Quantcast
Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
Viewing all 7276 articles
Browse latest View live

JUDITH BAUMEL [18.540]

$
0
0

JUDITH BAUMEL

Judith Baumel nació el 9 de octubre de 1956 en el Bronx, Nueva York, es una poeta americana.

Creció en la ciudad de Nueva York, asistiendo a la Escuela Secundaria de Ciencias del Bronx. Se graduó en la Universidad de Radcliffe, magna cum laude, estudiando con Robert Lowell, Robert Fitzgerald, Elizabeth Bishop, Robert B. Shaw, James Richardson y Jane Shore. Se graduó en la Johns Hopkins University, donde estudió con Richard Howard, Cynthia Macdonald y David San Juan. Fue profesora en la Universidad de Boston y la Universidad de Harvard. 

En 1985, se casó con el poeta y periodista David Ghitelman, editor de la revista temprana AGNI. Se divorciaron en 1999. Su actual pareja es Philip Alcabes, profesor de Salud Pública en el Hunter College, City University de Nueva York, y autor de Dread: How Fear and Fantasy Have Fueled Epidemics from The Black Death to Avian Flu (Public Affairs 2009).

Fue directora de la Sociedad de Poesía de América 1985-1988.

Su trabajo ha aparecido en The Nation, The Paris Review, Ploughshares, Poetry, The Yale Review, AGNI, The New York Times, and The New Yorker. 

Vive en la ciudad de Nueva York y enseña en la Universidad Adelphi y el City College de Nueva York. Su blog es http://www.judithbaumel.com

Premios 

1987 Premio Walt Whitman

Libros 

The Kangaroo Girl . GenPop Books. 2011. ISBN 978-0-9823-5943-3 .
Now: a collection of poems . Miami University Press. 1996. ISBN 978-1-881163-14-5 .
The Weight of Numbers . Wesleyan University Press. 1988. ISBN 978-0-8195-2144-6 .

Periódicos 

"Mr. Goldfish and Vicky" . mamazine .
"Vandalism" . The New Criterion . February 1996.
"Our Differences" . AGNI 21 . 1984.

Memorias 

Jeffrey Meyers, ed. (1988). "Robert Lowell: El Maestro". Robert Lowell, entrevistas y memorias . University of Michigan Press. ISBN 978-0-472-10089-7.

Antologías 

Nicholas Christopher, ed. (1989). En 35: la nueva generación de poetas americanos . Ancla libro. ISBN 978-0-385-26035-0 
William J. Walsh, Jack (INT) Myers, ed. (2006) En el marco de la roca:. Poetas americanos contemporáneos, 1951-1977. Mercer University Press. ISBN 978-0-88146-047-6 .


La traducción al español es de Tania Márquez Aragón.
http://circulodepoesia.com/2016/04/american-poetry-judith-baumel/


Día nevado

¿Qué fue eso que me llevo a insistir en los trineos?
¿A sacar a los niños al parque de juegos a través de colinas empapadas
en lugar de hacer ángeles? Estaba hundida en el hielo y ellos también.
En sus pestañas había hielo inamovible,
se arrastraron y revolcaron en la nieve. El progreso de sus rendidas
extremidades se hizo lento. Seguramente
la memoria del fuerte de nieve atrapa,
la infantil ciudad que descarrila felizmente
sus esperanzas de leche y pan y papel oscuro.

Cuando era joven vine a Boston tarde
tarde tarde una noche de invierno desde Baltimore.
El alba, después de la ventisca del setenta y ocho
resplandecía en la callada ciudad donde
los camiones de basura barrenaban sus cargas de nieve
como a través de una ciudad secreta-
llenando y  botando  en el puerto
y llenando de nuevo. Acababa de remover
un niño de mi vientre, bueno alguien más lo hizo
y no era un niño sino una pequeña herida
por dentro. No significó nada para mí, ese tritón

ese feto prematuro y nada significó el procedimiento
excepto, quizás, el fin del miedo
y las náuseas. Hoy, cómo resiento
la forma en que la tristeza y pérdida son recuerdos
que estamos forzados a cargar. Escuchen-Feliz
es como me sentí y todavía me siento así,
cuando puedo excavar a través de los eufemismos
de aquellos que hablan por mí. Feliz, más feliz
que por siempre ese grano, ese organismo que
permanece por siempre pequeño e inacabado

en contraste con mi hijo que llegó exactamente
diez años después de ese día,
a una mujer lista para él. He llorado al volver a
mi perdido amor de nuevo,
viendo las calles de Boston siendo limpiadas
clareadas de la nieve invasora
que se adhiere a las arterias y que justamente
sofocó nuestra oportunidad de hacer una vida corriente.
Esa lucha con el destello de la media noche:
el limpio y arreglado gesto de una madre.



Snow day

What was it drove me to insist on sleds,
to pull the children out of the playground
and toward the park’s much steeper hills, instead
of making angels? I was waist deep and bound
by ice, and they were too. In their eyelashes
was unremovable ice. They crawled and flailed
on snow. The progress of their grudging limbs
slow. Surely memory of snow-fort caches,
the childish city happily derailed,
its hopes of milk and bread and papers dim.

When I was young I came to Boston late
late late one winter night from Baltimore.
The pre-dawn, post-blizzard of seventy-eight
glowed in the silent town where dump trucks bore
their loads of snow as through a secret city—
filling and then dumping in the harbor,
filling yet again. I’d just removed
a child from my womb. Well someone else did it
and it was not a child but some small scar
inside. It meant nothing to me, that newt,

that early fetus, and the procedure meant
nothing except perhaps the end of fear
and queasiness. Today how I resent
the way sadness and loss are souvenirs
we’re forced to carry with us. Listen—Happy
is the way I felt, and still I feel,
when I can shovel through the euphemisms
of those who speak for me. More happy. Happy
that forever will that speck, that organism
remain forever small and unfulfilled

in contrast to my son who came exactly
ten years after to the day, and to
a woman ready for him. I had wept
returning to my now-lost lover anew,
seeing the streets of Boston being cleaned,
scraped clear of the invading snow
that clung  to arteries, that fairly  smothered
our chance to try to make a normal flow
of life. That struggle with the midnight gleam:
the wiping tidying gesture of a mother.




Daphne era bien conocida en estas puertas
y en estas calles. De afable humor y afable sonrisa.
Nos rasgamos las vestiduras y tomamos asiento en la tarima.
Veamos quién puede contar mejor la historia.


Amaryllis

Te adoraré lo mejor que pueda.
Tomando mi turno para alzar a nuestra Daphne
Hacia las estrellas. Daphne debe elevarse entre ellas,
también fui a amada por Daphne.

Lycoris

Amargo café por la mañana cremoso y acompañado de chisme.
Nuestras madres preocupadas aún ofrecen consejos pertinentes.
Debiéramos juntar los trapos viejos
y en la mesa de la cocina tenderlos bien planchados.

Cytheris

Por qué me importa si todavía se veía hermosa
ayer en la última foto. La piel nacarada y el rostro
sutil y frío de Daphne se recuestan entre su hijo e hija.
Entre su casi último y último suspiro.

Delia

Un paseo de otoño en carroza hacia la cosecha del manzanal.
Entrelazamos hombros, bajamos la cabeza al hablar.
Y oímos el llamado, sollozando en la luz que mancha.
Nuestros niños nos estaban buscando tomados de la mano.

Nysa

¿Quién estaba allí cuando las manos de Daphne dejaron de cerrarse?
¿Dónde estaba el destino cuando la lengua de Daphne engruesó
y se asentó en su boca O la brisa dónde estaba cuando los músculos
no movían más los pulmones de Daphne?

Phyllis

Mañanas por el camino verde de paliséid,
el camino un desconcierto de matorral, ramas y vidrio.
Caminamos y hablamos y pensamos, pero falso era,
que mi vida se cerraba y la de ella volvía a destellar.



I Too Was Loved By Daphne

Daphne was known within these doors
And to these streets. Lovely her humor and lovely her smile
We tear our garments and sit on low boxes
Let’s see who can sing the best story.

Amaryllis

I will praise as best I can
Taking my turn to raise our Daphne up
Among the stars, Daphne shall be high
Among the stars; I too was loved by Daphne.

Lycoris

Morning coffee bitter and milky with gossip.
Our mothers still offering worried apposite
Instructions. We’d gather the awful scraps
At the kitchen table and smooth them flat.

Cytheris

Why do I care that she was still beautiful
Yesterday in this last photo—Daphne’s pearly skin
And delicate frozen face tilting up between
Her boy and girl, between her next-to-last and last breath.

Delia

One autumn hayride into the apple picking orchard
We locked shoulders, bowed our heads in talk, then heard
Calling, weeping in the dappling light. Left behind,
Our little boys were searching for us hand in hand.

Nysa

Who was there when Daphne’s hands stopped
Closing? Where was fate when Daphne’s tongue
Thickened and set in her mouth. Or the breezes
When Daphne’s  muscles no longer moved her lungs?

Phyllis

Mornings on the Palisade greenway, the path
A jumble of undergrowth and branches and glass,
We walked and talked and thought, but it wasn’t true,
That my life was closing down and hers was blazing anew.




Misericordia 

When the Sinatra brothers blew off
a bunch of fingers, two thumbs, and one
eyeball among them one July 3
mishandling fireworks it seemed good—
a finally successful payback (the first try
having been merely burning out the garage
and mother-in-law apartment
of their house on our block) for the two
bicycles, one sled, and one watch they’d taken
from my brother over the years. I don’t
want to talk about revenge or the compact
feeling of goodness that is the consolation
of the meek daily facing small tortures but that
they’d been brought to Misericordia
Hospital where all the Catholics went. The Jews
went to Jacobi or Montefiore, and we lived,
these two threads, amid each other
in a great childish confusion, unable to beat
the weft to the warp. I can imagine the informal
lectures the Catholic kids received, as I recall
mine about heartless popes and the persistent mimicry
of the New Testament. In fact, I’d heard the echoes
of what they heard when Charles Cutaia, who “liked” me,
said he felt sorry for me one lunch period and followed
that with an afternoon in which he pointed, Ruth-like,
to the far wall of the school yard and said “for Judy!”
so that when, at the next pitch, he actually hit
the home run, I had to run home in at least three
states of embarrassment. The Sinatra brothers
went to a hospital I imagined would culture
more misery for them. From the building’s tower the word
hung over the Bronx River Parkway, and driving past
I never hesitated to consider the misery within.
When did the Catholic kids learn the meaning
of the word? During “Released Time,” those leisurely
Wednesday afternoons when they went to catechism
and the Jewish kids wandered the half empty classroom
a little happy, a little lonely?
Did they know that misery develops with one
in need of mercy? Or somehow through
indulgences of food, or a small bench grinning
at your knees with the cynical knowledge of sin
embedded in a gargoyle’s smirk along the pew?
Or that what is at the heart of the word is the heart
and its ability, with its up and down, in and out,
to grant mercy and then remove it, endlessly?
So I later learned reading Benito Pérez Galdós’s Misericordia,
the last of his novelas contemporáneas
where the moral rightness of the Madrid street
embroiders profusions of misericordia,
where the “moor” Almadena/Mordejai teaches the Sh’ma
to the saintly Benina, his Amri, as a magical formula
to achieve the riches neither can extract from their stern
patrons, casual donors and willing victims
who weave pity, compassion, and mercy for these beggars,
these petty thieves, embezzlers, happily optimistic
in their logic as they argue about who has and who doesn’t,
about secret forms of loyalty and faith.
Ah, the bitter loss of the sled. That it was so easy. That
they approached us at the top of the hill, a Snow-Day,
the closed school downhill beyond us. Joey simply said “it’s ours”
and it was. The hospital has shed the vestment
of its old, evocative name, and is now “Our Lady
of Mercy. ” Joey and Bobby and Tony Sinatra
have undoubtedly gone on from the 600 schools,
those garbage containers for the incorrigible
in which they first found themselves judged,
heroes and villains at once, to the sort of ageless
tricks that enlivened Calle Cabeza, to the heroin
that was traded and used far out of my sight,
to the local carting or construction business
where misery is doled out in each paper-less
contract. Every Christmas we watched them set a creche,
some diminished thing along the lines of a presepe
Mrs. Sinatra must have known in her paese.
And though now, certainly, I’m sure that the Mary
they carefully placed inside the straw pitied them, I hated
her face then, hated the license it gave them, the license
it gave us to be squeamish with blood, to shirk
from those images of Mary’s son, his wounds
daily displayed. My self-pity is lately transformed
as I recreate the tableau of all of us complicitous
in that old exchange—
Mrs. Sinatra lamenting her ragazzi, porca miseria,
my father who would not stoop to recover the property,
my brother ever stunned in the release of the property,
and me screaming, screaming my polite curses after
the fact—and for all of us I am now furiously without compassion. 



The Influence Of Peers 

I don’t want to hear that kind of language in this house
Try shoot shucks sugar
sheleileigh Shalala,
anything but the vowel
which hits the iffy one
and comes too close.
I’m an idiot has taken over,
though not for long.
I’ve ceded ground on butt,
the lost tuchas, tush, tushy
having had the double virtues of ethnic
reminder and gentle enjoyment
of the soft yielding place
from which I wiped with care
that which I wish to hear
called only by cuteness, or evoked.
Well, what could he do,
my muscular ball of opposition,
that whirl of destruction,
wielding Hrunting,
tossing chairs and books
and punching out the wind
behind him screaming
beep you beep you beep you beep. 



Blue Vitriol 

for Rabbi Manny Viñas

“I am hereby writing this…for the sake of proclaiming the sanctity of the Torah.” 

Do not tell me it is written
I have no right of return. It is not.
Not with a virgule
Not by a virago
Not through a viremia
Is it written. It is written
Sometimes with a virgule
Often by a vav-of-reversal
Always through a mordant
Of gall and vitriol: oak apple, flower
Of copper, lamp black, acacia senegal.
You draw from a dampness that consumes
All, where black birch straddles the air
Over long gone nurse logs, where the sign
Of the Name is ever cycling decomposition
Generation to generation, where the new
Wasp leaves the marble pocked and round shelter
To drift on the wind. And you record with a turkey feather
The voice of the unspeakable Name eternal. 




The Block 

What we could hear through the walls:
What couldn’t we hear through the walls?

What we could hear in the streets:
What couldn’t we hear in the streets?

What we heard in the house,
Friday nights candles low, end stumps of challah
the first to go, the sugar cube between the teeth
accepting and changing its glessele te, forefinger on bottom
thumb on rim, spoon stuck in to relieve and draw the heat.

That one kept gasoline and fireworks in the garage.
That one parked in front of the hydrant and never
got a ticket, and when they rebuilt the street
the hydrant was moved to The Stutterer’s house—
it was una cosa vostra.
That one bought his taxi medallion with his father-in-law’s money.
Those are the refugees whose
son went flying through the windshield, the one born
in America died, the one born in Palestine was driving.
Those were in DP camps and that one gets reparations for her broken back.
That one’s butcher scales are fixed.
The pharmacist’s wife should have told us about the monthlies,
That one was going through her changes and she hit her child.
That one’s insides dropped after her last child and she won’t
Let her husband touch her.

A piece of fruit after dinner, she called the youngest one melon-head because she had one.
Many called her katchkie-duck because once a neighbor saw her
Diaper-bound waddle
But the oldest one, k’aine h’ora, could not be seen
As an infant and wouldn’t be named in the open air.
The evil eye was too subtle. 




Idylls 

Corydon said, Look neighbor, the cow
from my village gave the sweetest milk.
In April a thin green-white nectar
with the flavor of the smallest new pea.
Even deep in winter her milk’s
aroma constrained the tongue to release
its depth. It’s what I long for, and when
the Dellwood man drops bottles in my tin
box, I sigh for a thicker layer of cream.

Antigenes said, Neighbor, here are my grapes—
trim them and trick them up

around a few sticks, here, and they will be fat
as Elizabeth Taylor’s jewels. Have the Knife
Man give you his horse’s best gifts,
Be patient in picking, be cruel in crushing
and the wine will keep you all year to the next.

Phrasidamus said this cherry tree—this one—
in this strip of concrete patio will flower
and fruit like the Czar’s second-best.
The pink of the blossom will soothe a restless
dream and the fruit’s red will give your mouth
the strongest flesh it’s ever conquered
even as your tongue searches for the hard
pit. Let your daughters harvest what they will.

We did. We climbed the ladder and we picked.
There was no bowl sweet enough
for the cherries and, later, the grapes
So I carved one in the winter and while I did,
I sang, and filled jugs tall as I was
with must and sugar and slop,
filled jars as small as my mother’s hands
with pectin and wax and cotton.
Through the row house sheet rock
came screaming of names and private
grievances, through the night. Worse
than we could say, we heard—strange curses.
And every morning the sun shone
on the garden strips of the lost mother tongues. 




.


DIANA ARAUJO PEREIRA [18.541]

$
0
0

DIANA ARAUJO PEREIRA

Nació en Río de Janeiro, Brasil, en 1972. Es poeta, traductora y profesora de literatura latinoamericana. Ha publicado los libros de poemas Vientreadentro, 2006 y Otras Palabras, 2008. Ha traducido a Antonio Cisneros, Pedro Granados, Juan Gelman, Omar Lara y Marco Lucchesi.

Se doctoró en Literaturas Hispánicas por la Universidad Federal de Río de Janeiro, en convenio con la Universidad de Sevilla.En 2009 creó con Mariluci Guberman el Laboratório Interdisciplinar Latino-Americano, y bajo su sello ha participado en la organización de volúmenes de crítica literaria. Tiene varios artículos de crítica publicados en revistas especializadas.


De Otras palabras

Escribo desde la orilla de un nombre que no es el mío.  Con la pretensión y la soberbia de quien tiene ya puesto un nombre propio y suyo y se encuentra a gusto, y se ve en cada letra o sonido.  Así de simple, no tengo uno mío, por eso escribo desde otro cualquiera, que incluso puedo cambiarme cuando me de la gana, o según le apetezca a él, porque no se vayan a equivocar, los nombres son los que nos eligen a nosotros.  Alguna vez pensé imponerme uno, y resultó todo un fracaso.  Es inútil.  Mejor acercarse a un nombre despacio, dedicarle una mueca sonriente, tocarle con mucho cuidado, porque si no luego se retrae o vuela, lo que da lo mismo.

Pero como decía, aún así escribo.  Escribo mis líneas saltadas sobre el vacío.  

Escribo con la parte que alcanza atrapar algún atisbo de verbo, o de sustantivo.  Escribo mis cuentos de amor, mis sonetos de invierno, mis tertulias más trágicas.  Y desde uno u otro nombre me defiendo mejor o peor, pero escribo.

Juego con las trampas que ellos me hacen cuando me despisto o me encojo de hombros.  A veces me divierten pero otras veces me enfado.  Es que deambular entre las sílabas causa mareos indelebles.  Mayormente sufro abocada a una letra, y estremezco cuando la puedo tener entre mis manos.  Porque no se olviden que las manos sí son mías, aunque de nada me sirven si no puedo escribir, si los nombres me fallan.



*



Extenderse a otros cuerpos, a otras almas, a otros corazones.  En la completud añorada de formar mapas humanos, geografías armónicas, complicidad renombrada.  Nombrarse al nombrar al otro, éste que tanta falta nos hace en la escala estrepitosa de vivir en el aire.  Estirarse en otros para completar la frase, para hacerse sentido y sintaxis humana.  Lo humano es salirse para los nombres ajenos, para configurarse un poco más a cada paso.  Embeberse en otras letras y sonidos.  

Tocar al otro, olerlo, vaciarse y volver a llenarse en la amistad o el odio.  Signos contrarios de la misma e intrínseca necesidad angustiante.  Odiar al otro es odiarse a si mismo por la inca,pacidad de ser entero.  

Sonreír la sonrisa ajena, llorar sus mismas lágrimas: grados de composición de un poema común.

Amar al otro es la máxima poesía.



*



Encajarse ¿a qué luces, a qué tiempos, a qué márgenes?  Salirse de la línea recta, de lo obvio, conjura rumores pero exalta fantasmas.  Abrirse paso en una hierba nunca antes pisada es amanecer del otro lado del río, solo y hambriento.  

De los felices hogares nos llegan lejanas luces y calores sobrentendidos. 

Caminar entre los párpados de los días, evocar la mañana huidiza.  A contrapelo la justicia sonríe, pero ¿cómo es posible que sonría?  

Sobre el alambre nos balanceamos entre la hierba y la gente.  Entre la publicidad y la ausencia.

La tristeza de verte despojado de tu misma presencia, transparencia de cristal que se rompe en cada esquina.  ¿Hasta dónde llegará la faz traviesa, la vergüenza y el miedo?

¿Por qué no se puede existir desde la desnudez añorada?  ¿Dónde se ha ido el amor y la claridad entre los dedos de una misma mano?
La tierra bajo los pies son los nombres logrados.



*



La solidaridad hiriente que de los cuerpos les saca sus nombres sagrados, confraternidad de dioses dormidos, hermandad de silencio en las venas del mundo elegido y soñado; madurez que se asombra de su misma verdad.

Ya verás cómo las máscaras te tranquilizan el llanto, y los hermanos te cunden como frutos en los árboles. Ya sabrás encontrar tus pares en el mundo de abajo; los que escuchan y a la vez callan bajo tu nombre, el silencio que acompaña el compás y la entrega de fuegos y armas. Hermandad de sonidos y luces, arqueros de la memoria añorada.

La sangre globaliza el futuro; América se hace en países y nombres colgados de una misma madre; al final nos rendimos ante el ton y las ganas de encontrar la salida.  Nos decimos en las mismas palabras, nos amamos en el mismo lenguaje.

Publicado en RJ: 7Letras, 2008




Intervención

Las partes solitarias de la esfera del miedo
Nos queda el mundo encubierto
Cualquier contacto en el umbral entre el día y la noche
Miedo al tacto
Al final más profundo de la frase
Sé mantener el mantel y la máscara.

Del poemario (portugués/ español) “Horizontes partidos”





PEREIRA, Diana Araujo.  Outras palavras. Otras palavras. Rio de Janeiro: 7Letras, 2008.  18x14 cm.  ISBN 978-85-7577-507-3  Bilingue, com duas capas, uma para cada idioma.  Capa: imagem de “O poeta”, de Bené Fonteles. Orelha escrita por Adolfo Montejo Navas.  Col. A.M.   


TEXTOS EN CASTELLANO


O quizás te acostumbras al vacío, y ya no te importan magníficas palabras (por mejores precios que les pongan). Ya sorbiste algo de esta nada que te absorbía a ti, y ahora te molestan menos sus espejos, sus visiones, sus orgasmos.

Te conduces solemnemente al lugar algún de todos los nombres y valles.




¿De que materia está hecho el nombre?

Los que no lo tienen acuden a la tele todos los días, como sílabas o letras de una frase partida, de un alfabeto roto. Algunos piden ayuda, otros se vuelven cada vez más sombra en la larga sombra de toda una vida.

Escribo desde el hambre, el dolor y la muerte. Escribo desde la perdida dei senado.




Las venas-palabras se comunican bajo los mismos cielos de todos los siglos, latitudes, parajes.

Las palabras-venas intercambian y transmutan la sangre dei mundo, estabilizan los sistemas humanos y reverberan los humores solares.




Lo suave se deshace en nudos de espera.

La mañana se convierte en fortaleza de dentros.

La nómada de nuevas palabras huele desde la lejana calle.

Sacrifício que oficia en tu pelo el sendero y el tiempo. Pero de la siembra tardia, la hierba y el sollozo dei canto. Se entristecen las cejas, tiembla el follaje.

Todo el esfuerzo en cumplirse el verano por todas partes.



TEXTOS EM PORTUGUêS   

Ou talvez você se acostume ao vazio, e já não tenham importância magníficas palavras (por melhores preços que coloquem). Você já sorveu algo deste nada que te absorvia, e agora te incomodam menos seus espelhos, suas visões, seus orgasmos. Você se encaminha solenemente ao lugar nenhum de todos os nomes e vales.




De que matéria é feito o nome?

Os que não o têm comparecem à televisão todos os dias, como sílabas ou letras de uma frase partida, de um alfabeto quebrado. Alguns pedem ajuda, outros se tornam cada vez mais sombra na longa sombra de toda uma vida. Escrevo de dentro da fome, da dor e da morte. Escrevo de dentro da perda de sentido.

As veias-palavras comunicam-se sob os mesmos céus de todos os séculos, latitudes, paragens.  As palavras-veias intercambiam e transmutam o sangue do mundo, estabilizam os sistemas humanos e reverberam os humores solares.
                                       

        

A suavidade desfaz-se em nós de espera.

A manhã transforma-se em fortaleza de dentros.

A fornada de novas palavras cheira na rua distante.

Sacrifício que oficia em teu cabelo o sendeiro e o tempo. Mas da semeadura tardia, a erva e o soluço do canto. Entristecem-se as sobrancelhas, treme a folhagem.

Todo o esforço para que se cumpra o verão em todas as partes.





XXVIII

No horizonte da espera
há barcos ancorados à terra
sonhando com despertar
na liberdade do mar.

No horizonte da espera
há olhares suspensos
mensagens cifradas
fumegantes desejos
que aguardam o momento
de desfazer os nós
e lançar-se ao tempo.

O horizonte, a linha
de fronteira que une e separa,
a membrana de céu e
terra que nos demarca,
guarda a arca da aliança,
guarda a promessa da alvorada
com suas luzes mescladas.

Este horizonte, que
reconstrói passos
sobre velhos dilemas,
novos sendeiros sobre
historias passadas.

Na linha que descansa
sobre o horizonte
a esperança dorme no
compasso da espera;
o tempo embala o futuro
que no final das
contas alcança a alma.

Com o coração às cegas,
(olhos vendados, cegos de luminosidade)
cumpro com a
respiração que a vida exala,
desenho cartografias estranhas,
retorno ao princípio do mundo.

A linha que aprisiona
o horizonte é a mesma que nos obriga a andar.





.

JUDITH CRISPIN [18.542]

$
0
0

Judith Crispin  

Nació en Sidney, Australia en 1970. Es poeta, fotógrafa y compositora. Estudió música en el Conservatorio de Música de Melbourne y en la Escuela de Música de Canberra antes de obtener su doctorado en Composición y Musicología de la Universidad Nacional de Australia en 2004. Siguiendo sus estudios doctorales con Larry Sitsky, Judith continuó sus estudios de composición con Emmanuel Nunes en Paris durante 2005.

Ha recibido un número de galardones y premios incluyendo el Premio Internacional de Composición de Ópera Nancy Van de Vate 2004 y el Premio de Composición en homenaje a Harold Allen 1996 y 1997. De 2002 a 2007 trabajó en un proyecto con Larry Sitsky para preservar las composiciones australianas. Este proyecto ha producido una serie de partituras australianas publicadas por The Keys Press, Perth, Australia. De 2000 a 2004 trabajó como profesora en Musicología y Composición en la Escuela de Música de Canberra, ANU. Judith ha trabajado como profesora invitada en la Universidad Americana del Cairo y como entrevistadora ocasional para el Departamento de Historia Oral de la Librería Nacional de Australia. Actualmente  enseña composición y musicología en la Universidad del Sur de Queensland.

http://www.festivaldepoesiademedellin.org/es/Festival/26/News/Crispin.html


Traducción de Omar Pérez



Leves rastros de Henry Jackamara Cook

La ley es un canguro verde que danza
el delgado paisaje de Henry Cook al ser,
en algún lugar del Tanami,
donde vientos de nudillo raspan la roca desnuda
y Henry se está marsupial
en lo extraño de la hoguera.

En Lamajanu, casas de lata bordean la calle.
Nadie está afuera,
nadie.

En el centro de arte, viejas señoras pintan “sueños de semilla”.
La brisa alza la orla de una cortina,
luego la calma.
Es calmo.

Henry ya no pinta. Se sienta solo,
a ver un video ceremonial de los 70´.
Todos los presentes están muertos, menos él.
Y los muertos están en el desierto,
sin rostro tal como el desierto
y tan remotos.

Hace diez años no parecía nada caminar
tres días hasta su país sagrado,
país de granito,
donde grandes lagos de sal exhalan su sed
sobre el spinifex y la arena,
la matraca del sol.

Pero la artritis y las cataratas lo han enjaulado
en el centro de arte,
las luces están apagadas.

Arrastramos sillas por un porche de concreto
para ir  a ver las oscuras nubes horizontales
sellar el cráter en Wolfe´s Creek.

La lluvia despierta en su lengua
las sílabas angulares del desplazamiento.

Y casa es el desierto respirándose en la noche,
borrando las huellas de todos los que anduvieron por allí,
noche es un emú creciendo salvaje en la vía láctea,
y ojos, ojos en las minas de granito.

Un día, me dice, voy a salir andando
a mi tierra y nunca volver.

Al borde de la villa, un canguro abandonado por cazadores furtivos.
El polvo rojo espesa su pellejo, el polvo rojo es denso
en los raybans de Henry,
envarando su pelo blanco en alambre.

Le hago una foto destripando el ciervo,
sus intestinos anudados en marca ritual,
Henry y su desollado hermano, con la luz de espalda
contra los cerros en cadena
y el último sol alzándose.

La ley es un viejo bailando
al canguro gris para que sea
cosiéndolo de nuevo al cuerpo del desierto,
a su propio cuerpo, ocre y gruñido,
un bumerán de caza golpeado en el suelo.

La noche borra este paisaje
árboles lentos, arena,
el pasto ha desaparecido.

Solo los talones de Henry subiendo y bajando
por un trillo rallado de viento,
expresiones de un lenguaje que le pertenece
y al cual pertenece.

Mañana, el manantial del pez gato
le estirará el pelo blanco hasta volverlo elástico,
como cables telefónicos desvaneciéndose en el Tanami.

El fango le devuelve 
la lenta memoria fresca de una tierra
antes de las misiones, antes de que la diabetes y el alcohol
redujeran a sus ancestros hasta caber en el cuenco de una mano
como cocuyos, cometas diminutos
atravesando el negro.

Mañana, ensartará de hojas de caucho
en el agujero en su nariz,
y dirá, hazme una foto así, Nangala
soy un hombre bello.

 

Sommernachttraum

Para Irene Lampert

Te amo
de puro miedo a la soledad,
dijo el Minotauro.
Tal vez no había hablado
mas ella igual lo habría sabido 
por el bramido inquieto
hondo en el jardín ornamental.
Lo ve crecer diminuto en la distancia;
una figura de cabeza pesada,
desapareciendo en una erótica de árboles.
Y por un larguísimo instante  
dieron vueltas uno junto a la otra.
Ella, en las avenidas de quemados tilos,
de sombras de antenas de televisión de la guerra fría;
y él, en el Dammerung,
espacios míticos de Goethe y Heine,
tocando la realidad solo como algo profano:
el diablillo prendido al pecho del durmiente
o una figura semitransparente vista en la neblina
por ciclistas mañaneros.
Ella tiene una foto de él
en su propio estudio
mientras pinta nature norte,
media fruta en estilo anticuado,
pero a ella le gustaba cómo caía la luz sobre su mano
y cómo sus cuerpos estaban separados solo
por un jarro de pinceles
y humo de cigarrillos.
El marco de la foto se rompió y no ha sido arreglado.
Llena su apartamento de orquídeas
y discos de la Ópera de Pekín;
pero en las noches
cerca de Teufelsberg, donde no hay minotauros
y el liquen cae como cabellera de anciana,
se acuesta entre cacharros abandonados
a buscar satélites.

 

En Cracovia

Ante la catedral de mil ojos,
un homeless cae de rodillas
ceñido por furtivos pechos de palomas.
Canta casi sin sonido
Panis Angelicus.
Cae la luz y los pájaros,
alzando el aire entre las plumas como si fuera aliento,
usan en vano su silencio para llegar a él.

 

Los pájaros

                              El mar no es menos bello a nuestros ojos porque sepamos
                              que a veces en él naufragan barcos. 
                                                 Simone Weil


Marea real, enero 1976.
La playa es una línea de marfil entre abetos.
Armado de aeroplano mi hermano corre
con la yerba hasta la cintura,
el sol corretea a su alrededor
sacando estática de su cabello fino.     

De mar abierto, un viento kurruwarri,
pulmones del aliento que nos formó, 
que nos tejió juntos en secreto;
cuando éramos magos
y leíamos augurios en las lenguas de arena.
Rastreras y caracoles en el légamo:
el mar regresa sus muertos a nuestro cuidado.

Las coloridas mangas de mamá ondulan
al llamarnos adentro,
el cielo se encorva, se dilatan las nubes
en yunques sobre nuestra tienda,
y recuerdo como el mar se retiraba.                    
                          
Por el cristal trasero de nuestro Chrysler Valiant
las arboledas se van reduciendo a spinifex,
los toros ocres del polvo se levantan,
hombro con hombro, por donde pasamos.
En el microsegundo antes de oscurecer
un pájaro cola de cuña  [ wedgetail] sube en espiral hacia la luz
entre gigantescas nubes.

Es noche. El canal de emergencia en la radio
murmura bajo el ululante ventarrón.
Mi hermano va metido entre los asientos delanteros,
su cara teñida por la luz verde del tablero de instrumentos
está cruzada por la sombra de limpiaparabrisas fuera de control
y en el suroeste, largas hileras de semi-trailers 
hormiguean a lo lejos y se desvanecen.

Nuestro aliento encharca de ópalo las ventanillas
vamos mirando en busca de criaturas transformistas
rayadas en ocre y oscuras en el peco
huecos donde no cae la lluvia
(mirlalypa) buscamos agujeros en la lluvia.

A este santuario de viento y silencio y viento
arribamos interminablemente,
siempre detrás de pueblerinos trenes,
serpeando sin fin en los ciclones
nubes de presagio avanzan como rompehielos,
y en los últimos ripios de la luz
los pájaros van volviendo a casa.

 

Soy Freya

Soy Freya de los campos de hielo,
siguiendo un colmillo de narval
por el aire tejido de diamante
pues el narval contrajo el habla en su quijada.
Y si al dormir roza mis caderas desnudas
no me despertará.
En todos los cuartos de nuestra casa
está cayendo nieve.

Soy Freya de los suburbios,
que mira una cabria de cerros rotar su sombra
en forma de caribú,
narices de terciopelo alzándose en el viento
y el crepúsculo es un sendero de brasas entre los tejados,
tintinear de luces de autos en el Bulevar   
donde una mujer encapuchada pasea su perro
en la última luz que se está yendo.

Soy Freya, con la puerta del conductor abierta,
que corre hacia un conejo en la carretera
cuerpo sin marcas,
un ojo mira hacia la luna,
Vega, Europa,
la inmensa indiferencia del espacio,
y él espera en el carro como un extraño,
las luces de la calle inundando el parabrisas,
y ya hemos empezado
a no pertenecernos.

Soy Freya,
pase lo que pase ahora no importará
en el café de nuestra Fimbulvetr
me invitará a un espresso
y me dirá que todo ha terminado.




'Thus Spake the Wolf'

We return to places that don't exist,
the mystery that leaves footprints in the yard
and strips branches from avenues if lindens.
Each morning the scratch marks seem more bestial.
.....
When you sleep, the wolf wakes inside your skin.
He says: I am the war,
the one who conceals in your hair
woods and rivers of a forgotten place.





'Freyja'

I am Freyja of the ice fields,
following a narwhal's tusk 
through diamond-threaded air –
for he has retracted speech into his jawbone.
And if in sleep, he grazes my naked hip
he will not wake me.
In all the rooms of our house,
snow is falling.




'Light Pictures'

You smiled for me, for the camera, as though it cost nothing 
and I pressed the shutter too early, caught you mid-turn:
an event-horizon of motion and nonmotion coexisting
at the limits of available light.

This photograph reassures me you were real,
you were seen by me, left fastened in the present,
while you were moving backwards, away from me in time.
It straddles tow universes: in one you are alive
and in the other, you are not.




'In Krakow'

Before the thousand-eyed cathedral,
a homeless man sinks to his knees
wreathed by gliding breasts of pigeons.
He is singing almost without sound 
                                                       Panis Angelicus.
Light fails and the birds,
air lifting through their feathers like breath,
in vain use their silence to reach him.





'Love Poem'

... your voice reciting books of the dead,
your voice wading through seaweed and foam
unravelling everything.

At the moment of death
I am hanging pendulous as fruit
over a white metal bed,
watching my body dressed by mourners.
And you are arranging stuffed animals 
and flowers on a trolley.
                                                   I am setting you face to face                                     
You do not see the spider of my nudity
in the angle between ceiling and wall.



De Profundis
 
By the fibreglass statue of Aphrodite
at the swimming-pool’s edge
she watches the invisible children 
appear
and disappear, their shapes echoed
in the silhouetted palms of hotel windows,
in the gravid buzz of flies above garbage cans,
behind Chinese restaurants. Under ceiling fans
their voices curl through vases of cut flowers,
the steam that coils on a teacup’s lip, where
buses stop; they wheel about her
like a bitter wind, rearranging dead leaves
into forms in the air and later, in
the television's blue light
her elbows jutting against vacant glass
she watches the rain sweep sideways, only she
and the neon of late night supermarkets
she and the rain-black road, the slight weight
of an empty hand.
 
 
 
Der Doppelgänger
 
After the flashlights
had returned from the escarpment
and the reproach of neighbours gave way
to a silence more brutal
she would tell them
of the black trees, the white trees
rooted grave
where the sun has no access
and the dog glimpsed
between elbows of thick branches
a dog who owned no shadow
or whose shadow assumed the form of birds
and who carried a child's shoe in its mouth
through woods that no real dog would enter
woods ringed by autobahns and built
on the rubble of destroyed apartment blocks
and soviet tanks
and where it passed she wrapped wire
around the trunks of the pines
stark
          white
                    stark
in another room
the television drones its test pattern
but now she stands in an open window
as the wind moves across the yard
and folds floral curtains
into her arms







.

KEKI DARUWALLA [18.543]

$
0
0

Keki Daruwalla 

Nació en India en 1937. Poeta, cuentista, novelista. Obtuvo Maestría en Literatura Inglesa en la Universidad de Punjab. Ha publicado los libros: Bajo Orión, 1970; Aparición en abril, 1971; Espada y abismo: relatos breves, 1979; Poemas de invierno, 1980; El guardián de los muertos, 1982, -Premio Sahitya Akademi-, 1984; Cruce de ríos, 1985; Paisajes, 1987; Un verano de tigres, 1995; Río nocturno, 2000; El hacedor de mapas, 2002; El espantapájaros y el fantasma, 2004; Una casa en Ranikhet, 2003; Poemas recogidos (1970–2005), 2006. En 1987 obtuvo el Premio de Poesía de la Commonwealth, por Asia. Y en 2014 obtuvo el prestigioso Premio Padma Shri. Al decir de P. Velmurugan: “… Keki Daruwalla es una de las mayores voces de la poesía indo-inglesa. Escribe con elementos obvios hindúes en sus versos, especialmente en su uso de paisajes, naturaleza y pasiones humanas. Su visión realista de la vida humana y su observación personal son sus temas. Sus observaciones no son completamente hechos sino amalgama de mito y realidad. Naturaleza y paisaje ocupan un lugar vital en su poesía. Él ha escrito muchos poemas sobre lugares con poderosa y vívida imaginería. En sus poemas enfatiza la presente realidad de la naturaleza y declara su manipulación por el hombre moderno…”


Keki Daruwalla 
Traducción de Arturo Fuentes

http://www.festivaldepoesiademedellin.org/es/Festival/26/News/Daruwalla01.html



Orfeo y Perséfone

No podía esperar—el invierno estaba sobre él.
Por abismo y túnel tuvo que bajar
para encontrarse con ella en la oscuridad-semilla del inframundo.
Ella, en su aspecto de iceberg, rostro congelado en un ceño fruncido,

o así él se lo imaginaba. No podía esperar
a primavera cuando ella hollaría la tierra de nuevo y volvería
su rostro hacia el sol como un heliotropo.
La semilla placentaria anhelaba su retorno

y toda la vegetación, que aceleraba ella hacia la vida.
Él no lo había planeado, ¿debería haberse arrodillado,
pedir más tiempo para su esposa picada de víbora?

¿Cómo se rescata a los muertos? Rescatar-- ¿era esa la palabra?
¿Pedir por su alma, o el resto –miembros, cabello, risa, voz?
¡Dame una Diosa que escuche! Pensó que no había escuchado.

                    
2

A mitad de camino de su viaje subterráneo, se congeló.
Aquel río era más negro que una noche sin estrellas,
río de desechos obstruido por almas desechas flotantes,
y Caronte que rema, alejándose —¡Diosa ayúdame!, gritó.

¿Es un río o un desespero negro lo que veo?
Hay tanto silencio aquí como el que nunca he escuchado.
¿Escuchado? ¿Es así como el silencio se sumerge en tu cuerpo?
¿En qué estado estoy, ahogándome en una palabra?

Se reprocha (su confianza ha desaparecido)
necesita un trago (no hay).
Piensa en ella como exiliada, piensa en ella como desterrada.

Cambia los estados, exilio y muerte, piensa en el alma
como emigrada. Inseguro de sí, no tiene con quién hablar.
Hablaría con su lira—ella haría lo que se le pidiera.
              

3

          (Perséfone lo espera)

Su música le había llegado a ella como un chisme,
¡y hasta el chisme sonaba como una campana de plata!
Ahora está en camino, más allá del viento, por tallos de maíz segados
hacia este frío y húmedo espacio cavernoso que los hombres llaman Hades, Infierno.

“¡Se ha dejado caer sobre nuestro río Estigia!”
Noticias de él llegan cada minuto a su trono.
Ella llama a las jóvenes doncellas a que peinen su cabello,
pinten sus uñas, echa a las más viejas arpías.

Por primera vez la oscuridad la ahoga, lo advierte con sorpresa.
“¡Prendan velas y antorchas! Las cosas aquí
son oscuras como sueños que no han viajado aún a los ojos.”

Ella calma su agitación – pero las doncellas están locas.
“¡Lo hemos escuchado!” gritan. “Su música es mágica,
no sabemos si tiene lira o varita mágica”.

               
4

El fuego de la anticipación enhebra su vientre.
Ella ha escuchado tantas cosas y las historias fueron largas,
él subió una colina ascendiendo hasta el cielo con una nota,
podía verter la noche, todas las estrellas en una canción;

las esferas y su música eran sólo el eco de su lira.
Los pájaros del aire y las bestias de la selva eran amansados
por este hijo de Calíope. Y cuando 
estaba triste, su música era como la lluvia.

Intuitivamente sabe ella lo que él le pediría:
Que Eurídice caminara el mundo una vez más,
y tristemente ella tendría que rechazarlo,

pero con el bálsamo de la filosofía. No lo dejaría desviarse --
la muerte es la renunciación de la vida, se le diría,
y a lo que renuncias no puedes recuperarlo.

             
5

Plano y congelado pensaba que sería el lugar – sin viento ni luz,
un país de negra niebla bordeando la Noche.
Encontró columnas de plata sosteniendo el negro techo de mármol;
un oscuro resplandor que tenía, semejaba la luz.

Acariciaba las cuerdas de su lira, “Diosa de lo oscuro,
Perséfone, he descendido mil pisos
para encontrarte, suplicarte, he recorrido tu gran río,
como los suplicantes que vienen a tu puerta.

Diosa de los vástagos, tú que vives en el negro corazón de la tierra
no puede haber secretos de ti—eres el secreto mismo.
Seguramente sabes para qué estoy aquí”.

Ello lo comprendió por supuesto, inclinó su cabeza en consentimiento;
había escuchado las primeras ráfagas de la melodía de su lira y ansiaba 
que su música no pasara a lamento.

                
6

Él continuó tocando y Perséfone dijo
Nos orientamos por los ríos—Estigia, ágil Leteo.
Medio me adormecí con tus delicados aires, y me encantó;
dormir, después de todo, es un afluente de la muerte.

Pero la melancolía ensucia tu rostro y tus melodías.
Cargas una oscura nube y ¿quién sabe cuándo llueve?
Tu lira de repente trae anochecer incluso aquí,
en este oscuro país donde sólo la noche permanece
como perpetuo inquilino. Te admiro en demasía
pero tus aires rabiosos quemarían pastizales, paisajes.
Aquellos que aman desesperadamente se lamentan desesperadamente.
Entonces llévate a Eurídice, puedes volver
al mundo del que viniste. Olvida su estadía aquí,
piensa sólo en el futuro—¡Y NO MIRES ATRÁS!





Notes From The Underground 

The wind is cold and the wind burns. 
The wind is cold and the wind is acid. 
On the Bar counter ice and amber swirl
in thick gleaming glasses; 
in the Bar the ash of small talk, 
the smoke of ruminations. 
Light purrs on a bare shoulder, 
her feet are hidden 
in the drooping hem of her sari; 
ice and amber swirling
I sit here between betweens, 
to the left of voices
to the right of memory. 
Thought floats into
the slow silence of air currents; 
the hours squat with me
as I snap connections
in autumn leaf detachment. 


2

Nowhere to say this
no one to say this to
except to the typewriter
(the computer would store it
in its chip-memory
and that could be embarrassing) 
as she pulled out
he turned into a dead crab beach
when the sea pulls out


3

Were the sea to pull out
sea birds would pull out
and the breeze; 
shells would turn brittle
under crackling boot; 
fish and fishermen
would be sucked into the great ebb
and our traders 
would turn the white sea bed
into 'The Salt Crystal
Shopping Arcade', 
selling grounded oil tankers, 
ocean liners dredged out of the mud
and whales flaked in salt. 
You could buy goldfish though
as they circle the belly of a water jar. 


4

You didn't come with me
to the mountains this time, 
but as you know
when you climb mountains
the stars get nearer; 
don't ask me why this happens
or how this happens 
but it happens - 
when constellations smile
death drops your catch. 
but often the stars 
go about their office routine
in the night sky
like glum bureaucrats - 
this astral bureaucracy 
is even more baffling in its ways
than our central ministries. 
In auto mode Rahu gets into the act; 
So does the moon debris that swirls
around Saturn and forms its rings. 
Then what has to happen, happens. 
That's what happened to you. 


5

The almond tree flowers white; 
beside it the peach flowers, as only peach can
with its own interpretation of pink; 
and further in the lofty rear, 
winter has left its brown imprint
on mountain and crag. 
Perhaps with the rains
green may return to the slopes, 
a little moss here, a little grass there; 
you never know though, 
the rains may never come
or life may run out before the rains - 
the almond blossom, each petal soft as an eyelid, 
will also not see the rain. 
They are divided by a scimitar: 
parched landscapes and rain, 
parched lips and love. 


6

Watching the wind-ruffled
down on bird-breast
I think for no particular reason
of wind through quivering paddy
in the Nepal terai. 


7

I think I am at peace now, 
he said, for my dreams
move like the thinnest 
veil of mist over water. 
Awareness of absences, 
of what is right with me
or wrong with me is also like
the perception of a veil of mist
over a perception of water. 

My troubles start
when I think of hope, 
that thin smoke of mist 
over the iron-grey waters of dawn, 
icy waters, he said. 

But you are with me always
like a spring of
underground water
like the murmur of a spring
of underground water. 

I didn't for the life of me know
whether he was addressing poetry
(he had lost his touch lately) 
or his beloved. 

Forty years with you
and I am a better man, 
he said, awash
in forty years of cleansing waters
and forty years of light. 
The trouble was
She couldn't hear him. 



Alexander Crosses The Hellespont 

He was a little tentative
when it came to the East. 
Its ways were quite insidious
and odd to say the least. 

His experience was unhappy: 
His first stop had been Cairo
where he had gone to dropp his card 
and call on the Pharoah. 

They laid a banquet for him
At the Casino Mariot
and placed by Pope Shenodah
who but Judas Iscariot! 

The Turks would be more organized
he fondly hoped - and damn! 
He couldn't cross the Hellespont. 
There was a traffic jam. 

He raged and ranted fiercely
"I must have been a fool
to try and venture into 
intestinal Istanbul. 

When do we get to Asia?" 
Great Alexander probed. 
"When Effendi comes to Turkia
He comes from Europe to Europe. 

You can check with CNN
Or ask the BBC. 
When you come to Turkey
You come to EEC." 

He remembered Aristotle: 
"Son, at the Turkish Rail
ask for the Occident Express
The Occidental Mail." 

As he checked into a hotel 
- the Turks call it Oteli - 
he found Thais lodged in Hilton
while he was in Surmeli. 

What really turned his eyes into
two glowing bits of phosphorous
was that his friend Hephaestion
checked into Hotel Bosphorous. 

His face turned dark and sullen
as a cloud's before a storm. 
And though they humoured him he screamed
"I want Hephaestion!" 

They offered handsome eunuchs, 
whores from the Golden Horn. 
But Alexander kept on saying
"I want Hephaestion". 

Thias phoned "I am bored at Hilton, 
And I am quite akeli."
But he said what can I do
for I am at Surmeli!" 

And Mehmet Ali Pasha, 
a little high on raaki
asked poor Alexander
if he was an Iraqi? 

Then in the hotel dining room
dressed in salwar-kameez, 
a man accosted him and said
"could I have your good name please? 

Arrey Janab Sikandar Sahab! 
Myself Assad Durrani. 
Oh what a treat it is to meet
a fellow Pakistani." 

Alexander answered darkly
"Thanks very much Janab. 
Tell Porus inshah Allah
We'll be meeting in Punjab." 

He drove the Persians backwards
right up to Tarbela. 
He beat them up at Granicus. 
He thrashed them at Arbela. 

While he uncorkd the champagne
and lit the fireworks, 
who should speak but Spoil Sport
Parmenio, the jerk. 
"Sire, though you thrashed the Persians, 
you never touched a Turk." 



A Take-Off On A Passing Remark

Tall buildings impress me
the ones which cut off half the sky.
I like tall stories, even though false;
not the half-truth sleeping with the half-lie.
I want things on a large scale:
amplitudes, a sense of space and light,
the great yellow eye of the train
lighting up the distances of the night.
Urchins, furred caterpillars, moles
and fern-beds are all right.
But I want flowering trees, long
streamers of moss, flaming parasites.
But when you ask, still squirrel-young
short as twilight
short as a shadow at noon
why I love you, what can I answer?

[From 'The Glass-Blower: Selected Poems'] 






.

NICOLASA AÑÓN PAZ [18.544]

$
0
0

Nicolasa Añón Paz 

Boel-Outes, A Coruña, 1810 -1887.
Quizás la más intuitiva, pero también la más desconocida y olvidada poeta gallega, se llamó Nicolasa  Añón Paz, y nació en Boel (Sierra de Outes) el 28 de febrero de 1810. Esta mujer sorprendió a todos desde su más corta edad, descubriéndose como una poetisa nata, espontánea y con gracia, ya que de sus labios brotaban versos comentando el suceso más rutinario de la vida cotidiana. Hermana mayor del conocido poeta Francisco Añón, pasó toda su vida dedicada a las labores del campo, sin saber apenas leer y escribir, ni expresarse en otro idioma que en su lengua natal.

Su fama de poetisa se hizo notoria en aquella época, y atraído por ella, llegó hasta Boel en el verano de 1886, el periodista don Elisardo Barreiro, que pudo conocer a Nicolasa cuando ya contaba setenta y seis años de edad. Nicolasa recitó al viajero algunos versos que guardaba en su memoria, y entre ellos, una elegía a la muerte de su tan querido hermano Farruco.

Y fueron, precisamente, unos versos del mencionado poeta Francisco Añón los que hicieron que la memoria de otra mujer no cayese en el olvido. Fueron los que dedicó en 1875 a la poetisa gallega Emilia Calé Torres. Una mujer de fina vena poética y de gran decisión, puesto que ella fue la única representante de su sexo en aquellas famosas reuniones que en Madrid celebraba “Galicia Literaria”.

Tanto ella como Francisco Añón, tenían el anhelo de la vuelta al amado terruño. Por eso el poeta le dice así:

“…Ai, quen puidera cal ceibo paxaro voar ao noso querido chan…!”




Una poeta campesina anónima, ¿primera escritora de la literatura gallega moderna?

Descubiertos los versos que escribió en la intimidad Nicolasa Añón Paz, hermana de Francisco Añón



En la imagen, vista general de la casa donde vivió la desconocida poeta. (EFE)

Los versos desconocidos y ahora publicados de Nicolasa, una labradora de 'sacho' que apenas sabía leer ni escribir, pueden convertir a la hermana del ilustre Francisco Añón en la primera escritora en literatura gallega contemporánea, una petición trasladada a la Real Academia Galega.

Nicolasa Añón Paz (Boel-Outes, A Coruña, 1810), hija de labriegos acomodados y escritora en la intimidad, desempeñó durante toda su vida el oficio de "labradora-campesina", además de encargarse de las típicas tareas domésticas vinculadas en aquel entonces al quehacer de la etiquetada "mujer de su casa".

Una circunstancia vital que se hace patente en cada uno de sus escondidos versos a modo de 'captatio benevolentiae', un recurso que proporciona naturalidad, franqueza y espontaneidad a partes iguales a cada una de sus composiciones.

La obra de esta poetisa, hasta el momento oculta, tiene un valor y mérito añadido. Ella no corrió la misma suerte o fortuna que su segundo hermano, Francisco Añón, que estudió Filosofía y Teología en el seminario de Santiago de Compostela, además de licenciarse en Jusisprudencia en la universidad de esta misma ciudad, llegando a convertirse en un periodista y poeta acuñado como el "precursor del Rexurdimento".

En cambio, Nicolasa apenas instruyó y formó su mente en el campo del saber, incluso escribía su nombre con grandes dificultades, pero esto no le impidió componer mentalmente y rubricar unos versos señeros y característicos, aunque la pluma fuera deslizada por otro a lo largo y ancho del manuscrito.

Este escribano fue el maestro Jacobo Lema Fernández, transcriptor de la obra recogida ahora en el volumen 'Poesías de Nicolasa Añón' (Terra de Outes), un estudio del profesor y escritor Ramón Blanco, que por azar se encontró con el pergamino original hace casi dos años, el 7 de octubre de 2012, cuando presentaba en esta comarca coruñesa de Serra de Outes otro ejemplar titulado 'Vida y obra de Francisco Añón'.

Este último libro vio la luz en coincidencia con la conmemoración del bicentenario del nacimiento de este periodista y poeta que escribió en portugués, gallego y español en el siglo XIX.

Fue el hoy fallecido Francisco Martelo Blanco, más conocido como Pitilán, el artífice de este tropiezo fortuito, ya que en su haber se encontraba un "cuaderno artesanal, muy gastado y muy pequeño" que llenó de emoción e inspiración a Ramón Blanco, que, por aquel entonces, había perdido toda esperanza de localizar ese tesoro.

"Es el verso apagado", expone este filólogo. Apenas existía antes de esta obra información acerca de Nicolasa, ni siquiera una imagen que desdeñe y dibuje ese rostro que es todavía un enigma, igual que la historia de esta mujer, desvelada, "a duras penas" y con pequeños trazos, por autores como Carvalho Calero o Lisardo Barreiro.

En pleno 2014 ha visto la luz un ensayo centrado en las "coplas romanceadas" de Nicolasa Añón, una joya literaria para una biografía todavía en construcción.

Este documento inmortaliza una existencia dedicada a revitalizar la ancestral y milenaria lengua gallega, por lo que el presidente de la Asociación Cívico-Cultural Terra de Outes, Xan Mariño, considera que "es tiempo de ir pensando que la Real Academia Galega le dé a Nicolasa el lugar que le corresponde".

Decenas de niños de centros educativos han querido rendir su particular homenaje a esta poetisa ignota con la lectura e interpretación de algunas de sus coplas en la Casa da Cultura de Outes.

Son los honores más emotivos para esta artista "silvestre, rústica y agrícola", como se hacía llamar Nicolasa, que a través de un grito a lo tradicional engrandece la leyenda de la familia Añón.



Un poema de Nicolasa Añón

En 1886 Nicolasa Añón Paz (1810-1887), poeta campesiña nada en Boel (Outes), recibe a visita do xornalista Lisardo Rodríguez Barreiro, quen a inmortaliza nunha reportaxe onde dá a coñecer dous poemas seus en galego.

Mais pouco antes, en 1885, Jacobo Lema Fernández xa confeccionara un manuscrito con algunhas composicións da irmá maior de Francisco Añón. Este texto, algunhas veces citado mais nunca editado integramente, foi confiado polo seu propietario, Francisco Martelo Blanco (recentemente falecido), á Asociación Cívico-cultural Terra de Outes para a súa publicación, da que se encargou, finalmente, o estudoso Ramón Blanco (Outes, 1979).



Fragmento adaptado dunha
das composicións de Nicolasa Añón.

Tamén vos hai outra cousa
que vola vou contar
tamén dan unha medalla
ao que a queira tomar.

Algúns din que non a queren
meu Deus que tolos son
e atrévense a dicir
que a teñen no corazón.

Algúns disque tamén din
que é un engadido ao pescozo
e logo poñen un cravo
no camisolín ben posto.

Todo o que é bo pastor pon
ás ovellas un sinal
pois sen sinal mal se poden
escoller ou estremar.

A todos cantos lle vires
ao pescozo este sinal
estas todas son ovellas
do rabaño do Rial.

Despois chámanlles beatas
ao que alí vai tomar
e a Virxe todo cala
pero aínda ha de falar.

Os que falen de beatos
talvez non falen de balde
porque agora é beato
tamén o señor alcalde.

Poesías de Nicolasa Añón. (Serra de Outes, 2014).


Nicolasa Añón Paz

Unha labrega analfabeta, autora dun libro de versos no século XIX.


Boel (aldea da parroquia de San Pedro de Outes) 1810 - Boel (aldea da parroquia de San Pedro de Outes) 1887 

Nicolasa Añón Paz naceu o 28 de febreiro de 1810 en Boel, aldea da parroquia de San Pedro de Outes, nunha familia de labradores acomodados (era a irmá maior de Francisco Añón, precursor do Rexurdimento). Ela mesma desempeñará toda a vida o oficio de labrega, ademais das típicas tarefas domésticas. 

Casou para a casa con Pedro Buján Coiradas, un mozo de Pazos, da veciña freguesía de Santa María de Entíns (de onde tamén era oriúnda a nai dela). A voda celebrouse o 23 de xuño de 1829. Deste matrimonio naceron tres fillos: Jesús, Eduardo e José.

Sendo campesiña, e sobre todo muller, non estraña que Nicolasa Añón fose analfabeta, capaz de escribir o seu nome e pouco máis. Isto non impediu que en 1885, xa con setenta e cinco anos feitos, se recollese unha mostra dos seus versos nun libriño manuscrito. O amanuense foi o mestre Jacobo Lema Fernández, natural de Olveira (Dumbría), onde era párroco o fillo maior da poeta, Jesús Pazos Añón, quen debeu servir de enlace para esta conxunción entre autora e escribente. A poesía de Nicolasa Añón é claramente oral, ou memorística se se quere, aínda que a transmisión escrita sexa, loxicamente, a única que lle coñecemos.

O manuscrito (parcialmente inédito ata o 2014) consta de catro composicións en castelán e outras dúas en galego, todas elas de certa extensión, organizadas en coplas romanceadas. A temática relixiosa, maiormente a dedicación á Virxe do Rial (venerada na freguesía de Santo Ourente de Entíns, no concello de Outes), plásmase na totalidade das coplas en castelán e mais nun dos textos en lingua galega; o outro poema galego trata da primeira visita do rei Alfonso XII a Santiago de Compostela. Esta "labradora campesina", como se anuncia na cuberta da obra, lembraranos a miúdo a súa condición, a xeito de captatio benevolentiae, desculpándose por deixar de atender o gando ou a labranza por causa de imaxinar versos. 

Ao ano seguinte, 1886, o xornalista noiés Lisardo Rodríguez Barreiro vén a Boel coñecer a señora Nicolasa e deixa como testemuño deste encontro a reportaxe "La hermana de Añón". Ademais das impresións da viaxe e das conversas mantidas, o texto inclúe dúas composicións en galego que Barreiro consegue apuntar mentres Nicolasa Añón recita de memoria (mediando a seguinte advertencia: "–Señor, non lle valen nada, porqu’eu maxinos así coma quen non quer a cousa, mentras debullo n’o millo ou acomerando as vacas"). Ambos os dous textos pasarán a ser os máis citados (por seren os máis coñecidos) nos poucos traballos que se ocupen posteriormente desta autora. Un deles, o romance dedicado a Alfonso XII, tamén figuraba no manuscrito realizado no ano anterior; o outro, unha elexía a Francisco Añón, recollíase por vez primeira. O máis probable é que Lisardo Barreiro non tivese acceso ao manuscrito que copiara Jacobo Lema.

Na mañá do 1 de novembro de 1887, a consecuencia dunha pulmonía, faleceu no seu domicilio (Boel, núm. 73), na mesma casa onde nacera setenta e sete anos antes. Da vivenda xenuína só fican as ruínas, parcialmente integradas nunha "nova" edificación onde figura unha placa que unicamente conmemora ao poeta Añón, aquel que deixou escrito:

"Desde estes montes qu’en pardas brétemas
O triste inverno toldando está,
Á ti d’a brisa n’as alas trémulas
Ternos sospiros voando van.

¡Ay! ¡quen pudera cal ceivo pájaro
Ese azul puro d’o ceo rachar,
Cimbrar á o vento con doce cántico
Teu doce nome, querida hirmán!

[...]"

Seguindo o ronsel de Lisardo Rodríguez Barreiro, a singularidade desta poeta campesiña chamou inmediatamente a atención de Manuel Ossorio y Bernard (quen lle reserva unha entrada nun dicionario de escritoras españolas en 1890). Haberá que agardar á segunda metade do século XX para que volva difundirse a súa figura, en pequenos apartados de traballos académicos ou nalgún texto divulgativo, baseándose sempre en última instancia nos datos achegados por Lisardo R. Barreiro e recuperados por Ricardo Carvalho Calero, quen inclúe a Nicolasa Añón, "ao agarimo da sombra do seu irmán", na súa monumental Historia da literatura galega contemporánea. Tamén Xesús Alonso Montero redacta unha pequena entrada para a Gran Enciclopedia Gallega. Despois, as autoras que máis e mellor a reivindicaron, como arquetipo da poeta en circunstancias adversas, foron Xosefina López de Serantes, Carmen Blanco e Aurora Marco. 

O corpus poético coñecido viuse notablemente incrementado no ano 2014, grazas a que o manuscrito lle fora confiado polo seu propietario (o finado Francisco Martelo Blanco) á Asociación Cívico-cultural Terra de Outes para levar a cabo a súa publicación. Desde agora este texto terá que ser tido en conta, na literatura en xeral, como un dos primeiros testemuños de "escritoras" contemporáneas.


Obra de Nicolasa Añón Paz 

LEMA FERNÁNDEZ, J.: [Esta] Obra está compuesta [por] una labradora campesina Doña Nicolasa Añón, vecina del lugar de Boel en la parroquia de San Pedro de Outes, s. l., 1885 [manuscrito apógrafo].
BARREIRO, L.: “La hermana de Añón”, Esbozos y siluetas de un viaje por Galicia, A Coruña, Andrés Martínez / Biblioteca Gallega, 1890, p. 35-61.

Autor/a da biobibliografía: Ramón Blanco Fernández




.

MARTÍN CODAX [18.545]

$
0
0
El Pergamino Vindel. CANTIGAS DE AMIGO
(Pierpont Morgan Library, New York, Vindel MS M979).


Martín Codax

Martín Codax fue un trovador gallego, posiblemente de Vigo, por las continuas referencias a dicha ciudad en sus poemas, de entre mediados del siglo XIII y comienzos del siglo XIV. Apenas existen datos sobre la identidad del personaje.

El corpus literario a él atribuido se limita a siete cantigas de amigo que figuran en los cancioneros de lírica galaicoportuguesa y en el Pergamino Vindel, en el que figura su nombre como autor de las composiciones. El descubrimiento de este pergamino fue fruto del azar: en 1914 el bibliógrafo Pedro Vindel lo encontró en su biblioteca, sirviendo de guarda interior a un ejemplar del De officiis de Cicerón.

Los poemas de Martín Codax que figuran en el pergamino son los siguientes (sin título, se citan por su primer verso):

Ondas do mar de Vigo
Mandad'ei comigo ca ven meu amigo
Mia yrmana fremosa treides comigo
Ay Deus se sab'ora meu amado
Quantas sabedes amar amigo
En o sagrad' e Vigo (Solo texto, sin notación musical)
Ay ondas que eu vin veer

Gracias al pergamino Vindel, se conserva también la notación musical de estas composiciones.
Se le dedicó el Día de las Letras Gallegas del año 1998 (junto con Xohán de Cangas y Mendinho).




Ay Deus, se sab' ora meu amigo

Ay Deus, se sab' ora meu amigo
cum' eu senneira penis en Vigo!
E vou namorada.

Ay Deus, se sab' ora meu amado
com' eu en Vigo senneira manno!
E vou namorada.

Com' eu senneira estou en Vigo,
e nullas gardas non ei comigo!
E vou namorada.

Com' eu senneira en Vigo manho,
e nullas gardas migo non trago!
E vou namorada.

E nullas gardas non ei comigo,
ergas meus ollos que choran migo!
E vou namorada.

E nullas gardas migo non trago,
ergas meus ollos que choran ambos!
E vou namorada.


Ay Dios, si supiese ahora mi amigo

¡Ay Dios, si supiese ahora mi amigo
cuán sola estoy en Vigo!
Y tan enamorada.

¡Ay Dios, si supiese ahora mi amado
cuán sola en Vigo me hallo!
Y tan enamorada.

¡Cuán sola estoy en Vigo,
y a nadie tengo conmigo!
Y tan enamorada.

¡Cuán sola en Vigo me hallo,
y a nadie conmigo traigo!
Y tan enamorada.

¡Y a nadie tengo conmigo,
salvo mis ojos que lloran conmigo!
Y tan enamorada.

¡Y a nadie conmigo traigo,
salvo mis ojos que lloran ambos!
Y tan enamorada.



Ai ondas que eu vin ver

Ai ondas que eu vin veer,
se me saberedes dizer
por que tarda meu amigo sen min.

Ai ondas que eu vin mirar,
se me saberedes contar
por que tarda meu amigo sen min.



Ay olas que vine a ver

 Ay, olas que vine a ver, 
si me supierais decir 
por qué tarda mi amigo sin mí

Ay, olas que vine a mirar, 
si me supierais contar 
por qué tarda mi amigo sin mí


Ondas do mar de Vigo

Ondas do mar de Vigo,
se vistes meu amigo?
E ai Deus!, se verra cedo?

Ondas do mar levado,
se vistes meu amado?
E ai Deus!, se verra cedo?

Se vistes meu amigo,
o por que eu sospiro?
E ai Deus!, se verra cedo?

Se vistes meu amado,
por que ei gran coidado?
E ai Deus!, se verra cedo?



Olas del mar de Vigo

Olas del mar de Vigo,
¿Visteis a mi amigo?
¡Ay Dios! ¿vendrá pronto?

Olas del mar agitado,
¿Visteis a mi amado?
¡Ay Dios! ¿Vendrá pronto?

¿Visteis a mi amigo,
aquél por quien yo suspiro?
¡Ay Dios! ¿Vendrá pronto?

¿Visteis a mi amado,
quien me tiene tan preocupada?
¡Ay Dios! ¿Vendrá pronto?



Mandad'ei comigo

Mandad'ei comigo,
ca ven meu amigo.
E irei, madr' a Vigo

Comigo'ei mandado,
ca ven meu amado.
E irei, madr' a Vigo

Ca ven meu amigo
e ven san' e vivo.
E irei, madr' a Vigo

Ca ven meu amado
e ven viv' e sano.
E irei, madr' a Vigo

Ca ven san' e vivo
e d'el rei amigo
E irei, madr' a Vigo

Ca ven viv' e sano
e d'el rei privado.
E irei, madr' a Vigo



Un mensaje he recibido

Un mensaje he recibido, 
que viene mi amigo. 
E iréi, madr, a Vigo

Conmigo tengo un mensaje, 
que viene mi amado. 
E iréi, madre, a Vigo

Que viene mi amigo,
y viene sano y vivo. 
E iréi, madre, a Vigo

Que viene mi amado 
y viene vivo y sano. 
E iréi, madre, a Vigo

Que viene sano y vivo. 
y del rey amigo. 
E iréi, madre, a Vigo

Que viene vivo y sano 
y del rey favorito. 
E iréi, madre, a Vigo



Mia irmana fremosa

Mia irmana fremosa, treides comigo
a la ygreia de Vigo, u e o mar salido.
E miraremos las ondas.

Mia irmana fremosa, treides de grado
a la ygreia de Vigo, u e o mar levado.
E miraremos las ondas.

A la ygreia de Vigo, u e o mar salido,
e verra i mia madre e o meu amigo.
E miraremos las ondas

A la ygreia de Vigo, u e o mar levado,
e verra i mia madre o meu amado
E miraremos las ondas.



Hermosa hermana mía

Hermosa hermana mía, vente conmigo
a la iglesia de Vigo, donde está el mar agitado.
Y miraremos las olas.

Hermosa hermana mía, vente de buen grado
a la iglesia de Vigo, donde está el mar enfurecido.
Y miraremos las olas.

A la iglesia de Vigo, donde está el mar agitado,
allí vendrá, madre, mi amigo
Y miraremos las olas.

A la iglesia de Vigo, donde está el mar enfurecido,
allí vendrá, madre, mi amado
Y miraremos las olas.



Quantas sabedes amar amigo

Quantas sabedes amar amigo
treides comig' a lo mar de Vigo.
E bannar nos emos nas ondas!

Quantas sabedes d´amor amado,
treides comig' a lo mar levado.
E bannar nos emos nas ondas!

Treides comig' a lo mar de Vigo
e veeremos lo meu amigo.
E bannar nos emos nas ondas!

Treides comig' a lo mar levado
e veeremo' lo meu amado.
E bannar nos emos nas ondas!


Cuantas sabéis amar a un amigo

Cuantas sabéis amar a un amigo
venid conmigo al mar de Vigo.
¡Y nos bañaremos en las olas!

Cuantas sabéis de amor amado,
venid conmigo al mar agitado.
¡Y nos bañaremos en las olas!

Venid conmigo al mar de Vigo
y veremos a mi amigo.
¡Y nos bañaremos en las olas!

Venid conmigo al mar agitado
y veremos a mi amado.
¡Y nos bañaremos en las olas!



Eno sagrado, en Vigo

Eno sagrado, en Vigo
baylava corpo velido.
Amor ei.


En lo sagrado, en Vigo

En lo sagrado, en Vigo,
bailaba un cuerpo garrido.
Amor tengo.

Amor tengo.
Bailaba un cuerpo garrido,
que un amigo. tengo.

Bailaba un cuerpo delgado
Amor tengo.

Que nunca tuviera un amigo,
salvo en lo sagrado, en Vigo.
Amor tengo.

Que nunca un amado,
salvo en Vigo, sagrado.
Amor tengo.




.

TUKARAM [18.546]

$
0
0

TUKARAM

India. Fue un destacado poeta Varkari Sant espiritual en la tradición Bhakti. Su poesía era muy popular entre la gente común, que expresa la posibilidad de la comunión directa con Dios.

Las palabras son las únicas joyas que poseo 
Las palabras son la única ropa que llevo 
Las palabras son el único alimento que sustenta mi vida 
Las palabras son la única riqueza que distribuyo entre las personas 

Dice Tuka la Palabra es Dios 
Yo le adoro con mis palabras

Tukaram nació en 1608, en el pequeño pueblo de Dehu en el estado indio occidental de Maharashtra a Bolhoba y Kanakai, perteneciente a la clase Shudra inferior. 

TUKARAM

Nota y traducción: Elsa Cross

Tukaram representa la culminación de una tradición de poetas místicos, la de los varkaris o peregrinos, que floreció en el estado de Maharashtra, en la India occidental, entre los siglos XIII y XVIII.

Reunidos alrededor de la figura del Señor Vitthala o Panduranga, advocación del Dios Vishnu, los varkaris representan uno de los más poderosos movimientos espirituales en la historia de la India. Al igual que otros grupos de bhaktas o "devotos", los varkaris rompieron con el sánscrito como vehículo de su escritura, para utilizar su lengua regional, y no vetaron su culto a nadie por distinciones de casta, sexo o condición. Esto permitió que entre sus seguidores hubiera nobles y guerreros, lo mismo que artesanos y campesinos, como era el caso de Tukaram, y numerosas mujeres. Nacido en 1608, dentro de una familia de la casta más baja, la de los shudra, Tukaram se dedicaba a la agricultura y el comercio. No obstante, a consecuencia de una hambruna terrible, a los veintiún años vio perecer a su primera esposa y sus hijos. Sus padres habían muerto antes. Tal vez estas pérdidas lo inclinaron hacia una vida espiritual

Tukaram recibe en sueños la iniciación de su Guru, Bábaji, y a partir de ese momento comienza a llevar una disciplina interior y a escribir poesía. Esto irritó a los sacerdotes brahmines del pueblo, que se consideraban a sí mismos los únicos depositarios del saber divino, y obligaron a Tukaram a callar y arrojaron sus poemas al río. Después de unos días, según la hagiografía de Tukaram y lo que él mismo narra, los poemas reaparecieron intactos, lo cual forzó a los brahmines a aceptarlo y a tolerar que la gente lo siguiera.

Según algunas versiones, para esquivar a su segunda esposa, que solía acosarlo interminablemente, Tukaram pasaba largas temporadas retirado en lo alto de una montaña, de su aldea natal, Dehu. Alcanzó el estado de iluminación, y desapareció misteriosamente a los 41 años de edad. Las hagiografías cuentan que fue llevado en un carro al cielo.

Tukaram ha tenido una gran influencia espiritual, y sus poemas, llamados abhangas, al igual que los de los demás santos poetas de esta tradición, se cantan hasta la fecha. Tukaram escribió alrededor de cinco mil, en la lengua de Maharashtra, el marathi. Al final de cada poema, el diminutivo de su nombre, Tuka, aparece como un rúbrica. Cabe mencionar que se debe a los poetas de esta tradición, en especial al gran Jñanéshwar, que el marathi se convirtiera en una lengua literaria de gran riqueza.


En algunos de los poemas que se presentan aquí, Tukaram hace referencia al conflicto que le causa obedecer el mandato de escribir poesía, recibido también en un sueño, sin contar con los elementos técnicos necesarios para ello y estando ajeno por completo a cualquier vida literaria. Sus únicos antecedentes eran los poetas varkaris que lo precedieron, lo cual, a fin de cuentas, no era poca cosa.

Los movimientos devocionales populares como éste al que pertenció Tukaram representaron un impulso extraordinario no sólo para la mística sino también para la poesía hindú. Al escribir en las diversas lenguas regionales, estos poetas pudieron comunicar su visión libres de las ataduras de la poesía culta de la época, escrita en sánscrito y ya bastante agotada, en algunos casos, por siglos de un uso repetido de los mismos tópicos y procedimientos. La poesía de Tukaram, como la de otros poetas santos, es totalmente espontánea. Y aunque esto no sea necesariamente una virtud, en términos de ninguna poética, no hay que perder de vista que esta poesía, a su vez, no surge tampoco con un propósito literario, pues fundamentalmente aspira a dar expresión a una experiencia mística. Sin embargo, lo profundo de esta experiencia en ocasiones hace surgir una poesía extraordinaria. En Tukaram cobran especial intensidad la fase de su "noche oscura", desde la cual blasfema y se arrepiente, y la experiencia última, donde se anulan todas las dualidades y el poeta entra a un estado de percepción y experiencia unitarias de la realidad.

Los poemas que se presentan aquí, traducen la versión al inglés de Dilip Chitre, poeta y narrador en marathi, su lengua natal, y que es también autor de una antología de la poesía maratha contemporánea, traducida al inglés. Chitre es igualmente pintor y cineasta. Una de sus películas, Godam, obtuvo en Nantes, Francia, un premio especial del jurado en el Festival de los tres continentes.



TUKARAM

¿TANTO HE PERDIDO contacto con la realidad
que me imagino escribiendo poesía?
De seguro tus devotos ilustres
todos poetas famosos, se reirán de mí
Hoy enfrento la prueba más dura de mi vida:
no tengo ninguna experiencia
y me han pedido que cante.
Soy el inocente a quien piden pecar
sin haber probado lo que ha de cometer.
Soy sólo un principiante, inculto en el arte,
ni siquiera mi Maestro se me ha revelado.
Ilumíname e inspírame, oh Señor.
Dice Tuka: el tiempo se me acaba.




GARABATEO Y VUELVO a borrar,
oh crítico celestial, para pasar tu prueba.
Escojo una palabra sólo para cambiarla,
esperando hallar la que te gustaría más.
Te pido perdón de nuevo, y otra vez,
Señor, no dejes que se pierdan mis palabras.
Dice Tuka: por favor, por lo menos responde
para que este poema tenga algo que decir.




¿DONDE EMPIEZA UNO contigo?
oh Señor, no tienes frase inicial.
Es tan difícil hacerte empezar.
Nada resultó de lo que intenté.
Has agotado todas mis facultades.
Lo que apenas dije se esfumó en el cielo
y yo caí por tierra otra vez.
Dice Tuka: mi mente está pasmada:
no encuentro ni una palabra que decir.




MI CONOCIMIENTO DE TI
se reproduce de palabras aprendidas:
es como un tesoro
sacado de un espejo.
¿Cuándo te volverás real para mí,
oh Señor?
Ése es el aprieto.
Canto, danzo;
cómo, defeco, respiro.
Igual que una flor
contengo tu semilla.
Estoy perdiendo tiempo,
Dios.
No soporto la espera.
Estoy ansioso por recibir
tu mismo Ser,
dice Tuka.




EN ESTOS DÍAS, se encuentran poetas dondequiera.
Ninguno de ellos conoce la verdadera gracia.
Seduce al pelmazo un lenguaje de relumbrón;
no reflexiona en la dificultad que sigue.
¡Plagiarios! Roban el trabajo de los otros
y lo publican con su nombre.
Dice Tuka: si les digo que conozco la verdad,
cerrarán los ojos, pues no la van a ver.




DE NADA SIRVIÓ.
Esparcí la palabra de Dios
por el mundo.
Pero mi diálogo con Él
no demostró nada.
A mis ojos, Él esta vacío.
No le importa si uno ayuna
hasta morir.
Dispongo de un estilo literario.
Pero me deja frío.
Soy un exiliado en mis dos mundos.
No puedo lleva una vida normal
ni estar contigo.
Dice Tuka: me gustaría
haberlo sabido antes,
antes de que esta obsesión
me destruyera.




PARA MÍ, DIOS está muerto.
Que exista para aquellos que lo necesiten.
Ya no hablaré más de Él.
No volveré a nombrarlo.
Nos hemos matado el uno al otro.
En su alabanza, lo maldije.
Dios, ¡que asunto interminable!
Dice Tuka: he malgastado tras Él
toda mi vida.
Ahora quisiera sentarme en paz.




VOY A PELEAR contigo
y estoy seguro de darte
en el punto más débil.
Señor,
eres una lagartija,
un sapo,
y un tigre, además.
Y eres a veces
un cobarde
que se cubre frenético
su propio trasero.
Cuando enfrentas
un asalto vigoroso,
sólo vuelves la espalda.
Atacas nada más a los débiles
que tratan de huir.
Dice Tuka:
Fuera de mi camino.
No eres hombre ni mujer,
no eres siquiera una cosa.





TODA LA TRANSACCIÓN es un fraude.
No tendré más que ver contigo.
No operas sólo bajo un nombre.
Tienes miles de alias.
Cuando uno trata de buscar tu identidad,
juegas a las escondidas.
Dice Tuka:
estás lleno de malicia.




HABLO EL LENGUAJE del silencio.
Estoy ya muerto.
Estar para mí es no estar entre la gente.
Lo que consumo fue ya ofrecido.
Estoy solo en compañía de todos.
He cortado toda conexión
entre fines y medios.
Dice Tuka: no soy lo que parezco ser.
Si tienen dudas pregunten a Panduranga.




EL AGUA SE HA vuelto cielo.
El Uno se ha volcado en todo.
¿Cómo contenerlo ahora?
Ondula en sí mismo.
¿Qué puede derramarse de él?
Se ha cerrado en sí mismo.
Dice Tuka, este es el fin del mundo.
El alba es crepúsculo.





DEMASIADO PEQUEÑO PARA ocupar un átomo,
Tuka es tan vasto como el cielo.
Devoré mi muerte, tiré el cadáver,
tiré el mundo de fantasía.
He disuelto a Dios, al ser y al mundo
para volverme un solo ser luminoso.
Dice Tuka, me quedo aquí ahora
sólo por cumplir.




EL MENSAJE PRINCIPAL es absolutamente claro:
este mundo entero es Dios,
Primero, esparce tu ego a los vientos,.
Luego pasarás la prueba crucial.
Es la única cosa decisiva.
conocer el ser absoluto.
Dice Tuka: cuando la mente explota
no hay ni causa ni efecto.




EL MUNDO SE ha vuelto una forma de luz.
La oscuridad se fue.
No hay lugar donde ocultarse aquí,
todo está expuesto abiertamente.
El día de la verdad ha amanecido.
Todo es más grande que el lenguaje.
Dice Tuka, sólo por la vida misma,
se queda uno todavía en la línea divisoria.




FUI MAS ALLÁ de la modestia
para alcanzar mi meta.
Entré en el océano de la experiencia mundana
para salir danzando en la otra orilla.
Até mi propio nombre al nombre del Señor,
para volverlo un juego deleitoso.
Dice Tuka: lo que llega a la gente
son los residuos de mi habla.




HAY UN ÁRBOL entero dentro de una semilla,
y una semilla al extremo en cada árbol.
Así es también entre tú y yo.
Uno contiene al otro.
Hay una onda en el agua,
que es en sí misma agua.
Dice Tuka: la imagen
se funde con el espejo.




LA ÚNICA RAZÓN por la creaste este drama y sus actores,
es porque te encanta el teatro.
De lo contrario, desde hace mucho hubiera sospechado
que el tigre y la vaca son títeres de palo.
La obra en total tiene sólo un sentido:
que nada es divisible. Una luz en muchas llamas.
Hay más buenas noticias, dice Tuka,
el espejo está vacío.




VI MI MUERTE con mis propios ojos.
Ah qué fiesta incomparable era.
Los tres mundos se llenaron de éxtasis:
sentí que se volvía el ser cósmico.
Yo estaba confinado al solo territorio de mi ego.
Habiendo renunciado a Él, gozo de la abundancia de todo.
Ahora no me duelo por el nacimiento ni la muerte.
Aquí dejo los restos de mi ser contraído.
El Señor me ha dado refugio.
Todos mis sentimientos se encuentran a sus pies.
Dice Tuka: el mundo entero es Su impronta,
y yo la llevo en mi cuerpo como un tatuaje.




NO SÉ EL significado
de lo que digo.
No soy yo quien habla.
Traten de entenderme,
oh santos.
No se enfaden tan rápido.
No soy yo quien habla,
es Panduranga.
Él me ha poseído,
se ha apoderado de este cuerpo.
¿Qué poder tengo yo,
un idiota,
para hablar?
¿Cómo puedo hablar
de más allá de las escrituras?
"Rama Krishna Hari
Mukunda Murari"
es todo lo que logro
balbucear.
Dice Tuka:
Por la bendición de mi Guru,
estoy sobre mis pies.
Toda mi carga la lleva
Panduranga.




NO PUEDO SOPORTAR el día;
no puedo soportar la noche.
Tengo tanta vergüenza
que no puedo siquiera admitirla.
Desperdicio mis palabras como viento;
tú ni siquiera las pruebas.
Tu indiferencia me humilla;
estoy hirviendo de rabia.
Mi mente se grita sola;
se asfixia, y luego queda exhausta.
Dice Tuka: después de todo eres omnisciente.
¿Cómo puedo discutir mi caso perdido?




ARREGLAR LAS PALABRAS
en cierto orden,
no es lo mismo
que la quietud interior
que es la poesía.
La verdad de la poesía
es la verdad del ser.
Es una experiencia de la verdad.
Ningún ornamento sobrevive
a un crisol.
El fuego revela
sólo el oro fundido.
Dice Tuka:
Estamos aquí para revelar.
No desperdiciamos
las palabras.




If Men 

If men are habitations of God, we should fall at their feet
But we should leave alone their habits and goals.
Fire is good to drive away cold
But you must not tie it up
And carry it around in a cloth.
Tuka says, 'A scorpion or a snake is a habitation of Narayana;
You may worship Him from afar, but you must not touch Him.' 





Argue No More About It 

Argue no more about it,
Man’s crude and foolish mind, and that alone,
Hath taught this tale of many gods:

It is a lie:

For God is One,
One only:

And unto Him,
The One,
My soul shall sing her praise. 




The Chief Of The Yadavas 

Just beyond us we see that purple luster - how glorious!
With His noble crown of peacock feathers stitched together.
As you look upon Him, fever and illusion vanish
Adore then the Prince of the Yadavas, the Lord of Yogis.
He who filled with passion the sixteen thousand royal damsels,
Fair Creatures, divine maidens.
He stands upon the river bank with the luster of one million moons.
It is fastened in jewels on His neck
And merges into the luster of His form.

This God who bears the wheel is the chief of the Yadavas.
Him the thirty three crores of demigods adore.
The demons tremble before Him.
His dark blue countenance destroys sin.
How fair are His feet with saffron stained!
How fortunate is the brick that is grasped by His feet!
The very thought of Him makes fire cool.
Therefore embrace Him with experience of your own.
The sages, as they see His face, contemplate Him in the spirit,
The Father of the World stands before them in bodily shape.
Tuka is frenzied after Him; His purple form ravages the mind. 






FRITZI HARMSEN VAN BEEK [18.547]

$
0
0

FRITZI HARMSEN VAN BEEK

Frederike Martine (Fritzi) a Harmsen van der Beek (Blaricum, 28 de de junio de 1927 - Groningen, 4 de abril de 2009) fue una escritora holandesa, poeta y dibujante. Su obra es pequeña, pero cuenta entre los mejores poetas en idioma holandés del siglo XX. Publicó tanto bajo su nombre oficial Diez Harmsen van der Beek, como bajo el nombre abreviado de F. Harmsen van Beek.

Bibliografía: 

OBRA:

El trabajo de Fritzi Harmsen van Beek fue publicado por la editorial De Bezige Bij, Amsterdam.

Geachte Muizenpoot en achttien andere gedichten (1965)
De verdoolde kus (1967)
Wat knaagt? (verhalen) (1968)
Neerbraak (verhalen) (1969)
Gewone Piet en andere Piet (1970)
Hoenderlust (proza) (1973)
Kus of ik schrijf (1975)
Het kroost van Aagt Morsebel (1981)
Ze schrijft met haar stem (2010, luisterboek met opnames van 13 juli 1989)
In goed en kwaad (2012, verzameld werk)

Traducciones: 

Plume (vertaling van Un certain Plume van Henri Michaux, in: Verschijningen, JM Meulenhoff, 1972).



Buenos días, Doña Ping, mi celestial Señora!

¿Qué tal la suave noche? Esas plantas viciosas,
misteriosas, ¿la han embalsamado

como es de ley y ninguna, espero, de sus otras
crías lactantes han sucumbido a la bubónica?

Habrá estado ya viendo a los nerviosos, píos e interesantes
pajarillos, mi piadosa señora de misericordia,

telefonearse a todo trapo: haló, aquí con Perico,
ven a mi rama —oh esos graciosos y tan vivos

pájaros, todos, todos para la buena de la minina,
su corazón de madre es presa del dolor. Maldita, sí,

maldita peste, señora, os doy el pésame,
es una desalmada. Y ahora sí que está claro:

¿no es muy decepcionante parir? y más aquí en que incluso
el enterrador, íntimo de la casa, de sobra

conocido, que sirve también la leche calentita
casi no puede ya enterrar ni andar apenas sobre

sus alargadas patas, las de atrás, ¿no es así doña Ping
de mostacho en radar, gorrito a doble pico y ojos tan femeninos?

Mejor será ahora que se siente sin tristes pesadumbres
al aire mañanero crudo y oloroso, que el sol está

aún tierno y las cortinas tienen tanta vida
con el viento fresco. Oh la del magnífico rabo plumeril,

mirad, mirad, mi querida tontuela taciturna,
cómo anda ¡irresistible! un bicho pequeñito

pero tan exquisito, por los blancos guijarros
bajo la hortensia azul celeste.

                                                      
(A mi afligida gata para consolarla                                              
de la pérdida de su cría).

Incluido en Antología de la poesía neerlandesa moderna (Ediciones Saturno, Barcelona, 1971, selecc. y trad. de Francisco Carrasquer).






Want al mijn vijvers liggen dicht, mijn paadjes raken
kinderen gezamenlijkheid ruimte intimiteit devotie
zeer vertrapt, de schuwe schepselen hebben mijn struikgewas

verlaten, mijn heerlijkheid ligt braak. O keer, keer
welluidende wind, verliefde regen weer tot aan mijn

haveloze heuvelen.


Fritzi Harmsen van Beek







.


SONG ZHIWEN [18.548]

$
0
0

Song Zhiwen

(China, 656-712). Poeta de la dinastía Tang, que fuera condenado a suicidarse.

Poeta chino considerado de la poesía Tang tradicional de la dinastía Tang, aunque técnicamente su carrera poética se desarrolló en gran parte dentro del anómalo interregno dinástico de Wu Zetian. Junto con Shen Quanqi, Song Zhiwen se considera que tiene el "crédito para la perfección final" de la poesía "nuevo estilo" de verso regulado (jintishi), uno de los desarrollos poéticos más críticos de los primeros poetas Tang, y muchos siguieron un estilo que inspiró a futuras generaciones de poetas.

Sus primeros opuses se centran en la vida de la corte y poemas imperiales. Más tarde, prefiere describir paisajes y sentimientos con una gran amargura interior debido al exilio. 


Grabado en los muros de una estafeta 
al norte del Tayu

En el décimo mes los patos salvajes
          vuelan hacia el sur,
llevan su migración muy lejos
          y luego regresan.
Pero mis viajes
          jamás tienen fin.
¿Cuándo vendrá el día
          en que me quede en mi hogar?
Ahora, el caudal del río ha descendido
          y está silencioso.
El bosque se sumerge, oscuro y confuso,
          en las emanaciones
              de los pantanos.
Mañana, al amanecer, cuando
          desde la cima del paso dirija
              la mirada hacia el hogar,
me gustaría ver los ciruelos en flor
          a lo largo de los embalses.



Poema

Me encaminé a un monasterio
y allí tuve la fortuna
             de que un monje venerable
                me diese la bienvenida.
Comencé profundizando
             en los principios
                de la razón suprema.
E hice trizas
             las preocupaciones terrenales.
El religioso y yo nos unimos
             en un mismo pensamiento.
Agotamos todo lo que la palabra
             puede expresar,
                y permanecimos en silencio.
Contemplé las flores,
             inmóviles como nosotros
y escuché a los pájaros
             suspendidos en el vacío.
                Entonces comprendí la Gran Verdad.

Song Zhiwen, incluido en Poetas chinos de la dinastía Tang (618-907) (Visor Libros, Madrid, 2000, selec. y trad. de C. G. Moral).








.

SYBREN POLET [18.549]

$
0
0

Sybren Polet

Sybren Polet, seudónimo de Sybe Minnema (Kampen, 19 de de junio de 1924 - Ámsterdam, 19 de julio del año 2015) fue un poeta holandés y escritor.

Premios:

1959 - Jan Campert-prijs voor Geboorte-stad
1959 - Poëzieprijs van de gemeente Amsterdam voor Vleselijke stad
1972 - Herman Gorterprijs voor Persoon/onpersoon
1973 - Busken Huetprijs voor Literatuur als werkelijkheid. Maar welke?
2003 - Constantijn Huygens-prijs voor zijn gehele oeuvre
2005 - Dirk Martensprijs voor Een geschreven leven

Bibliografía:

Genesis (1946, dichtbundel)
Demiurgasmen (1953, dichtbundel)
De Steen (1957, sprookjesroman)
Klein Kareltje wordt Keizer (1957, jeugdboek)
De Vuurballons (1957, sciencefiction bloemlezing)
De Stenen Bloedzuiger (1957, id.)
Organon (1958, dichtbundel)
Geboorte-Stad (1958, dichtbundel)
Lady Godiva op scooter (1960, gedichten)
Het Huis (1960, eenakter opgevoerd op het Avant-garde-festival van Brussel )
Het warme Noorden (1960, bloemlezing uit de moderne Zweedse poëzie, samen met Amy van Marken)
1900-1950 (1960, bloemlezing uit de moderne buitenlandse poëzie in Nederlandse vertaling; in 1975 herdrukt als Door mij spreken verboden stemmen )
De demon der eetzucht (1960)
Konkrete Poëzie (1961)
Breekwater (1961, roman)
Verkenning in het onbekende (1964)
Verboden tijd (1964)
De koning komt voorbij (1965, "drama in drie stadia")
Mannekino (1968, roman)
Kikker en nachtegaal (1969, bloemlezing buitenlandse poëzie over Nederland en Nederlanders van de zeventiende eeuw tot heden)
De Sirkelbewoners (1970, roman)
Persoon/Onpersoon (1971, verzamelde gedichten)
De man die een hoofd groter was (1971, sprookjes ) (De boekomslag werd verzorgd door Ans Wortel )
De geboorte van een geest (1974)
Illusie & illuminatie (1975, dichtbundel)
Adam X, een oratorium-collage met recitatieven, aria's, koren en koralen (1973)
Droom van de oplichter: werkelijkheid (1977)
Namen zijn nieuws (1977)
Gedichten (1978)
Ander proza (1978, bloemlezing van Nederlands "experimenteel proza")
Een heel klein mannetje en andere sprookjes (1978)
Xpertise, of De experts en het rode lampje (1978, roman)
Een harde noot om te kraken (1982, onder de naam Henk Noriet)
De poppen van het Abbekerker wijf (1983)
Taalfiguren 1 en 2 (1983)
Crito, ik ben de literatuur nog een haan schuldig, notities (1986)
In de arena (1987, verhalen)
Søren Kierkegaard : Dagboeken (1991)
De creatieve factor, kleine kritiek der creatieve (on)rede (1993)
Het gepijnigde haar (1994, verhalen)
De andere stad, een labyrint (1994, roman)
Taalfiguren 3 & 4 (1995)
Stadgasten, anamorfosen (1997)
De hoge hoed der historie, een geschiedboek (1999, roman; genomineerd voor de 2000)
Veldwerk (2001, verhalen)
Gedichten 1998-1948 (2001)
Luchtwegen Nergenswind (2003)
Tussen de zwarte en de witte pagina: de voorgeschiedenis van het moderne proza (2003)
De dag na de vorige dag, een oversprong (2004)
Een geschreven leven 1 (2004, autobiografie)
Een geschreven leven 2 (2005, autobiografie)
Een geschreven leven 3 (2005, autobiografie)
Dader gezocht. Play in (2006)
Avatar. Avader (2006)
Bedenktijd. Een mozaïek (2007)
Binnenstebuitenwereld (2008)
Donorwoorden (2010)
De Gouden Tweehoek (2011)
Virtualia. Teletonen (2012)
Het aaahh & ooohh van de verbonaut (2014)



El soldado conocido

Un soldado es un tabardo
Un soldado es el viento de guardia en un tabardo
El viento es un oficial lindamente fardado
El viento es un oficial latente en plata
Un árbol se dobla a veces bajo su propio temporal
Un hombre se dobla a veces bajo su cabeza
y un agente bajo tanta bendición que se derrite
Hay tres elementos: pez, viento, fuego
Hay tres antielementos: un soldado, un agente y el viento
Hay tres suplementos: el viento, un diario y un oficial
Pero no hay ninguna diferencia entre el viento de guardia en un tabardo
y un soldado de guardia en un oficial.
Los dos son viento.
Los dos son oficiales
ambos a dos suboficiales.
Los dos son viento.

Incluido en Antología de la poesía neerlandesa moderna (Ediciones Saturno, Barcelona, 1971, selecc. y trad. de Francisco Carrasquer).



Overleven

Elke dag minstens één koude-oorlog.
De hele aardbevolking
even bevroren. IJspoppen met rode ogen.

Ontdooid. En daar lopen wij weer,
in een landschap
vredig als zeegras in de landwind,
wind
als een zegen uit het nihil.

Windmolens als gebedsmolens:
de wind komt op tijd
als ademstoten van inspiratie
uit rondwervelende windstreken.

Begeleid door de laatste vrije geluiden
waaien wij mee.
Zeer mooi
zoals wij de laatste koude oorlog doorstaan
en weten waar te gaan:
wij,
spelingen van de natuur:
ónze verspeelde natuur.

-
uit: 'Binnenstebuitenwereld', 2008.




Trampolinepoëzie

Mensbeeld als wensbeeld van generatieve foetussen.

Beweeglijke gevoelshorizonten en hun zelfadaptaties.

In ons lichaam om de 120 dagen geheel nieuw bloed
waarin nog visvormen zwemmen.

Nog maar 70.000 jaar geleden waren we bijna uitgestorven.

De ramp als natuurlijk experiment.

Net als bij gifslangen niet sterven aan je eigen vergif.

Vreedzaam samenleven met je 100 biljoen bacteriën.

Resistent zijn tegen de realiteit,
realiteit
als een onlokaliseerbare bom, die
nooit ontploffend
altijd en overal zijn werking uitoefent.

-
Uit: 'Virtualia. Teletonen. Even- en nevenbeelden' 2012.





Bloeitijd

Nu is de lucht met blauwe denkbeelden overtrokken,
de avond koel als een avond werkelijk is:
licht, koel, hulpvaardig.
Ik strijk je over je haar.

Je haar is veilig: bloemen zijn overal aanwezig.
Je handen zijn overal aanwezig.
In de stoel lees je me als een krant.

Je legt de krant weg: adem
die je inhoudt, uitademt, inhoudt;
vormt. Wèl ben je een glasblazer van geboorte,
jij, wind zo voorzichtig als een morgen. - Hoor,

de wind steekt op, ik sta op, ik ben iets. Een bloem.
Ik groei.
Ik heb een nog uiterst ranke stengel om mee te lopen,
net als de wind. En ik loop,
heel voorzichtig, ik zie
zie je - 
zie, ik ben helemaal doorzichtig.

-
uit: 'Gedichten I', 1977.




Stopwoord

Ik vond een oorschelp in de grond
om aan te luisteren.
ik luisterde en vond
drie takken taal
een drietakttaal voor één gedicht.
daar is geen zin mee te verrichten.
ik stop dat oor maar met een stopwoord dicht.

-
uit: 'Gedichten I', 1977.





Boomgedicht

Zoveel als deze boom heb ik nooit beloofd:
mijn schaduw is minder, mijn nutteloze insekten tieren
weliger,
geen konijnen nestelen aan mijn voet.

Wel is mijn schors schor en hees
en ik overschreeuw mijzelf dagelijks met kinderen en bladeren.

Traag en moeizaam is mijn ringen
en even moeizaam wen ik aan het snoeien van handen,
de taal die mensen spreken.
Uit mijn hout worden geen goden gesneden,
ook zonder hen wordt mijn hout ouder.

Soms is het in mijn merg zo onophoudelijk donker
als in het windstil centrum van een ziekte;
je hoort er mensen als marmotten piepen
diep uit de zwartste zwammen van hun menszijn.

Maar jij die uit dit hout een stem wilt snijden,
snijdt een stem. Zoals mijn litteken is zing ik.

Mijn litteken is mijn sieraad.

-
Uit de bundel 'Lady Godiva op scooter' (1960)



.

SIJO: EXPRESIÓN DE LA POESÍA CLÁSICA COREANA [18.550]

$
0
0

Sijo: expresión de la poesía clásica coreana

Ricardo Sumalavia
Pontificia Universidad Católica del Perú



La literatura coreana es tan amplia y variada como desconocida. En toda su historia, la península de Corea se ha visto reiteradamente amenazada e invadida por otros reinos, forjando así, en el espíritu de sus habitantes, una mentalidad predispuesta al aislamiento como medio de protección y salvaguarda de su identidad. Sólo hasta hace unas décadas esta cultura se ha abierto al mundo y empezado a divulgar sus diversas y valiosas manifestaciones culturales. En el caso particular de su literatura, queremos destacar la gran difusión y desarrollo dentro de este país de una forma poética de gran excelencia: el sijo.

Para entender los diversos momentos de esta expresión poética es imprescindible conocer la tradición oral y escritural de Corea. La tradición literaria coreana ha sido fundamentalmente oral. Incluso, aún en estos días, conviven tanto esta forma de expresión como la escrita, influyéndose mutuamente. Su literatura escrita se inició entre los siglos IV y V dC. con el uso de los caracteres chinos y luego, valiéndose de esta caligrafía en amplitud, consiguió desarrollar una escritura llamada hyangchal, modo de expresión de la lengua coreana usando los caracteres simplificados del chino. 

La lengua coreana es compleja en su composición silábica y por esta razón difícil de adaptarse a la caligrafía china y sus simplificaciones. De ahí que el hyangchal mostrara pronto sus limitaciones y se acentuara su desuso. En su lugar se creó un nuevo alfabeto en el siglo XV llamado hunminjungum, “escritura correcta para enseñar al pueblo”. Este tipo de escritura fue adecuado para la divulgación del pensamiento coreano y, en especial, su literatura; alcanzando un conveniente desarrollo a través de mejores medios de expresión. Sin embargo, durante el reinado del gobernante Sejong en 1443 se instituyó el alfabeto hangul, aún más depurado y de una notable sencillez que perdura hasta nuestros días y que fijó las bases para la posterior literatura escrita en Corea. 

Cabe mencionar que la literatura coreana, a pesar de gozar de una escritura propia, continuó escribiéndose entre los nobles a través de la caligrafía china. Así podemos encontrar muchos textos clásicos que, inclusive, intercalan los ideogramas con el hangul. Justamente el sijo y otras formas de poesía coreana se escribieron tanto en caracteres chinos como coreanos. Pero, particularmente el sijo se adaptó con mayor facilidad a la nueva escritura.
El sijo se expresó originalmente entre cantos, recitaciones, textos escritos que recogían la tradición oral y luego en poemas escritos sólo para el placer de la lectura de los nobles. No hay una fecha ni publicación determinadas que revelen los orígenes de esta forma poética. Se piensa que se desarrolló a finales del reino de la dinastía Koryo, entre los siglos XIII y XIV, hasta alcanzar gran popularidad durante los quinientos años de la dinastía Choson. Lo único verificable es que el sijo no desapareció junto con este reinado, pues hasta nuestros días continúa su creación y aceptación entre los poetas coreanos, aunque, claro, con algunos cambios que los distinguen del sijo antiguo. Los estudiosos de la literatura coreana han preferido distinguir al sijo clásico, el cual alcanzó su esplendor en el siglo XVI, del sijo de la época moderna, remozado durante la colonia japonesa en las primeras décadas de este siglo con el fin de revivir las viejas y arraigadas tradiciones coreanas. Sin embargo, el estilo de ambos momentos del sijo no presenta diferencias sustanciales.

Los investigadores no están de acuerdo sobre cuándo se fijó la estructura del sijo. Una teoría sostiene que éste evolucionó de las tres estrofas del hyangga, poema lírico tradicional en diez versos. Otra afirma que el sijo derivó de las canciones tradicionales difundidas en la segunda mitad del reino Koryo en el siglo XIII.

Aunque el origen del sijo podría remontarse a esta etapa del reino Koryo, su florecimiento alcanzó la plenitud durante la dinastía Choson. Es indudable que el sijo, al margen de sus posibles orígenes, haya recibido la influencia de la poesía china. Mas su carácter e inserción en la tradición literaria coreana rápidamente le proporcionaron su autonomía y calidad.

El lenguaje y la forma concisos del sijo correspondieron a los cánones estéticos de la clase yangban, que constaba de las nuevas familias de funcionarios que dirigieron la administración política, económica, social y cultural del reino durante el periodo Choson.  Esta clase consiguió manifestar su sensibilidad a través del sijo y su escritura en hangul.

Si pretendemos comprender la naturaleza de esta forma poética, conviene detenerse un momento en las acepciones de su nombre. Éste proviene de las palabras sijolgajo, y sijolga, que significan “la canción de esta temporada” y la palabra jo, que significa “melodía”. También el sijo puede entenderse como el término opuesto de la palabra Kojo que significa “antigua melodía”. Etimológicamente, la palabra sijo siempre ha estado estrechamente vinculada a la melodía y la canción; y de ahí podemos colegir que el sijo se popularizara prestamentemente como una canción y no tuviera una versión definitiva en las diversas colecciones donde aparecía. 

Estructura

Respecto a su estructura, debemos decir que el sijo consta de tres versos, los cuales se dividen cada uno en cuatro segmentos o umbos (en coreano). Cada umbo posee tres a cuatro sílabas, teniendo un aproximado de quince sílabas por verso y un total en el sijo de alrededor de cuarenta y cinco sílabas. En su estructura básica, los umbos de cuatro sílabas aparecen con frecuencia y son llamamos pyonumbo (umbo estándar), a los umbos de menos de cuatro sílabas se les conoce como soumbo (umbo corto) y a los umbos de más de cuatro sílabas, kwaumbo (umbo largo). Podemos resumir la forma métrica general del sijo de la siguiente manera:

343(4)4
343(4)4
3  543(4)

Como se puede observar, la tendencia en la composición del sijo es alternar los umbos cortos y largos al inicio de los versos. Entre paréntesis indicamos las posibles variaciones. También es norma que el primer umbo del primer y segundo versos se inicien con tres sílabas, así como el tercer verso siempre se presente con una exclamación en tres sílabas y le continúe otro umbo de cinco o más sílabas. En el siguiente sijo del poeta Jong Chol (1536-1593), podemos ver las características de esta forma poética.


Sacaré mi corazón

Sacaré mi corazón semejante a la luna de esta noche
Lo colgaré en lo más alto del firmamento
Y con él te iluminaré, oh, mi señor.


El primer verso suele describir un estado de contemplación donde interviene directamente el sujeto lírico o algún otro personaje. En el segundo verso, habitualmente se propone una pregunta, un cuestionamiento o una confrontación entre los diversos objetos o sujetos contemplados, a partir de la cual, en el tercer verso, surgirá una resolución clara, una sentencia que describirá la armonía alcanzada entre el sujeto y su entorno.

Muchos poetas sobresalientes de la clase yangban, entre los que se incluye Jong Chol, aparecieron en la primera parte del periodo Choson. De ellos podemos mencionar a Lee Hyonbo (1467-1555), Lee Hwang (1501-1570), Kwon Homun (1532-1587) y  Sin Hum (1566-1628). La temática predominante de estos poetas se desarrolló entorno al confucianismo y la vida contemplativa en busca de la armonía con la naturaleza y así eludir los problemas mundanos. Textos como El Calendario del Pescador (Obusasisa, 1651) y Nuevas Canciones de las Montañas (Sanjung singok) recogieron parte importante de los sijos más sobresalientes de la dinastía Choson. Entre éstos tenemos los siguientes poemas:



Sosteniendo una copa me siento y contemplo las lejanas colinas.
Si viniera mi amor, si viniera, alegraría este momento.
Yo adoro las montañas, pero ellas no hablan, no ríen.
Yun Sondo



Canción a los cinco amigos

Cuántos amigos me rodean: agua, piedra, pino y bambú.
Y me deleito con esta luna que surge sobre las montañas.
Permítanme tener sólo a estos cinco amigos.

Agua
Siendo clara la nube, a veces se torna negra.
Siendo límpido el viento, continuamente deja de fluir.
Mas sólo el agua límpida y fluida.

Piedra
La flor nace  y se marchita con facilidad.
La hierba azul de pronto es amarilla.
Mas la piedra permanece.

Pino
Con el estío florece y con el invierno decae.
El pino no sabe de nieve ni de escarcha.
Sólo sabemos por la escritura de su raíz que va a los infiernos.

Bambú
No es árbol ni hierba.
¿Quién le envidia su rectitud y su vacío?
Así es el gusto de la cuarta estación por lo verde.

Luna
Eres pequeña para volar tan alto e iluminar todo lo creado.
Al anochecer eres la única iluminación.
Y eres mi amiga por callar tu propia contemplación.

Yun Sondo



En la segunda mitad del siglo XVII, el sijo, que era exclusivamente escrito por la clase yangban, empezó a ser compuesto por poetas que no necesariamente pertenecieron a esta clase. Durante este periodo el sijo, que hasta entonces había desarrollado formas más estilizadas, cobró un carácter más popular.  

Recopilaciones de sijos, como Canciones de la Colina Verde (CHONGGU YONGON, 1728) de Kim Chontaek y Canciones del mar del Este (HAEDONG KAYO, 1755) de Kim Sujang, pertenecientes a una naciente clase de comerciantes llamada chungin, son claras muestras de la difusión del sijo entre el pueblo. A diferencia de los yangban, el resto del pueblo coreano adoptó esta forma como un medio de expresión de su entorno y no como una poesía refinada y vana para sus propios fines. En igual sentido, estos poetas abandonaron definitivamente la caligrafía china y optaron por el hangul. Entre sus variados temas destacan, ya no la contemplación de la naturaleza, sino una crítica social o la frustración ante los diversos conflictos dentro de la sociedad. Como ejemplos de este cambio podemos mostrar los siguientes poemas:



Dejo a un lado mi larga espada y me siento a meditar.
Todo lo  que yo creí se fue durante el sueño de una tarde.
¡Olvídalo! Las palabras no podrán cambiar mi destino.

Kim Chontaek


Oye, grulla, te mueves de aquí para allá alimentándote entre las yerbas rojas de la playa.
¿Por qué sigues buscando si tienes llena la boca?
El hambre es mi vergüenza  y yo también debo moverme de aquí para allá.

Canción de una escena pacífica del sur



Asimismo existió una cantidad considerable de sijos escritos por mujeres dedicadas a la complacencia de los hombres. Estas mujeres fueron conocidas bajo el término de kisaeng. Al llegar al segundo periodo de la dinastía Choson muchas de las kisaeng, además de ser notables bailarinas, se dedicaron al canto y se iniciaron en la composición de sijos. Si bien ellas no pertenecieron a la clase yangban, pretendieron asimilarse a esta clase a través de sus dotes poéticas. Esto se confirma al considerar que la musicalidad de sus sijos era diferente a la folclórica, pues el oficio de las kisaeng no pudo desligarse de la vida de la nobleza. 


Los sijos de las Kisaeng representados por Hwang Chini fueron notables por expresar intensamente aquellos sentimientos encontrados. Aquí dos de sus más conocidos sijos:


La noche más larga del año la corto por la mitad
Y la guardo en el colchón del viento de primavera
Para liberarla cuando venga mi amante.

Deseo alcanzar la colina verde, amor apasionado.
Si el arroyo azul fluye, fluye ¿podría cambiar la colina verde?
Lamentablemente el arroyo azul no podrá olvidarla y se alejará llorando y llorando.


Como podemos apreciar, los sijos de las Kisaeng tuvieron una fuerte inclinación hacia el lirismo. Los sijos más renombrados de estas mujeres fueron los de Lee Kyerang (1513-1550), Mae Hwa  y Myong Ok. 

Al entrar a los siglos XVIII y XIX, diversos cambios históricos conllevaron a una reestructuración de la jerarquía social, sin embargo varias clases continuaron disfrutando de la creación del sijo. Y lo mismo podemos decir del sijo moderno, investigado y copiosamente practicado entre muchos de los poetas coreanos de la actualidad. 

Finalmente, para terminar de presentar esta forma de expresión de la poesía clásica coreana, mostrar un famoso sijo de finales del siglo XVI del poeta Sin Hum.



Los primeros declamadores debieron padecer mortificaciones.
¿Habrán hallado mejor voz en la canción que en las palabras?
Si el cántico aleja las preocupaciones, entonces cantaré.


Anochece y flota el otoño en el río
dejó caer el anzuelo y no pican
no regresa vacía la barca con la luna
Príncipe Wolmyong (siglo VII).


Troncho una rama del sauce y se la envío a mi amante
si la planta junto a la ventana que alumbra su cama
me verá y me tendrá de nuevo en cada brote


Atribuido a la cortesana Jong Rang: se conservan poemas suyos desde el siglo XVII.


abandonaron el barco de guerra
y un infante de la marina
abandonado dejó una zapato, ¡está muy claro!

Yi Sang (1910-1931) sabía ser cáustico. Es un poema póstumo suyo dado a conocer en 1976 por Yoda Junichi, también poeta.


Acaba de regalarle el hijo una corbata
con barquitos de vela que navegan al vaivén
de las mareas de su barriga sobresaliente

José M. Prieto. En éste y en los dos sijos que siguen rinde homenaje a Yi Sang-Bom un poeta coreano del siglo XX e ilustra la tendencia a re-distribuir las sílabas en varios versos.


Una vez por semana le toca abrir
la puerta del cementerio de su pueblo
y con la escoba al hombro
canturrea nombres de amigos que están
a la altura de sus tobillos


por una nota que alguien dejó caer
a la puerta del monasterio
conocen los nuevos usos del móvil:
Ahora podéis hablar con Dios
con foto y sin esfuerzo


Religioso es también el sijo del poeta Ko Un, candidato al Premio Nobel de Literatura o de la Paz durante más de una década.


Un mosquito me ha picado
¡gracias!
¡¡estoy vivo!!

Su argumento es vital, y racional es el de René Descartes, pienso luego existo.


Kim Unsong, nacido en 1924 en Jungju (Corea del Norte), publicó una flamante antología bilingüe (coreano-inglés) de poetas sijoístas en 1986. El libro apareció en Seúl (Corea del Sur) y tuvo un tiraje limitado. La manera de traducir a un idioma indoeuropeo la forma tradicional del poema sijo, escrito originalmente en caracteres coreanos, es en seis versos pareados con rima consonante o asonante. La cadencia rítmica está construida por la melodía de cada dístico, cuya rima varía dependiendo de la versificación adoptada por el traductor. En tal sentido, el apotegma tradutore, traditore se cumple al pie de la letra. La antología en cuestión: Classical Korean Poems (Sijo), fue seleccionada y traducida por Unsong y publicada por la editorial Il Nyum. La obra contiene 100 sijos más cinco breves sextillas del propio Unsong. Lo que sigue es una libre traducción al castellano de seis poemas introductorios a este arte que no, por breve, es menor.

VIDA NATURAL

Sin calendario en las montañas
ni horario en la mañanas

En primavera llegan las flores
y en otoño los colores

Si mis crías piden abrigo 
sé que el invierno ha traído el frío




ERMITAÑO TESTARUDO

Aguas de jade en un cerro azul 
que complican al trotamundo

No barra el sendero florido 
Ni corte el paso del errabundo

Mi perro le ladra a la nubes 
Visitas llegan a este mundo



Los dos primeros poemas son anónimos. La vida natural de anacoreta, alejado de las estructuras jerárquicas que impone el modelo societal, parece ser un tema recurrente de esta poesía popular anónima. De los 3 500 sijos clásicos recopilados hasta la fecha, se calcula que alrededor del 40% fue escrito en forma anónima. Antes de la invención del alfabeto coreano en 1446, llamado hangul, la poesía se transmitía en forma oral. Los poetas anónimos de la sociedad feudal de la época deben haber mantenido en secreto su identidad a fin de haber evitado represalias por parte de la clase noble yangban, puesto que su tono popular atentaba contra el poder nobiliario cimentado en una rígida ética confuciana y una arbitraria jerarquía social.



CALIENTES EN MI CAMA

¿Cómo se te ocurre dormir afuera
congelado de cuerpo, pies y cara?

¿Para qué es la frazada esmeralda
el cubrecama y esta almohada bordada?

Ven y mójate en la Lluvia Helada*
Calentémonos juntos en mi cama




Han Woo significa lluvia fría o helada* y es el seudónimo literario de una de las más brillantes poetas coreanas del siglo XVI. La autora fue dama de compañía (Gisaeng) y cortesana del reino de Sunjo (1552-1608). El poema en cuestión, "Calientes en mi cama", fue escrito en respuesta a un poema erótico titulado "Lluvia helada", que el gobernador de Pyongyang, Im Je (1549-1587), le dedicó a la brillante cortesana en una justa verbal. Erotismo, picardía y desenfado derrama la poesía de Han Woo.



FUEGO Y AGUA

Se incendian los brotes de la floresta
Brasa en el cerro de la primavera

El agua puede apagar todavía
el incendio, rápido y a la primera

Pero nada hay que acabe el fuego humeante 
que me consume semanas enteras


Corea fue invadida por Japón entre 1592 y 1598. No sería, sin embargo, la última invasión que sufriría el país asiático. Kim Duklyong (1563-1596) combatió contra los invasores, ganando tanta popularidad que el rey lo acusó de instigar a una rebelión en su pueblo natal: Chongju. Su suerte fue trágica. Fue arrojado a un calabozo y dejado allí hasta morir a la edad de 33 años.



GENIO Y FIGURA

Mi mente permanece joven de corazón
siempre descuidada, ligera e inmadura

Incluso si comienzo lento a envejecer
me mantengo joven a mi edad madura

Si persigo libremente mis deseos
No ha de faltar quién se mofe ante mi figura



"Genio y figura" -o "Siempre juvenil"- es un poema escrito por uno de los más notables monjes confucianos de la dinastía Yi, Suh Kyongduk (1489-1546). Este escolar confuciano hizo vida de anacoreta en Songdo, la capital de Koryo, enseñándole a los jóvenes cuanto él mismo pudo cultivar en vida. Cuenta la leyenda que Suh Kyongduk tuvo un amorío platónico con una de sus estudiantes, la poeta Whang Jinnie, fallecida en 1530, quien en uno de sus poemas escribe: "Relájate un rato y juega conmigo". A pesar de los intentos de seducción de su bella alumna, el estricto Suh Kyongduk nunca aceptó romper sus votos de soledad.



SEGÚN MI PROPIA NATURA

Calmo y sin urgir a nadie 
vivo en paz y en forma alegre

No acepto ningún consejo 
ni dejo que hundan mi mente

Desoigo sus dictámenes 
mi voluntad está al frente




Aunque China invadió Corea en 1637, el confucianismo ya había prendido mucho antes en territorio coreano (Confucio vivió entre 551 y 479 a.C.). Uno de sus seguidores, Byon Kaeryang (1369-1430), estudió filosofía confuciana en la escuela de Chung Mongju durante la dinastía Koryo, aprobando sus exámenes a la edad de 17 años. Este poema retrata la integridad personal que propugna dicha filosofía y que, en rigor, no es sino una ratificación del principio anárquico de autonomía.


Aunque yo muera y muera de nuevo; aunque yo muera de cien muertes;

mucho tiempo después de que mis huesos se conviertan en polvo; si mi alma existe o no;

mi único corazón rojo, por siempre y siempre fiel a mi Señor, nunca se desvanecerá


이몸이 죽고 죽어 일 백번 고쳐 죽어

백골이 진토되어 넋이라도 있고 없고

님 향한 일편단심이야 가실 줄이 있으랴.



El sijo y la contemplación de la naturaleza

Aparte de eso, el sijo  también exploró el sentido metafísico  de la naturaleza, pues los poetas vieron en el orden natural un modelo moral e intentaron construir una sociedad virtuosa, basada en su armonía. Esto formaba parte del objetivo principal del confucianismo, que era desarrollar la bondad del hombre.  Ejemplo de esto fue el poeta Lee Hwang (이황) , quien en su sijo examina la esencia de la situación humana a través de la naturaleza:



¿Por qué la montaña azul es siempre azul 
y el agua del río fluye incesante todo el día y la noche? 

Nosotros también seremos así eternamente.



Este  sijo apela a la esencia de la montaña (quietud) y el río (movimiento) para en su equilibrio sugerir un determinado comportamiento  ético al individuo, como la ecuanimidad ante situaciones adversas. Esta temática fue retomada luego por Yun Seondo (윤선도), quien  nos dio el retrato más detallado de una vida idealizada en armonía con la naturaleza. Su pieza maestra se tituló "La canción de los cinco amigos" (오우가), y en esta plasmó un elogio a los cinco elementos naturales:  agua, pino, bambú y la luna. El sijo inicial da cuenta de su relación: 



Tú preguntas ¿cuántos amigos tengo? Agua y piedra, bambú y pino. 
La luna sobre la colina oriental es un compañero alegre. 
Además de estos cinco compañeros, qué otro placer debería pedir.


내 벗이 몇인가하니 수석과 송죽이라
동산에 달오르니 그 더욱 반갑도다
두어라, 이 다섯 밖에 또 더해야 무엇하리



Como se observa, este poema describe la armonía alcanzada entre el sujeto y su entorno, con el cual ha establecido vínculos afectivos. La opción por una vida ascética alejada del caos de la sociedad, marca la imagen típica del aristócrata-erudito en aquel período.



El sijo y la expresión amorosa

Y si la naturaleza es parte de la temática, también lo son los sentimientos como el amor y el anhelo. En aquellos días, las mujeres coreanas también utilizaron el sijo para expresar sus sentimientos a sus seres queridos, libre de la gobernanza política y social. Hwang Jin-yi (황진이), la más famosa gisaeng (mujer educada con el fin de entretener y acompañar a los aristócratas) del siglo XVI, compuso exquisitos poemas de amor. Los sijos que compuso a menudo describen la belleza de sitios geográficos o la tragedia personal de sus amores. Un tema común de la poetisa es querer a alguien que está ausente, y desear su regreso, tal se observa en el poema siguiente:



La noche más larga del año la corto por la mitad
y la guardo en el colchón del viento de la primavera
para sacarla cuando venga mi amante.


동지달 기나긴 밤을 한 허리를 버혀 내여
춘풍 이불 아래 서리허리 넣었다가
어른 님 오신 날 밤이여드란 구부구비 펴리라



En este sijo  la imagen central es una noche eterna, fría y sin amor que se transforma, por el deseo del hablante lírico, en una cálida noche de primavera, amor y alegría. El proceso de desentrañar la fría noche suscita una combinación que contrasta  imágenes cálidas y frías, perpetuas y transitorias, pues mientras el tiempo de la vida natural es transitorio (como las estaciones que se suceden unas a otras), el tiempo del individuo  es eterno por los sentimientos que se desprenden de él.Por tanto, el amor que Hwang Jin-yi postula es un amor trascendente en espacio y tiempo. Fuera de los sentimientos, el hombre solo está determinado por lo transitorio, tal como plasma en el siguiente poema :



Las montañas son las mismas que en los viejos tiempos,
pero las corrientes no son las mismos;
ellas siguen fluyendo día y la noche,
así que no pueden ser iguales.

Los hombres de fama son como las corrientes;
una vez que se ha ido, nunca regresan.



Al igual que los intelectuales del período, Hwang Jin-yi hace válidas las ideas del confucionismo, en especial aquella que refiere que en el universo, el ser humano es solo un fragmento temporal. 



Poemas de Hwang Heu-Chun

VERSIONES Y NOTA DE LEÓN PLASCENCIA ÑOL



Hwang Heu-chun (1418-1456): murió ejecutado por intentar recuperar el trono del rey Danjong, quien fue despojado injustamente por su tío, el rey Sejong.

Hwang Heu-chun es un sadaebu, un “letrado neoconfuciano” (mezcla la cosmología del taoísmo, el idealismo metafísico del budismo Ch’an y el humanismo del confucianismo clásico) que viajó por la península coreana a la manera de Matsuo Basho y va dejando anotadas sus impresiones del viaje realizado. Los poemas sijos recuperados son visiones del mundo desde una mirada ebria y sensual que intenta reconstruir lo visto. Su último sijo lo escribe minutos antes de ser ejecutado por el rey Sejong.

Los sijos, de estructura 14-14-16 sílabas, son poemas coreanos clásicos antecesores del haikú, cercanos a los poemas breves chinos y que “se asemejan a una pintura oriental […] Se busca [en ellos] una visión orgánica en la cual cada parte contiene el principio de la totalidad y cada descripción abre el camino hacia la infinitud, y viceversa. A esta comunión armónica entre el cielo, la tierra y el hombre quiere llegar el poeta del sijo”, escriben los estudiosos Hwang Te-jun y María Isabel Filinich.

Octavio Paz escribió lo siguiente para referirse a la obra de Basho: “el proverbio europeo es falso; viajar no es ‘morir un poco’ sino ejercitarse en el arte de despedirse para así, ya ligeros, aprender a recibir. Desprendimientos: aprendizajes”. Lo mismo podría decirse del poeta y viajero coreano Hwang Heu-chun.


Mientras la tarde crece con lentitud informal el mundo de los muertos es una simple sombra entre los cerezos que ayer nombré para que fueran tuyos.


*


Los ojos de la kisaeng[1] no son como los tuyos. Dejó en mi almohada una nota de despedida. Huyo todos los días: el que no es mi rey quiere matarme.



*



El vuelo de las grullas en el silencioso Han[2] distrae mi mirada de las montañas Inwangsan.[3] Quisiera irme tan lejos que ni mi sombra me alcance.



*



Las nubes negras del largo camino a casa
son manchas de grullas en el cielo rojo.

El pintor dejó inconclusa una hoja de arroz.



*



No tengo preguntas para ti mientras bebo soju.[4]

La tarde se agiganta lenta. Una luz ardiente
crece en el pelaje de los animales solitarios.



*



Los árboles se mueven despacio. Es el soplo del dios
de las cosas inmóviles…[5]


*



El espíritu es un animal perdido entre el bosque
de bambués. La luz permanece quieta en las flores.
El mundo envejece en la mirada del Buda silencioso.


_________________________________

[1] Kisaeng es una mujer que se dedicaba a amenizar las veladas, a la manera de las geishas. (Nota del traductor)
[2] El Han es el río que cruza Seúl. (Nota del traductor)
[3] Inwangsan son un grupo de montañas en los alrededores de Seúl. (Nota del traductor)
[4] Bebida tradicional coreana que se prepara con papa. Su sabor recuerda un poco al sake. (Nota del traductor)
[5] Este poema aparece incompleto en las obras del poeta. Algunos estudiosos señalan que se trata de un poema animista que tiene su contraparte en la obra pictórica del Hwang. (Nota del traductor)








.

CANTOS DE LOS MANSI DE SIBERIA [18.551]

$
0
0

CANTOS DE LOS MANSI DE SIBERIA
   
Los Mansi, como se llaman a sí mismos (el término significa, como en la auto-denominación de tantos pueblos originarios alrededor de la tierra, 'humanos', 'hombres'), son más conocidos por el nombre de Vogul, Vogules, Vogulos, que, como también sucede en numerosos casos, es un nombre despectivo usado por sus pueblos vecinos o enemigos.

Los Mansi son originarios de la Siberia Occidental, más allá de los Urales, y a lo largo del río Ob y de sus tributarios. Los textos de este pueblo han corrido mejor suerte que la de otros pueblos antiguos y varias veces colonizados, en este caso por los rusos y, más adelante y mucho peor todavía, por los soviéticos, ya que tanto investigadores húngaros como alemanes y finlandeses han recogido sus textos. La lengua que hablan (o mejor dicho hablaban, en la inmensa mayoría de los casos), es una de las lenguas fino-hungrias: el subtipo Obi-ungrio. Este idioma tiene fuentes ancestrales, ya que se trata de un pueblo muy antiguo, que recién en el siglo XIII, cuando se separan  del húngaro y del kanthy, adquiere la pureza de una lengua absolutamente propia (se entienden poco con esos pueblos, ya que sólo un 30% de sus palabras tienen raíces comunes).

En la actualidad hay una población de alrededor de 12000 Mansiis, pero bajo el régimen soviético han sufrido una gran merma en la posibilidad de hablar su propia lengua, por lo que sólo una pequeña parte de la población, y decreciente, conserva el idioma tradicional. Tanto el ecocidio producido por las compañías petroleras, como la emigración urbana y las políticas represivas de Putin hacia los pueblos no-rusos, están exterminando los restos de esa cultura. El reconocido académico finlandés Juha Pentikäinen, especialista en las culturas Obungrias, dice que la situación actual es sencillamente "un genocidio".

El sistema de creencias de los Mansii incluye un gran número de deidades y espíritus, como los Moosj, los espíritus del bosque, con el dios Torem ocupando el sitial más alto en los cielos. El Agrimensor del Mundo, o el hombre observando el mundo, es el hijo de Torem, que, con la llegada del Cristianismo (en dos grandes intentos en diversos siglos) tomó la forma de Cristo (que a su vez tomara en su tiempo, la forma de Apolo). El chamán es un intermediario, con su propio cuerpo, entre los hombres terrenales y los espíritus y los dioses. El osos es un animal sagrado entre ellos, y sólo lo cazan en períodos de hambruna. Pero el oso tiene alma y ésta regresa a la tierra. La muerte del oso es llorada, aunque por otra parte se entiende que al morir, ha regresado a sus orígenes. La palabra 'oso' es tabú entre los Mansii, debido a la creencia de que ellos escuchan y entienden el lenguaje humano.


CANTO SACRIFICIAL

 Puse un humeante cesto de corteza
 Puse un bol humeante,
 un tazón de agua de cerveza,
 un tazón de agua de miel.
 El agua de cerveza que puse ahí
 el agua de miel que puse ahí
 acéptalos como una ofrenda de asta ensangrentada
 acéptalos como una ofrenda de pezuña ensangrentada
 Aleja esta tierra de colinas que aferra mi mano
 aleja esta tierra llena de cráteres que aferra mi pie.
 Que el espíritu de la enfermedad no se presente
 que la mala suerte no se presente.
 Haz que las fauces de la mala suerte se vayan
 haz que las fauces de la enfermedad se vayan.
 No tengo una hija para la boca de del espíritu de la mala suerte
 no tengo un hijo para la boca del espíritu de la enfermedad.
 ¡Que venga un día radiante, para que pueda vagar!
 Luz dorada, padre dorado-
 por estas cosas lloro, por estas cosas rezo.


    
INVOCACIÓN DEL CHAMÁN AL AGRIMENSOR 
DEL MUNDO

 ¡Ser dorado, que moras por encima de los siete con alas
 ser dorado, que moras por encima de los siete a pie!
 Tus desgraciados vestidos con sus congojas
 te rezan llenos de aflicción.
 Cuando se alza la niebla del espíritu de la enfermedad 
 aprieta a la niebla de los espíritus de la enfermedad hacia abajo.
 Cuando se alzan la niebla de los espíritus de la miseria
 Aprieta a la niebla de los espíritus de la miseria hacia abajo.
 Aquí, dentro de la choza en la cual siete muy alados dioses
               están sentados,
 siete dioses con muchos pies están sentados,
 cae como todas las gotas de lluvia descendentes
 sube como todas las gotas de viento ascendentes.
 Sobre la edad de las muchachas déjanos una palabra de edad
 sobre la edad de los muchachos déjanos una palabra de edad.



          
CANTO DE UNA DANZA

 Tres cazadores de patos
 nos prometieron el uno con el otro,
 tres cazadores de patos
 nos juntaron.
 ¿Por qué no debería yo haber trabajado tan duro en la casa
                   de mi padre?
 Ahora me visto con lo mejor,
 me siento en el bote.
 Tú ve alrededor de la punta, 
 ¡yo iré a tu encuentro!
 Cuando nos reunamos
 pisotearemos
 tres campos de pasto seco,
 tres campos de pasto verde.



     
CANTO CHAMÁNICO DE LA CASCADA

 ¡Pequeños hijos, pequeños hijos!
 Como un arroyo-bandada de ocas habéis pasado
 como un arroyo-bandada de patos habéis pasado.
 ¡Pequeños hijos, pequeños hijos!
 ¿Qué os aflige
 qué os falla?
 Mi impermeable de la Colina-Espíritu-Suerte
 está -miren- extendido.
 Mi saco del Bosque-Espíritu-Suerte, que mi madre
 ha rellenado con martas sibelinas vivas
 está -miren- extendido.
 ¡Pequeños corazones, pequeños corazones!
 ¿Qué os aflige
 qué os falla?
 ¡Cántenme con la voz de alegres risotadas de las ocas, pe-
        queños hijos!
 Yo canto para ustedes con la voz cantarina
 del cuclillo de la mañana, pequeños hijos.
 Y cuando yo abro mi carcajeante boca de oca de río
 durante la noche, durante el día, huesos fuertes
 carne fuerte .miren- surgirán de la tierra
 -miren- del agua.
 Tenemos este deseo -miren- este anhelo
 suplicamos a causa de este deseo -miren- este anhelo
 necesitamos un día feliz
 necesitamos pie sano, necesitamos mano sana.

 ¡Pequeños hijos! Entonces cuando me rueguen
 y una vez que yo bata mis alas
 la tierra irá toda sin temblores
 y cuando bata mis alas de nuevo
 el agua irá toda sin temblores.
 Y cuando mi sentido del Ob-agua surja
 cuando mi dorado-mar sagrado sentido Ob-dorado surja
 y yo diga adiós con mi báculo sagrado con sus siete muescas
 aferrado en la mano de mi lado bueno
 la encorvada tierra sagrada se librará de temblores.
 Que mi cálida piel, mis cálidas botas de piel,
 con su poco de calor
 hagan crecer sus huesos
 hagan crecer su carne.




        
CANTO ACERCA DE MI ALDEA*

 Deprimente promontorio de mi aldea
 deprimente promontorio donde las jóvenes mujeres caminan
 deprimente promontorio donde los hombres jóvenes caminan.

 Mi querida arena, blanca como los pies de las grullas
 algo acerca de lo que cantar
 algo de lo que alegrarse.

 Querido deprimente promontorio de mi aldea
 bordeado de un lado
 por el bosque de puntas filosas colindante,
 bordeado del otro lado
 por el río de perlas fluyendo-
     fluyendo a su alrededor en verdad
     bordeándolo en verdad.

 Todos mis queridos puntos punta-de-iglesia
 todos mis queridos pinos semejantes a iglesias
 quédense ahí, tantos,
 aparezcan ahí, tantos.

 El querido sendero donde caminan las mujeres jóvenes
 el querido sendero donde caminan los hombres jóvenes
 no está cubierto de pequeñas ramas
 no está cubierto de pasto.


 * La aldea en cuestión se llama Khöslokh, aunque se ha  obviado nombrarla en el poema, compuesto en fecha incierta.


FUENTES

Los textos primero, segundo y cuarto, provienen de una traducción de Dorothea Grünzweig y Derk Wynand, publicados en la formidable serie Modern Poetry in Translation, en este caso Third Series-Number Five. Transgressions,
en Londres, 2006.

El tercer texto proviene de Willard R. Trask y su enorme The Unwritten Song. Poetry of the Primitive and Traditional Peoples of the World. The Macmillan Company, NY, 1967.

Finalmente el último de los textos traducidos aquí es del libro de Keith Bosley, también imperdible, Poetry of Asia, Five Millenniums of Verse from Thirty three Languages. Weatherhill, NY, 1979.

La foto es de Sebastián Salgado (detalle).




MITOLOGÍA DEL PUEBLO VOGUL DE LA SIBERIA OCCIDENTAL

Por Óscar Abenójar Sanjuán 

Serie “Culturas del Mundo”
Área de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada de la Universidad de Alcalá
Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM Centro de Estudios Cervantinos



Introducción

Las aldeas del pueblo mańśi, o “vogul” tal y como es conocido por los rusos desde el siglo XVI, están instaladas a lo largo de las riberas de los ríos Konda, Yukonda, Sosva y Sygva, afluentes occidentales del Obi, en la provincia siberiana de Khanty-Mansisk (rus. Ханты-Мансийск).
Como el ostiaco y el húngaro, la lengua de los vogules pertenece a la rama ugria del grupo finougrio. Estos idiomas finougrios, o también llamados “ugrofineses”, son, a su vez, parte integrante de la gran familia de lenguas urálicas. Algunas lenguas relativamente conocidas, como el finlandés, el estonio, el lapón o el samoyedo, y otras muchas ―de escasa extensión y de limitadísimo número de hablantes― conforman este híbrido, fragmentario, y
extremadamente complejo grupo lingüístico urálico.
La historia de las etnias de lengua urálica arranca en el décimo milenio a. de C. en una vasta región del curso medio del Volga, zona en aquel entonces cubierta de coníferas y cercada, en el norte, por una espesa capa de hielo. Son muy escasos los vestigios arqueológicos hallados en aquel remoto territorio, y muy poco más sabemos, por consiguiente, del estilo de vida ni de la suerte que
corrieron aquellas tribus urálicas primitivas hasta cuatro mil años después. 

Hacia el 6 000 a. de C. los glaciares del norte de Eurasia iniciaron una lenta retirada de la cuenca del Volga; entonces la taiga cubrió el norte de Siberia, y los bosques caducifolios tapizaron las llanuras de la Rusia central. Aquel aumento de la temperatura obligó a los grupos urálicos a extenderse por Eurasia en busca de nuevos pastos para sus renos. Los samoyedos, que fueron los primeros en escindirse del tronco urálico, se dirigieron hacia el norte, hasta instalarse definitivamente en la costa ártica de Siberia occidental.
También los lapones emprendieron un largo viaje, en este caso hacia occidente, que les llevaría hasta la costa septentrional de la Península Escandinava. 

En el primer milenio a. de C., los húngaros se instalaron en el territorio hoy conocido como “Magna Hungaria”, en el curso medio del Volga4. Los demás grupos ugrios ―vogules y ostiacos―, que permanecieron en las regiones próximas a los Urales, fueron desplazados hacia el nordeste, en época medieval, por las hordas mongolas y tártaras. Desde entonces los ugrios de Siberia no han abandonado los valles nororientales de las montañas. 


En el censo de 1897, la población vogul de la región de Khanty-Mansisk, era de 7 600 individuos. En 1926 la cifra había quedado reducida a 5 300. En 1970 fueron censados cien vogules más que en 1926 (7 700), pero solo el 49 % de ellos recordaba su lengua materna. En 1990 había todavía 3 184 hablantes, pero, en la actualidad, la cifra se ha reducido considerablemente, y solo los hombres y las mujeres de mediana edad conocen el vogul, además del ruso, y apenas un puñado de ancianas comprende únicamente el mańśi. 

Traducción literal:

—Pues, yo, hijita de mi padre, por lo siguiente estoy lleno de malestar:
En el asentado sagrado lugar estático
¡ay! sagrado diluvio de fuego aquel se ha ido fuera.

Han quedado:
―Dulce hermana, estoy llorando porque
se ha desatado un diluvio de fuego
allá abajo, sobre el lomo de la sagrada tierra estática.


Señalaremos, por último, que, para la presente edición, hemos seguido las publicaciones de Bernát Munkácsi Vogul Népköltészet Gyűjtemény, de Béla Kálmán Leszállt a medve az égből, de Géza Képes Napfél és éjfél: finnugor rokonaink népköltészete, entre otros. No obstante, cuando los títulos propuestos por estos autores resultaban, a nuestro entender, poco específicos o no describían exactamente el argumento del canto, añadimos un subtítulo entre corchetes.
También quisimos adjuntar, entre corchetes y debajo de cada epígrafe, una referencia bibliográfica completa con el fin de que el lector pudiera acudir con rapidez a las fuentes de nuestras traducciones.
Y damos paso, sin mayor dilación, a esta antología de cantos mitológicos del pueblo vogul con la esperanza de despertar el interés por estas joyas del folclore ugro-siberiano entre los lectores hispanohablantes, y con el deseo también de que, en un futuro (y ojalá no muy lejano), la literatura oral de los pueblos urálicos suscite tanto entusiasmo entre los especialistas occidentales como hasta ahora lo ha hecho la tradición indoeuropea. 



CANTOS MITOLÓGICOS DEL PUEBLO VOGUL


LA CANCIÓN DE LA INUNDACIÓN DEL CIELO Y DE LA TIERRA

[El anciano y la anciana que sobrevivieron al diluvio]

[En 1889 Bernát Munkácsi transcribió este texto entonado por Vas’kä, el hijo de Kirä, famoso y respetado chamán de la región de Berezovo también conocido por su nombre ruso “Vasilii Kirilich”. Nuestra traducción proviene de los textos, en vogul y en húngaro, publicados en Vogul Népköltészet Gyűjtemény, vol. 1, pp. 38-67. Existe otra publicación, en mańśi (hasta el v. 48) y en inglés, en Lauri Honko, The Great Bear, pp. 109-110. Pueden consultarse otras dos versiones húngaras en Géza Képes, Napfél és éjfél: finnugor rokonaink népköltészete (Medio día y media noche: poesía popular de nuestros parientes finougrios), Budapest: Magyar Helikon, 1972, pp. 68-83, y en Béla Kálmán, et al., Leszállt a medve az égből, pp. 7-22.]



En la ciudad del cerro de las algas creada por ellos mismos,
en la ciudad de los cerros de la tundra creada por ellos mismos,
vivían la Dama S’iś de Oro
y nuestro padre, el Kworės de Oro.
Su hija era la Kaltėś de Oro.
Su hijo, el Ātėr de Oro.
Eran sus dos únicos hijos.
Los siete caballos coloridos como el Sol pataleaban en el establo.
Sus siete caballos de níveo color relinchaban en el establo.
Detrás de su casa,
nació un abedul de hojas doradas.
Nació un abedul de ramas doradas.
La Kaltėś de Oro, la hermana del joven [Ātėr de Oro],
salió de la casa [y] se deshizo la trenza:
Mis siete Obi con una desembocadura se vierten,
los siete mares con una desembocadura se derraman6
El Sol deshace su trenza,
la Luna deshace su trenza,
y sus siete gallos de plumas doradas,
de colas doradas,
se posan
detrás de la casa, en la rama del abedul reverenciado.

_________________________________
6 La Kaltėś de Oro, la hermana del joven [Ātėr de Oro] /salió de la casa [y] se deshizo la trenza:
/Mis siete Obi con una desembocadura se vierten, /los siete mares con una desembocadura se derraman:
cuando Kaltėś de Oro se deshace la trenza, el cielo se licua y se desata el diluvio. 


Estuvieron cantando durante siete noches,
estuvieron cacareando durante siete días.
 Por la noche no dejan [de cantar],
de día no se les quitan las ganas [de cantar].
Su canto suena con voz chirriante
como un chorro de oro y de plata7.
Allí cantaron con voz retumbante
como un caudal de plata y de oro,
y desde entonces los míseros mortales que calzan sandalias,
los míseros mortales [que se cubren] con pellizas
 empezaron a sentir ganas de vivir en el mundo extenso,
pues habían escuchado la voz de los gallos.
El Ātėr de Oro, el hermano de la Kaltėś de Oro,
salió de la casa y se deshizo la trenza:
Mis siete Obi de una sola desembocadura fluyen,
mis siete mares de una sola desembocadura fluyen,
 el Sol reluce en su trenza,
 la Luna brilla en su trenza.
Siete escarabajos acuáticos de lomos dorados
emergen a la superficie desde las siete profundidades del Obi,
 desde las siete profundidades del mar.
Se calientan los lomos en su trenza,
en su trenza que originó el verano y el invierno.
Desde entonces los míseros mortales que calzan sandalias,
los míseros mortales [que se cubren] con pellizas
 empezaron a obtener la fuerza vital,
la fuerza vital de aquellas trenzas.
Pasó mucho tiempo o [pasó] poco tiempo.
¡Ay! Cierto día, su madre, la S’iś de Oro, murió,
y su hija, la Kaltėś de Oro,
atrapó uno de los siete gallos
de alas doradas, de colas doradas,
 ¡ay! lo destripó
y metió a su madre en las entrañas del gallo.
Pasó mucho tiempo o [pasó] poco tiempo.
Cierto día, nuestro padre, el Kworės de Oro, murió.
Su hijo, el Kworės de Oro,
60 atrapó uno de los siete escarabajos acuáticos
de lomos dorados,
le desgarró el abdomen y metió a su padre

______________________________
7
Su canto suena con voz chirriante / como un chorro de oro y de plata: para los vogules, este canto de los gallos permite que comience, por fin, la edad de los hombres. 



en las entrañas del escarabajo acuático.
Pasó mucho tiempo o [pasó] poco tiempo
en nuestra ciudad del cerro de las algas,
 en nuestra ciudad de los cerros de la tundra.
Un día, la Kaltėś de Oro le dijo a su hermano [al Ātėr de Oro]:
―Hermanito, ¿Hemos de esperar mucho [tiempo]
en nuestra ciudad del cerro de las algas hasta que lleguen los humanos?
¡Partamos inmediatamente hacia la región
habitada por los héroes, habitada por las damas!
[Ātėr de Oro] le dijo a su hermana:
―De acuerdo, pero, ¿en qué animal podríamos cabalgar?
Su hermana, la Kaltėś de Oro, le respondió:
―Cuando nuestros padres y nuestras madres aún vivían,
había siete caballos coloridos como el Sol en nuestro establo,
en nuestro establo había siete caballos de níveo color.
Ve, pues, a las ruinas del establo.
Allí nació, antaño, un potrillo,
mientras sus compañeros pataleaban el suelo.
Si cavas entre los escombros, ¡hallarás el potro
[enterrado] a un ana8
 de profundidad!
El Ātėr de Oro partió y comenzó a cavar
en el suelo del viejo y ruinoso establo de los siete caballos.
Encontró el lugar idóneo para cavar,
solo allí podría encontrar el potro.
En otro tiempo, cuando su madre aún vivía,
tenía la grupa colorida, tenía la cruz colorida.
Así era su potro, no era de otra raza.
[Pero ahora] sus huesos eran de pura tierra.
[El Ātėr de Oro] llevó el potro exánime a casa,
y su hermana, la Kaltėś de Oro, lo cogió en brazos,
lavó uno de sus lomos con agua del lago,
lavó el otro con agua del Obi.
Lo resucitó.
Así era el animal que encontró, no era de otra raza.
De uno de los agujeros de la nariz,
saltó una chispa de fuego,
del otro agujero de la nariz,
emanó un fuego abrasador,
por sus patas delanteras, desplegó dos alas.
Así era el animal, no era de otra raza.
Tenía la cadera colorida, tenía la cruz colorida.

____________________________
8 Ana: medida de longitud equivalente a unos 0,7 metros.



Relinchó y resopló, batió las alas,
 y una luz resplandecía en la dirección en que miraba.
Aguzaba el oído ante cualquier ruido,
sus oídos percibían
hasta el [sonido] del roce de dos briznas de hierba.
Sus oídos percibían
 hasta el roce de dos ramas de abedul.
[Los hermanos] le colocaron la silla con cascabeles,
[la silla] de siete cascabeles en el lomo,
y los dos hermanos
montaron en su grupa.
 Volaron entre dos cielos9,
como una ráfaga.
¡Ay! [el caballo] replegó sus alas de piel,
pues ya habían llegado a la región habitada
por las damas de otro pueblo,
por los señores de otro pueblo.
Cabalgaron durante mucho tiempo o durante poco tiempo.
Miraron hacia abajo, [hacia] cierto lugar,
su tierrecita giraba
como una rueda anegada por el diluvio de hierro,
 las lenguas de fuego saltaban
 a una altura de siete cuerdas de medir. De nuevo,
cabalgaron durante mucho tiempo o durante poco tiempo.
Entonces vieron
que el sagrado diluvio de fuego había carbonizado
las patas doradas de su sagrado corcel,
los cascos delanteros [y] los traseros.
El Ātėr de Oro retiró los cascos [del caballo]
y esparció sus trenzas.
Después volvieron a despegar.
En cierto momento, observaron
que [ya] no quedaban bosques,
pues toda la tierra había quedado abrasada.
De nuevo despegaron,
el corazón del Ātėr de Oro se entristeció,
[Pensaba:] “¿Qué será de la tierra sin hombres?”
[Sin duda] había que crear la vida de los mortales.
Entonces les dijo llorando
a su padre y a su madre, todavía exánimes10:

_______________________________
9 Volaron entre dos cielos: volaron entre el cielo inferior (la tierra) y el cielo superior. 



―¡Papá, Kworės de Oro! ¡Mamá, S’iś de Oro!
¿Cómo podrán sobrevivir los hombres
en aquella tierra abrasada?
Su hermana, la Kaltėś de Oro le respondió:
―¿Qué te ha ocurrido? ¿Por qué lloras, hermanito?
―Dulce hermana, estoy llorando porque
se ha desatado un ígneo diluvio
allá abajo, sobre el lomo de la sagrada tierra estática11,
y no se ha librado del fuego ni un brizna de árbol,
no se ha librado ni un ser vivo.
¿Cómo podré vivir sin hombres?
―¡Hermano! ¡Mira hacia abajo!
[Ātėr de Oro] miró abajo con los ojos bañados en lágrimas,
[y vio] un anciano y una anciana que navegaban
en un barco de siete planchas de madera chopo.
El agua sagrada se retiró de la tierra.
El Ātėr de Oro los vio arrastrándose por la orilla.
El Demonio surgió de la tripa de la anciana,
allí se había refugiado del fuego, allí había sobrevivido.
Las hijas y los hijos [humanos]
surgieron de los ombligos cortados de los hombres12.
Y hasta ahora nosotros, hijas e hijos de aquellos mańśi,
hemos convivido con otros pueblos.
La Kaltėś de Oro y el Ātėr de Oro
partieron en su caballo alado
de grupa multicolor, de cruz colorida.
Volaron durante mucho tiempo o [volaron] durante poco tiempo.
El joven tomó las riendas del caballo,
miraron hacia abajo, hasta donde alcanzaba la vista:
¡las ciudades habían encogido!,
¡los pueblos se habían ensanchado!
Descendieron, se detuvieron en una casa.
Allí pacían muchas vacas, [también] había corderos,
caballos, graneros, henares, comercios...
pero ni rastro de los humanos.
―Querido ―dijo [Kaltėś de Oro]―

_________________________________
10 Recuérdese que S’iś de Oro y Kworės de Oro se hallaban en estado de letargo en los vientres de un gallo y de un escarabajo acuático respectivamente.
11 Sobre el lomo de la sagrada tierra estática: Numi Tārėm había detenido el giro del mundo para que los humanos pudieran vivir en él. De ahí que la nueva tierra, estable y preparada para recibir la vida humana, reciba el epíteto “estática”.
12 Las hijas y los hijos [humanos] / surgieron de los ombligos cortados de los hombres: los humanos tuvieron descendencia. 


yo me quedo fuera, entra tú,
y si ves al ser humano, no les digas dónde estoy.
¡No podría mezclarme con los humanos!
El Ātėr de Oro descendió a casa,
no vio ni el pueblo de los hombres ni el de las mujeres.
Bebió cerveza, comió comida con miel,
se sentó a la mesa. No había casi nada.
El joven [Ātėr de Oro] se escondió bajo un banquito,
y allí permaneció bien oculto.
En cierto momento entró arrastrándose un glotón.
Empezó a gruñir por toda la casa,
y el Ātėr de Oro pensó:
“Espero que no me muerda”.
Al instante
[el glotón] se quitó la piel.
 ¡Eh! ¡El joven [Ātėr de Oro] vio, desde su escondite,
cómo aparecía, debajo de la piel de glotón,
un hombre hijo de mujer, un hombre hijo de hombre!
El héroe se sentó en el banco
y se quitó la piel de glotón.
 Se enjugó el sudor abundante.
Algo volvió a asomarse por la puerta.
 Un fiero anciano-lobo irrumpió [en la casa],
y comenzó a saltar y a aullar por todas partes.
Al instante
 [el lobo] se quitó la piel.
¡Eh! ¡El joven [Ātėr de Oro] vio, desde su escondite,
cómo aparecía, debajo de la piel de lobo,
un hombre hijo de mujer, un hombre hijo de hombre!
Y otro héroe se sentó en el banco.
 Algo volvió a empujar la puerta.
Un anciano-oso irrumpió [en la casa]
y comenzó a saltar y a gruñir furiosamente por todas partes.
Al instante
[el oso] se quitó la piel.
 ¡Eh! ¡El joven [Ātėr de Oro] vio, desde su escondite,
cómo aparecía, debajo de la piel de oso,
un hombre hijo de mujer, un hombre hijo de hombre!
De nuevo, otro héroe se sentó en el banco.
Estuvieron sentados durante mucho tiempo o durante poco tiempo.
En cierto momento [los héroes] dijeron:
 ―¡Eh! ¡Por aquí hay un extraño! 

Pero ¿dónde está? ¡Que dé un paso adelante!
El Ātėr de Oro lo escuchó y se levantó,
y estrechó las manos de los tres héroes.
 Se sentaron a una mesa llena de comida y de cerveza,
 bebieron y comieron durante mucho tiempo o durante poco tiempo.
El Ātėr de Oro estaba triste [porque pensaba]:
“¡Ay, Dios mío! Yo estoy aquí comiendo y bebiendo
mientras mi hermana está fuera. Estará hambrienta”.
 Levantaron la cabeza los héroes [y dijeron]:
 ―¿Tienes una hermana?
 ¡Hazla pasar!
 El Ātėr de Oro hizo entrar enseguida
 a su hermana, a la Kaltėś de Oro.
 Se sentaron en una mesa llena de comida y de cerveza,
 comieron, bebieron y se acostaron.
 Estuvieron acostados hasta la semana famosa13,
 estuvieron descansando hasta la semana renombrada.
 El Ātėr de Oro se sumió en un sueño [muy profundo].
 ¡Ay! [Después] se levantó
 y salió de aquella casa.
Su hermana partió por su cuenta, sin el caballo,
vagabundeó, deambuló,
caminó durante mucho tiempo
 por la región de los cielos largos,
 por la región de los cielos cortos.
El Ātėr de Oro se acostó
en un soleado lugar de la linde del abetal.
Estuvo acostado durante mucho tiempo
 o [estuvo acostado] durante poco tiempo.
 La primavera acababa de comenzar,
muchos pajaritos dorados
arribaban desde la Región del Sur
a aquella región de las damas, a aquella región de los señores.
[El Ātėr de Oro] los contemplaba mientras seguía acostado.
 De repente una solitaria gansa ponedera
pasó volando por el cielo.
El Ātėr de Oro, en forma de ganso, sobrevoló el lago
agitando las manos, [agitando] las canillas.

_________________________________
13 Famoso, -a y renombrado, -a: (man. nēmėŋ) en la poesía épico-mítica vogul, son atributos muy recurrentes para la formación de matrices formulaicas. Tanto es así, que, en ocasiones, el adjetivo se ha lexicalizado, y es empleado en sintagmas de significado oscuro como “semana famosa”. 

 El Ātėr de Oro y la gansa se balancearon
como marido y mujer14.
Llegaron a la Región del Sur
cuando el otoño comenzaba a acortar los días.
Aquellos animales vivieron
en los siete lagos de doradas aguas,
 en los siete mares de doradas aguas.
Estuvieron cantando durante siete noches,
estuvieron cantando durante siete días.
Al ascender hasta la orilla de los siete lagos,
 hasta la orilla de los siete mares, apareció, ante ellos, el camino dorado.
 Al descender, apareció, ante ellos, la región ondulante.
El Ātėr de Oro, se quedó a vivir allí
con su gansa ponedera.
Tuvieron hijas, tuvieron hijos.
 [Un buen días] su ancestro, el cielo superior,
 su padre, el cielo superior,
hizo que llegara la primavera, y,
¡ay!, los pájaros residentes en el Sur vinieron a nuestra tierra,
a nuestra región de las aguas del Obi,
 a nuestro mundo acuático,
siguiendo su instinto de animales inteligentes.
¡Ay, llegaron!
En cuanto alcanzaron la tierra de las damas,
en cuanto alcanzaron la tierra de los señores,
[Ātėr de Oro] recordó su caballo,
echaba de menos a su buen caballo.
[Los esposos] partieron, sobrevolaron
la región del otoño, [la región] de aquel que acorta los días,
 la Región del Sur por la que suelen caminar las damas,
la Región del Sur por la que suelen caminar los señores,
la Región del Sur de los dorados pajaritos.
Llegaron al lugar soleado del borde del abetal
donde antaño había dormido Ātėr de Oro.
Se acostaron y se quedaron allí.
 Su esposa, la gansa, volvió a emprender el vuelo
con su hija y con su hijo, y Ātėr de Oro
siguió durmiendo durante siete noches,
descansó durante siete días.
Pasó mucho tiempo
o pasó poco tiempo.

__________________________________
14 El Ātėr de Oro y la gansa se balancearon / como marido y mujer: los gansos copularon. 

Había llegado la primavera
a la linde soleada del abetal,
regresaban los pajaritos dorados
de la Región del Sur.
Los pájaros de la Región del Sur
migraban a nuestra región de las aguas del Obi,
 a nuestro mundo de agua.
 [Ātėr de Oro] seguía esperando a su mujer y a sus hijos,
[pero] ni su mujer ni sus hijos llegaban entre aquellos [pájaros].
 Sollozando llegó su esposa
al final de una bandada migratoria de patos salvajes,
al final de una bandada migratoria de gansos salvajes,
mientras llorando decía:
―¡Ya no tengo esposo! ¡Ya no tengo hijo!
 Y siguió sollozando durante mucho tiempo.
En el agua de las mujeres por la que suelen merodear las mujeres del sur,
en el agua de los hombres por la que suelen merodear los hombres,
vive una muchacha de la Región del Sur, una muchacha dorada.
Antaño, en invierno, en la cintura del invierno con cintura,
 todos los pájaros temblones de la Región del Sur
se sentaban en su regazo
para calentarse.
 ¡Mis dos hijos se cayeron
 del regazo de la cintura del invierno!
 Los devoró el hielo que rechina como la madera.
¡Mis hijos han muerto!
¡Ay si pudiera encontrar, al menos, a mi esposo!
¡Ay si pudiera encontrar, al menos, a mi anciano!
Cuando llegó el otoño que acorta los días,
¡ay!, de nuevo, se puso a pensar [la gansa]
 en los numerosos pájaros dorados
de la Región del Sur por la que suelen caminar las mujeres,
 recordó las aguas por las que merodean las mujeres del sur,
 las aguas por las que merodear los hombres.
 La esposa del Ātėr de Oro volvió partir,
 llegó a la linde soleada del abetal.
Y se puso a llorar desconsoladamente:
 ―¡Mi buen marido
que engendraste a mi hija [y] a mi hijo!
 ¡Mi buen marido bondadoso!
 ¡Los huesos [de mis hijos] se rompieron!
¡Su carne se desgarró! 

[La esposa-gansa de Ātėr de Oro] partió llorando.
Cuando su esposa se hubo marchado,
la sangre de Ātėr de Oro empezó a hervir.
 Dijo: ―Mi gansa me acaba de decir
que mi hija y mi hijo murieron congelados,
tras caerse de las rodillas
de su querida hija del sur.
 ¡Si yo llegara,
 por el suelo o por cielo,
a la región dorada del sur, mía sería
la muchacha dorada de la Región del Sur!
Ātėr de Oro se levantó y salió corriendo. Corrió a toda prisa.
 Corrió durante mucho tiempo o durante poco tiempo.
 ¿Cómo llegar a la casa de las aves migratorias?
Sus fuerzas comenzaron a declinar.
―¡Bueno! ¡[Ya es] suficiente! ¡Me acostaré aquí!
Se tumbó en las extensas rocas que hasta el cielo alcanzaban
 para recuperar las fuerzas.
Estuvo mucho tiempo acostado o estuvo poco tiempo acostado.
Pensaba: “¡Hasta hace poco, yo tenía un caballo!
Mi caballo alado
de grupa multicolor, de cruz multicolor,
fue engendrado, para mí,
con el polvo del establo pisado por mi madre, por S’iś de Oro,
con el polvo del establo pisado por mi padre, por Kworės de Oro.
Mi buen caballo, que estás en todas partes,
ojalá pudieras llegar aquí, en forma de gotas,
mientras canto canciones,
mientras entono mitos,
como la lluvia que del cielo gotea,
como la brisa que del cielo sopla”.
Ātėr de Oro cayó extasiado.
 Estuvo mucho tiempo acostado o estuvo poco tiempo [acostado].
 Algo le despertó,
sintió una baba en la mejilla,
entreabió los ojos
y, ¡eh!, ahí estaba su caballo pataleando.
 ¡Eh! rápidamente se incorporó,
 montó, de un salto, en su caballo alado,
las alas asió, a modo de riendas, y su mano izquierda
sonó con voz de plata en la región del mundo giratorio,
 las alas asió, a modo de riendas, con su mano derecha 
 y comenzaron a resplandecer el Sol y la Luna
en el horizonte giratorio, en la región celeste giratoria.
Arribaron a la región de las mujeres por la que caminan las mujeres,
a la región de los hombres del sur por la que caminan los hombres.
¡Ay! Los siete mares de aguas doradas
 trajeron abundantes pájaros de la Región del Sur.
Tantos pájaros había que tembló la tierra,
y el nivel del mar ascendió.
[Ātėr de Oro] se acercó
para escucharlos,
las aguas del mar se convirtieron en espuma.
[El caudal] creció y se formaron olas poderosas.
Su fuerza no se aplacaba, su poderío no cesaba.
[Ātėr de Oro] vio a la muchacha de la Región del Sur,
 ¡reluciente como si fuera de oro!
¡Ay! Y frente a las patas de la gansa estaban su hija y su hijo.
Yacían como si estuvieran muertos.
El Ātėr de Oro observó a los muchachos inertes
y a la muchacha dorada de la Región del Sur.
 El padre [del] cielo [superior] llevó la capucha sagrada
que hasta los ojos le cubría15,
y [Ātėr de Oro] le dijo a su querido caballo:
―¡Caballo mío!
¡Vuela hasta el lugar en el que vive la muchacha del sur!
 ¡Esparce este hueso de la dama de oro,
por la tierra y por el agua,
con la fuerza de tus patas delanteras!
¡Esparce esta carne de la dama de oro,
por la tierra y por el agua,
 con la fuerza de tus patas traseras!
¡Ay! entonces su esposa los vio,
y les dijo a sus siete criados:
―¡Mirad!
¡Ay! ¡Se aproxima un hombre apuesto
 entre los dos cielos!
Es un hombre maravilloso, espero que sea mi esposo.
¡Traed cerveza! ¡Traed comida con miel!
Ātėr de Oro se estaba acercando.
La dama dorada les ordenó a sus siete criados:
 ―¡Colocad cuatro tazas de oro bajo los cascos del caballo,

__________________________________
15 El padre [del] cielo [superior] llevó la capucha sagrada / que hasta los ojos le cubría: el dios supremo envió una densa borrasca, de lluvia o de nieve, que nada dejaba ver. 


[las tazas habrán de encajarse] en los cuatro cascos!
Ātėr de Oro llegó, su caballo trotaba,
los cascos delanteros y los traseros
 se encajaron en las tazas de plata,
las tazas se adhirieron a los cascos,
el trote [del caballo] rompió
en siete pedazos los huesos [de los hijos] de la Dama de Oro.
El galope del Ātėr de Oro
devolvió a la vida a su hija y a su hijo,
y en forma de dos gansos, ¡ay!, el vuelo alzaron.
Partió Ātėr de Oro
de los siete mares de aguas doradas
en dirección al castillo donde su hermana
 lo esperaba desde hacía mucho tiempo.
Los héroes de colas largas habían sido destruidos,
y sola esperaba su hermana en aquel castillo vacío.
Hermano y hermana montaron en su caballo alado
de cruz colorida, de hocico moteado.
 El animal recogió sus alas
las replegó, y, de un salto,
alcanzaron la mitad de los dos cielos.
Miraron hacia un lugar en el horizonte:
¡Eh!, allí estaba su ciudad de la colina de algas,
la ciudad de Colinas de la Tundra
que ellos mismos habían construido.
Llegaron a su ciudad, entraron,
y prepararon un banquete. Bebieron cerveza,
comieron viandas con miel.
 Ātėr de Oro acompañó a su hermana a casa.
Después deshizo su hermosa trenza colgante,
y se inundó la desembocadura de los siete mares,
se desbordó la desembocadura de los siete brazos del Obi.
Su hermosa trenza colgante hizo brillar la tierra, el agua, el mundo.
Siete cucos de colas doradas, de alas doradas,
sobrevolaron el abedul de hojas y de ramas doradas
que el viento zarandeaba.
Cantaron durante siete noches,
 cantaron con voz de cucos durante siete días.
 Sus deseos [de cantar] continúan durante la noche,
sus deseos [de cantar] no cesan durante el día.
 Un cuco abrió su abdomen y de él surgió la madre, S’iś de Oro.
 ¡Ay!, allí había sobrevivido [al diluvio]. Su hermano salió de casa, 
deshizo su trenza, y se inundó la desembocadura de los siete mares,
 se desbordó la desembocadura de los siete brazos del Obi.
 [Su trenza] hizo brillar la tierra, el agua, el mundo.
Siete escarabajos acuáticos de curvados lomos emergieron
del fondo de los siete brazos del Obi, del fondo de los siete mares.
Uno de ellos se abrió el abdomen, ¡y allí estaba Kworės de Oro!
Ay!, allí había sobrevivido [al diluvio].
Dispusieron una mesa de doradas patas,
bebieron cerveza y comieron comida con miel.
Nuestra madre, S’iś de Oro, y nuestro padre, Kworės de Oro,
 colocaron a Kaltėś de Oro y a Ātėr de Oro en dos cunas de dorados arcos,
y las arrojaron abajo, al mundo inferior,
atadas con dos cadenas deshilachadas de plata.
[Kaltėś de Oro y Ātėr de Oro] llegaron abajo, a la tierra, pero no vieron
ningún mortal por ninguna parte. De repente la hermana dijo:
―Hermano, presta atención: hace poco, cuando cayó el sagrado diluvio
de fuego, vimos un barco de siete planchas [de madera] de chopo. Lo
condujimos a tierra firme. Había una anciana y un anciano dentro. ¡Míralos
allí!
[Los hermanos] se dirigieron, volando o a pie, hacia los ancianos. Lo
importante es que llegaron. La anciana y el anciano estaban comerciando en la
orilla.
El sagrado diluvio de fuego había devorado los árboles, pero ya habían
brotado otros nuevos. [Los ancianos] los cortaron, los hicieron astillas,
después los ataron y construyeron su casa.
La anciana y el anciano tuvieron hijos e hijas. Y hasta ahora los
hombres han sido felices en aquella patria. 





.

BRONISŁAW MAJ [18.552]

$
0
0

BRONISŁAW MAJ

Bronisław Ignacy Maj  (Nacido el 19 de de noviembre de 1953 en Lodz, Polonia) -poeta, ensayista, escritor, crítico literario, traductor, articulista y escritor satírico, de vez en cuando actor, compositor, presentador. Co-fundador de la Cracovia Teatro KTO. Médico de Humanidades, profesor de la Uniwersytetu Jagiellońskiego. Un activista de la oposición democrática durante la República Popular de Polonia. En 1984, premio Nagrody Fundacji im. Kościelskich.

Poesía:

1980: Wiersze , Warszawa, wydawnictwo NOWA;
1981: Taka wolność . Wiersze z lat 1971–1975, Warszawa, Młodzieżowa Agencja Wydawnicza;
1981: Wspólne powietrze (1978–1979), Kraków, Wydawnictwo Literackie ( Nagroda Fundacji im. Kościelskich w 1984);
1986: Album rodzinny , Kraków, wydawnictwo Oficyna Literacka;
1986: Zagłada Świętego Miasta , Londyn, wydawnictwo Puls;
1986: Zmęczenie , Kraków, wydawnictwo Znak ;
1994: Światło , Kraków, Znak;
2003: Elegie, treny, sny , Kraków, Znak.

Crítica Literaria:

1992: Biały chłopiec. O poezji Tadeusza Gajcego , Kraków, Oficyna Literacka.

Columnas

1997: Kronika wydarzeń artystycznych, kulturalnych, towarzyskich i innych (zbiór), Kraków, Wydawnictwo Literackie.



LAS CONMOVEDORAS EPIFANÍAS DE BRONISLAW MAJ
 
¡Ah, qué poco se ha traducido a Maj! Y qué maravillas escribe. Ni siquiera existen muchas versiones de sus poemas-epifanías en inglés. Nació en Lodz, en 1953. Estudió la lengua polaca y luego la literatura de esa lengua en la Universidad de Jaguelónica, en Cracovia. Cuando aún regía la ley marcial en su invadido país, Maj le encontró una vuelta a la censura difundiendo en Cracovia una popular revista oral en forma mensual. Diciendo las cosas, sería la traducción del título de esa revista oral, que obtendría un premio honorario dado por Solidaridad, el movimiento de liberación polaco durante el duro régimen soviético, en 1984. 

El poeta, ¿capta la poesía que hay en la realidad, o le insufla poesía a esa misma realidad?
 
Digo a propósito 'la misma realidad', porque justamente, nunca es la misma.
 

 VISTO FUGAZMENTE

 Visto fugazmente, desde un tren:
 una tarde neblinosa, grises rachas de humo
 colgando inmóviles sobre un campo,
 la mojada negrura de la tierra, el sol casi
 oculto- contra su disco que se consume, allá lejos,
 dos pequeñas manchas: mujeres en chales negros,
 tal vez regresando de la iglesia, tal vez
 una está hablando, un relato cualquiera,
 tal vez de amor pecaminoso- sus palabras
 distintas y simples, pero que podrían servir
 para crear todo desde el comienzo.
 Recuerda esto, para siempre:
 este sol, la tierra arada, las mujeres,
 el amor, la tarde, estas pocas palabras
 buenas para empezar, recuerda-
 tal vez mañana estaremos
 en otra parte


 EN UN BOSQUE DE NOCHE

 En un bosque de noche un fuego: un ondeante círculo
 de luz, más allá de él no hay nada
 porque estamos aquí, en el medio:
 emocionados gritos, cantos, risas...
 Ahora la leña se ha terminado, las llamas
 expiran. Y nosotros también decimos: el hombre 
 expira. Y todavía hay algo de fuego 
 ahí. Después nada: la oscuridad y vemos claramente todo
 lo que quedó: nuestros rostros de pronto todos tan
 diferentes, curvados sobre este lugar, negros
 contornos de árboles, un cielo de algún modo más brillante,
 frías estrellas. Y nadie sabe por qué
 permanecemos tanto tiempo en silencio
 y luego hablamos
 en susurros.



 UNA HOJA

 Una hoja, una de las últimas, se soltó de una rama de arce,
 gira en el claro aire de octubre, cae
 sobre una pila de otras hojas, se vuelve oscura y quieta. Nadie
 admiró su entusiasta batalla con el viento,
 nadie siguió su vuelo, nadie la distinguirá ahora
 yaciendo entre otras hojas, nadie había visto
 lo que yo vi, nadie. Estoy
 solo.



 EL SILENCIO EN UNA CASA

 El silencio en una casa donde alguien 
 está muriendo: susurros, sollozos reprimidos por pañuelos,
 puertas que se cierran suavemente. El olor de remedios
 que ya no son necesarios, la llama de las amarillas velas
 de la Candelaria. Ese 
 hombre silencioso, mi padre, es un chico
 cuya madre está muriendo. Nadie cree aún
 en lo que está sucediendo ahora, ya
 ha sucedido, imperceptible, pero aún
 este silencio. Alguien está sacudiendo una alfombra 
 en el patio, un auto se pone en marcha, una discusión
 en las escaleras, música, una corriente de aire
 con olor a pasto ha apagado la vela. Ya nada de acá
 le pertenece a ella. No tenemos ya nada 
 en común con ella, nos quedamos atrás.
 Ahora podemos llorar fuerte, más fuerte:
 en un constante testimonio
 para la vida.



 TARDE EN LA ESTACIÓN CENTRAL DE CRACOVIA

 Tarde en la Estación Central de Cracovia: tres pequeños
 mendigos gitanos: con el encanto inconsciente de pequeños
     ágiles y alegres animalitos
 se escurren entre la multitud, desaparecen, se llaman
    en una lengua incomprensible.
 No tenés nada en común con ellos, sólo, momentáneamente,
     la calidez
 de la moneda, la cual- rápido, con cara avergonzada-, apretás
     en la pequeña mano
 de una orgullosa y auto-confiada niña de cuatro; su 
     condescendiente sonrisa, una mirada
 más vieja que vos, que la memoria: una atontada aprensión
    de otra realidad. Ahora ella sale corriendo, ves una trenza
 que sube y baja, un pañuelo, plantas desnudas: ella siente
 el frío mármol de las escaleras de otra manera, ella ve de 
    otra manera
 una multitud de personas como vos, ella oye pero no entiende
    el altavoz
 con sus anuncios, y no se da cuenta de lo libre que es, 
    no se da cuenta
 de cómo está respirando: qué ligeramente cancela y rechaza
 tu mundo. Después, en un rincón, los tres dividen
    ruidosamente el botín; el mayor grita -salen corriendo.
 Vos te quedás y entonces de repente, un deseo impresionante:
 ser uno de ellos: sentir la humedad y el frío poderosamente
     con los pies descalzos,
 escurrirse brevemente a través de este pobre mundo foráneo
    y regresar, ahora:
 ¡ahora! urgiendo lo propio en una lengua desconocida, 
 corriendo,
 feliz como un chico
 de un Dios
 desconocido

Publicado por Robert Rivas 
Estos poemas son traducción de las versiones al inglés de Adam Czerniawski.
http://inutilesmisterios.blogspot.com.es/

FUENTE

Michael March (Ed.) Child of Europe. A New Anthology
of East European Poetry. Penguin Books, 1990.


Going On

Fourteen All Souls' in this city: already 
I have my graves here: Ela, Piotr, Leszek, 
Janusz, Staszek, Gwizdek - all 
younger than me. Now I can safely 
think of their lives: they're finished 
and full, perfect just like a ripe 
fruit full of juice. Unattainably beautiful 
for those who like me - slovenly, 
chaotic, from day to day - go on 
dying.


Left Over

It passes - without sentiment and metaphysics. 
I cut across the Rynek. On Szpitalna Street 
glum workers, drunk from the morning, 
lazily wreck an old town house, left over 
from Polish days. The brick dust sinks in the mud 
on the street. It's December, Tuesday, not long till 
the holidays.


No one, everyone

No one wants my words 
of love, no one needs words 
of hate, of the inexhaustible miracle 
of the world, no one. November wind, leafless 
and loveless, passes relentless through the sleepless 
city; they all listen, now it 
speaks.


Do I have a right?

Do I have a right to search through 
time? through lost time? If so, 
since when? My train thuds 
over the crossings, I stand by the window 
with my face in the damp wind: I see 
drowsy towns emerge suddenly and - 
and vanish as fast as if they'd 
never been. O how much longer the fields last 
in the sun, swarming with men and beasts 
(August is harvest time in my country). This 
palpable passing of full and independent forms 
of life, do I - now do I have a right? Like 
everyone who has just seen things 
which will never now be his: a life 
subject to the year's four seasons, to the uncurbed 
seasons of the heart, to the Sundays 
of a small town.

Translated by Katarzyna Kietlinska and David Malcolm. Katarzyna Kietlinska teaches composition at Oakland University. David Malcom is Professor of English at Olivet College and at the University of Gdansk. The originals of "Going On" ("Nadal"), "Left Over" ("Jeszcze"), "No one, everyone" ("Nikt, wszyscy") can be found in Bronislaw Maj, Zmeczenie [Krakow: Znak 1986]. The original of "Do I have a right?" ["Czy mam prawo?"] can be found in Bronislaw Maj, Wiersze (Warsaw: Mlodziezowa Agencja Wydawnicza 1980).

 

A leaf

A leaf, one of the last, parts from a maple branch: 
it is spinning in the transparent air of October, falls 
on a heap of others, stops, fades. No one 
admired its entrancing struggle with the wind, 
followed its flight, no one will distinguish it now 
as it lies among the other leaves, no one saw what I did. I am 
the only one. 






FREDA DOWNIE [18.553]

$
0
0

Freda Downie

Freda Downie (20 octubre 1929 - 4 mayo 1993) fue una poeta inglesa. 

Nació en Londres y crece en las afueras de. La familia fue evacuada a Northamptonshire, en septiembre de 1939, volvió a Londres durante el Blitz, viajó por mar de África a Australia por el trabajo de su padre desde 1941 hasta 1942 y regresó a través del Pacífico, llegando a Londres de nuevo en 1944 en el momento de las bombas V1 y V2 - todo esto se describe, en sus memorias There'll Always Be an England: a poet's childhood, 1929–1945  escrito en el último año de su vida (2003. 

Trabajó para editores de música y agentes de arte, y sólo comenzó a publicar su poesía en la década de 1970. Sus dos principales colecciones publicadas A Stranger Here (1977, Secker, ISBN 0436132508) and Plainsong (1981, Secker, ISBN 0436132516). Her Collected Poems, edited by George Szirtes, fueron publicados después de su muerte (2003, Bloodaxe, ISBN 9781852243012). 

Los poemas de Downie se han descrito como "elegantes, llenos de ironía, miradas melancólicas en los acontecimientos cotidianos y paisajes familiares". 



LUNA

Deja tranquila a la luna
Preservando su cara agujereada.
Me he familiarizado mucho 
Con su mirada implacable y sé
Que usa arsénico para blanquearse las manos.

Cómo se come mi carne.
Cómo ignora mis huesos
Mientras los blanquea.

Traducido por Robert Rivas 

http://inutilesmisterios.blogspot.com.es/



The poets who never grow old - 
They are one of our many loves. 
It is as if their drownings, 
Their suicides and interminable coughing 
Are just so much more poetry 
Completing something unfinished in ourselves. 

How long it takes - 
The cultivation of formal laurels - 
And when we come across a photograph 
Of an enlarged poet prospering in a warm climate, 
Unrecognisable in a hat and whiskers, 
What inescapable prose confronts us. 

(Bloodaxe, 1995) 


Even the Flowers

Even the flowers hate you.
Loose-tongued, their censure
Breaks every window.
Indoors, you turn to the mirror
For assurance; but silently
They re-arrange themselves
Behind your back.

You open your very own hands
And stare down into them.
Happiness must lie somewhere.
How broken your life-line is.
Unhappiness loosens and falls,
Flooding the fanning valleys.

No matter.
Already you have forgotten
Their simple significant names.






.

JORGE ENRIQUE HADANDONIOU OVIEDO [18.554]

$
0
0



JORGE ENRIQUE HADANDONIOU OVIEDO

Lugar y fecha de nacimiento: Villa Mercedes (San Luis) Argentina; 8 de Marzo de 1949

E-mail: ejeho2010@hotmail.com

Situación laboral: Asesor independiente. Jubilado docente (niveles medio, superior y universitario)

Perito Mercantil Nacional (1966) y Profesor de Literatura y Castellano (Universidad Católica de Cuyo, 1974).

Se ha desempeñado como docente de los tres niveles educativos (primario, medio, superior y universitario), entre 1968 y 2009; supervisor generalista (1999), secretario de gobierno del Municipio de V. Mercedes (2000).
Fue secretario general del SADOP para San Luis.

También ha ejercido como perito calígrafo en la II Circunscripción de la justicia de la provincia de San Luis, como rector del Instituto Superior de Seguridad Pública “Cnel. J. P. Pringles” (2014-2015), como secretario académico de la Universidad Provincial de Oficios “Eva Perón” (2015). Asesor institucional de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica de V. Mercedes, de municipios y asociaciones.

Ha dictado cursos, conferencias, seminarios en diferentes ciudades de la Argentina.
Participó con ponencias o panelista en más de cien congresos, encuentros y seminarios en la Argentina.
Publicó más de cuatrocientos artículos, estudios, poemas, relatos en diferentes medios (revistas, diarios, publicaciones especiales) de Argentina, Uruguay, México y España.

Obtuvo premios y becas provinciales, nacionales y del exterior.

Obras:

"Poemas de esta ciudad, (con sigla JEHO), ed. propia.  V. Mercedes, agosto/1975
"Otros poemas de esta ciudad", (con sigla JEHO), ed. propia, V. Mercedes, octubre/1975
"Canto Propio", Poemas.  Al 26' Encuentro de poetas de V. Dolores. Edición propia. V. Mercedes (SL), 511011987
"Ajedrez (Tetralogía) Federación Sanluiseña de Ajedrez.  V. Mercedes (San Luis), julio/1990
"Cósmica puntana', Ed.  Red Cultural.  V. Mercedes(SL), marzo/1994
"Cuentos de la Calle Angosta", Ed.  Setiembre, Bs.As., díciembre/1994 
"Cuentos de la Calle Angosta", V. Mercedes (S. Luis), 2o tirada, febrero/ 1995
"Pensares' Sol Editora Argentina, Mendoza, julio de 1996
"Egb 3: el desafío solidario" Incape - Sadop.  Bs.As. , noviembre de 1997
.“Homenaje (separata)” Vª Jornada Agüeriana del Valle del Conlara y V “Mateada y guitarreada a la sombra del Abuelo Algarrobo.  Dirección de Cultura V. Mercedes, Febrero de 1998
"Cuentos de la calle Angosta" Tomo 2".  Intendencia M. De V. Mercedes.  Julio de 1998
"La poesía de Oscar Guiñazú Álvarez".  D. Prov.  De Cultura.  Julio de 1998
“El Marco filosófico” “El Fracaso Escolar” Capacitación Pedagógica a profesionales, técnicos e idóneos en ejercicio de la profesión docente” (Varios temas pertenecientes a una obra inédita: “Ser educador”) INCAPE, SADOP, Mendoza, 1999
 “Barroso, un clásico del interior”. Fondo Ed. Sanluiseño, San Luis, septiembre 2004
 “Desde la llanura” co-autoría con Roque Víctor González, Municipalidad de Villa Mercedes, Editorial Dunken, Bs. As., septiembre de 2006
 “Transfiguración (destellos de un diario íntimo, a dos voces) y otros poemas.” Edición de autor, V. Mercedes (S. L.), mayo de 2008
 “Sociedad Rural Río Quinto en su Centenario. Celebración y Recuerdo” co – autoría con Tomás Enrique Hadandoniou, Editorial El Tabaquillo. 15 de septiembre de 2008



ROMANCE DEL TRABAJADOR SOLIDARIO

1 de mayo de 1989

Ya no estará más solo
con su triste salario.
Descubrió en su compañero
la sangre de los hermanos.
Y alumbró cada noche,
a pesar del pan amargo.
Deshilvanó los secretos
para unirse en el abrazo.
Y se lanzó por las calles
a reclamar con su canto.
Destrozó los egoísmos
y habló por los callados.
Desoyó las amenazas;
dio su pecho solidario.
Se olvidó de sus riquezas
que apenas cubren las manos.
Y se proclamó hacia el sol
por el hermano atropellado.
No le importaron los golpes,
hizo el trabajo cantando,
y a la hora de la proclama,
enarboló su mandato
de humilde pero digno
trabajador solidario.
En este día del trabajo
permítame proclamarlo,
para que su luz no muera
y florezca en otros tantos.

Publicado en varios medios y aún en separata especial.
Tiene música de Jorge Satti, compositor villamercedino ya fallecido.


NUESTROS PADRES PERMANENTES

Ellos son los que trabajan la tierra 
y hacen crecer la esperanza.
No los libros nocturnos
ni las tevés desenganchadas 
les dieron la fuerza de los nervios
y la decisión de manos y palabras. 
Ellos son los que alejados del aula musgosa 
saben a vida y olor a plantas, 
los que rompen la historia negra 
para alumbrar el alma.
Ellos son presente cuando el pasado habla  
y sus callosas piernas conocen 
la paciencia de la marcha. 
No depositan palomas en museos 
ni necesitan artificiosas plantas. 
Son la carne misma de la tierra 
y su promesa de cosecha larga. 
En una lejana plaza, hace años,
estaban ellos, codo con codo, esperando. 
Y siguen esperando cuando el tiempo 
es un caballo que arrastra miradas de espanto.
No nos engañen luces y manchas
de futuros míticos y falsos. 
Ellos saben de secretos códigos 
a la luz del abecedario; 
y cuando no lo tienen, 
lo hacen nacer cantando.  
Ellos, nuestros padres permanentes,  
saben de cómo respetar sagrarios 
y cada día - sin nombrarla -
desde antaño, a la Patria 
le entregan su cansancio, 
para renacer en siglos, polvo cósmico  
en sus manos, con una flor frutecida 
en corazones lejanos.
No los pintemos de levita y serios  
como si estuviesen cansados. 
Dibujemos su sonrisa de lucha 
en cada uno de nuestros pasos, 
y con cada esfuerzo y sueño;
hagamos una alianza, un trato: 
despojarnos de egoísmos, 
modelar un corazón comunitario. 

Publicado varias veces. Utilizado en algunos actos escolares


MUJER DE PUEBLO

Al conjuro de las sombras,
espera con paciencia.
La luz natural recorta su perfil
y nimba su frescura.  Es la hora.
Solo sabe extender los brazos
hacia enseres cotidianos.
Desconoce el grito.
Nació con el silencio
de la montaña.
Ha sido vecina 
de las nubes;
y su lánguida mirada
conoce los susurros.
Diariamente
cumple con el rito;
y el domingo
un perfume tenue
le asegura
su espacio en el templo.
Allí recoge la pureza
que siembra en la semana.
Mujer de pueblo,
sin malicia.
La paz es su pan.
Ella lo vive;
y sin darse cuenta
lo distribuye cual bendición
entre los seres,
sin discriminación alguna.


9 DE JULIO ERA EL DÍA

El polvo del camino
jugueteaba en sus entrañas,
pero era tierra pura
que por siglos esperaba
la voluntad del pueblo
y la decisión de la Palabra.
Mágico mensaje traían
desde lejanas mañanas;
un torrente de ambiciones
para edificar una Patria.
Como cintas invisibles,
hubo surcos de esperanzas;
y esa luz  para la vida
era un nudo en las
gargantas. No tuvieron
tiempo de soñar
con el cómodo futuro de las alas.
Sólo tenían carretas, caballos y
yeguas, para una sed tan larga.
Como en todos los tiempos,
el Tirano desinformaba.
Llegaron de noche,
quizás a la madrugada.
No encontraron, tal vez,
ni un perro, pero sus pechos
eran una sola llama.
Y creció luego el fuego lento
de cientos de miradas.
Era una casa antigua
que después se hiciera 
moneda, símbolo, láminas.
Pero ese día, los periódicos
no le darían ni el ápice
de una página.
Y olvidando los temores,
lejos del puerto, bien adentro de
la América callada, hicieron brotar
magnolias con la Mágica
Palabra
que esconde todo hombre
en su corazón y en sus
manos sabias.
Se desataron los nudos,
y un juramento al viento
despertó en sus gargantas.
Como tantas veces, 
los hombres
difundieron la noticia,
casi sin palabras…
Arrasó con su sonrisa
hasta en la aldea más lejana.
Y se llegó al sueño del 
Tirano para asustarlo en su
propia casa.
Hombres rudos quizás,
o no tanto, por si acaso,
pero firmes y valientes
con la Vida de la mano
nos dejaron la palabra
para responder al llamado,
Libertad, Libertad, Libertad,
como dice el Himno,
para un Pueblo Soberano.
Nueve de Julio se dice
que era el día del que hablo, 
pero todos los días requieren
que se reviva su canto.

Publicado varias veces. Utilizado en algunos actos escolares.


SONETO ASONANTADO DE LA PARTIDA

A mi madre, Blanca, que siempre quería que le dedicara un poema.

Entre flores y un rosario asciende
silencioso rezo en la partida.
Ya no esperarás ver pasar la vida.
Desde cada compañía vuelves,
a la hora de la soledad que viene.
Caló profundo el dolor, la espina,
pero de roble esa madera altiva
costó talar el último machete.
Tu labio desprendió un idioma claro
y quedó el aliento dispuesto al ruego.
Tus manos requerían del amparo
y mis dedos peinaron tus cabellos.
Subió un perfume de flores al ocaso
y agotó por fin su espera el cielo.

Los Palmares.   21 de diciembre de 2006



TU INOCENCIA

Tu inocencia
desconoce
el cerrojo
de secretos espúreos.

Ingenuamente
hablas
con tu corazón.
Y te mira
en silencio
el  iris agudo
y sotreta
de los instigadores.

La picardía 
aparente
de tus ojos
esconde
muy bien
tu alma sana,
libre de gulas
y guantes blancos.

Tus leves faltas
serán juzgadas
por un dios
distante
de escritorios pesados,
ignorante 
de reglamentos adustos,
burlador
de burócratas insomnes.

Y sigues
indefinidamente
lanzada
al aire
de cambios
súbitos
con un destino
sellado
por suertes
sospechosas.

Pero tu breve luz
serpenteará
entre todos,
ofreciendo
tu frescura espontánea.

7 y 8 de julio de 2004



DÍA 1 

¿Qué fue primero: el rubor o el encanto?
¿Cómo se diluyeron las fronteras
para que amaneciera el abrazo?
¿Es ciego el amor o inventa  belleza,
equilibrio y  canto?

¿Fue casualidad o centella rauda
al volver de un fracaso?

Hilo invisible  tejen,
infinitamente, una y otra mano.

Por la tarde del recuerdo, te llamo.
Preguntas derrotadas,
angustia en su remanso.

¿Qué fue primero?
El rubor y el encanto.


DÍA 8 

A Gladys, in memoriam

Pesados hombres y funcionarios insomnes
inventan desde la envidia, el  hambre
y la discordia, la sombra, la traición
y  tratados que avalan  desesperanza.

Esta noche, con el corazón partido
por la muerte cercana de ella:
amiga, compañera, hermana;
desde el agudo dolor,
desde tu lágrima, renacimos
para la esperanza. 0 mañana 
mismo - en otra brecha -
el amor se alzará en armas.
Serán sonrisas y flores, servicio,
compañía, ternura, aliento, música,
y una rima cotidiana.

Para eso, tu amor y mi amor,
esta duplicación de fuerzas enlazadas,
imprescindible y necesaria.

No sobra mucho. Es cierto.
Pero tampoco nos falta.


MUJER

En recuerdo de amaneceres
o al amparo de luna nueva,

me deslumbrará tu figura
o tu ingenio me despierta.

Luces vendrán del ocaso
y soltarás tu cabellera

para sentir la diferencia
y merecerte en la espera.

Tu dulzura me acompaña,
pero también tu fortaleza.

Puede una lágrima vestirte
sin que tu puño pierda fuerza.

Eres la servidora fiel;
y, si es necesario, la jefa.

Por eso, en cada suspiro,
tienes calendario sin fecha.

8 de marzo de 2010



A  TI, VINO ETERNO

Derramas
tu bendición
para transfigurar
las gargantas
en luz de risa
o puño inestable.

Has de venir
hacia la tarde
equívoca,
por la noche
turbulenta
o en mariposa 
de madrugada.

Con tus emanaciones
finales,
dejarás el rastro
de sueños ligeros
o eternos;
sepultarás 
alguna pena
o prolongarás 
una esperanza.

No te quedes quieto
demasiado tiempo;
alienta la alegría 
y no la rabia.
Elévate con todos 
para la gloria;
desciende en cada uno,
por la paz.


RECORRIDO

Extraño el mundo deviene
en rutas veloces,
con autos raudos
y teléfonos instantáneos.
Al margen del apuro,
se desliza el verde eterno
o coloca magistral
su punto, la luna.
Con la monotonía del motor
se mezcla el sueño
y un vientecillo agradable
de olores campestres.

Lejos quedó la seca de antaño
y hay relojes precoces
para un progreso presentido
en manuales con olor a nuevo.
Cae la lluvia
y es hora de abrir los ojos
a la nostalgia.
Llegaremos
a las rabias de los hombres
o al áspid de las mujeres.

Sin embargo,
correrán también 
los antídotos de la sonrisa
y el abrazo amable.

La luz espera siempre,
ser encendida.

Abril de 1999


EN EL RINCÓN OSCURO…

En el rincón oscuro
de un salón de homenajes,
sentado a distancia comprensible,
sus ojos se pierden
en un futuro glorioso
y en ese pasado pesado
que los valientes construyen.
Disimula en un gesto
humanas rabias
de la desmemoria que le deparan
sus hermanos planetarios.
Distraídos en el aplauso
poco sutil y desbocado,
no reconocen
la Verdad y la Perfección
que anida en ese mismo 
lugar encumbrado.
El día que las prensas del Mundo
estallen con su rostro
y repitan su palabra,
será tarde.
Por eso, déjame enfocar
los reflectores del alma,
en tu rostro
y proyectarlo ahora,
para que se congelen
nuestras miradas
y te llegue la caricia
que justamente tu corazón reclama.
¡Gracias, hermano,
por hundirte tenuemente
en esa humildad sin mancha!

San Francisco, Cba., 12/9/2006


.


DENISE RILEY [18.555]

$
0
0

Denise Riley 

Nació en 1948 en Carlisle, Inglaterra. Es profesora de Historia de las Ideas y de la poesía en la Universidad de East Anglia.

Bibliografía:

Poesía

Selected Poems, Reality Street Editions, London 2000, collects all the poems Riley values from the earlier volumes:
Marxism for Infants. Street Editions, Cambridge 1977. 
No Fee. With Wendy Mulford. Street Editions, Cambridge 1979. 
Dry Air. Virago, London 1985. 
Stair Spirit. Equipage, Cambridge 1992. 
Mop Mop Georgette. Reality Street Editions, Cambridge & London 1993.
Penguin Modern Poets 10. With Douglas Oliver & Iain Sinclair. Penguin, Harmondsworth 1996.

Prosa 

‘Waiting’, in Truth, Dare or Promise: Girls Growing Up in the Fifties. Ed Liz Heron. Virago, London 1985. 
“Am I That Name”: Feminism and the Category of ‘Women’ in History. Palgrave Macmillan, Basingstoke 1988.
Poets on Writing: Britain, 1970-1991. As editor. Macmillan, Basingstoke1992.
The Words of Selves: Identification, Solidarity, Irony. Stanford UP, Stanford 2000.

Premios:

2014 Cholmeley Award (Lifetime Achievement in Poetry)
2014 Forward Poetry Prize (Best Single Poem)
2012 Forward Poetry Prize (Best Single Poem)
2012 Ted Hughes Award (New Work in Poetry)



TINTA DE LECHE

No leas esto como el flujo de tinta blanca, escurrida
De pezones retráctiles. No,
Negro como lo de él es lo mío.

Vidrio manchado de lluvia, anaranjadas hojas de cerezo que-
         madas, funda del ojo de azúcar rosada.
No me abroches a un incidente recargado
Sino dejame patinar- eso

Este racimo de ganglios debió haber nacido con ojos mejores
Más bien brillando como los de un venado- entonces en lugar
      de horrorizarse podría uno
No alzar su golpeante cabeza del suelo y acariciar su fluyente
                                                                                     cabello
Y, y, y, y nunca partir.

No leas esto como un fluir de tinta blanca, disparada
De retráctiles. No,
Negra así es la mía.

Traducido por Robert Rivas



A MISREMEMBERED LYRIC

A misremembered lyric: a soft catch of its song
whirrs in my throat. ‘Something’s gotta hold of my heart
tearing my’ soul and my conscience apart, long after
presence is clean gone and leaves unfurnished no
shadow. Rain lyrics. Yes, then the rain lyrics fall.
I don’t want absence to be this beautiful.
It shouldn’t be; in fact I know it wasn’t, while
‘everything that consoles is false’ is off the point – 
you get no consolation anyway until your memory’s
dead; or something never had gotten hold of
your heart in the first place, and that’s the fear thought.
Do shrimps make good mothers? Yes they do.
There is no beauty out of loss; can’t do it – 
and once the falling rain starts on the upturned
leaves, and I listen to the rhythm of unhappy pleasure
what I hear is bossy death telling me which way to
go, what I see is a pool with an eye in it. Still let
me know. Looking for a brand-new start. Oh and never
notice yourself ever. As in life you don’t.



AFFECTIONS MUST NOT

This is an old fiction of reliability

is a weather presence, is a righteousness
is arms in cotton

this is what stands up in kitchens
is a true storm shelter
& is taken straight out of colonial history, master and slave

arms that I will not love folded nor admire for their ‘strength’
linens that I will not love folded but will see flop open
tables that will rise heavily in the new wind & lift away, bearing their precious burdens

of mothers who never were, nor white nor black
mothers who were always a set of equipment and a fragile balance
mothers who looked over a gulf through the cloud of an act & at times speechlessly saw it

inside a designation there are people permanently started to bear it, the not-me against sociology
inside the kitchens there is realising of tightropes
Milk, if I do not continue to love you as deeply and truly as you want and need
that is us in the mythical streets again

support, support

the houses are murmuring with many small pockets of emotion
on which spongy grounds adults lives are being erected and paid for daily
while their feet and their children’s feet are tangled around like those of fen larks
in the fine steely wires which run to and fro between love and economics


affections must not support the rent

I. neglect. the house



DARK LOOKS

Who anyone is or I am is nothing to the work. The writer properly should be the last person that the reader or the listener need think about yet the poet with her signature stands up trembling, grateful, mortally embarrassed and especially embarrassing to herself, patting her hair and twittering If, if only 

I need not have a physical appearance! To be sheer air, and mousseline! and as she frets the minute wars scorch on through paranoias of the unreviewed herded against a cold that drives us in together – then pat me more, Coventry to fall from Anglo-Catholic clouds of drifting we’s high tones of feeling down to microscopic horror scans of tiny shiny surfaces rammed up against the nose cascading on Niagara, bobbed and jostled, racing rusted cans of Joseph Cotten reels charmed with his decent gleam: once we as incense-shrouded ectoplasm gets blown fresh drenched and scattered units pull on gloss coats to preen in their own polymer:
still it’s not right to flare and quiver at some fictive ‘worldly boredom of the young’ through middle-aged hormonal pride of Madame, one must bleed; it’s necessary . . . 
Mop mop georgette. The only point of holding up my blood is if you’d think So what? We’ve all got some of that: since then you’d each feel better; less apart. – Hardly:
it’s more for me to know that I have got some, like a textbook sexual anxiety while the social-worker poet in me would like her revenge for having been born and left.
What forces the lyric person to put itself on trial though it must stay rigorously uninteresting?
Does it count on its dullness to seem human and strongly lovable; a veil for the monomania which likes to feel itself helpless and touching at times? Or else it backs off to get sassy since arch isn’t far from desperate: So take me or leave me. No, wait, I didn’t mean leave me, wait, just don’t – or don’t flick and skim to the foot of a page and then get up to go –




FROM SEVEN STRANGELY EXCITING LIES

VII Disintegrate me

There was such brilliance lifting off the sea, its aquamarine strip
blocked in behind white-dashed mimosas, that it stung my eyes
all morning as I stood in the old playground, pushing the swing
steadily, looking out across the water and longing to do without
these radio voices, and without my post as zealous secretary, as
transmitter of messages from the dead, who’d issue disclaimers
that they’d ever sent them – all the while a slow hot cut spreads
to baste me now with questions of my own complicity in harm
muttering thoughtfully about ‘patterns’ until I’m stamped out as
an old paisley shawl or worn kelim, do I look good as this one
or should I be less loud, or less repetitive? and on the top of my
wardrobe, familiar spirits cluster and hang to chatter, lean over
to peer down interestedly at me, vivaciously complaining about
the large amounts of fluff I’ve left up there, ‘that’s just as we’d
expect’: meanwhile the out-to-kill person is not, or so she or he
shrugs, pulled at by voices, but dead at heart stands amnesiac
plumped out with the effective innocence of the untroubled – 
This gloss is taking me on unconvincing dashes down blind
alleys I mistrust, since desperate to see things straight, I can’t fit
apt blame in to self-damnation: could I believe instead in drained
abandon, in mild drift out over some creamy acre studded with
brick reds, to be lifted, eased above great sienna fields and born
onward to be an opened stem or standing hollow, a flesh ring
through which all slips or a fluent cylinder washed through by
azure-tangled braid, trailing Stella Maris, fervent star of the sea
marine milk vessel flopped at the lip flicking down swathes of
gulls emulsifying blackened earth striped and coiled under rock
under burnt straw air fuzzed in breathy fields of coconut-sharp
gorse flowers flushed tan on cliffs where lower, toothpaste green
lucidly rears and rears in the crash of blinding crumpled water
smoothing to clear and flat; so calmly let me disperse so simply
let me disperse, drawn out thin-frothed in a broad lacy pancake
fan of salt, or let me fall back as dolphins rock back in the sea
twirled like slow toys on pin-wheels – No single word of this
is any more than decoration of an old self-magnifying wish
to throw the self away so violently and widely that interrogation
has to pause since its chief suspect’s sloped off to be cloud, to be
wavery colour bands: no ‘release from service to a hard master’
said of the thankful close, it’s hoped, of sexual need in oldest age
can touch this other drive of shame fighting to clear a name to itself:
it can’t, because its motor runs on a conviction that if I understood
my own extent of blame then that would prove me agent; it doesn’t
want to face a likely truth of helplessness – that the inflated will to
gauge and skewer each wrong turn may blank out what’s far worse
to bear: impersonal hazard, the humiliating lack of much control – 
I don’t get past this thought with any confidence.


Poet's Note: Seven Strangely Exciting Lies’ takes its title from W. H. Auden’s ‘The Question’
‘Only remembering the method of remembering
Remembering only in another way
Only the strangely exciting lie’



THE CASTALIAN SPRING

1

A gush of water, welling from some cave, which slopped
Down to a stone trough squatting stout and chalky as a
Morning sky: I plumped myself on lizard-ridden stone to stare
Into its old truth square that struck me as perhaps another lie
So serious did it look while it promised me, oh, everything.
That honest look of water nursed in stone excited me. Under
The generous trees, tall splotchy planes and brittle ilex, their
Dark flopped down, sun-glare and dust spun through it.


2

I sipped that cold and leafy water tentatively, lost lipstick
Dabbing my mouth, gulped down a little slippery grit I hoped
Was not ferny mosquito larvae; then sat on, guidebook-learned
To get gorgeous and pneumatic in the throat, my bulk deflating
Slowly until, the sunset, when the last coach parties slid away.
The heat of the day peeled off, the light got blurred and hummed,
Pounding dusk struck up then a strong swelling rose in my throat
Thick with significant utterance. So, shivery in my cool and newly
Warty skin, I raised this novel voice to honk and boom.


3

I was small enough now, and stoical, to squat on the slabs of rock
Edging the trough, splashed with the spring that welled steadily into it
Shaking its stone-cupped water. I wear yet a precious jewel in my head,
I mused, this line of old rhetoric floating back through me, as quite
Unsurprised I settled to study the night, flexing my long damp thighs
Now as studded and ridged as the best dill pickles in Whitechapel.
Into the cooling air I gave tongue, my ears blurred with the lyre
Of my larynx, its vibrato reverberant into the struck-dumb dusk.


4

What should I sing out on this gratuitous new instrument?
Not much liking minimalism, I tried out some Messiaen,
Found I was a natural as a bassoon, indeed the ondes martenot
Simply oozed out of me. Or should lyric well up less, be bonier?
So I fluted like HD’s muse in spiky girlish hellenics, slimmed
My voice down to twig-size, so shooting out stiffly it quivered
In firework bursts of sharp flowers. Or had I a responsibility to
Speak to society: though how could it hear me? It lay in its hotels.


5

I spun out some long lines, let them loop in sound ribbons
Lassooed the high branches where they dangled and trailed
Landing like leathery bats in vacancy – alighted, they pleated,
Composed themselves flawlessly, as lifeless as gloves.
The silence that hung on these sounds made me sheepish.
I fished for my German, broke out into lieder, rhymed
Sieg with Krieg, so explaining our century; I was hooked
On my theory of militarism as stemming from lyricism.


6

I’d crouched close by a cemetery; at twilight its keeper
Lit oil lamps in shrines on the pale marble graves, each
Brandishing silver-framed photographs; fresh flowers
For the well-furnished dead shone out amiably, while
The scops owl in residence served up its decorous gulps.
Lights burned on steadfastly in this town of the dead,
Each soul in for a long night, their curtains undrawn.
My monotone croaking rang crude in such company.


7

Black plane trees bent over me, crouched in the night breeze.
For hours I called out on a sonorous roll, growing somewhat self-
Conscious I’d nothing to do but to sound: yet sound was so stirring
And beauty of utterance was surely enough, I thought I had read this.
A wind rose as I tore out my ravishing tenor, or sank down to throb
On my pitted hindquarters while my neck with its primrose striations
Pulsated and gleamed. Then beauty sobbed back to me, shocking,
Its counterpoint catching my harmonies; I had heard a fresh voice.


8

No longer alone, not espousing Narcissus, I answered each peal
In a drum of delirium, recalling with shame the dry white thighs
Of frogs like baked chicken wishbones, sorely in need of a sauce.
Our calls clasped in common, as heavy as love, and convulsively
Thickened by love – until ashamed of such ordinariness, I wailed
In sheer vowels. Aaghoooh, I sloughed off raark, aaarrgh noises,
Deliberately degenerate; exuded ooeeehaargh-I-oohyuuuh; then
Randomly honked ‘darkling blue of Dimitrios’: I had dreamed that.


9

The voice hears itself as it sings to its fellows – must
Thrum in its own ears, like any noise thumping down
Anywhere airwaves must equably fall. I was not that
Narcissus who stared stunned by his handsomeness;
Or I was, but not culpably, since as I sang, so I loved.
In that action of calling hope out I embodied it, grew
Solemn and swollen ushering in my own utterance.
I rang florid yet grave in my ears, as I had to.


10

Did I need to account for myself as noise-maker?
I had stared in the windows of Clerkenwell clock shops
At dusty brand oils for the watchmakers’ trade, made for
Easing the wound spring – some horo-prefixed, and so close
to my horror of time ticking by – brown bottles of clock oil
labelled Horolene, Horotech. Should I wind up my own time,
Chant ‘I was dropped on the Borders, a poor scraplet of
Langholm, illegit. and state’s burden, lone mother of three’?


11

Could I try on that song of my sociologised self? Its
Long angry flounce, tuned to piping self-sorrow, flopped
Lax in my gullet – ‘But we’re all bufo bufo’, I sobbed – 
Suddenly charmed by community – ‘all warty we are’.
Low booms from the blackness welled up like dark liquid
Of ‘wart’ Ich auf Dich.’ One Love was pulsed out from our
Isolate throats, concertina’ed in common; ‘Du mit Mir’ was
A comforting wheeze of old buffers, all coupled, one breed.


12

But then I heard others, odd pockets of sound; why wouldn’t these
Claim me to chant in their choir? As I grew lonelier I got philosophical,
Piped up this line: ‘Don’t fall for paradox, to lie choked in its coils
While your years sidle by.’ Some hooted reproachfully out of the dawn
‘Don’t you stifle us with your egotist’s narrative or go soft on “sameness”,
We’ll plait our own wildly elaborate patterns’ – they bristled like movies
By Kurosawa. By then I’d reflated, abandoned my toadhood, had pulled on
My usual skin like old nylons. I drifted to Delphi, I’d a temple to see.





.

VINOD KUMAR SHUKLA [18.556]

$
0
0

Vinod Kumar Shukla 

(Rajnandgaon, 1937). Poeta y narrador de la India. Escribe en Hindi. Ha publicado tres novelas y varios libros de poesía; el primero de ellos Lagbhag (1971). Su novela, Naukar Ki Kameez fue llevada al cine, con el mismo título. Actualmente es profesor asociado de la Indira Gandhi Agricultural University en Raipur. 

He was born on 1 January 1937 in Rajnandgaon, Chhattisgarh (then Madhya Pradesh). His first collection of poems Lagbhag Jai Hind was published in 1971. Vah Aadmi Chala Gaya Naya Garam Coat Pehankar Vichar Ki Tarah was his second collection of poems, published in 1981 by Sambhavna Prakashan. Naukar Ki Kameez[1](The Servant's Shirt) was his first novel, brought out in 1979 by the same publisher. Per Par Kamra (Room on the Tree), a collection of short stories, was brought out in 1988, and another collection of poems in 1992, Sab Kuch Hona Bacha Rahega.

Vinod Kumar Shukla was a guest littérateur at the Nirala Srijanpeeth in AGRA from 1994 to 1996 during which he wrote two novels Khilega To Dekhenge and the refreshing Deewar Mein Ek Khirkee Rahati Thi. The latter has been translated into English by Prof. Satti Khanna of Duke University as A Window Lived in a Wall[2](Publisher : Sahitya Akademi, New Delhi, 2005).

He did his M.Sc. in agriculture from JNKVV Jabalpur wherafter he joined as lecturer in Agriculture College Raipur. He was inspired considerably by the poet Muktibodh who was then a lecturer in Hindi at Digvijay College Rajnandgaon where Padumlal Punnalal Buxy was also working. Baldeo Prasad Mishra was also at Rajnandgaon at the same period.


Las presentes traducciones del hindi al inglés son de Arvind Krishna Mehrotra y, las versiones al español son de Aureliano Carvajal (1984).

 http://circulodepoesia.com/2016/04/poesia-hindu-vinod-kumar-shukla/




Una calle en el bazar

Una calle en el bazar,
un ajetreado cliente,
cargando una mugrienta
ligeramente desgarrada bolsa
en cada mano,
una vacía, una llena.
Adentro, patatas, frondosas
verduras, un pequeño paquete
de garam masala[1], y chiles
rojos o verdes.
Cómo deseo haber podido ser
una nota de diez rupias
y encontrado refugio
en esa bolsa.
Pero estaba escondido
adentro de la mía.

(1960)



A Street in the bazaar

A Street in the bazaar,
A busy shopper,
Carrying a soiled
Slightly torn bag
In each hand,
One empty, one full.
Inside it, potatoes, leafy
Vegetables, a small packet
Of garam masala, and chillies,
Red or Green.
How I wish I could’ve been
A ten-rupee note
And found shelter
In his bag.
But I was holed up
Inside my own.

(1960)



El hombre aquel se puso un abrigo de lana 
nuevo y se largó como un pensamiento

El hombre aquel se puso un abrigo de lana nuevo y se largó como un pensamiento.

En sandalias de plástico me complicaba detrás.

La hora era seis de la mañana, la hora de segunda mano, y un terrible frío.
Seis de la mañana eran como las seis de la mañana.

Había un hombre parado bajo un árbol.

En la neblina parecía de pie dentro de su propia figura nebulosa.

El árbol nebuloso lucía exactamente como un árbol.

A su derecha había un borroso caballo de raza inferior,
luce como un caballo de raza inferior.

El caballo estaba hambriento, la niebla como un prado para él.

Había otras casas, árboles, caminos, pero no otro caballo.

Había solamente un caballo. Yo no era aquel caballo.

Pero mi aliento, al jadear, era indistinguible de la niebla.

Si el hombre parado en ese punto bajo el árbol fuera el maestro,
entonces para él yo era un caballo galopando, herraduras clavadas en la suela de mis botas.

(1964)



That man put on a new woollen coat 
and went away like a thought

That man put on a new woollen coat and went away like a thought.

In rubber flip-flops I struggled behind.

The time was six in the morning, the time of hand-me-downs, and it was freezing cold.

Six in the morning was like six in the morning.

There was a man standing under a tree.

In the mist it looked like he was standing inside his own blurred shape.

The blurred tree looked exactly like a tree.

To its right was a blurred horse of inferior stock,
Looking like a horse of inferior stock.

The horse was hungry, the mist like a grassy field to him.

There were other houses, tres, roads, but no other horse.

There was only one horse. I wasn’t that horse.

But my breath when I panted was indistinguishable from the mist.

If the man standing at that one spot under the tree was the master,
Then to him I was a horse at a gallop, horseshoes nailed to my boot soles.



(1964)




THOSE THAT WILL NEVER COME TO MY HOME

Those that will never come to my home
I shall go to meet.
A river in flood will never come to my home.
To meet a river-like people,
I shall go to the river, swim a little and drown.
Dunes, rocks, a mountain, a pond, endless trees, fields
Will never come to my home. 
I shall search high and low
for dunes, mountains, rock-like people.

People who work all the time,
I shall meet, not during my leisure hours,
but as if it was an important job.
This first wish of mine I’ll hold on to,
like the very last one.




ONE SHOULD SEE ONE'S OWN HOME 
FROM FAR OFF

One should see one’s own home from far off.
One should cross the seven oceans
to see one’s home,
in the helplessness of the unbridgeable distance,
fully hoping to return some day.
One should turn around, while journeying,
to see one’s own country from another.
One’s Earth, from space.
Then the memory of 
what the children are doing at home
will be the memory of what children are doing on Earth.
Concern about food and drink at home
will be concern about food and drink on Earth.
Anyone hungry on Earth
will be like someone hungry at home.
And returning to Earth
will be like returning home.

Things back home are in such a mess
that after walking a few steps from home,
I return homewards as if it were Earth.


IT AFFIRMS THAT THERE IS A CHILD

It affirms that there is a child
It affirms that a smattering of flowers is blooming
It affirms that there is happiness
And that the water in the jug is drinkable
And that breath can be drawn from the air
It affirms that the world is
That in the world that remains I remain
Survivor of the war that is to come

I want to die, the person I am
So that in the last moment before death
I shall wish to live forever
For there is a smattering of flowers
And the world is.



A MAN HAD SAT DOWN IN DESPERATION

A man had sat down in desperation
I did not know the man
But I knew the desperation
So I went to him
And extended my hand
Holding my hand, he rose
He did not know me
But he knew the extending of my hand
We walked together
We did not know each other
But we knew walking together.

Translation: 2008, Kumar Vikram



.

MONIZA ALVI [18.557]

$
0
0

Moniza Alvi

Nació en Lahore, Pakistán,  el 2 de febrero de 1954. Es una poeta y escritora paquistaní-británica. Actualmente vive en Londres.

Moniza Alvi nació en Lahore, Pakistán. Nació de padre paquistaní y madre británica. Su padre se trasladó a Hatfield, Hertfordshire en Inglaterra cuando tenía unos pocos meses de edad.  No volvió a Pakistán hasta después de la publicación de uno de sus primeros libros de poemas - El País en mi hombro. Trabajó durante varios años como profesor de secundaria, pero ahora es una escritora independiente y tutora, que viven en Norfolk. Ella y su marido, Robert, tienen una hija.

Poesía

Carrying my Wife (Bloodaxe, 2000) ISBN 978-1-85224-537-5
Souls (Bloodaxe, 2002) ISBN 978-1-85224-585-6
How the Stone Found Its Voice (Bloodaxe, 2005) ISBN 978-1-85224-694-5
Split World: Poems 1990-2005 (Bloodaxe, 2008) ISBN 978-1-85224-802-4

Grabaciones


The Poetry Quartets 6 with George Szirtes, Michael Donaghy and Anne Stevenson (Bloodaxe / British Council 2001) ISBN 978-1-85224-519-1





MAPA DE LA INDIA

Si miro fijo al país durante suficiente tiempo
puedo palanquearlo fuera del papel,
levantarlo como un colgajo de piel.

A veces es un calendario de Adviento
cada ciudad tiene una ventana
la cual dejo abierta
un poco más cada vez

La India es manejable- más pequeña
que mi mano, el Río Mahanadi
más delgado que mi línea de la vida.

Traducción:  Robert Rivas 




Map of India

If I stare at the country long enough
I can prise it off the paper,
lift it like a flap of skin.
Sometimes it's an advent calendar -
each city has a window
which I leave open
a little wider each time.
India is manageable - smaller than
my hand, the Mahanadi River
thinner than my lifeline.




HOW THE STONE FOUND ITS VOICE

We had waited through so many lifetimes
for the stone to speak, wondered if

it would make compelling pronouncements,
anything worth writing down. 

Then after the war of wars 
had ground to a shattering halt, the stone

emitted a small grinding sound rather like
the clearing of a throat.

Let us be indifferent to indifference, 
the stone said.

And then the world spoke.


DOORS

I observed that her knuckles were raw
with the effort of knocking on doors.

And if they opened she’d have difficulty
passing through – the awkwardness

of easing in with her world intact.
More than once I implored her to give up.

But I admired my wife, in a way – 
the single-mindedness, her fierce pursuit.

She worked attentively, whenever she could, 
at her listening skills, honing them

by day and night
on the creaking of a far-off door.



FROM ‘AT THE TIME OF PARTITION’

Part 3: Better By Far 


By bus?

Better by far a magic carpet,
finely knotted, richer

than blood, broad enough
to keep the family together,

islanded, apart
from every danger,

journeying swiftly
across the unsegmented sky –

not in the cauldron of summer,
but in the fresher feel

of the last of winter,
the lucid mornings,

the greeny tinge
of the evening air,

Nehru to wave them on
and Jinnah to welcome them –

my grandmother, her pots and pans,
her lamp close by,

her parcels of layered clothes,
like mattresses,

Ahmed and Athar jostling for space,
Rahila, Jamila, Shehana,

the ‘little’ sisters,
a conspiracy of three,

with names, like mine
all ending in ‘a’, young girls,

cross-legged, daydreaming,
disentangling hello from goodbye.



FROM ‘AT THE TIME OF PARTITION’


Part 4: Ever After


Ever after
she heard it as an echo

in her inner ear, disembodied,
as, in a sense, all voices are –

We’ll take him, Shakira.
He can travel with us.

You’ve enough on your hands
with the other four.

There are places still
on the second bus, inshallah!

At that swollen moment
there was a shadowy unburdening

because at that time, perhaps
any child was a burden.

How she would wish
as the weeks and the months 

and the lifetimes churned on
to undo Take him,

to force back the heavy, rusted
hands of the clock –

God’s clock held by God’s hands
in permanent view.

*

Say your goodbyes, ticked the clock.
No time to lose. 

But who was left for goodbyes –
her Hindu friends, the friends of friends?

A stream drying up.

*

How to say it?

It was hard to sit on a cane-seated chair
on her old verandah and sip tea,

the conversation curdling
like milk for the weekly paneer.

Tomorrow we will be gone.

The risk of departing
and the risk of remaining 

weighing much the same.

*

Was the worst goodbye to the house?

The house was her second skin,
hardier than her first,

an island in the deafening, tumultuous sea.

She was married to its daily rhythms –
the kneading, the sweeping, the praying . . . 

Under duress,
it was dauntingly calm.

*

And Ludhiana itself, the Old City
and the New –

the Civil Lines with their flowering trees. 
The Christian Medical Hospital.

The cloth factories and the temples.
The neighbourliness of the lanes. Her lanes.

Bleeding internally, the city
tried to appear whole

for a final goodbye –

*

as, they would gather and wait
appear whole

under Hindu sun and Moslem rain
Hindu rain and Moslem sun.

*

Nothing was wrong with the clock.
The clock ticked on.





.

NINA GORLANOVA [18.558]

$
0
0

Nina Gorlanova

Nina Viktorovna Gorlanova (ruso : Нина Викторовна Горланова, nacida el 23 de noviembre de 1947) es una moderna poeta, cuentista y novelista que ha estado viviendo en la ciudad de Perm.

Gorlanova nació en 1947, se crió en un pueblo de la región de Perm, y estudió filología en la Universidad de Perm. Ahora vive con su marido Vyacheslav Bukur, su co-autor y compañero en la vida, en la ciudad de Perm, donde están ambientados la mayoría de sus cuentos y novelas. En sus obras se crea un mundo fantástico poblado de personajes curiosos y posee su propia mitología. Sus temas principales son la maternidad, las dificultades de las tareas diarias de una típica mujer rusa y la vida de la intelectualidad de la provincia.



De "Tres líneas"


 Los chicos guardaron su plata
 Para comprar helados
 Y se la dieron a papá para cerveza.

 *

 La hija del medio
 Era aplicada en lectura
 Gracias a mis plegarias.

 *

 Hoy en día es sólo
 En mis sueños que veo
 Gente que lo ha logrado.

 *

 Todo ha subido.
 Aún cuando estamos enojados
 No rompemos platos...

 *

 Mi hija me trajo
 Un ramo de fresas del colegio
 Debo echar un vistazo en mi diario...

 *

 Mis hijos menores
 Leen como los antiguos romanos
 En voz alta y recostados.

 *

 Leyendo la prosa de Brodsky,
 Descubrí un parentesco espiritual:
 Un incontenible interés en el polvo...

FUENTE
Trad, Robert Rivas
http://inutilesmisterios.blogspot.com.es/
Valentina Polukhina (Ed.) Russian Women Poets. Modern
Poetry in Translation N° 20. King's College London, 2002.




from Three-liners

The children saved their money
For ice cream
And gave it to daddy for beer.

*

The middle daughter
Was keen on reading
Thanks to my prayers.

*

Nowadays it’s only
In my dreams that I see
People who have made it.

*

Everything’s gone up.
Even when we’re mad at each other
We don’t break plates . . .

*

My daughter brought me
A bunch of bird cherry from school –
I must take a look in my diary . . .

*

My younger children
Read like the ancient Romans
Aloud and recumbent.

*

Reading Brodsky’s prose,
I discovered a spiritual kinship:
A consuming interest in dust . . .

Translated by Daniel Weissbort




.

IRINA RATUSHINSKAYA [18.559]

$
0
0

Irina Ratushinskaya

Irina Borisovna Ratushinskaya (ruso: Ирина Борисовна Ратушинская, nacida el 4 de marzo de 1954 en Odessa.  Es una prominente disidente rusa, poeta y escritora. 

Irina Ratushinskaya nació en Odessa, Ucrania. Su padre era Boris Leonidovich, ingeniero, y su madre fue Irina Valentinovna Ratushinsky, maestra de la literatura rusa.  Tiene una hermana.

La familia de su madre se originó en Polonia, y su abuelo fue deportado a Siberia poco después del levantamiento de enero, un levantamiento polaco contra el reclutamiento forzoso en el ejército ruso en 1863. 

Irina fue educada en la Universidad de Odessa y se graduó con una maestría en física en 1976. Antes de su graduación enseñó en una escuela primaria en Odessa a partir 1975-78.  Era poeta en residencia en la Universidad de Northwestern.

Vive en Moscú con su marido, el activista de derechos humanos Igor Gerashchenko, y sus dos hijos.

Persecución política 

El 17 de septiembre de 1982, Irina fue detenida por agitación antisoviética. En abril de 1983, fue declarada culpable de "agitación llevada a cabo con el propósito de subvertir o debilitar el régimen soviético", condenada a siete años en un campo de trabajo seguidos de cinco años de exilio interno.  Fue puesta en libertad el 9 de octubre de 1986, en la víspera de la cumbre de Reikiavik, Islandia entre el presidente Ronald Reagan y Mikhail Gorbachov. 

Durante su reclusión, Irina continuó escribiendo poesía. Sus trabajos anteriores generalmente centrados en el amor, la teología cristiana y la creación artística, no en la política o políticas como sus acusadores declararon. Sus nuevas obras que se escribieron en la prisión, que fueron escritos en el jabón hasta memorizarlos y luego lavados, suman unos 250. Expresó aprecio por los derechos humanos; la libertad y la belleza de la vida. Sus memorias, Grey is the Colour of Hope, la crónica de su experiencia en la cárcel. Sus poemas posteriores relatan su lucha para soportar las dificultades y los horrores de la vida en prisión. Irina es miembro de PEN Internacional, que supervisa su situación durante su encarcelamiento. 

Exilio

En 1987, Irina se trasladó a Estados Unidos, donde recibió el Premio de la Libertad Religiosa del Instituto de Religión y Democracia. En el mismo año fue privada de la ciudadanía soviética por el Politburó. También fue poeta en residencia en la Universidad de Northwestern entre 1987-89. Vivíó en Londres, Reino Unido hasta diciembre de 1998, cuando regresó a Rusia para educar a sus hijos en la escuela rusa, después de un año de procedimientos para restaurar la ciudadanía rusa.

Libros

Poems/Cтихи/Poèmes . 1984, Hermitage. ISBN 0-938920-54-5
A Tale of Three Heads/сказка о трех головах . 1986, Hermitage. ISBN 0-938920-83-9
Beyond the Limit . trans. Frances Padorr Brent , Carol J. Avins and . 1987, Northwestern University Press. ISBN 0-8101-0748-1
Grey Is the Color of Hope . 1989, Vintage. ISBN 0-679-72447-8
In the Beginning . 1991, Sceptre. ISBN 0-340-55083-X
Dance With a Shadow . trans. David McDuff . 1992, Bloodaxe Books Ltd. ISBN 1-85224-232-9
The Odessans . 1996, Sceptre. ISBN 0-340-66563-7
Pencil Letter . 1997, Bloodaxe Books Ltd. ISBN 1-85224-050-4
Fictions and Lies . trans. Alyona Kojevnikova . 1999, John Murray. ISBN 0-7195-5685-6
Wind of the Journey . 2000, Cornerstone Pr Chicago. ISBN 0-940895-44-7




POR EL GRITO DESDE EL ALJIBE

("Aljibe" puede traducirse también como "pozo de agua".
Asociación inevitable: durante la dictadura militar en Uru-
guay y producto de una gran fuga de guerrilleros de la cár-
cel, el regimen se endureció y, cuando esos guerrilleros fue-
ron recapturados, sufrieron duros castigos. José Mujica, el 
reciente ex presidente de ese país, estuvo encerrado solo en 
un aljibe durante dos años.]


Por el grito desde el aljibe de "¡Mamá!"
Por el crucifijo arrancado de la pared.
Por las mentiras de vuestros 'telegramas'
Cuando existe una orden para un arresto-
Soñaré contigo, Rusia.
En la acumulación de tus victorias.
En la angustia de tu impotencia.
En la náusea de tu resaca-
¿Por qué iría a abrirse paso el miedo?
Todo ha sido llorado, a todos les han puesto a dormir cantando-
¿De quién te encogerás de miedo de repente?
Aunque lo niegues, refúgiate en la ilusión.
Pon toda la culpa sobre aquellos que fueron asesinados-
Yo seguiré viniendo a pararme delante tuyo
Y a mirarte a los ojos.

[Irina escribió sobre jabón unos 250 poemas, los memorizaba, y luego los veía deshacerse, mientras describía esos jabones como el "gris color de la esperanza".]

Vikram Seth. All You Who Sleep Tonight. Alfred A. Knopf, 1990.




Voy a viajar por el territorio

(a Tabya y Vabnya)

Voy a viajar por el territorio --
Con mi séquito de guardias,
Voy a estudiar la mirada del sufrimiento humano,
Voy a ver lo que nadie nunca antes ha visto --
¿Pero seré capaz de describirlo?
¿Lloraré si lo consigo --
al caminar en mi partida sobre el agua?
Cómo nos parecemos ya a nuestros esposos --
Nuestros ojos, la frente, la punta de la boca.
Qué idénticos somos – hasta la última vena de la piel --
A ellos, que se alejaron durante tanto tiempo de nuestras vidas,
A ellos, a quienes escribimos ahora: “No importa,
Tú y yo somos una y la misma persona,
¡Y los otros nunca conseguirán separarnos!”
Y, como forjado en la tierra,
"Para siempre" parece ser la única respuesta --
Dos palabras ancestrales
Que esconden detrás de sí toda la luz.
Aunque me arrastre penosamente con el convoy,
Me acordaré absolutamente de todo --
¡Con el corazón! - ¡Y no lograrán arrancármelo! --
¡Cada respiro que demos --
Cada aliento al margen de la ley!
Y aquello por lo que vivimos --
Para el día de mañana.

Zona Pequeña (área del campo de trabajo donde residían las prisioneras de conciencia), 12-11-83.




Antes de la Batalla

Antes de la batalla,
Unos sementales cultivan trébol en el terreno.
Los comandantes
Sacan sus brújulas y miden – ¡el descampado que menos importa!
Todavía por cubrir
De lluvia de plomo y sangre, las huellas de los animales pequeños.
Amanece --
Truenos, y el jinete pálido que revela su estampa.
Antes de la batalla,
Los soldados inexpertos escuchan los alardes de los veteranos.
Sus oficiales
Escriben cartas, y más tarde alguien tocará la guitarra.
Hacia el anochecer
La hierba enmudece y huele a miel y polen.
Viene la mañana --
Truenos, y si hay cartas serán las de los caídos.

SHIZO, diciembre de 1984

http://jomaricomomolas.blogspot.com.es/2009/08/irina-ratushinskaya.html



IRINA RATUSHINSKAYA
Antes de su detención.



МОЯ ТОСКА – ДОМАШНЯЯ ЗВЕРЮШКА. 

Моя тоска – домашняя зверюшка.
Она тиха и знает слово «брысь».
Ей мало надо: почесать за ушком,
Скормить конфетку и шепнуть: «Держись».
Она меня за горло не хватает
И никогда не лезет при чужих.
Минутной стрелки песенка простая
Ее утешит и заворожит.
Она ко мне залезет на колени,
По-детски ткнется носом и уснет.
А на мою тетрадь отбросит тени
Бессмысленный железный переплет.
И только ночью, словно мышь в соломе,
Она завозится и в полусне
Тихонько заскулит о теплом доме,
Который ты еще построишь мне.

© 1982, Irina Ratushinskaya




И ДОЖИВУ И ВЫЖИВУ, И СПРОСЯТ: 

И доживу и выживу, и спросят:
Как били головою о топчан,
Как приходилось мерзнуть по ночам,
Как пробивалась молодая проседь…
Но улыбнусь. И что-нибудь сострю
И отмахнусь от набежавшей тени.
И честь воздам сухому сентябрю,
Который стал моим вторым рожденьем.
И спросят: не болит ли вспоминать,
Не обманувшись легкостью наружной.
Но грянут в памяти былые имена –
Прекрасные, как старое оружие.
И расскажу о лучших всей земли,
О самых нежных, но непобедимых,
Как провожали, как на пытку шли,
Как ждали писем от своих любимых.
И спросят: что нам помогало жить,
Когда ни писем, ни вестей – лишь стены,
Да холод камеры, да чушь казенной лжи,
Да тошные посулы за измену.
И расскажу о первой красоте,
Которую увидела в неволе.
Окно в морозе! Ни дверей, ни стен,
И ни решеток, и ни долгой боли –
Лишь синий свет на крохотном стекле,
Витой узор – чудесней не приснится!
Ясней взгляни – и рассветет сильней
Разбойничьи леса, костры и птицы!
И сколько раз бывали холода,
И сколько окон с той поры искрилось –
Но никогда уже не повторилось
Такое буйство радужного льда!
Да и за что бы это мне – сейчас,
И чем бы этот праздник был заслужен.
Такой подарок может быть лишь раз.
А может быть, один лишь раз и нужен.

© 1983, Irina Ratushinskaya






.
Viewing all 7276 articles
Browse latest View live