lenguas, y vestiré
con calderones el tiempo de mis
pulsos prolongando la armonía,
agotando la suerte
de no terminar nunca.



Al borde

Una mujer afila
el encaje del
vestido.

Lo lleva a las caderas y
sus senos se desnudan
con el brillo
del deseo.

Una mujer afila
su sonrisa

y le brillan los dientes
como el sudor
resbalando en sus rodillas.

El ombligo se lo tuerce con
los dedos

y abre los ojos
para abrirme el cuerpo.


Amanecer

Escucho en tu silencio
el quiebre de la hierba
fría, como en las mañanas de
verano.

En las plantas de los pies
el rocío me sangra
gota a gota.

Mirada amarilla
reflejada en las paredes
de carne cruda.
Crudacrudacrudacruda
en los rincones
alumbrados de fuego
negro
azul
y blanco.

Sólo escucho este silencio
y truena como el crujir de
los nudillos;
se rompe la hierba
porque  caminas sobre ella
medio sonámbula.



Yo ante mí

Me descubro ante
la oscuridad de la noche

inmensa, un océano
poblado de luces
y recuerdos

imbricados en mi
piel de escama,
en mi piel jaula.

Me desnudo una por una.
Caen mis láminas,
memorias cartílago.

Me descubro ante la noche
sintiéndome
como pez fuera del agua.

Como una gota de lluvia,
te resbalas por mi cuerpo.
Eres sudor, y se escurre
indeciso como un primer beso
tu susurro sobre mis labios.

¿Acaso nuestro reflejo
—sobre ventanas púrpuras—
se vuelve el recuerdo triste
que recordaremos después?

¿O serán nuestras miradas
las que luego nos persigan
y nos recuerden a esta
gota de lluvia?





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IVÁN ARTALEJO [18.683]

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Iván Artalejo

Chihuahua, Chihuahua, México  1990
Escritor. Trilingüe. Publica sus primeros poemas en la antología poética Suversos en Chihuahua, Chihuahua, en Octubre de 2014. Ha participado y ha sido publicado en varios concursos literarios a nivel nacional e internacional (España y Francia), así como en colaboraciones con poetas de distintos países de Latinoamérica. Miembro activo del movimiento Poesía Norteña con sede en Chihuahua, Chihuahua. Próximo a ingresar a la carrera de psicología clínica.


ETERNIDAD

Ninguna eternidad como la nuestra.
Ninguna eternidad como la tuya en mi vida.
Ninguna eternidad como la tuya, mi vida.
Ninguna eternidad como la tuya.
Ninguna eternidad.
Ninguna eternidad que se diluya.
Ninguna eternidad que se nos escape, vida.
Somos eternidad, la vida nos los demuestra.
Ninguna eternidad, vida mía, como la nuestra.




GOTAS DE LLUVIA

Somos frágiles gotas de lluvia, gotas de lluvia que se deshacen en el tiempo; olor a humedad que se lleva consigo la melancolía y el viento. Somos frágil llovizna cuyo destino alcanza al chocar contra el suelo; frágil llovizna que quiere arrasar con la tierra cual si fuese fuerte aguacero, pero no somos más que endebles gotas de lluvia atrapadas en la borrasca. Lluvia. Somos lluvia. Frágiles gotas de lluvia salidas de un ser supremo, concebidas en las tormentosas y oscuras nubes de su pensamiento.




SUEÑOS

Los sueños no son más que alucinaciones que derivan de nuestros más profundos deseos. Algunos sueñan mientras duermen, otros soñamos estando despiertos. Con esto en mente, te puedo decir que eres tú la alucinación más hermosa, más constante, y más recurrente que he tenido en mi vida.




EL CENTRO DEL UNIVERSO

Su ombligo es el centro del universo, el centro de mi universo. El observarla dormir, sabiendo que abrirá de nuevo esos ojos castaños, para poder reflejarme en ellos, es un milagro para mí. El sólo escucharla respirar es un milagro para mí. Ni viviendo otras cien vidas podré llegar a agradecer el haber coincidido con ella en ésta.




SOLEDAD INFINITA

La soledad llega de nuevo, toca a mi puerta y se desliza a mi lado aún sin siquiera respoder su llamado. Se me trepa a la espalda, se me mete en los ojos, se me mete en el alma, soledad: el consuelo de los locos. Soledad infinita. Tormenta aquí dentro, tranquilidad allá afuera. Podría morir esta noche y nadie vendría, y el eco de mis recuerdos en la memoria de absolutamente nadie resonaría. ¡Oh soledad infinita! Al menos tú me acompañas en ésta, mi última noche…





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