Quantcast
Channel: POETAS SIGLO XXI - ANTOLOGIA MUNDIAL + 20.000 POETAS: Editor: Fernando Sabido Sánchez #Poesía
Viewing all 7276 articles
Browse latest View live

JOANA SERRADO [18.460]

$
0
0

JOANA SERRADO 

Nació en 1979 en la ciudad de Aveiro, Portugal. Licenciada en Filosofía, realizó una maestría en filosofía medieval y es una estudiante de doctorado en la Facultad de Teología y Estudios Religiosos en la Universidad de Groningen. Hizo su debut en la poesía en 2006 con el libro Tratado de Botânica, (mención de honor en el Premio Daniel Faria 2006). 

Ha publicado:

En 2006 Tratado de Botânica
En 2009 publicó su poesía bilingüe Emparedada / apagado de la pared 
En 2012 Guarany, 4Águas Editora.


[De Guarany, 4Águas Editora, 2012]


1.

Me duelen los cafés de mi ciudad
los que cierran los domingos
los que cierran por obras
los que cierran por vacaciones
los que cierran de forma indefinida

los que cierran por cerrar
los que no necesitan cerrar y se traspasan traspasándome.

Sé que voy a morir con ellos, sé que voy a morir sin ellos.

Sé que tu cuerpo es un cuerpo perecedero, corruptible.
Siento tu muerte en mis huesos y no consigo salvarte.
Tu frigidez, tu pureza pervertida
la forma en que tus maxilares se adormecen el uno sobre el otro.

Sólo el perfume de las violetas que brotan de tu cuerpo me calma.

Me duele la ciudad que escogí para morir.
No tengo sitio para escribir un poema de amor.

                            Traducciones: Verónica Aranda


1.

Doem-me os cafés da minha cidade
os que fecham ao domingo
os que fecham para obras
os que fecham para férias
os que fecham indefinidamente

os que fecham por fechar
os que não precisam de fechar e se trespassam trespassando-me.

Sei que vou morrer com eles, sei que vou morrer sem eles.

Sei que o teu corpo é um corpo perecível, corruptível.
Sinto a tua morte nos meus ossos e não consigo salvar-te.
A tua frigidez, a tua alvura apodrecida
a maneira como os teus maxilares se adormecem um no outro.

Só o perfume das violetas que brotam do teu corpo me faz acalmar.

Dói-me a cidade que escolhi para morrer.
Não tenho lugar para escrever um poema de amor.



LOS ESTATUTOS DEL AMOR

1.      (Derecho a la Posibilidad)
Que todo abrazo sea tan contundente como tu mirada.
Que toda mirada sea tan emergente como tu palabra.
Que toda palabra sea tan urgente como tu mano en mis cabellos.

2.      (Derecho al Espacio y el Tiempo)
Que haya tiempo en bloque y no ruptura de tiempo.
Que mi isla sea tu puerto y tu puerto nos sea santo.
Que se haga la comunión tanto en el beso como en el silencio.

3.      (Derecho a la Fecundidad)
Que de tu ombligo nazcan flores como savia de primavera.
Que pueda vivir de su perfume y sobrevivir a su acidez sin desflorarlas.
Que el placer no precise de la extrema unción pero que la unción del placer sea extrema.

4.      (Derecho a la perfección)
Que la palabra “amor” nunca sea pronunciada en vano.
Que el amor ya venga hecho, perfecto, no por hacer.
                               
                                 
                            Traducciones: Verónica Aranda



OS ESTATUTOS DO AMOR

1. (Direito à Possibilidade)
Que todo o abraço seja tão contundente como o teu olhar.
Que todo o olhar seja tão emergente como a tua palavra.
Que toda a palavra seja tão urgente como a tua mão nos meus cabelos.

2. (Direito ao Espaço e ao Tempo)
Que haja tempo em bloco e não ruptura de tempo.
Que a minha ilha seja teu porto e teu porto nos seja santo.
Que a comunhão se faça tanto no beijo como no silêncio.

3. (Direito à Fecundidade)
Que do teu umbigo nasçam flores com seiva de primavera.
Que eu possa viver do seu perfume e sobreviver à sua acidez sem as desflorar.
Que o prazer não precisa de extrema-unção mas que a unção do prazer seja extrema.

4. (Direito à Perfeição)
Que a palavra “amor” nunca seja proferida em vão.
Que o amor venha já feito, perfeito e não por fazer.




BOXES

Vejo do topo das escadas os 140 lugares indisponíveis
para as palavras de amor.
Como o que eu procuro não se encontra catalogado
ando aqui por cima,
entre o gás
as nuvens
e os pequenos sofás verdes
à espera de entrar.
Encontro o meu lugar vago
todos os lugares vagos com livros que ninguém lê.





de Tratado de Botânica

E eu digo: "abraça-me". E os teus braços fazem-se.
E eu digo: "abrasa-me". E tu fazes-te em braços.

É neste momento que a camélia, escondida, se ruboriza e a página tinge-se em perfume.


*


Contributos Para um Botânica Feminista

Sei que tu tens um gineceu. Eu também tenho um androceu. Se fossemos coerentes, nem sequer falávamos. (L)íamos.

Leio-te em Braille, cega de tanto esperar.


*


Parafraseando as Especialistas

Amo-te com a ponta dos dedos.


*



Estado da Questão

O que os outros escreveram sobre o teu corpo não sei
O que as outras escreveram no teu corpo não me interessa
Sei que nunca viste o teu rosto – e será que a água te engana?
Será que tens rosto?
De todas as tuas dúvidas eu te dissiparei
- abandona-te nas minhas mãos científicas ou ciosas.

Sei que nunca viste as tuas costas. Lá chegarei.
Cuidemos em vigiar o tempo. 


*


Há hortênsias que são verdes.
Arrepiam-se nos canteiros
vendo passar os carros.
E as enxadas que sulcam os regadios
mas elas não se movem.
As suas razões seminais continuam.
Arrepiadas.





De Emparedada/ Uit de Muur, Uitgeverij de Passage, 2009

Klompen/ Socos: tamancos, chinelas de pau, tb. acto de toque fisico, agressivo, da /tua, minha/ mao na / minha, tua/ face

Klompen

Gostava de te dizer como são os meus passos que me afastam de ti.
Como não vivo para ti, nem escrevo para ti.

Como não penso no meu amor, nem te amo em pensamento.

Como não te vejo nos lugares onde nunca estivemos juntos.

Como tu não me pisas quando me obrigas a seguir os teus passos,
ou como não me calcas quando descalças os pés às leonores
que bebem da tua fonte.

Como caminho firme e confiante pelos prados holandeses, entre as vacas e a lama,
e me afasto cada vez mais de ti.

Como os meus passos se afastam dos teus passos, correndo para longe, longe,
esperando que o mundo seja realmente redondo, e não plano,
e possa, um dia, chegar às tuas costas, tapar os teus olhos e dizer-te
mijn thuisland is niet meer mijn taal.


Socos

Ik wilde je zeggen hoe mijn stappen zijn die mij van je verwijderen.

Hoe ik niet leef voor jou, niet eens schrijf voor jou.

Hoe ik niet denk aan mijn liefde en je evenmin bemin in gedachten.

Hoe ik je niet zie op de plaatsen waar we nooit samen waren.

Hoe je me niet vertrapt wanneer je me dwingt je stappen te volgen,
of hoe je me niet plet wanneer je de schoenen uittrekt
van de leonoors die drinken uit jouw bron.

Hoe ik ferm en vol vertrouwen door de Nederlandse weiden loop,
tussen koeien en modder, en me steeds verder van je verwijder.

Hoe mijn stappen zich verwijderen van jouw stappen, rennend naar de verre verten,in de hoop dat de wereld werkelijk rond is, en niet plat,
en dat ik op een dag achter je sta, mijn handen op je ogen leg en zeg
a minha pátria já não é a minha língua.




.

CINDY JIMÉNEZ-VERA [18.461]

$
0
0

CINDY JIMÉNEZ-VERA

(San Sebastián, Puerto Rico, 1978)

Ha publicado una versión artesanal de Tegucigalpa, (Ediciones Aguadulce, 2012), Tegucigalpa (Erizo Editorial, 2013,  400 nuevos soles (Atarraya Cartonera, 2014), Paquitos (Ediciones Aguadulce, 2015) y Islandia, editorial EDP University, Puerto Rico, 2015). 

Textos suyos han sido publicados en Tierra Adentro (México: Conaculta), Metrópolis (México), Transtierros (Perú), La Galla Ciencia (España), Conexos (Miami), Revista del Instituto de Cultura Puertorriqueña (Puerto Rico), entre otras publicaciones periódicas, así como en las antologías Los prosaicos dioses de hoy (Puerto Rico: La secta de los perros), Calibrar la voz (Cuba: Encaminarte), entre otras. Es editora, bibliotecóloga y profesora universitaria.
Mantiene el blog: apocrifosinflables.wordpress.com

La escritura de Cindy Jiménez-Vera es el golpe que dan contra el suelo las mujeres en las ceremonias de Día de Muertos. La acuarela de una poeta que mide con los dedos las cualidades y el sabor seco de la contundencia. Un catálogo bibliográfico de ausencias. Más hermoso que un atlas, un atlas imaginario. Lo que se agrega a ese libro. Datos de geógrafos aficionados, de exploradores cuyas informaciones no se esperan, como las de ese monje, en un mapa de las Antillas, que asegura que Noé construyó camarotes especiales para las Sirenas y los Dragones.

(Jorge Posada, México)




Íconos de la ufología

Se busca astrobiólogo que dicte una
conferencia en el Congreso Mundial de
Fotografía del Espacio. Debe sufragar los
gastos de su propio billete de avión, el
hospedaje y los viáticos diarios. La
austeridad es un fenómeno
intergaláctico. Interesados favor de
enviar un retrato no alterado en el que
usted posa junto a un Premio Nobel o
junto a la tumba de un casi ganador del
Premio Nobel y sonríe.

(De Paquitos, Ediciones Aguadulce, 2015)




Mitopoiesis

Aquel día llegó con una carta de desalojo en las manos. Fue así como el horno, las gavetas, las cortinas y los zapatos dejaron de aparecer en aquellos poemas
domésticos.

(De 400 nuevos soles, Atarraya Cartonera, 2014)





Numismática

A partir de la crisis del 2008 pareciera una afición obsoleta, ésta. Debería, incluso, figurar en un inciso en el sermón de la montaña. Bienaventurados los que teniendo hambre y sed, en lugar de gastarlas en granos, frutas, verduras, cuenta de ahorros o un plan médico, las coleccionan. Bienaventurados por los siglos de los siglos amén.

(De 400 nuevos soles, Atarraya Cartonera, 2014)




El capital

Compra un par de zapatos de payaso en una tienda de artículos de segunda mano. Al día siguiente los pone en venta por el doble del precio que había pagado. Tanto ego no era para mí. Igual hay que pagar las cuentas.

(De Tegucigalpa, Erizo Editorial, 2013)




La mujer de Tommaso Landolfi

—Traduciré a Gógol, —le dijo a su mujer, Tegucigalpa.
Suena un portazo.
Landolfi lleva tres días encerrado en su estudio en Roma. Los vecinos alarmados al no ver salir de su casa al huraño escritor y, ante la ausencia del olor del pan que su mujer hornea en las tardes, advierten a la policía del suceso.
Dos carabinieri confirman, frente a las incrédulas luces de las cámaras de los
paparazzi, que Landolfi yace desinflado en el suelo justo detrás de su escritorio. Una tachuela incrustada en su glúteo izquierdo es prueba infalible del asesinato.
Tegucigalpa ha huido con todos sus materiales inflables.
Nunca superará el suicidio de su mejor obra.

(De Tegucigalpa, Erizo Editorial, 2013)




La lluvia

El periodismo latinoamericano está de luto tras la muerte del hondureño Rodrigo Rojas, quien en vida fuera el escritor mexicano Carlos Fuentes. Afuera llueve como lo hahecho siempre. Desde mucho antes que naciera Fuentes, que muriera Rojas o que llegara Morales a esta historia

(De Tegucigalpa, Erizo Editorial, 2013)




El ahorcado del juego de palabras

No tiene rostro. Su cuerpo lo conforman los trazos del carbón o la tinta de quien lo vaya dibujando. Antes, su silueta surgía muy lentamente y pocas veces la anatomía de su cuerpo entero se apoderaba del papel. Por tal razón describirle en su totalidad fue considerado una tarea titánica por grandes científicos de la grafía. Hoy día, con las escasas destrezas de deletreo, escritura y lectura que sobreviven, podemos constar que el ahorcado del juego de palabras cuenta con una línea vertical que funge como base o cuerpo, dos palitos en la parte inferior que cuelgan como piernas, dos en la parte superior como brazos y, por último, un círculo pequeño que le sirve de cabeza. A nadie nunca le ha importado dibujarle un cuello.

(De Paquitos, Ediciones Aguadulce, 2015)




Cultiva tu propio jardín

Los titulares
de los periódicos electrónicos
para intelectuales
hablan de la revolución alimentaria
del desarrollo sostenible
de la paz mundial
por medio
de la ecología
a mí me parece todo
un spark note
del Cándido de Voltaire
en papel reciclado
con un giro predecible de marketing
reutilizo las botellas plásticas
con hojitas verdes en la etiqueta
—de muchas maneras por
si acaso.

(De 400 nuevos soles, Atarraya Cartonera, 2014)



400 nuevos soles

Un periódico latinoamericano informa que Perú ofrece una bonificación de 400
nuevos soles a los empleados de gobierno que obtienen un grado universitario. Tengo tres de esos. Si hago la conversión de moneda, 400 nuevos soles peruanos son aproximadamente 153 dólares estadounidenses. Con eso, mi pareja y yo pagamos las facturas de electricidad y del agua por un mes. O no las pagamos y compramos comida. O no comemos ni tenemos servicios de luz y agua, y pagamos la cuenta del celular con algunos atrasos pendientes. O no hacemos nada de eso. Igual en Puerto Rico los huracanes y sus amenazas, nos dejan sin servicios de agua potable, electricidad, telecomunicaciones, y con alimentos de reputación dudosa. Mejor, fornicamos borrachos en el ojo de la tormenta. Él, despedido de una compañía que se fue a la quiebra. Yo, con dos trabajos que no suman uno, un vientre despoblado de hijos y algunos poemas con pocas palabras. Los bancos no saben de conversión de monedas. 400 nuevos soles es más de un año de amaneceres.

(De 400 nuevos soles, Atarraya Cartonera, 2014)




Audífonos

Cuando aquel niño de ocho años entró a la biblioteca a buscar libros de origami para revelar los secretos del adivino, supe que debía aprender a leer los labios. No dije nada. En su lugar, le ofrecí un libro para dibujar dragones y otros animales fantásticos. Aceptó. Aliviada, levanté el auricular del teléfono más cercano e hice una cita con el audiólogo. Tanta poesía de golpe puede ser letal para los oídos.

(De 400 nuevos soles, Atarraya Cartonera, 2014)





                                   De Islandia, editorial EDP University, Puerto Rico, 2015

Tres poemas del libro Islandia:



Apéndice xxiii sobre cartografía

Tengo claro que cuando escribí el poema Archipiélago, que forma parte de este libro, no lo hice con pretensiones cartográficas. Pensé en el agua que comparten las islas de las Antillas con Islandia; el Océano Atlántico. Sólo propongo una pequeña reflexión hidrográfica. Los pronombres, vistos desde lejos son manchas.



Apéndice xxiv sobre las peinillas

Recibir los libros entregados en el mostrador de circulación de una biblioteca es una aventura impredecible. A veces entregan libros con una tarjeta de crédito como separador. Otras veces usan una fotografía. He visto dólares, pedazos de papel roto de manera improvisada y urgente, incluso, están los que no usan separadores, y prefieren doblar la esquina de la página, y continuar su lectura más tarde. Sobre los lectores que dejan lápices, bolígrafos y crayones no deseo hablar ahora.
Una vez recibí un libro con una peinilla roja adentro. Marcaba el inicio de uno de sus capítulos. Era evidente que la persona nunca terminó de leerlo. A la peinilla roja le faltaban un par de dientes. Quise imaginar lo duro que fue afrontar el fin de la historia para aquel lector, ahora despeinado. Me encanta imaginar a mis lectores como personas con crisis existenciales, como si la crisis fiscal y la del agua no fuesen suficiente. La verdad, pudo haber sido un libro aburrido. Han pasado muchos años, y lo que me preocupa genuinamente es saber el paradero de aquellos dientes rojos de la peinilla.


:::

 Y el telégrafo
llegó demasiado tarde
a la isla.
La vida nos duró
un día
como la libertad.

  




SERGIO GARCÍA DÍAZ [18.462]

$
0
0

Sergio García Díaz

Escritor mexicano (México, D.F., 1962). Reside en Nezahualcóyotl. Ha colaborado en revistas y periódicos. Parte de su obra literaria comenzó a ser publicada en antologías de cuento y poesía (La semilla del árbol, Tú vivirás para siempre, Amar el mar). Su obra individual está conformada por Border Lane (Mixcoat, 2002), La pasión por las moscas (cuento, Fontamara, 2006), Dos entradas por un boleto (Jano, 2003), Sueños de un chamán (Coyoacán, 2003), Pétalos de mar (Praxis, 2003), Animales impuros (Fontamara, 2006), Alicia en mi espejo (poesía, Praxis, 2006) y Bajos fondos (Praxis, 2009) y Backstage II.  México: Editorial Patético, 2014.
En 2015 publico 3 libros de poemas: Hotel (Las dos Fridas y Fridaura): Bachstage (Ediciones el Borde y Las Dos Fridas) y Salir de la caverna (Las Dos Fridas y Ediciones del Borde).




Hotel

Entrar a un hotel es una epifanía
un milagro que viene con el ciclo del cosmos
con la caída de las hojas en invierno
con la llegada de los aromas de la noche.

Entrar a un hotel con una mujer esbelta
es una cuestión divina
mojarse en la tina de baño,
enjabonarse en los jardines de Pravia
en los jardines de los aromas del amor
en los efluvios de los deseantes cuerpos
que salen de las pompas de la felicidad.

Entrar a un hotel es una hierofanta
que aumenta la luz de la piel de la mujer que nos acompaña
luz que guía el rumbo de los Reyes Magos hacía el pesebre del amor
luz que aumenta el vino, la sal y el pan
de los menesterosos del deseo fugaz que se eterniza en la memoria
de los amorosos de siempre.

Entrar a un hotel es un bautizo sagrado
que se manifiesta en las manos de los amantes del fuego
en los objetos sagrados que adornan a la fémina y al tigre
que muerde la intimidad
que anida en la oscuridad del recinto sagrado
donde los amantes se aman desnudando el pecado
abandonándose al sacrosanto deseo del cáliz.

Entrar al hotel es besar el cáliz de los labios
ir al celestial momento de los sabores de la fruta
ir en la fila para recibir el cuerpo y la sangre
de los amorosos noctámbulos
que nictálopes se miran en lo más oscuro
de la luz que irradian sus ojos
de semidioses en aquel momento en que culmina
el éxtasis de los cuerpos
que se sacralizan como objetos sagrados.

Entrar al hotel es un instante que se repite con el ocaso
cuando el sol ilumina de rojo marrón las nubes
cuando los cerros se visten de lila
cuando las calles de las ciudades se ventilan
cuando las manos amorosas se estiran
se aprietan, se sofocan y se sueltan
al encanto de Morfeo
cuando los cuerpos yacentes parecen
dos peces en reposo
al canto de los gallos
el ladrido de los perros
y la campana del carro de la basura
cuando las señoras fodongas limpian sus banquetas
limpian las jaulas de las aves
y salen a pasear a sus mascotas.

Salir de un hotel acompañado por una mujer
nos hace más puros
más humanos
más carne
más humo
más hombres del alba
más mujeres del alba
más comunes de nuestros iguales
aquellos que van corriendo al trabajo
aquellos que van por el mandado al mercado
aquellos que envidiosos nos miran
cómo enlazamos nuestras manos
cómo olemos a amor limpio
cómo nuestros ojos miran la ciudad
y pedimos en el puesto de mariscos un vuelve a la vida.





Mulata

La tuve un momento entre mis brazos
era una mulata de Acapulco
era una mujer de dientes nevados por la molienda
era una mujer felina de cara luminosamente oscura
que sonreía como madona amamantando.

Nos fuimos a un privado
me puso un condón con su carnosa boca
de almendra tostada
le agarré sus dos pechos que olían a trasiego de mar
y sabían a dulcísima guayaba rosa
me gustó su cuerpo entero.

Quedé yacente entre sus brazos
como bestia amorosa
herido
de recuerdo
de noches
vividas en el paraíso
acapulqueño
junto a aquella mulata
de sonrisa iluminada.

Quedé yacente como hombre al alba
en el reino de aquella mañana
en Acapulco.




Salir de la caverna 

Para Claudia Barberena   

No me canso de mirarte, menos de la espera
soy un junco que sueña 
un cactus de corazón rojo y espinudo 
chubasco cayendo tierno sobre los pétalos de una rosa

no me canso de la neblina
ya es sábado, alzo la oriflama
para que tus ojos a lo lejos la vea ondear

seguiré esperando hasta que salga el sol
amarillo, redondo, imperturbable
te miraré mirarte       como una diosa
miraré un espejo para saber que soy un otros que espera

no me canso de verte en cada rastro dejado por el agua
camino con los ojos cerrados
escucho un río antes del llanto
es septiembre y el aire me empuja hacía tu cuerpo

la ciudad tiembla
es la rueda de otoño 
tu mano me toca y beso tus dedos
no me canso de escribir poemas que se convierten en tus ojos
y verso en tu boca   que se transmuta en luz violeta

me basta una vida para amarte
y dejar de repetir la suerte
giremos como átomos
al ritmo de este amor que pertenece al cosmos

desde aquí 
desde la flama con que atravieso la oscuridad




Me gustan sus misterios

De gustarme, me gusta señorita
y lo digo y me nacen mariposas
y lo digo y me nacen dulces sueños
y lo digo y me enredo en bellos dedos
y lo digo y me siento desolado

De gustarme, me gustan sus misterios
y lo digo y me siento palafito 
y lo digo y me veo una semilla
y lo digo y recreo su gran figura 
como Venus de Milo con arcilla.

De quedarme, me quedo entre sus manos
para acariciar piel con piel su espalda
caminar pie con pie hasta su huerto 
y así abandonar feliz triste karma.

De quedarme, me quedo en dulces sueños
y lo digo quedito y con delirio 
y lo digo en silencio muy pegadito
lo digo y lo repito en su latido
quedarme me quedo calientito.




Malcom Lowry

Dicen que hay que imaginarnos a Lowry caminando por las calles perfectamente borracho 
emputecidamente ebrio   en una cantina cualquiera.
Por ejemplo      El Farolito.
Dicen que podemos imaginarlo derrumbado
en una mesa de Los Recuerdos del Porvenir,
con una copa de mezcal temblando en sus dedos,
recordando a su mujer que se fue con su mejor amigo; 
sentir el aroma de las buganvillas 
mientras un par de sanates danzan en el pasto
buscando gusanos.
Dicen que hay que verlo en un tren rumbo a Oaxaca,
sobando el estómago de un niño enfermo,
gastando todo su tequila en salvar de las manos de la muerte a ese infante.
Y ahí sediento temblando de frío,
encontrarse con la mano de Virgilio.
Dicen que hay que verlo 
cómo se lo lleva la chingada
mientras afuera 
cae el sol sobre los volcanes.





Lao 

Decidió
nada más porque sí,
quedarse en el útero de su madre
y nacer
arrojado 
después de meditar como nueve veces,
nueve años en esa cueva llamada
mamá.
Decidió
ser eunuco
al estilo de un Plutarco chino
condenado a su karma
y viajar sobre un búfalo azul
para mirar
simplemente;
contemplar el mundo.

Decidió
nacer bebé a los 81 años,
con pelo cano,
dejarse viajar entre el ying
y el yang,
y decir: renunciemos a la astucia,
rechacemos el amor por la ganancia,
no habrá ladrones y brigantes.

Y decidió
escribir nada menos
que el Tao Te King,
un libro de cinco mil caracteres:
aforismos         nada más que aforismos.

Y después desapareció
Los confusionistas esperan su regreso




Amor

Amor para qué, pura cogedera
sexo, carne. Carne hermosa
que escurra miel. Miel 
bronca, carne más carne 
hundidos hasta el tuétano
hasta desaparecer, hasta alcanzar la nada. 
Carne más carne alambicada al instante 
escanciada en nuestras bocas de humo calculado 
carne más carne evanescente y tangible a un ritmo 
carne más carne, caldosa sorbida como puchero  
subida por encima del aire.
Amor en absoluto, pura cogedera
pura carne chocando, sudada hasta hacerse puré
carne pura carne, callosa carne chamuscada,
 bella desde la vulva hasta los lunares
desde la alocada duda de estar amortajados 
amoratados.
Amor para qué, pura cogedera:
nalgas, muslos, chiche, saliva, sudor, agua salada
dentelladas y más dentelladas,
lengüetazos y más lengüetazos
amor para qué, pura cogedera.





.

DIEGO QUINTERO [18.463]

$
0
0

Diego Quintero 

(Taskent, Uzbekistán, 1990) comienza a escribir desde los ocho años, pero lo hace con seriedad hasta los veinte. Actualmente cursa estudios de filosofía y enseñanza de español en la Universidad Nacional de Costa Rica. Es miembro del taller de poesía dirigido por Melvyn Aguilar y Cristian Sánchez. Tiene una relación amor-odio con los grandes escritores de la literatura universal que nadie entiende. 

Ha participado en diversas revistas culturales, musicales y literarias independientes. En el 2015 publicó un poemario titulado “Estación Baudelaire” (Ediciones Espiral).




Un Joven Diego Quintero le propone a 
Pierre Menard reescribir a Borges bajo 
los parámetros estéticos del absurdo


*Este poema fue hallado entre las notas del famoso explorador Erick Ulsson,
quien fue brutalmente asesinado en 1990. El Crimen aún no se resuelve.


Diego Quintero pacta voraz el combate al eye lector: rescribir a Borges como un criminal de cuello blanco, blanquísimo, que hurtó la ceniza del tiempo. Ahora el francesito sorbe su café, ahora el francesito saca un papel, ahora el francesito escribe una pregunta: ¿El secreto a la biblioteca universal? ¿Un simple garabato? ¿La luna? ¿La mónada? ¿El sur? Quintero no responde porque no distingue ficción de ciudad árabe ni principado de fusil nazi. Sí, nazi—dice Quintero—, Borges era nazi; rescribamos a Borges como un nazi. Menard, tan esfinge, acepta el duelo: le pregunta al latinoamericano quién o cuál o cómo es el nazi jugador de la cábala, ajedrecista de los cuartetos, matemático de la Torá. No sé, no sé, no sé y no me importa, yo solo quiero convertir a Borges en el sueño mojado de Barthes;  el espejo que refleja los muertos, mi espejo, nuestro espejo. Pierre, el loco Pierre, se ríe quijotesco del joven Diego y le contesta: yo no puedo morir, no puedo nacer, yo no existo. Usted, Quintero, tampoco.




Todas las películas terminan con los créditos

Bret siempre usa lentes oscuros cuando maneja su ferrari de valium por Sunset Strip. El diablo le ha concedido una buena vida: pilares de Xanax y rubios con abdómenes planos. Bret se dedica a mecanografiar en fuego la cara de Norteamérica. La hace arder como ardieron las torres o como arde la coca mal cortada en el tabique nasal. Los ricos no tienen ese problema. Los ricos la compran pura y viven en mansiones de un piso en Westwood. Bret es un tipo inteligente que no tiene reparo en convertirse en guionista de mal gusto. Dios es bueno con los ricos, pero malo con los escritores. Dios es una posible ley de la termodinámica. Bret es un posible escritor entre miles: el literato bronceado. Tuvo su oportunidad en los ochenta. Al menos en California se vive bien, a otros les toca desaparecer en las compraventas de libros o en su defecto, estudiar filosofía.




Marta

Excava un lugar
en el desierto
para las mujeres somníferas.
Áridas
dicen lo especial
de la sangre;
                          un gánster lo respira.

Un metro y otro y otro y otro
al parnaso
de las calaveras.

Plomo.

Es un hombre
tan libre
como las dos opciones
escupidas
sobre la arena:
                      sal por labios
                      y tigre por hierro.

Con el hierro dormiré en paz.



*



Le busca identificación
a una cholita
con la vagina
húmeda de semen.

Ella es nadie para nadie, toda la vida.
Nunca jamás.

Nunca jamás es mi apellido
imperfectible.

Cree en terrores
pero excava
cada vez menos.

Los animales carnívoros harán el resto.

Amo los trajes Armani
y los tizno
de café.

El romance
es un foco de baterías triple A
y una pala
de 12 dólares.

Marta es un nombre muy feo.




Preludio y epílogo al combate

“Ningún olvido los reúne,
ningún recuerdo los separa”
Mahamud Darwish

Cuatro monitores encienden
en Nuevo México.
El teclado, los sensores, la mente agresiva
                                                    el dogma.

La mano en el joystick
vuela a 20,000 pies de altura,
sutil
como la muerte,
afasia del jugador.

Su mente se diluye,
la cabeza
             dice, hace, una representación
en red de tarántula panóptica,
al vibrar
alguien lo notará.
[Target]

Horas inacabables
a luz tenue de insomnio
se conjugan en un oficinista:
olvida la interfaz
                engranaje del otro
y parpadea.

                               El comandante es signo:

                                             ALERTA ROJA

Al jazeera: twenty killed in U.S drone strike
                                                                                                                [Check]


*



Tom y David abren una cerveza
cerca del trabajo.
                Jane de inteligencia es armamento pesado, dicen,
Jane es un Hellfire, un Stinger.
Quiero acostarme con Jane, dice Tom,
pero mi esposa espera.

         Ellos también viven en el desierto.
                                                    —el suburbio —
            Alguien cumple años.

Tom enciende su Ford.
Blues en F.M, olor a cuero, un horizonte naranja.





Victimología

La multitud nunca sabe
quien habita
a su lado:
              la cajera, abogada, doctora, asesina serial.

Todos ellos son posibles víctimas
de una sombra
una hermosa pantera
los dientes
anclados en el futuro.

De la sustancia intangible.

La busco
sigo su patrón
elusivo
a contratiempo de los amaneceres.

Ahora
la conozco bien
sé cuales técnicas usa para escoger
devorar al siguiente
a otra:
           un ritmo cardiaco débil;
el miedo a pasar cuatro décadas
con el sueño
iluso
de recuperarla.




María Laura

La naturaleza nunca es doble aunque las filosofías orientales propongan lo contrario; Buda medita infumable. La naturaleza más bien decanta en vorágine sensorial. Se cuela por la dermis, pálpitos, vertebras del cuerpo. Estalla. Expande su onda y se aglutina en la tiroides. Lo doble en realidad sirve como una analogía simplona de la mentira. Yo estaba con alguien aquel 31 que cogimos de manera algo torpe e insulsa debido a nuestra borrachera; usted nunca preguntó por ella. Era de Zapote. Sospechaba de cualquiera y todas; exceptuándola. Nunca le pareció atractiva. Lo doble: estar adentro de ambas.

                           La explicación perfecta.




Marionne

Erick, amigo, hermano, hace frío en este país del cuerno y dentro de poco cumpliremos treinta como quien hinca el diente en alquitrán. El año 2020 será fibroso en su plexo de amargura. Erick entienda que nos quedan cinco años de linfomas y desempleo y sal en el ojo; cinco campanadas fúnebres.  Nuestras tardes se volverán sobrias de cualquier manifestación poética; guardaremos nuestra locura en lo absolutamente olvidable y tomaremos en silencio para no romper armonías. Mientras tanto el cielo  se rayará del ocasional misil apocalíptico. Falsa alarma. No lloremos por lo incierto.





Kingdome come

En este reino de las fieras
hay un depredador
por encima
de cualquier depredador.

Un colmillo sinuoso en la noche.
El miedo
en las pesadillas
infantiles;
                    ese coco tan latinoamericano.

Las pupilas
           —dilatadas—
le temen
y constantemente revisan
los costados de la muerte;

el destino
llega sin avisar
como un sicario
herviente
en el centro de su aguja.

Lo conocemos
desde el primer día. Minutos antes.

Por eso vivimos
con la piel:
para sentir todo ante lo inminente.

En esta parte del mundo
entendemos la sorpresa
instituida
por los finales.




Una pesadilla llamada Ribeyro
 I DORMITANDO
Se manifiesta el escritor
con una risa
de secretos
No habrá cigarro
que apague
el espíritu en llamas
Duermo a la sombra
de un gigante

II REM
La bestia me persigue por la biblioteca
y no hay grito que invoque a los santos del desdén
No logro pronunciar mi nombre
ni decir que esta cruz
le pertenece a otro
Perú es templo de ángeles
que empequeñecen la revelación
                                     - nadie se salvara del anuncio de sus profetas -
Le di el arma a mi asesino
III DESPERTAR
Todo en su lugar
excepto la quietud
de la pluma
El escritorio
como una maquina
de tortura medieval
Su cara
me recuerda
el terror  
Todavía sueño.



RUINA
"Al mismo río entras y no entras, pues eres y no eres."
Heráclito
Toda palabra
es la ruina
de otra palabra
todo poeta
se convierte
en escombros.
del Ejercicio Isla


.

ROSARIO LOPERENA [18.464]

$
0
0

Rosario Loperena 

Nació en Ciudad de México, 1985. Vive en la Ciudad de México.  Escribe. Hace fotografías. Colabora en revistas. Este año publicó el libro electrónico Alfabeto Visual. Mantiene un blog: www.chikipunk.tumblr.com. 


EXISTE UNA LENGUA QUE PRETENDO 
ATRAVESAR CON ALGO

Cuerpo maniquí escribe
desde este mullido vacío
en la lengua de cada órgano
tras el murmullo monótono del aire que circula.

Es la transcripción consensuada de la intimidad:
poseo unas manos y unos ojos que intervienen en este
acto.

Parecen el vehículo necesario para este ruido.
Existe una lengua que pretendo atravesar con algo, no
podría ser otra lengua. Acaso.

Ruido. Ni siquiera alcanza el rango de utopía. Lo que
poseo reposa en el lenguaje.
Está muy averiado. Todo él. No es una certeza. El sentido
mora ahí. No es una certeza. Puedo tener uno. Parece.
Ni único, ni esclarecedor. Suena. No hay una certeza.
Se trabaja con materiales que ciegan y son poco
alentadores. Se busca un otro estadio.
Se busca.

¿hay un absoluto?

Decir es una trampa.

(desde la ventanilla del carro vi pasar a una mujer muy parecida a mí, por un momento estuve segura de ser ella, de estar viendo desde unos ojos prestados).




EL MAR ES UNA TELA (ALMIDONADA)

Ayer mientras tendías la cama, comprendí a las ballenas.
El sentimiento que las lleva a varar en la orilla de la playa.
Leí en una revista científica que se alejan del fondo por el
       sonar de los barcos,
que las ondas emitidas les trastorna la ruta, les arruina la
      brújula.
Eres mi barco te dije. No entendiste nada.




PASEO

Tomé a la vida de la mano, caminábamos juntas
a veces se adelantaba, yo corría con ella,
otras, yo la jalaba para que apretara el paso.

Ayer, íbamos al mismo ritmo, de pronto soltó mi mano.
Salió corriendo.
En la avenida, un carro desbocado le iluminó el rostro.
Advirtió con el claxon.
Ni los frenos ni ella reaccionaron.
Yo tampoco.

Seguí mi camino.




NÁUFRAGO

El padre con la lengua hecha jirones
por haber leído en alto,
demasiado alto, demasiado bien
los silencios.
Los que saben dicen que su imagen es un barco.
Yo siempre hablo de navíos y de agua
sin saberlo.
Uno nunca sabe lo que dice
hasta que es dicho en alto,
demasiado alto, demasiado bien
por el otro.




OTRO MODO DE CONTAR LA MISMA HISTORIA

Camioneta verde viejo
carretera
cuatro almas
el sol ladea las caras y los ojos
Un compás a cuatro tiempos como fondo
y un pandero
Él viene detrás sin sus amarras
Los panderos ahuyentan al destino
dice la leyenda
Yo uso el sombrero que me diste
y prendo el quinto cigarro en una hora
A lo lejos hablan de flechas y de umbrales
de fuegos que se alargan
Él viene recostado como un pedazo hinchado
Pido que no sepa que los demás lo miran
y hablamos como si la boca se rigiera
La leyenda empieza a fastidiarnos
callan los panderos

Pienso en mamá que no quiso venir para no verlo
pienso que nunca quiere ver nada
Pienso que a mí, los lentes me protegen
muy mal de lo que miro
Él se queja muy bajito
(estoy segura que presiente)



VISITAS

Pregunto la ubicación de la sala
me piden el nombre del difunto,
alguien dice amablemente,
no tarda en llegar el caballero.

Estoy en una sala de espera,
pasa un hombre y dice a otro:
No quiero que te destruyas tomando.

La sala no es cómoda.
Llega el caballero.
Llega mucha gente.
Hay galletas. Manos estiradas.

El caballero está en medio de la sala.
La gente saluda, platica
el tráfico, los precios, la desgracia.
El caballero yace en una caja
bajo focos blancos tubulares.

Todos se acomodan, ven al frente, toman agua.
Estoy en una sala de espera llena de relojes y cafeteras calientes.
La gente se despide, debe hacer cosas, ir de compras, llegar a casa.
La sala se vacía nuevamente.

El caballero en medio de la sala, sigue esperando.





COMPROBACIONES

Casa es donde hay luz.
Estar atrapado entre muros de costillas no debe provocar claustrofobia.
La estática de los aparatos eléctricos no es música para los familiares.
En una mano están contenidas las gramáticas de la violencia.
Una persona es más que huesos.
Los huesos alimentan a muchos animales.

Nota: Deje el esoterismo.
Los dèjá-vu son una falla cerebral.





¿GUSTA UN VASO CON AGUA?

Un hombre tocó a mi puerta. Vino a vender aspiradoras.
Yo no tenía dinero ni ganas. Quise mostrarle mi poesía.
Él rió nerviosamente. Tuvo la intención de irse.
Abrió su portafolio y me enseñó mangueras, bolsas y tubos.
Abrí mi libreta y comencé.
El hombre debió haber pensado que yo era una especie de loco.
Él quería convencerme de algo (yo quería convencerme de algo).
La poderosa succión de la manguera, el motor más silencioso.

Cuando volteé a ver su rostro después de haber escuchado varias líneas
y beber un vaso de agua de mil sorbos, supe que algo sucedía.

Me mostró la modalidad turbo, el modo contra lo húmedo,
el truco para llegar a lugares difíciles.
Sonreí, pasé al segundo párrafo,
hice esa ondulación de la voz al llegar a media página,
luego susurré antes de las comas.

Me habló de lo económico, de su desprecio a las escobas,
de los beneficios de no curvar la espalda.
Yo leí el final de aquel poema conmovido.

Él se paró y dijo: una persona como usted no necesita aspirar.

Al cerrar la puerta me percaté de que mi alfombra estaba muy sucia,
y él no había dejado su número.



DIENTES DE LECHE

Te hubieras quedado cuando los pies eran pequeños
hubieras hecho pausa
te hubieras encogido de otras partes
sin tener que contar
sin tener que llegar a cualquier lado

te hubieras dejado el cuerpecito dentro
del círculo primario pintado con gis en las afueras

te hubieras quedado acurrucada
envolviendo el rumbo del vapor desde la pelvis
mirándote las grietas de las manos
imaginando qué es lo que presagian

pudiste brincar como un resorte
pudiste seguir brincando sobre blando

quisiste estirar los huesos
enderezar los músculos del lomo
decidir la redondura los tamaños
de las O y de las A
con las que ibas a firmar toda la vida

decidiste pronunciar tu nombre
con un tono más agudo
que el resto de los nombres
y colocar la lengua un poco más arriba
cuando hablas de negocios

decidiste comer huevo hacer discursos
en contra del gobierno en contra de la especie
evitar signaturas horarios uniformes
y otros trámites legales

pudiste colocar las palmas sobre el párpado
entrecruzar los dedos sobre el rostro
dejar de mirar con tantas ganas
por detrás de la puerta por debajo en todos lados

pero pusiste los ojos por delante
y viste a la señorita que le metió mano a su hermana
y te quedaste mirándolo todo
adentro de tu círculo de gis pintado sobre el pasto

y recordaste cómo eran los sábados
antes de construir el círculo mucho antes
te habías sentado a ver el aire
a ver que cuando calienta también corta (las imágenes)
y enmarcaste con los dedos el azul
y te tumbaste deseando ser azul
hasta que notaste que los dedos de tus pies eran un gancho
y luego gritos
y llevaste tus piernas al otro lado de la calle
y dijiste al vecino que no golpeara a los pequeños
y te escuchaste dando letanías insoportables
y él dijo:
cada quien hace sus rezos como se le da la gana, señorita

y los niños me miraron con puchero
y entré a mi casa a comer sopa y a leer el periódico del sábado:

"PASTOR MUERE AHOGADO AL INTENTAR CAMINAR SOBRE LAS AGUAS"

y supe que la sopa debe calentarse antes de llevársela a la boca para no pasar ya malos ratos.




CORTADOR DE SOMBRAS

Explicación del cortador de sombras amante de la bruja que colecciona tijeras, acerca de la naturaleza de los dolores humanos:

El dolor es golpeteo (invisible). Espacio insonoro que desgarra (espacio). 
Huella de la desproporción: lo pequeño de la carne contra el cielo.
Entre las fuerzas que gobiernan el ascenso y el descenso de los cuerpos y los cuerpos, 
hay abismo. 
Ahí cabe todo lo que se abre. Donde se abre, duele.
Los cuerpos contienen filamentos trenzados, destrozados entre escombros de membranas y de hueso. 
Filamentos que se cimbran, chillan y marean.

Los hombres olvidan de qué trata la mecánica del aire.
El dolor, una cuña que se apoya sobre el vientre y abre.

La vida está presente y abre.
La vida quiere hacerse y abre.
La vida desciende, desvaría y abre.

La apertura es muerte pequeña en forma de punzada. El dolor es apertura en lo rosa de la carne. La sombra es lo único visible de lo abierto. Su opacidad se pega al cuerpo, lo calienta. 
Su opacidad es negrísima, peluda, es una réplica monstruosa de lo humano.

Su aparición es un puntero sobre el mapa. 
Una advertencia en flor morada, flor mordaz sobre el témpano de pieles.

El dolor es una lámpara caliente sobre la superficie de los ojos.
Una mueca indescifrable. Casi sonrisa lo que duele. 
La sombra que se carga es siempre susceptible de romperse.

Nota: Los cuerpos son presa perpetua de la vida. 
Los goces más profundos los viven los cuerpos cuando se abren.






.

FRANCISCO ALBERTO GUTIÉRREZ GONZÁLEZ [18.465]

$
0
0

Francisco Alberto Gutiérrez González 

(Hermosillo,Sonora,México.1989): Es estudiante de lingüística en la universidad de sonora. Interesado en la labor poética, ha sido publicado en 2 ocasiones. Una por la revista Hayaza No.20 (2016) del departamento de letras y lingüística de la Universidad de Sonora y otra por la revista independiente Mala Palabra No.0 (2016)  bajo el seudónimo de Mr. Muerte. También ha colaborado en varias ocasiones en la organización y lectura de obra poética en el encuentro anual de escritores Horas de Junio organizado por la universidad de sonora (2012, 2013, 2015). En 2012 perteneció al movimiento poético sonorense “Los poetas del fin del mundo” con el que coexistió en inquietud literaria todo ese año. Amante de la cultura pop, Francisco intenta plasmar en su obra la tristeza de una era gobernada por la influencia de los iconos populares nacionales e internacionales convirtiendo su poesía en una cascada de referentes, muy a lo posmo el manfleis. 



LOS REZOS (O RESTOS) DE LOS 90’S.

En la iglesia, bajo la vía láctea 
te regalé un chocolate Milkyway que la contenía,
y perdí mi religión
en un sueño profundo…R.E.M.

Mientras melones ciegos 
se quejaban de que no llueve,
y tú gritabas que eso no puede ser sano.
Cuatro morenas se preguntan ¿Qué pasa?
y yo me repetía 
que la cosa iría mejor contigo o sin ti.
En la institución una rubia de plástico
aseveraba que era  una oración
y la convirtieron en reina,
como una virgen.
Hey! Baby, no hables y actúa me dijiste sin dudas 
no puedo sacarte de mi cabeza 
eres como una canción antrera
coreografiada por kylie Minogue.
Y yo después fui como un herrero divorciado, ante la cabeza 
de un cristo roto,
haciendo una cruz de madera
de la más corriente.
Tus palabras fueron más que palabras 
extremo, en un carro rápido que no va a ninguna parte.
Y comprendí que sería el primero en morir de la pandilla.
Ella es así, sin red para el más rico, BÉSAME!
me dijo una zorra entallada en un traje de lentejuelas
y yo quise creerle y comencé mi comedia romántica.
Con cursilerías en el camarote del amor
creciendo como trébol de jardín, me acarició la ternura,
pero yo oía tus tacones lejanos 
estabas dando vuelta demasiado tarde.
Y te hice un poema, dos… tres…
y tu recuerdo me hablaba en el oído 
diciendo “todavía estoy enamorada de ti chico”
“Sean paul and sasha”.
Y yo y mi real sombra delgada
nos paramos a rapear una oración
que comenzaba diciendo
“mi nombre es culero connor”
para comprimir toda una década
y apretarte hasta dejarte sin tiempo y sin aliento.
“Soy un perdedor i’m a loser baby 
so, why don’t you kill me”



Llanto por la muerte de Ron Jeremy.

“Vamos a tequila, señorita, bonita
i really need it now
i ain't got no tengo dinero, caballero
say can we work it out”.
LOS UMBRELLOS, no tengo dinero.

Las piernas del universo se han abierto
a 180 grados de diversión
y un agujero negro está devorando
el corazón de Manhattan.
Ron, en la cumbre del Empire State
se toma un daiquiri rum
tranquilamente observando el espectáculo,
mientras sus 35 cm de virilidad son atraídos
Con la fuerza de una nebulosa
Hacia una felación interminable.
Negándose a penetrar otra dimensión,
El condado de Queens ha quedado a oscuras;
y sus bellas señoritas
han abandonado los prostíbulos locales
para unirse a la procesión.
El momento de la abducción es inminente
y Ron lucha pero ya no hay vodka en la nevera
y su estado etílico lo volatiliza.
La espaguetización ha comenzado
y Ron se estira como embadurnado
en un Trojan ultra-sense.
Afuera llueve… la calle huele a semen reseco
Ron ha perdido la batalla
y está siendo engullido
en el agujero más profundo
sobre el cual ha colocado  bandera…
y un universo iconoclasta 
ha dejado al porno sin su mástil.



AMOR EN LOS TIEMPOS DEL SANTO.
                                                                                                                             El monstruo no soy yo.
El monstruo son los otros.
EL SANTO “Vida, obra y milagros”.


El amor no existe.
El deseo, la atracción, la inyaculación;
son hologramas que el universo crea 
para evitar la polución.
En la hora más muerta,
el viento helado que emiten los cuerpos
al pasar por las puertas
dictamina una sentencia de existencia.
Viento negro, ojo de lince, pájaro en mano
el mantra interminable de acontecimientos
 revelando al  espíritu y  su azote,
en la espalda de la razón.
Mi película comienza mal…
mi película termina peor,
el sol salió y me cantó.
Y la circunvalación terrestre
se a-cornisa  y el yo grita como ahogado
en un filme de horror
 interpretado por el santo y blue demon;
un cortometraje efímero de serie B
en donde no hay bettys page
que lo eroticen y lo vuelvan divertido.
Las momias de Guanajuato se han escapado de sus catacumbas 
y pueblan las avenidas, 
y a la bambificación del dulce alba
le escurre la ternura
como el moco infeccioso de la gripe aviar
que no cesa hasta causar la muerte.
Estamos todos jodidos
y la autocompasión no nos alcanza
para sacudirnos lo pendejo.
El amor no existe.
El alma se hiela
y sus escarchas, son tan tiernas
Como  para hacer llorar  a un hombre
entonando una triste canción 
“Micaela, Micaela, que tú tienes algo mío”.
El tren va en camino a  descarrilarse.
¿Lloras tú?



GALAXINA

Mujer arrasa como un tsunami
a tres hombres/love story/ TRISTEZA!!!
RODRIGO FRESÁN, el fondo del cielo.

El brillo atómico de una mirada radioactiva
se desliza suavemente sobre la cascada
de la forma.
Sobre la agudeza del avispado
vértice de tu cintura
ardiendo en los tizones de mis manos.
Y el telar que envuelve la mañana de tus senos
florece en un bostezo con la fuerza de tragarse al mundo
En una galaxia lejana…entre nebulosas,
tu amaneces…
 la Dorothy Stratten  de mis sueños,
volviéndote el puente entre este mundo y el otro,
en la atadura que zurce el delicado desgarre universal
y luego lo rompe para jugar al memorama con sus partes.
Por la tarde, el centro espacial kennedy
hizo una abolladura en la historia,
y la ciencia jugaba a tronar cohetes
en la negrura de la noche;
y tú desde tu planeta solitario…
a los dados para que tocara
la quintilla perfecta en el que la mano callera
Al lado de la mía eternamente.
“Y aunque ahora escupo una oración
helado de terror ningún dios responde aún.
Seré muy breve, te extraño y eso duele”.



COCKTAIL.

Bermudas, Bahamas…come on pretty mama.
                                                                   THE BEACH BOYS, Kokomo.

La vida es como un cocktail lanzado al cielo por la mano de tom cruise;
para llegar a arriba hay que dar muchas vueltas.
Y  después caer en batimento sobre un risky business,
desnudo, entre truenos y viento de tormenta
a lo terminator…
con las esperanzas recargadas en un  “I ’ll be back”
que nunca llega.
Desinflado, con la realidad desmentida en los riñones
como gancho al hígado
y sin equivalencia de referentes.
Con la suerte por goteros
para llenar el vaso de la desfachatez
y  los ojos lampareados por el sueño…
mientras suena un soundtrack tropical
que repite “the band is Down in Kokomo”
en la fiesta perpetua.
Con el encabronamiento a tientas
y el ingenio a oscuras.
Con el alma desflorada en la baja pasión
del desgaste de los días
Twist and shout… (twist and shout)…
mientras pones de bandera al optimismo
y de mascara al sinsabor,
sacado de la comedia acida
que ha sido el camino
a darte cuenta que el amor es el quinto elemento.



ELVIS THE KING
                                                                                           “EL rey abandona el trono esta noche”.
MEL GIBSON, breveheart.


                                                                                                                              
Elvis toca su metralla eléctrica
con un arpegio de plomo.
Canta fuego y enciende el escenario
baila balazos en todas direcciones.
Elvis fuera de si piensa en linda,
y el válium 10 le sale por los ojos
y el alma se le sale del traje.
mira al público con cara de idiota
que lo proclama "el rey ".
pero… a solas, en su mansión de Graceland
sabe que su corona es de dendritas eléctricas
y su carruaje una vagoneta Cadillac 52
seguida de una escolta y una banda de guerra.
Elvis de noche siente miedo
por eso abraza su metralla eléctrica
y clama al cielo que le quite la corona.
Lanzando una plegaria que dice:
“Walk a mile in my shoes”.



Les visiteurs du  soir

“Una rata neoyorkina ha salido a descomponer la noche”.
                                                                                  PAUL AUSTER, trilogía en nueva york.                                                                                                        

Con la despreocupada técnica  de un post-impresionista…
una  pincelada burda trazo  el bosquejo  
derruido del androide somnoliento.
Desde  el  rincón de un silencio involuntario;
los últimos ritos de la muerte
ya habían pasado de moda
antes que madame  tristeza
sintonizara el canal de la desesperanza.
La calle tenia devastados los adentros
y nosotros  el ansia loca,  de agarrarla a vergazos.
Ligeros, por error… 
hincados ante el garrote de la omnisapiensia
quemábamos la gota de la desesperación.
Noctámbulos,  agonizantes
como la luna en su más crudo cuarto;
hacíamos   pequeño el  centro
de la sensación,
preparando  un  baile
a un Morfeo corredor de carros de carrera.
Conscientes  de que el cerebro truena primero;
y la purulenta hinchazón
desencaja  en destellos de violencia
apuntalamos el timón hacia la destrucción.
y en medio de sus gracias…
Brincábamos como queriendo bailar un jarabe tapatío
que  Arremetiera su fuerza contra remolino.







.

HANNA FIGUEROA [18.466]

$
0
0

Hanna Figueroa 

(Tepic, Nayarit, México, 1988). Estudió la Licenciatura de Psicología en la Universidad Autónoma de Nayarit. Ha publicado en distintas revistas literarias nacionales e internacionales. Formó parte de la Dirección Editorial y Creativa de la revista literaria La Jerga (2009 - 2014). Ha colaborado en la realización de fanzines culturales, de eventos artísticos-culturales, de propuestas e intervenciones literarias y en el desarrollo de talleres literarios para generar escritores. Se capacitó en la Formación de Empresas Culturales. Ha participado en múltiples talleres, encuentros de: escritores, de revistas, de editoriales independientes y en coloquios de escritores. En julio del 2015 se publicó su primer poemario bajo el título “Fauna Limítrofe”. Fue becaria del Programa de Estímulos a la Creación y al Desarrollo Artístico de Nayarit del periodo 2014-2015.




Fauna Limítrofe, 2015
CONACULTA / PECDA NAYARIT
ESTE LIBRO FUE ESCRITO CON EL APOYO DEL PECDA ENTRE 2014 Y 2015




CONEJO

La soledad se escribe
cuando uno de los pies
vuela hacia delante del otro
cómo iremos a ese lugar
si sólo existe cuando sueñas
si no hay conejos en la calle
si los niños aprenden 
        a sacarse el corazón.




PERRO
                                                  A Yayo
El perro atento y
a mí me duele el presente
el corazón late 100 veces por minuto
100 X 60 X 24
144 mil veces se nos desgastan los latidos
la frontera es el vacío
uno cae de golpe en la vejez 
como si fuese agua estancada
sumergirse es desnudar el cuerpo en un paredón
Él ladra y
a mí me duele el presente
estando tumbada 
con los ojos cielados
un mar de buganvillas me cubre
el tiempo juega conmigo

         TIC TIC avanza
TAC TAC retrocede

El perro persigue y
a mí me duele el presente
cuando se llena de fantasmas
el pálpito se presiente en el viento
el sol se disuelve en un trago de agua
El pero muerde y
a mí me duele el presente
que juega de un cordel
tráiganme el hacha
trocemos
el v-a-i-v-é-n




EL ZOPILOTE

No se elige
la carcajada que disloca el alma
o la soledad que se estanca en el pecho
no se elige ni el mar que nos cubre
ni los hilos de sol que nos atan las manos
una vez más estoy donde Ícaro cayó 
la calma es un foco a punto de fundirse
¿dónde quedó la frontera?
el olor a naranja me invade 
y no la encuentro
ni puedo encontrarme 
busco en los cajones
en el periódico doblado
y en los 15 centímetros bajo la tierra
lo ficticio es la nube
sólo busco cuando estoy en picada
       el corazón vuelve a gruñir




POLILLA DE LLUVIA

El miedo a los fantasmas
nos hace rezar




ÁGUILA

Somos águilas de dos cabezas
vivimos a dos tiempos
el presente y el recuerdo
el presente y el anhelo
el recuerdo y el anhelo
se vive a medias




JAGUAR

Quédate aquí conmigo
en medio de este llano macerado
a ver cómo las gotas tocan
la ranura de las nubes
a ver cómo se lleva el color incandescente de las flores
y el olor espeso a tierra húmeda

Quédate aquí conmigo
para llamarte a voces mudas
encontrarte en el viento del sureste 
desenterrarte       del paso aurífero del jaguar
y ver cómo los hombres se disuelven en el frío

Quédate aquí conmigo
a descubrir la sórdida contemplación
donde brota el paraíso




COLIBRÍ

Yo siempre temí a la longevidad 
nací ave                    breve animalidad
dejé lo que creí me alargaba la vida
dejé la mirada soleada
de soplar los dientes de león
de espolvorearlos como esporas
de rayar el viento con la mano
de reír a carcajadas
dejé de coger por más de un año
buscando mi propio silencio
       hasta en las sombrar
nunca dejé de ir agitar 
pero caí
en 
  picada
          hasta
     el
        s
          u
            e
              l
               o




VÍBORA  

La tarifa del taxi siempre está en alza  
desperté hoy a tu lado 
preferí quedarme anoche 
te doy la espalda 
fijo la línea trasatlántica de mis vertebras  
       a tus ojos cerrados  
víbora que asciende  
toda la correspondencia ha llegado en el  
navío de las rodillas  
mi futuro está en el hueco de tu axila  
llamé tantas veces con una lata vacía  
como si se tratara de un puente de camellos  
       que me lleva a ti 
la poesía te conserva intacto 
y pienso con un movimiento  
en que ya no usaré tacones  
mientras           la albahaca florece 




COCODRILO 

Quisiste amar a los trece 
y él se convirtió en el garabato del ciego 
a los dieciocho supiste que hay llantos chiquitos 
a los veintiuno que la sonrisa fingida   
       se nota en la quijada 
que se entierra         a una de tantas realidades 
que al camposanto se llevan flores 
pero en casa se llora            hálito sin idioma 

Quisiste amar a salvo 
pero se danza para extraer el jugo de uva 
el amor se esconde debajo de los 
       párpados del cocodrilo




HIENA  

Me puse a dormir 
para ver si la muerte cedía  
pero el cuerpo continúa con los espasmos  
vi a la hiena bautizar su alimento  
y pensé con una sonrisa  
que por lo menos ella me extrañaría  
sin alimento 
mi ausencia le pertenece 
todo lo demás continúa 
estricta regularidad 




LECHUZA  

Mi abuelo era de la generación  
donde nacían en su propia casa 
con sábanas tibias  
y flores en la mesa 
él lo hizo en una de huéspedes  
ahí vivían temporalmente  
su madre se sujetaba de los barrotes  
la cama se hundía cual piélago  
       donde se trenza la mañana  
y le daba paso al nacimiento 
con los colores del atardecer en la voz 
afuera del cuarto hacían zanja los vecinos 
la lechuza aguardaba en la ventana  
sempiterna vigilancia  
que duró toda su vida 
el tiempo que tardón en envejecer mi abuelo 
fue el tiempo paralelo de la extinción 
hoy se nace en hospitales 
la lechuza mutó a enfermeras    a epidurales 
a paredes desinfect adas 
a olor antiséptico            a doctores 
a látex             a incubadoras     a cesáreas  
la lechuza es el brinco generacional 
ya no se nace en casa 





.

DAVID GONZÁLEZ [18.467]

$
0
0

David González 

Nacido en 1979 en Capital Federal (Argentina), radicado en Viedma  donde vive en la actualidad, edita textos literarios y poesía  en publicaciones literarias, suplementos culturales y diarios de Viedma, La Plata y Buenos Aires (Argentina), en diversas páginas webs, revistas y blogs de Argentina, Chile, Guatemala, Nicaragua, España y México.

 Ha participado en la antología Letras de la Comarca en Viedma.(Ediciones del Valle Bajo)
 Es autor del blog fragmentario.blogspot.es  donde sube material de su autoria.

Actualmente en proceso de finalización de su primer poemario a editarse el presente año.
Contacto: homerals2@gmail.com 




1-

Apuntalado a tabaco
con mi sexo de utilería
trepo en la noche
de la ciudad ambidiestra
arrastrando estos huesos
que pretenden desconocerme.





2-

Al alba de hielo
iluminado y afiebrado
absolví mi sangre
danzando en una oquedad primitiva
torbellinos salvajes
elevaron mis huesos
en una melodía imposible
soslayándome en huidas
dignas de un mendigo
o un asesino.





3-

Hermético

Conocí los ángeles asexuados
emergentes en cerveza
de manos entintadas
profetizando en celdas
con imperiosas ecuaciones químicas
apenas sostenidos en piernas
perdidos e indoloros
en tiempos perpendiculares y lejanos
sus borracheras rígidas 
iluminadas por tubos de neón
arrojados al universo
declarando sus coitos irrealizables.
¿Alguien llorara sus muertes?
¿Sus dientes podridos?
¿Sus dosis inconsolables?
¿Sus aletargadas cabezas de ángeles?.






.

DOBRINA NIKOLOVA-ORTEGA [18.468]

$
0
0

Dobrina Nikolova-Ortega

Dobrina Nikolova, nacida el 8 de Octubre de 1949 en Cherven Brjaj (Bulgaria) es tan extenso y plurilingüe, como interesante. Vive desde 1967 en la ciudad de Ruse hasta el 2002, en este tiempo ella empezó a trabajar y vivir como poetisa.

Desde el 2004 hasta ahora actúa en Valladolid donde es bien conocida.

En búlgaro ha publicado los siguientes poemarios: “Futuro Herido” (1992), “Palabras Desencerradas” (1994), “Pasos en el Tiempo” (1995), “Momentos Brillantes (1996), “Los Recuerdos del Viento” (1999), segunda edición de “Pasos en el Tiempo” (2000), “El XIII Piso del Riesgo” (2002).

“Caminos Perdidos” ha sido escrito en búlgaro y español y “Antología” libro uno (2003) junto con “Antología” libro dos, sólo en español. “La Risa de la Golondrina Me Despierta” (2006), escrita en búlgaro y español y “La Lágrima de la Rosa” (2009) son dos de sus últimas publicaciones. También  podemos encontrar su poesía acompañando a la de otros autores, en “VIII Encuentro de poetas en la Red. Antología poética IV” (2013).

Si a esto añadimos, que parte de su producción literaria ha sido traducido al rumano y al moldavo, comprenderemos por qué Dobrina es una poetisa que goza de una bien ganada fama internacional. Aunque, desde hace quince años reside en Valladolid, se considera ciudadana del mundo, cosmopolita y viajera como las golondrinas que dan título a uno de sus poemarios.

Nadie como ella sabe plasmar en letra impresa, sueños que son anhelos, imágenes que son recuerdos, vivencias que encierran en muy pocas palabras una reflexión existencias sobre la atrayente y, en ocasiones, dura realidad vivida. 

En sus versos de sinceridad desgarrada, aflora un deseo subyacente de vivir en un mundo más justo, donde el sol alumbre por igual a cada uno de los humanos. Para ello recurre a metáforas encriptadas, envueltas  en  ilusiones oníricas,  utópicas  como  la mayoría de las ilusiones, pero que encierran una auténtica filosofía de vida, de alto contenido moral, no exento de la belleza que encierra el verso concebido   como   la   más   bella   cima   que   puede   alcanzar   el pensamiento escrito. La poesía de Dobrina fluye espontánea a impulsos de un corazón noble que late acompasado, deteniéndose en los objetos más sencillos que nos rodean y a los que su impulso creador da nueva vida, elevándoles a la categoría de iconos, cuyo auténtico significado bulle en la mente privilegiada de esta poetisa excepcional.

En  este  nuevo  Poemario:  “Las  Aves  Emigradas”  los  hechos recientes que sacuden a buena parte de nuestro planeta, quedan reflejados como dolorida queja, mientras la perfección estilística aflora en cada verso como contraste para los que asistimos emocionados al encuentro entre realidad y deseo.

Continúa así, querida Dobrina, iluminando con tu poesía, los atardeceres de quienes suspiramos por el ansiado amanecer.

Carlos Malillos Rodríguez. 



Dobrina Nikolova-Ortega
Las Aves Emigradas


A Ralitsa

“… ¿Quién necesitará antorchas allí arriba?”
J. Leopardi


Arriba es el esplendor del fuego extinto y abajo – la oscuridad de los vivos.
Si no veis el sendero, os regalo mi lucierna. Aunque poco alumbra
y de las antorchas no alcanza el brillo, ni del fuego extinto –
sino el alma humana.

Delfinios en mi jardín yo quiero,
¡Y una lucierna que los alumbre! 


***



Me despido de mí misma con todo el alrededor
me separo de minutos y segundos. Siempre estoy agonizando
de estas, a menudo, despedidas mi alma se queda vacía
nuestra vida parece una máquina que nos separa de la humanidad. 



***



Un verano ventoso, ruido de caballos,
se ríe el sol en el trigo dormido. Detrás de la nube.
Un clavel de oro, hasta que no te aprese
¡No lo voy a dejar tranquilo! 


***


Los poetas se beben las lágrimas
para poder seguir en este mundo revuelto lloran con palabras, llevan la carga ajena. Vendidos y traicionados por la gente
por treinta monedas de plata como el Dios acosados diciendo injurias y trampas.

La gente en su profesión son degradados
que ve en toda la gente su doble personalidad. Soy todo un poeta, que donde estén
los poetas se quiten los agresores.

A los gusanos les gustan las manzanas jugosas. 




Las Aves Emigradas

Me despierto bajo cielos lejanos oyendo la canción de aves emigradas. Lloran mis sentidos
y mi alma está cada vez más triste. En la tierra todo tiene precio:
el aroma de lavanda, y la flor
del árbol de las mandarinas.
La golondrina con sonrisa triste y los olivos donde descansan
los olivares, debajo de su sombra.
También tiene su precio la fuerza
de Sísifo que en una mañana se convierte, la piedrecita nacida de la noche
vale una preciosidad
y se convierte en un puente
por el que yo avanzo día y noche
para alcanzaros y no perder sus huellas. 



***


Cuantas veces he pasado por senderos oscuros desconocidos, escuchando como
cantan las piedras.
He sentido su pena y dolor.
¿Quién me va a decir que la piedra es dura y no tiene corazón?
Con los ojos he abierto las nieblas para llegar
pronto a las estrellas y más allá. Tengo un trozo de tierra y un cielo pero lo quiero libre sin guerras, más grande no me hace falta.
En mis pensamientos
cuantas veces he nadado en mares y océanos.
Pero nunca he visto la otra orilla. 


***


En camisa blanca de Dios, mi madre vive en ella. Nunca me ha dicho
dónde está su casa.
¡En las nubes blancas yo veo la sonrisa de mi madre.
El gato se ha quedado dormido,
mi madre se despierta del sueño. Miro y remiro el cielo
donde vive mi madre.
Una vez se fue por
una estrella y no volvió más. 



Las Aves Confundidas

¿A dónde van los días
cuando se van de nosotros?
¿A dónde van los instantes
cuando somos felices?
¿A dónde van las noches
las aves negras confundidas? Han volado con nuestras almas heladas de frío.
Temo de todo lo que se marcha
y vuelve de un destinatario desconocido. Algo se va a repetir,
pero nosotros no vamos a ser los mismos. Personajes de la escena de la vida, espectadores de información,
que le sirve la vida
mentiras, violencia, atentados y guerra. Nuestra alma se queda como
un vaso sucio sin lavar.
Con nuestros silencios como cómplices. 



***


Aprende a seguir adelante, cuando te engañan- Cuando te traicionan.
Tú aprende a seguir adelante.
Cuando tus ojos están llenos de lágrimas. Y te quedas sin aliento.
Tú sigues adelante por caminos abruptos.
Aprende a seguir adelante acompañado de la luna blanca luchando con malos vientos. Tú aprende a seguir adelante, cuando todos te abandonan
y te quedas sin techo ni esperanza. Tú aprende a seguir adelante cuando te caes.
Levántate y sigue adelante. 



Trayectoria de las aves

A veces se apodera de mí irrazón pajarera y entonces
con frenesí paso de un verso a otro
para poder a mis hermanas reunir como si fueran unas aves dispersas. Subo por una escalera en el cielo,
y a mis pensamientos nacen alas, del viento despidiéndome  luego, parezco una trayectoria de aves. Pero la incomparable libertad suya coincide con la meta de mi vida. 



Heridas en mi alma

¡Soledad, soledad, soledad!
Tan silenciosa con el alma helada. Cada noche me asusta en sueños un saliere.
Silencio, soledad, despedida;
lo recojo como un montón de cristales.
¡Casi no se ven,
no siempre me hacen heridas en el alma! 




Autorretrato

Después de tantos años, hoy no me reconozco. Después de tantos pesares, me duermo amargada.
Después de pasar por tantas penas, hoy sufro con penas ajenas. Después de abrigar tanto amor,
hoy me alejo con desamor.

Dejaré el cielo azul para todos, quedaré tal como siempre he sido. Abriré de par en par
la puerta hacia mis ojos
para poder contemplar el mundo allá en mi futuro herido.




***


Una piedra ahogada tirada en el río
se ha quedado con
los pensamientos, malos y la culpa ajena.
La piedra no se ha movido ha acumulado la tristeza
y el peso de la gente. 



***


Soy alegre y canto,
la maldad que se vaya,
en una casa quisiera vivir,
para mi pasado, con recuerdo bonito.

Los pájaros han llegado tan pronto.
ahora les doy de comer…
Un amor como el grano y una sonrisa del sol. 




EL AGUA ES TAN LIMPIA

Es agua es tan limpia
que lleva nuestros sueños
en cacharros rotos siempre sin forma. Las ramas, en mí, vuelven
con flores de cerezo.
Treinta y cinco años yo soy. Treinta y cinco caballos yo monto. Corro detrás del viento
para secar su camisa. Anda desabrochado como un loco.
Déjalo que corra,
él tiene un montón de hojas. Es su juego y su riqueza. Treinta y cinco años soy.
Treinta y cinco caballos yo monto. Alguien ha cortado la rama.
Las ramas se han quedado secas
antes de dar flores.
Sin pájaros se ha quedado el cielo. Nadie se moleste cuando
es de noche o de día. Treinta y cinco años soy.
Treinta y cinco caballos yo monto. 
El agua es tan limpia
que lleva nuestros sueños
en cacharros rotos siempre sin forma. Siempre volveremos con ellos,
en nuestros sueños tan cortos. La rama en mí está rota,
Sin pájaros se ha quedado el cielo.
Corre el caballo perdido, la luna se fija en él.
Los dos bajan al río para beber agua
que lleva nuestros sueños. Treinta y cinco años yo soy.
Treinta y cinco caballos yo monto. El agua es una canción con
cuerpo de oro y plata
¡Tan joven, nadie puede pararla! Espero la bandada que vuelve, todavía me lavo en el río
¿Quién mi barco ha robado?
¿Quién me ha cambiado la dirección del viento? Treinta y cinco años soy.
Treinta y cinco caballos yo monto.
Mis ojos son manantiales secos, los corazones son
como riberas tristes. 

El agua es tan limpia, la parra bebe de ella, oigo la canción del vino donde empieza la vida. Un cordero blanco la da,
un cordero negro la quita. Ahora escribo mi carta,
en mis ojos tengo lluvia. Me ha encontrado con
la muchedumbre.
Por el día, mando la carta con el perfume de la rosa. El agua es tan limpia,
es nuestra vida,
que lleva nuestros sueños y recuerdos.
En cacharros rotos, siempre sin forma.
Treinta y cinco años yo soy. Treinta y cinco caballos yo monto.
Escribo mi carta,
sin final y sin respuesta. 

(Primer premio de poesía
a corazón abierto - 2009)




La mujer que no espera

Yo soy aquella pecadora salvaje, que en tu sueño va y viene,
como bandadas de aves en verano, en este verano, por primera vez, me besó en la boca.
Yo soy, aquel molino blanco
que con el río, mareo a mis abuelos, que tan pronto se han dormido. Escondido, entre el ruido del río bajo la piedra, soy la bruja,
en la sombra gris.
Mira en tu pasado, mis pies,
que mano del fuego, estoy corriendo lejos, ya me he marchado de tu vida. yo soy mujer que no espera,
una vez he pasado cerca de ti, como tormenta en la noche. No sé si fui una vez tuya.
Al lado del molino blanco. Corren los hijos. 



***


Las flores son toda ternura del universo
¡A mucha gente le gustan las flores! Mucha gente llora
solo el poeta entiende las lágrimas
las flores tienen los días contados y son malvadas.
¡Son tan cercanas a la muerte y la alegría! Pero cuando el viento malo las dobla
entre alma de ternura de las flores pasa la vida del poeta. 



Piedras submarinas


Entre tiburones y medusas en mis pensamientos.
El mar lo paso a nado,
desconozco su profundidad
y el fondo me absorbe hacia abajo.

Piedras submarinas me acechan y donde pise, podré resbalarme. 




Las lágrimas de la rosa

Si algún día me despierto y veo que no estás –
te buscaré yo
en los ojos del mar.
Con los recuerdos acaricié sus rizos azules.
El mar me dirá el lugar lejano
donde puedo encontrarte. Te buscaré
entre las lágrimas de la rosa,
que empapan mi rostro en el sueño. Se quedó desolada la orilla
sólo con pis pasos cuenta. las olas se ondean
por la morriña que siento.
Un hombre solo, estoy caminando…
¿Dónde habré de buscarte? En el azul de la niebla
que habita mi alma. 






.

ULRIKKA S. GERNES [18.469]

$
0
0
Foto: Steen Moller Rasmussen 


Ulrikka S. Gernes

Nacida el 6 de junio de 1965 en Angelholm, Suecia, de padres daneses. Menor de cuatro hermanos. 

Pasa la primera infancia de ida y vuelta entre la casa de su infancia en Suecia y en distintos lugares de Dinamarca. Estudió en la escuela 5to grado en Suecia. Antes de las clases particulares en casa. 

Debutó en 1984 con la colección Natsværmer de Borgen Editores.

Viajó y pasó largas estancias en Asia, Australia y Nueva Zelanda. Durante un período residió en Hong Kong. 

Publicó poemas, cuentos, artículos, ensayos, relatos de viajes y el periodismo independiente en una serie de Danés-día y semanales periódicos, revistas y antologías, y en la RD.

También trabaja con diferentes tipos de arte, desde hace muchos años en colaboración con su padre, el fallecido artista Poul Gernes.

Profesora invitada en la literatura en Holbaek Escuela de Arte en 2001.

Vive en Copenhague. 



Spanish version by Luis David Palacios

[Originally in Danish and translated into English by Per Brask and Patrick Friesen]


DEBO HALLAR F. NO SÉ POR QUÉ Y NO SÉ
dónde, pero si hallo F tendré la respuesta sobre una importante
pregunta. Ignoro la pregunta, pero en algún
punto será dicha. Algo tiene que ver con una
envoltura. Y una pluma de loro. Estoy en Londres.
Tengo la foto de una casa inglesa, el tipo de casa
de la que hay millones en Londres. No tengo dirección.
Sólo sé que está en Londres y esa F está en la casa
en la foto. Debo hallar esa casa. Tengo dos grandes
maletas que son muy pesadas. Además llevo una mochila
en mi espalda. También es pesada. Apenas puedo llevar mi equipaje.
También tengo un perro. Uno pequeño, un perro blanco y negro que es
muy alegre. Lo traigo con correa pero constantemente corre
lejos de mí. Su nombre es Ziggy. Llamo y llamo tras él.
Salta y brinca y ladra. Es imposible controlarlo.
Andamos entre oscuros, angostos pasajes y callejones
sin salida y debemos volver atrás. Parece desesperanzador
pero no renuncio. Grito y grito tras el perro que
constantemente brinca lejos de mí. En mi bolsillo tengo
la foto de la casa, debo parar continuamente, baja
las maletas, tomar la foto de mi bolsillo
y comparar la casa en la foto con las casas
que pasamos. De esta manera transcurren diecisiete años.


I HAVE TO FIND F. I DON’T KNOW WHY 
AND I DON’T KNO
where, but if I find F I’ll get the answer to an important
question. I don’t know the question, but at some
point I’ll be told. It’s something to do with an
envelope. And a parrot feather. I’m in London.
I have a photo of an English row house, the kind of house
there are a million of in London. I have no address.
I only know that it’s in London and that F is in the house
in the photo. I must find that house. I have two large
suitcases that are very heavy. In addition I have a rucksack
on my back. It too is heavy. I can barely carry my luggage.
I also have a dog. A small, black and white dog which is
very lively. I have it on a leash but it constantly runs
away from me. Its name is Ziggy. I call and call after it.
It leaps and jumps and barks. It’s impossible to control it.
We walk through dark, narrow passages and alleys that
dead-end and we have to walk back. It seems hopeless,
but I mustn’t give up. I yell and yell after the dog that
constantly skips away from me. In my pocket I have
the photo of the house, I have to stop continually, put
the suitcases down, take the photo from my pocket
and compare the house in the photo with the houses
we pass. In this way seventeen years go by.



[DE SMÅ TIMER]

DE SMÅ TIMER ligger i baghold, truer
med et angreb af skingrende gry 
jeg giver op, giver efter, intet værn
kan ikke længere stemme noget
imod noget, ved ikke længere hvad 
imod hvad, retningsløs og reduceret
til en skamskudt kærlighed 
overgiver jeg mig og lægger mit hoved 
tæt mod dit hoved på puden og synker 
med dig ind i respiratorens brænding
mod en fjern ukendt kyst
hvor vi sover lidt, er lidt døde sammen 
under den bro af stjernearmeret mørke
der slår op over os og nu er
vores eneste vej til hinanden




[I SAMME SEKUND]

I SAMME SEKUND
jeg indrømmer
øjeblikkets omfang
af puls og søvn og jord
drejer mit blik
en millimeter mod øst 
og ser en flok fugle
flå gnister af gryet
i vingeslags guld 
over morgengrå tage





[MÅNEN VED]

MÅNEN VED
og mit blod

hospitalshvide vågenætter
vi er begge i verden
drejer om en akse
af forskudte billeder
går over hver sin grænse
og ser ind i hinanden 
gennem lag på lag af himmel
et uendeligt rum
forskanset

så blå
dine øjne

du klatrer ad en stige
uden fortøjning eller ende

månen ved
og mit blod

signaler svirrer i luften
jeg vifter instinkter væk
insekter draget
af de mørke årer
der springer svulmende 
ud af min hud

for at nå dig, gå dig i møde
svøbe dig i pulsens hyldest

når ingen løfter
bønner eller besværgelser 
længere
kan holde dig her




[EN FLIMREN]

EN FLIMREN af kridhvide heste
dundrer natten igennem
flammende manker hvisler
din livstid letsindigt i vinden

hovslags hvidglødende gnistregn
i skred mod verdens kant
jorden slår imod din krop
som ville den støde dig væk
gøre faldet ugjort sekundet før
dit blod giver slip og overgiver dig 
til tyngdens lov og siver 
tilbage i barndommens muld

en flimren af kvæstede dage 
dér hvor din krop er fanget
og jorden nægter at løsne sit greb
du prøver, men har ikke styrken
til at udfri dig selv 
af øjeblikket altid





[SÆRT, SOM DU ER I MINE TANKER]

SÆRT, SOM DU ER I MINE TANKER
 for tiden, som du sniger dig ind 
gennem spalter, jeg ikke anede 
var der. Er der sket noget? Er du o.k.? 
Hvorfor stiger du nu op fra dybet, 
er der mon andet på færde, i gære, 
dernede? Jeg synes ellers, jeg har lært 
at holde mig på overfladen, skøjte 
eller noget der ligner, og så kigger du 
op på mig gennem isen. Er du ikke lidt 
bleg, eller er det den dunkle baggrund, 
der gør det? Måske er det bare vinklen, 
der virker foruroligende, eller fordi 
din mund åbner sig og lukker sig, 
som en fisks, og det er umuligt at høre, 
hvad du siger, hvis du ellers siger 
noget, men dine læber ... og af alle 
de første kys, jeg har fået, er det kun 
dit, jeg husker; suget, synket, forsvindingen 
og alt det, der med ét 
ikke længere fandtes.









.

LIZ HOWARD [18.470]

$
0
0

Liz Howard

Liz Howard nació y se crió en la zona rural norte de Ontario y es actualmente poeta en Toronto. Es co-curadora de la serie de lectura feminista Avantgarden y graduada del programa MFA en Escritura Creativa de la Universidad de Guelph. Su chapbook Skullambient (Ferno House Press),  fue nominado para el Premio 2012 bp Nichol Chapbook. En 2014 fue invitada a leer en la Universidad de Princeton, un coloquio organizado por la poeta Lisa Robertson y el Departamento de Inglés. Su primera colección de larga duración, Infinite Citizen of the Shaking Tent, publicada por McClelland & Stewart en abril de 2015.


 Poemas in Spanish version by Esteban López Arciga

 

anarchaeology of lichen

In the towns I wear a sash monogrammed “Jacque Cartier”
and paddle through the desiccation of mute origin

if I wasn’t such a bâtarde I’d swell dissident
and beaded aquatic, take to water

tender stairwell of mares
limbic foals all misskwa nibowin
red death of my arms and horses and horses

lichen for the stomachs of caribou you track me in this herd
the city now a dénouement of the assimilative purge

symbiome:  what it took for you to enter
history, a slackened joy

John Clare and I and 37 Claires well versed in literature
each have a simulation of a raven in the crooks of our arms

tepid swallows
be your own antecedent
where possible

or a coda to my bibliography of silence, a fur-lined oneirophrenia
ascetically-charged moral pastures and thought-systems of rivers

specious,
but not for lack of wolves
or inside of wolves or besides the point of wolves
also teleology

what cache of stone flaunts umbilical sinew and lesser hides?
in a whalebone summer I’ll hum, ‘que sera, sera’ on the tundra

just below this earthen burial urn is your
mammalian warmth place a hand
to tend it             the
velveteen recognition
slides down
the artifact
of calcified desire

where memento and trajectory vistas assemble subthalamic
or post-coital alluvium—all dressy—take the small bend of it
for memory/stamen/intoxicate

no sister flower could ever recover this

—selfsame pleasure.

 

anarqueología de liquen

En los pueblos uso una faja monograma “Jacque Cartier”
y paleo la disecación de origen mudo

si no fuera tan bâtarde me hincharía disidente
y en cuenta acuática, me daría al mar

suave escalera de yeguas
potros límbicos todos misskwa nibowin
muerte roja de mis brazos y caballos y caballos

liquen para el estómago del caribú que me buscas en esta manada
la ciudad ahora desenlace de la purga asimilativa

simbioma:  lo que ocupaste para entrar
a la historia, un gusto cansado

John Clare y yo y 37 Claires todas literatas
tenemos un sustituto de cuervo en el bastón del brazo

tragos tibios
sé tu propio antecedente
en lo posible

o la coda de mi bibliografía de silencio, oneirofrenia afelpada
pasturas morales ascéticamente cargadas y sistemas de pensamiento de ríos

Especioso,
pero no a falta de lobos
o adentro de lobos o aparte de los lobos
también teleología

¿qué colección de alardes de piedra tendones umbilicales y pellejos menores?
en un verano de hueso de ballena cantaré, ‘¿qué será, será?’ en la tundra

debajo de esta urna funeral terrenal está tu
lugar cálido mamífero a la mano
para cuidarlo     el
reconocimiento de pana
se desliza por
el artefacto
de deseo calcificado

donde las vistas de recuerdo y trayectoria se ensamblan sub-tálamo
o el aluvión post-coito-pomposo-lo toma del doblez

por memoria/estambre/intoxicar

no hay hermana flor que pueda recuperar este
-mismísimo placer




may-tea-non-state-is-abhor-original

alouette
this pemmican
—or a GMO

déjà vu
these moccasins
—or powwow pumps

bonhomme
a trap line
—or a laptop

acadian a katajjaq
or franco-ontario
an accordion
—or québécois

bienvenue
the residential school
— or ancestor, ascended

catechism
a fancy dance
—a chiasm rant
—a hunt chant

de rien
red river
—a quiver of errors
—these absent quills
—this track

conjugate
the erasure
—whose name anon
—like am I not?




té-de-mayo-no-estado-es-odiado-original

alouette
esta cecina
-o transgénico

déjà vu
estos mocasines
-o bombas boomboom

bonhomme
o trampa
-o una laptop

acadian a katajjaq
o franco-ontario
un acordeón
-o québécois

bienvenue
el internado
– o ancestro, ascendido

catequismo
una fina danza
-un quiasmo mato
-un canto quizás no

de rien
río rojo
-carcaj de errores
-estas plumas ausentes
-esta senda

conjuga
lo borrado
-de quién el nombre
-¿Cómo si no fuera?

 

 


.

SORAYA PEERBAYE [18.471]

$
0
0

Soraya Peerbaye

Soraya Peerbaye es una canadiense escritora y poeta. Candidata preseleccionada para el Premio Gerald Lampert en 2010 por su colección de poesía Poems for the Advisory Committee on Antarctic Names, y para el Premio de Poesía Griffin en 2016 por: Poems for a girlhood. 

Sus otras obras Hijab y Girlwrecked. 

Nació en London, Ontario de padres inmigrantes de la Isla Mauricio. Se educó en la Universidad de York y la Universidad de Guelph, y reside actualmente en Toronto. 



Spanish version by Adalberto García López



Una buena madre

Recuerdo

estar parada en la entrada de la escuela,
mientras llovía, titubeante.

A menudo estaría así,
impuntual, perdida,

pensando cómo me gustaría ser
el tipo de chica

que huye, dispuesta a seguir del arroyo
sus curvas, cual tinta árabe, acentuads

con latas, tapas de botellas, radios rotos.
Que comete infracciones,

que es reina y cometa,
una de esas chicas

fumando detrás de la escuela, soplando nubes
de abejas blancas; vestida

rebeldemente y no de forma bella. Pantalones
rotos, blusas cortadas, labiales robados de tiendas.

Que duerme con un chico, incluso si no fuera
el dulce, el gorrión tuerto-

¿Esto fue antes o después del hospital?
Este momento deseando. No ser

tan cuidadosa

como una buena madre, la lluvia
abrochó el aire entre el cielo y yo.




A good mother

I remember

standing at the gates of the school,
in rain, hesitant.

Often I’d be like this,
late, lost,

thinking how I’d like to be
the kind of girl

to run away; let the creek lead me along
its crooked, inky Arabic, accented

with tin cans, bottle caps, broken spokes.
To trespass,

to be queen and fighter kite,
one of those girls

behind the school, smoking, blowing clouds
of white bees; dressed

savagely, against beauty. Frayed
jeans, slashed shirts, shoplifted lipstick.

To sleep with a boy, even if it wasn’t
the sweet, sparrow-eyed one –

Was this before or after the hospital?
This moment, wishing. To not

be so careful

Like a good mother, rain
buttoned the air between sky and me.







.

DAVID BOTTOMS [18.472]

$
0
0

David Bottoms 

(Georgia, EE.UU.  1949), es poeta y académico. En 1979 ganó el premio Walt Whitman de la Academia de Poetas Americanos por su libro Shooting Rats at the Bibb County Dump. Además es el Poeta Laureado del estado de Georgia.

Bibliografía 

Poesía:

We Almost Disappear , ( Copper Canyon Press , 2011)
Waltzing Through the Endtime , ( Copper Canyon Press , 2004)
Oglethorpe's Dream
Vagrant Grace , (Copper Canyon Press, 1999)
Armored Hearts: Selected and New Poems , (Copper Canyon Press, 1995)
Under the Vulture-Tree
In a U-Haul North of Damascus
Shooting Rats at the Bibb County Dump , (William Morrow and Company, 1980)
Jamming with the Band at the VFW

Novelas

Easter Weekend
Any Cold Jordan

Antología

The Morrow Anthology of Younger American Poets (editor)


Las versiones al español son de Adalberto García López



Disparándole a ratas en el basurero del condado de Bibb

Tras beber cerveza y whisky, manejamos
en furgoneta hacia el basurero,
para cambiar nuestros faros a través del campo baldío,
congelar los sorprendidos ojos de las ratas contra el montón de basura.

Un disparo en la cabeza y brincan solo una vez, permanecen quietas
como una lata de cerveza vacía.
Un disparo en los intestinos o la cadera y se retuercen y tratan de excavar
entre la basura, esconderse en neumáticos de camiones viejos,
contenedores de aceite oxidados, cajas de cartón tiradas sobre el cochinero,
o bien, arrastrarse en sus patas delanteras a través de nuestras haces de luz,
hacia la oscuridad al borde del basurero.

Ellas creen que la luz las mata.
Bebemos y cargamos el arma otra vez, dejamos que se arrastren,
Porque es lo único que pueden, hacia la oscuridad donde nos dirigimos.




Shooting rats at Bibb County dump

Loaded on beer and whiskey, we ride
to the dump in carloads
to turn our headlights across the wasted field,
freeze the startled eyes of rats against mounds of rubbish.

Shot in the head, they jump only once, lie still
like dead beer cans.
Shot in the gut or rump, they writhe and try to burrow
into garbage, hide in old truck tires,
rusty oil drums, cardboard boxes scattered across the mounds,
or else drag themselves on forelegs across our beams of light
toward the darkness at the edge of the dump.

It’s the light they believe kills.
We drink and load again, let them crawl
for all they’re worth into the darkness we’re headed for.




Kelly durmiendo

A veces cuando duerme, su cara contra la almohada (o cobija)
casi logra una paz de otro mundo.

A veces cuando el tráfico y el hastío del día se disuelven
y su más profundo ser se tranquiliza, cuando la luz del sol roza

a través de las cortinas y envuelve la cama, sé que está en otro lugar,
un lugar más puro, donde tal vez yo no esté,

aunque ciertamente haya amor, lo cual tal vez me incluye a mí.
Entonces, a veces su cara contra la cobija (o almohada)

logra (casi) una calma de otro mundo, (¿debo permitirme decir eso?)
y brilla (casi) como años pasados brillaba

justo después de que la cabeza de nuestra hijo se deslizo por el canal del parto.

Recuerdo ese remolino pegajoso de cabello húmedo
girando suavemente para que el cuerpo saliera más fácil

y cómo la partera o enfermera o doctor (o quien sea)
estrechó su mano para esa cabeza

y guió a nuestro bebé hacia el mundo.
Cuando esa mano puso a nuestra hija en el pecho de su madre

un suspiro siguió, un largo

aliento exhausto y (sorprendido) vi en el rostro de mi esposa
una dicha que sabía que nunca (en bastante tiempo) volvería a ver.




Kelly sleeping

Sometimes when she sleeps, her face against the pillow (or sheet)
almost achieves an otherworldly peace.

Sometimes when the traffic and bother of the day dissolve
and her deeper self eases out, when sunlight edges

through curtains and drapes the bed, I know she’s in another place,
a purer place, which perhaps doesn’t include me,

though certainly includes love, which may include the possibility of me.
Sometimes then her face against the sheet (or pillow)

achieves (almost) an otherworldly calm, (do I dare say that?)
and glows (almost) as it glowed years ago

just after our daughter’s head slipped through the birth canal.

I remember that wet sticky swirl of hair
turning slightly so the slick body might follow more easily,

and how the midwife or nurse or doctor (or someone
laid an firm open hand under that head

and guided our child into the world.
When that hand laid our daughter on her mother’s breast,

such a sigh followed, a long

exhausted breath, and (stunned) I saw in my wife’s face
an ecstasy I knew I’d never (quite) see again.



My Daughter At The Gymnastics Party 

When I sat for a moment in the bleachers
of the lower-school gym
to watch, one by one, the girls of my daughter's kindergarten 
climb the fat rope hung over the Styrofoam pit,
I remembered my sweet exasperated mother
and those shifting faces of injury
that followed me like an odor to ball games and practices, 
playgrounds of monkey bars
and trampolines, those wilted children sprouting daily 
in that garden of trauma behind her eyes.

Then Rachel's turn,
the smallest child in class, and up she went, legs twined 
on the rope, ponytail swinging, fifteen, twenty, 
twenty-five feet, the pink tendrils of her leotard 
climbing without effort
until she'd cleared the lower rafters.
She looked down, then up, hanging in that balance 
of pride and fear,
then glancing
toward the bleachers to see if I watched, let go 
her left hand, unworried by that boy
with the waffled skull, stiff and turning blue 
under the belly of a horse,
or the Christmas Eve skater on Cagle's Lake, 
her face a black plum
against the bottom of the ice. 



An Owl

Twice through my bedroom window
I've seen the horned owl drop from the oaks to panic 
the rabbit in my neighbor's backyard.
Last night he paced for an hour across the top 
of the cage, scrutinizing
the can of water, the mound of pellets,
turning his genius to the riddle
of the wire, while under him
the rabbit balled like a fat carnation in the wind.
Both of the terriers yapped from their porch 
but the owl never flinched, pacing,
clawing the wire, spreading wings like a gray cape, 
leaping, straining to lift the whole cage,
and the cage rocking
on its stilts, settling, and rocking again,
until he settled with it, paused,
and returned to a thought.
And the rabbit, ignorant of mercy, 
curled on itself in that white drift 
of feathers?
Wait, three years and I haven't escaped the child 
I saw at Northside the night 
my daughter was born,
a little brown sack of twigs
curled under glass, eyes bulging,
trembling in the monitors,
and the nurses
rolling the newborns out to nurse,
and the shadows sweeping the nursery. 






.

JARED CARTER [18.473]

$
0
0

Jared Carter 

(Indiana, EE.UU.  1939). Su colección Work, for the Night is Coming ganó el premio Walt Whitman en 1980. Ha recibido dos veces el National Endowment for the Arts; también ha ganado la beca Guggenheim. Es un escritor independiente sin afiliaciones académicas. 

LIBROS:

Darkened Rooms of Summer: New and Selected Poems. Lincoln, Nebraska: University of Nebraska Press, 2014. ISBN 978-0803248571
A Dance in the Street. Nicholasville, Kentucky: Wind Publications, 2012. ISBN 978-1-936138-27-2
Time Capsule.[8] E-book no. 26. Dayton, Washington: New Formalist Press, 2007.
Cross this Bridge at a Walk. Nicholasville, Kentucky: Wind Publications, 2006. ISBN 1-893239-46-2
Reading the Tarot: Nine Villanelles.[9] E-book no. 17. Dayton, Washington: New Formalist Press, 2005.
Les Barricades Mystérieuses. Cleveland: Cleveland State University Poetry Center, 1999. ISBN 1-880834-40-5
After the Rain. Cleveland: Cleveland State University Poetry Center, 1993. ISBN 1-880834-03-0
Situation Normal. Indianapolis: Writers’ Center Press, 1991.
Blues Project. Indianapolis: Writers’ Center Press, 1991. ISBN 1-880649-27-6
The Shriving. Tuscaloosa, Alabama: Duende Press, 1990.
Millennial Harbinger. Philadelphia: Slash & Burn Press, 1986. ISBN 0-938345-01-X
Pincushion’s Strawberry. Cleveland: Cleveland State University Poetry Center, 1984. ISBN 0-914946-43-9
Fugue State. Daleville, Indiana: Barnwood Press, 1984. ISBN 0-935306-16-1
Work, for the Night Is Coming. New York: Macmillan, 1981. ISBN 1-880834-20-0
Early Warning. Daleville, Indiana: Barnwood Press, 1979.




La versió es de Sergio Eduardo Cruz (1994)


Samizdat

Varsovia, 1970

Lo que significaba, simplemente, que conocíste a alguien
en un pasillo vacío, o detrás del muro de un callejón,
y que esa persona te entregó un capítulo a máquina
de un libro prohibido. Tú lo ocultaste entre los papeles
de tu portafolio, y lo llevaste de vuelta al departamento,
y ahí lo escondiste.
Entonces, en la noche,
mientras los otros dormían, tu te apoderaste
de la máquina de escribir, y empezaste a teclear
un original y cuatro copias de papel carbón. Ese trabajo
debió haberte llevado varias noches largas, y siempre
escuchabas, con atención,  pasos extraños entre los
que iban y venían en el corredor, detrás de la puerta,
o dirigiéndose por el pasillo hacia el baño. Siempre
fuiste pausado, siempre fuiste cauteloso,
porque había agentes que andaban por ahí de noche,
esperando encontrarse con el claqueteo
de las máquinas.
Escribiendo, fumabas
furiosamente, intentando mantenerte despierto, tratando
no hacer demasiados errores. Cuando terminaste,
entregaste tus copias a alguien que ya poseía
los capítulos que ya habían preparado tus compañeros
en conspiración, para luego juntarlos para crear
cinco copias enteras del libro de contrabando,
y paso éstas aún a otros copistas.

Así
las traducciones Karl Popper y Mijail Bulgakov
y Solzhenitsyn y Pasternak y Ajmátova
llegaron a personas que deseaban leerlas,
personas que nunca conociste ni conocerás.
Algunas veces, tu propio grupo se juntaba en secreto,
fumando y bebiendo vino tinto, y escuchaba mientras
alguien leía en voz alta el libro que todos ustedes,
trabajando juntos, había producido-
el párrafo,
por ejemplo, que trataba de los misteriosos sucesos
en que el Maestro, con sus extraños acompañantes
y asistentes, aparece primero, y se apodera
del Teatro, para la absoluta consternación
de todas las autoridades y de los ciudadanos respetables.



Samizdat

Which meant, simply, that you met someone
in an empty hallway, or behind an alley wall,
and that person handed you a typed chapter
of a forbidden book.  You concealed it among
the papers in your briefcase, and carried it back
to your flat, and hid it.
Then, during the night,
while the others were sleeping, you took over
the family typewriter, and began to type out
an original and four carbon copies.  The task
might take several long nights, and always
you listened for odd footsteps among those
that came and went in the corridor outside
the door, or along the passageway to the loo.
Always you paused, always you were cautious,
because there were agents who went around
late at night, hoping to detect the tap-tap-tap
of typewriters.

While you typed, you smoked
furiously, trying to stay awake, trying not
to make too many errors.  When you finished,
you delivered your copies to someone who took
the different chapters, that had been prepared
by your fellow conspirators, and assembled them
into five complete copies of the contraband book,
and passed these on to still others.
In this way
translations of Karl Popper and Mikhail Bulgakov
and Solzhenitsyn and Pasternak and Akhmatova
were given to persons who wished to read them,
persons you might never meet and never know.
Sometimes your own group got together secretly,
to smoke and drink red wine, and listen while
someone read aloud from the book all of you,
working together, had just produced —
the passage,
for example, about the mysterious developments
when the Master, with his strange companions
and assistants, first appears, and takes over
the Theater, to the complete consternation
of all the authorities and respectable citizens.




Leo, Fumo, Ando y Miro: 
Ted Kooser sobre Jared Carter

¿Cómo justificar un blog -o para los efectos- cualquier cosa, sobre poesía? Es una pregunta que me he hecho a ratos y que nunca he podido contestar satisfactoriamente. Debe ser que un día me encontré una cosa que rimaba y me puse a pensar: Yo puedo hacer esto. Claro, con el tiempo, me di cuenta de que no era tan fácil, pero el placer quedó ahí, bien plantado. A partir de entonces, intuyo que mi fervor por la poesía (sin demérito de otros géneros sutiles como los e-mails corrosivos) se ha asentado en mi falta de buenos modales ambientales, que a menudo me oculta los detalles más reveladores de las cosas, que es lo que rescata la poesía: nuevas formas de ver.

Con todo, en el principio fue el placer. Sólo así, después de tantos ataques furiosos por parte de la Academia, sigo vivo en esto de leer lo que me gusta por algo más que razones laborales.

Cedo ahora la palabra, como debe ser, a un poema, que en esta ocasión pertenece a Jared Carter:

FUEGO ENCENDIDO EN UN BIDÓN 
DE CINCUENTA Y CINCO GALONES

La próxima vez los notarás de camino al trabajo
o mientras conduces por ese lugar cerca del río
donde solían estar los corrales, donde todo

ya se ha ido. Se estarán asomando sobre el borde
del barril, encendiéndolo —se echarán para atrás
de súbito, y sostendrán sus manos, como si

algo terrible hubiese aparecido en el centro.
Otros estarán llegando para entonces, echando
puñados de hierbas, trayendo palos y pedazos de papel,

poniéndolos con cuidado, ofreciéndolos a algo
aún escondido en lo profundo del bidón.
Todos formarán un círculo, sus manos casi

tocándose, las chispas elevándose entre sus dedos,
sus caras brillantes, sus cuerpos oscurecidos por el humo,
por hojuelas de ceniza dando vueltas en el viento.

Dice Ted Kooser, y yo le creo, que lo más grande de este poema son las primeras cinco palabras: La próxima vez los notarás. "Una vez que hemos leído y sido afectados por el poema -apunta Kooser- nuestra atención a su tema (esos hombres arrimados a un barril) se hará... para siempre memorable". Al menos yo sí puedo decir que los notaré la próxima vez. Es fascinante como este poema de Carter no utiliza pirotecnias finales: sólo ejemplifica una idea de cinco palabras con un cuidado exquisito.

Mi método para reducir la velocidad y poner atención a la vida consiste en tres cosas: caminar, leer poesía y fumar. Ya queda claro lo de la poesía. Lo de caminar es casi obvio (bueno, no tanto: hay quien se transporta en dos pies y no puede pensar mientras lo hace; yo, en la medida de lo posible, no me transporto: camino). Lo de fumar es que aquí en Estados Unidos no se puede hacer casi en ningún lado. Por eso es común ver a los vecinos salir de sus propias casas, de sus oficinas, etc., para fumar. Algunos tienen que hacerlo solos, y en los pocos minutos que les dura la llamita deben entretenerse mirando a su alrededor: la hierba seca, las flores que brotan, el pájaro que se posa, el color de nuestras manos. Tantos milagros desapercibidos. Belleza divinamente superflua, la llamaba Robinson Jeffers, un fumador iluminado. El cigarrito, entonces, es un recreo para ver el mundo.

Leer poemas, dice otra vez Ted Kooser, nos marca la vida, "y mientras más poemas leamos más profundo será nuestro conocimiento del mundo." Fumar, por su parte, es dañino para la salud, pero, como ya vimos, ayuda a mantenernos atentos. Y caminar retarda sus efectos.

En todo caso, ¿quién dijo que vinimos a este mundo para quedarnos? Si así fuera no harían falta poemas. Escribimos casi por lo mismo que fumamos: para afirmar la vida, como diciendo -otra vez según Ted Kooser- Amamos a la Tierra pero no pudimos quedarnos.

Publicado  por Gustavo Adolfo Chaves

http://cafeverlaine.blogspot.com.es/2007/06/leo-fumo-ando-y-miro-ted-kooser-sobre.html



Senmurv

The method employed was an interesting one: a
huge silver dish was heated till it was red hot, after
which “the strongest vinegar” was poured over it.
The Patriarch was obliged to stare directly into it
for a long time, thereby utterly destroying his sight. 
               Norwich, Byzantium: The Early Centuries

He was christened Justinian – the second so called,
and a man as evil as his namesake was honorable.
Behind his back they called him Rhinotmetus,
or “Cut-Nose.”  True, he suffered during the revolt,
but he was not put to death. 
                                                      Fourteen years later,
his exile ended and the usurpers beheaded,
those plotters who had maimed him now blinded
and exiled in turn, he sought out more victims,
and the Terror continued. 
                                                  As it would be written
by Paul the Deacon, “as often as he wiped away
drops of rheum from his nostrils, almost as often
did he order another of those who had opposed him
to be slain.” 
                        Years later, one of the survivors told
of the cruelty: “We were taken to the city in chains.
When we were led before him, he sat on a throne
of gold and emeralds.  He wore a diadem of gold
encrusted with pearls, fashioned by the Empress
with her own hands.  All who had come with me
from Ravenna he sentenced to immediate death.
They were dragged from the room. 
                                                                  Two eunuchs
removed my fetters, and bade me take refreshment
from a long table, where fresh figs, pomegranates,
and smoked ortolans were laid on great silver dishes.
The platters were beautifully wrought, fashioned
in some faraway place, one with a winged griffin,
others with a phoenix, an eagle, a peacock,
a caparisoned horse. 
                                        I had eaten nothing for days.
On his throne, the Emperor dabbed at the place
where his nose had been. 
                                                ‘He welcomes Felix,
Holy Patriarch of Ravenna,’ a Chamberlain said
in perfect Latin, ‘and bids His Reverence partake
of the bounty offered here.’  I reached for grapes.
The Emperor clapped his hands. 
                                                              A eunuch
thrust me aside, scattered the grapes, and held
the heavy platter aloft for all to see.  It bore
a fantastic silver image, a creature half bird,
half dog.  ‘Senmurv!’ he cried out.  ‘Senmurv!’
echoed the courtiers, ‘Senmurv!’ they called,
again and again, as I was led from the chamber,
amid great laughter.” 
                                         They sewed my eyelids back
with strands of silk.  The creature on the plate
was the last thing I saw in this life.  When the liquid
burned away, the heathen image opened like a star
inside my head.” 
                                Two years later, Justinian II
was beheaded by still more usurpers.  Assassins
sent by the new Emperor pursued his grandson,
Tiberias, who was six years old, the last survivor
of the Heraclian line. 
                                         The Old Empress hurried him
into the Church of the Virgin at Blachernae,
claiming sanctuary, pleading with the two men.
John Strouthos, called “the Sparrow,” advanced
on the terrified child, who with one hand clung
to the altar and with the other clutched a piece
of the True Cross. 
                                   Strouthos wrenched the relic
from his grasp, reverently laid it upon the altar,
took the boy outside, stripped him of his clothes,
and “slaughtered him like a sheep.” 
                                                                   “Senmurv,”
Felix remembered, years later, while speaking
with a chronicler from Venice, who had come
to pay his respects.  “Senmurv.  It is a word
that comes to me occasionally, as I sit
day after day in this shadowless room, listening
to one of the novices read aloud. 
                                                             Some mornings,
after mass, a brother will take me for a walk
through the city, and along the old fortifications,
and out into the fields. 
                                            He might guide me to a wall
of holy images – Apollinare in Classe, perhaps,
or San Vitale.  The Tomb of Galla Placidia
is my favorite.  I reach as high as I can, taking in
the texture, running my fingertips over the tiles.”



COLOSSI OF MEMNON

Early we woke, before dawn, with torches
held by men who knew the way, to be led
out through the peaks and valleys of tents
heavy with shadow. 
                                      At the river’s edge
six rowers held their tapered oars aloft.
Across that darkness, then, to the far shore,
and a road, where the dust, still drugged
with dew, no longer rose to question what
we sought in that forgotten world. 
                                                                Ahead,
emerging from a field where nothing grew,
two battered figures loomed, as if to watch
our slow approach.  No other thing was there;
far to our backs, no light had yet appeared.
The torches, moved about, revealed the ruin
of what had been a place of majesty
and power – two seated kings, worn down
by wind and sand, and accidents of time.
The northern statue had become a shrine
that somehow, in its fractured state, still kept
the power of prophecy. 
                                             Travelers had come,
for centuries now, to wait until the light
crept down its broken face, hoping to hear
some burst of sound, some inexplicable gasp
of ancient syllables, even – they say –
a kind of music.  The guides began to speak
their lines: 
                      “O vast, O dread magnificence,
erected to inspire, but cast adrift,
abandoned in this empty realm, speak now
of vanity, ambition, and of pride – ”
We turned away, embarrassed by such show,
such falsity. 
                        And yet the light descended,
warming the weathered stones. 
                                                            Something within
began to gravitate, and with a surge
forced syllables into the unmoved air –
a curse, perhaps, for all that had transpired
to bring us to this place? 
                                               We stood amazed.
Is witnessing a power that outlasts kings? 
I saw, it croaked, and then a torrent came:
I saw it happen, all – the trenches swift
with blood and gore, the standards held aloft,
the triumph through the streets, the shouts and cries,
the lifted crown! 
                                 From deep inside that head
what had come pouring out?  And were those words,
or was that groaning but a screech of stone
in torque, unsettled by the sun’s assault?
What did we harken to? 
                                              “One would compare
the sound most nearly to the broken chord
of harp or lute,” a scholar wrote. “A blow,”
another said, “upon an instrument
of copper.” 
                      Even now, in places where
the faithful come, beneath revolving fans,
where water, drifting across tranquil pools,
keeps whispering – at intervals, amid
the laughter, and the subtle ebb and flow
of pleasant talk – a momentary hush
comes over everything. 
                                            Far off, almost
impossible to hear, some primal power
much stronger than the wind begins to stir,
and summons more than voices from the dark.



KLOSTER WEINHAUSEN

southeast of Celle, in Lower Saxony

Down a single long passageway with many paneled doors,
doors that are closed now, that once opened into rooms painted
with Biblical scenes, rooms with windows of stained glass –

there is nothing at all now except the darkness, the light
that comes from either end of the corridor, and the fifty cabinets
made by hand, with their great hinged lids, their iron locks,

for this is the Kistengang, the passageway of chests.  Fashioned
of native sycamore and white oak, they have been standing here
for half a millennium; here, where everything is made of wood

and nothing moves, all is silence.  This is the Kloster Weinhausen,
established in the thirteenth century by the Cistercian Order,
where the unwed daughters of the nobility were put away for life –

the reasons now being long forgotten, unremembered, lacking
records of any sort, except for these gaunt receptacles.  Whatever
name you might choose is inadequate – coffer, cupboard, casket –

since they are all that remains.  The tour guide explains they held
the dowry of each young woman who was consigned to this life –
she became a bride of Christ, during the process of initiation –

while the guidebook says they contained “personal effects.”
Linen, and cloth for habits, and perhaps traces of silk.  Not combs,
not jewelry.  These are heavy, ponderous boxes, worked up

at the behest of some duke or landgrave.  You can imagine
carpenter and apprentice, in a courtyard, hammering and sawing,
assembling the wide planks, fitting them together with mortise

and tenon.  Each waits beside the door of what were simply
dormitory rooms.  The printing of books had not been invented,
the New World had not been imagined.  She came here for life.

All that was half a millennium ago.  The chests alone endure.
They are older than da Vinci and Michelangelo, older than America.
You try to imagine something that happened to them other

than this silence, but it cannot be done – not some young gallant,
saying farewell to his beloved, knowing she is convent bound,
seeing the trunk ready for the journey, and, to lessen her sadness,

climbing inside, closing the lid, pretending he will always be there –
not some poor soldier fleeing the Protestant army, hidden away
by the nuns, crouched in one of these bleak containers – all of that

is sheer romanticism, fabrication, embroidery.  None of that now.
The boards of the pine floor creak as you walk down the row.
Each of these chests is without decoration, each slightly different,

each entirely empty.



MORET SUR LOING 

There was a time, then, out of the depths
of summer, in a year that had gone wrong
all other ways, save this: that the river
where we walked, in late afternoons, still
held to its old course, and the plane trees
by the millrace were untroubled – serene,
even, when they shadowed the evenings
we spent there, in the café, lingering
after coffee, watching the barges drift by.

Below the bridge, along the cobbled quai
where housewives knelt to pound the sheets –
on the stone wall, a stick was fastened
with iron pins, the measuring rod showing
high tides in earlier years, all the way back
to the Franco-Prussian War.  Imagine
the water rising that far in 1911.  Think
of what it must have been like in 1932,
poling about through the flooded streets.

And we stand here now, on a last visit,
with late sun glinting through the willows
along the island.  From the houses above,
the sound of families gathered by the radio
for the evening meal.  Plates, silverware,
glasses of red wine held up.  We pause,
savoring this moment, this stillness
along the shore, this balance of memory –
the lights of cars crossing the bridge,
the dove-gray buildings, the blue water,
the current moving at the river’s heart –
all come together in the gleaming dusk.



VILLA OF MYSTERIES

The record notes . . . that “nothing could be gotten out of her
except that she repeatedly protested her innocence.”  
As so it went on, until noon, when the torture and the 
questioning had to be discontinued.  The reason for this 
was a superstition that is very old, but nowadays forgotten: 
that midday, even more than midnight, was a haunted, eerie time.

Michael Kunze, Highroad to the Stake


When I went there with you that summer, we looked out
from the balcony  – courtyards full of wisteria, vendors offering
bunches of narcissus and dahlias wrapped in wet newspaper,
drifting mist of fountains with children scampering through –

and yet Pompeii itself was desolate and scorched by the sun.
A goat picked its way along a crumbling wall, glancing up
with its slit eyes.  The top of the city had been sheared away
by some great wind or wave, like a monkey’s head strapped

in the center of a table, and sawed open, its moist contents
spooned out by some dark power.  No roofs, no ceilings,
nothing left above our heads, the gardens seared to ash,
the atria buried.  We came, finally, to the Villa of Mysteries,

and had it entirely to ourselves, in the stillness of noon.
Nothing I saw there made sense – why those pictures alone
should have survived – marriage as initiation, as ritual,
as suffering.  Suddenly you screamed, and stumbled back

from a shattered doorframe.  A rat had darted out, you said,
scrabbling among the shards, and gone down a hole.  Now,
it has been twenty years since I last held you in my arms.
Even longer since we walked through those desolate places.




TRIER: RHEINISCHE LANDESMUSEUM

Gods who are fled!  And you also, present still,
But once more real . . . 
                                          Hölderlin, “Germania”



Voices that I knew, that I had heard in years past, come
from far away and yet familiar: first a schoolgirl, on whom
I had a crush, who walked home with me in the violet dusk
of an April evening. 
                                      Next, my own daughter’s voice, saying
her prayer, at bedtime, to the moon.  These in turn mingled
with and joined by others that were familiar to me, and yet
more intimate – cries and gasps, even a sobbing, or a kind
of crooning, that I knew once, from throats long forgotten,
faces blurred or vanished – 
                                                     suddenly come into focus,
strangely tuned and interwoven, fresh and immanent,
wreathed about my ears as though for the first time,
sounding together, singing.  I could hear them clearly,
and know this was not a dream. 
                                                            For this is a museum
of antiquities, of scattered, broken monuments unearthed
and reconstructed, of sarcophagi cut whole from stones
and outlasted their occupants, of monumental inscriptions
stripped from vanished walls – a gathering up, a place
of the irreducible, the inarticulate. 
                                                                 I had been the first
of visitors on this summer morning, had walked alone
among these displays for more than an hour, listening
to my own footsteps, sensing the wisdom of  those
who had built this place, who had brought these things
together, and set them up in these unrelenting chambers,
so devoid of anything soft or woven. 
                                                                    Where daylight
has no shadow, where sound moves from room to room,
searching and revealing. 
                                                Slowly it became clear to me:
they must have known, those efficient, taciturn Romans –
soldiers gripping their flat swords, provincial officials
writing out final directives, matrons in flowing gowns,
preparing to die beside their husbands, arms around
their children, letting the cup fall and roll in the dust.

Perhaps they understood – their lives had been so clear,
so carefully chiseled and fitted together – that everything
around them would be reassembled, after it had been
broken and pawed over and scattered.  After it had been
completely covered up and forgotten. 
                                                                       It matters not
whether these artifacts that came to light were the best
of what they knew, or the least, or the most humble, only
that they have come here now, and been patiently restored –
sections of mosaic floors, portions of damaged frescoes,
coarse terra cotta lamps impressed with images of gods
and maidens. 
                           All that had been clear and well defined
in their world – that could be broken but not obliterated –
was like the pattern of a wave. 
                                                          The flat stone skips three
or four times, but eventually it sinks, leaving behind
concatenations fragile as dreams, and equally as lost.

In these high-ceilinged rooms there are no carpets,
no acoustical tile.  The visitor’s slightest step is amplified
and carried along through the rooms. 
                                                                       Bodiless voices
follow, and precede, a timeless progression.  Emily,
that was her name, and she took my hand once.  We walked
together for a time.  Sara, that was also her name, long ago,
she of the patrician family by the bay, who did not live to see
her twenty-first birthday. 
                                                 Their voices rising out of stone,
the chiseled trappings of horses and handlers, processions
with flutes and cymbals, gowns and subtle drapery.  The wave
endures. 
                   I begin to understand, finally, how this music
has reached out to me, after echoing through long hallways
and corridors, and being charged by such reverberation. 
I have been listening to the living – 
                                                                   schoolchildren, coming
into view with their teacher, ceasing their chatter 
for a moment in my presence, gathering in a semi-circle 
while the docent tells them to notice this or that feature 
of the shattered head or the limestone stela.
                                                                                   It is time.
It is time to leave this hall and its endless echoing, time
to go back out into the sunlight.  Always these voices
have been a part of me, however submerged or lost
or slumbering.  That they came to me now, in this place,
yielding the murmur of gods and goddesses, is the gift
of genius reawakened, of stone become pure evocation.






.




ALBERTO RÍOS [18.474]

$
0
0

Alberto Ríos

Poeta.
Fecha de nacimiento: 18 de septiembre de 1952 (edad 63), Nogales, Arizona, Estados Unidos
Educación: Universidad de Arizona (1979)

Bibliografía:

POESÍA:

His books of poems include

A Small Story About the Sky, Copper Canyon Press, 2015, ISBN 9781556594793
Alberto Ri’os (2009). The Dangerous Shirt. Copper Canyon Press. ISBN 978-1-55659-298-0. C1 control character in |author= at position 11 (help)
The Theater of Night, Copper Canyon Press, 2006, ISBN 9781556592591
The Smallest Muscle in the Human Body. Copper Canyon Press. 5 April 2014. pp. 106–. ISBN 978-1-61932-123-6. nominated for the National Book Award,
Teodoro Luna's Two Kisses W. W. Norton, Incorporated, 1992, ISBN 9780393308099
The Lime Orchard Woman Sheep Meadow Press, 1988, ISBN 9780935296778
The Warrington Poems, Pyracantha Press, Arizona State University, School of Art, 1989
Five Indiscretions The Sheep Meadow Press, 1985, ISBN 9780935296570
Whispering to Fool the Wind, Sheep Meadow Press, 1982, ISBN 9780935296303
Sleeping on Fists (Dooryard Press, 1981)
Elk Heads on the Wall(Mango Publications, 1979)
Spring in the Only Place Spring Was

CUENTOS CORTOS:

The Curtain of Trees
Pig Cookies
The Iguana Killer: Twelve Stories of the Heart. UNM Press. 1984. ISBN 978-0-8263-1922-7.

NO FICCIÓN:

Capirotada, University of New México Press, 1999, ISBN 9780826320940, a memoir about growing up on the Mexican border

PREMIOS:

2002 finalist for the National Book Award
At the request of Governor-elect Janet Napolitano, Ríos wrote and delivered a poem at Arizona's gubernatorial inauguration in 2003.
At Governor Napolitano's request, wrote a poem for the visit of President Vicente Fox of Mexico.
2002 recipient of the Western Literature Association's Distinguished Achievement Award
Arizona Governor's Arts Award
Guggenheim Foundation fellowship
National Endowment for the Arts fellowship
Walt Whitman Award
Outstanding Latino/a Cultural Award in Literary Arts or Publications, AAHHE, 2004
Western States Book Award for Fiction
six Pushcart Prizes in both poetry and fiction
inclusion in The Norton Anthology of Modern Poetry
inclusion in over 175 other national and international literary anthologies
selected as a 2005 Historymaker by the Arizona History Society's Museum, a Smithsonian affiliate, at Papago Park, Tempe, Arizona
2007 recipient of the PEN Open Book Award (formerly titled the Beyond Margins Award) for The Theater of Night
Once met Michael "El HefeGande" Padilla in an ASU function


Día de las Refugios

En México y en Latinoamérica es común
celebrar el día del santo en lugar del cumpleaños

Nací en Nogales, Arizona,
En la frontera entre
México y los Estados Unidos.

Los lugares entre lugares
Son como pequeños países
ellos mismos, con sus propias fiestas

Tomando un poco de todos lados.
Mi cuatro de julio es de la infancia,
La infancia misma es como un país, también.

Es un lugar ahora lejano,
Un lugar que quiero visitar de nuevo
El cuatro de julio me lleva ahí

A ese lugar de infancia lugar de frontera
El cuatro de julio, como todo lo demás,
Significaba más de una cosa.

En los Estados Unidos el cuatro de julio
Era los Estados Unidos
En México era el día de las Refugios,

El día del santo de aquellas llamadas Refugio.
Vengo de una familia de personas con nombres,
Nombres de verdad, nombres sin tapujos, con colores

Como fuegos artificiales: Refugio,
Margarito, Matilde, Álvaro, Consuelo,
Humberto, Olga, Celina, Gilberto.

Nombres que tardan en decirse,
Nombres que hay que practicar.
Estos eran los nombres de santos serios,

Y estaba bien tardarse con ellos.
Creo que eso pensaba mi familia.
La conexión a los santos era fuerte:

El nombre de la abuela –aquí va–
Su nombre era Refugio,
Y el nombre de mi bisabuela era Refugio,

Y  ahora el nombre de mi suegra,
Es también Refugio, Refugios en todos lados,
Refugios y cócteles de camarón y refrescos.

El cuatro de julio era una fiesta de cumpleaños
Para todas las mujeres en mi familia
Incluso diría, una fiesta

Para todo lo de México, de donde llegaron,
Para las otras palabras y las gafas
Verdes que mi bisabuela vistió.

Estas mujeres eran yo,
Estaban antes que yo,
Así que aquellos fuegos artificiales en la tarde,

Todos para ellas,
Esto me parecía bien,
En ese sentido yo también era aquellos fuegos artificiales.

Aún así, estábamos en los Estados Unidos
Y el cuatro de julio,
Bueno, era cuatro de julio.

Pero el significado de esto,
En este lugar y tiempo fronterizos,
era cuestión de opinión en mi familia.

Versiones en español por Esteban López Arciga


Day of the Refugios

      In Mexico and Latin America, celebrating one’s
      Saint’s day instead of one’s birthday is common.

I was born in Nogales, Arizona,
On the border between
Mexico and the United States.

The places in between places
They are like little countries
Themselves, with their own holidays

Taken a little from everywhere.
My Fourth of July is from childhood,
Childhood itself a kind of country, too.

It’s a place that’s far from me now,
A place I’d like to visit again.
The Fourth of July takes me there.

In that childhood place and border place
The Fourth of July, like everything else,
It meant more than just one thing.

In the United States the Fourth of July
It was the United States.
In Mexico it was the día de los Refugios,

The saint’s day of people named Refugio.
I come from a family of people with names,
Real names, not-afraid names, with colors

Like the fireworks: Refugio,
Margarito, Matilde, Alvaro, Consuelo,
Humberto, Olga, Celina, Gilberto.

Names that take a moment to say,
Names you have to practice.
These were the names of saints, serious ones,

And it was right to take a moment with them.
I guess that’s what my family thought.
The connection to saints was strong:

My grandmother’s name–here it comes–
Her name was Refugio,
And my great-grandmother’s name was Refugio,

And my mother-in-law’s name now,
It’s another Refugio, Refugios everywhere,
Refugios and shrimp cocktails and sodas.

Fourth of July was a birthday party
For all the women in my family
Going way back, a party

For everything Mexico, where they came from,
For the other words and the green
Tinted glasses my great-grandmother wore.

These women were me,
What I was before me,
So that birthday fireworks in the evening,

All for them,
This seemed right.
In that way the fireworks were for me, too.

Still, we were in the United States now,
And the Fourth of July,
Well, it was the Fourth of July.

But just what that meant,
In this border place and time,
it was a matter of opinion in my family.




El cabello de Refugio

En los días pasados de nuestra familia,
Mi abuela era una mujer joven
Cuyo cabello era tan largo como el río.
Vivía con sus hermanas en el rancho
La Calera-Tierra del limón-
Y eran sus días felices,
Pero su tío Carlos vivía ahí también,
Carlos cuya alma tenía el filo del puñal.
Un día, para enseñarla a andar en caballo,
La hizo montar al más veloz,
Sin asiento, y sentarse ahí
mientras sostenía su cara larga en los brazos.
Y fue ahí que hizo lo innombrable
Por lo cual se le recordaría siempre:
Pidió al hermoso bebé Pirrín
Y lo puso en sus brazos.
Con esa imagen de Madonna a caballo
Golpeó el muslo trasero del caballo.
El caballo hizo lo que todo caballo hace,
Corriendo hacia el brillante horizonte.
Pero primero corrió bajo los álamos
Para quitarse el peso injusto:
Esta mujer llena de lágrimas
Y este bebé lleno de amor.
Cuando llegaron a los árboles y pasaron por debajo,
Su cabello, que la había seguido,
Igual de magnífico que la cola del cabello,
Ese cabello se elevó y voló entre las ramas
Como una millar de manos,
Todas queriendo salvarla.
El caballo corrió y la dejó,
Con el bebé aún en brazos,
Los dos colgando de su cabello.
El bebé la veía sólo a ella
Y no lloró, así de estable era su cuna.
Las hermanas vinieron a salvarlos.
Pero el cabello no se soltaba.
Seguía temeroso no se  soltaba y tuvo que ser cortado,
Todo de su cabeza.
Desde aquel día, mi abuela
Usó el pelo corto como un grito,
Pero era largo como el río en sus sueños.

Versiones en español por Esteban López Arciga 


Refugio’s Hair

In the old days of our family,
My grandmother was a young woman
Whose hair was as long as the river.
She lived with her sisters on the ranch
La Calera—The Land of the Lime—
And her days were happy.
But her uncle Carlos lived there too,
Carlos whose soul had the edge of a knife.
One day, to teach her to ride a horse,
He made her climb on the fastest one,
Bareback, and sit there
As he held its long face in his arms.
And then he did the unspeakable deed
For which he would always be remembered:
He called for the handsome baby Pirrín
And he placed the child in her arms.
With that picture of a Madonna on horseback
He slapped the shank of the horse’s rear leg.
The horse did what a horse must,
Racing full toward the bright horizon.
But first he ran under the álamo tres
To rid his back of this unfair weight:
This woman full of tears
And this baby full of love.
When they reached the trees and went under,
Her hair, which had trailed her,
Equal in its magnificence to the tail of the horse,
That hair rose up and flew into the branches
As if it were a thousand arms,
All of them trying to save her.
The horse ran off and left her,
The baby still in her arms,
The two of them hanging from her hair.
The baby looked only at her
And did not cry, so steady was her cradle.
Her sisters came running to save them.
But the hair would not let go.
From its fear it held on and had to be cut,
All of it, from her head.
From that day on, my grandmother
Wore her hair short like a scream,
But it was long like a river in her sleep.



La silla en la que ella se sienta

He oído esta cosa de que, cuando alguien muere,
la gente cierra todos los agujeros de la casa

—los ojos de las cerraduras, la chimenea, las ventanas,
incluso las bocas de los animales, los perros y los cerdos.

Es para que el alma no se confunda o sea tentada.
Es para que el alma salga del cuerpo en el que ha estado

Pero esto ya no funciona
Simplemente no entrará en otro cuerpo

E intentará sentirse como en casa,
pretendiendo que nada ha pasado.

No hay ningún misterio —es demasiado laborioso para seguir adelante.
No es culpa de nadie. Un alma es como cualquiera de nosotros.

Se acostumbra a las cosas, especialmente después de una larga vida.
El modo en el que me siento en la silla de mi sala.

La hendidura que he dejado allí
Después de tantos años —la entiendo ahora así.

Esta es mi silla
Y sé como sentarme en ella.

Versión de Santiago Matías



The Chair She Sits In

I’ve heard this thing where, when someone dies,
People close up all the holes around the house—

The keyholes, the chimney, the windows,
Even the mouths of the animals, the dogs and the pigs.

It’s so the soul won’t be confused, or tempted.
It’s so when the soul comes out of the body it’s been in

But that doesn’t work anymore,
It won’t simply go into another one

And try to make itself at home,
Pretending as if nothing happened.

There’s no mystery—it’s too much work to move on.
It isn’t anybody’s fault. A soul is like any of us.

It gets used to things, especially after a long life.
The way I sit in my living-room chair,

The indentation I have put in it now
After so many years—that’s how I understand.

It’s my chair,
And I know how to sit in it.



Nautical Astronomy

Nautical astronomyis defined simply as: 
The science of locating oneself at sea. 

The map is wet, but usable. 
In the vast water, the stars see themselves, 

And in the sky, boats find their direction. 
It is a kinship of depths and black-greens. 

We do not sail on the seas-any of us. 
All our lives we sail in between them. 




The Sheet Music of Place 

1. 

The river through its centuries has made a line on this place,
A child's line,wanting to be straight but distracted at every move,

A little left, a little fast, around a big rock, sliding straight away 
Through sand, thiscrawling, leaden line echoing 

The line made by the tops of the mountains in silhouette against the sky. 
The railroad track makes another line, a double line- 

The highway, too, and the telephone poles strung with wire. 
All these lines work in sure if uneasy concert 

Written on the arid air of this place, which has made everything 
Dry and white,off-white, some darks but on their way to white, 

All this landscape a great and delicate paper. 


2. 

These lines make a musical staff borrowed from the world of dream, 
The world that then fills these lines with its profundo notations, 

The careful placement of one moving thing next to another, 
The train engine and its cars-those drudging bass notes, 

Birds everywhere in their thrill, 64th notes every one, 
Everything scored onto the pages of this world suddenly heard. 

Day and night, that ceaseless baton, unforgiving metronome: 
Bees lumber along but their work is to stop, whole stops and half, 

Busy at their honeying, these respites of work, these moments loud 
Too-resting the ear so as to hear composed this place into music-

Every sound a new performance of the great song of this world. 




My Criminal Notebook 

I am stealing things All the time.
I steal what I can from everywhere, 

The light, the air, The music that matters most to me. 
I carry them away neatly, invisible in word 

Valises, inside unfathomable 
Thoughts, attached to the magnet 

Harvest of a song I'm singing-nobody, 
Nobody is the wiser- I carry everything away with me 

Using rhyme dollies and spelling knots.
The police have not caught on. 

But I am at large, 
Unwieldy, and unstoppable. 

I walk freely 
Every day, anywhere, all the time

In spite of having stolen 
Horses and kisses-the stars themselves, 

More than one, more than once.
I steal, I steal, 

I have always stolen. 
Be careful of me. When you see me, 

Speak quietly and do little. 
Do not let me notice you. 

Get away 
If you want to be safe. 

Get away.




That Thing 

No word rhymes with silence, or tries to. 
No word wants to visit that furtive backyard garden. 

Silence is the word that will not be spoken-
After all, who can pronounce it? Once spoken,

We will not hear it. It is the story not told, 
The memory carefully unspoken in this house, 

Your house. Silenceis the place underneath language 
An unto-itself, an army 

Stronger than words, more patient, 
Bigger than the dictionary. 

Its weapons are familiar, 
Painful, without antidote and giving of no respite. 

Quiet tells us it iscoming, and so, too, 
Quiet is tolerated, left to be, undisturbed at its work, 

Silence's grim reaper, allowed only to make deliveries,
To fill the bins, to cut the grass, eat if it needs to, 

Then expected to leave, quickly, cleanly, 
No trace afterward, no errant grass cuttings, 

No black from the bottom of its shoes on the floor. 
Good bye, we say, and in saying 

Mispronounce its name, but happy not to know,
Ready not to ask. Good-bye, we say, and mean it.






.


ESTELA RENGEL [18.475]

$
0
0

Estela Rengel 

(Huelva, 1987) es una poeta novel cuya formación, realmente, siempre ha sido de ciencias: es enfermera y le gustaría formarse como matrona. En 2015 da el salto al papel; hasta entonces, sólo compartía lo que escribía en su blog y en los micros abiertos a los que es asidua. Ha publicado en la Revista Contrapunto de la Universidad de Alcalá de Henares y ha participado en las ediciones de 2015 de “Voces del Extremo” y “Encuentro de Poetas Verdes”. Actualmente, además de seguir escribiendo y disfrutando de todo lo que le ha traído su primer poemario, colabora con la plataforma Poetas de Huelva por la Paz.



Incertidumbre

Un millón de dardos constantemente afilados
rozándote la piel.
Rumor de escozor latente sin saber si irán
seguidos del alivio de la calma o
del más puro dolor de atravesarte.

Incertidumbre.




Desastres cotidianos

Hay gente que
con los ojos
escribe mapas en los cuerpos que se les antojan prohibidos.
Trazan las rutas que sus manos se imaginan
completando punto por punto.
Lunar por lunar.

Hay manos que
con caricias
proclaman al tacto verdades silenciosas.
Sentencias agazapadas en los labios
que no se atreven a salir.

Hay bocas que temblorosas
maquillan las noches en vela
orientándose a golpe de suspiro
con cada roce de palabra susurrada.

Hay olores que se pegan a la vida
y cuentan las historias que han conseguido
atravesar párpados incrédulos.
Corazas destruidas por el roce de un aroma en forma de memoria,
de humo de tabaco rubio como tú.

Hay mundos que están patas arriba por sólo una sonrisa
del revés.
Por una foto velada que lo dice todo
y miradas escondidas tras unas gafas de sol
que inspiran piernas cruzadas y pechos abiertos.

Hay batallas fortuitas como las arrugas que se despiertan
a ambos lados de tus labios
cuando te imagino diciéndome que no.
Pero nuestros reencuentros no lo serán nunca mientras me quede,
al menos, un poco de locura
entre tanto desastre cotidiano.



Todos los gemidos que tienes pendientes

Quiero rodearte con mis palabras
y que todas las onomatopeyas de deseo que conozcas
salgan disparadas por tus poros
cuando el roce de mi pecho desnudo por tu espalda
sea lo más casto que nos propongamos en toda la noche.

Que tu sudor haga en mi piel
la más bella obra de arte
y mi alimento durante días
sea el aire que respiras en mi boca
al pedirme entre besos que no pare.

Y parar es lo que menos se me ocurre
cuando tus labios me llaman
de esa maldita forma en que sólo ellos saben
y mis manos, a veces torpes,
consiguen arrancarte de la piel
todos los gemidos que tienes pendientes.



Hoy no hay piedad ni para las nubes

Hoy no hay piedad ni para las nubes.

Hoy yaces más que nunca
y me atraviesa el pecho
el no saber si luchas
o tu esfuerzo es por dejarte ir.

Hoy no hay piedad ni para las nubes.

Hoy toca separarme
de nuevo
del redil.
Volver a las manos vacías,
al descanso obligado,
al canto afilado
de la incertidumbre.

Hoy no hay piedad ni para las nubes.

Hoy lo ubérrimo
y lo yermo
se enfrentan por debajo de mi ombligo,
recordándome
a empellones
la periodicidad de la vida
que sigue
implacable.

Hoy no hay piedad.
Ni para las nubes.
Ni para este pequeño ser
que siente todo el peso
del universo
sobre sus hombros.



iPod

Me enciende, me pone, me moja, me penetra.
La escucho, la escupo, la mastico, la trago.
La muevo, la salto,
me ataca, me desvela.

Dicen que la música amansa las fieras.
Yo no estaría tan segura.

Dame el ritmo oportuno,
la voz cantante,
el tema tabú.
Y mira cómo desmonto en un momento la teoría.
Son las tres de la mañana y este sueño lo ha cortado tu canción.



Catalepsia

Enterrados. Vivos.
Tierra sobre los sentimientos,
sobre las ilusiones sepultadas.
Corriendo en contra tiempo y aire.
Bien camuflado el nicho
sugiriendo que todo está en orden.

Que descubras el lugar del sepelio no es suficiente.
Aún te quedan sudor y pala por delante.
Suerte si llegas antes de la hora de la muerte.



Estertores

Vomito los posos del vino que bebí,
devolviendo a la tierra yerma del vientre de tu madre
el fruto que me envenenó la vida.

Y creyendo que es sangre lo que brota,
yazco en el suelo apretando contra el cuerpo
las entrañas que se pelean por salir.

Resistir o abandonarse,
ser valiente o ser cobarde,
sentir, sufrir, y vivir.

O dejar que el río siga su cauce, flotar,
balsa amputada sin vela ni remos
que irá a parar a la mar.




Desde la editorial onubense Niebla llega esta joven autora, que publicó su primer poemario impulsado por el programa 100*100 de esta editorial, que busca motivar la obra de escritoras y escritores que vivan o que desarrollen sus trabajos en algún municipio de Huelva.

por  Laura Estrada Márquez



Mete notas en un libro de Salinas
cuando entres en la biblioteca
haciendo ruido con tus tacones de aguja
por toda la sección de poesía.
Ama
y duele
como si ésta fuera tu última vida.
Los demás no saben que
si quieres
puedes ser una gata.
O un fénix que renace
cada vez que todo arde.

(Fragmento, poema XIX)



Ecdisis viene de la palabra griega ékdysis, que significa ‘desnudamiento’. Según la RAE, es la ‘muda de los artrópodos’. Sin embargo, el significado más válido en este contexto es el que le da la propia Estela Rengel en el prólogo de su libro. La autora asegura que los poemas que conforman su obra, no son más ni son menos que sus restos, aquello que fue dejando después de las mudas. Las mudas, que conforme la lectura de este poemario avanza, descubrimos que son un mundo interior lleno de dudas y miedos, siempre reflejando todas la vivencias que desencadenaron su construcción como mujer-en-el-mundo, pero que ineludiblemente, tiene la capacidad de renacer.



Nada de vie en rose:
que el viento tenga el color
que mejor le siente a tus ojos
según se hayan despertado ese día

Tampoco cuento de hadas:
no eres princesa azul,
eres guerrera
y has conquistado uno a uno
todos mis territorios hasta ayer inexplorados.

(Fragmento del poema XXII.)



Los treinta y dos poemas que componen Ecdisis, algunos sin título, son un recorrido, que tiene poco de lineal y mucho de cíclico. Las lectoras somos testigos de la exploración de su cuerpo en conjunción con el de una amada – o muchas -; además de los cambios, o más  bien mudas, en su forma de percibir y vivir el amor, algunas veces más resignada y otras más combativa.


Nos perdimos
y nos encontramos
en otros ojos.

Te perdí
para encontrarme.

Y fui sola.

Y fui, sola.

(Fragmento de “Y, fui sola” poema XXVIII)



En definitiva, la obra de esta joven onubense es la evidencia pragmática de los sentimientos más profundos, que nos van haciendo crecer y nos van otorgando la licencia de entender que la vida son etapas que vamos quemando – mudando – y, aunque los pedazos de piel vayan cayendo, éstos se van acumulando y van siendo los motores de nuestra constante construcción regenerativa. Voces interiores, gritos agónicos de soledad, la pérdida del amor, la distancia como ruina y finalmente, el encuentro consigo misma en Ecdisis.



Ecdisis

¿Acaso mudan las serpientes a su antojo?
Tú me lo pediste, como si tan fácil fuera.

Y aquí estoy,
contra las paredes que me encierran,
que me desgarran, que me hieren.
Quitándome una parte de mi yo que fue tan tuya.
Una vez.

Dejarme la piel muerta en otras sábanas,
quizá menos doloroso,
sería dejar tu impronta en un nuevo tacto
que no se merece sólo restos.

Debe doler para después poder
saber cuándo ha curado.







.

TAMIM AL-BARGHOUTI [18.476]

$
0
0

Tamim al-Barghouti 

Nació en Deir Ghassanah, lugar próximo a Ramallah, Palestina  en 1977, de madre cairota, Radwa Ashour y padre palestino, Mourid al-Barghouti. Su padre fue expulsado de Egipto cuatro meses después de que naciera y no pudo volver a entrar en el país hasta 1995.

La música ha formado siempre parte de la vida de Tamim. El laúd de juguete que recibió en su tercer cumpleaños sería el primer paso de un futuro próximo en el que aprendería a tocarlo de verdad. En 1996 y 1967 ganó el premio de música de su facultad de El Cairo, facultad que posteriormente le concedería el premio de poesía en 1998. El mismo año ganó además la medalla de poesía en el Instituto de artes aplicadas. En el 2000 recibió el premio de poesía de la Fundación regional de cultura de Marrakech, Marruecos.

Ha publicado cuatro poemarios. El primero de ellos “Mijana”, escrito en dialecto palestino, apareció en Ramallah en 1999. Ha presentado sus poemarios en la Universidad de El Cairo, en la Universidad americana de El Cairo, y en el lugar en que nació, Deir Ghassanah, entre otros sitios.

Acerca de la poética de Tamim es interesante destacar como usa de manera intermitente el árabe fusha y dialectal, tanto el egipcio como el palestino. Más aún lo es el hecho de que use el fusha, con la qasida como soporte estructural poético, cuando quiere acercarse con sus poemas a una realidad política y social, que de alguna manera afecta a la totalidad de los países árabes, como es en muchos casos el conflicto palestino.

Su poesía, escrita en árabe clásico y de fuerte contenido político, está teniendo en la actualidad gran repercusión en los territorios ocupados. Recitando a la manera árabe tradicional, nos dice:



“Aquí están, frente a ti,
ellos son la escritura, tú los márgenes (…)
pero en el viento entre dos balas, verás palomas volando
que anuncian un estado (…)”






El poema que aquí presentamos está escrito en dialectal egipcio, por lo que limita su campo de actuación a un entorno más reducido. Es esta una creación personal, privada, con la que transmite al lector una realidad muy íntima, que quizá necesita ser liberada del mayor número de ataduras estructurales posibles, sin que por ello deje de lado cierta lógica organizativa.



Regalo

Mi vida ha sido un regalo desde que nací.
Hoy abro el papel de regalo que lo envuelve y desato su nudo:
Encontré muchas cosas dentro, unas normales pero otras increíbles:
Un reloj de oro
En cualquier vida, cada hora que pasa se vuelve de oro,
Jack in the box
Que al verlo o te ríes o te mueres de susto, depende.
Una bonita muñeca con muelle,
Y otra también bonita sin muelle.
Una corona prisionera y unas cadenas de rey.
Encontré una sota que permanece igual a través del tiempo,
Encontré libros
Y un vídeo largo titulado: “50 años de conflicto entre sionistas y árabes”,
El infierno rojo lo encontré dentro de un tintero, y el paraíso también en un tintero
Encontré un caballo árabe con su hipódromo de pegamento,
Un fogón sin llamas,
En el fondo de la caja encontré una tarjeta blanca,
Solo con mi nombre,
El resto aún está por escribirse.
No sabía qué hacer con todo aquello,
Gracias Dios, pero no tenía por qué molestarte.
Amontoné a todas las cosa dentro de la caja,
Cerré la caja, la envolví con papel de regalo y até bien el nudo,
La arrojé al techo del cielo, muy alto
Y se transformó en una bandada de palomas
Que persigo eternamente.
¿Por qué lo hice¿
Juro que no sé el porqué.

(poema traducido del árabe por Rahma Daira)



Lo siguiente son extractos de un programa de televisión con el académico y poeta palestino Tamim Al-Barghouti, que fue presentado en Al-Jazeera TV el 14 de diciembre, 2010. Al-Barghouti ha escrito cinco libros de poesía y dos libros académicos y actualmente es profesor asistente visitante en la Universidad de Georgetown.

Tamim Al-Barghouti: “Creo que los dirigentes palestinos y árabes y he escuchado esto incluso de algunos gobernantes árabes que aparecieron en la televisión aquí en los Estados Unidos, deben considerar la alternativa. La alternativa al proceso de paz es la resistencia en todas sus formas, incluida la violencia. Creo que si los estadounidenses y los israelíes mantienen su conducta, esto nos llevará a la confrontación. Lo único que impide esta confrontación ahora es la indulgencia exagerada de la dirigencia palestina, lo que hace que su población esté expuesta al peligro. […]

“Decir que los palestinos son la parte más débil bien podría decirse de los iraquíes, afganos o los libaneses, cuando confrontan a los Estados Unidos. Sin embargo, ha trascendido que los iraquíes afectados por la pobreza, con todas sus sectas y a pesar de su falta de orden político, debido al colapso del estado, son capaces de imponer las políticas estadounidenses no deseadas”. […]

Entrevistador: “Se podría decir que la causa palestina mostró la habilidad de los palestinos a ser firmes durante 60 años, pero por otro lado, cuando uno examina el mapa de la Ribera Occidental y las proporciones de los asentamientos israelíes allí, estos deben hacer surgir preguntas sobre su capacidad de perseverancia”.

Tamim Al-Barghouti: “Esto es debido a que el pueblo de la Ribera Occidental se ha rendido. No hay asentamientos en Gaza, donde la gente no se rindió. Israel sólo ha salido de los territorios árabes ocupados después de una confrontación armada o una serie de operaciones de una resistencia popular. Esto sucedió en el caso de Egipto, cuando los Estados Unidos impusieron lo que a usted le gusta llamar la ‘paz’ entre Egipto e Israel, sólo después de que las fuerzas armadas egipcias y sirias abrieron fuego contra los israelíes, matando a 5.000 israelíes. Israel se retiró del Líbano sólo después de veinte años de resistencia. Esta se retiró de Gaza sólo debido a la resistencia y no veo ninguna razón por la que se retiraría de la Ribera Occidental sin una resistencia”.

[1] http://tamimbarghouti.net/Tamimweb/English/index.htm




Gift

My life is a gift 
Given to me 
On my zero birthday. 
Today I pulled out the ribbon, 
Unwrapped the Box 
And found lots of things, 
Ordinary, 
But also wonder-full: 
A watch of gold, 
And of gold 
Is every hour in one’s life; 
A jack-in-the box 
Which makes you laugh 
Or scares you to death, it depends; 
Two beautiful baby-dolls, 
The first a toy, 
The second is not; 
A prisoner’s crown and the shackles of a king; 
I also found a Jack of Spades 
You turn him upside down 
He stays the same; 
I found books; 
I found a long video tape labeled 
‘Fifty years of conflict between the Zionists and the Arabs’; 
I found hell in an inkpot, 
And heaven in an inkpot too; 
I found an Arab horse on a race track 
Covered with glue; 
I found a stove with no flames; 
At the bottom of the box, 
I found a white card with my name on it,
The rest has not yet been written. 

I did not know what to do with all these things! 
Oh, God, thank you, 
But why the trouble? 

I put them all back in the box, 
I closed it, 
Wrapped it, 
Tied the ribbon, 
I threw it skywards and up it went, 
The gift turned into a host of flying doves 
That I will follow forever. 
Why did I do that? 
I really do not know!


Oh, Egipto está perto

Está perto, será hoje. 
Nada resta do poder 
a não ser alguns cassetetes. 
Se você não acredita, venha a praça e veja por si próprio. 
Um tirano só existe na imaginação de seus súditos. 
Todo mundo que ficar em casa estará em perigo. 
Depois disso, estaremos livres.

por Tamim al Barghouti 









.

KEVIN PRUFER [18.477]

$
0
0

Kevin Prufer

Fecha de nacimiento: 1969, en Cleveland, Ohio es un poeta americano, académico, editor y ensayista. Sus libros más recientes son Churches (Four Way Books, 2014), In A Beautiful Country (Four Way Books, 2011) and National Anthem (Four Way Books, 2008).

Educación: Universidad Wesleyana, Universidad Washington en San Luis, Hollins University

Poesía:

Churches ( Four Way Books , 2014)
In A Beautiful Country ( Four Way Books , 2011)
National Anthem ( Four Way Books , 2008)
Fallen from a Chariot ( Carnegie Mellon University Press , 2005)
The Finger Bone (Carnegie Mellon University Press, 2002)
Strange Wood ( Louisiana State University Press , 1998)

Antologías:

Russell Atkins : On the Life and Work of an American Master (Unsung Masters Series, 2013)
Until Everything is Continuous Again: On the Work of WS Merwin ( WordFarm , 2012, with Jonathan Weinert)
Dunstan Thompson: On the Life & Work of a Lost American Master ( Pleiades Press , 2010, with DA Powell)
New European Poets ( Graywolf Press , 2008, with Wayne Miller)
Dark Horses: Poets on Overlooked Poems ( University of Illinois Press , 2007, with Joy Katz)
The New Young American Poets ( Southern Illinois University Press , 2000)

Poesía en traducción:

Wir wollten Amerika finden ( Luxbooks , 2011) (German translation by Norbert Lange and Susanna Mewe)




Traducción de Luis Ingelmo y Pablo Luque Pinilla
elcuaderno POESÍA Número 62 / Noviembre del 2014


Para los infelices

Perdonadme, insomnes. Me he quedado dormido. Me ha invadido el sueño. Me he escurrido, aquí en la encimera, con las manzanas, mientras echaba una ojeada al césped.

Y vosotros, los heridos. ¿Podéis perdonarme? Me he cortado el dedo con este cuchillo de cocina. Ha teñido el fregadero, aunque solo un poco. He apretado los labios para evitar llorar y ahora el agua lava la pila.

Vosotros, que no albergáis en la cabeza espacio para ideas nuevas: vivo en un molino de viento. Sus aspas no dejan de girar durante todo el día, sus cien dientes sobre el tejado no cesan de hacer clic como si se les ocurrieran ideas fantásticas. Perdonadme. Tengo los oídos llenos de algodón, pero no sirve de nada.

Hay carcoma en las paredes, avispas en la panera –no se están riendo de vosotros, que no sentís los pulgares, los entumecidos de corazón–. Tienen la boca llena de astillas, los ojos cegados por la pintura.

¿Podréis ser amables? Tengo muchos pensamientos delicados. Perdonadme, infelices: tengo un pequeño cuchillo en la mano.



For the unfortunates

Forgive me, insomniacs. I dozed off. I fell into a dream. I slipped, here
at the kitchen counter, with the apples, looking over the lawn.

And you, the wounded. Will you forgive me? I cut my finger on this
paring knife. It stains the sink, but not so badly. I bit my lip to keep
from crying and now the water washes the basin clean.

You, who haven’t room in your heads for a new thought: I live in a
windmill. All day long, the blades swing round, the hundred cogs
above the roof clicking away like excellent ideas. Forgive me. My
ears are full of cotton, but it does no good.

Wood bugs in my walls, wasps in my bread box—they aren’t laughing
at you, who have no feeling in your thumbs, the numb at heart. Their
mouths are full of woodchips, their eyes blind with paint.

Won’t you all be kind? I have so many gentle thoughts. Forgive me,
unfortunates: there is a little knife in my hand.


Un coche ha caído desde un puente

Tenemos la muerte del coche, que se encontraba tranquilo y significa bien poco, emitiendo un suave chirrido en un campo nevado.

Y tenemos la muerte del cuerpo, que fue rápida, el cuerpo inconsciente y enfriándose contra el salpicadero.

Por supuesto, tenemos la nieve, que suspira por tener la oportunidad de dormirse, rodeando el coche y el cuerpo donde ambos vinieron a pararse.

Qué suave parece la nieve vista desde el coche, como una vaporosa cortina que el viento ondeara en una ventana en un día de otoño, hace años quizás. Qué graciosas las pequeñas huellas donde se ha esparcido el parabrisas roto.

La gente conduce sobre el puente sin advertir que el guardarraíl está arrancado, sin advertir que el coche se ha precipitado en el campo y, momentos antes, ha dejado de funcionar.

Quiero ser más joven de lo que soy.

Quiero decirle a mi madre: «no». Llorar en el asiento de atrás porque me aburro y tengo hambre y todavía estamos a cientos de kilómetros de casa.

El coche yace en el campo y la cabeza duerme en el salpicadero. Una ambulancia se ha acercado hasta el borde del puente, pero no ha encontrado la manera de llegar hasta el campo helado y el coche, que está parado.

A veces creo que comprendo la muerte, que a mi madre se le parara el corazón justo cuando hablaba por teléfono con una amiga. Sin dolor, sin dolor, digo pues. Y misericordioso, mientras el teléfono cuelga del cable.

Qué bueno morir de ese modo, como un coche que tan pronto es feliz como sale
volando por donde el puente se ha roto.

Para el cuerpo, la nieve no es suave ni fría. Para el cuerpo, hay un cero donde debería haber un campo.

De tener un móvil, haría lo posible por llamarla.




A car has fallen from a bridge

There is the death of the car, which was quiet and signifies little,
ticking gently in a field of snow.

And there is the death of the body, which was quick, the body
unaware and cooling against the dash.

Of course, there is snow, which wants so badly just to sleep,
surrounding the car and the body where they came to rest.

How gentle the snow seems form the car, like a gauzy curtain the
wind blew from a window on a fall day perhaps years ago. How sweet,
the little paw prints where the sprung glass scattered.

People drive over the bridge not noticing the rail has torn away,
not noticing the car that rolled into the field and, moments ago,
just died.

I want to be younger than I am.

I want to say to my mother, no. To cry in the back seat because I am
bored and hungry and we are still one hundred miles from home.
The car lay in the field and the head slept on the dash. 

An ambulance pulled to the edge of the bridge
but could not figure out how to descend to the frozen field and the
car, which was already dead.

Sometimes, I think I understand death, my mother whose heart just
stopped while she spoke to a friend on the phone. Painless, painless,
I say then. And merciful, the receiver dangling from its cord.

How nice to go that way, like a car which one moment is happy and,
another, suspended in flight where the bridge broke loose.

To the body, the snow is neither cold nor gentle. To the body,
there’s a zero where a field should be.

If I only had a cell phone, I would try to call her.





El auge de Roma

Se levantó como la bruma sobre un lago al amanecer mientras pasaba el autobús y un joven cabeceaba adormilado contra la ventanilla.

Se levantó de la pista como un avión al que no le queda mucho tiempo de vida.

«Levantaos», nos dijo el pastor, y nos levantamos del banco y manoseamos los libros porque sabíamos que nos quedaba poco tiempo. Cantamos e inclinamos la cabeza, y después nos arrodillamos.

Fue un imperio magnífico repleto de ladrillo y mármol. Magnífico como un coche nuevo, todo limpiaparabrisas y cromo. Yo quería tocarlo, pasar el dedo
por el cristal como de ojo de abeja de un faro y no pensar en él volcado en un campo, con las ruedas deteniéndose y la cabina llena de humo.

«Levantaos», dijeron los dioses revestidos de sabiduría y anillos. «Levantaos», con los dedos cubiertos por cicatrices abrasadoras, con sus caprichosos y arbitrarios ira y amor. Roma se levantó y se levantó como la bruma y nosotros dijimos «sí» a los dioses y tocamos la guitarra. «Sí» y nos subimos a los aviones
o recorrimos las largas carreteras que rodeaban la ciudad donde se ponía el sol sin que los quitanieves lo barrieran. Fue una época maravillosa, más y más rápida como el humo. Los baños y el acueducto, el barrio opulento y el menos opulento. Nadé en perfume mientras mis sirvientes comían ratones, mientras las fronteras se derrumbaban y los aviones poblaban el cielo. «O, dadme, dadme», les dije a los dioses que sonreían en torno a sus bolas de cristal.

Siempre era verano durante el auge de Roma. El pastor dijo «arrodillaos».

Los dioses rieron.

Extendimos las toallas de playa en la arena y nos desplomamos.

[Fallen from a Chariot, Pittsburgh (Pensilvania), Carnegie Mellon University Press, 2005]




The rise of Rome

Rose like a fog off a lake at dawn as the bus rolled past, a young man
nodding sleepily against the glass.

Rose from the runway like an airplane that has not long to live.
Rise, the pastor told us, and we rose from our pews and fingered the
books because we knew our time was short. We sang and bowed our heads, then kneeled.

It was a gorgeous empire in its brick and marble. Gorgeous,
like a new car, all windshield and chrome. I wanted to touch it, to
slide my finger along the headlight’s bee-eye of glass
and not think about it overturned in a field, the wheels slowing and
the cockpit just smoke.

Rise, the gods said in their wisdom and rings. Rise, in their fingers
nettled over with scars, in their whimsical and gratuitous
anger and love. Rome rose and rose like fog
and we said yes to the gods and played our guitars. Yes and boarded
our planes, or drove the long roads outside of the city
where the sun came down and no one plowed it away. It was a
marvelous time,
faster and faster like smoke. The baths and the aqueduct, the
opulent quarter and the less opulent. 

I swam in perfume while my servants ate mice, while the
borders collapsed
and planes crowded the skies. Oh give me, give me, I said to the gods
who grinned around their crystal balls.

It was always summer while Rome was rising. The pastor said
kneel. 

The gods just laughed.

We spread our beach towels on the sand and collapsed.




Al encontrar una esvástica tallada en un árbol
en las colinas de Heildelberg

Más tarde, sobre las orillas resbaladizas del Neckar
di de comer a un cisne de dos cabezas un mendrugo de pan duro.

La cabeza sana comió;
la otra, sin plumas, con los ojos cerrados o sin desarrollar,
se arrastró desde el final de su cuello de manguera de jardín
por el barro de la orilla.

Mientras tanto, por toda la Schwartz Strasse,
como todos los días, había parejas de ciudadanos
sentadas en las terrazas de los cafés
engullendo escalopes, suspirando ante la puesta de sol.

Trocearon sus servilletas
después frotaron el borde de sus vasos de vino
hasta que la tarde se llenó
con el sonido cristalino de una sirena antiaérea.

La noche descendió flotando como un millar de aliados
atados a paracaídas negros.

[Strange Wood, Rock Hill (Carolina del Sur), Winthrop University, 1997]




On finding a swastika carved on a tree in the
hills above Heildelberg

Later, on the Neckar’s oil-slick banks,
I fed a two-headed swan a stale bread crust.

The healthy head ate;
the other , featherless, eyes closed or undeveloped,
dragged from the end of its garden-hose neck
in the mud on the shore.

Meanwhile, all along Schwartz Strasse,
as they do every day, the citizens sat
in pairs at their outdoor café tables
swallowing schnitzel, sighing at the sun’s descent.

They shredded their napkins
then rubbed the rims of their wine glasses
until the evening was filled
with a crystal air-raid siren sound.

The night floated down like a thousand allies
lashed to black parachutes.





BOSQUES OSCUROS

¿Sabes a dónde ha ido nuestro hijo?
Lo siento. ¿Sabes que ha sido
de él? Lo siento. [        .] ¿Está escondido
en un armario? No. ¿Está acurrucado entre
los zapatos? No. [        .] ¿Deberíamos
buscar en los armarios? No está en los armarios. [        .]
¿Deberíamos comprobar las cajas vacías? No está
en las cajas vacías. Hace mucho frío fuera. [        .]
Probablemente esté escondido detrás del sofá.
¡Venga, sal, sal! Voy a contar hasta diez.
Uno, dos, tres... No está detrás del sofá.
[        .] Hace mucho frío fuera. [        .] Probablemente
sea una broma. No es una broma. Probablemente
esté escondido en el vano del techo. ¡Hola ahí arriba!
No está en el techo. [        .] Hace mucho frío fuera.
[        .] ¿Salió afuera? No. ¿Llevaba puesta
la chaqueta? No. ¿Llevaba puestas las botas
y el gorro? [        .] No hay más que bosques oscuros
ahí fuera. [        .] ¿Le diste tu chaqueta?
[        .] ¿Le ofreciste tu chaqueta? [        .]
Tal vez esté disfrazado. ¿Disfrazado? Con tu gorro
y tu chaqueta. ¿Disfrazado? [        .] Disfrazado
de ti. [        .] ¿Entró a través de tu ventana?
Escucha lo que estás diciendo. ¿Entró en ti?
Escucha lo que estás diciendo. ¿Está atrapado en ti?
Suéltame. ¿Hay bosques oscuros ahí dentro?

(Traducción de Andrés Catalán) 




.

YSSCDEA [18.478]

$
0
0

YSSCDEA

- 1970, Ciudad de México, México.
- Creador Artístico (poesía, dibujo, instalación), Antropólogo, Gestor Cultural, Productor Cultural y Editor

Sobre el autor

“El nombre Ysscdea invoca la fuerza de la floración vital... lo escuché por primera vez durante una ensoñación y supe entonces que ese era mi nombre verdadero. Soy un artista conceptual y literato, vivo en México, apuesto por las artes híbridas o mixtas, combinando la imagen poética literaria con la las artes plásticas (instalación) y las artes visuales(fotografía y dibujo). Vivo en la búsqueda constante de experiencias y de nuevos canales expresivos para mi trabajo. El tema recurrentes dentro de mi obra es la interrelación Naturaleza, filosofía y la mística…”

 Reconocimientos

- Creación del Modelo Libro-Oral y su implementación en el sector Federal Mexicano (2005 - 2016)
- Mención honorífica tesis de Maestría en Antropología. Área: lingüística, semiología y cultura (2014)
- Reconocimiento por parte del Procurador Federal de la República Mexicana, 2005 (Profeco) por la iniciativa del -P-LAB. Proyecto de análisis semántico, lingüístico y cultural.
- Conversaciones Con La Inteligencia –Reconocimiento poético por 10 poemarios producidos entre 1997 y 2006.

Obra

Exhibición Permanente “Concepciones en el Imaginatorium” dedicada a la obra poética de Ysscdea. Abierta al público desde el año 2011. Puede conocerse la galería virtual aquí:https://sites.google.com/site/laboratoriodelainteligencia00/cinturon-verde/concepciones

Consta de 8 series:

• HabitEntes I – Ktoorra (2015)
• HabitEntes II – Aahtkwa (2015)
• HabitEntes III – Aeeirrt (2014)
• HabitEntes IV – Ignerr (2014)
• Materia Prima (2013)
• Éntheoi – Selémdeter(2012)
• Citlalojtli – Camino Estelar (2011)
• Niño Cacahuatzin – Niño Cacahuatito (2011)

 Bibliografía: 

Yolloxochitl (Corazón Floreciente) (Antología poética) Registrado 2005, como “antología tetraelemental”, compilación retrospectiva de 20 años. Obra publicada 2005. Edit. Extispicio, México.
Ayauhtlampa (Ámbito-Raíz-Cristal-Sueño De La Niebla) (Poesía experimental y poemas oraculares) 2004.
Negra Dentro De La Tierra Negra, Tierra Negra Dentro De La Tierra Negra, (Poesía experimental) 2003.
Crearse-Para-Sentirse-Para-Crearse (Poesía experimental combinada con propuesta gráfica) 2002.
LuzAzul (Poesía experimental) 2001.
Calígine En La Raíz-Estruendo-Eclipse Del Camaleón, Libro Binario 2 (Poesía experimental y poemas oraculares) 1999.
Piedra-Ovario-Luz (Prosa experimental y prosa invocativa) 1999.
Sombras Que Inhalan Sombras, Sombras Que Inhalan Estruendo, Necrofagias, Nebulosas (Poesía experimental y poemas in Nigrum) 1998.
Retablo Para Quienes Gustan De Clarificar El Vuelo (Experimentación neuro-semántica de imagen y texto aplicado a un libro para ciegos) Obra publicada 1997. Edit. Extispicio.
Del Ojo Sembrado En El Vientre Púrpura, Vientre Azul De Huracán, Libro Binario 1 (Poesía experimental y poemas oraculares). 1999.
Azul Atado De Las Teratofagias O La Azul Regurgitacion Del Azul Frenesí Lunar (Prosa experimental y prosa invocativa). 1998.
Arañas, Oráculos, Caracoles, Sacrilegios Y Otros Batracios Prodigiosos, Transhumantes, Extravagantes, Extintos Y Raros, (Poesía experimental y Poesis viridis) 1995-1998.
Osarium (Antología de cuento-vestigio) Obra publicada 1997. Edit. Extispicio.
Cuentos Del Señor De Los Sueños Y Sueños Del Señor De Los Cuentos, (Cuento Corto) 1993-1996.
Cronidas, (Poesía experimental) 1983-1993.

Correo electrónico :  ysscdea@gmail.com



YOLOXOCHITL    (Corazón Floreciente)

YSSCDEA



Por ahí se llega.
Sí por ahí,
por ahí se va


Hacia el cobijo de las fieras
hacia el resguardo del viajero


Por ahí se llega.
Sí por ahí


Por la demencia de lo verde
Por la consagración de lo yermo


Sí, por ahí
por ahí se llega


Por ahí se va





A los instintos de la transparencia…

ATLAYOLOHTLI
Corazón De Agua


Debajo del mar argento se gestaron todas las puertas,
que habrían de disolverse ante los ojos absolutos de mi
humanidad trashumante. El incendio diáfano de las
profundidades vivientes, ritual para la emanación de la
transparencia, manifestó el sacrificio dentro de mi
nombre verdadero, la inminente erupción del volcán, la
eclosión de la flor y el sembradío de estrellas dentro de
la pupila. Osé la multiplicación de mis formas, al
obligar el antiguo emergimiento de las salamandras
rojas y las serpientes azules…




ESTAS AGUAS, VERDES CUANTO
MUTÓ EL CISMA

estas aguas, verdes cuanto secretas
                             mutó el cisma
la lenta disolución de la tierra, como la gestación de una estrella
desde su palabra hacia su corporeidad

                             que ya es semblante

 del horizonte
 de las especies
de los espejos

la inmortalidad
la cristalización

                                    el estertor cuando el nacimiento
la irrupción de la pupila en el vientre de la claridad
                                                     estas aguas verdes cuanto secretas
                                                     estas aguas, verdes cuanto innombrables


                   estas aguas
                                              en tus cavernas sueñas
 germinación del principio
 tu pupila primordial
                                                                 tu pupila mineral
 tu crepúsculo primordial
tú, crepúsculo primordial

el creador
el formador

                                                 la adivinación dentro de la niebla
                                                                                                     agua silenciosa

 prodigio dentro de tus cuerpos eclipses
prodigio naciendo en tus sueños estelares
                                                                                                      agua silenciosa
prodigio
dentro del agua silenciosa
                                                                         prodigio


                                                                corazón de agua
                                                                estrella silenciosa

la gran agua
                                                                         en los cristales del resplandor
                                                        el reptil estelar, sueña 

                                     corazón del cielo
                                                                                                     sus nombres

la gran agua
la licuefacción de tus huesos primordiales
                                                              la gran agua
                                                                                                           lluvia negra
                                                                                           dentro de tu corazón de agua





LOS NOMBRES-SERPIENTES
CONVULSIONAN… 

                                                                               los nombres-Serpientes convulsionan



                                                                                                                    en tus entrañas




                                                          lirio de agua




esta crisálida
rompió su tiempo




                                                                            humo






                                                                                                     la Serpiente-del-agua

                                                                                                     silbó-eyaculó a Universo 








la madre de los instintos

la madre de los instintos

                                                                                                                   vientre humeante

                                                                                                   estrella dentro del cenote
tu sueño luminiscente
engendró las formas
vuelo
                                                              elevación del color
                                                            procreación del color


vientre de las aguas ocultas
madre reptil
       madre mimética

                                                             palabra mineral devoradora de tiempo

                                                 flor nocturna
                                                 tu sueño luminiscente
nocturno vientre del río                                                tu sueño luminiscente

dentro de tu sueño-de-las-gestaciones
acequia silenciosa

                                                             gestando pensamientos a través del eclipse
crepúsculo                                         disolviendo cuerpos muertos en el humus
adoratorio
incendio                                                                                              palabra prohibida


                                                                                     escritura sobre el agua
nace                                                                           la flor de los sueños acuáticos
                                                                                     escritura dentro del agua


                                                  tu sueño luminiscente






el sueño de la madre no tiene forma


el sueño de la madre no tiene forma
tiene formas

                                                                            oído
                                                                                               delectación

                                                                                                                          útero azul
crecimiento hacia las estrellas
aprehensión del aire


 forma


sueño dentro del humus

en-el-larvario-ojo-en-el-larvario

tiempo-clamor-recluso-color-retorno-conmemoración

delectación del color en el vientre niebla


nacimiento de la pupila lunar

arrebato posesión



dentro del agua
dentro del agua
dentro del agua

dentro del agua






UN CONSEJO PÚRPURA… 



Un consejo púrpura
punza a cualquier estrella
desde cualquier pozo-cenote




De una dentellada
le coloreó un trozo de piel
a la tierra




Abrió su párpado
fijó el ojo
respiró con la pupila de agua




Devoraste también
la palabra anciana
de la Ceiba-Árbol







Un consejo silencioso
acaricia a cualquier estrella
que cansada muere ahogada
en el hambre verde de cualquier cenote-pozo 






TODO ACECHA.
TODO CONTEMPLA… 


Todo acecha. Todo contempla. Todo
aguarda. Todo quiere parir. La madre
quiere devorar.¿Hace cuántos pensamientos
eyaculó a ese cuerpo, que abatido ahora, sueña
podredumbre, serpientes y delectación? Deidades
viejas, sin párpados y con ojos desorbitados,
emergen de la boca humeante y florida del
animal enrarecido que habita las entrañas
azules del cráneo-cántaro vacío. Ellas también
abren bocas y pensamientos desatados por el
frenesí, que se precipita desde el
arraigamiento telúrico-celeste.

Buscan desmesuradas las fuentes, vivas y palpitantes
de agua preciosa. Las semillas claman por vida
y azul movimiento del ojo inverso. Universo
aproxima todos sus ojos de vacuidad, reptil,
visión e incitación. 


Serpiente erige cascabeles antiguos sobre sus
pieles de ritualidad, vaticinio y silencio.
Convulsiona azul, por la delectación, la
putrefacción y los sueños. Alas pretéritas
legan frenesí-de-viento al viento. Piedras
aúllan. Procesión. Clamor. Desatadura.
Sacrificio. Viento que muerde la claridad
intempestiva y sonora del viento.

Constitución de piedra. Prodigiosa.
Orientación de piedra. Prodigiosa.
Eflorescencia de piedra. Prodigiosa.

Erección prodigiosa.

Madre quiere devorar. Madre quiere parir.
Sustraerá. Atará. Disipará silencios,
cristales, crisálidas y tiempos. Todos 


escarban. Todos pronuncian verdad de
cuerpos abiertos. Todos erigen sueños.
Todos derrumban recuerdos, voces,
adivinación y huesos viejos. Se aclaran las
piedras. Piedras nacen de la noche crisálida de
las piedras. Agonizan las raíces umbrías y de
verde ardiente, de las piedras. Aúllan piedras
bajo el semblante intangible de las lunas-piedras.
Huesos se estremecen hambrientos.
Huesos que erigen huesos preciosos. Se
delectan raíces, pensamientos y huesos
Todos emergen dioses.

Primero descarnará. Primero florecerá.
Plegarias azules en los resquicios del
adoratorio-templo. Primero olvidará a su hijo,
oscurecido por la poesía de lo absoluto.
Semillas viajan a través de su pensamiento. 


Su vagina tiene hambre, acecha todos los
sueños.
Manos ensangrentadas, somnolientas,
susurrantes, de los Hombres-de-conocimiento-oscuridad-prodigiosa
escurren tierra sudor y
delectación de aves muertas. Aves sagradas
despliegan su canto, despiertan sus alas de
tiempo.

Madre es devorando…

Venerable Madre Serpiente. 






HEME AQUÍ
CUANDO UNA ARAÑA CONDUCE MI
MANO… 




Heme aquí
cuando una araña conduce mi mano
araña nocturna
araña escribano
testigo sobre ocho plantas
y caminares siniestros
vas y vienes
cuales mis ojos
a encallar en el sentimiento,
a redondear
la mudez del tiempo



Soy regalo e idea breve de la tierra
Sobre mi, materia animada por el movimiento,
se erigieron todas las piedras.
Abrí el círculo primitivo
Lindero del sueño. Lindero de lo visible.
(Resucita el agua, persiguiendo a través del abismo a la voz de los muertos)


Yo te entrego
el rojo fluido
alimento del fuego
para condecorar
tu nacimiento de lirio.


La sombra hastiada de negrura tiñe sin saber
tañe sin oír 





SEMBRADÍO DE ESTRELLAS… 

sembradío de estrellas


dentro de tu cabeza nebulosa

 la raíz del árbol sueña muertos

tus patas hilando
el advenimiento de las deidades del púrpura



sembradío de estrellas
sementera del tiempo


dentro de tu vientre nebuloso
araña
la raíz del sueño sueña mundos
inscripción




tu vientre araña infinita
engendra el crepúsculo de la palabra

palabra láctea
 pupila láctea




libélula


eclipse



ciénaga


.

LUIS CALIZAYA ARCE [18.479]

$
0
0

Luis Calizaya Arce

Nació en Uyuni, Potosí, Bolivia. Msc. Agrónomo, investigador en Agroecología, Sociología y Desarrollo Rural Sostenible. Trabajador y activista social y cultural. Miembro del grupo musical ”Aruma Markasata- Voces de mi Pueblo”, de ”REMES”, ”Poetas del mundo”, y del Club ”Palabras Sobre Palabras”.

Cuentan los espíritus a través de los Awichos y Sabios Ancianos, de las grandes civilizaciones andinas bolivianas; y en mi memoria está la frase que escuché en el templo del saber. En la escuela un maestro Aymara suplicando con humildad pronunció ”Khantataita Inti Tata” que significa ”Padre Sol, hazme Amanecer” e inmediatamente en mi mente aparecieron versos, que expresan la belleza nocturna que devela la profunda añoranza de ver ese otro encanto, también del amanecer en mi alma.

Quizá para algunos sea paradójico; lo que para el mundo andino y su filosofia de vida es el centro de todas sus acciones y pensamientos esta concentrado en el sol, y su máximo exponente la gente. Para ellos fué y seguirá siempre siendo esa luz y estrella eterna.

En el cielo de estrellas de los Aruma Markasata- Voces de mi Pueblo, junto al sonido y el calor, el canto de libertad, su voz, es el más bello instrumento y cuando me falte el aliento quiero su dulce palabra de ecología social, nuestra paz para expresar por la no violencia de este ”mundo moderno”.




"Amamos la vida porque estamos acostumbrados al amor y la paz"

HOY
(Cándido)

En este preciso instante,
como todos los días,
a cada segundo,
a cada minuto
estoy pensando en ti.
Como todas las noches,
junto a la música de nuestros recuerdos 
veo cantar y bailar y sonreír el universo

(Gotemburgo noviembre del 2008)




"El amor no mira con los ojos, sino con el alma"

(Shakespeare)

A MI LUZ
(Alma de Perro)

Llegaste a mi mundo
como un rayito de luz.

Iluminaste mi alma
como una estrella fugaz.

Haberte conocido
es lo mejor que me ha pasado en la vida.

Y en mi nada es oscuro
cujando tú estás.

Tu alumbraste mi vida, 
en mi memoria,
reluciente por siempre estarás.




(…) ”Así es nuestra cultura; el que mezquina lo que tiene, no merece el respeto de nadie, porque lo que nuestro Tumpa (Dios) nos ha dado,nadie puede apropiarse, porque es para todos”. (…) de la nota de la Asamblea del Pueblo Guarani del Itika Guasu. Diciembre 2007.


MI MOFA

(Cándido)

Mi mamasita me mimó mucho,
Macho, mozo, majo, maduro, me manifestó.
Mama mia...
!Merecido monólogo mechón me mandaron,
mágico malestar me maltrató!.
Mujeriego mamilón me mascullaron,
mersi, mi mente mancillaron.
Mama mia...
Mi mística misiva masculina macularon,
mágica mañana molestaron.
Menso manso menudo me mingaron,
Mentiroso menguante murmullaron!.
Mama mia...
Mi música milenaria, maternal
mantiene mi madura mente melosa.

(Gotemburgo 2013 06 03)




"Perdonamos, pero no olvidamos"

DEPREDADOR SOCIAL EN NUESTRAS NARICES
(alma de perro)

A la muerte
No le hace falta brazos largos che...
Entra sin permiso, se sirve cerveza,
Después bebe whisky o ron con Coca Cola.

Prepara su tabaco ”Marlboro”
con alquitrán y un poquito de la otra yerba...
y enciende el cigarrillo.

A la muerte

Los señores de la muerte
traen su comida transgénica
de ayuda al desarrollo y contra, dizque
el hambre, para someternos a sus intereses.

A la muerte
no le hacia falta nariz larga che...
dizque es senil
y chupa de nuestra sangre.

El homicida nos envía besos de crisis económica
y llega como piedras lapidando nuestros cuerpos.

Los señores de la muerte
traen su comida transgénica
de ayuda al desarrollo y contra, dizque el
hambre, para someternos a sus intereses.

Los depredadores de la vida
traen sus pandemias de enfermedades
y a la vuelta de la esquina,
nos meten sus medicinas de negocio.

Los varones homicidas
nos traen guerras
so pretexto de lucha por la paz,
contra el terrorismo y el narcotráfico.

!Ay. que vida más dispareja!

!Ay   que vida llena de cinismo!.

!!Hay alguien quien nos Usa...!!.

Sólo mis poemas
hacen mi vida más llevadera.

La muerte termina ”con el solo dizque, aguardiente,”
termina ”con el solo dizque, cigarrillo,”
termina ”dizque, con el hambre y la miseria,”
termina conmigo y mis amigos.

A la muerta
no le hacia falta

Sus brazos largos
!!Porque esta en nuestras naricesss, che!!

Gotemburgo 2009/11/26










"La poesía es el buen agrónomo que transforma desiertos en fertilidad de la conciencia"

(Sonkoy ukumanta)

QUIMERAS DEL LABRADOR 
(No hay árbol sin raíces)

Quítenme todo, menos el canto de los pájaros,
tampoco la semilla de la vida.

Quítenme todo, menos los buenos días
del sol sobre la tierra;
ni tampoco la luz de la luna,
que alumbran mis penares en el crepúsculo.

Quítenme todo, menos la parcela
que alimenta mi luz y esperanza
ni tampoco la palabra 
donde apoyar mi grito por la paz y la justicia
de mis hermanos, los desprotegidos

Quítenme todo que hablo con la mano en el corazón
para decir lo que siento del sufrimiento
de nuestras mujeres y niños
en este purgatorio terrenal.

Quítenme los ojos,
que lloraría con el corazón ensangrentado
despúes de las desgracias sufridas
y por el dolor que siente la gente de mi pueblo,
de esta injusta purga social.

Quítenme un brazo, tendría el otro;
para saludar a mis llajtamasis, paisanos,
chamas y hermanos que abren nuevos
surcos de esperanzas
y llevan ilusiones de un mañana

Glosario:

Expresión tipica venezolana ”chama- Amigo o hermano”



“Por un pacto de sangre con mi pueblo”

RÉQUIEM DE ARUMA MARKASATA
(No hay árbol sin raíces)

Dice el adagio de las voces de mi pueblo:
“De lo que está lleno el corazón habla la boca”

La paciencia se desborda, sumándose
a la voz de las otras voces,
la memoria colectiva se desnuda.

La voz del tío de la mina bramea,
por designio de los vede-patrias se levanta
como estrella fugaz en el firmamento.

El alma de Katari aymara retumba.
los gritos de Bartolina Sisa emergen,
las utopías rebeldes de Gregori Apaza
se plasman en la población.

Masacre, huelgas y bloqueos se avivan;
como germen de luz interminable
todo el pueblo se levanta.

Hormiguero alborotado, ciudad, minas y campo
estrellan; obreros, campesinos, artesanos,
mendigos y estudiantes como el polvorín
un volcán desborda con su furia.

Por las calles corren coplas, anunciando nuevos días,
jóvenes con vehemencia pasan la voz,
al asalto, compañeros, al asalto;
otros…vamos muchachos, vamos paàrriba,
gritando van ¡que la patria es nuestra carajo!

Contra la injusticia, cantos de coro
de nuestras deidades muestran
los alaridos de dolor de pueblos sometidos.
Por sus venas corre la libertad deseada,
En un mundo de cínicos donde hasta Jesús
Fue crucificado por una traición.

Como un comunista traicionado
y enviado a la cárcel, por el único pecado,
dicen por pensar diferente;
nadie ahogará su derecho de amar diferente,
sí su vida la truncan los mercenarios de la guerra
su muerte con dignidad pasará a la vida eterna
y no será uno más
de los indignos muertos en vida.

Glosario:

Katari, Bartolina Sisa, Gregorio Apaza, son personas que lucharon contra la colonia española.




“Las etapas de los pueblos no se cuentan por sus épocas de sometimiento infructoso, sino por sus instantes de rebelión” (José Martí)


17 DE ENERO AL 6 DE AGOSTO 
(Alma de perro) 

Suena el reloj de los libres 
Con la frente altiva y digna 
Con la lexía osada de la raza inmortal 
Te rindo homenaje hoy compañero. 

Con el tic tac del reloj retumba la hora 
Los gritos de los pueblos 
Se sienten cada ves más cerca. 

Somos uno más 
De los hijos noblez de estas tierras 
Somos uno más 
De los frutos soberanos del Kollasuyo. 

Como un retoño más 
De los pueblos indomables 
Te agasajo hoy llajtamasi. 

Con lealtad y principio que nos caracteriza 
Con los puños en alto 
Plantados junto a la Pachamama 
Te halagamos hoy pueblo nuestro. 

Ustedes nunca han tenido 
El alma de plebeyos de los imperialistas, 
Al igual que nosotros. 

Nosotros siempre estuvimos 
Con los campesinos, con los obreros 
Con los desposeídos, por el socialismo 
Al igual que ustedes. 

Junto a los símbolos gloriosos 
De la hoz y el martillo 
Con la wipala y el emblema rojo 
Blasón del porvenir 
Con los símbolos anhelados 
De la paz y la libertad 
Luchamos por la justicia e igualdad. 

Raza nuestra, 
Indómitos perennes de la vida 
Crecen irreversibles 
Hacia la nueva aurora, salud 
Estamos con Uds.! 




“...Soy uno mas de los que cantan en el rostro de la muerte...”
(Aruma Markasata)


PREDILECCIÓN DE BONDADES PLETÓRICAS

(No hay árbol sin raíces)

I

No pretendo recordarte que no hay fronteras;
que la Pachamama-Madre Tierra,
que el Tata Inti-Padre Sol,
que la Mamita Quilla-Mamita Luna
para todos es por igual.

Donde todos los niños del mundo,
puedan jugar.


II

Si alguna vez lloras
de pena o alegría, !hazlo!.
Haslo por tener un mundo nuevo, por tener
un mundo distinto, donde todos los niños
del planeta, junto al resto de las personas,
unan sus alas libres y puedan volar en
busca de mejores sue niños,
de paz, esperanza y libertad.



III

Puedan vivir. Como han nacido !saberlo!
Libres, puros y optimistas.
Como el sol cuando irradia
y todos juntos puedan disfrutar,
sin distinciones de clases sociales,
de razas, ni credos
de la gran floresta paradisíaca.

(Para todos los ninos y jovenes del Centro de Integracion Cultural Corazón Latino (C.I.C.C.L.) de la ciudad de Gotemburgo y del mundo. En particular bolivianos y latinoamericanos y en especial para todos los ni ños y jovenes que trabajan, que son explotados y luchan por su libertad. Suecia-Gotemburgo 2007/08/17)


De la ANTOLOGIA BOLIVIANA
(Más allá dé nuestras fronteras y en tierras de nadie)

ARUMA MARKASATA 
(Voces de mi Pueblo)

Publicado por Letranovel 2014
Por los autores Luis Calizaya Arce, Francisco Calizaya Villca, Ivan Calizaya Arce y Ruben Calizaya Arce








.
Viewing all 7276 articles
Browse latest View live